Guia Libertad
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LEER “LIBERTAD Y
RESPONSABILIDAD”
Alumnas:
+ García, María Paz
+ Mateo, Candela
Profesor:
+ Caviglia, Leonardo
Asignatura:
+ É tica y sus fundamentos
Carrera:
+ Lic. En Marketing
No, la libertad no es absoluta porque está siempre al servicio del perfeccionamiento humano.
“Los colores y el pincel están en función del cuadro”. De esta manera, es importante
reconocer que nuestra libertad siempre estará ligada a algo que la trasciende, siempre estará
en función del proyecto vital que cada hombre tiene, ella es simplemente es el medio para
alcanzarlo. Por esto, podemos concluir que la libertad no un el valor supremo.
En la película “La sociedad de los poetas muertos” del año 1989 se ve una interesante
concepción de la libertad. Robin Williams, nuevo profesor en una prestigiosa y estricta
escuela que solo admite hombres, será el impulsor de estos alumnos a que vivan sus vidas de
la manera en que ellos quieren, rompiendo su contexto rígido, inundado de normas y
responsabilidades. Robin, a través de la literatura y una enseñanza distinta les recomendará
hacer todo aquello que les llene de felicidad, les enseñará la importancia de vivir el día a día,
de no perder el tiempo. Pomos extraer como conclusión general de esta historia la idea de
que cada ser humano es libre de expresar lo que siente y de seguir sus sueños. Tiene un
mensaje, para nosotras, muy profundo porque habla del poder de nuestras ideas, palabras,
deseos, y nos hace comprender que este poder (conciencia de la libertad) puede modificar
nuestro entorno, pero más importante, nuestra forma de vivir la vida.
5. ¿Es más libre el más inteligente?
La inteligencia como potencia del alma nos otorga la capacidad de aprehender, hacer un
juicio y razonar sobre aquello que nos rodea, y luego, a través de la voluntad nos inclinamos
por el bien que encontramos allí. De esta manera, se convierte en el instrumento más útil
para construir nuestra libertad individual, pues nuestros conocimientos, pensamientos y
razones nos permiten, de alguna manera, crear la propia realidad. Es difícil determinar si
efectivamente, una persona inteligente es más libre de una que no lo es tanto, porque la
inteligencia se puede desarrollar desde distintas “áreas”, lingüística, musical, emocional,
lógico-matemática, etc., pero lo que sí creemos es que, a medida que va creciendo, seremos
capaces de decidir aún más sobre nuestros actos.
6. Dice el capitán Ajab: “todas mis armas están a punto, pero mis motivos están locos”.
¿Cómo lo podemos interpretar?
Es difícil escoger una de las tantas ideas que vienen a nuestra mente cuando pensamos sobre
esto. Siguiendo un poco las concepciones liberales y marxistas de la libertad podemos
distinguir lo siguiente: si para el Liberalismo, el hombre es el único protagonista de la
Historia, su libertad es norma de sí misma y no existen para ella criterios exteriores,
responsabilidades y objetivos, creemos habría exceso de aburrimiento. Cuando el hombre es
absolutamente libre, hace todo lo que le apetece, sin tener en cuenta sus consecuencias y sin
tomar recaudo por lo que podría llegar a provocar. Estas acciones, además, seguramente
sean opuestas y contradictorias entre sí. Si para el marxismo el hombre no es más que un
accidente material, nacido sin ninguna razón especial, sumido absolutamente por el poder
del Estado, el aburrimiento no sería parte de nuestras vidas, probablemente ni lo
conociéramos. Si estamos obligados constantemente a obrar de cierta manera, a seguir
reglas y acciones no tendríamos tiempo para estar aburridos y preguntarnos… “¿Qué
realmente tengo ganas de hacer?”.
Al no estar seguras de a qué se refiere exactamente la pregunta, podríamos decir que las
conductas que atentan contra la propia libertad son la esclavitud, el asesinato, el
alcoholismo, la drogadicción, la pereza, la irresponsabilidad, el mal carácter, el cinismo, la
envidia y la insolidaridad, entre otras. Pero, esas también podrían ser conductas que atenten
contra la libertad de otra persona. Por lo tanto, a modo de una valoración personal, creemos
que toda conducta que se realiza bajo una privación de la razón y de la voluntad, atenta
contra la propia libertad.
En las reflexiones de Daniel, el Mochelo, se pone de manifiesto la limitación que éste tiene en
cuanto a las decisiones. Sus reflexiones son profundas y simples, basándose en lo mucho que
le gusta el valle. Su principal problema es que no tiene autonomía ni capacidad de decisión.
Le importaba lo sentimental y su apego hacia el valle era enorme, pero no podía no
despedirse de él. Debido a su edad, su padre decidía por él, quitándole la posibilidad de
decidir, mientras todavía la tenía.
Refutaríamos esta frase diciendo que “somos libres cuando, entre el estímulo y nuestra
respuesta, interponemos un juicio de valor y decidimos en consecuencia”. Es decir, el
autodominio es la manifestación más elevada de la libertad humana, ya que, de no haber
“límites implícitos” o más bien “límites racionales”, el ser humano sería tan solo un animal.
Por último, cabe destacar una frase de Sócrates que hace alusión al dominio racional de la
animalidad: “el hombre verdaderamente libre es el que domina sus instintos, y el hombre
verdaderamente esclavo es el dominado por sus instintos”.
La libertad no es absoluta ya que está en función del proyecto vital que cada hombre desea,
es decir, que la libertad es un medio para alcanzar los proyectos del hombre. La libertad está
al servicio del perfeccionamiento humano, pero no en sentido absoluto porque tiene sus
limitaciones. La limitación es triple: física, psicológica y moral. Física ya que debe utilizarse
para conservar la vida, psicológica en cuanto a las limitaciones cognoscitivas y, en cuanto a lo
moral, el hombre sabe qué acciones puede realizar pero no debe hacerlas.
Es lógico pensar que el hombre, al ser un ser limitado, tiene una libertad limitada. Además, la
limitación humana conlleva una renuncia, y la libertad es la que debe resolver a qué
renunciar y a qué no, en relación con el valor de lo que elige o rechaza.
La frase no es cierta debido a que el orden moral está supeditado a leyes propias. El hombre
es un ser limitado y traspasar los límites sería volverse contra sí mismo, generando un daño.
La ley, en realidad, vendría a ser una guía para la libertad.
13. Busca una canción, poesía, o texto literario en el que puedas expresar esta temática
sobre la libertad.
Va, pensiero – Opera Nabucco
¡Vuela pensamiento, con alas doradas,
pósate en las praderas y en las cimas
donde exhala su suave fragancia
el dulce aire de la tierra natal!
¡Saluda las orillas del Jordán
y las destruidas torres de Sion!
¡Oh, mi patria, tan bella y abandonada!
¡Oh recuerdo tan querido y fatal!
Arpa de oro de fatídicos vates,
¿por qué cuelgas muda del sauce?
Revive en nuestros pechos el recuerdo,
¡Que hable del tiempo que fue!
Al igual que el destino de Sólima
Canta un aire de crudo lamento
o que te inspire el Señor una melodía,
que infunda valor a nuestro padecimiento,
que infunda valor a nuestro padecimiento,
que infunda valor a nuestro padecimiento,
al padecer, valor!
“Va, pensiero” es el coro del tercer acto de la ópera Nabucco, de Verdi. Canta la historia del
exilio hebreo en Babilonia tras la pérdida del Primer Templo de Jerusalén.
Posteriormente se convirtió en un himno para patriotas italianos, quienes, identificándose
con el pueblo hebreo, buscaban la unidad nacional y la soberanía frente al dominio austríaco.
La canción, cuyo tema es el exilio y que expresa nostalgia por la tierra natal resonaba en el
corazón de muchos italianos.
Se conoce con el nombre de Cautiverio de Babilonia al período que comprende desde el
año 587 hasta 537 a. C. en el que parte considerable de los hebreos que habitaban el
sureño Reino de Judá, estuvieron exiliados en Babilonia, comenzando la deportación y el
exilio de los judíos inmediatamente después de la toma de Jerusalén y la destrucción
del Templo por Nabucodonosor II y finalizando con el supuesto edicto del rey
persa Ciro de 538 a. C. que permitió el regreso de los judíos a sus tierras de origen en el año
siguiente.
Aun cuando se ambientaran a siglos de distancia, los dramas de Verdi pudieron cobrar una
resonancia política inmediata. Bajo la dominación austríaca en las regiones de Lombardía,
Véneto, Toscana y Parma, el sometimiento de los
judíos en la ópera Nabucco (1842) se identificó con el de los italianos; es así como el coro “Va
pensiero”, con su grandiosa y desarmante sencillez, se convirtió en símbolo de libertad para
los italianos.
El 9 de marzo de 1842, el Nabucco se estrenaba en el teatro La Scala de Milán. Fue un éxito
rotundo, llegando a ser representada en su primer año hasta 64 veces. Cualquier buen
compatriota italiano podía leer entre líneas: el pueblo judío no era otro que el italiano, y
Nabucodonosor un símbolo de la tiranía del Imperio austríaco.
Con el Nabucco, Giuseppe Verdi consiguió enfervorecer el orgullo patrio de los espectadores
con el «coro de los esclavos judíos», cuyos emocionantes versos musicados quedaron
grabados a fuego en el imaginario colectivo. El Nabucco se convirtió en el himno no oficial de
los revolucionarios. Así es como Verdi pone música al sufrimiento de los hombres y mujeres
oprimidos por el yugo de los tiranos y representa su anhelo de libertad.