Alteracionhidrotermal
Alteracionhidrotermal
Alteracionhidrotermal
"Hidrotermalismo"
Curso de capacitación
Julio 21-22, Antofagasta
Apuntes y Referencias
Brian K. Townley
Geología Económica
Departamento de Geología
Universidad de Chile
INTRODUCCIÓN
En la naturaleza la gran mayoría de depositos minerales metálicos están de una u otra forma
ligados a procesos hidrotermales. La fuente, composición y características termodinámicas
de un fluido hidrotermal pueden ser bastante variables y dependen en gran medida de las
características de su fuente, de la distancia de transporte y su modificación durante este, y
de las propiedades de la roca huesped.
Este seminario de dos días intenta proveer los conocimientos básicos y actualizar a los
alumnos participantes en cuatro aspectos fundamentales del hidrotermalismo, siendo estos :
i) fuente de fluidos hidrotermales y metales,
ii) alteración hidrotermal,
iii) estabilidad de sulfuros, y
iv) transporte y precipitación de metales.
La interrelación existente entre estos cuatro tópicos y su comprensión dentro del contexto
de un modelo de algún tipo de yacimiento dado son una gran herramienta para el geólogo
económico.
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FUENTE DE FLUIDOS HIDROTERMALES Y METALES
En la mayoría de depósitos de origen hidrotermal se sabe hoy en día que los fluidos
hidrotermales participantes son en su mayoría de origen magmático (ej. Giggenbach, 1997),
y que son los que contienen metales a ser depositados según las condiciones
termodinámicas de éste. La pregunta obvia entonces es en que momento y por qué se separa
o fracciona una fase hidrotermal de una fase magmática y como y por qué es capaz de
secuestrar metales desde el magma.
A condiciones de alta presión y temperatura, un magma posee una alta solubilidad del agua,
solubilidad que decrece con el descenso de temperatura y más fuertemente con el descenso
de presión (Fig. 1). Magmas máficos poseen mayor solubilidad que magmas félsicos. La
pérdida de solubilidad de un magma y la consecuente partición de agua desde la fase
magmática es denominada "primera ebullición", fenómeno gradual y de poca injerencia.
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Figura 1. Solubilidad de H2O en fundidos silicicatados de
composición a andesítica y basáltica a 1100°C. Un magma
de composición intermedia con 2.5% H2O requiriría 75,
60 y 10 % de cristalización para alcanzar saturación
a 5 kbar (A), 2 kbar (B) y 0.5 kbar (C), respectivamente
(tomado de Reed, 1997; modificado de Burnham y
Ohmoto, 1980).
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ALTERACIÓN HIDROTERMAL
Se presenta a continuación un breve resumen de los tipos de alteración más comunes y sus
respectivas asociaciones mineralógicas, basado en Corbett y Leach (1998), Reed (1997),
Titley (1992), Rose y Burt (1979) y Meyer y Hemley (1967) :
i. alteración potásica: caracterizada principalmente por feldespato potásico y/o biotita, con
minerales accesorios como cuarzo, magnetita, sericita, clorita. La alteración potásica
temprana suele presentar una textura tipo hornfel con biotita de alteración de similar
composión a biotita primaria, principalmente por efectos de reemplazo metasomático de
hornblenda primaria. Biotita tardía en vetillas es más rica en Mg. Este cambio sugiere
una gradación de alteración metasomática inicial dominada por transferencia de calor
(metamorfismo de contacto) a alteración hidrotermal convectiva asociada con
exsolución y circulación de fluidos hidrotermales. La alteración potásica de alta
temperatura (400° a 800°C) se caracteriza por una alteración selectiva y penetrativa.
Biotita en vetillas ocurre principalmente en el rango 350°-400°C, y feldespato potásico
en vetillas en el rango 300°-350°C. Biotita y felsdespato están comunmente asociados
con cuarzo, magnetita y/o pirita, formados a condiciones de pH neutro a alcalino.
ii. alteración propilítica: caracterizada principalmente por la asociación clorita-epidota con
o sin albita, calcita, pirita, con minerales accesorios como cuarzo-magnetita-illita. La
alteración propilítica ocurre por lo general como halo gradacional y distal de una
alteración potásica, gradando desde actinolita-biotita en el contacto de la zona potásica a
actinolita-epidota en la zona propilítica. En zonas más distales se observan asociaciones
de epidota-clorita-albita-carbonatos gradando a zonas progresivamente más ricas en
clorita y zeolitas hidratadas formadas a bajas condiciones de temperatura. Esta
característica zonal y gradacional es reflejo de una gradiente termal decreciente desde el
núcleo termal (alteración potásica en esta discusión) hacia afuera. Esta alteración se
forma a condiciones de pH neutro a alcalino a rangos de temperatura bajo (200°-250°C).
La presencia de actinolita (280°-300°C) puede ser indicador de la zona de alteración
propilítica interior.
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iii. albitización : normalmente asociado con alteración propilítica de alta temperatura,
ocurre por lo general como reemplazo selectivo de plagioclasas junto con actinolita. En
sistemas porfídicos es interpretado como una alteración temprana y profunda durante
etapas tardías de cristalización de un magma.
iv. alteración cuarzo-sericita: caracterizada principalmente por cuarzo y sericita con
minerales accesorios como clorita, illita y pirita. Filica : dominancia de sericita. La
alteración cuarzo-sericita ocurre en un rango de pH 5 a 6 a temperaturas sobre los
250°C. A temperaturas más bajas se da illita (200°-250°C) o illita-smectita (100°-
200°C). A temperaturas sobre los 450°C, corindón aparece en asociación con sericita y
andalusita. En ambientes ricos en Na, paragonita puede aparecer como la mica
dominante. La mica rica en vanadio (Roescolita) y la rica en cromo (Fuchsita) ocurren
localmente en rocas máficas.
v. alteración argílica moderada: caracterizada principalmente por arcillas (caolín) y mayor
o menor cuarzo. La alteración argílica moderada ocurre ne rangos de pH entre 4 y 5 y
puede co-existir con la alunita en un rango transicional de pH entre 3 y 4. La caolinita se
forma a temperaturas bajo 300°C, típicamente en el rango <150°-200°C. Sobre los
300°C la fase estable es pirofilita.
vi. alteración argílica avanzada: caracterizada principalmente por cuarzo residual (cuarzo
oqueroso o “vuggy sílica”) con o sin presencia de alunita, jarosita, caolín, pirofilita y
pirita. La alteración argílica avanzada ocurre dentro de un amplio rango de temperatura
pero a condiciones de pH entre 1 y 3.5. A alta temperatura (sobre 350°C) puede ocurrir
con andalusita además de cuarzo. Bajo pH 2 domina el cuarzo, mientras que alunita
ocurre a pH sobre 2. La alunita puede originarse en variados tipos de ambientes, como
producto de alteración por condensación de gases ricos en H2S, como producto de
alteración supérgena, como producto de cristalización magmática/hidrotermal, o a lo
largo de vetas y brechas hidrotermales de origen magmático.
vii. alteración carbonatada: caracterizada por calcita, dolomita, ankerita, siderita, con
mayor o menor sericita, pirita y/o albita. Los carbonatos ocurren dentro de un amplio
rango de temperatura y pH, asociados con caolinita, clorita y minerales calco-silicatados.
Zonación de carbonatos en función de pH incremental es observado en muchos sistemas
hidrotermales. Carbonatos de Fe-Mn (siderita-rodocrosita) co-existen con caolinita e
illita, mientras que carbonatos mixtos de Ca-Mn-Mg-Fe (rodocrosita-ankerita-
kutnahorita-dolomita) ocurren con illita y clorita, y carbonatos de Ca-Mg (dolomita-
calcita) ocurren con clorita y minerales calco-silicatados. Esta zonación es interpretada
como producto de la mobilidad decreciente de Fe, Mn y Mg a pH progresivamente más
alto. Los carbonatos pueden aparecer en todo tipo de ambiente hidrotermal.
viii. alteración calcosilicatada, skarn: silicatos de Ca y Mg dependiendo de la roca
huésped, caliza o dolomita. Caliza : granates andradita y grosularita, wollastonita,
epidota, diopsido, idocrasa, clorita, actinolita. Dolomita : fosterita, serpentinita, talco,
tremolita, clorita. La alteración calco-silicatada ocurre bajo condiciones de pH neutro a
alcalino a distintos rangos de temperatura. La asociación zeolita-clorita-carbonatos es
formada a bajas temperaturas y epidota, seguido por actinolita, ocurren a temperaturas
progresivamente mayores. Los minerales de zeolita son particularmente sensibles a
temperatura. Zeolitas hidratadas (natrolita, chabazita, mesolita, mordenita, stilbita,
heulandita) predominan a condiciones de baja temperatura (<150°-200°C), mientras que
zeolitas menos hidratadas tales como la laumontita (150°-200°C) y wairakita (200°-
300°C) ocurren a temperaturas y profundidades progresivamente mayores en sistemas
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hidrotermales. En algunos sistemas se observa pumpellita/prehnita a temperaturas más
elevadas (250°-300°C), en asociación, en algunos casos, con epidota. La epidota ocurre
como granos pequeños y mal cristalizados a temperaturas entre 180° y 220°C, y como
fases bien cristalizadas a temperaturas más altas (>200°-250°C). Actinolita es estable a
temperaturas >280°-300°. En ambientes colindantes a pórfido ocurre clinopiroxeno
(>300°C) y granate (>325°-350°C).
ix. alteración tipo greissen: caracterizado por muscovita de grano grueso, feldespato y
cuarzo, con o sin topacio y/o turmalina. Esta alteración ocurre principalmente asociado a
fases pneumatolíticas en rocas graníticas, a temperaturas sobre 250°C.
Algunas de estas alteraciones quedan resumidas en diagramas del tipo AKFC (Fig. 2; Rose
y Burt, 1979). Por otra parte, Corbett y Leach (1998) presentan un diagrama de
clasificación en función de temperatura y pH (Fig. 3).
Cabe destacar que la alteración propilítica corresponde a una asociación de minerales que
se da en rocas a baja temperatura y razón agua/roca, no diferenciándose en gran medida de
metamorfismo de bajo grado. Por otra parte, se recomienda restringir el uso de la palabra
propilítica a aquellas asociaciones que contengan albita, clorita y epidota en rocas cuya
composición total no ha variado enormemente con respecto a la roca original. Esta
definición la distingue de alteraciones particulares como son la albitización, cloritización y
epidotización.
Existen otras formas de clasificar las alteraciones hidrotermales, ya sea por mineral de
alteración principal (ej. : sericitización, epidotización) o por metasomatismo principal (ej.
cálcico-ferrico, aluminio-potásico), pero estas son de poco uso.
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Figura 2 (a-e). Minerales de ocurrencia común en los principales tipos
de alteración en rocas aluminosilicatadas; cuarzo usualmente presente en
todas (basado en Meyer y Hemley, 1967). A temperaturas altas, andalucita
ocurriría en alteración argílica avanzada. Puntos entre sericita y clorita
indican separación de tipos (tomado de Rose y Burt, 1979).
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Figura 3. Minerales de alteración común en sistemas hidrotermales (tomado de
Corbett y Leach, 1998).
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5Mg+2(agua)+ 3SiO2 (roca)+ Al2O3 (roca)+ 9H2O(agua) Mg5Al2Si3O10 (OH)8 (clorita)+ 10H+(agua)
acidificando el ambiente. De esta forma, la reacción real sigue el camino SQ, para primero
generar cuarzo-pirofilita, para posteriormente continuar con reacciones de neutralización de
pH y seguir el camino QM, dando lugar a la asociación microlina-muscovita.
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Figura 4. Diagrama de actividad mostrando línea de reacción (S-Q-M) para la reacción
de agua de mar a 300°C con basalto. A lo largo del recorrido de alteración precipitan
pirofilita y cuarzo (Q), seguido por reemplazo de pirofilita por muscovita y finalmente
precipitación de microclina (M). A pesar de que S-A es la línea de reacción intuitivamente
más lógica, la verdadera secuencia se desvía producto de precipitación de clorita
y producción del ión hidrógeno (tomado de Reed, 1997).
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Figura 6. Relación esquemática de campos de estabilidad en el sistema K2O-Na2O-
Al2O3-SiO2-H2O-HCl a 400°C y 1 kb.La pirofilita es metaestable. (a) Diagrama
triangular de fracción molar, mostrando asociaciones solidas con cuarzo. (b) Ploteo
similar de Na2O/Al2O3 vs. K2O/Al2O3. (c) Estabilidad de fases en función de actividad
de Na2O vs. actividad de K2O. (d) Estabilidad de fases en función de log aNa+/aH+ vs.
log aK+/aH+. (e) Similar a (d) pero en función de potencial químico K2O
vs. Na2O (tomado de Burt y Rose, 1979).
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Figura 7. Relaciones presión-temperatura de reacciones de equilibrio de
deshidratación y transformaciones polimórficas (tomado de Burt y
Rose, 1979).
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Alteración Hidrotermal y Relación con Permeabilidad y Razón Agua/Roca
La interacción agua - roca, si bien depende en gran medida de la composición de roca y del
fluido, de temperatura y presión, también depende de la superficie o volumen de roca
expuesto al fluido, es decir, la permeabilidad de una roca será un factor determinante. Este
factor puede ser también visualizado en términos de la razón agua/roca involucrado en una
alteración específica (Reed, 1997). Este concepto puede ser ejemplarizado con el paso de
un fluido por una veta (Fig. 10), donde se generará un halo de alteración desde la veta hacia
la roca de caja, con razones de agua/roca progresivamente menores. El mismo efecto se
observará en la dirección de avance del fluido a través de la veta.
El uso del concepto razón agua/roca es propuesto por Reed (1997) para la confección de
diagramas de estabilidad que permitan visualizar en forma más real en sistemas
multicomponentes. Estos diagramas presentan la razón agua/roca en el eje X, con mayor
razón agua/roca de izquierda a derecha. Este orden no conlleva significancia genética, y es
la evolución del sistema hidrotermal la que dictará si se lee de izquierda a derecha o
viceversa.
Las reacciones calculadas en términos de razón agua/roca pueden ser aplicados en forma
aproximada en la interpretación espacial y temporal en sistemas reales, como es el caso de
halos de alteración en torno y en el avance de una veta (Fig. 10). Los halos se producen al
perder el fluido su capacidad de alteración al reaccionar progresivamente con la roca. Si el
aporte de fluido es progresivo en el tiempo, los halos de alteración avanzarán en la medida
que la roca alterada pierde su capacidad de inhabilitar a un fluido (ej. agua ácida es
neutralizada).
La secuencia de halos de alteración desde la veta hacia afuera representa asociaciones que
se forman a razones agua/roca progresivamente menores. La roca proximal está en contacto
con mayor proporción de agua que la roca distal, y el agua que avanza a través de la veta
está progresivamente más neutralizada. Los conceptos aquí presentados introducen una
nueva variable, tiempo o más bien, duración de la interacción agua/roca.
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Figura 8. Estabilidad de minerales de fierro y otras especies en función de log aO2
vs. 1/T. Ad = andradita; An = anortita; Ann = annita; Ep = epidota; Fay = fayalita;
Fe = fierro; Ftr = ferrotremolita; Gar = granate; Hd = hedenbergita; Hm = hematita;
Iv = ilvaita; Kr = kirschsteinita; Ksp = feldespato K; Mt = magnetita; Ps = pistacita;
Px = piroxeno; Sid = siderita; Ws = wustita (tomado de Burt y Rose, 1979).
Figura 9. Vista conceptual de relaciones entre fluido hidrotermal primario, fuente de meta-
les, canalización de fluido, roca huesped y "trampa de mena". La fuente de metales incluye
al fluido primario y la roca en el camino de flujo (tomado de Reed, 1997).
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Reacción de Aguas Acidas con Roca Huésped de Composición Máfica a Félsica
El estudio de las reacciones de alteración fue realizado con pruebas experimentales sobre
basalto, andesita y dacita, todos calco-alcalinos a temperatura de 300°C y pH inicial de 0.8
(Reed, 1997).
Estos minerales constituyen una serie de alteración que va desde alteración argílica
avanzada intensa (cuarzo-pirita-azufre nativo) a argilica avanzada (cuarzo-alunita-pirofilita)
a sericita (cuarzo-muscovita-paragonita-clorita) a propilítica (albita-epidota-microclina-
clorita-muscovita).
Neutralización de fluido ácido por reacción con roca huésped: las relaciones de interacción
de aguas ácidas con la roca huésped consume H+ en intercambio con cationes de la roca; el
fluido ácido inicial cambia a un fluido básico enriquecido en cationes, ya que el ataque
ácido de minerales formadores de roca libera cuarzo, Al +3, Na+, K+, etc. (Hemley y Jones,
1964).
Las asociaciones son distintivas una de la otra porque cada una prevalece en distintos
rangos de pH bajo funciones específicas de buffer de pH, dándole una composición única a
la fase acuosa caracterizada por intervalos planos en escalera en los diagramas de
modalidad iónica. Cada intervalo plano equivale a un buffer de pH específico; cada paso
comienza y termina en respuesta a un cambio de serie mineral buffer o producto del
consumo total de un catión de balance (Na+, K+, etc.) que todos los buffer minerales
requieren.
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Figura 10. Diagrama esquemático de la mitad de una sección de un halo de alteración
bordeando una fractura que canaliza a un fluido hidrotermal de izquierda a derecha, a
temperatura y presión constante. A lo largo de la dirección de flujo, la zona de veta se
acuña (exagerado en figura) y, en tiempo, zonas individuales de alteración crecen
alejandose de la veta. La zonación de halo y el avance de bordes de alteración corresponden
aproximadamente a cambios de razón agua/roca (w/r), indicado en la figura (tomado de
Reed, 1997).
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Figura 11 (a-e). Reacción de una andesita con un fluido acídico condensado
magmático. a 300°C. Para mayor detalle ver Reed (1997) en apuntes.
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La precipitación de alunita es la primera en cambiar la pendiente de la curva de pH a un pH
de 1.5 (Fig. 11b; Reed, 1997). El efecto buffer de esta reacción se acaba cuando se acaba el
K+ necesario en la reacción, lo cual permite una subida de pH a 2.3, con precipitación de
pirofilita. Los buffer sucesivos son :
Las series de buffer son válidas para soluciones hidrotermales salinas, independiente de que
sean ácidas o simplemente ricas en sal. Agua fresca no opera de esta forma porque adolecen
de cationes de balance. Tales buffer de pH serán un factor importante en el control de
solubilidad y precipitación de metales y son el principal factor en la diferenciación entre
aguas ricas en oro y ricos en metales base.
Si bien la secuencia de buffer está presente en orden de mayor a menor razón agua/roca, la
evolución puede ser en sentido contrario. En este caso se tendría un lugar fijo a donde
llegan los fluidos hidrotermales. El buffer comenzaría con feldespato K-mica K (pH = 5.5)
y progresaría hacia el buffer de alteración argílica avanzada (ph = 1.5). La transición de un
buffer a otro puede ser entendido como el efecto de un ataque ácido sobre una roca,
ocurriendo un paso de roca pura a solución pura en la medida que crece la razón agua/roca,
por ejemplo, el paso del buffer albita-microclina-muscovita-cuarzo a albita-paragonita-
cuarzo ocurre cuando la adición continua de ácido disuelve el total de la microclina,
destruyendo el buffer y permitiendo un descenso del pH. En otras palabras, el avance hacia
pH progresivamente ácido se da cuando la roca pierde su capacidad de neutralización por
saltos progresivos de buffer y con razones agua/roca mayores.
El condensado magmático contiene una alta razón inicial de SO 2 sobre sulfatos, sulfuros y
azufre nativo. Durante la alteración del fluido con roca de caja los sulfatos magmáticos son
reducidos a sulfuros en la medida que Fe+2 (ferroso) en la roca es oxidada a Fe+3 (férrico) el
cual precipita en forma de hematita, epitoda y magnetita. Tal reducción de sulfatos es
probablemente una fuente principal de sulfuros en muchos sistemas hidrotermales porque
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los procesos de reducción ocurren en toda roca que contenga Fe+2 y que reaccione con
aguas sulfatadas.
La reducción de sulfatos está asociado a una serie de buffers de Eh, al igual que en el caso
del pH, pero de más complicada interpretación ya que dependen paralelamente de pH. De la
figura 11c se puede ver que el funcionamiento de buffers de redox es conspicuo, quedando
representado en la trayectoria escalonada de especies como H 2, CH4, H2S y SO42-. Los
buffer de redox están en gran medida controlados por los buffer de pH y las variables a
observar son la razón sulfato/sulfuro y concentración de metano e hidrógeno. Por estar
todas estas especies interrelacionadas entre si, se puede monitorear cambios en el estado
redox en función de uno de ellos, por ejemplo actividad de H2 acuoso.
Los primeros dos buffers, a y b (Fig. 11c), son muy débiles y son paralelos a los buffer de
pH correspondientes. El primero depende del equilibrio entre pirita con las concentraciones
de HSO42- y Fe+2 (buffer a); este buffer termina cuando sube el pH asociado con el termino
del buffer de pH pirofilita-cuarzo. El segundo buffer depende del buffer alunita y de la
concentración de K+ (buffer b); este termina cuando el total de alunita es disuelto.
2FeS2 (py) + 4H2O(aq) <=> Fe2O3 (hem) + 0.25SO42- (aq) + 3.75H2S (aq) + 0.5H+ (aq)
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La combinación de ambas reacciones de equilibrio sirve de buffer del estado redox a dos
niveles distintos (buffers c y d, Fig. 11c) dependiendo del pH, el cual tiene su buffer de pH
en 5.3 para el buffer redox c, o a pH 5.5 para el buffer redox d. El paso entre buffers redox
c y d está entonces ligado al cambio de buffer de pH cuando paragonita se disuelve
totalmente y se satura microclina. El buffer d termina cuando se disuelve el total de
anhidrita porque los sulfatos son reducidos a sulfuros en la reacción.
El buffer e, el cual se mantiene en un intervalo muy corto (Fig. 11c), corresponde al buffer
hematita-magnetita, el cual termina cuando se disuelve el total de hematita (Fig. 11d).
Finalmente el buffer redox f (Fig. 11c) depende de la asociación magnetita-actinolita-
epidota-albita-cuarzo a pH y actividad de Na+ constante:
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En la medida que las asociaciones de alteración y las reacciones rompen buffers sucesivos,
la capacidad de neutralización de la roca baja y la porosidad aumenta, significando razones
agua/roca progresivamente mayores (Fig. 12 y 13). En la etapa final, la roca pierde toda
capacidad de neutralización y su porosidad final llega a un 43% con un pH de salida
idéntico al de entrada (0.8). La composición inicial del fluido es cambiada como resultado
de la interacción agua roca, y la capacidad de transporte de metales está directamente ligada
a condiciones de pH y redox durante la evolución de la alteración.
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Figura 12. Ilustración esquemática de un volumen de roca fracturado infiltrado por
un fluido acídico (pH = 0.8) que rellena el volumen disponible, llega a equilibrio con la
roca y luego es vaciado. El espacio es entonces nuevamente llenado con fluido acídico
nuevo y se repite el proceso. La porosidad inicial es 25% y lixiviación ácida lo aumenta
a 43% (tomado de Reed, 1997).
Figura 13 (a-c). Reacción de infiltración en andesita con fluido acídico diluido, condensado
magmático a 300°C. La razón agua/roca incrementa desde el lado izquierdo, lo cual en esta
reacción también coincide con incremento de tiempo. (a) Minerales en roca, (b) Iones en
fluido, (c) variación de porosidad (tomado de Reed, 1997).
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Figura 13 (continuación). (d) minerales de alteración menores, (e) pH y metales en fluido, y
(f) concentración de especies importantes en reacciones redox y equilibrio ácido-base
(tomado de Reed, 1997). Para mayores detalles ver Reed (1997), en apuntes.
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Reacción de Skarn
La reacción de dolomita ilustra una neutralización de fluido ácido (Fig. 14) acompañada de
desilicificación del fluido con razones crecientes agua/roca en la medida que la siguiente
serie de silicatos de Mg-Ca se forman con razones decrecientes de silice a cationes base :
talco, tremolita, antigorita (Fig. 14). Estas reacciones sucesivas consumen H + y silice y
generan ácido carbónico. La reacción de calcita con el mismo fluido genera una asociación
de epidota y granate andradítico en ves de talco, tremolita y antigorita. En ambas
reacciones, pH creciente provoca precipitación de sulfuros, los cuales son los minerales
producto dominantes excepto a razones agua/roca baja. A pesar de las concentraciones
mucho más bajas de Cu+2 y Fe+2 con respecto a Zn+2, calcopirita precipita a las razones
agua/roca más altas y pH más ácidos, seguido por esfalerita y posteriormente galena,
indicando que el Cu debiera encontrarse más cercano a su fuente que el Zn y Pb dentro de
una secuencia de zonación de metales.
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Figura 14. Reacción de una dolomita con un fluido levemente acídico, rico en Pb-Zn,
a 300°C. (a) Minerales de skarn y sulfuros en roca. (b) pH y cationes mayores en fluido.
(c) metales de mena en fluido (tomado de Reed, 1997).
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ESTABILIDAD DE SULFUROS
En los yacimientos minerales se tiene tanto mineralización de mena como de ganga, donde
la mena está comunmente formada por sulfuros. Una caracterización de la mineralogía de
mena y su química, es de gran utilidad para el entendimiento de los procesos hidrotermales
que llevan a la formación de un deposito. Estudios experimentales en los últimos 50 años
han sido de gran utilidad para el entendimiento de las condiciones termodinámicas
asociadas a la génesis de depositos minerales metálicos.
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Cu y de sulfosales de Cu (Fig. 16b). Se observa también el comportamiento de sulfuros de
As, y la dependencia de la solución sólida Zn-Fe de la esfalerita según condiciones de
sulfidización-oxidación (Fig. 16a). Estos diagramas están calculados a 250°C y debe
recordarse la susceptibilidad de algunos sulfuros a re-equilibrarse en muy cortos períodos
de tiempo. De esta forma, estos diagramas tienen más bien un valor conceptual y
cualitativo, donde la existencia de asocianes de minerales o de un mineral específico es
indicador de una alta o baja actividad de azufre u oxígeno, es decir, grado de
sulfidización/oxidación del fluido hidrotermal originador. Minerales incompatibles con
claras evidencias texturales de corte, serán indicativas de cambios de condiciones de
actividades de S2/O2 en un sistema hidrotermal durante su evolución.
El uso de sulfuros como geotermómetros es muy poco recomendable y solo debe ser
considerada para sulfuros refractarios con largo tiempo de re-equilibrio. Por ejemplo, la
arsenopirita presenta composición Fe-As variable y dependiente de temperatura de
formación (Fig. 18), pero incluso a bajas temperaturas este se re-equilibra rápidamente,
perdiendo sus características originales de formación. Un geotermómetro más viable es la
esfalerita. Esta presenta una solución sólida Zn-Fe, dependiente de la actividad de azufre y
de temperatura (Fig. 19). Considerando la característica refractaria de la esfalerita, esta
puede retener las condiciones originales de formación, pero debe poder estimarse las
condiciones de sulfidización de formación en forma independiente.
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Figura 15. Tiempo de reacciones de re-equilibrio para variados sulfuros
en reacciones en estado sólido (tomado de Barton y Skinner, 1979).
Figura 16a. Diagrama esquematico de estabilidad para sistema Fe-S-O (línea negra gruesa),
para sistema Cu-Fe-S-O (línea de puntos) y porcentage de Fe en esfalerita
(línea punteada), en función de log aO2 vs. log aS2 calculado a 250°C y presión de
vapor = 40 bares (modificado de Barton y Skinner, 1979).
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Figura 16b. Diagrama esquemático de estabilidad para sistema Fe-S-O (línea negra gruesa),
para sulfosales de Sb (línea punteada) y As (línea punteada-punto), para el sistema As-Fe
(línea punteada-doble punto) y para el sistema As-S (línea a puntos) a 250°C y presión
de vapor = 40 bares (modificado de Barton y Skinner, 1979).
Figura 17. Diagramas de estabilidad Eh vs. pH y aO2 vs. pH para el sistema Fe-S-O,
para el sistema Cu-Fe-S y para contenido de Fe en esfalerita a 250°C y presión
de vapor = 40 bares (tomado de Barton y Skinner, 1979).
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Figura 18. Reacciones de sulfidización de fases del sistema Fe-As-S versus
porcentage atómico de As en arsenopirita (tomada de Vaughan y Craig, 1997).
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TRANSPORTE Y PRECIPITACION DE METALES EN FLUIDOS
HIDROTERMALES
Los ligantes más importantes en fluidos hidrotermales son el Cl-, HS-, NH3, OH- y
CH3COO- (otros están listados Seward y Barnes, 1997). En el caso de Cl -, si bien existen
complejos que son más estables como por ejemplo As 3S6-3, el Cl- es lejos el anión más
abundante y por lo tanto, el mayor formador de complejos.
El agua es también un excelente solvente, sobre todo a alta temperatura y presión. El agua
es un fluido polar único, con propiedades muy inusuales, incluyendo un momento dipolo
muy fuerte y enlace de hidrógeno. Como las solubilidades son dependientes de los enlaces
entre especies soluto y agua, la estructura y característica del agua son importantes para
entender las variaciones de solubilidad. Debido al momento dipolo de la molécula del agua,
un enlace débil se forma entre un H de una molécula y un O de otra. Estos enlaces forman
estructuras de coordinación tetrahédrica de corta vida.
Las propiedades dieléctricas del agua también cambian con temperaturas y presión e
indirectamente revelan cambios significativos en la estructura del agua. Al subir la
temperatura, ya sea bajo equilibrio vapor-agua o a presión constante, la viscosidad del agua
decrece, indicando una movilidad molecular creciente. Esto trae por efecto una baja en la
magnitud de la constante dieléctrica del agua (medida de momento dipolo y capacidad de
31
orientación polar). Cuando la constante diléctrica es alta, el agua tiende a formar cubiertas
sobre iones solutos, pero a temperaturas altas esta propiedad se pierde, permitiendo la unión
de aniones y cationes solutos en pares iónicos, mejorando la generación y estabilidad de
complejos.
Las características del agua y electrolitos a alta temperatura indican que el transporte de
metales en agua es muy limitado y que el efecto de la temperatura predomina sobre el de la
presión.
La química del azufre (Fig. 20) reducida es importante por su relación con minerales de
sulfuros. Además, ligantes reducidos de sulfuros como HS - y posiblemente polisulfuros del
tipo Sx2-, juegan un rol fundamental en el transporte hidrotermal de elementos como Au,
Ag, Hg, Cu, As y Sb. A alta temperatura sólo HS- es de importancia.
32
Figura 20. Estabilidades de especies acuosas dominantes conteniendo C o S
a 250°C (tomado de Barnes y Czamanske, 1967).
33
Transporte de Metales y Complejos de Relevancia
Con los haluros, los metales duros forman complejos cuya estabilidad está en la siguiente
secuencia F >> Cl > Br > I. Por ejemplo, Fe +3 forma un complejo estable con el ión duro F
(FeF2+), el cual es alrededor de cuatro ordenes de magnitud más estable que el complejo
formado con el ion I. El SO 42- es también un ion duro, formando complejos estables, por
ejemplo con Fe+2 (FeSO40).
Los metales blandos, en contraste a los metales duros, prefieren a donantes blandos donde
la interacción del tipo blando-blando tienen mayormente un carácter covalente. De esta
forma, los metales blandos se asocian con los haluros en una secuencia de estabilidad
opuesta a la de los metales duros, F << Cl < Br < I, donde la interacción más estable es con
el donante polarizable blando I (ej. metales blandos Ag + y Hg2+). La tabla 1 muestra los
metales y ligantes más comunes (de interes geoquímico) en terminos de su comportamiento
duro-blando.
34
que bromo, haciendo a los complejos clorurados de plata potencialmente más importantes
en el transporte. La plata forma también complejos bisulfurados muy estables, y fluidos
hidrotermales tienen por lo general un contenido importante de sulfuro reducido, solo uno o
dos ordenes de magnitud menos que el cloro, sugiriendo que estos complejos pueden ser
también importantes agentes de transporte. Complejos del tipo AgCO 3- (metal blando -
ligante duro) son de baja estabilidad y probablemente de poca relevancia en transporte de
mena hidrotermal. La debilidad fundamental en la evaluación de potenciales procesos es la
falta de datos termodinámicos a alta temperatura y presión. Consecuentemente, el criterio
duro-blando, siendo imperfecto, es de todos modos de considerable valor.
Algunos metales como vanadio, cromo, molibdeno y tungsteno forman estables complejos
aniónicos (ej. HWO4-), pero existen pocos datos termodinámicos de alta temperatura. La
formación de thio aniones con sulfuro reducido puede ser otra forma importante de
transporte para estos metales (ej. WO4-nSn2-). Estos thio- aniones pueden ser también
importantes en el transporte de arsénico y antimonio.
Mn2+ < Fe2+ < Co2+ < Ni2+ < Cu2+ > Zn2+
Excepciones a esta secuencia pueden darse por pareamiento de spin en campos de ligantes
fuertes, causando un incremento en la estabilidad de complejos.
Los efectos de temperatura pueden ser ilustrados con resultados experimentales para el caso
de los metales divalentes Pb2+ y Zn2+ con cloro. El efecto de un incremento de temperatura
es un aumento fuerte de la estabilidad de complejos (Fig. 21). Por ejemplo, la estabilidad de
PbCl+ se incrementa en el orden de 2.5 ordenes de magnitud con un incremento de
temperatura desde los 25ºC hasta los 300ºC. En el caso de ZnCl +, siendo un complejo débil
a 25ºC, incrementa su estabilidad en seis ordenes de magnitud en el mismo intervalo de
temperatura.
35
Figura 21. Variación de la constante de equilibrio de formación, 1 (como log 1), con res-
pecto a temperatura para complejos clorurados simples (tomado de Seward y Barnes, 1997)
36
ZnCl42- es considerablemente reducido y es indetectable a 350ºC. Condiciones similares se
dan para Ag+ y Fe2+ (ej. FeCl+ a 25ºC es la especie dominante, FeCl20 es la especie
dominante ya a 200ºC).
el cambio parcial de volumen molar standard Vº = +7.4 cm3/mol a 25ºC, y la presión
entonces favorecera la disociación de MnSO40 a iones acuosos "libres". La formación de
iones "libres" está acompañada por una reducción en volumen producto de contracción de
los dipolos alrededor de los iones. Un caso similar puede ser mencionado para la reacción
Complejos Sulfurados
El ligante HS- es una base blanda en la clasificación de Lewis, y tiene una tendencia a
generar complejos muy estables con metales blandos de la clase "b", cationes como Au + y
Hg+. La hidroquímica del oro en ambientes hidrotermales está dominada por la formación
de dos simples complejos hidrosulfurados, AuHS 0 y Au(HS)2-. Estas dos especies,
conjuntamente con complejos cianurados Au(CN)2-, son los complejos de oro inorgánicos
más estables conocidos, y son ordenes de magnitud más estables que su equivalente
clorurado, Au(Cl)2-.
37
ambientes de alta sulfidización), el complejo AuHS 0 pasa a ser la especie dominante. Este
mismo complejo jugará un rol importante en la formación de yacimientos mesotermales a
temperaturas por sobre los 350ºC. A temperaturas más altas, el campo de estabilidad de
Au(HS)2- queda acotada a mayor pH. Por ejemplo, a 370ºC, el campo de Au(HS) 2- ocurre
sobre pH = 9.55. Por lo tanto, a temperaturas más elevadas, AuHS 0 es el complejo
hidrosulfurado dominante en soluciones hidrotermales en equilibrio con roca huesped. A
temperatura y salinidad más alta, la competencia entre complejos de hidrosulfuro y cloruro
es aún poco entendido ante la falta de datos termodinámicos de los complejos clorurados.
Los complejos hidrosulfurados son también estables para otros metales. Aquellos de
estequiometría similar existen para el cobre [Cu(HS) 2- a 25ºC] y para plata [AgHS 0 hasta
300ºC]. Esto también ocurre con metales como Cd y Zn, pero no hay datos existentes para
su corroboración experimental. Otros complejos hidrosulfurados estables han sido
identificados para Hg, As, Sb, Pt y Pd, incluso a temperaturas elevadas.
Complejos Orgánicos
Tres condiciones básicas deben darse para que algún complejo orgánico dado sea de
relevancia en el transporte de metales. Primero, el ligante orgánico debe encontrarse en
concentraciones lo suficientemente altos como para poder proveer el mínimo de solubilidad
necesario para el transporte de metales. Segundo, el ligante orgánico debe resistir procesos
de degradación a alta temperatura durante extracción y transporte de metales. Tercero, los
complejos deben ser lo suficientemente estables como para dar las solubilidades mínimas
necesarias a los metales para la generación de un deposito.
La concentración mínima de ligantes orgánicos para transporte efectivo de metales debe ser
similar a la concentración mínima del metal para la generación de un deposito (ej. 10 ppm).
Algunos aniones orgánicos como el acetato (10.000 ppm máximo), malonato (2.540 ppm
máximo) o el oxalato (494 ppm máximo) pueden estar en concentraciones muy por arriba
del mínimo necesario, siendo potenciales medios de transporte para metales en algunos
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tipos de depositos. Con respecto a la remanencia de ligantes orgánicos ante procesos de
degradación, tres son los procesos principales que la provocan, oxidación, desproporciona-
miento termal y digestión bacterial (este último importante bajomlos 80ºC). En un fluido
hidrotermal reducido, el desproporcionamiento termal es el proceso que más limita la
duración de ligantes orgánicos, pero estudios experimentales indican que la vida media de
estos es lo suficientemente largo como para ser importantes medios de transporte de
metales. La presencia de oxidación acelera la degradación de ligantes orgánicos, sobretodo
en la presencia de minerales como magnetita, hematita o montmorillonita férrica. La
digestión bacteriana es de poca relevancia en ambientes hidrotermales debido a su baja
temperatura (< 80ºC).
Para los metales base la figura 23 muestra que 10 ppm de los principales metales base es el
mínimo para depositos del tipo Mississippi Valley, tipo-pórfido y tipo-skarn. En el caso del
oro en yacimientos de veta, esta concentración es tan baja como 1 ppb, y para la plata, del
orden de 10 ppb. Otros ejemplos y más detalles pueden ser consulados en Seward y Barnes
(1997).
Mecanismos de depositación
La depositación de mena bajo los 250ºC ocurre normalmente como relleno de fractura
abierta. A temperaturas y presiones más altas, las rocas son menos permeables y la
depositación de metales ocurre más comunmente en forma de reemplazos. Este proceso
provoca la disolución de roca huesped con inmediata precipitación de minerales
secundarios en reacciones interdependientes ya sea por consideraciones estequiométricas o
volumétricas. Existen muchas reacciones de potencial relevancia en este proceso, con
texturas depositacionales características, involucrando a variados tipos de roca huesped y
minerales secundarios. Sin embargo, hay pocos estudios realizados y publicados con
respecto a este tema. El caso más investigado es el reemplazo de rocas carbonatadas por
39
Figura 23. Concentraciones en soluciones hidrotermales formadoras de mena de los metales
dominantes en cinco tipos de depositos, basado en concentraciones de inclusiones fluidas o
de fluidos geotermales, o de calculos termodinámicos bajo condiciones de saturación. Los
datos representan las concentraciones dominantes de soluciones de mena para Cu, Pb y Zn
(puntos negros) o para Ag, Au y Hg (puntos abiertos) y para concentraciones no formado-
ras de mena (x). Segmentos de línea entre puntos indican posibles rangos de concentracion
(tomado de Seward y Barnes, 1997).
40
sulfuros. Existen al menos tres tipos de reacciones efectivas en el reemplazo de carbonatos
por sulfuros.
Oxidación : cuando los metales son transportados como complejos bisulfurados, procesos
de oxidación pueden causar la precipitación de sulfuros. Pueden también causar la
acidificación del medio y digestión de carbonatos por reacciones como
Estos procesos debieran ser más eficientes con aquellos metales que forman complejos
bisulfurados (clase "b", blandos), tales como Ag, Au, Hg y Tl.
41
en roca carbonatada, el incremento de acidez provocará digestión de carbonatos.
Para que el flujo de soluciones sea efectivo, acceso a fracturas y poros debe ocurrir en todo
el cuerpo de mena. Esto significa que el proceso de mineralización sería detenido de
rellenarse la permeabilidad del sistema. Consecuentemente, el proceso de reemplazo solo
persistirá si las reacciones de reemplazo llevan asociadas un cambio negativo de volumen
molar entre los minerales originales de la roca huesped y la nueva asociación de minerales
precipitados. Por ejemplo, calculos volumétricos indican que el reemplazo de calcita por
hedenbergita, andradita y sulfuros es factible, tal como se observa comunmente en
depositos de skarn. Por otra parte, es poco probable el reemplazo de magnetita, ilmenita,
hematita por sulfuros, ya que el cambio volumetrico implicaría un aumento neto de
volumen, tendiendo a rellenar y cerrar la permeabilidad del sistema.
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