23 31 000 2004 00668 02 (37862
23 31 000 2004 00668 02 (37862
23 31 000 2004 00668 02 (37862
[L]a mera posibilidad de terminar el consorcio antes de que éste cumpla con la
finalidad para la cual fue creado vulnera la ley, pues, según lo dispuesto en el
artículo 7 de la ley 80 de 1993, esta figura asociativa tiene por objeto la
participación en un proceso de selección, la celebración y ejecución del contrato,
es decir, su razón de ser, por disposición legal, gira en torno a la actividad
contractual.
CONSEJO DE ESTADO
SECCIÓN TERCERA
SUBSECCIÓN A
I. A N T E C E D E N T E S
1. La demanda1
1
La demanda obra a folios 42 a 96 del cuaderno 1.
El 25 de mayo de 2004 2, los integrantes del consorcio Distribuidora Cristal
Risaralda (Representaciones Continental S.A., Planet Corp S.A., José Albeiro
Gómez Hoyos y Mario Aristizábal Muñoz), por conducto de apoderado y en
ejercicio de la acción contractual dirigida en contra del departamento de Risaralda,
de la Comercializadora e Introductora de Licores de Risaralda (por ser sucesora
de los derechos y obligaciones derivados de los contratos celebrados por el Fondo
Rotatorio de Licores de Risaralda) y de Escobar y Arias S.A., solicitaron que,
previa citación de la parte demandada y del Ministerio Público, se hicieran las
siguientes declaraciones y condenas (se transcribe como obra en la demanda):
“PRETENSIONES DECLARATIVAS:
1.1. Hechos
Contó que el pliego de condiciones fue adquirido por Escobar y Arias S.A., por
ASECO Ltda., por COLDECOM LTDA., por Franco Hermanos Ltda., por Raúl
Gómez Cruz y por el consorcio Distribuidora Cristal Risaralda y que, el 24 de junio
de 2002, abrió el proceso de selección y se dispuso su cierre para el 2 de julio del
mismo año.
Frente al adendo 1, dijo que, sin que mediara ninguna justificación, éste amplió el
cierre de la licitación pública hasta el 5 de julio de 2002 y cambió en el numeral 1.8
del pliego de condiciones la expresión proponente, por la de proponente
adjudicatario, con lo cual eliminaron unas prohibiciones que se habían establecido
inicialmente y que consistían en que el proponente no podía ser: i) distribuidor,
introductor, comercializador, vendedor, agente o representante en el departamento
de Risaralda de aguardientes, rones o licores de otras fábricas productoras (inciso
primero del numeral 1.8), ii) socio de persona jurídica, miembro de unión temporal
o consorcio que fuera distribuidor, vendedor o comercializador en el departamento
de Risaralda de aguardientes, rones o licores de otras fábricas productoras (inciso
segundo del numeral 1.8) y iii) introductor, distribuidor, agente, representante,
comercializador o vendedor de los productos de la Industria Licorera de Caldas en
el alguno de los departamentos limítrofes con el departamento de Risaralda (inciso
tercero del numeral 1.8).
Destacó que, con las modificaciones que en ese sentido se introdujeron al pliego
de condiciones, las propuestas ya no tenían las restricciones originales del pliego,
“pues el texto se había modificado y solo se generaba la inhabilidad para contratar
respecto de los proponentes-adjudicatarios” 5.
Enseguida, la parte actora afirmó que, durante la etapa previa a la adjudicación del
contrato e, incluso, con posterioridad a ella, Escobar y Arias S.A. (adjudicataria)
tenía vigente un vínculo contractual con la Industria Licorera de Caldas para la
distribución de licores en el departamento del Tolima (contrato 2552 del 5 de
noviembre de 1996), por lo cual incumplía lo dispuesto en el numeral 1.8 del pliego
de condiciones, modificado a través del adendo 2.
4
Folio 53 del cuaderno 1.
5
Folio 55 de cuaderno 1.
presupuestado en ventas en los últimos 5 años y lo realmente ejecutado y también
la obligación de informar las ventas de 1997, puesto que pasó a exigir la
información de sólo los últimos 4 años.
e.- Varió la cláusula décimo octava de la minuta del contrato, para disminuir el
monto de la cláusula penal de un 20% a un 5%.
6
Folios 43 a 96 del cuaderno 1.
Agregó que, según lo previsto en el pliego de condiciones, se debía pagar de
contado el valor total de los impuestos causados por la venta de la totalidad del
inventario (IVA e impuesto al consumo o participación) –numeral 3.1.4.1-,
exigencia que tampoco cumplió Escobar y Arias S.A., puesto que su oferta
únicamente incluyó 100.000 unidades para el primer mes y, posteriormente, otras
tres compras mensuales.
7
Folio 75 de cuaderno 1.
cantidades), el tiempo en que se desarrolló (sic), el tiempo en que se ha
desarrollado la labor distribución, mercadeo, comercialización o venta, el
cumplimiento del contratista en relación con las obligaciones asumidas. Indicando
además, cual (sic) fue el nivel de compras y ventas, frente a lo proyectado, cual
(sic) fue el porcentaje obtenido, negativo o positivo, años 1998, 1999, 2000 y
2001”8 y agregó que, en el numeral 5.1 del pliego de condiciones, se estableció
entre las causales de rechazo el incumplimiento de contratos de distribución,
comercialización y/o introducción con la Industria Licorera de Caldas o cualquiera
otra.
8
Ídem.
actora que Escobar y Arias S.A., durante el proceso de selección e, incluso, con
posterioridad a la adjudicación, tenía un contrato vigente con la Industria Licorera
de Caldas para la distribución de licores en el departamento del Tolima –el
contrato 2552 del 5 de noviembre de 1996-, que cedió el 8 de agosto de 2002 a
Interamericana de Licores S.C.A. y aseveró que “esta cesión no era mas (sic) que
una simulación”9, porque ambas sociedades estaban representadas legalmente
por la misma persona y, a su vez, en el caso de Escobar y Arias S.A., el
representante legal también era socio gestor.
9
Folio 78 de cuaderno 1.
10
Folio 80 del cuaderno 1.
distribuidor y comercializador de licores o productos de consumo masivo, podía
ser acreditado por uno solo de sus integrantes.
Finalmente, afirmó que “la descalificación jurídica del demandante fue empleada
como un mero pretexto para poder adjudicar a ESCOBAR Y ARIAS S.A. el
Contrato (sic), pese a que su propuesta no era la más conveniente para le entidad
en términos económicos y financieros”11.
2. Actuación procesal
La demanda fue admitida por auto del 22 de junio de 2004 12, notificada al
Ministerio Público el 24 de junio de 2004 13, al departamento de Risaralda el 13
de agosto de 2004 14, a la Comercializadora e Introductora de Licores de
Risaralda el 17 de agosto de 2004 15 y a Escobar y Arias S.A. el 23 de estos
mismos mes y año 16.
3. La contestación de la demanda
11
Folio 81 del cuaderno 1.
12
Folio 98 del cuaderno 1.
13
Folio 99 del cuaderno 1.
14
Folio 103 del cuaderno 1.
15
Folio 105 del cuaderno 1.
16
Folio 105 del cuaderno 1.
para los fines que se buscaban, por lo cual concluyó que se trató de una
selección objetiva del contratista.
Por último, afirmó que su propuesta fue seleccionada como la más favorable
para los intereses de la entidad contratante, por sujetarse a todos y cada uno
de los puntos del pliego de condiciones y que, en consecuencia, no le asiste
razón a la parte actora para pretender la nulidad absoluta del contrato y la
indemnización de perjuicios, pues no se configura irregularidad alguna que
encuadre dentro de las causales de nulidad establecidas en la ley y, además,
porque no existe razón que permita concluir que la propuesta del consorcio
Distribuidora Cristal Risaralda era la más favorable para la administración 17.
4. La sentencia impugnada
17
Folios 214 a 241 del cuaderno 1.
18
El término de fijación en lista corrió entre el 2 de septiembre al 15 de septiembre de 2004 (folio 632 del
cuaderno 1-2) y las contestaciones se presentaron el 16 de septiembre de 2004 (folios 499, 526, 576 y 582 del
cuaderno 1-2).
Indicó que, en el análisis realizado por la Secretaría Jurídica, ésta advirtió que el
consorcio Distribuidora Cristal Risaralda no cumplió la condición prevista en el
pliego de condiciones consistente en que la persona jurídica, consorcio o unión
temporal debía constituirse por el término de ejecución del contrato y un año más,
puesto que, en el documento de constitución, los integrantes señalaron que
tendrían un plazo de tres meses para conformar una sociedad y, además, en la
cláusula sexta pactaron “que la responsabilidad de los miembros del consorcio se
dará durante el tiempo que éste subsista y (sic) luego (sic) que las actuaciones,
hechos y omisiones afectan a las ‘tres partes que conforman el
CONSORCIO…’”19, con fundamento en lo cual el referido análisis concluyó que
“solo tres de los cuatro miembros del consorcio aceptaron la responsabilidad (sic)
contrariando el numeral 1 del artículo 7 de la ley 80” 20.
Destacó que, en la cláusula sexta del acto de constitución del consorcio, sus
integrantes pactaron que “la responsabilidad de todas y cada una de las
obligaciones derivadas de la propuesta y del contrato objeto de Licitación (sic)
Pública (sic) FRL-001-2002 será solidaria mientras subsista el consorcio, es decir,
antes de la Constitución (sic) de la Sociedad (sic) Comercial (sic), en el evento en
que los Consorciados (sic) opten por esta” 21 y dijo que esa estipulación es
contraria a los intereses de la entidad pública licitante, puesto que los
consorciados limitaron su responsabilidad solidaria a la subsistencia del consorcio,
la cual, según lo acordado por ellos mismos, podía ser de 10 años o de 3 meses y
que, por ese motivo, la propuesta presentada por Distribuidora Cristal Risaralda no
ofrecía al Fondo Rotatorio de Licores de Risaralda la garantía de estar constituido
por el tiempo de duración del contrato y un año más, como se exigió en el pliego
de condiciones.
19
Folio 823 del cuaderno principal.
20
Ídem.
21
Folio 827 del cuaderno principal.
Expresó que, en la misma cláusula, los consorciados señalaron que “las
actuaciones, hechos y omisiones que se presenten en desarrollo de la propuesta y
del contrato afectarán a las tres partes que conforman el CONSORCIO
DISTRIBUIDORA CRISTAL DE (sic) RISARALDA”22, lo cual también iba en
detrimento de los intereses de la administración, pues limitar la responsabilidad en
tres de los cuatro consorciados, sumado a la posibilidad de convertir el consorcio
en cualquier tipo de sociedad, no garantizaba conocer el tipo de persona jurídica a
la que eventualmente se le adjudicaría el contrato.
Con base en todo lo anterior, concluyó el tribunal que fue acertado el análisis
jurídico de la propuesta presentada por el consorcio Distribuidora Cristal Risaralda,
dadas las falencias y vacíos jurídicos de los que adolecía el documento de su
constitución, los cuales no le permitían a la administración tener certeza acerca de
la permanencia del proponente como consorcio por el tiempo exigido en el pliego
de condiciones y, por tanto, coligió también que la descalificación de la propuesta
fue legal23.
5. El recurso de apelación
22
Folio 824 del expediente.
23
Folios 792 a 838 del cuaderno principal.
La parte demandante interpuso recurso de apelación en contra de la sentencia de
primera instancia y, como sustento de su oposición, señaló que los fundamentos
de la providencia “son erróneos”, por las siguientes razones:
Agregó que estos últimos sí garantizaron que el consorcio tendría una vigencia
igual a la duración del contrato y un año más, puesto que convinieron que su
duración sería de diez años y mencionó que, en todo caso, ese requisito era “por
completo inocuo”24, ya que, en caso de incumplimiento, debían responder
solidariamente los consorciados individualmente considerados y no el consorcio
como tal.
Expresó que, si para la entidad no era claro que lo dispuesto por la ley frente a la
responsabilidad de los integrantes de un consorcio no puede ser derogado por la
voluntad de las partes, ella debió solicitar la subsanación del supuesto error, el
que podía ser corregido mediante un otrosí al documento de constitución, en el
que se estableciera de manera expresa que la responsabilidad de aquéllos era
solidaria y que su duración sería la del tiempo del contrato y un año más.
24
Folio 856 del cuaderno principal.
25
Folio 857 del cuaderno principal.
al no especificar en la propuesta cuál de los miembros no respondería por las
obligaciones del contrato, se generó incertidumbre en la entidad licitante.
5.4. La propuesta del consorcio Distribuidora Cristal Risaralda fue la mejor, pues: i)
garantizaba que el departamento recibiera ingresos superiores a los ofrecidos por
los demás proponentes por concepto de impuestos y ii) acreditó más de
83’000.000 de unidades vendidas durante los cuatro años anteriores a la licitación,
mientras que Escobar y Arias S.A. acreditó solamente 5’719.000; además, las
bondades de la propuesta fueron demostradas con prueba testimonial.
5.5. Si bien el tribunal señaló que se debía analizar si el acto de adjudicación fue
contrario al ordenamiento jurídico, no realizó ningún pronunciamiento de fondo
respecto de las irregularidades que se presentaron en la licitación pública y se
acreditaron en el curso de la primera instancia y que reiteró en esta otra.
5.6. Aunque fue una pretensión de la demanda y a pesar de que, según la ley, la
nulidad del contrato puede, incluso, ser declarada de oficio, el tribunal se reusó a
estudiar las irregularidades que precedieron a la expedición del acto administrativo
que se cuestiona, pues se centró únicamente en argumentar la razones por las
cuales, a su juicio, el consorcio Distribuidora Cristal Risaralda no cumplió con el
pliego de condiciones; en consecuencia, pidió al Consejo de Estado abordar el
estudio de este tema26.
26
Folios 852 a 882 del expediente.
Mediante auto del 18 de febrero de 2010 se admitió el recurso de apelación
interpuesto contra la sentencia proferida el 30 de septiembre de 2009 por el
Tribunal Administrativo de Risaralda27. A través de proveído del 18 de marzo de
2010 se corrió traslado a las partes, para que alegaran de conclusión y al
Ministerio Público, para que, si lo consideraba pertinente, rindiera concepto de
fondo28.
6.1. Escobar y Arias S.A. solicitó confirmar la sentencia de primera instancia, con
base en que el análisis desarrollado por el a quo fue acertado y en que la
evaluación jurídica realizada por el comité evaluador también lo fue; además,
manifestó que: i) en su escrito de apelación, la parte actora reconoció que el
documento de constitución del consorcio se prestó para confusiones, al admitir
que podía ser modificado mediante otrosí, en cuanto a la responsabilidad de los
integrantes y al tiempo de duración, ii) la apelante reconoció la existencia de un
error mecanográfico en el mismo documento y aceptó la posibilidad de constituir
una sociedad comercial y iii) la propuesta del consorcio no podía ser evaluada,
porque solo uno de los integrantes satisfacía los requerimientos de experiencia e
información financiera, exigencias que debían ser acreditadas por todos los
integrantes29.
II. CONSIDERACIONES
1. Competencia
27
Folio 885 del cuaderno principal.
28
Folio 888 del cuaderno principal.
29
Folios 889 a 891 del cuaderno principal.
30
Folios 895927 del cuaderno principal.
La Sala es competente para conocer del recurso de apelación interpuesto contra
la sentencia proferida el 30 de septiembre de 2009 por el Tribunal Administrativo
de Risaralda, en un proceso con vocación de doble instancia ante esta
corporación, dado que la pretensión mayor se estimó en la demanda en veintisiete
mil ochocientos treinta y ocho millones quinientos diecinueve mil ochocientos
treinta y dos pesos ($27.838’519.832), mientras que el monto exigido al momento
de la interposición del recurso de apelación (7 de octubre de 2009) para que el
proceso tuviera doble instancia, era de quinientos (500) salarios mínimos legales
mensuales vigentes, monto que, según el salario mínimo mensual vigente para la
fecha de presentación de la demanda (24 de mayo de 2004) 31, ascendía a ciento
setenta y nueve millones de pesos ($179’000.000).
31
El salario mínimo legal mensual vigente para 2004 era de $ 358.000.
32
Fecha de publicación de la Ley 446 de 1998, en cuyo artículo 164 se dispuso:
“En los procesos iniciados ante la jurisdicción de lo contencioso administrativa, los recursos interpuestos, la
práctica de pruebas decretadas, los términos que hubieren empezado a correr, los incidentes en curso, y las
notificaciones y citaciones que se estén surtiendo, se regirán por la ley vigente cuando se interpuso el recurso,
se decretaron las pruebas, empezó a correr el término, se promovió el incidente o principió a surtirse la
notificación”.
33
Fecha en la cual empezó a regir la Ley 1437 de 2011.
El Ministerio Público o cualquier tercero que acredite un interés
directo podrá pedir que se declare su nulidad absoluta. El Juez
Administrativo queda facultado para declararla de oficio cuando esté
plenamente demostrada en el proceso. En todo caso, dicha declaración
sólo podrá hacerse siempre que en él intervengan las partes
contratantes o sus causahabientes” (se subraya).
40
Reverso folio 96 del cuaderno 1.
En relación con este aspecto, en el numeral 1.7 del pliego de condiciones se
previó, entre otras cosas (se transcribe como obra en el pliego):
“(…)
Según lo alegado por la parte actora, la sociedad que resultó favorecida con el
acto de adjudicación no cumplió con la capacidad de contratación exigida en el
pliego de condiciones, pues, según afirmó, aunque presentó un certificado de
inscripción, calificación y clasificación en el registro único de proponentes que
indicaba que tenía una capacidad máxima de contratación de 62.598 SMLMV, en
realidad, según lo establecido por el decreto 92 de 1998, su capacidad sólo la
tenía de 38.725,35 SMLMV, por lo cual su propuesta debió ser rechazada.
No obstante, la Sala no puede acoger las conclusiones a las que arribó la perito en
el mencionado dictamen, pues, además de que la fórmula que utilizó para calcular
la capacidad máxima de contratación de los proveedores no era la vigente al
causar al inscrito. Las entidades estatales deberán impugnar la clasificación y calificación de cualquier
inscrito cuando adviertan irregularidades o graves inconsistencias. El Gobierno reglamentará el cumplimiento
de lo dispuesto en este artículo” (vigente para la época en que se adelantó la licitación pública FRL-001-
2000).
49
Vigente para la época en que se adelantó la licitación pública FRL-001-2000.
50
Decreto 856 de 1994: “Artículo 15º.- Efectos de la impugnación. La sola impugnación no bastará para
enervar la clasificación o calificación del inscrito. Esto sólo podrá suceder cuando la decisión administrativa
de la Cámara de Comercio se encuentre en firme”.
51
En la ley 1150 de 2007 se dispuso que era plena prueba: artículo 6, “6.1. De la calificación y clasificación
de los inscritos. Corresponderá a los proponentes calificarse y clasificarse en el registro de conformidad con
los documentos aportados. Las cámaras de comercio harán la verificación documental de la información
presentada por los interesados al momento de inscribirse en el registro.
La calificación y clasificación certificada de conformidad con el presente artículo será plena prueba de las
circunstancias que en ella se hagan constar . En tal sentido, la verificación de las condiciones establecidas
en el numeral 1 del artículo 5° de la presente ley, se demostrará exclusivamente con el respectivo certificado
del RUP en donde deberán constar dichas condiciones. En consecuencia, las entidades estatales en los
procesos de contratación no podrán exigir, ni los proponentes aportar documentación que deba utilizarse para
efectuar la inscripción en el registro.
“No obstante lo anterior, sólo en aquellos casos en que por las características del objeto a contratar se requiera
la verificación de requisitos del proponente adicionales a los contenidos en el Registro, la entidad podrá hacer
tal verificación en forma directa.
“Cuando la información presentada ante la Cámara de Comercio no sea suficiente, sea inconsistente o no
contenga la totalidad de los elementos señalados en el reglamento para su existencia y validez, esta se
abstendrá de realizar la inscripción, renovación o modificación que corresponda, sin perjuicio de las acciones
legales a que haya lugar.
“La información deberá mantenerse actualizada y renovarse en la forma y con la periodicidad que señale el
reglamento” (destaca la Sala).
52
Derogado por el artículo 32 de la ley 1150 de 2007.
53
Folios 182 y 183 del cuaderno 2.
momento de apertura de la licitación -24 de junio de 2002- 54, la capacidad de
organización no se calculó en los términos dispuestos en el numeral 4 del artículo
19 del decreto 92 de 1998, que fue la norma que aplicó y que coincide con la que,
según el certificado de inscripción, clasificación y calificación, se adoptó para
determinar la capacidad que se certificó en ese documento.
Además, advierte la Sala que no cuenta con la información necesaria para calcular
la capacidad de contratación de Escobar y Arias S.A. a la luz de lo previsto en el
mencionado artículo 19 del decreto 393 de 2002, por lo cual no es posible
determinar que la que acreditó en el proceso de selección no es la que en efecto
le correspondía, como aseveró la parte demandante.
Sin embargo, como la fórmula que utilizó la perito para calcular la capacidad
máxima de contratación (la cual corresponde a lo previsto en el decreto 92 de
1998) coincide con la que, según el certificado de inscripción, clasificación y
calificación, se adoptó para determinar la capacidad de contratación que se
certificó en ese documento, la Sala procedió a estudiar si lo determinado por la
experta se ajustó a lo previsto en el decreto 92 de 1998 y encontró que ello no
ocurrió en relación con la capacidad de organización, lo cual alteró
considerablemente el resultado obtenido en el dictamen respecto de la capacidad
máxima de contratación de Escobar y Arias S.A.
54
Folios 87 y 88 del anexo 1.
55
Decreto 393 de 2002: “Artículo 36. Vigencia y derogatorias. El presente decreto rige a partir de la fecha de
su publicación y deroga las disposiciones que le sean contrarias, en especial los decretos 457 y 458 de 1995”
(“En el Diario Oficial número 44.732 del jueves 7 de marzo de 2002, se publicó el Decreto número 393 de
2002, del Ministerio de Desarrollo Económico, y en la página 11, el artículo 15 apareció con una fórmula
incorrectamente por lo que se volvió a publicar en el Diario Oficial 44809 de Mayo 23 de 2002”, tomado de
https://www.funcionpublica.gov.co/eva/gestornormativo/norma).
56
Folio 1024 del anexo 3.
Pues bien, el artículo 19 del decreto 92 de 1998 reguló el procedimiento para la
calificación de los proveedores57 y dispuso que “Los proveedores se
autocalificarán mediante la evaluación de los factores de Experiencia (E),
Capacidad financiera (Cf) y Capacidad de organización (Co), con base en los
cuales se establecerá el monto máximo de contratación (K) para un año en
términos de S.M.M.L.V”.
La Sala no tiene reparos en cuanto a los cálculos realizados por la perito respecto
de los factores de experiencia (E) y capacidad financiera (Cf); sin embargo, en lo
que concierne a la capacidad de organización (Co), observa que no se
consideraron los dos años de mayor facturación de Escobar y Arias S.A. en los
últimos cinco años y que el salario mínimo que se adoptó no fue el del “momento
de la causación”, como expresamente señala la norma, sino uno diferente. En
efecto, en el dictamen se indicó que los últimos cinco años comprenden 2002 a
57
Según el certificado de inscripción, clasificación y calificación de Escobar y Arias S.A., esta sociedad se
clasificó como proveedor (folio 1025 del anexo 3).
1998; sin embargo, si se considera que la fecha de apertura de la licitación fue el
24 de junio de 2002, los últimos cinco años a tener en cuenta para el cálculo de la
capacidad de organización corresponden al período comprendido entre 2001 y
1997 y no entre 2002 y 1998 como estimó la perito.
Además, de los cinco años que consideró la perito (2000 - 1998) para rendir el
dictamen, la mayor facturación58 corresponde a 1998 ($9.699.703.982) 59 y a 2000
($8.825.303.047)60; sin embargo, para convertir las cifras a salarios mínimos la
experta no tuvo en cuenta el salario mínimo del año de su causación (2000 y
1998, respectivamente), sino el de 2001, lo que arrojó una capacidad de
organización de 32.386.3861, la cual, aplicada a la fórmula dispuesta en el decreto
92 de 1998 para determinar la capacidad máxima de contratación, implicó que
ésta arrojara un resultado de 38.539,79 SMMLV.
58
Los datos tomados por la perito coinciden con la información consignada en los estados financieros y
declaraciones de renta de Escobar y Arias S.A.: A mayo de 2002, se reportaron ventas netas por valor de
$698.520.145 (folio 1167 del anexo 3), en 2001 se reportaron ventas netas por valor de $5.442.958.000 (folios
1163 y 1379 del anexo 3) y en 1999 se reportaron ventas netas por valor de $8.640.842.226 (folios 1155 y
1377 del anexo 3).
59
Folio 1155 del anexo 3.
60
Folios 1159 y 1378 del anexo 3.
61
Ídem.
la capacidad de organización que se obtiene es de 52.554,11 SMMLV y no de
32.386,38 SMMLV como dictaminó aquélla y, en consecuencia, la capacidad
máxima de contratación tampoco es de 38.539,79 SMMLV, sino que asciende a
62.539,39 SMMLV, valga anotar, muy cercana a la que aparece en el certificado
de inscripción, calificación y clasificación que Escobar y Arias S.A. aportó al
proceso de selección – 62.598 SMMLV-.
En efecto, al tomar los dos años de mayor facturación, esto es 1997 y 1998,
convertir las cifras correspondientes a SMMLV del momento de su causación y
sacar el promedio aritmético de esos dos años se tiene que:
Remplazando, se tiene:
K = 62.539,39
Así las cosas, este cargo de la demanda no está llamado a prosperar, pues la
parte actora no acreditó que Escobar y Arias S.A. no hubiera cumplido con la
capacidad de contratación exigida en el pliego de condiciones.
“(…)
Además, en el acápite 6.2.3 del pliego se previó (se transcribe como obra en el
documento):
“6.2.3 CAPACIDAD FINANCIERA
“MÁXIMO DE TREINTA (30) PUNTOS,
“-Patrimonio …
“Liquidez …
“Capacidad de endeudamiento …”69.
69
Folio 122 del anexo 1.
70
Folio 119 del anexo 1.
71
Folios 255 y 256 del anexo 1.
considera que este aspecto no era suficiente para rechazar la propuesta de
Escobar y Arias S.A., pues, con base en los mismos documentos de la propuesta,
es posible entender subsanada esta falencia meramente formal, sin que, en
manera alguna, se altere el contenido de la información contable de esta
sociedad72 y lo mismo se predica en relación con las notas a los estados
financieros, pues, si bien no están suscritas por el representante legal, éste las
aceptó y/o avaló al presentar la propuesta a la que se adjuntaron, a lo cual se
suma que sí suscribió el resto de los documentos que componen los estados
financieros y, dentro de éstos, suscribió el balance general de 2000 y 2001, donde
se puede constatar que la información del primero de tales años es la misma
reportada en el balance que no se suscribió.
72
Es permitido establecer el saneamiento de la prueba documental allegada en el procedimiento previo a la
contratación pública, en tanto se trate de la complementación de un requisito formal que no altere las
condiciones de la competencia dentro del procedimiento de contratación pública (numeral 15 del artículo 25
de la Ley 80 de 1993); por ello, la administración no puede aceptar la modificación de los montos indicativos
de la capacidad financiera en el curso del procedimiento de contratación, puesto que las cifras de los estados
financieros reflejan factores materiales y de especial trascendencia en la evaluación de propuestas para
adjudicar el contrato estatal.
73
Ley 43 de 1990. “Artículo 1. Del Contador Público. Se entiende por Contador Público la persona natural
que, mediante la inscripción que acredite su competencia profesional en los términos de la presente, está
facultada para dar fe pública de hechos propios del ámbito de su profesión, dictaminar sobre estados
financieros, realizar las demás actividades relacionadas con la ciencia contable en general”.
74
Cita original de la providencia: Ley 43 de 1990. “Artículo 2. De Las Actividades Relacionadas con la
Ciencia Contable En General. Para los efectos de esta ley, se entienden por actividades relacionadas con la
ciencia contable en general todas aquellas que implican organización, revisión y control de contabilidades,
certificaciones y dictámenes sobre estados financieros, certificaciones que se expidan con fundamento en
libros de contabilidad, revisoría fiscal, prestación de servicios de auditoría, así como todas aquellas
actividades conexas con la naturaleza de la función profesional de Contador Público, tales como: la asesoría
tributaria, la asesoría gerencial, en aspectos contables y similares”.
75
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Subsección A, sentencia del
10 de noviembre de 2017, exp. 53793.
prosperan, pues, como se acaba de explicar, los estados financieros que presentó
Escobar y Arias S.A. contaban con el aval de su representante legal.
76
Folio 101 de anexo 3.
77
Folios 280 y 281 de cuaderno 1-1 y 81 del anexo 1.
78
Consideró que “En el numeral 18 se plantean prohibiciones para participar … en el numeral 2.4 del mismo
pliego habla de las Inhabilidades (sic) o Incompatibilidades (sic), y (sic) estas no pueden ser otras que la
establecidas en la ley. En tal virtud solicitamos aclarar el por qué (sic) lo dispuesto en el numeral 1.8” (folio
278 del cuaderno 1-1).
79
Folios 284 a 290 del cuaderno 1-1.
“adjudicatario” y se eliminó el inciso tercero de ese mismo numeral; luego, a través
del adendo 2, se incorporó nuevamente al numeral 1.8 el inciso tercero, con la
expresión “proponente adjudicatario”80.
La Sala debe advertir, como lo hizo en sentencia del 14 de marzo de 2013 83,
acerca de la “imposibilidad de determinar válidamente, en el pliego de
condiciones, prohibiciones como inhabilidades o incompatibilidades respecto de
los oferentes o causales de exclusión o de rechazo de las ofertas … en cuanto
tales causales determinen la configuración de circunstancias diferentes a las
previstas expresamente por el legislador con ese mismo propósito”, pues, como en
aquélla oportunidad lo expresó:
80
Folio 90 del anexo 1.
81
Folio 78 de cuaderno 1.
82
Cosa distinta es que en el contrato la contratista haya aceptado la cláusula de exclusividad que se sustenta
en los mismos supuestos que los reseñados en el numeral 1.8 de pliego de condiciones (folio 16 del cuaderno
1), frente a los cuales, valga anotar, los dos primeros encuentran sustento en el ejercicio del monopolio de
licores que ostenta el departamento de Risaralda dentro de su territorio, mientras que la tercera fue suprimida
por las partes por considerarla ilegal (otrosí del 3 de septiembre de 2002 –folios 363 a 369 del cuaderno 1-1).
83
Consejo de Estado, Sala Plena de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Subsección A, sentencia
del 14 de marzo de 2013, exp. 24059.
“Al avanzar en el análisis relacionado con los límites que deben
respetarse en la configuración de los pliegos de condiciones que han de
regir en cada procedimiento administrativo de selección contractual,
hay lugar a precisar que las entidades estatales contratantes no
cuentan con facultades para establecer, consagrar o crear
prohibiciones como inhabilidades o incompatibilidades no
previstas en la Constitución Política o en la ley para impedir la
participación de interesados que desean o deciden intervenir en
los correspondientes procedimientos administrativos de selección
o causales de exclusión o de rechazo de las ofertas respectivas
que tampoco correspondan a previsiones previamente
consagradas en normas de jerarquía superior a la de los pliegos de
condiciones.
“Así pues, en cuanto la actividad contractual de las entidades estatales –lo cual
comprende el acceso de los particulares a la misma– se encuentra regulada de
manera general a través de las normas legales que integran el Estatuto de
Contratación Estatal, disposiciones expedidas en virtud de los mandatos
consagrados en el inciso final del artículo 150 90 de la Constitución Política, resulta
86
Ídem.
87
Ídem
88
Ídem.
89
Ídem.
90
Cita original de la sentencia: Así reza el inciso final del artículo 150 de la Carta Política:
evidente entonces que tales autoridades no pueden, sin contrariar los dictados del
citado artículo 84 de la Carta, establecer nuevas o diferentes prohibiciones que
impidan acceder a ella”91.
Así las cosas, queda claro que las entidades estatales no están facultadas para
introducir en los pliegos de condiciones restricciones, causales de exclusión o de
rechazo de las ofertas que impidan la libre concurrencia a los procesos de
selección, distintas de aquéllas expresamente previstas en la ley o a las
exigencias mínimas que deben satisfacer los proponentes y que la propia ley
califica hoy como requisitos habilitantes93
En relación con lo último, se debe tener presente que la ley 80 de 1993 reguló de
manera expresa cuáles podrían ser las causas válidas para el rechazo o exclusión
de las ofertas; en efecto, en el inciso segundo del numeral 15 del artículo 25 –
vigente para la época en que se adelantó la licitación pública FRL 001-2002-
determinó que:
Ahora bien, la ley 80 de 1993, en el inciso final del numeral 5 de su artículo 24,
previó la sanción de ineficacia de pleno derecho respecto de las estipulaciones de
“Artículo 150. Corresponde al Congreso hacer las leyes. Por medio de ellas ejerce las siguientes funciones:
“Compete al Congreso expedir el estatuto general de contratación de la administración pública y en especial
de la administración nacional”.
91
Consejo de Estado, Sala Plena de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Subsección A, sentencia
del 14 de marzo de 2013, exp. 24059.
92
Ídem.
93
Ley 1150 de 2007, artículo 5.
los pliegos de condiciones que vulneren las pautas establecidas por el legislador
en ese numeral, entre ellas la que señala que “a) Se indicarán los requisitos
objetivos necesarios para participar en el correspondiente proceso de selección”.
d) Adquisición de inventarios
“(…)
94
Así quedó este inciso después de la modificación introducida mediante el adendo 3 (folio 150 del anexo 1).
“3.1.2.1 CONDICIONES DE COMPRA
“(…)
“(…)
95
Ídem.
deberá cumplir con la cuota mínima fijada. La primera compra de licor
sobre el plan de compras estipulado deberá hacerse 30 días después
de legalizado el contrato, para lo cual se entiende por primera compra la
que se realice al FONDO ROTATORIO para adquirir los inventarios que
este posea en el momento de suscribir el respetivo contrato (96)”97.
96
Así quedo este numeral después de la modificación introducida por el adendo 3 (folio 152 del anexo 1).
97
Folios 110 y 111 del anexo 1.
98
Folio 976 del anexo 3.
99
Folios 252 y 253 del anexo 1.
Se demostró también que, al presentar observaciones a la evaluación de las
propuestas, frente a este punto, Escobar y Arias S.A. señaló que en la suya indicó
expresamente que adquiriría la totalidad del inventario que posee el Fondo
Rotatorio de Licores de Risaralda, “cancelando de contado en la fecha de la
primera compra el valor total de la participación y el valor total del IVA según la
tabla de proyección de ventas en inventario anexa en el pliego de condiciones de
la licitación y en segundo término el precio base, la reserva y la publicidad de este
inventario se cancelará en cuatro pagos que correspondan a las unidades
descritas, ello a treinta días”100 y afirmó que, en esas condiciones, su oferta
mejoraba lo ofrecido en el pliego, porque, además de pagar de contado el valor de
la participación departamental y el valor total del IVA, “el valor restante se cancela
en un plazo MUY INFERIOR A SEIS MESES Y NO HA (sic) DOCE MESES
COMO LO PLANTEA LA LICITACIÓN, pudiendo afirmarse en consecuencia que
en un término de seis meses el fondo rotatorio habrá vendido la totalidad de su
inventario con lo cual están beneficiándose claramente las rentas
departamentales, por cuanto se reducirán (sic) en seis meses el plazo para
financiar al distribuidor elegido”101.
Pues bien, para resolver si, por no ajustarse estrictamente a lo dispuesto en los
numerales 3.1.1, 3.1.2.1, 3.1.4.1, 3.1.4.2 y 3.1.4.3, la propuesta de Escobar y
Arias S.A. no podía ser beneficiada con la adjudicación del contrato es necesario
tener en cuenta que en el numeral 2.6 del pliego de condiciones se previó la
100
Folio 330 del cuaderno 1-1.
101
Folio 332 del cuaderno 1-1.
102
Folio 331 del cuaderno 1-1.
103
Folio 41 del cuaderno 1.
posibilidad de presentar propuestas alternativas, bajo las siguientes condiciones
(se transcribe como obra en el pliego):
104
Folio 106 del anexo 1.
alternativas, previó que si el proponente no hacía ninguna observación respecto
de las estipulaciones del pliego “se entenderá que las acepta y que está
estrictamente de acuerdo con ellas”, por lo cual, como Escobar y Arias S.A. no
formuló observaciones frente a las estipulaciones del pliego referentes a la compra
y pago de los inventarios, lo que debe concluirse es que las aceptó y, por tanto,
que la propuesta que presentó en relación con ese aspecto era alternativa.
“(...)
“(…)
“(…)
“(…)
“(…)
“(…)
“5.1.2 Omisión de alguno de los documentos y/o cuando el oferente no
acredite la totalidad de las condiciones y calidades necesarias para la
presentación de ofertas, que se consideren esenciales para evaluar
objetivamente la propuesta.
“(…)
“(…)
“(…)
“(…)
“(…)”106.
106
Folios 99, 100, 104, 112,118 a 121 y 141 del anexo 1.
Frente a este aspecto, la parte demandante aseveró que la propuesta de Escobar
y Arias S.A. no podía ser adjudicataria del contrato, porque presentó un certificado
expedido por la Fábrica de Licores del Tolima en el que consta el tiempo de
experiencia, pero no menciona nada en relación con el resto de la información
requerida y otro documento expedido por esa misma licorera en el que no
especifica el cumplimiento de las obligaciones contraídas por Escobar y Arias
S.A., ni el nivel de compras y ventas frente a lo proyectado.
En relación con este cargo de la demanda, se debe tener en cuenta que Escobar y
Arias S.A. cumplió con la experiencia mínima requerida en el pliego de
condiciones para participar en el proceso de selección, la cual era de mínimo 10
años como proveedor, distribuidor y comercializador de licores y productos de
consumo masivo (numeral 1.7 del pliego de condiciones), pues así se desprende
de la certificación expedida por la Industria Licorera de Caldas el 24 de junio de
2002107, en la que consta que esa sociedad tenía acumulada una experiencia en la
distribución de licores con un grado alcohólico volumétrico superior a 19º
alcoholimétricos108 de, al menos, 12 años.
En este punto, la Sala reitera todo lo expresado en el literal c) del numeral 3.1 de
la parte considerativa de esta providencia en relación con la incompetencia de la
administración para introducir en los pliegos de condiciones restricciones,
causales de exclusión o de rechazo de las ofertas que impidan la libre
concurrencia a los procesos de selección, distintas de aquéllas expresamente
previstas en la ley o a las exigencias mínimas que deben satisfacer los
proponentes y que la propia ley califica hoy como requisitos habilitantes 113.
Así las cosas, considera la Sala que, como lo dispuesto en el numeral 5.1.6 del
pliego de condiciones no constituye un requisito objetivo necesario para participar
en el proceso de selección y tampoco una inhabilidad para participar en él, su
inclusión en el pliego de condiciones vulnera lo dispuesto en el literal a) que acaba
de transcribirse y, por tanto, a dicho numeral debe aplicarse la sanción de
ineficacia de pleno derecho consagrada en el el inciso final del numeral 5 del
artículo 24 de la ley 80 de 1993.
En todo caso, considera la Sala oportuno advertir que los documentos que fueron
expedidos por la Fábrica de Licores del Tolima no dan cuenta de incumplimiento
alguno, pues en la certificación del 26 de junio de 2006 expresa que Escobar y
Arias S.A. había distribuido por más de 20 años el aguardiente producido por esa
114
La ley 1474 de 2011 creó una serie de inhabilidades para contratar, en razón del incumplimiento de un
contrato estatal o de la imposición de multas; pero, estas inhabilidades no se configuran en razón de un solo
incumplimiento o de la imposición de una sola multa, sino por su ocurrencia reiterada en un determinado
período fiscal.
Fábrica “sin haberse presentado dificultades en el pago de nuestro producto” 115 y
en el documento fechado el 2 de julio de ese mismo año, indica que, “en cuanto al
cumplimiento de los contratos suscritos con la firma Escobar y Arias S.A., los
mismos se desarrollaron sin inconvenientes demostrables por las partes” 116.
Dado que la propuesta del consorcio Distribuidora Cristal Risaralda fue rechazada,
para resolver este cargo de la demanda es necesario primero establecer si tal
determinación, que también se cuestionó en la demanda, se ajustó o no a
derecho.
115
Folio 1074 de anexo 3.
116
Folio 1076 de anexo 3.
117
Folio 233 del anexo 1.
Encuentra la Sala que, en el punto 16 del numeral 2.3 del pliego de condiciones
–“DOCUMENTOS QUE SE DEBEN ADJUNTAR A LA PROPUESTA”, el Fondo
Rotatorio de Licores de Risaralda dispuso que, en el caso de consorcios y uniones
temporales, a la propuesta debía adjuntarse el documento de su constitución y,
además, en el numeral 1.7 –“PARTICIPANTES Y CONDICIONES GENERALES
PARA PARTICIPAR”- estableció que dicha constitución debía hacerse en los
términos del artículo 7 de la ley 80 de 1993 y que “La vigencia de la persona
jurídica, de la unión temporal o del consorcio no podrá ser inferior a la duración del
contrato y un (1) año más”118.
A folios 219 a 222 del anexo 1 obra el documento de constitución del consorcio
Distribuidora Cristal Risaralda en el que, entre otras cosas, sus integrantes
pactaron que (se transcribe como obra en el documento):
“(…)
“(…)
118
Folio 100 del anexo 1.
En la evaluación jurídica, se consideró que la propuesta del consorcio no podía ser
evaluada económica y técnicamente, puesto que desconocía el pliego de
condiciones, ya que, “sin tener en cuenta al Fondo, se variará la naturaleza
jurídica del contratista, y no le otorga estabilidad al consorcio en su duración” 119 y,
adicionalmente, “la estipulación consagrada en el acto de conformación del
consorcio es totalmente contraria a la ley, pues mientras ésta predica la
solidaridad, en el acto de constitución limitan la responsabilidad SOLAMENTE A
TRES DE LOS CONSORCIADOS, vulnerándose así los preceptos legales que
rigen los consorcios”120; además, en esa misma evaluación se consideró que la
propuesta también desconoció lo dispuesto en el numeral 1.7 del pliego de
condiciones, pues, en lo referente a la experiencia y a la información financiera,
los documentos pertinentes no fueron aportados por cada uno de sus integrantes,
sino solamente por Representaciones Continental 121.
119
Folio 269 del anexo 1.
120
Folio 270 del anexo 1.
121
Folios 275 y 276 del anexo 1.
122
Folio 235 del anexo 1.
123
Folios 38 y 39 del cuaderno 1.
Para resolver este cargo de la demanda, empieza la Sala por advertir que, en caso
de aceptar que el consorcio que participó en el proceso de selección pudiera, en el
curso de la licitación, al momento de la adjudicación o, incluso, al de la celebración
o ejecución del contrato, convertirse en una sociedad comercial, no existiría duda
en cuanto a que la responsabilidad de sus socios debía ser solidaria, pues,
aunque en el documento de constitución ello no se expresó así, explícitamente,
esa manifestación sí se hizo en las observaciones que dicho consorcio presentó a
la evaluación de las propuestas; además, si existiera duda al respecto, ésta
debería solucionarse con base en lo previsto en el parágrafo tercero del artículo 7
de la ley 80 de 1993, que señala que “En los casos en que se conformen
sociedades bajo cualquiera de las modalidades previstas en la ley con el único
objeto de presentar una propuesta, celebrar y ejecutar un contrato estatal, la
responsabilidad y sus efectos se regirá por las disposiciones previstas en
esta ley para los consorcios” (destaca la Sala).
Ahora bien, esta corporación ha precisado que el hecho de que se considere que
un defecto de la propuesta sea subsanable no significa que no deba ser corregido,
por lo cual, aun si se considerara que lo indicado en la cláusula sexta del
documento de constitución del consorcio en relación con el número de
consorciados que integrarían la sociedad -en caso de que optaran por
conformarla- se debió a un mero error mecanográfico, esto es, a un aspecto
meramente formal pasible de ser subsanado, lo cierto es que ese defecto no se
corrigió y, por tanto, en esas condiciones no era posible, por las razones que ya se
explicaron, que la administración aceptara la propuesta del consorcio Distribuidora
Cristal Risaralda.
124
La constitución el consorcio ocurrió el 22 de junio de 2002, la evaluación de las propuestas se hizo en julio
de ese mismo año y el acto de adjudicación se profirió el 5 de agosto de 2002, es decir, todo esto dentro de los
tres meses siguientes a la constitución del consorcio Distribuidora Cristal Risaralda.
Al respecto, observa la Sala que, aunque al consorcio Distribuciones Cristal
Risaralda se le brindó de manera real y efectiva la oportunidad de ejercer sus
derechos de defensa y de contradicción en relación con la causa por la cual su
propuesta no superaba la evaluación jurídica 125, éste, si bien se manifestó
expresamente en relación con que la sociedad a constituir sería de
responsabilidad solidaria, no hizo ninguna mención frente al reparo de la
administración respecto de cuántos de los integrantes del consorcio conformarían
dicha sociedad.
- Por otra parte, esto es, la violación de la ley, advierte la Sala que el único
escenario en el que ésta admite que los participantes de un proceso de selección
puedan plantear, “para la cabal ejecución del contrato”, la posibilidad de conformar
diversas formas de asociación con otra u otras personas naturales o jurídicas,
como consorcio, unión temporal o sociedad es en el caso de los contratos de
concesión para la construcción de una obra pública a iniciativa particular (artículo
32 de la ley 80 de 1993, parágrafo 2), supuesto que, según lo ha dicho
expresamente esta Sección, no es posible que “sea interpretado o aplicado con
carácter extensivo126, como quiera que corresponde a un asunto que atañe con
(sic) la capacidad jurídica particular o de ejercicio en la contratación con
entidades estatales o si se prefiere legitimación para obrar y hacerse parte en un
proceso de contratación del Estado, lo cual requiere de autorización expresa de
la ley y no admite habilitación por vía reglamentaria o de los pliegos de
condiciones, o en virtud de acuerdos producto de la autonomía privada”127
(destaca la Sala).
Así las cosas, si bien la parte actora ha sido enfática en señalar que no se
presentó al proceso de selección bajo la figura de promesa de sociedad futura, lo
cierto es que sí lo hizo bajo la condición de que, eventualmente, si era la voluntad
de los consorciados, el consorcio se transformaría en sociedad comercial, la cual
125
Según la jurisprudencia de la corporación, que se apoya en lo dispuesto en el numeral 7 del artículo 30 de
la ley 80 de 1993), dicha oportunidad se entiende satisfecha con el traslado que debe darse a todos los
proponentes de los informes de evaluación de las propuestas, en cuyo contenido, como es natural, deben
expresarse los fundamentos fácticos y jurídicos que darían lugar al rechazo o exclusión de sus respectivas
propuestas (al respecto, se puede consultar: Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo,
Sección Tercera, Subsección A, sentencia del 14 de marzo de 2013, exp. 24059 y Subsección C, sentencia del
26 de febrero de 2014, exp. 2.804)
126
Cita original de la sentencia:” Recuérdese que el artículo 27 del Código Civil, indica que cuando el sentido
de la ley sea claro, no se desatenderá su tenor literal a pretexto de consultar su espíritu; y que al tenor del
artículo 31 lo favorable u odioso de una disposición no se tomará en cuenta para ampliar o restringir su
interpretación, por lo que la extensión que deba darse a toda ley se determinará por su genuino sentido, y
según la regla de interpretación precedente”.
127
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, sentencia del 19 de junio de
2008, radicado: AP-19001-23-31-000-2005-00005-01.
lo remplazaría, bien en el proceso de selección o, si resultaba adjudicatario del
contrato, en la etapa celebración o ejecución, lo cual, como acaba de verse
requiere de una autorización legal que no existe.
Agrega la Sala que, aún si se considerara que todo lo acabado de mencionar fuera
subsanable, lo cierto es que las falencias de las que adolece la propuesta no
fueron corregidas en el plazo que tuvo el consorcio para pronunciarse frente a las
evaluaciones del comité evaluador y, además, las cláusulas del documento de
constitución del consorcio que vulneran la ley no son ineficaces de pleno derecho
como lo sugiere la parte actora en la demanda, pues no existe ninguna norma que
así lo disponga.
Así las cosas, considera la Sala que, por las razones antes mencionadas, la
propuesta del consorcio Distribuidora Cristal Risaralda no podía ser aceptada por
la administración y, por tanto, este cargo de la demanda tampoco prospera.
128
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, sentencia del 18 de marzo de
2010, expediente 17756.
129
Ídem.
130
Consejo de Estado, sentencia de 19 de julio de 2001, exp. 12037. También pueden consultarse las
sentencias de 11 de abril de 2002 (exp. 12294), de 29 de agosto de 2007 (exp.16305), de 3 de diciembre de
2007 (exp. Acumulado 24715) y de 4 de junio de 2008 (exp. 17783).
demandante y las modificaciones al pliego de condiciones se hicieron con el
propósito de favorecer los intereses de la sociedad que finalmente resultó
adjudicataria.
131
Artículo 3 de la ley 80 de 1993.
132
“6.1. ANÁLISIS JURÍDICO
“Las propuestas serán analizadas jurídicamente por el (la) Secretario (a) Jurídico (a) de Departamento de
Risaralda.
“Consistirá en el estudio y análisis detallado de las propuestas en la parte jurídica, con el fin de definir cuáles
son legalmente válidas, (sic) y cuales (sic) pueden (sic) analizadas técnica, económica y financieramente y
cuales (sic) deben ser descartadas, teniendo en cuenta la normatividad vigente y las condiciones estipuladas
en el presente pliego de condiciones” (folio 120 de anexo 1).
133
Folio 259 de cuaderno 1-1.
Así las cosas, como los aspectos relacionados con la integración y funcionamiento
del comité evaluador tampoco dan cuenta de que la adjudicación del contrato a
Escobar y Arias S.A. o el rechazo de la propuesta del consorcio Distribuidora
Cristal Risaralda hubieran obedecido a fines diferentes a los que deben guiar la
contratación estatal, el cargo de desviación de poder tampoco prospera por estos
aspectos.
134
Folio 152 del cuaderno 1.
135
Folio 142 del anexo 1.
136
En la observación se dijo: “En el numeral 18 se plantean prohibiciones para participar … el numeral 2.4
del mismo pliego habla de las Inhabilidades (sic) o Incompatibilidades (sic), y (sic) estas no pueden ser otras
que la establecidas en la ley. En tal virtud solicitamos aclarar el por qué (sic) lo dispuesto en el numeral 1.8”
(folio 278 del cuaderno 1-1).
137
Folio 144 del anexo 1.
138
Folio 141 de anexo 1.
enunciado en el punto 17 del numeral 2.3 del pliego 139, sobre informe de unidades
proyectadas a vender entre 1998 y 2001 contra unidades vendidas reducidas, con
indicación del porcentaje positivo o negativo, la Sala no encuentra que hubiera
obedecido a una solicitud presentada en la audiencia de aclaración de pliegos; sin
embargo, esta sola circunstancia no demuestra que dicha reforma hubiera
obedecido al ánimo de la administración de favorecer a Escobar y Arias S.A. en el
proceso de selección.
139
Inicialmente el punto 17 del numeral 2.3 del pliego de condiciones disponía: “Presentar informe de las
unidades proyectadas a vender en cada período anual (sic) últimos cinco años contra las unidades vendidas y
reducidas, indicando el porcentaje positivo o negativo. Certificado y firmado por contador público (anexar
tarjeta profesional)”. (folio 105 del anexo 1).
Después de la modificación introducida por el adendo 3, el numeral quedó así: “Presentar informe de
unidades vendidas en cada periodo anual durante los años 1998 a 2001, debidamente certificados por las
personas o empresas competentes para tal fin” (folio 150 del anexo 1).
140
Folio 104 del anexo 1.
“(…)
141
Folio 170 de cuaderno 2.
aleatorias y que la realidad del asunto con los soportes aportados por la
firma Escobar y Arias en la propuesta, nos marcaba un cálculo que
nosotros hicimos quedando pendiente la información del año 1997 que
para efectos de la capacidad de contratación aportada por dicha firma
reflejaba que era imposible llegar a esta capacidad de contratación” 142.
142
Folios 171 y 1752 del cuaderno 2.
143
Folios 99 y 100 del cuaderno 2.
144
Código de Procedimiento Civil: “ARTÍCULO 203. INTERROGATORIO A INSTANCIA DE
PARTE. <Artículo modificado por el Decreto 2282 de 1989, Artículo 1. Numeral 96 del Decreto 2282 de
1989. El nuevo texto es el siguiente:> Dentro de la oportunidad para solicitar pruebas en la primera instancia,
cualquiera de las partes podrá pedir la citación de la contraria, a fin de interrogarla sobre hechos
relacionados con el proceso …” (destaca la Sala).
Finalmente, que no se hubiera realizado la adjudicación en audiencia no prueba la
deviación de poder, sobre todo si se tiene en cuenta que el oficio 1795, por medio
del cual la Contraloría Departamental hizo esa solicitud, fue recibido en el Fondo
Rotatorio de Licores a las 5: 05 p.m. del mismo día en que se vencía el plazo para
realizar la adjudicación (5 de agosto de 2002) 145, momento para el cual, según lo
informó la Directora de ese Fondo mediante oficio radicado ante esa Contraloría
en esa misma fecha a las 5:45 p.m. 146, ya se había emitido el respectivo acto
administrativo, esto es, la resolución 38 acá demandada, información que no fue
desvirtuada en este proceso.
Así las cosas, como por las anteriores razones no puede tenerse por acreditada la
causal de desviación de poder alegada en la demanda en contra del acto de
adjudicación y del contrato demandados, tampoco por este aspecto prospera la
pretensión de nulidad formulada en contra de aquéllos.
4. Condena en costas
FALLA:
145
Folios 291 y 292 del anexo 1.
146
Folio 293 del anexo 1.
SEGUNDO: Sin condena en costas.