Discurso

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Queridos maestros y maestras:

Quiero saludar a todos los profesores y profesoras que hoy día están enlazados en esta
plataforma virtual, y están aquí por ser todos grandes maestros y maestras, personas muy
comprometidas con sus escuelas, con sus niños, niñas y adolescentes, y además, muchos de
ustedes trabajando en condiciones bastante complejas y difíciles, y más ahora, debido a la
situación de emergencia sanitaria por la que atraviesa nuestra sociedad.

Por ello, quiero agradecerles por lo que hacen todos los días, y gracias por acompañarnos en
esta ceremonia de celebración del Día del Maestro y la Maestra y el Cuadragésimo octavo
aniversario de fundación institucional del Sindicato Único de Trabajadores en la Educación del
Perú – SUTEP.

Quiero empezar diciendo: felicidades en su día. Y a pesar de que no estamos reunidos de


forma tradicional, igualmente creo que hay alegría en esta forma de celebrar este día, en un
contexto muy distinto de lo que fue en otros años.

A pesar de la adversidad, no podía dejarse pasar este día ya que es muy merecido de
celebrarlo, por su trabajo cotidiano, por su empeño y su compromiso, por el amor por los
niños, niñas y jóvenes de las diferentes escuelas de mi querida provincia de Caylloma; por la
paciencia con la que cada día ustedes trabajan, enfrentan miles de situaciones en las aulas de
toda nuestra provincia, y ustedes van guiando el aprendizaje de nuevas generaciones de
nuestra sociedad.

Y rescatando las palabras del profesor Celso Cacya, del alcalde de Sibayo y de la Subprefecta de
Coporaque, cuando hablamos de aprendizaje, obviamente estamos hablando de información,
de conocimiento, pero también de cómo inculcan valores, orientan decisiones o, muchas
veces, guardan las confidencias de sus alumnos o alumnas; todo ese conjunto de acciones, no
es más que esa vocación profunda que tienen nuestras maestras y maestros por hacer de
quienes llegan a sus aulas, personas íntegras y buenos ciudadanos.

Y ustedes siembran, pero, además, labran la semilla que nuestra sociedad cosecha para que las
futuras generaciones sean esas buenas personas, esos buenos ciudadanos.
Son un pilar insustituible de ese largo y complejo proceso de la educación y, por tanto,
merecen nuestro homenaje y nuestro reconocimiento.

Y aquí se ha dicho, y yo no quiero dejarlo pasar por alto, porque entiendo que es esencial
mencionarlo, es que este reconocimiento adquiere hoy día un significado especial, porque lo
que Caylloma nos demanda es que seamos capaces de superar los obstáculos que han hecho a
lo largo del tiempo que la educación en vez de ser aquel lugar de construcción de igualdad, de
construcción de cohesión, se haya transformado muchas veces en un lugar de segregación
social y de discriminación.
Y esto no es una abstracción, esto tiene efectos completamente reales, son barreras que
limitan el despliegue de las maravillosas potencialidades que tienen todos nuestros niños y
niñas de Caylloma, por igual.

Y nuestra provincia y región lo que nos exigen es mirar hacia el futuro y poner nuestra
educación a la altura de los desafíos y oportunidades que el país tiene para aquello que
necesitamos todos, que nuestra provincia y región sean cada vez más desarrolladas, modernas,
pero que no solo sean modernas en ciencia o tecnología, sino que, entendido también, como
una región más justa, más solidaria, una región en donde la igualdad y la equidad sean el
elemento principal.
Y esa es una tarea enorme, es una tarea muy fundamental y con un impacto muy positivo, que
nos va a permitir mejorar la vida de todos nuestros ciudadanos y las comunidades.

Y por eso es que nos hemos puesto a trabajar sin descanso desde el primer día y vamos a
seguir así, con energía, con fuerza, con convicción, de que transformar la educación de tal
manera que cambie el paradigma de la educación y se transforme como algo esencial y de
calidad para cada uno de quienes vivimos en nuestra región.

Sabemos que no es una tarea corta ni fácil, sabemos que con un proyecto de ordenanza no
significa que al día siguiente que esté aprobada, todo cambió. Significa que tenemos ahora las
condiciones para partir trabajando en todo aquello que se requiere seguir llevando adelante.

Pero quiero también valorar, junto a su tremendo rol social y su tremendo rol humano,
también reconocer al Sindicato Único de Trabajadores en la Educación del Perú – SUTEP; que
nació un día como hoy, 6 de julio, hace 48 años, en 1972, en el Congreso de Unificación del
Magisterio realizado en Cusco, instancia a la que convoco desde ya, para hablar de la reforma
de la educación a nivel regional.

Puesto que, veo en el SUTEP una posibilidad muy importante de trabajar en conjunto,
compartiendo los grandes principios que orientan esta transformación, que es muy importante
en este proceso y más ahora, frente a este gran desafío del cierre de brechas de educación
presencial y virtual.

Creo firmemente que, sin el respaldo, sin el compromiso, sin la convicción de los profesores y
profesoras, no es posible lograr lo que queremos, un sistema que pueda garantizar calidad e
integración, ni es posible pensar en una educación pública fortalecida y de la que nos sintamos
orgullosos como provincia y región.

Debemos buscar que en la educación exista toda una estructura descentralizada, de servicios
regionales, provinciales y locales de educación, quiero decir, una estructura coordinada entre
la Gerencia Regional de Educación, la Unidad de Gestión Educativa Local y cada una de las
instituciones Educativas, que la calidad de educación dependa de una política regional,
coordinada y bien implementada, de manera que no dependa de si un distrito es rico o es
pobre, y dejar los cimientos de que los recursos que la educación en nuestra región pueda
contar, no dependa de la voluntad o del compromiso de una determinada autoridad con la
educación, sino, de un plan regional de educación, para que la educación de los niños sea una
garantía para todos a lo largo y ancho de nuestra provincia y en cualquier rincón de nuestra
región.
Esta transformación tiene que ir desde mejoras de la infraestructura, por ejemplo, mejoras de
reparación, de mantenimiento, de pintura, desde asegurar que haya adecuados baños, vidrios,
hasta tecnología, equipamiento, en fin, todo lo que requiera contar una institución educativa.

Queremos tener en toda la región, y es mi interés particular tener en toda la provincia de


Caylloma, una educación pública de calidad.

Ustedes saben que yo soy una hija de Caylloma, una hija de la educación pública, y soy una
orgullosa hija, y creo y quiero que la educación pública esté muy fortalecida. Y en eso quiero
que me acompañen a trabajar con mucha fuerza para coordinar y articular con el Ejecutivo
Regional.
Pero, hoy estamos en el Día del Profesor, es por eso que estamos hablando del rol de los
profesores, porque para tener educación de calidad necesitamos profesores de calidad; y no
estoy diciendo que no haya profesores de calidad, pero lo que tenemos que hacer, sin duda, es
garantizar todas las condiciones tanto para el estudiante como para el profesor para que la
educación pueda ser como corresponde.
Queremos profesores que puedan tener el tiempo, la disponibilidad y colocar todo su esfuerzo
en hacer que nuestros niños, niñas y jóvenes aprendan y se desarrollen íntegramente como
personas.

Es decir, queremos una verdadera implementación de una política regional que dé cuenta de la
complejidad de la profesión y que, además, devuelva a los profesores el estatus que merece su
profesión, como ocurre en todas las sociedades desarrolladas.

Y como sabemos, hay una comisión de educación en el Consejo Regional, desde ya pongo a
disposición este espacio, como miembro de la Comisión de educación, para iniciar las medidas
que apunten a potenciar el desarrollo de los profesores y profesoras y que vayan en línea con
los lineamientos tanto de la Política Nacional, las Leyes Magisteriales y la visión de nuestro
Gobernador Regional.

Es a través de ustedes, y con ustedes, como se irá implementando la educación entendida


como un derecho de todos y todas, garantizando el mandato constitucional de gratuidad,
calidad e integración social. Apostando, en este proceso, por más oportunidades y habilidades
para todos nuestros niños, niñas de nuestra provincia y región, pero también lo que eso
conlleva, que es una mejora para el desarrollo de Caylloma y Arequipa; todos ganamos, gana la
región con ciudadanos más formados, más empoderados, y también personas con mayor
capacidad, con mayores experiencias, también apoya a la economía del país, porque vamos a
tener ciudadanos con mayores condiciones para poder contribuir al desarrollo de nuestro país,
porque no nos vamos a perder el potencial que pueden tener los hijos de Caylloma y Arequipa.

Bien dijo el epistemólogo Jean Piaget: «La meta principal de la educación es crear hombres
que sean capaces de hacer cosas nuevas no simplemente de repetir lo que otras generaciones
han hecho; hombres que sean creativos, inventores y descubridores. La segunda meta de la
educación es la de formar mentes que sean críticas, que puedan verificar y no aceptar todo lo
que se les ofrece».

Así que, trabajar juntos en esta enorme responsabilidad de transformar la educación, creo que
satisfará el anhelo que cada uno de ustedes tuvo cuando eligió ser docente: ser motores de
cambio, ser formadores de ciudadanos libres, capaces de pensar por sí mismos, de tomar
decisiones y, además, comprometidos con su país.

Finalmente, reconocer su preparación de muchos años para ejercer esta carrera, profesionales
de la educación, pilar fundamental de cualquier sociedad, y agradecerles por su compromiso,
¡feliz día!

Muchas gracias.

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