Impuestos Nacionales y Territoriales

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IMPUESTOS NACIONALES Y TERRITORIALES

UNIDAD #1
CONCEPTO ECONÓMICO DE TRIBUTO
En el ámbito económico, el tributo es entendido como un tipo de aportación que
todos los ciudadanos deben pagar al Estado para que este los redistribuya de
manera equitativa o de acuerdo a las necesidades del momento. Exceptuando
algunos casos, los tributos se pagan mediante prestaciones monetarias y se
pueden agrupar en tres categorías: impuestos, contribuciones y tasas.
CONCEPTO JURÍDICO DE TRIBUTO
Son ingresos públicos exigidos por una administración Pública como consecuencia
de la realización del supuesto de hecho al que la Ley vincula el deber de contribuir
con el fin primordial de obtener ingresos necesarios para el sostenimiento de los
gastos públicos.
podrán servir además como instrumentos de la política económica general y
atender a la realización de los principios y fines contenidos en la Constitución.
CLASIFICACIÓN DE LOS TRIBUTOS: IMPUESTOS, CONTRIBUCIONES Y
TASAS
Según la Ley General Tributaria, los impuestos son tributos exigidos sin
contraprestación, cuyo hecho imponible está constituido por negocios, actos o hechos
de naturaleza jurídica o económica que ponen de manifiesto la capacidad contributiva
del sujeto pasivo como consecuencia de la posesión de un patrimonio, la circulación
de bienes o la adquisición o gasto de la renta. Es decir, que los impuestos son pagos
que se realizan porque se demuestra la capacidad de hacer frente al pago para
financiar con ello la administración pública.
IMPUESTOS:

Los impuestos se pueden clasificar en:

 Directos (como el IRPF) e indirectos (como el IVA).

 Personales (porque el contribuyente paga por su capacidad global) y reales (el


contribuyente paga por un hecho que demuestra su capacidad).

 Objetivos (no tienen en cuenta la capacidad del contribuyente) y subjetivos (la


tienen en cuenta).

 Periódicos (se pagan más de una vez en el tiempo) y en instantáneos (se pagan


una vez por unos hechos).
CONTRIBUCIONES:

las contribuciones especiales, cuyo hecho imponible consiste en la obtención por


el sujeto pasivo de un beneficio, un aumento de valor de sus bienes por la
realización de obras públicas, el establecimiento o ampliación de servicios
públicos. Es decir, se trata de tributos (pagos a la administración) que se
hacen porque se ha recibido una contraprestación, siendo ésta la mayor diferencia
que hay con los impuestos. Ejemplo de ello podría ser una parada de metro que
revalorice un terreno, el asfaltado de una calle o la construcción de una plaza.
Asimismo, los ingresos recaudados han de dedicarse a sufragar los gastos de la
obra o servicio que han hecho exigir la obra.

TASAS:
las tasas, que son contribuciones económicas que hacen los usuarios de un
servicio prestado por el estado en sus distintos niveles: estatal, autonómico o
local. Algunos tipos de tasas serían, por ejemplo, el abastecimiento de agua, un
vado permanente, o unas tasas judiciales. Cabe destacar en este punto que la
tasa no es un impuesto, sino el pago que una persona realiza por la utilización de
un servicio, por tanto, si el servicio no es utilizado, no existe la obligación de
pagar.

PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES TRIBUTARIOS

Son los principios aludidos en la Constitución, más o menos expresamente, como


marco general para el sistema tributario. Su intérprete supremo es el Tribunal
Constitucional. Considerando el propio texto constitucional y
numerosas sentencias del Tribunal Constitucional, los principios son éstos:

a) Generalidad y justicia. Todos han de concurrir al levantamiento de los gastos


públicos, lo que se matiza con el principio de capacidad contributiva (art. 31 de
la Constitución). Este principio prohíbe la existencia de privilegios fiscales, lo que
no impide las exenciones justas.

b) Igualdad. Es decir, gravar según la capacidad contributiva o capacidad


económica, lo que no supone una igualdad aritmética, sino un sistema
tributario justo (art. 31 de la Constitución).
c) Progresividad. Determinación concreta de la prestación tributaria de cada
persona mediante las tarifas correspondientes, gravando con mayor intensidad la
mayor capacidad económica, sin que en ningún caso el tributo pueda
tener alcance confiscatorio (art. 31 de la Constitución). Para cumplir
este principio hay que combinar y tener en cuenta la naturaleza real
o personal del tributo, la estructura proporcional o progresiva de los tipos
de gravamen y el carácter objetivo o subjetivo del impuesto.

d) Legalidad o reserva de ley. Los tributos sólo pueden establecerse mediante ley


según el artículo 133 de la Constitución. Esto se deduce también del artículo 53.1
en relación con el 161.1. de nuestra norma fundamental. En igual sentido
establecen normas la Ley General Tributaria (art. 2), la Ley de Régimen Jurídico
de la Administración del Estado (art. 27). la Ley de Tasas y Exacciones
Parafiscales (art. 3) y la Ley General Presupuestaria (art. 7.c). Y el propio Tribunal
Constitucional en sentencias de 20 de julio y 16 de noviembre de 1981, se ha
pronunciado sobre este tema. La S.T.C. 6/1983, de 4 de febrero, en
su fundamento núm. 4, y precisamente sobre este tema, sienta esta doctrina:
nuestra Constitución se ha producido de una manera flexible y la reserva de
ley hay que entenderla referida sólo a los criterios o principios con arreglo a los
cuales se ha de regir la materia tributaria, la creación ex novo de un tributo y
la determinación de los elementos esenciales o configuradores del mismo.

e) Reserva de la potestad originaria para establecer tributos al Estado. Así se


expresa el artículo 133 de la Constitución, que hay que relacionar con el art.
149.1.14, que atribuye al Estado la competencia
exclusiva sobre Hacienda general. Las comunidades autónomas y
las corporaciones locales tienen potestad tributaria derivada de la del Estado (arts.
133.2 y 156 de la Constitución y 2 y 5 de la Ley General Tributaria).

f) Control parlamentario posterior de la actividad financiera del Estado. Se realiza


por el Tribunal de Cuentas y las Cortes Generales (art. 136 de la Constitución).
La Ley Orgánica del Tribunal de Cuentas es la núm. 2/1982, de 12 de mayo.

Principios Constitucionales
 partiendo de lo establecido por el artículo 363 de la constitución política, el
cual dicta que “El sistema tributario se funda en los principios de equidad,
eficiencia y progresividad. Las leyes tributarias no se aplicarán con
retroactividad”.

Así pues, dentro de estos principios se encuentran:

Principio de Legalidad:
De acuerdo con lo establecido por la sentencia C 891 de 2012, “El principio de
legalidad tiene como objetivo primordial fortalecer la seguridad jurídica y
evitar los abusos impositivos de los gobernantes, puesto que el acto jurídico
que impone la contribución debe establecer previamente, y con base en una
discusión democrática, sus elementos esenciales para ser válido.
En este sentido, el principio de legalidad, como requisito para la creación de un
tributo, tiene diversas funciones dentro de las cuales se destacan las siguientes:
 Materializa la exigencia de representación popular,
 Corresponde a la necesidad de garantizar un reducto mínimo de seguridad
a los ciudadanos frente a sus obligaciones, y
 Representa la importancia de un diseño coherente en la política fiscal de un
Estado.
El principio de legalidad este como fin exponer el vínculo directo que tiene la ley
con lo que se refiere al pago de tributos, puesto que esta debe partir de una
manifestación de la voluntad que esté constituida de una forma legítima y expresa
a través de una ley. Esto último podría interpretarse de la forma en que, el
principio de legalidad restringe las potestades de poder tanto del estado como de
sus gobernantes (principio de reserva de ley) de imponer cargas y desarrollar
políticas tributarias sin que se encuentren consagradas en la norma.
Respecto de a lo anterior, la Sentencia C-710/01, de la Corte constitucional,
expone que:
El principio constitucional de la legalidad tiene una doble condición de un lado es
el principio rector del ejercicio del poder y del otro, es el principio rector del
derecho sancionador. Como principio rector del ejercicio del poder se entiende que
no existe facultad, función o acto que puedan desarrollar los servidores públicos
que no esté prescrito, definido o establecido en forma expresa, clara y precisa en
la ley. Este principio exige que todos los funcionarios del Estado actúen siempre
sujetándose al ordenamiento jurídico que establece la Constitución y lo desarrollan
las demás reglas jurídicas.

Principio de Equidad:

El principio de equidad tributaria observa y analiza las circunstancias económicas


de los individuos, para así poder determinar y asignar un nivel adecuado de
contribución con el Estado.
De esta forma existe una proporcionalidad, que busca que la cantidad de dinero
este de acuerdo con los ingresos que tiene el contribuyente, para así establecer o
definir una obligación de contribución acorde. Hay que recordar y tener en cuenta
que estas medidas son tomadas en pro de la población y para un beneficio común,
por lo que el Estado se ve limitado con lo previamente mencionado.
Teniendo en cuenta lo anterior, entre mayor sea la capacidad de pago, mayor va a
ser la carga impositiva que se establecerá de acuerdo con la ley tributaria. De aquí
nacen los términos equidad horizontal y equidad vertical, los cuales dictan:
 Equidad horizontal: hace referencia a que los tributos gravan de la misma
forma a aquellos que tiene la misma capacidad de pago.
 Equidad vertical: hace referencia a que los tributos gravan en una
proporción mayor o menor a quienes tiene una capacidad contributiva mayor o
menor. Entendiendo como capacidad contributiva, la capacidad de pago que
tiene la persona de sus obligaciones de tipo tributario.
Por lo que se podría decir que, lo que se busca es a un trato desigual entre
desiguales, y un trato igualitario entre iguales. Frente a esto la corte constitucional
ha sostenido que:
“la equidad tributaria es la manifestación del principio de igualdad general e
implica las formulaciones legales que establezcan tratamientos tributarios
diferenciados injustificados, ya sea porque se desconozca el mandato de igual
regulación legal cuando no existan razones para un tratamiento desigual o porque
se desconozca el mandato de regulación diferente cuando exista razones para un
tratamiento igual”

Principio de Eficiencia:

Desde una perspectiva de carácter puramente tributario, el principio de


eficiencia se refiere a la capacidad de cumplir una meta deseada o idónea, con la
menor cantidad de procedimientos y recursos; por lo que en materia tributaria se
refiere a la capacidad de imponer tributos y recolectarlos de la forma más sencilla,
tanto para el Estado como para los contribuyentes.
Frente a la eficiencia vista desde el deber de contribuir, es necesario que la
legislación tributaria, así como su procedimiento se encuentren lo suficientemente
claras para que el contribuyente logre tener un entendimiento adecuado de los
tributos, y que efectúe su pago sin traumatismos innecesarios, para poder
continuar con cumplimiento fluido y estimulado de las obligaciones fiscales.
De esta manera, de acuerdo con algunos doctrinantes, el principio de eficiencia
parte del análisis de la relación entre el derecho y la economía, donde se
determina si las políticas económicas son deseables o indeseables, a través de la
práctica de la economía positiva y normativa, conceptos que consagran:
 Economía positiva: se encarga de la ejecución de un análisis de un
problema económico, basándose en los acontecimientos y consecuencias de la
práctica de este. Toma como medio de estudio la evidencia empírica y la lógica
subyacente.
 Economía normativa: practica que complementa el ejercicio de la
economía positiva, que se encarga de hacer, de manera subjetiva, un juicio de
valor que establezca si esas consecuencias y efectos son deseables o
indeseables. Esto no parte de una teoría científica, ya que no se basa en
hechos o evidencias concretas.
Principio de Progresividad:

Este principio va de la mano con el principio de equidad e igualdad, debido a que


este consiste en que debe existir una distribución de las cargas tributarias entre
los diversos individuos obligados a contribuir con su pago, observando la
capacidad contributiva de dichos individuos. A manera de ejemplo, generalmente
se sostiene que el impuesto más regresivo es el impuesto sobre las ventas (IVA)
debido a que este es un impuesto que no observa la capacidad contributiva de su
obligado económico, mientras que el impuesto sobre la renta de personas
naturales se enciente como un impuesto puramente progresivo por establecer
tarifas diferenciadas de acuerdo con el ingreso que tiene la persona, por lo que a
mayor ingreso, mayor tarifa aplicable.
Así pues, la capacidad contributiva debe ser proporcional y acorde a la disposición
económica que hay para ejercer el pago. Sin embargo, en términos de progreso,
este principio también hace referencia a la valoración de los resultados obtenidos
con los recursos recaudados, tales como el destino y los efectos de tal gasto
público financiado por los individuos contribuyentes. Esta permite determinar el
nivel de impacto tanto positivo, como negativo del gasto público en relación con el
bienestar y situación relativa de los contribuyentes.
En conclusión, la progresividad busca llegar al concepto de justicia establecida en
la disciplina jurídica y filosófica, lo que hace que el uso de este principio sea tanto
de interés público y para la población, como para lo que se refiere al derecho
tributario.

DEFINICIÓN, CARACTERISTICAS Y ELEMENTOS DEL IMPUESTO


Los impuestos son una de las herramientas más importantes que tiene
como función el desarrollo económico de un país. Consisten en pagos o
tributos de carácter económico a favor de un Estado. Con el dinero
recaudado de las contribuciones se financian parte de los gastos públicos, y
no necesariamente conllevan a una contraprestación directa o determinada
con el sujeto emisor.
Para que una contribución sea considerada como impuesto deberá cubrir
ciertas características legales, así como tener los elementos normativos
exigidos por los supuestos jurídicos.

Las características que tiene una contribución para ser considerados un


impuesto son:
 Es la cantidad que constituye una obligación.
 Deben ser establecidos por la Ley.
 Debe ser proporcional y equitativo.
 Esta a cargo de personas físicas y morales.
 Que se encuentran en la situación jurídica prevista por la Ley.
 Debe destinarse a cubrir los gastos públicos.

Los elementos de los impuestos son:

Hecho imponible: Debe existir una circunstancia de cuya realización


depende el origen de la obligación tributaria.

Sujeto pasivo: El que tiene la obligación de pagar, es la persona natural o


jurídica al que por la ley impone el cumplimiento de las prestaciones
tributarias.

Sujeto activo: Es el Estado, quien se ve beneficiado directamente por las


contribuciones de los ciudadanos,
Base imponible: Es la cuantificación y valoración del hecho imponible y
determina la obligación tributaria. Se trata de una cantidad de dinero, pero
puede también tratarse de otros signos, como el número de personas que
viven en un vivienda, litros de gasolina, litros de alcohol o número de
cigarros.

Tipo de gravamen: Es la proporción que se aplica sobre la base imponible


con objeto de calcular el gravamen. Dicha proporción puede ser fija o
variable.

Cuota tributaria: Es la cantidad que representa el gravamen y puede ser


una cantidad fija o el resultado de multiplicar el tipo impositivo por la base
imponible.

Deuda tributaria: Es el resultado de reducir la cuota con posibles


deducciones y de incrementarse con posibles recargos.

CLASIFICACIÓN DE LOS IMPUESTOS


Impuestos directos o indirectos:
 Impuestos directos: Son aquellos donde la obligación de pagar recae
directamente sobre la persona, empresa, sociedad etc. Como ejemplo de
estos impuestos directos se encuentran los impuestos a la renta, al
enriquecimiento, o aquellos que se cobran por trámites personales como la
obtención de documentos, pagos de derechos y licencias, etc.
 Impuestos indirectos: Se le imponen a bienes y servicios y a las
transacciones que se realizan con ellos; es decir, las personas,
indirectamente, a través de la compra de bienes y servicios, pagan el
impuesto, aun cuando el Estado no les está cobrando directamente el
impuesto a éstas.

Impuestos según su finalidad

 Con fines fiscales: Son aquellos que se originan atendiendo la


necesidad del Estado de recaudar los ingresos necesarios para cubrir el
presupuesto de egresos del país.
 Con fines extra fiscales: Los montos recaudados no serán destinados
a satisfacer el presupuesto de egresos establecen si el ánimo de recaudos
si no que su finalidad es en ocasiones social-económicas.

Impuestos generales, específicos y especiales.

 Generales: El impuesto se establece sobre actividades u operaciones


diferentes pero que tienen un factor común, por lo que se considera de la
misma naturaleza.
 Específicos: El impuesto se fija a partir de una medida específica
como puede ser peso, medida, volumen, cantidad y tamaño del objeto
grabado.
 Especiales: El impuesto recae sobre una actividad específica de
forma exclusiva.

Impuestos reales y personales:

 Impuestos reales u objetivos: Para asignar el monto de impuesto no


se toma en cuenta la situación personal o económica del sujeto responsable
del pago del impuesto.
 Impuestos personales o subjetivos: Toman a consideración la
situación personal o económica del contribuyente.
Impuestos fijos, proporcionales, progresivos o regresivos:
 Impuestos fijos: La cantidad a pagar se dispone de manera fija para
cada contribuyente.
 Impuestos proporcionales: Se aplica un mismo porcentaje o tasa,
sobre una operación donde el monto gravado será afectado por el impuesto
como es el caso del IVA.
 Impuestos progresivos: Se toma en cuenta la cantidad o rendimiento
del monto que es afectado por el según el aumento por una taza creciente.
 Impuestos regresivos: De manera contraria el impuesto progresivo a
medida que aumenta el monto sujeto a impuesto, se aplica una tasa
decreciente.

Impuestos en función del beneficio, del patrimonio o del gasto:

 Impuestos en función del beneficio: Ganancias, juegos de azar.


 Impuestos en función del patrimonio: Son aquellos impuestos
aplicados a los bienes personales, como por ejemplo los inmuebles.
 Impuestos en función del consumo o del gasto: La cantidad de la
contribución se calcula según el monto o gasto que representa una
operación.

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