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Libro Tudela - Alerta y Orientación

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Tema 2 Atención: Alerta y Orientación

1. Introducción
2. La Teoría de la Atención de Posner
3. La Red de Alerta
3. 1. Alerta Fásica y Alerta Tónica
3. 2. Tareas de Vigilancia.
3. 3. Principales Resultados
3. 4 Mecanismos de la Red de Alerta
3. 4. 1 La Ley de Yerkes-Dodson.
3. 4. 2. Estudios de Neuroimagen
4. La Red de Orientación
4. 1. Atención Descubierta y Atención Encubierta
4. 2 El Paradigma de Costes y Beneficios
4. 2. 1 Principales Resultados
4. 2. 2 Señal Central y Señal Periférica
4. 2. 3 La Inhibición de Retorno
4. 3. La Tarea de Búsqueda Visual
4. 3. 1 Principales Resultados
4. 3. 2 Factores que Influyen en la Implicación de la Atención
4. 3. 3 Atención y Percepción de Objetos
• La Teoría de Treisman
4. 4 Los Mecanismos de la Red de Orientación.
4. 4. 1 Estudios Neuropsicológicos
• El Desenganche de la Atención
• El Movimiento de la Atención
• La Focalización de la Atención
4. 4. 2 Estudios con Técnicas de Neuroimagen
• El Modelo de Corbetta, Patel y Shulman
2

1. Introducción

En este tema y en el próximo estudiaremos un conjunto de funciones relacionadas con la


atención que, junto con la función selectiva que hemos estudiado en la unidad anterior, completa el
tratamiento de la atención al menos en sus características fundamentales. La exposición de estas
funciones la veremos en el marco de la teoría de Michael Posner, investigador americano de la
Universidad de Oregon, cuyas aportaciones a la investigación de la atención se cuentan entre las
más importantes de los últimos 35 años. La teoría de Posner ofrece un marco de referencia amplio
en el que la investigación de la atención encuentra una organización que le permite avanzar.
Bastantes aspectos concretos de su teoría han ido cambiando en función de los resultados
experimentales pero las grandes líneas que Posner formuló siguen siendo referencia para un gran
número de investigadores.
Posner propuso su triple composición de la atención a comienzos de los años setenta. Sus
trabajos primeros fueron prácticamente contemporáneos de los de Kahneman. Su primera
formulación estaba basada en datos comportamentales, igual que las teorías que hemos estudiado en
la unidad anterior. Sin embargo, Posner siempre estuvo interesado por relacionar los datos
comportamentales de la psicología experimental con los datos de la fisiología del cerebro humano.
A finales de los años setenta y comienzo de los ochenta en el siglo pasado, inició un programa de
investigación contrastando su teoría con datos procedentes de pacientes con daño cerebral. De esta
forma contribuyó al desarrollo de la neuropsicología cognitiva, especialidad que introdujo el
experimento como instrumento de diagnóstico neuropsicológico. A su vez, los resultados
proporcionados por los pacientes le ayudaron a relacionar su teoría de la atención con el cerebro.
Con el desarrollo de las técnicas de neuroimagen – principalmente Tomografía por Emisión
de Positrones (PET) y Resonancia Magnética Funcional (fMRI) – a mediados de los ochenta, las
posibilidades de ampliar los referentes empíricos de su teoría se multiplicaron. Posner fue el
psicólogo experimental que contribuyó de forma más directa al análisis e interpretación
psicológicos de las imágenes cerebrales1. El uso de estas técnicas dio origen a la neurociencia
cognitiva, un campo de investigación que está hoy en plena expansión y que ha resultado de la

1
Cuando las primeras técnicas de neuroimagen, que hoy se utilizan rutinariamente en el diagnóstico clínico, iniciaban
su andadura, uno de los grupos pioneros en la investigación radiológica mundial, ubicado en la Washington University
de Saint Louis en Missouri (USA), estaba convencido de que con esas técnicas se podían estudiar los procesos mentales
que estudiaba la psicología, pero no sabían como hacerlo. Entonces solicitaron a las mejores universidades del país la
colaboración de un psicólogo de reconocido prestigio que estuviera dispuesto a trasladarse a esa universidad durante
unos años con el fin de estudiar la forma de relacionar los datos de neuroimagen con los procesos mentales. De entre el
grupo de personas propuestas por las distintas universidades, Michael Posner fue el elegido. Al cabo de unos años la
neurociencia cognitiva estaba en pleno desarrollo y el uso de técnicas de neuroimagen se empezó a generalizar en los
más avanzados laboratorios de psicología experimental.
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simbiosis entre psicología cognitiva y neurociencias. La contribución de Posner al nacimiento y


desarrollo de la neurociencia cognitiva ha sido reconocida con numerosos premios.

2. La Teoría de la Atención de Posner

Posner fue una de los primeros investigadores que dentro de la psicología cognitiva pensó
que la atención no era un concepto ni un mecanismo unitario. Hemos visto en el tema anterior que
tanto Broadbent con su idea de filtro como Kahneman con su depósito de energía tenían una
concepción fundamentalmente unitaria. Para Posner hay que distinguir tres diferentes sistemas o
redes atencionales2. Una de ellas es la red de alerta cuya función es proporcionar la activación
necesaria para sostener el funcionamiento de las redes de orientación y de control. El segundo
componente es la red de orientación3, cuya función es dirigir los sistemas sensoriales hacia las
fuentes de información. Como veremos, es una función relacionada con la selección y forma parte
al menos de los procesos implicados en la selección. Más adelante volveremos sobre la relación
entre estas dos funciones, por el momento es importante tener en cuenta que la orientación
atencional no requiere la presencia de dos estímulos, como la selección. La atención puede muy
bien orientarse hacia un único estímulo en el campo visual.
El tercer componente de la atención es la red de control ejecutivo. En el tema anterior
hemos visto que ya el modelo de Kahneman incluía funciones ejecutivas en el componente de su
modelo llamado “política de distribución”, pero que apenas se había prestado atención a este
componente. También vimos la necesidad de estudiar los procesos ejecutivos de control como
resultado de la investigación en tareas múltiples. Para Posner, el control ejecutivo es la función
general que caracteriza a la tercera4 de las redes postuladas en su teoría. Es la red encargada del
control de la acción y de los procesos cognitivos superiores.
Las tres redes son atencionales porque ejercen sus funciones de forma supramodal. Es decir,
no están ligadas a una determinada modalidad sensorial o proceso cognitivo o motor concreto sino
que, dentro del reparto de funciones entre las distintas redes que acabamos de ver, la actuación de
cada una de ellas puede influenciar procesos o modalidades sensoriales diferentes.
En este tema nos centraremos en el estudio de las dos primeras redes. En el próximo
estudiaremos la red de control ejecutivo. Debe tenerse en cuenta desde el principio que estas redes
no son compartimentos estancos sin relación entre sí. Las redes están relacionadas y el estudio de

2
La terminología ha cambiado desde que la teoría se propuso por primera vez en 1971 y las funciones también se han
ido perfilando de forma más clara con la investigación. Aquí utilizaremos la terminología empleada actualmente.
3
A veces se la denomina como red atencional posterior
4
También es llamada red atencional anterior
4

sus relaciones constituye un importante aspecto de la investigación actual. Sin embargo cada una
de ellas presenta una especialización funcional característica. La consideración separada de cada
red atencional permite ordenar y organizar el amplio conjunto de problemas que están relacionados
con la atención. En la exposición que vamos a hacer utilizaremos la tipología triple de Posner como
referencia general. Dentro de este marco caben muchas teorías de carácter más concreto o aplicadas
a aspectos específicos. El mismo Posner ha ido modificando su teoría cuando los resultados
experimentales así lo aconsejaban.

3. La Red de Alerta

En el tema anterior vimos que para Kahneman el concepto de esfuerzo mental estaba
relacionado con el arousal o activación generalizada del organismos. El concepto mismo de arousal
es anterior a Kahneman y a Broadbent. Tiene su origen en el descubrimiento por parte de los
neurofisiólogos Moruzzi y Magoun (1949) de la formación reticular, que ocupa la zona central del
tronco cerebral. Estos investigadores comprobaron que la estimulación eléctrica de esta zona
provocaba tanto efectos de activación comportamental como la desincronización del
electroencefalograma. Esta desincronización también está asociada a un estado de activación y
vigilia. Por otra parte, la lesión de esta zona provocaba un estado de coma. Estos descubrimientos
llevaron a formular la idea de un sistema de arousal o activación general cuya función era mantener
de forma generalizada la actividad del organismo.
Esta idea tuvo un fuerte impacto en la investigación psicológica de su tiempo. En la
psicología de la motivación se consideró que el sistema de arousal constituía el fundamento
fisiológico del concepto de impulso generalizado que jugaba un importante papel en la teoría del
aprendizaje de Hull. En la psicología de la emoción pronto se consideró al sistema de arousal
como responsable de la dimensión de activación de las emociones. En la psicología de la atención
se llegó a considerar como parcialmente equivalente al concepto mismo de atención como hemos
visto en el caso Kahneman.
La investigación sobre el sistema de arousal pronto empezó a poner en duda el carácter
unitario del sistema. La psicología experimental comprobó que las diferentes medidas que se
utilizaban para medir el arousal con frecuencia correlacionaban bajo entre sí, o incluso no
mostraban correlación alguna. En la investigación psicofisiológica se fue descubriendo que el
sistema de arousal estaba compuesto por distintos subsistemas que diferían desde el punto de vista
de sus proyecciones neuroanatómicas y sobre todo por la naturaleza bioquímica de los
neurotransmisores que actuaban en cada subsistema. Así se caracterizaron al menos cuatro
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subsistemas que proyectaban a la corteza cerebral desde diferentes núcleos subcorticales: el


colinérgico (acetilcolina) del cerebro anterior basal, el noradrenérgico del locus coeruleus (LC), el
dopaminérgico del haz del cerebro anterior medial y el serotonérgico del núcleo del rafe dorsal.
El sistema de alerta que Posner y otros autores han postulado como componente de una red
atencional esta relacionado con el sistema noradrenérgico del locus coeruleus. No se trata por tanto
de un sistema generalizado de arousal sino un sistema cuya función se define mejor como sistema
de alerta o de vigilancia. Volveremos sobre los componentes neuronales de esta red, pero antes
debemos delimitar los aspectos psicológicos del concepto de alerta y la forma en que se han
estudiado mediante tareas experimentales.

3. 1. Alerta Fásica y Alerta Tónica (Vigilancia)

Es conveniente distinguir entre dos estados de alerta diferentes: fásica y tónica. La alerta
fásica es un estado transitorio de preparación provocado por una señal que avisa de la inminente
aparición de una situación o estímulo que exige una respuesta determinada. Cuando los atletas se
sitúan en posición de salida, la señal de alerta les hace preparar su postura y su concentración para
maximizar el rendimiento en su respuesta a la inminente señal de salida. Esta preparación puede ser
determinante para el resultado de la carrera.
La alerta tónica hace referencia al estado general del organismo en un momento dado como
resultado de factores que afectan al estado general de activación. En la medida en que factores tales
como el cansancio, debido a exceso de esfuerzo o falta de sueño, los ritmos diurnos asociados a los
cambios de temperatura u otro tipo de agentes externos influyen en el rendimiento general del
organismo, también influyen en la capacidad de responder a los estímulos y modifican el nivel de
alerta en un momento dado.
En el laboratorio, la alerta fásica puede estudiarse en el contexto de diferentes tareas
mediante el procedimiento de insertar un estímulo de aviso previo al estímulo principal, que es el
que determina el momento de emisión de la respuesta. Por ejemplo, en una tarea de detección que
exige responder en el momento en que aparece un estímulo visual, se incluye previamente un
sonido que alerte ante su próxima presentación. En estas situaciones experimentales el intervalo
entre estímulos es corto, por lo general inferior a un segundo. Obsérvese que todo estímulo, sea de
aviso o sea el estímulo principal, provoca un estado de alerta fásica por el hecho mismo de aparecer.
Sin embargo la función del estímulo principal es controlar la emisión de la respuesta. En el
estímulo principal, la función de alertar y la función de controlar la respuesta están mezcladas, por
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eso cuando se quiere analizar expresamente la función de alerta, se utiliza una señal de aviso cuya
única función sea avisar y preparar al organismo para la inminente respuesta.
Los efectos de la alerta tónica se han estudiado en tareas que en general no utilizan señal de
aviso y estudian la ejecución de las personas en intervalos de alerta largos. Estos estudios tuvieron
su origen en el interés, muy práctico, de investigar la ejecución de las personas en la detección de
señales de radar, pero el procedimiento de estudio es aplicable a otras muchas situaciones. El
conductor de tren o de coche, que no ve una señal roja en un momento determinado y acaba
provocando un accidente, ejemplifica también una situación en la que el mantenimiento de la
atención es importante para asegurar la respuesta adecuada en un momento determinado. Estas
tareas se conocen con el nombre de tareas de vigilancia y el sistema atencional que les da apoyo
se denomina con frecuencia atención sostenida o atención vigilante. Estas últimas denominaciones
remiten al funcionamiento de un mismo sistema atencional que actúa en situaciones diversas. Es el
sistema que aquí llamamos red de alerta.

3. 2. Tareas de Vigilancia.

Una de las primeras tareas que se idearon se debió a Mackworth quien utilizó un puntero
que se movía alrededor de una esfera, como la de un reloj, de forma regular a razón de un salto por
segundo. Muy de vez en cuando el puntero saltaba dos pasos y la tarea del observador era detectar
este doble salto todas las veces que ocurriera durante un periodo de dos horas. La tarea sintetiza las
dos principales características de todas las tareas de vigilancia: largos intervalos de vigilancia y baja
probabilidad de que el acontecimiento a detectar ocurra.
En las tareas clásicas de vigilancia el observador tiene que emitir una respuesta ante la
presencia de un acontecimiento poco frecuente. Otros investigadores se han interesado por analizar
situaciones como las de conducción de vehículos que antes hemos comentado. Para un conductor
de un tren la presencia de una luz roja también puede resultar inesperada y relativamente poco
frecuente pero lo que necesita hacer ante la presencia de la señal es frenar la actividad en curso.
Una tarea que ha tratado de esquematizar este problema para analizarlo experimentalmente es la
llamada tarea de atención sostenida a la respuesta (SART)5 ideada por Ian Robertson. En esta
tarea se presenta una serie de dígitos y se pide a la persona que los vaya nombrando a medida que
aparecen pero que, si aparece un número determinado, por ejemplo el 5, no diga el nombre. En

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Sustained Attention to Response Task
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otras palabras tiene que evitar nombrar solamente uno de los números pero tantas veces cuantas
aparezca en la tarea.

3. 3. Principales Resultados

En el experimento del reloj ideado por Mackworth se encontró que la detección del doble
salto decaía considerablemente de la primera media hora a la segunda media hora y que después
continuaba bajando pero de forma más gradual. En general en este tipo de tareas la caída más
fuerte se da en los primeros quince minutos de observación, y cuando la tarea resulta muy difícil
aún aparece antes.
Una pregunta que la investigación en esta área se ha hecho con respecto a este efecto es si es
de naturaleza perceptiva o se trata de un problema de criterio. Recordemos que la teoría de
detección de señales (TDS), fue desarrollada justamente para contestar este tipo de preguntas
mediante el análisis de los aciertos y de las falsas alarmas. La TDS desarrolló un índice de
discriminación, llamado d’, que permite medir la capacidad perceptiva independientemente del
criterio de los observadores. También proporciona un índice, llamado beta (β), que nos informaba
del criterio estricto o laxo utilizado por el observador. Cuando la TDS se ha aplicado al análisis de
los datos obtenidos en tareas de vigilancia, se ha encontrado efecto en ambos índices. Los cambios
en nivel de alerta influyen en la capacidad de percibir la señal pero en otras ocasiones la
sensibilidad no decae sino que el criterio del observador se hace más estricto. Como sabemos que
el criterio varía con las probabilidades a priori de la señal, puede ocurrir que, a lo largo de la tarea,
el observador caiga en la cuenta de que la probabilidad de la señal es baja y adopte en consecuencia
un criterio que restringe las respuestas afirmativas.
En las tareas de alerta fásica en las que se presenta una señal de aviso, se utilizan intervalos
muy cortos entre la señal y el estímulo principal, inferiores a un segundo. En estas condiciones se
analiza sobre todo el tiempo de reacción (TR) y se ha encontrado que es mayor al comienzo y al
final del intervalo y menor en valores intermedios del intervalo, entre los 100 y los 500 ms. Estos
resultados hacen suponer que el efecto de la alerta fásica alcanza su punto máximo durante ese
intervalo, aunque antes o después dependiendo de otros factores. Sin embargo también se ha
encontrado que los tiempos de reacción menores están asociados a mayor número de errores. Se
produce un intercambio entre precisión y velocidad de forma que las respuestas son más precisas
cuando son lentas y menos cuando son rápidas. La explicación de estos resultados es más
complicada. Parece que el efecto de alerta fásica es breve y que afecta preferentemente a la
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velocidad de la respuesta, produce una respuesta más rápida pero no mejora la percepción en sí, lo
que puede provocar una respuesta afirmativa a información insuficiente, provocando así errores.
En las tareas de vigilancia hay una serie de factores que influyen de forma clara en su
ejecución.

1. Los llamados factores de primer orden tienen relación con las características físicas de
los estímulos. El más importante de estos factores es la tasa de acontecimientos en el trasfondo de
la tarea, lo que se ha llamado la tasa de estímulos irrelevantes. Imaginemos una tarea consistente
en detectar un coche blanco en una carretera. La tasa de estímulos irrelevantes se refiere a la
cantidad de coches que pasan por la carretera y que no son blancos. En una tarea de vigilancia la
detección de los objetivos es peor y más lenta si la tasa de estímulos irrelevantes es alta.

2. Los factores de segundo orden son aquellas características de los estímulos principales u
objetivos que el observador llega a inferir por la experiencia que tiene con la tarea. Por ejemplo, en
las tareas de vigilancia la probabilidad de aparición del estímulo objetivo es baja. A lo largo de la
tarea este aspecto de la misma genera en el observador incertidumbre acerca del momento en que el
objetivo va a aparecer. Un factor que modifica el nivel de incertidumbre es el intervalo entre la
aparición de objetivos. Si aparecen a intervalos regulares la incertidumbre disminuye y la ejecución
mejora en comparación con la situación en que los intervalos son irregulares. La regularidad
también es importante para los intervalos entre estímulos irrelevantes. Si los estímulos irrelevantes
– los coches que no son blancos en el ejemplo anterior – ocurren a intervalos regulares la detección
de los objetivos mejora en comparación con la situación en que los intervalos entre estímulos
irrelevantes son irregulares.
La incertidumbre no ocurre solamente en la dimensión temporal, también puede tener lugar
en la dimensión espacial. El estímulo objetivo puede variar más o menos en relación a la posición
en que aparece en el espacio. También en este caso una reducción de la incertidumbre mejora la
ejecución en la tarea.

3. El tipo de tarea es otro factor a tener en cuenta. Ya vimos anteriormente que la tarea
SART es una modificación de la tarea clásica que exige al observador omitir una respuesta habitual
ante la presencia de un estímulo en lugar responder ante la presencia de ese estímulo. Este cambio
en la tarea la hace en general más difícil, lo que permite que la tarea SART resulte un instrumento
más sensible para encontrar diferencias en vigilancia en algunas situaciones
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En general es necesario siempre analizar la naturaleza de las tareas para tener claro los
procesos que pueden estar implicados además de la alerta. La tarea SART, por ejemplo, incluye un
proceso de inhibición de respuesta que, como veremos en el tema próximo, pone en juego la red
atencional ejecutiva. Esto también puede ocurrir con las tareas clásicas dependiendo de la tarea de
detección que se utilice. Por ejemplo, podemos presentar series largas y continuas de números con
instrucciones de detectar los que aparezcan en rojo, o podemos cambiar las instrucciones y pedir a
los participantes que detecten la aparición de secuencias de tres números impares. La primera tarea
es una tarea en la que toda la información necesaria para distinguir un objetivo de un distractor está
presente en los estímulos. Sin embargo la segunda requiere detectar una relación entre los
estímulos que se basa en el concepto de número impar, lo que exige el mantenimiento de este
concepto en la memoria de trabajo para efectuar continuamente la comparación entre los estímulos
y el concepto. Esta tarea implica una carga mental que involucra a la memoria de trabajo y que va
a ser fuente de dificultad.

3. 4 Mecanismos de la Red de Alerta

El estudio de los mecanismos neuronales de la red de alerta se ha llevado a cabo con


técnicas diferentes y con distintas especies animales. Nos centraremos en el estudio de dos tipos de
investigaciones que han estudiado estos mecanismos: los que han investigado el papel de la
noradrenalina (o norepinefrina) en los estados de alerta y los que han utilizado técnicas de
neuroimagen.

3. 4. 1 La Ley de Yerkes-Dodson.

A principios del siglo XX, Robert


Yerkes, uno de los primeros investigadores
americanos fundadores de la psicología
comparada, estaba interesado en estudiar las
relaciones entre nivel de motivación y
aprendizaje. Entre otros experimentos, estudió la
capacidad de ratones para discriminar entre
diferentes niveles de luminancia en función de la
intensidad del shock eléctrico que se les
administraba. Los resultados mostraron que había una interesante relación entre el nivel de
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ejecución en la tarea y la intensidad del shock eléctrico. Además encontró una interesante
interacción entre la dificultad de la discriminación y la intensidad del shock.
La figura 8. 1 presenta la relación entre el nivel de ejecución y la intensidad del shock
aunque el rótulo que aparece en la abscisa del gráfico dice “Intensidad de la Motivación” porque
ésta relación se generalizó después y fue considerada como característica de los niveles de
motivación. El nivel de ejecución no se relaciona de forma lineal con la intensidad de la motivación
sino de forma cuadrática, de modo que toda tarea tiene un nivel óptimo de motivación. Cuando la
motivación es baja la ejecución también lo es y el incremento de la motivación produce una mejora
en la ejecución hasta que pasa el punto óptimo. A partir de ese punto, el incremento en intensidad
de la motivación empeora el rendimiento en la tarea. Esta relación es conocida en la psicología
como la Ley de Yerkes-Dodson. Estos investigadores también encontraron que, cuando la
discriminación era fácil, el punto óptimo se desplazaba hacia la derecha – la ejecución era mejor a
niveles altos de motivación – mientras que, si se aumentaba la dificultad de la tarea, el punto óptimo
se desplazaba a la izquierda y la tarea se realizaba mejor con niveles de motivación más bajos.
La ley de Yerkes-Dodson describe una relación empírica que se ha encontrado en muchas
situaciones. En el tema que ahora nos ocupa, esta relación se ha encontrado por ejemplo en monos
cuando se relacionan los niveles de actividad del locus coeruleus (LC) con la ejecución de los
animales en tareas de vigilancia. La mejor ejecución correlaciona con niveles de actividad del LC
moderados. Niveles de actividad del LC muy altos provoca un decremento en la ejecución. Al
comienzo de esta sección veíamos que la actividad del LC está relacionada con la producción de
noradrenalina y que es este neurotransmisor el principalmente relacionado con la red de alerta de
forma que los niveles altos de noradrenalina están asociados a ejecución pobre en tareas de
vigilancia.
Una forma en que se ha estudiado el papel de la noradrenalina en el nivel de alerta de las
personas ha consistido en administrar drogas que modifican la producción de este neurotransmisor.
Por ejemplo, la administración de clonidina, que inhibe la producción de noradrenalina, se ha visto
que produce un bajo nivel de ejecución en tareas de vigilancia.
Un descubrimiento interesante, que ha permitido conocer el funcionamiento de la red de
alerta, ha sido comprobar que el efecto de la clonidina disminuye cuando las personas ejecutan la
tarea de vigilancia con ruido blanco de fondo. El ruido blanco es un tipo de ruido que contiene
todas frecuencias y todas tienen la misma intensidad; el ruido se parece a un zumbido continuo y se
sabe desde hace tiempo que produce una elevación del estado de alerta. Que la presencia del ruido
blanco impida que la administración de clonidina empeore una tarea de vigilancia, hace pensar que
el nivel de alerta depende no sólo de factores endógenos, como es el nivel de norepinefrina, sino
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también de factores exógenos, en este caso del ruido blanco y que estos factores exógenos pueden
suplir en ocasiones la falta de noradrenalina. De hecho, a veces se ha comprobado que el efecto de
la clonidina se puede reducir haciendo la tarea más difícil mediante el aumento de distractores. Este
resultado que parece paradójico también indica que la presencia de muchos distractores puede
actuar como fuente externa de activación adicional que eleva un nivel de alerta demasiado bajo
provocado por la droga. Veremos que la investigación con técnicas de neuroimagen puede ayudar a
entender estas interacciones mejor.

3. 4. 2. Estudios de Neuroimagen

Las técnicas de neuroimagen han supuesto un avance en las neurociencias y en la psicología


que no resultaba imaginable hace sólo 25 años. Gracias a estas técnicas podemos hoy registrar las
zonas del cerebro humano que están implicadas en la realización de una tarea mientras la persona
las realiza. Para la psicología, estas técnicas han aportado datos de extraordinario valor para poder
concretar conceptos que con anterioridad se limitaban a ser construcciones hipotéticas inferidas a
partir de datos comportamentales. A su vez, las tareas que a lo largo de los años la psicología
experimental ha estudiado y analizado cuidadosamente, se han convertido en un instrumento
valiosos para explorar las funciones superiores del cerebro. De igual manera los conceptos y teorías
de la psicología han proporcionado el armazón teórico para comprender y explicar la actividad
cerebral. Este nuevo campo de investigación es el que hoy se conoce con el nombre de
Neurociencia Cognitiva.
Con respecto a la red atencional de
alerta, que ahora estamos estudiando, los
primeros datos referentes a personas
procedían de la observación neuropsicológica
de pacientes con daño cerebral. El daño en
los lóbulos frontales, preferentemente el
lóbulo frontal derecho, se vio que producía un
empeoramiento de la activación cortical y
también en la respuesta de alerta fásica a una
señal de aviso. La investigaciones con
técnicas de neuroimagen han utilizado tanto
tareas de alerta fásica como de vigilancia. En general los resultados han sido muy consistentes
mostrando dos zonas de la corteza cerebral claramente relacionadas con estas tareas. Una de ellas
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en la zona frontal y otra en la zona parietal, ambas lateralizadas al hemisferio derecho. La Figura 8.
2 presenta de forma esquematizada la ubicación más frecuente de estas zonas.
Las investigaciones de Ian Robertson y sus colaboradores (véase Robertson & Garavan,
2004) utilizando resonancia magnética funcional mientras las personas participantes realizaban la
tarea SART han puesto de manifiesto interesantes relaciones entre estas dos zonas. En el apartado
anterior vimos que la presencia de ruido blanco, y en general de cualquier fuente exógena de alerta,
era capaz de suplir la deficiencia de alerta producida por la clonidina. Estos investigadores
comprobaron primero que durante la ejecución de la tarea SART se activaban las dos zonas frontal
y parietal derechas, que aparecen en la Figura 8. 2. A continuación analizaron la activación de las
mismas zonas cuando la tarea se hacía presentando auditivamente tonos de fondo durante la tarea
que, se suponía, reduciría la necesidad de alerta aportada por factores endógenos. Encontraron que
en estas condiciones la activación parietal permanecía presente pero la frontal desaparecía. Parece
por tanto que la zona parietal está implicada en la alerta tanto exógena como endógena, mientras
que la zona frontal está particularmente ligada a la alerta endógena. La activación producida por el
ruido no reduce la actividad parietal pero sí reduce la frontal.
Robertson ha planteado la hipótesis de que la zona parietal de la red de alerta tiene una
función de mantenimiento rutinario y semiautomático de la alerta que sustenta la tarea de vigilancia,
mientras que la zona frontal tiene una función más ejecutiva. Esta función consiste en iniciar el
estado de alerta sobre la base de una valoración dinámica del nivel óptimo de alerta necesario para
llevar a cabo la tarea. Obsérvese la semejanza entre el papel que Robertson asigna a la zona frontal
derecha y el papel que Kahneman asignaba a la política de distribución de recursos. También este
proceso en la teoría de Kahneman asignaba recursos sobre la base de una evaluación de la demanda
de energía exigida por la tarea.
En un terreno más cotidiano, las dos fuentes, endógena y exógena, que determinan el
funcionamiento de la red de alerta ayudan a comprender la experiencia tan diferente que con
frecuencia tenemos entre una actividad interesante en sí misma que es fuente exógena de activación
y nos permite mantener la concentración en la actividad sin notar apenas cansancio, y la actividad
aburrida, incapaz de engancharnos a ella, que exige el continuo esfuerzo voluntario por mantener la
atención sin llegar, con frecuencia, a lograrlo.

4. La Red de Orientación

La red de orientación tiene como función general orientar al organismo hacia las fuentes de
información. Se supone que esta función tiene también un carácter supramodal, y cada vez se
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estudia más su papel en cada modalidad sensorial y entre modalidades, sin embargo el grueso de las
investigaciones relacionadas con esta red se han centrado en la modalidad visual. Por tanto en este
apartado nos referiremos a la experimentación en la modalidad visual.
Cuando Posner concentró sus investigaciones en esta red, a comienzos de los años ochenta
del siglo pasado (Posner, 1980), trató de buscar en el estudio de la visión un modelo de atención que
pudiera generalizarse a otros dominios. También trató de relacionar sus investigaciones con las que
entonces se estaban realizando sobre la fisiología cerebral de la atención. Por ello buscó un
paradigma experimental simple semejante al que se estaba utilizando en la investigación con
monos.

4. 1. Atención Descubierta y Atención Encubierta

Es necesario distinguir entre estos dos tipos de atención visual para situar lo que vamos a
estudiar tanto en su contexto histórico como sistemático. Llamamos atención descubierta o
abierta a la atención que se manifiesta de forma clara en coordinación con la orientación de los
sentidos, en el caso de la visión con los ojos. Todos somos conscientes de que en la vida cotidiana,
cuando queremos atender a un objeto, miramos en la dirección del objeto dirigiendo nuestros ojos
hacia el mismo. Esta es la forma habitual de funcionar para orientar la atención.
Sin embargo en la investigación psicológica es importante disociar el funcionamiento de la
atención de la orientación de los sentidos para poder investigar el carácter central y supramodal de
la orientación atencional. Cuando queremos investigar el funcionamiento de este mecanismo
central y estudiamos la orientación de la atención sin orientación de los sentidos, hablamos de
atención encubierta. Desde el punto de vista histórico fue importante demostrar la existencia de
efectos de la atención cuando no había movimientos oculares porque para la investigación de
orientación conductista se identificaba atención con reflejo de orientación de los sentidos y los
cambios en la orientación de la atención se identificaban con los cambios en la dirección de los
movimientos oculares.
En este tema nos vamos a centrar en el estudio de la atención encubierta. El estudio de la
atención descubierta es importante pero supone un tratamiento detallado de los movimientos
oculares y de la relación entre la atención y los diferentes tipos de movimientos oculares. Es una
materia en la que no podemos entrar ahora.

4. 2 El Paradigma de Costes y Beneficios


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La investigación de la orientación de la atención encubierta se ha estudiado


predominantemente mediante el paradigma de costes y beneficios que también se conoce como
procedimiento de señalización. La situación experimental es simple y aparece esquematizada en la
Figura 8. 3. La figura muestra la estructura de los ensayos correspondientes a tres situaciones
experimentales diferentes que se representan en cada una de las columnas. En las filas se organiza
la secuencia temporal de los acontecimientos empezando desde arriba hacia abajo.
Cada ensayo comienza con un punto de fijación que es la cruz blanca que aparece en el
centro junto con dos pequeños rectángulos a izquierda y a derecha del punto de fijación. Estos
rectángulos delimitan el espacio en que puede aparecer el estímulo. Esta fase es igual para las tres
condiciones experimentales. A continuación aparece una señal cuyas características determinan las
distintas condiciones experimentales. En la Figura 8. 3 la señal que aparece en la columna de la
izquierda es una flecha que indica el rectángulo en donde puede aparecer el estímulo. Este tipo de
señal se llama señal central. La señal que aparece en la columna del centro de la figura es un
destello breve de los lados de uno de los rectángulos. Esta señal aparece en la posición espacial en
la que el estímulo puede ser presentado, y se llama señal periférica. La columna de la derecha de
la figura presenta el caso de una señal neutra que indica ambas posiciones como posible lugar de
aparición del estímulo; esta señal no indica preferencia por ninguna de las dos posiciones posibles.
En la Figura 8. 3 aparecen dos formas diferentes de señal neutra, una de ellas semejante en posición
a la señal central y la otra a la señal periférica.
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Una vez que ha aparecido la señal, transcurre un periodo variable de tiempo que se mide
desde el comienzo de la señal hasta que aparece el estímulo, es el valor de SOA que ya explicamos
en el tema anterior. El intervalo entre presentaciones suele hacerse muy corto, inferior a 200-250
ms, para evitar los movimientos oculares sacádicos, que son movimientos de los ojos que se
realizan cuando nuestra vista salta de un punto a otro del campo visual; son también los
movimientos oculares que se ponen en juego en la lectura. Los movimientos sacádicos tienen una
latencia que oscila entre los 200 y los 250 ms; no se disparan hasta que ha pasado ese intervalo de
tiempo desde la aparición de un estímulo. Por tanto, si presentamos el estímulo al que hay que
responder dentro de ese intervalo de tiempo, podemos estar seguros de que no ha habido
movimiento ocular y podemos atribuir los resultados encontrados a la atención encubierta y no a
movimientos oculares6.
Finalmente aparece el estímulo y el participante tiene que emitir la respuesta apropiada a la
tarea. En el ejemplo de la figura se trata de una tarea de detección; el participante debe apretar una

6
A veces, es necesario utilizar intervalos más largos de SOA. En esos casos se suelen medir los movimientos de los
ojos durante la sesión experimental para asegurar que sólo se toman en consideración los ensayos en los que no ha
habido movimiento ocular.
16

tecla tan pronto como detecta la aparición del punto blanco. No obstante, puede utilizarse una tarea
de discriminación, identificación o cualquiera que se quiera estudiar.
Cuando aparece el estímulo pueden ocurrir dos cosas: que el estímulo aparezca en la
posición indicada por la señal, lo que constituye un ensayo válido o que aparezca en la posición
contraria, lo que define un ensayo inválido. En el caso en que la señal ha sido neutra, tenemos un
ensayo neutro.

4. 2. 1 Principales Resultados

Los resultados típicos


que se encuentran en este
procedimiento aparecen en la
Figura 8. 4. Como puede
verse, a pesar de que no hay
movimientos oculares, la
posición de la atención en el
lugar de aparición del
estímulo durante los ensayos
válidos acorta el tiempo de
reacción (TR) respecto a los
ensayos neutros. Sin
embargo, en los ensayos inválidos, en los que la atención ha sido orientada a la posición opuesta a
aquella en que aparece el estímulo, el TR se hace mayor. La diferencia en TR entre ensayos neutros
y ensayos válidos se denomina beneficio y la existente entre neutros e inválidos coste. Con
frecuencia se prescinde en el procedimiento de los ensayos neutros y se estudia el efecto atencional
que es la diferencia entre ensayos inválidos y válidos.

4. 2. 2 Señal Central y Señal Periférica

Es muy importante tener clara la diferencia entre una señal central y una señal periférica. En
la presentación anterior solamente hemos hecho mención al hecho de que la señal central no
aparece en la misma posición que el estímulo sino que indica su posición, proporcionando
información indirecta de la misma. La señal periférica, sin embargo, aparece en el mismo lugar que
luego aparecerá el estímulo, proporcionando información directa de la posición. Otra característica
17

definitoria de las dos señales tiene que ver con su capacidad para predecir el lugar de aparición del
estímulo. Una señal central debe predecir en mayor o menor grado el lugar de aparición. Para que
una señal sea predictiva el número de ensayos válidos debe ser diferente – generalmente mayor –
que el de ensayos inválidos. La característica fundamental de una señal periférica es que no sea
predictiva, de forma que cuando aparece, la probabilidad de los ensayos válidos y los inválidos es la
misma.
Obsérvese que ante una señal central, el observador tiene que interpretar el significado de la
señal y dirigir la atención al lugar indicado. En el ejemplo de la Figura 8. 4 se trata de una flecha
que estamos muy acostumbrados a interpretar en sentido de “seguir su dirección” pero no deja de
ser un símbolo cultural arbitrario. De forma alternativa podríamos haber utilizados como señal los
números 1 y 2 y haber instruido al participante que el 1 significa que el estímulo aparecerá a la
derecha y el 2 que aparecerá a la izquierda. El punto a retener es que una señal central sirve de
ocasión para que el participante dirija la atención al lugar indicado. La forma de orientar la
atención en este caso está controlada por la expectativa que la predictividad de la señal genera en la
persona y por ello suelen llamarse también señales endógenas.
Por el contrario una señal periférica no predice el lugar en que va a aparecer el estímulo; no
puede, por tanto, generar ninguna expectativa. La señal periférica, por el hecho de aparecer en un
lugar, atrae la atención hacia esa posición. La
señal periférica actúa de forma automática, de
forma parecida a un reflejo de orientación y por
ello suele llamarse también señal exógena. Más
adelante veremos que el simple uso de un tipo u
otro de señal, pone en funcionamiento diferentes
componentes de la red atencional de orientación.
Este descubrimiento proporciona a la tarea un
gran valor diagnóstico mediante cambios en la
misma que podrían parecer triviales.
En el procedimiento de señalización que
acabamos de estudiar, pronto se vio que existía
una gran diferencia entre los resultados de
tiempo de reacción producidos por señales
centrales y los producidos por señales
periféricas. La Figura 8. 5 representa la forma
18

que suelen adoptar los datos experimentales en una y en otra condición. Las dos graficas que
aparecen en la figura presentan los cambios en TR a medida que aumenta el SOA entre la señal y el
estímulo al que hay que responder. En el gráfico superior (A) podemos ver la función cuando la
señal que se presenta es central. En este caso vemos que el TR se va haciendo más rápido a medida
que aumenta el SOA. El efecto atencional – diferencia entre los TR de ensayos inválidos y validos
– está presente en todo momento y crece hasta aproximadamente los 300 ms. Luego se mantiene
durante intervalos relativamente largos.
En el caso del gráfico inferior (B), correspondiente a la condición en que la señal es
periférica, la relación entre RT y SOA muestra una forma diferente. El TR desciende de forma
sistemática en función del SOA para los ensayos inválidos. El efecto atencional se desarrolla de
forma rápida, alcanzando su máximo en torno a los 150 ms. Sin embargo cuando el SOA aumenta,
en torno a los 300 ms, se produce una inversión del efecto atencional. Ahora los ensayos válidos se
hacen más lentos que los invalidos y este efecto atencional invertido se mantiene así más allá de los
1000 ms. Este fenómeno de inversión del efecto atencional ha sido llamado inhibición de retorno
y lo comentaremos en breve. Es importante saber que el fenómeno tal como se acaba de describir
es la forma que suele presentar en tareas de detección, en las que el efecto emerge entre los 100 y
los 400ms. Sin embargo también se ha demostrado que existe en tareas de discriminación, aunque
en estas tareas aparece más tarde, emergiendo entre los 400 y 700 ms. La inhibición de retorno
también aparece en tareas de búsqueda visual, un tipo de tarea atencional que aún tenemos que
estudiar.

4. 2. 3 La Inhibición de Retorno

¿A qué puede deberse este fenómeno de inversión del efecto atencional que tiene lugar
cuando las señales son periféricas? Las hipótesis son variadas y aún no se ha llegado a una
explicación satisfactoria para todos los investigadores. Una de ellas, que subyace a la
denominación que el fenómeno recibió y que fue la primera explicación propuesta, se conoce con el
nombre de hipótesis de la reorientación. De acuerdo con esta hipótesis, cuando una señal
periférica atrae la atención a una posición – llamémosla X – en el espacio, si el estímulo no aparece
pronto en esa posición, la atención se reorienta hacia una posición diferente – llamémosla Y – y
tiene una tendencia a no volver a la posición X anteriormente visitada. Lo que ocurre en la función
de la parte inferior de la Figura 8. 5 es que cuando el estímulo correspondiente a un ensayo válido
tarda en aparecer más de 300 ms la atención ya ha abandonado la posición señalada y se ha
reorientado a otra posición por lo que le resulta más costoso volver a la posición ya visitada que
19

orientarse a otra posición nueva. Esta explicación considera la inhibición de retorno una propiedad
del mecanismo de orientación hacia estimulación exógena que está sesgado hacia la exploración de
posiciones nuevas e inhibe el retorno a posiciones visitadas en las que no ha encontrado un
estímulo.
La discusión de las posibles explicaciones de este fenómeno constituye actualmente un
campo activo de investigación. Es importante tener claro que el fenómeno es robusto y
generalizado a tareas diferentes. De hecho, la presencia de inhibición de retorno es utilizada como
un indicador de la maduración de los mecanismos atencionales en bebés y ha resultado muy útil
para determinar el proceso de desarrollo de la orientación atencional.
Existen otras diferencias interesantes entre las señales centrales y las periféricas que hay que
mencionar. En el tema anterior vimos cómo se podía estudiar el efecto que una tarea tiene sobre
otra cuando se realizan concurrentemente en un procedimiento de tarea dual. Se ha comprobado
que una tarea concurrente interfiere con una tarea de orientación atencional como la que acabamos
de estudiar cuando la señal es central pero no cuando la señal es periférica. Este resultado refuerza
la idea de que la orientación periférica es automática, bajo control del estímulo exógeno y no
requiere esfuerzo por parte de la persona que ejecuta la tarea; sin embargo la orientación central
requiere un esfuerzo por el que también compite la tarea concurrente.
A favor del carácter automático de la orientación exógena también está el hecho de que
resulta mucho más difícil suprimir un acto de orientación atencional cuando lo provoca una señal
periférica que cuando lo provoca una señal central. Finalmente, para que la orientación endógena
tenga lugar, la señal central tiene que ser procesada conscientemente, mientras que la orientación
exógena tiene lugar de forma inconsciente. Este último punto ha sido demostrado con pacientes que
padecen heminegligencia espacial, una deficiencia relacionada con la atención que estudiaremos
más adelante. En resumen podemos concluir brevemente diciendo que la orientación endógena,
puesta en funcionamiento por señales centrales, tiene para la persona un carácter voluntario,
mientras que la atención exógena es característicamente automática e involuntaria.

4. 3. La Tarea de Búsqueda Visual

La tarea de búsqueda visual es un procedimiento clásico en la investigación de la atención


cuyo estudio se inserta de forma natural en el contexto de la orientación atencional porque tiene
unas características muy afines al procedimiento de señalización que acabamos de ver. Cuando en
este procedimiento utilizamos una señal central, la orientación de la atención está guiada por una
expectativa dirigida hacia un lugar determinado en el espacio. En la búsqueda visual la orientación
20

de la atención está guiada por una expectativa dirigida preferentemente hacia un objeto. Es un
procedimiento que nos permite estudiar la orientación dirigida por un objetivo cuando éste es un
objeto visible. Como veremos más adelante la búsqueda visual nos va a permitir estudiar el
intercambio mutuo entre la atención y los procesos perceptivos que en temas anteriores hemos
estudiado desde una perspectiva preferentemente de abajo hacia arriba. La expectativa que guía la
búsqueda visual ejemplifica con gran potencia analítica las influencias de arriba hacia abajo en los
procesos perceptivos y permite estudiar también la relación entre memoria de trabajo, atención y
percepción
En un procedimiento de búsqueda visual la persona participante tiene que encontrar un
objetivo entre estímulos que se llaman distractores. En el famoso comic Buscando a Wally, Wally
es el objetivo y el sin fin de personas y objetos que pueblan cada página para hacer difícil
encontrarlo, son los distractores. En el laboratorio la tarea se analiza estudiando el modo en que el
resultado de la búsqueda varía en función del número de distractores. Generalmente el objetivo es
uno, pero pueden buscarse más de un objetivo; el número de objetivos a buscar determina el tamaño
del conjunto de memoria. Por otra parte el número de distractores es el determinante del tamaño
del conjunto de búsqueda o conjunto de presentación.
En un experimento típico de búsqueda visual, se informa al participante en cada ensayo cual
es el objetivo y a continuación se presenta el conjunto de búsqueda. En los ensayos positivos, el
objetivo está presente junto con los distractores en el conjunto de búsqueda. En los ensayos
negativos el objetivo no está presente. La tarea puede adoptar muchas variaciones. Si nos interesa
estudiar la atención encubierta, la presentación de los estímulos y distractores se hace recurriendo a
presentaciones seriales visuales rápidas como las que vimos al estudiar el parpadeo atencional y que
impiden los movimientos oculares sacádicos. Si nos interesa estudiar la atención abierta, los
estímulos se presentan simultáneamente durante periodos de tiempo más largos que permitan los
movimientos oculares. La tarea propiamente dicha suele ser una tarea de detección aunque la
búsqueda también puede requerir discriminación, identificación o categorización del objetivo
dependiendo de los procesos perceptivos que se quieran poner en juego. En cualquier caso
podemos analizar la precisión en la detección del objetivo o la velocidad de búsqueda. Si el interés
se centra en el estudio del tiempo de reacción, es frecuente prescindir de los ensayos negativos.

4. 3. 1 Principales Resultados

El tamaño del conjunto de búsqueda es la variable independiente cuya influencia ha sido


más estudiada en la búsqueda visual. Por lo general, cuando el tamaño aumenta, la precisión
21

disminuye y el tiempo de reacción aumenta. La Figura 8. 6 muestra un conjunto de gráficos que


ilustran los resultados típicos cuando la variable dependiente es el tiempo de reacción.
En los gráficos, el valor de la intersección
inicial está determinado por el nivel mínimo de
dificultad de la búsqueda. El aspecto que
resulta más interesante de estudiar es la
pendiente de las funciones. En las tres
funciones que aparecen en la figura el tiempo de
reacción aumenta a medida que aumenta el
tamaño del conjunto de presentación, sin
embargo los incrementos en TR a medida que
aumenta el tamaño del conjunto de presentación
varían considerablemente de unas funciones a
otras.
La interpretación psicológica que se ha dado a estos cambios en la pendiente de la función
está relacionada con la implicación de la red de orientación. Consideremos en primer lugar la
función con pendiente mínima y consideremos el caso aún más extremo en el que el valor de la
pendiente sea cero, es decir, el TR es constante no importa cual sea el tamaño del conjunto de
presentación. Esta función describe una situación en la que realmente la persona implicada en la
tarea no tiene nada que buscar porque el objetivo salta a la vista7. Por muchos distractores que
haya, la presencia del objetivo atrae la atención hacia sí de forma parecida a como lo hace una señal
exógena en el procedimiento de señalación. No es necesaria la atención voluntaria o endógena
porque la presencia del objetivo captura automáticamente la atención.
A medida que el valor de la pendiente va aumentando, quiere decir que cada incremento en
el número de distractores provoca un aumento del tiempo de reacción y este incremento es tanto
mayor cuanto mayor es el valor de la pendiente. Estas funciones describen situaciones en las que
para encontrar el objetivo, la atención voluntaria tiene que implicarse buscando secuencialmente la
presencia del objetivo entre los estímulos presentes en el conjunto de presentación. Esta
implicación es tanto más costosa cuanto mayor es la pendiente de la función.
La utilización de tareas de búsqueda visual ha resultado de extraordinario valor para
investigar qué procesos perceptivos necesitan la implicación de la atención y cuales no necesitan de
la atención para poderse llevar a cabo porque tienen un alto grado de automatización. En los temas

7
El término inglés utilizado para describir este fenómeno es pop out.
22

de percepción visual que hemos estudiado con anterioridad en este curso, nos hemos encontrado
con procesos que eran caracterizados como preatencionales. Ahora se puede entender mejor lo que
allí se decía. Un proceso se considera preatencional cuando la atención no es necesaria para su
funcionamiento. Esto no quiere decir que su funcionamiento no pueda ser potenciado por la
contribución de la atención.

4. 3. 2 Factores que Influyen en la Implicación de la Atención

Hay varios factores que determinan el valor de la pendiente de la función que relaciona la
ejecución con el tamaño del conjunto de presentación en la búsqueda visual. Nos centraremos en
dos de ellos: uno relacionado con las características perceptivas del estímulo y el otro relacionado
con la práctica en la tarea.
Cuando en el conjunto de presentación los distractores son homogéneos entre si y el objetivo
sólo se diferencia de los distractores en una característica, el objetivo salta a la vista y el tiempo de
reacción se mantiene constante a pesar del aumento en el tamaño del conjunto de presentación. Sin
embargo, cuando el objetivo se define por un conjunto de características y se diferencia de los
distractores en más de una característica, entonces el tiempo de búsqueda aumenta a medida que
aumenta el tamaño del conjunto de presentación.
La Figura 8. 7 presenta los estímulos correspondientes a los dos conjuntos de presentación
que se acaban de describir. En el conjunto A el objetivo es el círculo verde
que se diferencia de los distractores únicamente en color.
Claramente salta a la vista entre el conjunto de círculos
presentados. Sin embargo en B el objetivo – un cuadrado
verde – no salta a la vista sino que hay que iniciar un
proceso de búsqueda entre los diferentes estímulos. En este
caso el cuadrado verde se encuentra entre círculos verdes y
cuadrados rojos y ninguna de las dos características, color o
forma, pueden por sí solas hacer que el objetivo resalte
entre los distractores.
El segundo factor que influye en la pendiente de las
funciones que relacionan la ejecución en tareas de búsqueda
visual con el tamaño del conjunto de presentación es la
práctica con la tarea. De hecho, la utilización de tareas de
23

búsqueda ha contribuido en gran medida al estudio de la automatización de los procesos cognitivos.


No cualquier condición de práctica con la tarea de búsqueda visual produce un cambio en la
pendiente de la función, aunque, cuando lo produce, lo hace siempre en el sentido de disminuir su
valor. Es decir, la práctica actúa automatizando el proceso perceptivo y disminuyendo la
implicación de la atención. Para que la práctica produzca la automatización de la búsqueda tiene
que darse una correspondencia consistente entre el conjunto de estímulos que se utilizan como
objetivos y el conjunto de estímulos que se utilizan como distractores. Por ejemplo si la tarea
consiste en buscar la presencia de un número entre letras, la correspondencia consistente exige que
a lo largo de las repeticiones de la tarea los números sean siempre objetivos y las letras sean
siempre distractores. Si a lo largo de la práctica la situación es de correspondencia variable, de
forma que en unos bloques de práctica el papel de los números y de las letras cambia, cada uno de
ellos siendo unas veces objetivo y otras distractor, entonces la pendiente de la función no disminuye
en su valor, no se produce automatización de la búsqueda y la atención necesita estar implicada en
la tarea.

4. 3. 3 Atención y Percepción de Objetos

En Tema 6 estudiamos las principales teorías relacionadas con la percepción de objetos.


Allí pospusimos el estudio de una teoría influyente en la psicología que mantiene la necesidad de la
atención para la percepción de los objetos. Ahora es el momento de estudiar esa teoría.
Acabamos de ver que en la tarea de búsqueda visual la atención es necesaria cuando el
objetivo está definido por una conjunción de características y se diferencia de los distractores en
más de una característica. Este resultado ha llevado a algunos investigadores a pensar que la
percepción de objetos requiere la intervención de la atención. Parece lógico pensar que si una
conjunción de características requiere atención, la percepción de objetos representa la conjunción de
características por excelencia.

• La Teoría de Treisman

La teoría que ha enunciado más claramente este supuesto ha sido formulada por Anne Treisman
(Treisman, 1988). Treisman basa su teoría en los resultados de la fisiología visual que estudiamos
en los temas 2 y 3, que mostraban la existencia de mapas neuronales representando características
elementales tales como el color o la orientación. Treisman generalizó esta idea y consideró que las
primeras fases del procesamiento perceptivo consisten en la creación de una serie de mapas de
24

características simples: orientación, color, forma, etc. Estas primeras fases son importantes, pero la
mera activación de características particulares en varios de estos mapas no son suficientes para
juntarlas en lo que constituye un objeto. Para percibir un objeto se necesita un proceso que
unifique8 esas características y las junte en la unidad del objeto. Ese proceso es la atención visual
La forma en que la atención visual lleva a cabo la conjunción de características tiene lugar
mediante su orientación y focalización en el espacio. Entre todos los mapas de características que
analizan la escena visual, hay uno que juega un papel especial en la proceso de unir o ligar las
características: el mapa de posiciones espaciales del campo visual. Este mapa es el mapa maestro.
Focalizándose en una región determinada de ese mapa espacial, la atención junta las características
que se activan en relación con esa región. Para percibir varios objetos diferentes, la atención tiene
que desplazarse de una posición a otra juntando las características relacionadas con cada posición
para acabar construyendo la compleja escena visual que constituye nuestra experiencia consciente.
Dicho brevemente, el factor determinante de la individuación del objeto es la atención orientada y
focalizada en una posición espacial.
Treisman fundamentó su teoría en la investigación de la búsqueda visual de conjunciones
de características, como vimos anteriormente. También se apoyó en el estudio de un fenómeno
conocido con el nombre de conjunciones ilusorias.
Una de las predicciones más sorprendentes de la teoría de Treisman afirma que, si la
atención no está focalizada en una zona restringida del espacio, sino distribuida de forma amplia
por la escena visual abarcando las características que pertenecen a objetos diferentes, el observador
va a experimentar conjunciones ilusorias, es decir va a percibir unos objetos con las características
de los otros.
Los experimentos que han analizado este
fenómeno utilizan estímulos como los presentados en la
Figura 8. 8. En el procedimiento, se presentan al
participante un conjunto de letras y números en la forma
que aparece en la parte superior de la figura. El conjunto
de letras y números se presenta muy brevemente, unos
200 ms, y a continuación se presenta una máscara formada
por trozos de letras de colores que impidan el
procesamiento de los estímulos más allá del tiempo de
presentación. Inmediatamente después el participante

8
Para caracterizar el proceso se utiliza en inglés el término binding que puede traducirse por ligazón, atadura o ligadura.
Dependiendo del contexto el término utilizado puede variar.
25

tiene que decir, primero cuales eran los dos números presentados en los extremos con el fin de
obligarles a distribuir su atención por todo el conjunto de estímulos. Después tenían que decir las
letras que habían percibido con sus colores respectivos. Como ilustra la parte inferior de la Figura
8. 8, una conjunción ilusoria consistía en mezclar la identidad y el color de las letras de forma
diferente a como habían sido presentadas, en el ejemplo la G verde se percibe roja o la P roja se
percibe verde.
El fenómeno de las conjunciones ilusorias es un fenómeno contrastado. Aparece en los
experimentos con una frecuencia por encima del nivel de azar, en torno al 40% de los ensayos,
aunque no en todos los ensayos.
La propuesta de Treisman sobre la necesidad de la atención para percibir los objetos no es
compartida por muchos investigadores. En muchos experimentos de búsqueda visual se ha
encontrado que el fenómeno de saltar a la vista puede ocurrir también cuando los objetivos están
formados por conjunciones de características, resultado que es contrario a la teoría de Treisman.
Treisman ha publicado diferentes modificaciones de su teoría y sus ideas se continúan investigando.
Es posible que la percepción consciente para la perfecta identificación de un objeto sea difícil sin
atención, pero no tomar en consideración todos los procesos de organización perceptiva visual
intermedios entre las características y la atención hace que esta teoría no tenga una gran influencia
entre los investigadores de la percepción visual. En el Tema 10 abordaremos el estudio expreso de
la consciencia y de los factores que contribuyen al procesamiento consciente. Allí veremos que, sin
ser idéntica a la consciencia, la atención es un componente fundamental del acto perceptivo
consciente. Es probable que la teoría de Treisman tenga mayor sentido si en lugar de aplicarse a la
percepción de objetos en general, se aplica a la percepción consciente de objetos.

4. 4 Los Mecanismos de la Red de Orientación.

La utilización del procedimiento de señalización tanto en el estudio de pacientes


neuropsicológicos como utilizando técnicas de neuroimagen ha contribuido a descubrir los
mecanismos neuronales responsables de la red de orientación.

4. 4. 1 Estudios Neuropsicológicos

Si reflexionamos un poco en la situación típica de una tarea de detección dentro de un


procedimiento de señalización podemos distinguir a lo largo de los ensayos diferentes operaciones
relacionadas con la orientación de la atención. Tomemos como referencia la Figura 8. 3. Al
26

comienzo del ensayo la presencia del punto de fijación hace que la atención se focalice en ese
punto. La aparición de una señal provoca el movimiento de la atención hacia el lugar señalado. En
un ensayo válido, cuando aparece el estímulo, la atención está ya en la posición señalada y la
respuesta al estímulo se beneficia de la potenciación atencional. Sin embargo, en un ensayo
inválido en el que el estímulo aparece en el lado opuesto al de la señal, la atención tiene que
desengancharse de la posición en la que está y moverse hacia la nueva posición en la que se
encuentra el estímulo.
Mediante el estudio detallado de pacientes en esta tarea, Posner llegó a la conclusión de que
la orientación atencional se componía de tres operaciones elementales que eran: el desenganche de
la posición en que se encuentra, el movimiento hacia una nueva posición y la focalización o
enganche en la nueva posición. Estos tres componentes están relacionados con estructuras
neuronales diferentes que en caso de ser dañadas producen deficiencias neuropsicológicas
determinadas.

• El Desenganche de la Atención

El desenganche de la atención es una operación que depende en gran medida de la


conjunción temporoparietal, por debajo de la zona parietal del componente de alerta que aparece en
la Figura 8.2. La lesión de esta zona provoca en quien la padece el síndrome conocido con el
nombre de heminegligencia espacial o simplemente negligencia espacial o neglect, que es el
término inglés para designarlo.
Los pacientes no son capaces de percibir de forma consciente los objetos presentes en la
mitad del campo visual contralateral a la lesión. Aunque el daño cerebral puede ocurrir tanto en el
hemisferio derecho como en el izquierdo, las lesiones en el hemisferio derecho son más frecuentes
que las del izquierdo, por lo que la negligencia del campo visual izquierdo es más frecuente que la
del campo visual derecho9. La deficiencia no se localiza en el sistema visual, que permanece
intacto, sino en la atención. El paciente no es capaz de orientar su atención hacia esa parte del
campo visual y en consecuencia no cae en la cuenta de los objetos presentes en esa zona. El espacio
no es el único marco de referencia que queda afectado por la lesión. Con frecuencia estos
pacientes, al fijar la atención en un objeto, ignoran también la mitad del objeto contralateral a la
lesión, aunque el objeto en su totalidad esté situado en la zona del espacio ipsilateral a la lesión. El

9
Es importante tener presente que la organización del sistema visual hace que los campos visuales y los hemisferios
cerebrales se relacionen de forma contralateral. El hemisferio derecho controla en campo visual izquierdo y el
hemisferio izquierdo el campo visual derecho
27

estudio de los marcos de referencia con respecto a los que se manifiesta negligencia es objeto de
activa investigación. Por ejemplo, se han encontrado pacientes que, como consecuencia de la
lesión, muestran negligencia a la mitad contralateral a la lesión pero sólo del espacio peripersonal y
no del espacio extrapersonal mientras que otros pacientes muestran el efecto contrario. El estudio
detallado de estos pacientes proporciona información sobre aspectos muy diversos del
procesamiento visual del espacio y de la atención.
Posner estudió a estos pacientes con tareas de detección y un procedimiento de señalización.
Comparó tanto la ejecución de los pacientes con personas controles como el funcionamiento de los
dos hemisferios, el dañado y el que estaba intacto, en los propios pacientes. Comprobó que en los
ensayos válidos, cuando la señal indica correctamente la posición del estímulo, el beneficio
producido por la señal era parecido tanto en el campo visual afectado como en el intacto. Este
resultado demostraba que la lesión no afectaba a la capacidad de focalizar la atención ni tampoco a
la de cambiar la atención de un lado a otro. Sin embargo, en los ensayos inválidos en los que la
señal aparecía en el hemicampo intacto y el estímulo en el hemicampo afectado, los pacientes o no
percibían el estímulo o, si lo hacían, su tiempo de reacción era mucho mayor, hasta dos y tres veces
mayor de lo normal. Posner concluyó que el problema de estos pacientes con respecto a la
orientación de la atención afectaba de forma particular a la operación de desenganchar la atención
de la posición en que se encuentra focalizada, pero que las operaciones de focalización y cambio o
movimiento atencional no se veían afectadas por la lesión.

• El Movimiento de la Atención

En el caso del movimiento, la investigación indica que los colículos superiores son los
implicados en su control. Los colículos superiores están involucrados en el control de los
movimientos oculares sacádicos y la lesión de estos núcleos del cerebro medio se sabe que afecta al
movimiento de la atención descubierta. Parece que también el movimiento de la atención
encubierta está controlado por estos centros. Una enfermedad neurológica conocida como parálisis
supranuclear progresiva10 afecta a los movimientos oculares y también a la atención encubierta. La
enfermedad tiene síntomas parecidos a la de Parkinson pero con la peculiaridad de que afecta a los
colículos y a las estructuras en torno a ellos. Esto provoca síntomas peculiares; por ejemplo, tienen
dificultad en orientarse hacia la persona que se dirige a ellos y con frecuencia no la miran. Estos
pacientes primero sufren la pérdida de los movimientos oculares voluntarios verticales y más tarde

10
También llamada síndrome de Steele-Richardson-Olszewski, es una enfermedad degenerativa poco frecuente que se
caracteriza por el deterioro selectivo de áreas del cerebro.
28

de los horizontales. Cuando se ha estudiado sus respuestas por un procedimiento de señalización, a


pesar de que no pueden mover los ojos voluntariamente en la dirección señalada, su orientación
atencional funciona pero con una enorme lentitud en comparación con personas controles. La
lesión de los centros que controlan los movimientos sacádicos afecta la orientación atencional
haciéndola muy lenta. La lentitud es la deficiencia más característica de su orientación atencional.
Tanto la focalización como el desenganche no parecen estar afectados.
Otro aspecto peculiar que presenta la orientación de la atención de estos pacientes es que no
muestran inhibición de retorno. En la medida en que la inhibición de retorno forma parte del
funcionamiento normal de la orientación, su ausencia en el caso de estos pacientes añade
argumentos a favor de que el movimiento atencional sea la operación elemental afectada.

• La Focalización de la Atención

La focalización parece estar relacionada con el funcionamiento del tálamo, particularmente


su núcleo pulvinar. Cuando pacientes con lesiones en el pulvinar han sido estudiados con el
procedimiento de señalización, muestran deficiencias tanto en los ensayos válidos como en los
inválidos cuando se les compara con controles. La deficiencia en los ensayos válidos – cosa que no
les pasa a los pacientes con heminegligencia espacial – hace pensar que el problema reside en la
focalización. Esta opinión se ve reforzada también por investigaciones con monos que bloqueando
químicamente el núcleo pulvinar del tálamo han provocado deficiencias en la orientación hacia
posiciones previamente señalizadas.

4. 4. 2 Estudios con Técnicas de Neuroimagen

Son muchas las investigaciones que se han realizado utilizando técnicas de neuroimagen para
estudiar la orientación de la atención. Uno de los programas de investigación más completos ha
sido el llevado a cabo por Maurizio Corbetta y Gordon Shulman en la Washington University en
Saint Louis, Missouri (USA).

• El Modelo de Corbetta, Patel y Shulman


Estos investigadores utilizaron diferentes técnicas de neuroimagen para analizar las
estructuras neuronales que intervenían en diferentes tareas cuando se emplea un procedimiento de
señalización. Encontraron que las señales centrales y las periféricas hacen intervenir a zonas del
cerebro diferentes. Sus primeras investigaciones mostraron de forma clara que el componente
29

endógeno de la orientación atencional, puesto en funcionamiento por las señales centrales, está
sustentado por estructuras de la corteza intraparietal y de la corteza frontal superior. Por otra parte,
un segundo sistema formado por la corteza temporoparietal y la corteza frontal inferior, que está
lateralizado en el hemisferio derecho, no interviene en la orientación de arriba hacia abajo sino que
está especializado en la reorientación de la atención hacia estímulos relevantes que aparecen en el
campo visual. En la Figura 8. 9 se muestra en rojo la red de orientación endógena que se encuentra
en ambos hemisferios. Los centros principales de esta red son los llamados campos del ojo frontal11
que se encuentra en la zona frontal superior y el surco lateral intraparietal que se encuentra en la
zona parietal superior. La segunda red, situada ventralmente respecto a la anterior, está formada por
la zona en torno a la conjunción temporoparietal y una zona situada en la corteza frontal inferior.
La figura indica también una zona, situada en el giro frontal medial que actúa como vía de
comunicación entre las dos redes anteriores.

El funcionamiento de estas redes se entenderá mejor por referencia al modelo que se


presenta en la Figura 8. 10. El modelo corresponde a la última formulación de la teoría que han
realizado recientemente (Corbetta, Patel & Shulman, 2008).

11
Frontal Eye Fields
30

Los rectángulos en
fondo gris corresponden a
las áreas de la red dorsal
bilateral, la corteza frontal
superior (CFS) izquierda y
derecha, y la corteza
intraparietal lateral (IPL).
Los rectángulos en fondo
negro corresponden a las
áreas del la red ventral,
lateralizada al hemisferio
derecho: la conjunción
temporoparietal (CTP) y la
corteza frontal inferior
(CFI). El área del giro
frontal medio, que también está lateralizada a la derecha, funciona como una zona de comunicación
entre las dos redes.
Los rectángulos grises son las zonas consistentemente activadas por señales centrales
aunque las señales exógenas también la activan. Los rectángulos negros son las zonas
consistentemente activadas cuando la atención tiene que reorientarse hacia un estímulo inesperado
pero relevante para el organismo. Esta es tarea que llevan a cabo las señales periféricas.
Las flechas grises que aparecen en el modelo indican orientación y procesamiento de arriba
hacia abajo (top-down). La orientación endógena está controlada por los objetivos y las
expectativas que introducen en las áreas visuales el sesgo característico hacia el objetivo que se
busca o hacia la posición espacial indicada por la señal central. Las flechas negras indican
orientación y procesamiento de abajo hacia arriba (bottom-up). Obsérvese que dentro de la red
dorsal también se puede dar este tipo de procesamiento, por ejemplo el producido en una situación
de búsqueda por el fenómeno de saltar a la vista (pop-out). En este caso la presencia del objetivo
buscado se hace evidente y la red no necesita involucrarse en una búsqueda intencionada más o
menos larga. Sin embargo, cuando aparece un estímulo relevante e inesperado en el campo visual,
provocando una sensación sobresaliente, entonces la atención endógena requiere una reorientación
y esa operación es llevada a cabo por la red ventral. Esta operación de reorientación tiene lugar a
través de la zona del giro frontal medial en dirección de abajo hacia arriba. Esta zona también actúa
como mediadora de información que fluye de arriba-abajo por medio de la cual la red dorsal
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endógena sensibiliza a la red ventral hacia lo relevante de forma que únicamente los estímulos
relevantes para el organismo pongan en funcionamiento una operación de reorientación. El modelo
muestra claramente que esta operación de filtraje actúa de forma inhibitoria hacia la información
irrelevante impidiendo su acceso a la conjunción temporoparietal.
Como puede verse, el modelo resume gran parte de los resultados experimentales que hemos
estudiado en este apartado. El modelo solamente toma en consideración las funciones corticales
pero en el futuro es probable que se integren en él también la relación entre estas zonas y zonas
subcorticales, algunas de las cuales hemos estudiado en el contexto de las investigaciones
neuropsicológicas. Merece la pena resaltar la coincidencia entre estos datos de neuroimagen y las
inferencias realizadas por Posner sobre la base de los datos proporcionados por los pacientes con
heminegligencia espacial. La negligencia espacial está muy relacionada con el daño de toda la red
ventral aunque también puede ser provocada por lesiones de la red dorsal. La operación de
desenganche que Posner había postulado como principal causa del neglect está relacionada con el
funcionamiento de la red ventral. Sin embargo el significado que Corbetta y sus colaboradores han
dado a la operación de reorientación que lleva a cabo esta red, incluye no sólo el desenganche y el
movimiento de la atención sino otras funciones relacionadas con la orientación hacia uno mismo
que no podemos desarrollar aquí.
Al final de este estudio de la orientación, merece la pena recordar algunos de los problemas
que vimos en el tema anterior y que han constituido problemas continuos para el estudio de la
atención: los relacionados con la selectividad atencional. En este tema hemos visto que la
orientación atencional puede ser una función más básica que explique, al menos en parte, algunos
de los problemas planteados en la selectividad. Por ejemplo, el modelo de Corbetta, Patel y
Shulman hace explícito un tipo de filtraje para que los estímulos irrelevantes no pongan en
funcionamiento la reorientación atencional, dicho con otras palabras, para que no nos llamen la
atención. En el próximo tema veremos que cuando la selección implica resolución de algún tipo de
conflicto, la red atencional anterior interviene. Es posible que gran parte o quizás todos los
problemas planteados en el contexto de la selección atencional, tengan explicación más clara si se
toman como referencia más básica las funciones de orientación y de control.
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CONCEPTOS BÁSICOS A RETENER

Alerta Fásica: Estado transitorio de preparación provocado por una señal que avisa la inminente
aparición de una situación o estímulo que exige una respuesta determinada.
Alerta Tónica: Estado de alerta estable y sostenido resultante de factores que afectan al estado
general de activación.
Atención Descubierta o Abierta: Funcionamiento de la orientación atencional en coordinación
con la orientación de los sentidos.
Atención Encubierta: Funcionamiento de la orientación atencional en forma disociada de la
orientación de los sentidos
Beneficio: Diferencia entre la ejecución en ensayos neutrales y ensayos válidos.
Carga Mental: Cantidad de implicación de la memoria de trabajo necesaria para realizar una tarea.
En tareas de búsqueda visual es igual al producto del tamaño del conjunto de memoria por el
tamaño del conjunto de presentación.
Conjunciones Ilusorias: Confusión perceptiva de las características de objetos diferentes resultante
de la falta de atención.
Conjunto de Búsqueda o Conjunto de Presentación: El formado por los estímulos (objetivos y/o
distractores) en una tarea de búsqueda.
Conjunto de Memoria: El formado por los objetivos en una tarea de búsqueda.
Correspondencia Consistente: Condición de repetición de una tarea de búsqueda en la que la clase
de estímulos que actúa como objetivos y la de los que actúa como distractores permanece constante
durante las repeticiones.
Correspondencia Variable: Condición de repetición de una tarea de búsqueda en la que la clase de
estímulos que actúa como objetivos y la de los que actúa como distractores varía durante las
repeticiones.
Coste: Diferencia entre la ejecución en ensayos neutrales y ensayos inválidos
Efecto Atencional: Diferencia entre la ejecución en ensayos inválidos y ensayos válidos.
Hipótesis de la Reorientación: Explicación de la inhibición de retorno como una propiedad de la
atención exógena por la que está sesgada a la exploración de posiciones nuevas y a no volver a
posiciones ya visitadas.
Inhibición de Retorno: Inversión del efecto atencional producido por una señal periférica cuando
el SOA adquiere una valor largo. El valor concreto depende de la tarea.
Intercambio entre Precisión y Velocidad: Ejecución en una tarea caracterizada por una
correlación negativa entre precisión y velocidad de la respuesta.
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Ley de Yerkes-Dodson: Generalización que mantiene que la función que relaciona el nivel de
ejecución en una tarea con la intensidad de la motivación es cuadrática.
Movimientos Oculares Sacádicos: Movimientos oculares discretos, activados por la presentación
de un estímulo. Son de latencia larga y tienen carácter balístico una vez iniciados.
Neurociencia Cognitiva: Disciplina interesada en investigar las bases neuronales de los procesos
cognitivos. Ha surgido como resultado de la simbiosis de la Psicología Cognitiva y las
Neurociencias.
Operaciones Elementales: Procesos irreductibles que componen un proceso complejo.
Paradigma de Costes y Beneficios: Procedimiento de señalización para medir la mejora o
empeoramiento de la ejecución en función de la orientación de la atención encubierta.
Red de Alerta: Red atencional cuya función es proporcionar activación y mantener el
funcionamiento de las redes de orientación y control.
Red de Control Ejecutivo: Red atencional encargada del control de la acción y de los procesos
cognitivos superiores.
Red de Orientación: Red Atencional cuya función es dirigir los sistemas sensoriales hacia las
fuentes de información
Reflejo de Orientación: Reflejo incondicionado de orientación provocado por estímulos intensos,
sorprendentes e inesperados.
Ruido Blanco: Ruido que contiene todas frecuencias audibles y todas tienen la misma intensidad.
Saltar a la Vista (Pop-out): Fenómeno de detección automática de un objetivo en una tarea de
búsqueda. El TR permanece constante cuando se manipula el tamaño del conjunto de presentación.
Señal Central: Señal predictiva de la posición espacial en que aparece un estímulo sin estar situada
en esa posición.
Señal Exógena: Señal que atrae la atención a una posición en el espacio visual.
Señal Periférica: Señal no predictiva de la posición espacial en que aparece un estímulo pero que
está situada en esa posición.
Señal Endógena: Señal que dirige la atención a una posición en el espacio visual.
Tarea de Atención Sostenida a la Respuesta (SART): Tarea de vigilancia que exige la inhibición
de una respuesta habitual ante la aparición de un estímulo.
Tasa de Estímulos Irrelevantes: En tareas de vigilancia, cantidad de estímulos irrelevantes
presentes por unidad de tiempo de vigilancia
Referencias
• Corbetta, M., Patel, G & Shulman, G. L. (2008) The reorienting system of the human brain:
From environment to theory of mind. Neuron, 58, 306-324
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• Moruzzi, G. & Magoun, H. W. (1949) Brainstem reticular formation and activation of the
EEG. Electroencephalography and Clinical Neurophysiology. 1, 455-473.
• Posner, M. I. (1980) Orienting of attention. Quarterly Journal of Experimental Psychology,
32, 3-25.
• Robertson, I. H. & Garavan, H. (2004) Vigilant attention. In Gazzaniga, M. S. (Ed) The
cognitive neurosciences III. Cambridge. MA: MIT Press, pp. 631-640.
• Treisman, A. M. (1988) Features and objects: The fourteenth Barlett memorial lecture.
Quarterly Journal of Experimental Psychology, 40, 201-237.
Básica
• Botella, J. (1998) Atención. En Monserrat, J. La percepción visual. Madrid: Biblioteca
Nueva.
• Fuentes Melero, L y García Sevilla, J. (2008) Manual de psicología de la atención. Una
perspectiva neurocientífica. Madrid: Editorial Síntesis.
• Munar, E., Rosselló, J., y Sánchez-Cabaco, A. (Eds.) Atención y percepción. Madrid:
Alianza. Capítulo 2.
• Posner, M. I. & Raichle, M. E. (1994) Images of mind. New York: Scientific American
Library
• Roselló i Mir, J. (1997) Psicología de la Atención. Madrid: Pirámide.
• Tudela, P. (1992) Atención. En Fernández Trespalacios, J. L., y Tudela, P. Atención y
percepción. Madrid: Alambra Longman, pp. 119- 162.
Complementaria
• Corbetta, M. & Shulman, G. L. (2002) Control of goal-directed and stimulus-driven
attention in the brain. Nature Reviews Neuroscience, 3, 201-215.
• La Berge, D. (1995) Attentional processing: The brain’s art of mindfulness. Cambridge,
MA: Harvard University Press.
• Parasuraman, R. (1998) The attentive brain. Cambridge. MA: MIT Press. Capítulos: 10 a
14.
• Posner M. I. (1978) Chronometric exploration of mind. Hillsdale, N.J. : LEA
• Posner, M. I. (Ed.) (2004) Cognitive neuroscience of attention. New York: The Guilford
Press
• Wright, R. D. & Ward, L. M. (2008) Orienting of attention. New York: Oxford University
Press.
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