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AREQUIPA – PERÚ
2019
________________________________
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JURADO DICTAMINADOR
________________________________
Mg. Cesar Augusto Ranilla Falcon
CBP N° 3629
PRESIDENTE
_____________________________ ____________________________
Blga. Miriam Delgado Manrique Blgo. Guido Zumarán Martínez
SECRETARIA INTEGRANTE
ii
DEDICATORIA
A mi querida hermana,
Raquel Grande.
Un ejemplo a seguir, por su coraje, amor,
por su aliento y por creer en mi.
iii
AGRADECIMIENTOS
A Dios, por darme la vida, por acompañarme y guiarme, darme fortaleza y fe en cada una de las
acciones que realizo y brindarme una vida llena de aprendizaje.
A mi maestro y asesor, Blgo. Mcs. Guido Zumarán Martínez, por sus enseñanzas impartidas,
por compartir desinteresadamente sus conocimientos y experiencias. Agradezco su valiosa
amistad, motivación, orientación, consejos y constante apoyo que me impulsaron a culminar
la realización de esta tesis.
Agradecer también la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa, mi alma mater, por
darme la oportunidad de estudiar en sus aulas y poder culminar mi carrera con éxito, y a todos
los docentes que hicieron parte del proceso integral de mi formación profesional.
A mis amigos de la escuela de Biología, Adaceli Vilca, Marilú Paucar, Eliana Quispe,
Katherine Mamani, Gleny Bernedo, Solange Aguilar, Danitza Condo, por haberme permitido
ingresar a sus vidas, haber compartido bellos momentos y por haberme apoyado de muchas
maneras en la realización de esta tésis.
A la empresa Agrícola pampa Baja SAC por confiar en mi persona y darme la oportunidad
de investigar y desarrollar mi tesis. A todos mis amigos de Agrícola Pampa Baja: Blgo.
Edward Pasache, Blgo. Carlos Minaya, Mary Nina, Ing. Jorge Cáceres, Ing. Deniken Llaiki,
Ing. Verónica Valdéz, Luz Ramos, Jesús Ramos, por enseñarme muchas cosas.
Finalmente quiero agradecer a todas las personas que me dieron su apoyo, ánimos y de alguna
forma contribuyeron en la realización de esta tesis.
iv
INDICE
vi
RESUMEN
vii
I. INTRODUCCIÓN
Sin embargo, uno de los principales factores limitantes en la producción del Granado la
constituye el “nemátodo del nudo radicular” Meloidogyne sp., el cual se presenta como un
serio problema en el manejo fitosanitario de este cultivo. Pues invaden las raíces, alterando
los tejidos vasculares, ocasionando hipertrofias, atrofiamientos, acortando y deformando las
raíces (Taylor y Sasser, 1983), de esta manera interrumpen el flujo normal de agua y
nutrientes del suelo (Canto, 1992), disminuyendo la eficiencia radicular, con el consiguiente
debilitamiento de la planta, reducción del crecimiento, desarrollo y la producción (Siddiqi,
2000; Abad, et al., 2003). Los efectos negativos de Meloidogyne se agravan por interacciones
con otros patógenos como bacterias, hongos y virus (Eisenback et al., 1981), causando
pérdidas mayores en la cantidad y calidad de los frutos en el momento de la cosecha.
Frente a esto, el principal método de control utilizado en nuestra región y en nuestro país, es
el control químico. Sin embargo, su uso inadecuado e indiscriminado favorece al desarrollo
de la resistencia del nemátodo. En tanto que los ingredientes activos de alta toxicidad y de
prolongado efecto residual (persistencia en el suelo y planta) generan contaminación de aguas
subterráneas y presentan efectos perjudiciales sobre la salud humana (Ferraz et al., 2010),
además de ocasionar desequilibrios en el ecosistema del suelo (Picho, 2006) alterando la
biodiversidad del suelo y la rizosfera, favoreciendo al empobrecimiento y originando
esterilidad de los suelos (Rado, 2010). Por lo cual, varios nematicidas químicos tradicionales
1
han sido prohibidos y otros ingredientes activos dentro del grupo de los carbamatos y
organofosforados también tienen proyecciones de salir del mercado agroexportador debido a
su residualidad y persistencia.
2
1.1. OBJETIVOS
3
II. MARCO TEÓRICO
El granado (Punica granatum L.) deriva del nombre Pomum (manzana) granatus (granulado)
(Melgarejo, 1992; Levin, 1994; Taipe, 2014), es originario de Irán (Persia) y sus alrededores
(Asia Menor, Transcáucasia, Irán y Turkmenistán) hasta el norte de los Himalayas en la India
(Levin, 1994; Mostacero et al., 2002; Taipe, 2014). Se cultivó en el antiguo Egipto y en
Grecia, Italia e Irak. Más tarde, se extendió a países asiáticos como Turkmenistán,
Afganistán, Irán, India, China, África del Norte y Europa mediterránea (Melgarejo y
Martínez, 1992).
4
La industria de la granada en Perú tiene sus inicios alrededor del año 2000, donde las
exportaciones apenas alcanzaban US$ 153.000 en valor, 122 TM en volumen (Agroforum,
2018), a partir de ahí se ha incrementado exponencialmente hasta alcanzar US$ 40,28
millones en el 2016, US$ 60,72 millones en valor y 29.080 TM en el 2017 (Agap, 2017) y
US$ 67.3 millones de dólares hasta noviembre del 2018, significando un incremento de 15%
respecto al mismo periodo del año anterior (ADEX, 2018; MINAGRI 2018), destacando en
el sector frutícola junto a otros frutales como el palto (US$ 580.6 millones), uva de mesa
(US$ 652.3 millones), arándanos (US$ 361.1 millones), cítricos (US$ 190.3 millones). Los
principales países de destino son Holanda, Rusia, Reino Unido, Canadá, Bélgica y Estados
Unidos (ADEX, 2018; MINAGRI, 2018), Países Bajos, (Uribe, 2016; Lama, 2017), y
abriéndose a futuro a nuevos mercados como países del Sudeste Asiático y del Medio
Oriente, como Singapur, Hong Kong, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita (Uribe,
2016) y Brasil (Minagri, 2018).
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2.1.4. Clasificación taxonómica del Granado
Divición: Magnoliophyta
Subdivición: Magnoliopsida
Orden: Myrtales
Familia: Lythraceae
Género: Punica
Especie: P. granatum
El género Punica presenta solo dos especies, Punica granatum L. y Punica protopunica Balf.
(Melgarejo y Martínez, 1992; Mostacero, 2002; Rana et al., 2010).
Este género pertenece al orden de los Myrtales y muy probablemente se originó a partir de
los Saxifragales (Watson y Dallwitz, 1992). Es probable que la familia Lythraceae sea una
forma inicial, la que originó las familias Sonneratiaceae y Punicaceae (APG II, 2003). Sin
embargo, el género Punica, descrito por primera vez en 1753 por Linneo, tenía ancestros
tropicales cercanos a Lythraceae y Sonneratiaceae (Linnaeus, 1753). Este género tiene
características distintivas que la sitúan en el orden Myrtales, sin embargo, la familia a la que
pertenece es discutible (Silva et al., 2013). Sobre la base de las características morfológicas
y moleculares, la posición taxonómica del género Punica ha variado en diferentes sistemas
de clasificación en el tiempo: Punicaceae o Lythraceae (Rana et al., 2010). A pesar de varios
estudios, todavía es discutible la situación taxonómica del género Punica, y hasta que dichos
estudios se hayan completado para resolver esta cuestión, la taxonomía aceptada actualmente
es de acuerdo a la de la APG-III, por lo que Punica se trata como un género incluido en la
familia Lythraceae (APG III, 2009; Silva et al., 2013).
6
2.1.5. Morfología del Granado
a. Raíz
El sistema radicular es superficial, muy ramificada, carece de raíz pivotante, las raíces son
nudosas y de corteza rojiza, alto contenido de alcaloides. Tiene un alto poder de absorción
en medios salinos (Melgarejo, 1992).
b. Tallo
Tiene tendencia basítona (emisión de varios tallos en la base), de tallo leñoso, redondo y
ramificado. Sus ramas son alternas, abiertas y a veces espinosas en el ápice. Tiene tendencia
a emitir chupones con gran vigor, de porte erecto y poco productivo (Melgarejo, 1992).
c. Ramas.
En el granado podemos encontrar ramas vegetativas, chupones y ramas mixtas. Las ramas
mixtas pueden dividirse en:
Ramas mixtas cortas. Tienen una longitud entre 0.5 a 10 cm, y en su extremo
llevan un botón floral: dan lugar a un racimo de flores.
Ramas mixtas largas. Pueden superar los 10 cm de longitud, contiene racimos
de flor y frecuentemente llevan ramas anticipadas.
Rosetas de Hojas. No suelen sobrepasar los 0.5 cm de longitud, se trata de una
rama con entrenudos muy cortos que habitualmente presentan tres pares de hojas.
Sobre estas formaciones cortas también se puede producir la floración
(Melgarejo, 1992).
d. Yemas.
Las yemas de invierno del granado son vegetativas o mixtas. Las vegetativas dan crecimiento
del tallo con hojas, sin flores; y las mixtas dan ramas con flores. Sobre estas ramas mixtas,
las flores pueden presentarse de acuerdo a la ubicación de las yemas, en flores de yemas
7
terminales, flores de yemas axilares y flores presentes de yemas en ramas anticipadas (tardías,
pequeñas y de peor calidad) (Melgarejo, 1992).
e. Hojas.
Presenta hojas simples, enteras, oblongas u obovadas, opuestas o fasciculadas (sub opuesta),
sin espículas, a menudo lleno de brotes laterales cortos, peciolo corto, glabra, glandular
(Mostacero, 2002; Silva et al., 2013). Hojas jóvenes de color rojizo, y cuando maduras verde
brillante. En una misma planta se encuentra alta heterogeneidad en la longitud de las hojas
(Melgarejo, 1992).
f. Flor.
Perianto con Cáliz gamosépalo, persistente, 5-8 sépalos gruesos, rojo, carnosos
triangulares u ovalolanceolados, valvares, alternos a los pétalos; Corola
dialipétala, regular rosácea, pétalos purpurinos 5-7 insertos en el borde del
hipanto, arrugados en perfloración, rojo anaranjado brillante.
Perigonio con Androceo con estambres muy numerosos en número próximo a
300, en muchos verticilios más o menos desde la mitad del hipanto; filamentos
libres filiformes, 1 cm aproximadamente de longitud, filamento rojizo, anteras de
color amarillo, biloculares, dorsifijas, de dehiscencia longitudinal y estambres
persistentes quedando insertos en el cáliz que corona el fruto. Ginesceo de ovario
ínfero, sincárpico, carpelos y lóculos por lo general 8-12 (a veces 3)
concrescentes en un solo verticilio, o en 2 o 3 superpuestos; placentación al
principio axilar, y luego parietal: óvulos numerosos, anátropos; estilo 1, pistilo
ligeramente curvado en su parte distal, estigma ligeramente bilobado (Watson y
8
Dallwitz, 1992; Melgarejo, 1993; Mostacero et al., 2002; Silva, 2013; Taipe,
2014).
El Granado tiene diferentes tipos de flor, para fines prácticos se diferencia dos tipos de flores
en el mismo árbol (Tabla 1).
9
de flores masculinas en granada puede ser significativo y más del 60% al 70% según la
variedad y la estación. (Wetzstein et al., 2011).
A B C G
D E F H
Figura 1. Caracterización morfológica de los tipos de flores en P. granatum. A. Ovario de flor
hermafrodita. B, C. Ovario de flor bisexual funcionalmente masculina D. Sección longitudinal de flor
hermafrodita, longistilia. E. Flor bisexual funcionalmente masculina, heterostilia media. F. Flor
bisexual funcionalmente masculina, brebistilia. G. Flores bisexuales funcionalmente masculinas H.
Flor terminal hermafrodita.
Fuente. Modificado de Wetzstein et al., 2011.
10
g. Fruto
Melgarejo et al., (1996) identifica y describe 13 etapas fenológicas del Granado, utilizando
la nomenclatura tradicional descrita por Fleckinger (1945) y otros autores para árboles
frutales, y los relaciona con la escala general BRCH (Tabla 2).
Yema en reposo invernal. Estado de reposo invernal del árbol, yema totalmente
parda, completamente cerrada, muy unida a la rama del árbol y puntiaguda en su
extremo distal (Figura 2).
Yema hinchada. Yema redonda, con progresivo aumento de tamaño, de coloración
más clara. Al final de este periodo las escamas se separan (Figura 2).
Punta roja. Apertura de yema presentando el brote joven, a modo de punta de lanza
con su extremo terminal rojo (Figura 2).
Salida de primeras hojas. Aparición de primeras hojas, con nervadura central de
color verde claro y el resto de la hoja de color rojo brillante
Separación de las hojas. Hojas jóvenes se separan unas de otras.
Crecimiento de hojas. Crecimiento en longitud y anchura de las hojas, pasando del
color rojo brillante al verde claro.
Alargamiento de entrenudos. Alargamiento de entrenudos por un rápido
crecimiento de los brotes.
11
A B C
D E F G
Figura 2. Etapa de Brotación en Granado. A. Yema dormida. B. Yema hinchada. C. Punta roja.
D. Punta verde. E. Desarrollo de brotes. F. Crecimiento de Hojas. G. Vista general de Brotación.
Fuente. Propia, Campo experimental Agricola Pampa Baja.
12
Caída de pétalos. Los pétalos se marchitan y se caen, habiéndose realizado la
fecundación. Posteriormente se produce un cambio de color del cáliz variando del
rojo al rojo-naranja. Los estambres se curvan por su extremo libre hacia el eje
longitudinal de la flor, virando el color de las anteras del amarillo al amarillo-
parduzco. Se seca la parte terminal de estilo (Figura 3).
Cuajado de fruto. Aumento de tamaño del ovario fecundado, produciéndose un
engrosamiento rápido de la base del cáliz. Los estambres se marchitan virando las
anteras al color pardo. La corteza del fruto cambia del color rojo naranja al marrón
verdoso, predominando la tonalidad marrón (Figura 3).
B C D
A E F
G H I
13
E
Fruto joven. Se produce un rápido crecimiento del fruto, virando su color marrón-
verdoso, predominando ahora la tonalidad verde (Figura 4).
Crecimiento de fruto. Aumento de tamaño de células ya formadas, creciendo hasta
su tamaño casi definitivo. Los sépalos forman una corona que aumenta de tamaño
con el crecimiento del fruto, y en su interior se encuentran los estambres secos.
Segunda movida de los brotes. Se produce un crecimiento rápido de los brotes en
todo el árbol.
Envero del fruto. Se produce una serie de transformaciones bioquímicas en el
interior del fruto. Entre las transformaciones internas más importantes está el cambio
de coloración de las semillas carnosas del blanco al rosado-rojo o rojo. Exteriormente
la corteza cambia del color verde al amarillo verdoso, tomando finalmente el color
amarillo marrón con algunas zonas más o menos extensas de color rojizo (Figura 4).
Fruto Maduro. Corteza del fruto totalmente rojo a rojo granate y cáliz toma
coloración marrón claro (Figura 4 y 5).
Caída de hojas. Las hojas se vuelven amarillentas y caen; y una vez terminado, se
inicia la latencia invernal (Tabla 3).
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A B C D E F
G H I J K L
M N O P
Figura 4. Tonalidades en el color de acuerdo al Crecimiento de fruto en Granado. A, B, C, D.
Fruto joven. E. Crecimiento de frutos. F, G. Inicio de envero. H, I, J, K, L. Envero de frutos. M, N,
O, P. Fruto maduro.
Fuente. Propia
A
B
C D E
15
Tabla 2. Estados fenológicos del cultivo de Granado
Código Código Duración Unidades de
Fleckinger BBCH en días calor (°C)
Estado-tipo
Yema hinchada B 01 11 12
Punta roja C 09 6 25
Hojas en crecimiento D3 10 12 44
Cáliz hinchado E2 55 11 88
Apertura de cáliz E3 59 3 24
Flor abierta F 61 6 59
Caída de pétalos G 67 2 27
Caída de hojas M 93 57 -
16
El ciclo productivo inicia en el mes de junio donde las yemas se encuentran en reposo
invernal, a partir del cual a los 20 días después de la aplicación de cianamida (DDC) se
observa el inicio del brotamiento con la aparición de yemas en punta roja para dar paso al
desarrollo de brotes abiertos (salida de primeras hojas, hojas en crecimiento y alargamiento
de entrenudos). A partir de los 60 DDC se da inicio a la emisión de botones florales (botón
floral, cáliz hinchado y apertura de cáliz), seguida de tres floraciones (Flor abierta y caída de
pétalos). A partir de los 80 DDC se pueden apreciar los primeros frutos cuajados. A partir de
los 95 a 100 DDC se da el inicio del crecimiento de los frutos de la primera floración, seguida
de la segunda y tercera floración, llegando a la madurez a partir de los 230 DDC, culminando
con la cosecha la cual tiene un periodo variable y de acuerdo a la madurez de frutos de las
siguientes floraciones (Figura 6).
17
80% 160
60% 120
Aplicación de cianamida
50% 100
40% 80
30% 60
20% 40
10% 20
0% 0
13-4-17
20-4-17
27-4-17
11-5-17
18-5-17
25-5-17
22-6-17
29-6-17
13-7-17
20-7-17
27-7-17
10-8-17
17-8-17
24-8-17
31-8-17
14-9-17
21-9-17
28-9-17
5-10-17
2-11-17
9-11-17
7-12-17
11-1-18
18-1-18
25-1-18
15-2-18
22-2-18
15-3-18
22-3-18
29-3-18
12-4-18
15-06-17
12-10-17
19-10-17
26-10-17
16-11-17
23-11-17
30-11-17
14-12-17
21-12-17
28-12-17
4-5-17
1-6-17
8-6-17
6-7-17
3-8-17
7-9-17
4-1-18
1-2-18
8-2-18
1-3-18
8-3-18
5-4-18
0 7 14 21 28 35 42 49 56 63 70 77 84 91 98 105112119126133140147154161168175182189196203210217224231238245252259266273280287
Abril Mayo Junio Julio Agosto Setiembre Octubre Noviembre Diciembre Enero Febrero Marzo Abril
Figura 6. Estados fenológicos del cultivo de P. granatum a través del tiempo. DDC. Días después de aplicación de cianamida. PR. Punta roja, B.
Brotación, EBF. Emisión de botones florales, F. Floración, C. Cuajado de frutos, CF1°F. Calibre de fruto de primera floración, CF2°F. Calibre de
fruto de segunda floración, CF3°F. Calibre de fruto de 3° floración, CO. Cosecha, DV. Desarrollo vegetativo, R. Receso.
Fuente. Elaboración Propia.
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2.1.7. Plagas y Enfermedades
Las principales plagas de una incidencia importante en el cultivo del Granado están dadas
por los ácaros como Aceria granati, (Agrawal, 2001). Oligonychus punicae, (Sánchez y
Vergara, 1999). Los insectos como, Siphonimus sp. (Uribe, 2016; Sánchez y Vergara, 1999).
Aphis sp. (Taipe, 2010; Ayquipa et al., 2012). El Barrenador de tallo, Neoclytus jekeli,
(Sánchez y Vergara, 1999). El Barrenador de Frutos, Cydia tonosticha Tortricidae. Trips
tabaci y Franliniella spp. (Sánchez y Vergara, 1999; Uribe, 2016). Dentro de los insectos
este cultivo es susceptible al ataque de las queresas como Icerya purchasi (Sánchez y
Vergara, 1999), Pseudococcus viburni, Planococcus citri. (Ayquipa et al., 2012). Coccus
hesperidium, Hemiberlesia lataniae y Sisetia coffe, (Sánchez y Vergara, 1999).
b. Enfermedades
Las principales enfermedades incluyen el corazón negro del granado, la que es causada por
Alternaria alternata (Taipe, 2010; Thomidis, 2014). Así mismo la pudrición gris del fruto,
ocasionada por Botrytis cinerea (Holland et al., 2009; Palou y Del Rio, 2009; Taipe, 2010).
De la misma manera Aspergillius niger y Penicillium (Palou et al., 2011). Además de la
presencia de la pudrición del cuello causada por Cylindrocladiella o Cilindrocladium (Taipe,
2010; Vilcahuaman, 2017).
c. Fisiopatias
19
2.2. EL NEMÁTODO DEL NÓDULO RADICULAR Meloidogyne
2.2.1. Generalidades
Meloidogyne sp., es un nematodo fitoparásito obligado y sedentario (Taylor et al., 1983; Hunt
y Handoo, 2009; Vera, 2014), y se encuentra entre los géneros de nematodos más dañinos
económicamente en cultivos a nivel mundial (Eisenback et al., 1981; Oka et al., 2000). Se
encuentra distribuido ampliamente por todo el mundo (cosmopolita) (Hunt y Handoo, 2009;
Perry et al., 2009), su extenso rango de hospedantes que comprende más de 3000 especies
vegetales (polífago) (Abad et al., 2003) y su interacción con otros fitopatógenos (Siddiqi,
2000) constituyen uno de los principales factores limitantes en la producción de campos de
cultivos en países tropicales y subtropicales (Vera, 2014).
Uno de los primeros relatos de nemátodos de nudo de raíz en plantas, fue realizado por
Berkeley (1855), al publicar su descubrimiento de agallas producidas por nematodos en las
raíces de pepinos, observó varios estadíos denominándolos vibrios. La aparición de agallas
en las raíces de las plantas fue también registrada con cierto detalle por Licopoli (1875). Del
mismo modo Jobert (1878), observó numerosas agallas en raíces de café del estado de Río
de Janeiro, Brasil, estas agallas contenían quistes de paredes hialinas y también tenían huevos
elípticos encerrados en membranas hialinas que contenían individuos vermiformes (Perry et
al., 2009; Taylor y Sasser, 1983). Ninguno de estos primeros estudiosos en realidad colocó
un nombre a los nematodos que encontraron en las agallas, siendo Cornu (1879), el cual al
observarlos lo llamaría Anguilulla marioni. Sin embargo, Muller (1884), fue el primero en
ilustrar el patrón perineal al cual por sus semejanzas con Heterodera erróneamente consideró
como Heterodera radiccicola. Diez años después de Jobert, Göldi (1887), investigando el
mismo problema en raíces de café, señaló al nematodo del nódulo de la raíz Meloidogyne
exigua como causa de la enfermedad y como la especie característica de un nuevo género.
Posteriormente Chitwood (1949) describió las cuatro especies más comunes y ampliamente
distribuidas: M. incognita; M. javanica; M. arenaria; M. hapla (Taylor y Sasser, 1983).
20
Desde entonces se ha dado muchos avances en el estudio de este género, hasta el 2013 se
tiene 98 especies válidas para este género (Perry et al., 2009; Jones et al., 2013).
Phylum: Nemata
a. Hembra
Las hembras adultas son de color blanco perlado con un cuerpo redondeado de forma
piriforme y un cuello prominente (Agrios, 2005). Tienen una longitud de 350 μm a 3 mm y
un ancho de 300 a 700 μm. Las estrías transversales o anulaciones de la cutícula solo son
visibles en la región de la cabeza y en la parte posterior, donde se puede observar un patrón
cuticular único y característico alrededor de la región perianal (vulva-ano), esta región es
terminal con los fasmidios justo por encima del ano. Algunas especies tienen líneas laterales
o punciones subcuticulares (Moens, 2013).
21
Por lo general, la cabeza no se desplaza o solo levanta con un marco cefálico distinto pero
delicado. El disco labial no está ligeramente levantado y fusionado con los labios medial y
lateral. Alrededor del estoma hay dos aberturas tipo anfibios en forma de hendidura con
pequeñas sensillas (órganos de los sentidos). El delicado estilete varía en longitud de 10 a 25
μm; en la mayoría de las especies. El orificio de la glándula faríngea dorsal (DGO) se
encuentra entre 2,5 y 9,0 µm detrás de los nódulos del estilete. El poro excretor S-E se ubica
generalmente entre los nódulos del estilete y el nivel metacorpial. El metacorpus en sí es
relativamente grande y está conectado posteriormente con las glándulas faríngeas. Estas
glándulas son muy variables en tamaño y forma y se superponen ventralmente al intestino.
Hay dos largas gónadas didelficas, cada gónada está compuesta por un ovario con una zona
germinal y de crecimiento, un oviducto, una gran espermateca esférica lobulada y un útero
muy largo. La mayoría de los huevos no embrionados se depositan en un saco de huevos
producido por seis glándulas rectales unicelulares grandes y se secretan a través del ano
(Figura 7) (Moens, 2013).
b. Macho
El metacorpus es mucho más pequeño en comparación con las hembras. El poro excretor está
ubicado entre el nivel metacorpial y la superposición ventral de las glándulas faríngeas. Los
núcleos de las glándulas faríngeas suelen reducirse a dos. Por lo general, un testículo largo
está presente; a veces, sin embargo, se pueden observar dos testículos reducidos en individuos
machos con inversión sexual. En la mayoría de las especies, el campo lateral tiene cuatro
22
incisuras y las bandas externas a menudo están aisladas. La cola es muy corta, redondeada y
sin bursa. Los pequeños fasmidios se colocan cerca de la cloaca. Las espículas son delgadas
y tienen una longitud de 20 a 40 μm, mientras que el gubernáculo tiene una longitud de
aproximadamente 10 μm (Moens, 2013).
El J2 infeccioso es vermiforme, anulado y tiene una longitud de 250 a 600 μm (Figura 8). La
estructura de la cabeza es como en los machos, pero mucho más pequeña y con un esqueleto
cefálico débilmente esclerotizado. El delicado estilete recto mide aproximadamente 9–16 μm
de largo y la posición de la glándula faríngea dorsal (DGO) varía de 2 a 12 μm detrás de los
nódulos del estilete.
La cola tiene una longitud de 15 a 100 μm y se estrecha hacia la punta de la cola y termina
en una parte de cola hialina (extremo de la cola). Los fasmidos son muy pequeños y están
ubicados aproximadamente a un tercio de la longitud de la cola debajo del nivel del ano. El
campo lateral tiene cuatro incisuras con las bandas externas generalmente aisladas. (Moens,
2013).
Las etapas juveniles J3 y J4 de la tercera etapa son sedentarias dentro de la raíz e hinchadas;
No tienen estilete y se desarrollan dentro de la cutícula J2. (Moens, 2013).
23
Poro del Sistema Estilete Estilete
Excretor Glándula faríngea dorsal (DGO)
Faringe Faringe
Músculos
Ducto del Sistema excretor Bulbo medio
Bulbo medio Intestinal caecum
Células faríngeas intestinales Anillo nervioso
Lóbulo de la glándula faríngea Poro del sistema excretor
Intestino Ducto del
Sistema excretor
Zona germinal
Glándula faríngea
Hipodermis
Músculos
Cutícula Hipodermis
Cutícula
Ovario
Intestino
Zona de Espermatidas
crecimiento
Ovocito
Zona germinal
Oviducto
Espermateca Testículo
Zona de
crecimiento
Espermatocito
Huevo
Vaso deferente
Útero
Espícula
Glándulas rectales Gubernaculum
Vagina
Ano
Patrón perineal Esperma
Vulva
Figura 7. Dibujo de un nematodo adulto del nudo de raíz. A. Hembra en forma de pera. B. Macho.
Fuente: Tomado de Eisenback y Hirschmann Triantaphyllou, (2009).
24
Estilete
Músculo del estilete
Glándula faríngea dorsal (DGO)
Faringe
Cutícula
Bulbo medio
Intestino
Hipodermis
Nervio
Ano
Cutícula
Hipodermis
CSO
Músculos
Parte hialina
Intestino
Figura 8. Dibujo del segundo estadio juvenil (J2) del nematodo del nódulo de la raíz.
Fuente. Tomado de Eisenback y Hirschmann Triantaphyllou, (2009).
25
2.2.5. Ciclo de Vida
El ciclo de vida de Meloidogyne, comprende una etapa de huevo, cuatro estadios larvales
mejor conocidos como juveniles (J1-J4) y el estadio adulto (Figura 11) (Jones et al., 2013),
durante el cual pasa por dos fases con comportamientos diferentes siendo estas fases:
a. Fase Preparasítica
26
El juvenil de segundo estado es móvil e infectivo (Eisenback et al. 2009; Hussey, 1985; Jones
et al., 2013), una vez emergido puede dejar o no dejar inmediatamente la masa de huevos,
después de dejar la masa de huevos la larva se mueve a través del suelo en busca de una raíz
de la que pueda alimentarse (Moens et al., 2009). La búsqueda de la raíz es al azar hasta que
se acerca a unos cuantos centímetros. Luego, son atraídos por los exudados radiculares,
acumulándose y penetrando la raíz por la zona de elongación debajo del punto de crecimiento
(Taylor y Sasser, 1983; Agrios, 2005), se considera que el dióxido de carbono como el factor
más importante para atraer a los juveniles del segundo estadio J2 (Dusenbery 1983; Robinson
1995). Su capacidad de sobrevivir se ve reforzada por varias adaptaciones fisiológicas y
bioquímicas, incluyendo la quiescencia y la diapausa, y las reservas de lípidos que prolongan
su viabilidad (Moens et al., 2009).
b. Fase parasítica
El juvenil infeccioso del segundo estado penetra la raíz justo detrás de la punta de la raíz,
sobre la caliptra a través de algún punto de la zona subapical donde la endodermis presenta
escaso desarrollo y no constituye una barrera física para el ingreso hacia el interior (Wyss et
al., 1992). El nematodo avanza hasta el tejido cortical y una vez allí la migración continúa
intercelularmente hasta llegar al cilindro vascular en diferenciación (Goto et al., 2010; Jones
et al., 2013). En la migración a nivel intercelular utiliza el estilete como herramienta de corte,
ejerciendo presión mecánica y la ruptura de plasmodesmos, separando la lámina media (Jones
y Payne 1978; Hussey y Williamson, 1998), además de enzimas degradantes de la pared
celular. (Davis et al., 2004). El nematodo dentro de las raíces secreta celulasa (enzima
degradadora de la pared celular) producida por la glándula faríngea, además de una familia
de pectato liasas, xilanasa y poligalacturonasa. Además, secretan expansinas durante la
migración, se cree que estas enzimas interrumpen las interacciones no covalentes (enlaces de
hidrógeno) entre las cadenas de celulosa y entre la celulosa y los glicanos de reticulación. La
acción de las expansinas mejora enormemente la accesibilidad de las otras cadenas de
polisacáridos a la actividad de las celulasas y pectato liasas. Por lo tanto, secretan un cóctel
de enzimas que degradan la pared celular de la planta y permiten la migración al lugar donde
se induce el sitio de alimentación (Davis et al., 2004).
27
Cada juvenil establece su sitio permanente de alimentación una vez que alcanza el cilindro
vascular (Hussey y Williamson, 1998). Cerca de la región de elongación celular, y con sus
cuerpos en la corteza (Taylor y Sasser, 1983), seleccionan de cinco a siete células
parenquimáticas para iniciar la formación de un sitio especializado de alimentación (SEA),
induciendo la desdiferenciación en células de alimentación multinucleada e hipertrofiadas,
formando sumideros (Figura 9) (Jones et al., 2013; Goverse y Smant, 2014).
Figura 9. Dibujo semidiagramático de una agalla de raíz de tomate, que contiene una sola hembra
de Meloidogyne (nem) con masa de huevos (es) fuera de la agalla. Se muestran tres células gigantes
(cg) con paredes gruesas. Las partes aumenadas (círculos) muestran detalles de las células gigantes
que incluyen núcleos grandes rodeados de envolturas nucleares (en) que contienen los cuerpos
positivos de Feulgen (fb). El citoplasma de la célula gigante es denso y contiene mitocondrias (m),
proplástidos (p), retículo endoplasmático (er) y aparato de Golgi (ga).
Fuente. Tomado de Bird, (1961).
28
se están formando las células gigantes y las agallas, aumenta el ancho de la larva, y hay una
dilatación considerable de la glándula esofágica. Las células del primordio genital se dividen
y este se agranda haciéndose notorias dos ramificaciones en la hembra o formando un cuerpo
alargado en el macho (Figura 10) (Perry et al., 2009).
Cerca de la parte posterior del cuerpo de la hembra, las seis glándulas rectales comienzan a
agrandarse. A medida que el segundo estadio larval continúa alimentándose, el cuerpo
adquiere forma de pera y las gónadas se alargan. Cuando se completan la segunda y tercera
muda en la hembra, el estilete y el bulbo esofágico medio desaparecen. Poco después de la
cuarta muda el estilete y el bulbo medio son regenerados, se forma el útero y la vagina y el
patrón perineal se hace visible, las dos gónadas femeninas se alargan y se doblan en el cuerpo
casi globular o ligeramente alargado. La hembra de la cuarta etapa continúa aumentando de
grosor y un poco más de longitud, sufriendo la última muda y desarrollándose como hembra
adulta, de forma piriforme (Figura 10, 11). Las hembras pueden producir huevos por dos a
tres meses y viven algún tiempo más después de que cesa la producción de huevos (Taylor y
Sasser, 1983). El ciclo concluye cuando la hembra adulta oviposita en una mtatriz gelatinosa
(Luck et al., 2005; Perry et al., 2009).
Justamente antes de la segunda muda, la gónada masculina se encuentra cerca del final
posterior del cuerpo y el recto es visible. Después de la segunda y tercera muda en el macho,
el estilete no es visible, el bulbo esofágico medio se ha degenerado y sólo la gónada se ha
alargado. Luego ocurre una rápida metamorfosis: el cuerpo alargado se desarrolla dentro de
la cutícula, completo con estilete, esófago con bulbo medio, espículas, y esperma en los
testículos. El macho de la cuarta etapa es vermiforme y sufre una última muda y emerge de
la raíz ya como adulto y se vuelve de vida libre en el suelo (Figura 10, 11). No hay evidencia
de alimentación por parte de machos adultos y pueden ser encontrados en especies
partenogenéticas cuando las condiciones son desfavorables para el desarrollo de la hembra,
por ejemplo, cuando las densidades son muy altas y hay una limitación del suministro de
alimentos. Los machos probablemente viven sólo semanas, migran fuera de la planta y no
juegan ningún papel en la reproducción (Taylor y Sasser, 1983; Moens et al., 2009; Perry et
al., 2009).
29
Figura 10. Desarrollo de una hembra (a) y macho (b) de Meloidogyne incognita del juvenil del
segundo estado (J2) a adulto. A, segundo estado juvenil infectivo. B, hinchado, sexualmente
indiferenciado J2. C, Early J2 diferenciando en una mujer / hombre. D, juvenil hembra / macho de
segunda etapa poco antes de la segunda muda. E, Cuarta etapa femenina / masculina juvenil. F, adulto
hembra / macho poco después de la cuarta muda. SEC.EX.P., poro secretorio-excretor; GEN.PR.,
Primordio genital; GON., Gónada; HYP., Hipodermis; INT., Intestino; MED.BLB., Bulbo medio;
2º MLT., Segunda muda; 3º MLT., Tercera muda; 4to. MLT., Cuarta muda; N., núcleo; PH.GL.,
Glándulas faríngeas; OVR., Ovario; PER.PATT., Patrón perineal; RECT.GL., Glándulas rectales;
RECT., Recto; SPIC., Espícula; TEST., Testículo; UT., Útero; VAG., Vagina; VAS. DEF.,
Conducto deferente; VLV., Válvula.
Fuente: Tomado de Eisenback et al., (2009).
30
J2 se alimenta de las células
J3 J4
gigantes y la raíz comienza a
producir nódulos
Nemátodo
3ra. adulto
2da.
J2 invade muda
muda 4ta.
las raíces y
causa muda
formación
El macho
de células
abandona
gigantes
la raíz
La hembra
deposita sus
huevos en el
ovisaco
J2 estado infectivo,
invade nuevas raíces
1ra. Los nódulos viejos
muda contienen muchas
hembras ovipositoras
J2 y constituyen una
móvil J2 fuente de nuevas
J1 Huevos infecciones
Figura 11. Ciclo biológico del nematodo del nódulo radicular Meloidogyne sp. Fuente. Tomado de Agrios, (2005).
31
2.2.6. Reproducción
a. Modos de reproducción
La mayoría de las especies estudiadas hasta la fecha, incluidas las especies de mayor
importancia agrícola (M. arenaria, M incognita, y M. javanica), se reproducen
exclusivamente por partenogénesis mitótica, que implica una única división mitótica sin
reducción en el número de cromosomas (Triantaphyllou, 1985). Sólo un pequeño número de
especies se reproduce por anfimixis. El modo de reproducción apomíctico se encuentra en
las especies más importantes en cuanto a su distribución geográfica e impacto agronómico.
32
Las poblaciones de una misma especie de Meloidogyne pueden ser diferentes en el modo de
reproducción (Chitwood y Perry, 2009). La mayoría de especies anfimícticas y automícticas
son diploides, con un número haploide de cromosomas (18). Mientras que la mayoría de
especies apomícticas son poliploides o aneuploides y por lo general muestran una amplia
variación en el número de cromosomas (2n = 30-55 cromosomas) (Moens et al., 2009).
33
inversión sexual (Karssen y Moens, 2006). Estos machos raramente inseminan hembras, e
incluso cuando lo hacen, una división mitótica en el ovocito inicia la embriogénesis sin fusión
con el núcleo de espermatozoide (Chitwood y Perry, 2009).
Una vez formado el primordio genital de hembras, este cambia para dar lugar a un nematodo
macho. Dependiendo de la etapa de desarrollo en la cual ocurre la inversión sexual, los
machos involucrados pueden tener 1 o 2 gónadas de tamaño variable. La inversión sexual en
un período inicial de desarrollo da lugar a machos con un testículo casi indistinguible. La
inversión sexual en una etapa media de desarrollo del segundo estado da lugar a la
degeneración del núcleo de una de las células que resulta en machos con un testículo atrofiado
y otro bien desarrollado. La inversión sexual en un periodo más avanzado resulta en machos
con dos testículos de tamaño aproximadamente igual. Para explicar estos patrones de
desarrollo, se supone que la diferenciación sexual es controlada por hormonas y que el
ambiente influye en el equilibrio hormonal, al afectar la expresión génica. (Karssen y Moens,
2006; Eisenback y Hunt, 2009).
Los síntomas en los órganos aéreos no son específicos, pueden ser similares a los que
producen otros nematodos, insectos, bacterias, hongos o factores del medio ambiente (Taylor
y Sasser, 1983; Dropkin, 1989). Las plantas infectadas muestran una reducción en el
crecimiento, desarrollo minúsculo y una mayor cantidad de hojas pequeñas, clorosis del
follaje, susceptibilidad al marchitamiento cuando el clima es cálido y menor producción
(Seinhorst, 1979; Eisenback et al., 1981).
Los síntomas más característicos de la enfermedad son los que aparecen sobre los órganos
subterráneos de las plantas. Las raíces infectadas se hinchan en la zona de invasión y
desarrollan los nódulos típicos, las cuales tiene un diámetro dos a tres veces mayor al de las
raíces sanas (Seinhorst, 1979; Taylor y Sasser, 1983; Dropkin, 1989). Se producen varias
infecciones sobre la misma raíz y los nódulos en proceso de desarrollo le dan a la raíz una
forma irregular, las raíces infectadas son más pequeñas y muestran varios grados de necrosis.
Con frecuencia se produce la pudrición de las raíces, particularmente a finales de la estación
(Agrios, 2005).
34
2.2.8. Efectos de la infección de Meloidogyne en plantas
a. Efectos Físicos
Formación de agallas
Los nódulos pueden presentarse simples o varios de ellos, para formar un conjunto masivo
de nódulos (Eisenback et al., 1981). El tamaño del nódulo esta generalmente relacionado al
número de nemátodos presentes en el tejido, pero también de la especie de planta parasitada
(Dropkin, 1980). Algunos nódulos en la raíz pueden ser muy pequeños y no se pueden
reconocer, por ejemplo: en gramíneas, rara vez se forman nódulos; en cebolla, los nódulos
son muy discretos, siendo notoria la producción de masas de huevos; en camote y pimiento,
los nódulos son también generalmente pequeños. La mayoría de las plantas con raíces
fibrosas o leñosas forman nódulos pequeños o indistintos, especialmente al comienzo de una
temporada de cultivo o cuando la densidad de población de nematodos es baja. Otras especies
tienen una tendencia a producir nódulos en el extremo de la raíz. El algodón y el maní, son
ejemplos de cultivos altamente sensibles en las que los nódulos en la raíz pueden ser difíciles
de detectar en forma temprana, en la temporada de crecimiento; pero un gran número de
nódulos pueden ser evidentes en la madurez del cultivo. Las plantas con raíces carnosas,
especialmente las cucurbitáceas y tomate, desarrollan nódulos fácilmente detectables, a pesar
de la baja incidencia de infección (Luc et al., 1990; Moens, 2009). Es posible observar
agallamientos con mucha facilidad en Paprika, alcachofa, granado, vid.
Las raíces altamente infectadas son mucho más cortas que las raíces sanas, tienen menos
raíces laterales y menos pelos radiculares. El sistema radicular no utiliza el agua y elementos
nutritivos de un volumen de suelo tan grande como el sistema radicular no infectado. Los
elementos vasculares en los nódulos se rompen y se deforman interrumpiendo
mecánicamente el flujo normal de agua y nutrientes (Canto, 1992; Taylor y Sasser, 1983).
35
Algunas especies estimulan también a la producción de raíces laterales que emergen de la
agalla, lo que da por resultado un sistema radical compacto, anormalmente abundante y
entrelazado (Eisenback et al., 1981).
El daño que ocasionan a las plantas se debe principalmente a la alteración de los tejidos
vasculares de la raíz, que reduce sustancialmente la absorción de agua y nutrientes aun
cuando estos abunden en el suelo, con el consiguiente debilitamiento de la planta y la
disminución del crecimiento (Siddiqi, 2000; Abad, et al., 2003).
b. Efectos Fisiológicos
Los nematodos reducen el crecimiento de las plantas debido a que destruyen la estructura de
las células y consumen su contenido, interfiriendo en los procesos fisiológicos normales y
modificando la expresión genética en la planta hospedante (Nico, 2002).
Dropkin (1972), revisó la literatura sobre los efectos de la infección por nematodos en la
fisiología del hospedero. Observó que las agallas maduras comparadas con tejidos sin agallas
36
de la misma planta tienen aproximadamente la tercera parte de carbohidratos, pectinas,
celulosas y ligninas, pero tienen mayor cantidad de hemicelulosas, ácidos orgánicos, amino-
ácidos libres, proteínas, nucleótidos, ácidos nucleicos, lípidos y minerales. Las diferencias
fueron muy notorias en proteínas, aminoácidos libres, RNA y DNA. Algunos tipos de
azúcares estaban presentes en las agallas, pero no en tejidos sanos; las proporciones de
amino-ácidos libres cambiaron; el metabolismo intermediario era más acelerado en las
agallas, especialmente en los sistemas de síntesis de proteínas y ácidos nucleicos. Varios
informes demuestran que el nitrógeno, fosforo y potasio se acumulan en las raíces de plantas
infectadas, pero no en sus hojas. Brueske y Bergeson (1972), descubrieron una reducción en
el transporte de giberelina y citoquinina desde las raíces de las plantas infectadas con
Meloidogyne. También descubrieron una diferencia cualitativa en los tipos de ácidos
giberélicos transportados desde las raíces.
En general parece que las raíces con agallas cambian su metabolismo en el sentido de mayor
producción de proteínas y menor transporte de sustancias al resto de la planta. Esto en parte
puede explicar el reducido crecimiento superficial de la raíz, lo cual termina en una marcada
reducción del crecimiento foliar (Taylor y Sasser, 1983).
c. Predisposición
Los efectos negativos de Meloidogyne se agravan por interacciones con otros patógenos,
preparando a las plantas para la infección (Eisenback et al., 1981). En los campos, la
infección de las plantas por solo Meloidogyne es improbable; siempre están presentes
bacterias, hongos y virus y a veces interactúan con los nematodos (Fusarium, Alternaria,
Phytophthora, Verticillium, Rhizoctonia, Helminthosporium, Pythium, Botrytis, Aspergillius,
Penicillium). Las plantas están constantemente expuestas a infecciones causadas por una gran
variedad de organismos, y las infecciones múltiples de los sistemas radiculares tienden a ser
algo común más que excepcional. Muy a menudo los nematodos son un componente de las
infecciones dobles o múltiples con considerable evidencia de que son agentes predisponentes
(Powell, 1971).
37
d. Respuestas de defensa de la planta
La infección por nematodos produce heridas en los tejidos de las plantas, particularmente
durante la fase de migración, pero también durante la expansión del sitio de alimentación.
Los nematodos de los nudos de la raíz evitan la obtención de fuertes respuestas de las plantas
migrando entre las células de la raíz. Los nematodos del nódulo de la raíz secretan a través
de su cutícula, enzimas antioxidantes que son producidas en la hipodermis y protegen al
nematodo de la respuesta oxidativa del hospedante frente a la infección. Así también, las
proteínas producidas y secretadas por las células de las glándulas esofágicas dentro de la
planta hospedante por medio del estilete, son señales moleculares que desencadenan la
activación de rutas de señalización, que conducen a la supresión de la defensa del hospedante
(Abad et al., 2009)
Las plantas generalmente son capaces de reconocer y reaccionar a los parásitos activando
varias respuestas de defensa (Williamson y Hussey, 1996), estas respuestas incluyen la
producción de radicales libres y compuestos de señalización sistémica, así como la activación
de genes de defensa que conducen a la producción de barreras estructurales u otras toxinas
diseñadas para dañar patógenos intrusos. Cuando la respuesta de la planta es demasiado débil
o demasiado tarde, se producirá una infección exitosa (interacción compatible). Una
respuesta de defensa rápida y fuerte (por ejemplo, debido a la presencia de un gen de
resistencia, dará como resultado una reacción resistente (incompatible). Una interacción
incompatible se caracteriza a menudo por una reacción hipersensible que conduce a la muerte
celular y la necrosis, lo que impide la inducción de las células de alimentación o un mayor
desarrollo del nematodo. Además de estas respuestas locales en el sitio de la infección, las
respuestas de defensa también se inducen sistémicamente en tejidos de plantas remotas
después del ataque de patógenos. Como resultado de esta resistencia sistémicamente
adquirida (SAR), la planta está mejor preparada para el ataque de nematodos en otras raíces.
Además, las infecciones por un patógeno incompatible pueden ayudar a la planta a soportar
una infección posterior por un patógeno compatible.
Los cambios en la expresión de genes correlacionados con las heridas o las respuestas de
defensa se han estudiado en varias interacciones planta-nematodo. Apenas 12 h después de
la inoculación de las raíces de tomate con nematodos de los nudos de la raíz, los genes
38
generales de defensa de las plantas están regulados al alza. La mayoría de estos genes se
inducen tanto en la interacción compatible como en la incompatible, aunque con diferencias
en los niveles y el tiempo. Los genes que codifican las proteínas de defensa directa que se
activan incluyen peroxidasa, quitinasa, lipoxigenasa, extensina e inhibidores de la proteinasa.
Los genes que codifican enzimas en vías que dan como resultado la síntesis de otros
compuestos de defensa también se activan durante las respuestas de defensa de la planta. Por
ejemplo, los genes que codifican enzimas que conducen a la síntesis de fitoalexinas (como la
glicolina en la soja) o la deposición de barreras físicas como la calosa y la lignina se inducen
en las fases iniciales del proceso de infección por nematodos (Williamson y Hussey, 1996).
e. Células Gigantes
Como parásito obligado, Meloidogyne solo puede alimentarse de células vivas, estableciendo
y manteniendo una relación íntima con sus plantas huésped (Taylor y Sasser, 1983; Wiggers
et al., 1990). Las células gigantes son esencialmente células de alimentación, transportadoras
de alimentos hacia el nematodo, especializadas, hipertrofiadas y multinucleadas (Hussey
1985).
Dentro del cilindro vascular de la raíz, el tejido de la planta hospedante soporta grandes
cambios morfológicos y fisiológicos (Hussey 1985), las secreciones de las glándulas
faríngeas del nematodo tienen un papel fundamental en la inducción a la rediferenciación a
células gigantes (Jones 1978; Vanholme et al., 2004). Cuando un nematodo selecciona una
célula radicular competente, esta célula responde ampliando gradualmente su plasmodesmo
que lo vinculan a las células vecinas. Los protoplastos de la célula sincitial inicial y sus
vecinos se fusionan a través de estas aberturas de pared en desarrollo. En etapas posteriores,
las aberturas de la pared celular se forman de nuevo y el sincitio continúa expandiéndose al
incorporar cientos de células adyacentes. El primer signo de la inducción de células gigantes
por un nematodo de nudo de raíz es la formación de varias células binucleadas (Jones y
Payne, 1978). Las divisiones nucleares adicionales (mitosis) desacopladas de la división
celular dan como resultado la formación de varias células multinucleadas grandes. En el sitio
de formación de pared celular en células gigantes en desarrollo, las vesículas se acumulan,
pero la formación de la pared celular está ausente, lo que impide la división celular (Rohde
y McClure, 1975; Jones y Payne, 1978). Estas mitosis dan como resultado células poliploides
39
con hasta 100 núcleos (Wiggers et al., 1990). Las células gigantes pueden alcanzar un
tamaño final aproximadamente 400 veces mayor que las células vasculares de la raíz
individual (Jones, 1978). El resultado son células agrandadas (Hipertrofia), con una intensa
multiplicación (hiperplasia) alrededor de la cabeza de la larva (Hussey y Mims, 1991).
Además, las células que rodean las células gigantes se dividen y se hinchan para formar el
nódulo de la raíz (Gheysen y Fenoll, 2002).
Para mejorar la captación de solutos del sistema vascular, los crecimientos de la pared celular
se desarrollan en contacto con el xilema. Las secciones transversales de una raíz muestran la
cabeza de un nematodo rodeada de 5 o 6 células gigantes. Las células adyacentes a las células
gigantes se dividen y forman un círculo distintivo de células pequeñas. Las células gigantes
son siempre alargadas y están situadas más o menos en forma paralela al eje de la raíz (Taylor
y Sasser, 1983). El nematodo J2 conserva la capacidad de mover su cabeza e insertar su
estilete en diferentes iniciales de células gigantes durante las etapas tempranas y posteriores
de la interacción (Jones, 1978), absorbiendo los nutrientes del citoplasma directamente o a
través de tubos de alimentación sintetizados con tal propósito (Hussey y Mims, 1991).
Las células gigantes contienen más de un centenar de núcleos poliploides (Wiggers et al.,
1990), estos son de gran tamaño, altamente lobulados, con nucléolos prominentes (Jones y
Payne, 1978; Taylor y Sasser, 1983; Hussey y Mims, 1991). Debido a las irregularidades en
el aparato mitótico el número de conjuntos de cromosomas por núcleo es altamente variable
aun en la misma célula gigante. 4n, 8n, 16n, 32n y 64n., (Huang y Maggenti, 1969). Algunos
estudios en las células gigantes han revelado que el ARNm de algunos genes puede estar
presente en niveles muchas veces mayor que en células de una raíz no infectada (Ramsey et.
al, 2004).
40
Citoplasma de las Células Gigantes
La temperatura del suelo es el factor más importante en la vida de los nematodos el cual
afecta la supervivencia, distribución, embriogénesis, emergencia, movilidad, penetración a
raíces de plantas, desarrollo y reproducción. Está determinada por el clima el cual depende
de la latitud y altitud, localización geográfica y variación estacional (Taylor y Sasser, 1983).
Dentro del género Meloidogyne hay dos grupos, los termófilos y los criófilos, siendo
divididos según su capacidad de sobrevivir las transiciones de fase de lípidos que se producen
a 10 °C. Meloidogyne chitwoodi, M. hapla y Meloidogyne naasi son criófilos y pueden
sobrevivir en el suelo a temperaturas de hasta por debajo de 10 °C, mientras que M. javanica,
M. arenaria y probablemente Meloidogyne exigua son termófilos y no sobreviven en el suelo
41
a temperaturas inferiores a 10 °C (Evans y Perry, 2009). Para huevos y larvas de
Meloidogyne, dos intervalos de temperatura son importantes porque ellos determinan el
tiempo que sobreviven los huevos y larvas en suelo frio (alrededor de 0°C y 5°C) y la
infectividad en el suelo (cerca de 35°C a 40°C).
Cuando las condiciones son óptimas, el ciclo de vida desde huevo hasta adulto es de 3 a 4
semanas (Agrios, 2005). A una temperatura de 29º C las primeras hembras adultas de M.
incognita, aparecen a los 13 – 15 días después de la penetración en las raíces, las hembras
empiezan a ovipositar a los 19 – 21 días, después de la penetración, el promedio de vida de
una hembra es de 2 – 3 meses (Taylor y Sasser, 1983).
Las especies de Meloidogyne dependen del agua en el suelo para continuar su vida y todas
sus actividades. Las larvas y los huevos mueren en el suelo seco; pero pueden sobrevivir si
hay suficiente humedad (Peacock, 1957). Las especies de Meloidogyne son activos en suelos
con niveles de humedad de 40 a 60% de capacidad de campo (Karssen y Moens, 2006). Los
juveniles del segundo estadío emergen rápidamente y se mueven con libertad a través de los
poros del suelo (espacio entre las partículas del suelo) cuando hay suficiente agua para formar
películas delgadas de agua sobre las partículas del suelo (Curtis et al., 2009; Wallace, 1964).
Con bajo contenido de agua se inhibe la emergencia, porque algo de agua es extraída de los
huevos, y el movimiento de la larva es más difícil. En suelos muy húmedos, la emergencia
puede inhibirse y el movimiento larval disminuir por falta de oxígeno (Taylor y Sasser.,
1983).
Una sequía excesiva puede frenar o incluso matar al nematodo, lo mismo ocurre con el
encharcamiento prolongado, que por falta de oxígeno en el suelo, el nematodo es también
42
afectado. En ambientes secos, la matriz gelatinosa del saco de huevos tiende a mantener un
alto nivel de humedad y provee de una barrera a la pérdida de agua de los huevos. Las masas
se encogen y ejercen una presión dentro de los huevos y la eclosión es progresivamente
detenida, conservando a la población de J2 sin eclosionar cuando las condiciones no son
favorables (Wallace,1968).
La textura del suelo es otro factor de importancia en la distribución y la severidad del ataque
del nematodo. Las larvas del nemátodo tienen que moverse a través de poros del suelo. El
tamaño de estos espacios porosos depende del tamaño de las partículas del suelo. El
movimiento es imposible si los espacios porosos son tan pequeños que les impidan a los
nemátodos deslizarse a través de ellos y la movilidad es aparentemente máxima cuando la
proporción entre el diámetro de la partícula sobre la longitud del nemátodo es alrededor de
1:3 (Wallace, 1964).
Muchos nematólogos han informado que el nemátodo del nódulo de la raíz es más severo en
suelo arenosos que en suelos arcillosos (Taylor y Sasser, 1983), ya que, en suelos pesados la
eclosión disminuye y el desplazamiento del nematodo se hace más lento.
El pH del suelo en un intervalo de 4.8 a 8 tiene poco efecto directo en las actividades de
Meloidogyne. Si el pH está en un intervalo favorable para el desarrollo de la planta, los
nemátodos estarán más activos (Wallace, 1971).
43
f. Exudados radiculares de plantas hospederas
g. Disponibilidad de oxígeno
Se han hecho trabajos en plantas con concentraciones variadas de oxígeno en las cuales se
observó que las poblaciones de los juveniles y en general el desarrollo del nemátodo se ven
afectados al disminuir la aireación del suelo, es decir a bajas concentraciones de oxígeno se
inhibe la actividad de Meloidogyne, el cual se desarrolla normalmente a una concentración
de oxígeno del 21% (Wong y Mai, 1973).
44
2.3. MEDIDAS PARA EL CONTROL DEL NEMÁTODO DEL NUDO
RADICULAR Meloidogyne
Las rotaciones con cultivos que liberan compuestos alelopáticos al suelo como Brassica,
Crotalaria, (Ploeg, 2002; Monfort et al., 2007), Tagetes (Evenhuis et al., 2004) resultan más
45
efectivas. Estas plantas reducen las densidades poblacionales (Reynolds et al., 2000; Seigies
y Pritts, 2006), obteniendo mejores rendimientos (Huang, 1984).
El paso de los rayos solares por el plástico aumenta la temperatura del suelo a niveles letales
para muchos microrganismos, en un perfil de suelo hasta los 20 cm de profundidad (Katan,
1981), cuanto mayor es la profundidad menores temperaturas son alcanzadas limitando la
eficiencia y control (Bello et al., 2000; Ferraz et al., 2010). La temperatura letal para el
control de fitonematodos gira en torno a los 45°C. La solarización por un periodo de 4 a 6
semanas eleva la temperatura del suelo en 35-50°C, dependiendo del tipo de suelo, duración
del tratamiento, radiación solar, entre otros (Ghini, 2001).
46
2.3.5. Adición de materias orgánicas, Enmiendas orgánicas
Según Oka (2010), las poblaciones de fitonematodos pueden ser afectadas por la acción de
los siguientes mecanismos:
47
La presencia de fuentes de energía disponibles y solubles en la materia orgánica favorece el
aumento de nematodos predadores, bacterias y también hongos (Riegel y Noel, 2000), se ha
visto que el nitrógeno amoniacal es la principal fuente de nitrógeno usada por los hongos del
suelo (Rodríguez-Kábana et al., 1991).
Es el cultivo de una especie susceptible al nematodo, permitiendo que los juveniles penetren
e inicien su desarrollo, las plantas deben ser destruidas antes de que los nematodos alcancen
su estadio reproductivo. Este método presenta riesgos, Si las plantas no son eliminadas antes
de la reproducción del patógeno, puede haber un aumento de la población del nematodo.
(Ferraz et al., 2010). Diversas especies de ciclo corto pueden ser utilizadas como plantas
trampa.
El termino de planta trampa también puede ser empleado para designar a plantas que
permiten la invasión de los juveniles, sin embargo, no permiten su desarrollo, no ocurriendo
la formación de adultos, en este caso no es necesario su destrucción, pudiendo ser usado
como abono verde (Ferraz et al., 2010). Dentro de estas especies que presentan esta
característica están los géneros Tagetes y Crotalaria (Evenhuis et al., 2004; Pudasaini et al.,
2006).
La Acción de Tagetes sobre Meloidogyne parece ocurrir en forma de cultivo trampa “callejón
sin salida” al detener el desarrollo de juveniles de Meloidogyne spp. (Daulton y Curtis, 1963;
Rangaswamy et al., 1993). En variedades de Tagetes resistentes a los nematodos del nudo de
la raíz, se observó poco o ningún desarrollo más allá del segundo estadio juvenil, se formaron
pocas agallas o células gigantes (Suatmadji, 1969). Belcher y Hussey (1977) observaron la
48
presencia de áreas necróticas, provenientes de reacciones de hipersensibilidad en T. patula
asociada con los juveniles del segundo estadio de M. incognita. También se dan otros
mecanismos de resistencia. Por ejemplo, Siddiqui y Alam (1988) propusieron que los
exudados de la raíz de T. minuta inhibían la eclosión de los huevos del nematodo.
Las plantas son una importante fuente de pesticidas de origen natural. Muchos componentes
con actividad nematicida han sido encontrados en plantas, incluyendo alcaloides, diterpenos,
ácidos grasos, glucosinatos, isotiocianatos, fenoles, poliacetilenos, sesquiterpenos y
derivados de tienilos (Gommers, 1981, Chitwood, 2002). Son biodegradables,
multifuncionales, no persistentes en el medio ambiente y de bajo precio en su producción
(Bharadwaj y Sharma, 2007).
El rango de plantas con actividad nematicida, cuyos extractos o aceites esenciales han sido
documentados e incluyen:
Tagetes erecta (Natarajan et al., 2006; Mervat et al., 2011; Bello et al., 2014; Soto, 2016),
Tagetes minuta (Murga et al., 2012; Suarez et al., 2017), Tagetes zypaquirensis (Álvares et
al., 2016). Tagetes sp. (Parada y Guzman, 1997; Hooks et al., 2010), Crotalaria (Bello et al.,
2014), Brasica (Insunza et al., 2001). Origanum vulgare (Oka et al., 2000; Mervat et al.,
2011), Pelargonium graveolens (Leela et al., 1992), Ocimum (Chitwood, 2002), Ruta
graveolens (Mancilla, 2017), Chenopodium (Díaz, 2015), Mentha rotundifolia, (Oka et al.,
2000), Calotropis procera (Reina et al., 2002). Glycine max (Suarez et al., 2017), Quillaja
saponaria (Sánchez, 2006), Yucca schidigera (Sáinz, 1999), Quassia amara, Brugmansia
suaveolens (Salazar y Guzmán, 2014), Plantago major (Insunza et al., 2001), Carica papaya,
Allium satium, (Parada y Guzman, 1997), Allium cepa, Brachiaria decumbens (Mancilla,
2017), Capsicum chinensis (Soto, 2016), Cinnamomum veru (Ayvar et al., 2017).
a. Tagetes
El género Tagetes, Asteraceae, es uno de los géneros de plantas más ampliamente estudiados
debido a su potencial alelopático para el control de fitonemátodos (Tyler 1938; Steiner,
1941), su acción como cultivo trampa y la creación de un entorno favorable para organismos
49
antagónicos (Wang et al., 2001). Su rango de acción abarca nematodos endoparasitos, semi-
endoparasitos y ectoparasitos (Siddiqui y Alam, 1987a), especialmente contra Pratylenchus
y Meloidogyne (Suatmadji, 1969).
Sin embargo, innumerables estudios se han realizado y documentado. Walla y Gupta (1997)
encontraron que los extractos de raíz de caléndula eran más efectivos que los extractos de
partes aéreas para inhibir la eclosión de huevos de M. javanica. Cannayane y Rajendran
(2002) encontraron que los extractos de raíz de T. erecta eran altamente nematicidas para M.
incognita en condiciones in vitro. Siddiqui y Alam (1987b) encontraron que todas las partes
50
aéreas (flor, hoja, tallo) de T. lucida, T. minuta y T. tenuifolia cuando se incorporaron al suelo
redujeron las agallas causadas por M. incognita, reduciendo densidades de población del
nematodo de nudo. En un estudio posterior, los mismos autores (Siddiqui y Alam, 1988)
compararon la actividad nematicida de diferentes partes (hoja, flor, semilla y raíz) de T.
lucida en nematodo reniforme, lanza (Hoplolaimus indicus) y espiral (Helicotylenchus
indicus) nematodos, e informaron que, aunque todas las partes de T. lucida eran perjudiciales
para los nematodos analizados, los extractos de flores tenían la actividad nematicida más
fuerte, seguidos de los extractos de semillas, hojas y raíces. De manera similar, la eclosión
de huevos de M. incognita fue inhibida más fuertemente por extractos de de flores. Hassan
et al. (2003) también encontraron que los extractos de hojas de T. patula eran tóxicos para
juveniles de M. javanica en una prueba de placa de Petri.
Las condiciones ambientales, como la temperatura del suelo, también pueden llevar a
resultados variables (Ploeg y Maris, 1999b).
51
naturalmente a través del equilibrio biológico natural de la microbiota del suelo, o de forma
inducida, por medio de introducciones artificiales (Jatala, 1986; Stirling, 1991).
a. Bacterias
Bacteria de las Rizosfera (Rizobacterias)
Las bacterias de la rizosfera forman un conjunto complejo de especies con muchas funciones
diferentes dentro del entorno suelo-planta (Sikora, 1992). Pueden promover el crecimiento
de plantas y/o protegerlas contra fitopatógenos (Kloepper, 1981). Varios géneros de
rizobacterias muestran potencial antagonista frente a nemátodos mediante diversos
mecanismos (Siddiqui y Mahmood, 2001). Mecanismos como antagonismo directo a través
de la producción de antibióticos, toxinas, enzimas u otros metabolitos secundarios, pueden
afectar el desarrollo de huevos, formación de juveniles, presentar características
nemostáticas, y repeler la penetración de nematodos (Ferraz et al., 2010). Interferencia con
el reconocimiento quimiotrópico planta-nematodo; competencia por los nutrientes;
promoción del crecimiento vegetal, resistencia sistémica inducida y competición por el nicho
ecológico (Tian et al., 2007; Siddiqui, 2006).
52
demostrado que produce varios metabolitos volátiles con efecto nematicida frente a
Meloidogyne incognita (Huang et al., 2010). Bacillus subtilis tuvo efecto en la reducción de
60 a 65 % de infección de M. arenaria y M. incognita (Sikora, 1988). B. sphaericus indujo
resistencia sistémica hacia especies de Meloidogyne (Siddiqui y Shaukat, 2004; Sikora et al.,
2007).
Pasteuria penetrans
Las especies del género Pausteria son bacterias Gram-positivas, hiperparásitos de nemátodos
parásitos de plantas, formadoras de endosporas altamente resistentes (Sayre, 1993).
Pausteria penetrans se presenta como endoparásito obligado de Meloidogyne spp. (Sayre y
Starr, 1985). Sus características como sobrevivencia por largos periodos en el suelo,
resistencia al calor y la desecación, elevado potencial reproductivo, inocuidad al hombre,
compatibilidad con fertilizantes, y organismos de biocontrol, almacenamiento de endosporas
por más de 11 años y no presencia de ningún enemigo natural, la presentan con gran potencial
de control biológico (Stirling, 1988). Sin embargo, su carácter de parásito obligado puede
limitar su aplicabilidad, e imposibilidad de cultivarla in vitro fuera de un nemátodo
hospedador, constituye una restricción para su producción a escala comercial (Flor, 2013;
Perry et al., 2009).
53
la cutícula de los juveniles infecciosos (J2), el nematodo penetra en la planta hospedera
desarrollándose hasta madurez, mientras tanto la bacteria penetra e ingresar al huésped,
multiplicándose e impidiendo la producción de huevos por las hembras. Así cuando cada
hembra muere, cerca de 2 millones de endosporas de P. penetrans son liberadas al suelo. En
la segunda fase el número de endosporas en el suelo es alto, y en consecuencia muchas
endosporas se adhieren al J2, afectando la movilidad, finalmente estos nematodos no
consiguen infectar a la planta hospedera (Stirling, 1984; Chen et al., 1996). Cuando esto
ocurre, se considera que el suelo es supresor y la población del nematodo tiende a caer
drásticamente (Freitas y Carneiro, 2000).
b. Hongos.
Hongos endoparásitos
Estos hongos producen endosporas móviles (zoosporas) que se adhieren a la cutícula del
nematodo hospedero. Estas esporas germinan y emiten hifas que atraviesan la cutícula del
nematodo, usan su contenido psudocelomático para su nutrición, luego sus conidios son
producidos y liberados al medio externo para adherirse nuevamente a otros nematodos. La
mayoría de estos hongos dependen del parasitismo y presentan una fase saprofítica limitada.
Hirsutella rhossiliensis, Catenaria auxiliaris, Nemathophthora gynophila, Drechmeria
coniospora, Nematoctonus spp. Acrostalagmus spp. Harposporium spp., Myzocytium spp. y
Haptoglossa spp. son ejemplos de estos hongos (Stirling, 1991; Siddiqui y Mahmood, 1996;
Ferraz et al., 2010).
Hongos Predadores
Los hongos predadores son comunes y abundantes en suelos naturales y en todo tipo de
material orgánico (Barron, 1977), estos hongos permanecen en el suelo y presentan poca
especificidad por el nematodo. Los principales géneros considerados son Monacrosporium y
Arthobotrys (Ferraz et al., 2010).
54
Hongos parásitos de huevos y hembras
P. lilacinus es un hongo saprófito, filamentoso y habitante común del suelo, que ha mostrado
prometedores resultados como agente efectivo de biocontrol (Siddiqui y Mahmood, 1996),
ya que es un parásito facultativo de huevos de nemátodos fitoparasitos como Meloidogyne
(Jatala et al., 1979, 1981). La colonización de huevos después del crecimiento miceliar en la
masa de huevos parece ocurrir por simple penetración a través de la cutícula de los huevos
por hifas individueles en razón de la actividad enzimática y presión mecánica. En ocasiones
es capaz de infectar estados móviles o sedentarios de los nemátodos agalladores de la raíz
(Cannayane y Sivakumar, 2001). Se cultivan fácilmente in vitro, es un buen competidor de
la rizosfera. Presenta como principales limitaciones para su uso en control biológico que
requiere altas temperaturas del suelo y aplicación de un alto número de propágulos (10 a la
6, por gramo de suelo) para un control de nemátodos fitoparásitos (Mendoza et al., 2007).
Metabolitos tóxicos producidos por hongos pueden ejercer efecto sobre la eclosión,
movilidad y capacidad de penetración del nematodo en el hospedero, o también alterar la
fisiología de la planta, tornando menos atractiva a los nemátodos (Khan et al., 1984). Estos
hongos con efectos nematóxicos conforman géneros como Pochonia, Aspergillius,
55
Pleurotus, Penicillium, Paecylomyces, Trichoderma, Myrothecium y Fusarium (Costa et al.,
2001).
Las especies del género Trichoderma son hongos micófagos, facultativos, antagonistas, no
patógenos de plantas, de amplia distribución. Se utiliza para el control de un amplio número
de patógenos del suelo dada su versatilidad, adaptabilidad, y fácil manipulación (Dababat y
Sikora, 2007). Los principales mecanismos de acción sugeridos para desplazar al
fitópatógeno son parasitismo, hidrólisis enzimática, antibiosis y competencia rizosférica por
espacio y nutrientes (Harman et al., 2004). Produce sustancias capaces de inhibir la eclosión
y movilidad de juveniles de M. incognita (Meyer et al., 2000). T. harzianum exhibe la
capacidad de envolver al nemátodo en micelio y producir metabolitos que actúan como
nematicidas (Sharon et al., 2001; Harman et al., 2004), aunque no puede crecer en matrices
gelatinosas, puede colonizar huevos aislados y J2 de Meloidogyne (Sharon et al., 2001).
Estos son compuestos químicos que se inyectan al suelo, donde se volatiliza produciendo de
efecto letal, difundiéndose a través del suelo (Taylor et al., 1983; Zumarán y Delgado, 2018).
Los fumigantes químicos de amplio espectro, como el bromuro de metilo o el 1,3-
dicloropropeno, anteriormente constituían el principal método de control de nemátodos (Oka
et al., 2000). Sin embargo, uso implica altos riesgos sanitarios y ambientales debido a su
efecto biocida inespecífico, producen interferencias indeseables con otros procesos
56
ecológicos beneficiosos en suelo y atmósfera. Todo ello ha llevado a la prohibición
internacional de su uso (Flor, 2013).
Muchos de estos productos ven limitadas su aplicación por los plazos de seguridad. Su
incorporación a la planta, en caso de que presenten efectos sistémicos, limita su uso ya que,
los productos agrícolas cosechados pueden presentar residuos peligrosos para la salud del
consumidor. Por ello se establecen plazos de seguridad que garantizan que, en el momento
de la cosecha del fruto, los niveles de residuos se encuentren por debajo de unos límites
permitidos (Flor, 2013). Los límites máximos de residuos de nematicidas de uso agrícola
según la normatividad Peruana están establecidos para alimentos de consumo humano como
el Granado y Otros frutales como sigue: Oxamil 0.01 ppm, Carbofurán 0.01 ppm en arroz,
Abamectin 0.01 ppm Azoxistrobin 0.02, Carbendazin 2 ppm, Tebuconazole 1 ppm, según la
normativa sanitaria (DIGESA, 2016), Cadusafos 0.03 ppm.
57
III. MATERIAL Y MÉTODOS
Figura 13. Ubicación del campo experimental, Agrícola Pampa Baja. Irrigación de Majes,
departamento de Arequipa.
58
3.1.1. Características de la Zona de Ensayo
a. Temperatura
La temperatura media registrada durante el desarrollo del ensayo fue 17 °C. En los meses de
diciembre a abril se presenta un incremento en la temperatura y en los meses de junio a
setiembre se presenta una disminución. El registro de la temperatura máxima se registra en
el mes de febrero con 27 °C. La temperatura mínima registrada fue en el mes de agosto con
6 °C (Figura 14).
20
19 19 19
20 19
16 17 17
16 15 15 15 15
14 15
15 14 14
13
11 11
10
9 9 9
10 8
2017 2018
Figura 14. Temperatura media, máxima y mínima mensual registrada durante el desarrollo del
presente ensayo. Mayo – Abril, Ciclo fenológico 2017-2018.
Fuente. Estación meteorológica Agricola Pampa Baja – Arequipa.
b. Humedad Relativa
59
75%
71%
69%
70% 67% 67% 68%
66% 66%
Humedad relativa
65% 63%
61% 61%
60%
60% 57%
55%
50%
2017 2018
Figura 15. Humedad relativa registrada durante el desarrollo del presente ensayo: Mayo –
Abril, Ciclo fenológico 2017-2018.
Fuente. Estación meteorológica Agrícola Pampa Baja – Arequipa.
c. Suelo
Suelo de textura franco-arenoso: arena (75%), Limo (19%), Arcilla (6%), grava escasa o
ausente, porosidad (38%), capacidad de campo (11.3%), punto de marchitez permanente
(3.4%). Deficiente en materia orgánica, bajo en carbonatos, moderadamente alcalino (pH 7-
8) (Autodema, 1990).
60
Figura 16. Imagen de la zona de realización del ensayo. Plantaciones del cultivo de “Granado”
Punica granatum L. variedad Wonderful, Agrícola Pampa Baja – Arequipa.
Fuente. Propia
Se realizó una selección de una zona infestada del cultivo de Granado, variedad Wonderfull
del fundo Agrícola Pampa Baja, en la cual se ubicaron plantas con síntomas de infestación
por Meloidogyne como bajo crecimiento, amarillamiento de follaje, marchitez y la presencia
de nódulos radiculares (Figura 17).
61
Las muestras colectadas se colocaron en bolsas herméticamente cerradas y rotuladas para ser
llevadas al laboratorio de Nematología de la Universidad Nacional de San Agustín de
Arequipa para su conservación posterior y procesamiento.
A B
C D
E F G
A A
Figura 17. Imágenes de plantas de P. granatum con presencia de M. incognita. A, B.
Sintomatología externa bajo crecimiento, amarillamiento de follaje. C, D. Raices infestadas E, G y
G. Nodulaciones radiculares. Campo experimental, Agrícola Pampa Baja - Arequipa
Fuente. Propia.
62
b. Extracción y tinción de hembras de Meloidogyne
Las raíces fueron lavadas cuidadosamente sumergiéndolas en agua para liberarlas del suelo,
evitando el desprendimiento de las masas de huevos (Vera, 2014). El material vegetal fue
sumergido en fuccina ácida-lactofenol al 0.1% por 24 horas, y luego transferido a lactofenol
para clarificar el tejido vegetal por 72 horas (Figura 18), bajo un microscopio estereoscopio,
con estilete y hojas de bisturí se desgarró el tejido afectado extrayendo las hembras maduras
en oviposición (García, 1992), transfiriéndolas a lactofenol para su montaje (Laboratorio de
Sanidad Vegetal, 1996).
A B
Figura 18. Extracción y tinción de hembras de Meloidogyne A. Raíces libres de impurezas con
nodulaciones B. Hembras maduras extraídas y transferidas a lactofenol.
Fuente. Propia. Laboratorio de Nematología, UNSA – Arequipa.
63
respectivo para su observación e identificación en un microscopio óptico a 40X (García,
1992; Vera, 2014; Zumarán y Delgado, 2018).
A B
C D
Figura 19. Montaje del patrón perineal. A. Anillo de parafina, B. Diseño perineal colocado en una
gota de parafina dentro del anillo de parafina. C. Portaobjetos conteniendo el diseño perineal expuesto
al calor. D. Observación e identificación bajo el microscopio óptico.
Fuente. Propia. Laboratorio de Nematología, UNSA – Arequipa.
El patrón perineal comprende el área del extremo de la cola, fasmidios, líneas laterales, ano
y vulva; todo rodeado por pliegues o estrías cuticulares (Hirschmann, 1985). Los caracteres
morfológicos del diseño perineal usados en la identificación fueron forma del diseño perineal
(rectangular, circular, oval, piriforme, de reloj de arena, etc.), arco dorsal (alto, bajo
redondeado, aplanado), líneas laterales (presencia o ausencia), engrosamientos (como
64
mejillas), hombros (presencia o ausencia), alas (presencia o ausencia), puntuaciones al
término de la cola (presencia o ausencia), forma de estrías (cortas, quebradas, agrupadas,
finas, gruesas, lisas, onduladas, paralelas, transversales).
La identificación mediante los diseños perineales se realizó según las claves, ilustraciones y
textos propuestos por varios autores (Eisenback et. al, 1983; Taylor y Sasser, 1983;
Eisenback, 1985; Hunt y Handoo, 2009; Jepson, 1987). En la figura 20 puede observar la
morfología básica del diseño perineal de las hembras de Meloidogyne.
Región dorsal
arco dorsal plano/bajo ano
redondeado fasmidio
estrías gruesas
estrías
onduladas
par de líneas
laterales
campo lateral
marcado
únicamente por
bifurcaciones o
ala
uniones de estrías
dorsales y
Región ventral
ventrales
estrías finas
mejillas
estrías cortas y
quebradas región perivulvar libre
de estrías
vulva
Figura 20. Esquema de la morfología básica del diseño perineal de la hembra adulta de
Meloidogyne spp.
Fuente: Modificado de (Jepson, 1987), tomado de (García, 1992).
65
3.2.2. Determinación de la dinámica poblacional de Meloidogyne
Para lo cual se realizó muestreos periódicos de cada 15 días a plantas marcadas, de las cuales
con un barreno se tomó muestras de suelo despreciando 10 cm superficiales y extrayendo
hasta los 40 cm de profundidad, luego de esta se tomó 1 kg de muestra de suelo en bolsas de
polietileno correctamente rotuladas para trasladarlas al laboratorio de Nematología para su
procesamiento y conteo. Las muestras se procesaron mediante el método de la bandeja,
modificada por Canto (procedimiento descrito mas adelante), y el conteo se realizó bajo un
microscopio estereoscopio a 40 X y con la ayuda de un contómetro, se realizó el recuento de
nematodos, siguiendo el entrelineado de una placa graduada para el conteo de nematodos,
los resultados finales se expresaron en número de individuos por 100cc de muestra de suelo
según Canto, (2001).
66
2 3
1
4 5
Figura 21. Prueba de eclosión de huevos dentro de la masa gelatinosa de M. incognita. 1, 2. Corte de masa de huevos, 3. Masas de huevos, 4.
Transferencia de masas de huevos dentro de un contenedor, 5. Aplicación de tratamiento. Fuente. Modificado de Farfán, (2011).
67
b. Prueba de eclosión de huevos libres de Meloidogyne
A partir de raíces de Granado con fuertes nodulaciones, los huevos se obtuvieron por el
método de Hussey y Baker (1973) que consiste en lavar cuidadosamente las raíces para no
eliminar las masas de huevos adheridas a ella, para luego picarlas en pequeños pedazos de
0.5 cm aproximadamente y sumergirlas en un recipiente conteniendo hipoclorito de sodio a
una concentración de 0.5%. El recipiente se cerró herméticamente y se agitó vigorosamente
por un periodo de tres minutos con el objetivo de que las masas de huevos sean removidas
de la superficie de las raíces y disueltas, dejando los huevos libres (Zuckerman, 1985).
Luego las raíces fueron vertidas a través de dos tamices, de 200 micras (70 mesh) y
seguidamente de 38 micras (400 mesh) de arriba hacia abajo y se enjuagó con abundante
agua de caño para eliminar los restos de hipoclorito de sodio. En el primer tamiz quedaron
los restos de raíces y partes vegetales de la planta. Los huevos quedaron retenidos en el tamiz
de 38 micras. Luego con ayuda de una pizeta, se colectó los huevos en agua, posteriormente
se vertió a un vaso de 100 ml (Figura 22, 23). En placas petri de 60x15 mm graduadas, se
realizó el recuento de huevos por 10 ml de solución, en 10 repeticiones con la ayuda de un
microscopio estereoscopio a 40X.
68
Para realizar la prueba de eclosión de huevos libres de la masa gelatinosa, se utilizaron
contenedores de PVC de 1.5 cm de altura y 2.5 cm de diámetro con una malla en la base, en
el cual se colocó papel facial en su interior. Estos contenedores se colocaron en placas petri
de 5.5 cm de diámetro con 10 ml de solución tratamiento.
69
c. Prueba de Movimiento de Juveniles J2 de Meloidogyne
Se separaron trozos de raíces infectadas y se lavaron con abundante agua y con sumo cuidado,
Luego se extrajeron de este conjunto de raíces masas de huevos. Para la obtención de los
juveniles (J2) se colocaron estas masas de huevos dentro tamices de plástico PVC con una
malla en la base. Estas se colocaron en placas petri de 10 cm de diámetro conteniendo agua
de caño. Los juveniles emergieron de las masas de huevos y cayeron al fondo de la placa.
Después de 48 horas, se vertió la suspensión nematodo pasándolo por un tamiz de 38 um
(400 mesh), colectándolos con una pizeta en un recipiente. Luego, se utilizaron tubos de PVC
de 1.5 cm de altura y 2.5 cm de diámetro con una malla en la base, en el cual se colocó papel
facial cubriendo completamente su interior. Estas mallas se colocaron en placas petri de 5.5
cm de diámetro con 10 ml de solución tratamiento. Se homogenizó la suspensión de
nematodos y se colocó una cantidad de suspensión que contenia 100 juveniles J2 dentro del
cesto dentro del papel facial (Figura 24, 25).
Se evaluó el número de juveniles móviles (J2) que atravesaron el papel facial y que quedaron
suspendidos en el fondo de la placa petri. Los registros se tomaron cada 2 días, hasta que ya
no hubo presencia de ningún juvenil del tratamiento testigo. (Farfán, 2011; Merino 2004;
Saire, 2017). Los resultados fueron expresados en porcentaje de J2 móviles.
Figura 24. Procedimiento para la prueba de movimiento de juveniles J2 del nemátodo del nudo
M. incognita. Fuente. Modificado de Farfán, (2011).
70
A
B C
D F H
E G I
71
d. Diseños experimentales para Pruebas de eclosión de huevos y movimiento de J2
Concentración
Producto del ingrediente
Tratamiento Ingrediente Activo
Comercial activo (ml/L)
2000 ppm
T1 NEMAGOLD Tagetes erecta 1
T5 RUGBY Cadusafos 10
T6 MELAZA Melaza 2
TC TESTIGO Agua -
Repeticiones: 5 repeticiones.
72
Croquis del experimento
1 2 3 4 5 6 7
T1 Nemagold
T2 Blocker
T3 Lilanova
T4 Vydate
T5 Rugby
T6 Melaza
TC Testigo
73
3.2.4. Efecto de los tratamientos sobre la población de juveniles J2 de Meloidogyne
en el suelo y en la producción en el cultivo de Granado
c. Aplicación de tratamientos
74
suelo. A continuación, fueron colocadas y rotuladas en bolsas de polietileno y transportadas
al laboratorio (Coyne et al, 2007; Zumarán y Delgado, 2018).
Conteo de Nemátodos
75
e. Diseño Experimental
Tipo de Diseño: Diseño de Bloques completamente al azar (DBCA).
Tratamientos: En el cuadro que se presenta a continuación se muestran los
diferentes tratamientos, tipo de aplicaciones y dosis de diferentes métodos de
control de Meloidogyne incognita.
76
Unidad Experimental (UE): La unidad experimental (UE) estuvo
conformada por una parcela de 110 x 21 (m2), con 7 camas o hileras de 110 m
de longitud, entre cama y cama 3 m, en cada cama 53 plantas, y entre planta
y planta 2 m, haciendo un total de 371 plantas de granado “Púnica granatum”,
variedad Wonderfull.
Tagetes erecta
Tagetes erecta
Lilanova
Lilanova
Lilanova
Bloquer
Bloquer
Bloquer
Control
Control
Control
Melaza
Melaza
Melaza
Vydate
Vydate
Vydate
Rugby
Rugby
Rugby
BLOQUE I BLOQUE II BLOQUE III
77
Evaluaciones y registros
Número de frutos/planta
Rendimiento
Se determinó el rendimiento en peso mediante la siguiente formula:
Los datos del peso total por planta se registraron a partir de la sumatoria del
total de frutos por planta en el momento de la cosecha. Los resultados fueron
expresados en kg/ha y Ton/ha.
78
IV. RESULTADOS Y DISCUCIONES
Mediante las descripciones, las ilustraciones y claves del diseño perineal descritas por
(Eisenback et. al, 1983; Taylor y Sasser, 1983; Eisenback, 1985; Jepson, 1987; Hunt y
Handoo, 2009; Perry y Moens, 2013), se logró determinar que la especie de “nematodo
nodulador” asociada al cultivo de Punica granatum, variedad Wonderfull presente en el
fundo Agrícola Pampa Baja, distrito de Majes, Arequipa, corresponde a Meloidogyne
incognita (Figura 26).
ADC ADC
ELO
A
CLA A
CLA
ELO
V
V
Figura 26. Imagen detallada de diseños perineales de las hembras adulta de Meloidogyne
incognita presente en el cultivo de Granado, Fundo Agrícola Pampa Baja. ELO. Estrías lisas y
onduladas, ADC. Arco dorsal cuadrado, CLA. Campo lateral ausente, F. Fasmidio, A. Ano, V. Vulva.
Fuente. Propia, Laboratorio de Nematología. UNSA, Arequipa, 2018.
79
En la figura 26 y 27, se observan los diseños perineales correspondientes a Meloidogyne
incognita; donde se puede observar las siguientes características:
A B
C D
80
Las características de los diseños perineales descritas en nuestro estudio coinciden también
con los estudios realizados anteriormente por García (1992), Ticona (2006), Vera (2014),
Lizarraga (2015), Machaca (2017), Cossío (2018) y Alván (2018), quienes atribuyen que
tales características corresponden para la especie M. incognita.
Para nuestra región, la presencia de Meloidogyne en los valles costeros de Arequipa, ha sido
reportada por algunos autores. En la irrigación de Majes, Vera (2014), identificó a M.
incognita en cultivo de Capsicum annuum (Piquillo). De la misma manera, Machaca (2017),
en cultivos de C. annuum (Paprika) identificó en la irrigación de Majes (M. incognita, M.
arenaria, M. hapla, M. luci), asi como en irrigación San camilo (M. incognita, M. arenaria,
M. hapla), y en la irrigación de Santa Rita (M. incognita, M. hapla). Finalmente, Miranda
(2018), en cultivos de Cucurbita maxima, Citrullus lanatus, Cucumis melo y Cucurbita pepo
identificó en la irrigación de Majes (M. incognita, M. arenaria, M. hapla), irrigación la Joya
(M. incognita, M. arenaria), irrigación de Santa rita (M. incognita, M. hapla), provincia de
Islay, valle del Tambo (M. incognita, M. arenaria) y provincia de Camaná (M. incognita).
81
que, en el manejo integrado, es indispensable el conocimiento de las especies involucradas,
ya que las variedades o patrones de plantas pueden responder en forma diferente a cada una.
La temperatura es el factor más importante en la vida de los nematodos, así lo sostiene Taylor
y Sasser (1983), por lo que el presente estudio en la figura 28, muestra el comportamiento de
la dinámica poblacional de M. incognita en relación a la temperatura y a los estados
fenológicos para el cultivo de Granado.
Floración Envero
Desarrollo
Receso
400 30
350 25
Número de J2/100 cc de suelo
Temperatura °C
300 20
250 15
200 10
150 5
Aplicación de cianamida
100 0
50 -5
0 -10
0 15 30 45 60 75 90 105 120 135 150 165 180 195 210 225 240 255 270
Abril Mayo Junio Julio Agosto Setiembre Octubre Noviembre Diciembre Enero Fecrero Marzo
82
Se observa que en periodos donde la temperatura es mínima entre los meses de junio a agosto
(5-8°C), en las etapas fenológicas de receso, brotación, e inicios de floración, la población
M. incognita disminuye considerablemente (<10 J2/100cc de suelo) (figura 28). Este
comportamiento concuerda con lo afirmado por Evans y Perry (2009), quienes sostienen que
temperaturas cercanas a los 5°C afectan la sobrevivencia de huevos y estadios larvales en el
suelo. Además, temperaturas bajas alargan el tiempo de desarrollo del ciclo biológico, tal
como lo señalan estudios realizados por Taylor y Sasser (1983), donde en temperaturas bajas
de 15.4°C, el desarrollo desde J2 a la etapa de oviposición tuvo periodo de aproximado de
57 días, y a temperaturas inferiores a 15.4°C, las hembras no llegaron a alcanzar su madurez.
En la figura 28, también se observa un incremento en cuanto a la temperatura a partir del mes
de octubre, el incremento es progresivo y las temperaturas máximas de 27°C se presentan
entre los meses de enero y febrero. En el presente estudio se puede observar que conforme la
temperatura se incrementa, la población de M. incognita aumenta, mostrando sus máximas
densidades poblacionales (>200 J2/100cc de suelo) en los periodos de máxima temperatura.
Esto concuerda con Van Gundy (1965), quien afirma que, el desarrollo óptimo de
Meloidogyne se da en temperaturas que fluctúan entre 25 a 30°C.
También se observa que, el incremento en la temperatura acorta periodo del ciclo de vida de
M. incognita. En estudios realizados por Taylor y Sasser (1983), entre temperaturas 27,5°C
a 30°C, el desarrollo desde J2 a la etapa de oviposición tuvo una duración apenas de 17 días.
De la misma manera Agrios (2005), observó que, en condiciones óptimas de temperatura, el
ciclo de vida desde huevo hasta adulto solamente duró de 3 a 4 semanas. Estos estudios
confirman lo observado en nuestro trabajo, respecto al incremento rápido de la densidad
poblacional en periodos calurosos y la dependencia del comportamiento de M. incognita
respecto a la temperatura.
83
evapotranspiración del cultivo (ETc) que depende del coeficiente del cultivo (Kc). El cual
nos indica una curva de consumo de agua en función a las etapas del cultivo.
Vegetativo
250 3.5
Número de J2/100 cc de suelo
200 3
Aplicación de cianamida
150 2.5
100 2
50 1.5
0 1 KC
-50 0.5
-100 0
0 15 30 45 60 75 90 105 120 135 150 165 180 195 210 225 240 255 270
Abril Mayo Junio Julio Agosto Setiembre Octubre Noviembre Diciembre Enero Fecrero Marzo
-150 -0.5
Tiempo, Días despues de cianamidad, Meses del año
Población Meloidogyne Kc
84
Como se observa en la figura 29, el volumen de riego se incrementa en la etapa de floración
(Kc: 0.5), a partir del cual el consumo de agua por parte de la planta se ve incrementado hasta
llegar a un máximo consumo de agua (Kc: 1) en los meses de diciembre y enero, en la etapa
fenológica de crecimiento de fruto. Al mismo tiempo también se puede observar un
incremento en cuanto a la población de M. incognita, mostrando un incremento en cuanto a
su población (>100 J2/100cc de suelo). Este comportamiento concuerda con lo observado
por Karssen y Moens (2006), quienes afirman que las especies de Meloidogyne son activos
con niveles de humedad de 40 a 60% de capacidad de campo. Al respecto Curtis et al. (2009)
y Wallace (1964) también afirman que los juveniles emergen rápidamente y se mueven con
libertad a través de los poros del suelo cuando hay suficiente agua para formar películas
delgadas de agua sobre las partículas del suelo.
Según Keller (2015) es una etapa en que las plantas están asimilando recursos activamente,
debido a la disponibilidad de agua, creando nuevas raíces. Los nemátodos también emergen
de sus huevos por influencia de los exudados radiculares de las plantas (Perry, 2002),
incrementando así su población en el suelo, lo cual se evidencia en el presente estudio.
85
4.3. PRUEBAS DE ECLOSIÓN DE HUEVOS Y MOVIMIENTO DE JUVENILES
J2 DE Meloidogyne
4.3.1. Prueba de eclosión de huevos dentro de la masa gelatinosa de M. incognita.
Amplitud de
Promedio
significancia Sig.
Tratamiento Promedio ± DS transformado
(p)
Log(x+10)
1 2 3 4
86
400
d
310.2
Número de huevos eclosionados
300
200 c
134.6
100
b a
a a a
19.4
2 2.4 4.2 3.2
0 te
r
go
ta
za
va
ke
gb
da
ec
ela
sti
no
oc
Ru
er
Vy
Te
la
M
Bl
Li
T.
Estos resultados nos indican la efectividad del tratamiento Blocker sobre la eclosión de
huevos dentro de la masa gelatinosa, es importante considerar que Blocker es un nematicida
biológico cuyo ingrediente activo, las enzimas proteasas, obtenidas por procesos de
fermentación controlada en la cual participan microorganismos como Basillus sp., Pochonia
sp. Trichoderma sp. y otros, evitan la eclosión de huevos dentro de la masa gelatinosa. Entre
estos microorganismos, Pochonia sp. cumple un papel determinante actuando como un
parásito de huevos en masas gelatinosas de Meloidogyne como lo señala Kerry y Crump
(1998), produciendo una red micelial ramificada que está en estrecho contacto con la cáscara
del huevo (Morgan-Jones et al., 1983), penetrando la cáscara del huevo, conduciendo a la
desintegración de la capa vitelina, la disolución de la quitina y las capas lipídicas (Morton et
al., 2004) a través de un cóctel de proteasas y quitinasas (Segers et al., 1998).
87
Así mismo, los valores obtenidos en el presente trabajo nos muestran la acción del
tratamiento Lilanova, el cual es un nematicida biológico producido con una cepa patógena
natural y selectiva de P. lilacinus. Esto concuerda con lo señalado por Serfi (2009), el cual
afirma que P. lilacinus tiene acción invasiva sobre la masa de huevos de los nematodos,
metabolizando la quitina. Así mismo, según Jatala et al. (1981) éste se comporta como un
parásito de huevos de Meloidogyne, por consiguiente, actúa colonizando huevos después del
crecimiento miceliar en la masa de huevos, penetrando a través de la cutícula de los huevos
por hifas individuales en razón de la actividad enzimática y presión mecánica como lo
señalan Cannayane y Sivakumar (2001). Por lo cual, de los resultados obtenidos en el
presente trabajo con el tratamiento Lilanova se infiere que P. lilacinus actúa colonizando la
masa de huevos de M. incognita, por consiguiente, la disminución notable en la eclosión de
huevos.
En el presente estudio también se observa que el tratamiento a base de T. erecta (19.4 J2)
presenta un efecto sobre la eclosión de huevos dentro de la masa gelatinosa, estos resultados
concuerdan con lo citado por Chilinquinga (2015), quien describe que el extracto de T. erecta
contiene aceites esenciales de mentona, terpeno, cadinona y carbones, así como resinas y
carotenoides. Estos actúan en la destrucción del recubrimiento de los nódulos, además de
actuar sobre las enzimas responsables de la fabricación de esas sustancias.
Por otro lado, respecto a los resultados de los tratamientos de Rugby (3.2 J2) y Vydate (4.2
J2), cuyos ingredientes activos son Cadusafos y Oxamyl respectivamente, también tuvieron
efecto sobre la eclosión de huevos dentro de la masa gelatinosa. De los cuales, para el
tratamiento con Vydate (Oxamyl), los resultados obtenidos en el presente estudio concuerdan
y se asemejan a los resultados obtenidos por Farfán (2011), quien al realizar la misma prueba
obtuvo un resultado de 7 huevos eclosionados dentro de la masa gelatinosa a una
concentración de 2000 ppm. De la misma manera Saire (2017), observó solamente un número
de 0.5 huevos eclosionados a una concentración de 1000 ppm con el tratamiento a base de
Oxamyl.
88
4.3.2. Prueba de eclosión de huevos libres de la masa gelatinosa de M. incognita
Estos resultados muestran mediante la prueba de Tukey que los tratamientos a base de Rugby
(0.7%) y Vydate (1.5%) fueron los que tuvieron un mayor efecto, presentando los valores
más bajos conjuntamente con el tratamiento a base de Blocker (7.5%), conformando
estadísticamente el primer nivel de significancia. De la misma manera, los resultados
obtenidos demuestran que los tratamientos de Lilanova (9.7%) y T. erecta (12.7%) presentan
un efecto determinante, conformando el segundo nivel de significancia. Todos estos
tratamientos fueron estadísticamente diferentes al tratamiento testigo el cual presentó los
valores más altos (66%).
Tabla 8. Porcentaje de huevos eclosionados libres de masa gelatinosa de M. incognita con los
distintos tratamientos utilizados a una concentración de 2000 ppm (Prueba de Tukey a 0.05 de
probabilidad).
Promedio Amplitud de
significancia Sig.
Tratamiento Promedio ± DS transformado
(p)
√𝒙 + 𝟏 1 2 3 4
Tukey (a,b,c,d)
89
80
d
66.0
Porcentaje de huevos eclosionados
60
40 c
27.2
b
20 12.7 ab b
9.7
7.5 a a
1.5 0.7
0
e
r
o
va
by
ta
a
ke
at
az
ig
ec
no
ug
yd
st
oc
el
er
Te
la
M
V
Bl
Li
T.
90
de enzimas (Segers et al., 1998). Esto fue corroborado por Picho (2006), quien observó que
el parasitismo de P. chlamydosporia sobre huevos de M. incognita fue de un 63.76%. Es
importante también considerar lo señalado por Sergers et al. (1994), quienes sostienen que
la enzima VCP1, producida por P. chlamydosporia degrada la capa lipídica de los huevos de
M. incognita exponiendo la capa de quitina.
De igual modo, los resultados obtenidos muestran que el tratamiento a base de Lilanova
(9.7% de huevos eclosionados) tuvo un efecto importante, ubicándose en el segundo nivel de
significancia. Estos resultados se pueden comprender según lo postulado por Salazar et al.
(2012), quienes afirman que la eficacia de P. lilacinus se debe a que desde el momento que
tienen contacto con los huevos, este hongo crece rápidamente parasitando los que están en
etapa temprana de desarrollo embrionario. La fase infectiva, se inicia cuando las esporas en
latencia se pegan a los nematodos, germinando y penetrando la cutícula mediante la
producción de enzimas. El desarrollo interno es muy rápido y el hongo se establece en el
hospedante donde hay invasión de tejidos y del hemocele, producción de toxinas y muerte.
Este resultado se corrobora con la investigación realizada por Farfán (2011), quien al realizar
esta prueba y a una concentración de 2000 ppm obtuvo 21.25% de huevos eclosionados,
mostrando un efecto directo de P. lilacinus sobre la eclosión de huevos libres de M. incognita.
91
4.3.3. Prueba de movimiento de juveniles J2 de M. incognita
Promedio Amplitud de
significancia Sig.
Tratamiento Promedio ± DS transformado
(p)
√𝒙 + 𝟏 1 2 3 4 5
Tukey (a,b,c,d,e).
92
100 e
91.8
80
Porcentaje J2 móviles
60
d
40 48.1
c
20 b
b a 27.7
a
9.2 11.4 0.2 0.4
0
e
r
o
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a
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az
ig
ec
no
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el
er
Te
la
M
V
Bl
Li
T.
Por los resultados obtenidos en el presente estudio, los tratamientos más determinantes para
el movimiento de juveniles J2 fueron Vydate (0.2%) y Rugby (0.4%). De acuerdo a Marban
y Thomason, (1985) citados por Parada y Guzmán (1997), estos productos químicos actúan
inhibiendo la síntesis de la enzima Acetil Colinesterasa a nivel del sistema nervioso del
nematodo, provocándole desordenes nerviosos como hiperexitación y parálisis, reduciendo
con ello la capacidad de movimiento, no causan directamente la muerte de los nematodos,
por esta razón a estos productos se les denomina como “nemastáticos”, al inhibir la capacidad
de movimiento, Parada y Guzman (1997), señalan que los Juveniles J2 de Meloidogyne
aunque así inmóviles pueden soportar prolongados períodos de hambruna, con el tiempo los
nematodos así afectados mueren al agotarse sus reservas o al ser fácil presa de sus enemigos
naturales, afectando de esta manera la tasa de reproducción.
Por otra parte, al analizar los resultados y frente a los tratamientos químicos convencionales,
el tratamiento de T. erecta (9.2%), muestra un efecto importante sobre el movimiento de
juveniles J2, en comparación a los tratamientos de Vydate (0.2%) y Rugby (0.4%). Estos
93
resultados se acercan a los resultados obtenidos por Soto (2016), quien observó el efecto de
Tagetes sp. sobre el movimiento de juveniles y afirmó que el extracto vegetal Tagetes sp. y
el testigo químico Oxamyl no presentaron diferencias estadísticamente significativas en el
porcentaje de mortalidad de Meloidogyne. De la misma manera Parada y Guzmán (1997),
observaron que los tratamientos a base de Tagetes sp. afectaban el movimiento de los
juveniles y durante el periodo de recuperación no revivieron por lo que se consideraron
totalmente muertos. Hassan et al. (2003) también encontraron que los extractos de hojas de
T. patula eran tóxicos para juveniles de M. javanica en una prueba de placa de Petri. Al
respecto Díaz et al. (2012), ha planteado la hipótesis, de que algunos aceites esenciales de
Tagetes sp. interfieren en el sistema nervioso central de los nematodos. De la misma manera
Chitwood (2002) postuló que el efecto depresor de Tagetes sp. sobre las poblaciones de
nematodos se debe a la presencia de politienilos y monoterpenos aromáticos. Las propiedades
nematostáticas y nematicidas de T. erecta en Meloidogyne spp. han sido ampliamente
investigadas (Castro et al., 1990; Daulton y Curtis 1963). Tales propiedades son atribuidas a
la presencia de compuestos tiofenos como el alfa-tertienilo (Gommers y Bakker, 1988)
presentes en sus tejidos (Zechmeister y Scase, 1974). Estos actúan dificultando el
movimiento de los juveniles J2, presentándose no solamente como compuestos
nematostáticos, si no nematicidas.
Tal como se observa en el presente estudio, los tratamientos a base de Melaza muestran cierto
efecto sobre la movilidad de juveniles del segundo estadio J2.
94
4.4. EFECTO SOBRE LA POBLACIÓN DE JUVENILES J2 DE Meloidogye Y
SOBRE LA PRODUCCIÓN DEL CULTIVO DE GRANADO
Amplitud de
Promedio
significancia Sig.
Tratamiento Promedio ± DS transformado
(p)
Log (x+1)
1 2 3
95
c
300
Número de J2/100cc de suelo
bc 248
200
165
b b
100 b
a
a 78
72 74
40 31
0
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la
R
M
V
Bl
Li
T.
96
extractos de la raíz de T. erecta mostraron actividades biocidas o inhibitorias contra otros
nematodos patógenos como M. javanica y M. arenaria. En otros estudios realizados sobre
este género, como el realizado por Siddiqui y Alam (1987b) encontraron que todas las partes
aéreas (flor, hoja, tallo) de T. lucida, T. minuta y T. tenuifolia cuando se incorporaron al suelo
redujeron las densidades de población del nematodo de nudo. Mientras que Muñoz et al.
(1982), indican el uso potencial de las raíces de T. halisciencis contra M. incognita. La
explicación a estos resultados está dada por Uhlenbroek y Bijloo (1958) y Morallo-Rejesus
y Decena (1982) los cuales refiere que Tagetes spp. produce una serie de compuestos
potencialmente bioactivos; sin embargo, los derivados de tiofeno y particularmente los
derivados de terienilo (alfa-tertienil) un compuesto heterocíclico que contiene azufre,
parecen ser responsables de estas propiedades nematicidas.
Por otro lado, los resultados demuestran el efecto supresor del tratamiento a base de Blocker
(40 J2/100cc de suelo), debido a que, en su ingrediente activo, contiene proteasas producidas
por microorganismos como Basillus sp., Pochonia sp. Trichoderma sp. estas ejercen una
acción de degradación sobre las cutículas de los nematodos infectivos, ocasionadores la
muerte por rigidez. Además de ello, el género Basillus incluye propiedades antagonistas y ha
sido citado como supresor de enfermedades causadas por nemátodos del género
Meloidogyne, compitiendo por el nicho ecológico, con todo, también se ha demostrado que
produce varios metabolitos volátiles con efecto nematicida frente a M. incognita tal como lo
sostienen Huang et al. (2010). Esta capacidad supresora se evidencia en estudios donde B.
subtilis tuvo efecto en la reducción de 60 a 65% de la población e infección de M. arenaria
y M. incognita tal como lo afirma Sikora (1988). De la misma manera Trichoderma sp.
presente en el tratamiento de Blocker, presenta varios mecanismos de acción frente a
Meloidogyne, estos mecanismos son descritos por Harman et al. (2004), quienes afirman que
son parasitismo, hidrólisis enzimática, antibiosis y competencia rizosférica por espacio y
nutrientes, a lo ya mencionado Meyer et al. (2000), refiere que Trichoderma sp. produce
sustancias capaces de inhibir la eclosión y movilidad de juveniles de M. incognita, además
de envolver al nemátodo en micelio y producir metabolitos que actúan como nematicidas tal
como lo sostienen Sharon et al. (2001). Finalmente, según Kerry y Crump (1998), P.
chlamydosporia actúa parasitando de huevos de Meloidogyne afectando directamente en la
población de Meloidogyne presentes en el suelo. Mediante todos estos mecanismos dados, se
97
da una disminución en cuanto a la densidad poblacional en el suelo, evidenciándose en los
resultados del presente estudio.
Respecto a los resultados obtenidos con el tratamiento de Lilanova (72 J2/100cc de suelo),
se observa que también presenta un efecto importante sobre la densidad poblacional y se
encuentra en el mismo nivel de significancia junto a los tratamientos químicos
convencionales como Rugby (74 J2/100cc de suelo) y Vydate (78 J2/100cc de suelo). Estos
resultados concuerdan con lo documentado por Funica (2009), quien menciona que P.
lilacinus puede llegar a colonizar y controlar poblaciones de Meloidogyne sp. Para
comprender el efecto de P. lilacinus sobre la población de M. incognita, es importante tomar
en cuenta lo indicado por Jatala et al. (1981), quien afirma que es un parásito facultativo de
huevos de Meloidogyne, comportándose como un hongo saprófito habitante común del suelo
tal como lo señalan Siddiqui y Mahmood (1996). Además de lo ya mencionado Cannayane
y Sivakumar (2001), sostienen que en ocasiones es capaz de infectar estados móviles o
sedentarios de los nemátodos agalladores de la raíz. Todo esto contribuye en la disminución
de la densidad poblacional de M. incognita presente en el suelo, tal como se mostró en los
resultados obtenidos del presente estudio.
Respecto a los diferentes tratamientos naturales o biológicos (T. erecta, Blocker y Lilanova),
cabe destacar que varios de ellos muestran mejores resultados y otros se asemejan a los
resultados obtenidos con los tratamientos químicos convencionales, no encontrándose
diferencias estadísticas significativas frente a estos (Vydate y Rugby), demostrando así que
son una valiosa opción para el productor no solo por las ventajas que muestran tales como:
baja persistencia residual en el ambiente, bajo costo, menor toxicidad, múltiples modos de
acción, selectividad; sino también por las tendencias recientes de prohibición y restricción de
plaguicidas como resultado de una mayor preocupación ambiental y sanitaria lo que ha
generado la búsqueda de alternativas de control más aceptables con el ambiente para el
manejo nematológico.
Por otro lado, los ensayos en condiciones de campo difieren en cierta medida a los ensayos
realizados en condiciones de laboratorio, viveros, invernaderos. Por muchas razones, el
comportamiento de los tratamientos es diferente.
98
4.4.2. Número de frutos de Granado
En la tabla 11 y figura 34, se muestran los resultados obtenidos para el efecto de los diferentes
tratamientos sobre el número de frutos por planta, donde el ANOVA indica una mínima
existencia de diferencias significativas (P<0.05) entre los diferentes tratamientos.
Tabla 11. Número de frutos bajo distintos tratamientos, cultivo de Granado, APABASAC,
Arequipa (Prueba de Tukey a 0.05 de probabilidad).
Amplitud de
significancia Sig.
Tratamiento Promedio ± DS
(p)
1 2
Tukey (a,b,c)
99
80 b
b b
b
ab 74.7
73.3
ab 74.0
70 72.7
a
70.0
Número de frutos
68.3
65.0
60
50
40
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M
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T.
Figura 34. Número de frutos promedio por planta bajo diferentes tratamientos para el control
de M. incognita, en condiciones de campo, cultivo de Granado, APABASAC, Arequipa.
El número de frutos en el cultivo del Granado está determinado por muchos factores, tales
como el vigor de la planta, las recervas nutricionales acumuladas en la campaña anterior, la
iluminación de la planta mediante la realización adecuada de podas, etc., de tal manera que
el manejo y todas las actividades realizadas en la campaña anterior se ve reflejada en el
número de frutos de la planta.
Las flores (futuros frutos), se encuentran presentes en ramas del año anterior (yemas mixtas
de invierno), donde las yemas se encuentran ya diferenciadas, de tal manera que ya está,
definidas para ser yemas vegetativas o yemas mixtas. Asi mismo, tal como lo señalan Holland
et al. (2009), existen dos tipos de flores, las cuales son flores hermafroditas (flores que dan
origen a los frutos) y flores masculinas (flores que caen y no originan frutos). Además de lo
ya señalado, Wetzstein et al. (2011), afirma que la proporción de estos dos tipos de flores
100
varía entre cultivares y un año a otro. El porcentaje de flores masculinas en granada puede
ser significativo y más del 60% al 70% según la variedad y la estación. (Wetzstein et al.,
2011).
Con todo lo expuesto, en el presente estudio se evidencia que el número de frutos está
también influenciado por otros factores, y no solamente por el efecto de los tratamientos, tal
como se muestra en los resultados. Este comportamiento se presenta en cultivos permanentes
como es el caso del cultivo del Granado.
Por otro lado, en el caso de cultivos anuales o de ciclos cortos, es donde se puede apreciar el
efecto sobre el número de frutos en el mismo periodo de producción. Tal es el caso de
Chiliquinga, (2015), quien en su estudio sobre el número de frutos en tomate de árbol
Solanum betaceum, observó que la dosis alta de Nemagold (T. erecta) (50L/ha) presentó un
promedio de 12.33 frutos, número mayor al obtenido con el tratamiento a base de Vydate L
(10L/ha) obteniendo un número de 10.67 frutos por planta. Por lo que concluyó que la
utilizaión de T. erecta obtuvo mejor control de las poblaciones de nematodos reportó en el
cultivo, consecuentemente el crecimiento y desarrollo de las plantas fue mejor, lo que se
puede medir en los rendimientos finales del cultivo. se ve reflejada en la calidad y cantidad
de frutos, obteniendo mayores rendimientos en los cultivos.
101
4.4.3. Calibre de frutos de Granado
Al analizar los resultados, muestran mediante la prueba de Tukey que los tratamientos a base
de Blocker (93.3 mm) y Lilanova (92.6 mm) fueron los que tuvieron un mayor efecto,
presentando las mayores medidas en cuanto al calibre de frutos en comparación con los
tratamientos a base de T. erecta (91.6 mm) y tratamientos químicos convencionales como
Vydate (91.9 mm) y Rugby (91.6 mm). Todos estos tratamientos fueron estadísticamente
diferentes al tratamiento testigo el cual presentó los calibres más bajos (88.2 mm).
Tabla 12. Calibre de frutos bajo distintos tratamientos en condiciones de campo, cultivo de
Granado, APABASAC, Arequipa (Prueba de Tukey a 0.05 de probabilidad).
Amplitud de
significancia Sig.
Tratamiento Promedio ± DS
(p)
1 2 3
102
c
94 c bc
Diámetro ecuatorial (mm)
93.3 bc bc
92 92.6
91.9
91.6 91.6
ab
90
89.6 a
88
88.2
86
e
r
o
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M
V
Bl
Li
T.
Grafico 35. Calibre de frutos promedio bajo diferentes tratamientos para el control de M.
incognita, en condiciones de campo, cultivo de Granado, APABASAC, Arequipa.
Frente a esto, en el presente estudio, los resultados demuestran el efecto de los tratamientos
a base de Blocker y Lilanova sobre el calibre de fruto, evidenciándose mayores calibres
respecto a los demás tratamientos. Lo que demuestra que estos frutos tendrán mayor demanda
en los mercados, generando mayor rentabilidad. Asi mismo, también podemos observar que
103
los mayores calibres resultado de la aplicación de éstos tratamientos, evidencia un buen vigor,
el buen desarrollo y nutrición de la planta.
Por otro lado, en el presente estudio se muestra que el tratamiento testigo presenta el menor
valor para el calibre (88.2 mm). Este resultado demuestra el efecto negativo del ataque del
nematodo del nudo M. incognita, sobre el cultivo de Granado, así lo sostiene Seinhorst,
(1979), quien señala que las plantas infectadas muestran una reducción en el crecimiento y
desarrollo.
Tal como lo menciona Christie (1974), “Los nódulos de la raíz constituyen una enfermedad
muy destructora, aunque es extremadamente variable el grado de lesión a las plantas y en ella
influyen muchos factores. El hecho aislado de que las raíces presentan vesículas no significa,
necesariamente, que se retarde gravemente el desarrollo de la planta. Cuando son favorables
las condiciones de desarrollo, especialmente con abundante humedad y fertilidad, algunas
plantas pueden contener una infestación importante sin que se afecte seriamente su
desarrollo”. Así mismo, Agrios (2005), menciona que: Las plantas afectadas a menudo
sobreviven durante el transcurso de la estación de crecimiento y rara vez son destruidas
prematuramente por la enfermedad.
104
4.4.4. Peso de frutos de Granado
En la tabla 13 y figura 36, se muestran los resultados del peso promedio de frutos de P.
granatum. El análisis de varianza, evidencia la existencia de diferencias altamente
significativas (P<0.01) entre diferentes tratamientos.
La prueba de Tukey muestra que los tratamientos de Blocker (406.4 g), Lilamova (397.2 g)
y T. erecta (386.1 g), son los que presentan mayores valores con respecto al peso de los
frutos, conformando así el primer nivel de significancia. Todos estos tratamientos fueron
estadísticamente diferentes al tratamiento testigo el cual presentó los menores valores (321.9
g).
Tabla 13. Peso promedio de frutos (g) bajo distintos tratamientos en condiciones de campo,
cultivo de Granado, APABASAC, Arequipa (Prueba de Tukey a 0.05 de probabilidad).
Amplitud de
significancia Sig.
Tratamiento Promedio ± DS
(p)
1 2 3 4
Tukey (a,b,c)
105
d
d
400 406 cd
Peso medio de fruto (gr)
397
c
bc
386
365
350 359
ab
a
332
322
300
e
r
o
ta
by
va
ke
at
az
ig
ec
no
ug
yd
st
oc
el
er
Te
la
R
M
V
Bl
Li
T.
Grafico 36. Peso promedio de frutos (gr), bajo diferentes tratamientos para el control de M.
incognita, en condiciones de campo, cultivo de Granado, APABASAC, Arequipa.
Mendoza, (2012). Observó que el porcentaje del peso radicular de Lycopersicon esculentum
disminuye cuando es aplicado con Oxamyl. Si bien la mayoría de nematicidas como el
Oxamyl controlan a los nemátodos, tienen efecto negativo sobre la planta, ya que paralizan
su desarrollo radicular, esto unido a la destrucción de la flora microbiana natural, ocasiona
un cierto estrés en la planta; respectivamente (Calvo y Lopez, 1980)
Según Farfán (2012), las plantas tratadas con Nema100, Chandler y QL Agri tuvieron un
mayor crecimiento de la parte aérea, esto es porque estos productos naturales además de
controlar los nematodos también estimulan un mayor desarrollo de la planta, como lo
menciona (Cutler, 1987).
106
4.4.5. Rendimiento Ton/ha.
Tabla 14. Rendimiento expresado en peso de frutos por hectárea (Kg/ha) bajo distintos
tratamientos en condiciones de campo, cultivo de Granado, APABASAC, Arequipa (Prueba de
Tukey a 0.05 de probabilidad).
Amplitud de
Promedio significancia Sig.
Tratamiento Promedio (Kg/ha) ± DS
(Ton/ha) (p)
1 2 3
Tukey (a,b,c)
107
c c
30
29.9 c c
bc
Peso (Ton/ha)
28.9
a
22.7
20 20.9
e
r
o
by
a
ta
va
ke
at
az
ig
ec
no
ug
yd
st
oc
el
er
Te
la
R
M
V
Bl
Li
T.
Figura 37. Rendimiento expresado en peso de frutos por hectárea (Ton/ha), bajo diferentes
tratamientos para el control de M. incognita, en condiciones de campo, cultivo de Granado,
APABASAC, Arequipa.
Tal como lo muestra la Figura 37, Los tratamientos con mayores rendimientos en
comparación a los tratamientos químicos convencionales fueron Bocker, Lilanova y T.
erecta, estos no solo actúan en el control del nematodo del nudo radicular, si no que mejoran
la estructura del suelo favoreciendo el incremento de microorganismos benéficos en el suelo
y producto de ello se evidencia en los resultados mostrando mayores rendimientos. Asi
mismo es importante considerar que gran parte de la productividad de los cultivos está
determinada por la fertilidad del suelo (Barea, 1991). Esa fertilidad puede ser evaluada con
base en sus características físicas, químicas y biológicas (microorganismos que conforman
la microflora y microfauna, además de la meso y macrofauna). Las interacciones que se
derivan de estas tres características producen cambios significativos en los ciclos
biogeoquímicos del suelo y en la disponibilidad de nutrimentos para las plantas en los
108
sistemas agrícolas (Mary et al., 1996), de tal manera que un suelo menos perturbado
presentará mayores rendimientos en cuanto a la producción.
Respecto al los tratamientos químicos, estos presentan un efecto fitotóxico para el cultivo en
altas concentraciones, generando un estrés a la planta, lo cual también se expresa de alguna
manera en el rendimiento de la planta. En el presente estudio, a pesar de que los tratamientos
de Vydate (Oxamyl) y Rugby (Cadusafos) se muestran estadísticamente similares a los
mejores tratamientos de Blocker y Lilanova, y encontrándose en el mismo nivel de
significancia, se puede observar que los rendimientos son menores, evidenciando su efecto
fitotóxico. Lo observado en el presente estudio es respaldado por Saire (2018), el cual afirma
que el efecto fitotóxico de Oxamyl reduce el peso fresco del follaje y genera quemaduras en
las hojas. La planta se muestra con buen porte, pero con pocas hojas y área foliar y con una
coloración verde intensa.
50%
45% 43%
40% 38%
Porcentaje de Rendimiento
35%
30%
30% 28%
26%
25%
20%
15%
9%
10%
5%
0%
0%
T. erecta Blocker Lilanova Vydate Rugby Melaza Testigo
109
tomando las medidas de control adecuadas, se puede llegar a obtener un 43% (9 Ton/ha)
adicional en la producción en comparación al tratamiento testigo.
110
V. CONCLUSIONES
Los tratamientos con mayor efecto sobre la densidad poblacional, en condiciones de campo
en el cultivo de P. granatum son T. erecta (31 J2/100cc de suelo) y Blocker (40 J2/100cc de
suelo), reduciendo la población de M. incognita.
En cuanto al rendimiento del cultivo, los tratamientos con mayor rendimiento fueron Blocker
(29.9 Ton/ha) y Lilanova (28.9 Ton/ha). En relación al peso promedio de frutos, los mejores
tratamientos fueron Blocker (406.4 g) y Lilanova (397.2 g). De la misma manera en cuanto
al calibre promedio de frutos, los tratamientos que mostraron un mayor diámetro ecuatorial
en sus frutos fueron Blocker (93.3 mm) y Lilanova (92.6 mm). Estos tratamientos mostraron
mayor productividad en relación a los tratamientos químicos convencionales.
111
RECOMENDACIONES
Evaluar el efecto de los mismos productos en diferentes dosis en condiciones de campo sobre
el control del nemátodo del nudo.
Evaluar la aplicación nuevos productos, como el Biol y otros, con la finalidad de encontrar
nuevas alternativas de control de M. incognita en el cultivo de Granado.
112
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136
ANEXOS
137
ANEXO 1. Análisis de varianza para el número de huevos eclosionados dentro de la
masa gelatinosa de M. incognita con los distintos tratamientos utilizados a una
concentración de 2000 ppm. Datos transformados con Log (x+10).
138
ANEXO 4. Análisis de varianza para el número juveniles J2 móviles de M. incognita
por 100 cc de suelo bajo diferentes tratamientos, cultivo de Granado, APABASAC,
Arequipa. Datos transformados con Log (x+1).
ANEXO 5. Análisis de varianza para el número de frutos por planta bajo diferentes
tratamientos, cultivo de Granado, APABASAC, Arequipa.
ANEXO 6. Análisis de varianza para el calibre de frutos por planta bajo diferentes
tratamientos, cultivo de Granado, APABASAC, Arequipa.
139
ANEXO 7. Análisis de varianza para peso promedio de frutos por planta bajo diferentes
tratamientos, cultivo de Granado, APABASAC, Arequipa.
140
ANEXO 9. Datos reales de evaluación del número de huevos eclosionados dentro de la masa
gelatinosa de M. incognita con los distintos tratamientos utilizados a una concentración de 2000 ppm.
141
ANEXO 10. Datos reales de evaluación para el porcentaje de huevos eclosionados libres de la masa
gelatinosa de M. incognita con los distintos tratamientos utilizados a una concentración de 2000 ppm.
Número total
Número Evaluaciones Porcentaje
de individuos
Tratamiento Repetición huevos de huevos
eclosionados
al inicio I II III IV eclosionados
(J2)
T1 R1 114 3 7 1 0 11 10%
T1 R2 95 13 3 1 0 17 18%
T1 R3 99 2 7 0 0 9 9%
T1 R4 124 3 9 2 0 14 11%
T1 R5 114 9 7 2 0 18 16%
T2 R1 111 1 6 0 0 7 6%
T2 R2 102 6 5 0 0 11 11%
T2 R3 105 0 6 0 0 6 6%
T2 R4 112 8 1 0 0 9 8%
T2 R5 103 6 1 0 0 7 7%
T3 R1 99 5 3 0 0 8 8%
T3 R2 100 3 5 0 0 8 8%
T3 R3 107 6 8 0 0 14 13%
T3 R4 108 8 1 1 0 10 9%
T3 R5 111 9 2 0 0 11 10%
T4 R1 102 1 0 1 0 2 2%
T4 R2 109 1 1 0 0 2 2%
T4 R3 114 0 0 0 0 0 0%
T4 R4 100 1 1 1 0 3 3%
T4 R5 110 0 1 0 0 1 1%
T5 R1 104 0 0 0 0 0 0%
T5 R2 103 1 0 0 0 1 1%
T5 R3 104 0 1 0 0 1 1%
T5 R4 117 1 0 0 0 1 1%
T5 R5 113 0 1 0 0 1 1%
T6 R1 110 5 8 6 0 19 17%
T6 R2 116 11 11 1 0 23 20%
T6 R3 99 17 15 1 0 33 33%
T6 R4 104 19 10 3 0 32 31%
T6 R5 106 23 13 1 0 37 35%
T7 R1 103 17 31 16 0 64 62%
T7 R2 104 28 19 23 1 71 68%
T7 R3 103 30 8 30 1 69 67%
T7 R4 106 35 21 8 2 66 62%
T7 R5 97 11 17 39 1 68 70%
142
ANEXO 11. Datos reales de evaluación para número juveniles J2 móviles de M. incognita con los
distintos tratamientos utilizados a una concentración de 2000 ppm.
143
ANEXO 12. Datos reales de evaluación del número, calibre, peso de frutos y el rendimiento para el
efecto de diferentes tratamientos en el control de M. incognita.
Población Población
Peso
inicial de final de Número Calibre
de Rendimiento
Tratamiento Bloque Nemátodos Nemátodos de de frutos
frutos (Kg/ha)
(J2/100cc (J2/100cc Frutos (mm)
(g.)
suelo) suelo)
LEYENDA.
T1: Blocker
T2: T. erecta
T3: Lilanova
T4: Melaza
T5: Vidate
T6: Rugby
T7: Testigo
144