16756-Texto Del Artículo-58593-1-10-20191003 PDF
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RESUMEN
Todas las civilizaciones de origen agraria milenaria aún preservan en sus mitos, relatos o iconos representativos a los productos
que lograron domesticar y aportar a la nutrición humana y constituyen símbolos de identidad social y legitimidad cultural.
* Es resultado parte del Proyecto de Investigaciones: «Simbología de las Montañas Sagradas de los Andes» del Grupo de Investigaciones del mismo
nombre de la Facultad de Ciencias Sociales, con apoyo financiero del Concurso de Proyectos de Investigación para Grupos de Investigación de la
UNMSM 2017, que se presentó en el Congreso Internacional de «Origen y Evolución del Maíz en los Andes», organizado por la Municipalidad
Provincial de Cusco y la Universidad de los Andes de Cusco, entre el 16 y 18 de mayo de 2018, como un evento científico interdisciplinario exclusivo
para los especialistas a nivel nacional e internacional y al CONEAN de Trujillo, setiembre de 2018.
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SABINO ARROYO AGUILAR
1. Visión y manejo conceptual antropológico de no un simple relato, sino una fuerza activa tesone-
las antiguas sociedades agrarias ramente lograda.
1.1. Manejo conceptual académico Levi-Strauss (1990) trata a nivel del problema de
conocimiento y señala que «los mitos despiertan en
L
a exitosa empresa de las conquistas y coloniza- el hombre pensamientos que les son desconocidos»,
ciones del mundo por la sociedad occidental por lo que sería un modo de pensar, de describir y
permitieron forjar mentalidades etnocéntri- de interiorizar, «igualmente válidas» como lo hacen
cas para juzgar a los otros pueblos o culturas los investigadores o escritores sociales. Entonces, el
como no civilizados-cristianos e identificados como «mito tiene significado» y lo que falta es traducir o
salvajes-paganos, por lo que se justificaba el dominio hacer inteligibles al modo de escribir determinado o
como una obra legítima y piadosa. De forma similar de pensar válido. Por eso para William Blake (1989)
se reproduce durante los siglos xix y xx como una es una pedagogía educativa de endoculturación o
obra de la sociedad moderna industrial portadora del guía de decisiones y acciones, de modo que el mito
progreso y desarrollo para las sociedades preindus- «garantiza la historicidad» de los hechos sociales y
triales o pueblos étnicos tradicionales. da el sentido de identidad cultural con autoestima y
Desde esta perspectiva, hombres forjadores de sentido de pertenencia, valoración y clasificación de
la ciencia social reflexionaron en la investigación del los «otros».
mundo académico e influyeron en la creación cul- Hans-Georg Gadamer (1997) cierra el debate
tural, con la visión unidireccional y/o con modelos fustigando que vivimos en la «época de la razón»,
arquetípicos de representar a los «pueblos primitivos» de la ciencia o del conocimiento, por lo que se hace
o «salvajes», incluso de las civilizaciones agrarias o necesario saber sobre la religión, el mito y el ritual
sociedades imperiales precolombinas (Azteca e Inka) como «portador de una verdad propia» o por ser la
convertidos en «comunidades indígenas» o «pueblos «voz de un tiempo originario más sabio». Es más, «sin
étnicos», que alcanzaron solo la concepción mítica de el mito resulta imposible comprender la complejidad
su mundo y no la codiciada visión religiosa y/o la del mundo contemporáneo», lo que significa que sin
racionalidad moderna. el pasado no es posible conocer, explicar ni juzgar el
Entre ellos, H. Spencer (s/f ) caracterizó la men- presente y proyectarse al futuro, debido a que las cul-
talidad primitiva como mítica, de contenido «invero- turas tienen su «condición vital» en los mitos para
símil» o «idea falsa» por «espiritualizar la naturaleza», florecer. Por lo tanto, el «mito» y la «razón» como
fantasiosa, absurda o «infantil» y dados a «imitar lo análisis conceptual son solamente una «historia de
que ven hacer». Similar significado encontramos en conceptos».
el diccionario de la real gramática española como:
«fábula, superstición o ficción alegórica». 1.2. Formas de pensar y modos de representar de
Mientras, Malinowski (1946: 31, 32, 33) rescata las sociedades agrarias
y concibe que el
a. El trigo y la cebada en la antigua Babilonia. Las
mito tal como se da en las comunidades salvajes, es antiguas culturas de Babilonia, Egipto, Grecia y
decir, en su forma viva original, no es meramente Roma, y luego Europa moderna, fundaron su con-
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un relato, sino una realidad viviente; no es una fic- dición de vida y desarrollo con el cultivo del trigo,
ción como la novela que hoy leemos, sino algo que la cebada, el centeno y la avena. En India, China y
se cree sucedido en los tiempos primigenios, y que Japón con el arroz; así como el Perú y México siguen
a partir de entonces influye sobre el mundo y los
siendo insignes productores del maíz desde los tiem-
destinos humanos. […] cumple en la cultura pri-
mitiva una función indispensable: expresa, exalta pos precolombinos. Del mijo y la cebada en África.
y codifica las creencias; custodia y legitima la mo- En las excavaciones del Templo Gobekli Teple,
ralidad; garantiza la eficiencia del ritual y contiene de hace 11 600 años en Turquía, se recuperaron
reglas prácticas para aleccionar al hombre. Resulta muestras de los primeros cultivos de cebada y trigo,
así un ingrediente vital de la civilización humana; dando paso al inicio de la Revolución Neolítica y
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SIMBOLOGÍA DEL MAÍZ EN LA CULTURA ANDINA MILENARIA
consolidándose en Sumeria y Acadia no solo como del cristianismo y el judaísmo, ya que se consideraba
los centros productores y de consumo de la cerveza, la «sangre de Dioniso», en Egipto era «lágrimas de
sino también se vinculan al culto a Asherah (espo- Horus» o el «sudor de Ra» y Jesús dijo «bebed, esta
sa de Yahveh) como la diosa de la fertilidad, «Diosa es mi sangre».
Madre» o «Árbol Sagrado» de la antigua Babilonia El consumo y el culto de la vid y el vino fueron
(Wikipedia 2015). difundidos por las mujeres, los esclavos y la pobla-
Del mismo modo, el consumo de la cebada y de ción popular, convirtiéndolos en el «elemento clave»
la cerveza en Egipto está relacionado con el culto a para las religiones y las civilizaciones agrarias del oc-
Isis como la «diosa de la cebada y cerveza» o símbolo cidente, y posteriores conquistas y colonizaciones los
de la agricultura; mientras «Demeter» es la «diosa de globalizó en el mundo. Desde entonces, la produc-
los granos y la cosecha» de los griegos o «inician a las ción y el consumo están adecuadas a las caracterís-
novias y los novios en los secretos del lecho» o es la ticas propias de las culturas y tradiciones regionales
copulación de la diosa con «Yasio» en el campo de y nacionales, vitalizados por el turismo, el mercado
cultivo a costa de su vida (Zeus mató con su rayo) y las ferias de producción original, como en el Perú.
(Graves 1967: 100), que es el «brote del trigo». Y los
romanos sustituyen con Ceres como diosa de la agri-
cultura» y festejan «cerealia» en agosto como el «rito 2. Formas de resistencia y desarrollo cultural
de las primicias de la cosecha». andina
El consumo de la cerveza habría sido opacado
por el vino como la bebida de los dioses en el Imperio 2.1. Culto a los dioses andinos y la domesticacion
Romano y luego, convirtiéndose en la bebida del del maíz: relatos y formas de representación andina
pueblo, de los bárbaros o de los hombres rudos de
Alemania y sur de Francia. De modo que su consumo Los mitos, ritos y otros relatos andinos revelan las vir-
data de hace nueve mil años, aunque actualmente los tudes y funciones de los dioses andinos o de los Apus
principales países productores son Estados Unidos, que moran en las montañas sagradas, mostrando que
Alemania, Reino Unido, Brasil y China. Sin embar- fertilizan y reproducen las plantas, multiplican los
go, la producción y el consumo de los cereales, en animales y protegen la salud y el bienestar de los pue-
especial del trigo, se mundializó y ahora es el «pan blos andinos. Incluso, censura el mundo presente de
del día» en la cadena de alimentación y nutrición hu- pobreza y de injusticia con su gente y promueve la
mana, aunque en serios problemas por variaciones y utopía social andina con el modelo de vida arquetípi-
enriquecimientos con la intervención de la ingeniería ca del interior de las montañas, donde habría pueblos
genética y la industria alimentaria. con bienestar y justicia colectiva, cuyos templos y
palacios estarían repujados de oro y plata como sig-
b. Las uvas y el vino de los griegos y romanos. Dioniso no de su opulencia arcana, con variedad de plantas y
es considerado dios del vino y de la agricultura, quien animales para la comunidad en general.
«hizo que brotara de la cubierta una vid que envolvió Por lo que se examinará la simbología del maíz y
al mástil» (Graves 1967: 120), los remos convertidos su entorno como una de las plantas sagradas prefe-
en serpientes, «llenó el barco de animales fantásticos» ridas por los dioses a través de las fuentes arqueoló-
y luego se transformó en el «león». Por eso se le consi- gicas y etnohistóricas, mientras la etnografía ayuda-
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dera a Dioniso difusor del culto de la viña en Europa, rá a mostrar su relevancia en la alimentación de los
Asia y norte de África. pueblos andinos de la región central del país y sus
Y en el tiempo de los romanos fue el «Dios Baco» formas de representación cósmica desde los tiempos
el conductor del rito de libación en las «grandes fiestas precolombinos:
bacanales» relacionadas con la «vendimia», aunque el
año 186 a. C. el Senado romano trató de prohibirlas a. Origen de la maka y del maíz en Chinchayqocha.
sin conseguirlo ante el uso arraigado. Y desde enton- La laguna de Chinchayqocha es parte de la mese-
ces, en Grecia y Roma el «vino y la religión» fueron ta de Junín, considerada como la «Qochamama» o
relevantes hasta la actualidad en la tradición cultural «Laguna Madre» en la cosmovisión andina, por ser
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Maka de Junín
1 Con las piedras del sitio arqueológico fueron construidas la represa la participación de muchos investigadores nacionales,
de Tablachaka del río Upamayo y cuando limpian el relave mineral o
el lodo rojo depositan en los flancos del río y al secarse se convierte en
extranjeros y estudiantes de San Marcos, en distintas
el polvo fino que se esparce en las tardes de ventarrón o son los endia- temporadas de estudio. Durante las excavaciones del
blados nubarrones de polvo que cubre la planicie, contaminando día año 1985, en el fogón prehispánico se encontró res-
y noche el medio ambiente; situación en espera de algún gobernante
con algo de autoridad y conciencia de peruanidad pueda intervenir tos orgánicos carbonizados de la «maka» que por un
con tiempo. Y del complejo arqueológico sale delineado el «Qapaq momento fue confundido con el rabanito, pero la
Ñan» hacia el norte con dirección a la montaña sagrada de «Raku» de oportuna participación del personal lugareño de San
Rankas Pampa de Cerro de Pasco, montaña que emerge en la meseta
con curiosa forma de un cono oscuro perfecto y su origen describe Pedro de Pari y de Viccu ayudaron a precisar que se
el mito local siguiente: El «Rey Inka» era muy poderoso y cuando trataba de los restos del místico tubérculo altoandino,
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bres comerían solo dos veces al día; pero Yukish Desde la antigüedad, los pobladores de la meseta
comunicó que comerían tres veces al día. De ahí y del litoral de Chinchayqocha4 proveen de los tu-
desayunamos, almorzamos y cenamos. bérculos y de los textiles de la fibra de camélidos (y
ahora de ovino) a las zonas bajas de Tarma y Ambo
Por estas razones, dios dijo muy enojado: «maldita de Huánuco y de donde se suministran o intercam-
seas, por qué me engañaste, desde ahora buscarás tu bian con el muy apreciado maíz y las agradables fru-
comida con los pies maniatados por toda tu vida». tas del valle. Del mismo modo, los pobladores de
Desde entonces dicen que camina con dificultad co- Canchakucho y de Huayllay acuden o reciben a los
jeando sin lograr parar su apetito voraz insaciable, negociantes de Canta o de Pacaraos de Lima, quienes
por tener recta las tripas como castigo divino. aún trajinan por esta ruta intrarregional intercomu-
También relatan que la Virgen Mercedes tuvo un nicando la costa central con la sierra central. Y en los
bebito y un buen día llegó el águila y se lo llevó a un tiempos precolombinos era controlado y promovido
lugar desconocido del cielo donde las aves del mundo por los de «Pumpun Tampu» (Matos 1994, Arroyo
se reunieron para distribuirse las partes del cuerpo del 2004), centro administrativo de la ‘epoca inka ubi-
«niñito», según el orden de llegada: la washua llevó cado en la ruta de «Qhapaq Ñan» de Chinchayqocha
las uñas para sembrar y crecieron las mejores habas, y frente al sagrado «Bosque de Piedras de Wayllay»5.
otras llevaron dientes y crecieron las mejores mazor-
cas de maíz; de la cabeza las buenas calabazas, de las b. Qanchis Janka de San Pedro de Cajas. Conocidos
extremidades crecieron las yucas, del pene brotó las como los «Siete Hermanos», «Siete Pléyades», «Siete
famosas oqas (ocas) de la puna y de los testículos las Jirkas» o los «Siete Cerros» en San Pedro de Cajas de
mejores papas amarillas. la provincia de Tarma de Junín, distrito identificado
Así concluyeron con distribuirse todo el cuerpo, por los antiguos afamados artesanos de los telares o
quedando solamente la «caquita del niño». En eso, tapices de la región, que representan la economía, la
muy retrasado y desesperado llegó el ave «wapsaq» de naturaleza, cotidianidad y el pensamiento de sus po-
Chinchayqocha y al no encontrar nada, muy triste bladores (Arroyo 2008).
y abatido por no saber cómo explicaría a su pueblo, Según la ilustración del profesor jubilado Julián
miró a todos lados, nada encontró y sólo quedaba Loja, gran depositario y difusor de la cultura andina
la «caquita del niño»; entonces, resignado, llevó a su de Tarma, dice que los «Siete Cerros» de San Pedro
pueblo los restos del niño y del cual creció y se mul- de Cajas estaría relacionado con el mito de origen
tiplicó la muy apreciada y afamada «maka2 de Junín». del dios costeño «Pachaqamaq» (Pachacamac), como
Y por estas razones de la vida, cuando alguien lle- creador del mundo, de las plantas y animales, pero
ga muy tarde al almuerzo de la familia, a la fiesta del al ver que no había la humanidad invocó a las «Siete
barrio o al banquete del pueblo, le dicen en son de Estrellas» (Onqoy o pléyade) que descendieran con
broma: «¡has wapsaqueado!». Es decir: «has llegado sus respectivas esposas a poblar el mundo, ubicándo-
demasiado tarde como el wapsaq3, cuando todo se se en el territorio de Tarma y desde donde se distribu-
acabó. Solo queda la…». yeron el territorio: al menor le asignaron la parte alta,
2 El olor fétido de la maka (Lepidium meyenii walp) es intenso y tras-
fría e inhóspita para la producción de variedad y agra-
ciende a distancia, muy semejante al excremento humano, en el dables papas; los mayores se apropiaron de las prós-
tiempo de la floración y madurez en las punas del altiplano de Junín. peras cuencas con riego de Acobamba, Vilcabamba,
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y abundancia de los mejores frutos del maíz sagrado mueren con las galgadas de piedras que caen del cerro
de los dioses y como para honrar el mito, son pueblos Pumampi y las mujeres con las del cerro Wayunka,
y distritos productores de las mejores variedades6. respectivamente. También, desde Pumampi se pro-
Y como vivían felices y en abundancia, olvidaron palaron mejores maíces dando renombre a la cuenca
a su creador, quien les castigó con el diluvio anegan- de Tarma y, del mismo modo, los productores son
do y destruyendo la región. Los hermanos se refugia- identificados por sus mejores «wayunkas de maíz»
ron en la casa del hermano menor maltratado, pero que penden de las vigas del techo interior, en memo-
todo se destruyó y los «Hermanos Waman» se convir- ria a la generosa ñusta de la región.
tieron en las «Siete Jirkas» para cuidar a las generacio-
nes venideras, con autoridad y prestigio en la frontera d. Complejo religioso de Wamanrasu de Huancavelica.
con los «antis» de Chanchamayo, conocidos por los Los departamentos de Junín, Huancavelica y
nombres emblemáticos siguientes: Rashta Waman, Ayacucho desde tiempos inmemoriales mantuvie-
Poqoy Waman, Tamia Waman, Orqo Waman, Punky ron relaciones permanentes de economía, política e
Waman, Rikra Waman e Indio Waman. Divinidades historia cultural religiosa. Y en el aspecto religioso
con terminologías y atributos ligados a las caracte- andino es de especial relevancia encontrar el culto
rísticas del medio hábitat y de economía productiva, dentro de la organización del parentesco de tres «Apu
relacionados con el culto a la fertilidad de los dioses Wamani» de rangos mayores que identifican y repre-
de la agricultura: nevado, lluvia, montaña y ciclos sentan a las tres regiones étnicas culturales: el «Apu
productivos. Wamanrasu» de Huancavelica como el hermano ma-
yor, seguido del «Apu Qarwarasu»7 de Puquio (sur de
c. Cerro Wayunkayoq de Acobamba. Significa «Cerro Ayacucho) y luego el «Apu Rasuwillka» de Huanta
Colgante» del distrito de Acobamba de Tarma, para (norte de Ayacucho); incluso, el «Apu Waytapallana»
testimoniar los antiguos conflictos y dominios de dos de Huancayo es considerado otro hermano (Arroyo
pueblos vecinos en condiciones, actividades y etnias 1987, 2008).
diferentes, asociados a dos sitios arqueológicos preco- En el concepto religioso y productivo de los pue-
lombinos: Pumampi (Ñawpa Marka) y Tupín (Tupis). blos andinos, los tres dialogan como los Apus ma-
Según el relato, el antiguo dueño y gobernante de yores y representantes de las tres regiones culturales:
Pumampi era rico, poderoso y dueño del maíz, mejor unas veces intercambian sus bienes recíprocamente y
en variedad, calidad y cantidad de la cuenca, y tam- en otros momentos se convierten en dioses capricho-
bién tenía una hermosa hija joven que recorría jovial sos y temerarios que compiten con sus riquezas o dis-
y decorosa la chacra del maizal, cuando de pronto putan como los bravos guerreros con sus «warakas»
un hambriento joven apuesto de Tupín rodó hasta el (hondas) por emulación y conquista de sus territo-
manantial «Ushqo Lopa» (Gato Montés), donde se rios y fronteras culturales de confluencia, como un
conocieron y se enamoraron y, con el «don» del amor, modo de actualizar sus poderes y autoridades de ser
la ñusta entregó una «wayunka de maíz» para salvar la los Apus mayores interregionales sobre los dioses lo-
hambruna del pueblo vecino. cales. Asimismo, restablecen y fortalecen sus vínculos
No obstante, el padre odioso, avaro y vengati- de parentesco, alianzas políticas y cohesiones cultura-
vo, como escarmiento sancionó de muerte a su hija, les en redes regionales, zonales y unidades comunales.
colgándola en el cerro que hoy lleva el nombre de Dentro de este modelo de organización espacial
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dinamizan y garantizan el mercado local e interregio- contraron la «Momia Sarita» del «Apu Sara-Sara» al
nal de la sierra central del país, como pueden consta- sur de Ayacucho o a la «Momia Juanita» del «Apu
tarse en las ferias semanales o periódicas alrededor de Ampato» de Arequipa.
las fiestas santorales de los meses de mayo y setiem- d.4. Choqllo sagrado y la serpiente bicéfala en la
bre, encubriendo la racionalidad organizacional y el laguna sagrada de Yawarqocha. En la parte baja del
principio territorial de los dioses andinos: tópicos en lado noroeste de la «Cueva de las Siete Calaveras» se
espera de futuros estudios sistemáticos por especialis- sitúa la laguna sagrada de «Yawarqocha» (laguna de
tas que expliquen la visión andina actual, alrededor sangre) y es considerada como «encantada» y peligro-
del «Qapaq Ñan». sa porque en ella habita una «serpiente bicéfala» que
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bulliciosas bandadas de loros de cabeza roja, que atra- tenía al lado un «saco de maíz», quien alegre y reco-
viesan por la altura de la ruta y abra de Wamanrasu nocido retornó del viaje; pero a medida que se apro-
para dirigirse a la yunga de San Clemente-Pisco, pro- ximaba a su casa la carga se hacía más pesada y dura.
ductores del apreciado choqllo o maíz y de las frutas, Para su sorpresa, el «maíz blanco» se había convertido
así como para retornar a las cuencas maiceras del río en un «saco de plata» y él en el más rico del pueblo.
Mantaro y del río Urubamba. Este relato de control social moralizadora, conclu-
d.6. Regalos del apu Wamanrasu a los viajeros de la ye con el castigo ejemplar del hermano mayor avaro,
ruta. Al pie del cerro Wamanrasu existe un abrigo ro- quien no conforme con su riqueza, también inten-
coso por donde pasa el antiguo camino intrarregional tó trampear al «Apu Wamanrasu». Pero, según don
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SIMBOLOGÍA DEL MAÍZ EN LA CULTURA ANDINA MILENARIA
Donato Morán de la Estancia de Qarwarasu, los apus f. Apu Rasuwillka y el maíz del valle de Huanta. La
son conocedores de las intenciones de la «gente mala y montaña sagrada de Rasuwillka se sitúa en la cordi-
ambiciosa», «todo lo sabe y todo lo puede», nadie pue- llera oriental de la provincia de Huanta, Ayacucho,
de engañarle y castiga con severidad a todo infractor, las comunidades y los pueblos vecinos lo reconocen
investigaciones sociales 412019
así como a los cazadores furtivos de sus vicuñas. como el «Apu» más poderoso, rico, dueño y produc-
tor de las ricas y frescas frutas de los ríos Apurímac,
e. Las paqarinas de la laguna Choqlloqocha y Ene y Mantaro (VRAEM) y de las mejores varie-
Paqoqocha de Castrovirreyna. Ubicadas en la dades de maíces de los pagos del valle de Huanta
parte altoandina de la provincia occidental de (Waywas, Makachakra, Huamanguilla, Rosario,
Huancavelica, se distingue como zona ganadera Matará, Luriqocha, etc.). En la fiesta del «Señor de
de los camélidos (alpacas, llamas y vicuñas) en la Maynay», mes de setiembre, organizan la gran feria
meseta, con humedales y hermosas lagunas como agropecuaria para la exposición de los mejores pro-
Choqlloqocha (4605 msnm) —«laguna de Choclo» ductos de la región y comercializan con los pueblos
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SABINO ARROYO AGUILAR
de otras regiones, entre ellos la gran variedad del maíz en Paredones y Huaca Prieta del valle de Chicama
blanco y morado. Asimismo, para patentizar estas re- (Trujillo) permitieron la nueva datación entre 6504
laciones económicas y vínculos culturales milenarias, y 7775 años, con lo que sentó el origen antiguo del
en la cosmovisión andina representan la actividad maíz peruano domesticado.
ocasional y de prestigio del «Apu Rasuwillka», que Desde entonces hasta la actualidad, la trayecto-
intercambia recíprocamente con sus dos hermanos ria del maíz peruano es de multiplicar y diversifi-
mayores: Wamanrasu y Qarwarasu. carse en la producción y la representación religiosa
de los habitantes de muchas regiones y pisos ecoló-
g. Apu Qarwarasu y Apu Sara-Sara de Puquio y gicos del país. Aunque el consumo del maíz silves-
Pausa. La montaña y «Apu Qarwarasu» es otra divi- tre es más antiguo, pues ya aparece en la dieta de
nidad ostentosa ubicada en el sur de Ayacucho, como los trashumantes de la cueva Guitarrero (Áncash),
señala Arguedas: «Los wamanis son las montañas, Pikimachay (Ayacucho), Telarmachay y Chivateros,
Señor Wamani. Hay mayores y menores. Don Pedro entre otros.
es el mayor de los wamanis de Puquio; pero de los Corroborando la datación señalada, Sumar
wamanis de la región, hasta donde los naturales de (2018: 9), especialista en el estudio del maíz, sos-
Puquio consideran como zona familiar, el Qarwarasu tiene que el maíz es de origen peruano y que luego
es el mayor wamani» (1981: 46). se difunde; como resultado de décadas de estudio y
El profesor Juan Escajadillo narra el drama de comparación de teorías, también como agricultor de
los antiguos dioses antiguos de Puquio, donde «Sara- la cultura y tradición del maíz, en la apertura de su
Sara» abandona a su esposo «Qarwarasu» por infide- último libro declara: «Tengo 80 años y 75 de ellos es-
lidad, retirándose a su región para convertirse en el tuvieron atados a la agricultura//. Todavía recuerdo,
«Apu Sara-Sara» (Apu Maíz-Maíz) de Pausa y pro- como si fuera ayer, la felicidad que sentía de niño,
teger a «Qasiri Warmi Llaqta» (Pueblo de Mujeres cuando tocaba adornar con mazorcas de todos los co-
sin Marido) (Arroyo 2014) y beneficiar a todos los lores, el anda del patrón de los agricultores, San Isidro
pueblos de su confín, especialmente a Qellqata como ‘El labrador’, para llevarlo a pasear por las calles de los
el pueblo maicero de la zona. En cambio, Qarwarasu pueblos del Valle Sagrado de los Incas, acompañado
al quedar solo obligó a sus hijos cultivar el maíz siempre por bandas de caperos».
para subsistir y luego se convirtió en el actual «Apu
Qarwarasu» de Puquio, favoreciendo a Andamarka, b. Dios sembrador y el maíz sagrado del antiguo
Aukará, Waykawacho, Sondondo y otros pueblos Perú. Rebeca Carrión, luego de estudiar «El culto al
distinguidos en el cultivo de los mejores maíces en agua en el antiguo Perú», representación del sistema
los bellos y formidables andenes de las comarcas. Por de riego y de la productividad a través del análisis de
eso, todos lo reconocen, evocan y tributan como el la escenografía del material arqueológico, toma inte-
«Apu Mayor» de la región. rés en el «arte del sistema simbólico» en cuanto a la
lectura de los personajes y su asociación con plantas,
2.2. Simbología del maíz en el universo mítico frutos y animales en un contexto de la trama ritual,
y la religión andina (mitos, ritos y otros que revela «La religión en el antiguo Perú» (1959).
acontecimientos) En este caso, interesa mostrar la simbología del
maíz y el papel de los dioses fundadores para con-
investigaciones sociales 412019
a. Referencia científica del origen del maíz. Como trastar con nuestros materiales etnográficos (Arroyo
resultado de las excavaciones arqueológicas en «Los 1978, 2004, 2008, 2016) sobre el dios creador an-
Gavilanes» de Huarmey por Bonavia y Grobman tiguo de quien su poder fuera honrado y reconocido
(1982) se calculó la edad del maíz en el Perú de 5000 en su propio templo y ahora, desde la conquista his-
años, cuando para México se registraba de 7000 años. pana, se encuentra alejada en las montañas sagradas
La importancia de este estudio es haber mostrado las identificadas con diversos hipónimos, según la len-
tres variedades de maíz pertinentes a su tiempo: «pro- gua y dialecto de las regiones, que mostraremos más
to-confite morocho», «confite chavinense» y «proto- adelante. Además, nos permitirá a conjunciones de
kculli». Luego, estudios realizados entre 2007 y 2011 los diversos animales y plantas que aparecen indis-
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SIMBOLOGÍA DEL MAÍZ EN LA CULTURA ANDINA MILENARIA
hoy en la tradición de los pueblos andinos, entre los Durante el trabajo de campo se percibió en la
citados están el cóndor, el zorrino, el puma, el zorro, estancia del «Apu Wamanrasu» de la comunidad de
el halcón y el loro. Santa Bárbara de Huancavelica (Arroyo 2016), por
Todos estos animales silvestres, sumado la viz- allí pasa el camino inka rumbo al sitio administrati-
cacha y la vicuña, son animales sagrados de los vo yunga de «Tambo de Mora» de San Clemente de
apus que residen en las montañas sagradas (Arroyo Pisco-Ica, cuenca productora de maíz y variedad de
1987). El cóndor y el puma (león americano) son verduras, donde es común ver y escuchar el griterío
consagrados de mayor prestigio y, muchas veces, el de los loros de cabeza roja, trasladándose en bandadas
«Apu Wamani» se transforma en ellos o cabalga para desde el valle de Huanta-Ayacucho y/o de las cuencas
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SABINO ARROYO AGUILAR
Mamasara Mamasara
trabilidad; de ahí, las serpientes entran o viven en los trías en Huarochirí. Tal es el caso del diálogo de los
«sorqay» o zurrones de piedras amontonadas dentro zorros de abajo y de arriba para que Watiakuri se
de las chacras, como fruto de la limpieza y prepa- informe del mal que adolecía y cure al «gran jefe de
ración de la tierra de cultivo. Incluso, afirman que Anchicocha», quien abríase enfermado no solo por
las piedras crecen dentro de la tierra (madre genera- comer la «cancha» o el maíz tostado que saltó a la
triz) como el maíz con la fuerza germinativa del calor vagina de su mujer (Tamtañamca), sino por su cul-
del sol, «Tayta Inti», «dios solar» o «dios del maíz», pa dos serpientes devoraban la cuerda de su «bellísi-
como Carrión (1995) titula y trata el capítulo IV de ma casa» y le consumiría un sapo bicéfalo escondido
su libro. debajo del batán de su vivienda. Y Watiakuri le sanó
Además, el arco iris o el «amaru» es la serpien- a condición de casarse con su hija Chaupiñamca,
te mítica de los apus (Arroyo 2008), que se extien- como una estrategia para asegurar el ingreso secreto
de como el puente de un cerro a otro para que sus de su padre Pariaqaqa (Pariacaca) y conquistar la re-
animales sagrados crucen cargando los «dones» gión cisandina sureña.
para el intercambio con otros de su mismo rango. Lo que indica que tanto la serpiente como el
Seguramente, por esta relación las serpientes bicéfa- sapo son vigilantes del maíz sagrado dado a los go-
las aparecen como cinturones de los dioses, para la bernantes o a la población para su buen cuidado y,
unión de las montañas o los zurrones de las piedras además, el maíz está relacionado con los dioses y
como los granos del maíz. por ende con el varón o en su defecto, indica que
La gente del medio rural asegura que la ser- hay normas de espacios restrictivos en el uso y con-
piente puede introducirse al sexo de la mujer mens- sumo de las semillas sagradas; por tanto, la mujer es
truante, embarazarla o burlarse de las mujeres con antinomia al sexo y al poder masculino o al presti-
hijo: mientras al bebe hace lactar su cola, la serpien- gio y autoridad de los dioses. Sin embargo, también
te mama a la madre y se cree que la leche le agrada se registra la existencia de las mujeres consagradas
y son serpientes con mucha sangre; además habrían con rango menor como las «Mamasaras» (Madre
visto sorber la ubre de las vacas con cría. De manera del maíz) y hoy en día aún asignan a las mazorcas
similar, los Apus pueden enamorarse de las buenas mellizas como la «madre del maíz» y/o es la «illa»
mozas de los pueblos, esconderlas en su mansión (qonopa) que protege y da suerte a la familia para
(dentro de la montaña), embarazarlas o pueden en- que el maíz permanezca y no se retire a otro lugar
gañarlas regalando mejores padrillos del ganado, u hogar. Por eso dedican sitio preferencial dentro
buenos granos del maíz (semillas) o convirtiéndolas del «troje» o «pirwa» (depósito) para su resguardo
en las «Mamasaras» prestigiadas, recordadas y evo- y también destinan la mejor parcela en nutrientes
cadas por los ayllus. para la siembra del maíz o es la «sara chakra» (tie-
Porque en Paucará, Acobamba (Huancavelica), rra de maíz); porque son consideradas semillas en-
asignan a una señora de muy hacendosa, respetada greídas que exige mantención y cuidado especial en
y temida por considerarla esposa del «Apu Wamani el trato y en la producción, como las mujeres, para
Saqsalla» (divinidad principal del distrito), que resi- asegurar la manutención de la familia, comunidad
de debajo de dicha montaña y, es más, se convierte y para el pago a los principales Apus de la región:
en la depositaria de los mejores granos de maíz y de «comida de los dioses».
los mejores ganados, por lo que muchos desean ad- También, en la iconografía del «Dios
investigaciones sociales 412019
quirir de semillas o de padrillos para ser acaudalados Pachaqamaq» (Pachacamac) se observan mazorcas de
(Arroyo 2008); como en las ceramografías precolom- maíz pender del cinturón, lo que muestra ser dios
binas aparecen personajes ataviados del maíz sagrado creador, domesticador y proveedor de las plantas ali-
identificados como las «Mamasaras». menticias. Aunque, según el mito de Calancha (Pease
Ávila (1966) da cuenta de algunos casos 1982: 79), al criar a la pareja humana dejó morir de
suscitados con las divinidades, gobernantes y perso- hambre al hombre y la mujer reclamó al «Dios Sol»,
najes con la debida participación de los animales en quien le abasteció y le dio un hijo semidios; pero,
el entorno social y cultural religioso y de hechicería, Pachaqamaq contrariado «lo mató despedazando en
durante el primer proceso de extirpación de idola- menudas partes a su hermano» y, luego:
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SIMBOLOGÍA DEL MAÍZ EN LA CULTURA ANDINA MILENARIA
Sembró los dientes del difunto y nació el maíz, semilla jóvenes de cada pandilla o banda (de familias o de
que se asemeja a los dientes; sembró las costillas y huesos, barrios), lanzándose a las piernas proyectiles de tuna,
nacieron las yucas, raíz que redonda tiene proporción en durazno y lúcuma verdones, además con ortiga y tal-
lo largo y blanco con los huesos, y las demás frutas que co se embadurnan la cabeza hasta quedar agotados,
son raíces. De la carne procedieron los pepinos, pacaes, y lo
acabando el «corta monte» de la tarde y estar expedi-
restante de sus frutos y árboles, y desde entonces ni cono-
cieron hambre, ni lloraron necesidad, debiéndosele a Dios
tos para continuar el día siguiente en otra casa, en un
Pachacamac, el sustento y la abundancia, continuando de barrio o en el pueblo vecino.
suerte su fertilidad la tierra, que jamás ha tenido con extre- Los carnavales son fiestas de los moceríos por an-
mo hambre la posteridad de los Yungas. tonomasia, también es fiesta de «Mamacha Kanty»
o «Muchuy Warakaq» del mes de febrero, es decir la
Arriaga (1999: 25-26, 37-38) inventarió el resultado «mamacha que arroja la escasez o hambruna» del ci-
de la campaña de extirpación de las idolatrías en el clo y apertura los tiempos de saciar el hambre con los
Perú entre 1617 y 1618 y cuantifica la destrucción primeros frutos del año (primicias de choclo o mi-
del sistema religiosa andino prehispánico, mostrando chka sara) y los agradables «yuyos» (ataqo y nabus) o
lo ejecutado por la comisión religiosa: 5694 perso- hierbas del campo que ya abundan con las lluvias de
nas confesadas, 6679 ministros apresados, 603 wakas la siembra como la «tuna» en las quebradas q’echwas
principales destituidos 3418 conopas, 45 mamasa- o de clima templado.
ras y otras 89 wankas y 617 mallkis derribados, 63 Del mismo modo, Arriaga singulariza el culto a
curanderos castigados, etc. Asimismo, por la impor- la «Pachamama» como la divinidad reverenciada por
tancia de la función religiosa del maíz especifica la las mujeres en el tiempo de la siembra y de la cosecha,
variedad en su representación como: «axomamas», derramando el líquido vital de la chicha de maíz o
«miczasara» (mesasaras), «huantayzara» (Huanta sara) «jora» y hoy sigue utilizándose para el «pagapu» o rito
«hayriguazara» destruidos o quemados. de propiciación para la fiesta del agua o para la siem-
En cuanto a las «zaramamas» distingue tres ti- bra grande, donde siempre la mujer es la semillera en
pos por su elaboración: «muñeca hecha de cañas de la siembra del maíz. También los mejores granos o de
maíz», otra «vestida como mujer con su anaco» y «mesa-sara» (mazorca y granos de maíz de dos o más
«lliclla» que tendría la «virtud de engendrar y parir colores) son seleccionados considerándose sagrados
mucho maíz» y la tercera son de «piedras labradas, para la «semilla», como antiguamente las «mazorcas
como choclos o mazorcas de maíz, con sus granos de maíz que salen muy pintadas» identificaban como
relevados». A dos mazorcas juntas consideran como la «miczasara», «mantayzara», «caullazara» o «piruaza-
las «principales zaramamas» y evocan como la «madre ra» que eran «montones de maíz», como los «zurrones
del maíz» o son los «huantayzara» o «ayrihuayzara», de piedra». Igualmente harían con las «axomamas»
como ahora identifican por las «saramamas», y la fes- o la «madre de las papas», cuando en la cosecha en-
tejaban con la fiesta de «Ayrihua»: bailaban con las contraban las papas unidas desde su yema en raci-
cañas de maíz y las ramas de sauce y al final «quema- mos eran como los «kuri» (mellizos o hijos del rayo o
ban y sacrificaban a Libiac» para que beneficie con la de Libiac), símbolo de abundancia en la mentalidad
buena «cosecha». agraria de los pueblos andinos.
Igualmente, hoy bailan con los tallos del maíz
tierno o de «michka» en la fiesta santoral de los 2.3. La religion andina: los apus como dios
investigaciones sociales 412019
industrial (inteligencia artificial), todos en cuanto co- climas y altitudes, ciclos de lluvia y sequía, fenóme-
rresponden a los hechos religiosos pensados, reflexio- nos atmosféricos, movimiento de los astros y de los
nados y propositivos, se trata de una religión y de una animales y sobre todo, sabiduría de la acción germi-
realidad social objetiva y subjetiva de los pueblos o nador del sol en la simbología del culto a la fertilidad,
sociedades humanas de su tiempo. que es para legitimar su prestigio y poder en la red del
Por otro lado, todas las divinidades supremas o manejo de los diversos nichos ecológicos del mundo
mayores están vinculadas de algún modo a la fun- andino.
damentación y creación del mundo, de las plantas y Por eso es representado como el dios productor y
animales, de los humanos y de las cosas que confor- benefactor, «Dios Sembrador», «Dios de la Fertilidad»
man este mundo o el otro mundo, del cuerpo como o «Dios Agrícola» del maíz sagrado, yuca, tubérculos
del alma, como una forma de justificar la autoridad y o de las frutas (Carrión 1959) y también es el dios
poder o para legitimar el espacio sagrado a diferencia de la sequía, escasez o sancionador de su creación o
de lo profano o de los «otros». Incluso, son los inven- dominio, que se le personifica en la figura antropo-
tores de la tecnología y los dadores del conocimiento mórfica, zoomórfica, fitofórmica o rodeado de plan-
como lo hacen los padres, maestros o las generaciones tas y animales más fieros y silvestres que atemorizan
mayores para su continuidad con reajustes y cambios o familiarizan a sus feligreses para lograr su espacio
de acuerdo a la necesidad y capacidad o con transfor- cultural y estructura de poder.
maciones por difusión o imposición hegemónica en Estos mismos atributos y poderes del dios anti-
la línea del proceso histórico y cultural de los pueblos guo encontramos en la omnisciencia y omnipotencia
y sociedades simples y complejas, antiguas y moder- de los «Apu Wamanis», «Jirkas», «Achachilas» o dio-
nas, tanto en el Perú como en otras partes del mundo. ses andinos que fusionan las nociones de clasificación
Durkheim (1968: 8) zanjó al señalar que los «ri- y organización del universo (Arroyo 1987); de ahí
tos más bárbaros o los más extravagantes, los mitos y de manera singular personifican algunas plantas y
más extraños traducen alguna necesidad humana, al- animales de cultivo y crianza vital como prototipos
gún aspecto de la vida individual o social». Y en líneas para el sistema ritual de los sacerdotes, oferentes y de
siguientes fue concluyente al decir: «No existen pues, las comunidades.
en el fondo, religiones falsas. Todas son verdaderas a Incluso, así como para los cristianos el pa-
su modo: todas responden, aunque de maneras dife- raíso se encuentra en el cielo como un arquetipo
rentes, a condiciones dadas de la existencia humana». de estilo de vida en condiciones de igualdad, con
Por lo que las instituciones religiosas no siempre bonanzas y armonías o es la «ciudad de dios» de
formaron los fastuosos templos o tablas de dogmas San Agustín; también en la cosmovisión andina
refinadas y oficializadas por un sistema de poder; las montañas sagradas son las moradas oficiales de
sino, los sacerdotes u oferentes aleccionados por los los Apus, en cuyo interior está el templo o el pa-
feligreses crearon los oratorios y el sistema religio- lacio repujado de oro y plata (Qorikancha) y es
so para la tarea del sistema de creencias y prácticas el prototipo de un pueblo con bienes colectivos y
religiosas de la comunidad; así como los alumnos y es fuente de las mejores plantas y de los animales
profesores son los verdaderos formadores de la insti- como buenos padrillos, que ocasionalmente libera
tuciones educativas para el progreso y desarrollo y no a este mundo para beneficiar a los afortunados o
el local ni los modelos extraños perturbantes. cumplidores con sus derechos y obligaciones en la
investigaciones sociales 412019
Entonces, la etnografía del sistema simbólico del tarea social de este mundo.
arte iconográfico precolombino, donde se represen- Por esta contingencia, en las noches del 1 de
tan personajes centrales o divinidades principales en agosto, los conocedores de la tradición trajinan aten-
distintas posturas controlando y operando las plan- tos a ser escogidos o lograr el acceso a dicho templo
tas y animales sagrados como arquetipos instructivos para su debida instrucción y conversión en los afa-
reproducibles para la comunidad, cuyas cualidades mados «pongos», «camayoq», «yatires» o sacerdotes
representan y significan la domesticación y cultivo para el servicio de los dioses andinos y ser buenos
de las plantas comestibles en relación con el cono- intermediarios con las comunidades andinas; inclu-
cimiento del ecosistema: configuración geográfica, so los «danzantes de tijera» transitarían por las duras
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SIMBOLOGÍA DEL MAÍZ EN LA CULTURA ANDINA MILENARIA
pruebas de los Apus. Similar simboliza la «Semana c. Epítetos de los dioses y de los especialistas andinos.
Santa» en Piura, donde el tiempo se suspende de ma- Dios en griego (forma genitiva de Zeus) y deus en
nera implícita y apertura los espacios sagrados o las latín es el «brillo» o «resplandor» para denominar la
«wakas» (sitios arqueológicos) para que los «huaque- cualidad de los seres espirituales poderosos y omnis-
ros» puedan huaquear y hurtar la riqueza sin riesgo cientes o «ser supremo creador del universo» para
alguno de enfermarse o ser eliminado por los «genti- las religiones monoteístas y en la lengua «sanscrita»
les» o los «awelos» (abuelos, antepasados). (hindú) es «Deva» como «ser celestial». Conceptos
Esta representación sobre las divinidades, los es- y cualidades acuñados por los teólogos y filósofos
pacios sagrados definidos y la instrucción categórica antiguos y modernos para calzar la existencia de
de los intermediarios, para la educación de las nuevas «Dios», cuyo sinónimo es «deidad» o «divinidad»
generaciones, son algunos indicadores de la continui- suprema o principal para asignar a las creencias reli-
dad de los antiguos dioses precolombinos en la figura giosas politeístas.
de los actuales dioses andinos, identificados con di- Esta clasificación tiene sentido etnocéntrico, pe-
ferentes nombres y rangos jerárquicos que demarcan yorativo y de señal hegemónica o racial encubierto
espacios culturales o las regiones étnicas del mundo por el desarrollo industrial y progreso de la moder-
andino. nidad urbana, porque se relaciona con la idea del
absolutismo medieval de lo eterno, perfecto, único,
b. Conflicto y poder de los dioses andinos. Es pan an- absoluto, todo lo sabe con lo poderoso, superior, tec-
dino la concepción de la estructura organizacional de nológico o por la razón única. Cuando ya mostraron
los apus y su correspondiente dominio y legitimación que también los dioses se equivocan, olvidan, lloran,
de los espacios culturales dentro del esquema de pa- compiten, son ricos o pobres, y sufren por su libertad
rentesco y sistema de alianzas, como Arguedas (1981) o se humillan ante los dominantes como los huma-
revela que el «Apu Qarwarasu» es la divinidad mayor nos cuando son avasallados por otros hegemónicos.
de la región frente al «Apu Pedro Orqo» de poder Los dioses necesitan de su creación para seguir exis-
local para Puquio. Del mismo modo, encontramos tiendo y cabalgando, así como los hombres andinos
la jerarquía de los Apus Wamanrasu, Qarwarasu viven con sus dioses o apus en mutuos requerimien-
y Rasuwillka como hermanos de mayor a menor y tos; pues, deben cumplir con sus pagos y evocaciones
corresponden a los departamentos de Huancavelica en los tiempos prescritos y espacios designados por
y Ayacucho, respectivamente (Arroyo 1987, 2008, la tradición, para seguir resguardando las relaciones
2016); y siempre mantienen relaciones de competen- recíprocas y sistemas de solidaridad mutua y comple-
cia e intercambio de sus respectivos bienes agrope- mentaria, como exige la red de relaciones y depen-
cuarios para garantizar y dinamizar el mercado local dencias del sistema ecológico.
y regional de los pueblos interétnicos, desde tiempos En el mundo andino encontramos numerosos
remotos. términos y conceptos sugestivos para identificar y le-
Valderrama y Escalante (1988) evidencian en el gitimar a los dioses andinos en diversas lenguas y dia-
valle de Colca las relaciones jerárquicas competitivas lectos antiguos y actuales que expresan y representan
entre los «Mallku Mismi» y «Mallku Waranqate», las cualidades más extraordinarias de los seres protec-
para beneficiar a sus comunidades, incluso, cada di- tores y benefactores de la población; como un avan-
vinidad posee su respectiva esposa, hijos y cuñados, ce registramos algunas designaciones desde la cálida
investigaciones sociales 412019
como un modelo arquetípico reproducible para las fa- región norte de Piura hasta los confines de Bolivia y
milias campesinas de la región. Igualmente, Sánchez Chile: Encanto del cerro, Tayta Amito, Wakapong,
(2015, 2016) muestra a los apus mayores y menores Rahu, Jirka, Aukillo, Tayta Ulqu, Tayta Auki, Tayta
vinculados en tramas de competencias, alianzas y dis- Wamani, Apu Wamani, Tayta Yaya, Orqo Yaya,
putas en la región de Cusco, como reproduciendo los Apusuyo, Roal, Machula, Tata Mallku, Uywiri o
sistemas de poder, las reglas de matrimonio, tramas Achachila, entre otros nombres (Arroyo 2004, 2009).
de las parejas, confabulaciones de las familias y de las Del mismo modo, las designaciones a los inter-
cotidianidades de las comunidades andinas. mediarios o sacerdotes varían según las lenguas y dia-
lectos regionales como por las especializaciones fun-
53
SABINO ARROYO AGUILAR
cionales de la tradición cultural de los pueblos y entre Ávila, Francisco de (1966). Dioses y hombres de Huarochirí.
otros tenemos a: Waringueño, Maestro, Curandero, Ed. bilingüe. Traducción: José María Arguedas. Estudio
Pongo, Camayoq, Auki, Alto Mesayoq, Paqo o Yatiri, biobibliográfico: Pierre Duviols. Lima: Museo Nacional
y cada cual se distingue según su centro de formación de Historia y el Instituto de Estudios Peruanos.
y especialización; aunque en las ciudades moderniza- Carrión C., Rebeca (1959). La religión en el antiguo Perú.
das fueron velados con carga cultural peyorativa de Lima.
«brujos», «hechiceros», «hierberos» o «curanderos» y Curatola, Marco y Mariusz Ziolkowski (Eds.) (2008).
en los últimos tiempos, comercialmente, cambiaron Adivinación y oráculos en el mundo andino antiguo.
por «chamanes», debido a la percepción equivocada Lima: IFEA/PUCP.
y facilitada por algunos estudiosos extraviados en la Durkheim, Emilio (1968). Las formas elementales de la vida
historia cultural religiosa. Sin embargo, hay un ince- religiosa. Buenos Aires: Editorial Schapire S.R.L.
sante afán de recuperar y visibilizar la cultura matriz Eliade, Mircea (1968). El mito del eterno retorno. Buenos
andina por los movimientos nativistas y un despertar Aires: Emecé Editores.
de los miembros de las instituciones culturales del es- Eliade, Mircea (1961). Mitos, sueños y misterios. Buenos
tado que vienen reproduciendo o recreando algunas Aires: C.G. Fabril Editorial.
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