Carta de Dios A La Mujer
Carta de Dios A La Mujer
Carta de Dios A La Mujer
Querida hija:
Hoy quiero agradecerte tu ser mujer, recordarte lo
importante que eres a mis ojos.
Como barro suave que eres entre mis manos, yo, tu alfarero, te modelé a mi
imagen, puse en ti todo mi amor, te colmé de dones y capacidades.
Creé tus ojos y los bendije con el sentido de la vista; los hice lugar de admiración,
ternura, disculpa. Los hice transmisores de amor, alegría y serenidad.
Hice tus pies y los bendije con el don de la movilidad, para que fuesen cercanía,
servicio, disponibilidad. Les di la capacidad de detenerse junto a los que te
necesitan, de recorrer caminos de libertad.
Modelé tus manos y las bendije con el sentido del tacto, convirtiéndolas así en
acogida, ofrecimiento, sanación y ayuda, para que ellas, a su vez, bendigan y
moldeen nuevas vidas.
Creé tus tímpanos y los bendije con el sentido del oído. Los hice receptivos,
atentos, comprensivos, para poder escucharme en lo pequeño, en lo sencillo, en lo
invisible.
Formé tu boca y la bendije con el sentido del gusto, y fue lugar de canción, de
aliento, de ánimo, de perdón, y pudo comunicar palabras de vida, de paz, de
verdad.
DIOS