ROGERS

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UNIVERSIDAD CATOLICA DE SALTA

“PSICOTERAPIA NO DIRECTIVA O
CENTRADA EN EL CLIENTE – CARL ROGERS”

CATEDRA: Psicología Clínica II

PROFESORAS:

- Lic. Eleonora Naranjo


- Lic. Norma Terceros
- Lic. Raquel Sosa

INTEGRANTES:

- Berkhan Moreira Carla Verónica


- Ensinas Ríos María Noel
- Vázquez Rocio Belén

AÑO 2019
ÍNDICE
VISION EPISTEMOLÓGICA....................................................................................................................1
VISION ANTROPOLOGICA.....................................................................................................................2
CONCEPTOS CENTRALES......................................................................................................................3
LA ESTRUCTURA DE LA PERSONALIDAD.....................................................................................3
“El organismo”....................................................................................................................................3
“El sí mismo”......................................................................................................................................4
CONGRUENCIA E INCONGRUENCIA...............................................................................................5
DINAMICA DE LA PERSONALIDAD.................................................................................................5
DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD...........................................................................................6
CONSCIENTE E INCONSCIENTE.......................................................................................................8
PERSONALIDAD NORMAL Y ANORMAL............................................................................................9
Normalidad, Salud y Enfermedad............................................................................................................9
NEUROSIS...............................................................................................................................................10
Mecanismo de defensa...........................................................................................................................10
Clasificación de las Neurosis.................................................................................................................13
PSICOSIS..................................................................................................................................................16
PROCESO TERAPEUTICO.....................................................................................................................18
LAS ETAPAS DEL PROCESO TERAPEUTICO................................................................................20
CONVERTIRSE EN PERSONA..........................................................................................................24
LAS ORIENTACIONES QUE ADOPTAN LOS CLIENTES..............................................................27
LA TECNICA PSICOTERAPEUTICA....................................................................................................29
EL ABORDAJE TERAPEUTICO............................................................................................................33
VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE LA PARTICIPACIÓN EN ESTOS GRUPOS..............................................36
ESFERAS DE APLICACIÓN...................................................................................................................38
SIMILITUDES Y DIFERENCIAS ENTRE LA TERAPIA INDIVIDUAL Y LA DE GRUPOS................................39
Similitudes.................................................................................................................................................39
Diferencias................................................................................................................................................40
BIBLIOGRAFIA.......................................................................................................................................41
El método psicoterapéutico de Rogers, es denominado “No directivo o centrado en el
cliente”. Se denomina terapia no directiva porque el terapeuta no dirige las conductas del
cliente. Lo denomina “cliente” porque es una persona que tiene un aspecto sano, es a partir de
la salud que se va a trabajar en terapia.

Es una relación de persona a persona.

VISION EPISTEMOLÓGICA

La Teoría de la Personalidad de Carl Rogers, fue desarrollada a partir de sus


experiencias como terapeuta, que le han proporcionado un precioso material de observación
de singular valor para el estudio de la personalidad.

Carl Rogers, hijo de una gran familia muy unida que reverenciaba por igual el trabajo
duro y el cristianismo protestante sumamente conservador. Nació en Oak Park Illinois el 8 de
Enero de 1902. A sus doce años, su familia se mudo a una granja donde comenzó a interesarse
por la agronomía, lo cual lo condujo a la universidad donde inicialmente se dedicó a la física
y a las ciencias biológicas.

Se intereso particularmente por observar el desarrollo de la vida de insectos y plantas,


cautivando su atención en el hecho de que éstos en cualquier tipo de ambiente en el que se
encuentren se desarrollan y crecen. Subraya que en las personas como en las plantas está lo
que en esencia tiene que ser, solo hay que cuidar y acompañar empáticamente.

Una vez graduado en 1924 en la Universidad de Wisconsin, tomo contacto con un


criterio liberal y filosófico con respecto a la religión. En la Universidad de Columbia,
experimento la influencia filosófica de John Dewey y fue introducido en la psicología clínica
por LetaHollingworth. En esta Universidad adquiere titulo de Máster como también un
Doctorado.

Posteriormente, Rogers se unió al equipo del Centro de Orientación de Rochester del


que llego a ser director, y durante este periodo fue influido por el psicoanalista Otto Rank, y
por Kierkegaard (filósofo dinamarqués). Éste plantea que la causa de la desesperación del
individuo reside en no elegir ni desear ser uno mismo, y que la forma mas profunda de
desesperación es la del individuo que a elegido “ ser alguien diferente de si mismo”. Por otro
lado “en el extremo opuesto a la desesperación, se encuentra el desear ser el si mismo que uno
realmente es”; y en esta elección, radica la responsabilidad mas profunda del hombre.

En 1945 pasó a la Universidad de Chicago como profesor de Psicología y secretario


ejecutivo del centro de Asesoramiento, donde elaboró su método de psicoterapia centrada en
el cliente, formuló una teoría de la personalidad y llevo a cabo diversas investigaciones
psicoterapéuticas.

La teoría de la personalidad de Rogers fue el resultado de sus experiencias cuando


trabajaba con personas en un marco de relación terapéutica. La influencia mayor sobre su
pensamiento psicológico es la experiencia clínica con personas que se perciben o son
percibidas por otros en necesidad de ayuda personal.

La teoría Rogeriana se ubica dentro de una corriente fenomenológica-humanista en


cuanto se basa en la experiencia del cliente en el aquí y ahora, como un ser bio-psico-social.

Esto implica que el objeto a conocer no solo aparece ante nuestros sentidos y tomamos
conocimiento de él, sino que va mas allá, considerando que eso existe como tal, con un
significado para uno mismo, es decir, acontece una percepción con un constructo subjetivo en
función de la individualidad.

A partir de esta vinculación entre el objeto y la significación particular que se


establece entre la persona y éste, se apuntará a desarrollar este vinculo establecido y a partir
de allí nos convertiremos en uno con lo observado. De este modo, se trata de acceder al
conocimiento vivencial del mundo.

VISION ANTROPOLOGICA

Esta visión es uno de los puntos de mayor importancia del enfoque, y es en donde
reside la diferencia puntual con otras teorías.Rogers manifestaba que este enfoque se trata de
una filosofía de vida que se expresa en una orientación psicológica.
El concepto de persona, lo entiende tanto en su singularidad sustancial, con sus
características de unicidad, autonomía, dignidad y responsabilidad, como así también en su
carácter relacional- interpersonal de interacción con otras personas, ya que toda persona nace,
vive, se desarrolla, y muere estando en relación con otros seres humanos, de los cuales
depende continuamente.

Lo que aquí detecta Rogers es a la persona con su fondo vital positivo y prospectivo,
es decir que tiene una tendencia única para actualizarse, y estando en relación con otras
personas, desplegará su máxima potencialidad tanto de desarrollo como de creatividad. Es
decir, que el concepto de persona que utiliza apunta a la idea de proceso, y tiene como meta el
devenir en persona. El ser humano en sí mismo es un proceso que se constituye a sí mismo en
un contexto social inevitable.

Es por este fondo vital prospectivo y su tendencia actualizante, que Rogers no habla de
lo patológico. La persona solo necesita una orientación o reorientación para su vida, el
terapeuta así, es un catalizador y creador de condiciones optimas, para que esta crezca y se
desarrolle.

CONCEPTOS CENTRALES

LA ESTRUCTURA DE LA PERSONALIDAD
Rogers se centró en los cambios y en el desarrollo de la personalidad. Considera al
organismo y el si mismo como base sobre la que se asienta la misma.

“El organismo”
Es entendido como el centro de cualquier experiencia que incluya lo que ocurre
internamente en el organismo y está en potencia abierto a la consicencia en un determinado
momento. Esta totalidad experiencial constituye el campo fenomenológico, que es el marco
de referencia individual, el cual nunca es posible un conocimiento perfecto.
Este campo fenoménico va a determinar el modo en que el individuo se comporta
(realidad subjetiva). Este no es idéntico al de la consciencia, sino que es la simbolización de
parte de nuestra experiencia.

Se constituye a partir de experiencias conscientes (simbolizadas) e inconscientes (no


simbolizadas). Estas experiencias simbolizadas, tienden a ser confrontadas con el mundo tal
como es, y esta verificación de la realidad proporciona un confiable conocimiento del mundo,
lo que permite conducirse con realismo. Es así que aquellas percepciones incorrectamente
verificadas pueden inducir al individuo a asumir una conducta carente de realismo.

Tal verificación se realiza por medio de los datos sensoriales, es decir, se confronta la
información menos segura con el conocimiento mas directo.

El organismo es entonces, en todo momento, un sistema organizado total, la


modificación en alguna de sus partes, produce cambios en el mismo.

“El sí mismo”

Es una parte del campo fenoménico diferenciado, es una Gestalt conceptual


organizada y coherente, compuesta de percepciones, características del “yo” y las
percepciones de las realciones del “yo” con otros en conjunto con aspectos de la vida y
valores vinculados a esas percepciones. Es una Gestalt fluida y cambiante, un proceso que en
cualquier momento se torna en una entidad especifica.

Ademas del si mismo tal como es (estructura del si mismo), existe un si mismo ideal.

“El si mismo ideal”

Es el concepto de si mismo que la persona anhela y el cual le asigna un valor superior.


Es decir representa lo que una persona desearía ser.
CONGRUENCIA E INCONGRUENCIA

Hace referencia a la congruencia e incongruencia entre el si mismo tal como es


percibido y la experiencia real del organismo.

Cuando las experiencias simbolizadas que constituyen el si mismo reflejan las


experiencias del organismo, la persona está bien ajustada, ha alcanzado madurez y funciona
por completo. Esta persona acepta la gama total de la experiencia, sin temores ni ansiedades,
capaz de pensar de un modo realista. Esta congruencia implica un sentido de integridad,
coherencia entre lo que se piensa, se siente, se dice y se hace; y una armonía entre la
experiencia vivencial, su representación mental y eventualmente su expresión.

La incongruencia en cambio, hace sentir al individuo amenazado y ansioso, por lo que


se comporta defensivamente y su pensamiento se vuelve rígido. Este grado de desajuste,
provoca la aparición de mecanismos defensivos.

DINAMICA DE LA PERSONALIDAD

“El organismo tiene una tendencia o impulso básico a actualizar, mantener y


desarrollar al organismo experienciante.” (C. HALL y G.Lindz)

La personalidad se desenvuelve según las directrices del organismo. A su vez, el


organismo se realiza de acuerdo a la orientación de la herencia. A medida que madura , se
expande con mayor amplitud, es mas autónomo y socializado.

Esta tendencia a progresar solo puede operar a medida que las posibilidades son
percibidas con claridad y simbolizadas adecuadamente. Es decir, nadie puede realizarse si no
es capaz de discriminar entre las formas de conducta progresivas y regresivas; antes de elegir
se debe conocer, y cuando se conoce se elige siempre el crecimiento y no la regresión.
La conducta, es entonces, el esfuerzo intencional del organismo por satisfacer sus
necesidades tal como las experimenta, en el campo, tal como la percibe; estas necesidadesson
diversas pero todas ellas están subordinadas a la tendencia básica del organismo: la tendencia
a mantenerse y desarrollarse.

Es asi, que en la vida existe un movimiento propulsor y esa tendencia a progresar es


precisamente la única fuerza en la que el terapeuta puede confiar para lograr la mejoría del
cliente.

Rogers ha señalado dos necesidades: la de respeto y la de autorespeto, ambas


aprendidas. La primera se desarrolla en la infancia como consecuencia del amor y cuidado
que se tiene por el bebé; la segunda se establece en virtud de la consideración positiva que el
bebé recibe de los demás.

DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD

El organismo y el si mismo poseen la tendencia innata a realizarse a si mismos, pero


también están sujeto a fuertes influecnias del ambiente y del medio social. Rogers centra su
atención sobre los modos en que las evaluaciones de una persona realizada por otros durante
la niñez, tienden a separar las experiencias del organismo de las del si mismo. Si estas
apreciaciones fueran solo de signo positivo (respeto incondicional positivo), no existiría
separación o incongruencia entre el organismo y el si mismo.

Debido a que las evaluaciones de las conductas del niño son algunas veces positivas y
otras negativas, este aprende a diferenciar entre acciones y sentimientos que tienen valor
(aprobadas) y aquellas sin valor (desaprobadas); estas últimas tienden a ser excluidas del
autoconcepto, aun cuando son válidas desde el punto de vista organismico, y así resulta un
autoconcepto que no coincide con la experiencia organismica. Como consecuencia el niño
trata de ser aquello que los demás quieren que sea en lugar de tratar de ser lo que realmente
es.
Es asi que una experiencia organismica que está en desacuerdo con el autoconcepto se
siente como una amenaza y provoca ansiedad. A todas estas experiencias amenazadoras se les
niega simbolización o se les proporciona una simbolización deformada para proteger de este
modo la integridad del autoconcepto.

Negar una experiencia no equivale a ignorarla, sino que implica la falsificación de la


realidad

Rogers considera que se puede negar algo que amenaza a la autoimagen sin ser
previamente consciente de dicha amenaza. Distingue niveles de discriminación por debajo del
nivel de reconocimiento consciente; y afirma que el objeto amenazador puede ser
inconscientemente percibido o “subsivido” antes de ser percibido.

No solo la brecha entre el si mismo y el organismo provoca defensividad y


deformación sino que también afecta a las relaciones interpersonales.

Para subsanar dicha brecha, aquella existente entre el si mismo y el organismo, y entre
este y los demás propone tres principios de solución:

1) La terapia centrada en el cliente, crea una situación en la que éste, por aceptación
de parte del asesor, no se siente en modo alguno amenazado. Esta actitud calidamente
acogedora, estimula al cliente a explorar sus sentimientos inconscientes e introducirlos en la
consciencia. En el ámbito protector de la realacion terapéutica, estos sentimientos, hasta
entonces amenazadores pueden ser asimilados a la estructura del si mismo, asimilación que
exigirá una drástica reorganización del concepto del cliente del si mismo, que le permitirá
comprender y admitir en mayor medida a los demás.
2) Cuando el individuo percibe y acepta en un sistema coherente e integrado, todas
sus experiencias sensoriales y vicerales, necesariamente comprende mas a los demás y los
acepta como personas diferenciadas, en consecuencia sus relaciones sociales experimentarán
una mejoría, con la reducción de conflictos sociales.
3) A medida que el individuo percibe y acepta sus experiencias orgánicas en su
estructura de si mismo, reemplaza su actual sistema de valores. Si se aspira a un ajuste sano e
integrado, es preciso someter a constante evaluación las propias experiencias que pueden
requerir la introducción de cambios en la estructura de valores. Todo conjunto fijo de valores,
impedirá la reacción eficaz de la persona ante experiencias nuevas.

CONSCIENTE E INCONSCIENTE

Para Rogers “la conciencia corresponde a la simbolización, (no necesariamente verbal)


de una parte de la experiencia vivida”. “Cuando una experiencia puede ser simbolizada sin
ninguna dificultad, sin quedar deformada a causa de las defensas, se dice que es accesible o
disponible a la conciencia”

En este sentido, cuando hablamos de procesos conscientes estamos haciendo


referencia a la noción del Yo, que surge como hemos visto, en el curso del desarrollo, como
conciencia progresiva de sí mismo.

Inconsciente: La noción de inconsciente está mal definida y poco clarificada. Todo lo


que no sabemos explicar, todo lo que no alcanzamos a comprender lo atribuimos actualmente
al inconsciente, dice G.M. Kinget.

Pero es ciertamente difícil profundizar en el estudio de los procesos inconscientes, en


la medida en que se trata de una abstracción, que no nos permite echar mano de instrumentos
de exploración confiables. Es de todo modo perfectamente aceptable que existan experiencias
inconscientes, pero no en relación con una función o entidad interna autónoma y dotada de
poderes particulares.
Falta De Aprecio Positivo

Incondicional

Falta De Auto estimación Positiva


Incondicional

Condiciones De Valor

INCONGRUENCIA

Nueva Experiencia
YO EXPERIENCIA Amenazadora

Distorsión
Vulnerabilidad a la
Ansiedad

Funcionamiento Defensivo

Lamina 1: Génesis de la conducta defensiva


Falta De Aprecio Positivo

Incondicional

Falta De Auto estimación Positiva


Incondicional

Condiciones De Valor

ALTO GRADO DE
INCONGRUENCIA

Experiencia repentina
YO EXPERIENCIA intensa de índole
amenazadora

Ansiedad Intensa

Conducta Desorganizada

Negación del YO Alteración del concepto


del YO

Lamina 2: Génesis de la conducta desorganizadas


PERSONALIDAD NORMAL Y ANORMAL
Podríamos definir la Psicopatología como la Psicología de lo Anormal, es decir
aquella disciplina que intenta investigar los trastornos del comportamiento y de la
personalidad. Por lo tanto, se refiere al campo de las Relaciones Humanas. En esta tarea
necesitaremos responder a preguntas tales como nuestro concepto sobre normalidad y
anormalidad, salud y enfermedad, respuestas éstas que sólo podrán obtenerse a través de la
elaboración de una teoría de la personalidad, es decir, una hipótesis y un conjunto de
supuestos y especulaciones que den razón de la conducta humana y nos permitan inferir sus
interacciones y posibilidades.

Normalidad, Salud y Enfermedad


Son términos falaces y relativamente vacíos, que en el intento de definirlos reciben
respuestas teñidas con nuestra ideología, dado que es imposible acercarse a la realidad
humana desde una posición neutra.

Es así que estos términos no nos son verdaderamente útiles para entender la conducta
anormal, cuando quedan reducidos a criterios normativos, vale decir que los conceptos normal
y anormal, sano y enfermo, bien y mal, etc. son ideas contrapuestas que dependen a nivel
humano de normas sociales que corresponden a una sociedad dada, en un lugar y en un
momento histórico particular, constituyendo así una normalidad “normativa” o sea ideal.

El problema depende, pues del modelo o, mejor aún, de la perspectiva con que se
concibe la personalidad sana, más allá que dé una definición más o menos afortunada que
intente responder a nuestra inquietud.

NEUROSIS
Podemos diferencias los procesos graficados en la lámina 1, que Rogers describe como
la génesis de las conductas defensivas y que se corresponden con las tradicionales conductas
neuróticas, en donde la ansiedad es controlada a través de distintos mecanismos de defensa,
tendientes a evitar el conflicto que lo genera.

Constituyen un grupo de heterogéneo de trastornos, generados por la ansiedad, que


surgen a partir de la incongruencia entre la imagen de si y las experiencias que pone en
funcionamiento mecanismos defensivos para aplacarla y que no produce una alteración
significativa en lo que se refiere al juicio de realidad, pero afectando las relaciones
interpersonales y provocando en el individuo sufrimiento y conciencia de la existencia del
problema, con rigidificacion de la conducta.

Los funcionamientos defensivos son una forma de conducta sustitutiva de otra que ha
sido objeto de represión en razón del conflicto que ha provocado por la incongruencia entre el
Yo y la Experiencia, o dicho de otro modo, entre las Necesidades del sujeto y la búsqueda del
Aprecio Positivo Incondicional de las figuras significativas.

Esto está íntimamente relacionado no solo con los padres y la familia ampliada, como
sucede en los primeros años de la vida, sino con los patrones culturales de la sociedad en que
nos toca vivir.

Mecanismo de defensa
Existen diferentes mecanismos de Defensa. Estos procesos psíquicos son muy
conocidos, pero haremos un breve desarrollo de los más frecuentes para poder comprender
mejor, conociendo los mecanismos que pueden emplearse, los estilos de funcionamiento a que
pueden estos dar lugar.

Represión

Consiste en el “olvido intencional” (a través de la no simbolización de la experiencia-


es decir el olvido inconsciente-) a causa de razones defensivas de algo que se debiera
recordar, pero resulta inaceptable por su incongruencia con el Yo.

Podríamos considerarlo como el mecanismo más universal, mas importante y más


antiguo y origen de todos los siguientes.

Ejemplos de este funcionamiento serían los olvidos y lapsus de memoria


significativos, falsos recuerdos, etc. forma parte de frecuentemente del estilo del
funcionamiento histérico.
Negación

Es la afirmación mediante una expresión lingüística de que algo no existe o no


responde a determinadas características o no tiene los atributos que se supone, por la ansiedad
que generaría su reconocimiento.

Ejemplo

— "Ud. va a creer que yo soy racista, pero no es así".

— La negación del sexo en la era victoriana.

— Actitud de negación ante la muerte.

Desplazamiento

Es el pasaje, por razones defensivas de una emoción (deseo, miedo, pena) que resulta
inaceptable, a otra representación mas fácilmente tolerable con la que está ligada por lazos
contextúales o de analogía en el tiempo o en el espacio.

Ejemplo:

Miedo a los animales, a las alturas, a los espacios cerrados, etcétera.

se lo observa generalmente en el estilo de funcionamiento fóbico.

Proyección

Situación en la cual se tiende a atribuir a otro u otros (personas o cosas) cualidades,


deseos, sentimientos o emociones que el individuo rechaza como propios de sí. Podríamos
considerarlo como una forma particular de desplazamiento.

Tiene que ver con estilos de funcionamiento paranoides.

Un ejemplo sería "el severo censor" de la película Bocaccio 70 que proyectaba toda
sus motivaciones sexuales insatisfechas en el afiche "provocativo" de una propaganda.
Racionalización

Es la utilización del pensamiento abstracto o de razones lógicas y aceptables para los


valores culturales y sociales del momento, para justificar sentimientos, pensamientos, o
conductas que serían inaceptables para la imagen de sí. Buen ejemplo sería la fábula de "La
zorra y las uvas" en la que el zorro al intentar infructuosamente alcanzar los racimos, se
consuela diciendo "no importa, las uvas estaban verdes"

Anulación

Es la utilización de un pensamiento, una palabra o un acto con la intención de borrar


(anular) otro que lo precedió y resulta inaceptable.

Es característico del estilo de funcionamiento obsesivo y está en la raíz de lo que


llamamos pensamiento mágico.

Ejemplo:

Rituales; por ejemplo, el lavado compulsivo de manos, siguiendo ciertas reglas fijas e
inviolables que frecuentemente "anularían" un sentimiento interior de suciedad.

Formación Reactiva

Una forma particular de anulación, que también se ve en el estilo obsesivo de


funcionamiento, y consiste en cambiar una idea o sentimiento inaceptable, por su antítesis.

Ejemplo de este funcionamiento sería el niño que, ante sentimientos hostiles hacia su
hermanito menor, se transforma en su protector y defensor.

Conversión
Consiste en la transformación de un conflicto emocional en un síntoma corporal (de la
musculatura estriada, de la sensibilidad o de los órganos de los sentidos, provocando parálisis,
anestesias o algias y cegueras, sorderas o mutismos, respectivamente, como forma típica del
estilo de funcionamiento histérico.

Vale decir que, en función de los distintos funcionamientos defensivos que el


individuo pone en juego para mitigar la ansiedad, se estructuran modalidades que van a
caracterizar lo que se ha dado en llamar "Cuadros Neuróticos" difícilmente clasificables en la
práctica clínica ya que estos mecanismos defensivos se estructuran de maneras variables y
peculiares.

Clasificación de las Neurosis

No obstante, clásicamente se tiende a describir algunos cuadros neuróticos que


presentan características particulares, pero tengamos claro que son sólo elaboraciones teóricas
que intentan ordenar las complejidades clínicas a partir de determinadas observaciones.

1. Neurosis de Angustia

Es considerada como el "tronco común" de las Neurosis y se manifiesta por síntomas


que expresan la existencia de una ansiedad flotante en todos los terrenos:

Desde lo fisiológico: manifestaciones orgánicas de ansiedad (como distonías


neurovegetativas, temblores emocionales, sudoración de manos y pies, espasmos, alteraciones
funcionales a nivel cardiovascular, etc.).

Desde lo psicológico: una permanente sensación de alerta y alarma como expresión de


una percepción de amenaza constante.

2. Neurosis Fóbica

Es aquella forma de funcionamiento en la que el mecanismo defensivo fundamental es


el desplazamiento, como hemos visto anteriormente, que transforma la sensación interna de
peligro —ansiedad— en un peligro externo —miedo—.
Estos miedos son innumerables, pero los podríamos agrupar en un intento de
clasificación en:

- 1. Miedos al espacio:

a) espacios abiertos: agorafobia, vértigo

b) espacios cerrados: claustrofobia

- 2. Miedos al medio social

- 3. Miedo a los animales e insectos

Estos temores condicionan comportamientos tendientes a conjurar la ansiedad y van a


dar el matiz característico a esta modalidad. Se relacionan con conductas de evitación (de la
situación temida) o conductas de tranquilizacion (una persona, un lugar o un objeto que
cumple una función protectora).

3. Neurosis Obsesiva

De las Fobias a la Neurosis Obsesiva hay una serie de gradaciones. Denominamos


Neurosis Obsesiva a los cuadros que se caracterizan por la necesidad imperiosa que siente el
sujeto de ejecutar ciertos actos o movimientos como si estuviera recibiendo órdenes que debe
cumplir porque siente que, si no lo hiciera, algo grave le sucedería a él o a sus seres queridos.
Por ésta razón podríamos decir que el acto obsesivo es una acción de características rituales y
compulsivas que está solucionando algún temor —es por eso que se habla de neurosis fóbico-
obsesiva—. Por ejemplo, un individuo que tiene fobia a la suciedad y/o a los microbios puede
neutralizarlo con un acto obsesivo: lavarse las manos ejecutando un determinado ritual de
manera compulsiva.

En este cuadro predominan como mecanismos defensivos:

- a) La Anulación (que se expresa a través de las conductas ritualísticas).


-b) Formación reactiva (que se expresa en una respuesta inversa al impulso que
permanece inconsciente), por ejemplo: amor y sacrificio como reacción a sentimientos
inaceptables de hostilidad.

-c) Tendencia a la Intelectualización y a la Racionalización como forma de separar las


experiencias de sus componentes emocionales.

4. Neurosis Histérica

La Neurosis Histérica es tal vez la más profusamente estudiada y aquella a la que se le


otorgó autonomía más precozmente en virtud de la sintomatología peculiar que presentaba, así
como por su espectacularidad.

Henri Ey la define como una "neurosis caracterizada por la hiperexpresividad somática


de las ideas, de las imágenes y de los afectos inconscientes".

Sus síntomas se manifiestan en las áreas motoras, sensoriales y/o sensitivas, lo que
muestra la importancia del cuerpo como área de expresión de conflictos; pueden presentarse
en forma de crisis agudas o como cuadros duraderos.

 Área motora: parálisis, paresias, contracturas, afonías, etc.


 Área Sensorial: cegueras o sorderas histéricas, etc.
 Área Sensitiva: anestesias, parestesias, etc.

Los mecanismos defensivos predominantes en este cuadro son:

a) La Conversión: que transforma el conflicto psíquico en un síntoma corporal que


parece surgir como expresión simbólica. Por eso se dice que el síntoma es la "dramatización
del conflicto".

b) La Represión: que da el tono emocional característico de la histeria y que se


relaciona con esta posibilidad de excluir de la conciencia aquellas experiencias que suscitan
angustia.
Estos funcionamientos defensivos permiten que la estructura de la personalidad se
edifique sobre una sugestibilidad fácil. Son individuos altamente influenciables o
impresionables, con tendencia a la fabulación y la amnesia de los acontecimientos
desagradables.

PSICOSIS
Los procesos graficados en la lámina 2 se refieren a las conductas desorganizadas que
se vinculan con los estados psicóticos y se producen cuando el grado de incongruencia entre
el yo y la experiencia es de tal magnitud que los procesos defensivos son ineficaces, de tal
manera que no hay defensa, sino desorganización. Cuando esto sucede, el individuo tiene dos
posibilidades defensivas solamente, al decir de Rogers:

1) Defenderse de la conciencia de sí mismo (negación del Yo) y por ende de su


identidad.

2) Alterar el concepto de sí mismo (Yo totalmente desvalorizado)

Podríamos decir entonces que Psicosis y Neurosis tienen un común denominador, que
es la ansiedad inmotivada como sostiene J. Bergeret.

En la Neurosis esta ansiedad está situada en un mundo que resulta comprensible; en la


Psicosis, en cambio, esta ansiedad resulta incomprensible al alcanzar un grado tal como para
producir desorganización yoica y la pérdida del criterio de realidad, situación ésta que explica
el sentimiento de incomodidad y extrañeza que habitualmente el observador experimenta ante
un sujeto con un estado psicótico.

Es entonces posible entender la psicosis como un trastorno de la personalidad


relacionada con una desorganización del ser psíquico, es decir, desorganización yoica.

Pareciera ser que los problemas más importantes se refieren a la imagen corporal, la
identidad y las relaciones interpersonales distorsionadas en una medida tal que puede generar
ansiedad extrema con una vivencia amenazadora y a veces siniestra de la realidad,
acompañada siempre de trastornos del pensamiento y la conducta.
En relación con nuestro Enfoque, en tanto implica una visión totalizadora, entendiendo
como hemos visto a lo largo de este capítulo al hombre como una unidad bío-psico-social,
podemos señalar al estado psicótico como un desarrollo en el que intervienen, como señala
acertadamente S. Arietti:

1) El mundo que el individuo encuentra.

2) El modo como experimenta ese mundo, en particular en lo que refiere a las


relaciones interpersonales.

3) Cómo internaliza ese mundo y sus efectos.

4) Cómo las experiencias posteriores actúan reforzando, distorsionando o modificando


los efectos de las experiencias tempranas.

PROCESO TERAPEUTICO

Rogers desarrolló una teoría de terapia y modificación de la personalidad. La


principal característica del proceso terapéutico reside, que cuando el cliente advierte que el
terapeuta tiene una consideracion positiva e incondicional por él y una comprensión empática
de su propio mareo interno de referencia, entonces se pone en marcha un proceso de cambio,
en el cual el cliente se hace mas consciente de sus verdaderos sentimientos y experiencias, y
su concepto de si mismo, se torna mas congruentes con las experiencias globales del
organismo.

La psicoterapia no proporciona las motivaciones del desarrollo o el crecimiento, ellas


parecen inherentes al organismo, manifiestan la tendencia a desarrollarse y madurar
físicamente, siempre que se den condiciones satisfactorias mínimas. La terapia desempeña
entonces un papel de gran importancia ya que facilita la tendencia del organismo hacia el
desarrollo o madurez psicológica.

Existen tres condiciones necesarias para constituir dicho ambiente:


- La primera hace referencia a que el cambio personal se ve facilitado cuando el
psicoterapeuta es lo que es; cuando en su relación con el cliente es autentico y no se escuda
tras una fachada falsa, y cuando manifiesta abiertamente los sentimientos y actitudes que en
ese momento surgen en él. Esto se denomina congruencia. El grado de congruencia será
mayor cuanto más logre el terapeuta aceptar lo que en él sucede, y ser sin temor la
complejidad de sus sentimientos. La percepción de esta congruencia es uno de los factores
que se asocian con una terapia exitosa.
- La segunda condición que va a facilitar el cambio resulta cuando el terapeuta
experimenta una actitud de aceptación, cálida y positiva, hacia lo que existe en el cliente. Esto
conlleva por parte del terapeuta, el deseo de que el cliente sea cualquier sentimiento que surja
en él en ese momento. Podemos describir esta situación con la expresión respeto positivo.
- La tercera y última condición, se denomina comprensión empática. Se produce
cuando el psicoterapeuta percibe los sentimientos y significados personales que el cliente
experimenta en cada momento; y es capaz de comunicar a este ultimo una parte de esa
comprensión.

Es asi, que son estas actitudes y no los conocimientos técnicos los principales factores
determinantes del cambio terapéutico.

En la terapia es necesario que el terapeuta tenga las siguientes cualidades:

- Autenticidad: ser autentico, ser honesto.


- Comprensión Empática: posibilidad de ponerse en el lugar del cliente
- Amor incondicional: en el ámbito de la terapia no hay condiciones, se lo ama y se
lo acepta como es.
- Fe en el dinamismo propio de la zona profunda: fondo vital positivo y
prospectivo.

Las reacciones que experimenta el cliente están condicionadas por las actitudes del
terapeuta. El cliente comienza a recibir comunicaciones de su propio interior, a medida que se
abre a lo que sucede en él, adquiere la capacidad de percibir sentimientos que siempre fueron
negados y rechazados. Asi mismo, a medida que aprende a percibirse, comienza a aceptarse.
Finalmente, a medida que capta sus propios contenidos y se siente capaz de evaluarse
y de aceptarse, logra mayor congruencia. Al operarse estos cambios, provocan en el cliente
profundizar su autopercepcion y autoaceptacion, y descubre que puede modificarse y madurar
en las direcciones inherentes al organismo humano.

Es así, que el cliente cambia y reorganiza su concepto de si mismo, como persona


valiosa de iniciativa propia, capaz de crear sus normas y valores sobre la base de su propia
experiencia, desarrollando actitudes mas positivas hacia si mismo.

Después de una terapia basada en las actitudes, una personalidad óptima se caracteriza
por:

1. La apertura a la experiencia: Una persona autentica o congruente es alguien


realista, que no interpone barreras entre su mundo interno, yo, y su experiencia. Vive
subjetivamente los sentimientos que predominan y es consciente de ello. 
2. Una vida existencial: el individuo vive plenamente cada momento, libre de
estructuras en sus experiencias, dejando fluir los sentimientos. 
3. Confianza en el organismo: Una persona optima, es alguien capaz de confiar en
su propio organismo. Lo toma como una guía para orientar su conducta, basado en su
habilidad intuitiva para elegir aquella acción que satisfaga sus necesidades. 

LAS ETAPAS DEL PROCESO TERAPEUTICO

PRIMERA ETAPA

El individuo que se encuentra en esta etapa presenta gran fijeza y se halla tan alejado
de su vivencia, que es improbable que solicite voluntariamente ayuda psicoterapéutica.

De todos modos, presentaría las siguientes características:

- No desea comunicarse desde sí mismo. Su comunicación se refiere a hechos


externos, con tendencia a la anécdota.
- Sus sentimientos y significados personales no se reconocen ni se admiten como
propios.
- La comunicación interna está bloqueada.
- Los constructos personales son muy rígidos.
- Las relaciones íntimas se consideran peligrosas.
- No hay percepción ni reconocimiento de los problemas.
- Falta el deseo de cambio.

SEGUNDA ETAPA:

Cierto número de clientes se encuentran en esta etapa cuando llegan a la consulta por
propia voluntad, o pasan a este segundo estadio si en la anterior se han sentido plenamente
recibidos por el terapeuta. Se nota una ligera distensión y fluidez de su expresión, lo cual se
caracteriza por lo siguiente:

- Surgen temas de conversación ajenos a uno mismo.


- Los problemas todavía se perciben como ajenos al "sí-mismo".
- El cliente presenta los problemas sin sentimiento de responsabilidad frente a ellos.
- Los sentimientos son descritos como ajenos al cliente o como objetos pretéritos.
- El "Experiencing" está ligado a estructuras del pasado.
- Los constructos personales son rígidos y no se consideran sino como hechos
objetivos.
- Pueden expresarse contradicciones, pero son pocas las que se reconocen como
tales. Y, de continuar el proceso, pasan a la:

TERCERA ETAPA

Si el cliente se sigue sintiendo incondicionalmente recibido y el ligero avance y flujo


que se insinuaban en la segunda etapa no se bloquean, va tomando contacto con sus temas
principales: sentimientos, constructos y su "sí-mismo".

- Las expresiones referidas al sí-mismo como objeto fluyen con más libertad.
- El sí-mismo también se expresa como objeto-reflejo existente en ese momento.
Sólo se comunican sentimientos pasados, y es mínima la aceptación de los mismos. La mayor
parte de ellos son revelados como algo vergonzoso, malo, anormal o inaceptable por alguna
razón.
- El "experiencing" sigue ligado al pasado y se describe como algo alejado de uno
mismo.
- Los constructos son rígidos, pero ya comienzan a reconocerse como tales y no
como hechos externos.
- Comienza el reconocimiento de las contradicciones en las experiencias y la
percepción de que las opciones personales suelen ser ineficaces.

Muchas de las personas que acuden en busca de ayuda se encuentran en esta etapa, y
pueden permanecer en ella largo tiempo, describiendo sentimientos alejados de la experiencia
presente, y explorando el sí-mismo como si se tratara de un objeto, antes de hallarse en
condiciones de transitar la etapa siguiente.

CUARTA ETAPA

Esta, junto con la quinta, ocupan la mayor parte de las entrevistas psicoterapéuticas.

Su principal característica es la mayor libertad en la expresión y la distensión gradual


de los constructos. El cliente, para lograr estos progresos, sigue sintiéndose recibido,
comprendido y aceptado tal como es.

- Los sentimientos descritos por el cliente son más intensos; aparecen como objetos
presentes que irrumpen en contra de sus deseos. Si se vivencian en el presente, van
acompañados de desconfianza y temor.
- El "experiencing" está menos ligado a las estructuras del pasado.
- Hay mayor flexibilidad en los constructos. Se comienza a recono- cerlos como
propios y a veces a cuestionar su validez.
- Comienzan a reconocerse las incongruencias entre el "sí-mismo" y la experiencia.
- El cliente va sintiéndose responsable de sus problemas.
- Comienza a establecer relaciones con mayor participación afectiva.
Es importante señalar que ninguna persona está situada por entero en una u otra etapa
del proceso terapéutico en un momento dado. Las conductas y expresiones de un cliente
pueden, por ejemplo, ser más características de la tercera etapa con manifestaciones de rigidez
que son propias de la segunda, o con actitudes de mayor compromiso afectivo, propios de la
cuarta etapa. Sin embargo, es válido señalar que la tercera etapa casi nunca se observa antes
que la segunda o que la cuarta difícilmente sigue a la segunda sin que medie la tercera fase.

QUINTA ETAPA

En este estadio, el consultante se acerca más a su organismo y goza de mayor libertad


interna. Lo relevante consiste en que:

- Los sentimientos se expresan libremente en tiempo presente, incluyendo al


terapeuta. Surgen a borbotones, hasta causar sorpresa y temor.
- El "experiencing" se vivencia generalmente con poco retraso.
- Los constructos son más flexibles y pasibles de crítica.
- Los constructos son más flexibles y pasibles de crítica.
- Hay aceptación responsable de los problemas.
- La comunicación interior es cada vez mayor y menos bloqueada.

SEXTA ETAPA

Es una fase distintiva y a menudo crítica. Parece ser la más importante. Es el momento
en que cambia el modo de experimentar el sentimiento hasta entonces negado. Rogers señala
al respecto:

"Ahora el cliente puede experimentar como inmediatos los sentimientos que antes
estaban atascados, inhibidos en su cualidad de proceso, estos sentimientos fluyen hasta sus
últimas consecuencias. Un sentimiento del presente es experimentado directamente de manera
inmediata y rica. Se acepta esta cualidad inmediata de la experiencia y el sentimiento que la
constituye. Ya no hay temor, necesidad de negarlo o luchar contra esto". (Rogers, 1979:135)
- Hay una plena e inmediata experiencia del sentimiento.
- El sentimiento se experiencia con inmediatez y riqueza y fluye hasta su resolución
total. No se la niega ni se la bloquea.
- El sí-mismo, en cuanto objeto, tiende a desaparecer.
- El "experiencing" tiene las características de un verdadero proceso y se acompaña
una relajación fisiológica, como, por ejemplo: flujo de lágrimas, relajación muscular.
- La comunicación del mundo interno del cliente se produce libremente.
- Se diluyen los constructos personales y el cliente se siente liberado de marcos de
referencia preconcebidos.
- La persona logra superar sus problemas dado que la incongruencia entre la
experiencia y la percepción se experimenta a medida que se transforma en congruencia.

SEPTIMA ETAPA

Aunque sigue siendo útil, ya no es imprescindible que la persona sea recibida


plenamente. Ingresa en esta etapa sin necesidad ya de gran ayuda terapéutica. Esta fase puede
desarrollarse tanto dentro como fuera del marco de las entrevistas.

- Experimenta los sentimientos de manera inmediata y con riqueza en matices, tanto


dentro como fuera de la relación terapéutica.
- Vive en intimidad inmediata con su "experiencing".
- Sus constructos cambian al compás de las experiencias.
- Siente lo nuevo de cada situación.
- Su comunicación interna es perfecta.
- Se comunica libremente en sus relaciones de persona a persona.

Ahora es alguien que, funcionando plenamente, se ha convertido en existencia y, en


cuanto tal, sometido a continuo cambio. Ahora puede experimentar la elección de nuevas
maneras de ser.
CONVERTIRSE EN PERSONA

Rogers plantea que todas las personas en el fondo se preguntan: “¿Quién soy yo
realmente”?; ¿Cómo puedo entrar en contacto conmigo mismo, mas alla de mi
comportamiento superficial?” “¿ cómo puedo convertirme en mi mismo?”. Por ello Carl
porpone un proceso de transformación dispuesto en siete etapas:

1- Detrás de la mascara: el objetivo mas deseable para el cliente es llegar a ser el


mismo. Para ello, cuando una persona llega al terapeuta, es sumanemnte útil crear una
relación en la que se sienta segura y libre. El propósito como terapuetua será comprender
como se siente en su propio mundo interno, aceptarlo tal como es, y crear una atmosfera d
elibertad que le permita expresar sus pensamientos, sentimientos y maneras de ser.
El cliente, utiliza esta libertad para acercarse a si mismo, comienza a abandonar las
falsas fachadas, mascaras o roles con los que ha encarado la vida hasta ese momento, por lo
cual, empieza por despojarse de las mascaras que usaba conscientemente.
En este intento de descubrir su autenticosi mismo, el cliente emplea la relación para
explorar y examinar los diversos aspectos de su propia experiencia y para reconocer y
enfrentar las profundas contradicciones que a menudo descubre.
Comprende que su comportamiento y los sentimientos que experimenta son irreales y
no se originan en las verdaderas reacciones de su organismo, si no que son una fachada.
Descubre que una gran parte de su vida se orienta en lo que él debería ser y no por lo que dice
en realidad.
La remoción de una máscara hasta entonces considerada una parte muy real de uno
mismo puede ser una experiencia profundamente conmovedora sin embargo, el cliente avanza
hacia ese objetivo cuando tiene la libertad de pensar, sentir y ser.
2- La experimentación del sentimiento: esta consiste en descubrir los elementos
desconocidos de si mismo.
En nuestra vida cotidiana, existen muchas razones que nos impiden experimentar
plenamente nuestras actitudes: razones originadas en el pasado y en el presente, y otras
surgidas de lo social, que hacen que parezca peligroso y nocivo experimentarlas de manera
libre y completas.
Debido a la libertad que ofrece la relación terapéutica, estas pueden ser
experimentadas plenamente, en ese momento la persona es su temor, o bien es su enojo, su
ternura, o lo que fuere.
Es en estos momentos en el que el cliente llega a ser lo que es.
3- El descubrimiento del si mismo en la experiencia: el autentico si mismo se
descubre naturalmente de las propias experiencias, sin imponerse a ellas.
El cliente explora lo que se oculta tras las mascaras que presenta al mundo y aun
detrás de la fachada con que se ha estado engañando, de esta manera experimenta con
profundidad diversos aspectos de si mismo que han permanecido ocultos en su interior.
4- La apertura hacia la experiencia: en esta etapa el cliente se abre a su experiencia.
La investigación psicológica ah demostrado que si los datos sensoriales se oponen a la imagen
de si mismo, se distorsionan y no se podrá asimilar toda la información que brindan los
sentidos, si no solo lo que corresponda a la imagen.
esta apertura a la experiencia, es una situación nueva que es capaz de aceptar los
hechos tal cual son y no los distorsionan con el objeto que le sirve de guía, esta capacidad lo
vuelve mas realista en su actitud frente a la gente, a las situaciones y a los problemas nuevos.
Lo que significa que sus creencias pierden su anterior rigidez, toleran la ambigüedad y
soportan gran cantidad de prueba contradictorias que se ve obligado a ponerle fin a esta
situación.
5- La confianza en el propio organismo: el individuo descubre paulatinamente que su
propio organismo merece confianza, que es un instrumento adecuado para hallar la conducta
mas satisfactoria en cada situación. En la medida en que el cliente pueda captar toda su
experiencia tiene acceso a todos los datos relacionados con la situación y puede usarlos como
base para su conducta.
El cliente puede evocar situaciones anteriores y recordar las consecuencias de las
diferentes conductas adaptadas en esas situaciones. Con la ayuda de su pensamiento
consciente, puede permitir a su organismo considerar, evaluar y balancear cada estimulo,
necesidad y demanda. Sobre la base de estas consideraciones, es capaz de descubrir la
elección que mas se aproxima a la satisfacción de todas sus necesidades mediatas e inmediatas
en esa situación.
El cliente puede elegir mal, pero puesto que tiende a abrirse hacia su experiencia,
puede corregir rápidamente sus decisiones erróneas. Por lo general, cuando un cliente se abre
hacia su experiencia, descubre que su organismo es digno de confianza y siente menos temor
hacia sus propias reacciones emocional, así aumenta su confianza y la variedad de
sentimientos y tendencias que en el existen.
6- Foco interno de evaluación: este se relaciona con la fuente o centro de las
relaciones y decisiones o de los juicios de valor. El cliente llega a sentir que este foco de
evaluación se encuentra en el mismo. Cada vez acude menos a los demás para buscar
aprobación o reprobación, de pautas por las cuales regir su vida y sus decisiones. Reconoce
que en el reside la facultad de elegir y que la única pregunta importante es: “¿estoy viviendo
de una manera que me satisface plenamente y que me expresa tal como soy?”
7- El deseo de ser un proceso: se trata de que el cliente parece más satisfecho de
convertirse en un proceso que producto. Cuando inicia la relación terapéutica es habitual que
el cliente desee lograr un objetivo determinado, por ejemplo quiere solucionar sus problemas,
ser eficiente en el trabajo, o solucionar sus dificultades matrimoniales.
En la libertad de la relación terapéutica tiende a abandonar sus objetivos, acepta con
mas satisfacción el hecho de no ser una entidad estática, si no un proceso de transformación.

LAS ORIENTACIONES QUE ADOPTAN LOS CLIENTES

1- Dejan de utilizar las máscaras: al principio el cliente empieza a generar una


tendencia alejarse de un sentimiento que no es, lo que permite definir de a poco su sí mismo.
Es una persona atemorizada que se oculta tras una fachada porque se siente demasiado
espantosa para mostrarse tal cual es.
2- Dejan de sentir los “debería”: el cliente se aleja de la imagen compulsiva de lo
que debería ser. Suele ser vivido como una exigencia sin fin, se avergüenza de aquella parte
que los demás no aprueban, lo que lleva a adaptar su conducta a las exigencias externas.
“Debo ser bueno, debería haber realizado esta actividad”, solo a través de una intensa lucha
interna el cliente podrá abandonar esta meta.
3- Dejan de satisfacer expectativas impuestas: algunos clientes se alejan de las
pautas de conductas que la cultura les impone. Cuando los clientes se sienten en libertad de
ser como quieren, comienzan a desconfiar de la organización, la universidad o cultura que
tiende a modelarlos en una dirección determinada y cuestionar los valores que se pretende
imponerles.
4- Dejan de esforzarse para agradar a los demás: cuando se acercan a la libertad
abandonan dicha actitud, no desean adecuar su conducta para agradar a los demás, advierten
que ya no valoran esas metas, a pesar de que hasta ese momento vivieron de acuerdo a ello.
5- Comienzan a auto orientarse: el cliente se dirige hacia la autonomía, se vuelve
responsable de mismo, orientándose hacia las metas que él desea alcanzar. Cada decisión en la
que el cliente pone en juego su libertad de elección, implica una consecuencia, de la cual
puede hacer un aprendizaje.
6- Comienza a ser un proceso: El cliente atraviesa un proceso en el que se genera
mayor fluidez, lo que posibilita el cambio, y disminuye el esfuerzo por alcanzar conclusiones
o estados definitivos. Se hayan en continuo cambio y parecen sentirse satisfechos con ello.
7- Comienzan a ser toda la complejidad de su sí mismo:la experiencia de estos
clientes implica convertirse en un proceso complejo y rico. Los clientes ponen en juego toda
su riqueza y complejidad en cada momento, sin elementos ocultos y temidos. Es un proceso
difícil de alcanzar, pero es la tendencia actualizante que impulsa a convertirse en sí mismo.
8- Comienza abrirse a la experiencia: el cliente comienza a vivir una relación franca
e íntima con su propia experiencia, se manifiesta una congruencia con su organismo.
Predomina un clima de aceptación, puede admitir elementos negados anteriormente. La
persona comienza a percibir una serie de sentimientos internos que no son nuevos, pero que
no había podido experimentarlos plenamente. Esto le permite dar cuenta que la experiencia es
un recurso que posibilita el encuentro consigo mismo, y no es un enemigo.
9- Comienza aceptar a los demás: Cuando el cliente acepta sus propias experiencias,
se genera la posibilidad de aceptar la experiencia de los demás tal cual es. Esta es una de las
actitudes de la cual se vale el psicoterapeuta durante el proceso, ya que incrementa las
posibilidades de cambio.
10- Comienzan a confiar en sí mismo: al valorizar el proceso que es, confía en sí
mismo, lo que conlleva a ser creativo en su propio ámbito ya que tiene el coraje de
experimentar situaciones y sentimientos según sus valores internos y a poder expresarse con
su estilo personal.
11- La orientación general: El cliente deja de ser lo que no es, desecha las máscaras y
logra poco a poco a ser lo que predomina en su interior de una forma consciente y
aceptándolo. La orientación vital que la persona más valora es poder hacer uno de su libertad
para poder dirigirse hacia cualquier dirección, adoptando una actitud exploratoria, hacia todo
aquello que desea ser.

Poco a poco tienden a abandonar la actitud de ocultar su verdadero si mismo y a


comportarse de acuerdo con las expectativas ajenas. El cliente se permite ser libremente el
proceso cambiante y fluido que él es. Se aproxima hacia una apertura confiada a lo que sucede
en su interior, aprender a escucharse. Esto significa que se convierte en una armonía de
sensaciones y reacciones complejas y abandona la claridad y simplicidad de la rigidez.

LA TECNICA PSICOTERAPEUTICA

La técnica convertirá a la persona en "objeto" de las intenciones del otro. En una


concepción rogeriana, como sabemos ya, el eje de la relación es la persona del llamado
paciente, de aquí la denominación de "psicoterapia centrada en el paciente". Toda
manipulación, aún con las mejores intenciones terapéuticas, se excluye, por principio.

Tendríamos por lo tanto que hablar de recursos o modalidades operativas en la


interacción. Sin embargo, hecha la salvedad, usaremos la palabra "técnica", en atención a la
jerga en uso de nuestro medio y que facilita así la comunicación, en este caso, con el lector.
Conviene subrayar, además, lo siguiente. Las "técnicas", rogerianamente, intentan en realidad
ser modalidades que traducen, en lo concreto, la concepción de fondo subyacente a las
mismas, cuando se trata de la relación terapeuta-paciente. En esa concepción la primacia está
dada a las Actitudes del terapeuta, como ya hemos visto. Así una terapia rogeriana que fracase
en su finalidad, en la generalidad de los casos, no ha de serlo por "fallas técnicas". Habrá que
buscar la causa en la insuficiencia de las Actitudes, particularmente la Comprehensión
Empática, que naufragan en su cometido. Sin un adecuado contenido actitudinal no habría un
verdadero proceso terapéutico, sino la caricatura formal del mismo.

El recurso característico, no único ni exclusivo, de la entrevista E.C.P., es el


denominado Reflejo que aquí estudiaremos. Ha sido esta modalidad una feliz creación de
Rogers que ha demostrado su eficacia y ha sido convalidada por oportunas investigaciones.

Definiremos el Reflejo diciendo que, de modo habitualmente verbal, ocasionalmente


corporal, el terapeuta expresa, reformulándolos, los sentimientos esenciales vividos por el
paciente. No se trata de una repetición formal de lo que el otro dice, sino de los contenidos
emocionales, explícitos e implícitos, en aquello que el otro dice. El reflejo, en general,
resume, parafrasea, acentúa, resignifica, el discurso del paciente, "reflejando" ante su
percepción los elementos emocionales que estructuran gestálticamente, ese discurso, sean
aquellos manifiestos o no.

La psicoterapia esencialmente tiene como objeto inmediato la estructura emocional de


la persona en conflicto. Son los significados emocionales inadecuados, reprimidos o
distorsionados, los que han llevado al sujeto a una estructuración neurótica de su
personalidad. Un proceso terapéutico auténticamente tal conlleva una re-significación ("sana",
diríamos) de esta gestalt de significaciones emocionales. La misma arrastrará, y esto es muy
rogeriano, una nueva forma de autopercepción de sí mismo y el entorno relacional.

La eficacia operativa del Reflejo consiste en la posibilidad de concretar la percepción


de sí mismo que el paciente manifiesta, y hacerle presente la identidad de percepción que el
terapeuta se esfuerza constantemente por lograr, con la finalidad de desencubrir desde el
sujeto mismo, las auténticas significaciones emocionales del discurso.

Hemos dicho que el reflejo consiste en resumir, parafrasear o acentuar la


comunicación manifiesta o implícita del paciente. Su fin finalidad es, no sólo, percibir,
percibir al sujeto como él se percibe, sino hacerle comprender esa identidad de percepción.
Para ello es suficiente que los elementos emocionales tácitos sean: 1) inherentes a la
comunicación (necesarios para describir su significado) 2) notables y probables en la misma.
Correlativamente, el terapeuta ofrece constantemente la posibilidad de verificación,
sobre la exactitud de reproducción del sentimiento comunicado, expresa o implícitamente.
Esta posibilidad de verificación o confirmación, está dada particularmente por el tono del
Reflejo, que nunca es interrogación o afirmación, sino expresión neutra cuyo contenido será
confirmarlo por el propio paciente, en coherencia con el "centramiento en el paciente"
postulado por Rogers.

Existen tres modalidades de reflejos:

1) Reiteración: está dirigido al contenido estrictamente manifestado en la


comunicación.

— elementos:

a) resumen la comunicación.

b) remarca un elemento notable,

c) reproduce las últimas palabras de lo dicho, facilitando así la Continuación del


discurso.

— empleo:

— cuando la actividad del sujeto es descriptiva, no emocional cuando sentimiento y


contenido material están amalgamados de modo que llevarían al terapeuta a una actitud
inquisitiva.

- Utilidad:

- no implica elucidación directa.

- prepara una creciente toma de conciencia.

- propone un clima favorable de seguridad, distensión y receptividad.

2) Reflejo de sentimiento: es el que consideramos de eficacia terapéutica mayor y


evidencia la línea fenomenológica elaborada por Rogers en su práctica.
Tiende a extraer la intencionalidad (fenomenológica), la actitud o el sentimiento
inherente al discurso, en cuanto esencia vivencial del mismo, explícita o no.

—Efecto: gestálticamente aclara el "Fondo" de la comunicación, permitiendo al sujeto


"darse cuenta", e integrar los elementos aptos para ser integrados en la "Figura", y así poder
modificarla, revalorizarla, resignificaria.

3) Elucidación (clarificación): consiste en aceptar y cristalizar ciertos elementos


que, sin formar parte del "campo" discursivo, lo impregnan en un nivel reflexivo.

—Efecto: pone de relieve sentimientos y actitudes que no surgen directamente de las


palabras del sujeto, pero que pueden razonablemente, deducirse de la comunicación o su
contexto, pero que pueden razonablemente, deducirse de la comunicación o su contexto.
Tiene un carácter de construcción racional y un tono interpretativo que hacen su uso menos
frecuente rogerianamente. Su peligro está en estimular la dependencia (búsqueda de
información proveniente del terapeuta).

4) Reflejo y reducción fenomenológica (estrategia)


El terapeuta está atento para percibir lo que se muestra en cuanto tal, sin previsión alguna,
despojándolo de las notas que lo definirían o determinarían desde fuera del mismo. Será el
Cliente quien se defina o determine, y lo adecuado o no de tal definición o determinación, sólo
emergerá lentamente en el proceso terapéutico desde él mismo, como fruto de la re-percepción
de sí mismo que el reflejo posibilita.
5) Reflejo y experiencia de sí mismo
El planteo de Rogers define la percepción como "una hipótesis" (o pronóstico) que
emerge como conciencia, como respuesta a la acción de excitantes que operan sobre el
"organismo" y que se refiere, al menos implícitamente, a ciertas operaciones de verificación". El
acento estará puesto en el plano de los significados.
Así pues, ante el fenómeno que afecta mi totalidad psicofísica (organismo) el cliente se
plantea una hipótesis en relación a su determinante. Este surge desde un entramado de elementos
ya vividos en otras oportunidades y a través de los cuales se constituye el elemento perceptivo al
cual se da nombre (hipótesis).
Según esta perspectiva, la conducta del cliente, está determinada por la percepción que
tiene de sí mismo y su medio, en un campo perceptivo que es el universo subjetivo del individuo;
la realidad, en fin, tal como es percibida.
6) Confrontación
Es poner en evidencia la incoherencia o discordancia en el discurso del cliente, logra
acercar la posibilidad de una re percepción gestáltica de la propia imagen, revelada en las
contradicciones del discurso. Conserva además el carácter de "centramiento de la persona", pues
el terapeuta lo que hace es tomar del propio discurso del cliente los elementos confrontables. Eso
provoca una especie de evidencia difícilmente soslayadle por quien realmente está dispuesto a
"verse" y confrontarse a sí mismo.
7) Señalamiento
Poner de manifiesto, relevar ciertas conductas o sentimientos significativos en el plano
vincular o meramente individual; y que son escotomizados. Sin necesidad de interpretación
alguna basta con indicar la conducta (actual o enunciada vehementemente) o el sentimiento cuya
significación ha sido soslayada.
8) Aprovechamiento de los sueños
Consiste en el aprovechamiento de los sueños que el cliente trae a sesión. El terapeuta
hará de ellos una descripción y reducción fenomenológica, tratando de leer su esencia expresiva.
En diálogo con el cliente, ambos se esforzarán por desentrañar su sentido de aplicación al
discurso habitual del mismo. En ocasiones el resultado será de una notable calidad
psicoterapéutica, dado que el ma- terial onírico resulta innegable para su dueño y testimonio
incontroverti- ble de sus profundidades personales no-conscientes. Recuérdese que todo sueño, o
mejor dicho ensueño, debe ser comprehendido en el contexto único del soñante.

La importancia del reflejo consiste, particularmente en su posibilidad de transmitir al


sujeto la Comprehensión Empática de su mundo vivencial por parte del terapeuta. Es así como
el paciente podrá ir estructurando su propia autopercepción, su propio discurso de
significaciones profundas.
La "cadena de reflejos", según su modalidad y objetivo, enfatizan, esclarecen o
descubren los auténticos significados, ya sean latentes o expresos, que el sujeto verbaliza o
expresa, aun corporalmente, en la sesión terapéutica.

Podemos señalar cuatro momentos operativos fundamentales en la interacción:

1) El terapeuta ante el paciente, se esfuerza por aprehender a éste tal cual se le


aparece fenomenológicamente, a través de su discurso y actitud corporal, sin prejuicio teórico
alguno sobre el sentido del mismo.
2) El terapeuta tendrá luego de percibir, por medio de la comprehensión empática, el
fondo emocional en el cual, como ya dijimos, gestálticamente el discurso hace de Figura, que
expresada con distintos recursos (palabras, posturas, gestos, silencios, etc.)
3) Una vez percibida empáticamente esa totalidad personal en su fondo emocional, el
terapeuta comunica al paciente, por medio del reflejo, la esencialidad emocional extrema.
4) El resultado previsto será que el paciente se verá reflejado en su estructura de
significaciones emocionales.

Se alimenta así un proceso continuo de feed-back que permitirá hacer la "experiencia


emocional correctiva" de sí en relación con los significados vividos, edificados hasta el
presente de manera patológica.

Esta re-percepción emerge de la cadena de reflejos, en un movimiento de espiral. Su


centro es la experiencia fluyente del sujeto dada como paulatino descubrimiento de los
auténticos significados. Estos significados han sido los negados, distorsionados o reprimidos,
en función de los propios mecanismos de defensa. Ha sido tal actitud la que ha dado lugar a
una estructuración patológica de su experiencia emocional y consecuentemente, de su
personalidad. Recordemos que esta última es la matriz de significaciones con su contenido
psicológico y existencial.

EL ABORDAJE TERAPEUTICO

Grupos de Encuentro
Es la invención social del siglo, que se difunde con mayor rapidez y, quizás la mas
importante. Los grupos intensivos a que hacemos referencia han funcionado en medios
diversos: industrias, universidades, ámbitos eclesiásticos. Se trata de una experiencia grupal
que abarco una amplia gamas de individuos.

El proceso Grupal

Debido a la naturaleza no estructurada del grupo, el principal problema de los


integrantes refiere a cómo utilizar juntos su tiempo. Al principio, con frecuencia se presenta
un estado de consternación, ansiedad e irritación.

En forma gradual, se manifiesta que el fin más importante de casi todos los miembros
es encontrar formas de relacionarse con otros integrantes del grupo y consigo mismo. Luego,
al explorar sus sentimientos y actitudes recíprocas y hacia si mismo, cada vez reconocen con
claridad que lo que manifestaron inicialmente eran fachadas, mascaras.

Gradualmente van surgiendo los sentimientos y personas reales y se genera un sentido


de autentica comunicación. Es común que comience a surgir una sensación de confianza, de
cordialidad y simpatía hacia los demás integrantes. Los integrantes sienten una unión e
intimidad como consecuencia de haber revelado su personalidad de manera más profunda y
plena, es así, que en un grupo como este, el individuo logra alcanzar un conocimiento de si
mismo y de cada uno de los demás.

El proceso del grupo de encuentro

Las siguientes son algunas de las etapas por la que parece atravesar:

1- Etapa de rodeo: el facilitador aclara que se trata de un grupo que gozara de un


grado desacostumbrado de libertad, y no donde el asumirá la responsabilidad de la dirección,
tiende a producirse un periodo de confusión inicial, de silencio embarazoso y de interacción
superficial, como asi también de frustración y discontinuidad.
2- Resistencia a la expresión o exploración personal: en el transcurso del periodo de
rodeo, es probable que algunos individuos revelen aspectos personales, esto provoca una
reacción ambivalente en los demás miembros.
Cada miembro, muestra a los otros el yo público, y solo de modo gradual, con temor y
ambivalencia revela una parte de su yo privado.
3- Descripción de sentimientos del pasado: aquí la expresión de sentimientos es cada
vez mayor en las conversaciones a pesar de la ambivalencia y del peligro de desenmascararse.
4- Expresión de sentimientos negativos: es la expresión de un sentimiento
genuinamente significativo, este surge en el aquí y ahora , y tiende a manifestarse en actitudes
negativas hacia otros miembros o hacia el coordinador del grupo.
Al coordinador se le ataca muchas veces por no brindar una orientación adecuada.
Los primeros sentimientos actuales que se manifiestan son expresiones de matiz
negativa, y esto es asi, por que es una de las mejores formas de poner a prueba la libertad y la
confianza que merece el grupo.
5- Expresión y exploración de material personalmente significativo: después de
experiencias negativas, de la resistencia a la expresión personal, y al énfasis de
acontecimientos externos, es muy probable que algún individuo se revele ante el grupo de una
forma significativa, ese miembro ha llegado a comprender que, en parte, este es su grupo. Asi,
cae en la cuenta de que existe aquí cierta libertar, aunque riesgosa; comienza a generarse un
clima de confianza.
6- Expresión de sentimientos interpersonales inmediatos dentro del grupo: en el
proceso la manifestación explicita de los sentimientos inmediatos que el miembro
experimenta hacia otros, a veces son positivos y otros negativos, y tarde o temprano entran en
el proceso.
7- Desarrollo en el grupo de la capacidad de aliviar el dolor ajeno: observar
cómo ciertos miembros muestran una actitud natural y espontanea para encarar en forma útil,
facilitadora y terapéutica el dolor y el sufrimiento de otros, es uno de los aspectos más
fascinantes de cualquier experiencia grupal intensiva.
La capacidad para aliviar el dolor ajeno o actuar en forma terapéutica, abunda en la
vida humana mucho más de lo que suponemos.
8- Aceptación de si mismo y comienzo del cambio: la aceptación de si mismo,
tanto en experiencias grupales como en psicoterapia, representa un comienzo del cambio. El
individuo está aprendiendo a aceptarse así mismo, y echa así, las bases para una
transformación, es común que experimente una sensación de mayor realidad y autenticidad.
Esto, está ligado con sus propios sentimientos no organizados de manera rígida, por lo tanto,
son susceptibles a un cambio.
9- Resquebrajamiento de las fachadas:al grupo, con el correr del tiempo, le resulta
intolerable que algún miembro viva detrás de una máscara. Algunos miembros, expresan su sí
mismo con claridad y el grupo se esfuerza por alcanzar esa meta. Exige a veces de manera
amable y otras con brutalidad que el cliente sea el mismo, que no oculte sus sentimientos, por
lo tanto que se quite la máscara del trato social corriente.
10- El individuo recibe realimentación: Implica que las personas se rearman sola-
mente, o más constructivamente, al observar la preocupación de sus compañeros por su propio
desarrollo personal. Esto genera una realimentación poderosa intra e ínterpersonal.
Es interesante ver que, en una interacción social corriente, muy rara vez se dan
relaciones tan estrechas como se dan en estos grupos, en los que las personas pueden mostrar
su interioridad e inclusive ser agredidos por aquellas mismas; pero al mismo tiempo son
apoyados y facilitados en este desarrollo a través de una realimentación positiva o negativa,
porque ambas facilitan el autodescubrimiento y el abordaje de la interioridad.
11- Enfrentamiento:Se llama "enfrentamiento" porque no siempre la
retroalimentación es amable y cariñosa, sino que muchas veces implica agresiones. Es decir,
agresiones en el sentido no destructivo sino de confrontar al otro con la propia realidad.
12- Relación asistencial fuera de las sesiones:Se logra llegar a este aspecto, a la
ayuda asistencial no sólo dentro de las sesiones programadas de los grupos, sino fuera de
éstas, quiere decir que estamos entonces entrando en la etapa 13.
13- El encuentro básico:Cuando hablamos de encuentro básico nos estamos
refiriendo a la esencia y el objetivo de estos grupos: lograr un contacto íntimo y directo que
no se da habitualmente en la vida corriente.
Parece ser que éste es uno de los aspectos más centrales, intensos y generadores de
cambio de las experiencias grupales.
Las personas pueden contar situaciones realmente esenciales de sus vidas,
comprometerse llorando, comprometerse en grandes alegrías, hablar de sus grandes pérdidas,
de sus grandes dolores sin reprimir de modo alguno los sentimientos. Poder decir: "nunca
había sentido antes la posibilidad de expresar mi dolor ante otros y poder escuchar el dolor de
otros ante mí y sentir que soy apoyado y ayudado".
14- Expresión de sentimientos positivos y acercamiento mutuo: Las actitudes
positivas y sanantes del grupo hacia el propio coordinador constituyen también un aspecto
desusado de la proximidad, del carácter personal de estas relaciones.
Rogers comenta que quizás alguien de otra línea psicológica pueda criticar con
bastante dureza a un coordinador tan comprometido en un proceso y tan sensible, que llora
por las tensiones del grupo de las que se hace cargo. En cuanto a Carl Rogers, esto representa
sólo una prueba más de que, cuando las personas se muestran unas a otras tales como son, ad-
quieren y poseen una habilidad importante para aliviar a su prójimo con un amor real y
comprensivo, sin importar que esta persona sea participan- te o coordinador del grupo.
15- Cambios de conducta en el grupo: Este es un momento sumamente evidente. La
principal preocupación de los coordinadores de grupos intensivos es ver si estos cambios de
conducta serán o no perdurables tras la relación intensiva grupal.

VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE LA PARTICIPACIÓN EN ESTOS GRUPOS.

No hay duda de que los grupos intensivos facilitan a la persona el encuentro con su
interioridad y el mejoramiento de las relaciones interpersonales. De todas maneras, estos
cambios se producen muchas veces dentro del grupo, pero no son siempre observados luego,
es decir, en las relaciones externas que la persona tiene "afuera", en su vida cotidiana.
La experiencia es realmente intensa, no siempre estos cambios pueden ser llevados a la
vida cotidiana, porque las personas con las cuales vive el cliente que ha participado no han
vivido esta experiencia. Se está investigando la conveniencia o no de la coparticipación de
parejas y/o familias en estos grupos intensivos, se han detectado dificultades importantes
"post-grupo" en las parejas; por ejemplo, la persona que no ha participado no comprende el
cambio interior producido, o no entiende este nuevo modo de comunicarse interiormente. Por
otra parte, la persona que ha participado puede, sin querer, exigirle a la persona que no ha
participado que tenga el mismo nivel de cambio.
Con respecto a las desventajas, no creemos observar ninguna en particular, salvo estas
pequeñas advertencias que acabamos de señalar. Por eso es importante advertir a las personas
participantes de un grupo intensivo que no pretendan que las personas del mundo cotidiano
puedan comprender profundamente los cambios internos inmediatamente, sino que va a llevar
un tiempo la transmisión de estas modificaciones.
Un detalle particular que hemos observado con respecto a las personas que, después de
participar en varios grupos intensivos, adquieren tal facilidad de compromiso interior, es que
pueden exigir más de lo debido a las personas que son nuevas en esttos grupos. Hemos
pensado que, cuando se organiza un grupo, debe cuidarse de que los participantes tengan el
mismo nivel de experiencia de coparticipación, para evitar disparidades que pueden movilizar
más allá de lo debido a las personas novatas.

El coordinador (facilitador) de Grupos

Un coordinador del Enfoque Centrado en la Persona debe:


1) Dar oportunidades para que todos los miembros del grupo participen.
2) Dar libertad de comunicación.
3) Facilitar un clima psicológico carente de amenazas.
4) Transmitir calidez y empatía.
5) Prestar atención a las emociones y a las expresiones verbales y para verbales de
los miembros del grupo.
6) Atender las demandas de los miembros.
7) Observar atentamente las interacciones entre los miembros y con el coordinador.
8) Comprender los significados y las intenciones que se expresan.
9) Aceptarlos sin condiciones.
10) Expresar esta aceptación a través de recursos terapéuticos tales como el Reflejo,
la confrontación, los señalamientos y otras modalidades complementarias anteriormente
mencionadas.
11) Centrar su tarea en crear adecuados vínculos de ayuda.

EL CAMBIO PRODUCIDO POR LOS GRUPOS DE ENCUENTRO EN LOS


INDIVIDUOS, LAS RELACIONES PERSONALES Y LAS ORGANIZACIONES

Se ha discutido mucho acerca de si la experiencia grupal intensiva produce o no algún


cambio significativo y, en especial, si genera o no un cambio perdurable en la conducta.
Cuál es la influencia en el comportamiento individual, en las relaciones entre los
individuos y en los planes de acción y la estructura de las organizaciones a las cuales muchos de
ellos pertenecen. Facilitan a la persona el encuentro con su interioridad y mejora estos
problemas, en primer lugar, sobre la base de la propia experiencia.

Quizá convenga puntualizar que, éstas se basan en la experiencia hecha con grupos en
los que los colegas de Carl Rogers y él cumplieron la función de facilitadores. Se ha puesto de
manifiesto que eran más receptivos y comprensivos que manipuladores; que tuvieron que
depositar confianza en el grupo y el proceso grupal, más que en el poder carismático del líder;
pero no tomando partido por ninguna de ellas en particular; sino deseando que los miembros
de grupo desarrollen sus propias metas individuales y se guíen por algún objetivo
preestablecido, como la felicidad, la alegría, o una eficaz conducta de organización. El
proceso grupal será doloroso si conduce hacia el crecimiento, a la vez que dispensa
satisfacciones, es turbulento y perturbador. Por enaltecedora que sea la experiencia grupal, no
constituye un fin en sí misma para los facilitadores; y su principal significación reside en la
influencia que ejerce en la conducta posterior fuera del grupo.

Cambios individuales

Rogers ha visto a individuos que modificaban mucho el concepto que tenían de sí


mismos a medida que exploraban sus sentimientos en un clima de aceptación, y recibían una
realimentación a la vez dura y tierna de los miembros del grupo que se interesaban por ellos.
Ha visto a personas que comenzaban a comprender e incorporar en sí mismas una cantidad
mayor de sus propias potencialidades, según se advertía en su comportamiento dentro y fuera
del grupo. Repetidas veces, ha visto que, como resultado de su experiencia en el grupo de
encuentro, los individuos escogían un rumbo totalmente nuevo para sus vidas —en los
aspectos filosófico, vocacional e intelectual—. A algunas personas la experiencia las deja
intactas, y no experimentan, en el presente o en el futuro, ningún cambio significativo. Otras,
que aparentemente no se comprometen en un grupo de esta naturaleza, manifestaban el
cambio más tarde, en formas de conducta muy interesantes. En los centenares de grupos que
Carl ha conducido, sólo dos individuos manifestaron lo que consideró un cambio negativo;
uno de ellos sufrió con posterioridad un brote psicótico temporario; el otro padeció una
verdadera psicosis. Ambas experiencias ocurrieron hace más de veinte años, y tendrían
menos probabilidades de acontecer en la actualidad. Después del grupo de encuentro, algunos
individuos han recurrido a la psicoterapia individual o grupal. En algunos casos, esta probó
ser un paso muy positivo, que promovió su desarrollo, mientras que, en otros, es razonable
preguntarse si la experiencia no implicó un cambio tan rápido y doloroso que el individuo se
vio obligado a buscar auxilio ulterior.

Cambios en las relaciones personales

¿Qué cambios ha observado Rogers en las relaciones interpersonales durante el


transcurso de un grupo de encuentro o luego de él? Ha conocido clientes para quienes la
experiencia significó un cambio casi milagroso en la intensidad de su comunicación con su
cónyuge y sus hijos. A veces, logran compartir con ellos por primera vez sus auténticos
sentimientos. Esto ha sucedido en forma muy notoria en aquellos casos en que los participantes
regresaban a sus hogares cada noche, o en los grupos de familias o de parejas. Pudieron
compartir sus crecientes insights y arriesgarse a expresar sus sentimientos verdaderos —
cariñosos y negativos— tan pronto como tomaron conciencia de éstos. Se pierden muchas horas
de sueño durante este proceso, pero el mejoramiento de la relación es extraordinario. Ha visto a
padres y madres que volvieron a sus hogares con capacidad para comunicarse por primera vez en
muchos años con sus hijos. Vió también a profesores que, después de la experiencia,
trasformaron sus aulas en un grupo personal, caracterizado por el afecto y la confianza, donde los
estudiantes participaban de modo franco y cabal en la confección del plan de estudios y en todos
los otros aspectos de su educación. Inflexibles ejecutivos de empresa que consideraban
deplorable una relación comercial determinada la convirtieron al volver a sus casas en una
relación constructiva.

Es justo decir que ha visto a menudo cambios muy grandes en las relaciones de las
personas, casi siempre constructivos, pero a veces también negativos desde un punto de vista
social, aunque no necesariamente desde un punto de vista personal.

Cambios en las organizaciones

¿Qué cambios han producido los grupos de encuentro en los planes de acción y la
estructura de las organizaciones? Con respecto a este punto, la experiencia de Rogers induce a
formular declaraciones más cautas y moderadas. Hubo individuos que se modificaron mucho sin
que las instituciones a las que pertenecían denotaran casi ningún cambio. Los profesores pueden
pasar por experiencias de crecimiento hondamente trasformadoras, pero mostrar en la próxima
reunión del claustro un cambio nimio con respecto a las estériles reuniones del pasado. Por otra
parte, en un establecimiento universitario se modificaron por completo las políticas de
asignación presupuestaria. Los presidentes, rectores y decanos dieron a sus procedimientos
administrativos un rumbo más humano.

Aunque el cambio y el crecimiento son a menudo (pero no siempre) motivo de


turbulencia en la vida del individuo, parecen inducirla de manera casi inevitable en las
instituciones.

ESFERAS DE APLICACIÓN
El grupo de encuentro es aplicable a una cierta cantidad de situaciones, existen varas
esferas de la vida moderna en las cuales la experiencia grupal intensiva demuestra tener
posibilidades de uso constructivo.

1- Industria: el grupo de encuentro o grupo centrado en la tarea han sido empleados


de muchas maneras en medios industriales. Una de las mas interesantes ha sido el intento de
solucionar por intermedio de ellos los problemas psicológicos que se originan al fusionarse
dos compañías.
Una de las formas en que intentan manejar los problemas, comprende avezados
entrevistadores, donde el propósito de cada entrevista es determinar cuáles son sus
preocupaciones y temores con respecto a la manera en que se lleva a cabo la fusión.
Una vez que el facilitador ha averiguado cuales son las mayores inquietudes de cada
parte, reúne a los dos grupos y se limita a enumerar en un pizarrón las preguntas que se
formularon; luego se procede a explorar de manera cada vez mas abierta y con mayor
confianza las cuestiones que realmente le preocupan.
Los grupos también se utilizan en la industria para el llamado desarrollo
organizacional, sin embargo se centra tanto en la salud de la organización como en el
bienestar y desarrollo del individuo.
2- Iglesias: tales grupos se han utilizado mucho en las instituciones religiosas, en
seminarios, con núcleos de líderes religiosos, miembros de ordenes católicas y feligreses.
El propósito fundamental de estos es crear el sentido comunitario que tantas veces
faltan en las iglesias de hoy, hacer que los fieles participen realmente de las ideas y evolución
de su credo y mejorar la comunicación entre las autoridades eclesiásticas, los sacerdotes y
feligreses y entre jóvenes y viejas generaciones dentro de la iglesia.
3- Gobierno: Los grupos de encuentro se han utilizado muy pocas veces, en la esfera
gubernamental, su empleo es para mejorar la comunicación entre los miembros de la plana
mayor y aumentar la posibilidad de comunicación entre los embajadores, los miembros de su
personal permanente y los nativos del país extranjero. También se los ha utilizado en diversos
departamentos del gobierno federal, y con grupos de funcionarios públicos de alto nivel. El
propósito ha sido hacer que los participantes se mostraran más receptivos con respecto a un
tipo de conducción administrativa más libre, menos autoritaria y más comunicativa.
4- Relaciones raciales: ofrece un medio para manejar las tensiones interpersonales e
intergrupales. Los primeros sentimientos que surgen en estos grupos delatan un encono
increíblemente arraigado por parte de los miembros del grupo minoritario. Solo cuando estos
sentimientos han sido expresados, y aceptados por el facilitador y poco a poco por los
restantes miembros del grupo, se puede avanzar hacia un entendimiento mas hondo. En esta
esfera, el uso de los grupos de encuentro, encierra enormes promesas, pero ah tenido un
desarrollo escaso.
5- Tensiones internacionales: No se conoce intento alguno de utilizar este
procedimiento en el nivel internacional.
6- Familias: Sirve para resolver o prevenir muchas tensiones conyugales. En el caso
de los matrimonios, si las tensiones pudiesen explorarse antes de ser reprimidas y
transformadas en explosivas actitudes críticas, habría esperanzas mucho mayores de armonía
conyugal.
7- Brecha generacional: En grupos cuyos integrantes tenían edades m muy diversas,
no se advirtió que la diferencia de edades fuera significativa una vez que el proceso grupal
comenzaba a ponerse en marcha. La edad no representaba ninguna diferencia. Esto ofrece una
clave acerca de la forma en que es factible salvar la brecha generacional, siempre y cuando
viejos y jóvenes estén dispuestos a exponerse a una experiencia semejante.
8- Instituciones educativas: en las escuelas y universidades hay urgente necesidad
de que exista una mejor comunicación entre profesores y alumnos, entre directivos y
profesores y entre directivos y estudiantes. Suficientes experimentos, demostraron que el uso
de grupos de encuentro facilitarían mejorar la comunicación en todas estas relaciones.

SIMILITUDES Y DIFERENCIAS ENTRE LA TERAPIA INDIVIDUAL Y LA DE GRUPOS

Similitudes

 Uno de los primeros aspectos comunes es el clima, atmosfera o sentimientos que


van emergiendo gradualmente y que se pone de manifiesto en ambas modalidades de
abordaje.
 Al igual que en la terapia individual, los miembros del grupo están dependientes
de sus propias personalidades, y traen al momento grupal ansiedades, las cuales incrementan
por la naturaleza misma de la experiencia psicoterapéutica.
 En el coordinador se encuentra un clima que facilita un genuino sentimiento de
aceptación y en consecuencia, los clientes disminuyen sus defensas contra la ansiedad, que
son las responsables de su ineficacia en su vida de relación y consigo mismos.
 Experimentan mayor libertad para examinarse a sì mismos.
 Se percibe la actitud de confianza básica en la capacidad para ser responsables
tanto de la propia vida como de sus propias elecciones, independientemente de la dirección de
las mismas.
 Un terapeuta, ya sea individual o grupal, se plantea lo mismo: intentar facilitar la
reconstrucción del campo perceptual del individuo en el momento en que se expresa.
 En ambos tipos de abordajes, la preocupación por el diagnostico es mínima; no se
concibe a la interpretación como elemento terapéutico ni al insight intelectual como un agente
de cambio esencial en el proceso de aprendizaje.
 Se considera que el pronóstico mas eficaz, en el logro de un proceso personal
terapéutico, es vivir la experiencia tal como ésta se manifiesta, es decir: “experienciarse” en
un “darse cuenta” vivido aquí y ahora.

Diferencias

 En la terapia individual los pacientes comentan sobre como ellos se vinculan; y


por ende solo podemos advertir la percepción que traen acerca de como lo hacen fuera de la
sesión y con ello trabajamos. Además se observa su manera de vincularse con nosotros, y
nosotros con ellos en el marco de la relación individual. En cambio, en el grupo, el terapeuta
observa también como la persona se vincula con sus compañeros y éstos con ella; y a su vez
la manera en que el grupo se relaciona entre sí, como una unidad, con el terapeuta y sin él.
 El Enfoque Centrado en la Persona hace hincapié en la importancia que tiene el
hecho de que el terapeuta ayude al cliente a poder elaborar su propio sistema de valores con
una imposición mínima del suyo. Es decir, debe dar lugar a la posibilidad de que los
participantes del grupo presentes sus proyectos, valores e ideas, a la consideración de la
comunidad de ayuda, sin ninguna imposición por parte de ningún integrante y mucho menos
del terapeuta.
 La terapia grupal, a diferencia de la individual, ofrece la oportunidad de
considerar con otros las propias lecturas del mundo y de las experiencias. En el grupo, el
individuo puede escucharse y escuchar maneras distintas de resolver, pensar, entender su
problema y/o el del otro. Esto da lugar a la posibilidad de la libre elección, que permite
vislumbrar otras alternativas.
 Una última diferencia refiere a que la terapia individual ofrece la posibilidad de
que el individuo pueda dar ayuda al tiempo que la recibe. Esto facilitara el alcance de un
equilibrio maduro entre su propia independencia y una dependencia de los demás realista y
autosustentadora. El grupo facilita a todos los integrantes el acto de vivir una experiencia que
lo capacite para acercarse unos a otros y descubrir otras formas de ser visto y de ver ellos la
realidad. El grupo es un lugar para poder vivir una experiencia emocional correctiva en el aquí
y ahora, en el intercambio con los compañeros grupales y con el o los terapeutas. La persona
entonces aprende lo que significa dar y recibir apoyo emocional y comprensión de una
manera nueva y más madura. En esta participación, ayudando a otros, generalmente
descubren aspectos propios que luego son trabajados.

BIBLIOGRAFIA
 M. F. Artiles. Orlando Martin. Jorge A.Kappel. Jorge Poliak. Patricia Rebagliati.
Andres R. Sanchez Bodas. (1994) .Psicología humanista, aportes y orientaciones. Buenos
Aires, Argentina. Editorial DOCENCIA.
 Carl Rogers. (1972). Grupos de Encuentro. Buenos Aires, Argentina.
AMORRORTU EDITORES.
 Carl Rogers. (1961).El proceso de convertirse en persona. Mi técnica terapéutica.
Buenos Aires, Argentina. EDITORIAL PAIDOS.
 Calvin S. Hall; Gardner Lindzey. (1975). Las grandes teorías de la personalidad.
Buenos Aires, Argentina. EDITORIAL PAIDOS

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