Derek Walcott Poemas
Derek Walcott Poemas
Derek Walcott Poemas
III (MIDSUMMER)
VII (MIDSUMMER)
cuando los exiliados deben dibujar sus propios mapas, cuando este asfalto
XI (MIDSUMMER)
no son inmensos, más son fatales, algo así como la sensación de pecado
es, una pregunta que pueden plantear los cisnes con sus cuellos blancos,
XIII (MIDSUMMER)
tal como lo hacen las brasas solitarias. En pozas cristalinas atraídas por señuelo
NEGACIONES
DESENLACE
Yo vivo solo
CAÑAVERAL MARINO
tan fuerte como el viento, que nos apersona a aquellos que amamos
SARGAZOS
VOLCAN
en el mar
al final de Victoria.
de repetirlas o mejorarlas,
de la victoria, el desinterés
El tiempo vendrá
a tu puerta, en tu espejo,
FAMA
como en Balthus,
callejuelas empedradas,
en su blanco
marco, y flores:
gladiolos, gladiolos
interrumpidas. Un libro
Un ansia de trabajo.
Las gaviotas discuten con el rocío de las olas, mientras los rabihorcados
llenos de miedo han escudado las vidas como faroles de sus ventoleras,
porque todo es en honor del dios gaviota. Pero hay islotes donde nuestra
que como una gaviota blanca relampaguea sobre el mar, su lado inferior
VALLE ROSEAU
en la fábrica abandonada.
y el paraíso de un muchacho
o Alsacia-Lorena. El incienso
o el peso de la indiferencia?
desploman gradualmente
lo que murmuran haber visto con sus ojos de luna los mariscadores de
caracolas.
Vemos volar alto a los rabihorcados carroñeros, cada vez más abundantes,
farfullan:
pero los ojos de los pescadores de caracolas son grises como ostras
por la sal en los cortes de las palmas de sus manos, pero todos creen
OMEROS
CAPÍTULO 1
ARCHIPIÉLAGOS
por lo tanto ¿qué más da si la mano del Imperio es tan lenta como
donde las nubes descienden sus escalones como senados que pasan,
agua,
GROS-ILET
era como la Noche de Todos los Santos vuelta del revés, igual que el
murciélago obtiene su propia visión del mundo. Así, sus ojos miran hacia
abajo,
cómo el mar traza surcos que no tienen nada que ver con el tiempo,
En este lugar las velas y las costumbres son distintas, los muertos
Un recuadro de amanecer
su zancuda forma.
Si mi oficio es bienaventurado;
en el criollo fragante
de su veta natural;
o africana occidental
de un rico dialecto,
nunca leído
de su senda nativa;
a mi cordel calibrado
en forma de tablas biseladas
su columna inalterada,
estudia en él su rostro.
en su nuca el peine de su
de la escuela pública,
en el silencio hilvanado;
es su provisión.
de tanta simetría.
La fila de esfinges
su pétrea pregunta:
y vetas en la caoba
al disolverse desatarán
a su eco: ¡Mahaut!
¡Forestière! ¡Y a lo lejos,
de Mabouya! Y, ¡ah!
la colina se levanta
lo trae de vuelta
en su lecho, al risco
umbrío inglés.
incendiando Forestière,
y el bosque se duerme,
se esparce en estrellas.
como si fueran hitos musgosos; cada uno baja como una piedra
que él hizo tan tenuemente, las manos de mi hija se mueven en las mías.
SILABARIO ESCOLAR
el avance de mi trabajo
de lejanas literaturas.
y el esquelético pez
y ensombrecían la asignatura.
No obtuve matrícula
maestro en mi escuela,
me convertía en un hipócrita;
morirían en el dialecto;
y recuerdo: fue
de Half-Moon Battery,
el tronco de un gomero
Fregata magnificens,
ciseau-la-mer, en patois,
para que aquellos que sueñan con un paraíso terrenal puedan leerlo
GRANADA
desde los cipreses, las montañas, los olivos que se tornan plata?
SIGNOS
epígrafes
guardan, como dos sujetalibros, una plaza cerrada, mientras los aromas
del siglo decadente se alejan sin rumbo por entre los jardines
con el olor de los libros encadenados en la National Library.
Cruzad, por un pequeño puente, hacia nuestra época bajo las perdonanzas
en una verde neblina que envuelve a sus caballos, a sus sombreros de seda,
ii
Lejos de las calles atestadas, como novelas, con los pesares del siglo,
iii
se llevó a los viejos inquilinos: ahora, hay signos que las calles
iv
Esa nube era Europa, que se desvanece más allá de las ramas espinosas
del lignum-vitae, del árbol de la vida. Queda una nube con forma de yunque
más allá de las que se ahítan los lobos, de ojos rojos como bayas,
los minaretes de San Petersburgo como una nube. Luego, las nubes
mal.
primavera
el mar
nómbralos y se detendrán
preguntando, preguntando
acontecimiento
alrededor de su farola
ESTRELLA
hacia el caos
con la pasión
de un simple día.
APENDICE
curtido, quemadura
para librarme
por migajas.
de la tierra,
BLUES
me silbaban. Agradables
en cadenas de luz.
de cortadas y lágrimas,
“¡ya es suficiente!”
En realidad no es nada.
olvídenlo.