Teoría Cromosómica de La Herencia
Teoría Cromosómica de La Herencia
Teoría Cromosómica de La Herencia
Otro de los aportes de Mendel fue señalar que en los gametos o células sexua-
les la información contenida en los “genes” se distribuye de manera independiente,
lo que hace posible que durante la fecundación, es decir, la unión de un gameto fe-
menino y otro masculino, el nuevo ser tenga una mayor variedad de combinaciones
de dicha información.
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Parece que las leyes de Mendel no siempre se cumplen
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Como recordarás de la lectura acerca de los procesos de división celular (mitosis y meiosis),
cuando el núcleo celular comienza el proceso de división, la cromatina, un material que se visualiza
como una maraña de hilos delgados, comienza a condensarse hasta formar los cromosomas.
Aunque el término cromosoma comenzó a usarse desde 1882, no fue sino hasta el
redescubrimiento de las leyes de Mendel cuando comenzó a sospecharse su papel en la
transmisión de los caracteres hereditarios.
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Hacia 1902, Walter Sutton (EEUU) y Theodor Boveri (Alemania), en forma independiente,
formularon la hipótesis de que los “factores” mendelianos se encuentran en los cromosomas,
dado el comportamiento paralelo de los genes y los cromosomas en la formación de los gametos
en la meiosis. Este paralelismo se resume en la tabla 23.1
Tabla 16.1. Comparación entre los cromosomas y los "factores" de Mendel.
Los genes son unidades físicas que se encuentran localizadas en los cromosomas.
Podemos observar que los “factores” de Mendel son designados como “genes”, término
acuñado por Wilhelm L. Johannsen en 1909.
Aunque la teoría de que los genes se encuentran en los cromosomas parecía correcta, se
requería más evidencia experimental para apoyarla. Para ello, se necesitaba un organismo cuya
genética y cuyos cromosomas pudieran estudiarse al mismo tiempo.
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A partir de 1910, Thomas H. Morgan comenzó a estudiar la mosca de la fruta o mosca del
vinagre, Drosophila melanogaster (Figura 16.1). Este organismo presenta las siguientes ventajas:
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Debido a la separación de los pa-
res de cromosomas homólogos durante
la meiosis, los óvulos de esta mosca con-
tienen uno de cada tipo de autosomas,
más un cromosoma X. Los espermatozoi-
des producidos por los machos contie-
nen tres autosomas y un cromosoma X o
uno Y. Si durante la fecundación un óvulo
de fusiona con un espermatozoide que
posee un cromosoma X, el cigoto produ-
cirá una mosca hembra (XX). Si el esper-
matozoide posee un cromosoma Y, será
un macho (XY). (Figura 16.3).
¿Sabías que...?
El papel de los cromosomas Figura 16.3. Determinación del sexo. Solo están expresados los
sexuales en la determinación del cromosomas sexuales.
sexo fue determinado por Nettie Ma-
ria Stevens, quien en 1905 publicó los Para realizar sus trabajos, Morgan cultivó
resultados de sus investigaciones con el Drosophila de tipo salvaje; en un principio se trazó
escarabajo de la harina Tenebrio molitor. como objetivo realizar cruces como los realizados
Esta investigadora, además de localizar por Mendel con las plantas de arvejas. Después
y describir los cromosomas sexuales y de realizar muchos cruces observó que en uno de
su comportamiento, supo interpretar su los cultivos había una mosca que era diferente a
función en relación con las leyes mende- las demás, tenía los ojos blancos en vez de rojos,
lianas de la herencia. Stevens murió en que era lo normal. Cuando la separó del grupo,
1912 de cáncer de mama. observó que esta mosca diferente era un macho
y la cruzó con una hembra de ojos rojos normal
para obtener los descendientes de la primera
generación. La descendencia resultante presentó
ojos rojos, lo que indicaba que el carácter "ojos
blancos" era recesivo. Morgan denominó white
(w), blanco en inglés, al gen correspondiente.
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Sin embargo, al cruzar los descendientes entre sí, se obtenían resultados muy curiosos.
Aunque se daba la segregación 3:1 (por cada tres individuos de ojos rojos, había uno de ojos
blancos), se observó que no había ninguna hembra de ojos blancos y, en cambio, entre los
machos, la mitad tenía ojos rojos, y la otra mitad tenía los ojos blancos (Figura 16.4).
Figura 16.4. Cruzamientos realizados por Morgan en Drosophila melanogaster para estudiar la
herencia del gen para ojos blancos.
La figura 16.4 representa el cruce hecho por Morgan sobre la herencia del color de los
ojos en Drosophila melanogaster. Como puedes observar en dicha figura, Morgan interpretó estos
resultados asumiendo que el gen implicado en el color de los ojos debía estar en el cromosoma
X. En otras palabras: un gen preciso, ubicado en un cromosoma determinado, era responsable
del color de ojos de esos insectos. Esta fue la primera vez que se hizo tal asociación entre un gen
y un rasgo físico, apoyando la hipótesis de Sutton y Boveri. Como los machos poseen un solo
cromosoma X, manifestarían el carácter para cualquier alelo presente en el cromosoma X. Esto
se cumpliría aun para el caso del alelo recesivo, ya que el cromosoma Y no tiene un alelo que
pudiera ser dominante.
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Basándose en esas observacio-
nes, un estudiante del grupo de Morgan,
Alfred H. Sturtevant, llegó a la conclusión
de que las variaciones en la intensidad
de ligamiento podían utilizarse para ma-
pear los genes en los cromosomas, defi-
niendo la distancia relativa entre unos y
otros. De esta forma, en 1913 Sturtevant
completó el mapa genético para cinco
genes ligados al sexo en la Drosophila, el
cual puedes observar en la figura 16.5.
• Los genes que determinan los caracteres hereditarios del fenotipo se localizan en
los cromosomas.
• Cada gen ocupa un lugar específico dentro de un cromosoma.
• Los genes se encuentran dispuestos linealmente a lo largo de cada cromosoma.
• Los genes alelos (o antagónicos) se encuentran en el mismo lugar de la pareja de
cromosomas homólogos, por lo que cada carácter está regido por un par de genes alelos.
Esto es así en los organismos que tienen los cromosomas en pares, como nosotros.
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