Tapear en Granada
Tapear en Granada
Tapear en Granada
Un clásico entre los clásicos, abierto desde 1942. Siempre está a tope y hay que entrar a la carga para hacerse
un hueco. Pero merece la pena el agobio, aunque solo sea por ver el espectáculo de un solo camarero
sirviendo una barra atestada de gente… y nadie repite tapa. Buena gamba blanca, fritura de pescado, sesos,
mollejas, pijotas y exquisito cazón en adobo.
Es uno de los locales más famosos de toda Granada; decoración de taberna antigua, buenas tapas y una
especialidad, el calicasa, combinación de vinos dulces autóctona de la casa.
Lleva sirviendo vinos desde 1870, lo que le acredita ser el bar más antiguo de la ciudad y tercero de
Andalucía. Taberna de lo más tradicional, con su barra de madera, fotos históricas, buenos vinos y mejores
embutidos. En una cosa no es tradicional: no ponen la tapa con la bebida, hay que pagarla aparte.
La antigua zona de marcha y copas universitaria de Pedro Antonio se ha venido a menos. Pero aún hay bares
por los que merece la pena dejarse caer; uno de ellos es El Rinconcillo, donde hay buen picoteo (ponen paté
casero de primera y albóndigas con tomate de segunda) y excelentes vinos por copa a la temperatura
correcta.
Una de las tradiciones granadinas consiste en subir a esta plazuela del Albaycín Alto y sentarse en la terraza
del “bar de los caracoles”, como la gente conoce a este garito al que se peregrina para probar su tapa más
famosa. Un día bueno cuecen 170 kilos de caracoles. Están de muerte: sabrosos y con el picante justo. Ojo,
no abren hasta las 13.00.
Blanca Paloma (Alhamar, 14)Tiene una de las mejores frituras de pescado de la ciudad. Además suelen
poner como primera unas berenjenas fritas que quitan el hipo.
Local centenario que pese al cambio de dueño conserva el sabor y la decoración que le hicieron famoso; su
especialidad son los ibéricos, el requeté (melva canutera y pimiento morrón) y la variedad de vermús.
El barrio del Realejo es de los más genuinos de Granada. Y la plaza del Campo del Príncipe, su espacio
urbano más famoso. La plaza está llena de buenos bares con terrazas muy frecuentadas en cuanto llega el
buen tiempo. Uno de ellos es Los Martinetes, con especialidades como albóndigas nazaríes, ciervo a
laranadina, salmorejo y tortilla de verduras. El genial cantaor Enrique Morente frecuentaba los bares del
Realejo.
Bodeguilla de al Lado (Tendillas de Santa Paula, 4)
Un garito muy especial donde desde hace más de 20 años sirven buenos vinos por copas. Aún usan manteles
de ganchillo y discos de vinilo, como si fuera una taberna antigua. Es caro, pero bueno.
Plaza de Toros