Cuento Memo PDF
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Cuento
Memo y sus Mejores Momento
Este cuento se elaboró en el marco del Convenio de Asociación 1375 de 2015 de Primera Infancia, suscrito entre el Instituto Colombiano
de Bienestar Familiar Cecilia De la Fuente de Lleras - ICBF, el Ministerio de Educación Nacional, el Ministerio de Salud y Protección Social,
el Ministerio de Cultura, la Fundación Saldarriaga Concha, la Fundación Éxito, la Fundación Bancolombia y la Fundación Plan por la Niñez.
Se permite la reproducción total o parcial de esta obra, siempre y cuando se citen las fuentes y no se utilice con fines comerciales
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1. ¿Estar en movimiento?
¡Qué buen momento!
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Ainán vive con mamá
Jacinta y el abuelo taita,
Martín Coco, llamado así
por su sabiduría. Los tres
quieren a Memo y com-
parten gran parte de su
tiempo con él.
-¿Iremos al parque?
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Al llegar, encuentran que todo es movi-
miento en aquel lugar.
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Memo y Ainán quie-
ren aprender muchos
juegos y enseñar los
que saben…
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Después de unas horas, Memo y Ainán, están rendidos. Quieren descansar. Entonces deciden sentarse sobre el
césped.
De repente, Memo siente algo raro… muy raro en su pecho. Muy sorprendido exclamó:
- Ainán, mira que siento como si tuviera un reloj por dentro que hace tic, toc, tic, toc. ¿Ves? ¡Pon tu mano en mi
pecho y sentirás lo que te digo!
- ¿Qué será esto Memo?- ¡Parece el sonido de un reloj!- Pero… ¿acaso te comiste un reloj?
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-¿Será algo que comimos Memo?- ¿Nos picaría un bicho raro mientras jugábamos?- ¿Qué podemos hacer?
La sorpresa y los deseos de saber de dónde venía ese sonido los hacia imaginar muchas cosas…
Los golpecitos que los dos sentían en el pecho. Eran muy… muy extraños.
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El tic, toc, tic, toc no paraba y cada vez era
más fuerte y sonoro. El abuelo no aparecía y
ellos sentían que si no lo encontraban, algo
grave les ocurriría…
De pronto, Memo y Ainán ven
de lejos al abuelo y corren ha-
cia él. Casi no podían pronun-
ciar palabra pues al correr, el
sonido era más fuerte y ahora
sentían como un golpecito en
el pecho.
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-Abuelo, -dijo Memo. Tu tic,
toc, tic, toc, es más suave y
lento. Pero también te suena
el relojito.
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-Entonces: ¿no indica algo grave?
-¡Claro que no! hijos. Al contrario. Indica que sus corazones están
contentos, con tanto movimiento.
-¡Uf! Gracias abuelo. Dijeron en coro. La sorpresa fue grande,
muy grande y casi nos atrapa el señor miedo. Pero lo vencimos.
Mañana seguiremos jugando, ¿verdad?
Y juntos regresaron a casa cantando: “¿Estar en movimiento?
¡Qué buen momento!
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2. Cuido mi cuerpo y
¡Qué bien me siento! El regreso de los tres a casa
fue feliz. Memo y Ainán conta-
ron todo lo ocurrido a mamá
Jacinta. Ella se divirtió mucho
y hasta les dejó escuchar el tic,
toc, tic, toc, de su corazón. So-
Con agua naba alegre porque ella tam-
bién estaba en movimiento.
y jabón, agua
y jabón, se lava Les preparé un delicioso jugo
las manos mi de guanábana. Calmarán la
amigo timón. sed y verán que sabe delicioso
después de tanto movimien-
to. Además, haber descubier-
to ese motorcito llamado co-
razón es maravilloso, verdad?
Y todos sonríen.
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El abuelo fue a la cocina a ayu-
dar a Jacinta con el almuerzo.
Ainán y Memo fueron a ba-
ñarse el cuerpo para refrescar-
se y descansar. Mientras tanto
cantaban.
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Después de almorzar, como es costumbre,
cepillaron muy bien sus dientes. El abuelo y
mamá Jacinta se recuestan en las hamacas,
para hacer la siesta.
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Memo abraza a su almohada ,
se queda dormido y comienza
a soñar…
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Y ahora… ¿Qué puedo
hacer? llamaré a Ainán, al
abuelo o a mamá Jacinta.
Pero la voz de Memo no
sonaba. Quería gritar y no
podía…
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En sus intentos por gri-
tar, Memo vio en la jabo-
nera un papel doblado con
una nota que decía
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Memo sale corriendo con la
nota en la mano para mostrarla
a todos.
De repente, Memo vio a toda
Y mientras corre, por sus oídos su familia reunida a su alrededor,
entran unas voces al ritmo de estiró su mano para entregar la
una música muy suave: nota al abuelo taita, cuando sin-
tió la voz de mamá Jacinta que
“Lávate las manos suavemente tocaba su hombro y
y estarás muy sano, le decía:
cepilla tus dientes
y vive sonriente” -¡Despierta Memo!, ¡Despierta!
¿Estas soñando con el paseo de
hoy a la granja? Pues ya es hora
de levantarte.
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Memo se despierta sorpren-
dido. Quiere abrazar a mamá
Jacinta pero primero se miró
las manos y entendió que todo
era un sueño. Sus manos es-
taban limpias. Corrió al baño
y vio que el jabón y el cepillo
estaban ahí, en su lugar.
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3. Si bien me alimento,
¡Qué bien me siento!
Hoy Memo y Ainán se levantan muy temprano,
con la salida del Sol. Están felices. Por fin van a
conocer la maravillosa chacra o granja llamada
“Arco iris”.
-He preparado una deliciosa colada de chilacuán
o papayuela, arepita de choclo o mazorca, quesi-
to fresquito y otras delicias. Dice mamá Jacinta.
En la chacra, Jacinta y yo estaremos ocupados en otro asunto. Así que su misión será,
escoger lo entre todo lo que vean en la granja, lo necesario para el almuerzo.
-¡Claro, Abuelo! ¡Traeremos lo más sabroso que encontremos. Dice Ainán entre sorpren-
dido y contento.
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Memo y Ainán se miran preguntándose cómo
harán semejante tarea. Pero por ahora, solo
piensan en jugar y divertirse.
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Para mí, la chacra es muy importante. Allí
aprendí de mis abuelos a sembrar y ellos
a su vez, aprendieron de sus abuelos. Ojalá
ustedes disfruten, aprendan y quieran vol-
ver.
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Es tanta la emoción que olvidan el
trabajo encomendado por el abuelo
Taita. De repente Memo pregunta:
-No sé, es
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-¡Ya sé!- dice Memo. Lo haremos por
colores…
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-No sé- dice Memo.-Mamá y el abuelo están por llegar y no hemos hecho la tarea.
Pasan un buen rato discutiendo tanto hasta el punto de casi tener un disgusto.
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Cuando el abuelo y mamá Jacinta lle-
gan, notan que algo raro ocurre entre
Memo y Ainán pero el abuelo Martín
solo les pregunta.
Todos se rieron.
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En este bolso llevamos todo lo que necesitamos para preparar
un rico almuerzo. Algunos de los alimentos que escogimos no
los hemos probado ¡jamás!, dice Memo.
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Entre todos prepararon y disfru-
taron de un delicioso almuerzo.
Mientras tanto, el abuelo, que
sabe mucho y quiere enseñarlo
todo, les conversa acerca de la
importancia de una buena ali-
mentación