Consultoría Chamánica
Consultoría Chamánica
Consultoría Chamánica
(Chamanismo)
A veces las personas pueden sentir una sensación de no poder avanzar, depresiones
crónicas, dificultad para decidirse o implicarse con su vida, una sensación de
alienación… Tras pasar una situación traumática un fragmento de la mente puede
tener la necesidad marcharse a un lugar seguro, dejando a la persona sin algunas de
las habilidades de para tener una vida plena, feliz y sana. El chamán puede ayudar
mediante una recuperación de alma.
El chamán tiene como aliados principales a sus espíritus familiares y guías, para
desarrollar una relación profunda con ellos es necesario cambiar el estado de
conciencia ordinario - nuestro estado normal - a un estado alterado de conciencia,
también llamado trance o "estado de éxtasis" de la consciencia.
Los hombres y mujeres sabias del Reino Unido, las y los videntes celtas y nórdicos, los
hechiceros griegos, todos ellos tienen sus raíces en el chamanismo. Las creencias
básicas y sus prácticas son muy similares al chamanismo que cualquier otra religión o
espiritualidad de hoy en día.
Por ejemplo, en la antigua Grecia existió un grupo de practicantes espirituales que los
escolares llamaron 'iatromantis' (hombres medicina). Esta palabra proviene del
término 'aitros' (sanador). Eran maestros reputados de la separación del alma del
cuerpo. Los iatromantis hacían sus viajes en el espacio y otras dimensiones mediante la
técnica del trance que llamaban 'ap nous'. Este término normalmente se traduce por
Catalepsia. Después del retorno del Alma al cuerpo, el hombre medicina relataría el
cuento del Vuelo del Alma y explicaría cualquier información importante o
instrucciones.
El chamán tiene como aliados principales a sus espíritus familiares y guías, para
desarrollar una relación profunda con ellos es necesario cambiar el estado de
conciencia ordinario - nuestro estado normal - a un estado alterado de conciencia,
también llamado trance o "estado de éxtasis" de la consciencia.
Este cambio lo conseguimos de maneras muy diversas, las más comunes son controlar
la respiración (con patrones de respiración rítmicos) o con la repetición rítmica de
sonidos como el de las maracas o el tambor; aunque también se puede usa la danza (en
la tradición griega las ménades, sacerdotisas de Dioniso, la utilizaban para entrar en
un estado alterado total que les permitía tener una comunión con su Dios), y otros
métodos, como el ayuno, el dolor ritual, cambios bruscos de temperatura, privación del
sueño, la inmovilización… Los estudios del antropólogo Michael Harner, han
demostrado que solo el 15% de culturas chamánicas han usado sustancias
alucinógenas para conseguir entrar en trance, frente a un 85% que usan sonidos. Los
estados alterados de conciencia no son únicos de chamanismo, o la brujería, muchos
místicos, yoguis… consiguen este estado de meditación profunda desde donde se
pueden conectar con otras realidades y los seres que allí habitan.
El chamán, como la bruja es un maestro de las dos realidades y conoce sus caminos.
Cruza los mundos y actúa como mediador.
Para entender mejor el chamanismo tenemos que hablar de la concepción del mundo
animista. El animismo es la creencia de que todo tiene un espíritu y una conciencia –
un alma- desde el microorganismo más pequeño de la Tierra hasta los planetas. Los
animistas creen normalmente en el renacimiento y la reencarnación, como otro ser
humano, animal, árbol, estrella… Todo puede ser un Ancestro (en la manera que todo
contiene esa partícula proveniente del Big Bang).
Los ancianos honraban a estos espíritus, consideraban los espíritus del lugar (un río,
arboleda…) como protectores y les ofrecían igual nivel de veneración que a las
Deidades politeístas. El Politeísmo (creencia en varias Deidades) proviene del
animismo y es considerado como un poco más “avanzado”, los antropólogos dividen
estos cultos como el “culto bajo” (animismo) y el “culto alto” (politeísmo).
El chamanismo nos ayuda a volver a conectar con nuestra esencia y de esta manera
recuperar pleno poder sobre nosotros mismos, nos ayuda a saber qué nos pasa, y qué
conviene hacer para solucionarlo. También nos ofrece técnicas de sanación diversas
(ya sean recuperaciones de animal de poder, de alma, extracciones…) y nos dan más
herramientas para usarlas en nuestra vida diaria y poder modificar los patrones
estancados de conductas negativas que nos traen problemas.