Arte Islámico
Arte Islámico
Arte Islámico
ÍNDICE
0.-INTRODUCCIÓN
1.- PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS
1.1.- Fundamentos del arte islámico
1.2.- La arquitectura islámica
1.2.1.-Caracteres generales.
1.2.2.- Una construcción representativa: la mezquita.
1.2.3.- El jardín islámico
1.2.4.- El urbanismo islámico
1.3.- Períodos y dinastías en el arte islámico oriental
1.3.1.-La etapa Omeya.
1.3.2.-La etapa Abasida.
1.3.3.-Pueblos orientales y ámbito otomano.
2.- SU PRESENCIA EN ESPAÑA: EL ARTE DE AL-ANDALUS
2.1.-Coordenadas históricas y definición del arte de Al-Andalus
2.2.-Fases principales.
2.2.1.- El período cordobés.
2.2.2.- Los Reinos de Taifas.
2.2.3.- Almorávides y almohades.
2.2.4.- La Granada nazarí.
2.3.- Otras modalidades artísticas.
3.- CONCLUSIÓN
4.- COMENTARIO BIBLIOGRÁFICO
5.- ESTUDIO DE UNA OBRA REPRESENTATIVA
0.- INTRODUCCIÓN
La presencia de la Historia del Arte en nuestra especialidad se justifica por la necesidad de una
materia que desde la posición reflexiva y crítica de las Ciencias Humanas sea capaz de aproximar al
alumnado a la comprensión de la complejidad del lenguaje visual desde la perspectiva histórica y ponerlo en
relación con los factores sociales, económicos y culturales que producen los miles de imágenes, de diseños,
de espacios y de símbolos que están modelando, desde la cultura de masas, su sensibilidad, sus señas de
identidad, su modo de vestir e incluso sus condiciones de vida. Así pues, en la era de la imagen, de la cultura
audiovisual y donde las nuevas tecnologías hacen que todo el mundo hable de iconos, símbolos y diseño, la
enseñanza de la Historia del Arte no tendría que ser justificada. Debería estar presente en la formación
integral de cualquier persona, para poder permitirle estructurar su propia experiencia estética y poder ampliar
sus posibilidades de comprender y disfrutar de las creaciones artísticas históricas y actuales. Además si
queremos educar para la libertad, aspectos como los impulsos creativos, la imaginación y la percepción,
deben ser analizados, reflexionados y potenciados. Iniciar en la lectura de obras de arte permite decodificar
el lenguaje de las formas y reflexionar sobre los contenidos, lo que a la vez que ofrece una herramienta para
analizar el mundo actual cargado de imágenes, permite descubrir el valor del Patrimonio como transmisor de
emociones, valores e ideas a través del tiempo y del espacio, una verdadera y cercana máquina del tiempo
que puede ser perfecta para la educación de una juventud abierta a explorar el apasionante mundo de los
sentidos y de la creación. Además, como decía Braudel la Historia del Arte tiene una entidad propia como
disciplina autónoma con sus propios métodos y objetivos. Considerarla un capítulo de la Historia General,
supone ignorar el carácter universal, intemporal y transcultural de su objeto central, el Arte. Relegarla a un
capítulo de la historia social, de la historia de las religiones o de la vida cotidiana, impediría otorgar a la
producción artística la atención especial que requiere. Igualmente no debe olvidarse que las obras de arte son
documentos que reflejan el sentir de una época o de un hombre y que han de ser entendidas desde la óptica
del artista que las creó y de la sociedad que las encargó. Sin embargo, no son meros documentos históricos,
sino en cierta medida, son también actuales, están vivos y continúan enviándonos su mensaje y por su
carácter polisémico permiten multitud de lecturas. Al estar presentes en nuestra época actualizan la historia,
de algún modo, informándonos de aquellos aspectos que el documento histórico difícilmente comunica:
mentalidad, sentimientos, afectos, emociones religiosas, principios morales, éticos o estéticos, transgresiones
morales o culturales. En resumen, por el resquicio de la creación artística salen al exterior una serie de rasgos
individuales, sociales y culturales que de otra manera no tendríamos manera de conocer en las culturas ya
extinguidas.
Esta virtualidad formativa de la Historia del arte se recoge de una u otra forma en el marco legal que
ampara nuestra disciplina [DECRETO 231/2007, de 31 de julio, por el que se establece la ordenación y las
enseñanzas correspondientes a la educación secundaria obligatoria en Andalucía. (BOJA 8-8-2007); ORDEN
de 10-8-2007, por la que se establece la ordenación de la evaluación del proceso de aprendizaje del
alumnado de educación secundaria obligatoria en la Comunidad Autónoma de Andalucía. (BOJA 23-8-
2007); ORDEN de 10-8-2007, por la que se desarrolla el currículo correspondiente a la Educación
Secundaria Obligatoria en Andalucía. (BOJA 30-8-2007; ORDEN de 5-8-2008, por la que se desarrolla el
currículo correspondiente al Bachillerato en Andalucía. (BOJA 26-8-2008) y ORDEN de 15-12-2008, por la
que se establece la ordenación de la evaluación del proceso de aprendizaje del alumnado de bachillerato en la
Comunidad Autónoma de Andalucía].
De forma concreta, el tema que aquí nos ocupa contribuye a la configuración de nuestra disciplina
mediante el desarrollo de una serie de líneas fundamentales marcadas por convertirse en un arte que recogió
la herencia de civilizaciones anteriores y dirigió sus elementos, imprimiéndoles su propia marca; por su
extraordinaria personalidad, por el enorme arco geográfico de expansión: India, Península Ibérica, Siria,
Egipto, norte de África, unido cultural y religiosamente y que, a nivel historiográfico, sustentan sus bases
de conocimiento en autores como Patrice Creswell, Christian Ewert, Oleg Grabar, Richard Ettingausen;
Georges Marçais, Torres Balbás, Basilio Pavón, Gómez Moreno, Borrás Gualis o Acién Almansa.
El Islam se va a extender de manera prodigiosa durante los siglos VII y VIII tras la muerte de Mahoma en el
632. En el 633 los árabes arrebatan Siria a los Sasánidas. Entre 635 y 638 comienzan la conquista de Irán
acabando en el 642 con la conquista total y el fin del imperio sasánida. Paralelamente otros ejércitos árabes
comienzan la conquista del norte de África arrebatando Egipto y la Tripolitania a Bizancio. En el 670 cae
Túnez, denominada Ifriquiya. En el 710 ocupan todo el Magreb (Argelia y Marruecos).
Entre el 711 y el713 los árabes conquistan España y llevan sus ejércitos hasta Poitiers (Francia) en el 732,
donde son derrotados. En Asia, los ejércitos musulmanes llegan a Samarcanda, asegurando su presencia tras
la derrota de los ejércitos chinos en el 750- 751. Entretanto, en el 711, habían conquistado la provincia del
Sind en la India.
Y así, en poco más de un siglo, el imperio de los califas árabes se extendió desde el Turkestán hasta España y
puso en peligro la India. El reino Sasánida, que tenía más de tres siglos de existencia y era el continuador de
la tradición milenaria de Persia, había sido simplemente borrado del mapa. El poderoso imperio bizantino
quedaba en pie, pero había perdido varias de sus provincias más ricas y civilizadas: Siria, Palestina con los
Santos Lugares cristianos, Egipto con Alejandría, por no hablar de todo el litoral mediterráneo de África.
3. CARACTERÍSTICAS DEL ARTE ISLÁMICO
El arte islámico es un arte condicionado por la religión. Por lo tanto, es un arte religioso.
Entre sus características se destacan:
ES UN ARTE SINCRÉTICO. Asimila los elementos artísticos y culturales
de los territorios conquistados. El mundo islámico crea con enorme rapidez un arte rico y variado, en el
que existen poquísimos aportes de Arabia. Son, por el contrario, la tradición clásica, el arte bizantino, el
persa y el de los pueblos sometidos los que, con sus elementos y técnicas propios, constituyen la base del
arte islámico. La original selección de motivos, la fusión de formas y la yuxtaposición de elementos da como
resultado un arte propio.
ES UN ARTE UNITARIO. Pese a la gran extensión territoral es un arte homogéneo que está unido a la
religión que es el lemento que une y la base de su arte. El mundo islámico engloba multitud de etnias y
países, con sus peculiaridades geográficas y climáticas. Pese a ello, todos están unidos por la misma religión
y por el empleo de la lengua árabe. Este hecho hace posible la
creación de una auténtica identidad supranacional, manifestada en un modo de pensar y de actuar común y
en la creación de un arte peculiar.
ES UN ARTE ICONOCLASTA O ANICONISTA. No pueden representarse a Dios, y por lo tanto su
representación gráfica es imposible. Se prohíben las imágenes porque no tiene cabida en esta religión. Sólo
pueden representarse palabras, que es la forma en la que se transmite el mensaje del Islam a través del Corán.
Por lo tanto, la arquitectura será más importante que la pintura y la escultura. El arte musulmán utiliza un
número limitado de fórmulas básicas: la caligrafía, la geometría, los motivos vegetales y los figurativos.
ES UN ARTE DECORATIVISTA. Los artistas musulmanes, pese a la falta de originalidad, hacen gala
de una nueva manera de entender y trabajar la ornamentación. En su afán por decorar las superficies dotan a
sus monumentos y objetos artísticos de un complicado revestimiento, que niega u oculta la auténtica
estructura. Tales recubrimientos originan, junto a efectos de inusitada riqueza, ilusorios valores
tridimensionales. Ello es posible gracias a la utilización de materiales reflectantes, a la reiteración de motivos
y al contraste de texturas. La decoración es fundamental en el caso de la arquitectura, pues no se limita a
recubrir superficies, sino que también incide en la transformación del espacio, sirviendo, a su vez, para diluir
o anular las diferencias entre los elementos estructurales y los decorativos.
3.2 CARACTERÍSTICAS DE LA ARQUITECTURA ISLÁMICA
La aridez y el clima extremo del medio físico condiciona todos los elementos de la arquitectura
islámica. Además, este hecho provoca que la arquitectura se vuelque hacia el interior, buscando
espacios frescos y confortables, en detrimento del exterior, que son sencillos y pobres.
Por lo tanto, se habla de una arquitectura hecha para ser contempladas desde el interior y no desde
el exterior. De hecho, las ciudades islámicas se conocen con el nombre de “ciudades sin rostro”. Es
por ello que, entre las características de la arquitectura islámica se destacan:
3.2. LA MEZQUITA: FUNCIÓN Y FORMA
4. EL ARTE HISPANOMUSULMÁN
4.1. BREVE CONTEXTO HISTÓRICO DE AL-ANDALUS
En Al- Andalus se desarrolla una variante del arte islámico durante el periodo de presencia musulmana en la
Península Ibérica, dando lugar al llamado arte hispanomusulmán.
4.1. PERIODO DEL CALIFATO DE CÓRDOBA: LA MEZQUITA DE
CÓRDOBA Y MADINAT AL-ZAHRA
A) MEZQUITA DE CÓRDOBA
La gran mezquita de los viernes o aljama de Córdoba13 constituye un monumento capital en la formación
del arte hispanomusulmán, no sólo por su carácter de foco artístico cortesano desde el que se difunde el arte
cordobés, sino porque, además, las diversas ampliaciones que experimenta a lo largo de este período
permiten analizar la evolución del arte cordobés a través de estas etapas constructivas.
La disposición de sus
edificios en el interior de la
ciudad quiere constituir,
pues, un reflejo claro del
orden y la jerarquía que
gobierna el Estado.
En la superior están las
dependencias palatinas entre
albercas y huertos. Hemos
de destacar el Salón Rico
(953-57), destinado a recibir
a las embajadas extranjeras
procedentes de Bizancio, de
la corte imperial alemana, de
los reinos cristianos del
norte y, sobre todo, de las
tribus aliadas del norte de
África. Su estructura
arquitectónica y la
decoración mural definen
absolutamente el arte califal,
que después será copiado en
los reinos táifas, aunque de
forma mucho más humilde.
Se perfilan las proporciones del arco de herradura canónico: tres de alto por cuatro de ancho; se crea el
capitel de avispero y se importan motivos ornamentales persas como el árbol de la vida que se integra en el
ataurique. Pero esta decoración está realizada con una nueva técnica basada en la talla de los motivos
decorativos sobre una piedra caliza superpuesta a la constructiva.
De las habitaciones privadas nada se ha descubierto.
En la intermedia estaban las oficinas y las viviendas de los ministros, separadas de aquellas por
jardines.
La baja se componía de la mezquita, la Casa de la Moneda, el centro artesano oficial, el zoco y las
casas de la población divididas por barrios.
Las características de este palacio-ciudad no se diferencian mucho de otros grandes centros islámicos de
Oriente o N. de África: la situación preeminente del palacio en el conjunto, la posición secundaria de la
mezquita con relación al palacio, y el aislamiento de la zona palaciega respecto a su entorno próximo
mediante grandes espacios abiertos.
La decadencia vino muy pronto. Tras la muerte de Al-Hakem en 976 el poderoso primer ministro de Hisam
II, Almanzor, trasladó todo el aparato administrativo al nuevo centro urbano que había construido al este de
Córdoba -Madinat al-Zahira-. Privada de sus funciones esenciales, al-Zahira quedó reducida a mera
residencia de Hisam. Las primeras destrucciones datan de 1.010
Esta breve ciudad expresa mejor que ninguna otra los enunciados del urbanismo árabe temprano, libre de los
procesos de otras ciudades ininterrumpidamente habitadas (El Cairo, p.ej.) que acabaron distorsionando el
modelo inicial, ofreciendo el estereotipo de ciudad densa, abigarrada y aparentemente caótica.
CUARTO DE COMARES.
Construido en tiempos de Yusuf I (2º 1/4 siglo XIV). Es lo más granadino del conjunto.
Consta de dos patios:
- Mexuar (Sala del Consejo de visires; posteriormente capilla cristiana), es el más pequeño y servía para
administrar justicia. Sólo tiene arquerías en uno de los frentes estrechos y a él se abre la gran portada del
palacio, protegida por un voladísimo alero de madera ricamente decorado. Por otra puerta se comunica con el
otro patio. En el otro lado del Mexuar hay un oratorio con su pequeño mihrab con arco de herradura. Es de
principios del s.XIII, por lo que hay quien lo considera almohade.
- Patio de la Alberca o de los Arrayanes.- Pórticos de columnas en sus dos frentes estrechos y un largo
estanque central; tras uno de los pórticos, Carlos V destruye la obra musulmana y construye su palacio, tras
el otro pórtico está la Sala de la Barca, estrecha y larga con cubierta de madera decorada con lacería y con
alcobas en los extremos; tras ella está el Salón del Trono o de Comares, alojado en una gran torre, la
inmediatamente mayor que la de la Vela; es una estancia cuadrada cuyas ventanas, por el gran grosor del
muro, son auténticos gabinetes, en uno de los cuales está el trono. El interior aparece decorado con
materiales frágiles y pobres como barro, yeso, madera, pero mágicamente convertidos en obras de arte tanto
en el suelo como en las paredes, pero tal vez destaque el artesonado de carpintería del techo donde se
representan esquemáticamente los siete cielos superpuestos del cosmos musulmán, presididos por el trono de
Alá en el octavo cielo. Tanto en la Barca como en el Trono hay importante decoración epigráfica.
- Se completa, contiguamente a la torre, con baños que constan de la Sala de las Camas y los baños
propiamente dichos.
4.6. EL ARTE
MUDÉJAR
El término “mudéjar”
hace referencia a la
población musulmana
que vive bajo dominio
cristiano tras la
conquista de su
territorio, a cambio de
un impuesto,
conservando su
religión y un status
jurídico propio. El
mudéjar es un arte, a
veces, no bien
enclavado en la
Historia del Arte pues
unos historiadores lo
ven como un epígono
del arte islámico y otros como un periodo del arte cristiano en el que aparece la decoración islámica. Sin
embargo el arte mudéjar es una nueva realidad artística, ni islámico ni cristiano, sino un producto del
“maridaje”, como dijo Amador de los Ríos, “de lo musulmán y lo cristiano”. En este sentido, pueden
diferenciarse diferentes variedades en el mudéjar como el aragonés, el castellano- leonés o el valenciano.
Entre sus elementos estructurales destacaría la construcción de torres campanarios que repiten los esquemas
de los alminares (TORRE DE SAN MARTÍN DE TERUEL Y TORRE DE LA CATEDRAL DE TERUEL).
También se utilizan los arcos de tradición islámica, como los turnidos o los de herradura, así como una
concepción espacial en los interiores, también de influencia islámica. Se destaca la gran ornamentación
(Horror Vacuii) . Utilizan materiales constructivos pobres (ladrillo o yeso). La utilización de la madera en las
techumbres constituye uno de los elementos más representativos del arte mudéjar, tanto en España, como en
América, adonde fue exportada esta técnica.
La arquitectura civil mudéjar ofrece caracteres parecidos a la religiosa, aunque propende más al uso del arco
redondo y al de herradura. Son notables los alcázares reales de los siglos XIV y XV, como el de Sevilla y, en
parte, el de Segovia; elpalacio de Alfonso XI en Tordesillas; los palacios de los prelados y magnates de los
siglos XV y XVI, como el de Alcalá; el palacio del Duque del Infantado, en Guadalajara; el de los Duquesn
de Alcalá en Sevilla.