"Del Desplazamiento en El Espacio - Victor Guerra

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SEGUNDA PARTE

“DEL DESPLAZAMIENTO EN EL ESPACIO


AL PLACER DE JUGAR JUNTOS” 6-12 m.”

Psic. Victor Guerra1

GRILLA DE INDICADORES DE INTERSUBJETIVIDAD (0-12 m.)2


“DEL ENCUENTRO DE MIRADAS AL PLACER DE
JUGAR JUNTOS”

1) ENCUENTRO DE MIRADAS (Sostén corporal).(0-2 m.)


2) PROTOCONVERSACIONES (Juegos cara a cara) . 2m.)
3) PAPEL DE LA IMITACIÓN.
4) JUEGOS DE COSQUILLAS Y SUSPENSO (3-5m.)
5) VOCATIVOS ATENCIONALES. (5-12m.)
6) DESPLAZAMIENTO EN EL ESPACIO Y MIRADA REFERENCIAL (5-7m.)
7) ATENCION CONJUNTA-OBJETO TUTOR.(6-9m.)
8) JUEGO ESCONDIDA.(8m.)
9) SINTONIA AFECTIVA.(9-12m.)
10) INTERLUDICIDAD. (8-12 m.)
11) SEÑALAMIENTO PROTODECLARATIVOY NARRATIVIDAD CONJUNTA.
(12m.)

1
Psicólogo. Psicoanalistas. A.P.U. mail: vguerra@internet.com.uy
2
La referencia cronológica esta referida a la edad aproximada de aparición de cada ítem, y esto implica
también un cierto grado de elasticidad, signado por el ritmo de emergencia diferente en cada bebe.
2

SEXTO INDICADOR: DESPLAZAMIENTO EN EL ESPACIO Y


MIRADA REFERENCIAL.(6-8 m.).

A partir del sexto mes se producen cambios fundamentales en el


desarrollo del bebe, hecho que ya jerarquizara hace muchos años M,
Klein (1935) con la integración de la posición depresiva en el desarrollo
emocional del bebe.
Pero desde otro ángulo podremos decir tambien que la posibilidad de
quedar sentado implica un cambio remarcable en su posición en el
mundo. Además muchas veces es el momento en que se modifica su
estilo de alimentación, comenzado a ingerir alimentos mas sólidos, y
comienza el uso de la cuchara, y de la iniciativas en la alimentación (J.M.
Hoffman, M. 2001).
Por otra parte es también a partir de allí que el bebe comienza a
desplazarse por el espacio a través del gateo.

En el video se observa la beba Francesca de 7 meses que es estimulada


por el padre para que desarrolle el gateo.

El padre quiere provocar la atención de su hija mostrándolo un juguete


que golpea suavemente en el piso procurando que ella vaya a buscarlo.
Él le insiste suavemente llamándola por su nombre. Francesca lo mira
con atención, mira el objeto y recorre con su mirada el espacio como
verificando la distancia que los separa. Antes de lanzarse al espacio en
busca del objeto, reitera varias veces su mirada en relación al rostro del
padre. La beba parece calma y se toma su tiempo para iniciar el
movimiento, Se lanza con sus brazos hacia adelante, queda en esa
posición y de apoco comienza su desplazamiento en el espacio, que al
principio es titubeante, ya que para coordinar el movimiento de brazos y
piernas, tantea con sus manos el piso, al tiempo que alterna su mirada
entre el objeto y el rostro de su padre. Realiza el gateo lentamente, toma
el objeto, mientras la voz del padre parece darle aliento en el movimiento.
Cuando toma el objeto retrocede un poco, el padre lo festeja, y la saluda
intensamente por el logro alcanzado”.

Este ejemplo es sumamente ilustrativo de cómo participa el otro en un


logro de la subjetivación que desarrolla la beba. Su desplazamiento en el
espacio está asistido por la mirada y el estimulo del padre, pero este deja
3

que ella se tome su tiempo para avanzar a su ritmo por la nueva


experiencia. Podríamos decir que opera una forma de “negociación”
entre ambos. Por momentos parece que el padre estuviera urgido de que
su beba se desplace y la estimula directamente, y a su vez ella parece
tener una forma de confianza en si misma y en el vinculo, porque lo mira
con mucha tranquilidad, se detiene y se lanza al desplazamiento en el
gateo, a su propio tiempo.
Desde hace ya muchos años la perspectiva de Pikler Loczy nos ha
enseñado de la importancia de respetar los tiempo del bebe, para el
cambio de posturas y el desplazamiento en el espacio.(E.Pikler 1984).

En el video observamos el valor de la “mirada referencial”. Cada pequeño


cambio que va a hacer Francesca con su postura corporal, se
correlaciona con una mirada a los ojos del Padre, para indagar el
espesor afectivo de lo nuevo que va a advenir.
La “mirada referencial” es también parte de las funciones de espejo del
rostro del adulto que cuida del bebe, y es un indicador de un grado de
confiabilidad en el otro. Cuando aparecen distorsiones importantes en el
vinculo, observamos que muchos bebes son mas temerarios, y se lanzan
intensamente a la experiencia nueva sin el apoyo del otro.
Parecería que se autosostienen en la intensidad sensorial y muscular de
la experiencia. Transformarían incertidumbre en intensidad, sin
posibilidad de metabolización psíquica, sentando asi las bases de una
forma de inquietud-hiperactividad que hemos denominado “falso self
motriz”. (Guerra,V. 2012)

SEPTIMO INDICADOR:
ATENCIÓN CONJUNTA-OBJETO TUTOR (6-9m.)

A medida que el bebé se acerca al octavo mes, se van produciendo cambios


muy importantes. Uno de ellos es la atención conjunta.

“La atención conjunta sería la capacidad de orientar su mirada hacia un


mismo objeto que el partenaire con el que interactúa”.
“Busca captar la atención del otro (generalmente la madre) con el
objetivo de obtener un objeto ansiado, o de compartir un centro de
interés”.

Se trata tanto de una experiencia intersubjetiva, como una forma de


descubrimiento, y un procedimiento de designación”
4

Bruner (1986) nos dice que atraer la atención de los otros a un foco
común es un hecho muy difundido en el orden de los primates.
Agrega que el hombre es el único que maneja la atención conjunta
simplemente solicitando y ofreciendo por medio de índices, íconos y
símbolos.
El bebé se muestra mucho más interesado en los objetos con los cuales
desea realizar acciones y demuestra ese interés a través de su
experiencia de atención con la madre.
A su vez la mamá se muestra más abierta aún con su deseo de que su
bebé se interese por objetos terceros, que no sean ni su propio cuerpo ni
el cuerpo del bebé y a partir de captar la intencionalidad y la atención del
bebé ella se los presente, muchas veces de forma lúdica.
De esta manera el universo del bebé se amplía, pasan a tener
importancia estos objetos terceros que son presentados por la madre y al
mismo tiempo descubiertos por él.
Pero la atención conjunta como evento intersubjetivo estará en parte
determinada por la característica afectiva que el entorno adulto ponga en
juego por eso podremos plantear que existen 2 formas diferentes de
Atención Conjunta: la atención conjunta operatoria y la atención
conjunta transicional.

La atención conjunta operatoria es aquella en la cual la madre atiende


lo que atiende el bebe, pero no introduce en el momento ni una
experiencia lúdica ni tampoco hace uso de la narratividad (abrir, inaugura
una pequeña historia o cuento en relación a ese objeto). Su cuidado es
operatorio, está atenta pero sin infiltración fantasmática, parece una
acción sin mucho espesor psíquico, ni posibilidad de juego.
En cambio es otra la situación cuando la madre tiene la posibilidad (por
sus recursos interiores) de captar los puntos de interés de los objetos
que son atendidos por el bebe (forma, color, contenido, sonido) y
“presentárselos” de forma lúdica,narrativa y ritmica, de manera de
poder armar una “frase lúdica” en un proceso de “atención conjunta
transicional”, que permite una apertura hacia el espacio intersubjetivo.

Para graficar esto pasaremos ahora a presentar la interacción que se


observa en al filmación entre la mama Adriana y su bebe Manuel de 9
meses.
5

FILMACION MADRE-BEBE.

Madre y bebe se encuentran sentados en el piso frente a frente. Manuel


atiende intensamente a la madre y tiene sus manitos apoyadas en sus
piernas. Ella le presenta un objeto muy utilizado por ellos: los cuencos
tibetanos, un instrumento de percusión que al hacerlo sonar emite una
vibración sonora especial. Cuando los trae y Manuel los mira, parece
reconocerlos y la madre lo registra diciéndole: te guta?.Se lo repite de
forma lúdica y con cierto suspenso.

El bebe hace un gesto como diciendo: si.. Luego ella se lo acerca y da


un golpe un poco mas fuerte, provocando un sonido especial. Manuel
sonríe, mira a la madre, mira al objeto y luego dirige su mirada hacia el
techo como buscando al sonido que se expande por el espacio. Parece
querer hablarle al sonido emitiendo un: ehhhh, luego mirando a la madre
emite nuevamente un eHHH y la madre le responde con un Si, a través
del gesto del rostro.

Ella vuelve a golpear el objeto que produce otro sonido y él la mira, luego
ella le acerca los cuencos y él los toma y trata de imitar el gesto de la
madre, queriendo provocar un sonido con un golpe.

Luego de un rato, la madre le presenta dos pequeños platillos que al


chocarlos producen un sonido agudo, Manuel ríe, la mira a los ojos y
emite un ehhh, moviendo también los hombros, ella le responde de la
misma manera tanto vocal como corporalmente.

La madre en esta situación presenta al bebé estos objetos musicales que


parecen propiciar una experiencia de atención concentrada especial,
diferente de la movilidad habitual en esta etapa.
La forma lúdica de presentación se manifiesta a través de la puesta en
juego de una forma de suspenso en la voz y en su gestualidad. A su vez
está muy atenta a las reacciones del bebé para devolvérselas en forma
especular. En este encuentro propiciado por estos objetos, madre y
bebé,a partir de una atención conjunta co-crean una experiencia lúdico-
musical.
O sea podríamos postular la hipótesis de que a partir de este dialógo de
atenciones y con la disponibilidad lúdica materna, el bebe afianza mas su
deseo de explorar otros espacios, y asi los objetos pasan a tener un
valor especial en el proceso de simbolización. Porqué?..
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Por diferentes motivos que esbozaremos, pero que probablemente se


inicien en el origen mismo de la palara simbolización.

La palabra simbolización proviene del griego:


“Symbolón quiere decir señal de reconocimiento; era un objeto partido
en dos entre dos individuos. Cada individuo retenía una mitad. Luego de
una larga ausencia uno de ellos presentaría su mitad y si se
correspondía con la otra mitad que tenía el otro individuo, pondría en
evidencia un vínculo entre los dos
(G. Di Ceglie,1987)

La amplitud del concepto nos invita a una polisemia de la cual


esbozaremos 6 caminos de sentido:

1) Relación con un deseo de separación. Evidentemente en esta


experiencia que “narra” la etimología, son dos sujetos que deben o
desean separarse. Es parte de la historia de la constitución subjetiva, en
la cual el sujeto no adviene si no es en la separación del otro.

2) El interjuego de la presencia y de la ausencia, ya que se trataria de


la combinación de la presencia de un objeto concreto, a la cual se le
adscribe la memoria de una ausencia de un objeto pulsional.

3) El empleo de la agresividad para operar un corte, una ruptura, y


tomándolo como una metáfora válida de la constitución subjetiva : sin el
empleo de algo de agresividad, no se puede ejercer la separación del
otro. Estaría esto en relación a lo que A. Green (1998) denominara a la
pulsion de muerte como desagregativa.

4) El corte del objeto implica ya una división del objeto mismo y es


también una division de espacios (topicos) ya que los dos individuos
pasarán a habitar espacios fisicos diferentes, con dos objetos que
partiendo de un mismo origen, al dividirse son diferentes.

5) Y hablando de metáforas, debemos tener en cuenta que no hay


simbolización sin una experiencia de separación-desplazamiento en el
espacio3. El juego de substituciones que configura toda simbolización,
tiene como eje el trabajo de la metaforización, el desplazamiento de una
3
Hay que tener en cuenta que aún hoy en Grecia a a los vehículos de de transporte colectivo se les llama
“metáfora”. Y en el plano de la palabra como dice M.Chnaiderman (2001) “es un transporte colectivo de
significaciones, montaje infinito de significantes intercambiables”
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cosa en otra. Se desplazan en el espacio las dos personas al separarse y


se desplazan vivencias desde la mente del sujeto hacia el objeto que
pasaria entonces a ser continente de ciertos contenidos psíquicos,
experienciales del sujeto. Ese « amuleto » tendría un valor superlativo
frente a otros objetos « sin historia ».

6) Y por último tomaremos la utilización de un objeto concreto que


testimonia una relación y que se supone, fue elegido , investido por
esas dos personas.

Entre todos estas posibilidades, querría jearquizar especialmente el


ultimo punto : el valor del objeto como marca, testimonio de un
encuentro que posibilita una separacion. Encuentro que podemos
analizarlo desde el ángulo de la « intersubjetividad », en la que la
presencia del otro como sujeto separado y representado en ausencia, es
fundamental.
Pero el acceso de la re-presentación como trabajo del aparato psiquico
es un proceso complejo de interjuegos de unión-separación, continuidad-
discontinuidad y presencia-ausencia, con el otro fundante, y también con
el ambiente y los objetos.
Como dice Roussillon,R (2008 pag. 47) : « los procesos psiquicos tienen
necesidad de ser materializados al menos transitoriamente , en una
forma perceptible para recibir una forma de representación psíquica, una
forma de auorepresentación ».
Como aparecería ésto en la infancia ?. La filósofa S. Langer (1990 pag
98) nos ilustra de manera muy interesante este concepto :

“Uno de mis mas antiguos recuerdos es que las sillas de las


mesas conservaban una apariencia invariable, a diferencia de las
personas, y que esa permanencia me impactaba. Proyectar los
sentimientos sobre los objetos exteriores es el primer medio que
tenemos de simbolizar y de concebir esos sentimientos…”

Vemos cómo en ella desde pequeña estaría presente esa especie de


sorpresa o fascinación por la permanencia, la continuidad de los objetos,
y en tanto los seres humanos se caracterizaban por cierto grado de
impermanencia-discontinuidad. De esta manera ella nos describe que el
proceso de simbolizacion también estaría en relacion con encontrar un
continente seguro, permanente, controlable por el niño pequeño : los
8

objetos cotidianos. Que a través de la animación propia de la vision


infantil, conformarían un soporte fundamental de su self.

Esos objetos que son plurales van teniendo un investimento especial


porque son marcas de encuentros placenteros, en este caso entre la
madre y el bebé. En Manuel pudimos apreciar que esos objetos, “los
cuencos tibetanos”, cumplen un valor importante de vínculo entre la
madre y el bebé.La madre nos había relatado que Manuel muchas veces
se entretiene solo con ese objeto y con los sonidos que produce. Asi ella
se puede retirar del espacio en que está, porque el bebe se entretiene y
“se acompaña” con los cuencos.
En otros bebitos son otros los objetos: puede ser un librito, un muñeco
de peluche, puede ser un autito, puede ser una pelota, y a veces van
variando. El punto importante a tener en cuenta es que a través de esos
objetos el adulto y el bebé co-crean una experiencia emocional en
común.
Así decimos que son objetos, por lo tanto, que quedan impregnados por
la historia de un encuentro y que son testigos de esos encuentros.
Son objetos diferentes al objeto transicional porque el objeto transicional
es único y elegido por el bebé, y estos objetos son plurales y son co-
presentados, co-descubiertos por la mamá y por el papá y a veces por la
educadora con el chiquito en el Jardín de Infantes.
Esos objetos tienen un valor especial porque en ese sentido es como si
estuvieran impregnados de historias y son testigos de un encuentro, de
manera que a veces cuando la madre se retira el bebé queda jugando
con esa serie de objetos. Por eso es que los llamamos “objetos
tutores”, porque transmitirían al inicio de esta experiencia una vivencia
de continuidad de un cuidado.
Teniendo al objeto consigo, el bebe sentiría que tiene también algo del
otro que quedó en ese objeto. Ese objeto fue tocado, narrado, fue
envuelto por la mirada atenta de la madre, y seria a través de la
presencia del objeto que puedo tolerar la ausencia materna.
Por ello postulamos la idea de que la capacidad para estar a solas, que
postulara Winnicott, no es solamente estar a solas “en presencia de la
madre”, sino que seria la “capacidad para estar a solas en presencia
de objetos tutores”, que son testigos del encuentro con la madre, y
hacen mas tolerable su ausencia..
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OCTAVO INDICADOR:
8)JUEGOS de ESCONDIDA (8m.)

Aproximadamente a partir de los 8 meses el bebe y su madre empiezan


a jugar a la escondida, al juego del “ta-no ta”.
Este juego marca un momento estructurante fundamental: la emergencia
de la angustia del 8 mes descripta por R. Spitz (1984) como segundo
organizador.
Desde el momento subjetivante en el que el bebe reconoce que el rostro
de otros deviene extranjero y diferente al de su madre, lo expresa a
través de la manifestación de angustia. Y para ello su propio aparato
psíquico crea una alternativa elaborativa: jugar a la escondida, jugar con
la ausencia estando presente el objeto de su deseo.
Este aspecto paradojal, muestra el esfuerzo del ap. Psíquico para jugar
con el No, como forma de elaborar la ausencia materna. (M. Casas
1999),.

Veamos un ejemplo de juego entre Francesca de 9 meses y su Mama


Cecilia.

JUEGO DE ESCONDIDA

En la escena lúdica encontramos a la madre con su beba de 9 meses y


un trapo. La madre le dice

M : Donde está Fran ?...donde está la bebe ?... (y la cubre con un


pequeño trapo que le tapa el rostro)

M : no está la bebe ahi ?,…eh ?......no está Fran ?... donde está ???.

BB : (se mantiene cubierta por un espacio corto de tiempo. Queda en


espera, en expectativa)

La madre levanta el trapo y dice está acaaaa !!!. Se apecia un encuentro


emocional intenso, con un júbilo compartido y miradas entrelazadas.

(El juego se repite en varias oportunidades, y en alguna situación es la


propia beba la que se coloca y retira la sabanita a su tiempo, o es la
Mama la que se esconde y pregunta donde está Mama?.)
10

Pero el juego de escondida se muestra rico en significados, de los


cuales podriamos extraer por lo menos 5 puntos:

1) Trabajo sobre la ausencia del objeto.La ausencia puede ser


dominable por el yo, ya que deviene fuente de gratificación libidinal
intersubjetiva. El bebe juega placenteramente a aquello que teme:
la desaparición del contacto con su madre. Marca la posibilidad de
que empiece a investir la ausencia como algo tolerable y empiece
a incorporar la noción de objeto interno. Seria por asi decir un
prologo del juego del fort-da descripto por Freud.

2) Importancia del No y del suspenso. En el juego la emergencia del


“No” se instaura como un juego con la prohibición y con lo
negativo, elemento en definitiva de separación y corte. El “No esta
el bebe”, se sigue generalmente de un momento de silencio y
espera tensa, de manera de producir un aumento de tensión, en
este caso placentera.

3) Valor del enigma. La pregunta que la madre realiza “Donde esta el


bebe?.. conforma un valor de enigma…donde esta el bebe?”...El
bebe se encuentra en silencio verbal, en suspenso anhelante,
esperando el reencuentro. Hay un enigma que la Madre pone en
juego, que seria el corolario materno de lo que J. Laplanche
(2000) planteara como “significante enigmático” del lado del bebe.
Pensamos que tambien el bebe porta un sentido de enigma para la
madre, y que ese grado enigmático que posee es también fuente
de trabajo psíquico en la madre.

4) Jubilación del re-encuentro.En el momento final del re-encuentro,


hay una reencuentro visual, corporal y de sintonia afectiva con la
intensidad de la vivencia afectiva. Esta pequeña explosión de
emociones, mostraría al bebe que es posible superar la angustia
porque al final de la historia se encuentra al objeto pleno de
deseo. Podriamos pensarlo también como una forma de “narrativa
lúdica”, en la cual como en la mayoría de los cuentos infantiles, se
desarrolla una intriga,, con un conflicto y un final feliz,
reasegurador.

5) Ritmo oscilante. El desarrollo de la trama narrativa del juego se


configura con un movimiento de aumento y descenso de la
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excitación pulsional. Movimiento que tiene una cualidad rítmica en


parte previsible (continuidad), pero que en cada ocasión se
modifica parcialmente (discontinuidad)

JUEGO EN EL CUAL LA MADRE SE ESCONDE

Apreciamos nuevamente a la beba Rocio con 7 meses en situación de


interacción lúdica con su madre Florencia. Ambas están sentadas frente
a frente y la madre coloca sus dos manos en su rostro, tapando,
escondiendo al mismo, al tiempo que dice: “Donde está
mamá?..Rocio…donde está mamá?..
Rocio levantas nuevamente sus manitas, las dirige hacia las manos de
su madre, las retira y asi descubre el rostro de su madre que estaba
escondido, mientras la madre dice: siii, aca está mamá!!.En ese
momento se observa un intenso júbilo en ambas.
El juego se repite con pequeñas variaciones y en la tercera oportunidad,
se aprecia que Rocio en el momento de descubrir a la mama escondida,
abre su boca y sus ojos en forma intensa, como anticipando
gozosamente lo que va a a descubrir, “ofreciendo” a su madre su rostro
iluminado. El encuentro de miradas, es intenso, jubiloso y emocionante”.

En esta situación es la madre la que se esconde y la beba quien la


descubre. Juego muy común y sutil a la vez, porque marca cómo madre
y beba ensayan la permanencia del objeto, y a su vez muestra
simbólicamente un hecho fundamental: la madre necesita también que su
hija la descubra como madre. Es decir, la madre se confirma como
madre cuando hay un hijo o hija que la busca libidinalmente y le confirma
la validez de su función.
Si Winnicott, como ya lo dijimos, nos ha aportado el concepto de que el
bebe solo no existe, podemos incluir también la otra cara de la moneda,
o sea : la mama sola no existe. Ambos se conforman en un vinculo que
está atravesado por encuentros y desencuentros, por gratificaciones y
frustraciones. Pero si bien la ausencia concede espesor psíquico al
trabajo de representación, sino existen estas experiencias gozosas en el
encuentro, que confirman la validez de la iniciativa y el movimiento de
búsqueda de ambos, la vida psiquica perdería vitalidad, movimiento,
fertilidad asociativa. Y eso es válido tanto para la madre como para la
beba.
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Y en relación a ello, desde el ángulo de la experiencia que vive la beba


queremos jerarquizar dos aspectos: por un lado ese movimiento de
búsqueda que pone en juego Rocio, puede ser una forma de graficar lo
que llamara M. C. Laznik (2102) (tomando el concepto de Lacan y Freud)
de “tercer tiempo del circuito de la pulsión”.
Momento fundamental en el que el bebe se ofrece como objeto de deseo
del otro que lo cuida, elemento tan ausente en patología temprana de
bebes en repliegue autista.
Y por otro lado,el encuentro lúdico que implica descubrir el rostro
materno, podria ser también una forma de investigar el interior del objeto.
O sea seria marca de entrada en la “tridimensionalidad”, como parte de lo
que Meltzer (2000) llamara “conflicto estético”, como interrogación sobre
el misterio del interior del objeto.
Esto estaría en la base de la pulsión epistemofilica o deseo de
conocimiento,, y uno de sus pilares estaría en la potencialidad en
incursionar en un misterio, en algo oculto, en algo a develar, que si bien
parte de una experiencia de pérdida, puede devenir placer de un
encuentro.4

NOVENO Indicador:
9) SINTONIA AFECTIVA (9-12m.)

La SINTONÍA AFECTIVA es una experiencia muy cercana de la


emergencia de la atención conjunta.
Es una experiencia de compartir un estado afectivo, una experiencia de
mutualidad que abra la vía de la intersubjetividad.
El bebe ya metido de lleno en la intersubjetividad, tiene una enorme
avidez de contacto social, imita algunos gestos de los adultos que les
produce enorme placer a ambos. En general según D. Stern (1990) es
una actividad que se realiza a partir de la iniciativa del bebe que al
explorar un objeto e intentar jugar con él, muestra a través de un gesto o
de una vocalización, la intensidad emocional con que vive el evento.
La madre que esta “sintonizada” con el bebe le responde, sin imitarlo,
mas acoplándose generalmente con la misma intensidad efectiva con
que él vivió la situación. Y lo hace con un intenso gesto de
acompañamiento vocálico con un halo de sorpresa:

4
Esto lo retomaremos en el ultimo ítem de la grilla “Senalamiento Protoepistémico”. .
13

por ej: si el bebe descubre que sacude rítmicamente un juguete con


fuerza y logra crear un sonido al tocar el piso, envuelto en una gran
intensidad emocional, la madre puede responder con sonidos de tipo:
uuuuuuuuuuppaaaaaaaaa, de manera de acompañar y sintonizarse con
la mano que sube para después acompañar con el aaaaaa el movimiento
intenso del objeto en el espacio.

El punto clave de la experiencia es que la forma de emisión de las


vocalizaciones maternas estarían en el mismo rango de intensidad de lo
que el niño siente, pero lo expresa de otra forma, por otra vía como la
palabra y no por el movimiento .
Así el bebe va descubriendo progresivamente que las cosas que siente
se pueden expresa por diferentes vías, siendo un punto fundamental en
la construcción de los procesos de simbolización.

DECIMO INDICADOR:
10) INTERLUDICIDAD

Tomando estos elementos podríamos coincidir con el hecho de que al


final del segundo semestre de vida se produce una verdadera revolución
en el mundo del bebe., Diferentes teorías intentan dar cuenta de ello,y
emergen procesos tales como: “atención conjunta”(J. Bruner, 1986, M.
Tomasello, 2005) , acceso mas pleno a la posición depresiva (M.
Klein,1935) , tercer tiempo del circuito de la pulsión (M.C. Laznik 2005),
angustia del octavo mes (R. Spitz 1984), juego de escondida, sintonía
afectiva (D. Stern, 1990) , intersubjetividad secundaria (C.
Trevarthen,2003) , objeto tutor (V. Guerra) , comienzo del
desplazamiento en el espacio, los cuales conformarían un momento
fundamental de subjetivación del bebe.
Investigaciones de F.Muratori (2008) y F. Muratori,S. Maestro y M.C.
Laznik (2005) muestran cómo muchos bebes que después devinieron
autistas o con rasgos autistas, en esta etapa de 8-12 meses, mostraban
mas claramente su tendencia al repliegue,y un descenso significativo en
las iniciativas que manifiestan su deseo en el encuento. Faltaría la
“eclosión” de intersubjetividad, con la pluralidad de iniciativas-llamados al
otro del bebe “normal”.

Entre otras cosas, ahora el bebe puede alternar claramente entre una
atención a la madre (ambiente humano) y una atención a los objetos.Un
14

cambio fundamental es que ahora los objetos, son incluidos en las


interacciones sociales, como objetos a compartir con el otro.5

Ademas el bebe pasa de un “pattern” social simple, a las interacciones


sociales mas complejas de tipo triádico.F. Muratori (2008)

Y según las investigaciones de M.Tomasello (2005) , con la


consolidación de la “atención conjunta” el bebe seria capaz de
comprender a las otras personas como sujetos que realizan acciones con
un objetivo, y que son capaces de compartir esos objetivos,
interactuando de una manera triádica.

De esta manera se abre un universo de experiencias y de sentidos


diferentes en relación al juego. Muchos autores psicoanaliticos han
abordado el tema del juego de bebe en relación con el otro como una de
las bases del proceso de subjetivacion y de su vida simbólica. (Klein,M.
1929), Milner,M.(1990), Golse,B. (2004) , Fedida,P.(1978), Anzieu,A.
(2002), Winnicott,D. (1971), etc.

En lo personal considero que se inaugura mas claramente una forma


nueva de interacción con el otro, que podriamos denominar como
“Interludicidad”. Entendida como la disposición mental a tomar al otro
como partenaire lúdico de una experiencia intersubjetiva.

Para ello apreciaremos un juego que co-crearon la beba de 10 meses


Francesca con su Padre Pablo

En la filmación se observa al Padre con su beba Francesca de 10


meses. Ella esta sentada en una sillita que tiene un pequeña mesita
incorporada. El padre se acerca con un pequeño librito de tela en la
mano, se sienta en una silla a su lado y le dice mirándola en los ojos, de
manera ludica: Francesca no lo tires, eh!, no lo tires!!. Y se lo entrega en
la mano, luego él gira y se sienta al lado de ella en una silla dándole la
espalda, mientras pasa a atender el computador.
Francesa lo mira en forma picara y cuando él se da vuelta y ya no la
mira, con una sonrisa, tira el librito al piso al tiempo que el padre se da
vuelta y la mira sorprendida, diciendo intensamente sorprendido:
“Francesa que hiciste?. No se tira, no se tira (con una sonrisa en el
rostro).
En ese momento la beba estalla en una carcajada, y el padre le
responde con una amplia sonrisa.

5
Me refiero a los “objetos tutores”, concepto que desarrollara en el Septimo Indicador de estas Grilla.
15

El juego se repite varias veces, el padre simula estar enojado, levanta el


librito del piso y le vuelve a repetir la frase: no lo tires!!. Entre tanto las
miradas de ambos revelan una picardia cómplice.
Después del cuarto intento el padre hace una primer modificación del
juego, que es el colocar el librito en la cabeza de su hija. Él le da la
espalda, ella observa el libro, atiende la tv que estaba prendida y lo imita
colocándose el librito sobre su cabeza.
Luego ya al final de la interacción Francesca vuelve a mirar pícaramente
a su padre, llamándolo para retomar la interacción. El padre vuelve a
reiterar los enunciados verbales que eran parte del juego: No lo tires!!,sin
que participe el objeto.Se acerca y se aleja rítmicamente y finalmente el
juego se cierra cuando el padre la besa.

Un primer aspecto interesante es que el vinculo se establece casi sin


contacto fisico, el placer del encuentro se dará a través de la palabra y el
juego con un objeto, donde como parte del proceso de subjetivación es
en el “jugando” con otro, que se gesta un soporte afectivo, casi tan
importante como el sosten físico.
El padre ensaya un juego que sería algo asi como “el juego de la
prohibición de dejar caer algo”. Lo que es remarcable al inicio, es la
mirada de picardia de Francesca que demostraría el conocimiento
implícito de las reglas de ese juego, ya que anticipa la escena lúdica y el
placer que generara ese encuentro.
Padre e hija co-crearon una estructura lúdica, que a manera de guion
teatral, interpretan juntos en el escenario del encuentro.
Sin duda hay un elemento fundamental que pone en juego el padre, que
es la plasticidad de la expresión emocional de su rostro, las variaciones
de los tonos de voz y el gesto de sorpresa, lo que demostraría su
disponibilidad lúdica.
Asi primero el padre le anuncia verbalmente que le va a entregar un
objeto que ella no debería tirar y Francesca sabe que una segunda regla
del juego es la de esperar que él se de vuelta para tirar el objeto al piso.
El tercer paso seria que cuando el padre gira y se da cuenta que lo que
pasó, reacciona de forma intensa, marcando especialmente la emoción.
Asi ambos finalmente estallan en una risa. Esta es la estructura del juego
que repiten varias veces con pequeñas variaciones.

Es importante apreciar que las reacciones y los tonos de voz del Padre
que parecen exagerados, son característicos en la mayoría de las
interacciones lúdicas con un bebe. Esta exageración, que ahora
16

parecería mas notoria, forma parte de un aspecto fundamental que el


investigador G. Gergely y el Psicoanalista P. Fonagy(1990, 2000) llaman
“marcación de afectos”.
Es que justamente es a través de esta exageración gestual que la beba
tiene la posibilidad de reconocer que su padre representa algo que no es
estrictamente su propio sentir. Esta exageración sienta las base de un
“como si”, que es la esencia del juego simbólico. En este juego, entonces
el padre a través de su exageración, hace “como si” estuviera enojado
con ella, y Francesca sabe que el padre simula enojarse.
Ya el escenario dejar de ser corporal, para pasar a un plano mental, base
de procesos de simbolización.
El juego es también una forma de variación del jugar a perder algo y una
variación del juego con el No y la prohibición. Las prohibiciones que en la
realidad el padre le transmite, son ahora objeto de un juego de
elaboración mutua.

Podriamos preguntarnos qué tipo de experiencia viven?, que tipo de


experiencia co-crean?.
Winnicott nos ha aportado el concepto del espacio de juego como un
espacio transicional, pero también podemos pensarlo desde el ángulo del
compartir emocional. Ahora ambos comparten y co-crean un encuentro
intersubjetivo a través de un juego elaborado mutuamente. Por ello
pensamos nomimarlo como Interludicidad. Salto cualitativo estructural
que está atravesado por la terceridad, base fundamental de la
simbolización.

Esta experiencia en el bebe, que aparece mayoritariamente con sus


padres, puede ser extendida a otros cuidadores. A manera de hipótesis
podríamos discriminar dos momentos estructurantes complementarios.6

La “interludicidad primaria” (entre los 9 y 12 meses) y la “interludicidad


secundaria” (entre los 18 y 24 meses, momentos en los que la palabra
cumple una función fundamental en las experiencias intersubjetivas e
interludicas).

La “interludicidad primaria” se expresaría en la disposición a compartir


encuentros gratificantes, expresados en variadas formas de ritmicidad ,
atención, imitación y narratividad conjunta, que poseen reglas implicitas
suficientemente maleables, para dar un marco seguro a la excitación que
experimenta el bebe, y a la apropiación de lo inesperado.
6
En consonancia con los planteos de R. Roussillon sobre Simbolizacion Primaria y Secundaria.
17

La “interludicidad primaria” se expresaría básicamente de dos formas:

1) a traves de la co-creación de experiencias lúdicas centradas en el


cuerpo (juego de cosegas y de escondidas, juego de indio, etc.)

2) a través de la co-creación de experiencias lúdicas con el uso de


objetos juguetes “co-presentados” por el bebe y su madre.

Esta experiencia no es solamente un momento emergente de la


interacción, sino fundamental en apertura hacia los procesos de
simbolización previos a la marcha.
En nuestra experiencia personal en el campo de las consultas
terapéuticas, se torna un objetivo especial, auspiciar el encuentro
padres-bebe en dicho escenario ludico. Diríamos que es la “via regia”
para el encuentro interpulsional padres-bebe, que posibilitaran la
emergencia de recursos simbólicos que auspicien “la capacidad para
estar a solas”, tal cual lo ha venido aportando D. Winnicott.
En muchos casos observamos cómo nuestra función seria también la de
“guardián del juego”, como puente en la intersubjetividad.
S. Lebovici (2000) a través de sus consultas mostraba fehacientemente
cómo el co-participar con el bebe en sus interacciones lúdicas podía
también ser motor de cambio en los padres.
De esa manera a través de la mediación del juego presentamos a los
padres una nueva imagen de su bebe, y los padres pueden también
reinaugurar el placer lúdico, muchas veces perdido a lo largo de la
vida….

Pero la madre y el padre con su bebe no solamente se presentan


mutuamente experiencias y objetos lúdicos, sino también incluirían en
eso la presentación de un nuevo espacio a través del gesto de
señalamiento protodeclarativo.
18

DECIMO PRIMER Indicador:


11) GESTO DE SEÑALAMIENTO Y NARRATIVIDAD CONJUNTA
(12m)

Este último ítem de la grillla marca un momento fundamental de cambio


en el bebe: se encuentra en el inicio del caminar.
Su desplazamiento por el espacio será el corolario de las
transformaciones vividas en el primer año de existencia.
Se grafica asi parte de su proceso de separación, como momento de
subjetivación en el cual el espacio y los otros toman otro color en el
horizonte de sus investimentos. Pero al mismo tiempo en que se da este
logro motriz, que se expresa en el movimiento de sus piernas y en toda
su postura corporal, aparece también un gesto significativo en su mano,
a través del dedo índice: el gesto del señalamiento.

El señalamiento o puntuación seria un gesto de comunicación no verbal


que asocia un movimiento de designación delc índice a la mirada de la
persona referente. (Beache, 1997, Bursztejn,C.2001)
Según algunos investigadores habrían dos tipos de señalamiento.
el señalamiento protoimperativo se daría cuando el niño señala en
dirección a un objeto (generalmente fuera de su alcance) con el objetivo
de obtenerlo”.
Y el “señalamiento protodeclarativo”, que se da cuando el niño señala en
dirección de un objeto buscando captar la atención de otra persona sobre
ese objeto, con el solo fin de que el otro comparta junto con él su
interés”.
Este simple gesto parece revestir suma importancia, porque demostraría
que el bebe toma al otro como una figura de seguridad, a partir de la cual
se permite ‘interrogar” algo ajeno a el que se encuentra en otro espacio.
De esta manera daría cuenta no solo del estatuto de separación del
objeto, sino de que vivencia íntimamente un vinculo de separación
establecido.
Algunos autores como D. Marcelli (1984) a partir del trabajo con niños
pequeños con grandes dificultades de subjetivación, sostenía que seria
una posible muestra de que el bebe sale del estado de “identificación
adhesiva” con el objeto, para vivenciar una separación y la puesta en
juego de una forma de tridimensionalidad.
Tomamos el concepto de tridimensionalidad desde los aportes de D.
Meltzer , que implica una forma de integración de la profundidad del
espacio, o sea la posibilidad de un espesor interno.
19

Cuando el bebe señala, al igual que en la atención conjunta, esperaría


que ese espacio que separa su dedo del objeto, pueda ser llenado con
palabras por su madre, abriéndose asi uno de los puntos de la
terceridad.
Es también una de las formas de las llamadas “triangulaciones
precoces”.(Golse,B.. 2006, Guerra,V. 2008)
Se encuentra el bebe, el objeto y la madre dando significado a la
experiencia. Mostraría también esa apertura del horizonte libidinal a un
objeto que no es ni su propio cuerpo, ni el cuerpo de la madre, sino el
espacio de indagación de la palabra, como elemento que une y separa al
mismo tiempo.
De esta manera el bebe co-crea nuevos significados ante la experiencia
de separación,en el descubrimiento del mundo, y de los otros.

Veamos un ejemplo de ello a partir del análisis de la filmación realizada


con Bruno de 12 meses y su madre Sofia.

Vemos a Bruno de pie se encuentra interactuando con su madre, en un


diálogo de expresiones faciales, la madre que le hablaba de sus juguetes
le dice: Donde esa Doki (el nombre de uno de sus muñecos
preferidos)…no está?. Bruno señala en el aire como buscando al objeto.
M: (también señala y dice: Donde estará?. allá?...Donde estará/…. Y
Donde está Piolin?....Bruno mira una repisa y parece buscar por el
espacio a esos objetos, queda detenido en un gesto de suspenso y su
mirada brilla como en un signo interrogativo. Se lo ve muy atento y en
espera levantando su dedo índice y captando asi también la atención de
su madre. Esta parece muy calma a su lado, y sostiene ese momento de
silencio y de suspenso. Su rostro evidencia serenidad y placer. Parecen
los dos atentos y en espera.
20

VIRGEN DE LAS ROCAS. LEONARDO DA VINCI 1486

Podemos encontrar también en el arte una pista sensible para abrir


posibles sentidos a esta experiencia. En el cuadro La Virgen de las
Rocas de Leonardo Da Vinci 1486, se aprecia como un ángel “mirando”
al espectador , le señala a San Juanito, para mostrar el carácter insólito
de la presentación de la Virgen al niño.
El historiador de arte A.. Chastel (2003) dice que :“El gesto del índice era
tan notable, tan cargado de sentido para Leonardo, que con él pasó a ser
una especie de gesto puro, que exige atención ante el misterio” .

Chastel en su intento de interpretación estética nos permite también


establecer un puente con lo que observamos en Bruno y en otros bebes.
El gesto de señalamiento marca un deseo por parte del bebe, de que hay
algo allí que no conoce o no está y desea atender con ella ese misterio.
La madre de Bruno lo pone en juego cuando le pregunta ¿donde esta
doki? y ¿donde está piolin? .
Hay de nuevo una interrogación,un misterio, un no saber, que circula
entre ambos. El gesto de Bruno, detenido, atento, con sus ojos abiertos
tratando de responder a la pregunta, pareciera decir “no lo se”.
Esa pregunta, esa intriga compartida, que se grafica en el gesto del dedo
índice, revela todo un trabajo del aparato psíquico sobre el papel de la
interrogación abierta.
Habria un “protomisterio” a revelar, y de esa manera podríamos decir
que sería una de las bases (intersubjetivas) de la pulsión epistemofilica o
21

deseo de saber.Por ello podríamos llamar a este tipo de señalamiento


protoespistémico.

Por ello el gesto de señalamiento del dedo índice, tiene un valor


indicador de la subjetivación del bebe, ya que no puede llegar a él sin
haber integrado los otros indicadores previos, en una forma de
entrelazamiento progresivo. Sin encuentro de miradas, sin capacidad de
imitación, sin protoconversaciones, sin mirada referencial, sin atención
conjunta, sin sintonía afectiva y sin interludicidad el bebe no integraría el
valor del señalamiento (epistémico), como una de las manifestaciones
del deseo de saber.

Pero para ello cuenta de forma especial el estado interno con que la
madre establece el encuentro con su bebe. No basta con que señalara,
que puede ser um mero gesto motor. Lo que cuenta es el clima que lo
envuelve.
En la observación apreciamos cómo la madre transmite en su rostro un
placer en la espera confiada, Bruno se siente mirado, atendido mientras
él atiende otra cosa. Sutil juego de miradas, en la cual la mirada de la
madre sostiene a Bruno, que mira un tercer objeto.
Por otro lado en el plano verbal, las preguntas que la madre realiza
tienen un tono lúdico, con un tono de suspenso compartido. Esto
demuestra una parte fundamental de la disposición lúdico-narrativa
compartida, base de lo que puede llegar a ser luego “el placer de pensar
juntos”.
Habria una secuencia desde el placer de atender juntos, el placer de
compartir un enigma juntos, el placer de jugar juntos, hacia el placer
de pensar juntos. Esto formaría parte , desde mi punto de vista del papel
simbolizante del objeto, y del trabajo de ligazón psíquica “en presencia”,
base de lo que será el trabajo de simbolización en ausencia.7

Veamos entonces ahora, un puente entre el deseo de conocer, la


palabra y la narratividad.

NARRATIVIDADAD CONJUNTA

Bruno se encuentra sentado en el piso junto a su madre. Entre ambos


hay un librito que contiene figuras de animales. La madre le presenta las
figuras y le pregunta con mucha suavidad y placer, cuál es el sonido que

7
En este punto los aportes de R.Roussillon a lo largo de toda su obra son fundamentales.
22

emite cada animal. Así Bruno imita el sonido o movimiento de la oveja,


del caballo, del perrito y del pollito. Cada vez que el bebe imita un sonido,
la madre lo retoma con un tono lúdico y se muestra alegre y orgullosa.
Bruno la mira, sonríe y mueve su cuerpo varias veces como bailando.
Alternativamente será Bruno quien con su dedo índice señala un animal,
la madre lo nomina gozosamente y él intenta imitarla. Luego de realizarlo
varias veces, él va con su dedo hacia la primera página del librito que
tiene un pollito, y luego busca la última imagen de un perrito. Pareceria
hacer un recorrido del libro desde el inicio hasta el fin.

Ahora madre y bebe, a través del gesto del dedo índice y guiados por
el deseo de conocer, se introducen en otro espacio: en el espacio del
librito, en el espacio de la narración conjunta.
El dedito de Bruno en otra versión de la maleabilidad de las manos
explora y viaja por el espacio de los animalitos de la hoja, y la madre
nomina la experiencia. Bruno responde, reconociendo, imitando y
expresándose con los movimientos de su cuerpo, gestos que son
espejados especialmente por su madre.
Como señala C.Trevarthen (2011) en relación a la experiencia de
narración compartida con un bebe: “para ser compartida con un bebe “la
historia” debe ser vibrante en el ritmo de la voz, la expresión del rostro y
los gestos de las manos, la curiosidad mutua,, de los ojos y de las orejas
y del tocar suave, y todo eso expresa afecto y deseo ardiente de
descubrimiento de intereses nuevos, durante el tiempo de la experiencia”
Esta experiencia que podríamos denominar como de co-narración, se
co-construye a través de diferentes estilos narrativos: la madre arma
frases verbales y Bruno le responde con frases motrices-corporales y
esbozos de verbalizaciones primarias.

Cabe consignar que estas “protoestructuras narrativas de significación”,


ya se encuentran presentes desde lo que marcamos como segundo ítem
de la Grilla o sea las “Protoconversaciones”.
El investigador S. Malloch, musico y experto en análisis del ritmo en las
estructuras musicales, describió cómo las madres y los bebes elaboran
juntos narraciones breves de medio minuto, que presentan un solo flujo,
bien controlado de energía y de entusiasmo como en las “canciones de
amor”. Por ej una madre y su bebe de 6 semanas crearon un pequeño
“evento literario” de 27 segundos, con frases organizadas, según las
divisiones clásicas de una obra de teatro: una introducción que invita, un
desarrollo interesante, un punto culminante del esfuerzo y una
culminación feliz.(C. Trevarthen 2011)
23

Esta experiencia comunicativa inicial que describe Malloch, va


evolucionando y ampliándose en este primer año de vida.

Desde otro ángulo teórico podríamos decir también que el ejemplo de la


filmación de Bruno con su mama, implica ya una forma de pasaje a la
terceridad, dada la separación corporal, la atención conjunta y la
presencia de un objeto tercero (libro) entre ambos, que permite la
disponibilidad de la libido por fuera de una erogeneidad anclada en una
zona erógena corporal. La zona erógena (mental) co-construida se
esparce en el espacio del librito. Se inaugura un placer de intercambio
que no atañe directamente al cuerpo, sino a la vida simbólica.

Finalmente él mismo establece su propia pauta narrativa, repite varias


veces un pequeño viaje desde la primer página del pollito hasta la del
perrito. De esta manera rítmicamente, vuelve una y otra vez a apropiarse
del objeto. Asi, ritmo, atención y narratividad conjuntas van pulsando esta
danza de la subjetivación.
Podriamos decir que Bruno, acompañado por su madre se desplaza
ahora con su dedo por las hojas del libro, para que luego, también
apoyado en la mirada de su madre, se desplace con sus piernas por el
espacio del mundo.
Alli, el espacio será la hoja en blanco, en la cual sus desplazamientos
serán como su propia caligrafia, su propia forma de “narrar” su andar por
el mundo.
Los “textos” que Bruno y los demás bebes del documental seguirán
“narrando” en sus movimientos de subjetivación, desde un punto de vista
intersubjetivo, dependerán de la disponibilidad psíquica del otro a
acompañarlos, aportando el (incierto) equilibrio entre ilusión y
desilusión, entre satisfacción y frustración.
Asi el aparato psíquico de cada uno de ellos, podrá continuar la labor
fecunda de tolerar la ausencia del objeto, estar consigo mismo y
descubrir el placer de jugar, pensar y crear con los otros.
24

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