La Noche Espiritual o Noche Oscura
La Noche Espiritual o Noche Oscura
La Noche Espiritual o Noche Oscura
La Noche Espiritual
o la Noche Oscura
del espíritu".
"Hay tiempos de terrible soledad, y
sobre esa soledad han hablado los
mejores iniciados. La Noche Espiritual
de un Beethoven, la Noche Espiritual de un
Mozart, la Noche Espiritual de
un Jesús de Nazaret, la Noche Espiritual
de un Hermes Trismegisto".
contenido:
Así como cierta densa neblina se esparce sobre las grandes ciudades, penetrando
por todos los rincones, emergiendo cuantos objetos nos son familiares, interceptado
toda perspectiva, cual si nada restase ya al extraviado viajero, sino él y la angustiosa
atmósfera que le rodea, así también de un modo parecido, la niebla de la noche
espiritual desciende sobre nosotros.
El cielo le está velado, así como la tierra; borrado se han el Sol, la Luna y las
estrellas, y llega a creerse el hombre como suspendido sobre un abismo sin fin, y
como si estuviese a punto de caer en el vacío, porque la tenue llamita de su vida
misma, cual simpatizando con la sombra universal, trata de apagarse también. El
horror de la profunda noche se extiende, en fin, en torno suyo, paralizando toda
energía, sin dar lugar ni a la esperanza. Dios y la humanidad le han abandonado:
¡Está solo, eternamente solo!...
"El testimonio de los grandes místicos prueba que este cuadro no está
recargado. No existen, en efecto, gritos de humana angustia más amargos que los
que nos llegan como quejas desde esa páginas en prosa, verso o música, en las
cuales las nobles almas agotaron sus pruebas sobre el terrible sendero. Buscaron
la paz, y se encontraron en medio del combate; la alegría, y la tristeza fue su lote;
la visión beatífica, y la noche de la tumba les rodeó...
Que almas menores o almas más jóvenes no hayan sufrido la prueba, y miren
incrédulas a veces hasta su misma posibilidad, oponiendo sus opiniones de lo que
debería ser al hecho brutal de lo que es, nada prueba sino que la hora no les ha
llegado.
–Pregunta: Maestro, ¿que fórmulas le podría dar a las criaturas que pasen por
ese trance, para que salgan de él lo más pronto posible?
LA NOCHE OSCURA
A escuras y segura
por la secreta escala, disfrazada,
¡oh dichosa ventura!,
a escuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada.
En la noche dichosa,
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz ni guía,
sino la que en el corazón ardía.
Aquésta me guiaba
más cierto que la luz del mediodía,
a donde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.
En mi pecho florido,
que entero para él solo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba,
y el ventalle de cedros aire daba.
Quedéme, y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado,
cesó todo y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.