Ensayo Enfoque Por Competencias

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ESCUELA DE

POSTGRADO
UNIVERSIDAD PRIVADA DE TACNA

“Año de la universalización de la salud”


ESCUELA DE POSTGRADO
“UNIVERSIDAD PRIVADA DE TACNA”

ENSAYO
“EL ENFOQUE EN COMPETENCIAS Y LA MEJORA DE LA EDUCACIÓN”
DOCENTE : Dra. Romy Kelly Mas Sandoval
MAESTRÍA : Docencia Universitaria y Gestión Educativa
CURSO : Tecnología del Diseño Curricular, Currículo por Competencia
ESTUDIANTE : Machaca Ccama Katherin Heidy

“UN MAESTRO ES UNA BRÚJULA QUE ACTIVA LOS IMANES DE LA CURIOSIDAD, EL CONOCIMIENTO Y LA
SABIDURÍA EN LOS ALUMNOS” EVER GARRISSON.

TACNA-PERÚ
2020
ESCUELA DE
POSTGRADO
UNIVERSIDAD PRIVADA DE TACNA

EL ENFOQUE EN COMPETENCIAS Y LA MEJORA DE


LA EDUCACIÓN
KATHERIN HEIDY MACHACA CCAMA
Estudiante de PostGrado de la universidad privada de Tacna
katherin_mc12@hotmail.com

INTRODUCCIÓN

En la actualidad es común escuchar y leer el término competencia no solo en el ámbito educativo


sino en diversas áreas profesionales y laborales, este vocablo irrumpió en el léxico profesional a
finales del siglo XX y se ha popularizado en los últimos años. En el sector educativo mexicano a
raíz de la implementación de diversos planes de estudios basados en el enfoque en competencias,
sin embargo, es común escuchar en diversos discursos o diálogos entre docentes que el concepto
de competencia/s lo usan de manera indistinta y existe la posibilidad que profesionales de la
educación que están formando niños y jóvenes con dicho enfoque, no comprendan su significado,
origen, diversidad de conceptualizaciones y fuentes teóricas que lo nutren así como aspectos
específicos metodológicos para su concreción.

El presente ensayo tiene el propósito de dar respuesta concreta a diversas preguntas respecto al
enfoque en competencias: ¿La formación de los alumnos en competencias es un enfoque nuevo?,
¿Qué fuentes psicológicas lo nutren?, ¿cuál es su tipología?, ¿por qué la educación en Perú lo
considera como una alternativa de formación de sus ciudadanos?; esto, con el fin de ofrecer a los
docentes un marco teórico que posibilite la comprensión del tema el cual existe una diversidad de
posturas teóricas.

MATERIALES Y MÉTODOS

El presente ensayo se elaboró a través de la realización de lectura analítica de diversos materiales


tales como: libros, revistas digitales, informes de investigaciones, planes de estudio y documentos
legales, tanto de autores e instituciones nacionales e internacionales; lo cual favoreció la
comprensión e interpretación del objeto de estudio.

1. ¿La formación de los alumnos en competencias es un enfoque nuevo?

El término competencia tiene sus orígenes en el verbo latín competere, (ir una cosa al
encuentro de otra, encontrarse, coincidir,) el cual evoluciona en dos verbos: competer
adquiere el significado de pertenecer a, incumbir da lugar al sustantivo competencia y al
adjetivo competente cuyo significado es apto o adecuado. Y competir se usa con el significado
de pugnar con, rivalizar con, contender con, da lugar al sustantivo competición, competencia,
competidor, competitividad, así como al adjetivo competitivo. El sustantivo competencia es
común a ambos verbos, razón que da lugar a equívocos en su uso cotidiano y aplicación en
diferentes disciplinas. (Prieto, citado en Morales, 2007).
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Ponce nos dice que “a partir del siglo XV, competir comienza a adquirir el significado de
pertenecer a, incumbir, corresponder a. El sustantivo competencia y el adjetivo competente,
tiene el significado de ser apto o adecuado. También tiene significado de rivalizar con,
contender con, dando lugar a sustantivos tales como” competición, competencia, competidor,
competitividad, competitivo (Ponce, 2010: 10).

Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, aporta dos definiciones


para el término competencia; ambos del latín competentia: la primera definición hace
referencia a disputa o contienda entre dos o más personas sobre algo, oposición o rivalidad
entre dos o más que aspiran a obtener la misma cosa (competir); y la segunda hace referencia
a incumbencia, pericia, aptitud, idoneidad (competente).

Según Frade (2007) la utilización del término competencia se utilizó desde el siglo XVI y en
1960 fue utilizado por el Gobierno de los Estados Unidos al hacer una investigación para
determinar qué características tenían los buenos trabajadores de algunas de sus dependencias
y de la Agencia Central de Inteligencia, se concluyó que los empleados exitosos no sólo
poseían conocimientos sino que manejaban habilidades y destrezas que se plasmaban en
actitudes propias que se desprendían de sus creencias, valores, percepciones e intuiciones; y
todo esto caracterizaba a una persona competente, esto permitió caracterizar y definir un perfil
para puntualizar criterios para determinados trabajos con una serie de conocimientos,
habilidades, destrezas y actitudes propias para llevar a cabo desempeños específicos.

Se han reconocido dos fuentes importantes para el empleo del término competencia en
educación. Una se origina del campo de la lingüística y el otro en el del trabajo, pero es a
partir de la formulación chomskiana se empezó a generalizar el empleo del término
competencias aplicado a diversos ámbitos, por ejemplo: competencia ideológica (1970),
competencia comunicativa entre otras.

Las instituciones de educación superior en Perú y del mundo, en los últimos años se han
percatado que deben de dejar atrás acciones académicas en las que privilegian los esfuerzos
memorísticos y descontextualizados, los cuales para lo único que se ha utilizado es para
cumplir con la acreditación de un examen y después de eso se olvida.

El desarrollo por competencias en las universidades son una alternativa a la formación


conceptual, centrado y reducido a unos aprendizajes de unos conocimientos, por encima de
las habilidades para el desarrollo de la profesión, las pruebas y los criterios de evaluación de
la mayoría de los exámenes y oposición propician el carácter disociado entre teoría y práctica,
ya que el alumno memoriza el temario, con el fin de desarrollar los conocimientos adquiridos
en una prueba, y no para poder aplicarlos (Zabala, 2008); razón por la que es posible egresar
con un perfil que no es congruente con las necesidades de los empleadores, puesto que estos
exigen cierto perfil de acuerdo al desarrollo vertiginoso de la ciencia y la tecnología, lo cual
impone a las escuelas de educación superior, egresar profesionales e individuos capaces de
dar respuesta a los diversos problemas que enfrenta la sociedad. Por tal razón, es fundamental
que la escuela posibilite a los estudiantes el desarrollo de un cúmulo de saberes pertinentes
con las demandas de nuestro entorno sociocultural, además, que les posibilite participar de
manera responsable, comprometida y creadora en la vida social, y propiciar su desarrollo
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permanente como personas involucradas con su propia realización y las de sus semejantes.

En la actualidad, el mundo laboral demanda individuos competentes para el desempeño de


funciones, con un perfil que permita insertarse a la vida laboral y social. Irigoin (1998)
enuncia que una persona competente para el trabajo deberá adquirir conocimientos y
desarrollar habilidades variadas, necesitando al mismo tiempo desarrollar actitudes y
habilidades para la toma de decisiones, el relacionamiento humano, el liderazgo situacional,
la resolución de problemas y de conflictos y la negociación.

1.1. Las competencias desde el campo laboral

Ducci (1997) define la competencia laboral como la construcción social de aprendizajes


significativos y útiles para el desempeño productivo en una situación real de trabajo que
se obtiene, no sólo a través de la instrucción, sino también y en gran medida mediante el
aprendizaje por experiencia en situaciones concretas de trabajo. Por otra parte, Gonzci
(1996) sostiene que la competencia laboral es una compleja estructura de atributos para
el desempeño en situaciones específicas. Éste ha sido considerado un enfoque holístico
en la medida en que integra y relaciona atributos y tareas, permite que ocurran varias
acciones interrelacionadas simultáneamente y toma en cuenta el contexto y la cultura del
lugar de trabajo. Nos permite incorporar la ética y los valores como elementos del
desempeño competente. Estos autores definen las competencias desde un enfoque
holístico.

Las definiciones anteriores centradas en lo laboral desde diferentes orientaciones tienen


en común aspectos referentes al efectivo desempeño de un determinado trabajo a través
de poner en juego diferentes habilidades para dar soluciones originales a través de
procesos donde los sujetos hagan uso de procesos creativos combinado conocimiento,
experiencia, actitudes, valores y el contexto; situación que prioriza el razonamiento
sistémico, ante el memorístico y mecánico.

1.2. Las competencias desde el campo educativo

Como se ha escrito anteriormente, las escuelas tienen dentro de sus funciones, además de
contribuir al desarrollo pleno de la persona, es la de formar ciudadanos con posibilidades
para poder insertarse en la vida productiva, razón por la que la escuela tiene el
compromiso de crear condiciones para que los individuos estén en posibilidades de
obtener un empleo, caracterizado en la actualidad por un entorno global y dinámico, ésta,
entre otras características y los diagnósticos efectuados en Perú y en el mundo, han
sustentado cambios en los planes de estudio en los diferentes niveles de formación en las
escuelas, principalmente en el enfoque centrado en el desarrollo de competencias desde
perspectivas principalmente constructivistas, con la finalidad de que aquello que se
aprende, sirva para poder actuar de forma eficiente ante una situación concreta y
determinada.

Zabala (2008) enuncia tres factores que propician la entrada de una enseñanza basada en
competencias en las instituciones de educación superior: en primer lugar los cambios en
las propias universidades a partir de la necesidad de convergencia europea, en segundo
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lugar, la mayor presión social sobre la necesaria funcionalidad de los aprendizajes y el


tercero, referente a la función social de la enseñanza, formar en todas las capacidades del
ser humano con el fin de dar respuesta a los problemas que depara la vida, se convierte,
así en la finalidad primordial de la escuela; formación integral de la persona como función
básica en lugar de la función propedéutica, una escuela que forme en toda aquellas
competencias imprescindibles para el desarrollo personal, interpersonal, social y
profesional. Respecto a este último factor Garagorri sostiene que:

El pensamiento de fondo que late y creo que justifica el planteamiento de


currículo basado en competencia tiene que ver con la toma de conciencia de
que la educación formal ha sido y sigue siendo demasiado académica, y que
prepara insuficientemente a los jóvenes para que puedan vivir una vida más
plena como sujetos individuales, como ciudadanos y para su integración en el
mundo del trabajo, así como para que puedan seguir aprendiendo a lo largo
de toda la vida (Garragorri: 2007).

Considerando las ideas anteriores, se evidencia que para el diseño y desarrollo de los
currículos del enfoque para el desarrollo de competencias es elemental retomar
referentes teóricos psicopedagógicos, entre muchos otros, aunados al conocimiento
pleno de un bagaje teórico metodológico referente al enfoque expresado, congruente
con las necesidades actuales para la formación de los individuos según los niveles de
formación.

2. ¿Qué fuentes psicológicas nutren al enfoque en competencias?

Tobón (2006) realiza una síntesis en torno a la construcción histórica del concepto de
competencia, enuncia que la múltiple definición del concepto proviene debido a la
confluencia de diversos aportes disciplinares y tendencias económicas y sociales. El inicio de
éste concepto como tal lo inició las aportaciones de la lingüística de Chomsky y la psicología
conductual de Skinner en la década de los setentas, a partir de esto se desencadenaron
múltiples críticas y reelaboraciones, tanto en la lingüística como en la psicología (conductual
y cognitiva) y en la educación; el modelo conductual para el desarrollo de las competencias,
aunque ha trascendido el esquema de estímulo respuesta, se basa en el comportamiento
observable, efectivo y verificable, confluyendo entonces así el desempeño. Es un enfoque
centrado en la formación de personas con ciertas competencias técnicas.

En Perú se ha puesto en evidencia que a pesar que se tiene más de una década orientándose
los procesos de aprendizaje y enseñanza a través del constructivismo, existen algunas brechas
importantes, principalmente se han privilegiado asuntos cognitivos ante los socio afectivos,
no se ha logrado pasar de procesos memorístico hacia creativos y significativos, esto se ha
demostrado a través de múltiples exámenes nacionales e internacionales en los cuales se
pretende dar cuenta del nivel de comprensión y significatividad de los contenidos escolares,
sí estos les sirven únicamente para pasar un examen o cumplen con la función de facilitarle
herramientas que les permitan el desarrollo pleno en su proceso de vida ante situaciones
prácticas, relaciones sociales y consigo mismo, además, de crear condiciones que le
posibiliten insertarse en la vida laboral congruente a las necesidades de su momento.
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3. ¿Cuál es la tipología que se ha realizado respecto a las competencias?

Diversos autores han organizado a las competencias por tipos, (Díaz, 2005; Vargas, 2004;
Tobón, 2006; González, 2008); estos sostienen que esta tarea ha sido compleja debido a la
diversidad de propuestas y experiencias que se han acumulado en diferentes campos y países.
A continuación, se enuncian algunas de ellas.

Vargas (2004), desde el campo empresarial las divide en tres grupos: básicas, genéricas y
específicas. Las básicas se adquieren como resultado de la educación básica. Se refiere a las
habilidades para la lectura, escritura, comunicación oral, matemáticas básicas.

Las genéricas se refieren a comportamientos laborales propios de desempeños en diferentes


sectores o actividades usualmente relacionados con la interacción hacia tecnologías de uso
general. Tal es el caso del manejo de equipos y herramientas competencias como la
negociación, la planeación, el control, la interacción con clientes, entre otras.

Las específicas están directamente relacionadas con el ejercicio de ocupaciones concretas y


no son fácilmente transferibles de uno a otro ámbito, dadas sus características tecnológicas.
Es el caso de competencias como la operación de maquinaria de control numérico, el chequeo
de pacientes, la elaboración de estados financieros.

El proyecto Tuning Europa y el de América Latina, del cual se profundizará posteriormente,


clasifica las competencias en genéricas y específicas. Las primeras identifican los elementos
compartidos, comunes a cualquier titulación, tales como la capacidad de aprender de tomar
decisiones, de diseñar proyectos, las habilidades interpersonales. Y las segundas se relacionan
cada área temática (destrezas y conocimientos) por ejemplo análisis de manuscritos antiguos,
análisis químicos, entre otras.

Se advierte que en las diversas clasificaciones de competencias tanto en el área laboral como
educativa, encontramos relación con los postulados emanados de la UNESCO: aprender a
conocer, aprender a hacer, aprender a convivir juntos a vivir con lo demás y aprender a ser
(Delors, 1994) así también, encontramos clasificaciones en relación con La Declaración
Mundial sobre Educación para Todos, en donde se establecen las importancia de formar
necesidades básicas para todos, como son la lectura, la escritura, la expresión oral, el cálculo,
la solución de problemas que las consideran como herramientas básicas para el aprendizaje,
así como conocimientos básicos de éste como son los conocimientos teóricos y prácticos,
valores y actitudes. Todos estos necesarios para que los seres humanos puedan sobrevivir,
desarrollar plenamente sus capacidades, vivir y trabajar con dignidad, participar plenamente
en el desarrollo, mejorar la calidad de su vida tomar decisiones fundamentadas y continuar
aprendiendo (Torres,1998); aquí también en estos existe una estrecha relación entre lo
educativo y lo laboral por razones ya explicitadas anteriormente.

4. ¿Por qué la educación en Perú lo considera al enfoque en competencias como una


alternativa de formación de sus ciudadanos?

Se ha enunciado antes, que la escuela tiene el compromiso de formar integralmente a sus


alumnos, de posibilitarles competencias que les permitan acceder a la vida laboral, pero no
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debe olvidar que también debe de contribuir a formar ciudadanos que se conozcan, se aprecien
así mismos y a los demás y a su entorno, tal y como lo enuncian los planes de estudio, formar
para la convivencia, esto sería, entones, una formación integral.

Las prácticas educativas asimétricas y segmentadas entre la vinculación entre las diversas
esferas que conforman a la persona (cognitivo, físico, socio afectivo) son el resultado de un
tipo de persona carente de valores universales, este tipo de formación, hoy está haciendo que
los sistemas educativos del mundo estén implementando proyectos educativos enfatizando en
el desarrollo de saberes valórales y actitudinales.

Se ha demostrado que en la actualidad los empleadores consideran importante las


competencias en las personas para negociar, interaccionar con clientes, con responsabilidad,
autoestima, sociabilidad, integridad y honestidad, para trabajar en equipo, enseñar a otros,
servicio al cliente, liderazgo, trabajar con personas diversas; así también a través de los
currículos escolares se procuran desarrollar la capacidad para desarrollar y mantener las
relaciones privadas y profesionales mediante una comunicación eficaz, el trabajo en equipo,
la toma de conciencia y el respeto hacia otras culturas y tradiciones, promover la autoestima,
la motivación, la perseverancia e iniciativa.

En esta línea la educación básica en Perú, aspira formar un individuo que: Conoce y ejerce
los derechos humanos y valores que favorecen la vida democrática, actúa en y pugna por la
responsabilidad social y el apego a la ley, asume y práctica la interculturalidad como riqueza
y forma de convivencia en la diversidad social, étnica, cultural y lingüística; conoce y valora
sus características y potencialidades como ser humano; sabe trabajar en equipo, reconoce y
respeta y aprecia la diversidad de capacidades en los otros, y emprende y se esfuerza por
lograr proyectos personales y colectivos.

El reto del docente estaría en concretar estas aspiraciones a través de sus prácticas cotidianas
explicitas en los planes de estudio, razón para hacer énfasis en el cómo se están formando y
actualizando los docentes en Perú.

Para finalizar, es pertinente traer a colación unas advertencias de Silberman citada por
Castanedo lo que los educadores deben darse cuenta es que como ellos enseñan y cómo actúan
puede ser más importante que lo que enseñan (Castanedo, 2005).

CONCLUSIÓNES:

 Existen diversas posturas respecto al EBC, principalmente influenciada por el campo


específico desde donde se definen, sea el laboral, lo educativo u otros; la época y también
repercuten los diversos aportes teóricos; estos aspectos definen determinadas características
del pensamiento respecto a la temática. Las corrientes psicológicas conductistas y
constructivistas son las que más han influido en diversos programas basados en el desarrollo
de competencias. Por ejemplo, ha sido importante la influencia de la Lingüística de Chomsky
la psicología conductual de Skinner en la década de los setentas (Tobón, 2006) y como una
alternativa al desarrollo de competencias desde el enfoque conductista, se retoman principios
teóricos que han conformado la corriente constructivista y socio constructivistas (Zabalza,
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2008). Sin embargo, actualmente existen diseños de currículos en el paradigma de la


complejidad, esta conocida como una alternativa holística.

 Diversos autores han organizado a las competencias por tipos (2005; Alpízar, 2008; Vargas,
2004; Tobón, 2006; González, 2008); sostienen que esta tarea ha sido compleja debido a la
diversidad de propuestas y experiencias que se han acumulado en diferentes campos y países.

 El término competencia es polisémico y a lo largo de la historia ha tomado diversos


significados. Es nuevo en nuestro medio, pero no en el mundo.

 El termino competencia se empieza a usar sistemáticamente en el ámbito empresarial a partir


de la década de 1940, esto con la finalidad de buscar personal eficiente y evitar que las
empresas pierdan tiempo y dinero al momento de la selección del personal.

 El enfoque pedagógico basado en las competencias nace como alternativa al modelo basado
en objetivos. Esto debido a la demanda de personal competente que aplique sus conocimientos
para obtener éxito en sus labores.

 Este “nuevo” enfoque está siendo adoptado por un gran número de instituciones de Educación
Superior a Nivel Mundial, y el Perú no es la excepción. Pero está en manos de los expertos
en currículo analizar los beneficios y la factibilidad que dicho enfoque ofrece al momento de
plantear sistemas educativos que respondan a la necesidad laboral de la sociedad.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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