El documento explica conceptos místicos jasídicos relacionados con las Kelipot (cáscaras) y la Klipá de Noga. Las Kelipot son las fuerzas del mal y la impureza. Hay cuatro Kelipot principales: las tres Kelipot totalmente impuras y la Klipá de Noga, que es una categoría intermedia entre la santidad y la impureza absoluta. Traspasar la cáscara de Noga significa elevar las acciones permitidas hacia la santidad con la intención correcta de servir a Dios, en lugar de
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El documento explica conceptos místicos jasídicos relacionados con las Kelipot (cáscaras) y la Klipá de Noga. Las Kelipot son las fuerzas del mal y la impureza. Hay cuatro Kelipot principales: las tres Kelipot totalmente impuras y la Klipá de Noga, que es una categoría intermedia entre la santidad y la impureza absoluta. Traspasar la cáscara de Noga significa elevar las acciones permitidas hacia la santidad con la intención correcta de servir a Dios, en lugar de
El documento explica conceptos místicos jasídicos relacionados con las Kelipot (cáscaras) y la Klipá de Noga. Las Kelipot son las fuerzas del mal y la impureza. Hay cuatro Kelipot principales: las tres Kelipot totalmente impuras y la Klipá de Noga, que es una categoría intermedia entre la santidad y la impureza absoluta. Traspasar la cáscara de Noga significa elevar las acciones permitidas hacia la santidad con la intención correcta de servir a Dios, en lugar de
El documento explica conceptos místicos jasídicos relacionados con las Kelipot (cáscaras) y la Klipá de Noga. Las Kelipot son las fuerzas del mal y la impureza. Hay cuatro Kelipot principales: las tres Kelipot totalmente impuras y la Klipá de Noga, que es una categoría intermedia entre la santidad y la impureza absoluta. Traspasar la cáscara de Noga significa elevar las acciones permitidas hacia la santidad con la intención correcta de servir a Dios, en lugar de
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Klipá de Noga
Definición diaria, 18.2.11
¿Qué significa "Klipá (cáscara) de Noga" y a que se le llama
"traspasar la cáscara de Noga al interior del fruto"?
Klipá no siempre es malo, ésta protege al Kli (vasija), al fruto, ella
está para cuidar de algo que crece. La "Klipá de Noga" pertenece al tipo de Klipá, que no permite a la persona acercarse a la Santidad, al lado derecho, hasta que el individuo no se deshaga de las tres Klipot impuras que se encuentran del lado izquierdo y es por eso que la Klipá de Noga se encuentra en el centro, entre el bien y el mal.
La persona necesita deshacerse del lado izquierdo y sentir que se
encuentra realmente dentro de la "Klipá de Noga", exactamente en el centro, que puede elegir, que no tiene de dónde aferrarse, que no tiene para qué avanzar ni para qué existir, y entonces elige por encima de la razón y se dirige hacia la línea derecha. De esto se dice que uno pasa por la "Klipá de Noga" hacia dentro del "fruto", es decir, le permite a la Luz, al deseo de otorgar, dominar sobre su deseo de recibir y convertirlo en bien. El revestimiento de la Santidad sobre el deseo de recibir, sobre la Klipa, esto es lo que lo lleva al bien.
Ascendiendo
Conceptos místicos en el Jasidismo
Kelipot. Jitzonim y Sitra ajara… Extraído de Conceptos Místicos en el Jasidismo por el Rabino Jacob Immanuel Schochet
KELIPOT; JITZONIM; SITRA AJARA
Estos términos son sinónimos. Son los nombres para el mal y la impureza. Sitrá Ajará significa “el otro lado”, es decir, el lado separado de, y opuesto a, la pureza y santidad. Jitzoním significa los “foráneos” o externos, es decir, las fuerzas más exteriores, el desperdicio de la santidad que constituye el mal. Kelipot significa “cáscaras”, o cortezas; las cáscaras externas que contienen la fruta comestible pero no son comestibles por sí mismas. La substancia de las Kelipot, como se mencionara antes, consiste de las partes no-asimilables de los quebrados Recipientes, por lo tanto, su desperdicio. Cada una de éstas subsiste en virtud de una chispa de santidad adjunta a ella. Esta chispa santa, su fuerza vital sin la cual dejarían de existir, está ocultada y encerrada por las cáscaras como la fruta comestible lo está por su cáscara, por lo que por sus propias fuerzas es incapaz de hacerse sentir y dominar sobre la cáscara. En consecuencia, el término análogo de Kelipot. Hay cuatro Kelipot básicas, divididas en dos clases: Las tres Kelipot enteramente impuras y de mal, y Kelipat Noga. Kelipat Noga es la “piel”, la cobertura inmediata a la chispa de santidad. Así, está en contacto directo con la santidad, y no es enteramente mala. Es un intermediario entre lo santo y lo profano, entre el bien absoluto y el mal absoluto. Las otras tres Kelipot están mucho más apartadas; ellas no están en contacto directo con la chispa sino que cubren la Kelipat Noga, una sobre la otra. Su nutrición y vitalidad de la santidad les llega por medio de Kelipat Noga. Se alude a las cuatro Kelipot, y al término Noga, en Ezequiel 1:14: “viento tormentoso”, “gran nube”, y “un fuego asiéndose de sí mismo” -estos denotan las tres Kelipot totalmente impuras- y “un Resplandor (Noga) rondándolos” denota la cuarta Kelipá, Kelipat Noga (siendo el Noga una radiación de la santidad). La significación de estas dos categorías se entenderá con lo siguiente: La Torá, la revelada Palabra de Di-s, es el criterio del bien absoluto y el mal absoluto. Todo lo que se requiere del hombre que haga, es bien absoluto; todo lo que se le ha prohibido hacer, es mal absoluto. Por lo tanto, todas las cuestiones vinculadas con las prohibiciones de la Torá (los objetos, acciones, expresiones, pensamientos, etc., prohibidos) fluyen y se derivan de las tres Kelipot totalmente impuras. Todas las cuestiones vinculadas al plano de lo que es esencialmente permisible según la Torá (a diferencia de lo que es ordenado, y excluyendo lo que está prohibido), esencialmente fluye y se deriva de Kelipat Noga. Kelipat Noga, siendo una categoría intermedia entre la santidad pura y la impureza absoluta, tiene cierta relación con ambos. Esto significa que toda derivación de Kelipat Noga puede caer, y ser absorbida, en las tres Kelipot de mal; o, alternativamente, puede elevarse, y absorberse, en el plano de la santidad. Cuando la acción permitida (como, por ejemplo, el simple comer y beber) se realiza intencionalmente con un propósito superior, en aras del Cielo (por ejemplo, para tener energías para servir a Di-s), la vitalidad de esta acción (y los objetos permitidos que involucren) se destila y es absorbida en el plano de la santidad. Si, por otra parte, el comer y beber perseguían el placer puramente sensual, sin ninguna intención más sublime, esta vitalidad se degrada y es temporalmente absorbida en las tres Kelipot impuras; temporalmente, porque en tanto el alimento es esencialmente apto y permitido para el consumo (por lo tanto, no prohibido), su vitalidad puede revertirse y ascender a la santidad junto con el consumidor cuando éste retorna (“hace Teshuvá”) al servicio de Di-s. Por lo tanto, los términos hebreos para “permitido” y “prohibido” son Mutar y Asur, respectivamente. Mutar significa literalmente “liberado”, “libre”; esto es, la materia permitida no está atada y ligada por el poder de los Jitzoním impidiéndole regresar y ascender a la santidad. Asur significa literalmente “encadenado”, “atado”, pues la materia prohibida está atada y cautiva en poder de los Jitzoním que le impiden ascender y ser absorbida en la santidad para siempre, hasta que llegue el día en que la muerte (otro sinónimo para el mal) será tragada para siempre, como es escrito (Zejaria 13:2): “Y Yo erradicaré de la tierra el espíritu de impureza”; o hasta que el pecador se arrepienta en grado tal que sus transgresiones premeditadas se conmuten en auténticos méritos, lo que se logra mediante “arrepentimiento (Teshuvá) por amor”, surgiendo de las profundidades del corazón, con gran amor y fervor, y de un alma pasionalmente deseosa de unirse al bendito Di-s, y sedienta de Di-s como un suelo árido en el desierto. El significado y la intención de las Kelipot se analizará en el siguiente capítulo. Rabino Jacob Immanuel Schochet La Klipá es algo que me impide acercarme más al Creador. La reconozco como la fuerza que pone obstáculos frente a mí. En realidad, ¿qué puede impedirme?. Yo quiero disfrutar y esto significa que todo tipo de placeres me lo impiden; ellos me distraen, me alejan de la similitud con el Creador, me impiden avanzar hacia la unidad y el otorgamiento. Estos son los placeres que son llamados “inmundos”. Así que, la Klipá es algo extremadamente placentero. Digamos, a mí me gusta relajarme en casa más que participar en la reunión de amigos. Es más placentero para mí no pensar en el mundo y en la corrección, sino en lo que me pasará personalmente. Me gusta más cuidar de mis hijos, que de los vecinos. Pero la verdadera Klipá es cuando yo siento que avanzo hacia el Creador a lo largo de cierto camino y por lo tanto le doy placer a Él, pero de repente encuentro que es más placentero y cómodo desviarme hacia alguna parte, distraerme con algo. Esto es la Klipá: Parece aferrarse a mi ropa y tirarme hacia atrás. Nosotros no podemos entender todo esto hasta que adquiramos la intención por encima del deseo, hasta que salgamos del deseo y comencemos a actuar sobre la base de la intención.Actuar sobre la base de la intención significa aplicarle la restricción (Tzimtzum) al deseo de recibir. Yo debo ser independiente de él y estar completamente libre para elegir. En otras palabras, independientemente del deseo, yo puedo decidir por mí mismo que trabajaré con él a fin de recibir. Tengo la oportunidad de trabajar con el fin de otorgar, pero yo decido lo contrario. Esto es lo que significa inmundo. Por el contrario, si no tengo otra opción, no se me pide nada. Recibir con la intención egoísta es la Klipá que corre a través de todos nuestros ascensos hasta el final de la corrección. Y nosotros siempre estamos obligados a tomar una decisión difícil, cómo actuar, ¿con el fin de recibir o de otorgar? Estamos hablando del trabajo con las Luces y las vasijas del deseo egoísta, no sólo sobre el rechazo de los “pequeños” placeres de este mundo. Yo estoy obligado a tomar una decisión de alto nivel cuando empiezo a sentir que hay un rey, egoísta por naturaleza. Esta es la cara inversa del Creador y creo que éste rey domina el mundo. Así debe ser y yo decido en estas condiciones. Además, la decisión sólo es posible tomarla si me elevo por encima de la restricción, si soy independiente. Allí es cuando yo decido disfrutar en aras de la recepción y esto se convierte en una Klipá. En general, las fuerzas de inmundicia impulsan enérgicamente a la persona hacia la meta. La despiertan de tal manera que al igual que un alpinista, ella debe subir por encima de estas, vencerlas y ascender hasta la cumbre al palacio del Rey. Y cada movimiento suyo es una elevación por encima de la inmundicia. La Klipá es la esencia del material de la creación, el deseo de recibir que tomó su forma egoísta y aparece ante nosotros de esta manera. Por eso es imposible dar un paso adelante sin estar conectado con la Klipá. Pero, por supuesto, nosotros mismos no nos conectamos con ella. Siempre debemos mantenernos en la línea derecha, y entonces las fuerzas de la inmundicia llegan en el momento oportuno y de la forma correcta.