Clases 8 Esp-Basico
Clases 8 Esp-Basico
Clases 8 Esp-Basico
La h intercala no influye en que sean hiatos o diptongos las secuencias de vocales entre las
que se sitúa: de.sahu.cio, prohi.bir, ahi.ja.do.
DIPTONGOS
1. Un diptongo es la secuencia de dos vocales distintas que se pronuncian dentro de la
misma sílaba: vien - to, a - cei - te, cau - sa, sua - ve. Desde el punto de vista fonético, en
español pueden dar lugar a diptongos las siguientes combinaciones vocálicas: vocal abierta
(a, e, o) + vocal cerrada (i, u) átona; vocal cerrada átona + vocal abierta; y vocal cerrada +
otra vocal cerrada distinta (es decir, las secuencias iu o ui): aula, cuadro, cantáis, peine,
androide, justicia, cielo, función, ciudad, descuido, vacuo. Aunque, en el habla, la
secuencia de dos vocales abiertas —especialmente cuando ninguna de ellas es tónica
(petróleo, raedera)— puede articularse como diptongo, esta combinación vocálica se
considera siempre hiato desde el punto de vista normativo.
2. De las secuencias anteriores, se pronuncia siempre como diptongo el grupo formado por
una vocal abierta tónica y una cerrada átona (en ese orden): Sainz, teméis, voy, causa. Pero,
por lo general, aparte de este grupo, una misma combinación vocálica de las mencionadas
en el párrafo anterior se pronuncia, en unas palabras, dentro de la misma sílaba —
diptongo— y, en otras palabras, en sílabas diferentes —hiato—; por ejemplo, la
secuencia ie se pronuncia como diptongo en la palabra miedo (mie - do) y suele
pronunciarse como hiato, al menos en España y algunas zonas de América, en rieron (ri -
e - ron). Por otra parte, algunas de estas combinaciones vocálicas (las formadas por una
vocal cerrada átona y una abierta tónica, o por dos vocales cerradas diferentes) pueden, en
una misma palabra, fluctuar en su pronunciación entre el hiato y el diptongo, dependiendo
de diversos factores, como el mayor o menor esmero en la pronunciación, el origen
geográfico o social del hablante, etc.; así ocurre, por ejemplo, en gratuito, que puede
pronunciarse con diptongo (gra - tui - to) o con hiato (gra - tu - i - to), y
en cruel (cruel o cru - el). Dada esta variabilidad, se ha optado por establecer una serie de
convenciones sobre qué ha de considerarse diptongo y qué ha de considerarse hiato a la
hora de acentuar gráficamente las palabras. Así, cada secuencia vocálica será considerada
siempre un hiato o siempre un diptongo al colocar las tildes, con independencia de su
pronunciación real dentro de la palabra.
4. Debe evitarse en el habla la reducción del diptongo a una sola vocal: *[ulójio]
por Eulogio, *[kontíno] por continuo, *[bénte] por veinte, *[trénta] por treinta. En el caso
de los numerales compuestos de las series del veinte y del treinta, esta monoptongación es
común, incluso entre personas cultas, pero es conveniente evitarla en la pronunciación
esmerada: *[bentikuátro] por veinticuatro, *[trentaidós] por treinta y dos. Son
extremadamente vulgares los casos de cierre de la e en i: *[bintikuátro]. También debe
evitarse pronunciar como diptongos algunas combinaciones vocálicas que son siempre
hiatos en la dicción culta: *[golpiár] por golpear, *[kuéte] por cohete.
Acentuación de las palabras con diptongo
Diptongos ortográficos
A efectos de acentuación gráfica, se consideran diptongos las secuencias vocálicas
siguientes:
a) Vocal abierta + vocal cerrada o, en orden inverso, vocal cerrada + vocal abierta, siempre
que la cerrada no sea tónica: amáis, peine, alcaloide, aplauso, Eugenio, estadounidense;
suave, huevo, continuo, confiado, viento, canción.
b) Dos vocales cerradas distintas: huida, ciudad, jesuítico, veintiún, diurno, viudo.
«En los diptongos, la vocal más abierta representa el punto vocálico de la sílaba; la más
cerrada se halla en la tensión o en la distensión. El hablante tiende a extremar la diferencia
que entre ambas exista en su grado de abertura, bien abriendo más la abierta, bien derrando
más la cerrada, o ambas cosas a la vez. Tal es el caso, en español, de las vocales extremas i,
u, llamadas débiles porque forman diptongos con las más abiertas a, e, o (fuertes), éstas
constituyen el núcleo silábico y aquéllas quedan en posición inicial (tensiva) o final
(distensiva). En estas condiciones i, u, se abrevian, al mismo tiempo que estrechan su
articulación hasta el punto de perder en parte su naturaleza vocálica y convertirse en
semiconsonantes y semivocales: j, w, i, u.
Los diptongos así formados pueden ser de abertura creciente o de abertura decreciente.
Son crecientes:
ja (viaje)
je (tiempo)
jo (salió)
wa (guapo)
we (bueno)
wo (cuota)
Tiende igualmente nuestra lengua a juntar en diptongo creciente las dos vocales
débiles i, u, haciendo semiconsonante la que está en primer lugar, con lo cual el núcleo
silábico se sitúa en el segundo elemento de diptongo: ju, wi. Esta tendencia ofrece
numerosas vacilaciones dialectales que mantienen el hiato o hacen núcleo silábico en el
primer elemento. Así en la lengua moderna conviven, por ejemplo, ju-i-cio, tri-un-
fo con jui-cio, triun-fo, con predominio de estos últimos.
«Diptongos: Las vocales i, u, combinadas entre sí o acompañada cada una de ellas por otra
vocal, dente de una misma palabra, forman el grupo fonético que se llama diptongo. La i y
la u se pronuncian como semivocales cuando van al fin del diptongo, y como
semiconsonntes cuando van al principio. Las vocales e, o ante la semivocal i resultan
relativamente abiertas. La a ante la u se hace un poco velar. La o ante esa misma u alcanza
su matiz más cerrado.
En los grupos iu, ui predomina siempre como principal elemento del diptongo la segunda
vocal, reduciéndose la primera a semiconsonante.»
«A efectos ortográficos, para que haya diptongo debe darse una de estas dos situaciones:
a) que se sucedan una vocal abierta (a, e, o) y una cerrada (i, u), o viceversa, siempre
que la cerrada no sea tónica: aire, causa, peine, oiga, bou, viaje, ciego, quiosco,
suave, fuerte, cuota.
b) que se combinen dos vocales cerradas (i, u) distintas: ui, iu: ruido, diurético, etc.
Algunas de estas combinaciones vocálicas pueden articularse como hiatos (es decir, en dos
sílabas), dependiendo de distintos factores: su lugar en la secuencia hablada, el mayor o
menor esmero en la pronunciación, el origen geográfico o social de los hablantes, etc. Este
es el caso, por ejemplo, de fluir (pronunciado fluir, con diptongo, o flu-ir, con hiato),
de incluido (pronunciado in-clui-do o in-clu-i-do), de cruel (pronunciado cruel o cru-el),
de des-viado (que se pronuncia des-via-do o des-vi-a-do), etc.
Sin embargo, a efectos de la acentuación gráfica, se considerará siempre que se trata de
diptongos. La h intercalada entre dos vocales no impide que estas formen diptongo: ahu-
mar, ahi-ja-do.»
DIPTONGOS IMPROPIOS
«Distinta es la calidad de las combinaciones que forman entre sí las vocales fuetes a, e, o.
Sus diferencias relativamente pequeñas en el grado de apertura motivan numerosas
vacilaciones entre el hiato y el diptongo que vienen a sumarse a las producidas por el
acento, la composición de las palabras, la etimología, las variantes dialectales y la mayor o
menor rapidez y esmero en la dicción. Compárese las pronunciaciones al-co-hol y al-
col, al-de-a-no y al-dea-no, pe-or y peor, re-al y real, bo-a-to y boa-to, le-er y ler. Son
diptongos consolidados, a los cuales la Gramática tradicional da el nombre de impropios,
por no haber en ellos semiconsonante o semivocal. Cuando se forma el diptongo con
vocales fuertes, la más abierta tiene intensidad y duración normales pero la más cerrada se
debilita y abrevia, al mismo tiempo que tiende a cerrar más su articulación. Así se explican
las pronunciaciones vulgares tjatro (teatro) pjor (peor), trai (trae), twala (toalla), etc., y los
frecuentes cambios históricos que tienden a resolver con un diptongo consolidadeo la
sucesión inmediata de dos vocales fuertes (a e r e > aire; c r e a r e > criar). El diptongo
formado por aquéllas es de un equilibrio poco estable, en el cual las vocales componentes
conservan su individualidad como fonemas.»
TRIPTONGOS
1. Un triptongo es la secuencia de tres vocales que forman parte de una misma sílaba: a - pre -
ciáis, co - piéis, buey. Para que exista un triptongo han de combinarse dos vocales cerradas (i, u)
átonas y, en medio de estas, una vocal abierta (a, e, o): anunciáis, guau, miau, confiéis. No son
triptongos en español las secuencias de vocal cerrada + vocal abierta + vocal cerrada cuando alguna
de las dos vocales cerradas es tónica. Lo que hay en esos casos es un hiato seguido de un diptongo,
cuando es tónica la primera vocal cerrada: vivíais (vi - ví - ais); o un diptongo seguido de un hiato,
cuando es tónica la segunda vocal cerrada: limpiaúñas (lim - pia - ú - ñas).
2. Una misma secuencia de vocal cerrada átona +vocal abierta + vocal cerrada átona puede
pronunciarse, en unas palabras, formando parte de la misma sílaba, esto es, como un triptongo y, en
otras, en dos sílabas diferentes, es decir, como un hiato seguido de un diptongo, o viceversa; así, la
secuencia iei se pronuncia como triptongo en la palabra cambiéis [kam - biéis] y como hiato +
diptongo en confiéis [kon - fi - éis], al menos en España y en los países americanos en los que la
tendencia antihiática es menos fuerte. Sin embargo, a efectos de acentuación gráfica, cualquier
secuencia formada por una vocal abierta entre dos vocales cerradas átonas siempre se considerará
un triptongo, con independencia de su articulación real en una o en dos sílabas
«La presencia de los sonidos i, u, en una misma palabra, al principio y al fin de un grupo vocálico
cuyo elemento central y predominnte sea a o e da lugar a los triptongos iai, iei, uai, uei. El triptongo
empieza con movimiento articulatorio de abertura creciente y termina con abertura decreciente. El
primer elemento es una semiconsonante; el último, una semivocal. La a, en los triptongos citados,
especialmente en iai, adquiere cierto matiz palatal. La e es normalmente abierta, del mismo modo
que en el diptongo ei, sin que el hallarse entre dos elementos palatales, como ocurre en iei, impida
su abetura. Ejemplos: despreciáis, limpiéis, averiguáis, santigüéis, buey.»
SINÉRESIS
Sinéresis o sinícesis (gr. sunaíresis ‘contracción, agregación’). En métrica, el
procedimiento inverso al de la diéresis: dos vocales contiguas pasan a convertirse en
una. Reducción a una sola sílaba de vocales que están juntas o separadas por «h», las
cuales no constituyen propiamente digtongo; como «(ao)ra» por «a-ho-ra». Figura entre las
licencias poéticas: álzala gorgeador alta en volandas (G. Diego).
HIATO
«Hiato
Secuencia fónica formada por dos vocales contiguas que pertenecen a sílabas diferentes,
v.g., roer, tío. (Cf. Diptongo.)»
«Cuando dos o más vocales seguidas se pronuncian sin formar una sílaba única, se dice que
están en hiato. En español existe desde antiguo una tendencia muy marcada a reducir los
hiatos a diptongos y a juntar por sinalefa la vocal o vocales finales de una palabra con las
iniciales de la palabra siguiente, dentro del mismo grupo fónico.»
«A efectos ortográficos, para que haya diptongo debe darse una de estas dos situaciones:
a) que se sucedan una vocal abierta (a, e, o) y una cerrada (i, u), o viceversa, siempre que la
cerrada no sea tónica: aire, causa, peine, oiga, bou, viaje, ciego, quiosco, suave, fuerte,
cuota.
b) que se combinen dos vocales cerradas (i, u) distintas: ui, iu: ruido, diurético, etc.
Algunas de estas combinaciones vocálicas pueden articularse como hiatos (es decir, en dos
sílabas), dependiendo de distintos factores: su lugar en la secuencia hablada, el mayor o
menor esmero en la pronunciación, el origen geográfico o social de los hablantes, etc. Este
es el caso, por ejemplo, de fluir (pronunciado fluir, con diptongo, o flu-ir, con hiato),
de incluido (pronunciado in-clui-do o in-clu-i-do), de cruel (pronunciado cruel o cru-el),
de des-viado (que se pronuncia des-via-do o des-vi-a-do), etc.
Sin embargo, a fectos de la acentuación gráfica, se considerará siempre que se trata de
diptongos. La h intercalada entre dos vocales no impide que estas formen diptongo: ahu-
mar, ahi-ja-do.»
HIATO Y SINÉRESIS
«Con frecuencia aparecen juntas, dentro de una misma palabra, dos vocales que no forman
diptongo, sino que por tradición gramatical constituyen sílabas distintas. Al efecto
prosódico que produce la pronunciación de las vocales colocadas en dicha posición se
llama hiato. La lengua hablada no se ajusta siempre en este punto a la tradición gramatical.
El uso consiente que en ciertos casos las vocales que se hallan en hiato se reduzcan a una
sola sílaba. A esta reducción se le da el nombre de sinéresis. La sinéresis puede producir
modificaciones importantes en la pronunciación de las vocales a que afecta.
a) Vocales iguales se reducen en sinéresis a una sola vocal de cualidad y duración
ordinaria:
hiato sinéresis
albahaca al-ba-á-ka al-bá-ka
acreedores a-kre-e-dó-res a-kre-dó-res
nihilista ni-i-lis-ta ni-lista
alcohol al-ko-ól al-kól
hiato sinéresis
viaje bi-á-xe bjá-xe
suave su-á-be swá-be
cruel kru-él krwél
aún a-ún áun
ahí a-í ái
hiato sinéresis
aldeano al-de-á-no al-deá-no
lealtad le-al-tád leal-tád
línea lí-ne-a lí-nea
toalla to-á-lla toá-lla
coagular ko-a-gu-lár koa-gu-lár
hiato sinéresis
empeorar em-pe-o-rár em-peo-rar
teólogo te-ó-lo-go teó-lo-go
níveo ní-be-o ní-beo
incoherente in-ko-e-rénte in-koe-rénte
cohete ko-é-te koé-te
hiato sinéresis
traerán tra-e-rán trae-rán
caen ka-en káen
Israel is-ra-él is-ráel
ahogado a-o-gá-do ao-gá-do
ahora a-ó-ra áo-ra
extraordinario es-tra-or-di-ná-rio es-traor-di-ná-rio
Bilbao bil-bá-o bil-báo
SINALEFA
Pronunciación en una misma sílaba de la vocal final de una palabra y la inicial de la palabra
siguiente: la alameda > *la’lameda. Enlace de sílabas por el cual se forma una sola de la
última de un vocablo y de la primera del siguiente, cuando aquel acaba en vocal y este
empieza con vocal, precedida o no de h muda. A veces enlaza sílabas de tres palabras; p.
ej., Partió a Europa.
«Cuando dos o más vocales seguidas se pronuncian sin formar una sílaba única, se dice que
están en hiato. En español existe desde antiguo una tendencia muy marcada a reducir los
hiatos a diptongos y a juntar por sinalefa la vocal o vocales finales de una palabra con las
iniciales de la palabra siguiente, dentro del mismo grupo fónico. La posibilidad de la
sinalefa con más de dos vocales depende de que éstas se hallen en serie de abertura
creciente o decreciente, o de que las más abiertas estén en el centro de la sílaba como ápice
silábico de ella: las más cerradas están en posición explosiva o implosiva, en la tensión o en
la distensión, respectivamente.»
«La posibilidad de juntarse por sinalefa varias vocales españolas depende de que formen
serie de abertura creciente (iea) o decreciente (aei); o de que las de articulación más cerrada
se hallen en los extremos de la sílaba, y las más abiertas en el centro. Por ejemplo, en salió
a esperarlo se juntan cuatro vocales, porque la articulación se abre progresivamente i-o-a, y
luego se cierra en e. En la frase esta o aquella no pueden unirse las tres vocales porque
la o es más cerrada que las dos aes en que está intercalada, y exige un nuevo impulso
articulatorio, es decir, una sílaba distinta. Cabe, por lo tanto, definir en este sentido la sílaba
como el conjunto de sonidos comprendidos entre dos depresiones de la articulación.»
La sinalefa es la fusión de la vocal o vocales finales de una palabra con la vocal o vocales
iniciales de la palabra siguiente, de modo que se integren, a efectos fonéticos y métricos, en
una sílaba: Muerta la lengua a Euridice respira (Jáuregui). Puede haber fusión de una sola
sílaba de la vocal final de una palabra y la inicial de la siguiente; puede ser la misma vocal:
‘larina’ (por la harina); vocales que forman normalmente diptongo: ‘t(uo)jo’; o vocales de
las que no lo forman ordinariamente: ‘l(ao)rden’.
«El encuentro de vocales que resulta del contacto de las palabras en la frase da también
lugar a casos de hiato o contracción análogos a los indicados arriba para hiato y sinéresis.
Al grupo de vocales formado por el enlace de las palabras y pronunciado en una sola sílaba
se le da el nombre de sinalefa. Dentro de la palabra nunca se juntan más de tres vocales en
una sílaba. Del enlace de unas palabras con otras resultan frecuentemente grupos vocálicos
hasta de cinco o seis elementos.
Las principales modificaciones que las vocales experimentan al contraerse en sinalefa son
las mismas que se han indicado con relación a la sinéresis. La i y la u se reducen a
semiconsonantes o semivocales, según se hallen respectivamente al principio o al fin del
grupo vocálico. La e y la o se abrevian y relajan, inclinándose al tipo cerrado o al abierto,
según la influencia de los sonidos vecinos y según también su posición en el grupo. La
vocal menos variable es la a, sin que esto signifique que no se deje asimismo influir hasta
cierto punto por las otras, y en especial por las velares o, u.
DIÉRESIS
Signo ortográfico auxiliar, también llamado «crema», representado por dos puntos (¨) que
se disponen horizontalmente sobre la vocal a la que afectan. En español tiene los usos
siguientes:
1. Debe colocarse obligatoriamente sobre la u para indicar que esta vocal ha de
pronunciarse en las combinaciones gue y gui: vergüenza, pingüino. Como ocurre con la
tilde, la diéresis debe escribirse también sobre las letras mayúsculas: BILINGÜE,
LINGÜÍSTICA. En ediciones actuales de textos antiguos no modernizados, también
puede encontrarse este signo escrito sobre la u en las combinaciones que, qui, con esta
misma finalidad: qüestión, qüistión (en lugar de la forma moderna cuestión).
2. En textos poéticos, la diéresis puede usarse colocada sobre la primera vocal de un
diptongo para indicar que las vocales que lo componen deben pronunciarse en sílabas
distintas. Esta licencia poética recibe igualmente el nombre de diéresis. De este modo,
la palabra a la que afecta y, en consecuencia, el verso en que aparece cuentan con una
sílaba más a efectos métricos: «Como tórtola vïuda / quedé, pero no sin ramo, / pues en
el de una taberna / estuve arrullando tragos» (Quevedo Jácaras [Esp. 1610-
45]); «¡Oh! ¡Cuán süave resonó en mi oído / el bullicio del mundo y su rüido!»
«La diéresis es una licencia poética de aplicación muy restringida. En el habla corriente
sólo aparece por arcaísmo, o bien por motivos etimológicos o relacionados con la
composición de las palabras.»
En español, se llama diéresis al signo diacrítico, llamado también crema, que, colocado
sobre la u en los grupos gu + e, i, indica que debe ser
pronunciada: lingüística / agüero / vergüenza. No es lo mismo que sinéresis. En el verso se
coloca a veces sobre la vocal cerrada de un diptongo, o sobre la segunda si ambas son
cerradas, en la licencia poética llamada también diéresis: Donde el límite rojo de
Orïente (Herrera).
«En las palabras en que el grupo con vocal débil no está en la sílaba final, este grupo se
pronuncia unas veces diptongado (‘p(ue)esto, r(ue)da’), y otras con diéresis (‘ri-àda, tortu-
òso). Esta diéresis debería marcarse gráficamente. Lo indicado sería hacerlo con el signo
específico (¨), llamado “diéresis”; pero este signo es desusado actualmente. (Se usa
especialmente en algunas palabras coo ‘rüido, süave, vïuda’, para indicar esta
pronunciación, por ejemplo en poesías viejas en que esa palabras están medidas así.) Hay,
pues, que aclarar en la diccionario la pronunciación. Se debe advertir que esas palabras
tienden rápidamente a pronunciares diptongadas y, con raras excepciones, como ‘riada’, en
dicción rápida se pronuncian siempre así.»
LA H MUDA
«La letra h es un verdadero fósil dentro de nuestro alfabeto, puesto que no representa hoy
ningún fonema. La existencia actual de esta letra obedece a razones puramente históricas y
en ocasiones es incluso arbitraria. Su presencia o ausencia en la grafía de las palabras debe
ser aprendida por el trato intenso de la lengua escrita. Solo en un caso hay norma fija para
el uso: se pone h siempre ante los grupos ue, ui en comienzo de palabra: hueco, hueso,
huésped, huida.»
«En la pronunciación correcta española, la h no representa la aspiración laríngea que en
otros idiomas le corresponde y que en determinados casos tuvo también, en otro tiempo, en
nuestra lengua; la h ortográfica es actualmente en nuestra escritura una letra muda sin
ningún valor fónico: hoja [óxa], ahora [aóra], alcohol [alkól], huerta [wérta],
hueco [wéco], ahuecar [awekár], etc.; la antigua aspiración aparece aún, sin embargo, en
palabras como humo, horno, etc., en pronunciación dialectal.»
«La h es un signo meramente ortográfico, sin valor alguno en la pronunciación,
enlazándose, por consiguiente, los sonidos entre los cuales se encuentra como si de hecho
la h no existiese: ahora [aóra], exhibición [egsibiθjón], deshojar [desoxár], los hijos [los
íxos], los honores [los onóres].»
La presencia de una h ortográfica entre vocales no impide que estas formen diptongos,
hiatos, sinéresis o sinalefas. La h colocada entre dos vocales permite que se pueda destruir
el diptongo acentuando la vocal débil: bú-ho.
Para los efectos de la división de palabras al final de renglón, hay que tener en cuenta que
“cuando la primera sílaba de una palabras es una vocal, se evitará dejar esta letra sola al
final de la línea. Si la vocal está precedida de una h, se invalida la norma. Ejemplos: amis-
ta-des, he-re-de-ros”. (RAE)
«A diferencia de lo establecido en normas ortográficas anteriores, cuando una palabra
tenga h intercalada no se colocará delante de esta letra el guion de final de línea, con el fin
de no romper sílabas ni secuencias vocálicas (no hay que olvidar que la h es una letra
«muda»): alhón- / diga o alhóndi- / ga, y no *al- / hóndiga; al- / mohada o almoha- / da, y
no *almo- / hada; prohi- / bir, y no *pro- / hibir; inhu- / mano o inhuma- / no, y no *in- /
humano; de- / sahucio o desahu- / cio, y no *des- / haucio ni *desa- / hucio. La única
excepción son los casos en que la h intercalada precede a los diptongos ie, ue, en que sí
puede colocarse el guion de final de línea delante de la h: des- / hielo, des- / hierba, vi- /
huela, des- / huesar; aquí la h sí es principio de sílaba y la vocal posterior es, en realidad,
una semiconsonante, por lo que, en estos casos, el guion respeta la norma de no romper
sílabas ni secuencias vocálicas.»
Otros ejemplos: ahín-co, buhar-dilla, cohi-bido, mohí-no, desahu-cio, prohí-be, sahu-
merio, vahí-do.
La división fonética de estas sílabas sería: a-hín-co, buhar-di-lla, cohi-bi-do, mo-hí-no, des-
ahu-cio, pro-hí-be, sahu-me-rio, va-hí-do.
Cuando al dividir una palabra por sus sílabas haya de quedar en principio de línea
una h precedida de consonante que no sea c, se dejará esta consonante al final del renglón
anterior y se comenzará el siguiente con la h; de modo que nunca se divida alh-araca, inh-
umación, clorh-idrato, desh-idratar, sino al-haraca, in-humación, clor-hidrato, des-
hidratar.
«La “i” y la “u”, si hay una h delante, forman siempre sílaba con la vocal que les sigue:
‘duro-hierro; está-hueco; hermoso-huevo’. Si la vocal intermedia formaba ya diptongo con
una de las extremas antes de unirse las palabras dando lugar a un grupo de vocales más
numeroso, se respeta esa unión: ‘pasó (Eu)genio. Es(toy)hablando. (A menos que, lo que
suele ocurrir sólo en lenguaje rápido, se suprima la primera vocal del diptongo preexistente:
‘pasóugenio’.) Si la última vocal del grupo es acentuada, queda sola: ‘sab(eo-í)r; cas(ia-
é)reo’. También, si el grupo es de más de tres vocales: ‘yal(oeo-í)do’. Si la vocal acentuada
es la primera, va sola si la siguiente no pertenece a la misma palabra: ‘aqu(í-oa)llí, as(í-
oa)sá’. Pero si la siguiente es de la misma palabra, se diptonga con ella: ‘est(oy-ha)blando,
tr(ae)-otro’.»
ENLACE DE VOCALES
«Cuando dentro de una misma palabra o grupo fónico aparecen juntas dos o más vocales
sucesivas, lo primero que importa saber es si estas vocales se han de pronunciar en sílabas
distintas, o si todas o algunas de ellas han de agruparse en una sola sílaba. Aun en el caso
de que cada vocal forme por sí misma una sola sílaba, el paso de una vocal a otra vocal
inmediata se hace siempre en nuestra pronunciación gradualmente y sin interrupción de
sonoridad. Las cuerdas vocales, desde el principio al fin de todo grupo vocálico, y sin
perjuicio de las modificaciones de tono, intensidad, etc., que dentro de él sean necesarias,
mantienen su movimiento vibratorio de una manera continua, siendo a veces perceptibles,
en pronunciación lenta, el timbre espacial que corresponde a cada uno de los tiempos de la
transición que efectúan los órganos para pasar de una vocal a otra.
Como es sabido, esto no ocurre del mismo modo en todos los idiomas. En lenguas
anglosajonas, y sobre todo en alemán, el enlace de la vocal final de una palabra con la vocal
inicial de la palabra siguiente, o de dos vocales de una misma palabra, como en alemán The
ater, be erben, ge eignet, etc., va impedido por la oclusión laríngea que se hade de ordinario
ante la segunda vocal separándola bruscamente de la anterior. En la pronunciación
española, por el contrario, se enlazan las vocales sin corte ni separación de la sonoridad
vocálica, pasando suave y gradualmente de uno a otro sonido tanto en grupos interiores de
palabras, beodo, poeta, maestra, suave, zahúrda, mohíno, como entre palabras
enlazadas, de oro, lo echa, a esta, su ave, la una, lo hizo, etc. La h es un signo meramente
ortográfico, sin valor ninguno en la pronunciación, enlazándose, por consiguiente, los
sonidos entre los cuales se encuentra como si de hecho la h no existiese: ahora [aóra].