Escalas Neurologicas 2

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es una escala de aplicación neurológica que permite medir el nivel de conciencia de una persona.

Una exploración neurológica de un paciente con traumatismo craneoencefálico debe ser simple,
objetiva y rápida. La evaluación del nivel de conciencia es el parámetro más importante que debe
tenerse en cuenta. Han de evitarse términos ambiguos como estuporoso, somnoliento,
inconsciente o comatoso, que son subjetivos y no permiten tener la certeza del curso clínico del
paciente.

Los componentes seleccionados registran las respuestas tanto de la corteza cerebral como del
troncoencéfalo (SRAA), principales responsables de las conductas de vigilia, pero la escala no
incluye otras formas de medida de función del troncoencéfalo y profundidad del coma, como son
los reflejos pupilares y movimientos oculares. Aunque este aspecto fue muy criticado en su origen,
los autores insistieron en que la escala es una medida del nivel de conciencia y no de la severidad
del daño cerebral.

Desde entonces, ha sido ampliamente utilizada en traumatismos craneoencefálicos y se ha


aplicado a otros cuadros neurológicos (ictus, hemorragia intraparenquimatosa, hemorragia
subaracnoidea) y comas de etiología no traumática. En el contexto de lesión traumática, su uso ha
ido más allá de las intenciones originales y está siendo utilizada como instrumento de triaje y
predictor pronóstico. Incluso, se está utilizando como criterio estándar para la validación de
nuevas escalas y métodos para cuantificar el nivel de conciencia, así como, en numerosos
proyectos de investigación.

ESCALA DE REPERCUSIONES DE GLASGOW

También existen una serie de escalas evolutivas del coma o del traumatismo craneoencefálico. La
más utilizada por su sencillez es la escala de repercusiones de Glasgow. Divide el estado del
paciente en cuatro estados y el fallecimiento. Cada grado está marcado por un grado de
integración social y laboral distinto.

se recomienda hacer la valoración al menos 6 meses después del evento inicial. En este tiempo, es
probable que las condiciones del enfermo se hayan estabilizado y no se produzcan cambios de
categoría. En la práctica, sin embargo, se utiliza frecuentemente durante la hospitalización o fase
de rehabilitación para orientar a los familiares y cuidadores acerca de las posibilidades de
recuperación

Escala de Fisher

La Escala de Fisher es un criterio utilizado en medicina para predecir el vasoespasmo posterior a


una hemorragia subaracnoidea utilizando una Tomografía Axial Computarizada (TAC).

La escala asigna un valor de I a IV de acuerdo al patrón de sangrado observado en una TAC


Cerebral.

Grado Criterio

Grado I No hay hemorragia detectable en TAC.


Grado II Hemorragia subaracnoidea difusa, sin coágulos localizados y capa vertical < 1 mm.

Grado III Hemorragia subaracnoidea localizada o capa vertical ≥ 1 mm.

Grado Hemorragia intraparenquimatosa o intraventricular, en ausencia de hemorragia


IV subaracnoidea con coagulos localizados o capa vertical ≥ 1 mm. 1

Escala de Ictus del NIHSS

http://www.samiuc.es/escala-ictus-del-nih/

Se trata de una escala para evaluación cuantitativa del déficit neurológico tras un accidente
vascular cerebral agudo. Empleada inicialmente como una herramienta de investigación para
evaluar los datos de referencia en pacientes con accidente cerebrovascular agudo, pasó a ser
ampliamente empleada para medir el deterioro de los pacientes con ACV, determinar las
exploraciones y tratamiento más adecuados, y predecir la evolución del paciente, como
herramienta de pronóstico a corto y largo plazo, así como instrumento de comunicación entre los
profesionales que atienden a este tipo de enfermos.

Probablemente uno de sus mayores problemas es que depende grandemente de la habilidad del
observador para evaluar con precisión cada uno de los items 
El ictus es una enfermedad cerebrovascular que afecta a los vasos sanguíneos que suministran
sangre al cerebro. También se le conoce como accidente
cerebrovascular (ACV), embolia o trombosis. Los dos últimos términos, no obstante, se refieren
más bien a distintas causas del ictus. Un ictus ocurre cuando un vaso sanguíneo que lleva sangre al
cerebro se rompe o es taponado por un coágulo u otra partícula. Debido a esta ruptura o bloqueo,
parte del cerebro no consigue el flujo de sangre, oxígeno y glucosa, que necesita. La consecuencia
es que las células nerviosas del área del cerebro afectada no reciben oxígeno, por lo que no
pueden funcionar y mueren transcurridos unos minutos.

Muchos de los factores que pueden aumentar las posibilidades de padecer riesgo no se pueden
controlar (la edad, la historia clínica familiar, la raza o el sexo). Sin embargo, la mayor parte de los
factores que aumentan el riesgo pueden ser cambiados, tratados o modificados.

 Edad avanzada: Pasados los 55 años, cada década vivida dobla el riesgo de padecer un
ictus. No obstante, esto no quiere decir que las personas jóvenes no sufran el problema.
 

 Sexo: Se producen, más o menos la misma cantidad de ictus en los dos sexos. No obstante,
más de la mitad de las muertes son en mujeres.
 

 Herencia familiar y raza: El riesgo de sufrir un ictus es mayor si alguna persona de la


familia lo ha padecido. Los negros tienen más riesgo de muerte y de padecer
discapacidades más grandes que los blancos, en parte debido a que en esta raza la presión
sanguínea elevada tiene más incidencia, y este problema es un factor de riesgo importante
en ictus.
 

 Haber sufrido un ictus recientemente: Una vez sufrido un accidente cerebrovascular las
posibilidades de padecer otro aumentan considerablemente.
 

 Tener la presión sanguínea elevada: La hipertensión arterial es el factor de riesgo que


mejor predice el ictus. De hecho, otros riesgos dependen de éste. Aproximadamente un 70
por ciento de los ictus ocurren a causa de la hipertensión. Muchos científicos opinan que
la mejora en los tratamientos de esta patología es una razón clave para explicar la bajada
acelerada del número de muertes por ictus.
 

 Fumar: En los últimos años los estudios han demostrado que fumar cigarillos es un factor
importante de riesgo. La nicotina y el monóxido de carbono dañan el sistema
cardiovascular de varias formas. El uso de anticonceptivos orales sumado al tabaquismo
incrementa en gran medida el riesgo de ictus.
 

 Padecer diabetes mellitus: La diabetes es un factor de riesgo independiente y esta


relacionada en gran medida con la presión sanguínea elevada. Aunque la diabetes se
puede tratar, padecerla incrementa el riesgo de ictus. Los diabéticos suelen tener también
el colesterol alto y sobrepeso, lo que aumenta todavía más sus riesgos.
 

 Sufrir enfermedad de la arteria carótida. Las arterias carótidas del cuello proveen al
corazón de sangre. Una carótida dañada por la aterosclerosis puede bloquear el vaso y
provocar un coágulo de sangre, que puede causar un ictus. El diagnóstico de este
problema lo realiza el médico escuchando con su estetoscopio en el cuello y detectando
un sonido anormal.
 

 Presentar enfermedad cardiaca: Un corazón enfermo aumenta el riesgo de ictus. De


hecho, las personas que padecen problemas cardiacos tienen el doble de posibilidades de
padecer este problema. La fibirlación atrial (el latido rápido y descoordinado de las
cámaras cardiacas superiores) aumenta particularmente el riesgo de ictus. El ataque al
corazón también es una de las causas de muertes más frecuentes en los supervivientes de
un ictus.
 

 Sufrir ataques isquémicos transitorios: Se los conoce como mini ictus que producen
síntomas similares, pero no daños que perduran.
 

 Contador de glóbulos rojos alto: Un incremento moderado o importante del número de


glóbulos rojos también es un indicador importante de ictus. La razón es que los glóbulos
rojos provocan que la sangre se espese, lo que puede provocar coágulos más fácilmente.
 

 La estación del año y el clima: Las muertes por ictus ocurren con más frecuencia con
temperaturas extremadamente frías o calurosas.
 

 Consumir alcohol en exceso: El exceso de alcohol puede aumentar la presión sanguínea,


aumentar la obesidad, los triglicéricos, el cáncer y otras enfermedades, causar fallos
cardíacos y, en consecuencia, provocar un ictus.
 

 Ciertos tipos de consumo de drogas: Tomar drogas por vía intravenosa aumenta el riesgo
de ictus debido a un émbolo cerebral. El uso de cocaína también se ha relacionado
fuertemente a ictus, ataques de corazón y varias complicaciones cardiovasculares. Estos
problemas se han dado, incluso, cuando se ha consumido por primera vez cocaína.
La Escala Mini Mental

La Escala Mini Mental Lobo es un test de carácter cognitivo que se utiliza para detectar una posible
demencia en cribados sistemáticos de pacientes geriátricos y, al mismo tiempo para seguir la
evolución de la misma. Existe dos versiones diferentes: una que se hace sobre una puntuación
máxima de 30 y otra sobre 35.
La interpretación de la puntuación obtenida se realiza del siguiente modo:  
 La frontera en la que se establece el diagnóstico de demencia es de 23/24 puntos en
personas mayores de 65 años o más y 27/28 en menores de esta edad menores de 65
años.

 Una puntuación de 30-35 determina la normalidad, mientras que si es de 25-30 existe un


ligero déficit que puede estar originando por otras causas.

 20-24: existe un deterioro cognitivo leve.

 15-19: el deterioro cognitivo es moderado y signo claro de la existencia de una demencia.

 0-14:  hay un grave deterioro cognitivo que determina una demencia avanzada.

Escala FOUR

La escala de Glasgow para el coma ha sido adoptada de forma generalizada, a pesar de presentar
importantes limitaciones, entre las que destacan la imposibilidad de valorar la respuesta verbal en
pacientes intubados o afásicos, y la no valoración de los reflejos del tronco encefálico, que aportan
importante información pronóstica. Debido a las limitaciones de la escala de Glasgow, se ha
diseñado la escala FOUR para el coma, que incluye cuatro componentes: respuesta ocular,
respuesta motora, reflejos de tronco y respiración, cada uno de los cuales puntúa de 0 a 4 (tabla I).
La puntuación total puede tomar por tanto valores entre 16 (consciente) y 0 puntos (coma
arreactivo sin reflejos de tronco encefálico). La escala FOUR ha sido validada por sus autores, con
una buena concordancia entre observadores y una relación lineal con la mortalidad, permitiendo
además distinguir distintos grados de afectación entre los pacientes con puntuaciones bajas en la
escala de Glasgow [1]. Entre las ventajas teóricas de la escala FOUR se encuentran su capacidad
para detectar el "síndrome de enclaustramiento", así como distintos estadios de la herniación
cerebral. Se ha señalado que la escala FOUR sería insuficiente para detectar el estado vegetativo y
los estados de mínima conciencia
Escala Rankin modificada

Esta es para medir la discapacidad física tras un ictus, Pero no es para medir funciones
neurológicas sino mas bien funcionales tras una lesión neurologica
Escala Hunt y Hess también para hsa

La escala de Hunt y Hess es una manera de clasificar la severidad de una hemorragia


subaracnoidea no traumática,1 puesto que cuando la condición clínica del paciente se evalúa
basado con los criterios de Hunt y Hess para el momento de la cirugía se demuestra una
correlación específica con el resultado del tratamiento quirúrgico
hunt- hiss relaciona los síntomas de la hsa y la gravedad de la enfermedad pero la de fisher mide
es la hemorragia subaracnoidea según el tac

hunht heds es clínica, fisher tomográfica. Se usa mas la de Fisher.

Criterios de Hunt y Hess3

Estadiaj Mortalidad
Características Supervivencia
e preoperatoria

Asintomático y consciente, dolor de
Grado 1* 0-5% 70%
cabeza leve y rigidez de nuca leve

Dolor de cabeza y rigidez de


Grado 2 nuca moderada sin déficit neurológico más 2-10% 60%
allá de paresia de los nervios craneales

Somnolencia, confusión mental y leve


Grado 3 10-15% 50%
déficit neurológico focal

Grado 4 Estupor y hemiparesia moderada o severa 60-70% 20%

Grado 5 Coma y postura descerebrada 70-100% 10%


*
A menudo se asocia el Grado Ia, definido con un paciente consciente, sin signos
meníngeo pero con déficit neurológico focal.

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