Trabajo de Etica - Remumen
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Adelphia Communications Corporation, fue fundada en 1952 por John Rigas en la ciudad de Coudersport, que siguío
siendo la sede de la compañía hasta que fue trasladada a Greenwood Village-Colorado, poco después de declararse en
bancarrota.
Rigas fundó Adelphia con 300 dólares en 1952, la nueva firma de proveedor de televisión por cable servicios
de internert, creció rápidamente al centrar sus esfuerzos en mantener sus operaciones en sitios geográficamente
densos para mantener bajos costos de operación, haciendo hincapié en el servicio al cliente.
Debido a que Adelphia era una compañía familiar (la familia Rigas ocupaba 5 de 9 puestos en la Junta y tenía el
60% de participación y derecho a voto), es difícil precisar desde cuando comenzaron los fraudes en la compañía,
sin embargo la SEC (Comisión de Valores y Bolsa) solicito a la empresa una revisión de los estados financieros de
1999, 2000, 2001.
Adelphia se declaró en bancarrota el 27 de marzo 2002, así que el fraude existió por más de tres años y un
trimestre fiscal (al menos).
Las investigaciones realizadas al sistema de contabilidad de Adelphia Communications revelaron que exageró el
número de abonados y los ingresos, además una falta casi completa de los controles internos; como ejemplo
tenemos que los ingresos de las filiales de Adelphia y los resultados de las empresas propiedad de la familia Rigas
fueron arrojados a una cuenta central.
Esta cooperación permitió la mezcla de las empresas más pequeñas para mostrar un resultado de grandes
ganancias mientras que los gastos fueron compartidos con los muchos accionistas de Adelphia
Este dinero había sido utilizado para comprar apartamentos, casas de vacaciones, un safari africano, a pagar una
membrecía de club de campo en 700.000 dólares, comprar tres aviones corporativos, e incluso para financiar la
gran participación de la familia en los Sabres de Buffalo.
Las demás empresas que participaron en el fraude además de Adelphia Communications fueron en su mayoría
filiales de la compañía (debido a que parte del fraude consistía en repartir las deudas de la empresa en sus filiales).
Los problemas de la empresa fueron más allá de prestar dinero a la familia. También hubo un patrón generalizado
de auto-contratar a empresas controladas por la familia Rigas. Algunos de los más graves casos, aunque no
necesariamente los más caros fueron.
Una de las firmas auditoras involucrada en el caso fue Arthur-Andersen. El final de Arthur- Andersen ocurrió cuando
la compañía, como auditores de Adelphia Communications, fue sentenciada por los tribunales federales de Houston,
por delitos de obstrucción a la justicia.
La multa impuesta fue de unos 500.000 dólares, y además se privó a la compañía de poder seguir ejerciendo sus
funciones de auditoría y asesoría para las sociedades registradas en la bolsa de valores de los Estados Unidos.
Estas dos últimas firmas auditoras no fueron sancionados debido a un falló a su favor.
Conclusiones
La empresa realizaba auto-negociaciones con empresas controladas por los Rigas y Wall Street Journal se dio
cuenta que Adelphia alquilaba sus bienes (publicó las anomalías), esto tenía una sola explicación, que la empresa
estaba en problemas financieros.
Nasgad ya no permitió comerciar a Adelphia sus acciones porque no presento sus estados financieros auditados.
Su impacto fue el comprender que las relaciones entre la empresa auditora y la auditada son muchas veces
"perversas", ya que la continuidad como cliente de la consultora depende muchas veces del éxito de la compañía
investigada.
Por ejemplo, se daban casos en donde Andersen cumplía tanto funciones de auditoría como de asesoría para
Adelphia, por lo que era imposible que ambos objetivos fueran incompatibles. Esta práctica, sin ser ilegal, va en
contra de uno de los principios básicos del auditor: ser independiente.
Estos fraudes afectan la econòmia y la confianza de sus clientes. Adelphia al momento de declarse en bancarrota
habia acumulado una deuda superior a los 20.000 millones de dólares.
Las investigaciones realizadas por la justicia estadounidense revelan que estas prácticas son más comunes de lo
que parecen y también mucho más peligrosas. El sistema bursátil se basa en la transparencia y confiabilidad de
la información. Estas corporaciones buscaban mantener su valor de una forma ficticia, engañando a quienes
compraban sus acciones, manteniéndose en un estado de falsa competitividad
Recomendaciones
La situación pudo haberse evitado de no haber existido cualquiera de los siguientes puntos:
Un sistema centralista en el que cada decisión debía ser aprobada por el presidente (John Rigas).
Falta de ética por parte de los gerentes y auditores al ocultar información contable importante durante
años.
Falta de principios e independencia por parte de las firmas auditoras al hacer las veces de auditor-
consultor.
Mayor control de las cuentas bancarias, la familia Rigas tenía libre disposición de ellas.
Falta control interno.
Falta de control en el sistema de contratación para compras de la compañía (todas las
contrataciones eran hacia negocio de la familia Rigas)
La familia Rigas controlaba 5 de los 9 puestos de la Junta
La actuación de un auditor frente a un problema como este, es cuando debe demostrar sus principios y los
valores morales que deben regir en cada uno de sus actos, para poder demostrar su profesionalismo, reflejando
todos los hechos acontecidos sin omitir ninguna información.
Desde el mismo instante en que descubrió irregularidades en la empresa auditada no debería dejarse
manipular esta y demostrar su independencia.