Barbier - Implicación

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Práctica Profesional II – 2do AÑO – 2020

Carrera:
Técnico Operador en Psicología Social con Orientación al Acompañamiento Institucional
Instituto Superior San José (I 27)

BARBIER, R. “La recherche. Action dans l' intitution èducative.” Ganthier Villars.
Bordas. París 1977. Capítulo I El concepto de "implicación en la Investigación en
Ciencias Humanas. Traducción Versión Resumida: Anahí Mastache

Segunda Parte: Aproximación Teórica Específica1


Capítulo I El concepto de “implicación” en la Investigación en Ciencias Humanas

TRAD. VERSION RESUMIDA: ANAHI MASTACHE

Como practicante de nuevos métodos de animación de grupos en la enseñanza con adultos, me


encontré con el problema fundamental en la implicación en la enseñanza y en la investigación en
ciencias humanas. Las relaciones entre el investigador y el objeto de su investigación fueron
muy discutidas a fines del siglo XIX, sobre todo en Alemania después de un trabajo de Dilthey:
las ciencias humanas son diferentes de las ciencias naturales, y en caso de ser afirmativo, ¿Cuál
es esa diferencia?

¿Hay que distinguir entre explicar y comprender? ¿Qué abarca la noción de comprensión? ¿Qué
disciplinas pertenecen a las ciencias del espíritu? A principios del siglo XX Weber profundiza
esta reflexión desde el ángulo de sus temas favoritos: el tipo ideal, la causalidad adecuada, la
relación entre los valores, la posibilidad objetiva, etc.

El problema de la objetividad científica interesó en Francia después de 1968, donde se intentó


descifrar las relaciones entre ciencia y juicio de valor. Se admitió que la ciencia reposa sobre un
juicio de valor inicial: lo universal es más aceptable que lo particular, más aún, la preferencia por
lo universal se disimula en la selección de lo que es interesante para el científico en función de
su problemática. Además, lo arbitrario y el juicio de valor están ya presentes en la elección del
objeto de investigación. Estos juicios de valor del científico son puestos bajo el signo de lo
universal, pero es la sociedad científica la que los reconoce. El entorno del investigador, su
formación, lo modelos intelectuales, juegan un papel decisivo. Los objetos de estudio “científicos”
son aquellos que cautivan a la ciudad sabia de la época. Es decir que los problemas que se
descartan u opone, implican el riesgo de que el investigador sea considerado por sus colegas
como un caprichoso o fanático. Las ciencias humanas están aun muy tocadas por la acción
subterránea de la subjetividad. Esta acción subyacente no es reconocida por la tradición
científica cuyos modelos permanecen en ultima instancia iguales a los de las ciencias naturales:
el conjunto del sistema observado es pasivo en relación con el observador incluso si lo
fenómenos se dan en el campo de la experiencia. Se supone que el observador no interviene en
el campo de observación cuyas características están dadas por las variables dependientes e
independientes. En esta relación de exterioridad el sujeto observa dentro de una neutralidad
axiológica (Weber), que desconfía de “la ilusión de la transparencia y del saber inmediato”, “de la
sociología espontánea y de la tentación del profetismo” y “del etnocentrismo de clase del
investigador”.

Fundado sobre el razonamiento analítico y la lógica formal, este conocimiento, jamás hace
intervenir a la dialéctica entre el observador y el objeto. En las ciencias humanas clínicas, esto
1
Traducción realizada para la Cátedra: Observación y Trabajo de Campo II - Facultad de Filosofía y Letras de la
UBA 1986.

1
conduce a ineptitudes con graves consecuencias. Así en psiquiatría la enfermedad es atribuida a
una evolución en la cual es victima el esquizofrénico excluido de su medio familiar. El esta
enfermo, aunque jamás se pudo probar una etiología orgánica. Clasificado como “enfermo” es un
objeto manipulable a ser reparado.

Clasificado como enfermo, etiquetado por la institución totalitaria que representa el hospital
psiquiátrico, él es ya “otro”, un objeto manipulable a reparar, ubicado dentro de una relación
terapéutica subordinante e infantilizante como lo ha mostrado Erving Goffman.
Esta concepción positivista de la ciencia conduce al psiquiatra Kra-pelin a desconocer la
naturaleza de la relación real que mantiene con su joven paciente esquizofrénico exhibido como
un esclavo delante de un grupo de estudiantes: Ronald Laing explica que se puede interpretar en
forma diferente la incoherencia del joven ubicado en esta situación si se enfoca el sistema
enfermo- médico -asistencia- institución como una totalidad en interacción.

Es por haber desarrollado y puesto en práctica dentro de su acción pedagógica tal postura
dialéctica, que en julio de 1974 el sociólogo Rene Loureau, profesor titular de la Universidad de
Poitiers, es elevado ante el Consejo de Disciplina de la Universidad luego de ser suspendido por
el ministro.

El Consejo resolvió excluirlo de Poitiers y Loureau encontrará lugar en la Universidad de


Vincennes que acoge a los intelectuales mas marginados de la Universidad. Más que la de otros,
la contra-sociología de Rene Loureau es una crítica radical a las instituciones existentes,
comenzando por las ciencias sociales.

Si es real que toda sociología que avance en el conocimiento no puede ser más que una
sociología critica, muchos sociólogos universitarios hacen como si la institución de su enseñanza
no fuera parte del campo de acción del orden establecido.

La implicación crítica de Rene Loureau para cuestionar a la institución del examen en la


formación en ciencias humanos no puede objetivamente ser soportada por los ideólogos de la
clase dominante dirigente, cuyos representantes más encarnizados se encuentran dentro de la
jerarquía universitaria de Poitiers.

Distinguiré tres niveles de aproximación al concepto de implicación:


 El nivel psicoafectiva
 El nivel histórico-existencial
 El nivel estructuro-profesional;
e intentare mostrar las articulaciones con la intervención en y sobre una institución,
principalmente la institución de las residencias de formación.

La institución sobre la cual se asienta la intervención será examinada bajo dos dimensiones: la
sistemática y la libidinal.

1.1 Los niveles de Implicación.

1.1.1. La implicación psicoafectiva.

En un nivel individual, el investigador se ve rápidamente confrontado con su implicación


psicoafectiva porque en la investigación social el objeto de investigación siempre pone en
cuestión los fundamentos profundos de la Personalidad. Toda profesión fundada en el desarrollo
de una relación humana privilegiada se ve afectada por este tipo de implicación (ej.: medicina-
sociología)

2
Se ha remarcado dentro de los grupos Balint por ejemplo, hasta qué punto los médicos deberían
tener en cuenta estos aspectos dentro del ejercicio de su profesión.

Michel Sapir relata este caso: un médico generalista de sexo femenino impone a una joven que
sufre de obesidad, un régimen tan estricto que provoca rápida pérdida de peso. El resultado
espectacular del tratamiento perturba súbitamente a la médica que disminuye el rigor aunque la
enferma está satisfecha y desea continuar en la misma línea. En el curso del grupo Balint, la
médica reconoce ella se ha identificado con la enferma y se ha asustado, pues durante su
adolescencia había sufrido de obesidad y de fantasías persecutorias, según las cuales la
destrucción de la enfermedad podía acarrear la de su atractivo sexual.

Las asistentes sociales que administran encuestas en medios socialmente desfavorecidos sufren
este tipo de implicación; no saben cómo ayudar a las familias y sienten que las familias no
desean verlas, sufren culpa y soportan mal la agresividad.

La investigación –acción en socio-pedagogía corre el riesgo de ser bloqueada o desviada por la


implicación psicoafectiva del investigador si éste no sabe circunscribir su economía libidinal y si
no controla su contra-transferencia.

Muchas pulsiones sádicas pueden disfrazarse bajo la apariencia de una autoridad científica o
pedagógica. Existen demasiados ejemplos de la dimensión sado-anal del “deseo de enseñar” y
de sus consecuencias destructivas sobre la personalidad del niño (Chronique de l`ecole).

Lo mismo vale para el investigador en ciencias humanas comprometido en la acción.

Es difícil reconocer la influencia del inconsciente individual en los dispositivos analizadores


instalados en la investigación institucional, por ejemplo: me enfrenté con este problema en una
residencia del O. F. A. J. donde funcionaban como investigador animador. El dispositivo que
había instalado para hacer emerger los fenómenos afectivos más destructivos hacia el equipo de
animación, era una escena de co-consejo, ¿destinada simplemente a revelar lo no dicho en la
residencia (la represión de la afectividad y su irracionalidad a propósito de la racionalidad de una
práctica apremiante?) ¿No había igualmente un deseo inconsciente de manifestar un poder
carismático sobre un líder del grupo por medio de una técnica extraordinaria y reforzar así una
autoridad institucional que sufría el ataque de una fracción del grupo, y de ese modo disminuir mi
propia angustia?

El investigador en ciencias humanas debe entrar, a menudo, en la problemática de la autoridad


durante su práctica científica. ¿Con qué derecho va a trabajar de ese modo y no de otro? En ese
caso el componente psicoafectivo de la autoridad juega un rol considerable. G. Mendel ha
analizado este componente: el niño depende de los adultos para la supervivencia y se resiente
por la agresividad ante la acción por momentos necesariamente frustrante de los adultos; su
correlato es el miedo al abandono. El fenómeno de autoridad es solo la acentuación, la
explotación y estabilización (sobre todo por la extorsión del amor) de este miedo (es decir, la
culpabilidad): el miedo anacrónico (inactual y proveniente de los primeros meses de vida) de ser
abandonado, conducirá al niño y luego al adulto a someterse en un reflejo casi automático,
condicionado, ante un "grande".

Es principalmente en las ciencias humanas clínicas (dentro de la investigación acción) donde se


descubren e identifican los mecanismos interferencias relevantes de una elucidación
psicoanalítica.

La socio-pedagogía que intenta efectuar una investigación a través de la puesta en práctica de


una experiencia pedagógica nueva, es clínica. El deseo de saber con que se inviste una
actividad de investigación es a la vez genital (llenar un vacío, tapar los agujeros del no-saber) y
oral (porque el saber es nutriente, la leche buena dada generosamente). El deseo de paternidad

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inconsciente puede ejercerse de maravillas: hacer re-nacer un individuo o un grupo por la
práctica psicoterapéutica; hacer discípulos, imitadores, imágenes de uno mismo, creer y
difundirlas ideas, los conceptos inventados a partir de una práctica, y crear un movimiento de
pensamiento y de prácticas que se posee como padres.

Reconocer la dimensión psicoafectiva en la implicación y cercarla por la mirada psicoanalítica no


significa volverse un paralítico dentro de la investigación-acción. Quizás incluso, usarla permita ir
más lejos en la comunicación. Es la bifurcación teórica entre los terapeutas freudianos
tradicionales y los terapéuticas modernas (Reich, Rogers, psicólogo humanista, potencial
humano, etc.) descriptos por Max Pages en un artículo reciente: “Contrariamente a lo prescripto
por la técnica freudiana (escribe él), el placer que experimenta el terapeuta o el monitor en sus
intercambios con los participantes, es necesario.

1.1.2. La Implicación histórico-existencial.

El segundo nivel de implicación, el histórico-existencial está imbricado en el psicoafectivo. Es


porque el investigador-animador está comprendido en el aquí y ahora de su investigación, dentro
del presente y del proyecto de los grupos que anima, que no puede escapar a la implicación
histórico-existencial. Para Pagés, la animación –investigación de los grupos de encuentro lo
conduce a un estado de trance liberador de inhibiciones y deseos reprimidos y generados de una
comunicación entre los inconscientes. Se trata de un juego recíproco y existencial donde cada
partenaire (animador y residente), acepta cuestionar su existencia en sus fundamentos, su
orientación y sus elecciones fundamentales: afectivas y racionales.

“Más y más, cada seminario es para mí, un acontecimiento ligado a mi propia vida, a mi historia,
donde mi existencia está en juego, donde yo trabajo de frente y tan profundamente como es
posible, mis problemas del momento. Pero me dirán (y me lo han dicho muy a menudo) Ud no
está para resolver sus problemas personales sino para ayudar a los participantes a resolver los
suyos. Yo rechazo esta oposición.”

“Al contrario, es en la misma medida en que yo ataco seriamente mis problemas, dentro del
curso de un seminario, que yo devengo más disponible para los participantes. Cuando yo puedo
ponerme en juego con ellos de un modo real y no superficial (“no para ayudarlos”), puedo
ayudarlos en la medida en que pueden ayudarme, porque yo también tengo necesidad de ayuda
El contacto entre ellos y yo es un verdadero intercambio de servicios...(mis) límites existen de
todas formas. De ordinario están camuflados por la máscara de la eficacia profesional, de un
código moral de servicio, de una deontología (¡qué horrible cosa y cuán anticientífica¡). En ese
momento ellos se vuelvan inaccesibles a un monitor inconsciente de sí y de los participantes que
no da permiso para tomar conciencia. Un monitor comprometido en un trabajo personal de
cambio, visiblemente falible, situado, es accesible, localizable. Uno puede servirse de él si es útil,
puede dejarlo pasar si es inútil, pude atacarlo o huir si es nocivo, pude tratar de cambiarlo”.
(Textual de Pagés).

Es dentro de este mismo espíritu que Michel Lobrot anima los grupos de “expresión total”, en la
Universidad de Vincennes, y según el cual yo me oriento más y más dentro de los grupos de
evolución existencial que he animado recientemente.

1.1.2.1. El ethos y el hábito de clase del investigador:

La implicación histórico-existencial hace también referencia a otra cosa. En tanto que sujeto
social remito a las constelaciones de hábitos adquiridos, a los esquemas de pensamiento y de
percepción que constituyen un molde más o menos maleable para mí práctica científica y que
estén ligados a mi socialización dentro de mi clase social de origen. Se trata de límites
impuestos por el modo de conocimiento “praxeológico” que Bourdieu opone a los modos de
conocimiento fenomenológico y objetivistas. El conocimiento praxeológico “tiene por objeto no el

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sistema de relaciones objetivas que construyen el modo de conocimiento objetivista, sino
también las relaciones dialécticas entre las estructuras objetivas y las disposiciones
estructuradas dentro de las cuales ellas se actualizan y tienden a reproducirse. Es decir, el doble
proceso de la interiorización de la exterioridad y de exteriorización de la interioridad.

Este conocimiento supone una ruptura con el modo de conocimiento objetivista. Supone un
cuestionamiento sobre las condiciones de su posibilidad y sobre los límites del punto de vista
objetivo y objetivante que se apodera de las prácticas externas como hecho consumado en lugar
de situarse en el movimiento mismo de su realización y construir el principio que las genera.

En estas condiciones el hábito es el producto de la inculcación y de la apropiación necesaria


para que esos productos de la historia colectiva que son las estructuras objetivas (Lenguaje,
Economía, etc.) se reproduzcan bajo la forma de disposiciones durables, en todos los individuos,
constantemente sometidos a los mismos condicionamientos y por consiguiente, ubicados en las
mismas condiciones materiales de existencia.

Reconocer su implicación histórica existencial es considerar el conocimiento y el hábito de su


clase social de origen. Los investigadores originarios de distintas clases sociales abordan los
hechos culturales de distinta manera. Esta diferencia de perspectivas quizás dé lugar
aclaraciones sorprendentes y reveladoras del objeto estudiado.

Como lo mostró en su obra clásica Richard Haggart, “entre una actitud algo tecnocrática o de
una grandilocuencia laboriosa y una actitud de autodidacta sediento de cultura, el intelectual
nacido en las clases populares -de donde yo partí- debe encontrar su camino”. Este desarraigo
es demasiado vívido en el nivel existencial como para que no marque profundamente toda
tentativa de investigación científica sobre una institución educativa.

Es sobre esta dimensión psicológica que el investigador apoyará sus intuiciones e hipótesis de
base.
El intelectual marginal conoce el dilema angustiante de una psicología social indefinida entre
“ellos” y “nosotros” como se dice en las clases populares. Sólo después de haber tomado
conciencia de este conflicto interior, el educador, investigador y militante podrá encontrar la
fuente de sus cambios de humor y de sus reacciones a menudo bruscas a la vista de tal o cual
miembro del cuerpo docente envuelto en su dignidad magistral, de tal autoridad con galones, de
aquel - notable estereotipado- en su suficiencia social, o durante sus estudios, cara a cara con
estudiantes más seguros de sí mismos y mucho más prontos sin duda a mostrar una sociedad
de consumo todavía mítica para las clases populares.
Yo he resentido muy profundamente en mi mismo lo que escribe Jacques Destray sobre su
historia de estudiante de sociología, “confrontado con este otro mundo, he visto hasta qué punto
me ha marcado mi infancia...”

Plantear el difícil problema de la objetividad es hacer un retorno sobre uno mismo y sobre la
propia socialización efectiva, es iluminar el arraigo social del sociólogo.

El etnocentrismo de clase comienza con conducir el investigador a interpretaciones orientadas


por los modelos inconscientes de su ethos de clase. Pero este mismo etnocentrismo puede
sostener un deseo rabioso de conocer, de desocultar lo no dicho institucional, económico y
político que subordina una clase social a otra.

Mi hipótesis es que muchos investigadores orientados hacia el análisis institucional son hijos de
las clases obreras y campesinas.
1.1.2.2. La Praxis y el Proyecto del Investigador.

En la implicación histórica existencial se encuentra la noción de praxis y de proyecto.

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Entre las estructuras objetivas anteriores que han labrado mi habitus encuadrando mis prácticas
sociales y las estructuras objetivas actuales en las que se inserta mi profesión, mi nivel de
cultura, mi familia, etc., hay una relación dialéctica por el intermedio de la praxis y del proyecto
individual y colectivo. El hombre es un ser activo que se compromete en un proceso de
transformación del mundo del que es uno de los elementos. El ejercicio de esta actividad
práctica le procura una experiencia que le abre primero las puertas del conocimiento empírico y
luego las del conocimiento abstracto que guiará su actividad posterior. Se trata de un movimiento
del conocimiento de la realidad siempre en vías de totalización pero jamás alcanzado.

No conocer realmente la trampa de mi infancia, de las clases populares y del sistema de


enseñanza dominante, más que por la praxis que en mi profesión de docente y de animador, me
pone en contacto con mis propias contradicciones, en el instante mismo en que ella contribuye a
la transformación de lo instituido.

Es en el desarrollo del vector conocimiento empírico/conocimiento abstracto/aplicación práctica


que conozco el mundo y que me conozco.

No niego la distinción que hace Mao Tse Toung entre experiencia directa (fuente de
conocimientos auténticos y nuevos) y la experiencia indirecta (que está en el origen de todo el
conocimiento acumulado en el pasado por otros) no más que la práctica social transformadora
del mundo y al mismo tiempo fuente verdadera de conocimiento que está ligada a la clase
revolucionaria. En el dominio social, el conocimiento se arraiga en el pasado, presente y futuro
de las acciones antagónicas de las clases sociales entre sí. “El conocimiento es un momento de
la praxis, aun de la más rudimentaria, pero no tiene nada de un saber absoluto." (Sartre)

El proyecto es la vitamina de la praxis. No podemos negar el impacto de las estructuras objetivas


sobre el desarrollo de una existencia individual, pero la noción de proyecto introducido en una
teoría de la temporalidad dialéctica de la historia, muestra que la praxis no es azarosa, es el
devenir del proyecto sumido en el yugo de las estructuras objetivas. ”La sociedad se presenta
para cada uno como unas perspectiva de porvenir, que penetra como una motivación real de sus
conductas “(Sartre). A nivel como el proyecto ligado a la praxis pasa por una totalización en
cuatro momentos: deseo, voluntad, decisión y acción. Incorporar el deseo en la voluntad de
actuar que conduce a tomar decisión y a la responsabilidad, es el eje de toda terapia y
animación existenciales. El proyecto que anima la praxis está constituido por la voluntad de
transformación de las relaciones sociales y el mundo material en el sentido de un mejor ser
colectivo de una sociedad sin clases.

En la explicación sociológica es necesario reintegrar el proyecto individual en la estructura del


sujeto colectivo. El concepto de sujeto colectivo significa que un cierto número de individuos se
encuentran comprometidos en un conjunto de relaciones mutuas y con el mundo ambiente tales,
que sus comportamientos y vidas psíquicas constituyen una estructura que vuelve inteligibles
ciertas transformaciones del mundo (no tiene realidad autónoma fuera de los individuos
orgánicos).

Visto desde el exterior, el individualismo es una estructura particular del sujeto colectivo; visto
desde el interior, es el proyecto de una conciencia que se piensa como colectiva, se sitúa en la
dimensión histórica o trascendente. (Golman)

La implicación histórico-existencial significa al fin de cuentas que en tanto que ser social, el
sujeto cuestionador estará siempre en una relación dialéctica con el objeto cuestionado por el
ángulo esencial de la praxis. La existencia, la praxis, y el proyecto del investigador se originan,
pasan y retornan a la historia en su vasto movimiento de totalización dialéctica. Interrogar la
implicación histórico-existencial del investigador vuelve a aclarar la transversalidad histórica y
mediatizada que estructura y dinamiza el conjunto de sus proyectos, de sus prácticas y de sus
productos.

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Desde mi posición este nivel de la explicación constituye el elemento fundamental de toda
reflexión crítica sobre mi práctica social. Es profundizando este nivel que se puede interpretar
con el máximo de objetivación, el impacto psicoafectivo y el impacto estructuro-profesional
presentes en la investigación- acción.

1.1.3. La implicación Estructuro-Profesional.

Este nivel es el de la mediación por excelencia. De todas las mediaciones posibles (familia,
religión, política. etc.) la actividad profesional y sus principios de realidad permiten medir la
importancia de las dos dimensiones anteriores.
Ser miembro de una Compañía Republicana de seguridad en una sociedad capitalista como
obrero metalúrgico militante significa comprender bien las diferencias existentes entre
implicación psicoafectiva e histórico-existencial.
Los marxistas han valorado el factor trabajo en la estructura psicológica del individuo. El trabajo,
permite medir las capacidades innatas del individuo y suministra la radiografía más profunda de
la estructura de su personalidad, sus fuerzas y sus fallas. Toda aproximación psicoanalítica
permanece incompleta en lo que concierne a la implicación, ya que considera al ser humano
fuera de la esfera del trabajo.

No se comprenderá jamás la psicología del héroe de Accatone (film de Pasolini) si se queda en


el círculo vicioso de la pobreza en la que se encuentra un joven de los suburbios de Roma, sin
hacer intervenir la noción marxista del sentido del trabajo social y sin entender que el héroe se
rebela contra una actividad laboral alienada y alienante, aún más rectificada por el estado de las
relaciones de producción en la sociedad capitalista italiana, y termina por elegir como último
recurso el proxenetismo aún en detrimento de su amor, por una mujer. Estos son hechos que
sólo un análisis marxista, partiendo del trabajo y su significación social, permite esclarecer.

La implicación estructura profesional consiste en buscar los elementos que tienen sentido en
relación con el trabajo social del investigador y con su arraigo socioeconómico en la sociedad
contemporánea. Cada profesional presenta un no-dicho institucional que es su posición en el
campo de las relaciones de producción y del sistema de valores que le dan coherencia interna.
La actitud individual del profesional depende del rol social de su profesión sobre un mercado del
trabajo estructurado por las relaciones de clase.

Cambiando de rol se cambia de actitud. Hacer una investigación–acción en Ciencias Sociales es


correr con el riesgo (que no conoce la Sociología "sabia") de verse cuestionado en el rol y la
función que uno tiene en tanto que investigador y "especialista" en la sociedad, y de aceptar una
interpelación sobre el sistema de valores y actitudes del que depende el equilibrio de la
personalidad.

A cada instante se choca contra un muro de la contradicción entre el proyecto histórico y


existencial y la realidad estructural de la acción profesional con sus presiones y límites
económicos, políticos y científicos.

He remarcado bien el impacto de esta implicación estructuro-profesional con mis compañeros


animadores de una sesión de formación de consejeros dentro del cuadro de O.F.A.J. Se les
había solicitado trabajo ad-honorem y resolvieron negarse, pero revieren está decisión porque el
C.F.A.J. como institución les ofrece medios excepcionales de experimentación –pedagógica.

Así en la Investigación- Acción y la animación, nuestra sola libertad no puede ser más que una
libertad de actuar en contradicción, porque estamos puestos en el cruce del compromiso y de la
acción por la cual uno se compromete.

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Se comprende que los distintos niveles de implicación se interpenetran y actúan uno sobre el
otro. Así el psicoafectivo e histórico-existencial atraviesan el estructuro-profesional.

La socialización dentro de las clases populares deja un resultado de hábitos de clase dentro de
los que la noción de inseguridad social toma lugar central. Las relaciones entre el dinero, el
saber, el poder, están profundamente marcadas y constituyen puntos de referencia dentro del
campo de posibles profesiones.

Se produce una oscilación entre una obsesión por la seguridad típicamente burguesa (los hijos
de obreros se vuelven funcionarios) y una inclinación fundamental por la inseguridad social. “Si
las seguridad que procura la íntima certidumbre de contar con una red de protección está en el
origen de todas las audacias y compromisos intelectuales que su inseguridad ansiosa de
seguridad prohibe a los pequeños burgueses. (B. Bordieu) El investigador-animador proveniente
de clases populares, justamente por no provenir de las clases medias, es capaz de pasar de la
seguridad a la inseguridad con una soltura y rapidez incomprensibles para los que tienen otro
ethos de clase.

Es suficiente para eso que un movimiento social se diseñe dentro de lo que reactiva la
“conciencia posible” (L. Goldman) de su clase social de origen (por ej. en Mayo 1968) Las
relaciones con el dinero (dentro de la situación profesional "lucrativa") son ejemplo de esto.

En las clases populares, la "vida al día" muestra una prodigalidad "irracional", "no se es rico pero
se vive", "no se ama la tacañería", cuando llega la paga se "hace la farra" sin atender ni planificar
el mañana. Si "la vida no es un lecho de rosas" habrá que "vivirla con todo". "Desde el punto, los
miembros de las clases populares son epicúreos de la vida cotidiana."(R. Hoggart)

Quién ha conocido esta atmósfera tendrá una relación de tipo particular con el dinero y su
situación material.

El investigador animador en este caso no será jamás el pequeño burgués ensoberbecido que
define P Bourdieu como "un proletario que se hace pequeño para devenir burgués" y su
implicación estructuro-profesional será duramente expuesta a la crítica corrosiva de sus hábitos
de clase.

1.2. Implicación, Institución y Campo de Intervención.

1.2.1. Definición del Concepto de Implicación en Ciencias Humanas Clínicas.

Implicar viene del latín, implicare: envolver dentro, comprometerse en y, en sentido figurado,
incluir, contener implícitamente. Implicación es un término de derecho: acción de implicar a una
persona en una demanda. En lógica es el estado de aquello que implica contradicción. Hoy
alude a una idea (noción o proposición) que cuenta a otra, ya sea bajo la forma de una
consecuencia necesaria, ya sea por ligazón experimental. Yo retomaré los elementos de
comprometerse en y de consecuencia NECESARIA.

La implicación en Ciencias Humanas puede definirse como un compromiso personal y colectivo


del investigador y por su praxis científica, en función de su historia familiar y libidinal, de sus
posiciones pasadas y actuales en las relaciones de producción y de clases, y de su proyecto
socio-político en acto, de tal suerte que la intervención necesariamente resultante es parte
integrante y dinámica de toda actividad del conocimiento.
Ante un campo de intervención con el que él forma sistema, el investigador en la investigación
-acción deberá tener en cuenta su implicación. Que el campo de intervención sea un
establecimiento (escuela, prisión, fábrica) un grupo más o menos informal, (una comunidad
hippie) o bastante vasto (un barrio, una villa) un grupo institucionalizado (los psicoanalistas), el
sociólogo institucional por ejemplo, que intenta buscar en el campo de la intervención la acción

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latente o manifiesta de las instituciones, deberá sin duda reconocer que él está implicado como
todos los actores sociales a los que se acerca dentro de su práctica profesional.

El perímetro de intervención puede ser examinado en sus dos dimensiones: sistemática o lógico-
funcional y la dimensión libidinal, a menudo conflictuales (deseo de orden y contra orden del
Deseo) en las cuales, la duración, la historia, introduce la dialéctica de lo instituyente y de lo
instituido. El examen de la dimensión sistemática supone el análisis de diferentes planos:
 los medios, los productos (base material);
 los hombres y sus prácticas (base social);
 los códigos y lenguajes funcionales (base comunicacional);
 las prácticas discursivas (base ideológicas);
En los cuales se intenta comprender, en un conjunto necesariamente dinámico, y teniendo en
cuenta la dialéctica instituido/instituyente (siempre presente), la estructura significativa en el
sentido del estrucutralismo genético. "La coherencia estructural no es una realidad estática, sino
un virtualidad dinámica en el interior de los grupos, una estructura significativa hacia la cual
tienden el pensamiento, la afectividad y los comportamientos de los individuos." (Lucien
Goldman. Recherches dialectiques. Gallimard, 1959) La ubicación de analizadores construidos o
la localización que de los naturales hace la sociología institucional en su investigación –acción
son elementos importantes de la aclaración de esta estructura significativa del campo de
intervención. Los socioanalistas insistieron por ejemplo sobre el desvío organizacional,
ideológico y libidinal, para aprovechar el fenómeno instituyente dentro del perímetro de la
intervención.

La dimensión libidinal es la más tratada por los investigadores en ciencias humanas porque es
siempre el grano de arena que bloquea la bella máquina construida para volver racionales los
elementos del campo. Sin embargo, el analista institucional que persigue ante todo la
constelación del poder que va del centro a la periferia no puede ignorar que el poder posee una
carga erótica. Este aspecto es descubierto por los analistas de la cotidianeidad. Como señala M.
Foucault a propósito de la moda retro en el cine actual "Todo el imaginario erótico de pacotilla
tiene lugar bajo el signo del nazismo. Esta especie de ligazón afectiva erótica, es deseo de
poseer el poder de modo que el poder que se ejerce sobre uno no exista más. La monarquía y
sus rituales se hacen suscitar esta suerte de relación erótica con el poder. Los grandes aparatos
estalinistas, y hitlerianos están hechos también para esto. Pero todo esto está en ruinas... qué
pasa actualmente? Asistimos a un debut de re-erotización del poder desarrollado en un extremo
lamentable, por los porno shops de las insignias nazis que se reencuentran en los EEUU".
Dentro de una organización no es ya frente al desviante ideológico (el contestatario al nivel del
discurso sobre el orden establecido) ni aún el desviante organizacional (aquél que propone otra
estructura de organización) sino frente al desviante libidinal (que introduce el loco poderío, la
imaginación delirante, la realidad de lo irracional dentro de la irrealidad de lo racional.) que los
poderes establecidos tienen mayor temor. ¡Es que la locura dentro de las estructuras sociales
arroja luz sobre las estructuras sociales de la locura! ¡Insostenible revelación!

1.2.2. Tipología de la Implicación del Investigador en su investigación.


(Ver cuadro al final de este punto).

Ensayaremos trazar la tipología de las situaciones de implicación del investigador dentro de su


perímetro de intersección. Tres situaciones fundamentales pueden tomarse:

1.2.2.1. Situación de fusión (Columna A) y de oposición (Columna D)

La implicación del investigador en sus tres niveles, psicoafectivo, histórico existencial y


profesional, está orientada positivamente en relación a sus dos dimensiones, sistemática y
libidinal, del perímetro de intervención. El investigador se arriesga a un estado funcional con su

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campo de investigación. Tal situación (que, al final, excluye toda relación dialéctica entre el
investigador y su campo de intervención) no parece ser ideal para el descubrimiento en ciencias
humanas. Todo descubrimiento ¿no es acaso una selva contra lo habitual?

El máximo de relaciones antagónicas entre el investigador y objeto de estudio está caracterizada


por la situación en que la implicación global de aquél se opone en todo a lo que él percibe en su
campo de intervención. No es absurdo pensar que esta situación es más fructífera que la
anterior en la investigación -acción, a pesar del margen insoportable del trabajo y de los riesgos
corridos.

Se encontrará un ejemplo en la acción sociopedagógica de Loureau dentro de su Universidad. El


colectivo investigador está representado aquí por el departamento de sociología con sus
profesores y estudiantes y el campo de intervención por la Universidad de Poitiers con su
presidente y sus mandarines. El "affaire Loureau" en esta perspectiva es la crisis - análisis
implicacional que revela, dentro del campo de intervención local, la estructura latente de la
violencia simbólica de toda universidad francesa.

1.2.2.2. Situaciones de Tensión Dialéctica. (Columnas B y C)

Son las más habituales en la práctica. Se distinguen dos fuentes de tensión dialéctica.

a) Situación de tensión por oposición en la dimensión sistemática del perímetro de intervención


(Columna B). La implicación del investigador, total o parcial, (si menos de tres niveles están
involucrados: b, b`, h*) se choca dialécticamente con la dimensión sistemática del perímetro
de intervención. La lógica organizacional, económica, política, ideológica del campo de
intervención trastorna la implicación del investigador y principalmente su nivel histórico-
existencial. El investigador se arriesga a volverse un descarriado organizacional e ideológico
y como tal "analizador de la situación". Sin embargo, él está de acuerdo con la dimensión
libidinal del campo de intervención y puede dar beneficios secundarios que vuelvan
soportable la situación conflictual. Un sociólogo que efectúa una investigación –acción dentro
de las “tribus efímeras” del movimiento de Potencial Humano se encontrará fácilmente dentro
de este cuadro, como lo ha demostrado la presencia activa del socioanalista en una
residencia franco-alemana, que ha hecho estallar una de estas organizaciones y en la que a
pesar de todo los miembros fueron recuperados por otro organismo similar.

b) Situación de tensión por oposición de la dimensión libidinal del perímetro de intervención: La


implicación del investigador entra en conflicto con la red de relaciones que se manifiesta en
el campo de intervención, pero de acuerdo con la dimensión sistémica. El investigador es un
descarriado libidinal pero encuentra beneficios secundarios no despreciables en un acuerdo
total o parcial con las lógicas organizacionales, económicas, políticas e ideológicas del
campo de intervención. Esta situación es a menudo difícil de asumir pues los analizadores
están a cada paso tanto bajo la dimensión libidinal como bajo la represión dentro de las
organizaciones contemporáneas.

RESUMEN DE LA TIPOLOGIA
Perímetro de Intervención

dimensión sistémica

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fusión tensión oposición
Nivel psicoafectiva (a,b,c,d,) a b c d

Nivel histórico-existencial
(a', b', c', d') A a` B b´ c` C d` D

Nivel estructuro-profesional
(a”, b”, c”, d” ) a” b” c” d”
fusión tensión oposición

dimensión libidinal

Perímetro de la Intervención.

1.2.3. Caso Práctico de Implicación dialéctica

La actividad de investigación se ejerce plenamente en las otras situaciones: sistema (A, D) o (B,
D) o cualquier combinación entre los extremos.

Ejemplo: Una firma multinacional me pidió una intervención en los cuadros superiores. Mi tema
de “conferencia" en el estudio crítico del sistema de enseñanza francés. Precisé que quería
entera libertad de palabra y opinión y se conocían mis orientaciones. Estaba bien pago y
afrontaba un público interesante en nivel intelectual y profesional (a"). Pero mi escepticismo en
cuanto a la eficacia de tal acción en relación al cambio social y mi relación con la problemática
marxista me ubicaban mas en situación de tensión b y b` que en otros niveles de implicación. En
el plano libidinal, la total ausencia de mujeres, la edad y madurez racional de los jefes de
servicio, me orientaban hacia una implicación más bien "oposicional". (Columna D.)
El colega que intervenía conmigo estaba aún más en oposición. Rápidamente el hecho de estar
en situación de tensión y oposición acentúa los distintos puntos de vista entre nosotros y los
participantes y poco a poco entre ellos mismos, lejos de permanecer “sabios”, hicimos sentir lo
que éramos y no ocultamos nuestras opciones político-económicas. Ellos también se sintieron
implicados por lo que decíamos: comenzaron a preocuparse entre sí. El acuerdo aparece pese a
las notas discordantes. Se operan los clivages.

Otro ejemplo en la Universidad.

Los estudiantes del Instituto Universitario de Tecnología deciden hacer una encuesta por
cuestionarios a los viejos diplomados y acuden a mí por ayuda. Al principio mi motivación es
corporativista y mi implicación moderada. El tema me interesa dentro de una perspectiva más
política. Dentro de la óptica de la autogestión pedagógica deseo dialogar con los estudiantes
para que reconozcan que mi implicación en esta investigación puede ser diferente de la de ellos.

El resultado de esta puesta a punto nos da una hipótesis original.

En otro caso, fui convocado por una asociación de educación popular para discutir con un grupo
de animadores se deseo de hacer una encuesta participativa. Yo debía hablar de la técnica de la

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encuesta. No me apercibo que intervengo con mi lenguaje universitario. Mi implicación es real y
más en este tipo de intervención (columna A) y percibo la buena atmósfera libidinal que reina en
el grupo, pero mi implicación estructuro-profesional de universitario interfiere negativamente en
el período de intervención.

Los animadores me dicen que mi exposición técnica está muy bien pero que ellos no desean
hacer encuesta científica con ch2 y otros adornos, que lo que desean es animar a los principales
interesados del barrio, sus habitantes, a partir de una encuesta que los motive.

Me enfrento entonces con la inutilidad sonora de mis técnicas y con el hecho de que el
conocimiento social debe ser hecho por todos y encuentro obras sobre la encuesta participativa
(de Boudon y Aron) que se acercaba este objetivo abandonando los encasillamientos
burocráticos de la ciencia social oficial.....

Al considerar estos ejemplos conviene insistir sobre las relaciones intrínsecas que existen entre
la implicación del investigador y de los actores sociales en la animación e investigación–acción.

El análisis de las implicaciones en el campo de la investigación es esencial y debe ser efectuado


por el grupo involucrado: colectivo investigador. El derecho de todos a este análisis debe ser
reconocido en la acción a fin de confrontar y cuestionar la pseudo objetividad del saber en
ciencias humanas que entra, indiferente a los trabajos de los otros, dentro de su torre de marfil.
Como lo escribe Jacques Ardoino: “La indiferencia con la que cada uno considera el trabajo de
los otros tiene algo de sorprendente en este mundo donde el investigador o el especialista
deberá ser inseparable del hombre de acción es decir del militante. Ninguna reforma podrá
promoverse sólo por el exterior, por las esferas superestructurales y los decretos institucionales
si ello no pasa, al mismo tiempo por la voz de aquellos que la aspiran y van finalmente a
ejercerla".

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