Rousseau y Kant
Rousseau y Kant
Rousseau y Kant
Vale la pena resaltar que la perspectiva desde la cual se analiza en este texto
los planteamientos éticos de ambos filósofos va dirigida a lo deontológico, a la
ciencia de la moral pero no referido estrictamente a la moral impuesta por un
colectivo, estipulada en leyes y normas que atiborran libros jurídicos; es “más la
cuestión aplicada por el individuo a su propia regla de conducta, se reduce a
saber: qué es lo que aprueba él mismo, y cuáles son las condiciones
necesarias para que una cosa merezca aprobarse en una ocasión dada.” 1
1
BENTHAM, Jeremy; Deontología o Ciencia de la Moral; 1836 – Link:
https://play.google.com/books/reader?
id=ON2yDOOQT0AC&printsec=frontcover&output=reader&hl=es&pg=GBS.PA19
El principal tratado de Jean Jacques Rousseau a ese respecto vio la luz en el
año de 1762, la referencia en este caso es a su obra Emilio o de la Educación.
Rousseau plantea en este libro una crítica y así mismo una propuesta respecto
a la moral en la sociedad, la manera en que unas voluntades individuales
pasan por encima de otras sin respectar el ideal de un conjunto, o la
susceptibilidad de los otros. La mejor manera para presentar su planteamiento
sobre la ética la expone desde la hipotética situación de la formación de un
niño que crece alejado de la corrupta sociedad, separado de los vicios y
vejaciones que caracterizaban a la sociedad de la época, y que no distan
mucho de la sociedad actual. Rousseau parte de la idea de que “Todo sale bien
de las manos del creador, todo degenera en las de los hombres” 2 y que uno de
los principales pasos hacia la conformación de un correcto estado de las cosas,
una sociedad guiada por los preceptos de la naturaleza más no por los
intereses particulares de los hombres, es la educación.
Entendiendo que el ser humano pueda recibir una buena educación que le
permita comprender la importancia de la razón y la comprensión de la
naturaleza, Rousseau entiende que no solo comprender la naturaleza basta
sino que se apoya en el fundamento de la compasión (que hoy entenderíamos
mejor como empatía) y que se basa en la compresión de la realidad del otro, o
como bien se podría poner en términos coloquiales, “ponernos en los zapatos
del otro”, comparar el sentimiento de los demás con el propio para empezar a
estructurar así una sociedad basada en el uso de la razón por encima del
instinto individual generando juicios objetivos, cada vez más imparciales
entendiendo que el justo juicio moral surge de la sensibilidad bien educada que
a su vez propone una moral en contra del interés de quienes pretenden
dominar a otros.
Uno de los temas que pasa por la lupa de Jean Jacques Rousseau es el que se
refiere a la propiedad privada pues esta se puede entender como una
aberración contra la naturaleza, contra la razón, contra la luz; esto debido a que
2
ROUSSEAU, Jean-Jacques; Emilio o de la Educación, 1762, Link:
http://www.escritoriodocentes.educ.ar/datos/recursos/libros/emilio.pdf Pag. 8.
una voluntad pasa a imponerse sobre la de otro y de esta manera genera un
descontento fuerte en el individuo sometido puesto que no desempeñará una
actividad a gusto al verse constreñido por un fuerza opresora, ya que es su
voluntad la que ha sido doblegada, y no desempeña un trabajo por voluntad,
sino por necesidad, por instinto de supervivencia. Así pues, desde campo de la
ética, la propiedad privada propone un ambiente plagado de desigualdad moral
que atenta contra los principios y sobre todo los fines de una sociedad ilustrada
que reconozca en cada hombre su valor como fin, y no simplemente como
medio. A este respecto la propuesta de Rousseau como se mencionó
anteriormente es la educación de hombre para que no se deprede con sus
congéneres; Homo hominis lupus est (el hombre es lobo para el hombre).3
3
HOBBES, Thomas; Leviatán, o la materia, forma y poder de una república eclesiástica y civil; 1651.
de dejarse llevar por la razón siempre y cuando esta vaya orientada en no ser
dañina para nadie, y de hecho no debería serlo pues el racionalismo encuentra
en la verdad su norte, su luz, por lo tanto todo acto que se realice dirigido por la
razón no tiene por qué estar equivocado.
4
KANT, Immanuel; Fundamentación de la Metafísica de las costumbres, 1797, Link: