Unidadad 3
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OSTEOMA
DEFINICION
Constituido por proliferación de tejido óseo compacto y esponjoso, tejido óseo maduro
y bien diferenciado
EPIDEMIOLOGIA
Usualmente pude ser hereditario por progrenitores que tengan el mismo problema o un
prolema de salud relacionado
. Se presenta en personas de todas las edades, entre los 10 y los 79 años, sin diferencia
por sexo.
75% de los casos se ubica en el cráneo, en senos etmoidales, senos frontales, bóveda del
cráneo y mandíbula, pero también se puede ver en huesos tubulares largos y en los
huesos de la mano y de la pelvis, con presentación endostal.
La etiología es poco clara, pero existen factores que predisponen su aparición tales
como: trauma, proceso inflamatorio, causas endocrinas, congénitas, disturbios del
desarrollo y respuesta a infección
Es el tumor nasal benigno más frecuente y los senos más afectados son los frontales.
CLINICA
Puede ser asintomático hasta que alcanzan grandes dimensiones afectando la estética y
funcionalidad, causar dolor (cuando ejercen acción mecánica sobre estructuras
vecinas,), sinusitis o deformidad ósea.
En ocasiones debuta con una sinusitis o una masa que deforma las paredes de
la órbita, o una protusión en la mucosa bucal.
Cuando se localizan en el hueso frontal, los pacientes suelen presentar una deformidad
craneal con cefaleas de predominio nocturno
CLASIFICACION
Se presentan:
El osteoma parostal o yuxtacortical, que es una exostosis típica, más frecuente en los huesos
largos.
El osteoma endostal, que los radiólogos denominan islotes de condensación o endostosis, y que
generalmente son hallazgos. Se ven en huesos largos y pelvis.
El osteoma clásico, que es la forma más frecuente y se ve habitualmente en el cráneo. En la
Figura 1 se puede ver una radiografía de cráneo con una masa densa, esclerosante, de bordes mal
definidos, que compromete el seno frontal derecho, correspondiente a un osteoma clásico.
TRATAMIENTO
Dada la rara recurrencia de estos tumores, inicialmente deben se tratados con una
cirugía conservadora.
Actualmente, la cirugía endoscópica permite un abordaje del tumor con una mínima
morbilidad quirúrgica. Entre sus ventajas destacan los mejores resultados estéticos, el
menor dolor y edema postquirúrgico, menos complicaciones intraoperatorias y el menor
tiempo de hospitalización. Entre las desventajas se debe considerar un menor campo
visual, requiere mayor habilidad quirúrgica y la limitación de su uso en función de la
localización del tumor. Si no tenemos cuidado pueden producirse fístulas de líquido
cefalorraquídeo, que también pueden ocurrir con abordajes abiertos,13 y pérdida de
visión.14 Para disminuir estos riesgos y aumentar la visión del campo se recomienda el
uso de endoscopios de 30º
Estas lesiones óseas sólo se tratan si plantean problemas para el paciente, debido a su
gran proporción, causando asimetrías que afectan la estética y la función (9). El
procedimiento quirúrgico incluye exéresis de la lesión y osteotomía modeladora ya que
tiene baja tendencia a recidiva.
COMPLICACIONES
Osteoma osteoide
Este tumor es importante, no tanto por su frecuencia, sino porque clínicamente es mucho más aparatoso
que el osteoma y necesita una mayor participación de los cirujanos ortopédicos.
Se presenta entre los 10 y los 35 años, predomina en hombres (2:1 con respecto a las mujeres) y afecta
principalmente los huesos largos, donde se ubica en 65% de los casos. Los sitios de localización más
frecuentes son: tibia, cuello de fémur, diáfisis del fémur, húmero, huesos del antebrazo, huesos de la
mano y arco posterior de la columna.
El cuadro clínico se caracteriza por dolor intenso, de predominio nocturno, que, hasta en 30% de los
casos, se alivia con Aspirina. Además presentan hipersensibilidad local, lo que significa que, en los
lugares accesibles a la palpación, se produce dolor puntual; también se puede ver atrofia muscular.
Uno de los lugares con frecuencia afectado, es el cuello del fémur. La coxalgia es un motivo frecuente de
consulta en estos pacientes, quienes presentan atrofia del músculo al examen físico, porque el lapso que
transcurre desde que presentan síntomas hasta que consultan puede ser hasta de dos meses, a pesar de que
es un tumor doloroso.
Dentro del estudio se debe solicitar la radiografía convencional, el cintigrama óseo, que es muy captante,
incluso más de lo previsible por el tamaño de la lesión, la TC y la biopsia del tumor.
Los osteomas osteoides tienen tres localizaciones: cortical, esponjosa y yuxtacortical. En esta última, el
tumor está prácticamente abierto hacia la superficie del hueso. Cuando la lesión se ubica en la región
esponjosa del cuello del fémur, la reacción perióstica es mucho menor, por lo que se puede confundir con
un tumor de otro tipo.
El diagnóstico diferencial, en la ubicación cortical, se debe hacer con osteoblastoma, absceso óseo,
osteosarcoma intracortical y con fracturas de estrés. Si es medular, el diagnóstico diferencial se hace con
absceso de Brodie, enostosis y osteoblastoma.
Al contrario del anterior, el osteoma osteoide exige tratamiento quirúrgico, pues no sirve ningún otro
tratamiento (radio, quimio o inmunoterapia). La cirugía consiste en resección en block y radiografía
intraoperatoria de la pieza resecada.
Una alternativa a la resección en bloque es la resección del nido mediante punción bajo TC, que consiste
en localizar el nido y extirparlo; idealmente, después se aplica radiofrecuencia para quemar el resto del
nido. Este procedimiento se utiliza más que nada en las afecciones corticales; es muy difícil hacerlo en la
ubicación medular o esponjosa ,y en esos casos se prefiere la resección en bloque.
La técnica bajo TC tiene menor morbilidad cuando abordar la lesión, desde el punto de vista quirúrgico,
es muy complicado, como ocurre con algunos osteomas osteoides intracapsulares del cuello del fémur, en
los que se debe hacer un gran abordaje, con luxación de la cadera.
Osteblastoma
El osteoblastoma es una lesión muy similar histológicamente al osteoma osteoide, ya que también es
formador de hueso. Tiene una reacción periférica menor que el osteoma osteoide, pero su nido es más
grande, en general mayor de 2 cm.
Afecta a individuos entre la primera y la tercera década de la vida, con un peak en la segunda,
mayormente de sexo masculino. La localización principal es en la columna vertebral, pero también se ve
en fémur, tibia y, con menos frecuencia, en húmero y mano.
Suelen ser asintomáticos y, si producen síntomas, presenta dolor con características menos importante que
las del osteoma osteoide. Es un dolor sordo, poco localizado, de larga evolución, en general más de seis
meses antes de la consulta. Es raro que consulten por aumento de volumen local, ya que, estos tumores se
ubican en la columna.
Como en todos los tumores óseos, el estudio parte con la radiografía convencional, que va a mostrar un
nido intraóseo cortical. El cintigrama óseo muestra gran hipercaptación.
El principal diagnóstico diferencial se plantea con el osteoma osteoide. La gran diferencia está en el
tamaño, pues ambos se localizan en los huesos largos; por lo tanto, si un nido es muy grande, se debe
pensar más en un osteoblastoma. También es importante la evolución clínica, ya que este tumor da menos
síntomas que el osteoma osteoide.
Otro diagnóstico diferencial es con el absceso de Brodie y, si el tumor es muy grande, también se debe
pensar en un quiste óseo aneurismático y en un osteosarcoma. Por otra parte, muchas veces se ve el nido y
poca reacción esclerótica, lo que se puede confundir con una lesión osteolítica; por tanto, el osteosarcoma
es un diagnóstico diferencial con el osteoblastoma.
Hay una variedad de osteoblastoma agresivo parecido, tanto en la presentación clínica como el estudio
imagenológico, al osteoblastoma, pero, en histología, tiene elementos de malignidad, dados por algunos
osteoblastos atípicos. No hay formación de osteoide directamente por la célula tumoral, por lo que no
corresponde el diagnóstico de osteosarcoma, pero la alteración histológica denota algún grado de
agresividad.
El tratamiento del osteoblastoma, tal como está descrito desde hace tiempo, es el curetaje; pero este
tratamiento tiene una alta proporción de recidivas.
En el caso de un osteoblastoma agresivo se puede hacer resección en bloque, como si fuese un sarcoma,
con margen amplio y con criterio oncológico.
En ninguno de los tumores formadores de hueso está indicado ningún otro tratamiento, aparte de la
observación, en el caso del osteoma, o de la cirugía, en el caso del osteoma osteoide y del osteoblastoma.
Peña González, S. Llorente Pendás, C. Rodríguez Recio, L.M. Junquera Gutiérrez, J.C.
De Vicente Rodríguez 06.10.06. Osteomas cráneo-faciales: presentación de 3 casos y
revisión de la literatura. Scielo. http://scielo.isciii.es/scielo.php?
script=sci_arttext&pid=S1130-05582006000500005
http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1019-
43552015000100007