Relato Matrimonial
Relato Matrimonial
Relato Matrimonial
Mis padres mantuvieron un matrimonio por 70 años hasta que mi madre murió, por lo
que dentro de los cuales, en ningún momento me entere que haya existido
infidelidades por parte de alguno de los dos. Por otro lado, de las familias que
formaron mis hermanos, algunos de ellos sufrieron infidelidad, abuso intrafamiliar y
drogadicción, ocasionado por sus parejas, más no existió por parte de mis hermanos
ni de ningún miembro de mi familia, infidelidad, homosexualidad, drogadicción, abuso
sexual o que hayan sufrido alguna demencia o perturbaciones síquicas o mentales.
Durante mi infancia y adolescencia, nunca sufrí ningún trato que me afectara física o
sicológicamente, pues crecí en un entorno tranquilo con buenas costumbres,
sabiendo siempre donde estaba y hacia donde quería ir y pensando en formar un
buen hogar ejemplo de mis padres.
Debido a la formación recibida por mis padres, siempre quise formar un hogar como
el de ellos, inculcando ante todo el respecto y el amor y donde siempre hubo
fidelidad, pues pensaba que el matrimonio era para toda la vida y para mí era muy
importante la estabilidad en el hogar, ya que eso fue lo que me enseñaron y sobre
todo estar siempre al cuidado de los hijos como lo hicieron mis padres, brindándoles
además una buena educación y llegar a ser un padre ejemplar, formar un hogar
donde existiera siempre el dialogo, la compresión y el respeto mutuo, llegar a ser el
hombre de la casa y ser el encargado del sostenimiento económico así como lo fue
mi padre para mi madre, mis hermanos y para mí, contando además con el apoyo de
la que fuera mi esposa.
En cuanto a mi ex cónyuge, debido a que su familia era de muy bajos recursos, para
ella fue imposible terminar la primaria y por ende el bachillerato, pues siempre le toco
estar al cuidado de sus hermanos, ya que su madre tenía que trabajar, debido al
abandono de su padre, más adelante aprendió a manejar máquina de confección, la
cual fue de mucha ayuda y pudo conseguir un trabajo en una Compañía.
Antes de casarme, solo tuve una relación, la cual quise mucho pero no duro debido a
que el padre de esa persona era muy exigente y le prohibió estar conmigo, ya que yo
mantenía muchas amistades femeninas, con las que hablaba y salía seguido pero sin
ninguna relación amorosa y eso aparentemente no fue bien visto por el padre de la
que fue mi novia. En ningún momento tuve en una relación de unión libre o
matrimonio civil.
Según lo que se y de acuerdo lo que dice la gente, Consuelo tuvo un novio antes de
casarnos pero sin ninguna importancia, desconociendo el motivo de su terminación.
En ese poco tiempo pensamos que estábamos enamorados y éramos el uno para el
otro, por lo que hablamos en dar otro paso a nuestra relación, pero debido a que mi
familia era de creencias católicas, siempre me decían que para unirse a una persona
y ser una pareja, era primordial ante todo recibir la bendición de Dios, por lo que no
vivimos juntos o en unión libre, sino que apresuradamente decidimos casarnos,
Mis padres no opinaban mucho sobre nuestra relación, ya que era muy poco lo que
conocían de ella, pero de igual forma en ningún momento se opusieron a nuestro
matrimonio, al igual que la familia de mi ex cónyuge, por lo que ya éramos mayores
de edad y podíamos tomar nuestras propias decisiones.
Teníamos bien trazado nuestros caminos y con los pies bien puestos en la tierra que
nunca tuvimos inconvenientes legales o conflictos de ninguna índole como para que
nos privaran nuestra libertad.
En vísperas de nuestro matrimonio, sentíamos que éramos las personas más felices
y enamorados, pues pronto íbamos a ser marido y mujer, sentíamos algunos miedos
pero los normales que puede surgir en cualquier persona que se encuentra a punto
de tomar este gran paso. En ese momento no sentí ninguna duda y pensaba que ella
era la mujer que quería para el resto de mi vida.
Después de casarnos la compañía en la que trabajábamos nos dio una semana libre,
pero debido a que era muy poco el dinero que teníamos ahorrado, no tuvimos luna
de miel, por lo que usamos el dinero para asumir los gastos del primer mes de
arrendamiento, alimentación y la compra de algunos utensilios domésticos, la
situación económica no era muy buena, ya que contábamos con muy pocos
ingresos, por lo que a los pocos meses nos vimos en la necesidad de irnos a vivir
con mis padres.
Debido a las constantes peleas y discusiones que manteníamos por casusa de las
dificultades económicas, empecé a evidenciar muchísimas diferencias, y actitudes
personales que no pude conocer durante los tres meses de noviazgo, pues en ella
existía ciertas libertades a la cuales le toco abstenerse al momento de casarse, de
igual forma considero que existió falta de madurez y preparación por parte de ambos
para asumir las responsabilidades del matrimonio, esto ocasiono que existiera
pequeñas infidelidades por parte y parte, considero que estas fueron las acciones
que atribuyeron al fracaso de nuestro matrimonio.
Así paso cinco años de casados, pero debido a las constantes pelas, durante ese
tiempo, nos separamos por dos meses, pero pensando siempre en el bienestar de
nuestra hija, quisimos intentar conservar nuestro matrimonio, sin embargo fue
imposible, seguían las diferencias, por lo que de mutuo acuerdo decidimos darle fin a
nuestro matrimonio, pues debido a las constantes dificultades y desavenencias, no
existió armonía en el hogar y llegamos a la conclusión que era mejor para nuestra
hija estar separados que seguir presenciando nuestra situación y no queríamos que
creciera en un hogar inestable que la perjudicara emocionalmente.
Mis padres y mis hermanos no opinaban acerca del matrimonio, pero siempre recibí
su apoyo en cualquier decisión que tomara, a pesar de conocer todas las dificultades
que presentábamos.
Consuelo quedo con la custodia de mi hija por dos años, durante ese tiempo siempre
estuve al pendiente de ella económicamente, manejando una buena relación con las
dos, luego estuvo a cargo mío, porque ella decidió darme la custodia, y la niña se
mudó conmigo y mis padres, donde vivió hasta que tenía 13 años de edad, después
regreso con su madre y su abuela, y siempre estuve al pendiente de ella en cualquier
situación, en la actualidad tiene 38 años.
Después de la separación, cada uno rehízo su vida, yo me reencontré con quien fue
mi primera novia e inmediatamente me di cuenta que en realidad, era ella a quien
amaba y con quien tuve un hijo y deseo cásame con la bendición y aceptación de
Dios nuestro señor, después de un tiempo me traslade a vivir a Estados Unidos con
mi nueva familia y mi hija, quien ya tiene su propio hogar.
Por otra parte, mi ex esposa, tiene una nueva familia con quien vive en España y
sigue al pendiente de nuestra hija.
No tengo nada más que añadir, me ratifico en lo dicho y en constancia firmo.
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