Lorde - Las Herramientas Del Amo
Lorde - Las Herramientas Del Amo
Lorde - Las Herramientas Del Amo
Recibido: 26/10/17
Aceptado: 15/02/18
Resumen Abstract
E n las últimas décadas, la construcción de dis-
cursos y narrativas que promueven una pa-
ridad universalista con sutileza invisibiliza a la
I n the last decades, the construction of speeches
and narratives that promote an universal parity,
that with subtlety doesn’t show the woman like
mujer como ciudadana al no considerar sus di- citizen on not having considered his differences,
ferencias y pone en consideración la igualdad de puts in considerationthe real equality of kind.
género real. This essay tries to do an interpretation of
En este ensayo se pretende hacer una inter- how the homologation of the category “woman”
pretación de cómo la homologación de la cate- transforms in all the women “giving as sample
goría mujer se transforma en todas las mujeres of a universalization that does not know about
dando como muestra de una universalización differences.
que no conoce de diferencias. This work tries to put in discussion the patriar-
Por esto, este trabajo procura poner en discu- chy inherently and secretly called equality, when
sión el patriarcado inherente y oculto en los lla- there diminish the structural, material and histo-
mados a la igualdad, cuando se reducen los re- rical claims of differences between the women of
clamos estructurales, materiales e históricos de the world to a simple empowerment to the access
diferencias entre las mujeres del mundo a un sim- to the technology, to the politics or to the labor
ple empoderamiento al acceso a la tecnología, a la market. Being a speech that prevails and that it
política o al mercado laboral. Siendo un discurso orientates to different public policies, this article
que prevalece y que orienta a diversas políticas tries to question from a look of the South to this
públicas, este artículo pretende cuestionar desde universality and to put in consideration the
una mirada del Sur a esa universalidad y poner commanding needs of the women of the Third
en consideración las necesidades imperantes de world
las mujeres del Tercer Mundo.
Palabras clave: Ciudadanía, Raza, Clase, Femi- Keywords: Citizenship, Race-Class, Third World
nismo del Tercer Mundo, Interseccionalidad. feminism, Intersectionality.
Pizarro, T. M.
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Introducción
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delo de familia nuclear y la mujer toma su rol pa- en las constituciones de cada Estado, como
sivo dentro de ese desarrollo en el que no se la ve el derecho que tienen ciertas personas a
más allá de su rol reproductivo y de cuidadora gobernar y decidir quién gobierna. (p. 2)
(Antonopoulos et al., 2007:234).
Ante este análisis de género, autores como La ciudadanía femenina ha sido desarrollada en
María Elena Valenzuela y Claudia Mora (2009) el ámbito anglosajón e italiano, en contraposición
hablan de la mujer como un sujeto que convive al concepto universal de ciudadanía planteado
-o sobrevive- dentro de una pobreza cualitativa y por varones, para ellos mismos y que excluye a las
cuantitativamente distinta a la de los hombres. mujeres. Por décadas, han sido las distintas agru-
En principios del siglo XXI, los Estados lati- paciones feministas las que se han opuesto y lu-
noamericanos aún son caracterizados por su chado contra esa masculinización que sufren las
naturaleza patriarcal -según la extensión de la mujeres ante la necesidad de ganar más derechos
noción beauvariana de éste-. Entiéndase al Es- y espacios dentro de un sistema patriarcal -las
tado como la institución por excelencia que produce constituciones de los 90, la Conferencia Mundial
y reproduce las múltiples dominaciones y discrimi- sobre Población y Desarrollo, la IV Conferencia
naciones de las sociedades latinoamericanas, de la Mundial sobre la Mujer son ejemplos claves de
que la dominación y discriminación de género es esto-. En esta línea, Mary Dietz plantea que el eje de
uno de sus componentes (Bareiro, 1997:3). En esa los cuestionamientos de las feministas debe estar
misma línea, como lo indica Line Bareiro (1997): focalizado en quién y cómo se toman las decisiones;
interpelar y comprender a la ciudadanía como un
la institución que cuenta con el poder para bien en sí mismo y un proceso continuo -donde es
que los que integran una sociedad cumplan casi imperativo la incorporación activa de la mujer
lo que disponen sus dirigentes es el Estado. en el mundo público- (2001:2). Esta incorporación
Éste ha adoptado diversas formas, pero en activa de la mujer en el mundo público -aunque
todas las conocidas históricamente las mu- escasa y a fuerza de leyes de cupo en el caso del
jeres han estado, si no totalmente excluidas, ámbito político- ha permitido que muchas cons-
por lo menos en la situación de subordina- tituciones latinoamericanas incluyeran la diver-
ción, es decir, que otros ejercían poder sobre sidad conjuntamente con la igualdad legal, real,
ellas. Las desigualdades, privilegios y discri- social y de género (Bareiro y Soto, 2016:4). Esta
minaciones que pudieran existir tienen que particularidad que otorga la igualdad debe ser to-
ver con el poder que cada colectivo tiene mada con cautela. Mary Dietz (2001) postula que:
en la sociedad y el Estado, es decir, en la
comunidad política en su conjunto. (p. 4) Al valerse del género como unidad de aná-
lisis, las feministas académicas han puesto
A pesar del paso del tiempo, esta desigualdad de manifiesto la falta de igualdad existente
se mantuvo estática para las mujeres en función tras el mito de las oportunidades iguales y
a su rol dentro de la sociedad1. Si se hace un para- nos han hecho saber cómo estos supuestos
lelismo entre una determinada concepción de la niegan la realidad social del trato desigual la
historia de la humanidad, de las relaciones entre discriminación sexual, los estereotipos cul-
hombre y la naturaleza, asumiendo al mismo tiempo turales y la subordinación de las mujeres
un modelo implícito de sociedad considerado como tanto en la casa como en el mercado. (p. 7)
universalmente válido y deseable (Feitó, 2004:5)
se puede inferir que muy lejos está la mujer de Esta autora plantea que es fundamental com-
alcanzar eso que es válido y deseable; en otras pa- prender desde una perspectiva democrática el
labras, esa ciudadanía plena. En conjunción a concepto de ciudadanía. Entendiéndose a la po-
esto, el concepto de ciudadanía que propone Line lítica como un compromiso de todos los ciuda-
Bareiro (1997) postula que: danos y la participación de todos ellos en so-
lucionar los asuntos de esta comunidad, de estos
Es un derecho que concede la potestad asuntos de la gente (Dietz, 2001:12).
de intervenir en el poder político de una En esta línea, es oportuno traer a colación lo
sociedad determinada. Actualmente está expresado por KimberléCrenshaw al manifestar
consagrado en los sistemas legales, general- que las mujeres se han organizado contra una vio-
mente al máximo nivel jurídico, es decir, lencia casi cotidiana que ha conformado sus vidas
(1991:89). Con este planteo se expone que son mi-
1
Esto lo manifiesta Magdalena Villarreal al expresar que llones de mujeres las que hacen esta demanda,
tres imágenes representan típicamente a la mujer: [...] la ama transformándola en política y dándole mayor
de casa atada al comal y metate, la madre y esposa sumisa y eco que si lo hicieran unas pocas.
la trabajadora del campo, laborando bajo los rayos del sol. A Por esto, la autora reniega del papel de la mujer
estas imágenes se asocian otras de marginación, analfabetismo,
ignorancia, falta de productividad, pobreza, desnutrición y
persona de color, ya que lo relega biplánicamente:
desaseo. La combinación de elementos produce el sinónimo ad por ser mujer y por ser negra. Crenshaw lo expre-
hoc: subdesarrollo (2000:2) sa aduciendo que
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la raza como el género son dos de los orga- el individuo y su opresión. Pero comunidad
nizadores básicos de la distribución de los no debe significar el despojo de nuestras di-
recursos sociales, que generan diferencias de ferencias, ni el pretexto patético de que las
clase observables. Y finalmente, una vez te diferencias no existen. (p. 91)
encuentras en la clase económica más baja,
para las mujeres de color las estructuras de En conjunción a esta postura, es necesario
género y clase conforman una manera con- traer a colación la posición adoptada por el Pro-
creta de vivir la pobreza en comparación grama de Acción Regional para las Mujeres de Amé-
con otros grupos sociales. (1991:92) rica Latina y el Caribe (1995):
En línea con este planteo, Crenshaw (1991) El ejercicio de la ciudadanía plena de las
habla de interseccionalidad al establecer a la mujeres -es decir, el desarrollo de la capaci-
raza y el género como categorías que influyen dad de autodeteminación de expresión y
en la realidad diaria de las personas. Es entonces representación de intereses y demandas, y
que el racismo no es vivido del mismo modo por de pleno ejercicio de los derechos políticos
hombres negros que como las mujeres negras -y, individuales y colectivos- aún está pendiente
simultáneamente, es oportuno aclarar que ellas en América Latina y el Caribe, incluso si se
tampoco viven al sexismo del mismo modo que toman en cuenta los avances logrados en este
las mujeres blancas-. sentido en algunos países. Únicamente si las
Crenshaw (1991) propone una interseccionali- mujeres se incorporan de manera activa
dad donde raza y género coadyuvan en la clase en la vida pública podrán satisfacer sus
social -a esto, hay que poner en consideración la propias necesidades económicas, sociales
realidad de las mujeres inmigrantes-. En otras y culturales, sino también para contribuir
palabras, no se trata de hablar de un compendio como ciudadanas de pleno derecho. Esta
de desigualdades, sino que cada una de ellas incorporación deberá hacerse sobre la base
intersecciona de manera distinta de acuerdo a de formas de representación política acordes
cada realidad personal y grupo social, dejando con una concepción de desarrollo que no
en manifiesto las estructuras de poder existentes ignore lo privado y considere las diferencias
en cada sociedad. de género. (p.11)
La feminista afroamericana Lorde (1979) pos-
tula que: Como puede apreciarse, desde hace siglos, la
comunidad, la familia y el mismo Estado han su-
como mujeres, nos han enseñado a ignorar gestionado enla mujer su capacidad de renuncia.
nuestras diferencias o verlas como causas Esa abdicación de su tiempo, su espacio, su iden-
de separación, y sospecha, en vez de apre- tidad, y con esto, su sentir ciudadana poseedora
ciarlas como fuerzas para el cambio. Sin de derechos, suscitando así reclamos mudos por
comunidad, no hay liberación. Sólo hay el las diversas desigualdades e injusticias siste-
más vulnerable y temporal armisticio entre máticas.
Ciudadanas de segunda
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2006:40). Ann Schola Orloff (1993), por otro lado, los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (Bareiro y
plantea cinco aristas a tener en cuenta al tratar Soto, 2016: 3).
en los regímenes de bienestar las lógicas de Para conseguir un diseño e implementación
género: de políticas públicas se debe erradicar el enfoque
◊ La situación del trabajo no remunerado. mujerista, para alcanzar el enfoque género-trans-
◊ La diferenciación y la desigualdad de género formativo que dará otra perspectiva a las medidas
en la estratificación social, generada por di- sociales. Un modo de alcanzar este objetivo es el
ferencias en los derechos. de incorporar el ideal de empoderamiento de
◊ Diferenciación y la desigualdad de género las mujeres y, por supuesto, de redistribución
en la estratificación social, generada por di- entre los géneros; también tener en cuenta la
ferencias en los derechos. interseccionalidad lograda al transversalizar el
◊ Las características del acceso al mercado de género a todas las demás desigualdades (Bareiro
trabajo, por parte de las mujeres. y Soto, 2016: 15).
◊ La capacidad de estas últimas para mantener Esto deja en manifiesto cómo se interpretan
autónomamente la familia (Draibe y Riesco, y construyen las políticas sociales sobre la hete-
2006:45). rogeneidad de la sociedad y las manifestaciones
latentes de las distintas formas sociales y com-
Frente a las posibles caracterizaciones de pendio culturales presentes (Rodríguez Bilella,
Regímenes de bienestar, al creador del concepto 2004:4). Tal como lo manifiestan Bareiro y Soto
Esping-Andersen se le ha resaltado en su visión (2016):
del enfoque de regímenes de bienestar social que
no reafirma el papel de la familia dentro de la La incorporación efectiva de la igualdad de
dinámica de los regímenes, al igual que simpli- género a todas las políticas públicas implica
fica en el modelo hombre-proveedor/esposa-cui- un proceso en el cual se va acordando un
dadora la importancia del género y la división nuevo contrato social, que incluye un nuevo
sexual del trabajo (Orloff, 1993; Lewis, 1992; contrato sexual. Esto significa no sólo diseño
Esping-Andersen, 1999). de políticas sino una profundización de la
Otros autores -Castles, Ferrera, Flaquer- iden- democracia y la construcción de Estados In-
tificaron los elementos constitutivos de los regí- cluyentes. De otra manera, podríamos desa-
menes que, incluyendo la visión “familista”, los provechar una oportunidad, abierta por 15
diferencia de lo planteado por Esping-Andersen. años, que no se había abierto antes a la hu-
Entre ellos, la protección social que no cubre a la manidad, que parte de un consenso entre
totalidad de la población necesitada -ya sea por todos los países que integran las Naciones
pertenecer a la economía informal o estar de- Unidas. (p. 19)
sempleada- dividiéndola en segmentos protegidos
y desprotegidos; la familia dentro de la previsión Por esto, al mencionar estas heterogeneidades
social y el papel primordial que toma el cuidado en las políticas públicas, es imperante mencionar
ejercido por las mujeres, pero paralelamente se que, a escala mundial, la mayoría de las personas
observa la carencia de programas de asistencia que viven en la pobreza son mujeres: más del 70
social y apoyo a las familias; y el surgimiento de por ciento, de acuerdo con cálculos de la ONU.
mecanismos políticos -corporativismo, el clien- Pese a que producen del 60 al 80 por ciento de
telismo y las máquinas de patronazgo- que apa- los alimentos en los países en desarrollo, las
recen con la distribución de beneficios sociales mujeres poseen sólo el 1 por ciento de la tierra.
(Draibe y Riesco, 2006:23). A escala mundial, las mujeres reciben sólo el 10
Este enfoque es totalmente contrario a lo que por ciento de los ingresos pese a que hacen dos
postula el ideal de “igualdad” que plantea cum- tercios del trabajo. Según el Programa Mundial
plir la Convención para la Eliminación de todas las de Alimentos, 7 de cada 10 personas que sufren
formas de discriminación contra la mujer (CEDAW). hambre en el mundo son mujeres y niñas. Aunque
Es necesario un compromiso real de los Estados la industrialización y la migración económica les
y de los distintos actores involucrados para con- ofrecen trabajo asalariado fuera de los límites
jugar la igualdad de voces, problemas y pro- tradicionales, las mujeres obtienen empleo sobre
puestas de todas las personas, para lograr así todo en ramos de actividad segregados por género
eliminar la pobreza, reducir desigualdades y y de bajos salarios. A escala mundial, tres cuartas
desigualdades y recuperar la naturaleza (Bareiro partes de las personas adultas analfabetas son
y Soto, 2016:3). Para esto deben discutirse obje- mujeres2.
tivos como: erradicar las desigualdades y bre- Entonces, la pobreza es algo más que falta de
chas de género repensando la política pública ingresos.
y el empoderamiento de las mujeres; analizar Atrapada en el ciclo de la pobreza, la mujer
el modo de crear e implementar políticas inclu- carece de acceso a los recursos y los servicios
yentes que evoquen a la igualdad de género y em- para cambiar su situación. La pobreza y la
poderamiento de ellas; y, por supuesto, ponderar
la transversalización de género en el marco de 2
Datos extraídos de ONU Mujeres www.unwomen.org/es.
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exclusión social, por ejemplo, se manifiestan de a las diferencias y no construir políticas públicas
distintas maneras y afectan de distintas formas que atiendan a las mismas.
a las personas y los países. Algunos grupos se Surge entonces el cuestionamiento que se les
ven más afectados que otros tanto en los países hace al feminismo liberal, burgués y occidental he-
desarrollados como en los países en desarrollo. gemónico que toma como categoría de análisis y
Las mujeres, por ejemplo, sufren los efectos de de lucha la consecución de los derechos de la mu-
la pobreza y la exclusión de una manera especial jer blanca, occidental, heterosexual, de clase media,
debido al papel que desempeñan en la sociedad, educada y ciudadana. De este modo, se deja fuera
la comunidad y la familia. Pobreza y exclusión de foco la opresión de raza, sexualidad y clase
para las mujeres es, además, la falta de seguridad, (Mohanty, 2008:11).
de voz, de alternativa, es marginalidad. En este sentido, Mohanty expone el modo en
que es construida la “mujer” como un compuesto
cultural e ideológico mediante distintos dis-
Las herramientas del amo cursos de representación y cómo son las muje-
nunca destruirán la casa del amo res reales -con sus propias historias- que de algún
modo la academia busca abordar -cabe aclarar que
Esta interseccionalidad planteada anteriormen- esta relación es arbitraria, construida por culturas
te por Bareiro y Soto, permite hacer una articula- particulares-. En relación a esto, la auto-ra pone
ción -y discusión- entre las políticas públicas y especial énfasis en aquellos escritos feministas que
el patriarcado; y no así desde las diferencias que colonizan de forma discursiva las heterogeneidades
avivarían las desigualdades. Reconocer estas dife- materiales e históricas de las vidas de las mujeres
rencias permitiría constituir un frente de polari- en el Tercer Mundo (Mohanty, 2008:11). Es decir,
dades, reconocimientos y conocimientos para pone en manifiesto que esta conceptualización
construir propuestas dentro del proceso dialéctico. parece estar construida de forma arbitraria, pero
Esto es un claro ejemplo de cómo las herramien- en simultáneo tiene la firma legitimadora del dis-
tas del amo nunca destruirán la casa del amo (Lorde, curso humanista del Occidente. Según la autora,
1979:37) y cómo siguen presentes las epistemo- la producción de esta diferencia hace que los fe-
logías del poder en las políticas públicas que minismos occidentales se apropien y colonicen la
mantienen a los oprimidos ocupados con los complejidad constitutiva que caracteriza la vida
intereses del amo. de las mujeres de estos países (Mohanty, 2008).
Esta omisión de la diferencia -al proponer po- Esta noción reduccionista del sentido de la dife-
líticas sin perspectiva de género-, genera dificul- rencia, se debe a la existencia de una conciencia
tades en un contexto de violencia hacia las mujeres, inadecuada por parte de la academia occidental
donde raza y género no deben ser analizados por en cuanto al Tercer Mundo, con la que feministas
separado, ya que construyen la propia identidad. occidentales hacen un análisis de la diferencia
En otras palabras, los imaginarios concretos aso- sexual en forma de noción monolítica, singular y
ciados a ser pobre, mujer y mestiza se traducen en transcultural del patriarcado o de la dominación
la herramienta que usa el poder para no atender masculina.
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explotado y sexualmente acosado, víctimas de la
violencia masculina y dependientes- de las muje- 1. Presuposición de la mujer como un todo
res del Tercer Mundo -aquellas que necesitan ser codificado y universal “‘sin importar la clase
salvadas desde las retóricas salvacionistas del fe- social, la ubicación o las contradicciones racia-
minismo occidental colonial- (Mohanty, 2008:17). les o étnicas”.
La segunda premisa antes mencionada está 2. Presuposición metodológica de conside-
relacionada a la formulación de intereses y estrategias rar un estudio de caso como evidencia tota-
feministas basados en la autonomía, geografía, histo- lizante.
ria y cultura (Mohnaty, 2008:11). Esto tiene que ver 3. Presuposición de proponer una activación
con la necesidad de atender y entender las contra- política lineal para todas las mujeres en el
dicciones inherentes a la ubicación de las mujeres mundo. (2008:14)
dentro de varias estructuras para así poder diseñar
acciones políticas más efectivas (Mohanty, 2008:30) Es posible, entonces, interpretar los efectos
De este modo, es posible proponer un feminismo políticos de las estrategias analíticas de las
de Tercer mundo que plantea la necesidad de un feministas occidentales sobre las mujeres en el
trabajo doble: deconstruir el feminismo occiden- Tercer mundo, resaltando la homogeneización
tal y reconstruir el tercermundista bajo una nueva de visiones y el colonialismo inherente que re-
lógica epistemológica, axiológica y ontológica. producen estos tipos de estudios. Lo cual se resu-
Parte de la idea de que cuando se analiza a mujer me y sintetiza en una preocupación que expresa
de Tercer Mundo desde occidente se lo hace de una la autora:
forma homogénea, como un universalismo etnocén-
trico que codifica y representa al otro cultural. Si las relaciones de dominio y explotación
Se centra así en estudiar cómo el feminismo de se definen en términos de divisiones bina-
occidente ve al feminismo de tercer mundo. En- rias, de grupos dominantes y grupos domi-
tendiendo al feminismo de occidente no como un nados, ¿estamos asumiendo que la ascen-
todo homogéneo sino como prácticas discursivas sión al poder de las mujeres como grupo es
que ven al “otro” como diferente (Mohanty, 2008:8). suficiente para desarmar la organización de
Los escritos feministas occidentales pueden ser relaciones existentes? (Mohanty, 2008:39)
también una forma de colonización, por lo que
se lanza la invitación a que el propio feminismo Precisamente es este binarismo el que provie-
de occidente debe revalorarse y asumir su papel ne de teorizaciones eurocéntricas, que sin ser
colonizador que estructuralmente puede llegar consciente el feminismo tercermundista lo ha
a tener como potencial explicativo y efecto político reproducido en sus huestes. Es el feminismo
(Mohanty, 2008). decolonial el que debe generar perspectivas de
Mohanty, en este sentido, expone algunos ar- análisis distintas, particulares y significativas,
gumentos críticos que abordan tres principios propias de una mirada del Sur; es decir, lejos
analíticos presentes en el discurso feminista de los ojos imperiales que nos sigan definiendo
(occidental) sobre las mujeres del Tercer mundo: como al otro/a, el/la subalterno/a.
Reflexiones finales
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les pido a todas las que están aquí busquen de la interdependencia de diferencias mutuas no
en ese lugar del conocimiento en sí mismas dominantes se encuentra la seguridad que nos
y que toquen el terror y el odio de cualquier permite descender al caos del conocimiento y re-
diferencia que vive ahí. Vean qué cara lleva. gresar con visiones verdaderas de nuestro futuro,
Es entonces que tanto lo personal como lo junto con el poder concomitante para efectuar los
político pueda empezar a iluminar todas cambios que puedan realizar el buen futuro. La
nuestras opciones. (p. 93) diferencia es esa conexión viva y poderosa de la
que se fragua nuestro poder personal.
Resultan justos y apropiados los discursos de Esto no debe de significar el despojo de nues-
distintas académicas feministas que cuestionan tras diferencias, ni el pretexto turbador de que
las contradicciones del mismo movimiento al no éstas no existen... Significa poder tomar nuestras
ver a las “otras” mujeres -las negras, las mestizas, diferencias y hacerlas fuerza. Porque, lamenta-
las pobres, las cuidadoras, etc.-, difundiendo un blemente, las herramientas del amo, nunca desar-
eje transversal: reconocer las diferencias. Dentro marán la casa el amo.
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