La Presencia Del Espejo en La Pintura
La Presencia Del Espejo en La Pintura
La Presencia Del Espejo en La Pintura
Resumen: El presente estudio analiza la presencia del espejo en las pinturas El matrimonio
Arnolfini de Jan van Eyck y Las Meninas de Diego Velázquez. En estas obras se examina la
representación del espacio y la posición del artista como partícipe y creador de la escena
pictórica. La propuesta considera que el pintor temprano moderno utiliza el espejo como un
recurso que resalta su individualidad y que le permite crear espacios ilusorios en los cuales los
artistas poseen el poder de la ‘verdad’ en torno a la representación de la realidad pictórica.
Abstract: In this paper we analyze the presence of the mirror in the paintings The Arnolfini
Marriage by Jan van Eyck and Las Meninas by Diego Velázquez. In these works, we examine
the representation of the space and the position of the artist as a participant and creator of the
pictorial scene. Our proposal considers that the early modern painter uses the mirror as a resource
that highlights his individuality. In the same way, this artist creates illusory spaces in which they
possess the power of ‘truth’ around the representation of pictorial reality.
1
Licenciada en Arte de la Universidad de Playa Ancha y Magíster en Historia con mención en Arte y Cultura
de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Docente de la Universidad Alberto Hurtado y la
Universidad Andrés Bello. Contacto: soniaandrea.m@gmail.com
2
Por discurso estético entendemos el mensaje que bordes de los objetos y las personas retratadas, un
busca entregar un artista al espectador, mayor detalle visual de las figuras y la sutileza en
considerando la disposición de los personajes y la pincelada [Véase Panofsky, Erwin, Los
objetos, el contexto, las formas, los símbolos, etc. primitivos flamencos, Cátedra, Madrid, 2016,
Así, el discurso estético comunica un mensaje a pp.179 y ss.; Hatje, Ursula, Historia de los Estilos
partir del objeto visual, en el cual se establece una Artísticos I. Desde la Antigüedad hasta el Gótico,
expresión de la identidad del artista y su Istmo, Madrid, 2016, pp.342-343; Bialostocki, Jan,
representación social, cultural y mental del mundo. El arte del siglo XV. De Parler a Durero, Istmo,
3
Cabe señalar que Jan van Eyck es un pintor Madrid, 1998, pp.166-170]. Junto con esto,
flamenco que trabaja en Brujas, sirviendo podemos mencionar a Diego Velázquez, artista
fundamentalmente a señores burgueses y grandes español que trabaja en Madrid como pintor de
comerciantes de los Países Bajos durante el siglo cámara del rey Felipe IV durante el siglo XVII. Su
XV. Su estilo pictórico oscila entre el gótico tardío estilo pictórico corresponde al barroco, ambientado
y el arte renacentista del norte de Europa. Sus obras en un contexto español de arte católico, en el cual
destacan por retratar a ricos burgueses y sus se busca expresar solemnidad, dignidad y belleza.
pertenencias, como también trabajar temas Sumado a esto, su arte también resulta ser
sagrados y religiosos. Incluso, podemos apreciar palaciego y profano, en cuanto retrata la vida
cómo es uno de los primeros precursores de la cotidiana de la corte, como también paisajes y
pintura al óleo, y que, en este caso, centra su pintura mitologías, en el cual se racionaliza la realidad del
en la luminosidad y el realismo de los colores, así espacio y los objetos retratados. De su pintura,
como también en una factura fina en cuanto a los destaca el juego de luces y sombras, la búsqueda de
una mayor profundidad espacial y la articulación de partir del espacio pictórico, podemos reconocer
una atmósfera más realista basada en el uso de cómo se derivan otras manifestaciones de la
colores sustractivos [Véase Bennassar, Bartolomé, realidad espacial, tales como el espacio divino,
Velázquez. Vida, Cátedra, Madrid, 2018, pp.61 y imaginado, develado y adicional. El espacio divino
ss.; Hatje, Ursula, Historia de los Estilos Artísticos se relaciona al área pictórica en el cual se
II. Desde el Renacimiento hasta el tiempo presente, representan elementos sagrados y religiosos, donde
Istmo, Madrid, 2016, pp.142-143; Checa, Fernando se establecen discursos y simbolismos en los que se
y Morán, José Miguel, El Barroco, Istmo, Madrid, proyecta una relación de búsqueda con lo sagrado
2001, p.99]. y lo superior. El espacio imaginado refleja aquel
4
Por espacio pictórico entendemos el área en el lugar que no se puede ver en la pintura, recreando
cual se extiende la relación de formas y signos de una idea o una imagen de lo que podría ser
la creación artística; es la superficie o relieve mediante la construcción mental del espacio. El
continuo en el que se representan objetos, lugares y espacio develado constituye aquel lugar en la
sujetos, donde suceden las escenas, y en el cual las pintura que se descubre, el cual se puede visualizar
formas y las figuras adquieren una posición, en la obra del artista, ya sea como un contexto o el
dirección y orientación en el espacio como lugar específico que se retrata. Finalmente, el
‘actuantes’ de la realidad representada [Véase espacio adicional refleja una simulación, el cual se
Arnheim, Rudolf, Arte y percepción visual, construye de manera mental, otorgando pistas del
Alianza, Madrid, 2015, pp.227-247; Dorfles, Gillo, espacio que falta en la pintura. Así, este espacio
El devenir de las artes, Fondo de Cultura posee una relación con lo real y lo imaginado, en el
Económica, México D.F., 2001, pp.88-89; y que solo se ven fragmentos de la realidad total, y
González Ochoa, César, “Espacio plástico y donde se invita al espectador a reconstruir el
significación”, La significación del espacio, espacio faltante de la representación pictórica.
Tópicos del Seminario, 24, 2010, pp.71-100]. A
5
Si bien es relevante indicar que la figura de la perspectiva en la composición bidimensional de
Narciso y su reflejo tiene una gran importancia para la pintura busca replicar la perfección de la
entender la función del espejo, en este estudio no naturaleza en torno a la disposición del espacio de
se busca abordar el retrato o la belleza, sino más esta. Así, “la perspectiva no es más que ver un lugar
bien la idea de cómo la ilusión reflectaría el espacio detrás de un cristal muy transparente, en cuya
a través de la representación pictórica. superficie hay que dibujar los objetos situados
6
Por ilusión entendemos la creación de una detrás”. En este sentido, el cuadro, la obra de arte,
realidad fabricada por el artista, la cual constituye refleja una ventana de la realidad, en la cual se
una invención y un engaño de los sentidos. El establece “una progresión hacia el infinito” de la
artista usa artilugios y destrezas técnicas para representación estética del mundo retratado [Cfr.
diseñar una ‘simulación’ de la realidad. Según Gombrich, Ernst, Arte e ilusión. Estudio sobre la
Ernst Gombrich, los orígenes teóricos de la ilusión psicología de la representación pictórica, Phaidon,
se encuentran en el uso de la perspectiva en el arte London, New York, 2014, pp.184-185; p.253].
del Renacimiento. Alberti y Da Vinci apuntan a que
7 8
Da Vinci, Leonardo, Tratado de pintura, Alianza, Chevalier, Jean y Gheerbrant, Alain, Diccionario
Madrid, 2017, pp. 229-230. de los símbolos, Herder, Barcelona, 2015, p. 474.
hombre y naturaleza, podría apreciarse un Desde esta perspectiva, pues, somos lo que
9
Ibíd., p.477. referencia a la psicología del espejo en torno a la
10
Cirlot, Juan Eduardo, Diccionario de símbolos, contemplación del yo, señalando la fuerte
Siruela, Madrid, 2005, p. 200. influencia de la mitología de Narciso, puesto que
11
Pierre Grimal en su Diccionario de Mitología este personaje se enamora de su propia figura al
Griega y Romana, relata la figura de Narciso desde caer en un estado de ensoñación y contemplación
la versión de Ovidio: “Narciso fue objeto de pasión de su reflejo en el agua. Para Bachelard, el agua
de numerosísimas doncellas y ninfas, pero siempre ayuda a naturalizar nuestra imagen reconociendo
permanecía insensible […] Las doncellas parte de la belleza interior como la inocencia, la
despreciadas por Narciso piden venganza al cielo. imaginación, los sueños propios. El agua como
Némesis las escucha y hace que, en un día muy primer espejo resulta ser el primer soporte de la
caluroso, después de una cacería, Narciso se incline visualización de la imagen del hombre, en el cual a
sobre una fuente para calmar la sed. Ve allí la pesar de su densidad existe un espacio de la
imagen de su rostro, tan bello, que se enamora de imaginación y el traspaso de elementos, que bien el
él en el acto, e insensible ya al resto del mundo, se artista visual sabe reproducir en este lienzo que
deja morir, inclinando sobre su imagen” [Grimal, muchas veces se comporta como el agua
Pierre, Diccionario de Mitología Griega y [Bachelard, Gaston, El agua y los sueños, Fondo de
Romana, Paidós, Barcelona, 2018, p.370]. Gaston Cultura Económica, México, 1978, pp.39-40].
Bachelard, en su libro El agua y los sueños, hace
puede ser algo abstracto como una idea-, El pintor supo aprovechar la cambiante
naturaleza de los avances comerciales y
somos parte de aquel universo cuya
tecnológicos que se producían a su alrededor.
inmaterialidad igualmente demarca
El espejo refleja la escena que vemos ante
nuestra identidad. De cierto modo, los nuestros ojos y a dos personajes indefinidos
artistas, a través de la pintura, buscan verse que acaban de entrar en la habitación. Sobre
en este espejo como puntos neurálgicos de el espejo figura la inscripción «Jan van Eyck
estuvo aquí/ 1434». Si miramos con atención
la obra, sobre su espacio, o bien no develar
el reflejo, podemos ver al mismo van Eyck,
lo que hay al otro lado de este. Así,
un personaje ataviado en color azul, con una
entonces, el pintor se transforma en el actitud más propia de un sacerdote en una
misterio de la obra.12 boda que de un artista pintando un retrato. El
pintor se sitúa con audacia en el centro de su
3. La presencia del espejo en El propia composición, afirmando su papel de
matrimonio Arnolfini de Jan van creador y comparando maliciosamente su
estatus con el de un sacerdote.13
Eyck
12
Tal como sostiene Sabine Melchior-Bonnet, el Bonnet, Sabine, Historia del Espejo, Edhasa,
espejo se considera como un objeto que “permitía Buenos Aires, 2014, p.245].
13
al hombre ver aquello que para él estaba oculto en Brotton, Jerry, El bazar del Renacimiento: Sobre
la naturaleza”. Así, lo que no podía ver con su la influencia de Oriente en la cultura occidental,
propia vista, “el espejo le mostraba al hombre su Paidós, Barcelona, 2003, p.134.
rostro y sus ojos, ventanas del alma” [Melchior-
14
Tal como señala Jan Baptist Bedaux, las escenas Jan van Eyck’s ‘Arnolfini Portrait’”, Simiolus:
de la Pasión simbolizan una ‘bendición marital’, el Netherlands Quarterly for the History of Art, vol.
sacramento, el cual es reflejado por Cristo a través 16, núm. 1, 1986, p.19].
15
de su vida y amor sacrificial a la Iglesia. De hecho, Chevalier, Jean y Gheerbrant Alain, Diccionario
en Efesios 5:22-23, San Pablo compara el ejemplo de los símbolos, Op.cit., p.163.
16
de Cristo y el amor sacrificial por su Iglesia al amor Pastoureau, Michel, Diccionario de los colores,
que existe entre el marido y su mujer, Paidós, Barcelona, 2019, p.35.
17
constituyendo la forma de vida ideal de la sociedad Tal como sostiene Rosa Maria Letts, el artista
cristiana [Cfr. Bedaux, Jan Baptist, “The reality of deja constancia de su presencia en la escena, en los
symbols: the question of disguised symbolism in que conserva “los pequeños detalles informales de
un instante de vida: la boca del perrito apretada solemne de la misma índole”, lo que explicaría la
aguantándose el ladrido, las zapatillas de la pareja relevancia de las palabras latinas, como parte de su
dejadas en el suelo de modo despreocupado, la firma en la obra [Gombrich, Ernst, La Historia del
fruta, los pliegues de la colcha, el almohadón recién Arte, Phaidon, Londres, 2007, p. 243]. Incluso, tal
colocado; y todo esto refuerza el testimonio del como indica Benjamin Binstock, la firma de Jan
artista que estaba allí -fuit hic-, en el preciso van Eyck testifica su presencia como testigo legal
momento en que fue pronunciada la más solemne del matrimonio de los Arnolfini, pero al mismo
promesa entre Giovanni Arnolfini y Giovanna tiempo conmemora su papel como artista de la obra
Cenami, su novia” [Letts, Rosa Maria, pictórica [Binstock, Benjamin, “Why was Jan van
Introducción a la Historia del Arte. El Eyck here? The Subject, Sitters, and Significance
Renacimiento, Universidad de Cambridge, of The Arnolfini Marriage Portrait”, Venezia Arti,
Gustavo Gili, Barcelona, 1985, pp.42-43]. vol. 26, 2017, p.121].
18
Panofsky, Erwin, “Jan van Eyck`s Arnolfini 19
Según Gonzalo Fernández, la obra “no se trata de
Portrait”, The Burlington Magazine for un tema sacro pero el ambiente es religioso”, lo que
Connoisseurs, vol. 64, núm. 372, 1934, p.124. se percibe en la presencia de la vela y el foco de la
Asimismo, tal como estima Margaret Carroll, Jan luz que penetra por la ventana, la mujer que tiene
van Eyck se representa a sí mismo como un la mano en el vientre “imitando la actitud de
‘participante solidario’ y un ‘testigo responsable’ Nuestra Señora en las escenas de la Anunciación”,
en los esponsales, cumpliendo la tarea de registrar la bendición que le entrega el marido a su esposa y
meticulosamente toda la escena, conservando un las representaciones de flores y frutos, como
momento de importancia para los esposos [Carroll, símbolos de fecundidad, y el perro, como símbolo
Margaret D., “‘In the name of God and Profit’: Jan de fidelidad, “además de la estatua de Santa
van Eyck’s Arnolfini Portrait”, Representations, Margarita quien es la protectora de los partos”
núm. 44, 1993, p.115]. Junto con esto, Ernst [Fernández, Gonzalo, “Pintura flamenca del ocaso
Gombrich considera que el artista se convierte “en de la Edad Media”, Boletín Millares Carlo, 32,
un perfecto testigo ocular”, en el cual, 2016, pp.110-111].
probablemente, “se llamó al pintor para que 20
Brotton, Jerry, El bazar del Renacimiento, sobre
registrara este importante momento como testigo, la influencia de Oriente en la cultura occidental,
del mismo modo que puede ser llamado un notario Paidós, Barcelona, 2003, p.133.
a declarar que se ha hallado presente en un acto
italiano que también era parte de los “Las cuentas de cristal y el «espejo
inmaculado» -speculum sine macula, aquí
comerciantes más connotados de la época.
caracterizado de forma explícita como objeto
Es posible deducir que, dentro de la
religioso por su marco que está adornado por
composición espacial de la pintura, Jan diez escenas diminutas de la Pasión -son
van Eyck busca situarse en un lugar símbolos bien conocidos de la pureza
importante, en el centro de la obra, mariana. La fruta de la ventana sigue,
recordando, como en las Vírgenes de «Ince
figurando en el reflejo del espejo, en el que
Hall» y «Lucca», el estado de inocencia antes
se proyecta una representación sacra del
de la caída del hombre. La pequeña estatua de
testigo de la unión. Así, el pintor insinúa el Santa Margarita, que corona el respaldo de la
poder creacional y gestacional del artista, silla cercana a la cama, invoca a la santa
una posición tan relevante como la de un patrona del parto. El perro contemplando en
tantas tumbas de señoras, era un emblema
sacerdote o tan poderoso como cualquiera
aceptado de la fidelidad marital”.22
de estas familias de comerciantes de
Holanda del siglo XV. De este modo, el Existen dos elementos de la obra que
pintor busca retratar su divina se ubican de forma central, uno frente al
transcendencia en el espacio y el tiempo, otro: primero, el espejo, que es la
considerándose un testigo de la escena representación de lo sublime e invisible,
marital, así como también un artista en una expresión del mundo religioso, y segundo,
posición superior y sagrada que valida la el perro, que refleja el mundo terrenal, lo
21
unión matrimonial. que se expresa en el simbolismo de las
Es más, tal y como estima Erwin virtudes humanas como la fidelidad,
Panofsky, la pintura de Jan van Eyck alcanzables en la vida matrimonial, social
recoge diversos simbolismos religiosos: y moral.23 Ahora bien, la pintura del artista
21
Según Susan Waldman, el artista renacentista y retratista española, Alianza, Madrid, 2007, p.47].
barroco adquiere un carácter ‘clave’ y ‘sagrado’ en En otras palabras, el artista busca realzar su obra
la obra, en cuanto busca posicionarse en el lugar del como una creación ‘superior’, asimilando símbolos
creador. En palabras de la autora, podemos que reflejan al pintor como un ser capaz de crear
apreciar: “Al reflexionar sobre el tópico del Deus nuevas realidades en el lienzo, en el que su arte
pictor sólo hemos tenido en cuenta de momento la refleja el ascenso de una individualidad que cobra
analogía de «Dios como pintor». En Italia, este fuerza por la mirada subjetiva y sensible del sujeto
enaltecimiento del artista como alguien «divino» moderno.
22
forma parte de los tópicos de las biografías de Panofsky, Erwin, Los primitivos Flamencos,
artistas desde mediados del siglo XVI” [Waldman, Op.cit., p.203.
23
Susan, El artista y su retrato en la España del siglo Según Carola Hicks, el perro expresa la fidelidad,
XVII. Una aportación al estudio de la pintura reflejando la protección y cuidado hacia sus
24
dueños. De hecho, la presencia del perro en el arte López Rey, José, Catalogue Raisonne,
se encuentra en diversos manuscritos en los que Velázquez, Editorial Taschen, Köln, 1999.
25
aparece el señor con perros de caza y su esposa con Para Norbert Wolf, Velázquez conocía la pintura
un perro faldero, como también en diversas efigies de El matrimonio Arnolfini, que en esa época se
de tumbas, en la que los perros acompañan a sus hallaba en Madrid, “por lo que pudo inspirarse en
amos, o los perros descansan a los pies de los el espejo que aparece en el fondo del cuadro, donde
caballeros y damas, como símbolo de la compañía el artista ofrece una segunda versión de la escena y
eterna [Hicks, Carola, Girl in a Green Gown. The crea efectos de profundidad” [Wolf, Norbert,
History and Mystery of the Arnolfini Portrait, Velázquez, Taschen, Colonia, 2016, p.86].
Vintage Books, London, 2012, p.169].
ilusorio, dando a entender que solo se más sobre la composición de la obra. Por
encuentra en el encuadre de la obra a partir último, justamente ubicada en el espacio
del formato bidimensional. Por su parte, en entre el pintor y la infanta, a lo lejos se
Las Meninas, Velázquez, en su calidad de halla el espejo en la pared, el cual refleja
pintor, ya no se encuentra en este espacio las miradas del rey Felipe IV y de la reina
sacralizado e ilusorio que es el espejo; más Mariana de Austria.
bien conforma parte de la escena Respecto de la presencia de las
representada junto a la infanta Margarita y miradas, Foucault explica:
las meninas o sus damas de honor. De
Ninguna mirada es estable, o mejor dicho, en
hecho, quienes se encuentran esta vez
el surco neutro de la mirada que traspasa
representados en el espejo son los reyes de perpendicularmente la tela, el sujeto y el
26
España (imagen 5). objeto, el espectador y el modelo cambian su
Otro aspecto es la ubicación del papel hasta el infinito. La gran tela vuelta de
extrema izquierda del cuadro cumple aquí su
espejo: esta vez es rectangular, ubicado en
segunda función: obstinadamente invisible,
la parte superior de la obra. Si se divide la
impide que la relación de las miradas llegue
obra por la mitad, desde el plano vertical, nunca a localizarse ni establecerse
es posible percatar que el espejo dialoga a definitivamente. 27
26
Tal como señala Ernst Gombrich, los reyes que los adultos que se encuentran en la sala. De esto,
aparecen representados en el espejo poseen un Velázquez “detuvo un instante del tiempo”, para
papel clave en el cuadro, considerando que lo que poder representar parte de la vida cotidiana en el
aprecia el espectador del cuadro es lo que los reyes palacio [Cfr. Gombrich, Ernst, La Historia del
están viendo, esto es, “un grupo de gente que ha Arte, Op.cit., p.408].
entrado a la cámara”. Así, los reyes ven a la infanta 27
Foucault, Michel, Las palabras y las cosas, Siglo
Margarita, sus dos damas de honor, dos enanos y XXI, México, 2010, p.22.
Velázquez se opta por esta misma idea, encontraba pintando lo que figuraba en un
pero más bien a través del ejercicio mental. gran espejo, que era la pared que el
No se trata ni de algo palpable en la obra espectador de la obra no visualiza, es decir,
ni explícitamente visto como en el caso del aquella pared que estaría del lado del
pintor flamenco. Como menciona observador.28 Para Michel Foucault, que
Foucault, requiere de la atención del considera el análisis espacial que sugiere
observador para focalizar el mensaje del la obra pictórica, la extensión del salón que
artista. De hecho, hasta el día de hoy se es invisible para el espectador constituye
discute en torno a la representación un espacio del que es posible especular o
ilusoria del espacio que quiso plasmar imaginar lo que sucedía.29
Velázquez. En este marco, algunos Desde estas consideraciones, la
postulados señalan que la tela que el artista intención de Velázquez es hacer participar
está pintando en Las Meninas podría ser un de la escena al observador de la obra, e
retrato de los reyes, motivo por el cual se incluso, aunque atemporalmente no hay
ven reflejados en el espejo que se correspondencia, obligar al espectador a
encuentra en el fondo. Otros, en cambio, posicionarse en el lugar donde se presume
indican que los reyes solo presenciaron la que tal vez se ubicaron los reyes,
escena y que el artista en el fondo se considerando el reflejo del espejo.30 De
28
Para una mayor revisión de los postulados sobre pintores’ [Chordá, Frederic, “A propósito de Roger
el retrato de los reyes y la representación del Chartier. ‘Las Meninas’: mirada absoluta y vida
espacio en Las Meninas de Velázquez, véase: privada”, Op.cit., p.117]. Velázquez conoce la
Ramón-Laca, Luis, “Modos de representación del realidad del palacio, la vida privada y familiar de la
espacio en Las Meninas”, Locus Amoenus, núm. realeza, y en torno a ello proyecta la situación del
15, 2017, pp.99 y ss.; Snyder, Joel y Cohen, Ted, espacio, como también la especulación e
“Reflexions on ‘Las Meninas’: Paradox Lost”, imaginación de lo no retratado, captando la esencia
Critical Inquiry, vol. 7, núm. 2, 1980, pp.429-447; del espacio ilusorio, en el cual el pintor expresa la
Searle, John, “‘Las Meninas’ and the paradoxes of fuerza creadora y omnipotente que guía los secretos
pictorial representation”, Critical Inquiry, vol. 6, de la representación de la realidad.
núm. 3, 1980, pp.477-488; Chordá, Frederic, “A 30
Cfr. Bennassar Bartolomé, Velázquez. Vida,
propósito de Roger Chartier. ‘Las Meninas’: Op.cit., p.179. Tal como señalan Martin
mirada absoluta y vida privada”, Historia, Wackernagel y Martin Gonzalez, Las Meninas
Antropología y Fuentes Orales, núm. 31, constituyen un retrato colectivo, en el cual se
Laberintos, 2004, pp.113-117. establece “un concepto dinámico de escena de
29
Foucault, Michel, Las palabras y las cosas, teatro”, y donde la presencia del espejo cumple un
Op.cit., p.30. En este sentido, solo el artista tiene el rol “para aumentar las dimensiones reales del
poder de reflejar la ‘verdad’ de la realidad cuadro, ya que por medio de él se integra el plano
retratada, y en este caso, Velázquez, como pintor delantero, donde se supone están los reyes y ahora
de cámara real de Felipe IV, rey absoluto, asume nosotros mismos, como contempladores”
una posición jerárquica superior, que en palabras [Wackernagel, Martin y Gonzalez, J. J. Martin,
de Frederic Chordá, reflejaría al ‘rey de los Historia del Arte Universal. Renacimiento,
esta forma, Velázquez cita de manera –único punto visible- los ojos del artista; en la
base, a un lado, el sitio invisible del modelo,
implícita aquel espacio que no es pintado,
y del otro, la figura probablemente esbozada
pero que es sugerido, para articular relatos
sobre la tela vuelta. En el momento en que
de lo que habría en el otro lado del salón. colocan al espectador en el campo de su
Así, se puede notar cómo la obra de Las visión, los ojos del pintor lo apresan, lo
Meninas es una de las genialidades de la obligan a entrar en el cuadro, le asignan un
lugar…32
pintura barroca, pues busca ir más allá de
lo propuesto anteriormente por otros
La obra de Las Meninas ocupa un
pintores -en relación con el espejo como
lugar importante en el salón 12 del Museo
generador del espacio ilusorio-,
del Prado en Madrid, una de las salas más
estableciendo trazos que amplían la trama
céntricas de dicho espacio. Al estar frente
de lo visible en la interpelación de la
a la obra de Velázquez, el espectador se
ilusión.
involucra con la escena, participando de la
Tanto la mirada soberana del pintor impone Madlyn Millner Kahr, el espejo aporta una
un triángulo virtual, que define en su impronta especial en la obra, en cuanto
recorrido este cuadro de un cuadro: en la cima
32
Barroco y Rococó, Ediciones Moretón, Bilbao, Foucault, Michel, Las palabras y las cosas,
1967, pp.55-56]. Op.cit., p.23.
31
Nieto Alcaide, Víctor, Velázquez, “El cuadro 33
Snyder, Joel, “‘Las Meninas’ and the Mirror of
oculto y la metáfora del espejo”, Revista Espacio, the Prince”, Critical Inquiry, vol. 11, núm. 4, 1985,
Tiempo y Forma, serie VII, Historia del Arte, T. 20- p.542.
21, 2007-2008, p.66.
dirige la atención del observador a los reflejar cómo representaría el pintor lo que
eventos que ocurren ‘fuera de la imagen’, se encuentra fuera del encuadre, y que, en
esto es, el reflejo de los reyes, lo que este caso, proyecta un recorrido de
genera, a su vez, que el espectador introspección visual mediante el uso del
participe en la escena representada. En este espejo, el reflejo y las miradas de los
sentido, la pintura de Las Meninas personajes, apuntando al encuentro del
establece en su proyección visual una espacio develado e imaginado, e invitando
ruptura del espacio, en el que se mezcla la al espectador a reconstruir la idea del
realidad interior de la imagen y la realidad espacio, la realidad adicional, aquello que
exterior del observador.34 escapa al lienzo del artista.
En la escena de la obra, el punto
crucial es dilucidar cuál es la imagen de la 5. Algunas consideraciones finales
pintura que está realizando; el espejo de
La presencia del espejo en las pinturas
fondo sería la pista para encontrar una
del arte renacentista y barroco establece un
respuesta, dado que lo que tal vez busca el
discurso centrado en la ampliación de
artista es dejar en claro la importancia del
posibilidades de la representación del
arte y el rol del creador en la
espacio. Tal como plantea Carlos Roman,
reconstrucción del mundo, bien desde el
el espejo constituye “uno de los recursos
espacio, bien desde los aspectos
para establecer lo que Wölfflin llama el
intelectuales del hombre.35 Así, la
estilo de forma abierta, que hace alusión a
finalidad del discurso de Las Meninas es
lo externo de la obra, más allá de las partes
34
Millner Kahr, Madlyn, “Velázquez and Las tropológicas. Así, este motivo aparece con
Meninas”, The Art Bulletin, vol. 57, núm. 2, 1975, frecuencia en las representaciones de vanitas que
p.244. aluden al carácter perecedero de la vida humana y
35
En este sentido, Eugenia Kuzmina reflexiona a la necesidad de tener presentes por los valores
sobre cómo la representación del espejo en el arte morales y trascendentales. Junto a esto, se advierte
tiene la función de desestructurar la realidad tal la transformación del objeto en elemento de
cual la conocemos, ya que busca que el espectador decoración. Por último, se denota la capacidad de
tenga la capacidad de repensar los espacios las superficies refractarias para multiplicar al
retratados por el artista. Velázquez propone que la referente original, lo cual repercute en la
obra y el artista no solo deben cumplir la función formulación de la visión metafórica del espejo que
social de retratar a la familia real, sino que el se aprecia en la proliferación de las imágenes-
observar la obra es un ejercicio intelectual, de textos. En este sentido, son paradigmáticos los
modo que el espectador también debe hacerse espejos “reflexivos” de las Meninas de Velázquez”
cargo del espacio que el artista expresa de manera [Kuzmina, Eugenia, “El espejo: un misterio desde
implícita. Kuzmina señala que: “En el Barroco la cuatro contigüidades”, Escritura e Imagen, vol. 9,
imagen del espejo adquiere connotaciones 2013, p.160].
que hacen referencia a sí mismas, sin Ahora bien, el pintor flamenco resalta su
límites establecidos o cerrados”.36 En este presencia a través de la firma, con lo cual
sentido, el espejo constituye un puente de exalta su posición de testigo en el
apertura que genera reflejos de otras matrimonio y su poder creador de la obra
realidades del espacio, y que, así, permiten artística. Por otro lado, en Las Meninas,
establecer una relación de especulación e Diego Velázquez utiliza el espejo con otra
ilusión de los objetos representados. finalidad: hacer pensar sobre el espacio no
Asimismo, y volviendo a lo señalado develado. En este sentido, el espejo en que
por Leonardo da Vinci,37 el uso de la figuran los reyes expresa un acercamiento
representación del espejo como parte del sobre lo que hay al otro lado de la
discurso de la obra pictórica da cuenta de habitación. Así, el espejo que mira el
cómo se amplían las posibilidades de la lienzo de Velázquez hace converger dos
realidad bidimensional, estableciendo espacios: el develado y el imaginado,
caminos que reflejan nuevos espacios. constituyendo una invitación a indagar en
Incluso, el espejo en el arte moderno lo que podría haber en el lienzo, es decir,
funciona como un objeto mágico casi el espacio adicional. En cierta medida, el
sagrado, ya que juega indefinidamente con espejo cuestiona “lo visible, la apariencia,
la luz y la perspectiva que tanto se busca lo real”,38 dando paso a la reflexión crítica
retratar en la época. que, en el caso del pintor español,
De este modo, es posible apreciar constituye un ejercicio intelectual de
cómo la pintura de Jan van Eyck hereda introspección y que conduce a reflexionar
elementos simbólicos del mundo sobre lo que se ve en el espacio y la
medieval, en la medida que se representa identidad de lo representado.
al pintor en el espejo como una figura Finalmente, el uso del espejo expresa
sacerdotal vestida de azul, que alude a lo un medio de control del artista sobre la
sagrado y lo divino. Así, se genera una representación de la realidad, en el que
analogía entre el poder celestial y terrenal predomina su racionalidad y su fuerza
en torno a la Creación y la Omnipresencia. creadora, y en el que convergen las
36
Román, Carlos, “Espejos: transparencia, reflejo, 37
Cfr. Da Vinci, Leonardo, Tratado de pintura,
contradicción e interacción”, Revista Cuadernos de Op.cit., p.229-231.
38
Música, Artes Visuales y Artes Escénicas, vol. 6, Melchior-Bonnet, Sabine, Historia del Espejo,
núm. 1, 2011, p.73. Edhasa, Buenos Aires, 2014, p.256.
perspectivas del espacio interior y exterior. Carroll, Margaret D., “‘In the name of God and
Profit’: Jan van Eyck’s Arnolfini
El espejo, sumado a su reflejo, invitan a los
Portrait”, Representations, núm. 44, 1993,
espectadores a conformar parte de la
pp.96-132.
escena retratada, con lo cual se difuminan Checa, Fernando y Morán, José Miguel, El
las fronteras del espacio pictórico y se Barroco, Istmo, Madrid, 2001.
funden en una nueva realidad que se Chevalier, Jean y Gheerbrant, Alain, Diccionario
de los símbolos, Herder, Barcelona, 2015.
encuentra fuera del lienzo, pero que
Chordá, Frederic, “A propósito de Roger Chartier.
cohabita con las miradas, gestos y
‘Las Meninas’: mirada absoluta y vida
símbolos de la realidad interior de la privada”, Historia, Antropología y
imagen. Fuentes Orales, núm. 31, Laberintos,
2004, pp.113-117.
Cirlot, Juan Eduardo, Diccionario de símbolos,
Siruela, Madrid, 2005.
BIBLIOGRAFÍA
Da Vinci, Leonardo, Tratado de pintura, Alianza,
Madrid, 2017.
Arnheim, Rudolf, Arte y percepción visual, Dorfles, Gillo, El devenir de las artes, Fondo de
Alianza, Madrid, 2015. Cultura Económica, México D.F., 2001.
Bachelard, Gaston, El agua y los sueños, Fondo de Fernández, Gonzalo, “Pintura flamenca del ocaso
Cultura Económica, México, 1978. de la Edad Media”, Boletín Millares
Bedaux, Jan Baptist, “The reality of symbols: the Carlo, 32, 2016, pp.105-121.
question of disguised symbolism in Jan Foucault, Michel, Las palabras y las cosas, Siglo
van Eyck’s ‘Arnolfini Portrait’”, XXI, México, 2010.
Simiolus: Netherlands Quarterly for the Gombrich, Ernst, Arte e ilusión. Estudio sobre la
History of Art, vol. 16, núm. 1, 1986, pp.5- psicología de la representación pictórica,
28. Phaidon, London, New York, 2014.
Bennassar, Bartolomé, Velázquez. Vida, Cátedra, Gombrich, Ernst, La Historia del Arte, Phaidon,
Madrid, 2018. Londres, 2007.
Bialostocki, Jan, El arte del siglo XV. De Parler a González Ochoa, César, “Espacio plástico y
Durero, Istmo, Madrid, 1998. significación”, La significación del
Binstock, Benjamin, “Why was Jan van Eyck here? espacio, Tópicos del Seminario, 24, 2010,
The Subject, Sitters, and Significance of pp.71-100.
The Arnolfini Marriage Portrait”, Venezia Grimal, Pierre, Diccionario de Mitología Griega y
Arti, vol. 26, 2017, pp.109-135. Romana, Paidós, Barcelona, 2018.
Brotton, Jerry, El bazar del Renacimiento: Sobre la
influencia de Oriente en la cultura
occidental, Paidós, Barcelona, 2003.
Hatje, Ursula, Historia de los Estilos Artísticos I. Connoisseurs, vol. 64, núm. 372, 1934,
Desde la Antigüedad hasta el Gótico, pp.116-127.
Istmo, Madrid, 2016. Pastoureau, Michel, Diccionario de los colores,
Hatje, Ursula, Historia de los Estilos Artísticos II. Paidós, Barcelona, 2019.
Desde el Renacimiento hasta el tiempo Ramón-Laca, Luis, “Modos de representación del
presente, Istmo, Madrid, 2016. espacio en Las Meninas”, Locus Amoenus,
Hicks, Carola, Girl in a Green Gown. The History núm. 15, 2017, pp.91-103.
and Mystery of the Arnolfini Portrait, Román, Carlos, “Espejos: transparencia, reflejo,
Vintage Books, London, 2012. contradicción e interacción”, Revista
Kuzmina, Eugenia, “El espejo: un misterio desde Cuadernos de Música, Artes Visuales y
cuatro contigüidades”, Escritura e Artes Escénicas, vol. 6, núm. 1, 2011,
Imagen, vol. 9, 2013, p.155-189. pp.65-70.
Letts, Rosa Maria, Introducción a la Historia del Searle, John, “‘Las Meninas’ and the paradoxes of
Arte. El Renacimiento, Universidad de pictorial representation”, Critical Inquiry,
Cambridge, Gustavo Gili, Barcelona, vol. 6, núm. 3, 1980, pp.477-488.
1985. Snyder, Joel, “‘Las Meninas’ and the Mirror of the
López Rey, José, Catalogue Raisonne, Velázquez, Prince”, Critical Inquiry, vol. 11, núm. 4,
Editorial Taschen, Köln, 1999. 1985, pp.539-572.
Melchior-Bonnet, Sabine, Historia del Espejo, Snyder, Joel y Cohen, Ted, “Reflexions on ‘Las
Edhasa, Buenos Aires, 2014. Meninas’: Paradox Lost”, Critical
Millner Kahr, Madlyn, “Velázquez and Las Inquiry, vol. 7, núm. 2, 1980, pp.429-447.
Meninas”, The Art Bulletin, vol. 57, núm. Wackernagel, Martin y Gonzalez, J. J. Martin,
2, 1975, pp.225-246. Historia del Arte Universal.
Nieto Alcaide, Víctor, “Velázquez, el cuadro Renacimiento, Barroco y Rococó,
oculto y la metáfora del espejo”, Revista Ediciones Moretón, Bilbao, 1967.
Espacio, Tiempo y Forma, serie VII, Waldman, Susan, El artista y su retrato en la
Historia del Arte, núm. 20-21, 2007-2008, España del siglo XVII. Una aportación al
pp.57-83. estudio de la pintura retratista española,
Panofsky, Erwin, Los primitivos Flamencos, Alianza, Madrid, 2007.
Cátedra, Madrid, 2016. Wolf, Norbert, Velázquez, Taschen, Colonia, 2016.
Panofsky, Erwin, “Jan van Eyck`s Arnolfini
Portrait”, The Burlington Magazine for
ANEXO
Imagen 1. Jan van Eyck, Retrato del matrimonio Arnolfini, 1434. Óleo sobre tabla. National Gallery,
Londres. Disponible en: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Van_Eyck_-_Arnolfini_Portrait.jpg
(Octubre, 2019)
Imagen 2. Jan van Eyck, Detalle del espejo, Retrato del matrimonio Arnolfini, 1434.
Óleo sobre tabla. National Gallery, Londres. Disponible en:
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:The_Arnolfini_Portrait,_d%C3%A9tail.jpg (Octubre, 2019)
Imagen 3. Jan van Eyck, Detalle de la firma del pintor, Retrato del matrimonio Arnolfini, 1434.
Óleo sobre tabla. National Gallery, Londres. Disponible en:
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:The_Arnolfini_Portrait,_d%C3%A9tail_(6).jpg (Octubre, 2019)
Imagen 4. Diego Velázquez, Las Meninas, 1656. Óleo sobre lienzo. Museo del Prado, Madrid. Disponible en:
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Las_Meninas_01.jpg (Octubre, 2019)
Imagen 5. Diego Velázquez, Detalle del espejo, en el cual figura Felipe IV y Mariana de Austria, Las
Meninas, 1656. Óleo sobre lienzo. Museo del Prado, Madrid. Disponible en:
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Las_Meninas_mirror_detail.jpg (Octubre, 2019)