33 La Escultura Renacentista
33 La Escultura Renacentista
33 La Escultura Renacentista
1. INTRODUCCIÓN: COORDENADAS HISTÓRICAS, CRONOLOGÍA Y
CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL RENACIMIENTO
1.1. Los Orígenes italianos
- Este movimiento nace en Italia, país que tenía más cerca las fuentes que ahora van a servir
de inspiración a los artistas renacentistas. Italia estaba salpicada de innumerables retos del
Antiguo Imperio Romano, de los que los humanistas sacarán las mejores enseñanzas.
+ Segundas Puertas del Baptisterio de Florencia
- En 1.401 se convoca un concurso para realizar las puertas que faltaban del
Baptisterio de Florencia, se presentan importantes artistas, entre ellos Brunelleschi,
pero el concurso lo gana Ghiberti. Puerta con escenas evangélicas fundida en
bronce, tanto el marco como la composición conservan elementos del Gótico
internacional, curvas de las figuras y paisaje acartonado, pero también innovaciones
clásicas, como el volumen.
+ Puerta de la Gloria del Baptisterio de Florencia
- Auténtica revelación de la escultura renacentista, formato cuadrado, distinto al
lobulado tradicional. Concepción pictórica del relieve, incluyendo perspectiva,
paisaje, arquitecturas clásicas e incluso atmósfera. Relieve como espacio
tridimensional, consiguiendo los efectos de profundidad graduando los volúmenes y
la definición de los contornos.
B) Donatello
- Es el más importante escultor del siglo XV, busca siempre representar al hombre lleno de
vida, mostrando su capacidad de captación de los valores humanos en sus figuras.
+ San Marcos
- En sus obras iniciales aún formas estilizadas y curvadas propias del Gótico
internacional, destaca porque la figura definitivamente se hace independiente de su
posición arquitectónica.
+ San Jorge
- En pie, armado, representa la juventud desafiante y altanera que anuncia la
“terribilitá” miguelangelesca.
+ El Profeta Habacuc
- Crea un nuevo tipo de profeta, alejado de la iconografía medieval, de tremenda
expresividad y realismo, transmitiendo la dignidad y nobleza del personaje.
+ David de bronce
- Joven pensativo y melancólico y tocado con el sombrero típico toscano, la
composición invita a rodearlo y admirarlo desde todos los puntos de vista y es
plenamente clásica, apareciendo desnudo, en contraposto, desnudo.
+ El Gattamelata, Padua
- Relieves en piedra sobre La Creación de Adán alejados del estilo pictórico de
Ghiberti, llenos de grandeza, figuras hercúleas y monumentales que anuncian la
obra de Miguel Ángel.
D) Luca della Robbia
- Introduce el barro vidriado, policromado, con figuras blancas sobre fondos azules y
elementos decorativos vegetales, de rico colorido.
+ David Joven
- Recuerda la de Donatello, con la cabeza de Goliat entre sus pies, pero vestido y
tratando de acentuar la expresividad de la cabeza.
+ Condottiero Colleone de Venecia
- Retrato ecuestre, más teatral, dinámico y atrevido que el de Donatello, el personaje
introducido en la acción, buscando sobre todo la expresividad del rostro.
2.3. La escultura del Cinquecento (siglo XVI)
- En contraposición al siglo XV, y del mismo modo que en arquitectura, el XVI va a ser el
predominio de lo romano frente a lo florentino.
- En lo estrictamente formal, las delicadezas cuatrocentistas y el amor el detalle menudo,
van a ceder el paso a una grandiosidad monumental y simplificadora, ya intuida en las
obras de Jacopo della Quercia.
A) Miguel Ángel Buonarotti
- Uno de los máximos genios de la Historia, fue poeta, pintor, arquitecto y, sobre todo,
escultor.
- Su calidad excepcional y su extraordinaria sabiduría frente a las formas del cuerpo y las
complejidades del espíritu, hacen de Miguel Ángel el prototipo universal del escultor, capaz
de expresar en mármol cualquier concepto, idea o propósito, aun el más complejo. Sus
figuras, realizadas en mármol blanco de Carrara, son siempre grandiosas, monumentales y
muestran una gran vitalidad. En su tiempo fue ya casi divinizado y sus obras, incluso las
inacabadas, han sido durante siglos, modelos fervorosamente estudiados.
- De personalidad llena de rebeldía e idealismo, pasó su vida tras la busca de la Idea de
Belleza, sus figuras no son reales, sino ideales.
- Sus primeras obras son aún clásicas, inspiradas directamente en las antiguas, pero tras
conocer la obra de Jacopo della Quercia su monumentalidad imprimirá un giro definitivo a
su obra. El equilibrio entre forma bella y movimiento, propio del Quattrocento, lo rompe en
favor del movimiento, hasta llegar a reflejar en sus obras gestos y actitudes delirantes, vía
que seguirán el Manierismo y el Barroco.
+ Pietá del Vaticano
- Reflejo de sus estudios de obras clásicas al llegar a Roma. Soberbia obra de
perfecto equilibrio entre una concepción monumental, de volúmenes puros y
cerrados, y un acabado refinadísimo y delicado; de belleza neoplatónica y
composición racional, triangular. Sorprende la extremada juventud de la Virgen en
la que quiso, sin duda, expresar no la Virgen real, madre doliente y madura, sino la
Virginidad eterna y sin edad.
+ David
- Desnudo heroico, de tamaño mayor que el natural, impresionante en su
grandiosidad, rompiendo la iconografía tradicional, que lo representaba como
adolescente. Realizado sobre un enorme bloque de mármol, pero de forma alargada
y estrecha, lo que le obliga a hacer una obra casi plana.
- En él apreciamos los rasgos de su arte: la “terribilitá”, el carácter terrible y
amenazador de sus figuras; la tensión de la anatomía, el movimiento contenido y
centrípeto, con los miembros hacia adentro; la falta de simetría en la postura; la
pasión del rostro y el perfecto estudio anatómico, dando la sensación de que la
figura está viva.
- La postura es helénica, pero las manos, el gesto terrible, la disposición en zigzag
del cuerpo, comunican una tensión que no es clásica, sino punto de partida del
Manierismo
+ El Sepulcro del Papa Julio II: El Moisés y los Esclavos
- Concebido primero como una verdadera montaña de mármol exenta bajo la
Cúpula de San Pedro, con más de cuarenta figuras de tamaño colosal, hubo de irse
reduciendo por presiones de todo tipo (económicas, políticas, familiares), y cuando
mucho años más tarde se instaló en la Iglesia de San Pietro in Vincoli, sólo figuran
en él, de su mano, el famoso Moisés y las estatuas de Lía y Raquel.
- El Moisés: motivo central de la tumba, obra capital de fuerza contenida y
grandiosidad terrible, pensativo y sereno, reflexivo y prudente, el ideal del
Renacimiento, pero en la fiereza de su mirada destella la terribilitá miguelangelesca.
- Los Esclavos: Debían ir también en el Mausoleo de Julio II, pero quedaron
inacabados: hondamente patéticos, expresan el esfuerzo por liberarse de las cadenas.
Mientras los realizaba se descubrió en Roma el Laocoonte, que supuso para Miguel
Ángel y todos los escultores de su tiempo una verdadera revelación. A partir de este
momento la expresión en sus figuras se hará más intensa, las actitudes más violentas
y un halo de dramático pesimismo velará los rostros.
+ Sacristía Nueva de San Lorenzo: Capilla funeraria de los Médicis
- En los últimos años de su vida siente una fuerte religiosidad, por lo que se sentirá
atraído por el tema de la Piedad. Las últimas que realiza son dramáticas, cada vez
muestran mayor dolor y desesperación, sobre todo ésta, que no llegó a terminar. En
ésta la expresividad llega a deformar las proporciones y la técnica empleada es
sumaria y sugestiva (como en los escultores impresionistas del siglo XX).
2.4. La Escultura Manierista
- También en escultura quebranto del ideal clásico: rasgo definitorio del Manierismo
escultórico es la figura serpentinata, dibujando una ascensión helicoidal; obras con un
complicado movimiento, con varios puntos de vista, no limitándose a ofrecer una
perspectiva principal.
- Ya en Miguel Ángel encontramos ejemplos de Manierismo: en la Tumba de Lorenzo de
Médici las figuras escapan del marco y del espacio que las contiene, con fuerza centrífuga
que las hace inestables, de tono grave y tenso, las pro-porciones parecen rotas, etc.
- Ejemplos:
+ El Rapto de las Sabinas de Juan de Bolonia: forma serpentinata trasladada a un
grupo de figuras; movimiento y varios puntos de vista; los gestos muestran el olvido
de la armonía clasicista.
+ Perseo con la cabeza de Medusa de Benvenutto Cellini: tensión y desgarramiento
en su exagerada musculatura; el pedestal de formas bulbosas anticipa la
ornamentación barroca.
3. LA ESCULTURA DEL RENACIMIENTO EN ESPAÑA
3.1. La aparición del Renacimiento en España: cronología y contexto histórico
- Las intensas relaciones que España mantenía con Italia, como consecuencia de las
múltiples campañas impulsadas por Fernando el Católico por el dominio que la corona de
Cataluña-Aragón ejercía sobre Nápoles y Sicilia y por el continuo intercambio de artistas y
materiales entre los distintos estados italianos y la monarquía hispánica, permitieron que la
esencia del Renacimiento fuera asimilada ya a finales del siglo XV y se extendiera a lo
largo del siglo XVI.
- Las características sociales de la España del momento distaban bastante de las que se
habían observado en Italia en el período de gestación del Renacimiento: mientras en Italia
el resurgimiento de la actividad comercial y del mundo urbano marcaron el contexto en que
se desarrolló el Renacimiento naciente, en España, en cambió, en los albores del siglo XVI
el fenómeno mercantil sólo se daba con fuerza en Cataluña y Valencia; al mismo tiempo, si
en Italia la aparición de la burguesía y su enriquecimiento hicieron posible que dicha clase
social se convirtiera en uno de los principales clientes de los artistas renacentistas, en
España eran la iglesia, la nobleza y la monarquía absolutista las que seguían ostentando el
poderío económico; sin embargo las circunstancias políticas del momento, profundamente
marcadas por la consecución de la unidad nacional y por el descubrimiento del Nuevo
Continente a finales del siglo XV, hacían de España un reino con grandes perspectivas, lo
cual también facilitó la penetración de Renacimiento.
- Todo esto explica que el Renacimiento en España se mantenga bajo la tutela de la
nobleza, la Corte y la Iglesia, quienes establecerán cuáles son las necesidades que debe
satisfacer el arte.
3.2. La Escultura del Renacimiento Español
- La escultura renacentista llega a España gracias a artistas italianos, como Fancelli y
Torrigiano, o a los españoles que viajan a Italia a formarse, como es el caso del gran
Alonso Berruguete.
- La escultura del Renacimiento español es de gran originalidad por el fuerte sentimiento
religioso del que está impregnado, siguiendo la línea anterior del gótico. Además de dar
mucha importancia de la expresividad. También es original por los materiales empleados:
se utiliza mucho la madera policromada con la técnica del estofado, en la que se aplica una
fina capa de pan dorado y luego se pinta encima y se raspa para que se vea el dorado. Se
siguen construyendo sepulcros, retablos, sillerías de coro y retratos.
3.2.1. Contexto artístico del siglo XV: permanencia gótica e influencia flamenca en
la escultura española
- La escultura renacentista de concepción clásica, la inspirada en la imaginería italiana, la
que centraba su objetivo en el retorno a las formas clásicas de la Antigüedad y en la
búsqueda a ultranza de la belleza formal, no se introdujo en España ni con rapidez ni con
facilidad.
- Desde mediados del siglo XV España contó con la llegada masiva de artistas borgoñones,
flamencos, alemanes y holandeses que destacaron por su abundante producción y que
indudablemente ejercieron una influencia notable en el ámbito de las manifestaciones
artísticas escultóricas hispanas.
- Además, el “modus faciendi” de los artistas españoles no contemplaba con excesivo
interés los temas de carácter mitológico ni la observancia de unas fórmulas teóricas
mediante las cuales obtener la belleza formal, aspecto ineludible en los artistas italianos,
sino que por el contrario tendían más a la plasmación de los sentimientos y pasiones
humanas que a la de los valores puramente estéticos.
- Como consecuencia, en España la tradición goticista perduró durante todo el siglo XV,
marcado profundamente por la influencia flamenca, y el estilo que se desarrolló se ha
denominado estilo hispano-flamenco.
3.2.2. el primer tercio del siglo XVI: La influencia del renacimiento italiano
- Con todo, la introducción del Renacimiento italiano fue posible y se produjo por varios
caminos: la importación de piezas italianas, principalmente sepulcros, así como la llegada a
España de artistas italianos y los viajes a Italia emprendidos por los españoles, fueron
algunos de los aspectos que propiciaron la asimilación del nuevo gusto estético.
A) La introducción de las formas escultóricas renacentistas
- Domenico Fancelli y Pietro Torrigliano fueron los dos italianos que más contribuyeron a
la introducción y difusión del Renacimiento italiano en España.
+ El Trascoro de la catedral de Barcelona: con relieves que narran la vida de Santa
Eulalia, realizados en mármol de Carrara, en los que se muestra claramente la
influencia de Miguel Ángel.
+ Los Sepulcros de Juana la Loca y de Felipe el Hermoso: sigue el tipo de túmulo
adoptado por Fancelli, pero no en talud, sino vertical como los tradicionales;
decorados con tondos, guirnaldas y escudos, en los ángulos aparecen los cuatro
evangelistas.
- Diego de Siloé, no sólo destacó como arquitecto, sino también como escultor de primera
línea. Caracterizado por sus formas refinadas y mucho más clásicas, si bien no se le puede
considerar un escultor innovador, pues su producción es fruto de la conjugación de las
formas italianas con las de tradición borgoñona:
+ Relieve de San Juan Bautista de la Sillería de San Benito de Valladolid: la
interpretación que hizo de San Juan es una de sus mejores creaciones, de correcto
desnudo y cabeza con cabellos agitados por el viento.
+ Sagrada Familia del Museo de Valladolid: sobresale por su calidad y belleza, el
grupo, formado por la Virgen, San José, San Juanito y el Niño, está compuesto a la
manera de las “sagradas conversaciones” italianas.
3.2.3. El Pleno Renacimiento español del segundo tercio del XVI: El Manierismo, la
Escuela de Valladolid
- No obstante, la plenitud de la escultura renacentista española llegará de la mano de la
Escuela de Valladolid, concretamente de Alonso de Berruguete y de Juan de Juni.
- Alonso de Berruguete se convertirá en el artista más representativo de esta etapa. Hijo del
pintor Pedro Berruguete, su formación artística fue muy completa al permanecer durante
diez años en Italia, donde entró en contacto directo con las obras de Donatello, cumbre de
la escultura del Quattrocento italiano, y con las de Miguel Ángel. Pero a pesar del estudio
directo que realizó de las obras del Renacimiento italiano su obra escultórica no se
caracterizará por la plasmación de los valores estéticos de armonía y serenidad, sino que en
ella dominarán los rasgos expresivos y dramáticos, debido al ambiente que se respiraba en
aquel momento en la Península, donde el deseo de buscar una relación entre el espíritu
renacentista y la espiritualidad o religiosidad era una hecho que se prolongaría a lo largo
del siglo XVI. Alonso de Berruguete supo canalizar esta búsqueda y lo hizo por medio de
esculturas policromadas de volumen alargado que reflejaban gestos muy acentuados y
actitudes inestables, en ellas el artista huye voluntariamente de las formas y proporciones
consideradas correctas y da primacía a su estilo personal antes que a los parámetros
establecidos en Italia. Entre sus obras más significativas figuran las siguientes:
+ Carlos V dominando el Furor: en bronce dorado, con el emperador vistiendo una
armadura a la romana, bajo la figura de Carlos V se encuentra el enemigo sometido;
pretende ensalzar el poder del emperador.
- Pompeyo Leoni, hijo del anterior, llega a España llamado por Felipe II para trabajar en El
Escorial:
+ Estatuas de Carlos V y Felipe II en la Iglesia del Monasterio de El Escorial:
aparecen en posición orante y acompañados de sus esposas.
- Juan Bautista Monegro, también trabaja en El Escorial, donde realiza obras de sobria
grandiosidad, como los Reyes de Judá del Patio, los Evangelistas del Claustro y el San
Lorenzo de la Fachada Principal de El Escorial.