La Grecia Arcaica y La Colonización
La Grecia Arcaica y La Colonización
La Grecia Arcaica y La Colonización
El fin de la Época Arcaica se entiende producido con la caída de las Tiranías (la de
Atenas, en el 510 BC). El inicio de la Época Clásica pudiera concretarse después de las
Guerras Médicas (490-480 BC). La llegada de las nuevas migraciones a finales del II
milenio BC refuerza la población de Grecia continental al tiempo que configura la
cultura y los dialectos griegos. Tanto la población micénica como los nuevos invasores
hablaban griego, pero estos últimos habrían jugado un importante papel en la
configuración y distribución de los dialectos. A grandes rasgos, en las islas y las costas
del Egeo se distinguen tres franjas dialectales horizontales de Norte a Sur: eolia, jonia y
doria. En el Epiro y Etolia, encontramos el llamado «dialecto del Noroeste».
La superpoblación provocada por las nuevas invasiones determinó una migración hacia
la costa de Asia Menor y las islas del Egeo, llevándose allí la cultura y la lengua
griegas. Se trata de la denominada Primera Colonización Griega, que tuvo lugar en
torno al 1100 BC, aunque tenía algunos precedentes desde el siglo XIV BC (llegada de
los micénicos a Mileto) y se prolongó hasta el siglo IX BC. La costa norte de Anatolia
fue colonizada por los eolios, procedentes fundamentalmente de Tesalia. La costa media
de Anatolia y la mayor parte de las islas del Egeo fueron colonizadas por los jonios,
procedentes sobre todo del Ática y liderados por Atenas. Finalmente, la costa sur de
Anatolia y las islas de Creta y Rodas fueron colonizadas por los dorios, procedentes
sobre todo del Peloponeso y liderados por Esparta. Sus fundaciones pueden
considerarse ya ciudades-Estado en proceso de formación, aunque la primera ciudad
conocida que reúne todos los elementos característicos de la Polis es la jonia Esmirna,
fechada hacia el 850 BC.
La literatura griega se inicia con dos grandes poemas épicos: la Ilíada y la Odisea,
tradicionalmente atribuidos a HOMERO (segunda mitad del siglo VIII BC). Pero la
existencia de dicho autor es dudosa y la autenticidad histórica de los relatos también se
discute. Las investigaciones más recientes indican que los poemas homéricos son en
realidad un conjunto de poemas elaborados a través de una larga tradición oral y que no
fueron puestos por escrito hasta la época del tirano Pisístrato (siglo VI BC). En cuanto a
su historicidad, debemos considerar estos poemas como una obra fundamentalmente
literaria, pero sin rechazar del todo sus aportaciones históricas.
Es muy probable que los datos históricos más antiguos en la obra de HOMERO
correspondan a la época micénica (Edad de Bronce), pero suelen aparecer mezclados
con otros claramente posteriores (Edad de Hierro), de modo que no siempre es fácil
separarlos. Los grandes acontecimientos legendarios se localizan en ciudades con restos
arqueológicos micénicos (Micenas, Atenas, etc.)
En la organización social griega del Alto Arcaísmo (1100-950 BC), deducida de la obra
de HOMERO, no puede hablarse de Polis, pues no hay una comunidad de ciudadanos.
Lo fundamental es la existencia de un alto estamento: los Aristoi (‘los mejores’), que se
hicieron con el poder tras la caída de los reinos micénicos. En teoría, los Aristoi eran
descendientes de héroes tribales con gran ascendencia sobre la comunidad. Se
agrupaban en Gene (clanes o familias en sentido amplio), dirigidos por los Basileis.
Estos últimos asumieron en su comunidad muchas de las funciones de los Wanax
micénicos, incluidas las judiciales y religiosas. Sin embargo, no eran una institución
hereditaria sino electiva: los Aristoi elegían entre sí a quien mostraba mayor riqueza y
poder militar. Los miembros de las familias aristocráticas estaban exentos de todo
trabajo excepto la guerra y la piratería, la caza y la administración de su comunidad. Los
distintos Gene estaban emparentados entre sí por lazos matrimoniales, concertados por
los propios Basileis (endogamia).
Los Basileis eran los amos de la casa con todas sus pertenencias: edificios, tierras,
ganado y toda clase de bienes muebles (Oikos). La mujer en el Genos acabó recluida en
la casa, encargada de dirigir los trabajos domésticos, y perdió definitivamente la libertad
y la influencia social que había tenido en épocas anteriores. Por debajo de los Aristoi
había otras categorías de hombres libres: campesinos, jornaleros y demiurgos
(individuos no integrados en ninguna comunidad por trabajar de forma itinerante para
los ricos aristócratas y que gozaban de cierto reconocimiento por sus conocimientos y
habilidades). Por último, los esclavos eran normalmente prisioneros de guerra y estaban
integrados en el Oikos (dedicándose los hombres al trabajo del campo y las mujeres a
las labores caseras), teniendo el Aristoi derecho de vida o muerte sobre ellos. La mayor
parte de la sociedad en el Alto Arcaísmo se desenvuelve dentro del Oikos, por lo que
este ocupa el lugar central en la economía. Desde el punto de vista humano, incluía a
todas personas libres o esclavas que por parentesco o servicio dependían del Basileus.
Las dos bases fundamentales de la economía eran la agricultura (trigo, vid y olivo) y la
ganadería (ovicápridos, bóvidos y cerdos), con predominio de esta última. El ideal del
Oikos es la autosuficiencia (Autarkía), pero siempre faltaron materias primas (sobre
todo, metales) y esclavos. Los principales medios para la adquisición de los mismos
fueron la guerra y la piratería contra otros pueblos y el intercambio de regalos entre las
familias aristocráticas. Sin embargo, no practicaban el comercio, tan importante en
época micénica. Por último, la religión del Alto Arcaísmo se encuentra al final de un
proceso evolutivo en el cual encontramos ya constituidas la familia olímpica de los 12
dioses (presidida por Zeus) y las principales instituciones religiosas (los sacerdocios, los
oráculos y las manifestaciones de culto). La naturaleza de los dioses es un reflejo de la
humana y todo el corpus religioso recuerda la organización aristocrática de la época.
Rige la fatalidad del destino (determinismo): el hombre es un mero instrumento en
manos de los dioses. No obstante, hay que tener en cuenta que solo conocemos la
religiosidad de la clase alta (los Aristoi).
En el Pleno Arcaísmo (750-550 BC), algunos lugares se habrán convertido ya en
centros religiosos de carácter panhelénico, como es el caso de Delfos y Olimpia. Delfos
era una ciudad situada en la región de Fócida, al norte de la península del Peloponeso,
en donde se hallaban el Templo de Apolo y su Oráculo. En ese templo residía la
Pitia/Pitonisa, sacerdotisa del dios Apolo que ofrecía los oráculos (‘respuestas divinas’).
Sin embargo, la instrumentalización del Oráculo de Delfos en manos de la aristocracia
provocará la pérdida de su prestigio tras las Guerras Médicas (490-480 BC).
El Arcaísmo Medio (950-750 BC), también conocido como Período Geométrico por su
característico estilo cerámico, fue un período de transformaciones. Le siguió el
Arcaísmo Pleno (750-550 BC), que fue un período de búsqueda de soluciones que
desembocó en uno de los momentos más esplendorosos de la cultura occidental: la
Época Clásica.
Hacia el siglo VIII BC, se constata un gran desarrollo del comercio, la artesanía y la
manufactura. Las nuevas formas de vida urbana proporcionaron una mejora en la
calidad de vida y, por lo tanto, una nueva explosión demográfica. Había campesinos que
iban a vender sus excedentes fuera de su comunidad. El auge de la artesanía y la
manufactura en las ciudades permitió al hombre libre una nueva forma de vida sin tener
que depender del cultivo de la tierra de los Aristoi como jornalero o de la suerte de su
propia cosecha como campesino independiente. Así, surgieron nuevas clases sociales
como pequeños comerciantes, artesanos y obreros que iniciarían el auge del Demos, así
como también gentes enriquecidas con estas actividades económicas, pudiendo
pertenecer a la misma aristocracia. Las nuevas clases sociales introdujeron unos nuevos
conflictos económicos y una nueva ideología en la comunidad cívica que provocarán la
crisis del poder aristocrático. Otra novedad importante fue la aparición de la moneda en
el siglo VI BC, que se convirtió en el emblema de la ciudad-Estado soberana (función
ideológica y de propaganda) y comenzó a utilizarse tímidamente en la fiscalidad y los
intercambios privados de la Polis. Casi todas las ciudades acuñaron sus propias
monedas. Sin embargo, el comercio internacional sigue funcionando al margen de los
sistemas monetarios, debido a la disparidad de los mismos y su escasa implantación. La
circulación generalizada de la moneda se produjo más tarde.
El surgimiento de la Polis supone el fin del viejo orden micénico continuado en cierto
modo en los Oikoi y la implantación de una nueva estructura política, social y
económica. En su origen está el fenómeno del sinecismo, proceso por el cual varias
comunidades familiares (Gene) llegan al acuerdo de unir sus Oikoi bajo una
administración y unos cultos comunes, produciéndose así una asimilación tanto política
como cultural. Este proceso comienza a desarrollarse a partir del Arcaísmo Medio (950-
750 BC). La primera ciudad conocida que reúne todos los elementos característicos de
la Polis es Esmirna, fundada por los jonios en la costa de Anatolia hacia el 850 BC. Es
muy probable que existiesen Poleis totalmente constituidas en Grecia continental hacia
el 750 BC, dado que en ese momento existen ya ciudades con suficiente desarrollo
urbano e institucional como para ser capaces de fundar otras nuevas (iniciándose la
Segunda Colonización Griega).
En Época Clásica, las Poleis tendrán un cuerpo de unos 5000 ciudadanos (siendo mucho
mayor su población total).
B) La colonización griega
El normal desarrollo de las fuerzas productivas tuvo como consecuencia los importantes
cambios en la estructura social que constatamos al llegar al Arcaísmo Pleno, los cuales
provocaron a su vez la agudización de la lucha de clases (STRUVE):
La literatura llama Stasis a la crisis cívica de las Poleis griegas durante el Arcaísmo
Pleno, que consiste básicamente en el enfrentamiento entre la vieja aristocracia, que
tiene en sus manos el poder político y económico, y las clases inferiores que tienen un
peso cada vez mayor en la economía y exigen participar en el gobierno de la Polis. Se
trata de una lucha política, pero con un trasfondo de lucha social y económica. La
colonización vino a calmar en parte los conflictos político-sociales, pero no fue
suficiente. Poco después, la clase dominante trató de neutralizarlos por medio de dos
fenómenos distintos: la legislación escrita (desde la primera mitad del siglo VII BC) y
las Tiranías (forma de gobierno más extendida en el mundo griego entre 650-550 BC).
También deben tenerse en cuenta algunos mitos griegos que hacen referencia a héroes
viajeros que navegaron por las costas del Mediterráneo (Heracles, Ulises, etc.) La
primera causa de orden económico-social de la Segunda Colonización Griega fue la
falta de tierras cultivables (Stenojoría), al aumentar la población y estar la mayor y
mejor parte de ellas concentrada en manos de la aristocracia terrateniente. Los
campesinos arruinados (y endeudados) no encontraban aplicación para su fuerza de
trabajo en su patria, viéndose forzados a la emigración. También muchos aristócratas
debieron emigrar, pues el tradicional sistema de herencia griego exigía la división de la
tierra por partes iguales entre los hijos y esto desembocaba a la larga y ante la escasez
de tierras en la pérdida de riqueza de las familias aristocráticas. Por otra parte, las
actividades artesanales y comerciales no pudieron absorber el aumento demográfico,
por lo que la explotación de la tierra siguió siendo la actividad económica más
importante. De ahí que las primeras colonias tuviesen un carácter preferentemente
agrícola (Apoikías). Posteriormente, el desarrollo de la artesanía y el comercio dará
lugar a la aparición de nuevos asentamientos de carácter comercial (Emporiai), aunque
seguirán fundándose también Apoikías.
Por último, no deben descartarse otros factores de carácter político-social, que tienen
que ver con la necesidad de dar salida al excedente demográfico y la lucha político-
social que en estos momentos se desarrolla en las Poleis.
2. Segunda etapa (675-550 BC). Casi todas las ciudades griegas se lanzan a la
colonización, incluidas las ciudades de Anatolia y las islas del Egeo y también las
colonias fundadas en la primera etapa, que ya han adquirido una gran prosperidad. La
expansión se produce en múltiples direcciones: por el Norte hacia las costas del Mar
Negro, por el Sur llegando a Egipto y Libia, y por el Oeste hacia las costas
mediterráneas de la Galia y la península Ibérica. Surgen los Emporiai (como Empúries
en la península Ibérica) junto a las Apoikías (como Cirene en Libia), debido al auge del
comercio.
Metrópolis y Neápolis (Apoikía, Klerukía y Emporion)
Las Klerukías son asentamientos agrícolas, aunque en la mayoría de los casos tienen
también una función estratégica. Un ejemplo de Klerukía es la isla de Salamina,
fundada por Atenas en el siglo VI BC, que le permitió controlar el golfo homónimo
(entre el Ática y el Peloponeso) y fue escenario de una batalla de la Segunda Guerra
Médica (480 BC). Estos asentamientos sí que tienen un aspecto imperialista.
Consecuencias de la colonización