12 Anatematismos o Capítulos de Cirilo
12 Anatematismos o Capítulos de Cirilo
12 Anatematismos o Capítulos de Cirilo
Can. 1. Si alguno no confiesa que Dios es según verdad el Emmanuel, y que por eso la
santa Virgen es madre de Dios (pues dió a luz carnalmente al Verbo de Dios hecho carne),
sea anatema.
Can 2. Si alguno no confiesa que el Verbo de Dios Padre se unió a la carne según hipóstasis
y que Cristo es uno con su propia carne, a saber, que el mismo es Dios al mismo tiempo
que hombre, sea anatema.
Can. 3. Si alguno divide en el solo Cristo las hipóstasis después de la unión, uniéndolas
sólo por la conexión de la dignidad o de la autoridad y potestad, y no más bien por la
conjunción que resulta de la unión natural, sea anatema.
Can. 4. Si alguno distribuye entre dos personas o hipóstasis las voces contenidas en los
escritos apostólicos o evangélicos o dichas sobre Cristo por los Santos o por Él mismo
sobre sí mismo; y unas las acomoda al hombre propiamente entendido aparte del Verbo de
Dios, y otras, como dignas de Dios, al solo Verbo de Dios Padre, sea anatema.
Can. 5. Si alguno se atreve a decir que Cristo es hombre teóforo o portador de Dios y no,
más bien, Dios verdadero, como hijo único y natural, según el Verbo se hizo carne y tuvo
parte de modo semejante a nosotros en la carne y en la sangre [Hebr. 2, 14], sea anatema.
Can 6. Si alguno se atreve a decir que el Verbo del Padre es Dios o Señor de Cristo y no
confiesa más bien, que el mismo es juntamente Dios y hombre, puesto que el Verbo se hizo
carne, según las Escrituras [Ioh. 1, 14], sea anatema.
Can. 7. Si alguno dice que Jesús fue ayudado como hombre por el Verbo de Dios, y le fue
atribuída la gloria del Unigénito, como si fuera otro distinto de Él sea anatema.
Can. 8. Si alguno se atreve a decir que el hombre asumido ha de ser coadorado con Dios
Verbo y conglorificado y, juntamente con él, llamado Dios, como uno en el otro (pues la
partícula “con” esto nos fuerza a entender siempre que se añade) y no, más bien, con una
sola adoración honra al Emmanuel y una sola gloria le tributa según que el Verbo se hizo
carne [Ioh. 1, 14], sea anatema.
Can. 9. Si alguno dice que el solo Señor Jesucristo fue glorificado por el Espíritu, como si
hubiera usado de la virtud de éste como ajena y de Él hubiera recibido poder obrar contra
los espíritus inmundos y hacer milagros en medio de los hombres, y no dice, más bien, que
es su propio Espíritu aquel por quien obró los milagros, sea anatema.
Can. 10. La divina Escritura dice que Cristo se hizo nuestro Sumo Sacerdote y Apóstol de
nuestra confesión [Hebr. 3, 1] y que por nosotros se ofreció a sí mismo en olor de suavidad
a Dios Padre [Eph. 5, 2]. Si alguno, pues, dice que no fue el mismo Verbo de Dios quien se
hizo nuestro Sumo Sacerdote y Apóstol, cuando se hizo carne y hombre entre nosotros,
sino otro fuera de Él, hombre propiamente nacido de mujer; o si alguno dice que también
por sí mismo se ofreció como ofrenda y no, más bien, por nosotros solos (pues no tenía
necesidad alguna de ofrenda el que no conoció el pecado), sea anatema.
Can. 11. Si alguno no confiesa que la carne del Señor es vivificante y propia del mismo
Verbo de Dios Padre, sino de otro fuera de Él, aunque unido a Él por dignidad, o que sólo
tiene la inhabitación divina; y no, más bien, vivificante, como hemos dicho, porque se hizo
propia del Verbo, que tiene poder de vivificarlo todo, sea anatema.
Can. 12. Si alguno no confiesa que el Verbo de Dios padeció en la carne y fue crucificado
en la carne, y gustó de la muerte en la carne, y que fue hecho primogénito de entre los
muertos [Col. 1, 18] según es vida y vivificador como Dios, sea anatema.