Ensayo Matrimonio

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Lo primero por establecer para comenzar el tema de matrimonio es la evolución histórica del

concepto y el actual tratamiento normativo. El propósito es describir la manera como se ha


entendido desde sus orígenes esta institución del derecho civil y como ha ido evolucionando la
misma, de acuerdo a las necesidades del momento histórico hasta llegar a la concepción actual
que se caracteriza por ser dual, es decir, por aceptar el matrimonio religioso y civil, establecida
para vincular las personas heterosexuales con el propósito de vivir juntos, procrear y auxiliarse
mutuamente o, dicho en otros términos, para constituir familia. Iniciamos con el derecho
romano y terminamos con la promulgación del Código Civil Colombiano vigente.
Adicionalmente, cabe aclarar que el acto del matrimonio tiene efectos casi en todas las ramas
del derecho, por ejemplo, en el derecho penal, una persona esta exceptuada de declarar
contra su cónyuge, mientras que en la seguridad social el cónyuge sobreviviente tiene derecho
a una pensión o en el caso de la reciente “sustitución pensional por cónyuge supérstite” en la
cual se pueden acumular las semanas de los cónyuges a efectos de obtener una pensión de
vejez. Como se percibe en las disposiciones puestas como ejemplo se recurre al término
cónyuge para designar algunos derechos especiales de ciertas personas. Pues bien; la calidad
de cónyuge se adquiere por la celebración y registro del matrimonio, de ahí la importancia de
ahondar en la evolución de la concepción del mismo.

La utilidad de estudiar el Derecho Romano, cuando se pretende un análisis jurídico, es que en


él se encuentran las instituciones incorporadas en nuestro Código Civil actual pero en su forma
más original y que es un ejemplo claro para la solución de situaciones concretas. De ahí que el
estudio de la institución del matrimonio se inicie por las especulaciones del Derecho Romano,
pese a que unirse sentimentalmente para conformar familia sea algo connatural al hombre y,
consecuentemente, no se pueda determinar un momento originario distinto al de la aparición
del género humano. En los orígenes del Derecho Romano el matrimonio “es un hecho social
que se justifica y fundamenta en la existencia y permanencia de la affectio maritalis esto
significa que no se concebía como una relación jurídica y, en consecuencia, su celebración no
equivalía a la de un negocio jurídico que se perfeccione como acto formal del derecho privado”
(González, 1989, p. 161). Dicho de otro modo, en sus orígenes la conformación del matrimonio
no se concebía como la celebración de un acto jurídico de derecho privado sino como un acto
espiritual el cual duraría mientras los contrayentes tuvieran la intención de continuar con él.
Con lo expuesto hasta aquí podemos decir que los romanos entendían por matrimonio aquella
unión de hecho de un hombre y una mujer con el propósito de compartir sus vidas el cual
duraba lo que lo que durará el afecto de los esposos. Un concepto que a priori es muy distinto
del actual, y que atravesó por los cambios que la religión tuvo con la aparición de la Iglesia
Católica y, posteriormente, la Anglicana, las cuales fueron incorporándole elementos y dándole
nuevos matices

La Iglesia Católica también empezó a influenciar el matrimonio en Roma imponiendo ciertas


normas para la celebración del mismo. Durante el Siglo X la Iglesia reguló toda la materia del
matrimonio e impuso la competencia de este a los tribunales eclesiásticos. Con el paso de los
años surgió el problema de determinar si el matrimonio tenía validez por la simple
manifestación del consentimiento, o, como institución natural originada en la sexualidad
humana, con la consumación a través del acto sexual entre los contrayentes. El Decreto
Graciano del año 1140 concilia las dos tesis establecimiento que el matrimonio exigía el
consentimiento previo y la posterior consumación, para considerarse valido. El Catecismo de la
Iglesia Católico establece que el matrimonio es un vínculo perpetuo que se inicia con la
manifestación libre y voluntaria de los contrayentes, quienes deben ser bautizados, y vivir
juntos. Aunque valga decir que se puede anular por las causales que en cada momento
histórico se depositen en el Código de Derecho Canónico y ante la autorización del Papa. Esto
quiere decir, que el matrimonio, en la concepción católica es un sacramento, y por lo tanto
perpetuo, que se inicia con la manifestación libre y voluntaria de un hombre y una mujer in
facie eclasiae (es decir, solemne) de compartir sus vidas. Cabe destacar que en esta
concepción, a diferencia de la romana, el matrimonio es indisoluble. Así mismo, siguiendo la
tradición latina, requiere de la manifestación de voluntad libre de los contrayentes.

Despues de hablar de la iglesia católica, pasamos a la doctrina anglicana que esta busco dividir
el matrimonio, por una parte, en un sacramento, cuya validez depende de la iglesia de
Inglaterra, y, de la otra, en un contrato, que tiene efectos civiles, de competencia de la
jurisdicción laica. La reforma plantea un cambio radical a la doctrina católica; a través del
Edicto de Nantes14 se permitió a los protestantes, quienes también se habían separado de la
Iglesia de Roma por cuestiones teológicas, casarse ante sus pastores. No obstante,
posteriormente sus ministros fueron revocados, y por lo tanto, los matrimonios perdieron su
validez, por lo cual debieron volverse a celebrar ante las autoridades católicas.

Actualmente en el matrimonio debe existir jurídicamente y para que esto ocurra se requiere
en Colombia el Registro Civil de Matrimonio, es decir el documento público que prueba la
existencia de la unión conyugal. Sin él no se puede demostrar ante las autoridades
administrativas o judiciales que se encuentra casado o con algún vínculo matrimonial. En el
país se registran los matrimonios religiosos, entendidos como los católicos y los de aquellas
religiones que hayan celebrado convenio de derecho público interno o concordato con Estado
colombiano, así como los civiles, realizados ante un juez o un notario.

El Registro Civil de Matrimonio puede ser solicitado por cualquiera de los contrayentes o por
algún ciudadano, quien debe presentar su cédula de ciudadanía para realizar el trámite.
En el momento que se dé la unión los nuevos esposos, éstos deben proceder a realizar el
registro, el cual se inscribe con base en un antecedente o documento base en el que se
certifica la unión. Si se trata de un matrimonio religioso, se debe presentar la partida
eclesiástica autenticada acompañada de la certificación de competencia del párroco que lo
celebró, o acta religiosa expedida por la iglesia o congregación en donde se haya realizado la
unión, acompañada de la certificación auténtica de la arquidiócesis que tiene competencia en
el lugar donde se ofició el matrimonio. En nuestro país cada Parroquia tiene sus propios
formularios y requisitos como estos:

-Partida de Bautismo reciente y autenticada eclesiásticamente (En la respectiva Diócesis o


Zona Pastoral)

-Partida de Confirmación

-Registro Civil de Nacimiento

-Fotocopia Cédula
-Foto reciente

-Curso Prematrimonial (Puede hacerse en cualquiera de las parroquias autorizadas para ello)

-Dos testigos, pueden ser familiares (Un testigo por cada contrayente)

-Dos fotos (tamaño documento)

Si alguno de los contrayentes es viudo se necesita el certificado de defunción del cónyuge

Si un contrayente ha tenido un Matrimonio Sacramental previo se necesita la sentencia de


nulidad, expedida por el tribunal eclesiástico

Si ha existido un Matrimonio Civil entre los conyuges en mención se necesita fotocopia del
Acta Notarial del Matrimonio Civil

Si un contrayente ha tenido un Matrimonio Civil se necesita de acta de divorcio civil

Si los contrayentes viven en Unión Libre y tienen hijos se necesita Registro Civil, Partida de
Bautismo ( En caso de que ya hayan sido bautizados)

Tener en Cuenta:

Los trámites se deben hacer al menos dos meses antes, en la parroquia de uno de los dos
contrayentes. Luego han de solicitar una entrevista con el párroco y para presentar los
documentos requeridos

Si van a celebrar la ceremonia en una parroquia distinta a su domicilio, deben solicitar al


párroco la licencia debidamente autenticada, dirigida a la parroquia donde quieren casarse. Se
sugiere que antes de la Boda, se acerquen al Sacramento de la Reconciliación (Confesión).

Si el sacerdote que va a presidir la celebración no es el párroco de la parroquia en la cual se


celebrará el matrimonio, debe aportar una fotocopia de sus licencias ministeriales.

Con el matrimonio surgen una serie de derechos y deberes entre los cónyuges, como son el
deber de respetarse y ayudarse mutuamente y actuar en interés de la familia. El marido y la
mujer van a ser iguales en derechos y deberes. Los cónyuges están obligados a vivir juntos,
guardarse fidelidad y socorrerse mutuamente. Igualmente esta unión tiene efectos
económicos independientemente del régimen económico elegido por las partes, los bienes de
los cónyuges están sujetos a satisfacer. Cualquiera de los cónyuges podrá realizar los actos
encaminados a atender las necesidades ordinarias de la familia.

En el caso de matrimonio civil se realiza ante un juez o ante un notario se debe protocolizar en
la notaría. La unión ante un juez, para su inscripción en el registro, se debe contar con el acta
respectiva protocolizada por escritura pública.
Requisitos para registrar Matrimonio Civil

-Registro civil de nacimiento de ambos contrayentes Válido para matrimonio, expedido con
antelación a un (1) mes.
-Copia de las cédulas de ciudadanías de las partes interesadas o pasaporte extranjero.

-Solicitud conjunta firmada por ambos contrayentes, presentada personalmente o por medio
de un apoderado.

-Registro civil de nacimiento de los hijos si los hay

-Registro civil de matrimonio con la anotación de divorcio, copia autentica de la sentencia de


divorcio, copia autentica de la constancia de de registro de la sentencia en el libro de varios en
la notaría donde se registró el divorcio y liquidación de la sociedad en caso de que exista

-Registro civil de defunción del contrayente anterior si es viudo(a)

-Si hay hijos menores en un anterior matrimonio de alguno de los cónyuges, se deberá
presentar la escritura de protocolización del inventario solemne de bienes de los hijos firmada
por un Curador nombrado por un juzgado de familia.

-Registro civil de los hijos menores nacidos de la unión libre entre ambos contrayentes antes
del matrimonio.

-Los menores de edad para contraer matrimonio deben tener permiso autenticado de los
padres.

-La Notaría fijará edicto por el término de 5 días hábiles


Es importante tener en cuenta que el denunciante podrá inscribir en cualquier oficina
autorizada el registro civil de matrimonio siempre y cuando esta dependencia esté autorizada
para cumplir con la función del registro civil del territorio nacional o en los consulados de
Colombia en el exterior.
Este documento tendrá en la parte superior un indicativo serial, que es un número asignado
para efecto de control administrativo, sirve para llevar un orden y de esta manera ubicarlo en
el archivo. Este serial no sirve como número de identificación, pero sí para ubicación del
documento cuando se solicite una copia. Matrimonio con extranjero no domiciliado en
Colombia

En caso de que los ciudadanos extranjeros deseen contraer matrimonio civil en Colombia con
personas colombianas deben presentar Documentos adicionales como:

1. Registro civil de nacimiento.

2. Certificado de soltería

3. Fotocopia del pasaporte con el sello de inmigración

4. Si es divorciado, Registro civil del anterior matrimonio, copia de la sentencia de divorcio.

5. Si tiene hijos menores, presentar el nombramiento de un curador por parte de un juzgado


de familia y la protocolización del inventario solemne de bienes de los hijos. Si los hijos
menores no tienen bienes, bastará con la declaración bajo la gravedad de juramento del
contrayente.
En caso de que alguno de los contrayentes no pueda presentarse personalmente deberá
otorgar poder especial para presentar la solicitud.

Dichos documentos, salvo el pasaporte, deben de presentarse, debidamente apostillado o


legalizados según sea el caso. Cuando los documentos estén expresados en otro idioma
distinto al castellano, se deberá hacer la respectiva traducción.

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