GUION TEATRAL Pinocho
GUION TEATRAL Pinocho
GUION TEATRAL Pinocho
Estos son algunos de los personajes que aparecen en la obra original. Verás que algunos
han sido omitidos en nuestra adaptación, bien porque no eran muy importantes o porque
no «cabían» en una historia adaptada.
Gepetto
Es un anciano carpintero, afable y muy cariñoso, que nunca pudo tener hijos. Por esta
razón construye a Pinocho con forma de niño y le pide a una estrella que le convierta en
un hijo de verdad.
El Hada Azul
También conocida como “la estrella de los deseos”, baja del cielo y le da vida Pinocho.
Aparece en varias partes de cuento cuando los personajes le piden ayuda.
Pepito Grillo
Es un grillo que se convierte en la conciencia de Pinocho. Le ayuda a tomar buenas
decisiones y le enseña lo que está bien y mal.
Fígaro
Es la mascota de Geppetto, un gato negro que acompaña siempre a su dueño. Al
principio, está celoso de Pinocho, pero después se hacen amigos.
Cleo
Es una pececita que vive en una pecera en la casa de Geppetto. Ella, junto a Fígaro,
acompaña a su dueño cuando este se marcha en búsqueda de su hijo Pinocho.
El Honrado Juan y Gedeón
Son un zorro y un gato que siempre buscan alguien a quien timar y engañar. Piensan que
la vida solo está para hacer el vago y les gusta vivir a costa de los demás. Por eso, se
aprovechan de la inocencia de Pinocho y le engañan con mucha astucia.
Strómboli
Es un titiritero que trabaja en un circo. También engaña a Pinocho y le encierra en una
jaula para intentar venderlo al cochero.
Cochero: Compra niños para llevarlos a una isla, donde les convierte en burros.
PINOCHO
NARRADOR 1: Había una vez un carpintero llamado Maestro Cereza, era el artesano más anciano de la
región y sus arrugadas manos eran capaces de hacer auténticas obras de arte con la madera.
NARRADOR 2: Pese a su avanzada edad, todos los días el Maestro Cereza subía a lo alto del monte a
talar la madera que necesitara para hacer sus trabajos.
NARRADOR 1: Una fría mañana de invierno, Cereza encontró un extraño tocón de madera en medio de la
espesura del bosque.
MAESTRO CEREZA: Que extraño tocón nunca había visto uno como este, uhm… es amarillo, brilloso,
tiene un aspecto tosco y salvaje, parece que hubiera sido pulido y con barniz.
NARRADOR 2: El anciano carpintero, lo ató a su espalda y se encaminó de vuelta a su taller, pensando en
lo maravillados que quedarían todos los habitantes del pueblo al ver la mesa que podría tallar con esa
madera tan espectacular.
MAESTRO CEREZA: Si, si hare una mesa, preparare mis herramientas y de inmediato me pondré a
trabajar.
NARRADOR 1: y cuando estaba a punto de cortarlo, el trozo de madera comenzó a hablar.
TOCÓN: ¡No, no me hagas daño! Por favor…
NARRADOR 2: El maestro carpintero pensó que estaba soñando, se restregó los ojos y agarró su punzón
favorito. Muy despacio, colocó la punta sobre la madera y apretó un poquito…
TOCÓN: ¡Ay! ¡Ay! ¡No me pinches!
NARRADOR 1: Asustado, el Maestro Cereza pensó que era una buena idea deshacerse de él
inmediatamente. Al salir y abrir la puerta se encontró con su vecino Geppeto. Geppetto hacía zapatos y
marionetas y esa mañana había acudido al Maestro Cereza para contarle un nuevo proyecto que tenía en
mente…
GEPPETTO:¡Quería hacer una marioneta! pero no una cualquiera, su títere sería el más grande de la
ciudad, casi del tamaño de un niño de verdad.
NARRADOR 2: Entonces, el Maestro Cereza vio la oportunidad de deshacerse de ese tronco de madera
tan extraño, se lo regaló a Geppetto. y este, loco de contento, volvió a casa con el trozo de
madera,pensando en el nombre que le pondría al títere:
GEPPETO: « ¡Lo llamaré Pinocho! » « ¡Ese nombre le traerá suerte!»
NARRADOR: Cuando llegó a su taller, empezó a tallarla, pero de repente…
PINOCHO: « ¡Ay, me haces daño! » dijo el trozo de madera…
Para su sorpresa, la pieza de madera estaba hablando a Geppetto. Pero él no se asustó más bien seguía
trabajando.
GEPPETTO: Tranquilo, voy a tallarte muy despacio, no vas a notar más que unas cosquillas. Primero
modelare tu cabeza, el pelo y luego tus ojos.
NARRADOR: Acababa de hacer la nariz cuando una fría mano de madera le quitó las gafas.
GEPPETTO: No veo nada tan solo puedo escuchar tú sonrisa ¡Qué hijo tan travieso! ¡No te he terminado
todavía y ya estás empezando a hacerme reír »
NARRADOR: Estuvo trabajando toda la noche sin moverse del sitio, al día siguiente, había una marioneta
del tamaño de un niño sentada en la mesa de trabajo. El amable zapatero trató de enseñarle a caminar.
Después comenzó a correr alrededor de la habitación y Geppetto detrás, sin poder alcanzarlo, hasta que el
títere abrió la puerta salió a la calle.
GEPPETO: Espérate hijo, no sigas corriendo « ¡Detente! ¡No corras! »
SOLDADO: Pobre anciano no puede detener a la marioneta. Le pondré la zancadilla y así tropezara.
PINOCHO: ¡Ahh! me tropecé.
SOLDADO: ¡Te voy a tirar de las orejas! » ¿Has robado a este anciano?
Narrador: Pinocho, muy asustado no hablaba, solo miraba con esos enormes ojos a su fatigado padre.
Geppetto, igual de asustado que Pinocho pidió disculpas al soldado.
PINOCHO: Disculpe usted. Señor soldado solo era un juego que hacía a mi padre, y esto no volverá a
pasar.
SOLDADO: Muy bien niño, respete a su padre y pórtese bien..
NARRADOR: El títere abrazó a su padre: « ¡Me portaré bien, te ayudaré en el taller, iré al colegio y seré el
que mejores notas saque! » exclamó feliz.
GEPPETTO: «Te agradezco tus buenas intenciones, pero ni siquiera tenemos dinero para comprar los
libros».
NARRADOR: Una mañana, Pinocho se asomó por la ventana y allí vio a su padre, tiritando de frío mientras
sujetaba una bolsa de tela con una mano y con la otra trataba de abrir el portón del taller.
PINOCHO: ¿Qué hay del abrigo, papá?
GEPPETTO: ¡Lo vendí!
PINOCHO: ¿Por qué lo vendiste?
GEPPETTO: ¡Porque a mis años no me hace falta tener abrigo! y entonces sacó un viejo libro de la bolsa de tela.
NARRADOR: Pinocho saltó al cuello de Geppetto para besarle… ¡Había vendido su abrigo para comprar
libros! Ahora podría ir al colegio.
PINOCHO: «Hoy quiero aprender a leer, mañana quiero aprender a escribir y pasado mañana aprenderé a
hacer cuentas. Entonces haré algo de dinero y compraré una nueva chaqueta a Geppetto. Se lo merece.»
NARRADOR: Su fantasía fue interrumpida por el repentino sonido lejano de una orquesta callejera. y
Pinocho, olvidando la escuela, se encontró en una plaza llena de gente
PINOCHO: ¿Qué es ese espectáculo? » Preguntó a un niño pequeño.
NIÑO: ¿No sabes leer? ¡Es el Gran Teatro de Títeres! «
PINOCHO: ¿Cuánto cuesta entrar?»
NIÑO 2: Cuatro monedas» El otro, contestó.
PINOCHO: ¿Quién me da una moneda por este libro? »
NARRADOR: Preguntó a Pinocho en voz alta mientras sacaba su libro de matemáticas de la bolsa.
UN RECOLECTOR DE PAPEL: ¡Yo te compro el libro niño! Te daré una moneda y así podrás ingresar al teatro.
PINOCHO: ¡Que espectáculo! Excelente como se mueven estos títeres, nunca he visto algo asi.
NARRADOR: Uno de los títeres que se movía en la escena se dio cuenta de su presencia y empezó a
gritar:
TÍTERE: ¡Ahí está Pinocho! ¡Ahí está Pinocho! ¡Ven aquí! ¡Ven con nosotros! ¡Hurra, Pinocho, nuestro
hermano! »
NARRADOR: Empezaron a gritar todos los títeres a coro. Pinocho subió al escenario y comenzó a bailar
torpemente al ritmo de la música.
MUSICAL.
NARRADOR: Entonces salió Florencio, el titiritero, un hombre grande y aterrador que solo se quería a sí
mismo, con los ojos fijos en Pinocho.
FLORENCIO: « ¿Qué pasa aquí? ¿Quién eres tú?» ¡Una marioneta que habla! eso era algo que ningún
otro titiritero del mundo tenía…
NARRADOR: Pronto imagino el gran caudal que acumularía si, ese niño de madera trabajaba para él. Ya
se imaginaba recorriendo el mundo…
FLORENCIO: ¡Pasen y vean a pinocho, el niño de madera!
¡No, no, mejor… ¡Pinocho la marioneta humana!
Ahhhh, su espectáculo sería galáctico…
NARRADOR: Pero Florencio era muy listo, sabía que si alguien le reclamaba, su espectáculo se echaría a
perder. Así que sentó a Pinocho en un taburete y le ofreció ricos dulces y comida abundante.
PINOCHO: Nunca había visto tanta comida y tan rica,
NARRADOR: así que empezó a comer y comer hasta que no pudo más. Y Pinocho se quedó dormido
enseguida.
TITIRITERO: Recogeré todo mi espectáculo y me alejare del pueblo. Antes de que alguien venga por él.
NARRADOR: Pinocho se despertó con mucha sed, en mitad de la noche. Se asomó asustado por una