Xicohtencatl Axayacatzin
Xicohtencatl Axayacatzin
Xicohtencatl Axayacatzin
En 1519, Hernán Cortés se dio a la tarea de enviar una embajada a los cuatro señores de
Tlaxcala, con la propuesta de enfrentar en alianza a los mexica, bajo la promesa de dejar de
ser tributarios de aquel poderoso imperio.
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Xicohtencatl argumentó ante el Senado que la llegada de aquellos extraños hombres era
simplemente la llegada de nuevos hombres, sin mayores virtudes que cualquier otro y “que
los castillos flotantes eran resultado del trabajo humano, que se admira, porque no se ha
visto”. Convocó entonces a una reunión “para que mirasen a los extranjeros como tiranos
de la patria y de los dioses.”
Pero la guerra no es un asunto que pueda esperar y, mientras en Tlaxcala se discutían las
ventajas y las desventajas de una alianza de esta magnitud, el 5 de septiembre del mismo
año, Xicotencatl inició la guerra contra Hernán Cortés en una lucha sin precedentes, en la
que la superioridad estaba del lado de los españoles por su tecnología bélica y caballería.
Además, los nativos tenían la tradición de no asesinar a los enemigos de guerra, sino
tomarlos prisioneros.
Aquella guerra nocturna continuó hasta que el padre de Xicoténcatl ordenó cesar las
hostilidades. Esta acción significó el reconocimiento de Hernán Cortés como embajador del
reino de Castilla y también le valió la invitación al palacio del padre de Xicoténcatl -quien
llevaba el mismo nombre-, y fue en aquella reunión donde se pactó la alianza para combatir
a los mexica, conformando un poderoso ejército que acompañaría al encuentro Cortés-
Moctezuma a la entrada de Tenochtitlan, en 1520.
Como bien sabes, durante la llamada “noche triste”, el ejército español recibió una dura
derrota por parte de los mexica, quienes les sorprendieron huyendo de su ciudad y acabaron
casi con la totalidad de sus hombres.
Tras esta grave derrota, Cortés fue recibido con honores en Tlaxcala por Xicotencatl padre,
mientras que el hijo vió la oportunidad de acabar con aquel disminuído ejército de hombres
blancos para siempre. Xicotencatl hijo no confiaba en la honestidad de los españoles y tenía
el presentimiento de que su imperio estaba siendo utilizado para derrotar a los mexica,
únicamente para cambiar de tirano.
Por ello, Xicohtencatl Axayacatzin se dio a la tarea de tratar de convencer a su padre y a los
señores de Tlaxcala para buscar una alianza con Cuitláhuac, quien había ascendido al trono
para derrotar a los españoles, demostrando más fiereza que su antecesor Moctezuma.
Por su parte, los mexica también buscaron aquella añorada alianza, aunque Cortés le
ofreció a Tlaxcala una parte de los territorios conquistados, lo que determinó que se sellara
el pacto entre los tlaxcaltecas y los españoles, que llevó a la guerra contra Tenochtitlan.
Si bien aquel jóven príncipe pudo ser una parte fundamental en la caída de Tenochtitlan,
sus aportaciones y propuestas fueron ignoradas por el ejército español, lo que le dejó muy
en claro que la alianza no se configuraba entre iguales, sino en un orden jerárquico.
Por ello, en mayo de 1521, marchó a Tlaxcala con la intención de derrotar a Cortés. Sin
embargo, una vez derrotados los mexica, Cortés ordenó la aprehensión de Xicohténcatl
Axayacatzin y su muerte en Texcoco como desertor, concluyendo así la vida de un guerrero
que supo ver lo que deparaba el futuro para su pueblo.
Bibliografía
Contreras Martínez, José Eduardo (11 de agosto de 2016). “La Conquista vista desde los
Tlaxcaltecas”