Cuadro Comparativo Sobre Los Enfoques

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ORIENTACIÓN SEMEJANZAS DIFERENCIAS

PSICOANALISIS Y PSICOTERAPIAS 1. Participación del 1. La personalidad es


inconsciente. Unitaria, no está
PSICOANALITICAS 2. El significado de las compuesta por
conductas. instancias en conflicto
entre sí.
2. La motivación es más
finalista que impulsiva.
3. El paciente no está
determinado, sino que
autoelige
inconscientemente si
dirección
CONDUCTUALISMO- 1. Guían al paciente en el 1. Plantea que los
proceso de aprendizaje procesos mentales
COGNITIVISMO de nuevas formas de existen, pero no son la
pensar o actuar. causa de la conducta,
2. Están muy implicadas sino productos
en el trabajo, pero colaterales o efectos de
siempre desde la la misma conducta.
posición de experto. 2. Se focaliza en orientar
el pensamiento y el
razonamiento
CONSTRUCTIVISMO- TEORIA 1. Los significados 1. Los constructos
personales son cognitivos tienen una
SISTEMATICA elementos construidos función además
más que compensadora.
representaciones de la 2. Lo inconsciente
realidad. predomina en la
2. Se implican en la conducta del paciente
interacción, cambiando que se somete al
alianzas para modificar “sistema”
la estructura del grupo.
PSICOLOGÍA HUMANISTA 1. El paciente tiene un 1. En este enfoque los
margen de libertad valores del mismo, se
personal, y en parte se enfocan en lo individual
hace a sí mismo. frente al sentimiento
2. Asume su ética y sus comunitario.
valores.

ANALISIS:

De entrada, parece claro que las mayores discrepancias entre modelos están en los presupuestos
teóricos. Tendemos a pensar que las técnicas son también bastante específicas de cada modelo, aunque
eso es discutible y lo veremos más adelante. En los aspectos teóricos es donde se van a encontrar las
mayores diferencias entre los distintos enfoques. Los presupuestos son ideas de los terapeutas de las
que no tienen por qué tener noticias los clientes.

Todavía es raro que estos pregunten a un especialista, antes de empezar, en qué modelo trabaja,
aunque es posible que con el tiempo se convierta en algo habitual. Hay grandes diferencias entre
enfoques de psicoterapia en cuanto a la forma de entender a las personas, sus problemas y la manera
de resolverlos. Los enfoques cognitivos aparecen como una necesidad de evolución de los modelos
conductuales. Es más, influyen notablemente en el comportamiento final que un terapeuta exhibe en
sesión.

Los presupuestos teóricos sobre cómo entender a las personas y la razón de sus problemas determinan
qué posiciones adopta un terapeuta ante sus clientes. Mientras que los que consideran a los usuarios
como personas atascadas en su proceso de afrontar las tareas de la vida definirán posiciones más
próximas que permitirán la colaboración desde una relación de mayor igualdad. Los presupuestos sobre
por qué se producen los problemas y cómo se resuelven guían todo el proceso de recogida de
información. Cada terapeuta hará preguntas para averiguar los datos que su enfoque considera
esenciales para entender el problema y diseñar un tratamiento.
Pero, en definitiva, lo que los enfoques ofrecen son directrices basadas en afirmaciones que difícilmente
se pueden someter a la investigación. Eso lleva a la investigación comparativa de la eficacia de los
diferentes enfoques, y ya se ha dicho que en ese particular no se han encontrado grandes diferencias.
Concluyendo, los presupuestos teóricos de los modelos difieren porque están marcados por la historia y
el contexto en el que fueron propuestos. Por último, se discutirá si las técnicas son o no específicas de
cada modelo.

Efectivamente, la naturaleza misma de las técnicas varía con cada modelo. En los modelos conductuales
y cognitivos, por ejemplo, son una herramienta muy estructurada y específica. Cada técnica se puede
aplicar usando un guion muy claro, con una serie de pasos que hay que dar con el usuario. Además,
aunque la misma técnica puede usarse en diferentes problemas, cada una de ellas tiene indicaciones
muy específicas y está claramente establecido qué usar en cada tipo de caso.

En cambio, lo que se entiende por técnica en los modelos psicodinámicos no es algo ni tan estructurado
ni tan específico. Son más bien posiciones que el terapeuta asume para que afloren contenidos
inconscientes, o intervenciones para construir nexos entre la conducta presente y las vivencias del
pasado. En todo caso, se pueden usar en cualquier momento del tratamiento y casi desde las primeras
sesiones, como lo hacen los terapeutas dinámicos breves. Las técnicas humanistas son, en cambio, más
experienciales, se parecen más a ejercicios que el terapeuta propone para que el usuario vivencie
nuevas situaciones.

Para terminar, decía que supuestamente las técnicas son bastante específicas de cada modelo. En
realidad, el préstamo de herramientas entre enfoques es grande, porque hay una fuerte tendencia entre
los terapeutas a integrar ideas de varias orientaciones. Por eso hay técnicas que son utilizadas por
terapeutas de modelos distintos, como por ejemplo el «diálogo socrático» para cambiar significados. Y,
sobre todo, hay técnicas que son muy parecidas y lo único que varía es el nombre que reciben en cada
modelo.

Por ejemplo, para vencer la evitación fóbica de situaciones se usa la «exposición», aunque la técnica se
llame de manera diferente en cada enfoque. De igual manera la posición en que los terapeutas se
colocan para aplicar las técnicas puede ser muy diferente en cada enfoque. Los terapeutas cognitivo-
conductuales son modelos eficaces que guían al paciente en el proceso de aprendizaje de nuevas formas
de pensar o actuar. Algunos terapeutas humanistas son compañeros de viaje que comparten con los
pacientes el proceso de conocerse y encontrar su propio camino.

Las posiciones del terapeuta son pues muy diferentes en los distintos enfoques. Y no solo es distinto el
posicionamiento en consulta, las orientaciones influyen incluso en aspectos estéticos del terapeuta y su
consulta. Profesionales de distintos enfoques llegan a vestir diferente o a distribuir la sala de terapia de
formas acordes con el modelo en el que trabajan. En conclusión, lo que se entiende por técnica puede
variar mucho de un modelo a otro.

Además, no es raro que los terapeutas de un enfoque utilicen técnicas prestadas de otro. También las
decisiones de proceso son distintas en función del enfoque con el que trabaja el terapeuta. Como se
explicaba antes, hay modelos más guiados por la técnica y enfoques más ajustados al usuario. En los
primeros, el terapeuta hace un esfuerzo para que el cliente se adapte al tratamiento, en los segundos,
es la técnica la que debe adaptarse a los usuarios.
Un ejemplo de modelos guiados por la técnica lo constituyen los enfoques cognitivo-conductuales. Para
ellos las técnicas se agrupan en programas y el terapeuta decide que técnica o sucesión de ellas será útil
en un caso en función de la evaluación y el diagnóstico inicial. Por ejemplo, en un trastorno obsesivo-
compulsivo compulsivo usarán, en casi todos los casos, alguna técnica de reestructuración cognitiva y
exposición con prevención de respuesta. En el otro extremo están los enfoques estratégicos y
constructivistas de los modelos sistémicos.

El terapeuta elige la técnica que mejor encaja a cada cliente en cada momento de una sesión. La
decisión se toma en función de la lectura del proceso que mantiene el problema y del momento por el
que atraviesa el usuario en el tratamiento. Por ejemplo, un terapeuta puede entender que su cliente
está paralizado por una idea de que el cambio es imposible y por ello decide poner en marcha una
técnica de «externalización» para que recupere la iniciativa y se enfrente a su problema. Da igual que el
cliente tenga un diagnóstico de depresión o ansiedad, el terapeuta elige la técnica para romper el
proceso que mantiene al usuario centrado en la queja y atrapado en la inactividad.

Ha quedado dicho que los enfoques terapéuticos difieren ampliamente en sus presupuestos teóricos y
tienen técnicas diferentes, aunque la mayoría pueden servir para los mismos objetivos. El desempeño
en habilidades comunicativas no tiene, en cambio, por qué ser diferente entre terapeutas de diferentes
orientaciones terapéuticas. Las habilidades comunicativas nos permiten llevar a la práctica las técnicas,
independientemente de cuáles sean estas. Todos los clínicos, sin importar el modelo en el que trabajen,
buscan informaciones para construir hipótesis, se esfuerzan en alguna medida por devolver activamente
al cliente que lo entienden y todos asumen que una parte del trabajo es crear puntos de vista nuevos
para los usuarios.

La capacidad de establecer una buena relación terapéutica es una habilidad básica de un buen clínico y,
junto con la severidad inicial del trastorno, es la variable aislada que mejor predice resultados
terapéuticos, independientemente del modelo en el que se trabaje.

Integrantes del grupo:

 Cdenas López María Tereza.


 Vazquez Ticona María del Rosario.

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