05 SÁNCHEZ ANTELO Ficha de Cátedra - Etnocentrismo

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Etnocentrismo

M. Gabriela Sánchez Antelo


En un mundo en el cual las narraciones simplistas sobre
los otros mundos se multiplican, la antropología es cada
vez más necesaria.
(Merenson et al.2011)

La preocupación sobre quiénes son los otros, “cuál es


su visión de las cosas, el aliento de vida y realidad que
respiran y por el que viven, su visión concreta del
mundo”1, estuvo en el origen de la reflexión
antropológica y se mantuvo como eje temático a lo largo de su historia.
La antropología nació en Occidente. Surgió de un descentramiento iniciático: formó parte de
las ciencias occidentales destinadas a la producción de conocimiento social sobre pueblos
culturalmente alejados. Su desarrollo estuvo signado por la expansión colonial. Si se repasa
críticamente la historia de nuestra disciplina veremos que en muchas ocasiones cuando se
describían las diferencias entre nosotros y los otros, lo que se construía eran “espejos de sí”
(Godelier, 2008). El otro era explicado como un reflejo invertido del nosotros.

En tanto disciplina constituida históricamente para “comprender a los otros”, la antropología


acuñó una serie de términos que condensan algunas de sus contribuciones más significativas
para el conjunto de las ciencias sociales: el concepto de etnocentrismo es uno de los más
conocidos. La antropología propuso desde sus inicios una reflexión teórica y metodológica
sobre la alteridad, como posibilidad para poder producir conocimiento social, evitando caer
en prejuicios etnocentristas.
Los diversos modos del etnocentrismo fueron y son un obstáculo epistemológico en la
producción de conocimiento social sobre cualquier grupo humano. La diferencia y la
alteridad estuvieron desde un principio como ejes de reflexión de la disciplina.
La alteridad, como experiencia, nos constituye. Todos en algún momento la experimentamos
sin necesidad de ser etnógrafos. No hay antropología que no aborde la reflexión sobre la
otredad. Sin embargo, el etnocentrismo nos enseñó que no podemos de manera inmediata e
ingenua, sin trabajar reflexivamente con nosotros mismos, comprender y acercarnos a
perspectivas y sentidos diferentes del nuestro (Merenson,et al, 2011). El etnocentrismo nos
impide ver nuestro propio punto de vista respecto del mundo (Geertz, 1996). Es un prejuicio
con consecuencias sociales y culturales concretas que está en la base de muchos de nuestros
juicios sobre los otros. Una forma de autocentramiento. Para Todorov (1991) “consiste en el
hecho de elevar indebidamente, a la categoría de universales los valores de la sociedad a la
que yo pertenezco.” El etnocentrismo valora positivamente lo “propio” y lo convierte en
patrón de juzgamiento hacia lo extraño. Para Levi Strauss (1979) el etnocentrismo se revela

1
Malinowski, B. (1995: 504). Los Argonautas del Pacífico Occidental. planteando los objetivos de la
etnográfia.

1
en el sentido común2; consiste en “repudiar pura y simplemente las formas culturales,
morales, estéticas, religiosas, sociales, que están más alejadas de aquellas con las que nos
identificamos”.
La antropología procuró ser un saber riguroso sobre la alteridad. Sabemos hoy, que no puede
haber ciencias sociales sin salir de nuestros sentidos comunes para comprender los sentidos
comunes de los otros; sus lenguajes, su historia, formas de sentir y clasificar el mundo. Esto
así expresado, parece sencillo, pero no lo es. Podemos concebirlo como horizonte que guía
nuestro trabajo, más que como un lugar de llegada definitivo. Conocer a “los otros”, cuál es
su visión concreta del mundo, su sabor de la vida (Malinowski, 1995) puede parecer simple
pero está muy lejos de serlo, lo demuestra la propia historia de nuestra disciplina.
Según Geertz (1996), la misión de la etnografía, es ayudar a conectarnos con los otros, con
el objetivo de evitar vivir en absurdos monólogos, en mundos cerrados, dialogando entre
nosotros mismos.
Si el etnocentrismo es un centramiento, la antropología propone metodológicamente el
descentramiento. Descentrarnos, es salirnos de nuestro centro, para poder comprender
perspectivas diferentes a la propia. Descentrarnos implica, desnaturalizar el lugar desde
donde miramos y construimos a los otros. Es preciso, para ello, relativizar nuestro contexto
interpretativo cotidiano y apostar a la existencia de otros contextos de significaciones, para
no ceder a interpretaciones etnocentristas, que ven en todo lo que estudia, un solo patrón
interpretativo, que consiste en una proyección descontrolado de sus propios parámetros
culturales (Seman, 2006)
Pensamos, percibimos, sentimos, actuamos desde cierta perspectiva que hemos adquirido en
el proceso de hacernos humanos, y que nos constituye como tales. No podemos de manera
inmediata, sin un trabajo reflexivo, comprender perspectivas distintas a la nuestra.
Las diferencias culturales no son creaciones naturales, aunque estén naturalizadas por el
sentido común. Las diferencias entre nosotros y los otros se construyeron en procesos
históricos complejos.
Alejandro Grimson (2011) sostiene que si tuviéramos que sintetizar la antropología en un
único postulado sería el de evitar el etnocentrismo. El etnocentrismo tiene diversas
variantes; en todas ellas se expresa la imposibilidad de descentramiento como obstáculo para
abordar la perspectiva del otro y elaborar un conocimiento riguroso. (Merenson, et al; 2011).
Para poder comprender cualquier práctica social es necesario comprender a los otros en sus
propios términos, sin proyectar nuestras categorías. Esto no implica tomar como “verdad auto
evidente” la perspectiva de los actores3. No obstante, no hay antropología posible sin tenerla
en cuenta4.

2
Ver: sentido común en Ondelj Margarita y Bonaparte Pablo (2001) El sentido común y el conocimiento
antropológico. La Trama Cultural. Ediciones Caligraf
3
Ver: crítica a el concepto de “cultura como verdad” realizada por Menéndez (2002;2010) y por Rockwell
(1980)
4
En el presente, tanto en nuestro país como en Europa, las diferencias sociales son pensadas y percibidas como
riesgo, el reconocimiento, de la diferencia con el otro aparece con un creciente temor. En las situaciones
cotidianas donde se enfrentan diversos códigos culturales, es donde se manifiesta ese miedo a la diferencia.
Desde esta matriz de “miedo al diferente” se legitiman las propuestas de eliminación del otro como único
mecanismo de previsibilidad, certeza y seguridad. Los barrios cerrados, los muros, las fronteras que
permanentemente se construyen pretenden garantizar la certidumbre, la seguridad de estar siempre “entre

2
El etnocentrismo habita prereflexivamente en nosotros, surge sin necesidad de realizar
ninguna expedición a lugares lejanos.
En síntesis, el enfoque antropológico puede ayudarnos a revisar nociones arraigadas en el
sentido común, a descentrarnos de narraciones simplistas y únicas sobre los otros, y
fundamentalmente, como posibilidad de someter nuestras elucubraciones etnocéntricas al
diálogo con las urgencias, las historias y las vidas de los nativos de cualquier parte del
planeta. (Guber, 2001).
El etnocentrismo revela el interés y persistencia de las fronteras sociales (culturales, políticas,
religiosas) pero también la relatividad de esas fronteras, su carácter fluido y cambiante. Las
Ciencias Sociales tienen como tarea, según Neiburg (2002), salir de los círculos viciosos que
en el plano teórico provocan los diversos modos del etnocentrismo y así poder avanzar en la
comprensión de otros puntos de vista distintos de los nuestros, para entender y explicar la
diversidad.

Grimson Alejandro (2011) Los Límites de la Cultura. Siglo XXI. Buenos Aires
Geertz Clifort (1996) Los Usos de la Diversidad. Paidós. Barcelona.
Godelier M. (2008) Romper el Espejo de Sí. En: De la Etnográfica a la Antropología reflexiva. Ed. del sol.
Antropología. Río de Janeiro
Guber Rosana (2001) La Etnografía. Método, Campo y Reflexividad. Ed. Norma
Krotz Esteban (2011) Alteridad y pregunta antropológica. En: Boivin, Rosato Arribas (2011) Constructores de
Otredad. EA
Levi Strauss Claude (1984) Raza e Historia. Antropología Estructural II. Siglo XXI
Malinowski B. (1995) Los Argonautas del Pacífico Occidental. Península.
Merenson, Grimson, Noel (2011) Antropología Ahora. Introducción. Ed. Siglo XXI
Neiburg Federico (2002) Etnocentrismo y Relativismo. En: Altamirano C. Términos Críticos de Sociología de
la Cultura. Paidós
Ondelj Margarita, Bonaparte Pablo (2001) El Sentido Común y el conocimiento antropológico. En: La
Trama Cultural. Caligraf
Seman Pablo (2006) Bajo Continuo. Exploraciones descentradas sobre cultura popular. Ed. Gorla
Todorov Tzevetan (1991) Nosotros y Los Otros. Siglo XXI

nosotros” sin “los otros”. Se produce, entonces, una paradoja: el temor que genera una frontera social, pretende
repararse, reforzando la frontera, construyendo muros más altos que nos aparten aún más.(Grimson, 2011)

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