Terapia Feminista

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Universidad del Valle de Guatemala

Facultad de Educación
Licenciatura en Psicopedagogía
Principios y Teorías de la Consejería
M.A. Ana María Cáceres

Enfoques terapéuticos
Terapia Feminista

Elizabeth Michelle Guerra Oliva 11619


Bianka Mariana Morales Álvarez 11495
Claudia Ximena González Santos 15715
Ana Gabriela Alarcón López 15483

Guatemala, 2 de septiembre de 2015.


Introducción

    La terapia feminista nace de los ideales de igualdad y libertad de las mujeres
sobre su propia situación existencial y social, teniendo como principales
objetivos el ayudar a las pacientes a comprender distintas situaciones, trabajar
en su auto-confianza, potencializar sus habilidades interpersonales y, por tanto,
mejorar su calidad de vida.
La característica principal de la terapia feminista es que permite a los
clientes determinar sus propios destinos sin la construcción de estereotipos,
pues intenta facilitar la igualdad (en cuanto poder personal) entre mujeres y
hombres.
Entre las fundadoras de esta terapia se pueden mencionar Jean Baker
Miller, Carolyn Zerbe Enns, Oliva M. Espin y Laura S. Brown, quienes cuyos
aportes son los considerados los más importantes hacia esta terapia, tales
como la expansión de la teoría, su aplicación a nuevas situaciones, la
enseñanza y capacitación en temas multiculturales, entre otras. La aplicación
de esta terapia, permite el desarrollo de distintos factores, tales como:
independencia, firmeza, flexibilidad, aprender a confiar en uno mismo y en los
demás.
Se muestran algunos principios en los cuales se sientan las bases de esta
terapia, que son fundamentales al momento de reconocer el impacto que
tienen  algunos factores en la vida de las personas. También permite conocer
la importancia que le dan los terapeutas a la diversidad cultural y a la
diversidad de sus clientes, demostrando así un constructivismo social.
Índice:

I. Trasfondo histórico.

II. Figuras principales (fundadoras y exponentes).

III. ¿Qué es la terapia feminista?

IV. Principios y enfoques de la Teoría Feminista.

V. Características de la Teoría Feminista.

VI. Conceptos claves.

VII. Metodología de la Terapia Feminista.

VIII. Metas terapéuticas.

IX. Rol de la relación terapéutica.

X. Resultados de la terapia.

XI. Técnicas del enfoque.

XII. Aplicación teórica.

XIII. Algunas otras aplicaciones teóricas y terapéuticas.

XIV. Fortalezas de la Teoría.

XV. Debilidades de la Teoría.

XVI. Aportes.

XVII. Limitaciones.
Terapia Feminista

I. Trasfondo histórico:

En 1960 en Estados Unidos, inicia el movimiento feminista, el cual desarrolló ideas


sobre los derechos y la igualdad de las mujeres. En los años 90’s un grupo de
mujeres proclamaron su insatisfacción hacia el trato discriminatorio que se le daba
a la mujer en una sociedad con una ideología patriarcal. Más tarde, luego de
varias luchas sociales, se inició la teoría feminista como resultado de varios
movimientos de “hermandad” y de “concienciación” entre grupos de mujeres, junto
a críticas hacia la psicología por no atender efectivamente las necesidades
particulares de las mujeres.

Esta teoría, no posee bases fundamentadas científicamente, sino que su base


filosófica es el feminismo. El objetivo principal que se buscaba alcanzar al
momento de implementarla como una teoría, fue el de derrocar el patriarcado y
terminar con la desigualdad de géneros a través de la transformación cultural y el
cambio social.

Al reconocer que la terapia feminista, tiene sus bases fundamentadas en el


“feminismo”, es más un enfoque filosófico que una teoría o técnica (Wyche & Rice,
1997); sin embargo,  su eje central incluye la interacción de género con distintos
aspectos, como: raza, clase social, desigualdad. A su vez, incorpora
planteamientos, prácticas y acciones inherentes a estos aspectos en los que las
ideologías, estructuras sociales y el comportamiento están estrechamente
vinculados. Laura Brown (1994) define la terapia feminista como una práctica
terapéutica basada en políticas feministas, filosóficas y de análisis.

II. Figuras principales (fundadoras y exponentes)

A continuación se presentan algunas de las principales fundadoras y precursoras


de la terapia feminista, teniendo en cuenta que esta corriente fue el fruto del
trabajo de varias mujeres.

 Jean Baker Miller, profesora de clínica de psiquiatría en Boston. Escribió


hacia una nueva psicología de la mujer, colaboró con diversos grupos de
estudios y colegas en el desarrollo de la teoría relacional-cultural. Hizo
importantes contribuciones hacia la expansión de esta teoría y la
exploración de una nueva aplicación a cuestiones complejas en la
psicoterapia, incluyendo las cuestiones de diversidad, acción social y el
cambio de lugar de trabajo.

 Carolyn Zerbe Enns, profesora de psicología y colaboradora de los estudios


étnicos y de género, sexualidad y programas de estudio de la mujer del
colegio Cornell. Entre sus intereses académicos se encuentran: La multi-
culturalidad, Feminismo y perspectivas transnacionales sobre la
psicoterapia y la pedagogía.

 Olivia M. Espin, es pionera de la teoría y la práctica de la terapia feminista


con mujeres de diferentes orígenes culturales y ha realizado una amplia
investigación acerca de la enseñanza y la capacitación en temas
multiculturales de la psicología. Siendo ella latinoamericana, nacida en
Cuba basó sus estudios en la psicoterapia con mujeres latinas, inmigrantes
y refugiados, la sexualidad de las mujeres latinas y la capacitación de
médicos para trabajar con poblaciones multiculturales.

 Laura S. Brown, psicóloga clínica y forense en la práctica independiente de


Seattle. Escritora y conferencista sobre la teoría de la práctica feminista,
ofreciendo talleres con temas como el tratamiento de traumas, competencia
cultural, evolución psicológica y ética.

III. ¿Qué es la terapia feminista?

Según Brown (2010) el enfoque feminista “es un enfoque postmodernista,


integrativo, que enfatiza el análisis de género, de poder y el social como
estrategias de cambio”. Además se indica que es el acercamiento más
apropiado al género; las perspectivas de,  interaccionismo y de duración de
vida conocida como Life span o ciclo de vida, sirven de orientaciones
teóricas y de enriquecimiento a este enfoque de la consejería.

El enfoque de terapia feminista se centra en la interacción del género


trabajando aspectos como: clase social, raza y desigualdad. Esto indica que
la teoría feminista involucra planteamientos, prácticas y acciones en los
cuales las ideologías, estructuras sociales y la conducta están
estrechamente relacionadas, este fundamento social es la distintiva
característica del enfoque feminista dentro de los demás enfoques teóricos
utilizados en la consejería profesional.
Este se sustenta en un marco teórico conceptual  proveniente de las teorías
de diversidad cultural, relacional cultural y la teoría de justicia social. Son
las anteriores teorías las que brindan un fuerte sentido de aspiración a
alcanzar la equidad y la justicia en la relaciones dentro de la sociedad,
además de ofrecer aportaciones a la disciplina. En sí, estas teorías
establecen que para las mujeres, la conexión y la relación con los demás
juegan  un papel fundamental, ya que el sentido de identidad se desarrolla y
se solidifica en el contexto de relaciones.

El enfoque feminista se basa en una única perspectiva de entendimiento


acerca del proceso de socialización de las mujeres; es dentro de este que
se establecen las metas principales y la definición en sí, del enfoque
feminista dentro de la consejería. La terapia feminista que parte de dicho
enfoque, es la práctica terapéutica basada en la filosofía política y el
análisis feminista.  Fundado en un marco previamente especificado,
feminismo multicultural especializado en la psicología de la mujer y de
género, que conduce a implementar estrategias, técnicas y soluciones con
planteamientos que conllevan  a una transformación y cambio social; una
modificación en el estilo de vida personal que contribuya en efecto a las
relaciones interpersonales y desarrollo social, emocional y político.

IV. Principios y Fundamentos del enfoque:

 Reconoce que el hecho de ser mujer se produce siempre en un contexto


cultural, social, político, económico, histórico, afectando el desarrollo a
través del largo de vida.
 Se enfoca en factores culturales, sociales, políticos, económicos e
históricos, de la vida de las mujeres.
 Incluye un análisis de la energía y su relación con las múltiples maneras en
las que una mujer puede estar oprimida; factores como: género, raza, clase,
etnia, orientación sexual, edad y la capacidad corporal, ya que se consideró
que eran aspectos que por separado o su combinación, pueden causar la
opresión.
 Apoya la idea que la violencia contra la mujer, ya sea cubierta o encubierta,
es emocional, psicológica, física y espiritualmente dañino.
 Reconoce que la misoginia existe en la vida de todas las mujeres y que es
emocional, psicológica, física y espiritualmente dañino.
 Se enfoca principalmente en las fortalezas y no en las debilidades. Por
tanto, los comportamientos de las mujeres son vistos como esfuerzos
entendibles para responder de forma adaptativa a las ideas opresivas.
 Comprometida con el cambio social que apoya la igualdad en todo
momento.
 Está basada en el monitoreo constante y explícito del equilibrio del poder
entre el terapeuta y el cliente, y presta atención al posible abuso y mal uso
de este poder dentro de la relación terapéutica.
 Se esfuerza hacia una relación igualitaria basada en el respeto mutuo.
 Es un proceso de colaboración en el que el terapeuta y el cliente establecen
las metas, dirección y el ritmo de la terapia.
 Ayuda a las niñas y mujeres a entender cómo se han incorporado las
creencias y valores de la sociedad. El terapista trabaja en colaboración con
ellos para desafiar y transformar la imaginación que son destructivos para él
mismo y permite que crean sus propias perspectivas.
 Ayuda a expandir las alternativas de las niñas y mujeres, opciones y
decisiones acerca del largo de vida.
 El terapista feminista está comprometido con monitorear continuamente sus
propios sesgos, distorsiones o limitaciones especialmente en los aspectos
culturales, sociales, políticos, económicos e históricos de las experiencias
de las niñas y mujeres.  

V. Características de la Terapia Feminista:

Según Enns, 1997, se enumeran seis características principales dentro de


la terapia feminista, las cuales son:
a. Crítica a la sociedad y al sexismo en los modelos médicos tradicionales,
las cuales son una evidencia de la necesidad de exponer que los
problemas en el paciente son causados en su mayoría por elementos
exteriores como: sociales, culturales y políticas.
b. El cambio individual y sociopolítico están ligados firmemente, por esto
es que busca fomentar en el cliente el involucramiento en gestiones
sociales y demandas de otros.
c. Concientizar al cliente según su condición social y política.
d. Rechazo de los estereotipos que sitúan al cliente, en especial a las
mujeres que padecen de rechazo  y violación de sus derechos dentro
del ámbito social.
e. Se centra en favorecer en el área emocional y económica, que la
persona sea autónoma.
f. Priorizar en la persona sus necesidades y se insta a plantear metas y
objetivos personales, no generalizados.  

VI. Conceptos clave, esenciales de esta teoría

Algunos conceptos son esenciales de comprender, para poder manejar y


comprender acerca de lo que es la terapia feminista.
a. Enfoques de género equitativos: Explican las diferencias en el
comportamiento de hombres y mujeres en términos de procesos de
socialización, en lugar de nuestras  bases "innatas” naturales, por lo tanto,
evita los estereotipos en los roles sociales y el comportamiento
interpersonal.

b. Perspectiva flexible multicultural utiliza conceptos y estrategias que se


aplican por igual a los individuos y grupos, independientemente de la edad,
raza, cultura, género, habilidad, clase o orientación sexual

c. Perspectiva de vida útil asume que el desarrollo humano es un proceso


de toda la vida y que los patrones de personalidad y cambios de conducta,
pueden ocurrir en cualquier momento en lugar de ser fijado durante la
infancia

d. Desarrollo de la Personalidad: Terapeutas feministas destacan que las


expectativas de los roles de género de la sociedad influye profundamente
en la identidad de una persona desde el nacimiento y se vuelven
profundamente arraigada en la personalidad adulta.

VII. Fundamentación:

La terapia feminista se basa en seis ideas fundamentales, las cuales se deben


practicar y tener presentes durante todo el proceso terapéutico. Estas son:

a. Lo personal/individual es político: Los problemas personales o individuales


que las clientes comuniquen en la consejería o en una psicoterapia se
originan en la opresión política y social, sub-ordinación y los estereotipos. El
fin de la consejería o terapia feminista no es solo un cambio individual, sino
también una transformación social.
b. Los consejeros y el cliente comparten un compromiso social: Trabajan para
lograr que el cliente alcance una revolución desde su interior. Su objetivo es
asistir a las mujeres no solo para hacer cambios internos psicológicos, sino
también para junto con otros, trabajar por un cambio social que libere a
todos los miembros de una sociedad de la subordinación, oposición y roles
de género estereotipados. Los clientes son animados a convertirse en
activos para seguir creando cambios sociales más adelante.
c. Compromiso a las relaciones equitativas: Las raíces de los problemas que
las mujeres presentan, es la desigualdad de distribución de poder entre
ellas y los hombres, y otros grupos dominantes subordinados; es por eso,
que los terapistas que se basan en la terapia feminista, deben establecer la
alianza buscando siempre que el cliente se vea como un igual, teniendo la
capacidad de cambiar en direcciones que ellas mismas decidan, así como
las estrategias y metas de dicha terapia.
d. Valorar las experiencias de las mujeres: Se busca valorar también sus
perspectivas, valores y fortalezas, creyendo que las experiencias que solo
las mujeres pueden proveer con base a su conocimiento y entendimiento.
e. Reconocer todo tipo de opresión: No basarse únicamente en el género.
Respetan la dignidad de cada individuo y reconocen que social y
políticamente son oprimidas y limitan a todas las personas; es por esto, que
los principios del feminismo se han expandido para crear conciencia de
interacciones múltiples de género en donde otras variables pueden afectar
la vida de los clientes, que no son miembros de una clase dominante, de
una raza o grupo étnico específico. Los feministas llaman a una aceptación
de conciencia feminista, la cual reconoce diversas maneras de conocer.
Dentro de este nuevo paradigma, las mujeres son motivadas a expresar sus
emociones, confiar en su intuición y utilizar su experiencia personal como
un poder de determinar qué es la realidad.
f. Comprensión reformulada de los trastornos psicológicos: Los terapistas
feministas rechazan un padecimiento médico o un desorden
psicopatológico. La noción de una aflicción psicológica es renombrada para
que sea vista como una comunicación acerca de la experiencia de vivir en
una sociedad injusta. Desde esta nueva perspectiva un dolor psicológico no
es considerado como un síntoma de una enfermedad o déficit, sino que es
definido como la evidencia de resistencia y las ganas y habilidades
adquiridas para sobrevivir en una sociedad opresiva.

VIII. Metas terapéuticas

Basándose en los aportes de Enns (2004), las metas más importantes en la teoría
feminista y la consejería son: el cambio, balance, independencia e
interdependencia; así como el  empoderamiento, auto-conocimiento y valoración
de la diversidad, aceptación, autoconfianza, disfrute y autenticidad.
Se logra ayudándolo a reconocer los efectos negativos del sexismo y racismo,
para lidiar con los sentimientos que ellos dan a su estado de mujeres minoritarias.
Percibirse como capaces de solucionar sus problemas y entender el entrelace que
existe entre el ambiente externo y su realidad e integrar los componentes étnicos,
de género y raza. Eliminando entonces las experiencias patológicas femeninas y
cambiar la sociedad, así la voz de la mujer será honrada valorada.

Se considera que dentro de la terapia con orientación y enfoque feminista es una


de las vías de concientización y transformación de las condiciones de vida no solo
de las mujeres, sino de la vida en familia y que tiene metas enfocadas a:
 La evaluación de relaciones familiares, trabajo intra e interpersonal.
 Comprensión de la persona, cliente, conforme a las circunstancias de su
vida, sufrimiento y en relación a las consecuencias ya manifestadas.
 Eliminar las sintomatologías que presenta el cliente.
 Identificar y reconocer las problemáticas que solo pueden ser resueltos con
el esfuerzo y responsabilidad individual del cliente.
 Trabajar e involucrarse como consejero, así como comprometerse a
trabajar estrategias y metas que motiven el cambio social en el cliente.

Específicamente, la terapia feminista busca el alcanzar desarrollar distintas metas


o habilidades en sus pacientes, tales como:

 La búsqueda de la igualdad, diseñado principalmente para que el cliente


desarrolle su confianza y sienta libertad en el desempeño de distintos roles
dentro de la sociedad. Los componentes que forman la igualdad son la
autosuficiencia económica, la equidad de trabajo y relaciones sociales, éste
último, puesto que el consejero debe buscar el potencializar sus habilidades
sociales de manera que el cliente pueda buscar la igualdad en el trato con
sus amigos, cónyuges o parejas, y compañeros de trabajo. Este se puede
lograr a través de la exposición al cliente de distintos datos o hechos acerca
de la desigualdad de géneros en la sociedad.

 Manejar un equilibrio entre lo que es la independencia (cualidades


personales) y la interdependencia (habilidades de socialización), a pesar de
parecer el más difícil de poner en práctica. Se centra en la importancia de
valorar las habilidades de socialización en las mujeres (clientes). Para
lograrlo, es necesario que el cliente aprenda a reconocer las diferencias de
género, sobre sus roles y sobre lo que se considera femenino o masculino.
 El empoderamiento, el cual busca el que los clientes tenga control sobre sí
mismos y desarrollen la habilidad de protegerse a sí mismos de los demás,
implicando a su vez, el hecho que la impotencia es un comportamiento
adquirido.

 El auto-conocimiento, puesto que su ausencia es una de las causas


principales de la baja autoestima, de la inhabilidad para socializar y de la
dificultad para expresar sentimientos. Consiste en que el cliente se vuelva
más consciente de sí mismo, de sus necesidades personales, sus metas,
deseos y su autenticidad.

 La valoración de la diversidad, diseñada para el cumplimiento de uno de los


enfoques en particular. Ayuda a que todos los participantes puedan
reconocer las distintas formas en que el género intercepta con otros
factores de multi-culturalidad social.

IX. Rol de la relación terapéutica

En la terapia feminista se reconoce la importancia de la relación entre el terapeuta


y el cliente, la cual debe ser igualitaria. Esto, se debe a la cualificación profesional
del terapeuta, que supone un desequilibrio de poder inherente en la terapia, el cual
debe reconocer el consejero y discutirlo con el cliente. El hecho que el consejero
determine la hora y el lugar de las reuniones y que los clientes paguen por el
tiempo que reciben, marca la diferencia entre “igualitaria” y “totalmente iguales”. Al
mismo tiempo, el cliente y el consejero suponen que son igualmente expertos en
el tema, puesto que el cliente es un experto en el tema, mientras que el terapeuta
es dueño del conocimiento y experiencia profesional. El poder del terapeuta es
temporal y se encuentra en el conocimiento del proceso de cambio y a ayudar a la
potenciación del cliente.

Brown (2000) señala que “el empoderamiento del cliente no es, después de todo,
el empoderamiento del terapeuta”. Ella sugiere que una de las maneras en las que
la terapia feminista utiliza el poder es para recordar al cliente su propio poder.
Además, los terapeutas feministas identifican su poder en la capacidad de nutrir,
cuidar y escuchar con calma las historias terriblemente dolorosas de sus clientes.

X. Resultados de la terapia:
La visión del ser humano es fundamental dentro de un proceso de consejería, la
teoría feminista, ve a la mujer y al hombre en término de igualdad como se ha
mencionado previamente. Presenta al género equitativo, flexible, multicultural,
integracionista y con una vida orientada a tener su propio espacio. Busca
incorporar al concepto de responsabilidad ante sí misma a la persona. Es por esto,
que generalmente los resultados dentro del proceso de consejería con el enfoque
feminista se basan en:

 Ayudar a la toma de decisiones, conciencia de la situación vivida, y


empoderamiento conforme a la situación. Capacitar a la persona en los
temas que está centrada su problemática para hacer propios los conceptos
a través de las técnicas del enfoque y llevar a cabo el plan de acción
planteado.
 Brinda estabilidad en las emociones del paciente y específicamente,
autonomía, independencia  y autoestima en la persona  para hacer frente a
la figura de género oposicional.
 Abarca y apoya en el análisis de la relación con los demás en la
mediatización de situaciones que incluyan violencia.
 Lograr una identificación en la interiorización de los roles igualitarios. Se
basa en deshacer los mitos que se manejan dentro del ámbito social.
 Lograr sentido de seguridad en la persona en el que esta misma pueda
enfatizar en las fortalezas, diversificar las alternativas, comprender la
situación que ha padecido, tomar decisiones, encaminarse al cambio y
finalmente,  juzgar con libertad los acontecimientos que vive.
 Reconstrucción de la vida social de la mujer y hombre, obteniendo como
objetivo final un paso hacia una nueva vida.
 Como se conoce este enfoque es muy utilizado en violencia hacia la mujer,
por lo que según Ángeles Álvarez “... si la asistencia no se articula con una
política feminista que incluya un abanico de proyectos y propuestas
claramente orientadas a eliminar la opresión de género, se corre el riesgo
de diluirse en el asistencialismo que solo puede, en el mejor de los casos,
ayudar a algunas mujeres a limitar la violencia en sus vida.” Lo anterior
indica que es posible que al no abarcar adecuadamente el enfoque solo se
caerá en la dependencia del paciente al consejero como error principal.

XI. Técnicas del enfoque:

La terapia feminista ha desarrollado varias técnicas, buscando que la mujer tome


conciencia de lo que es saludable para ella.
a. Apoderamiento: Aquí el terapista pone mucha atención al consentimiento
informado, aclaran expectativas, identifican metas, hacen un plan del
proceso terapéutico. El cliente debe entender que tiene la dirección y la
duración del proceso terapéutico.
b. Auto revelación: El cliente descubre sus propias dificultades y aprende a
aceptarse a sí mismo. Reconoce sus angustias y que lo motivan. El
terapista debe haber establecido una relación de empatía al trabajar con
estos aspectos, para que el cliente al descubrirlos no se vea afectado de
manera negativa y quiera interrumpir el proceso.
c. Análisis del Rol de Género: Explora el impacto que tiene sobre el rol de
género.  Concientiza de cómo la sociedad posee expectativas sociales y la
conducta que emite desde su género. El terapeuta debe preguntar al cliente
que mensajes identificaba de parte de su familia y de los demás. Juntas,
terapista y cliente deciden cambiar los mensajes negativos e implementar
un plan para ello.
d. Intervención en el Rol de género: El terapista le muestra como las
expectativas sociales afectan su condición psicológica y ejercen presión
sobre la persona.
e. Análisis de Poder e Intervención del mismo: En esta técnica se trata de
analizar fortalezas personales y establecer metas que le satisfagan y que
no le lleven a depender de otros. Ósea la persona se afirma en sus
atributos personales y no en los de su pareja o de otras personas.
f. Biblioterapia: Consiste en usar literatura desarrolla sobre el tema para
sustentar el tratamiento del problema, el cliente elige la literatura a leer de
una serie de opciones que le presenta el terapista y se discute en la
sesiones. De ese modo aumenta su conocimiento respecto a su problema,
cómo abordarlo y disminuye la diferencia de conocimientos entre cliente y
terapista.
g. Entrenamiento Asertivo: Se estima a trascender los estereotipos del rol
de género y cambiar las creencias equivocadas en su vida diaria. Aprende
a diferenciar entre asertivo y agresivo.
h. Renombrar: Implica ayudar a la persona en el sentimiento de culpa o
víctima que tiene, que ha desarrollado como consecuencia de la
construcción de género y renombrar las etiquetas o evaluaciones sociales
que se le atribuyen.
i. Acción Social: Sugiere al cliente que se involucre como voluntario en un
centro de ayuda a personas en crisis como que han sufrido violación, o en
comunidades educativas sobre problemas de género entre otros;
participando en dichas actividades podrá ayudar a los demás con su propia
experiencia y comprender el contexto sociopolítico en el cual vive. Se
fortalecerá y lograra apoderarse de su propia situación.
j. Empowerment: Técnica que da a conocer que la consecución de los
objetivos personales, la auto eficacia, el autocontrol, no depende solamente
de los individuos sino que también de las oportunidades y obstáculos que
se le presenten en los distintos contextos. Una persona es empowered,
cuando su eficacia no está solamente regida por sus capacidades dentro de
los ambientes sino que también por el estar consciente de la situación
política local, nacional e internacional
k. Entrenamiento asertivo: Herramienta que se utiliza para facilitar la
expresión de sentimientos positivos, generando un sentimiento de
bienestar. Se aplica generalmente a personas con problemas de
habilidades sociales o a individuos que son muy agresivos en sus
reacciones o respuestas. Modifica la expresión de sentimientos positivos,
modifica la expresión facial, ayuda a poder expresar opiniones contrarias
cuando se está en desacuerdo, empleo del pronombre “yo”, aprender a
recibir elogios y a manifestarse de manera improvisada.

XII. Aplicación teórica según los intermediarios (cliente, psicólogo/


consejero, escenarios y problemáticas)

Esta teoría es aplicable en diferentes situaciones dentro de las cuales se ve


afectada la mujer y el papel que pueda desempeñar, algunos escenarios podrían
ser:
 La posición de las mujeres y su experiencia en la mayoría de las
situaciones es diferente de la de los hombres en esas situaciones.

 La posición de las mujeres en la mayoría de las situaciones no sólo es


diferente, también es menos privilegiada o desigual a la de los hombres.

 Las mujeres están oprimidas, no sólo son diferentes o desiguales a ellos,


están activamente constreñidas, subordinadas, moldeadas, son usadas por
los hombres y abusan de ellas.

 Los diferentes niveles de diferencia, desigualdad y opresión varían en


función de su posición social dentro del capitalismo, el patriarcado y el
racismo.

 Depresión: Desde la Teoría Feminista, las mujeres tienen varias razones


para experimentar  depresión, esto debido a que frecuentemente se les
enseña a ser dependientes de los hombres, sin esperanza y a complacer a
los demás; asimismo suelen presentar depresión porque sienten inhabilidad
de controlar sus vidas. Worell and Remer (1992), consideran que las
expectaciones que se tienen del rol de género así como la discriminación
social pueden contribuir también a la aparición de cuadros depresivos.

 Trastorno de la personalidad: Usualmente este trastorno está relacionado


con algún abuso sufrido durante la infancia, lo cual se debe a las formas en
las que los hombres aprenden a tratar a las mujeres (Sharf, 2004).

 Trastorno del Estrés postraumático: Se refiere a los miedos, ansiedades


y estrés que un individuo experimenta luego de ser victimizado.  (Sharf,
2004)

 Desórdenes Alimenticios: Las prácticas de socialización y los mensajes


que da la sociedad  son un foco importante para los terapeutas feministas,
ya que surgen desórdenes como la anorexia, bulimia y obesidad. Al aplicar
el análisis del rol de género, los terapeutas pueden ayudar a los clientes a
examinar los mensajes sobre su imagen corporal que provienen de la
televisión, revistas y películas; juntos cliente y terapeuta pueden trabajar
para cambiar dichos mensajes (Sharf, 2004).

XIII. Algunas otras teorías y formas de aplicación:

Usualmente la Teoría Feminista es usada junto con otras teorías de psicoterapia.


Al describir la forma en la que esta teoría se integra con otras teorías; Worell and
Remer (1992) mencionan ciertos pasos:
1. Examinar el desarrollo histórico
2. Identificar los conceptos claves
3. Uso sexista del lenguaje y las etiquetas
4. Sesgos en los diagnósticos
5. Estrategias terapéuticas

Algunas de las teorías que se integran a la Terapia Feminista son:

a. Terapia Feminista Psicoanalista:


A pesar que la Teoría Psicoanalítica se considera una teoría sexista a partir
de las descripciones de Freud sobre la mujer: pasiva, masoquista y
dependiente. Los terapeutas feministas han determinado que el
psicoanálisis se considera una técnica apropiada para ayudar a la mujer. A
través del insight que provee el psicoanálisis se puede llegar a entender la
influencia del género en el consciente e inconsciente del hombre y la mujer.
La teoría psicoanalítica puede liberar a una mujer de ciertos síntomas y
convertirla en una mujer más activa e independiente.

b. Terapia Feminista Cognitivo-Conductual:


La teoría cognitivo-conductual es criticada por su tendencia a ignorar
factores sociales y políticos y cómo estos afectan al cliente.

Para poder aplicar esta teoría con la teoría feminista Worell and Remer
(1992), sugieren cambiar las etiquetas que hacen énfasis en las patologías
de las personas, centrarse en los sentimientos e integrar ideas sobre el rol
de género en la socialización.  Se sugiere que se exploren ideas basadas
en el rol de género que parecen distorsionadas o irracionales. Por ejemplo,
en vez de concentrarse en la idea que “El lugar de la mujer está en la casa”
como una idea irracional, el terapista debería concentrarse en las
recompensas y castigos por vivir fuera de este estereotipo. Al centrarse en
los sentimientos, particularmente en los negativos, que surgen como
resultado de las limitaciones  o discriminaciones del rol de género, las
mujeres pueden verse beneficiadas al sentir independencia y tener control
de sus propias vidas.

c. Terapia Feminista Gestalt:


Al revisar la compatibilidad entre estas teorías, Zerbe (2004), ha encontrado
que tienen metas similares, ambas tienen como meta el incrementar la
conciencia del poder personal. La terapia gestáltica cambia expresiones
como “Debo hacer esto” a “Elijo hacer esto”, lo que motiva a tener
independencia y a construir un sentimiento de poder. Al hacer énfasis en la
conciencia de ella misma y de sus opciones, las mujeres pueden identificar
opciones que no habían considerado antes.
Asimismo al combinar la conciencia de las discriminaciones sociales y
políticas con los métodos de empoderamiento, los enfoques terapéuticos
gestálticos pueden ser útiles para alcanzar las metas de la terapia feminista.

d. Terapia feminista con hombres:


Desde la perspectiva de la terapia feminista, no es suficiente ser no sexista
en el trabajo con los clientes, es importante ayudarlos con su perspectiva
del rol de género. Algunos de los problemas que se trabajan con hombres
desde la terapia feminista:
 Dificultad para reconocer y experimentar sentimientos propios.
 Hombres que se sienten oprimidos por cumplir y mantener la
“masculinidad”.
 Dificultad para desarrollar y establecer relaciones.

A través del análisis de rol de género se puede ayudar al cliente  a entender


la conexión que existe entre las relaciones y la consecución de metas en su
vida.
Los terapeutas feministas pueden ayudar a sus clientes masculinos a
encontrar y a controlar sus sentimientos (positivos/negativos) y la influencia
de los mismos en sus relaciones personales y profesionales. De igual
forma, se menciona que los terapeutas pueden ayudar a los hombres a
aprender a manejar mejor las relaciones, dificultades en el trabajo, entre
otros. Esto debido a que los hombres usualmente han sido educados para
mandar, por lo tanto, dicha terapia estará orientada a enseñarles a
escuchar y a trabajar de forma colaborativa con las mujeres en vez de ser
competitivos o dominantes.  (Sharf, 2004)
Al trabajar con clientes hombres se busca el desarrollo de habilidades
como: escucha, negociación, compromiso y reunión creativa de ideas.

e. Terapia Feminista con gays, lesbianas, bisexuales o


transgénicos:
Debido al énfasis en los valores sociales y en las expectaciones que se
tienen de los roles, los terapeutas feministas han prestado atención al grupo
de clientes gays, lesbianas, bisexuales y transgénicos. El problema más
común al que se enfrenta este grupo de personas es a las consecuencias
que conlleva el vivir en una sociedad homofóbica y heterosexual; lo cual
incluye creencias sociales como: las personas GLBT (gays, lesbianas,
bisexuales o transgénicos) son menos sanas a nivel psicológico que las
heterosexuales, ser GLBT es un trastorno del desarrollo, las mujeres
lesbianas tienen apariencia de hombre, etc. Una de las principales metas de
la terapia feminista con un grupo GLBT es contrarrestar  la influencia de
esos mitos en los clientes (Reynolds, 2003).
Se trabajan con situaciones de socialización, lidiar con homofobia y  con el
“Salir del closet”. Asimismo, los terapeutas feministas evalúan cómo los
clientes valoran o ven su orientación sexual y como esa visualización ha
cambiado en el tiempo (Brown, 2000).

f. Terapia familiar y de pareja:


Los terapeutas feministas no separan las parejas de la terapia familiar, ya
que considera que el término pareja incluye personas no casadas así como
parejas del mismo sexo.  Se considera que los problemas que son
importantes dentro de la terapia individual, así como el impacto de las
expectativas que se tienen de los géneros y las diferencias de poderes de
hombres y mujeres, son cuestiones importantes también a tratar dentro de
la terapia familiar y de pareja (Sharf, 2004).
La terapia feminista de familia o pareja, busca identificar factores políticos o
sociales que provean una visión de cómo las personas reaccionan con
otras. No pretende adjudicar la culpa o la responsabilidad a alguien, en
lugar, reconoce como los problemas de género y de poder afectan a los
clientes (Sharf, 2004).
Por ejemplo, una discusión por el control financiero de la familia, así como
la toma de decisiones. Es importante examinar quién toma las decisiones
financieras, cómo se llegó a esa decisión, qué pasaría si se cambia el
miembro de la familia que toma esas decisiones (Sharf, 2004).

g. Terapia de grupo:
La terapia en grupo es uno de los tratamientos fundamentales de la terapia
feminista, usualmente estos están conformados entre  4 a 12 miembros.
Algunas de las características de estos grupos es que carecen de un líder,
no son competitivos y buscan ser un soporte emocional para los miembros
del mismo; la razón de dichas características es que son aspectos que se
buscan encontrar dentro de la sociedad (Bedolla, 1993).
Existen grupos en los que se tratan temáticas específicas como: abuso
sexual, estrés, desórdenes alimenticios, alcoholismo y problemas
amorosos; en estos grupos es fundamental la existencia de un líder
profesional, en este caso, el terapeuta feminista.
Los terapeutas feministas motivan a la creación de “All-female group” no
sólo porque haya una necesidad de discutir un tema en especial, sino para
explorar los aspectos que tienen en común, determinar sus fortalezas y
asimilar de mejor manera las situaciones similares que puedan tener
(Kravetz,1978).
Los hombres pueden incluirse en los grupos, para crear grupos mixtos,
cuando esto sucede es necesario llevar a cabo un proceso de iniciación y
dirección. Es importante mencionar que al formar grupos mixtos, la
participación de ciertas mujeres puede decaer al  no sentirse en suficiente
confianza como para tratar temas como la imagen corporal y sexualidad.
Por lo tanto, es importante que cuando se traten temas específicos sean
únicamente grupos “All female”. (González, 2011).
Dentro de la teoría feminista, a comparación de otras, se promueve que los
integrantes de los grupos establecen relaciones fuera del grupo; esto
favorece a estrechar los lazos de confianza y se fortalecerán las relaciones.
(González, 2011).
XIV. Fortalezas:

La mayor fortaleza de esta teoría se centra en los roles de género que tiene como
una influencia en la sociedad, que determina la percepción propia de la persona,
auto percepción, y la de los demás. Por lo tanto, la fortaleza se determina por la
influencia positiva que se puede generar en las mujeres a través de esta terapia y
cómo esta influencia podría desarrollar el empoderamiento y brindar las
herramientas necesarias para poder realizar un cambio social; ayudando a que las
personas involucradas logren una independencia balanceada en la que puedan
entender y propiciar su valor.

XV. Debilidades:

La mayor debilidad dentro de esta teoría se centra en la ausencia de una


percepción y un empoderamiento balanceado por el cual se hacen presente los
extremismos, lo cual crea una aplicación no adecuada de la teoría feminista en el
proceso terapéutico. Es importante entonces adoptar una perspectiva sociocultural
y tener una transformación socio - individual, pues las metas planteadas pueden
representar  frustración al no involucrarse en el área práctica.

XVI. Perspectiva positiva:  aporte o contribución


La terapia feminista, busca equidad, balance, independencia, interdependencia,
empoderamiento, un cambio social y  busca que se valore la diversidad. Además
de incluir el género, también aparece la etnicidad, orientación sexual y clase
social; los anteriores como factores que perjudican o predisponen nuestra
conducta y la modifican. Por lo tanto, el paciente se hace consciente de cómo un
estereotipo puede afectar el modo de vida de una persona, pero al mismo tiempo
proporciona las herramientas para poder enfrentar y re analizar el diario actuar
confrontando así una expectativa social, rompiendo paradigmas y adoptando un
rol social activo.

XVII. Perspectiva negativa: limitaciones.

La terapia feminista usualmente se percibe como una terapia exclusivamente de


mujeres. Su fundamento teórico e investigativo carece de diversidad en influencias
al enfoque, en comparación de otras teorías en la consejería. Otra de las
limitaciones al implementar este tipo de terapia en la consejería, es la dificultad
presencial de alcanzar un asesoramiento y entrenamiento adecuado.  
XVIII. Conclusiones:

a. La pretensión de que las teorías feministas deben seguir con la


lógica del conocimiento científico, implica contar con evidencias
empíricas que apoyen las hipótesis, axiomas y postulados que se
plantean, en un cuerpo teórico articulado, rico y al mismo tiempo
sintético que pretenda demostrar una realidad externa o interna,
objetiva o subjetiva; en tanto, como objeto de estudio, no implica que
esta indagación parta de una postura o que el sujeto cognoscente
esté situado.

b. Este posicionamiento que como sujeto cognoscente tienen las


mujeres que se acercan a estudiar el feminismo y que tiene un claro
sentido de búsqueda de cambios sociales, no es justificación para
que la producción de conocimiento se haga al margen de los
cánones tradicionales y que permita que tenga un lugar en la teoría
social en general, al lado de otros cuerpos teóricos que han sido
utilizados por los científicos sociales para explicar/comprender el
mundo social.

c. Como prospectiva de la teoría feminista dentro de las ciencias


sociales, se requiere, en primera instancia, de una meta teorización
que permita descubrir y organizar el material teórico con el que se
cuenta, haciendo una especie de taxonomía como la que aquí se
esbozó, para, en principio, lograr una clarificación de términos que
eviten la confusión que hasta ahora ocurre cuando se llama de igual
manera teoría feminista a una de tantas teorías que existen o al
estudio de todo material teórico que no esté basado en trabajo
empírico, con lo cual se abarca desde las epistemologías feministas,
teorías sociológicas, metodología feminista, historia de la ciencia
feminista, etc.

d. Debemos determinar a qué le llamaremos teoría feminista, a qué


teoría de género, cuál es la diferencia entre ambas teorías,
determinar si es posible hablar de teorías feministas o teorías de
género o si está por crearse todavía algo que pudiera llamarse una
teoría científica de género, que basándose en alguna de las varias
teorías feministas que existen, tenga recursos epistémicos,
metodológicos y lógicos consistentes para ser llamada así y cuyo
objeto de estudio más que la desigualdad, la inequidad o la opresión,
sea descubrir, explicar, comprender cómo son las relaciones sociales
entre los géneros que en estos tiempos abarcan mucho más que la
simple dicotomía masculino femenino en una sociedad abierta y
compleja, en la que hay relaciones masculino-masculino, femenino-
femenino, y sus múltiples variaciones que implican estudio y análisis
que las actuales teorías no alcanzan a comprender.

e. Es importante destacar que la aproximación de la terapia feminista


representa un reto interesante en cuanto a su aplicación y
legitimación como un modelo de programa preventivo y de
intervención en países latinoamericanos.

f. Actualmente se vive en un mundo de revoluciones sociales que


ofrece la oportunidad de cambiar las reglas y transformar para bien
nuestras vidas. Esto con fin de proyectar y contribuir a un mundo de
libertad, respeto y equidad; este enfoque es una guía clara para
establecer cambios de trasfondo y profundos en la vida de las
personas.
XIX. Fuentes bibliográficas:

 Aminta. (21 de julio de 2006). Teoría Feminista.  [Mensaje en un blog].


Recuperado de http://laconsejeria.blogspot.com/2006/07/teora-
feminista.html

 BENHABIB S. y CORNELL D. (1990): Teoría feminista y teoría crítica.


Valencia. Editions Alfons el Magnanim.

 Bosch F., E., Ferrer, V., y Alzamora, A. (2005). Algunas claves para una
psicoterapia de orientación feminista en mujeres que han padecido
violencia de género. Universidad de las Islas Baleares. Recuperado de
http://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/3185/1/Feminismos_6_09.pdf

 Capuzzi, D. y Gross, D.R. (2007). Counseling and psychotherapy - Theories


and Interventions. Cuarta Edición. Columbus, Ohio: Pearson.

 Giudice, M., Koller, S. (2006). Metodologías feministas y estudios de


género. Universidad Estatal de Maringa, Brasil. Recuperado de
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=287122092021

 Murdock L., N. (2009). Theories of Counseling and Psychotherapy - A case


approach. Segunda Edición. Columbus, Ohio: Pearson.

 Remer, P. Worell, J. (1992). Feminist Perspectives in Therapy. An


empowerment model for women. New York. Wiley.

 Universidad Metropolitana. Padilla D., Mariwilda. (2014). Enfoque feminista


de consejería: perspectiva general para abordar a la consejería profesional
desde un entendimiento teórico -práctico. Recuperado de
http://revistagriot.uprrp.edu/archivos/2014070104.pdf

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