Nociones Generales de Los Contratos

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Contratos

El contrato es una institución jurídica que ha sufrido evoluciones a lo


largo de la historia. Institución fundamental del derecho civil. El contrato
no es otra cosa que la manifestación del ser humano en sociedad que
responde a un contexto histórico especifico. El concepto de contrato se ha
permeado por un sinfín de razones extrajurídicas que entran a influir en el
contenido del contrato, como lo puede ser las “necesidades”. Permite la
circulación de las riquezas donde cumple una importante función social-
económica (de la máxima importancia). Una relación de cooperación.

Francesco Mishineo: “El contrato tiene una función de intercambio, de


crédito -por ejemplo, los contratos bancarios-; aunque también tiene una
función de garantía -prenda, hipoteca, fianza [en desuso]-, una función de
custodia -contratos a la conservación de bienes ajenos; por ejemplo, el
contrato de depósito-, función de previsión -contratos de seguro [Decreto
410 de 1971], de salud-, función conciliadora -transacción, conciliación, el
arbitraje-, función de cooperación -contrato de mandato y de sociedades-”.

El contrato es un mecanismo ideado por el ser humano para crear


obligaciones que el ordenamiento jurídico reconoce y regula. Su
antecedente es el fundamento que justifica la obligatoriedad del contrato
bajo el principio del pacta sum servanda. La realidad contractual tiene un
ritmo mayor al del derecho, por eso los fundamentos de los contratos
cambian. Desde el punto de vista antropológico, el contrato es una
manifestación cultural referente a la vida en sociedad.

En la contemporaneidad, el contrato es una herramienta para la


organización y previsión de nuestro futuro. El contrato más que un vínculo
de interés es una alianza que se puede conceptuar místicamente, siendo
un fenómeno, principalmente, económico. Centro de la vida de los
negocios.

“Acto jurídico bilateral que crea derechos y obligaciones entre las partes ”

Históricamente, en derecho romano no tiene una definición de contrato;


desde Rómulo y Remo, hasta la recopilación Justiniana, lo que tenían
unas tablas con silogismos. El contrato se entendía era como una forma
(por ejemplo, las tablas ya mencionadas).

Concepto. Es un mecanismo para crear obligaciones. Fuentes de


obligaciones. Aunque obliga es dependiendo de los contextos históricos
específicos; donde se ha de considerar el principio de la autonomía de la
voluntad1. Se pude resumir como un acuerdo de voluntades. Artículo 1494-
1
Capacidad o potestad que el Estado le entrega a los particulares para que estos creen,
modifiquen o extingan relaciones jurídicas. Así, el vínculo contractual que nace entre las
1495 del CC. El concepto evoluciona hacia el interés de las partes. Es un
deber de conducta del deudor: Pues tradicionalmente, se entiende desde la
perspectiva del deudor, sus obligaciones, el vínculo que nace de carácter
obligatorio.
El contrato no debe entenderse como una convención. Son diferentes, son
independientes. La convención es el género, una gran familia; mientras
que el contrato es la especie, una suerte de convención. Así las cosas, todo
contrato será una convención, pero no toda convención será un contrato.
Mirar el artículo 864 del C.Co., que se aproxima más a la idea de negocio
jurídico, donde se puede observar negocios de colaboración. Hay contrato
cuando dos o más personas se ponen de acuerdo con reglar sus relaciones
(Mirar el Código Civil Argentino).

__________
Jorge López Santamaría: “El contrato es un acuerdo de voluntades es un
acto jurídico bilateral que crea obligaciones respecto del deudor, pero a
veces crea obligaciones respecto del acreedor (como recibir el precio,
entregar la cosa)”. Utensilio de organización social de las necesidades,
desde las más simples hasta las más complejas. “Relación jurídica bilateral
que crea obligaciones supra independientes de las partes”. El contrato es
una potestad que el ordenamiento jurídico le da a las partes para regular
sus relaciones jurídicas a través del principio de la autonomía de la
voluntad. No obstante, entenderlo así tiene un roce con la naturaleza de
los contratos atípicos que no han sido reconocidos por el ordenamiento
jurídico; pues lo que prima es el principio de la autonomía de la voluntad
de las partes. El contrato debe entenderse como un instrumento
disciplinario que encaja a las partes en un marco de acción para cumplir
dentro de la norma y sus obligaciones a cargo; es decir, comportarse como
lo que es, comprador como comprador y vendedor como vendedor.

Críticas al Concepto de Contrato en el Art. 1495 del CC.


1. Se considera que nuestra legislación más que definir el contrato, define
es a la obligación pues se alude a la prestación como objeto del contrato,
siendo esta el objeto de la obligación.
2. Apunta más a la convención que al contrato, más al género que a la
especie
3. El C.Co tiene una definición más acertada pues es más cercana al
concepto de negocio jurídico, pues no se confunde el objeto del contrato
con el objeto de las obligaciones.
4. El concepto del contrato es más reciente pues hace referencia al
concepto de autonomía de la voluntad que es la potestad que el
legislador le entrega a las partes para que cree, modifique o extinga
relaciones jurídicas. Su limite es el orden público, la buena fe, la moral,
las sanas costumbres, etc. No ha de ser transgredido.

partes obliga al deudor a cumplir


Elementos.
1. Factor obligacional. El contrato exige del deudor ciertos deberes de
conducta, la prestación de dar-hacer o no hacer. Es limitada porque
solo contempla los deberes de conducta del deudor, falta la
perspectiva del acreedor; es decir, la satisfacción del interés.
2. El contrato como acuerdo de voluntades . Se relaciona con los
fundamentos liberales, donde se asume que el dogma de la autonomía
de la voluntad sostiene la obligatoriedad. Así el contrato es el
resultado del acuerdo de voluntades, posición reciproca que están las
partes en el acuerdo negocial, composición de intereses. Composición
heterogénea de los intereses de las partes deudor-acreedor. Siempre
ha de coincidir la voluntad de las partes.

La crítica es el “nuevo derecho de los contratos”, se estructura desde el


propósito practico de los negocios jurídicos. Va de la mano de las nuevas
tecnologías, donde el negocio jurídico ha de ser entendido no solo como un
mecanismo que crea, modifica o extingue relaciones jurídicas, sino que
tiene un espectro más amplio donde los particulares organizan sus propios
intereses. Al obligarse una parte, mediante un contrato, lo hace para
satisfacer determinados intereses. Enfilarse el ordenamiento jurídico a los
particulares para la realización de sus intereses. Debe entenderse como
una relación de cooperación mediante la cual las partes que actúen en ese
negocio jurídico buscan la satisfacción de sus intereses. Por eso ha de
reglarse esas proyecciones, expectativas, riegos para obtenerse el propósito
que las partes desea. En este sentido, las prestaciones son el objetivo que
permite realizar la composición de fines, de intereses, que atienen a la
causa licita de los contratantes. El acreedor debe allanar el camino para
que el deudor satisfaga la prestación. No se trata de privilegiar los
intereses propios sobre los intereses de los demás.

Así, “la satisfacción de los intereses de las partes” es lo que se quiere en


casos concretos, un propósito práctico, lo que impulsa. Es la adquisición
de una cosa o dar un precio por ella; su función, su utilidad (lo que se
espera obtener de un negocio jurídico). No obstante, esa manera de
concebir el interés contractual ha de ser limitado, pues el propósito que los
contratantes quieren satisfacer no debe diferir entre la naturaleza de los
contratos y la voluntad (compraventa para insolventarse), el intereses que
se plasma en el negocio jurídico. Como es un medio de distribución de
riesgos ante un posible incumplimiento contractual, hechos futuros
inciertos que no depende la voluntad de las partes; es sobreviniente; por
eso el contrato es una cooperación, no un medio para “tumbar” a otros.
Así, es como debe concebirse el riesgo contractual, lo que se negocia. Se
deben delimitar los intereses buscados por las partes.
El contrato no solo es la satisfacción de las obligaciones del deudor; sino
también, garantía de satisfacción de los intereses del acreedor. El contrato
traspasa los límites del deber de cumplimiento, de la prestación, con
fundamento del contenido del contrato. El contrato es una suerte de
convención (Especie-género). Así las cosas, no son lo mismo.

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