I.-Antecedentes Del Derecho Mercantil
I.-Antecedentes Del Derecho Mercantil
I.-Antecedentes Del Derecho Mercantil
1) Interposición y
2) especulación.
De ahí que podamos definir al comercio como “la actividad económica que consiste
básicamente en la interposición en el tráfico de bienes y servicios con ánimo
especulativo, y en todas las actividades relacionadas”.
No existe mucha información acerca del comercio en los pueblos de la antigüedad, sin
embargo se sabe de la existencia de comisionistas desde tiempos remotos, los que
llevaban consigo productos de otro a la ciudad más próxima, realizaba alguna operación
sobre ella y volvía.
1.- Leyes rodias. Regulaban el comercio marítimo de los países que mantenían comercio
marítimo con Grecia. Fue un código marítimo general. Este cuerpo de leyes tuvo una
gran importancia, al grado de que algunas de sus figuras prevalecen hasta la actualidad,
por ejemplo “la echazón”, que consistía en que cuando un buque se encontraba en
peligro de naufragio, se aventaban al mar algunas mercancías para aligerar el peso y el
monto de las pérdidas se distribuía entre los interesados en la suerte de la nave,
actualmente se le conoce como “avería común o gruesa”.
ARTICULO 157. SE ENTIENDE POR AVERIA TODO DAÑO O MENOSCABO QUE SUFRA LA
EMBARCACION EN PUERTO O DURANTE LA NAVEGACION, O QUE AFECTE A LA CARGA DESDE
QUE ES EMBARCADA HASTA SU DESEMBARQUE EN EL LUGAR DE DESTINO; ASI COMO TODO
GASTO EXTRAORDINARIO EN QUE SE INCURRA DURANTE LA EXPEDICION PARA LA
CONSERVACION DE LA EMBARCACION, DE LA CARGA O AMBOS.
II. AVERIA PARTICULAR O SIMPLE: AQUELLA QUE NO DEBA SER CONSIDERADA COMO AVERIA
COMUN. EL IMPORTE DE LAS AVERIAS PARTICULARES ESTARA A CARGO DEL PROPIETARIO
DEL BIEN QUE SUFRA EL DAÑO O QUE REALICE EL GASTO EXTRAORDINARIO, SIN PERJUICIO
DE LAS ACCIONES POR RESPONSABILIDAD QUE ESTE LEGITIMADO A EJERCER CONTRA
TERCERO.
Nota: Los artículos 157 a 160 de la Ley de Navegación y Comercio Marítimos regulan lo relativo a las
averías.
Encontramos figuras jurídicas como “la actio institoria” por virtud de la cual el pater
familias se hace responsable de las obligaciones que contraiga el filius familia o el
esclavo que ha puesto al frente de una negociación en tierra como institor (gerente o
administrador); la “actio exercitoria”, que consistía en lo mismo básicamente, pero
respecto de buques, de manera que el pater familias se hace responsable de las
obligaciones contraídas por el filius o el esclavo, en su carácter de capitán de la nave; la
“actio tributaria”, que consistía en que cuando el filius familias había destinado el
peculio al comercio con el conocimiento del pater familias y después resultaba
insolvente, se formaba un concurso de acreedores en donde se encomendaba al pater
familias el reparto del peculio entre todos los acreedores. Si el pater familias actuaba
dolosamente para impedir ese concurso, el acreedor o los acreedores perjudicados
podían entablar contra él la actio tributoria para reclamar la parte que le correspondiera.
Fueron las ciudades situadas en las rutas marítimas las que cobraron auge debido a su
situación geográfica, que favorecía el tránsito y el transporte y el desarrollo de la
actividad mercantil, principalmente en el norte de Italia.
A la caída del imperio romano, ciudades italianas surgen como centros comerciales,
destaca Venecia que se dedicó al comercio y la navegación.
Otra ciudad italiana, Génova, floreció gracias a las cruzadas, pues desde ahí se
embarcaban los cruzados que partían hacia Tierra Santa y llevaban consigo
avituallamiento.
Los comerciantes acudían a las ferias en estas ciudades, donde se daba el comercio
entre comerciantes, el trueque y la compraventa.
Estos gremios crean sus propios tribunales ante el debilitamiento del poder público, y
fueron creando sus normas de origen consuetudinario sobre el comercio y los
comerciantes, con la finalidad de resolver sus controversias mercantiles. Dichas normas
las aplicaban los cónsules, que eran los órganos de decisión.
Los cónsules eran los más autorizados y expertos en la materia, eran los encargados de
decidir sobre las controversias suscitadas entre los miembros de los gremios. Estos
cónsules tenían profundo conocimiento de las costumbres y reglas, que eran elevadas a
ley.
Los mercaderes de las ciudades italianas estaban sometidos a la jurisdicción de los
cónsules de las corporaciones de las que formaban parte, de ahí que no pertenecieran al
fuero eclesiástico ni al fuero laico ordinario, por lo que se origina una tercera
jurisdicción, la comercial, denominada consular.
Las normas mercantiles referidas y las decisiones de los tribunales consulares fueron
recopiladas sistemáticamente y llegaron a constituir verdaderos ordenamientos
mercantiles en la época, estatutos y ordenanzas que diferían de una a otra ciudad, pero
con aplicación en amplias regiones. Nace así un derecho comercial estatutario,
procedente de las costumbres, elaborado por comerciantes para los comerciantes
agremiados, aplicado por los tribunales especiales. Estas normas se conocen como Lex
mercatoria.
Algunas de estas recopilaciones fueron: el Consulado del Mar, de origen catalán; los
Rooles de Olerón, de la costa atlántica francesa; las leyes de Wisby, de la isla de
Gothland; las capitulare nauticum, de Venecia. Estas importantes normas jurídicas
constituyen el antecedente de los códigos del siglo XIX.
El Libro del consulado del mar sirvió de modelo en todo occidente, se ignora su fecha
exacta y se dice que tiene su origen en Barcelona; constituye un conjunto de normas
sobre la jurisdicción del consulado, los usos y costumbres concernientes a cuestiones
marítimas y comerciales para el mercader, el marinero, el pasajero y el patrón, así como
las relativas al corso, la armada y las naves.
De esta forma, el comercio organizado nace en la Edad Media y junto con este surge
como un derecho especial frente al derecho común, consuetudinario y uniforme que
regula instituciones comunes a todos los comerciantes, que se reconocen, se extienden y
se difunden por todos los ámbitos del continente para atender las necesidades de los
mercaderes.
El derecho mercantil, entonces, floreció como un derecho de clase por cuanto era
creado, interpretado y aplicado por los comerciantes y por sus gremios y que respondía
tanto a la especialidad de la actividad de los comerciantes como a las exigencias
impuestas por su explotación que no se satisfacían adecuadamente con las fórmulas
elementales de la ley civil.
Las notas que distinguen al derecho mercantil desde entonces, son el lucro, la
celeridad de las transacciones, la ausencia de formalidades, la universalidad o
internacionalidad y la reiteración de actos.
Con el descubrimiento de América y el paso hacia las Indias Orientales por el Cabo de
Buena Esperanza la actividad comercial abandona el Mediterráneo la prosperidad de las
Repúblicas italianas declina rápidamente y los Estados occidentales (España, Portugal,
Francia, Holanda y Gran Bretaña) pasan a ocupar en los vastos dominios del comercio
un lugar de primer orden gracias a los felices atrevimientos de sus navegantes.
Code Savary.- Esta ordenanza de 1673 de Luis XIV para el comercio terrestre,
representa la fuente de muchas instituciones recogidas en el código de napoleón.
Francia se preocupó con movimiento desarrollado por los navegantes para encauzarlo y
protegerlo por medio de sus leyes; así lo atestiguan sus ordenanzas principalmente las
de Colbert (Code Merchant) las cuales en 1673 comenzaron a regular el comercio
terrestre y a partir de 1681 la segunda parte de estas ordenanzas rigió el comercio
marítimo, siendo ambas verdaderos Códigos de Derecho Mercantil. Estas grandes obras
trajeron consigo que los demás Estados comenzaran a legislar en materia Mercantil
surgiendo así los primeros pasos firmes de la codificación en este ramo.
Ordenanzas de Bilbao.- En vigor desde 1737. Se elaboraron para aclarar dudas y
confusiones, evitar pleitos y discordias entre los comerciantes y prever dilaciones y
daños ocasionados por los pleitos. Tuvieron vigencia en las Indias Orientales y en
especial en México a partir de abril de 1801.
5.- La codificación.
1503.- El comercio con América estaba regulado por España mediante la Casa de
Contratación de Sevilla, la que fue suprimida hasta 1790.
1592.- El comercio de la Nueva España estuvo regido por las Ordenanzas del Consulado
de México, constituido en junio de 1592 y regido supletoriamente por la de los
consulados de Sevilla ,Burgos y Bilbao hasta 1594.
En 1822 se nombró una comisión para la elaboración de proyectos de leyes para varios
ramos, entre ellos el código de comercio.
1841.- Se declaran vigentes las ordenanzas de Burgos hasta la promulgación del Código
de Comercio. Antonio López de Santa Anna, expidió un decreto sobre la organización
de las Juntas de Fomento y Tribunales Mercantiles, que era algo parecido a los
consulados. Estas juntas estuvieron vigentes hasta 1853, estas Juntas tenía a su cargo la
administración de justicia en los asuntos mercantiles. El decreto referido tiene
importancia por ser el primer ordenamiento en México que enumeraba los actos
jurídicos que consideraba “negocios mercantiles”, lo que hoy llamamos “actos de
comercio”.
Este código produjo la fragmentación de las disposiciones comerciales, pues se creó una
serie de leyes especiales que fueron restando normas al Código de Comercio.
El derecho mercantil nació precisamente para regular el comercio o, mejor dicho, los
actos y las relaciones de los comerciantes propios de la realización de sus actividades
mediadoras.
La gran mayoría de los autores coinciden en que tanto el derecho civil como el
mercantil pertenecen al derecho privado, sin que esto signifique que debamos prescindir
de principios del derecho público.
Existe consenso casi unánime de que el derecho mercantil pertenece al derecho privado
y a su lado va íntimamente ligado una rama del derecho público llamada derecho
económico; el primero atiende a las relaciones de interés privado, y el segundo regula
la actuación del Estado en la economía.
Dentro del derecho privado, el derecho mercantil es, frente al civil, un derecho
especial, ya que del conjunto de las relaciones privadas del hombre rige singularmente
aquellas que constituyen la materia mercantil.
Se considera inexactas las anteriores afirmaciones, toda vez que la distinción entre
derecho público y derecho privado carece de base científica, ya que, por definición,
el derecho es un fenómeno público; procede siempre de un poder público efectivo. La
división entre derecho público y derecho privado ha tenido en la historia del derecho
una razón de ser y una utilidad didácticas; pero jamás ha podido establecerse, ni un
criterio distintivo rígido ni una frontera que limite los pretendidos campos. Todo el
derecho es público.
Mantilla Molina no acepta que se trate de un derecho excepcional frente al civil, sino
que se trata de un derecho especial. Considera que el derecho mercantil constituye un
sistema completo de normas susceptibles de ampliación analógica lo que no sería
posible si tuvieran el carácter de excepcionales, además señala: 1) En el derecho
mercantil existen figuras desconocidas por el derecho civil, por lo que no puede existir
excepción a reglas generales que no existen y 2) El mercantil es en México es federal y
el civil local.
Rafael de Pina Vara.- Derecho mercantil puede definirse como el conjunto de normas
jurídicas que se aplican a los actos de comercio legalmente calificados como tales y a
los comerciantes en el ejercicio de su profesión.
León Tovar y González García, señalan que el derecho mercantil es tanto especial
como excepcional; será especial no frente al derecho civil, sino como disciplina de
derecho privado, en donde tanto el derecho civil como el mercantil son especiales en
función a la rama de derecho privado a la que pertenecen; y será excepcional, sí frente
al derecho civil, ya que el derecho mercantil es voluntariamente incompleto y
necesariamente debe echar mano del derecho común.
Es especial en cuanto que tiene su propio contenido y sus normas están dirigidas a
ciertos sujetos, a cosas, así como a determinadas relaciones que las propias normas del
derecho mercantil consideran dentro de su ámbito de aplicación.
Hay instituciones propias del comercio, que surgieron como instrumentos del mismo,
aunque después se hayan extendido a la vida civil.
Vivante adujo que la división se debe sólo a una contingencia histórica; pero que la
unificación haría el ordenamiento más simple y flexible; que la división es artificiosa y
obstaculiza el proceso del orden jurídico, el argumento más fuerte pro unificación,
consiste en que la estructura jurídica de las instituciones es la misma en el campo civil y
mercantil; no existe diferencia entre una compraventa civil y venta mercantil, o entre un
préstamo de una u otra clase; la estructura orgánica de las instituciones es básicamente
la misma. Consecuentemente, no hay base técnica para una dualidad de regulaciones.
En una primera etapa el derecho mercantil llega a ser el derecho de los comerciantes,
esto es, tiene un carácter eminentemente subjetivo. Esta etapa culmina con las
corporaciones o universidades de mercaderes medievales. A partir del Código de
Napoleón, el derecho mercantil pretende convertirse en derecho objetivo, en el derecho
de los actos de comercio, porque la revolución francesa abolió las corporaciones y,
consecuentemente, pretendió quitar al derecho mercantil el carácter subjetivo. La
totalidad de nuestros Códigos pretendieron que la columna central del derecho mercantil
positivo era el acto de comercio; que el derecho mercantil era un derecho objetivo.
Fracción IX, del artículo 73, se concede al Congreso de la Unión la facultad “para
impedir que en el comercio de estado a estado se establezcan restricciones”. No se quiso
referir el Constituyente a que los estados miembros de la federación comercien entre sí,
sino al tráfico mercantil que se realice del territorio de un Estado al de otro.
Concepto:
Vivante, “aquella parte del derecho privado que tiene por objeto regular las relaciones
jurídicas que surgen del ejercicio del comercio.”
Heck: Derecho Mercantil es el derecho “de los negocios jurídicos del tráfico en masa”
Ripert.- El derecho comercial es la parte del derecho privado que regula las
operaciones jurídicas hechas por los comerciantes, ya sea entre ellos, ya sea con sus
clientes.
Es cierto que el derecho mercantil es derecho del comercio; pero es también derecho de
los comerciantes, y de las empresas y de las cosas involucradas en el tráfico mercantil.
León Tovar y González García.- Es el conjunto de normas que regulan las actividades
empresariales, a los sujetos que las realizan y a sus empresas.
Atento a lo dispuesto por el artículo 124 Constitucional, las facultades que no están
expresamente concedidas por la Constitución a los funcionarios federales se entienden
reservadas a los estados. La competencia federal resulta de lo que expresamente
disponga la constitución, en tanto que la competencia local se da por exclusión a los
estados: lo que no es federal, es local. Las facultades delegadas por la Constitución lo
poderes federales son pocas y bien definidas, mientras que aquellas que pertenecen a los
estados son numerosas e indefinidas.
Artículo 124. Las facultades que no están expresamente concedidas por esta Constitución a los funcionarios
federales, se entienden reservadas a los Estados.
Desde 1883 el comercio es de carácter federal; corresponde como facultad exclusiva del
Congreso de la Unión el legislar en materia de comercio, tanto sustantiva como
adjetivamente.
La facultad del legislador sobre comercio es el poder de regular dicha materia o área de
actividad económica. Esta facultad es absoluta por sí misma, no existen limitaciones
más que las previstas por la propia constitución.
La facultad del Congreso se limita, por disposición expresa de la frac. X del artículo 73
constitucional, a legislar sobre comercio, pero de ninguna manera tiene facultades
expresas para regular la producción, fabricación o manufactura de cualquier bien.
Artículo 73. El Congreso tiene facultad:
X. Para legislar en toda la República sobre hidrocarburos, minería, sustancias químicas, explosivos, pirotecnia,
industria cinematográfica, comercio, juegos con apuestas y sorteos, intermediación y servicios financieros, energía
eléctrica y nuclear y para expedir las leyes del trabajo reglamentarias del artículo 123;
¿Cuáles son los límites que el Congreso tiene para definir algo como materia de
comercio?
Esa facultad no es omnímoda y que tal naturaleza solamente puede resultar que una
determinada figura sea intrínsecamente comercial. La teoría del acto de comercio no es
suficiente para considerar a alguna persona, cosa o acto como materia de comercio. Lo
único que se puede entender como eficaz sería una reforma a todo el sistema mexicano,
donde se adopte el criterio de sustituir el complejo sistema basado en un indeterminado
acto de comercio por el de la actividad empresarial, y así facultar al Congreso para que
legisle en todo lo relativo a las actividades empresariales.