Los Nombres de Dios
Los Nombres de Dios
Los Nombres de Dios
¿Cuál es el nombre de Dios?” Esta pregunta ha sido abordada a través de las edades.
Cuando Dios se apareció a Moisés para ordenarle que fuera ante Faraón, rey de
Egipto, y pidiera la liberación del pueblo de Israel, ¿qué preguntó Moisés? “Dijo Moisés
a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres
me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les
responderé?” (Éxodo 3:13).
En esa ocasión, Dios le dio a Moisés uno de sus muchos nombres: “Y respondió Dios a
Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a
vosotros” (Éxodo 3:14).
Pero, ¿qué sucede con los nombres de Dios? ¿Qué nos revelan sobre Él? ¿Su
naturaleza, carácter, atributos o actitudes? ¿Su esencia misma?
En la Biblia Dios se refiere a Sí mismo con muchos nombres diferentes y cada uno de
ellos nos permite conocerlo un poco mejor. Con frecuencia, cuando uno de éstos es
usado por primera vez en la Escrituras, se nos da información acerca de la
característica o cualidad que Dios está revelando de Sí mismo a través de ese nombre.
Un breve vistazo de los tres nombres de Dios más usados en la Biblia es bastante
revelador.
Es posible que los nombres que más se usan en la Biblia para referirse a Dios sean
dos: Elohim y YWWH.
Para meditar:
Dios es amor (1 Juan 4:8) y es así como nos trata: con amor y con mucha compasión.
Él nos creó y está siempre con nosotros, atento a las necesidades de cada uno de sus
hijos. ¡Tomemos tiempo para sentir su amor paternal!
Para meditar:
«Padre de los huérfanos y defensor de las viudas es Dios en su morada santa» (Salmo
68:5).
Dios quiere traer bienestar y sanidad a todas las áreas de nuestra vida, él no se limita
solo al ámbito espiritual. Él es Dios sanador y su poder se extiende a todo
nuestro ser: espíritu, alma y cuerpo. Él desea sanar las enfermedades que afligen
nuestra alma, nuestras emociones y también nuestro cuerpo. Es así porque la sanidad
forma parte de su naturaleza.
Para meditar:
«Les dijo: «Yo soy el SEÑOR su Dios. Si escuchan mi voz y hacen lo que yo considero
justo, y si cumplen mis leyes y mandamientos, no traeré sobre ustedes ninguna de las
enfermedades que traje sobre los egipcios. Yo soy el SEÑOR, que les devuelve la
salud».»
(Éxodo 15:26)
Ciertamente él cargó con nuestras enfermedades y soportó nuestros dolores,
pero nosotros lo consideramos herido, golpeado por Dios, y humillado.
(Isaías 53:4)
La paz que Dios nos da es una que parece ilógica a los ojos de los demás. No se basa
en las circunstancias o en la ausencia de guerra sino que está basada en la
confianza total de que Dios está con nosotros y de que obrará a nuestro favor en
su momento. La paz que viene de Dios es completa, abarca todos los rincones de
nuestro ser.
Para meditar:
No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten
sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo
entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.
(Filipenses 4:6-7)
La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se
angustien ni se acobarden.
(Juan 14:27)
El Señor es el Buen Pastor que protege a sus ovejas y las guía con cuidado por el
camino de la vida. Él está muy atento, siempre preparado para defendernos del
enemigo (el diablo) que quiere atacarnos y robarnos de su redil. Como Buen Pastor
que es, Dios también provee a nuestras necesidades.
Para meditar:
Dios es el SEÑOR de los ejércitos en su sentido más amplio. Él tiene todo el poder y
gobierna sobre todos los ejércitos del cielo, de la tierra y de todo el universo, los
ejércitos que podemos ver y los que no. ¡Él es Señor sobre todo y sobre todos! El
nombre expresa la inmensa majestad, la autoridad y el poder de Dios y nos da la
seguridad de que estamos en las mejores manos.
Para meditar:
Esta frase aparece en Éxodo, cuando el pueblo de Israel ganó una batalla contra los
amalecitas. Moisés construyó un altar para reconocer que habían vencido porque
llevaban la bandera o el estandarte del SEÑOR Dios Todopoderoso.
Para meditar:
Que te conceda lo que tu corazón desea; que haga que se cumplan todos tus planes.
Nosotros celebraremos tu victoria, y en el nombre de nuestro Dios desplegaremos las
banderas. ¡Que el Señor cumpla todas tus peticiones!
(Salmo 20:4-5)
Me llevó a la sala del banquete, y sobre mí enarboló su bandera de amor.
(Cantares 2:4)
Aquí el sentido es que Dios puede ver todo: el presente, el pasado y el futuro. Él es el
mejor proveedor porque él conoce de antemano lo que vamos a necesitar. Podemos
tener la confianza de acercarnos a Dios con nuestras peticiones y estar seguros de que
él proveerá todo lo necesario, en su tiempo perfecto y de acuerdo con su
voluntad.
Abraham alzó la vista y, en un matorral, vio un carnero enredado por los cuernos. Fue
entonces, tomó el carnero y lo ofreció como holocausto, en lugar de su hijo. A ese sitio
Abraham le puso por nombre: «El SEÑOR provee». Por eso hasta el día de hoy se dice:
«En un monte provee el SEÑOR».
(Génesis 22:13-14)
Para meditar:
Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas
riquezas que tiene en Cristo Jesús.
(Filipenses 4:19)
Yo soy el pan de vida —declaró Jesús—. El que a mí viene nunca pasará hambre, y el
que en mí cree nunca más volverá a tener sed.
(Juan 6:35)
No hay, ni habrá jamás, ningún dios ni ningún hombre por encima de nuestro Dios. Él
es el altísimo, él reina sobre todo y tiene todo el control. Su poder y su majestad
no terminarán jamás, son sempiternos. Cuando nos referimos a Dios como El
Elyon (Dios altísimo) lo estamos exaltando, reconociendo que él es único digno de
adoración.
Para meditar:
¡Alabaré al Señor por su justicia! ¡Al nombre del Señor altísimo cantaré salmos!
(Salmo 7:17)
Que sepan que tú eres el Señor, que ese es tu nombre; que sepan que solo tú eres el
Altísimo sobre toda la tierra.
(Salmo 83:18)
Este término habla de Dios como el que tiene toda la fuerza y todo el poder. Es el
único invencible y en quien encontramos todo el cuidado y toda la protección que
necesitamos. Algunos piensan que presenta la imagen de una montaña o un monte
grande, sólido, en el cual nos podemos amparar. Dios se presentó ante Abram con
este nombre.
Para meditar:
¡Ay de aquel día, el día del Señor, que ya se aproxima! Vendrá como devastación de
parte del Todopoderoso.
(Joel 1:15)
El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso.
Yo le digo al SEÑOR: «Tú eres mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confío».
(Salmo 91:1-2)