384paglib70apbpalacio de Bellas Artes
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384paglib70apbpalacio de Bellas Artes
www.inbadigital.bellasartes.gob.mx
DE USICA
EN EL PALACIO
DE BELLAS ARTES
centro Nacional de lnvestigadón,
DocumentaCión e J'hformación Mustcal Carlos Chávez
CENICIM
DD FUSION
ANOS DE~
EN EL PALACIO
DE BELLAS ARTES
CENJDIM
t>r FUSION
Coord1nador
Enrique Jiménez López
InvestigaCIÓn
Alejandro Armando González Castillo
Beatriz Margarita Hemández Gutiérrez
María Alejandra Juan Escamilla
Herlinda Mendoza Castillo
Antonio de Jesús Otero lcaza
D1seño gráfico
Sergio Bautista Cuevas
Enrique Hernández Nava
Cuidado de la ed1ción
Rodolfo Palma Rojo
70 años de mústca
en el Palaoo de Bellas Artes.
Antología de crómcas y críticas
(1934- 2004)
Pnmera ediCIÓn
D1c1embre de 2004, Méx1co, D.F.
TABLA DE CONTENIDO
Presentaoones
San Bermúdez 11
Saúl Juárez 13
Lorena Díaz Núñez 15
Agradecimientos 16
Introducción 17
Preliminar 23
117
118
123
123
124
16
126
127
1 reo Artron o Acosw 128
129
n Bellas Ar·tes. A 'Oro Sor ano Bu no 130
ro Rl e• Ru~ Baqu ro 130
:o par-el exponer las •nqu etudes de los pueblos 131
ranccSd de pomposo nombre. pero de poca caltdad.
Bu no 132
rrno Ccl d las Amenas. EJCifsa Ru e. d Boqu rro 132
1 eón d 1F al Cds.als. EJo so Ru!Z d" Baque ro 133
n n n la cusp de 1 rptsta N1canor Zabaleta. EJo,sa Ru.z de Baquerro 134
hurnor cu ndo m nos lo esp rab .jos Anron1o Akaroz 135
Orq sta F annon ca de Israel con Eduardo Mata, Ricardo Rondón 13o
Ca os Ch.i o pJJ la mus•ca: en s•lenoo su desped1da,
A roza 137
la Cam rata Punta del Este. en t'1é aco, Eloísa Rwz de Baqueuo 138
Ll Orq std d O m r¿ de 1tena.JOi er Ama do 139 7
l41 Cdl d d d 1 f•larmonrca de r'1oscú enc•ó a los contrauempos de
u c.amblo d programa. An ' na Camargo 143
Orq esta d Stuttgan.ja. rAmoldo 144
r1 M Ponce. el pll mer compos,tor que tomó conc•enaa de la neces1dad
•d nt dad nac•onal.jos Anron o Alcaroz 144
ld musCJ m e na del SI lo ' ' FMG 146
La noche d So' ar y Revueltas. Pablo Esp nosa Becerra 146
El mo o n•s eo de Szcryng. Pab o Espmosa Becerro 147
Lo Lo Grand en Bellas Ancs. Pablo Esp nosa Becerro 148
Con l voz de Sus.m Rmald .las luces del tango parpad "aron en Bellas Artes.
Po• o Esp nasa 149
El e ncu nt nano fue una f:esta del pueblo, Nada Ptemonrc 150
Lo mportante es la mus•ca. d1ce el sa> ofon1sta Gerry Mulhgan.
ac Mas cr 151
o mb én hablo de la broZd. jos Amon o Alcaroz 152
r1 ta OSN un programa sorprendente.juan Artu•o Brennan 153
E o ro Occo' n .Juan Arturo BreMOn 154
Las no s muSK.a' aron hasta cúpwa de Bellas Artes.
no r Gonz z 155
Gran to tuvo arc•so Ycpes. Lu s Bruno Ru z 156
O slumb...1 Cap 'la. Ro~ Cos.a s 157
La múSKa d,. Bach c•mbro Be! as Artes. t o•mo A a 158
Mta 159
D·AfnArL''A 159
160
161
162
165
166
167
168
70 A N 1 V E R A R 1O D E L P A L A C 1O D E B E L L A ~ A R1 E
Este año, el Palacio de Bellas Artes cumple 70 Pero en la construcción del s1gn1ficado que aho-
años de ser un foro emblemático para el arte. Des- ra posee el Palacio de Bellas Artes dentro de la
de su apertura, en el año de 1934, lo mejor de la escena cultural, el papel más importante, sin du-
creación mexicana y del orbe se ha congregado en da alguna, lo ha desempeñado el público. Sin bu-
sus espacios de exposiciones, en sus foros y su sa- tacas ocupadas por escuchas dispuestos a sor-
la principal y ha sido para el público una fuente ina- prenderse con el milagro de los sonidos, el
gotable de asombros. Este año, para conmemorar proceso jamás se habría realizado.
su aniversario, el Instituto Nacional de Bellas Artes
ha emprendido la escritura de una detallada bio- Por ello, para dejar constancia de los grandes
grafia del recinto, dividida en varios volúmenes, que momentos vividos en este lugar, la publicación
en esta ocasión aborda su vida en la música. de 70 años de mús1ca en el Palacio de Bellas Ar-
tes: antología de crónicas y críticas (1934-2004),
La sala prinopal del Palacio, escenario por anto- se ha dispuesto como un amplio mosaico de
nomasia para el encuentro de propuestas, el re- opiniones que construyen un retrato de la vida
conocimiento de talentos y la consagración de del Palacio con la voz de los cronistas y críticos
proyectos artísticos, ha visto desfilar a orquestas, musicales que han alimentado nuestra memo-
cantantes, ejecutantes y directores celebrados. El ria histórica.
público, a lo largo de siete décadas, lo mismo ha
escuchado las composiciones de Carlos Chávez Lo que ahora ponemos en las manos del lector
o José Pablo Moncayo que las ejecuciones de es un repaso de encuentros y reconocimientos,
creadores como Arthur Rubinstein, lgor Stravinsky de convivencia entre géneros y tradiciones del
o, en el último año, de Jessie Norman o Debora signo más diverso y, sobre todo, de las relacio-
Voight. La concurrencia de estas personalidades, nes íntimas y profundas que el público de una
poderosas y diversas, ha escrito la historia de un ciudad, de un país, ha tenido con nuestra músi-
espaoo abierto y generoso. ca y la del mundo.
Sari Bermúdez
Presidenta Consejo Nacional
para la Cultura y las Artes
70 AÑO DE MÚSICA :--.!El 1\L\<.IU UF HILL \ P rE
Desde su inauguración en 1934, el Palacio de pezara siete décadas atrás y que ha podido ser
Bellas Artes se ha constituido en un animador rescatado gracias al trabajo agudo de los perio-
activo de la vida artística mexicana. Su historia distas, los escritores, los musicólogos y los inves-
es la suma de una amplia variedad de activida- tigadores que, durante todos estos años, com-
des entre las que sobresale el fomento de la partieron generosamente con el público sus
cultura musical a través del apoyo a composi- críticas y crónicas.
tores, intérpretes, directores, agrupaciones y so-
listas, así como de la búsqueda de nuevos pú- En cada una de las páginas de este volumen se
blicos que, temporada a temporada, concierto encuentran comprendidos una cantidad consi-
a concierto, asistan a las actividades que tienen derable de testimonios que, emanados de plu-
lugar en su interior. mas diversas, rescatan los mejores momentos
musicales del Palacio, al dar cuenta de la presen-
No puede dejar de ser motivo de orgullo que cia de lgor Stravinsky, de Paul Hindemith, Erich
durante estas siete décadas, el Palacio haya reci- Kleiber,Aaron Copland, Sergiu Celibidache y Leo-
bido a los artistas y a los creadores más desta- nard Bernstein, entre otros, y de la actividad de
cados de México y del extranjero, y que, de igual compositores como Carlos Chávez, Silvestre Re-
forma, grupos y solistas de excelsa calidad sigan vueltas, Julián Carrillo y Candelaria Huízar.
presentándose en su escenario para constatar
que el nuestro es uno de los recintos más acre- De esta manera, el Instituto Nacional de Bellas
ditados del mundo. Artes celebra el 70 aniversario del Palacio de Be-
llas Artes al reconocer que su permanencia es
La obra que el lector tiene en sus manos es una reflejo de un legado que encuentra en la síntesis
reseña que da cuenta de este recorrido que em- musical su mayor virtud.
Saúl Juárez
Director general
INBA
Es éste un cúmulo de opiniones vertidas sobre la Además, esta heterogénea reunión de co-
música escuchada en el Palacio de Bellas Artes a mentarios organiza la historia del Palacio de Be-
lo largo de siete décadas. Un cúmulo conseguido llas Artes bajo el influjo de la música. Es oportu-
gracias al entusiasmo y empeño de seis colegas que nidad única para - deduciendo de las obras
trabajan en el Cen1dim. Cada una de ellos se dio a programadas y de las reacciones del público- ,
la tarea de consultar repositorios hemerográficos conocer tanto el gusto musical como sus cam-
y bibliotecas; de urgar en volúmenes amarillentos, bios en nuestro país a lo largo de 70 años. Hay
de leer, fotocopiar y compilar el recuerdo de mu- veces que la narración parece abandonar la apre-
chos acordes, melodías, contrapuntos y sentimien- ciación de la música, para ingresar de lleno en la
tos. Cada viernes de todo un año fui testigo del crónica social y hacer mención del atuendo de
cuidado con el que planeaban el trabajo de la se- las señoras y señoritas que asistían a los concier-
mana, y compartían sus hallazgos y dificultades pa- tos. Sin embargo, la mayoría subraya la relevan-
ra acceder al material necesario. Su objetivo era cia de lo oído la noche anterior. Otras, acatando
elaborar una antología sobre la música en el Pala- el pulso de los tiempos, le dan con fanfarrias pa-
cio de Bellas Artes, que abarcara de 1934 a 2004 so franco a toda expresión musical que tenga lu-
y que ofreoera un amplio panorama de autores, gar en el Palacio, justo cuando la música popular
intérpretes, repertorios y de su recepción.Ante la sienta sus merecidos reales dentro de las pare-
enorme cantidad de artículos recopilados, quizá des de mármol.
la tarea más difícil para ellos fue llegar a la selec- Estas páginas también reflejan, al tiempo que
ción que el lector tiene ahora ante sí. celebran al gran escenario del arte nacional, los
Una de las virtudes -entre otras muchas- de trabajos cotidianos que el Cenidim realiza en pro
este texto de textos es que nos da la oportuni- del acopio de fuentes, la sistematización, el estu-
dad de revivir la serie de acontecimientos en tor- dio y el rescate del patrimonio sonoro de nues-
no a la música y a nuestro Palacio, como si se bo- tro país. En cada una de sus páginas, el lector ha-
rrara la distancia temporal. La emoción del crítico llará los temas y las preocupaciones del trabajo
de haber visto al público de pie ovacionando a que realizamos: los compositores, los ejecutan-
un director de orquesta o a un compositor, de tes, las presentaciones, los repertorios, las influen-
haber podido presenciar la ejecución de algún cias artísticas y los cambios en la música de Mé-
notable intérprete o de haber escuchado músi- xico y su historia: nuestro afán diario.
ca que él creía inaccesible, se halla todavía en los Por último, me es grato añadir que al mismo
artículos antalogados, con la fuerza y la frescura tiempo que aplaudimos el septuagésimo aniver-
que sus autores les imprimieron unas horas des- sario del Palacio de Bellas Artes, conmemoramos
pués de haber salido de la sala de conciertos. tres décadas de la fundación del Cenidim.
--
INTRODUCCION
En el año de 2004 el Palado de Bellas Artes festeja des aconteCimientos artísticos nacionales e Inter-
sus pnmeros 70 años de v1da como el prinopal nacionales. De esta manera, hablar de la música
rec1nto cultural de Méx1co. S1 b1en el ed1fioo fue en México en el s1glo XX nos remite necesaria-
conceb1do durante el Porfinsmo, no es Inaugura- mente a él. Fiel a una tradición musical, la sala de
do hasta el29 de septiembre de 1934 por el pre- conoertos del antiguo Teatro Nacional ha s1do
Sidente Abelardo L Rodríguez. tre1nta años des- escenano de los más destacados intérpretes, so-
pués del IniCIO de su construcCIÓn. Pensado como listas, directores y compositores naoonales y ex-
un espaoo para cobiJar la diversidad artíst1ca den- tranJeros, así como de diversas agrupaciones y
tro de una estructura moderna. el flamante edJ- géneros: la Orquesta S1nfón1ca de Méx1co, pos-
fioo albergó en un pnnop1o un teatro, una sala teriormente Orquesta Sinfónica Nacional; el Gru-
de conoertos y conferenCias, un museo de artes po de los Cuatro (Dan1el Ayala, Salvador Con-
populares, d1versas salas de exposic1ones (per- treras. Pablo Moncayo y Bias Galindo); la presenc1a
manentes y temporales), una escuela de danza y de los cuartetos Lener y Roth; las grandes or-
17
un restaurante. S1n duda alguna, la conclus1ón del questas, como las de Pittsburgh, Nueva York. Stutt-
Pala o o de Bellas Artes proyectó la preocupación gart, Israel, China, Filadelfia, Leningrado, etc.; los
de los gob1ernos posrevolucionanos por fortale- compositores y directores mex1canos: Carlos Chá-
cer la construcoón de la 1dent1dad naoonal, la vez, Silvestre Revueltas. Lu1s Herrera de la Fuen-
cual se v1o refleJada en los espectáculos y expo- te. Serg1o Cárdenas, Eduardo Mata, Franosco Sa-
SICiones con que el Palac1o abnó sus puertas. He vín. Ennque D1emecke; dentro del Jazz, basta
aquí las palabras del pres1dente Abelardo L. Ro- recordar la presencia de Chico O'Farril, Chllo Mo-
dríguez en ese momento: "Hoy, 29 de septiem- rán, D1zzy Glllesp1e, Duke Ellington y Dave Bru-
bre de 1934, declaro Inaugurado el Palacio de las beck; en el folclor latinoamericano: Mercedes So-
Bellas Artes, centro de divulgación cultural, uno sa,Atahualpa Yupanqui, Óscar Chávez e lnti llliman1;
de los puntos bás1cos del programa revolucionario".' en la mús1ca popular, Chava Flores. Lucha Reyes,
Desde su 1nauguraoón (con una ceremon1a Juan Gabriel y Lola Beltrán; así como una gran
ofioal por la mañana y un conc1erto especial por cantidad de homenaJes musicales: a Candelario
la noche), los programas refleJaron el interés por Huízar,Julián Camilo, Manuel Esperón,Agustín Lara
mostrar la cultura musical nac1onal y un1versal: y Mano Ruiz Armengol, por sólo mencionar algunos.
Uamadas de Carlos Chávez fue Interpretada co- As1m1smo, el Palacio de Bellas Artes ha con-
mo parte de la ceremonia ofioal en la que par- tribuido al ennqueom1ento de la vida musical de
tiCiparon la Orquesta S1nfómca de Méx1co. el Méx1co con las presentaoones de grandes figu-
Gran Conjunto Coral del Conservatono y las ras3: el chileno Claudio Arrau, Interpretando los
Escuelas Nocturnas de Arte para TrabaJadores 2• preludios y fugas del Cfavecín b1en temperado de
Por la noche, se Interpretó la sinfonía Pastoral de Bach; el ruso Alexander Brailowsky a Chopin; el
Beethoven, a cargo de la Orquesta S1nfónica de polaco Arthur Rubinstein, a Bach y a Chopin. Por
Mex1co, ding1da por Carlos Chávez.Tamb1én en otra parte, la presencia de grandes composito-
19 34 se efectuó el pnmer conoerto de art1stas res como Strav1nsky y H1ndemrth, nutneron la cul-
mex1canos: Esperanza Pulido y Anton1o Góme- tura mus1cal en nuestro país. Para muchos artis- "Solemne nau¡y.¡oón
del P.J:ooo ele Be ;os
zanda en la "pequeña sala de conferenoas" -pos- tas. p1sar la sala grande del teatro de Bellas Artes Artes"&~lOcle
..,_cle193~ ~>'
tenormente Sala Manuel M. Ponce - Interpretan- 1mplica un reconoom1ento a su trayectona. Fue
2 "Prof:ntno !NU~ Qel
do a Mozart. y s1gue s1endo el rec1nto por excelencia del arte Teotro ele Bell&i Artes"
&-tw 21 ele
El Palaoo de Bellas Artes ha representado pa- y la cultura, espac1o emblemát1co donde conti- -clei~H.pl
ra nuestro país Gunto con el Teatro Arbeu y otros nuamente se recrea la d1scus1ón entre lo culto y 3 11uchos ele ellos gacw
• 1.1 cCIIobo.-•oón de 11
foros escén1cos de la o u dad de México) la puer- lo popular. lo moderno y lo tradicional, de las fron- Asoooo6n Mwa o..-o~
1 ,. Asoooo6n MlnG'
ta de entrada a la músiCa un1versal y a los gran- teras y las transgresiones. M.-.e~ M l'l)noe
70 " 1"-1 1 V E R ) A R 1 O D E L P A L A C 1 O O E B [ L L A ~ A RT E
fecha en la que el d1ano deJÓ de orcular. Las cró- do Camacho Suarez; En armonía, por Gabnel Ro-
niCas y crit1cas mus1cales se publicaban en dife- driguez P1ña; Notas mus1cales, por Lu1s Fernández
rentes columnas: Nocas de arte, a cargo de Na- de Castro y Crómca mus1cal por Jorge Santana
bor Hurtado González; MúSICa y mÚSicos, Onent.aaón (seudónimo de Salvador Novo). Otros columnis-
musiCal, Mus1calerías y Mús1ca, escrrtas por Manuel tas fueron José Morales Estéves y Salomón Ka-
BaraJas: Mús1ca y danza por Agustín Aragón Ley- han, qu1enes tuv1eron a su cargo las columnas
va: Temporada mus1cal por Otto Mayer-Serra; Por Ópera y conaertos y Aaualldad mus1cal. Por su par-
el mundo de la mústca. postenormente se llamó te, Adolfo Salazar firmó la columna La v1da mu-
Ópera. conoertos. ballet. a cargo de Gerón1mo Ba- Sical y Jun1us suscnb1ó La semana cultural. La pn-
quewo Fóster y. a la muerte de éste, la cont1nuó mera y segunda secoones del penód1co 1ncluían
Eloísa Ru1z de Baque1ro. Otras columnas donde habitualmente crít1cas o crón1cas sobre la v1da
se reg1straron eventos mus1cales fueron Activida- mus1cal en Méx1co. Postenormente las secoones
des mus1cales y Mundo musical, suscntas por lgor se Identificaron con las letras B (SOCiales). e (cul-
Moreno (seudón1mo de Gerón1mo Baque1ro Fós- tural) y E (espectáculos).
ter) as1 como Mús1ca y danza, cuyo responsable La jornada. Del 20 de sept1embre de 1984,
fue Franz Mont. Además de los columnistas ya fecha en que orculó el pnmer número del dla-
menoonados, es posible encontrar tamb1én cola- no, al 3 1 de marzo de 2004, se rev1saron 6,559
boraoones de Lu1s Sandl, Salvador Moreno, Espe- números. Las notas sobre mús1ca se publican en
ranza Pulido, Isabel da Silve1ra (seudónimo de Eloí- la secoón Cultura. Las colaboraoones de Juan Ar-
sa Ru1z), Javier Arnaldo, Pablo Esp1nosa Becerra, turo Brennan, Pablo Espmosa y Arturo García
Manuel Blanco y Merry MacMasters, entre otros. Hernández no aparecen bajo un nombre de co-
El Umversal. Se rev1saron 24 617 números, lumna determinado. Braulio Peralta, Merry Mac-
que abarcan de enero de 1934 a marzo de 2004. Masters, Gabnel Pareyón, Emilio Zafra, Ángelica
Las crón1cas y crit1cas mus1cales se localizaron en Abelleyra, Ángel Vargas y Arturo Cruz también
las s1gu1entes columnas: Conoertos y reotales, de han colaborado en este diano. 19
José Barros S1erra, Crón1cas mus1cales de Jesús Bal Novedades. Del penodo del 14 de diciembre
y Gay, Fondos mus1cales, escnta por Hans Sachs de 1936 al 31 de dic1embre de 2002 -fechas de
(seudónimo de M1guel Bueno) 4 y Notas Cultura- 1n1oo y térm1no de ésta publicación- , se revisa-
les de Humberto Schroeder. Las secoones del ron 22 482 números del d1ano, además del su-
d1ano en las cuales se cons1gna 1nformaoón so- plemento dom1n1cal Méx1co en la cultura. Las co-
bre act1v1dades musicales son pnmera, segunda, lumnas en que se deJÓ constancia de las
tercera, espectáculos y sooales. En este diario es act1v1dades mus1cales aparecían, usualmente, en
posible encontrar, además, colaboraoones de Ma- la segunda secc1ón del penód1co. Éstas podrían
nuel M. Ponce, Carlos Chávez, Maunc1o Magda- ser Arte y letras. Mús1ca en Méx1co, Novedades en
lena, José Rolón, Carlos González Peña y Anto- la mús1ca, Podium o Mús1ca. Adolfo Salazar, Espe-
nio Gomezanda. ranza Pulido, Ricardo Rondón, Juan Vicente Me-
El Umversal Ilustrado. Se rev1saron 262 núme- lo, Pablo Palom1no, Mano Beauregard, Ehsa Ka-
ros de la rev1sta, que abarcan del 3 de JUlio de han, Graoela Phillips,Yolanda Moreno, Raúl Cosío
1935 al 11 de JUlio de 1940. La secoón mus1cal Villegas y Lu1s lgnaoo Helguera, entre otros, con-
de la rev1sta estuvo a cargo de Víctor Reyes y se tribuyeron con sus op1n1ones a dar testimonio de
publicaba con el nombre de Crómcas mus1cales. la v1da mus1cal en Méx1co.
Otros títulos de columnas que 1ncluían actiVIda- Proceso. Como ya se mencionó, se rev1saron
des mus1cales fueron: Notloas y comentanos de exclusivamente los matenales firmados por José
Méx1co, La mús1ca en Méx1co y en el extranJero, así Anton1o Alcaraz, haoendo un total de 1 225 ar-
como La mús1co y Jos mús1cos. Además de Víctor tículos que abarcaron del año 1977 a 1999. La
Reyes, colaboraron Demóstenes (seudón1mo de columna fue retomada por Eduardo Soto Millán
Gerón1mo Baque1ro Fóster) y Estan1slao MeJÍa. en 2002.
Excéls1or. Se rev1saron 24 887 dianos y el su- Reforma. Se rev1saron 3 305 números, entre el
plemento dom1n1cal D1orama de la cultura. que 1o de dioembre de 1993 fecha en que se públi-
abarcaron del 1o de JUlio de 1934 al 31 de mar- co por pnmera vez el d1ano- al 3 1 de marzo de
zo de 2004. Los artículos se publicaban en las co- 2004. Las crón1cas y crft:1cas musicales se publican ~ Este .cudó<wno umbén
f..e ~pe< Getótwno
lumnas Mús1co, firmada por Carlos Palomar (qu1en usualmente en la secoón Cultura. s1n embargo. las S..~FO.te<O<~
después adoptó el seudónimo de Jun1us); Músi- crón1cas o reseñas de act1v1dades mus1cales de ín- Fó"e< Genlnmo. Relooon
<kbs~y~."SlDS
ca, ópera y ballet, a cargo de José Barnos S1erra; dole popular aparecen en la secc1ón Gente o
<~I>O'Otd<n
Crón1cas mus1cales, suscnta 1n1oalmente por Ge- en la secc1ón E del d1ano, donde, por lo gener- atW1016ga>. o\rt.hc.<>
rónlmo Baque1ro y postenormente por Emilio LI- al, se cons1gna la 1nformaoón de espectáculos. Baquero Fóste<
e><p<doeote con rvnero
ra y Salvador Ordoñez; Canasta Cultural de Eduar- Las crit1cas mus1cales se encuentran en la colum- <k ....,l.lno lb96.
7O A N 1 V E R A R 1 O D l L P A L A C 1 O D E B l· L l i\ S i\ R f E
na Opm1ón. Entre los crit1cos y cron1stas mus1cales mente mus1cal, no se incluyen los matenales re-
puede nombrarse a Juan Carlos Garda, José An- ferentes a la ópera, por ser ésta una manifesta-
tonio Alcaraz, José Wolffer y Lázaro Azar.Tamb1én CIÓn artíst1ca 1nterdlsciplinana de la que se ocu-
han contribuido Yazmín Juand1ego. Dora Luz Haw, pará la Coordinación Nac1onal de Mús1ca y Ópera
Serg1o Raúl López y Virg1n1a Baut1sta. en otra publicaoón.
T1empo L1bre. Como se señaló, el penado de Cabe destacar que el criterio tomado en la
rev1sión fue de 1993 a 1998, que corresponde transcnpoón de las crónicas y crft1cas cons1st1ó en
exclusivamente a las colaboraciones de Aurelio respetar el texto lo más posible en cuanto a su
Tello. ortografía, s1ntax1s y puntuaoón ong1nales. S1n em-
Uno más uno. Se rev1saron 9 054 números, que bargo, éstas se han actualizado para facilitar la lec-
abarcan del 14 de noviembre de 1977 - fecha en tura actual. En algunos casos se incluyó sólo una
que 1n1oó el d1ano- al 3 1 de marzo de 2004. Adi- parte de la crón1ca debido a que, en oertos años,
Cionalmente se rev1só el suplemento Sábado. Las fue práctica común descnb1r vanas act1v1dades en
crit1cas mus1cales no aparecen ba¡o un nombre un m1smo texto. Estos casos, como es hab1tual en
determinado, si bien se enmarcan en un recua- las investigaciones, se señalan con corchetes, lo
dro. Las crón1cas y notas 1nformat1vas no se des- que s1gnifica que no está presente toda la Jnfor-
tacan de forma alguna. Colaboraron en esta pu- maoón, aunque s1empre se cu1dó de¡ar comple-
blicaoón, entre otros, Juan Arturo Brennan, Patnoa ta la 1dea o tema del asunto cons1gnado.
Cardona, Javier Delgado, Martha Zuk. José Rafael El componente gráfico fue retomado en su
Calva, Raúl Cosío Villegas, Graoela Phillips y Ge- gran mayoria de las prop1as fuentes hemerográ-
rardo Kleinburg, Maunoo Matamoros, Dulce Huet ficas, bajo un doble criteno: por una parte, que
José Anton1o Femández,Aiberto Zuckerman,Víc- sJrvJera de apoyo a las crón1cas y. por otra, que
tor Roura, Arturo Cortés y Norma Ávila. d1era cuenta de otros sucesos cuyas críticas y
Los textos que forman esta antología fueron crón1cas no hub1eran sido seleccionadas para la
20 Integrados mediante un proceso que 1mpl1có re- antología.
copilaoón, elaborac1ón de fichas y anális1s de con- Así, quedaron 1ntegrados algunos de los mo-
tenido, así como la reproducción, preselecoón y mentos más 1mportantes del Palacio de Bellas Ar-
selección. Los cntenos de selección que deter- tes: la inauguración; las actividades de la Orques-
minaron la antología fueron: que la activ1dad mu- ta S1nfón1ca de Méx1co y la Orquesta S1nfón1ca
Sical reg1strada se hub1ese llevado a cabo en el Naoonal; los estrenos mund1ales; los Intérpretes,
Palaoo de Bellas Artes : que vanas de las fuentes compositores, d1rectores y solistas; la mús1ca de
selecoonadas d1eran constanoa de aquélla, lo que cámara; la mús1ca popular; el folclor latinoameri-
reflejaba su 1mportanc1a; que tuv1eran carácter de cano; el jazz: la Olimp1ada Cultural y las orques-
crón1ca o crít1ca mus1cal. pues quedaron fuera tas v1s1tantes. Es Importante señalar que todo el
muchos matenales (como en toda antología) de matenal recopilado, fruto de esta InvestigaCión,
carácter meramente 1nformat1vo. Cuando se te- se puede consultar en la Coordinación de Do-
nía más de una crit1ca o crón1ca sobre un suce- cumentaoón del Cenid1m, cuya direcc1ón elec-
so se cons1deró, para eleg1r la más 1dónea, cómo trónica es docmus@correo.cnart.mx
fueron recreados los hechos, el mane¡o artístico S1rva este traba¡o para de¡ar test1mon1o de
del lenguaje y que d1era cuenta de forma Integral 70 años de v1da musical en la c1udad de Méx1co.
~ Por e>U razón, del fenómeno mus1cal; tamb1én que ofreciera más S1n duda alguna, tener reunidas en esta antología
uotocos como Jorge
Ve uco y Yobnd;o Moreno datos sobre la ejecución, el contexto y el progra- 162 crónicas y críticas, que nos refieren al Pala-
fw.u no aparecon en ..
11 tologi• debdo •
ma; que generara Interés e Incluso c1erto n1vel de CIO de Bellas Artes, representa el encuentro con
que sus te .<tos no
presenuban e>ta
polém1ca. A excepción de algunos conoertos ope- el pasado y el presente, histona viva de nuestra
caractet'lstJca. rísticos donde se enfat1za la d1mens1ón prop1a- cultura mus1cal.
PRELIMINAR
_,... _,...
ANTOLOGIA DE CRONICAS
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Y CRITICAS
(1934-2004)
70 AÑO D~ MU)ICA tN El PALACIO Dl BEllA AR11
1934- 1940
QUÉ SERÁ EL PALAC10 DE BELLAS ARTES " Un teatro del Estado debe sostener y onen-
tar el arte dramát1co nac1onal y, dentro de sus
En algunas entrevistas que el señor licenoado don posibilidades, presentar y difundir lo mejor del ar-
Eduardo Vasconcelos, secretano de Educac1ón Pú- te extran¡ero. El Palaoo de Bellas Artes no pue-
blica, ha ten1do con los penod1stas, ha expresado de cerrar sus puertas a los elementos mex 1canos
el sent1do, los propós1tos y el programa de acoón en espera de que llegue el día en que - s1n el apo-
por desarrollar del Palaoo de las Bellas Artes, nom- yo oficial que estimule el interés y dirija el gusto
bre que lleva ya el Teatro Naoonal. El enorme edi- del público- nuestro teatro se transforme mila-
fioo fue entregado a la Secretaria de Educación grosamente en lo que todos quisiéramos que fue-
desde hace un mes y desde entonces se ha esta- ra. El teatro mex1cano sujeto a las difíciles condi-
do traba¡ando a fin de abnrlo al público dentro del Ciones de traba¡o que conocen todos, no podrá
penodo pres1denoal del señor general don Abe- progresar, s1 no cuenta con la atenoón y el aux i-
lardo L Rodriguez, dentro de cuyo gob1emo la cons- lio del Estado. Pero, por otra parte, el Palaoo de
trucCIÓn ha s1do term1nada. Bellas Artes no puede concretarse a la presen-
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Las 1deas del [ ...] licenoado Vasconcelos pueden taoón de art1stas y de obras naoonales; no lo ha-
concretarse en los s1gu1entes puntos pnnopales: cen n1 los teatros oficiales de aquellos países cu-
"A pesar de que el progreso sooal del país JUsti- yo arte es más antiguo y más rico que el de
fica plenamente el sosten1m1ento de una 1nst1tución nosotros."
como el Palaoo de Bellas Artes, éste arrastra todavía
en la op1n1ón de muchas o algunas de las funestas tra- Primero, artistas mexicanos
dioones que 1mperaban cuando pnnopió, hace trein-
ta años, su construCCión, para lo que fue un despro- "Con este criterio, la Secretaria de Educaoón Pú-
poroonado alarde del porfinsmo es hoy un esfuerzo blica organizará la próx1ma temporada que em-
natural y consecuente del gobiemo, y aquello, que iba pezará, en cumplimiento de un elevado acuerdo
a ser empono de solaz para c1ertas clases de la capi- del señor Presidente de la República, con la pre-
tal de la República. será ahora un centro de onenta- sentaCIÓn de art1stas mexicanos: una compañía
oón y de cultura para todos los sectores sooales y dramát1ca y la Orquesta Sinfónica. La Secretaria
serv~rá eficazmente los fines más amplios e Importan- de Educaoón Pública ha invitado a los más dis-
tes que realiza la Secretaria de Educaoón Pública por t1ngu1dos art1stas mex1canos a tomar parte en la
conducto de su Departamento de Bellas Artes." compañía dramát1ca, y nuestro firme propós1to
de formar un cuadro lo más selecto y completo
La inauguración posible no tendrá otra l1mitaoón que la posibili-
dad de trabajo y la buena organización del cua-
"Más que un pasajero y fastuoso derroche, la inau- dro que sea fbrmado. En sus conciertos, la Or-
guraoón del Palaoo de Bellas Artes será el pri- questa S1nfón1ca contará con los directores
mer paso en la marcha de una 1nst1tuoón com- mex1canos ya conoodos del público y con un dls-
ple¡a que debemos ver, no como un t1mbre de t1ngu1do d1rector extran¡ero.
vanidad mun1opal, s1no como un órgano útd. "El repertono de la compañía dramática com-
"No hemos pensado en ceremonias deslum- prenderá tanto obras mex1canas como extran¡e-
brantes y s1n consecuenCia que oculten o disfra- ras. La Secretaria de Educaoón Pública cree que
cen los problemas que plantea el funcionamien- es su deber llevar a la escena las mejores obras
to normal y cont1nuo del Palac1o y su necesaria mex1canas, ya que un teatro del Estado que no
coordinación con la obra de la Secretaria; hemos se propus1era fomentar el arte y la literatura dra-
querido pensar me¡or en la solución misma de mática naoonales no cumplirla con su pnnopal mi-
estos problemas. SIÓn. La concienoa de esta misión nos ha obligado
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eo d spon a de un empono de cultura de la para las d ez hor s. pero desde mucho antes em-
mport.dnc d 1Pal c•o de las Bellas Artes Y s1 el pezo c1 llegar una num rosa concurrenCia Srn rn-
programa maal no estuvo en rclac on con la mag bargo.la puerta central dellunetano no fue abrer-
n tud del ed1fic o donde se desarro ló, n1 con el ta srno h sta que llego el señor pres1dcnte de la
sto qu e lebraba. consuélenos la segundad de Repubhca. general de d VISrón Anelardo L Rodn-
q en pos nores d1as es m gno centro de guez. acompañado de los señores lrcenc1ados
d us on cu u 1 a nadamen e regen C<ldo. r n- Eduardo Vasconc los, secreta no de Educac1on
d op mos rutes no para sectores m n1mos. Publica. y Franc1sco jCMer G 1ola secreta no par
s no p r l s andes m sas soc ates que son las trcular del Pnmer Magrstrado: m1embros del Es-
más n e adas d gustar las producCiones de tado Mayor de es e y otros func1onanos publr-
n os qu 1lum n n la human1dad. s rá cos de ele ada ca egona
d oq e escaparat para aqu latar da
¡n op,nr.;¡ El general Rodnguez a anzo por entre una
conocer s de nuestro rte las de nuestro doble alla, al cruzar el regro vesubulo espa-
o.las d nuestro verdade'O arte. que sue c•oso. alla que formaron en compac as filas.
n poner tan maltrecho los desaprens1 os. los damas y caballeros, ans1osos de er aparecer
n t s los audac s al mas alto mag1strado del pa•s. y qu1enes
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prorrumpieron en v1vas y aplausos cuando t1blemente para que los radioescuchas puedan
éste se presentó. oírles s1 gustaren.
En el 1ntenor de la sala, a cuyo fondo se os-
tentaba el telón ún1co. en que el pa1sa¡e de los La Sinfonía proletaria
volcanes tomaba 1nd1scenoas nacaradas de ama- Pero s1 no sat1sfizo la med1ocndad del programa
necer: los espectadores d1eron tamb1én muestras matutino, hay que confesar: a fuer de verdaderos,
de s1mpatía al Pres1dente de la República. que la parte con más apas1onam1ento atacada,
Ya en palcos y plateas veíase a secretanos de fue la 1nclus1ón, en él. de la sedioente Sinfonía pro-
Estado, m1embros del cuerpo d1plomát1co; los ar- letona, de Carlos Chávez, a la que baut1zó con el
tistas de c1ne, espeoalmente 1nvrtados a la inaugu- título de Llamadas.
raoón y que no de¡aron de concentrar la curio- Aprovechó, para insp1rarse en él, un seudo-
Sidad del púbhco n1 un momento: Dolores del Río, comdo popular: pero no de los más notables por
Ramón Navarro, Douglas Fa1rbanks. No menos su 1ntenoón, por su colondo o por su factura: SI-
que Joseph Schenk, el famoso productor: no de los más moharrachescos y ch1rles, y del
El general Rodriguez, con su acompañamien- que en su oportunidad se ocupó Excéls1or en co-
to quedó Instalado en el palco de honor: precisa- mentano de sus pasadas ediciones.
mente frente al foro, en el pnmer p1so a las diez Prinopalmente los compos1tores y mús1cos
horas dieos1ete m1nutos, produoéndose enton- en general, de suyo tan suscept1bles, censuraban
ces la parte más emocionante del programa: la que no se hubiera convocado a un concurso de
ejecuoón del H1mno Naoonal, por un coro de obras para que, en buena lid, la de más mereCI-
cerca de mil voces, acompañado por la Orques- mientos fuera la ung1da con la consagraoón; o
ta Sinfón1ca bajo la d1recoón de Carlos Chávez. b1en, s1 el t1empo aprem1aba, selecoonando de
Las notas de nuestro h1mno, arrebataron al au- entre los maestros desapareodos o [aún] v1vos,
drtono que estalló en una ovación ensordecedora, más allá del b1en y del mal, realizaran un verda-
descargando así su electnzamiento. Homenaje muy dero apostolado dentro del arte, apoyaran la 1ns-
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mereodo a los componentes de la orquesta y al p1raoón en el conoom1ento, s1n alardes abraca-
con¡unto vocal, por su disopltna y acoplamiento. dabrantes n1 llevando cómo propós1to exclus1vo
Pero este momento de vibrante emoción fue el épater le bourgeo1s. S1n embargo, no faltó qu1en
tan breve como el fulgurar de un relámpago. In- conv1n1era en que la obra del señor Chávez es
mediatamente después v1no el desmayo, y al en- digna de la letra por él selecoonada.
tusiasmo sust1tuyó el deca1m1ento. Sea como qu1era, a la parte técn1co mus1cal
tocará ¡uzgarla a algún verdadero critico especia-
Discurso de Castro Leal lista que sur¡a por allí con gana de deor verda-
A cont1nuaoón el licenciado Castro Leal leyó lo des y con preparaoón sóhda para ello, género
que fue anunoado como d1scurso del Jefe del que los murmuradores asegura escasear mucho
Departamento de Bellas Artes. en nuestras lat1tudes. Nosotros, en nuestra pro-
Refirióse a la labor de la Secretaria de Edu- fanldad línea, sólo recogemos las vers1ones de
caoón desde el k1ndergarden hasta las escuelas que, en ngor de denom1naoón, la obra del se-
supenores y la que debe ser ensanchada porque ñor Chávez no debe ser llamada Sinfonía, por-
a ella le compete difundir la cultura en el públi- que no se a¡usta a los cánones clás1cos estable-
co: para eso es, preosamente, el Palaoo de las Cidos para este género de producción y que
Bellas Artes. carece de caracterist1cas Inconfundibles de mú-
Pero tenemos la pena, la profundísima pena, SICa mexicana por lo que va a temas o a desen-
de no poder transcnb1r, como de buena gana lo volvimiento.
hioéramos a d1sponer de espaoo, el 1nforme del Aunque, naturalmente, esas apreoaoones de-
señor Castro Leal, que 1ncluye Interesantes pro- ben ser puestas en cuarentena, porque provie-
mesas para el futuro, y cuya senollez compensó nen de art1stas exaltados e 1nconformes con la
su prolijidad, porque este caballero no se cu1dó autoselecoón, posible porque el compos1tor tie-
de com1s1onar a una de las numerosas mecanó- ne ahora la sartén de la S1nfón1ca por el mango,
grafas a sus órdenes sacara cop1a de aquella pie- y qu1enes en sus acerbas crit1cas reemplazan el
za h1stónca. nombre de Llamadas, por el folclónco e Irrespe-
Por fortuna, s1 la entrada al Palac1o de Be- tuoso de Tanteadas.
llas Artes, en lo que ve a su sala de espectácu- Al apagarse las úttmas notas de la Sinfonía pro-
los, es cas1 proh1b1t1va para el pueblo, el docu- letona, estallaron algunos aplausos, y cuando se apa-
mento leído por el señor Castro Leal promete gaban el señor Chávez. con actrtud que merece en-
muy formalmente que conferenoas, obras es- comio, h1zo ponerse al coro de p1e, por lo que el
cénicas, conoertos, etc., serán rad1ados 1ndefec- púbhco otorgó estruendosas palmas a los cantantes.
70 ANO DE MU ICA [ N E L l' A L AC I O D E BEL L\ ~ AR T E)
El pueblo reclama entrada al teatro Buen estreno tuvo la pequeña sala del Palaoo de
Calcúlase que no menos de ve1nte mil personas las Bellas Artes como sala de conoertos. Anto-
se agolparon anoche en los alrededores del Pala- nio Gómezanda y Esperanza Pulido. p1an1stas ac-
CIO de las Bellas Artes, para ex1g1r a voces esten- tivos, muy 1dent1ficados, prepararon un reotal de
tóreas se les deJara franca la entrada a la segunda Mozart a dos p1anos.
parte de la 1nauguraoón del suntuoso edifioo. La des1gnaoón de estos dos art1stas tocando
La mult1tud era tan arrolladora y la reclama- un programa completo de sonatas de Mozart
ción del derecho de acceso tan enérg1ca, que la fue un ac1erto de los organizadores. Ya en otra
policía hubo de 1nterven1r para detener la ava- ocas1ón los habíamos oído tocando estas obras
lancha humana, procurando la dlspers1ón del pue- con comentanos de Greig y recordamos que tu-
blo allí reun1do. VIeron mucho éxrto. Es Gómezanda uno de los
Las personas, que poseían billetes de entra- verdaderos devotos aquí de Mozart para cuya
da adqu1ndos en taqu1lla o 1nv1taoones ofioales, eJecuoón d1spone de cualidades de finura, bellí-
hub1eron de penetrar al ed1fic1o por la aven1da Simo son1do y la compres1ón que esta mús1ca
H1dalgo, en v1sta de que por la de Juárez era pun- fresca, senolla y cnstalina requ1ere.
to menos que 1mposlble atravesar por entre aquel Esperanza Pulido es compos1tora tamb1én y
agrt:ado océano de 1ndiv1duos ans1osos de llegar t1ene un talento mus1cal y méntos como p1an1s-
al 1ntenor del rec1én ab1erto ed1fioo. ta. demostrados en aud1oones públicas constan-
tes. El conJunto no podía estar meJor Integrado.
34 Excélstor, núm. 6383, 30 de sept1embre de 1934, Con una as1stenoa que sobrepasaba el do-
pp. 1,4. ble del cupo de la sala, d1stnbu1do el excedente
de p1e, s1n deJar lugar para uno más, parte de los
retardados fuera, en los pasillos y en otros, no
pocos, que deod1eron retirarse, se llevó a efec-
to este conc1erto con todo éx1to.
Separados por Intervalos cortís1mos. por con-
Sideraoón a la 1ncomod1dad de los oyentes que
b1en pud1eron haber llenado la sala grande, Gó-
TEATRO mezanda y Esperanza Pulido tocaron las sonatas
D.W.ro lO 4.e Septkmbre de 1U4
4 lu U llana: CeDclu1e 4.el rloUnlda en Do mayor y Sol mayor y la Fantasía y sona-
JASCHA HEIFETZ ta en Do menor: El público, olv1dando la 1ncomo-
Prwcnma: a.uta ni ae )l.mn, de ~: d1dad. aplaudió con tal entus1asmo que fue nece-
.....,.ta na S.l Meur, de')', 6. Bach; S.uta
Rrnber. 4.e ~ : L' Apra mW d'a ha-
O&.o. bDa'l- lldlem; •s.....,.", 4.e IIIII1Mad,. r sano que los p1an1stas tocaran extras.
~. 4.e llaftl
1.1 rtaAo : nzw..J Bar Ahora van unas cons1deraoones:
A lu 18 R.oru S1empre hemos defend1do, y lo segu1remos
La Verdad Sospechosa haoendo, que el trabaJO de nuestros art1stas sea
4.e Mil JUA ILIIb ele AJ&u6a
retribuido.
A lu U Ho?"
Caade:r1. 4.el La 1nstrtuoón de conoertos graturtos que tan-
Cuarteto de Londres to neces1ta el pueblo para su educac1ón es aho-
~ : CDartdo n1 Sol Mmor, Op. 10. 4.e
o.~.., ; Stftaata de Haru; Chnyy IUpe, •• ra, más que antes, Indispensable; pero s1 se p1de
l'rallk Bdqe T Caartet.o m MI lll.tur, Op.. 2.
. . lled!l.o.... a los concertistas naoonales que toquen s1n re-
&tulla-
tribuoón cont1núa el vieJO problema y. por falta
La Verdad Sospechosa de estímulo, acabaremos por perder lo poco que
de Da JUA &llb 4.e Alarclo
...ZOWS: nos queda .
f'DcUa .. la tard.t: lQué hacer, pues? Ya que se gastarán gran-
lllwtaQ de rrtma. ., llqDü .... . . • . ...
lláa.ca dA ..,._ .... .. ......... --- • 1.51 des sumas en traer a los extranJeros, dedíquese
Caellrtae ., hnd6ll . . .-llc: una parte para pagar a los nacionales. Desígne-
lláaca de l'rtma-a T ltcade P'- •• 1 l ...
a.a.caee e-,._ ................ a... se una temporada para que actúen los escogi-
v..... ..._ ... ..._.. ...
... ~ .....-...: l&ndll,ianria ~
r.a...,. dos entre los más prest1g1ados del momento con
" ' IIMil ........... ca-... ..
11 • 11 .,
. . 11 . . . . . . . . .
reputaciones hechas y para preparar a los nue-
vos, y para no 1ncurnr en favont1smos establéz-
case que sólo los laureados en los concursos
70 ANO 0[ MU ICA l:N El 1 1\LAC I O D E l)~ LL A A RTE
puedan ser contratados para las temporadas de cuestas la tarea de dar en la [Escuela Nacional]
conoertos de art1stas naoonales. Así los concur- Preparatona el Clavecín íntegro?
sos, ya lo v1mos en las de las bandas militares, Arrau como p1an1sta es muy grande. Sus eje-
tendrán una 1mportanoa para el público que tan- cuoones de Bach y de Beethoven, especialmen-
to gusta de ellos y para los artistas que ven su te, se reconocen como inmejorables en Alema-
porven1r seguro, no precisamente por la retn- nia. ¿Por qué, pues, este escaso 1nterés que hace
buoón, s1no por el favor del público y el recla- desperdioar una oportunidad de valor educati-
mo [que] los beneficiarán en otros aspectos de vo tan importante?
su act1v1dad. Grandes y pequeños músicos han tenido y tie-
Si así se educa al pueblo en la adm1rac1ón por nen el Clavecín b1en temperado como el evangelio
los art1stas nacionales dignos, pronto éstos em- de la música. Schumann recomendó que se con-
pezarán a extender su radio de acción por la Re- siderara como el pan cotidiano porque él solo ha-
pública y el extranjero. Los concertistas, a su vez, ce músicos excelentes. Hans von Bülow dijo que
empezarán a impulsar -¿quién meJor que ellos?- en caso de un nuevo diluvio bastaría conservar en
la producción musical nacional, y casi simultánea- el arca el Clovecín b1en temperado de Bach porque
mente contaremos con concertistas y composi- en él solo se condensaba el saber musical huma-
tores activos y la cultura incluirá en sus listas a no y. sin embargo, ¡cuánta diferencia!
los músicos mexicanos No puede negarse que el Conservatorio y
los maestros del piano, muy especialmente don
Excéfs1or, núm. 6412, 29 de octubre de 1934, 2a Carlos del Castillo, han hecho considerables es-
sección, p. 3. fuerzos por hacer a todos amar esta obra inmor-
tal. ¿A qué se debería que el lleno de Bellas Ar-
tes no fuera, como esperábamos, completo?
Hay tiempo todavía para que por una acción
CLAUDlO ARRAU EN SU PRlMER CONClERTO conjunta de los músicos se procure llevar a los tres 35
DE LOS PRELUDlOS Y FUGAS DEL conciertos que faltan a Arrau un contingente que
CLAVECiN BlEN TEMPERADO DE BACH llene por completo el Palacio de Bellas Artes.
Gerónimo Baqueiro Fóster Los que concurrieron tuvieron los más cálidos
elogios para las interpretaciones hermosísimas de
Con alma, con pasión, con frescura sin igual, con Arrau y hubo comentarios tanto más valiosos
técnica incomparable, con pureza sorprendente, por tratarse de conocedores profundos de las
luciendo portentosa memoria y musicalidad com- obras. Se aplaudió al pianista con vehemencia.
pleta, tocó Arrau, logrando levantar el entusias- Nosotros, en nombre de la cultura musical
mo de numerosos conocedores que partrtura en pedimos al público que procure interesarse por
mano lo siguieran, los 12 primeros preludios y estas audiciones de los preludios y fugas del Cla-
fugas del Clavecín b1en temperado, de J. S. Bach, en vecín b1en temperado de Bach, tocados por uno
el Palacio de Bellas Artes .. El Departamento de de sus grandes intérpretes contemporáneos.
Bellas Artes ha querido aprovechar, en beneficio
del público que gusta de la música buena, de los Excé/sior, núm. 6424, 1O de noviembre de 1934,
p1an1stas y. en general, de los músicos que pres- 2a sección, p. 2.
tan sus servicios en sus dependencias, las ense-
ñanzas de un gran pianista que goza fama de ser
de los que mejor tocan a Bach y, en particular,
esta obra que el propio autor indicó que era "pa- LOS NUEVOS TRlUNFOS DE MlSCHA ELMAN
ra uso y provecho de la juventud musical, así co- Víctor Reyes
mo también para quienes están impuestos y son
hábiles en este arte y lo tienen como especial El acontecimiento mus1cal en México en lo que
pasatiempo''. va de este año, ha sido la serie de conciertos que
Pero el público no respondió como se espe- el célebre violinista Elman lleva dados en el Tea-
raba a este esfuerzo. Los precios reducidos de tro del Palacio de Bellas Artes.
las entradas, el prest1gio del ejecutante, las facili- Bastó escucharle el primero de sus recitales
dades dadas a profesores y estudiantes, nada de para formarnos un juicio de su extraordinario va-
eso fue bastante para conseguir un lleno com- ler, y que ahora, al ocuparnos nuevamente de su
pleto de la sala, como merece la trascendencia actuación artística, ratificamos en todas sus partes.
cultural de estas ejecuciones. ¿Pasará, guardando Pero hay algo más que agregar acerca de El-
las proporciones, lo mismo que cuando Angéli- man y que sólo corresponde a muy pocos de los
ca Morales, s1n ningún apoyo material, se echó a grandes recitalistas que nos han visitado en
70 A N 1 V ER i\ R 1 O O E L P A L A C 1 O O E B E L L A ', A R T E S
Méx1co. Nos refenmos a la trascendenoa de sus nico e Ideológico toman otros derroteros para
conc1ertos como obra educat1va y de gran cul- acercarse a Brahms, cuya sevendad en la técnica,
tura mus1cal. la traduce Elman en un sentido más humano.
Si analizamos los cinco programas que hasta Brahms adqu1ere mayor comprens1ón y pa-
el sábado pasado le hemos escuchado, aquilata- rece hablamos con una sonrisa de la que no acos-
remos la cal1dad de las obras en pnmer término tumbra. A través de la Sonata en Re mayor o de
y un completo eclectiosmo que despierta el In- la Sonata en La mayor, contemplamos pa1sa¡es lle-
terés para los auditonos más ex1gentes. Esta se- nos de v1da y frescura y a veces hasta algún cre-
ne de recitales, que aún no finaliza para regocijo púsculo de cuyo colorido no sospechábamos.
de los amantes de la buena música, entraña una Cuando un art1sta tan completo como Elman
mentona labor en alto grado elogiable. toca con tanta perfección a Bach y a Mozart, a
No se puede menos que creer cas1 con fa- Haydn y Brahms, el cam1no que tiene que reco-
natismo en el arte de Elman. M1entras más se le rrer con Mendelssohn, con Beethoven y con Cé-
escucha, más embelesa; m1entras más observa- sar Franck, le es altamente propic1o. Llega con
mos los prodig1os de su técn1ca, más convence. más faol1dad a comprenderlos y a deorlos, y es
Y es cunoso observar cómo este mús1co sabe entonces cuando reconocemos la calidad del re-
controlar el desbordamiento de su emot1v1dad otalista completo. Escuchar a este v1olínista la So-
en obras que requieren una aparente tranquili- nata a Kreutzer, de la que hablamos en detalle en
dad en vers1ones tan d1áfanas y serenas como nuestro artículo anterior; es saturar nuestro es-
Haydn, cuyas dificultades técn1cas son tan difíci- píntu del alto concepto que Beethoven tenía de
les de dom1nar para consegu1r 1nterpretaoones la alegría y del dolor en la v1da.
de verdadera fidelidad. Es entonces cuando ad- Conocerle la famosa y bella Sonata en La ma-
miramos la exqu1s1tez del art1sta e¡ecutante, su yor de Franck es remontamos a mundos superio-
madurez técn1ca y su profundo conoom1ento. res, ten1éndonos en suspenso con las múlt1ples
36 Elman, apegado a las tradiciones de cada au- bellezas que encierra y que tan pocas veces po-
tor y de cada época, ofrece a su audrtorio las con- demos gozar en un sent1do altamente esp1ntual.
cepciones de su arte con una ponderación del Nos es satisfactorio repetir lo que primero
me¡or gusto.Y SI este recrtalista ha extend1do con nosotros diJimos de Elman. Su rara 1ntuioón pa-
¡usta razón por todo el orbe su fama como un ra ejecutar y decir la música española es tan con-
violinista, cuyo son1do especial lo dist1ngue de los VIncente, como podemos asegurar de Rub1nste1n
demás de primera talla, tamb1én hay que distin- tocándola a través del teclado. Ambos art1stas
guir el caudal de bellezas con que sabe Impresio- son ún1cos en este sent1do.
narnos a través del fraseo, del ntmo y del mat1z De Vlad1m1r Pawda sólo tenemos que agre-
que en él no son nada comunes. Bastaría reotar gar una cosa: la versión de la Sonata en S1 bemol
la Sonata en Si bemol mayor de Mozart, para con- de Mozart tuvo en sus manos de fino p1an1sta
cretar nuestras apreciaciones. acompañante, tanto embeleso para nosotros,
Cuando un concert1sta de cualqu1er Instru- como la maravillosa e¡ecuoón de Elman el VIO-
mento incluye a Mozart en sus programas, no bas- linista (... ]
ta lo que se d1ga de él, s1no hasta cuando lo es-
cuchamos para convencernos de su verdadera El Umversal Ilustrado, año XVIII, núm. 937, 25 de
realidad artíst1ca. Pocos son los que pueden to- abnl de 1935, pp. 26, 42.
car la música de Mozart, como pocos son los que
pueden tocar la mús1ca de Bach. Por lo opuestos
de técnica, de ideología y de interpretación.Todo
lo que hay de fino y refinado en Mozart, en Bach UN VERDADERO TRlUNFO DEL MAESTRO
hay de comple¡o y de profundo sentido. CARRlLLO Y DE JUAN LEÓN MARlSCAL
En Mischa Elman ex1ste el exquisito y vigoro- Juan Mirón
so músico a la vez, para traduor todo el encan-
to, eleganc1a y refinado espíntu de un Mozart au- Memorable ¡ornada la tercera audición de la Or-
téntiCO, y ex1ste tamb1én el mús1co maduro, questa S1nfón1ca Naoonal en el Palaoo de las Be-
experimentado y humano, para darnos un ver- llas Artes. Era v1s1ble y ¡ustificada la sat1sfacoón
dadero Bach como en el caso del Conoerto en del público al abandonar nuestro flamante coli-
Sol menor, del aria en la cuarta cuerda, o en la seo máximo, y nada tan seguro para palpar éxi-
portentosa chacona Inaccesible para muchos bue- tos o fracasos como observar estas expres1ones
nos artistas ... de tan espontánea unan1midad.
El caso de Mozart se ram1fica con Nardin1, con A med1da que se va desarrollando la serie
Haydn y hasta con Handel, cuyo contenido téc- de programas de la temporada veran1ega a car-
o ) l ( \L F rL r t l 1 Dl llll\ 1 11
go de la S~nfon1ca Nac1onal, se ad 1erte una ma ducw los c1nco pnmeros compases ya que pue-
yor homogenetdad, una mas 1nt1ma cohes1on y den ser en Do menor o en $1 bemol, 1mpor tá-
s mpat1 entre sus elementos, obten1endose pro- bale de¡ar en unas cuantas notas la grandeza de
gresl amente supe11ores resultados en cuanto a su ego magn1fico y un1co. y todo el pnmer tiem-
son1do. a e presten, a matiCes, a equ1hbr'lo y dtSCI- po. t1tántCo. apenas aparece cre1ble con elemen-
phna Y serí, opor tuno sugeru: aunque de paso. tos tan reduodos. El segundo t1empo. ¡qué pro-
en ste comentano.la con enteneta de que estos d1g1o de realizaetón Instrumental!: canto apaetble
grupos stnfómcos. ahor-a en actuac1ón alternat1 a, de v1olas y violonchelos. enlazándose más tarde
no se destntegren, s1no antes b1en pros1gan, pa- con las maderas y las perspect1vas anchurosas
troctnados por el Estado, un1dos ba¡o sus respec- que sug1eren los mat1ces desde el p1anís1mo más
tivas organtzaoones. ale¡ados de otr-as act1v1dades sut1l hasta el fortís1mo más grand1oso. De verda-
orcunstanoales. pues sólo med1ante un largo. fre- dera v1rtuos1dad para la orquesta es el tercer
cuente y tutelar e¡emoo de preparaoón podrán ttempo: lníciase con las notas graves de contra-
llegar a ponerse a la altura de otras grandes or·- ba¡os y violonchelos. y los cornos trrumpen en
quest.os s1nfónteas, como las de Europa y Estados forma patéttea, entre tanto los Instrumentos de
Un1dos. consagradas a una superaoón constante. arco parecen rug1r al acompañarlos. El ¡ugueteo
Es sat1sfactono observar cuánto se ha logra- de przz1cato nos subyuga. pero Inesperadamente
do ya. graoas a ese fenómeno del estímulo, de la rugen los metales, atacando el allegro, ma¡estuo-
noble competenCia, a que ha dado ongen el fun- so. que c1erra tnunfalmente esta proeza del ge-
Cionamiento alternado de las dos s1nfón1cas na- nio humano.
CIOnales y que subvenCiona el Estado con as1gna- El Conoerro para p1ano y orquesta. en M1 be-
oones 1guales. y más sat:Jsfactono es aún ver como mol de L1szt s1gu1o 1nmed1atamente. Bnllante pá-
acude el público a estas veladas de arte, atento gina en que la orquesta no es sólo un acompa-
a hallar más que errores y m1nuoas puenles, las ñamiento, s1no que más b1en parece un d1álogo
más elevadas emooones bajo la vers1on de cada 1mpetuoso con el solista. Esta parte estuvo a car- 37
uno de los que están empuñando la batuta para go del p1an1sta M1chael Kharlton, que por segun-
prest1g1o de su país. da vez actúa ante nuestro público. Es. desde lue-
Fue desde luego un aoerto la confección del go, poseedor de una v1gorosa técn1ca. pero
programa de la tercera aud1oón de la S1nfon1ca qu1s1éramos a menor alarde de facultades, más
Naoonal. Pórt1co augusto: la Qumta stn{onta del hondura de interpretación. Qutza sea cuestión
dramaturgo [SIC] de Bonn. Tan oída. tan admira- de aclimatarse; de controlar un Sistema nerv1oso
da, tan deseada. Cada vers1on atrae a un publico desbordante, que sólo una batuta de la segun-
expectante. Y es que esta obra penetra profun- dad de la de Camilo puede controlar. La orques-
damente en el alma de las mult1tudes. Desde las ta realizó una 1nsp1rada tnterpretaoón.
cuatro notas 1ntC1ales se apodera de nosotros. Po- Se estrenaba la Fantasía mex1cana del ¡oven
co 1mporto la tonalidad al gen1o aleman al pro- mús1co Manscal, que conqu1stó lauros con su
PRIMER CONCIERTO
· Viernea 2 t de jurü.., a las 20.30
Director:
JU .LIAN CARRILLO
70 A N 1 V E R A R 1O D t l P J\ L A C 1 O D E B f L l t\ \ 1\ R 1 f \
Rachmaninof, d1remos que, por su vers1ón en vayan s1endo conoc1dos. Sólo deseamos que Re-
esta obra t1tán1ca baJO el punto de v1sta del más vueltas no llegue a caer en el v1cio de poner obras
v1goroso v1rtuosísmo de la técn1ca p1an1sta. de- naoonales de recomendados, aunque la calidad
mostró la recitalista ser poseedora de un tem- de ellas sea mala o pés1ma.
peramento volcán1co y de una técn1ca relevan- Tocó la orquesta ante escaso público - he aquí
te que luoó con amplia brillantez de concertista. uno de sus pnnopales problemas por resolver-
Cuando Xenia Prochorova se nos presente en la obertura de Oberón. de Weber; la obra maes-
un reotal, estudiaremos en detalle su valor en tra de César Franck. su Smfonía en Re. Estrenó Re-
toda su capac1dad como pian1sta. vueltas su nueva obra Redes, que es un poema
s1nfón1co bordado en el canevá de un texto pa-
El Universal/lustrado, año XIX, núm. 956, S de sep- ra película, y. por últ1mo, dingió la su1te del Pája-
tiembre de 1935, pp S. 58. ro de Fuego. del célebre ballet de Stravinsky.
Dec1r que la orquesta ha adelantado sería
mentir. T1ene deficienCias de consideración en sus
diferentes sectores por las dificultades para ad-
qu~r~r 1nstrument1stas de efioenoa Irreprochable,
especialmente solistas.
Suena bien la orquesta que dinge Revueltas.
y. m1entras se tenga cu1dado de tocar obras en
que los solistas Intervengan poco en las interpre-
taCiones, Revueltas dejará la impres1ón de que en
su conJunto hay un progreso.
Ha trabaJado con la conoenoa de un verda-
dero art1sta y d1rector de orquesta. No es posi-
ble desconocer el esfuerzo que desarrolló para
40
sacar de la part1tura del Pájaro de Fuego de Stra-
VInsky lo que, con el asombro de la concurren-
cia, hizo en el pnmer concierto.Técnicamente la
orquesta no se ha superado en el Pájaro de Fue-
go. En cuanto a la expresión, hay que reconocer
que fue el Pájaro de Fuego la obra meJor compren-
dida por el nuevo director en jefe de la Naoonal.
En la ejecución de la Sinfonía de César Franck.
Revueltas no llegó ahora, en los t1empos segun-
do y tercero, a lo que nos ha acostumbrado. En
Ernes! Anserme! el primer t1empo sacó más que otras veces.
Del Oberón. cabe deor lo que del pnmer tiem-
po de la Smfonía de Franck
Redes es una obra más que Revueltas añade
LA SINFÓNlCA NACIONAL EN SU PRIMER a su producción. Como compos1tor este maestro
CONCIERTO. EL RETORNO DE CARLOS empezó al revés que cas1 todos los que escriben
CHÁVEZ, DIRECTOR DE LA SINFÓNICA mús1ca sab1a. que se preocupan antes que nada
DE MÉXICO por la forma. Enem1go de la retónca, trabaJÓ obras
Gerónimo Baqueiro Fóster con la razón y el sentimiento. s1n Importarle la for-
ma en su ampl1o sentido. En Redes, lo m1smo que
Preparada por Silvestre Revueltas. la Sinfón1ca, en en Colormes,jamtz/0, etcétera, Revueltas nos pre-
su advocaoón de Sinfón1ca Nacional, ha dado su senta la m1sma fisonom1a, nos habla con la m1sma
pnmer conc1erto en la gran sala del Palacio de terminología. Si hay en Redes bellezas inéditas, así
Bellas Artes. armón1cas como melódicas, rftmicas o de orques-
Tanto en lo que a repertorio, es deor, a pro- taCión, no nos ha s1do pos1ble advertirlas en la pn-
gramas se refiere, como en lo que a personal ata- mera audición. En el aprovechamiento de las in-
ñe, Revueltas s1gue normas ya de todos conoCI- dlcaoones del folclore veracruzano, el agudo
das desde hace cuatro años o más. Tamb1én en 1ngen1o de Revueltas ha hecho poco en lo que a
lo que al material musical nac1onal se v1ene acos- armonía conoerne. Escudriñe; ahí hay bastante.
tumbrando desde hace algún t1empo, pues nues-
tros compositores tendrán oportun1dad de que Excéls1or, núm. 6972, 17 de mayo de 1936, 2a sec-
se les s1ga tomando en cuenta más y más y así oón. p. 9.
70 AÑO DE MÚ ICA EN EL PA L AC I O DE BELLAS ARTE)
D1ng1rá el doctor Gruber y serán solistas el gándose como en muy pocos países lo acostum-
n1ño Schne1der. soprano, y el doctor Peter Goss- bra hacer.
ler. barítono. El reotalista v1ene en plena madurez artísti-
ca. Aquel temperamento desbordante que co-
Excéls10r, año XXI, núm. 7431.22 de agosto de nocíamos hace muchos años ha vuelto nueva-
1937. 3a secoón, p. 3 mente a sacud1rnos de entus1asmo, pero la
profund1dad esp1ntual del art1sta llega ahora más
defin1da, más estereotipada, amalgamándose con
PALACIO DE BELLAS A!TES •~~f flillfS alas ll ~ wclamtn!~ el pnvlleg1o del mús1co extraordinano y la con-
cepoón del art1sta supremo. Así lo observamos
Z
DIRECTOCHAVEZ
rnr-: ll c.r~t ~ hllthlrt. l ln - CGitllt .-n !Wa , 111llll&larmom ~ Dl\n:L
PIIU WtA.ttDl- 'Saiiiii!Dct', . OOPIA.\11.- DFlllil tt i1 tau11o 11 IOLOS.- So1m, 4t L\111
¡Con que dign1dad se 1n1oó el preludio! ¡Qué
prod1g1oso ataque; qué firmeza y grande majes-
tuosidad en el concepto estét1co de la obra! Y
de esta manera, el reotal1sta desarrolló el prod1-
.¡¡ Lnl:T.I, 11• ¡ IUI SiiUa 11 111 f11111lu ld Tt:llrt G!illiA ll.II¡ IUI
g1o de su mecan1smo técn1co, un1do a la concep-
ción artíst1ca y su paleta tonal le perm1t1ó los ma-
tices más extraordinanos en el desarrollo del
bellís1mo prelud1o.Todo, en suma, fue manifesta-
do por este portentoso p1an1sta con su eleganoa
EL PRlMER CONClERTO DE ARTHUR 1nnata, con sent1do de equillbno y proporoón de
RUBlNSTElN EN BELLAS ARTES énfas1s y al m1smo t1empo de personalidad sub-
Víctor Reyes yugadora. 43
En el adag1o hubo tal contraste dinám1co y
El solo hecho de anunoar la tercera v1srta del emi- de carácter: tal concentraoón en la concepoón
nente p1an1sta Arthur Rub1nste1n a Méx1co fue un creadora, que fue como un remanso de sutiles
suceso de resonancia en los centros artíst1cos y encantos, como una punficaoón esp1ritual de go-
soc1ales de esta caprtal, pues su nombre es de so- ce estét1co elevado; de unoón relig1osa.
bra conoc1do como uno de los grandes porten- La fuga final, v1va. centelleante, equilibrada,
tos del teclado y. naturalmente, uno de los con- culm1nó en la 1dea cabal del estilo clás1co. El nt-
tados art1stas más lum1nosos entre la pléyade de mo fue Insinuante, la técn1ca d1áfana, flex1ble, ex-
celebndades cont emporáneas. En consecuenoa, traordlnanamente expresada mediante el juego
la 1dea de volver a escuchar a Rub1nste1n hizo VI- de pedales sorprendente, en que el colondo Ja-
brar de entusiasmo a todos los amantes de la más se empaña ante la idea clara, prec1sa, y la
buena mús1ca. fuerza de expres1ón, aun ante la d1nám1ca más
N o en balde el teatro del Palac1o de Bellas portentosa. De ahí que el son1do fino, dulce, o
Artes se v1o concurndo totalmente por un se- creciente hasta lo 1nconceb1ble, vibró resplande-
lecto público que saludó al polaco con una salva Ciente en una policromía maravillosa del contra-
d e aplausos cuando aparec1ó en el proscen1o, punto. y fue así como se destacó en toda su
pues, s1 Arthur Rub1nste1n era desde hace mu- transparencia melód1ca, la concepoón magnifi-
chos años un consagrado de los de mayor mag- cente de la obra.
nitud, es actualmente, para el arte un1versal, un El reotahsta nos ofreoó más tarde un grupo
símbolo. formado con obras de Chop1n: la barcarola, op.
Todavía recordamos su Vlsrta antenor. que cau- 60; dos mazurcas, un nocturno y el scherzo, op.
só un entus1asm o 1ndescnpt1ble con aquella ma- 39, en las que apreoamos poesía unida a la me-
ravillosa sen e de reotales en la sala del Arbeu. Y lancolía v1nl. honda, apas1onada, según el carácter
he aquí que nuevamente se opera el milagro al del trozo, pero todo dentro de una gran distin-
escuchársele devotamente, porque lo esenoal CIÓn, inherente a la personalidad del artista Intér-
para que un art1sta tnunfe entre nosot ros es la prete. ¡Qué contrastes más bellos entre la deli-
emot1v1dad, Rub1nste1n la posee en grado super- cadeza de algunas frases y los pasajes de bravura.
lativo. De ahí que entre el art1sta y el público se de brillantez desbordante, que centellean cuan-
establece una corriente de s1mpatía de orden su- do Rub1nste1n crece de entus1asmo, y su emoti-
penor; de comprensión mutua; de salutao ón ante VIdad parece no t ener freno n1 lím1t es! Es enton-
el gemo. Por esto Rubinste1n encuentra a M éxi- ces cuando el reotalista se ag1ganta y se 1mpone
co tan prop1c1o para desbordar su arte, prod1- como un t 1t án de Incomparable magn1tud y
70 A N 1 V 1:: R A R 1O D E L P A L A C 1 O D E H E L L A ARTE S
Arllwr Rubmsrtm
44
dora. que arrebató al público en ovac1ones m- hoven. quedó patentizada en dos sonatas de ca-
terminables. rácter d1ferente. como la Sonata en M1 bemol. op.
31, núm. 37, y la Sonata en Fa menor. op. 57. ¡Qué
La a cención lumino a de Rubin tein en la prod1g1o de vers1ones de una y otra, y qué dife-
erie de conciertos d 1 Bellas Arte renoaoón de conceptos dentro de su 1ntn'nseca
Con nuestro art1culo cnt1co sobre el pnmer re- belleza! Nos maravilla escuchar al reotalista fue-
Cital de Arthur Rub1nste1n. retrasado una sema- ra de ese portento d1g1tal, la vanedad de concep-
na por causas 1mprev1stas en nuestra pasada edl- tos lum1nosos que brotan de un esp1ntu entusias-
oón y que se pubhco en este numero del/lustrado, mado ante la obra del gen1o dentro de sus más
podríamos condensar o s1ntet1zar. me¡or d1cho, el versátiles realizaoones.
valer aquilatado por qUien esto escnbe acerca ¿Se podría señalar preferenoas a este aspec-
del gran concertista polaco. Mas los puntos de to? El art1sta-escucha, o el diletante que ama la
vista de qu1en e¡erota (s1n presunoones) la criti- buena mús1ca puede quedarse con su preferen-
ca mus1cal toman d1versos aspectos apreoat1vos Cia personal dentro de su gusto o tendencia por
sobre una labor que, s1endo em1nentemente ar- temperamento, pero no podrá Indudablemente
tístiCa, se torna a su vez en eminentemente edu- dar preferenoas ante la obra acabada de arte,
cativa. no sólo para los ¡óvenes p1an1stas que ge- porque, escuchando a un Intérprete de la talla de
neralmente se forman en Méx1co a base de rut1na Rub1nste1n, no podría establecer d1ferenoas ante
y desonentac1ón, cuando no de fanat1smo acadé- tan 1deal perfecoón.
mico, s1no tamb1én para los maestros pedagogos Rub1nstem s1ente las traged1as del gen1o
que gu1an el t1món del med1o de enseñanza mu- beethov1ano en su plen1tud más profunda y hu-
Sical tan raquítico en nuestro país. Los reotales mana, y las comun1ca a sus oyentes med1ante
que efectúa el gran p1an1sta polaco que nos VISI- sus vers1ones p1aníst1cas de la más alta calidad.
ta por tercera vez, son una fuente de enseñan- Por esto el público v1bra con él, al trasm1t1rles
zas de todo orden estét1co mus1cal, y un estímu- su div1no mensa¡e, y lo estremece, lo sacude co- 45
lo de liberac1ón para aquellos que poco o nada mo una descarga eléctnca o lo eleva en un éx-
escuchan de los grandes modelos, como en el taSIS supremo.
presente caso. El reotalista comprende estas traged1as hu-
No se trata, pues, de exponer. en un artículo manas, se poses1ona de sus dramas o rie de ale-
de cn't1ca. la 1mpres1ón escueta que pud1era ha- gria. de opt1m1smo o sarcásticamente magn1fica
cerse de un reotalista merced a sus conoertos sus reacoones a los conceptos.
como secoones de belleza mus1cal de orden ele- En Schumann nos ofrece una amalgama de
vado, puramente, s1no de puntualizar la trascen- diferenoaoones de orden técn1co y de Interpre-
denCia de sus e¡ecuoones en el orden técn1co y taCIÓn a través de las doce vanaoones de los Es-
la 1mpres1ón más que todo personal de sus In- tudios s1n(ómcos. Puede deorse que el concepto
terpretaCiones en las obras que e¡ecuta.Y como romántiCO toma elast1c1dades tan personales en
espeoal e¡emplo nos lo bnnda Rub1nste1n. los conceptos de esta obra que maravilla al oír-
S1 de su pnmer recrtal sacamos en consecuen- lo en cada uno de estos estud1os.
Cia substanoosas observaciones, en los tres últi- En la chacona de Bach-Buson1 o en el Prelud1o
mos rec1tales efectuados en esta sene hasta el coral y fuga de César Franck que escuchamos se-
v1ernes de la semana pasada, hallamos múlt1ples guidamente, la más pura relig1os1dad, fuera de la
facetas del art1sta maduro. encumbrado en la su- sap1enoa de la forma técn1ca fueron expuestas con
penondad del art1sta y maestro. la más bella y sugest1va fuerza dogmát1ca, con la
Rub1nste1n nos ha ofreodo en estos tres re- más delicada esp1ntuahdad emot1va.
citales una gran vanedad de autores clásicos, ro- Y así es como el reotallsta nos embarga con
mánticos y modernos que, comb1nados de ma- estos 1mpromptus mus1cales de sab1duría y de es-
nera audazmente personal en sus programas, tados de án1mo, y nos lleva de la mano de un
obedecen a una cuest1ón más que de gusto, de mundo a otro con la prec1s1ón ráp1da de su per-
ps1cología mus1cal en sus públicos. De ahí que na- sonalidad para transportamos a través de los de-
da de extraño t1ene escuchar en forma desusa- s1gn1os de Chop1n en sus maravillosos prelud1os,
da, académicamente hablando, la yuxtapos1oón baladas, scherzos o fantasías, en que a modo de
de est1los mus1cales en las obras que, por su gé- cale1doscop1o descubre los Innumerables estados
nero o por su índole, se hacen extrañas para de án1mo y las bellezas de los estilos de este au-
qu1en acostumbra segu1r los cánones estableo- tor. considerado como esenoalmente románt1co.
dos por la rut1na. ¡Qué grandes enseñanzas de todo orden y
La forma grande, elevada y humana adentra- cuánta personalidad dentro de rut1nana manera
da por Rub1nstem en las concepoones de Beet- de considerar la obra chop1n1ana!
70 A N 1 V E R A R 1O ) ! L P A L Al 1 () D 1 B l l 1 A S 1\ RT E
Bastaría oírle la brillante y fogosa vers1ón de Con tal mot1vo fueron muchos los que se
la Polonesa, op. 44, o la delicada y esp1ntual ber- quedaron con los deseos de oír tocar. acompa-
ceuse, o la emot1va y poét1ca Balada en La bemol ñados por la S1nfón1ca, a estos notables mús1cos
menor, para no otar otros números más que es- del Cuarteto Coolidge.
cuchamos con tanto dele1te, s1empre dentro de Con sala llena a más no poder, dando en los
la más suprema elegancia. reloJeS las ve1nt1ún horas, cuando aún no se ex-
Si en L1szt adm1ramos el prodig1o de la técni- tinguían los aplausos con que el aud1tono saludó
ca pianística y el virtuos1smo de ese maravilloso la llegada de Carlos Chávez, sonaron las prime-
Juego d1g1tal, ex1ste el fondo, el contacto de sus ras notas del maestoso de la Tercera smfonía, de
vers1ones poét1cas, emot1vas, dramát1cas o apa- Candelano Huízar.
Sionadas, a veces, en un canto alegre o melancó- Es. sm duda, la composición meJor lograda
lico, a través de la Rapsod10 12 o del Sueño de de Huízar esta su tercera s1nfonía. Su maestría
Amor o de los Funerales, que baJO las manos de como sinfonista es completa. El compos1tor
Rubinste1n se hacen Inigualables. nacionalista, que tanto se sirviera antes de las
Qué decir de la vanedad de autores moder- melodías populares para dar a sus obras ca-
nos pasando por Debussy, Ravel, Poulenc, Mom- rácter, renunc1ó a ellas para crear con mot1vos
pou, Franck, Villalobos, Albéniz o Falla, estos últi- prop1os.
mos especialmente en que a través de la Swte Con esto hubo un poco menos de color, mas
lbena en sus maravillosos trozos como "La Na- la calidad musical aumentó considerablemente.
varra", por eJemplo, o la "Danza del Fuego" de El Desde el punto de v1sta armón1co y polifóni-
amor brUJO, ponen al espíntu en suspenso, o lo co Huízar presenta en su s1nfonía progresos que
hacen vibrar de emoción honda ante tanto fue- sorprenden. Su amodalidad es verdaderamente
go personal, desbordante s1empre en el carácter novedosa. s1n la agres1v1dad que distingue la mú-
pas1onal de la raza h1spana. SICa de los compositores que siguen esta tenden-
46 ¡Cómo se transfigura Rubinstein al ejecutar la cia cuando no conocen a fondo el sentido de ella.
mús1ca española! ¡Cómo la siente y como la co- Pero todo lo dicho es menos que lo alcanza-
munica a sus oyentes! do por el paciente, estudioso e inspirado Huízar
El público se conmueve hasta el dehno o has- como orquestador.
ta el éxtasis, y es cuando el aplauso se desenca- El dinamismo melódico de riquís1ma variedad,
dena en torrentes inacabables de entusiasmo y que logra sólo con el uso magistral de sus ele-
de grat1tud haoa el art1sta pród1go en emooo- mentos matemáticos, aumenta de expresión en-
nes espirituales, tan difíciles de poderse describir. tre los tambores, resultantes de novedosas com-
binaoones Instrumentales.
El Untversal Ilustrado, año XX, núm. 1088, 17 de Nicolás Moldavan, extraordinano mús1co, ex-
marzo de 1938, pp. 38-39. presándose por medio de su viola, interpretó,
acompañado por la orquesta, la su1te de Bloch,
que es una de sus obras en que el amor de es-
te compos1tor por la naturaleza, se man1fiesta de
LA TERCERA SlNFONiA DE HUlZAR Y LA modo especial. Prueba de ello es que los títulos
SUlTE PARA VlOLA DE BLOCH de sus tiempos [son] el "Juncar","Grotesca","Noc-
Gerón1mo Baque1ro Fóster turno" y la "T1erra del sol."
En esta interpretación de Moldavan, no obs-
Además de dos estrenos, la Tercera stnfonía de tante los frecuentes momentos del virtuoso,
Huízar, dedicada a Carlos Chávez y al personal tnunfó el mús1co. Para los conocedores el me-
de su orquesta, en homenaje a sus diez años de jor trozo fue, por esto, el lento, evocación de
esfuerzos ininterrumpidos, y la Swte para vtola, una noche tropical, insp1rada por los relatos ma-
de Ernesto Bloch, la S1nfón1ca de Méx1co pre- ravillosos que le h1ciera un amigo que viv1ó en
sentó, en su sexto concierto, el primero del se- Java y al que Impresionaron las act1v1dades co-
gundo c1clo de esta temporada, a dos mús1cos reográficas nocturnas de los mdígenas de un
eminentes, como solistas: William Kroll, el pri- pueblecillo.
mer violinista del célebre Cuarteto Coolidge, Kroll es un viohn1sta deslumbrante en funoón
que el martes 2 de agosto abre su temporada de solista. Su ritmo levanta mult1tudes, su técni-
en Bellas Artes, y Nicolás Moldaran, uno de los ca es asombrosa y su canto embelesa.
mejores v1olistas de la época, m1embro del mis- En el lum1noso y expres1vo Conoerto de Men-
mo grupo, para tocar, el pnmero, el Conoerto en delssohn sus cualidades rebasaron los lím1tes de
Mt, de Mendelssohn y la Swte para vtola de Bloch, lo esperado.
el segundo. Así fue tamb1én la ovaoón que se le tributó.
70 ANO DE MU 1CA • 1\: E L PALA ( 1O [) [ B E L LA ARf [
Nad1e creyó que después del aplauso frené- Características salientes en la personalidad de
tiCO a Kroll la emoc1ón se mantuv1era; pero Car- Monteux son: su concepto enérgico de discipli-
los Chávez, que tuvo una de las mejores noches na; su original -hasta cierto punto- manera de
de la temporada, le reservó al público una sor- distribuir los sectores de la orquesta; su precisión
presa con la Swte esota, de Prokofief. rftmica y variado panorama de conceptos. Por es-
De la sinfonía de Huízar a la suite de Bloch, to el director francés quiso probablemente de-
la orquesta dingida por Carlos Chávez, con una mostrar en la iniciación del programa con la obra
concentraCión que todos advirtieron, fue aumen- de Benvenuto Celltm, de Berlioz, que, poseedor de
tando su potencia expres1va hasta que, pasando sól1da y larga expenenCia, de gran memona y de
por el Conoerto de Mendelssohn, llegó a la Swte cuidadosa observación en sus prop1as cualidades
esota, en que la inquietud producida en el públi- como músico, pudo apegarse al estilo de Berlioz.
co, por sus v1gorosos ritmos, el colorido orques- Pero aunque no es ésta, ciertamente, una opor-
tal y la sonoridad llevada hasta sus últ1mas con- tunidad para demostrar cuánto encierra un di-
secuencias, hizo que éste estallara en uno de esos rector; sí fue la iniciación de la noche para cono-
aplausos de entusiasmo loco. cer a Monteux a través de sus variadas facetas
en el arte de la interpretación.
Excéls10r, año XXII, núm. 7819,31 de JUlio de 1938, Desde luego, la Segunda smfonía de Brahms,
2a secCIÓn, p. 4. aunque exenta de ese "seño" característico del
genio hamburgués cuya idiosincrasia se aparta de
nuestro temperamento puramente contempla-
tivo y romántico. fue baJO el concepto original de
LA PERSONAUDAD DE PlERRE MONTEUX la obra, y por la penetración del director; un ex-
Víctor Reyes ponente de la grandilocuencia de Brahms.
Pero lo que se estima, además del cuidadoso
Mucho honra a Carlos Chávez. fundador de la Or- ordenamiento en las ideas de Monteux, es su vi- 47
questa Sinfónica de México y director titular de gorosa precisión, su versatilidad dinámica y esa
esta magnífica agrupación mexicana, su deseo fer- ponderación en el fraseo, que seguramente de-
VIente -convertido hace tiempo en realidad- de bieron encontrar facilidad de comprensión en la
encauzar a la Sinfónica por marcado mejoramien- preparación técn1ca de los m1embros de la or-
to, refinéndonos en esta ocasión al mejoramiento questa, que, de antemano, laboran con gran dis-
artístico de todos sus elementos integrantes. ciplina; de ahí que al recibir solamente del ilustre
No solamente el director titular ha conse- músico francés las indicaciones de interpretación,
guido realizar que elementos de orquestas in- se facilitara el concepto básico en la versión de
ternacionales de gran valía vengan a laborar en la gran obra alemana. Por eso no hubo tropiezos,
cada temporada anual en las filas de los atriles salvo algún pasaje durante el concierto en que
de la Sinfónica de México, sino traer concertis- los cornos estuvieron indecisos en el poema sin-
tas de rango y también directores de reputa- fónico Don Juan, de Strauss. Mas n1nguna impor-
CIÓn 1nternac1onal, a quienes se les bnnda opor- tancia cabe dar a esto cuando el concierto, en
tunidad de conocer la joven orquesta mexicana términos generales, fue de éxito rotundo.
que en doce años de vida ha hecho labor tras- En cuanto a la segunda parte del programa,
cendental; por esto, s1n aventurar a una mala im- esperábamos una sorpresa al escuchar los bellos
presión para los directores extranjeros, ha s1do nocturnos Nubes y F1estos, de Debussy. La sor-
puesta en sus manos para trabajar dos progra- presa del director francés no llegó, pues creía-
mas bajo sus indicaciones artísticas. Así pues, el mos conocer una interpretación superior en
sexto concierto que efectuó la Sinfónica de Mé- esta música descriptiva, ya que el ilustre direc-
xico el viernes pasado en el Palacio de Bellas tor estaba en lo "suyo"; empero, los trozos de-
Artes, dio ocasión a nuestros músicos mexica- bussyanos fueron pródigos en colorido más que
nos y al público amateur, de escuchar un pro- en emoción, y gustados más por belleza intrín-
grama de notorio eclecticismo, bajo la interpre- seca de la música que por la interpretación per-
taciÓn de P1erre Monteux, mús1co ilustre de sonal.
Francia. En cambio, La alborada del graooso, de Ra-
En esta forma, el distinguido director pudo vel, cómo llegó a superar en resultados artísti-
estimar con la ejecución del programa elegido cos de calidad, de más fino sentido y de propia
por él mismo, que no solamente el público le emotividad que se acercó a nuestra idiosincra-
tnbutó aplausos de simpatía, sino que lo ova- sia. Quizás el contenido de la obra, y quizás tam-
cionó, aquilatando su labor artística en lo mu- bién, la disposición aparejada de un espíritu más
cho que él vale. dúctil y reanimado hizo resaltar las cualidades
70 A N 1 V E R A R 1 O D [ L P J\ L t\ C 1 O O E B E L L A ARTL~
Inherentes del d1rector que fue tan ovaciona- -N1 uno, señor.
do al conclu1r. - Pues le doy a usted el 1mporte y nos de¡a
Con el poema s1nfón1co Don Juan, de Strauss, pasar. ..
que tanta ocas1ón da a los directores para luc1r - Eso no es pos1ble ...
en lo que valen, revelóse el huésped francés de De la puerta de entrada al lunetario el licen-
caracten'st1cas bnllantes. Su v1talidad y energía so- oado Xav1er del Monte y su guapa esposa se tu-
bresalieron en el director.Tanto en Berlioz como VIeron que regresar. Fue una lást1ma, porque la
en Strauss, nos llamó la atenoón oír la prepon- señora hub1era causado sensaoón entre las ele-
deranCia de la secoón de metales en la Orques- gantes asistentes con el sombrero que llevaba,
ta S1nfón1ca de Méx1co, efectos que más que de en color blanco adornado con alas de ave del
un director francés, los hubiésemos creído exclu- m1smo color.
Sivos de los mús1cos alemanes. -¿Adónde lleva usted esa silla? ¿Con permi-
El públ1co, que como s1empre ocupó total- so de quién? - es una acomodadora que va en
mente el Palacio de Bellas Artes en toda su ca- pos de una prop1na. Las Interpeladas son dos
paodad de la gran sala, ovacionó reiteradamen- señoritas que no se resignan a escuchar el con-
te a P1erre Monteux durante todo el programa. oerto de pie. Esta noche hay un lleno comple-
to. El empresario pasa por el lugar de la discu-
El Umversal Ilustrado, año XXII, núm 1161, 1O de SIÓn y caballerosamente concede las sillas. La
agosto de 1939, pp. 4-5. acomodadora hace bil1s porque se le esfuma el
negooo. Por los pasillos, antes de principiar es-
ta cátedra de arte, las damas lucen su elegan-
Corre/ero de Cia y su belleza. Predom1nan los sombreros con
)ose Mo)ICO
adornos de plumas en vivos colores y los abri-
gos de p1eles. Algunos caballeros lucen smo-
EN EL PALACIO DE I<Jng. Hay algunos vest1dos verdaderamente dis-
48
BfllAS A~lfS tinguidos. Advertimos, de le¡ os, la presencia de
maestros que en esta temporada han s1do asi-
..--·-·--
8 110 11111111. 1 US 11 U II!JI
...
-~- .. ,--
......~
El DESFILE DE LAS ESTRELLAS
duos concurrentes: Barajas, Moctezuma,Veláz-
quez, Rodríguez, V1zcarra, de Elías, Ordoñez,
IIA DICI mEl IED ESTILU Esperanza Cruz, Esperanza Rodríguez Segura,
JOSE MOJICA
y muchos más. Hacer una lista de concurren-
tes esta noche es 1mpos1ble. El teatro está lle-
no absolutamente.
El conoerto va a prinCipiar. Se hace silenoo
150 AIITISlAS U EL ESCEIAAIO
__ --......
. _ BOHR
CHt: _,...._,
absoluto. Aparece en escena José lturb1 y los
aplausos con que es recib1do deben oírse has-
ta Valenc1a. Así de fuertes, de nutridos y de en-
tusiastas son. Aplausos como éstos no se le pro-
digan a n1ngún pian1sta en Méx1co. El art1sta sabe
transm1t1r; vív1da, su emoc1ón al públ1co. Éste la
as1mila, la une a la propia y al finalizar cada nú-
mero estalla 1nconten1ble en calor de aplausos
y de "bravos".
PRECIOS PARA HOY til del cuento que le sirve de base está fielmente
lu. PtM, Pniiii'UICia .. ... ....... flO. ot
lu, PIM; .....la o - 1 ...... . . " 1 .50 interpretado por el compositor, la coreógrafa y el
Zo. l'bo ......................... "5. 00 Cartelero del
kr. .............. . .. . ..... . . . . . . . l .st escenógrafo. Una alegre complacencia se apodera espectáculo ¡Upa y Apa1
70 J\ N 1 V E R ) \ R. 1 O D E L P A L A C 1 O D E H l L L J\ t\ R TE
de nosotros tan pronto como suenan los pnme- Otro aoerto es el de Carlos Ménda con sus
ros compases y el telón se alza sobre un deco- v1vís1mos figunnes. En una cosa así es muy fáol lle-
rado estndente, pero sobno. La part1tura es muy gar a lo puramente grotesco. Ménda lo ev1tó y
de su autor y en ese sent1do no nos reservaba los an1malillos que pueblan la escena son senCI-
sorpresa alguna. No creo que constituya una de llamente cóm1cos. graoosos, estímulo a nuestra
las obras más importantes de Revueltas, pero sí ternura, capaces de 1nfantliizarnos por todo el
una de las meJor logradas, es deor: más de- acuer- t1empo que dura el espectáculo. En una palabra
do con el propós1to 1n1oal. D1fíol de escntura ·a - y ello comprende por igual la part1tura y la co-
pesar de su aparente 1ngenu1dad , es fina de or- reografía- el ballet no parece obra de gente adul-
questa y de un gesto muy seguro para el mane- ta, s1no el sueño de un n1ño: mundo 1nfant1l to-
JO de los t1mbres. El humor: el buen humor -quin- mado en seno.
taesenCia del hombre Revueltas no la abandona Desde la otra ribera, Silvestre Revueltas, son-
un momento.Tiene además una gran plastiCidad, reirás ante este éx1to de buena ley. El dest1no pa-
un repertono de mov1m1entos y una conos1ón rece haber decretado que tu últ1ma obra fuese
de forma que la hacen verdadera mús1ca de ba- ésta, capaz de regOCIJar a los espíntus s1n comph-
llet. S1n pretender restar méntos a la coreogra- caoones y de s1mphficar por unos momentos a
fía, pienso que con una mús1ca así la tarea de An- los complicados y amargos. El gnego decía que el
na Sokolow no habrá s1do muy ardua. hombre es la medida de todo. Pero las cosas que
Y entrando en este últ1mo aspecto, encuen- el hombre crea son a su vez la med1da, el retra-
tro ahí sobremanera acertada la actuac1ón de to del hombre. Tal es tu caso, hombre y mús1co
Sokolow. Los mov1m1entos y la d1stnbuoón es- Revueltas.Tu mús1ca la creaste a tu 1magen y se-
cénica de los bailannes es Siempre grata y no meJanza. Con ella te quedas tú aquí en este mun-
denunoan la angulos1dad a que propenden las do. Descanse tu alma para s1empre en el otro.
coreografías de otras obras montadas antenor-
50 mente. La grac1a del cuento está b1en entendi- El Umversal, año 25, núm. 9222, 6 de octubre de
da y eso es todo. 1940, 3a secc1ón, p. 2.
Emmanuel Feuermann
70 At'<O Dt 1\\U !CA E N El IALA C IO DE BELLA ART E
lgor Strovonsky
El CORO DE MADRlGAUSTAS. LAS BODAS
CAMPESlNAS DE lGOR STRAVlNSKY
POR CUARTA VEZ EN MÉXlCO
Gerón1mo Baque1ro Fóster
1941-1950
FUE UN VERDADERO ACONTECIMIENTO EL Solange, es cas1 seguro que tendré un progra-
CONCIERTO DE LA SINFÓNICA MEXICANA ma de radio y la o1rás.
Virginia Zun, muy linda, iba de negro, y de ne-
Las funoones de la S1nfón1ca pueden contarse por gro, con traJe largo de gasa, la encantadora Son1a
llenos.Todas hasta ahora han s1do verdaderos éxi- Limantour. De negro, la señora L1mantour; gallar-
tos, pero el de la noche del v1ernes puede con- da y gentllís1ma.
tarse como uno de los más legít1mos. Manuel Echave, don Senén Palomar; marqués
D1ngía el conoerto s1rThomas Beecham, que de Pánuco, pasó dando el brazo a su d1st1ngu1da
h1zo su presentaciÓn formal como director de esposa Luz Vizcarra de Palomar. Pegy Palomar; de
orquesta en 1906 y fundó en Londres la New azul, estaba muy bon1ta, Luz Hernández Pous, de
Symphony Orchestra, que se llamó después la negro, elegantísima. María Jauvecort de Fernán-
Royal Albert Hall Orchestra. Precedido de JUsto dez de Castro, de negro, preoosa, con su espo-
renombre, su presenoa despertó verdadera ex- so José Antonio Fernández de Castro, secretan o 53
pectaCión entre el numerosís1mo público que lle- de la EmbaJada de Cuba.
naba en su total1dad el reg1o col1seo. José Barros S1erra, el crít1co mus1cal y Car-
A las nueve menos cuarto, llegamos y según menota de Barros, con traJe azul pastel, encanta-
nuestra costumbre nos pus1mos a cunosear y a dora Baquewo Fóster; el crfuco, y Jacobo Dalevuelta.
m1rar carrtas bon1tas. Doctor Torroella y doctor Alatorre, doctor
Y entre las pnmeras que v1mos estaba la de Pérez Gallardo.
Marujrta López de Grobo1s, que llevaba preooso L1cenoado Carlos Elguero, licenoado Manuel R.
traje de gasa blanco bordado en plata La acompa- Angeles, Rosrta de Castaño, con traje negro. Señor
ñaba su esposo el doctor Gastón Grobo1s. De azul, Castaño, Adela Formoso de Obregón Sant1cilia.
1ba María Rubín, muy bonrta; y de negro y oro, Lo- de azul nat1er [s1c], con su esposo el arqu1tecto
lita Méndez de Quijano, con su esposo el licenCia- Carlos Obregón Sant1cilia.
do AleJandro QUIJano y su bella hiJa Rosa María En su palco pnmero de la 1zqu1erda estaba el
QuiJano, de estampado, encantadora. licenoado Ezequ1el Padilla, con su bella compa-
Fausto García Medeles, el p1an1sta que nos re- ñera María Guadalupe Couttolenc de Padilla, ata-
cordó que hoy, dom1ngo, en su casa habría "gua- VIada de azul pálido.
teque" y baile de arte. Será en honor de las can- En su platea, el llcenoado Javier lcaza y su es-
tantes de la ópera. posa la bella Ana Gu1do de lcaza, que el día de
Ana María Garza de Paliares, de negro; y de ayer festeJÓ su santo. De rosa, la linda Ana María
negro, la bellís1ma Carmenota Ríos, La G1tana, cu- lcaza y Gu1do. Tina Vasconcelos de Bergés, con
yos negrís1mos cabellos, parecen noche sombría. traJe rosa pálido, 1ba con su esposo el licenoado
Pasó Marucha P de Golgan, de estampado, Franosco Bergés.
muy elegante; Santa Ordoñez, con Roberto de Eugenia Rocabruna, encantadora, de negro
la Selva, el art1sta nicaragüense. De negro, la se- con toca color v1oleta muy elegante. De estam-
ñora de Roqueste1n; y de negro, Rosa Elena Do- pado, María Lu1sa Escobar de Rocabruna, la gran
mínguez, muy chula. Yolanda Silva Herzog, cuyos cantante mex1cana, y su esposo el maestro José
qu1nce años reseñamos hace algún t1empo, esta- Rocabruna.
ba encantadora con un traJe gns perla. María Ampanto Guerra Margá1n, la notable
Señora de González de la Vega, de negro. Ll- soprano. Señor PhJiips, d1rector de Mex1can L1(e
cenoado José de Alba Luna, Arcady Boytler y su cuya esposa tuvo que embarcar; violentamente,
bella esposa L1na Boytler; que nos preguntó cuán- a Estados Un1dos por la muerte de un famJI1ar; la
do vamos a escuchar nuestra canc1ón SilenciO, semana antenor. Sonaron los tres av1sos de re-
que aprendió porque le encanta cantarla. glamento.
70 A N 1 V E R A R l O O E L P A L A C 1O O E B E L L A S A R T E S
La gente comenzó a dar carreras y nosotras una excelente y buena esposa, Inteligente com-
los 1m1tamos. pañera y colaboradora del maestro.
La luz se había apagado y en la penumbra di- Sary de Brady, de negro y estampado; Matil-
mos con nuestras lunetas en la fila S... de Béjar. muy bonita, de bugambilia; Rosam1nda
El director huésped s1r Thomas Beecham to- Hoyos, de rOJO escarlata.
mó la batuta y empezó a d1ng1r. Desde el pn- Se oyeron de nuevo los tres av1sos de re-
mer momento nos d1mos cuenta de que está- glamento y volv1mos a correr en busca de la lo-
bamos frente a un verdadero director de orquesta calidad.
Aquellos que n1egan los beneficios del t1empo se En la segunda parte, entraron: la Smfonío núm.
habrán convenodo de que [éste] es Indispensa- 36 en Do mayor, de Mozart, adag1o-allegro spm-
ble para lograr la formac1ón del artista. Este di- toso, poco adagio, m1nueto, final, presto.
rector es algo notable realmente y los aplausos La Stnfonío en Mt menor. op. 39 (andante ma
resonaron clamorosos, al final de cada número. non troppo, allegro enérgico, andante ma non trop-
El programa constaba en su pnmera parte de po a lento, allegro, final) de S1belius.
la obertura de Oberon, de Weber, y después la Resonaron de nuevo los aplausos estruen-
su1te de El postor (tel. de Handel. obertura, ada- dosos.
gio, gavota, bourrée, m1nué pastorela y final, de Se escucharon un largo rato. El director se In-
Handel, arreglo del prop1o Beecham, [ qUien]to- clinaba una y otra vez lleno de emoc1ón, para
mó la batuta y empezó. agradecer estas muestras de admirac1ón muy me-
Aplausos cálidos, que hacían que él se Incli- reodas.
nara muchas veces para agradecer estas mues- Y d1eron las doce de la noche.
tras de s1ncera aprobación. Se 1n1ció el desfile a esta hora. En los pasillos,
Nunca habíamos escuchado una muestra más la concurrenoa comentaba el conoerto:
grande de entus1asmo en los conciertos de la Sin- - Ha s1do el meJor de la temporada.
fónica. Nunca... - Ese art1sta que la d1ng1ó es estupendo.
54
Llegamos al intermedio y la concurrenoa se - Por algo, t1ene el nombre que tiene.
fue a los pasillos a charlar y a fumar, las damas Dos damas hablaban de la ópera:
más que los caballeros... -¿Te gustó la Carmen de Bizet?
Entre las uñas sonrosadas por el barn1z, el o- - Muchís1mo.Yo qu1s1era que rep1t1eran aho-
gamllo JUega como algo 1nofens1vo... ra Lo ~auto mógtco, de Mozart.
Suben las esp1rales de humo azul. - Es casi seguro que la den y tal vez vuelvan
Y ellas m1ran coquetas y provocativas, lu- a repetirse las m1smas obras, porque el reperto-
oendo su graoa y su dona1re. En el salón bufet. rio no abarca más que esas onco.
había muchís1mas personas. Subían las escale- - Es lástima, la temporada a pesar de que ha
ras: Man Barquín, la reotadora con traJe estam- ten1do sus lunares. ha s1do magnífica.
pado y toca de fiores; Esterota del Castillo, que - Eso me pareoó.Ya verás cómo la otra tem-
vestía de negro. porada que nos den será perfecta. Date cuenta
Salvador Novo, el crít1co, que se había quita- de que nos estabamos desacostumbrando a estos
do los espejuelos. El licenc1ado Pérez Verdía y Bea- actos cutturales.
tnz de Pérez Verdía, que 1ba de negro; el doctor Sí, pero volvemos a tomarle gusto a lo bueno.
Laffora Judith Forgrave, que vestía de negro; Ar- - Yo creo, y lo repito, que volvemos a los
mando Valdés Peza, el p1ntor y la señora de Lo- t1empos del orden.
ridan, esposa del encargado de negocios de Bél- ·¡Loado sea D1os!
g,ca, con traJe largo, estampado, muy elegante; Recog1mos el abngo de pet1grís en el guarda-
señor Walter Londan, su esposo, y Manuel Ca- rropa. La noche estaba fresca y delioosa. No llo-
rrera Stampa;Adolfo Best, Maugard, Lu1s Cast1llo VIÓ en todo el día. En el oelo, las estrellas se aso-
Ledón y Amal1a Caballero de Castillo Ledón, con maban, brillantes y limpias.
traJe negro y oro. Recordamos que había baile en casa de Anl-
D1ego R1vera, el famoso p1ntor mex1cano de ta de Ramírez López y nos marchamos en bus-
reputación 1nternaoonal, charlaba en los pasillos. ca de un auto de ruleteo que nos llevara a las ca-
Junto a él 1ba Fnda, su esposa, luoendo el traJe lles de Nuevo León.
reg1onal de las tehuanas.
Hace pocos meses, D1ego R1vera se d1voroó Novedades, año 11, núm. 667, 27 de JUlio de 1941,
y acaba de casarse con la misma esposa, que es 2a sección, p. 2
70 '\NO . DE 1\\USICA EN EL PALACIO DE BELLAS ARTE
RECITALES D E PIANO
6 Muy ovac1onados fueron los reotalistas, tan-
to desde el punto de vista de su competencia
como e¡ecutantes, como por cuanto al valor mu-
Sical de sus composioones.
El m1ércoles 13, escuchamos una vez más a
cuatro de estos excelentes mús1cos, actuando al
1/, FJI\ORII
lado del Cuarteto Lener en la e¡ecuoón del Sep-
BRAJLOWSKY teto, op. 20 de Beethoven y el Octeto, op. 1 6 de
Su.. ... 11 Muttt 1t V,.,.,, U '--• n M.o a,, lt S. . . U
_ ~:':"00 Ol KUAS ~T(S • •
Schubert, s1endo 1nv1tado tamb1én para tomar
parte en este conoerto el em1nente contrabajis-
ta Gu1do Gallignani.
Puede considerarse este concierto como al-
•• ABONOS CONCIERTOS DANIEL LOPEZ H
go excepcional, pues pocas veces se tendrá opor-
t '""""''" O.n • A W..,. ~ e • 10 ._ O . t 1
H.<n 9 )O • 1 J H. y 19 • 19 Ht
tunidad de ver reunidos a tan eminentes ejecu-
tantes. Conoc1da ya la capac1dad de Jeno Lener
como conoenzudo y met1culoso director de con-
¡untos de cámara, resulta Innecesario hablar de
la exquisita prop1edad con que las dos bellís1mas
MÚSlCA DE CÁMARA. FOlClOR SlNFÓNlCO obras fueron e¡ecutadas.
Nabor Hurtado O¡alá y que Conoertos Daniel continúe por
largo t1empo patrocinando sesiones musicales de
tan alta cal1dad y que tanto benefioan a nuestro 55
La permanencia en Méx1co del Cuarteto Lener. desarrollo artíst1co.
cuyos Integrantes v1ven a nuestro lado un parén-
tesis en su vida de Incansables v1a¡eros, nos ha 11
proporcionado, grac1as a la laboriosidad de es- Para el déc1mo conoerto de su actual tempo-
tos nuestros gen1ales huéspedes, la oportunidad rada, la Orquesta Sinfónica de Méx1co anunció
de escuchar con relat1va frecuencia conCiertos un programa de mús1ca tradicional mexicana, In-
de mús1ca de cámara de la más alta calidad que cluyendo obras de Salvador Contreras, J. Pablo
puede amb1oonarse, y, en la últ1ma semana, no Moncayo, Bias Galindo, Lu1s Sandi, Carlos Chá-
sólo ellos nos bnndaron tan caro obsequio es- vez y dos arreglos de Candelaria Huízar (Piega-
p1ntual, s1no tamb1én un qu1nteto de v1ento In- na de P. Hernando Franco y M1sa de José Alda-
tegrado por instrumentistas y autores de la Liga na, correspondientes a los siglos XVI y XVIII,
de Compositores Amencanos, de quienes me respectivamente).
ocuparé en primer térm1no por razón cronoló- Sin d1scut1r Individualmente el valor musical
gica, ya que su rec1tal tuvo venficat1vo el lunes de cada una de las obras e¡ecutadas, debo con-
1 1, en Bellas Artes. fesar con toda Sinceridad que el programa en su
Nuestros v1srtantes son: Dav1d van Vactor (flau- con¡unto fue para mi una desilusión, y lo fue por-
tista),Aivln Etler (oboísta), Robert Me Bnde (cla- que tengo en alta estima a todos los autores que
nnetista), John R. Barrows (corn1sta) y Adolph en él figuraron y a quienes considero como po-
We1ss (fagotista). Su programa lo integraron con sitivos baluartes del mov1m1ento mus1cal mexica-
una obra de Bach (Prelud1o de fuga) y una pre- no, de este movimiento eminentemente revolu-
Ciosa suite en que cada uno de sus cinco trozos Cionano, demoledor de vie¡os cánones y fincador
fue compuesto por cada uno de los cinco ejecu- de la música mexicana definitiva, la que espera-
tantes. Con tal antecedente, fáol es comprender mos y que ellos mismos han anunciado como
que la obra es en su con¡unto muy sugestiva, pues profetas de un supremo bien.
s1endo como son los onco compositores exce- ¿Por qué me pareoeron tím1dos en las com-
lentes solistas, claro está que en la suite los Ins- posiciones que de ellos ahora escuchamos? ¿Qué
trumentos están tratados con todo rigor. exigién- faltó en ellas para arrebatarnos de entusiasmo?
dose les cuanto son susceptibles de dar. sm Diré lo que pienso al respecto.
1mportar para ello los escollos que las dificulta- A excepoón hecha de Los cuatro soles, de
des técn1cas suponen y que en realidad no exis- Chávez, tanto el Huapango, como los Sones, co-
ten para tan excelentes 1nstrument1stas. Hay ade- mo Norte, carecen en general de orig1nal1dad
más en su composioón la revelación de autores y nos dan la impresión de que sus autores se
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poco cuando la personalidad del autor que lo
trata se impone bravía, desafiante, dispuesta a
apoyar sobre el dicho dato nuevos conceptos,
desarrollos imprevistos, pero en lo que se tocó
56
en el concierto que nos ocupa, no hay nada del CURSO SOBRE BEETHOVEN
autor, no hay sino el tema escueto del son, el hua- Jorge Santana
pango o la melodía indígena instrumentados pa-
ra orquesta Sinfónica, conv1rt1endo a ésta en una La breve temporada de conoertos que auspicia
gran guitarra en detrimento de todo su valor y la Sooedad Musical Daniel, y que pone bajo la
todos sus recursos. competente batuta del temperamental Erich Klei-
Cuando alguna vez hablé con entusiasmo de ber a los elementos habrtuales de la Orquesta Sin-
la HP de Carlos Chávez, especialmente de su san- fónica de México - puesto que no hay otros- pa-
dunga y su huapango, hice hincapié en el maravi- ra dar, fuera de su acostumbrada temporada
lloso acierto que tuvo el autor al dar la perfecta sinfónica, ocasión de disfrute musical a nuestro
sensación de la sandunga con algo que no es au- entusiasta público, equ 1vale a una elegante lec-
ténticamente la sandunga. En este caso, el proce- ción clásica o curso de seminario sobre Beetho-
dimiento empleado se funde con el dato folclón- ven. Las nueve s1nfonías del maestro, más el Ré-
co y resuttan dos cosas: personalidad y carácter en quiem de Mozart. integran exclusivamente el
una sola expres1ón. Algo de esto cons1gue Alfon- programa de esta temporada selecta en que el
so de Elías en sus Brmguendas de plata y mucho director de la Ópera y de la Filarmónica de Ber-
de esto han logrado Galindo, Sandi, Contreras y lín, así como de la de Viena, nos brinda su arte y
Moncayo en otras composiciones, por lo cual no comunica sus enseñanzas a los miembros de la
le pedimos peras al olmo, s1no talent o a quien lo orquesta.
t1ene. Para los que hemos conocido íntimamente El empeño parece tan heroico como noble,
el folclor mus1cal Indígena o mestizo de nuestro y tan alto como oportuno. Los catorce años con-
país, así como las posibilidades de los autores que secut ivos que la O rquesta Sinfónica de México
ahora nos ocupan, el conoerto de la OSN de mú- lleva de 1nsistir en la educac1ón mus1cal en Mé-
SICa tradicional mex1cana nos resultó un concier- XIco; las surtidas, necesanam ente heterogéneas,
to folclórico y nada más. dietas que para ser verdaderamente educativas
Los arreglos de Huízar, muy bellos: pero des- e Integrales han compuesto sus programas, co-
de el punto de vista de nuestra música tradicional menzaron por la dura tarea de demostrar que
solamente tienen trascendencia en el terreno fuera de las espeCialidades limitadas del maestro
religioso. Carrillo, el mundo de la música era vasto, rico y
diverso, y que bien se podía prescindir durante
El Naoonal, 2a época, año XIII, núm. 4437, 17 de el kindergarden de las obras de altos estudios.
agosto de 1941, pp. 4-3. Así, Carlos Chávez empezó por escandalizar, para
70 AÑO DE MU ICA EN EL PALAC I O DE HELLA5 ARTE~
acabar por complacer a un público que era en- recen para ennquecer las Inconfundibles tonali-
tonces corto y monótono, y que acabó por ser dades beethovenianas de su rotunda expresión.
amplio y conocedor. Llegó el momento maduro Frescura, opt1m1smo, elegancia, son las tres impre-
para el disfrute competente de los clásicos, y la siones más vivas de esta obra raras veces oída
Orquesta Sinfón1ca fue dándoles su incompetl- en México [ .. .].A su conclusión, cuando el allegro
ble lugar en sus programas. La presencia ahora molto v1vace cierra el caudal de armonías que ele-
del especialista Kleiber al frente de esa entrena- va desde el primer momento el espíritu del au-
da, trabaJada orquesta, y frente tamb1én a un pú- ditorio, una ovación cerrada entregó al director
blico ya con ejercitado oído y espíritu en las más el férvido homenaje de un público de antemano
d1versas reg1ones de la expres1ón musical, cons- convencido de sus dotes extraordinanas.
tituye, pues, por su éx1to un doble y halagador La Ero1ca dio mejores y mayores ocasiones
tnunfo de la Orquesta S1nfónica de México, de de comparar la labor de Kleiber frente la or-
su devoto públ1co hoy maduro para Beethoven questa con la de los directores que han evoca-
y. no es siquiera necesario decirlo, para el admi- do con ella al Beethoven más impresionante de
rable Erich Kle1ber. los nueve. Rica en matices y en acentos, en fuer-
A conciertos tan exclusivos y concretos co- tes y en pianísimos, la Ero1ca exige de orques-
mo el del v1ernes pasado, en que escuchamos la ta y de director la mayor inspirada disciplina y
Pnmera stnfonía y la Erotca, el público ya sabe que el más fino sent1do sinfónico. Obra de prueba,
tiene que acudir preparado a las más depuradas de ella salió airosa la orquesta. y el público, aún
emociones estéticas. La amplia sala del Bellas Ar- más que en la anterior, entusiasmado con el di-
tes, totalmente llena, carecía, en general, del as- rector que supo conduc1rla con brillantez y con
pecto de gran so~rée de diletantes que asume du- pathos.
rante las temporadas veraniegas de la OSM. Era Y cuando el gran director estrechó vanas ve-
el mismo público, pero como transfigurado por ces, con efusión, la mano de Higinio Ruvalcaba,
el rito de alta cultura que se enorgullecía de ir a acariciamos la íntima satisfacción de haber visto 57
cumplir, y la ovación de saludo con que recibió a en aquel saludo simbólico de la orquesta y su di-
un maestro, a quien no había aún visto ni oído rector, el saludo de la cultura musical mexicana
dirigir, era una buena prueba y una señal de que al universal maestro, que en la hora de mayor an-
justipreciaba de antemano sus méritos. gustia espiritual, nos transporta a las cimas clási-
Los críticos han señalado la circunstancia de cas y nos revela sus bellezas inmarcesibles.
que a pesar de ser la Pnmera el punto juvenil de
arranque de las nueve sinfonías del maestro, ape- Excélsior, año XXVI, núm. 8035, 1O de febrero de
nas s1 las Influencias de Hayden y de Mozart apa- 1942, 2a sección, p. S.
~ ···································································~~~--~
Y.J • • al& a • • • • va ...,. .
)ose Yves Umonrour
70 '\ N 1 V E R \ R 1 O D F l P A L A C 1 O D E B E L L i\ S A R T E S
sincero no cuentan los éx1tos populacheros ni las mendó a Stokowsky d1ng1r esas obras en que
op1n1ones de gentes Interesadas. El cumplimien- fuera de su elegante actitud y de sus manos ma-
to de su deber estnba en produCirse con lealtad ravillosas, no luc1ó nada más? Sea de ello lo que
a sí mismo, exponiendo en todo caso su ínt1mo fuere quedamos defraudados [...]
sent1r.
Así, pues, hemos de deor desde luego que es- El Naoonal, 2a época, año XV, núm. 5147, 3 de
tuvimos de malas en esta v1srta de Stokowsky. To- agosto de 194 3, pp. 3-4.
dos esperábamos (y no por esnob1smo) un pro-
grama novedoso y bello, pensábamos que se
r-
Cortele,o de Rlcordo aprovecharía al gran director para damos a cono-
Odnoposoff
cer algunas de sus me¡ores interpretaCiones. Des-
graCiadamente no fue así, y la actuaoón del espe-
AsMUSICALI
LOPEZ NUM. 34.
DANIEL BEUAS liTES
Sto. lduo, Pub.
rado gran polaco fue un verdadero desaoerto. MEXICO, D. F.
En primer lugar figuraron Sones de manach1, "INSTITUCION MUSICAL ABSOLUTAMENlE NO LUCRAnVA"
de Bias Galindo.Ya alguna vez nos ocupamos de
PROXIMO VIERNES 17 DE DICIEMBRE, 21 horu (t p. m.)
esta composiCIÓn y diJimos que nos parece una Primer concierto del •iolinill& nuo de fama mundial
instrumentaciÓn S1nfón1ca de los autént1cos so- RICARDO ODHOPOSOFF
nes de manach1, y nada más, con la desventa¡a de Oraaniudo por el Com1té de Ayuda a RUSIA EN CUERRA
que el colorido típ1co se p1erde. Y s1 en realidad Proarama: fruck, Sonata tn La Ma,or. CLAZOUNOW, Coacierto tn La Menor.
Obru de RIMSKY·KORSAKOW, STRA WINSKY, WIENIA WSKI, ACHRRON·
es preferible el manach1 auténtiCO con tra¡e de AUER, FAIRCHILD Y SZYMANOWSKI. ~
Al pi&ao: Prof. CARL ALWIN Bolttoe en ti Tutro ~
charro que este vest1do de arlequín o de paya-
-Ül
so, 1magínese el lector lo que resultaría de este
manach1 de segunda mano d1ng1do por un señor
polaco que no conoce los mariachis ni siqu1era
60 en el proletano Tenampa. ¿Puede haber; pregun-
tamos, deb1da interpretación en tales condicio- MÉXlCO DEBE DAR LAS GRAClAS AL
nes? ¿Puede haber colondo y "sabor" de lo nues- MAESTRO ERlCH KLElBER
tro cuando se le desconoce y n1 siqu1era se le ha
ensayado convenientemente? ¿Puede haber luCI- Méx1co debe dar las graoas al maestro Ench KleJ-
do el señor Stokowsky d1ng1endo algo para él ber por haberle hecho el obsequ1o de presentar
completamente desconoc1do y exót1co? ¿Qué en sus conciertos del Bellas Artes composiCIO-
suerte corneron nuestros sones de manach1 en nes de Silvestre Revueltas.
tales orcunstanoas? Revueltas, que a pesar de su temprana muer-
En segundo lugar figuró en el programa la Sm- te ha de¡ado gran número de obras, es conside-
fonía de Antígona de Carlos Chávez. Para esta obra, rado como uno de los más 1nsp1rados y gen1ales
una de las me¡ores de su autor y de la que tam- compositores de hoy. Su mús1ca se caractenza
bién nos hemos ocupado con todo el encom1o por su onginal y fuerte color orquestal, por sus VI-
de que es d1gna, no era necesano que viniera Sto- vos contrastes de v1gor extraordinano y por sus
kowsky, pues a deor verdad, nos gusta más, mu- comb1naoones rítm1cas y melodías de una fres-
cho más ding1da por su autor [...] Hub1era resul- ca 1nsp1raoón. Cuando una obra de arte contie-
tado más, mucho más bello cualquiera de los ne belleza y brota de lo ínt1mo de una alma gran-
famosos arreglos que Stokowsky ha hecho de de, entonces queda un recuerdo tmperecedero
obras de Bach y de otros autores y que ha lleva- de ese momento que se ha gustado y se qu1ere
do con éx1to 1nd1scutible a la orquesta s1nfón1ca. volver a saborear. Esto pasa con la mús1ca de Re-
En tercer lugar se tocó la Sépuma smfonía del vueltas. Son tan frescas, tan nobles sus melodías,
¡oven compos1tor sov1ét1co D1m1tn Shostakov1ch brotaron de su pluma con una espontaneidad
que dígase de ella lo que se diga, y bórdense en tal como brota el agua de una fuente. Además,
torno de ella todas las leyendas hero1cas que se su mús1ca es mex1cana por excelencia. Qu1en co-
qu1era, es larga, muy larga, pesada y cansadís1ma. nozca a Méx1co con su esplendorosa belleza bra-
Es la prolongación 1ndolente del aburnm1ento. vía y suave al m1smo t1empo; sus c1elos ún1cos,
Muy dist1nta por oerto, de la Qwnta, por e¡em- de sorprendentes atardeceres; sus m1stenos an-
plo, del m1smo autor. cestrales, su melancolía serena; y o1ga una obra
Este rotundo desaoerto nos hace preguntar- de Revueltas, presentada anón imamente, d1rá:
nos: ¿por qué no se h1oeron así las cosas? ¿Pudo "Ésta es mús1ca de un mex1cano. es el alma de
Stokowsky escoger estas obras de motu propno Méx1co".
y s1n 1nfluenc1a extraña para su ún1co programa La mús1ca de Silvestre Revuettas subyuga y de-
en esta temporada? ¿Qu1én y con qué fin reco- ¡a una 1mpres1ón tan fuerte de nostálgiCa belleza
7 0 ,\ N l) S l l f\ \ U S l ' A l N l l P \ l \ C 1 O 1) 1 1\ l l 1 \ S AR1l
Languideciendo
Nuestra orquesta está tnste, ¿qué tendrá nues-
tra orquesta? ¿Es que nos acercamos al fin? La
temporada langu1dece a o¡os v1stas y solo la ln-
tervenoón b1enhechora de Claud1o Arrau, a ma-
nera de completo sol pnmaveral, ha ven1do a dar
Cierto calor y bnllo a un organ1smo que de tra-
zas de hallarse próx1mo a la agonía.
Fatiga
Y no se crea que agon1za porque por sus ve-
nas no corre sangre ¡oven. sino que lo que pa-
rece acontecer es que el méd1co de cabece-
ra se halla exhausto, fat1gado, no puede más y
en este su agotamiento ha ped1do "una mani-
ta" a segundas manos, hab1endo puesto a la
enferma ba¡o los cu1dados de un d1scípulo su-
yo. que aunque hace lo que puede. mucho no
basta con su buen deseo para rean1mar una
vida que se va... ise va!. .. y cómo no, la verdad
es que no hay derecho a que se vaya! 61
a qu1en la ha escuchado, que no la olv1da jamás.
Pero no porque sea fáol su retención, sino por- Crisis
que es grande la 1mpres1ón que produce. Los Pat- El médrco de cabecera de la OSM reciente-
sajes (ong1nalmente t1tulada por su autor Múst- mente, y sm que nad1e le preguntase, tuvo a
ca para charlar). compuestos para una película b1en hacer públicas declaraciones en el senti-
trtulada Ferrocarnl de Baja Caltfornta, fueron arre- do de que no era verdad que ex1stiera cris1s
glados muy felizmente en forma de poema s1n- musical en nuestro med1o. Claro, como que
fón1co por el maestro Ench Kle1ber y cont1enen donde ha aparec1do la cns1s no es en el me-
todas las cualidades del compositor de que ya dio, ¡sino en la enferma!
hemos hablado. Sólo diré que todos deseamos
volver a oír esta obra, y es el me¡or elog1o que Ambiente
de ella se puede hacer: Naturalmente que todos comprendimos lo que
El público que llenaba el Palaoo de Bellas Ar- se ocultaba tras aquello. No se trataba s1no de una
tes con su melodía obses1onante, cuyo tema apa- p1adosa (?) mentira propalada a los cuatro v1entos
rece tres veces en el poema, su p1ntura clara del para ver; s1 por refle¡o. llegaba a la enferma y la rea-
pa1sa¡e mex1cano, de caravanas campes1nas que van nimaba un tanto, no fuese a resentir el camb1o de
a sus traba¡os ... Había detalles de orquestaoón su- clima que se ha operado en el ambiente, lo que
mamente felices que daban la 1mpres1ón de la are- podna preoprtarla a un fin más o menos próxmo.
na que se desborda, del ritmo de los tractores... Cuest1ón de táct1ca.
El maestro Kle1ber d1ng1ó la obra magistral-
mente, haoendo resaltar cada detalle que mere- Transfusión
cía un relieve. Lástima que Kleiber nos dé una tan Mas como no bastaron sólo las palabras. hubo
corta temporada de conoertos. neces1dad de recurnr a med1da curativa más au-
¿No oíremos más mús1ca de Revueltas? téntica y en efecto se recurnó a la transfusiÓn,
El resto del programa, compuesto de obras como últ1mo extremo, hab1endo tocado en suer-
de Mozart Wagner y Beethoven, fue otro alarde te a Claud1o Arrau ser el donador del líqu1do VI-
de maestna. como s1empre. de Ench Kle1ber y tal. gracias al cual rean1móse un tanto la enferma,
unos momentos de emooón para el público. que logrando mantenerse todavía en p1e.
quedaran para srempre en su recuerdo.
Prueba
Excelstor, año XXVIII, núm. 9718, S de marzo de Una prueba de lo dicho la tuvmos con motivo del
1944, 2a secCIÓn, p. 2. déomosexto conoerto en el que por pnncipio de
70 A N 1 V E R. '\ R 1 O D E l P A l A C 1 O D E B E L L A J\ R TE
cuentas se nos s1rv1ó la obertura de Oberon de realizada por Claud10 Arrau que, lo repetimos,
Weber, obra que por sí sola se defiende pero que fue estupenda.
en manos del ayudante señor Moncayo, como
en las "partidas" de t1erra caliente, apenitas si d1o Regateo
color: ¿Después?... Pues lo de costumbre, lo de Slem-
pre:"hacer caravana con sombrero aJeno", o sea,
Moncayo pretender compartir o, por meJOr deor, regatear
Pero lo que sí pudo ser trág1co, de no resultar el aplauso prodigado al solista, dando con ello
cóm1co en el fondo, fue haber confiado nada me- muestras de una ét1ca de tal manera espeoal, tan
nos que El pájaro de fuego. de Strav1nsky a las pro- rara, como para sent1r calofríos y desmayos, de
pias e Inexpertas manos de Moncayo. ¡Pobre mu- esos provocados por el brusco camb1o de tem-
chacho, que lío se h1zo con ese páJaro! peraturas extremas.
Delirio Definitivo
Bueno, aquello fue realmente el dellno: entradas Pero, para no expenmentar n1 lo uno n1 lo otro,
de las que nadie h1zo caso; matices que nadie eje- prefenmos abandonar la sala, lo antes pos1ble,
cutó; ademanes enérg1cos (s1c) para marcar acen- acanoando avaramente, allá en lo más ínt1mo de
tos suaves y, por contraste, acentuaoones fuer- nuestro ser, la emooón grandiosa, la ún1ca emo-
tes, que la orquesta realizó s1n que le fuesen oón de la noche: ese Conoerto en Re, de Brahms,
pedidas, tan sólo porque están en el papel, y con por Claudia Arrau [ ...]
o s1n director, son cosas que la prop1a orquesta
hace por r ut1na. El Naoonal, 2a época, año XVI, núm. 5549, 1O de
septiembre de 1944, pp. 3-4.
Ave
62 Total, que aquello que debió ser una especie de
ave del paraíso, n1 a pájaro llegó: apen1tas s1 rea-
liZÓ una semblanza con una modestísima ave de FESTIVAL BEEll-lOVEN DEL CUARTETO ROTI-l
corral común y comente por lo demás, hablen-
do llegado a tener dudas sobre SI no sería esa la Buscando descanso para el án1mo en tens1ón y
gallina del célebre cuento de Morón, de la que un poco de recreo para el cerebro exhausto ya
se cuenta que "¡salló s1n plumas y cacareando!" a la media semana de monótona, a la vez que
Intensa labor, llegamos, como la mayoría del pú-
Éxito blico, a escuchar al Cuarteto Roth, en su segun-
Como apuntásemos antenormente, la hora de do conoerto. Se 1n1oó en él un fest1val Beetho-
la transfus1ón llegó, y Arrau, con esa maravillosa ven, de gran mterés, y como en el pnmer
comprens1ón mus1cal , con el estupendo acervo concierto, había en la sala entusiasmo y grata
de recursos de toda índole que como p1an1sta cordialidad.
posee, y con la rica dinámica que todo mundo Son conoc1dos los cuatro grandes maes-
le reconoce, puestos todos estos elementos en tros de la mús1ca de cámara que nos VISitan,
JUego y al serv1c1o de "su" vers1ón del Conoerto por su extenso domm1o del estilo beethove-
en Re menor, de Brahms, d1eron, como no podía nlano. El temperamento de todos ellos, ongl-
menos de ser, un éx1to clamoroso, tal y como nanos de la reg1ón de Europa que llenó de mú-
corresponde a los merec1m1entos y a la perso- Sica nuestro mundo occ1dental. comprende
nalidad cada vez más encumbrada de tan estu- ampliamente los 1mpulsos poderosos y la ex-
pendo art1sta. presión de ternura profunda, d1st1nt1vos de las
obras del gen1o de Bonn, desde la pnmera has-
A pesar ta la última.
Que la orquesta, esta vez gu1ada por su méd1co La mús1ca de Beethoven para cuarteto de
de cabecera, se adelantara unas veces, como su- cuerda 1ncluye, como es b1en sab1do, producCio-
cedió v.gr., eJecutadas apenas las pnmeras pági- nes de 1nmensa altura en cuanto a la 1dea y de
nas de la obra, o que oertos acordes finales re- una realizaciÓn, como obras de arte, que no ha
sultasen retrasados en su ejecuoón con relac1ón s1do superada todavía. En el conoerto del miér-
a los del solista, de tal suerte que los de éste pa- coles, el cuarteto nos h1zo sent1r Inmediatamen-
reoeran apoyaturas de los de la orquesta, todo te esa sonondad, ese colando part1cular de las
ello y otras cos1tas más que observamos, pero obras de Beethoven, las de cámara como las sin-
sobre las que deseamos guardar prudente silen- fónicas, o las vocales, menos conoodas, que 1nd1-
CIO, no restaron ménto n1 luom1ento a la labor ca al oyente atento, aunque no sea mús1co. las
70 ANO S DE MU I C A EN E L PA L AC I O DE B E LL AS ART ES
notables transformaciones que llevó a cabo Beet- Excéls1or, año XXIX, núm. 10075, 1o de marzo de
hoven en el uso del sonido como medio de ex- 1945, 33 sección, p. 4.
presión artíst1ca.
La transición del primer cuarteto que toca-
ron los Roth, op. 18 en Do menor; al segundo, op.
59 en Mi menor; fue algo exquisitamente convin- NOVENO PROGRAMA
cente. Antonio Ugarrichea
En el primero, los elementos de la obra tie-
nen un parentesco, una similitud, con los de Haydn Una entrada floja - quizás debida al cambio del
o Mozart. pero son ya beethoven1anos puesto director anunoado, pues en lugar de Chávez em-
que no pueden confundirse. En este cuarteto bri- puñó la batuta Moncayo-, y el retraso de un buen
lla el deseo de expresar la tristeza dolorosa de pico. fueron causa de que el pnmer número
una juventud llena de responsabilidades como del programa presentado el viernes 1 3 por la
fue la de Beethoven, y a la vez una vivacidad rien- Orquesta Sinfónica de México en Bellas Artes,
te e ingeniosa propia de los pocos años, sumán- diera comienzo con una minoría de espectado-
dose a todo ello el propósito de hacer algo ori- res. A ello también puede atribuirse la frialdad del
ginal dentro del cuarteto, la forma en la que sus aplauso con que fue acogida la Zarabanda, de
antecesores habían llegado al grado máximo de Chávez, pese a la fidelidad con que la orquesta la
perfección, según sus mismos contemporáneos. ejecutó: amplio y generoso el tema cantable; las
Que Beethoven logró por completo realizar infaltables disonancias del moderno acompaña-
este propósito nos lo hicieron sentir anteanoche miento, que se alternan luego con la propia me-
los pnmeros compases del Cuarteto en M1 me- lodía; el estrechamiento del tema a una insinua-
nor, sensación que dio lugar a un sentimiento pro- ción de religioso, que se hace francamente
fundo y a una verdadera delectación en el admi- relig1oso al final. Pero es que, con todo, falta algo;
rable molto adagio de la obra, impregnada de lo Inspiración en la partitura original y sentimiento 63
que había de ser el Romanticismo. en la interpretación.
No sabía el numeroso y devoto público del Siguió el precioso cuento orquestal para ni-
miércoles a quién de los soberbios instrumentis- ños Pedro y el lobo, de Prokofief, obra gustadísi-
tas que son Feri Roth, Joseph Smilovitz, Sandor ma en nuestro medio por sus delicadezas de In-
Roth o lmre Hartman, a quién dar el crédito al- tención y aparente puerilidad programática. Es
tísimo que mereció la interpretación conmove- casi 1nútil, pues, señalar la pobreza de elocuencia
dora del Cuarteto en M1 menor, tan excelente la- con que fue ejecutada el viernes. Por lo que ha-
bor de conjunto habla con toda claridad por estos ce a la relaoón, y pese a lo escabroso de las bue-
artistas. El suave suceder del adagio del que ha- nas memorias. no podemos. por menos, que re-
blábamos, al allegretto y al movidísimo presto fi- cordar la superior actuación de Carlos Pellicer;
nal, transparente y patético, se realizó dentro de por lo que Ángel Salas no pudo satisfacernos.'(,
un acuerdo que constituye eJemplo de disciplina entre paréntesis, ¿cómo pudo el lobo tragarse al
artística y musical. pato de una "tarascada"? Creemos que se pue-
Después del Intermedio, durante el cual se de tragar de un solo trago, de un solo bocado,
comentaron en todas las pláticas las finas eje- aun de un solo golpe: de "tarascada", o mordida,
cuciones anteriores, escuchamos al Cuarteto no se traga nada.
Roth una de las obras gigantescas de Ludwig Dejémonos de digresiones léxicas, por perti-
van Beethoven. Obra que ha trascendido los nentes que sean, y volvamos ahora al tercer nú-
años y que ha de trascender los siglos. reminis- mero del programa: la Smfometta, del propio Mon-
cente, como dice Chantavoine, del espíritu de cayo. Se trata de un breve trabaJO con tema de
G luck - aunque no en la forma- y predeceso- danza mexicana pero con tratamiento de sabor
ra de Schumann - Smfonía en Do- y del Tnstán, estadounidense, que culmina en la exposición del
de Wagner: corno y su repetición en las cuerdas, para diluir-
Su vigor rítmico, las imprevistas relaciones to- se en un motivo procesional, que crece hasta rei-
nales que en él busca y encuentra el genio de niciar el tratamiento del primer tema y ampliar-
Beethoven y que le dan esa penetrante angus- lo en la coda. Pese a su sencillez, hay originalidad
tia que provoca lágrimas, alternada de paz indes- de concepción; lamentamos solamente que no
criptible en las magistrales resoluciones, sus siem- se haya logrado dar el paso que media entre lo
pre hermosas proporciones, enormes y fuertes, mediocre y lo genial. Es de sent1rse, además, que
el contenido musical rico y denso. tan difícil de el propio autor no agote las posibilidades de matiz
comprender; nos fue entregado con arte admi- de sus creaciones; pero esto, como quiera, es de-
rable por el Cuarteto Roth. fecto que en Moncayo no está en mala compañía:
70 A N 1 V E R. A R 1O O E L P A L A C 1O O E B E L L A ) A RT E
encerlo". La mayor parte de los audrtores qure- sos. como en aquellos. la músrca de Hrndemrth
ren que el arte venga a arrebatarles de sus lune- trene tan altas cualrdades que srrven, por lo pron-
tas como un vendaval; o, como Baudelawe decía, to, para rnclrnar las voluntades mas remisas hacra
como "un ruffian rerrassanl so ma1tresse" Y. JUsta- la actrtud drnámrca a que antes me refería. El pla-
mente, el arte actual rehúye estos métodos vio- cer que con ello saca el audrtor se eleva ante la
lentos de conqursta. Nada de cnmenes pasrona- comprobacrón de que está escuchando una mú-
les. Sr doña Leonor no lo qurere, el se queda tan srca de pnmer orden, por un compositor de pn-
contento. Es doña Leonor quren prerde mas. mera fila entre los que la rntegran en la actualr-
El concrerto pasado de la OSM fue la meJor dad que. al fin y al cabo. apenas llegan a la docena.
rntroduccrón para las avanzadas de la músrca ac- Hrndemrth es un hombre en plena fuerza.Aca-
tual que representan Hrndemrth, Mrlhaud y Stra- ba de cumplir crncuenta años y su actrvrdad co-
vrnsky. Después del Conoerto de Chávez y de la mo profesor; en Estados Unrdos, y como compo-
Smfonía núm 5 de Prokofief. el audrtor ha hecho srtor; está en su plenrtud. Su produccrón, que es
el suficrente e¡ercrcro de atencrón para compren- abundantísrma, comrenza en su pnmera JUVentud;
der lo que esos musrcos van a ofrecerle. Paul Hrn- y. como empezó en un tono vrbrante y leJOS de
demrth y Danus Mrlhaud están ya en Méxrco.Tan las actrtudes conformrstas, fue fácrl ver 1pso facto
distantes como estan ambos en sus artes respec- en él, al rndrspensable "revolucronano". Determr-
tivos no lo están en sus personas. y es fácrl en- nados aspectos de su arte pudreron pasar hace
contrarlos por ahr platrcando anrmadamente, por- unos años por esa fase; pero, en todo caso, Hrn-
que cada cual trene mucho que contar de sus demrth es el revolucronano que ha dado la vuel-
últrmas expenencras, tras de vernte o verntrcrnco ta. Así está más seguro de sí mrsmo. y lo que dice
o más años de amrstad. Nrnguno de esos músr- y hace no está ya en las zonas de la expenmen-
cos. desde la leJana Rusra a la próxrma Calrfomra, tacrón, srno en las de la segundad del pensamren-
habla en sustancra un rdroma nuevo. Lo nuevo en to y del oficro. Es fácrl drvrdir su obra caudalosa en
su lenguaJe musrcal no es, en ngor y en muchos dos penodos. Sería todavía imprudente hablar de 65
casos, srno la ongrnalldad o lo rnsólrto de sus mo- un tercero. Cuando se presente, creo que vendrá
drsmos. Cuestrón de estrlo. más que de sustancra por el camrno que comenzó el segundo, que es
radrcal; con lo que el esfuerzo para comprender- el de la clandad. el equilibno; la rdea. profunda o
los no es, después de todo, un "más" en el esfuer- no, drcha con calma y buen andar; srn gran preo-
zo. srno un "menos" en la pereza. Mrentras el au- cupacrón por la bnllantez elocuente nr por un co-
drtor no se convenza de que debe asrstrr a un londo abigarrado. Solidez y seguridad, de prefe-
concrerto en una actitud actrva de mente y de sen- rencra a un extenor de fáciles atractrvos.
sibilidad, no le será fácrl romper aquella cáscara.
porque, en realidad, quren lleva la cáscara es él. Novedades, año XI, núm. 2363, 12 de junro de
Convrene que la deje en casa, con sus discos. y que 1946, pp. 4, 13.
vaya al concrerto a escuchar la músrca vrva, para lo
cual resulta rnadecuada una atencrón muerta.
Paul Hrndemrth es un músrco profundamen- RECREO DEL ESPlRlTU
te alemán. Para las expenencras antenores del au- Carlos González Peña
drtor; el rdroma en que se expresa no trene nada
de abstruso. Pero como ha evrtado, desde sus pn- Y. a todo esto -porque, por íntrma y absorta com-
meras obras. el empleo de las frases hechas del placencra, no habíamos extenonzado hasta aho-
rdroma musrcal germánrco y el lector me entren- ra nuestra propra rmpresrón-, la Orquesta Srnfó-
de- es logrco que cuando el audrtor que busca nica de Méxrco contrnúa desarrollando la
en él el asrdero de Brahms, o de Mahler, o de espléndrda, bnllantísima temporada con que este
Strauss, por no hablar de los más vreJOS, no lo en- año nos delerta.
cuentre. Hlndemrth no trene más asrderos en su Drez semanas han corrido. Diez semanas de
músrca que los que su propra personalidad ofre- deslumbramrento musrcal, de recreo del espín-
ce. unas veces un poco más clara, más abrerta al tu. Seguramente no encontr aremos, no habre-
auditor; como en Mat.h1s der Moler, o en la surte mos encontrado en Méxrco, otro semeJante des-
del ballet NoblfiSSima V1s1one y. en general en sus de hace mucho trempo. Se trata del máxrmo
obras de orquesta que llevan un título; mrentras espectaculo artrstrco que aquí vemos. Un espec-
que resulta más drficrl en sus obras de cámara y taculo no rmprovrsado, no comercral; antes bren,
en todas aquellas donde su lenguaJe se concen- curdadosamente preparado en su conJunto y en
tra, se hace más concrso, más apretado de expre- sus pormenores; organrzado no en vrsta del ne-
srón, específicamente musrcal. no patétrca, en un gocro, nr con apremro de ganancra. srno prose-
crecrente esfuerzo de abstraccrón. En estos ca- gurdo en pos de un rdeal de suprema nobleza:
70 \ N 1 V E R \ R 1 O D l L P A L A C 1 O D E B E L L J\ AR f l
Cart ra d la
Or~u o ~ n(ón a de
M x o sol roAngrtca
Morales
DIRECTOR:
VIERNES 17
a las 21 horas PRIMER CONCIERTO
DOMtNGO 19
a láa 11.15 Ha. Preludio y Muerte de Amor de Tris-
tán e lsoldo . ............... WAGNER o •
d1fund1r la cultura artíst1ca en su forma qu1zá Durante las aud1oones efectuadas, nuestras
más esp1ntual. 1mpres1ones han s1do gratas y vanas. No sería fá-
Esp1ntualidad. A eso. en efecto, trascienden ol resum1rlas.
los conoertos de la S1nfón1ca. Son como un oa- En el pnmer programa h1oeron acto de pre-
SIS en el enal. Hablan directamente a nuestro es- senoa Beethoven, Wagner; Stravmsky. ¡Hermosa
píntu. Lo halagan, lo hech1zan, lo nutren.'(. por lo 1dea la de util1zar como 1n1oal capitular de este li-
m1smo, cada año los aguardamos con lmpaoen- bro de emooón la 1nmortal pág1na del preludio
66 oa. D1ríase que cada año se d1v1de en dos partes: y muerte de amor de Tnstán e /solda! El arran-
la que ocupan los conciertos; la que nos pasamos que era, así, de pasión. Se robusteciÓ, se equ11ibró
s1n conoertos. en segu1da con la Qwnta smfonía. Cobró alientos
Y esta div1s1ón, que está muy lejos de ser atra- y se perd1ó en la selva de la fantasía con El pája-
billana. 1mplíotamente la corrobora la lmpaoen- ro de fuego.Todo ello s1n contar que, en ese con-
oa del público, su anhelo de que la temporada oerto, púsose de relieve el arte consumado de
llegue. Este año era v1s1ble d1cha 1mpaoenoa; lu- una gran p1an1sta nuestra: Angélica Morales.
oeron las taqu1llas, la noche de la 1nauguraoón, A poco, en el segundo concierto, surg1ó el pn-
el consab1do cartelillo:"Agotadas las localidades". mer estreno. Por pnmera vez se tocaba en Mé-
Después, v1ernes a v1ernes y dom1ngo a domin- XICO mús1ca de Mahler: la Smfonía núm. 1, en Re
go, la sala rebosa. mayor. De gran reoedumbre se nos anto¡ó el SI-
D1gno de anotarse es ello. La S1nfón1ca ha lo- guiente. Una obra para llenarlo todo. ¡Y qué obra:
grado lo que constrtuía el ob¡eto pnmordial de su la M1sa Solemne, tamb1én en Re mayor; de Beet-
ex1stenoa: formar un públ1co. Ya puede afirmarse hoven! Creeríamos sent1r; al escucharla, ma¡estad
que éste llega a multrtud rendida y apasionada. Hay de v1ento en las cumbres. El gen1o, en toda su mag-
en Méx1co un público mus1cal, un público que go- nitud, presente. ¡Y qué e¡ecuoón magnífica con el
za con la mús1ca. que p1ensa en la mús1ca, que la Coro del Conservatono! D1ngía Lu1s Sand1.
aguarda, que la bebe, que la discute; un público cul- Al volver a ocupar el pod1o orquestal en el
to, de enorme senslb11idad, de autént:Jco buen gusto. cuarto conoerto, Carlos Chávez Interpretó, cas1
La dilatada tarea, que ya suma años, vese co- de manera exclus1va, mús1ca de Prokofief. uno de
ronada por lo que fue su asp1rac1ón empeñosa. los compositores rusos que aquí más gustan: la
Esa muchedumbre que concurre al Palac1o de ya conooda Smfonía clás1ca. op. 25, tan serena, de
Bellas Artes se ha ven1do adensando, ha 1do cre- perfiles tan puros, y la Smfonía núm.S, op. 1OO. lle-
oendo. No todo han de ser toros.Tamb1én aquí na de sent1do moderno. El Conoerto para p1ano
la gente perdura en el uso de sus m1smo asien- y orquesta del prop1o maestro Chávez. que hace
tos. Temporada por temporada vemos, en tal o tres años estrenó Claud1o Arrau, estuvo ahora
cual lugar; las m1smas caras. Nad1e se ha marcha- confiado a un ¡oven y excelente p1an1sta: Jorge
do, nad1e ha des1st1do; todos vuelven. En los pa- Sandor
sillos, durante el entreacto, salúdanse las prop1as. Aparecen en segu1da los directores huéspe-
conoodas personas.Y año con año el concurso des. Es. s1n duda, un acontec1m1ento mus1cal, la
ha creodo hasta no poder ser mayor: presenoa en Méx1co de composrtores de renom-
¿Y no es esto me pregunto- una esp1rrtual bre, tales como Paul H1ndemrth y Danus Milhaud.
ascens1ón? N1 qu1en ob¡ete la nombradía y fama de d1chas
70 ANO DE Mú ICA EN EL PALACIO DE BELLAS ARTE
sensac1ón de ser una marav1lla: son stmplemente acertadamente. logrando una buena coord1na
cuartetos de cuerda tnflados a la proporoón de ctón entre el solista y la orquesta.
la orquesta stnfómca. Stn embargo, no carecen de
tnterés, sobre todo, el Rondmo, escnto sobre el Excélstor, año XXXI. núm. 10907,22 de ¡umo
nombre de Fauré, a cuyas letras se d1o un poco de 1947, 2' secoón. p. 9.
al capncho. una stgn1ficaoón mus1cal. En cuanto
al lento molto ¿se han fi¡ado ustedes en la orcuns-
tanoa de que la mús1ca moderna es mucho me-
nos efect1va en los mov1m1entos lentos?
En camb1o, la Tercero stnfonía, obra reoente y
muy b1en madurada, es, en verdad, magnífica. To-
do en ella t1ene su razón de ser: sus mottvos po-
seen la concreoón necesaria para prestarse al
desarrollo mus1cal (aunque éste tenga poco que
ver con el Durch{úhrung de la s1nfonía clásica) y
su nca orquestaoón en que abundan los hallaz-
gos s1n excentnodades s1 acaso alguna lnststen-
oa sobre los agudos extremos de las trompetas-
hacen de esta creaoón de Copland algo que se
1mpone 1nmed1atamente a la atenoón de todo
aud1tono consoente como obra de veras repre-
sentativa de la músiCa contemporánea, en la cual.
como diJO un notable cn't1co. robustece nuestra
fe. Su autor la d1ng1ó con el profundo conoCI-
68 miento que sólo él puede tener: y sus movimien-
tos escuetos y preosos fueron Interpretados con
muy buen senttdo por nuestros mus1cos.
La segunda parte del programa estuvo a car-
go del d1rector t1tular: Carlos Chávez. Había gran
expectación por conocer el Conoerto número 3
paro ptano y orquesta de Béla Bartók. para el cual
se contaba con la 1napreoable colaboraCión de
su dtscípulo. nuestro conoCido y am1go. Gyorgy EL AÑO MU ICAL 1947
Sándor: p1an1sta que ha logrado un renombre tn- Salvador Moreno
ternaoonal. Desde las pnmeras notas del mov1-
m1ento 1n1c1al (que de tan esplendorosa manera Los conc1ertos en Méx1co durante el año de 194 7
muestra lo que puede ser la escntura de un ver- d1eron pnnCiplo en el mes de febrero, con la ac-
dadero conoerto) hasta la soberbta escala ascen- tuactón de la Orquesta S1nfomca de Ptttsburgh
dente que da a la obra su adecuado coronamten- baJO la direcCión de Fntz Re1ner.
to. la técn1ca de Sándor luoó soberb1a, no menos La 1mportanoa de la v1srta a Méxtco de la S1n-
que la manera ún1ca con que supo compenetrar- fón1ca de P1ttsburgh rad1có. pnnc1palmente. en
se de la mente de su ex1m1o maestro, cuya re- ser el pnmer conJunto s1nfón1co extranJero que ac-
Ciente desapanoón llora todo el mundo artísti- tuaba en nuestro país. Mustcalmente esta magn1fi-
co. La bnllantez de la obra de Bartók y su carácter
cas1 s1empre tonal, la hacen atract1va desde el pn-
mer momento y desptertan en el aud1tono el de-
seo de oírla muchas veces.
Para term1nar: se tocó la Rapsodra de Rach-
mamnof sobre un tema de Pagan1n1 (el mtsmo
A80NO
que s1rv1ó a L•szt y a Brahms para componer sus
conoCidas vanaoones). Este tema lo comb1na el o 3
autor con la solemne melodía del Ore trae. tra-
tandolo 1gualmente como vanactones b1en or- Re cttol••
sería mot1vo de una crón1ca aparte. Sólo pode- Como puede verse, el año mus1cal ha s1do de
mos deCir que el ún1co pecado de esta tempo- verdadero esplendor: aunque yo. en realidad. sue-
rada fue el exces1vo número de obras de mú- ño para Méx1co una temporada menos Intensi-
Sica moderna que qu1taron la cohes1ón que va y, en camb1o. más calladamente válida.
debe buscarse en toda larga temporada de con-
Ciertos. El Naoonal, Rev1sta Mex1cana de Cultura, nueva
En JUniO actuaron la excelente soprano lr- época. núm. 39.28 de diCiembre de 1947. p. 12.
ma González. la emot1va p1an1sta Charlotte
Mart1n; el estud1oso p1an1sta Alberto Monte-
ro. en esta ocas1ón como organ1sta; la expre-
siva ballanna negra Maudelle y. a cargo de Bias lGOR STRAVlNSKY EN MÉXlCO: DE EL
Gal1ndo. se realizó el segundo conCierto de los CANTO DEL RUlSEÑOR AL CONCERTO
lunes. PARA lNSTRUMENTOS DE CUERDA
En JUlio la Houston Youth Symphony tuvo una Adolfo Salazar
actuación desafortunada. En el ún1co reCital es-
cuchamos al v1ohn1sta Z1no Francescattl. lgor Strav1nsky y Arnold Schonberg son hoy los
En el m1smo mes de JUlio el Conservatono dos polos de la mús1ca del mundo. Entre sí, se dis-
NaCional organ1zó un conCierto en conmemora- tanCian en la técn1ca y en la estét1ca tanto como
CIÓn del LXXXI an1versano de su fundaCión. Con los dos polos geográficos; pero esa distanCia mi-
obras de mús1ca moderna se efectuó, a fines de de la dimens1ón del eJe que puede trazarse Ideal-
mes, el tercer ConCierto de los Lunes. estando mente entre ambos, alrededor del cual g1ra nues-
el programa a cargo del 1ntel1gente p1anista MI- tro planeta. Después de las últ1mas décadas de
guel García Mora. expenmentaCión en nuevas maneras; de tanteos
Agosto, musicalmente. sólo estuvo represen- y de especulaCiones; el arte al que han dado na-
70 tado por los conciertos de la Orquesta Sinfóni- cimiento esos dos grandes art1stas es como la
ca de Méx1co. tierra firme donde v1enen a anclarse las realiza-
En sept1embre el Ballet de la C1udad de Mé- Clones actuales. Por grande. total. que sea la dis-
XICO actuó conJuntamente con la compañía de ba- tanCia que los separa, un rango común los une,
llet Markova Dohn. La presenCia de esta bailarina la preCisión; y no podría haber preCISIÓn donde
excepCional que es AliCia Markova h1zo de esta la segundad no se hub1ese adelantado. Por eso
temporada una de las más Importantes del año. son ambos Jefes de escuela. En ngor, de las úni-
La p1an1sta Charlotte Mart1n ofreció a pnnCI- cas escuelas fundamentales que son como los
plos de mes un conCierto de desped1da al part1r dos hem1sfenos del mundo mus1cal en que VIVI-
en g1ra haCia Estados Un1dos. mos. Para deCir las cosas de la manera más Sim-
En el m1smo mes de sept1embre se venficaron ple, Strav1nsky representa dentro del movimien-
dos ConCiertos de los Lunes, uno a cargo de Pa- to neotonal lo que Schonberg dentro del
blo Moncayo y el otro de Adolfo Salazar. mov1m1ento neocromátiCo. El papel de éste es
La SoCiedad Mús1ca de Cámara de Méx1co fácil de comprender, porque no hay gran espaCio
tamb1én ofrec1ó por estas fechas una sene de entre su producCión y la de los schonberg1anos
conc1ertos en la sala Beethoven del Hotel Re- más Ilustres, como Alban Berg. s1n crtar otros. res-
forma, conCiertos en los que actuaron destaca- pecto del supercromat1smo al que abordó la na-
dos Intérpretes mex1canos y extranJeros, Sien- ve de Tnstán. En camb1o. la vuelta de Strav1nsky a
do ésta una de las más bnllantes temporadas de la tonal1dad firme y a las formas concretas no tie-
la Asoc1ac1ón. ne un amarre tan fáCil. Schonberg podía deCir que
En octubre in1c1ó sus act1v1dades mus1cales Wagner era para él la tradiCIÓn. Strav1nsky tenía
de fin de año el lnst1tuto NaCional de Bellas Ar- que 1nventarse una. El canto popular: en ngor, es
tes, reun1endo para ello los trabaJOS del Depar- un entronque seguro con el gran árbol tradiCIO-
tamento de Mús1ca. del Conservatono NaCio- nal; pero han s1do tantos los que han hecho leña
nal. de la Escuela Nocturna de Mús1ca y de la de él. que. como se ha v1sto desde no hace mu-
Academ1a de la Danza Mex1cana. Todos estos cho t1empo. ser "populansta" o "folclonsta" o
conc1ertos y los organ1zados por d1ferentes Ins- "naCionalista" en mús1ca es lo m1smo que no ser
tituCiones no es necesano reg1strarlos con de- nada; porque. ese denom1nador común, de una
talle. ya que son tan reCientes, aunque sí quiSié- estét1ca demas1ado fáCil y demas1ado re1terada,
ramos s1gn1ficar la culmmac1ón espléndida de no es sufiCiente para caracterizar una personali-
las act1v1dades mus1cales en Méx1co con la ac- dad. n1 menos una escuela.
tuaCión. demas1ado fugaz. del esplendido Coro Strav1nsky necesrtaba otra tradiCion de valo-
del Vat1cano. res estét1cos más acnsolados; capaz. por otra par-
70 N ) Dl 1\\U A f N l l PAlAC IO DE B lll \ AR11
te, de ser repnst1nada: de ser v1sta con OJOS nue- un ru1señor v1vo fue capaz de sanar a un empe-
vos. Lo que se ha d1cho que es su "vuelta a Bach" rador de la Ch1na, cuya melancolía sólo se alivia-
es un concepto nuevo, enteramente suyo, que ba con el canto sustituto de un ru1señor mecá-
nada 1ene que ver con la resurrección románti- nico Naturalmente, éste es un canto desprov1sto
ca de Bach por Mendelssohn, ni con la seca d1 de v1tam1nas. Tanto hubiera dado a Felipe V y a
secoón sur table de Max Reger. Strav1nsky encon su h1jo Fernando, monarcas med1o locos de la
tró en Bach la matena "m1neral" que neces1taba, d1nast1a borbón1ca hispanoamencana, escuchar
despoJada de adherenoas muy s1glo d1ecinueve; el canto de Fannelli en un gramófono. Era el rui-
una mús1ca en la cual dom1nasen los valores so- señor v1vo la ún1ca triaca para tan d1st1ngu1das
noros, desde los trad1oonales de la escntura su- melancolías; y el chino fue más feliz que los eu-
perpuesta a los de la dens1dad, concepto más mo- ropeos porque su curaoon fue defin1t1va, según
derno: a los de la contundencia, valga el vocablo; lo cuentan las h1stonas. El Strav1nsky exuberan-
sobre todo, la cont1nu1dad n'tm1ca. la resp1raoon te, pletónco de ntmos y colores, alcanza en esa
v1gorosa e 1ncesante. obra su térm1no. lndeoso entre la forma de ópe-
Con todo eso, Bach no realiza la amb1c1ón ra de la pnmera vers1ón o la de ballet, con que
completa de un mús1co moderno, a lo menos de se representó mas tarde, Strav1nsky prefinó guar-
un mús1co no alemán. El desasos1ego del JUego dar la obra en su carpeta hasta que cons1deró
motívico de Bach, consecuenoa directa de su 1dea meJor darle un aspecto de un poema s1nfón1co.
perenne de la fuga, la 1nqu1etud tonal, que es re- El rwseñor se trocó en El canto del rwseñor y así
sultante de ella, pueden satisfacer las neces1dades lo o1remos.
estét1cas de un mús1co germano. No las de un El ConCierto para tnstrumentos de cuerda, ter-
mus1co lat1no n1, s1n duda, las de un mús1co ruso, minado por Strav1nsky en agosto de 1946, está
SI concretamos en esta cualidad la personalidad ded1cado a una orquesta de cámara que d1nge el
de Strav1nsky. Las formas claras; la estabil1dad to- mús1co su1zo Paul Sacher en la oudad de Basilea.
nal; la d1sonanoa no conceb1da como un perma- En enero del año pasado la h1zo oír, en P1ttsburgh, 71
nente flu1r tonal, s1no como poderosos enclaves Fntz Ra1ner. con su orquesta, y en este último mes
dentro de una tonalidad poderosamente afirma- de febrero su prop1o autor la h1zo escuchar en
da, la clandad del conJunto sonoro; hacen más tres días consecutivos con la orquesta de San
prOpiCIOS, para mÚSICOS aSÍ, los VIejOS cláSICOS Ita- Franosco. Breve, con una durac1ón de doce a tre-
lianos meJor que no los vieJOS clás1cos germáni- ce m1nutos, es una obra enJuta en sus elementos,
cos. Cuando Strav1nsky v1o con preos1ón que el pero de una sonondad plena, nerv1osa en sus rrt-
t1po de mús1ca al que neces1taba amarrar la su- mos sólidamente estableodos; de una continUI-
ya estaba en la de Pergolese, y no en la de Bach, dad de mov1m1ento que la aprox1ma a esos apa-
su personalidad se transforma y una nueva épo- ratos de preos1ón con los que se ha comparado
ca de su producc1ón com1enza, que es la que la mús1ca de esta últ1ma etapa del arte stravins-
consta de las obras suyas generalmente designa- kyano. Sus tres mov1m1entos están an1mados por
das como "objetivas", más JUstamente que no co- la palp1taoón que es característica suya; s1n em-
mo "clasicistas", que es un térm1no ant1bulóg~eo. bargo, es una respirac1ón humana, s1n que por eso
El programa que el gran maestro va a ofre- Intervengan frases o g1ros de ongen vocal. que
cer en la OSM a los aud1tores mex1canos en el son los ún1cos que, para la mayoría de los audi-
tercer conoerto, de la sene actual, cont1ene dos tores, t1enen un sent1m1ento de esta espeoe.
obras que representan a los dos Strav1nsky. valga Su denom1naoón como concerto no debe aca-
este JUicio salomon1co, de una manera 1nequ1vo- rrear confus1ones. No se trata de un conoerto
ca, ambas desconoodas aquí. Una, porque duran- al modo v1rtuosíst1co del s1glo dieCISiete, en la
te muchos años ha permanec1do en el silenoo; gran época v1oliníst1ca, s1no de una mús1ca con-
otra, porque term1nada muy recientemente, aca- certada en el sent1do que antes de esa época te-
ba de estrenarse en las orquestas amencanas. La nían la reun1ón de vanos elementos que tocaban
obra que representará así al "pnmer" Strav1nsky, "en conc1erto", como en las vieJas sonata de chte-
el mus1co que va desde El pájaro de fuego a Pe- sa y sonata de camera, en cuyos estilos de escn-
(ruchka y La consagraCión de la pnmavera, es la tura part1c1pa, de c1erto modo, la obra actual de
versión orquestal sacada de su ópera El rwseñor. Strav1nsky. No es Improcedente compararla con
La obra que parece resum1r el proceso "objeti- los concertJ grosst al modo de los de Brandebur-
vo" del Strav1nsky postenor, es su últ1mo Conoer go, de Johann Sebast1an Bach. Como en éstos, es
to para tnstrumentos de cuerda. el1nstrumento, con sus posibilidades, lo que cons-
El rwseñor es, o meJOr d1cho, fue un "cuento tituye el alma de la mús1ca; pero s1n predom1n1o
lineo" escenificado, que se basaba en el cuento de nmguno, aunque todos estén tratados con
de Anderson donde se narra cómo el canto de una técn1ca manual que requ1ere una categoría
70 A N 1 V E R A R 1 O D E L P A L A C 1 O O E [) E L l A ARTE S
virtuosística en sus ejecutantes. Su nerv1o rítmi- cho se ha situado ya, en la pnmerísima fila del vir-
co mant1ene en vilo a la obra entera, con alter- tuosismo de nuestra época, pues de acuerdo con
nativas que presentan potentes contrastes. Los la crítica 1nternaoonal, es comparable con las más
giros cantables, breves, parecen brotar de la es- grandes figuras del violín.
tructura dinámica, en diferentes regiones instru- Su primera actuación en nuestro país consis-
mentales, con lo que su sentido expresivo se re- tió en el Conoerto para v1olín y orquesta, de Beet-
nueva constantemente, dentro de una unidad hoven, una de las más grandiosas obras del gran
severa y sobria en su lógica tan firme. mús1co a pesar de que se encuentran en ella tal
vez demasiados pasa¡es puramente estructura-
Novedades, año XIII, núm 2982, 26 de febrero les y conect1vos, y de que el tema princ1pal de
de 1948, 2a sección, p. 7. su rondó final no deja de ser un poco vulgar. Des-
de las pnmeras notas de Stern pudimos darnos
cuenta de estar en presenoa de un v1ohn1sta de
raza. Su tono es admirablemente claro, de una
lSAAC STERN Y LA SlNFÓNlCA vitalidad magnífica, pastoso y sin rastro alguno
Junius de angulosidad o de risp1dez. Particularmente
nos complaoó en el primoroso adag1o dicho con
Un ¡oven violinista, nac1do en Rusia, pero educa- una riqueza de expresión Incomparable. El joven
do en Estados Unidos, Isaac Stern, a quien ya co- virtuoso tiene una vida por delante, así es que
nocíamos por el "doblaje" hecho a John Garfield; con el tiempo adquirirá todavía más madurez,
qu1en desempeñaba el papel de v1olin1sta en la sus efectos serán más deliberados y su profun-
película Humores, se presentó con la Orquesta didad todavía mayor. Pero ahora notamos en él
S1nfón1ca de México el viernes pasado, en el Pa- cierta tendencia a querer sacar del violín quizá
laoo de Bellas Artes. más volumen del que normalmente puede ren-
72 Hasta el m1smo significado de su nombre, real dir (cosa que notamos, sobre todo, al pnncip1o
o adoptado (Stern, en alemán, quiere decir "es- de la cadenza del primer movimiento), y un po-
trella"), lo predestinaba a colocarse, como de he- co de preopitación en pasar de una frase a otra,
Isaac Srern
70 AÑO DE MU ICA EN EL PALAC I O DE BELLAS ARTES
s1n marcar el "quiebre" respectivo para separar- Dicha sala ha sido nuevamente decorada. aun-
las, cosa que es muy natural en un artista que que todavía no se han llevado a cabo las obras
t1ene un temperamento tan fogoso. Pero estos necesarias para que quede a prueba de ruidos
pequeños reparos nada restan a la suprema ex- exteriores. En el estado actual, los timbres de los
celencia de su interpretación, que constituyó un tranvías y los cláxones de los automóviles se per-
triunfo sonadísimo, al grado de que el público miten colaborar con los instrumentistas, confe-
no pudo evitar aplaudirlo estrepitosamente al renciantes y cantantes.
terminar el allegro inicial. Ojalá que pudiéramos Después de todo, la memoria de Ponce me-
tener la oportunidad de escuchar otros concier- rece mucho más. El Instituto Nacional de Bellas
tos de Stern. Artes, que de acuerdo con nuestras not1cias tie-
El acompañamiento de la orquesta constitu- ne unos ingresos de dos millones de pesos al año,
yó otro triunfo para Carlos Chávez, quien de- aproximadamente, por concepto de subvencio-
mostró su perfecto conocimiento de la obra y nes y otras entradas, podría con facilidad empren-
logró mucha cooperación de parte de sus subor- der la construcción de una magnífica sala de con-
dinados. Hasta los cornos tocaron mucho mejor ciertos, diseñada ad hoc, digna de la altísima
que de costumbre. En particular; recordamos una significación de la obra del maestro y de la gran
muy bonita frase de un fagot y la buena afinación importancia que ha adquirido nuestra metrópoli.
y gran destreza del timbalero Luyando. Y en verdad que una sala así nos está haciendo
El resto del concierto se compuso de la mucha falta.
obertura de Prometeo, de Beethoven, muy bien En el acto inaugural a que nos referimos to-
tocada aunque sin nada de sensacional, el Corri- mó la palabra el jefe del Instituto, maestro Car-
do del Sol obra coral del director de la orques- los Chávez, quien fue discípulo del desaparecido.
ta, y de la obertura Romeo y )u/teto de Chaikovs- En breve alocución nos habló no sólo del gran
ki. El Corrido está pensado en calidad de obra al artista, sino del gran mexicano, que puso todo su
aire libre, de suerte que en un recinto cerrado arte, toda su labor; al servicio de la patria. Nos 73
resulta muy ruidosa. Se emplean en ella suce- hubiera gustado escuchar un estudio profundo
siones de intervalos y de acordes que vienen a de la obra de Ponce, que Chávez puede hacer
ser cómo una versión moderna del antiguo Or- tal vez meJor que nadie. Esperamos que en bre-
ganum.Tiene originalidad el tratamiento del ma- ve lo lleve a cabo.
terial folclórico y no carece de grandeza en mu- La parte musical se inició por la notable pia-
chos pasajes. nista Esperanza Cruz, quien con su estilo lleno de
La ejecución de la obra de Chaikovski no es- entusiasmo y calidez interpretó la Evocaoón y la
tuvo mal, pero dado su carácter romántico hu- famosa Balada mextcana. Los aplausos del audi-
biéramos preferido mucho mayor apasionamien- torio la obligaron a bisar; obsequiándonos enton-
to y libertad de movimientos. ces con el romántico lntermezzo.
El maestro Jesús Silva eligió los Sets prelu-
Excélsior, año XXXII, núm. 11177,21 de marzo dios cortos para gwtarra, instrumento que, por
de 1948. 3a sección, p. 6. desgracia, no pudo lucir debidamente por las
condiciones deficientes de la sala. Pero pudi-
mos apreciar una versión sobria, correcta, ele-
gante.
CAMBlA DE NOMBRE UNA SALA Tres de las Canciones arcaicas fueron canta-
Junius das por la mezzosoprano Oralia Domínguez. cu-
ya voz es un continuo deleite. No puede conce-
La sala de conferencias del Palacio de Bellas Ar- birse que esos cantos puedan expresarse con
tes, según tenemos entendido, era conocida an- mayor gusto y canño.
teriormente con el nombre de Ángela Peralta, Por último, el Cuarteto González, que aho-
la famosa cantante que recorrió el mundo pa- ra tiene como primera violinista a Carmen
ra mostrar cómo se cantaba "en el cielo de Mé- Court. cuyo sonido tiene magnífica calidad, in-
xico". Pero después de algún tiempo de ocu- terpretó las Mm10turas, del maestro, para esa
rrida la muerte del insigne maestro Manuel M. combinación de arcos. Los ejecutantes. dado el
Ponce, todos comenzaron a designar con su poco tiempo que tienen de trabajar en conjun-
nombre la susodicha sala, que ahora se llama- to, lograron una amalgama de timbres muy dig-
rá así oficialmente. El bautizo tuvo lugar el lu- nos de elogio.
nes pasado, con una sencilla ceremonia presi-
dida por la estimabilísima señora Cierna Maure! Excélsior, año XXXIII, núm. 1 1577, 30 de abril de
viuda de Ponce. 1949, 3a sección, p. 4.
70 A N 1 V E R A R 1O D E L P A L A C 1O D E B E L L A S A R T E S
'======~e:====~=====Eee l
Corttltro dt Jost y
Amparo twrbl perior. por otra parte, a la que escuchamos ha-
70 AÑO 0[ MU I C i\ EN EL PALACIO[)[ BELLAS ARTE.
•
HOY Y :\1.\S.\~A
1 l iU m n t D lat de A•u••
Qt;EDA~ POCOS
.,. \ta r roqu l %1 ·411 Yr•• l ni <o• <"oftrle rto-B•Il.al An•• •• ••aulda
Ac o •to 1 - u • 11 .
tSo dt- lt- cJ• a~l~tlr a los Concl•rlo'l de Rub lns teln , que Ylstta a Méxlee eada 1 aftM!
Por mal tiempo el a\ÍÓn en que \eni" ~IE:"UHI~ no 'lalió de Panamá. Oportuna -
CoHetero de
mente e anun cia ra la fcC'h" del Cunderto. Arrhur Rubrnstem
70 A N 1 V E R A R 1 O D E L P i\ L A C 1 O D E B l L l A J\ R TE
En su segundo programa Rub1nste1n, es el ar- Excéls1or, año XXXIV, núm. 12041 , 13 de agosto
tista ecléct1co y maravillosamente multiforme. De de 1950, 3a secoón, pp. 8, 1O.
la Toccata en Do mayor de Bach-Buson1, pasa a la
Appass1onata, de Beethoven; s1gue con cuatro nú-
meros de Debussy. con La maJO y el rwseñor, de
Granados, y Navarra, de Albén1z; nos recuerda TRlUNFO DE MONCAYO CON LA
que, como ayer; sigue siendo uno de los más lu- CONSAGRAClÓN DE LA PRlMAVERA
minosos y grandes Intérpretes del repertono es- Hans Sachs
pañol. Esta segunda actuaoón suya no hace s1no
confirmar el tnunfo y la 1mpres1ón que Rub1ns- No es difícil percatarse de los problemas que en-
te1n ha de¡ado en la pnmera. oerra la 1nterpretac1ón de una obra como Lo con-
sagrooón de lo pnmavera, pues lo complicado de
Retorno de lturbi su ritm1ca y los efectos de todas clases, ponen de
En tanto que al p1an1sta polaco se le esperaba ya, relieve la multitud de dificultades que los músi-
la v1srta de lturb1 ha causado sorpresa y hasta mo- cos y el d1rector necesrtan dom1nar para presen-
tivado susp1caces comentanos. No de sus parti- tarla ante el público. Pero aun así, sólo el profe-
darios, aquellos que llenaban una y otra vez los Sional es capaz de medir el t1tán1co esfuerzo que
teatros Arbeu e Hidalgo, cautivados por el admi- requiere la e¡ecuoón. Strav1nsky ha escrito la par-
rable claveon1sta -¿qu1én de los que lo escucha- titura manten1endo a los instrumentos en regis-
ron habrá olv1dado su Scarlatti?- Rameau, Cou- tros forzados y al director con una mecán1ca es-
perin, Daqu1n, Paradise, rev1vían en sus manos con peoalmente difícil. Y no porque la 1ntenoón del
todo preoos1smo y estilo de su época. autor haya s1do poner a sufnr a los Intérpretes,
La Pavono a una mfanta d1(unta, los lntermez- s1no porque su 1dea fue exponer una multrtud de
ZI y el Vals, de Brahms; el Andante fovonto, de Beet- efectos y recursos poco usados o desconoc1dos
hoven; Capncho (a la part1da del hermano predi- en la dotaoón Instrumental común y comente.
76
lecto), de Bach; las sonatas de Mozart y Haydn, Con base en las consideraciones antenores no
De Falla y Granados; estaban en la memona de es aventurado cal1ficar a La consagrooón de la pn-
todos los admiradores de lturbi la noche de su mavero como la obra de más d1fícil técn1ca de ln-
reapanoón 1ntempest1va en Bellas Artes. Había terpretaoón que se ha escnto en toda la histo-
tamb1én nuevo público, pero el ant1guo, el suyo; ria de la mús1ca.
aquél que lo encumbró con su aplauso y su es- De aquí que la vers1ón ofrec1da por Pablo
tímulo a la direcoón de orquesta, se preguntaba Moncayo, con el últ1mo conoerto de la tempo-
un poco desencantado al ver este nuevo estilo rada que está ofrec1endo la Orquesta S1nfón1ca
de programa del ídolo, s1 el mús1co de entonces, Nacional en el Palaoo de Bellas Artes, haya sido
era el m1smo de hoy con su Rapsodia en azul, val- de doble ménto: dom1nar las dificultades técni-
ses de Chabner; su1te de Clemens-Chambers y cas que paso a paso están en La consagraoón y
otros discutibles arreglos. redondear su forma con perfiles v1gorosos. exac-
¿Dónde quedaron la pureza de Interpreta- tos, llenos de en¡und1a.
CIÓn, y aquellos e¡emplares programas? S1n em- Moncayo sorprendió con ese éx1to. No por-
bargo, para que algo no faltara de lo mucho que no se le creyera capaz de él, s1no porque la
con que lturb1 enloqueciÓ -ésta es la palabra- obra y su buena 1nterpretaoón t1enen que sor-
al público de Méx1co, hoy todavía nos ha dado prender cada vez que se le escucha. Ex1ste un da-
la Sonata en M1 menor, de Haydn; la Appasslo- to muy s1gn1ficat1vo: Moncayo se sabía la obra de
nato, de Beethoven; Juegos de agua, de Ravel; memona. Esto, de por sí, habla s1gn1ficat1vamente
Corpus Chnst1 en Sevilla y, acompañado de su del trabajo que ha consumado el d1rector para
hermana Amparo, que s1gue s1endo una muy asimilar c1entos de páginas escntas en cruci-
notable p1an1sta, la Sonata en Re mayor, de Mo- grama mus1cal. S1 no la d1ng1ó s1n part1tura fue
zart. y las Danzas, de Infante, a las que lmpn- por exceso de cu1dado, pero se le veía desarro-
men un colon do oertamente maravilloso. Aquí, llar los t1empos sin pasar las pág1nas, durante ra-
como en otras épocas, el dom1n1o de lturb1 fue tos prolongados. Por lo demás, sólo en esta for-
1nd1scut1ble. Habremos de desear; entonces, que ma es pos1ble llevar a La consagroc1ón por las vías
vuelva para ofrecernos como antaño, progra- de una feliz e¡ecutona.
mas que estén verdaderamente a la altura de Recordamos con entus1asmo los cortes Ins-
su prest1g1o como mús1co, s1n v1stas a la taqui- tantáneos en que la orquesta sllenoaba el tuttJ, en
lla, que b1en sabe el m1smo lturb1 que en Mé- una pequeñís1ma fracoón de segundos, la exacti-
XICO no necesita de esos recursos para llenar tud con que Moncayo marcaba sus tiempos, la elo-
los teatros. cuenoa de sus pet1oones a los mús1cos y la forma
7 O ,\N O) D l /\\ U ) 1CA E N L L P A LA C 1O D 1 t\ E L LA A R 1 ES
dóol y convenoda con que lo seguían los maes- director. y el s1stema 1ntens1vo de traba¡o que vie-
tros de la orquesta Recordamos la silueta de la nen desarrollando en la p1ntoresca cap1tal ml-
obra, dibu¡ada con fuertes mat1ces de contraste, choacana desde hace doce meses, con una dls-
de afect1smo fiel a la 1ntenoón del composrtor. Re- oplina e¡emplar que ha perm1t1do en este breve
cordamos. en una palabra, una 1nterpretaoón de lapso que fraguara un con¡unto de pequeñ1nes
La consagraCión de la pnmavera que fue todo un en un coro que nos enaltecería presentar en cual-
éxrto y que recordará tamb1én el público. quier parte del mundo y frente a cualqu1er otro
Esta e¡ecuoón s1rv1ó, al m1smo t1empo, para con¡unto s1milar.
ev1denc1ar la homogeneidad que ha adqu1ndo la Escuchar a los Niños Cantores de Morelia
Orquesta S1nfón1ca Nac1onal en su traba¡o de es una sat1sfacc1ón que todos los mex1canos y
con¡unto. la tersura de las cuerdas y el VIrtUOSIS- amantes de la mús1ca, en este doble carácter;
mo de los alientos en pasa¡es que, como hemos deben expenmentar. Pocas Impresiones tan In-
d1cho, transcurren cas1 todo el t1empo en regis- tensas como la expres1ón de un bello raomo
tros extremos y con efectos forzados. La Orques- de t1ernas voces paseándose por las más bellas
ta S1nfón1ca Naoonal es, a no dudarlo, la me¡or y d1fíciles canc1ones. El programa e¡ecutado, así
orquesta de Méx1co. Es de desearse que sus de- lo demuestra. Desde las obras de Monteverdi,
fioenoas de alientos a1slados se vea sat1sfecha en cantadas con equilibrio clásico, con el sabor ma-
un futuro 1nmed1ato para que sea, automática- dngalista que t1ene esta mús1ca, hasta las difÍCI-
mente, una gran orquesta sinfónica. les canciones disonantes de Strav1nsky, y los be-
En el programa se presentó María Teresa Ro- llos opúsculos de Berna! j1ménez, todo fue un
dríguez. como solista del Conoerto núm. 5 de Beet- éx1to tras otro.
hoven, conoc1do como Emperador, haciéndose Y los más halagador del caso es que, aun en
aplaudir con gran entus1asmo por una e¡ecuoón el grado de perfecoón a que han llegado estos
l1mp1a y extraordinanamente segura que revela chicos, es de esperarse que el entusiasmo incom-
el creciente progreso técn1co y mus1cal que lo- parable de Romano Picutt1 los haga cantar toda- 77
gra María Teresa, merced al constante cultivo de vía me¡or; aunque sea d1fíol lograrlo. Picutt1 es el
sus grandes facultades. El pnmer tiempo fue de me¡or director de voces Infantiles que hay en el
supenor calidad y, los otros dos, magníficos. Mon- mundo; permiten deor esto su preparaoón, su
cayo acompañó con conocimiento abundante de experiencia, su entusiasmo y personalidad, la ener-
la part1tura y la orquesta enmarcó sólidamente gía de su hondo sentido psicológico. El maestro
la e¡ecuoón. ha hecho de cada ch1quillo un pequeño maestrito
De Johann Sebast1an Bach fue el Tercer con- del canto, pues los muchachitos no cantan empí-
Cierto de Brandeburgo con que se abnó la ses1ón ncamente, s1no con una preparaoón que los ha-
mus1cal a que nos refenmos. Moncayo, titular de ce mat1zar y medir cada palabra, cada nota.Y so-
la OSN, lo ding1ó limpiamente, s1n entus1asmar: bre elementos en los que la belleza mus1cal está
la esenoa de la mús1ca de Bach se encontraba expuesta íntegramente, se estructuran las múh:l-
ausente del teatro. En camb1o con Tierra de tem- ples voces del coro en un todo orgánico y fun-
poral, Pablo Moncayo demostró ser un composi- CIOnal que da la 1mpres1ón de gran tersura y ex-
tor de gran talento, hac1éndose aplaudir con mu- quisita homogeneidad [ ...]
cho calor por el ménto de la obra y la manera
de ding1rla. Tierra de temporal supera al s1mple fol- El Umversal, año XXXIV, núm. 1264,4 de
clonsmo y alcanza calidad de obra universal por sept1embre de 1950, p. 18.
la solidez de su forma y el bnllante colondo de
su Instrumentación.
1951-1960
FERRUCClO BURCO EN SU PRlMER Por estas cualidades, su InterpretaCión -cons-
CONClERTO DE GALA EN BELLAS ARTE te que no deCimos ejecución de la Qwnta smfo-
Geron1mo Baque1ro Fóster nía de Beethoven, salvo al final, que a todos les
d1o la 1mpres1ón de lent1tud, fue reveladora de
No debe queJarse FerrucCio Bureo del público de que hay una personalidad que madurará en los
Méx1co. Puede deCirse que se le reCibió como a años de receso ded1cados a estud1ar en los gran-
un d1rector conoc1do de mucho antes y adm1rado. des conservatonos, al lado de los meJores maes-
Tal parece que lo que menos se tuvo en cuen- tros, lo cual sus padres sabrán cu1dar tanto más
ta es que se iba a ver la graCia 1nfantll de un n1ño que Bureo es un n1ño sano, alegre, trav1eso, aten-
que todav1a no cumple los doce años de edad. A to y observador.
la gente se le 1nvrtó a escuchar a un d1rector Italia- La lent1tud con que llevó el últ1mo t1empo de
no n1ño y fue a verlo actuar como tal. Nada más. la Qwnta stnfonía es medrtada. Se comprende que
Al salir el art1sta que. en verdad. había produ- su 1ntenc1ón es buscar clandad en pasaJeS que
Cido un alboroto que no es común ver entre la con la rap1dez desmerecen.
79
gente del conCierto, se le otorgó un aplauso ani- El gran crescendo de la obra lo preparó sen-
mador de Simpatía. saCionalmente. manteniéndose en el mat1z plano
De memona. empezó con la obertura de Gw- más de lo deb1do, para hacer más sens1ble el cam-
1/ermo Te//, de Ross1n1. La ding1ó con detalles de muy bio, s1n brusquedad.
buen gusto, ngurosamente ajustado a los t1empos De su fraseo hemos de deCir mucho eloglo-
que en Italia se le dan a los dist1ntos mov1m1entos. samente. porque Bureo lo sabe hacer con deli-
Nada de exageraCiones n1 de afect1smos. Bureo es cadeza y eleganCia, con calor y vehemenCia cuan-
un mús1co seno, pendiente de las entradas Impor- do así conv1ene.
tantes de los Instrumentos que cantan, de las Inter- Esto se v1o en el andante de la Qwnta y un
venCiones de los Instrumentos de percus1ón y. so- poco después en la solemne obertura del Tann-
bre todo, de que el ntmo no deca1ga un solo houser de Wagner y en el comprometedor pre-
1nstante. De eso se ocupa su mano 1zqu1erda que ludio de Lohengnn, que por sí solo requ1ere va-
con graCiosos estremeCimientos se encarga de es- nos ensayos para las secCiones de cuerda de las
tablecerlo cuando él s1ente la más ligera 1ndeC1s1ón. orquestas, por buenas que ellas sean.
Esto es natural. no se enseña en los conservatonos Fue muy buena la 1dea de poner como nú-
n1 puede hacerlo el que no lo trae en el corazón. mero final la obertura del Guarany. ópera del
La orquesta cam1nó muy b1en. Los mús1cos, aten- compos1tor brasileño Carlos Gomes, que se
tos y dispuestos a responder Siempre a las Indica- estrenó en 1870 en M1lán y recomó todas las
Clones de Bureo, estuv1eron mucho mas allá de lo cap1tales de la Europa Ocodental. en menos
que se puede hacer con sólo dos ensayos. Bureo de un año. El Guarany t1ene una mús1ca ama-
tiene actitudes completamente moderadas; sus ges- ble muy b1en orquestada, con temas pegaJO-
tos son elegantes y posee una ngurosa prec1s1ón sos de mucho efecto y es una compos1c1ón lle-
para hacer sus finales de frase; para 1ndicar a cada na de poesía. Bureo. que había s1do tan
mús1co o a las secc1ones que han term1nado su par- aplaudido en cada una de sus InterpretaCiones,
te y que hay que deJar sentir la entrada de los otros. hac1éndosele salir vanas veces a escena para
Mat1za con sent1m1ento muy claro. da los efectos demostrarle contento y admiraCIÓn, obtuvo su
de t1mbre y de las 1ntens1dades; t1ene contrastes mayor éx1to, seguramente. con la obertura de
muy b1en calculados que él con suma InteligenCia El Guarany [.. )
ha encontrado la manera de establecer con una
noCion del equllibno que revela expenenCia y pro- El Naoonal. 2a época, año XXII, núm. 785 1, 23 de
fundo estud1o. enero de 19S 1. p. 3.
70 A N 1 V E R A R 1 O !) F L P A l A C 1 O D F H E l L A S A R T E
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BELLAS ARTES
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Flores, secretano de Haoenda, y su d1st1ngu1da es- Ahora se trataba de que el penúlt1mo progra-
posa. doña Maria 0., v1uda de Pérez Martínez, do- ma de los Conc1ertos de Bellas Artes estuv1ese
ña Angélica de González de la Vega y doña Con- dedicado íntegramente a mús1ca de Copland, di-
chita Rodriguez Cano. nglda por el propio compos1tor. El programa, de
En una de las plateas del segundo p1so escu- variado interés, contenía cuatro estrenos: Alondra,
chaban el conoerto con dele1te el secretano de para coro y baritono; Dos canoones populares; el
Recursos Hidráulicos, 1ngen1ero don Eduardo Chá- Conaerto para clannete y orquesta y la surte del ba-
vez, doña Marganta B. de Chávez, el l1cenc1ado llet Appalachtam Spnng. Más dos repos1oones: el
Nabor Camilo Flores, rector de la Universidad Sexteto para ptano, clannete y cuarteto de cuerdas
Nac1onal Autónoma de Méx1co, doña Elena T. de y el Danzón cubano para dos p1anos. En la Inter-
Camilo, el licenoado Antonio Castro Leal y se- pretación de todas estas obras tomaron parte el
ñora, y la señonta Estefanía Chávez. Cuarteto Bredo, M1guel García Mora, los clanne-
El 1ngen1ero Héctor Rivera. pres1dente del Club tlstas Anastas1o Flores y Guillermo Robles, el Co-
de Leones, así como los comisionados para la or- ro del Conservatorio y la Orquesta de Cámara
ganización, señores don Manuel González Canse- de Bellas Artes (que es realmente una orquesta
ce, don Ignacio Longares, don Luis Bentanzo y el sinfónica reducida.)
coronel don Rodolfo Balmaceda, estuv1eron con Para la autora de estas líneas se trataba de
sus panentes y pend1entes de los pormenores pa- un total de pnmeras aud1ciones. En tales circuns-
ra el mejor desarrollo del acto. tancias solamente pueden darse impresiones a
Ocupaban uno de los palcos centrales el 11- pnon, controladas, en la medida de las posibilida-
cenoado José Ángel Cen1ceros y don Jaime To- des, por un cnteno 1mparoal y objet1vo. (Pobre
rres Bodet con sus esposas, y pudimos anotar del que tratando de juzgar; aunque sea somera-
en los pasillos durante el Intermedio a la seño- mente, una obra de arte diga: "Esto me gusta, es-
rita Gana Mix, licenciado Eduardo Cortázar y to no me gusta". ¿Qué le importa su gusto per-
Cree!, don José Clemente, doña Angela C. de sonal a la obra de arte, al artista y al auditor 83
Clemente, la señora de Bonneau, esposa del em- refinado?).
bajador de Francia, y su hijo Michel Bonneau, Es probable que el Sexteto de Copland pase
doña Ana Maria 0., v1uda de Oropesa, doña Er- a la h1stona como una obra maestra de estos
nestina Cortés de Oropesa, el ingeniero Mario tiempos. Raramente ha logrado compositor al-
Oropesa Cortés, Stella Mitchell, Pola B1alik, Pa- guno meJor amalgama de t1mbres tan disímiles
loma Gorost1za, Amparo Guerra Margá1n, Moi- como los del p1ano y el cuarteto de cuerdas. (El
sés Sch1anovich y señora; 1ngeniero Jaime D1an- clarinete no es problema, ya que su timbre es pri-
d1ú y señora; Luprta Flores Alonso, Socorro Flores mo cercano del de la viola.) Con el tema in1oal
Alonso, Charles Laila, Dorothy Laila, Alma Ca- parecía que Copland entraba en terrenos del do-
rrillo, Luz María Flores Alonso, Dora Hoffs, Eu- decafonismo, pero en el desarrollo de los tres
genia Hoffs, señora Broundem, Félix Herce, Mar- movimientos usó un lenguaje pluntonal, lleno de
garita Cornejo, Patricio Martínez. así como fiuidez y sonoridades distinguidas, dentro de un
muchas personas más. JUego contrapuntístico, manejado con maestria.
El primer mov1m1ento lo terminan afirmativamen-
Novedades, año XVIII, núm. 43383, 15 de mayo te un son1do expres1vo del clannete, como con-
de 1953, pp. l. testación a tres de la v1ola. (M1guel García Mora
dingía la obra desde el Bossendorfer, cuya parte
eJecutó espléndidamente). En el segundo tiem-
po campea la suavidad refiexiva y en el últ1mo
AARON COPLAND EN MÉXlCO bordan las cuerdas y el clarinete ritmos sincopa-
Esperanza Pulido dos, que impnmían sabor estadounidense a esa
música, sobre acordes tenidos del piano. El clari-
Invitado por el departamento de Mús1ca del Ins- nete se vuelve "percus1vo" por momentos - una
tituto Nacional de Bellas Artes el compos1tor es- percusión ben-trovata. El Cuarteto Bredo y el cla-
tadounidense Aaron Copland v1no a México. No nnetlsta Guillermo Robles ofreoeron una ejecu-
es ésta su primera visrta a nuestro país, ya que en oón que se antojaba correcta, de esta obra, cu-
tiempos de la OSM Carlos Chávez estrenó aquí yo valor estético era ev1dente.
algunas obras de Copland, en presencia del com- Las tres canoones Interpretadas por el Coro
positor; qu1en, durante algunas de sus permanen- del Conservatono (y un baritono de bella y po-
cias en la cap1tal de la República, llegó a inspirar- tente voz, que no reconoomos), confirman su
se al contacto con centros nocturnos de las apelativo, y las dos últ1mas están tratadas como ta-
barnadas populares, como el Salón México. les. Fueron cantadas en español. Sobre un ritmo
70 1\ !\¡ 1\ E R A R 1O D E l P A L A C 1O l) E g 1L1A i\ R rf
b1en balanceado dice el coro a cappella: "Reman- República Federal Alemana. Ba¡o el féretro, cla-
do alegres van los barqueros del no Oh1o". Las veles, glad1olos y otras flores.
agachadas son una cunosa mezcla de ntmos La ceremonia luctuosa se 1n1oó con la Smfo-
afroamencanos del norte y del sur: Un estnb1llo nía número 88, de Haydn. Se guardó respetuoso
onomatopéy1co precede a las estrofas. "Es el bai- silencio. La v1sta de qu1enes as1st1eron al home-
le que llaman Las agachadas tú las pagarás con el na¡e no se separaba de su ataúd. Levemente, se
sacnstancillo", etc. La pnmera canoón, Alondra, dejaban escuchar por qu1enes estaban cerca de
ofrece una peculiandad característica de la can- ella- los sollozos de la v1uda de Clemens Krauss,
ción popular española: falta de concordanoa en- señora Vionca Ursuleac. La emoc1ón h1zo que se-
tre el acento prosódico del verso y el acento mé- gundos después cas1 toda la concurrenCia vertie-
tnco de la mús1ca. El coro entonó con JUsteza los ra lágnmas. Lo prop1o ocurnó cuando se e¡ecu-
Intervalos d1fíoles y cantó con buena d1cc1ón y tó la s1nfonía Inconclusa, de Schubert.
con buen espíntu. El doctor Andrés lduarte. d1rector del Insti-
Copland no es tan fino p1an1sta como com- tuto Naoonal de Bellas Artes, pronunciÓ su ora-
positor. Su son1do un tanto nsp1do estaba en des- CIÓn fúnebre, en la que habló de "la trascende-
acuerdo con el bello tono de concert1sta que po- Cia de la part1da de un gran art1sta, en med1o
see García Mora. Pero el Danzón cubano -efect1sta de una t1erra y un pueblo que son arte en su
y percus1vo- recib1ó una lectura muy gustada por anfiteatro de volcanes, en las p1edras que labra-
el auditono. Para que el públ1co hub1era pod1do ron hace t1empo los abuelos, en su caudaloso
apreoar meJor la su1te del ballet Appalach10m y tradicional amor por la mús1ca, la danza, la pin-
Spring faltaron las notas correspondientes al pro- tura y las letras".
grama. Hab1endo v1s1tado campamentos de las
montañas del norte se apreoa meJor el espíntu Por encima de los credos
de esa mús1ca, escnta con un sent1do orquestal En otro aspecto de la glonficaoón del em1nent e
84 lleno de color. Del Conoerto para dannete no que- maestro y d1rector; el emba¡ador de la República
da espac1o para hablar ahora. Federal Alemana, doctor Fntz von Twardowsk1,
diJO que la mús1ca y los mús1cos pertenecen a to-
Novedades, año XVIII, núm. 4470, 4 de septiem- dos los pueblos y a todas las razas y están por
bre de 1953, Y sección, p. 4. enoma de todos los credos y part1dos. Por ello,
Krauss quena transm1t1r a los hombres la conso-
laoón, la emooón, la alegria y la paz que cont1ene
la mús1ca.Y s1rv1ó al acercamiento de los pueblos
HOMENAJE PÓSTIJMO A CLEMENS KRAUSS y a la paz entre los hombres.
Se reveló que Krauss estaba enfermo y que
La figura extraord1nana de Clemens Krauss fue h1zo el viaJe a Méx1co para cumplir su compro-
realzada como la del hombre que se ded1có al miSO con este público, en pel1gro de muerte.
arte, 1nd1ferente a fortuna, salud y polít1ca, duran- Por ello, el em1nente maestro segu1rá v1v1endo
te la ceremon1a luctuosa que se llevó a cabo ayer no sólo en nuestra memona s1no en la h1stona
en el vest1bulo del Palaoo de las Bellas Artes. un1versal de la mús1ca, y en la h1stona del espí-
Las VIrtudes del art1sta fueron exaltadas por ntu humano, como uno de sus gen1os. A su viu-
el doctor Andrés lduarte, d1rector del INBA: el da diJO el embaJador alemán que Krauss no se-
señor Fritz von Twardowsk1, embajador de la Re- rá olv1dado nunca en tanto que se toque mús1ca
pública Federal Alemana; y el señorWolfang Ho- en este mundo.
ller; m1n1stro de Austna.
Pero la emooón más Intensa, que h1zo vibrar
los corazones de la muchedumbre que llenó el
vest1bulo del Palaoo de Bellas Artes, se desbor-
dó cuando la Orquesta S1nfón1ca Nac1onal eje-
cutó los segundos mov1m1entos de las s1nfonías
Inconclusa y número 88, de Schubert y Haydn, res-
pectivamente. IEliiOl~DA or PII'IA\llA
11 ~ n11 11 DoBIII• O• Attlla lul ft
El féretro ocupaba el s1t1o correspondiente DlltClOIU
al pód1um. Frente al cadáver; la orquesta.
KRAlSS · CH.UEZ • CELIBID \CHE
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Cartrlcr dr la
Orq slo SI (Or> o Cubierto por tres banderas IOIFFH ' liGm KIIL mm ~\ GlW4 ~OlU!\
Noc.ona d r aor 1011 11m n .m o IUIOJI
Krou Cho z y
El ataúd estaba cub1erto con la bandera de Aus- A.,.,. 11 lu u,tlllu 4•111111 4•1dt ~IJ 11 4! a&IIA
( tbrdoch tna, y a los lados se colocaron las de Méx1co y la
70 ANO DE MU I C A EN EL PALACIO DE BELLAS ARTES
bio de estilo y de estét1ca, compos1c1ones de Sor: ron y en todos lo medios activos de la música
Rameau, Ponce, Gárate, el maestro de López, Ra- (academias de piano, de violín, de canto, en la ra-
món Noble, Miguel Prado y Albéniz. dio, en el Conservatorio, la Escuela Superior de
Todos quedaron tan contentos del programa Música de la Un1versidad y en las bandas milita-
de López, que tuvo que corresponder a los aplau- res) no se habla ahora de otra cosa que de Sol-
sos concediendo tres números extras. ti, el eminente director huésped de la Orquesta
Sinfónica, cuya estancia es uno de los mayores
El Naoonal, 33 época, año XXVI, núm. 9 130, 1O triunfos de la Dirección General de Bellas Artes.
de agosto de 1954, pp. 8 Tres obras dirigió en su pnmer programa: la
Smfonía júp1ter, de Mozart; la Swte de danzas, de
Béla Bartók y la Pnmera smfonía de Brahms. Y
creemos firmemente que no hay uno de los que
lo escucharon -mejor si lo hicieron el viernes y
[PRESENClA DE GEORG SOLn EN LA el domingo- que no diga que es un mozartista,
SlNFÓNlCA NAClONAL] un bartókista y un brahmista de amplios horizon-
Gerónimo Baqueiro Fóster tes, dominador de estilos, hombre de prodigiosa
técnica en la dirección y en el análisis.Tres obras
El público de la Orquesta Sinfónica Nacional es- que nuestra excelente orquesta tocó brillante-
tá de plácemes. Hay ahora una animación hala- mente, con maestría, con sentimiento, con un ar-
gadora en los círculos musicales, motivada por la diente deseo de colaborar con el director Georg
presencia de Georg Solti, el director húngaro Solti, hombre de cuarenta y dos años de edad,
huésped que ding1rá todos los conciertos de la que ha hecho una de las carreras más comple-
segunda temporada de Bellas Artes en este año. tas de música en los últimos tiempos.
Solti, músico joven, notable ejecutante del pia- Cada interpretación suya es cautivante. Por
86 no, de sorprendente personalidad como direc- la magia de su dirección y esa naturalidad que él
tor: empezó su estancia en México, conquistán- quiere de los ejecutantes; la afinación de los ins-
dose al personal de la orquesta. trumentos de viento, tocando solos y en grupo
Y fueron los músicos, al advert1r su calidad de se escuchó perfecta, con matices deliciosos, con
hombre y de artista, su educación distinguida, sus acentos emocionados.
conocimientos, su cultura y, particularmente, sus La música galante, fresca, sana, diáfana de Mo-
cualidades de intérprete, los primeros que pro- zart; la endiablada polirritmia y las nuevas sonori-
clamaron a voz en cuello sus excelencias. Y esto dades de la armonía de las danzas de Béla Bartók.
es muy s1gn1ficativo, porque solamente lo hacen la sólida construcción sinfónica, de pensam1ento
en casos excepcionales. Los ejecutantes de la Sin- tan profundo y de poesía tan conceptuosa de la
fónica son, corrientemente, muy reservados con obra de Brahms, encendieron la emoción de los
respecto al director en turno, pero cuando la oyentes, que en Brahms se desbordaron, y se sin-
emoción rompe los cauces, hay que oírles. tió ese estado de apasionamiento producido por
A veces, en el entusiasmo mcontenible de Klemperer, Re1ner: Kleiber, Celibidache...
ellos, uno recibe lecciones inolvidables de crít1ca Mucho perderán los apáticos que no se de-
musical sana, legítima, sólidamente fundada, pues cidan a escuchar a este artista húngaro que se
es indiscutible que nadie puede saber tan perfec- disputan las orquestas europeas. Hay que oír a
tamente bien los alcances de los directores y so- Georg Solti y sentir su ritmo arrebatador.
listas como los mús1cos de los atnles, más s1 son
gentes de elevada cultura como en la orquesta El Naoonal, 3a época, año XXVI, núm. 9 160, 9
de que hablamos son, para no citar sino a algu- de septiembre de 1954, pp. 9, 17.
nos de ellos, Guillermo Robles, hijo del gran mú-
sico Susano Robles, notable clarinetista y direc-
tor: maestro en instrumentación; Fernando Burgos
S.,Juanita Court, Luis Guzmán,Agustín Oropeza, CUATRO CONClERTOS DE BELLAS ARTES
David Saloma, Martín San José, Carlos Luyando Juan de Sigüenza
y, claro, los italianos que tan Importante papel es-
tán haciendo ahora en la orquesta, que son el De gran interés fue el concierto que organizado
gran Franco Ferrari (violín concertino), lvo Valen- en cuarto lugar por el INBA tuvo efecto el día
ti, Remo Arn, Alberto Caroldi, y el alemán Leo 14 en la Sala Ponce del Palacio de las Bellas Ar-
Kreuz. que es un eminente cornista. tes. En dicha sesión actuaron como únicos intér-
Desde que Georg Solti dio su primer con- pretes la pianista Alicia Urreta y el violonchelista
cierto, las voces de los entusiastas se multiplica- Guillermo Helguera.A la curiosidad que a los afi-
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oonados despertara la mtervenc1ón de los dos no obstante hay que oponer por s1ncendad y JUS-
actuantes había que añad1r lo muy sugest1vo del ta apreoaoón, y es que, qu1zás por sobrada ener-
programa compuesto por los nombres de Shos- gía e ímpetu JUvenil, el instrumento v1olonchelo
takovlch, Strav1nsky. Berkeley y Brahms. Es deor, tan dulce, tan suave, tan convincente, en su dic-
lo esenoalmente ultramoderno alternando con CIÓn en manos de Guillermo Helguera se torna
lo posromántico. rísp1do, violento, agres1vo y a veces un tanto es-
tridente. S1 a su técn1ca 1nd1scut1ble, hench1da de
segundad y firmeza, un1ese Gu1llermo Helguera
una mayor tranquilidad, una expresión más con-
vincente por aqu1etada en su forma de "hablar",
creemos que ganana en proporoón g1gantesca
el modo interpretatiVO.Acaso sea demas1ada con-
fianza en sí m1smo que, desde luego, t1ene dere-
cho a tener el ¡oven maestro, pero sofrenados
esos ímpetus tal vez la "personalidad" del VIolon-
chelo adqu1nese mayor contacto con sus oyen-
tes y adm1radores. Al p1ano apareCIÓ como ex-
pert1s1ma acompañante la p1an1sta Al1oa Urreta
de cuya 1ntervenoón es preoso hablar en párra-
fo separado.
Como al pnnop1o de estas notas quedó In-
dicado, la segunda parte del programa corres-
pondió a la d1gnís1ma p1an1sta, cuyo nombre aca-
bamos de menoonar. Se trata de una art1sta de
excepCionales cualidades, con una técn1ca vigo- 87
rosa, de rasgo acusado, por extremo compren-
La sonata con que se abría la aud1c1ón ongl- Siva para cada género mus1cal. lo que ev1denoó
nal del gran maestro ruso ShostakoviCh, estruc- Interpretando la sonata de Strav1nsky. comple¡a y
turada en cuatro tiempos, t1ene, a nuestro pare- d1fíol para ser tocada, pero de un enorme atrac-
cer, aparte el estncto mérrto de conservarse en tivo por refleJar el concepto mús1co del maestro
ella la personalidad de su autor, el ser una le¡ana gen1al, utilizando o desdeñando los cánones pre-
evocaoón de muchos de los temas de la Qwnta concebidos de lo mus1cal como le v1ene en ga-
y Sépt.Jma sm(onías del m1smo autor. El allegreto, na, lo que hace desde luego más 1ntnncada la In-
por e¡emplo, nos trae a la memona el recuerdo terpretaciÓn. Claro que ese libre albedrío es la
del aquel tercer t1empo de la Qwnta, todo ale-
gría y d1nam1smo, y el largo en camb1o de la so-
nata nos evoca bastante la SéptJma. Qu1zás las fe-
chas de sus mcorporaoones al mundo mus1cal
no concuerden en orden cronológ1co, hab1endo
sido compuestas las p1ezas en forma que esa In-
fluenCia esté un tanto trastocada o 1nvert1da, pe-
ro esto según nuestro JUICIO nada 1mpllca para su
valor concreto, porque 1ncluso lo que hace es re-
forzar ese punto de v1sta de la fuerte personali-
dad y defin1do carácter con que se d1st1ngue la
producciÓn del notabale composit or r uso, per-
sonalidad y carácter 1nconfund1ble, por la sene
de mat1ces y plast1c1dad que posee la realizaoón
de Shostakov1ch.
En esta obra Gu1llermo Helguera demostró
su dom 1n1o del v1olonchelo. A lo d1fíc1l y vana do
de la construcoón el ¡oven maestro ot orgó una
¡usta expres1ón. S1n embargo, no fue en esta In-
ter pretaCió n del maestro r uso do nde m ás nos
sat1sfizo, s1no en la extrao rdinana Sonata núm. 88
de Brahms, obra desbordante de pas1ón. A la In-
terpretaCión segura del maestro H elguera algo
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resultante de una suma de preparaoones con- BRlLLANTE CONCl ERTO DlRI GIÓ MAYER
sumadas por otros maestros que, con anteno- AN OCHE EN BELLAS ARTES
ndad a Strav1nsky, se lanzaron a la 1nnovaoón, jun1us
"Innovaciones que el maestro ruso condensa
en su obra colectiva" y, para llegar Strav1nsky a Como d1gno remate de la actual temporada de
esa perfecciÓn, es porque ha sab1do aprovechar la Orquesta S1nfón1ca Naoonal se e¡ecutó ayer
en toda su amplitud, para resolverlos, los tan- en el Palaoo de Bellas Artes el grandioso poema
teos de los demás. No estamos muy seguros a línco y dramátiCO del gran poeta Claudel, reoen-
qué fecha pertenezca esa Sonata poro ptono, pe- temente desapareodo, con mús1ca de Arthur Ho-
ro con una sonata en 1904 1nauguró el maes- negger: Para esta funoón, el lnstrtuto Naoonal de
tro su producoón mus1cal. Es pos1ble que sea la Bellas Artes echó la casa por la ventana, ofreoén-
bellamente Interpretada por Alioa Urreta, qu1en donos un espectáculo de maravilla, b1en prepa-
supo comprender admirablemente la expresión rado y anunoado, y estupendamente dirig1do por
mqu1eta, s1empre moderna del 1ns1gne compo- el maestro Thomas Mayer, d1rector 1nvrtado, qu1en
Sitor: Pero habiendo estado afortunadísima la ha obten1do éx1tos enormes por doquier, que ha
artista del p1ano en su actuación 1nd1v1dual, lo presentado Juana de Arco en lo hoguera.
mismo en la obra rusa que en los cuatro estu- Precedida de una Interesante conferenoa de
dios del Conoerto de Berkeley, no fue, repeti- Mayer el lunes pasado, y un ensayo general el ¡ue-
mos, en ese momento, en el que comprendi- ves, la evocaoón de la Pastorota de Domremy al-
mos con más mtens1dad a la notable p1an1sta canzó un tnunfo apoteótico, que de¡ó encanta-
s1no - y no hay en ello desmereom1ento por lo da a la concurrencia que llenaba la sala.
hecho como solista en el acompañamiento segui- Sobre una hermosa y ong1nal escenografía de
do en la Sonata de Brahms, Interpretada tamb1én Anton1o López Mancera, a quien se deben tam-
por Helguera. En nuestra op1n1ón fue donde la se- bién el vestuano y la producción, y con la lluml-
88 ñora Urreta dio la tón1ca de su extraordinana com- naoón admirablemente mane¡ada por R1cardo
prensión. Pocas veces hemos advertido una unión Cedillo, se desarrolló la histona de santa Juana.
más estrecha entre el compañero solista y la In- María Douglas person1ficó a la heroica v1rgen fran-
terpretación del acompañante, como pocas ve- cesa, con acentos de acendrada emooón y a ve-
ces hemos observado un estud1o más conoen- ces de un patet1smo desgarrador: La sonora y
zudo de una obra toda llena de emooón, de
pas1ón encend1da, de expres1ón arrebatada, de
dulzura persuas1vas como frases de energía po-
derosa. A toda esa vanedad de colores y tona-
INSTI TUTO NACIONAL ASOCIACION MUSICAL
lidades atend1ó en forma adm1rable la p1an1sta DI IILLAS ARTIS DANIIL , A . C .
p,.g,.,m de Juan• d~
Arco en 13 Hoguera
Novedades, año XX, núm. 5088, 17 de marzo de
1955, pp. 4, 7.
1 PROeiWIA
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PALA<;:IO DE IEli.AS ARTES
7t ¡\ Dl f\\L A E l L I'Al \ll() l)f l ELLA A R1[
b1en t1mbrada voz de Augusto Bened1co prestó colondo Instrumental del autor de la Tetralogía
un gran relieve al hermano Dom1ngo. y. en gene- hace que la obra se defienda sola, y a pesar de la
ral. los demás actores se 1dent1ficaron b1en con ausencia de tubas, los metales sonaron muy b1en.
sus papeles, haoendo JUstiCia al texto de Claudel. Creemos, s1n embargo, que podna obtenerse una
en la muy acertada traducc1ón del maestro Jesús sensac1ón de fervor místico mucho más 1ntensa
Durón. Esta h1stona, relatada de una manera Sim- de la que se logró.
bólica y p1ntoresca, con 1ntervenoones de dos
coros Situados a uno y otro lado del escenano, Excéls1or, año XXXIX, no. 13769, 11 de JUnio de
es algo que sobrepasa con mucho en alcance y 1955, pp. S.
s1gn1ficac1ón todos los espectáculos ord1nanos.
Los d1ferentes ballets, tales como el de los ani-
males, el del ¡uego de cartas, el del molinero y la
tía Toneles, etc., prestan an1maoon y colondo a la [LORlN MAAZEL - ANDRÉS SEGOYlA]
escena, a lo cual debe agregarse, ante todo, la ex- Gerón1mo Baque1ro Fóster
celsa mús1ca de Honegger; que en Juana t1ene una
de sus mas notables obras maestras. El caso de Lonn Maazel es el de un nuevo direc-
tor de orquesta que con sólo tres años de eJer-
La música de Honegger CICIO está haoendo proezas, que tendrán que es-
Honegger no ha llegado a ser apreoado en to- cribirse con letras de oro en el libro de la h1stona
do lo que vale. En nuestra op1n1ón, mane¡a la ato- del arte s1nfón1co.
nalidad como nadte, y éste parece ser su campo Estamos convenodos de que es un mústco de
de acoon predilecto. Pero en Juana de Arco hace disposiCIÓn dramát1ca que, entre lo que está ahora
uso de todos los recursos orquestales tmagtna- estudiando, encontrará obras que serán compren-
bles, ut11izando temas populares, mottvos religto- didas en su verdadero valor por los que no han
sos hturgtcos, una declamaoón coral ongtnalíst- llegado a conocerlas en su realidad verdadera. 89
ma, y otros muchos recursos, todo ello con el Tiene un sent1do, en sumo grado desarrolla-
senttdo más seguro de la esenoa Instrumental. do, de los conten1dos y las estructuras de las gran-
Nt por un momento su mústca de¡a de ser Inte- des obras s1nfón1cas; de los mat1ces que él hace
resante y stgntficatJva, y no cabe duda que el maes- resaltar aprovechando su 1ntu1C1Ón de lo que, ade-
tro Thomas Mayer sabe comprenderla a maravi- más de la d1nám1ca, esto es de las 1ntens1dades
lla, dtngtendo con una firmeza y entusiasmo de fuerza, hay en los t1mbres instrumentales. Pa-
tncomparables, y logrando de sus subordtnados ra Maazel el t1mbre es un elemento constitutivo
el máxtmum del postble rendtmtento. No acaba- más de la mús1ca que vtene a sumarse al ntmo,
namos SI qutstéramos detallar una por una las be- la melodía y la armonía.
llezas de la obra y la bnllantez de su e¡ecuoón, tan- Es sorprendente lo que este muchacho ha-
to por parte de los 1nstrument1stas como de los ce con él, y sorprendentes son tamb1én sus re-
coros y de los solistas, entre los que se destaca- cursos mím1cos para hacer sent1r a los mús1cos
ron la soprano María del C. Marcos y el baJO Pe- sus deseos, a fin de hacerlos tocar como él qute-
dro Garntca. Nuestras más cordtales feliotacto- re para lograr sus fines. Por eso la orquesta se
nes al INBA y al maestro Mayer por habernos ha oído de un modo nuevo y ong1nal. La S1nfó-
proporoonado esta asombrosa fiesta de la vtsta n1ca Nac1onal ha sonado muy b1en y su admi-
y el oído. rable diSCiplina es obJeto de alabanzas por par-
La obra de Honegger fue precedtda de otras te de todos los que ent1enden lo que es el
dos p1ezas orquestales. trabaJO s1nfón1co.
Pnmeramente escuchamos la Swte número 3 Y Maazel nos ha ven1do con la novedad de
de Bach, en Re mayor; que probablemente por la que el acompañamiento de los concertistas so-
falta de ensayos adecuados se restnttó de una tn- listas t1ene que hacerse de memona, lo que está
terpretaoón algo monótona y acartonada. No demostrado con un éx1to que le van a envidiar
nos senttmos emooonados por la tnefable ana, sus colegas de todo el mundo.
n1 nos d1mos mucha cuenta de la graoa y elegan- No obstante los pel1gros de que, s1endo
Cia que enoerran la bourrée, la gavota o la g1ga. tan ¡oven, se haya propuesto mat1zar, frasear
Los trompetistas h1c1eron esfuerzos hero1cos pa- y darle nuevos colores a la Séptima smfonía de
ra luchar con las altís1mas tesituras, no s1empre Beethoven, su Interpretación se 1mpuso y el
con éxrto. S1n embargo, el público se mostró muy públ1co estallo en aplusos reveladores de ad-
favorable y aplaud1ó entus1astamente. m1rac1ón, de confirmaciÓn de que lo que él
Mucho me¡or nos pareoó el prólogo de Par- hace está b1en o, cuando menos, que gusta
SI(a/, de Wagner; qu1en fue el segundo número. El mucho.
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C Arr
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expresión melódica de matices de intensidad en- fondo orquestal artísticamente dispuesto por el
cantaron a los presentes. L1mantour y la orques- director para el luc1miento del p1anista chileno
ta fueron premiados con insistidos aplausos de que rebosaba satisfacción.
ev1dente conformidad. Y en un juego maravilloso de los dos músi-
Pasado un momento, salió el tan esperado cos se efectuó la recreación de la hermosa obra
Claud1o Arra u. Y se llevó, seguramente, la gran de Beethoven programada: el Conoerto núm. 1.
sorpresa de su vida al ver Bellas Artes con un lle- Las expresiones ''qué gran intérprete es Arra u
nazo general, hab1endo mucha gente de pie. y qué gran p1an1sta", así como la de que "Liman-
Las acomodadoras nos avisaron que en la tour acompañó como cualquiera de los más gran-
puerta grande de la entrada, ún1ca que quedó des directores de hoy" corrieron de boca en bo-
abierta, la multitud se amotinó intentando entrar ca durante el intermedio. La gente estremecida
y hubo que ordenar su cierre total. reacoonaba afirmando con palabras o ese gran
Tres salvas de aplausos, pero aplausos llenos, silencio considerado como suprema sabiduría por
se sucedieron. Aquellos dos mil y p1co de pares los orientales.
de manos de los presentes retemblaron en uno Y así suced1ó cuando Limantour y el colo-
de esos saludos cariñosos, efusivamente cariño- sal pianista chileno, unidos por un sentimien-
sos, dedicados a un artista al cual se había deja- to de comprens1ón mutua perfecto, tocaron
do de oír durante tres años. el Concierto núm. 2, de Brahms. "Limantour me
Arrau pudo alargar a cuatro y hasta a cinco ha acompañado como quise, como deseaba",
aquellas manifestaciones entus1astas de admira- nos dijo Arrau. Ha adelantado sorprendente-
CIÓn, pero las detuvo sentándose al piano. mente.
Detrás de él salió Pepe Limantour que, tam- La Rapsodia española será motivo para una
bién en medio de aplausos, llegó al estrado. nota próxima.
Y al escucharse las primeras notas de la or-
questa, el silencio se hizo absoluto. Claudio efec- El Naoonal, 4a. época, año XXVIII, núm. 9998, 5
tuó su entrada de manera impresionante en un de febrero de 1957, p. 5.
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De entre las lunetas. salió Carlos Chávez a instan- una significación en el arte nacionai.Y esta razón
Cias de Bemste1n y del público.Y él caminó lento en- era aún más importante para guiar los propósitos
tre las silletas adic1onales metidas a fuerza en el pasi- de un homenaje.Tal vez llevar a cabo la empresa,
llo de la izquierda para recibir desde el escenario la de mayores proporciones, pero a la vez de un
ovación. Él y Bemstein se dieron apretado abrazo, y sent1do más trascendente, habría requerido más
Carlos agradeció al público esas muestras de simpa- largo tiempo y mayor complicación de recursos.
tía y admiración y saludó emocionado a los músicos. Pero, al mismo tiempo que habría cumplido con
Otras 1nterpretaoones sensacionales fueron su función de homenaje, habría contribuido a for-
las de la Smfonía núm. 3 del estadounidense Roy talecer la conciencia nacional por los valores que
Harns y el poema sinfón1co Un amencano en Pa- la ennoblecen y la representan en el arte. Pero
rís, de George Gershwin. es posible que después de las más Inmediatas ex-
El público se estremeció con las dos compo- presiones de adm1ración haya, como es de de-
siciones desbordantes de frescura, sinceridad y searse, otras de la dimensión debida.
originalidad, nunca antes tan perfectamente bien Cierto es que la perspectiva es aún demasia-
tocadas. do restring1da para valorizar adecuadamente la
En Méx1co se tiene por Gershwin, Copland, personalidad del músico jalisciense, para quien,
Barber y Roy Harris mucha estimación y se co- como él, se distinguió por una lucha fructífera, ha
nocen muy bien sus alcances. La alegría, el JUbi- ganado ya el reconocimiento de los mexicanos.
leo, el regocijo del público llegaron a todos los En el terreno en el que actuó José Pablo Mon-
hogares mex1canos en donde la gente escucha- cayo -arriesgando una valoraoón provisional, aun-
ba con interés. que quizá prematura- dedicado a dos funciones
Pero llegó la Cuarta smfonía del compositor no siempre conciliables por aptitudes naturales,
ruso Cha1kovski, y aunque fue escuchada con fer- la d1rección de orquesta y la composición, desta-
vor y aplaudida con la misma vehemencia, todos có considerablemente más en la segunda.
estuvieron de acuerdo en que la interpretación Nacido en Guadalajara, el 29 de junio de 93
careció de la profundidad y la poesía a la que es- 19 12, perteneció al llamado Grupo de los Cua-
ta obra debe, como todo lo suyo, su universalidad. tro, iniciado por sugestión de Salvador Centre-
La arbitrariedad en los movimientos disgus- ras, y al que se afiliaron, con ellos, Bias Galindo y
tó, por los lentos innecesarios y por la increíble Daniel Ayala. Como sus colegas, Moncayo reci-
rapidez del final, que romp1ó normas. bió la influencia decisiva de Carlos Chávez, en los
Bernstein tocó fuera de estilo la música del momentos más fervorosos del nacionalismo, es-
genial maestro ruso. timulado por la Revolución Mexicana, y del que
en muchos sent1dos con justicia se s1ntieron he-
El Nacional, 4a época, año XXX, núm. 1049 1, 18 rederos y portavoces, como en otros casos su-
de junio de 1958, p. 5. cedería con sus contemporáneos en las letras y
en la pintura.
Moncayo, que colaboró ínt1mamente con su pertono de varias orquestas además de las lo-
maestro Chávez. reob1ó de él el espaldarazo co- cales, Moncayo s1gu1ó, s1n embargo. produoen -
mo d1rector de orquesta Por vanos años direc- do. aunque con la lent1tud que caractenza a los
tor t1tular de la S1nfón1ca Naoonal sucesora de art1stas e Intelectuales mex1canos. d1stra1dos con
la S1nfón1ca de Méx1co- luchó por consolidar una frecuencia por excesivamente vanadas y ago-
pos1oón para la que d1fíolmente pod1a conside- biantes act1v1dades.
rarse equ1pado. Pese a su naturaleza mus1cal. Mon- Pero Moncayo luchó y produJO y. lo que es
cayo no tuvo nunca, a dec1r verdad, la fuerza de más Importante, en su lucha y producc1ón fue
personalidad que requ1ere el d1rector de orques- madurando hasta ampliar un repertono del
ta Fue un hombre, ante el pod1o, excesivamente que en los conc1ertos que determman estas
suave. s1n habil1dad de 1dent1ficaoón con sus mú- notas, sobre todo el del 28 de agosto en la Sa-
Sicos, sm nexos de comun1caoón con su audito- la Ponce, se tuvo una buena muestra, de cuyo
no. El contraste se h1zo especialmente ostens1ble conten1do debemos mencionar para que se
al ocupar el s1t1o que acababa de deJar un hom- vea, aún en lo aparentemente lim1tado. el re
bre que, s1 b1en pudo y puede aún ser obJeto de conoom1ento que merece el mús1co mex1ca
muchas controversias, no carece de Impresionan- no. un Trío para nauta, VIOlín y ptano, Tres ptezas
te personalidad. para ptano. Canoón del mar (para coro). Sana
Pero en lo que fue su vocac1ón real. en la com- tapara vtola y ptano. Tterra de temporal (que to-
poSICIÓn, Moncayo pudo vencer todos los obstá- do el mundo conoce como la mús1ca del ba-
culos expres1vos que la d1recoón de orquesta le llet Zapata de Gu1llermo Amaga). y finalmente,
1mponía. su Huapango.
De todos los m1embros del grupo naoona- Pero hay más obras que éstas y sería Intere-
lista - y que nos perdonen qu1enes p1ensan en sante que el público las conooera a través de un
térm1nos de naoonahsmos restnng1dos . Monea- nuevo, más grande. conoerto homenaJe a la al-
94 yo fue el más constante mantenedor y qu1en con tura de los mereCimientos del autor: Moncayo
mayor 1ns1stenoa pers1gu1ó los 1deales estét1cos munó el 18 de JUnio de este año de 1958.
ong1nales. Como Chávez. Galindo, Ayala, Huízar.
Sand1, el mús1co Jalisoense estuvo convenodo del Novedades, Méx1co en la cultura, núm. 497, 21 de
valor Intrínseco, y de su capaodad como medio sept1embre de 1958, pp. 9.
de expres1ón característica de nuestra cultura. de
los ntmos Indígenas y de la mús1ca folclónca, de
las pos1b11idades de explotación de los colores
Instrumentales usados en nuestra trad1oón, de [EL VlOLONCHEUSTA MSnSLAV
las ongmales comb1naoones melód1cas. y de su ROSTROPOVlCH]
suscept1b11idad natural de vanada elaboraoón pa- Geron1mo Baque1ro Fóster
ra la expres1on (defin1c1ón) artíst1ca - hábil, selec-
ta, de aguda 1dent1ficaoón con sus raíces de la
personalidad mex1cana.
INSTITUTO NACIONAL DE BELLAS ARTES 1
Moncayo pasó como Chávez, Galindo y San-
di por las etapas elementales, las etn1ostas o fol SIETE GRANDE~I'~7o5o~m VIOLONCEU.O j m
clonstas (a lo que los estaoonanos reducen la
s1gnificaoón del nacionalismo); pero baJO la In-
fluencia de Huízar. que aun se conserva en omi-
noso sdenc1o, las superó aportando su propia
1maginac1ón y emot1v1dad. Tal vez con más difi-
cultad que Revueltas (gen1o auténtico por lo Ines-
perado e 1ntrép1do de la asimilación 1nmed1ata).
pero con mayor rap1dez que otros colegas. lle-
vo a cabo la transmutaoón y aportó su pnme-
ra Interesante, personal expres1ón de valores no
puramente h1stóncos; su Huapango. al que su En Méx1co, s1n que se haya hecho ru1do sobre el
nombre se halla 1nevrtablemente ligado y que pa- asunto. se está efectuando en estos momentos
ra algunos (como el am1go Robert Stevenson en un posrt1vo concurso de violonchelo, caso ún1co,
su Muste tn Mextco) estuvo en nesgo de ser ca- probablemente en la h1stona de la mús1ca de Eu-
racterística del one ptece composer, como el ropa y Aménca.
Aprendtz de Dukas. Después del Huapango. que La s1ngular JUsta ha ten1do por escenario no
se ha const1tu1do en an1mada aportaoón al re- solamente el teatro de Bellas Artes. s1no vanos
70 '\1\JO DF MU ICA f'\ fl PALA( 10 DI BLLlA~ ARfF~
escenanos de las más Importantes c1udades de ¡En qué vergüenza han quedado los hlstona-
la República. dores y mus1cólogos que han d1cho que esta so-
En Xalapa, cap1tal de Veracruz, reun1dos por nata para violonchelo y p1ano es una de las obras
el 1nmenso prest1g1o de Pablo Casals, fung1eron menos notables del compos1tor polaco, que de-
como ¡urados del h1stónco concurso los más al- diCÓ a Augusto Franchomme!
tos valores en el Instrumento que toca el maes- ¿Dónde está - preguntábamos- aquella con-
tro catalán. fusiÓn de pensamientos y pobreza de expres1ón
Allí suced1eron cosas de marav1lla, nunca VIS- de que habla Kleczynsk1?
tas en n1nguna parte de Europa. HeltorVdla-Lo- Faltaba solamente un Intérprete de alto ran-
bos, el célebre composrtor brasileño, nos h1zo ver go y ahí tenemos señores- una gran obra más
que nad1e en el mundo, de no ser Casals, tendría en el repertono del VIolonchelo que durmió lar-
el poder de ¡untar desinteresadamente a estos go t1empo en el más completo olv1do.
gen1os de la ejecución del chelo, que por Casals La Sonata de Dmitri Shostakovich, que inter-
ha alcanzado su más alto grado de perfección, pretó, produ¡o un gran estremeomiento emooo-
con el concurso, por supuesto de mult1tud de nal tan fuerte como cuando h1zo oír la Smfonía
hombres y mu¡eres de 1nteligenoa supenor de concertante de Prokofief. Un día hablaremos de
todas las nac1ones de la t1erra. ella en nota espeoal.
Y día con día, en el Palacio de Bellas Artes, No terminaba el público entusiasmado de
han estado desfilando estas eminencias de la mú- aplaudir, cuando se escucharon los primeros acen-
Sica, de cuyas actuaciones muchos observadores tos de Vocollse de Rachman1nof, a los que s1gu1e-
han estado tomando nota y fijando sus quilates. ron los atrevidos virtuosismos de Pezzo capnc-
Oímos ya, con la Orquesta S1nfón1ca Naoo- ooso de Cha1kovsk1.
nal, tocar de manera sorprendente, al francés An- A los aplausos 1nterm1nables s1gu1eron los nú-
dré Navarra [ ...] meros extra-programa que fueron vanos, recibi-
Y tamb1én al pnmer violonchelista soviético Ms- dos con mucha alegría. 95
tislav Rostropovich, alucinante, de tono también pu-
rísimo, temperamento fogoso y v1rtuosidad paga- El Naoonal, 4a época, año XXXI, no. 10726, 1O
n1nesca, que en la Smfonía concertante de Prokofief de febrero de 1959, pp. S, 8.
enseñó los nuevos modos de e¡ecución descubier-
tos por la escuela soviét1ca que está revolucionan-
do las técn1cas de arco y de dedos [ ...] CONClERTO DE MÚSlCA MEXl CANA
Como nos quedó mucho por decir de Rostro- Rafael Fraga
pov1ch, merecedor de calificativos de nin1vrta, babi-
lónico, etc., a la Berlioz, vamos ahora a deor que Verdadera pena nos causó a los que as1st1mos al
en su recrtal enseñó que, con el s1mple acompaña- pnmero y segundo conoerto de la temporada
miento de un p1ano -p1ano que tocó el monumen- del Pnmer Fest1val de Mús1ca Mex1cana ver la sa-
tal Alexander A. Dedujin- tamb1én se pueden ha- la de espectáculos del Bellas Artes completamen-
cer maravillas de ejecuoón e interpretación como te vacía, el miércoles por la noche.
disponiendo de una buena orquesta.Y que lo mis- ¿A qué se debe la ausencia del público a los
mo se puede hacer s1n contar con acompañamien- conoertos, cuando se trata de música mexicana?
to alguno, ten1endo los alcances que él t1ene. La respuesta es muy sencilla: Por muchos años se
Él, que desde adolescente fue iniciado en la ha ven1do d1scnm1nando a nuestra música y, por
mús1ca de J.S. Bach, es en la Unión Soviét1ca lo consiguiente, a sus compositores. El público actual
que Casals ha sido en el Occidente como intér-
prete del hombre más grande de la música.
Su Bach llenó de sorpresas a todos por la pu- ~, - f 1d 1 ' .~
reza con que lo toca, lo frasea, lo mat1za y la fa-
1
primer ést~ya emUSIC~ meXICana 11
cilidad con que lo hace entrar en los corazones. 1 !HOY ALAS 9P.M. tON CIERTO 1(DE ABONO)
Nadie de¡ó de comprender su grandeza, d1g- 1w
na de la grandeza del compositor. cuando tocó 1 ORQU~rlA riNfONICA NACIONAl
la Swte núm. 3 con sus s1ete números magníficos. tJ J ,
El largo y poderoso aplauso duró bastante y Dlredor: HUHANDEZ MOHCADA
fue repet1do para ha~er sent1r al concertista la OnllOWN roHa, H1Jllll yHOU. UONUOA
1
~
1
grat1tud y la adm1raoon general.
DeliCIOSamente sonó en los oídos atentos a "
las bellezas románticas de sus tiempos la Sonata 1 PAlACIO. o~' .D~ltAt ARTtt .~
u' J "JlocofldadesdeH~a~lO.OO Con ero de Pr me •
f SINOI de M1 o
en Sol menor, op. 65, de Chop1n. iJ.J Me• oro
70 A N 1 V [ R A R 1O 1) ¡: 1 P 1\ 1 1\ C 1 O D E B I L L A S A R T E .S
no conoce más mús1ca mex1cana que huapangos, El Cuarteto de Bellas Artes fue el que tuvo
sones de manach1s y s1nfonía 1ndla ¿Por qué? Por la a su cargo el desarrollo del programa, cuyo con-
senolla razón de que las adm1n1straoones pasa- JUnto está 1ntegrado por magníficos Instrumen-
das deiiNBA no daban 1mportanoa, n1 tomaban tistas como: Hermilio Novelo, v1olín 1°; Lu1s An-
en cuenta a otros compositores que no fueran toniO Martínez, v1olín 2°; lvo Valent1, v1ola; y Dante
los autores de las obras que antes mencionamos. Barzanó, VIolonchelo.
Ha s1do tanto el despreoo que se t1ene por Cuatro cuartetos para Instrumentos de cuer-
nuestra verdadera mús1ca (no confundir la can- das ejecutaron estos d1st1ngu1dos art1stas, apre-
oón comemal que nada t1ene de mex1cana n1 de oándose en ellos su magnífica afinación, su técni-
folclor), que, como haoéndole un gran favor al ca depurada, d1oendo sus pasajes con emot1va
compos1tor mex1cano y a su mús1ca, de tre1nta o expres1ón.
cuarenta obras de autores extranJeros que toca El Cuarteto vtrremal, de Miguel Bernal j1ménez,
la S1nfón1ca Nac1onal en cada temporada, en que en sus cuatro mov1m1entos de que consta
camb1o, sólo toca dos o tres de mús1cos mexi- esta obra, hace un desarrollo de temas de can-
canos. Éstas son las verdaderas causas de que la tos y JUegos 1nfantlles trad1oonales muy armoni-
mayoría de nuestro público no conozca a otros zados, que nos 1mpres1onaron bastante por su
valores de nuestra mús1ca y nuestro folclor: belleza y senollez de su música.
Parece que el panorama camb1ará, según di- El Cuarteto en Re (HomenaJe a sor Juana Inés
ce eiiNBA:"Se 1nclu1rán obras de mex1canos en de la Cruz), de Carlos j1ménez Mabarak; este com-
los programas de conoertos S1nfón1cos y tempo- positor se d1st1ngue por la flu1dez de sus obras y
radas de ópera y los festivales de mús1ca mexi- fuertes contrastes muy expres1vos.
cana habrán de repet1rse penód1camente. Con Otro cuarteto fue el del maestro Lu1s Sandi,
esto nos proponemos est1mular a nuestros com- cuya mús1ca. como ya hemos op1nado en otras
positores modernos, hacer JUStiCia a los pasa- ocas1ones, hay que oír vanas veces lo que expre-
96 dos y hab1tuar a nuestro público a oír el acen- sa o, meJor d1cho, lo que qu1so expresar en su
to hasta ahora tan poco escuchado de sus mús1ca con una sene de d1sonanc1as ultra mo-
mús1cos e 1nfund1rle, así confianza en la catego- dernistas. F1nalmente escuchamos el cuarteto del
ría de nuestra mús1ca y amor a ella". A ver s1 maestro Rodolfo Halffter; de corte moderno, pe-
esto no se queda en sólo papeleo y se lleva a ro s1n apartarse del estilo característico de la obra.
la realidad. Sus comb1naoones en sus d1álogos muy bien lo-
Pero hablemos del pnmero y segundo con- grados, destacando y s1n perderse su línea meló-
oertos de este Pnmer Fest1val de Mús1ca Mexi- dica que los cuartet1stas ejecutaron agradable-
cana, tomando en cuenta el poco t1empo de que mente dentro de su modern1smo.
d1spuso el maestro Moneada - que esta vez es-
tuvo en el pod1o como d1rector de la S1nfónica El Umversal, año XLIII, núm. 15506.6 de septiem-
Naoonal- para preparar las cuatro obras de es- bre de 1959, pp. 15.
te pnmer conoerto; con todo y este lapso tan
corto, el conoerto fue bastante bueno, dada la
expenenc1a y los conoom1entos que t1ene el
maestro Moneada. [ARAM JACHATURlÁN]
El festín de los enanos, de José Rolón; Fenal, de Gerón1mo Baque1ro Fóster
Manuel M. Ponce; Pueblennas, de Huízar; Smfonía
núm. 1, del m1smo maestro Moneada. Las cuatro Tan grande fue la demanda de boletos para es-
obras fueron b1en ding1das por el d1rector, Impar- cuchar el pnmer programa del compos1tor so-
tiéndoles el carácter y sensibilidad requenda en VIético Aram Jachatunán, que fue necesano, con-
cada obra. tra lo que se tenía planeado, disponer la repetición
La Stnfonía núm. 1 una de las pnmeras obras de éste el dom1ngo en mat1né.
del maestro Moneada gustó mucho por su mag- Por el doble atract1vo de conocer de cerca
nífica orquestaoón, en la que pud1mos apreoar en plena actuaoón al famoso mús1co de ongen
desde un pnnop1o el dom1n1o de las cuerdas y armenio, en lo que ahora const1tuye la Armen1a
con "cantos" muy emotivos y de contrastes rít- sov1ét1ca y, al m1smo t1empo, de escuchar al vio-
micos muy b1en logrados. linista Leon1d Kogan, extraordinaria figura de la
Belleza, colondo y gratas reminiscencias de escuela rusa, se agotaron completamente los
nuestra niñez fue la 1mpres1ón que tuv1mos de las boletos.
obras que escuchamos en el segundo conoerto Hubo gente en Bellas Artes, de pie y en can-
del Pnmer Festival de Mús1ca Mex1cana, el VIer- tidad. La salida a escena del compositor fue salu-
nes por la noche en Bellas Artes. dada con largo aplauso Instantáneamente corta-
70 AÑO DE MÚ ICA EN EL PALA C I O DE B ELL AS ARTES
mane¡o de las grandes formas. en lo que se lla- mas hecho notar, tocan con verdadera conviC-
ma desarrollo (Durchruhrung); pero pensamos CIÓn y entus1asmo. y no como "traba¡adores de
que s1 se le qu1tara a su mús1ca ese característi- la mús1ca". Particularmente nos complaoo el to-
co estilo fragmentano que perm1te a su extraor- no de la secoón de los violonchelos.
dinana audaoa de orquestaciÓn su pleno efec- Term1nó el acto con una su1te extraída por
to, sería qu1zá menos Revueltas. Por supuesto L1mantour del film mus1cado por Revueltas La no
que el auditono no tomó su obra como pretex- che de los mayas, que ocas1onó tal conmooón en-
to para charlar, s1no que la oyó con gran recogi- tre el públ1co que hubo que repet1r la Canoón de
miento y dele1te, así como el resto del progra- cuna. Qu1s1éramos extendemos lnterrrunablemen-
ma, que cont1nuó con Hora de JUniO, escrita como te sobre este homena¡e al gran compositor; pe-
mús1ca de fondo para unos sonetos del notable ro ya que el espaoo se nos lim1ta, sólo nos resta
poeta Carlos Pellicer, qu1en con su voz grave, cá- elog1ar de la manera más cumpl1da al d1rector,
lida. expresiva, recitó sus textos, y se nos dice que tan minuciosamente lo preparó y con tanto
que, al 1nflu¡o de su propia poesía y de la Int en- fuego y comprensión lo d1ngió. Esperamos que
sa música de Revueltas, salió conmovido hasta el mismo éxito obtenga en San Lu1s Potosí y en
las lágnmas. Durango, la pat na de Revueltas.
En ltmeranos nos pareoó que la orquesta ha-
bía logrado sus más bellas sonoridades. Estos mú- Excéls10r. año LXIII, núm. 1S, 3 de abnl de 1960,
Sicos de la Perla de Ocodente, como ya lo he- secc1ón B. p. 7.
98
1
70 \NO~ DE l\\USICJ\ L
1961-1970
EL REClTAL BACH DE ESPERANZA PUUDO Ep ronzo Pu o
Bach es un composrtor medieval, esoténco, cuyo s1ones, ese esfuerzo s1gn1ficaba un exceso de aten-
arte v1ene a ser una espec1e de cód1go secreto; oón en per¡u1oo de la obra, como un todo, por
por otra encarna el hombre moderno, analít1co, más que c1ertos pasaJeS no hayan s1do supera-
que se esfuerza en divulgar las leyes concebidas dos técnicamente, conv1ene señalar el cu1dado
por él, enmarcadas dentro de ese evangelio se- puesto en la correcta acentuaoón, en la conoen-
creto. Esta lúoda postura ha s1do perfectamente oa de una progres1ón armón1ca. en la art1culaoón
comprend1da por Esperanza Pulido y ha s1do la perfecta del discurso sonoro.
que le 1mpulsó a buscar; a rebuscar; la esenc1a mis- En el caso de Bach, el Intérprete no puede ol-
ma de una obra y su relación con el tiempo his- vidar estos valores, la profunda s1gn1ficaoón de
tónco. Buscando, rebuscando, 1nvest1gando, reali- elementos superpuestos que 1nterv1enen en la
zó una verdadera exploraoón oentífica sobre el estructura pol1fón1ca, la 1mportanc1a del concep-
arte de interpretar a Bach y extrajo una particu- to de vanación en la textura armón1ca. No pue-
lar concepoón que puede ser objeto de polémi- de olvidarlos porque son el centro m1smo de to-
cas pero que no deJa de estar fundada en una do un estilo y de su correcta aplicaoón; de su
verdad, sosten1da por un método de conocimien- inteligencia y lúcido aprovechamiento denva una
to. Más que el domin1o de pasaJeS difíciles, más verdad Interpretativa: común a todas las 1deas que
que el ejercioo "digital", 1mporta alabar en el ca- sobre el arte de tocar a Bach ex1sten y segu1rán
so de Esperanza Pulido una experiencia de valor existiendo.
Intelectual. Interesados exclusivamente en reg1strar
Contrana a la pos1c1ón estableoda porWanda los acc1dentes puramente formales, la cubier-
Landowska y sus admiradores, Esperanza Pulido ta exterior de un Intérprete, los crít1cos han
no se perm1te n1nguna libertad que contraríe el olv1dado (o no han advert1do) el interés ma-
tiempo h1stórico de Bach. De ahí la ausenc1a ab- yor de este recital de Esperanza Pulido; se es-
soluta de empleo del pedal, de ahí la int ención té o no de acuerdo con su manera de enten-
de encontrar un valor sonoro equivalente al cla- der a Bach, lo que 1m porta es ver (o meJor
102
vicordio, de ahí. en fin, un rigor técnico e inter- oír) que la recitalista está en el secreto; o sea,
pretativo que no admite la expansión románt1ca, que desenreda una maraña de valores, que da
la figurac1ón de un contenido, expresivo, nuevo, un sentido a cada uno de los elementos Im-
JOVen, moderno. Para la recitalista todo el acto plícitos en ese ex1gente tejido. En suma, que
recreador está lim1tado por indicaciones dadas no se trata de una meJor recreac1ón de Bach
por Bach, sus hiJOS, algunos de sus contemporá- smo de otra manera de entender las cosas,
neos (indicaciones bien imprecisas en todo ca- pero una manera que pregunta y responde
so), por un entendimiento de lo barroco en la en lengua conoc1da.
mús1ca, por valores temporales de toucher. Señalamos, por últ1mo, la sene de Pequeños
De esta particular concepción se desprende preludios y fugas, que a nuestro JUICIO fue lo más
una verdad Inmediata: su recrtal Bach tuvo un ca- logrado del programa. A la enunoaoón clara de
rácter eminentemente didáct1co, más prop1o tal todos los elementos presentes en la escntura de-
vez para una ses1ón académica que para una sa- bemos aplaudir un sonido muy puro, agradable,
la de conc1ertos. S1 hemos de señalar con Júbilo en ocasiones hermoso, opuesto al obten1do en
ese respeto, esa cabal muestra de honradez por el Conoerto Italiano.
un composrtor; debemos tamb1én anotar que una Si nos hemos tardado en este reotal se de-
1nterpretac1ón tan sujeta a cánones prestableo- be al respeto que nos 1nsp1ra una pos1oón étiCO-
dos reduJO el Conoerto al gusto Italiano a un to- estética muy poco frecuente entre los Intérpre-
no seco, cas1 percut1vo que, en nuestra op1n1ón, tes, un trabaJO que merece reconoc1m1entos.
no convenía al anhelo mediterráneo del Bach. a aplauso, estímulo.
la lum1nos1dad aprendida de Vivaldi y a la Fanta-
sía cromática y fuga, a una ng1dez cas1 esquemá- Novedades, MéxiCo en la Cultura, núm. 26 de
tica que ev1tó, a toda costa la 1dea fundamental marzo de 1961, pp.
del capncho. (En opinión de la reotalista la Fan-
tasía cromót1ca pecó, por el contrano, de liber-
tad.Tal vez esta 1mpres1ón está condioonada por
la vers1ón -muy hermosa pero libertina- , de Wan- STRAVINSKY EN EL PODlO
da Landowska). Salomón Kahan
Por más que Esperanza Pulido se esforzó en
señalar convenientemente los d1st1ntos valores Qu1enes hemos as1st1do al rec1ente conoerto de
de las voces que 1nterv1enen en la estructuración reapanoón de lgor Strav1nsky en el pod1o de la
de las obras Interpretadas, por más que, en oca- Orquesta S1nfón1ca Naoonal, en el Palac1o de Be-
70 ANO Dl MU ICA EN EL PALAC I O DE BEL l AS ARTES
llas Artes, como director de su obra maestra La velada en todo el esplendor de su poesía. Fue
consagración de la pnmavera, no podremos olvi- una interpretaoón subl1me y una realizaoón ti-
dar la pobreza de su direcoón, la cual apenas fue tánica de La Consagración de la Pnmavera; una
algo más que el s1mple marcar el compás; una di- realizac1ón artística, que hizo a los extas1ados
recoón monótona, s1n n1nguna intens1dad y s1n la oyentes exclamar en los más profundo de su
menor plast1odad. que 1nev1tablemente tuvo que ser: "Strav1nsky es Strav1nsky. y Markev1ch es su
dar como resultado una ejecuoón aburnda. Tal profeta".
parecía que con su labor en el pod1o de la OSN, Fue una expenenc1a que qu1enes tuvimos
Stravinsky hacía todo lo posible por no revelar. el privilegio de asistir a aquel concierto de pre-
s1no por ocultar los méntos de esta obra, una de sentaoón de lgor Markev1ch, jamás lo olvidare-
las que marcaron etapas en el arte de la compo- mos; una de las experienc1as más preoosas con
sición en el presente siglo. que puede soñar un amante de la música, y que
Es que Strav1nsky, no obstante el hecho de para siempre asociará para él, en su espíntu, a
que desde hace muchos años anda por el mun- Markevich con Stravisnky.
do, como d1rector de sus propias obras, nunca La verdad es que, en la mayoría de los casos,
ha s1do d1rector de orquesta, y menos ahora, los compositores, aunque dominen en un grado
cuando ya es casi un octogenario. mucho mayor que Stravisnky el arte de la direc-
Que su presencia en el podio atrae al res- ción, no son los recreadores 1deales de su pro-
pectivo salón de conciertos a un gran número pia mús1ca. Los casos en que sí sucede son ex-
de amantes de la buena música es otra cosa. La cepcionales. Entre ellos se encuentran, como
personalidad mus1cal del gran Stravinsky, el prín- representativos, los de Richard Wagner; Gustav
cipe lgor de la música universal, tan íntimamen- Mahler y Richard Strauss.
te ligada con el glorioso periodo ruso de su his- En el caso concreto de Strav1nsky. además
torial, como compositor. está tan fuertemente del ya citado ejemplo de lgor Markevich, esta
grabada en la mente del público musical de Eu- verdad la v1mos confirmada, cuando algún tiem- 103
ropa y de las Améncas, que asistir a un conoer- po después de haber d1rigido aquí Stravinsky
to, con el creador de Petrushka al frente de la mismo su divertimiento El beso del hada, lo in-
orquesta, es una experiencia demasiado pre- terpretó, al frente de la misma orquesta, Sergiu
ciosa, para que algu1en se pueda permitir el lu- Celibidache. Lo que con el compositor en el po-
JO de quedarse en casa. Se va a un concierto, dio no pasaba de ser un simple pálido episodio,
Strav1snky ding1endo alguna de sus composiCIO- con el director rumano adquirió intensa vida y
nes, como, en el terreno religioso, va uno a cum- extraordinario relieve, en el sentido de riqueza
plir un sagrado rito. de colorido.
Agréguese a esto el hecho de que él ya está Finalmente, un ejemplo de suma elocuencia
por cumplir los diez años adicionales a la bíblica de cómo un compositor. dingiendo su propia
edad de David, y es natural que el público se apre- obra, puede "asesinarla", y de cómo, viniendo al
sure a agotar la taquilla, con el pensamiento no rescate un gran director. puede no sólo salvar la
confesado de "quien sabe s1 ésta no es la última obra en cuestión, sino, más aún, hacerla famosa,
vez que veremos a Stravinsky". es el caso del estreno mundial de la Qwnta smfo-
Pero la verdad es que a la hora de la ted1osa nía de Chaikowski.
(éste es el adjetivo apropiado) ejecución de La También el compositor de la Patética creía-
consagraoón de la pnmavera. con Stravinsky. limi- se director de orquesta, muy especialmente, co-
tándose a marcar el compás, no pocos oyentes mo intérprete de su propia música sinfónica.
evocaban en su recuerdo aquella noche, histón- Pues bien, dirigió en Petersburgo el estreno
ca en la h1storia de las actividades musicales en mundial de su Qwnta smfonía, que resultó un
esta Ciudad de los Palacios, en que, hace una dé- completo y ruidoso fracaso.
cada, se encontraba en el mismo podio, dirigien- Algún tiempo después, Arturo Nikisch, quien
do la Orquesta S1nfón1ca Nac1onal un verdadero había llegado a ser un devoto de la mús1ca de
d1rector y notable artista de la batuta, además, Chaikowski, emprendió lo que parecía la ingra-
extraordinario Intérprete de esta obra maestra: ta tarea de conquistar al público y a la crítica
lgor Markev1ch. musicales de aquella misma capital, para la cau-
Galvanizó a la orquesta y electrizó al públi- sa de esta sinfonía.
co. Subrayó la dinámica de La consagración de Interpretada por Nik1sch, la Qwnta de Chai-
la pnmavera, a base de bellos contrastes y de kovski obtuvo uno de los más memorables triun-
un magnífico JUego de matices. Bajo la dirección fos en la h1stona musical rusa. Pero recordemos:
de ese soberano en el podio, la cintilante belle- no estuvo d1rigida por el compositor. s1no por un
za de esta joya de la literatura musical fue re- soberano en el arte de la direcoón, que realizó en
70 A N l V E R A R 1 O O E L P A L J\ C 1 O D E B E L L A ARTE S
el podio la vtstón tdeal de esta stnfonía, que su crea- Clr con certeza su desarrollo, la forma que va a
dor; como intérprete, jamás hubiera podido lograr. tomar; las consecuenCias que va a tener.
Así, en las postrimerías de la Segunda Gue-
rra Mundial, lo mtsmo en Europa que en Estados
El Universal, año XLV, núm. 16082, 13 de abril de Untdos, fueron hactendo su apanción las nuevas
1961' pp. 8, 24. tendenCias, que encontraron su elocuente expre-
SIÓn en la ya menCionada AudiCión de Mústca Ex-
penmental, 1nstruct1va en sumo grado desde más
de un punto de vtsta.
¿MÚSlCA DEL PORVENlR? Nombres que en el campo de este movtmten-
Salomón Kahan to revoluCionano se han hecho famosos: Karl-
hetnz Stockhausen, en Alemanta; Pterre Boulez,
La labor de la AsoCiación Mustcal Manuel M. Pon- en FranCia; Luigi Nono, en Italia, para mencionar
ce ha tdo acumulando, a través de los años, mé- sólo a algunos de los portaestandartes. A lo cua-
ritos con respecto a nuestro ambtente mustcal, les hay que agregar; obligatoriamente, el del vie-
que ¡ustifican plenamente, el hecho de que al ha- JO batallador EdgarVarese, francés de ongen, ra-
blar de ella, los amantes capttalinos de la buena dicado desde hace muchos años en Estados
mústca la tratan como la benemérita institución Untdos, donde ha aportado más que su grantto
mustcal. de arena a la tendenCia de revoluCionar el len-
Uno de los rasgos de la Ponce es el hecho gua¡e mustcal.
de haberse esforzado en todo el ttempo que lle- Toda una pléyade de mústcos ha estado últi-
va de fructífera extstenCia por"evrtar la rutina Im- mamente dedicada a colaborar en este movtmten-
perante en las programaCiones habrtuales de nues- to, creando ya "mústca concreta", ya "música elec-
tras salas de conCierto", y "edtficar temporadas tróntca", "mústca magnetofónica". Algún día el
coherentes y homogéneas, regtdas por un tono historiador de la mústca de los mediados del pre-
104
inusitado en nuestro medio". sente siglo, recogerá los nombres de, por e¡em-
En plena consonanCia con seme¡antes fines y plo, Luc Ferran, lannis Xenakis, Pterre Schaeffer;
propósrtos, estuvo el programa de su más recien- Dtck Raaijmakers, Henk Badings y Otto Luentng
te concierto, stn duda, uno de los más Interesan- (para cttar sólo a algunos), y les dedicará un ca-
tes no sólo por lo que va del presente año, stno pftulo aparte como a esforzados paladines de la
tambtén desde hace mucho ttempo para acá. causa revoluCionana que, en Stockhausen, Boulez
Nos refenmos, claro está, a la Audtctón de y Nono ttene a sus pnnCipales portaestandartes.
Mústca Expenmental, que, con el composrtor me- Cada vez que hablamos de lo que forma-
XIcano Carlos Jtménez Mabarak, como coordina- ba el programa de la Audición de Música Ex-
dor; con el crfttco mustcal doctor Juan Vicente Me- penmental, pustmos la palabra "mústca" entre
lo, como autor de la entustasta introducctón, y comillas. Lo hicimos porque lo que se escu-
con el ¡oven ensayista mustcal José Antonio Alca- chó en la memorable velada de la Ponce no
raz, como bten tnformado anotador del progra- co1ncide con el concepto que un oyente edu-
ma, se efectuó ante un público, predominante- cado en la tradtctón (para ya no menCionar la
mente ¡oven y. en su mayoría, dtspuesto a aplaudir de los clásicos y románttcos) de la mústca mo-
cuanto escuchaba. derna y contemporánea, desde Debussy y
A algunas breves consideraCiones en relaCIÓn Stravinsky hasta Schonberg y Webern, puede
con esta AudiCIÓn de Mústca Expenmental están constderar como mústca proptamente dtcha.
dedtcadas los renglones que siguen. Y SI lo escuchado en esta ocastón no COinCI-
Tres partes formaban, en con¡unto, el progra- de con lo que nosotros entendemos por mú-
ma de la refenda audiCIÓn, memorable por mu- stca, es natural que aquello no nos haya entu-
chos conceptos, e histórica en los anales de la Siasmado.
mústca en esta capttal: "mústca concreta", "múst- Esto expltca tambtén por qué creemos que
ca electrónica" y "mústca magnetofóntca". los aplausos que se escucharon en la Sala Ponce,
Se trataba, en realidad, de tres diferentes as- después de cada número del programa, hayan te-
pectos de un movtmtento revoluCionano en el ntdo ongen más bten en una actttud de esnobts-
dom1n1o del lengua¡e mustcal; movtmtento que se mo, en un prurrto de querer parecer a todo tran-
ha tntctado cuando Arnold Schonberg tra¡o al ce "radtcal'' y "progresista".
mundo la mústca conoctda con el nombre de do- Se le atnbuye a Napoleón la frase de que la
decafóntca, de doce tonos o senal. "mústca es el menos molesto de los rutdos". Es
Sucede con cada auténttca revoluCión que se muy probable que, después de haber escuchado
sabe como se tntCia; pero nunca se puede prede- especímenes de "mústca "concreta" o de "múst-
70 AÑO D E M U 1e A l N E l 1>A LA e 1O D E l\ 1 L L A ARTE
ca magnetofónica", hub1era d1cho que la "mús1ca c1ertos de Divulgac1ón de la Mús1ca Selecta, que
es el más molesto de los ru1dos". forma parte de la sene de doce aud1c1ones que
La que menos desagrada, s1 hemos de Juzgar presentará dentro del programa general, de cua-
por lo escuchado en la Aud1oón de Mús1ca Ex- renta conciertos, de la presente temporada.
penmental, es la "mús1ca electrón1ca", en la cual El Sexteto de Jazz - p1ano, trompeta, saxofón,
por momentos encuentra uno c1erta semeJanza trombón de varas, contrabaJO y batería- , baJO la
con la mús1ca senal. direcoón del trompetista Chilo Morán, quien tu-
Nuestra 1mpres1ón resumen: vo a su cargo la ejecuoón de las obras que en lo
Por ahora, como ha sido indicado, con todo general no estuvieron del todo mal.
aoerto, en los programas, sólo se trata de una la- Antes del conoerto, Mano Shap1ro h1zo algu-
bor puramente expenmental, más bien en el cam- nos comentarios acerca de la evoluoón que ha
po de la acúst1ca que en el de la mús1ca propia- tenido la música de jazz - aunque en algunos pun-
mente dicha, por lo menos, tratándose de oyentes tos no estamos muy de acuerdo con el comen-
educados en la tradioón de los clás1cos de la mú- tarista- desde al año de 1900 hasta 1960, en
sica moderna y contemporánea. cuanto a su estilo y su forma.
Si la "mús1ca concreta", "la mús1ca electróni- Probablemente fue demasiado preop1tada la
ca" y la "mús1ca magnetofónica representan, a realización de este concierto, o hubo algunos
través de eventuales futuros desarrollos, una ba- camb1os en el programa general, lo que s1n duda
se sólida para la mús1ca del porvenir; sólo el tiem- alguna fue la causa de que este conJunto de jazz
po lo dirá. Y no olv1demos, por otra parte, la fa- no haya tenido el t1empo suficiente para prepa-
mosa expresiÓn de Schumann, con la que José rarse mejor. aunque como decimos antes, en lo
Antonio Alcaraz tan acertadamente encabeza general estuvo bastante bien.
sus valiosas notas al programa, y que reza: Entre la mayoría de los conJuntos de Jazz o
"No podemos repetir las mismas formas du- "jazzeros", como se le dice, no le dan importan-
rante s1glos, y debemos pensar en levantar algu- Cia - como debe de ser- a este estilo de mús1ca, 105
nas nuevas". porque sus actuaciones son para un público la
mayoría de las veces muy distinto al de las salas
El UniVersal, año XLV. núm. 16191, 3 de agosto de conciertos, sobre todo en el ambiente en que
de 1961, pp. 8, 20. se actúa y se concretan a tocar como "hueso", o
sea un trabajo común y corriente, como sucedió
con su actuaciÓn en Bellas Artes.
Escuchar a un conjunto de jazz en otro am-
biente, y sobre todo en una sala de conciertos,
Alexondre Loboyo e
requiere de parte de éste o de cualquier otro Ido P1esO
Eduardo
Novedades, año XXVII, núm. 7680,26 de mayo
Hernóndez Moneada de 1962, 23 secoón, pp. 1, S.
7 O >\ N O ) O [ M U 1 C A l N l l P A L A C 1 O D l 1) l l. LA A RT E
pos1tor belga Gastón Brenta, obra de corte mo- ~ Programa del Cuar1e1o
o de Srao Ge tz con
derno, algo rara en combmac1ones, pero que INST IT U T O N A CIONAL DE BELLAS ARTES Asltlld G berro
dentro de esas rarezas encontramos algunos ~ EL CUARTETO DE STA N
pasaJeS agradables y b1en logrados. Su Instru-
mentaCión no es confusa, s1no al contrano, muy
sut1l. La orquesta logró comprenderla al 1gual
que el d1rector.
Finalizó este penúlt1mo conCierto con la her-
G con ASTRUD GILBERTO
que abneran la sala de espectáculos de Bellas Ar- Una feliotaoón cord1al a M1guel García Mo-
tes ya la gente se arremolinaba 1nqu1eta en el pór- ra por el t1no que tuvo al organ1zar los Conoer-
tiCo y ahí v1mos a personas de todas las clases tos Populares deiiNBA.
sooales esperar con ans1a para entrar a ocupar
sus lugares. El Naoonal, 4a época, año XXXVI, núm. 12952.8
Por pnmera vez en este año, hasta los palcos de abnl de 1965, pp. S.
estuv1eron pletóncos, lo que 1nd1ca que, para que
nuestro máx1mo teatro se llene, las autondades
deben pensar en que nuestro públ1co no puede
The Modem Jazz
Quarter
pagar los elevados preoos que se acostumbran
marcar para las funoones regulares.
Otra novedad consistiÓ en poner un relator que
en forma clara explicó, antes de cada obra, porme-
nores de los diversos estilos que se e¡ecutaron y lo
que los compos1tores qu1s1eron transmrt1r con su
mús1ca. Claro que no fatt:.aron algunos muy''erudi-
tos'' que se molestaron al pnnop1o, pero al fin com-
prendieron la 1mportanoa de hablar claro y cono-
so de lo que se iba a tocar y se callaron.
Carlos Chávez d1ng1ó, en esta ocas1ón, como
pocas veces lo ha hecho, con un calor y emoti-
vidad que tal vez aumentaron al ver el canñoso
reob1m1ento que le h1zo el público.
El conc1erto se 1n1oó con la obertura de Gw· PHlLHARMONlA DE LONDRES
11 o 1/ermo Te//, de Ross1n1, obra de programa que Im- Rafael Fraga
presionó favorablemente el aud1tono en la mag-
nífica vers1ón de Chávez. No era para menos, y había que conven1r, con so-
lrma González. nuestra máx1ma cantante, fue brada razón, era la gran animac1ón que se advir-
1nv1tada a Interpretar anas de óperas tan cono- tiÓ la noche del v1ernes y el sábado por la noche
odas como Fausto, de Gounod, Bohem1a, de Puc- en el teatro de Bellas Artes. El entus1asmo esta-
onl y, del mismo compos1tor; Madame Butterf/y, ba ¡ust1ficado. pues se trata de escuchar; por pn-
de¡ando al público adm1rado del profundo sen- mera vez en Méx1co. a una de las más famosas
timiento que puso en su canto y del delicado orquestas de Europa: la New Ph1lharmon1a de
acompañamiento orquestal logrado por Chá- Londres, cuya d1recoón estuvo encomendada a
vez. Los clamorosos aplausos h1oeron que lrma un magnífico maestro de la batuta. Paul Kletzky,
volv1era al escenano para ofrecer una conmo- frente a los 100 profesores que Integran esta ex-
vedora vers1ón del "Viss1 d'arte", de Tosca, de celente orquesta al serv1oo del arte.
Puco m Antes de dar pnnop1o el pnmer conoerto, la
Después del corto 1ntermed1o Chávez vol- orquesta e¡ecutó el H1mno Naoonal de Méx1co y
VIÓ al pod1o para ofrecer la delic1osa obertura el de la Gran Bretaña. Inmediatamente después el
de El muroélago. de Strauss, que h1zo e¡ecutar a maestro Kletzky marcó la entrada de la orquesta
la orquesta con preooso ntmo y vanados ma- y desde los pnmeros compases de Variaoones so-
tices. bre un tema de Haydn, de Brahms, nos dimos cuen-
La obra que más 1mpres1onó al público fue, ta que estaba frente a nosotros un excelente di-
s1n duda, la Smfonía md1a, de Chávez, en donde el rector; sobno, elegante y seguro; demostrando en
compositor supo mezclar sus 1deas prop1as con cada pasa¡e de la obra el conoom1ento que de ella
algunos de los cantos sens y yaqu1s que se han tenía. Bueno, la orquesta en un plan de superaoón,
conservado cas1 puros a través de las centunas y en calidad del son1do. afinaoón, perfecto equilibno
que nos muestran la altura a que habían llegado del con¡unto y una d1soplina admrable.
nuestros pueblos en la época precortes1ana. La segunda obra fue algo marav1lloso: Paseo
Chávez no es de los que le sacan el me¡or a los JOrdmes del Paraíso; delicada y fina lnterpre-
part1do a sus compos1c1ones y, s1n embargo. lo- taoón que le 1mpnm1ó el maestro Kletzky. ¡unto
gró que la orquesta e¡ecutara la obra con calor con sus atnlistas.V1no ensegu1da un momento de
y ntmo, llevándose un tan prolongado aplauso expectaoon sobre la s1gu1ente obra: Conoerto pa
que conmov1ó hondamente al compositor; qUien ro corno núm. 4, K495 ¿Llegarla a convencer el so-
se v1o obligado a repet1rla 1ntegra para compla- lista Alan Clv1l al público que llenaba la sala de
cer a su aud1tono. Bellas Artes? No solamente lo convenoó con su
70 ANOS D~ J\\U.SICA IN 1 L I' J\lA C IO DE !\ E LLA A RT E
~dUN(•Iffil'()~
conauros d~ mus•co
mozart1ana; s1no que fue tan grande el entus1as- -..) d~ comoro
dificil. No cabe duda,Aian Civil nos demostró que (l..., s.u, ............ '""''""'""'"'"
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es un VIrtuoso de su Instrumento. ~ ·-~ou-w ......._,..,
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más grande de los gen1os mus1cales: iBeethoven! " - ·ou;..~-.;..!.":'..,. .. _ ... - - ...
Con bnllantez, emot1v1dad y finura, el maestro
Kletzky y la orquesta nos ofreoeron una vers1ón
de la Erotca de la más alta calidad Interpretativa;
obra en la que adm1ramos una vez más el equl-
libno de conJunto de esta magnífica orquesta. LA ORQUESTA SlNFÓNlCA DE FlLADELFlA
Elisa Kahan
Segundo concier to
Otra sorpresa nos esperaba para el segundo con- La presentación de la S1nfón1ca de Filadelfia, en la
oerto de la Philharmon1a de Londres. Pues nada v1da mus1cal de Méx1co, pertenece a los aconte-
menos que la gran p1an1sta Angélica Morales fi- Cimientos 1nolv1dables por su calidad suprema. Pa-
guraba como solista; eJecutando el Conoerto pa- ra celebrar el trigés1mo an1versano de Eugene
ra ptano y orquesta núm. 3, op. 37, del Sordo de Ormandy al frente de esta orquesta, el Departa-
Bonn. Angélica M orales nos ofrec1ó delioosa y mento de Estado de los Estados Unidos env1ó a sus
bnllante 1nterpretaoón de este hermoso concier- más notables y destacados embajadores de la mú-
sica en su pnmera g1ra a países latinoamericanos.
111
to, en el que la p1anista lució su impecable técni-
ca, aunando su delicado touche y su sensibilidad. Con su visita a nuestro país termina sus ac-
Cierto es que hubo en algunos Instantes unos tuaoones de 25 conoertos en ocho países. Al
pequeños desajustes entre orquesta y solista, pero frente de la orquesta figuró en este viaJe. además
esto no restó en nada el éx1to más grande de la de su t1tular Eugene Ormandy. el bnllante direc-
noche para esta excelente p1anista:Angélica Mo- tor polaco Stan1slaw Skrowaczewsk1, con obras
rales. Un acompañamiento por parte del direc- de un repertorio que desafortunadamente no
tor y orquesta d1o mayor lucimento a la solista. aprovecharon al máx1mo las extraord1nanas cua-
No sólo los metales. las maderas y las per- lidades interpretativas de este conJunto que se
cusiones nos d1eron una demostraciÓn de la h1zo célebre preosamente por sus eJecuciones
buena calidad de cada uno de los Instrumentis- de obras de Debussy. Ravel, Chaikovsk1 o Brahms.
tas; sino también la cuerda en una magnífica eje- Los programas confeccionados para la capital de
cución de IntroducciÓn y Allegro para cuerdas. Méx1co no Incluyeron n1nguna obra de estos com-
de Edgar; obra concertante para v1olín pnmero, positores, y en camb1o nos ofrecieron mús1ca de
segundo, v1ola y chelo. La cuerda luoó en toda composrtores mex1canos y de su país, además de
su amplitud, la exact1tud de los ataques. la diSCI- mús1ca de Beethoven, Shostakov1ch, Mozart, Ber-
plina de las arcadas, y más todavía la fina calidad hoz y Weber. Afortunadamente oímos tamb1én el
del son1do. Conoerto para orquesta, de Bartók. que es de enor-
Pero faltaba algo más delicado; la Stnfonía en me v1rtuos1smo y valor mus1cal. Indudablemente
Mt menor núm. 4, op. 98, de Brahms; obra con la hub1era sido de más 1nterés para México que las
que el magnífico director Paul Kletzky y la Phil- obras de composrtores mex1canos las presentaran
harmonia de Londres llegaron a grandes alturas con más frecuencia en su país, que acá mismo...
de ejecuoón y de 1nterpretac1ón. El d1rector no De los tres conoertos presentados en la ca-
descu1dó detalle en los pasajes más difíciles, co- pital, dos en el Palaoo de las Bellas Artes y uno
mo que son muchos, y que sólo un d1rector y una en el Aud1tono Naoonal a precios populares, el
orquesta de esta magnífica calidad, estuv1eron en pnmero y últ1mo fueron d1ng1dos por Ormandy.
cond1c1ones de haber ofreodo una 1mpecable y M1entras que la s1nfonía Haffner, de Mozart, fue
b1en lograda 1nterpretac1ón en todos los ángulos toda eleganoa, JUsto sent1do de proporoón, be-
que requ1ere la obra. llo fraseo y equ11ibno sonoro, la Stnfonía tndta, de
Chávez. mostró otra faceta de la orquesta y de
El Untversal, año XLIX, núm. 1761, 14 de JUlio de su d1rector permanente con un concepto dls-
1965, 3a secoón, p. 5. tmto de la obra. Esta música que conocemos
70 A N 1V E R ) t\ R 1 O D f L P J\ L A C 1 O O F. H E l L A A R. T l
ta S1nfón1ca de jalapa y sus solistas más notables En nuestra próx1ma crón1ca trataremos de las
d1eran dos conoertos en la oudad de Méx1co. obras Interpretadas en este primer concierto del
Pero hablemos antes del maestro Candela- Fest1val Candelano Huízar.
, 10 Hu izar, qu1en con lágnmas a raudales reCI-
biÓ el clamoroso aplauso del público de Bellas El Naoonal, 4,). época, año XXXVIII, núm. 13562,
Artes. Lo que lamentamos es que por haber SI- 15 de d1oembre de 1966, pp. 5.
do Huízar toda su v1da un mús1co modesto, a
qu1enes oscureoeron los poderosos, tal vez de-
liberadamente, no haya ten1do en esta ocas1ón.
que fue el martes 13 por la noche, la sala de [HOMENAJE A LA MEMORIA DE GERÓNlMO
espectáculos de Bellas Artes completamente BAQUElRO FÓ TER]
llena. Elo1sa Ru1z de Baque1ro
Y eso fue por falta de publicidad. No. Con-
tnbuyó tamb1én a la falta de asistencia el t1em Uno de los más emot1vos actos en homenaje del
po decembnno, malo ya de por SI para conoer desapareCido cn't1co mus1cal, maestro Gerón1mo
tos, y el poco mteres de qu1enes fueron sus Baque1ro Fóster; fue organ1zado por la Un1ón Me-
compañeros de traba¡o en la Secc1ón de Musl- XIcana de Cron1stas de Teatro y Mús1ca y se efec-
ca, en las orquestas s1nfón1cas, etc., pues pocos tuo en la Sala Manuel M. Ponce, el pasado ¡ueves
había allí ese día. 6 de julio con la as1stenoa del señor José Lu1s
Antes de in1oarse el programa, Ennque Váz- Martínez, d1rector general del INBA. qu1en di¡o
quez Herrera habló breve pero sustanoosamen- emot1vas palabras para su apreoado am1go, y del
te del ob¡eto del fest1val y presentó al público al pleno de la Un1ón, cuyo pres1dente, maestro Juan
ahora composrtor octagenano. Inmediatamente S. Garndo, abno el conoerto con sent1da y con-
después, James R Fortson, d1ngió unas sent1das movida alocuoón.
palabras al maestro Huízar para ofrecerle el cá- La Orquesta de Cámara deiiNBA. que Inte- 113
lido homena¡e. gran una gran mayon'a de ex alumnos del recor-
Pero no queremos hablar de las obras sm dado, e¡ecutaron con expres1ón y emot1v1dad la
mencionar a las otras personas que en el Inter- Chacona de Purcell y el Andante de Mozart. La
medio del concierto, cuando el maestro Huízar 1nterpretaoón tuvo momentos de honda emo-
subió al escenano, le presentaron sus respetos y CIÓn, seguramente en recuerdo del maestro.
algunos d1plomas y medallas en reconoom1ento El segundo número estuvo cub1erto por la
a su valor p1an1sta campechana Mana Elena Bamentos, qu1en
El pnmero de ellos fue el maestro lgnaoo
Fernández Esperen, Tata Nacho, qu1en en nom-
bre de la Sooedad de Autores y Compositores
le entrego una presea. El segundo fue Raymun-
do Ampud1a, en representaCión de la rev1sta Hoy,
qu1en le 1mpuso una medalla; despues se anun-
CIO que la Un1ón Mex1cana de Cron1stas de Tea-
tro y Mus1ca le hab1a otorgado el Prem1o de
Compos1oón 1966.Y, por últ1mo. la compañía de
d1scos Caprtol, que grabó todo el programa, ven-
dera d1scos de él en forma comeroal, lo que be-
neficiará al compos1tor.
As1st1o en representaoon del gob1erno del
estado de Zacatecas, el general Jose Gonzalez
Varela Todo estuvo muy b1en, pero, ¿por qué el
gob1erno de su estado natal no mando algo pa-
ra el enve¡eodo compositor?, y, tPOr que el SA-
CEM [Soc1edad de Autores, Compositores e
Intérpretes de Méx1co], que tantas preseas dls-
tnbuyo el año pasado entre los de su grupo se
olv1do ahora de Candelano Huízar? _
O¡alá que cuando en Zacatecas se reprta es- 1
te fest1val, ah1 se le de algo en efect1vo y hasta en 1
ese lugar el SACEM puede ofrecerle a Candela- j
G~rón mo 8oqu1eto
no Hulzar lo que debe darle. ~ L--------------------' Fóst~r
70 t\ N 1 V E R t\ P 1 O D E l P \ l A C 1 O D E B l l l A A RT l
Secretaría de Educación Pública, destinada a con- compositora polaca contemporánea. autora, en-
memorar el centenano del tnunfo de la República. tre otras cosas. de s1ete conoertos para v1olín y
Las cuatro obras fueron aplaud1das con el ma- numerosas obras para conJuntos de cámara, cons-
yor entusiasmo, por el público que estaba invadi- tituyó una verdadera sorpresa para nosotros. Es-
do de fervor haoa los patnotas, encabezados por te qu1nteto, compuesto en 1952, consta de cua-
Benrto Juárez, que restauraron la República. tro movimientos sumamente interesantes. Con
Cerca de las 22 horas llegó a su conclusiÓn el una vena mus1cal genu1na y espontánea, s1n que
conoerto de gala y el pres1dente Díaz Ordaz y haya en él nada rebuscado n1 de falsas innovaoo-
los representantes de los poderes judicial y legis- nes vanguardistas; es una obra que puede consi-
lativo abandonaron la sala del Palac1o de Bellas derarse ya dentro del repertono que perdurará.
Artes. después de los honores de ordenanza. Sigu1ó el Qumteto en Fa menor, op. 34, de
Los palcos aledaños al pres1denc1al fueron Brahms, y para term1nar el de M1 bemol mayor.
ocupados por los m1embros del gab1nete y sus de Schumann. No podríamos elog1ar más a una
esposas. así como por los representantes del obra que a otra, pues donde el arte llega a su
cuerpo diplomático. máxima expres1ón posible, es difíol hacer un ba-
En la calle, miles de personas aclamaron al Pn- lance. Baste decir que se nos venía a la mente no la
mer Mag1strado. palabra "tocar", s1no más b1en la alemana sp1elen
("Jugar"), pues era un verdadero JUego la aparente
El Naoonal, 4a época, año XXXIX, núm. 13772, facilidad con la que se entregaban las frases de
16 de julio de 1967, p. 5. uno a otro. Cada voz, cada melodía, era percibida
claramente y pasaba a un segundo plano en el
momento JUsto en que debía surg1r otro t1mbre,
otro Instrumento. El p1ano, cuya sonondad es tan
EL QUlNTETO DE VARSOVlA dist1nta de la de los Instrumentos de cuerda, supo
Florestán adaptarse con d1screción y refinamiento a las vo- 115
ces del cuarteto para 1ntegrar un todo.
De los conciertos organ1zados por la Olimp1ada Sería largo hablar de las cualidades de cada
Cultural, el del Qu1nteto de Varsovia, el v1ernes uno de ellos y tratándose de un conJunto de es-
pasado en Bellas Artes, ha sido sin duda uno de ta calidad, el mejor elogio que podemos hacer es
los más sobresalientes. hablar del quinteto como una sola persona en
Este quinteto polaco fue formado hace algu- plenitud de su expresión artíst1ca.
nos años por sus actuales miembros: Krzysztof Ja- No cabe duda que Polonia s1gue s1endo tie-
cowics, Andrzej Siwy. Stefan Kamasa, Aleksander rra de artistas.
Ciechnski y Wladyslaw Szpilman, quienes después
de años de trabaJO Intensivo han realizado g1ras
por todo el mundo. Es en efecto uno de lo más
refinados conjuntos que nos han visitado.
Así gozamos íntegramente el programa de
ese primer conoerto formado por tres quinte- Novedades, año XXXIII, núm. 9823, 13 de mayo
tos: el primero de ellos, de Grazyna Bacewicz, de 1968, pp. 1, 8.
ka, que quizás llevó a una velocidad más rápida INBA, que d1rige el maestro Rodolfo Téllez
de lo acostumbrado, pero que encantó al públi- Oropeza.
co por la fogoodad del JOVen Intérprete. Estos 1nformes los proporoona la señonta
D espués lo vimos acompañar con gran bn- Carmen Sordo Sod1, encargada de la Secoón de
llantez y ntmo al JOVen pian1sta soviét1co Nikola1 lnvest1gaoones Mus1cales del Departamento de
Petrof. solista del Conoerto núm. 3, op. 26, en Do Mús1ca deiiNBA y qu1en ha realizado una desta-
mayor, de Prokofief, una obra magnífica para lu- cada labor de organ1zaoón en tomo a esta mues-
or todas las cualidades de un VIrtuoso. En lo que tra mus1cal.
concierne a la técnica de Petrof, él nos ofreoó un Tamb1én man1fiesta la señonta Sordo Sodi que
abundante test1mon1o de med1os, adm1rando a el público v1s1tante se ha mostrado muy Intere-
los conocedores por la nqueza de sus dotes pia- sado en el lur, Instrumento aerófono, cuyo ongen
nísticas, a la que auna una expres1va Interpreta- se remonta a la Edad de Bronce y que se exhi-
CIÓn tranquila y meditativa, como lo ex1gen oer- be en el lote ded1cado a Noruega.
tos trozos y pasajes líncos escntos en cada uno Igualmente con el objeto de ilustrar al públi-
de los tres movimientos. co, en forma práct1ca sobre el uso de algunos de
El clamoroso aplauso al gran v1rtuoso sov1é- los Instrumentos que se exh1ben en esta expo-
t1co no se h1zo esperar y, para agradecerlo, Pe- SICIÓn, la embaJada de Belg~ea prepara, en cola-
trof se sentó al p1ano e Interpretó una delicada boraoón con el Departamento de Mús1ca del
Sonata de Scarlatt1, con lo que pud1mos gozar de INBA, un concierto de laúd, que llevará a cabo
su refinamiento de ejecutante, aunque lamenta- el mús1co belga M1chel Podolskl y que se efectua-
mos la pés1ma afinaoón del p1ano. ra dentro de unos días en la sala Manuel M. Pon-
Como últ1mo número del programa, se eje- ce, del Palaoo de Bellas Artes.
cutó la Smfonía núm. 6 (Patéttca), de Chaikovsk1,
en la que tomó la batuta el maestro D1m1tnade. El Naoonal, sa época, año XL, núm. 14375, 17 de
con una personalidad b1en d1ferente a la del JO- marzo de 1969, p. 8. 117
ven Shostakov1ch, d1nge de una manera elást1ca,
obten1endo del conJunto sonondades Inespera-
das dentro de un desarrollo tranquilo de la obra.
Sobre todo en el tercer movm1ento, D1m1tnade ESTRENO Y ÉXITO DE LA CANTATA LETANiA
entus1asmó hondamente al público, pero tendre- ERÓnCA PARA LA PAZ
mos que escucharlo en sus próx1mas actuaCio- Eloísa Ru1z de Baque1ro
nes para hablar más de él.
El pasado v1ernes se efectuó, durante un cone~er
El Naoonal, sa época, año XL núm. 14324,25 to extraord1nano de la Orquesta S1nfon1ca Na
de enero de 1969, pp. 8. oonal, el estreno de la Letanta erotJca para la paz,
escnta por el maestro Bias Gahndo sobre un emo-
tivo poema de Gnselda Alvarez
El maestro Gahndo se tardo dos años en rea-
ÉXlTO DE LA 1 EXPOSICIÓN INTERNACIONAL lizarla: desde 1963 hasta 1965, y estamos segu-
DE INSTRUMENTOS MUSICALES EN BELLAS ros que, en los cuatro años transcurndos, la ha-
ARTES bra rev1sado muchas veces hasta lograr una obra
de excepoonal calidad.
La pnmera Expos1c1ón lnternaoonal de Instru- Esta cantata, de la que el compos1tor d1ce que
mentos Mus1cales, que se halla Instalada en las sa- está constru1da en el s1stema tonal. que no reco-
las 4 y S del Museo del Palaoo de Bellas Artes, noce la Jerarquía de n1ngún tono n1 modo, ha re-
ha recib1do en estos días la v1s1ta del público y sultado, para nosotros, lo meJor que ha hecho
numerosos cont1ngentes que proceden de diver- Galindo en los últ1mos años. Esto se s1nt1ó desde
sas escuelas y organ1smos espeoales, entre ellos la pnmera parte de la obra, obertura, en que lo-
700 alumnos de los cursos de telesecundana, di- gra, graoas a una escntura severa, en la que v1er·
ngidos por el maestro Dan1el García Blanco y un te con gran refinamiento dramát1cas vanac1ones
numeroso grupo del Expenmento de Conviven- severas pensadas para la orquesta, causar gran
cia Internacional, que tanto arra1go t1ene en los 1mpacto entre el público.
onco continentes. Después v1ene propiamente la cantata, cuyo
En los días próximos, se espera la v1s1ta de texto quedó repart1do sab1amente entre los so-
otros grupos que proceden de planteles do- listas, soprano, mezzosoprano y baJO, y un reo-
centes, entre ellos uno bastante numeroso de tante, con acompañamiento de coros, organo, or
la Escuela Supenor Nocturna de Mús1ca del questa, y mús1ca electrón1ca.
1\ 1 R '1 1 ) t) r L 1 '1 <.. 1 r r 1\ltt 1 1l
mo. Algu1en se adentrará un día en la d1fíol ta- tna. Vanas generaoones han cantado su mús1ca,
rea de resum1r el valor y los alcances que en la muchas más la cantarán, y por s1empre JUnto a la
música y en la línea populares, representa esta interpretaciÓn profesional de sus canciones, se
vasta heredad que Lara construyó con su capa- escuchará un coro multitudinario repitiendo -una
o dad creadora. A nosotros nos ha correspon- y otra vez- la insp1raoón que fue desgranando a
dido el conocimiento de su tránsito, en su tiem- lo largo de su vida".
po y en su mundo.
"Agustín Lara compartió con su pueblo y con Su obra, una intensa búsqueda de amor
su t1erra los éxrtos y tnunfos que con su arte con- "Han desapareodo -cont1nuó el licenc1ado Sala-
quistó. Se entregó con ardor a su obra y sus can- zar Toledano- su voz y su figura. Su obra viaJa ya
Clones son test1mon1o duradero de 1nsp1raoón lí- corazón adentro de la trova eterna y v1vaz de
nea; renovó el acervo de la canoón romántica, nuestro pueblo. La muerte, esta traspuesta vibra-
Incorporando su estilo a la expresión musical del CIÓn que lo ha llevado, no puede n1 podrá arran-
México de los últ1mos decenios. car de la memona la señal de su paso y amor por
"Fue un hombre de su tiempo y de su pue- esta tierra.
blo, mex1cano ante todo. Canto a su provincia, a "Agustín Lara nos deja el preoso transcurrir
la naturaleza feraz, a la selva y al mar; a la fasona- de una vida en que predom1nó lo amoroso. Éste
oón de la noche, pero sobre todo eJerCIÓ en el fue su aliento v1tal y muchas de sus creaciones
un hech1zo espec1al la gran c1udad donde v1v1ó, recuerdan las formas y las cadenoas de la pas1ón
sufnó y amó.Todo lo que sus OJOS contemplaron amorosa, porque él fue apas1onado "amante del
fue convert1do en canciones de amor y de re- amor" y en su v1da y su obra permanece una In-
cuerdo, todo lo tomó a perpetuidad y lo mezcló tensa búsqueda de amor.
con aquella su nostalgia que siempre lo acompa- "Vivió en la generos1dad y en la libertad. En
ñó, para hacerlo endecha de amor; donde palpi- la generos1dad del que se entrega en el amor y
taba su ser de cantor popular. en la amistad autént1ca y firmemente; y en la li- 119
" Los signos que distinguen su obra, reflejan bertad suprema del hombre que decide vivir de
las formas del sentir de nuestro pueblo al que sus acuerdo con sus ínt1mos dictados, porque el fue
canciones estaban dirig1das y nuestro pueblo así compañero amoroso y am1go entrañable por su
lo entendió, por esos sus versos y su mús1ca que- prop1a deos1ón, sin que para ello le importará la
dan contenidos, plena y agradeodamente conte- respuesta.
nidos, en el íntimo rec1nto de la sensibilidad del "Hoy, al desped1r sus restos mortales, sólo
mex1cano. quede el perfil trascendente de un hombre que
"Hacer arte es hacer cultura. Y Lara en esta nunca trans1tó por meandros escondidos, que se
amplia perspectiva llenó con creces el comet1do mostró en el centro de los cam1nos que reco-
del compositor popular al hacer vibrar; emoCio- rren los artistas grandes que se encuentran alin-
nadas, las voces de todos los nncones de la pa- derados, en el deor de Zweig, "entre grandes lu-
Homena¡e póswmo a
Agusun Lora
70 A N 1 V [ R A R 1O D E L P A L A C 1 O D E B E L L A <) A RT ES
ces y grandes sombras": en ellos plantó su lum- radares del composrtor que ha hecho cantar a va-
bre y consumiÓ su 1nsp1raC1ón en ardimientos; ello nas generaciones de nuestro país y del extranjero.
fue la filiaCión de su v1da y su temperamento, el Después de las 12:30 horas, el ataúd fue tras-
1mpulso de su emooón y su ntmo intenor: No ladado al vehículo funerario para conducir el ca-
v1v1ó en lo cot1d1ano, se 1mpulsó s1empre en el dáver del maestro Agustín Lara hasta su última
ímpetu del vuelco, vibrando en rad1aoones ínti- morada.
mas. Y porque en ese cam1no Jamás buscó cobi- Al llegar al panteón Dolores, un grupo de ami-
JO y plantó su fuego a oelo abierto, por eso a él gos cargó el féretro y comenzó a caminar por la
como a n1ngún otro, podemos decirle con la voz Calzada de los Hombres Ilustres, en donde se en-
del poeta: "Que fue una llama, una llama al vien- cuentra una placa con un texto de don Justo Sie-
to y... y el v1ento la apagó". rra: "El amor a la patria comprende todos los
amores humanos, ese amor se s1ente pnmero y
Guardias de honor se explica después".
La primera guardia ante el ataúd fue hecha por Una banda s1nfón1ca Interpretó poco después
el licenc1ado Alfonso Corona del Rosal, jefe del la marcha fúnebre de Ludw1g van Beethoven,
departamento del D1stnto Federal; licenoado para que, después de haber sido escuchadas las pa-
Rodolfo Echeverría Álvarez, dwector general del labras del compos1tor Gómez Barrera, se iniciara
Banco Nac1onal Cinematográfico: señor José el acto de 1nhumac1ón en la Rotonda de los Hom-
Lu1s Martínez, d1rector general del lnst1tuto Na- bres Ilustres.
oonal de Bellas Artes; señor Mauncio Magda- Se calculó en unas 20 mil personas las que
lena, subsecretario de Asuntos Culturales de la estuvieron presentes en los funerales de Agustín
SEP: el cantante Pedro Vargas: y el secretario Lara, muchos de los cuales entonaron varias de
particular de Agustín Lara, Dav1d Rodríguez, Ver- las canc1ones del compos1tor fallecido.
dugwllo. Tanto la telev1s1ón como la radio, transmitie-
120 La segunda guardia fue formada por Consue- ron todos los actos referentes a este suceso que
lito Velázquez, presidenta de la SACM: el p1an1sta ha conmovido a México, Latinoamérica, España
V1cente Garndo; el director de orquesta José Sa- y otros países del mundo.
bre Marroquín y otros directivos de la SoCiedad de
Autores y Compositores de Mús1ca Posteriormen- El Naoonal, sa
época, año XLII, núm. 14969, 8 de
te comenzaron a desfilar ante el féretro los adm1- noviembre de 1970, Y secoón, p. 8.
70 AÑO DE 1\\U ICA E l l 1\ l t.. 1<. ) l ) 1 l\ 1 l L \ 1 rL
1971-1980
LA CAPELLA ANnGUA ve¡eodo, no han perd1do aún su solemne y de-
Eloísa Ru1z de Baque1ro licada v1brac1ón; s1guen hablando y conservan-
do todo su neo perfume onental, que perdura
El pnmer concierto de la Asooaoón Mus1cal Ma- en ellos en perenne lozanía, y eso que la Sala
nuel M. Ponce se efectuó, para la temporada Ponce no era preosamente el local más adecua-
1971 , el pasado m1ércoles 3 del presente actuan- do para las man1festac1ones del canto gregona-
do un grupo coral denom1nado Capella Ant1gua, no, a que se hacen necesanas las resonanoas de
ba¡o la d1recoón de su creador, el maestro Ru- un edific1o grande como lo es el de una 1gles1a
fino Montero, dedicando el programa a la e¡ecu- ant1gua, para regustar de las vibrac1ones de sus
oón de obras monód1cas y pollfón1cas de canto melismas.
gregonano. En la segunda parte del programa se escuchó
El canto gregonano monód1co (a una voz), una suces1ón de obras de compositores del s1glo
entonado sólo por voces masculinas, queda has- XVI, representantes del género pollfón1co, como
123
ta nuestros días como el canto lrtúrg1co de la Igle- fueron Ruffus, Gallus, Victona, Viadana y algunos
Sia católica romana y es el ún1co modo de expre- anón1mos, entonados por el grupo con verdade-
sión mus1cal que ha s1do transmrttdo 1ntacto, desde ra penc1a y conoom1ento del estilo; pero, a deor
el s1glo VIl hasta el s1glo XX. Postenormente se verdad, nos 1mpres1onó más la pnmera parte del
creo el organum o diafonía, que cons1st1ó en aña- programa, haoéndonos recordar aquella afirma-
dir una segunda voz al canto monódico, forman- CIÓn de Huysmann, en el que decía que el canto
do y dando ongen al contrapunto rudimentano, gregoriano es "la paráfrasiS aérea y mov1da de la
cons1derado como base de la armonía. La voz or- 1nmóvll estructura de las catedrales".
ganal, o discanto, se sobreponía al canto monó-
diCO dando libertad al cantor para 1mprov1sar. El NaCional, sa época, año XLII, núm. 15083, 6 de
otorgando amplitud a la melodía. marzo de 1971, 2a. secoón, p. S.
Desde que introdu¡o la nueva modalidad de
modem1zar la m1sa en la 1gles1a, la gente ya no es-
cucha el canto gregonano, s1 no es con un moti-
vo part1cular o en un sem1nano. El grupo forma- El TRÍO DE Blll EVANS
do por Rufino Montero se ha espeCializado en la Eloísa Ru1z de Baque1ro
1nterpretaoón de los variados textos de canto
monód1co y pol!fón1co en los d1ferentes modos Con la actuac1ón del con¡unto de ¡azz de Blll
de la lgles1a. Se dist1ngue por sus melismas y ara- Evans, que con él forma un trío de p1ano, contra-
bescos que rodean una nota, figunturas que se baJO y batería, estos últ1mos Instrumentos e¡ecu-
prestan para los más vanados mat1ces, las que tados por Eddie Gómez y Marty Morell, se cerró
dan margen al director para conduor a los cons- la segunda parte del Fest1val de jazz, organ1zado
tas de manera muy mus1cal. por el lnst1tuto Naoonal de Bellas Artes como
Se escuchó en la pnmera parte del progra- un homena¡e a la memona del gran trompetista
ma, Operatono, modo VIII; Gradual, en el modo Lou1s Armstrong.
11;Ant1phona, en el modo VI; Hymno, en el modo Es una lást1ma que el público no haya s1do tan
11; SecuenCia VI/, Vent Sanete Spmtus, en el Modo numeroso como se esperaba, pero en esto t1enen
1del s1glo X: SecuenCia VI/, V1erlmae Paschall, en el la culpa los mismo organizadores que, habiendo
modo 1 del s1glo XI; Kyne VIII, en el modo 11 del ofreodo que los preoos a la sala de espectácu-
s1glo X; y Kyne VIII, en el modo 111 del s1glo XII. los de Bellas Artes serían s1empre acces1bles, han
Se puede deor que fue este conc1erto es- dado la vuelta en redondo y los han sub1do a lo
pintual, porque esos cantos ant1guos no han en- más caros pos1bles, lo que ha redundado en una
70 1\ N 1 \ E R ) t\ R 1 O O E L P A L A C 1 O O E B E L L A S A R T 1:. ~
mín1ma as1stenoa de los ¡azzófilos, con el cons1- LA VlSlTA DEL VlEJO DUQUE
gu1ente fracaso económ1co. Serg1o Magaña
Bill Evans es uno de los clás1cos del ¡azz de
concierto.Tocando el p1ano nos hallamos ante
Dukc fllmgton
un artífice que expone sus temas y después los
borda con calidad, hondura y espontaneidad en
sus 1mprov1sac1ones. Una vez tocado el leltlnotJv,
deja a sus compañeros en libertad de tomarlo y
desarrollarlo de la manera más v1rtuosa posible,
m1entras él va d1sm1nuyendo su toque hasta apa-
garlo por completo o sólo acompañarlos con al-
gunos acordes que sost1enen armónicamente el
canto del contraba¡o.
El contraba¡1sta Edd1e Gómez, punteando su
Instrumento, es un v1rtuoso fenomenal. Dom1na
por completo la afinaoón e 1mprov1sando sobre
el tema dado, sortea con flu1dez las más lntnn-
cadas dificultades técn1cas y su ntmo es sorpren-
dente. Depos1tano de un caudal de 1nsp1raoón,
que no t1ene cortap1sa alguna por parte de Bill
Evans, se lanza a tocar de una manera dilatada y
audaz, y. por supuesto, muchas veces se llevó los
1
más clamorosos aplausos del público que acudió
a escuchar al trío el pasado v1ernes por la noche.
Marty More!! es más discreto; supeditado la ma-
- '""
124
yor parte del tiempo a los ¡uegos del p1ano y del con-
traba¡o que acompaña con delicadeza, sólo en po-
(
cas ocas1ones puso en ¡uego su batería para luor su
espec1al est1lo, menos dinámco que el de otros e¡e-
cutantes, pero conv1ncente en sus cortís1mos solos. El ¡azz es el que¡1do más largo en la h1stona de la
El programa no contuvo esos prolongados nú- mÚSICa.
meros que duran a veces hasta ve1nte m1nutos. Las Esta sab1a frase se p1erde en el estruendo de
obras escog1das fueron cortas y parece que el pú- ¡bravos! y aplausos con que m1 ¡oven am1go Plate-
blico gusta más de ese estilo, 1n1c1ándose con Who ro, asp1rante a ¡azz1sta, se remueve en su butaca.
Can 1Turn To, y cont1nuando con Some Other Time, Estamos en Bellas Artes y a ve1nte metros del
Funkallero, Fooflsh Heart, The Lonely Peop/e, Sugar foro, donde ese hombre negro apodado Duque
Plum, Wa/tz for Debb1e (una de las que más gusta- y apellidado Ellington, reobe la cerrada ovaoón
ron), Twelve Tone Tune, Ten Persons 1Knew. de los ch1ch1mecas del D1stnto Federal, el 7 de
Un segundo programa fue e¡ecutado el sába- d1oembre de 1971 .
do 7, con las s1gu1entes obras: Camarada Conrad, El hombre saluda y los saxofones aúllan. Los
T1me Remebered, Very Early, Nard1s, Sleepmg Bee, destellos h1nentes de las trompetas parecen cír-
Autumn Leaves, One (o1 He/en, Qwet Now y Alfte. culos s1codél1cos sobre el fondo de la mús1ca en
síncopa.
El Naoonal, 5a época, año X LIII, núm. 15239, 11 - Este ruco se trae un ondón galáctico - me
de agosto de 1971, Y secoón, p. 5. codea Platero-. Háblame de él; s1empre se apren-
de algo, aunque uno sea ¡oven.
Cartelero del fes!Nol
lnrernooonol de )azz PALACIO DE BELLAS ~ Ellington da unos pas1tos marcando el ntmo;
ARTES .;! mueve algo los brazos; cam1na con c1erta torpe-
'--~~~11VAL INTERNACIONAL za. En realidad, puede apenas 1nchnarse al clamor
que trae sellado en la cara. Son, hay que dectrla, Platero comenta: ¡Es una orquestaCión como
1puño de arrugas más noble que nadte haya po- de vetnte mústcos y todos son solistas! Ese Coo-
dtdo er desde los ttempos biblicos. tte Wtlhams, por poco y hace vta¡ar en áodo me-
1EI ¡azz es btblico! gnta Platero, con perdo- tálico.Y de Malcom Taylor. n1 hablar. uno se que-
nes para el ¡azz. según su JUvenil blasfemta da oyéndolo para stempre, 1nmóv1l como mosca
Alude sm duda a que un gnto de dolor ha de foco.
conmovtdo stempre al hombre desde que en el Otrector de orquesta, arregltsta, tranquilo en
Edén le levantaron la canasta. el ptano, con cola y stn cola. Duke Elhngton es so-
lPor qué será que los pueblos que sufren, bre todo, un formtdable compositor de música
s1empre expresan su dolor cantando, su terror popular. ¿Quién no recuerda Soph1St1cated Lady?
danzando y su alegría llorando? Platero observa a cada uno de los mústcos
Verdaderamente, los pueblos t1enen stcolo- del estrado.
gta de portera. Pura momtza- dtce con perplejtdad.
¿Dónde naoó Duke Ellington? ¿En una porte- ¡Pero qué momtza, estúptdo cocodrilo! Ima-
ría? Cas1. Naoó prectsamente a la sombra del Ca- gínate a las ptrámtdes de Egtpto desarticulando
prtolto, en Washtngton. EEUU. faltando un año pa- las estructuras de Woodstock.
ra la tnauguraoón del stglo XX ( 1899) - No te azotes, galán.
-Aquí en la ctudad de Méxtco hay un caba- El que se azotó fue Platero mtsmo, cuando
ret con ese stglo - dtce Platero. oyó a Nell Brookshtre y a Tony Watkins, cantan-
Tambtén lo presentta Elhngton, que desde muy do Once More T1me. ¡El diluvio, ht¡o!
¡oven olió los bares, los arrabales, el stlbtdo de las Apoyados en el ritmo por los metales, el ba
locomotoras quemando coque, y escuchó los jo y la batería del extraordtnano Rufus jones, ba
que¡tdos del ¡azz negro escuptdos desde Nueva rneron con asptradora a muchos de los meJores
Orleáns, para subtr por el Mtsstssippt en las bar- grupos del rock moderno.
cazas, rumbo a las regiones norteñas. lConque exagerando, eh? 125
Estos show boats no hutan del humo sureño, No hay tal. Duke Ellington es un aprendiz de
stno del paludismo y de las revueltas raostas. todo que es maestro en todo.
Ltncoln ya había abolido la esclavttud, pero lo "Cuesta trabajo", dtce el duque propontendo
habían asestnado. Los negros seguían stendo ne- dos pas1tos y elevando una mano, que es señal
gros. Sus hiJOS JUgaban en las calles en sus ratos de ovaoón y rechifla aprobatoria
de hoy no trabaJO y hacían sonar botes de ho¡a La gran sorpresa para los melómanos enten
lata o flautas de carnzo. Grupos JUVeniles ptnta- dtdos y que conocen a este gran mústco, al me-
dos de ébano recorrían los bamos romptendo la nos medtante los acetatos comeroales, fue Har-
monotonía con un ritmo muy suyo: tac-tac-tac- lem, cuyo adagto lamentoso deja una estela de
tac-tac medttaoón para quebrarse luego en una orgía
As1 naoo el jazz. Era la nostalgta de la liber de metales y aullidos de multitudes ena¡enadas.
tad ena¡enada en una América blanca pronta a la
tndustnahzaoón: una Aménca cada vez mas llena Excéls10r, D1orama de la cultura, año LIV, núm.
de tnmtgrantes que llovteron de todas partes· ne- 19990, 12 de diciembre de 1971, p. 4.
gros, blancos y amanllos. Sólo que los negros de
sembarcaban aún encadenados para ser envta- Cortdero de lo
Orquesto S•nfó~ICO del
dos a los campos de traba¡o. Estado de Mboco
Platero pega una patada en la butaca:"Te pt-
do que me hables de Duke Elhngton, no que me
hagas htstona agrícola y raosta".
¡El ¡azz naoo de la nostalgia y Elltngton es nos-
talgta!
¿Qué optna Duke? Él mtsmo confiesa: "No
tengo ttempo para pensar en esas cosas. Tengo
que preocuparme acerca de la melodía que ten-
go que componer esta noche o mañana: deter-
mtnar SI me parece bten, y SI les va a sonar bien ...ck• .. r••
rONAIIO AUU, IWUl SUAifl,
a ustedes". lYA liARlA lUK, JOR&( SUAA!l,
Emtgró. desde luego. a Harlem, un centro lle- IWICA UR18E. A11!111CO CUAIIUIA
0111\A ~ ~
t
!lo U~ MJI>)I, 1~1 ":I'UH.
•:. ; •. O! S ol i) ' IAIA\l'<I&UI I~ ~SOl
mústca de ¡azz con vanadas remtntscenctas de ,.
El NaCional, sa
época, año XLIII, núm. 442, 6 de
marzo de 1972, 23 • sección, p. S.
des realizadores en el pasado, con Manos Had- El martes pasado h1zo su debut. ¡unto con el
z1dak1s y Mik1s Teodorak1s, s1n embargo, un grupo gUitarnsta Mano Ardila, qu1en lo acompaña en to-
de compositores antenores a estos dos menoo- das sus actuaoones, en la sala de espectáculos del
nados art1stas, por los años ve1nte y tre1nta, apa- Palaoo de Bellas Artes. Y no está por demás de-
reoeron como síntoma de renovación mus1cal, orlo. que, como todo el mundo o esperaba, ob-
no solamente en la compos1c1ón s1no en la elec- tuvo un enorme éx1to.
CIÓn de los Instrumentos. Las melodías que esa noche Interpretó t1enen
Apareoeron, pues, compos1tores como Pe- la mús1ca ong1nal. procurando con esto que con-
nsten, Begiandera, Papayoano y otros, posterio- serven sus valores auténticos. Entre las que más
res a éstos como T sajaku, Kaldara, Mutsis, Karne- se destacan están La Llorona, La Niña de Guate-
SI, Mavroundis, Huliaras, Espanos, Kondogiorgos y mala, El charro Ponoano, El son del ombhgo. etc.
otros más. Chávez es un art1sta polifacétiCO, que 1n1oó
En el momento en que la canción griega se ha su carrera como actor ba¡o la d1recoón de Seki
compenetrado del espírrtu de la mús1ca ocoden- Sano y llevó tamb1én cursos teóncos con Lu1sa
tal, la europea y la estadounidense, nace la voz de Josefina Hernández y Emilio Carballido.
Nana Mouskouri, una voz dulce y fresca que pa- Sus inqu1etudes lo han llevado a participar en
rece venir de las profundidades subterráneas. diversas obras de teatro, como Homenaje a HI-
Fiel a su tradioón, s1gue las huellas de la can- dalgo, El relojero de Córdoba, Terror y m1senas del
ción clásica que aún se mantiene en popularidad Tercer Re1ch.
en Greoa, así como la canoón moderna, en la que Y su paso por el one en la película Los Catfa-
entran ritmos de jazz, así como de otros países. La nes, aunque breve, le dio el empuje hacia la fama.
canc1ón que Nana Mouskoun canta es Internacio- Por supuesto que el terreno donde más
nal, pues se ha inspirado en el folclor de países de ha destacado es el de la mús1ca. Con su peculiar
habla española, 1nglesa, francesa y alemana. t1mbre de voz y grabando melodías populares,
Esta vez en el Palaoo de Bellas Artes deleitó pero algo olvidadas, ha pasado a ocupar un Im- 129
al público con canciones conocidas que forman portante lugar dentro del mundo de las artes.
su actual repertono internaoonal: Over and over; Además de sus giras por el Interior de la Re-
Open your eyes, Tum on the sun, Bndge over troubles pública. ha part1opado en el Festival de la Can-
waters, Prelude, Wh1te rose ofAthens, Last rose of CIÓn de Protesta y en el de la OTI, en Méx1co.
Summer; Doy as done, Oh, 1had a golden thread, Óscar ofrecerá dos recitales más en el Pala-
Scarberough (a1r; Irene, From both s1des now; Try to cio de Bellas Artes, el próximo sábado 29 a las
remember; My fnend the sea, Cucurrucu paloma, 21 horas y el domingo 30 en función popular a
Guantanamera, y otras muchas más en francés. las S de la tarde.
De esta mujer sencilla, sobria en su mane-
ra de vest1r, con lentes, una sonnsa amplia y Novedades, año XXXVIII, núm. 11753, 27 de sep-
amistosa, habría mucho que decir a los lecto- tiembre de 1973. 2a sección, pp. 1-2.
res, pero es necesario saber que no es distin-
ta de la demás mujeres del mundo, s1no sim-
PALACIO DE BELLAS ARTES
plemente una gnega, una gnega d1ferente de SALA DE ESPECTACUlOS
NOVIEMBRE 1• S• 8 • 21.00 hls
las cantantes contemporáneas, una griega que NOVIEMBRE 10 • 17 00 hls
ÓSCAR CHÁVEZ
Se puede dec1r que R1cCJ ha elaborado su zo ante las gest1ones realizadas por sus colegas
prop1a técn1ca. Según los conocedores del vio- mex1canos, m1embros del grupo Los Folklonstas,
lín, a veces rompe con los cánones establecrdos, con mot1vo de la llegada al poder hace cuatro
sobre todo por lo que se refiere al arco, que su- años del presidente Allende y como homenaje
be y ba¡a en forma no prevista, según los acen- al compos1tor vanguardista Víctor Jara.
tos que requ1ere la obra, y arranca al v1olín los Para ese día se anuncra una func1ón más de
son1dos más puros, s1empre perfectamente afi- los chilenos en el teatro J1ménez Rueda, en un re-
nados, destacando la polifonía en toda su pure- cital conjunto del homena¡e de Los Folklonstas a
za, resaltando los matices en forma expresiva y Víctor Jara y mañana volverán al escenano de Be-
emot1va. llas Artes.
Cuando sale al escenario, Ricci se coloca fir- En su primera audtcrón ante el público capi-
memente sobre ambos pies que no camb1an de talino lnt1 lllimani Interpretó una extraordinaria
sit1o durante toda la ejecución de la obra, y des- melodía titulada Poder popular, que se refiere a la
de el pnmer momento hace presa de la atención Unidad Popular Chilena:"Vamos a llevar las rien-
del público. El programa último se inició con la das 1 de nuestros propios asuntos./ Como seres
d1fícil Part.Jta núm. 2, en Re menor para violín so- humanos podemos vivir en Chile. 1 Esta vez no
lo, de Bach, que contiene, como último movimien- se trata de cambiar un pres1dente 1 Porque es un
to, de los cuatro que consta, la chacona. Desde pueblo que construye un Chile bien d1ferente.
las pnmeras notas se sintió su dom1nio absoluto Con residencia en Italia, lnt1 lllimani ha esta-
de la técnica, el contraste polifónico de las me- do realizando una sene de presentacrones en Eu-
lodías, que él hace resaltar cantando una voz más ropa y acaban de term1nar hace unos días un ex-
suave que la otra. Para él no hay momentos difí- tenso recorrido por varias de las más importantes
ciles y la admiración del público por él no tuvo ciudades estadounidense y ésta es la pnmera vez
límites. que actúan en México.
Pocos son los que se atreven con la Sonata Los integrantes de este grupo de música de 131
para violín solo ( 1944), de Bartók Es una obra du- protesta de vanguardia buscan la forma, ¡unto con
ra, en la que continuamente salen a flote las evo- otros conjuntos folclóncos latinoamericanos, de
caciones folclóricas del país del compositor; pe- conservar y convertir la música de esta región; es
ro de tal manera intrincadas en el juego v1olinístico un medio, una expres1ón de denuncia ante las in-
que sólo un v1rtuoso de la talla de R1cci puede ¡usticras que padecen los pueblos, como es el caso
con ellas. Especralmente nos gustaron los últimos de lo que ocurre en su país en estos momentos.
dos movimientos: melodía (adagio) y presto. El grupo lo Integran Max Berru, José Seves,
Para terminar; nada como que Ricci ejecutara, Horacio Salinas, José Miguel Camus, Horacio Du-
de forma extraordinaria, los Doce caprichos, op. 1, rán y Jorge Coulen.
de Paganini, en donde el juego técnico de ambas
manos no tiene comparación. Las melodías sur- El Naoonal, sa época, año XLVI, núm. 16400, S de
gen como por encanto, y de cada número, el vio- noviembre de 1974, p. 16.
linista construyó una verdadera joya, la labró e ilu-
minó de manera única. No podríamos decir cúal Alfonso Moreno
UNA ENSAMBLE FRANCESA DE POMPOSO tocar obras de Cavalli, Monteverd1, Lully, Capra y
NOMBRE, PERO DE POCA CALlOAD Rameau no p1ense que hay que usar los instru-
Álvaro Sonano y Bueno mentos onginales de la época en que fueron es-
cntas esas obras? Ahora b1en. s1 no consigue esos
Con gran ilus1ón fu1mos el lunes por la noche a Instrumentos es prefenble que use entonces los
Bellas Artes para escuchar el últ1mo conc1erto modernos equivalentes, ya que de otra manera
que ofrecía en Méx1co la Grande Ecune et La aquello suena muy desbalanceadamente ¿Por qué
Chambre du Roy, baJO la d1recoón de su funda- usar el violonchelo, por ejemplo, si no es d1fícil
dor Jean-Ciaude Malgoire. encontrar la onginal viola de gamba?
La sala estaba vacía y n1 s1qu1era los melóma- Para la Swte de mús1ca acuática se lim1tó a to-
nos de costumbre estaban presentes, no sé si por car cuatro partes de ella, encomendándole a Veil-
el tremendo aguacero que se abat1ó sobre gran han los solos y supnm1endo esas "bellísimas so-
parte de la ciudad o porque presintieron que no noridades que Handel escribió para los cornos y
valía la pena trasladarse hasta el centro para oír las trompetas", que enmarca con redobles a car-
algo totalmente Intrascendente. go de los timbales. Sinceramente la versión de
S1 por esto últ1mo no h1c1eron acto de pre- Jean-Ciaude Malgo1re debía llamarse la Ant1 wa-
senoa, le at1naron: porque el conJunto francés, ter mus1c.
salvo Jean-Ciaude Veilhan que toca el p1ccolo y Uno t1ene la obligaoón de 1r a todas estas ac-
las flautas barrocas magistralmente, cas1 al grado tividades para serv1r a nuestros lectores y, ¡claro!,
de v1rtuoso. los demás elementos no deJan de se escuchan buenos conoertos y tamb1én malos,
ser unos buenos afic1onados en la Interpretación como el de antenoche. De haberlo sab1do me
de la mús1ca barroca, pero nada más. Su paso ha- quedo en casa para ver El chavo del Ocho, La cna-
oa lo profes1onal está aún muy leJOS. da b1en cnado y a Los pohvoces.
No dudo para nada que tocar una trompeta
132 como la que usa el señor Jean-Pierre Canilhac Novedades, año XXXVIII, núm. 12426,
sea muy difícil, por carecer de pistones y que, por 6 de agosto de 1975, 2a secoón, pp. 1-2.
tanto, sea necesano una técn1ca d1st1nta a la que
usa para hacer sonar una trompeta moderna. S1n
embargo, para un profesional en el asunto, y so-
bre todo para un especialista debería ser algo na- LA FILARMÓNlCA DE LAS AMÉRlCAS
tural tocarla b1en: cosa que no suced1ó en n1ngún Eloísa Ru1z de Baque1ro
momento durante la ejecuoón de la Sonata en
Re para trompeta y cuerdas de Purcell. Por fin se 1nauguró la pnmera temporada de la
Ir en esta ocas1ón hasta Bellas Artes valió la Filarmónica de las Améncas. Pero debemos en-
pena por dos cosas: la vers1ón prec1osa. musical tender que los mús1cos que la forman no son
y fina que ofreciÓ Jean-Ciaude Veilhan del Con- precisamente amencanos, sino atrilistas que re-
Cierto en Do mayor para p1ccolo de Anton1o Viva I- siden en Aménca, cualqu1era que sea su ongen
d l. El usa un Instrumento de la época (pnnopios nacional, pues si b1en muchos son realmente ame-
de 1700), o sea de madera y que se toca soplan- ncanos, otros no lo son. En toda la orquesta só-
do en la direcoón de su long1tud. Al no tener lla- lo hay qu1nce mex1canos.
ve y palancas hace más difícil su ejecución, pero El titular; maestro Luis Herrera de la Fuente,
para el señor Veilhan eso no es problema y su escogió para Inaugurar esta temporada el emo-
musicalidad brota en todo momento de su Ins- tivo Réqwem de Verdi, obra que dom1na tanto
trumento. desde el punto de vista coral como en el Instru-
La otra parte que logró entusiasmarnos fue mental.
la ejecuoón (fuera de programa) de una sene de Se contó con la presenoa de un grupo mag-
danzas francesas del Renac1m1ento de Johann nífico, como es el Coro N acional de España, for-
Christoph Pezel ( 1639-1694), en que la orques- mado por 142 voces, aunque creemos que no
ta acopladamente pudo fus1onar su mezcla hete- vin1eron a nuestro país el total de ellas. Y así co-
rogénea de Instrumentos, que lo mismo los hay mo el maestro Herrera de la Fuente merece su
de la época barroca que modernos, cosa que evi- espeoal elogio como concertador de la obra, pe-
ta una homogeneidad en la sonondad. Es como se a que qu1zá sus tiempos fueron más rápidos
s1 a un Mercedes 440 SL le pus1era nnes de ma- de lo necesario, hay que hacer honor a doña Lo-
dera: al pnmer camb1o de veloodad y s1n saber la Rodríguez Aragón, directora del coro, pues la
mucho de coches tronarían los nnes y m1 flaman- preparac1ón de éste fue estupenda y cantó en
te coche quedaría totalmente parado. ¿Cómo es forma conmovedora sus partes, principalmente
pos1ble que un punsta de la mús1ca que quiere desde la entrada 1n1C1al, Reqwem aeternam, de cu-
70 ANO) DE f\\U)ICA EN EL PALACIO DE BELLA ARTE S
ya 1nterpretaoón emanó esa tranqu1la súplica con El pasado sábado, a las 21 :00 horas, se 1nauguró
que el compos1tor qu1so in1oar su obra. el Fest1val Casals. que dista mucho de ser el pri-
Después, que magnífico el contraste en el Dtes mero que se realiza en México, pues hay que re-
/rae. entonado con gran fuerza dramát1ca. En fin, cordar que fue José García Borrás el que pnme-
analizar cada una de las partes sería demas1ado ro tuvo 1nterés (muy personal) en que el gran
acuooso para una reseña de tan pocas cuartillas; violonchelista vin1era a Méx1co allá por 1956; des-
pero el público quedó hondamente sat1sfecho de pués, el maestro volv1ó en 1959 y otras veces
la part1opación del Coro Nac1onal de España en posteriores, pero s1empre a lugares que no te-
esta obra y lo aclamó largamente cuando llegó nían la altitud de la oudad de México. Nos esta-
su térm1no.
Hablemos ahora de los sol1stas. La soprano
fue Mansa Galvany. Sabe la obra, pero su voz no
133
es precisamente para un oratorio o una misa de
réqu1em. Es francamente operíst1ca, fuerte en los
agudos y no con la belleza deseada para la obra
deVerdi.
Oralia Domínguez t1ene un organo vocal pn-
vilegiado. Parejo en todos sus reg1stros. derrama
musicalidad en cada trozo que le encomendó la
partitura y logró sobresalir como solista, tanto
sola como cantando en dúo, trío o cuarteto con
los demás solistas. El público la ovacionó de ma-
nera preferente.
El tenor Gaetano Scano es aún muy ¡oven y
por ello debe cuidar más sus intervenciones y
tamb1én su voz, que t1ende a ser gntada en los
agudos. La voz no es mala, pero todavía le falta
madurez en estilo e interpretación.
En camb1o, estupendas fueron las interven-
Clones del ba¡o Paul Plishka. Timbre muy bello,
voz bien matizada y mucho sentimiento en la e¡e-
cuclón; h1zo que por él el públ1co demostrará
tamb1én su adm1raoón.
El maestro H errera de la Fuente manejó la
Filarmónica de las Américas de manera experta
para hacer sobresalir a los solistas y el coro, pe-
ro. qu1zá por oerto nerviosismo, llevó sus tiem-
pos un poco rápido. Ojalá que podamos escu-
char nuevamente la e¡ecuc1ón de esta obra,
porque creemos que después de varias veces de
hacerla en d1ferentes lugares la interpretación
me¡orará mucho.
D e todas maneras, la noche del pasado ¡ue-
ves 8 del presente, en Bellas Artes, con la pre- Pablo Cosols
70 \ N 1 V r R ) \ R 1 O D E l P A 1 J\ C 1 O D E 1\ E l L A A RT 1
XVIII, con su prelud1o, pasp1é, aneta y toccata en va tamb1én a intentar el (muy mereodo) elog1o
rondó. Una obra fresca y de gran luc1m1ento pa- a la obra de Salvador Flores ( 1920). Su don ca-
ra el ejecutante. ncatural, cuyo equ1valente más oerto es la vena
La segunda parte del programa fue sólo con satírica de Posada, lo constituye en excepc1ón
obras de compositores contemporáneos espa- dentro del lammógeno y susp1rante panorama
ñoles, algunas de ellas dedicadas y escritas espe- de la canoón mex1cana, enferma por lo general
cialmente para el gran arp1sta. Podemos deor que (no sólo el día de hoy) de un sent1mental1smo n1-
en todas encontramos el sello del naoonalismo m1o y ramplón.
más arra1gado, comenzando con la preoosa So- Todo esto porque en el recital de Salvador
nata Vasca de Medina; después, danzas de diver- Flores, quienes asistimos llenamos apenas esca-
sos compositores: Danza del Corregtdor, de Falla; samente la mrtad del teatro. La publ1c1dad fue muy
Zortztco de Gundi; y Danza de la pastora de Er- escasa, cas1 se din'a que vergonzante.
nesto Halffter; a éstas s1guieron los Preludtos vas- Por una vez el lugar común t1ene razón: el
cos, de Donostia, con ese ritmo tan part1cular. día anterior se presentó a teatro lleno Serrat
para cerrar el programa con la Malagueña y Za- en Bellas Artes, y el contraste no puede ser
ragoza. de Isaac Albéniz y, ante la glamorosa pe- más ev1dente pues los recursos v1suales fue-
tición del público, condescendiente, Zabaleta vol- ron, en el caso del programa de Salvador Flo-
VIÓ al escenano para delertarlo con vanos encares res muy escasos, d1scretos hasta el exceso. En
más. Fue una velada 1nolv1dable. una cámara negra muy aJada, cuyo único or-
namento er an unas cadenas de papel, que In-
El Naoonal, sa época, año XLVIII, núm. 17318, 30 tentaban desesperadamente recordar un am-
de mayo de 1977, p. 16. biente de fiesta en una vecmdad, y sm más
acompañamiento que una gu1tarra, Flores lo-
gró entregar un test1mon1o v1vo, rico, ágil, de
su talento y multiplicidad de posibilidades mu- 13~
sicales.
INBA YLA EMBAJADA DE POLONIA EN ME~ICO P••WI:
Y si bien el regocijo es la tónica, no es d1fícd
d1scern1r tras el humor y la 1ronía, el amor a la
oudad y sus personaJeS, fundamentando en un
espléndido don de observaciÓn con algunos tin-
tes ocasionales de nostalgia reflex1va.
Generalmente se está de acuerdo en consi-
derar a Salvador Flores como "un compositor
festivo, poseedor de un sentido social" (Whate-
4 DE FEBRERO - PUEBLA. PUE. ver that means).
SOE FEBRERO - JALAPA, VER.
S DE FEBRERO - QUERETARO, QRO. Sin embargo hay muchas otras característi-
9 DE FEBRERO - SAN MIGUEl. ALLENDE, GTO.
10 DE FEBRERO - AGUASCALIENTES, ,GS, cas que t ip1fican las canoones de este autor y
-~ de las que no suele hablarse: en ellas, cada pa-
úlf!e/~ro de la
§ BOLETOS EN TAQUILLA labra t1ene una muy concreta carga, a la vez OrqueS!a de Comoro
de Vorsowa
üJ......,_;..,_t-.!!!!!!11.-<1! emoc1onal y fonét1ca. Hay en Flores una gran
economía, pues todo rasgo superfluo ha sido
eliminado. hasta hacer el contexto cómico más
LLEGÓ EL HUMOR CUANDO MENOS y más compacto.
LO ESPERABA El uso de las transgresiones n'tm1cas es muy
José Antonio Alcaraz agradable y le s1rve constantemente como mo-
tor dinám1co, profundamente identificado al Im-
La ausenc1a de actividades realmente interesan- pulso anímico. En Flores es imposible separar los
tes en una consternante perspectiva desastrosa, aspectos verbales, fonéticos, de los musicales por-
caracterizada por: 1) camb1os constantes en las que la línea melódica está homologada a un sis-
programaoones sinfónicas, efectuados al último tema de valores reflejos: así, por eJemplo, cuan-
m1nuto: 2) recitales fotostáticos; 3) difusoras ra- do parece que va caer en la trampa sentimental
diofónicas supuestamente dedicadas a la difusión al elaborar una frase que recuerda en una forma
de la mús1ca de concierto, cuya única oferta real u otra las recetas tan usadas de oerto t1po de
es retacen'a de ínfima calidad; t1ene, s1n embargo, boleros, no es d1fíol perob1r que lo hace sólo pa-
un escape al que aquí voluntanamente se acude. ra provocar un qu1ebre sorpres1vo o un delicioso
La certeza de un reconoom1ento Indispensa- giro, que en realidad responde a las neces1dades
ble, cuya tardanza es cada vez más culpable, lle- del impulso humon'stico.
70 A N 1 V E R) ·\ R 1 ü D E L PALA C 1 O D E B E L LA S A R T E
Pero no son sólo las palabras y los son1dos t1solemne, Flores es hoy nuestra opc1ón cálida y
mus1cales lo 1mportante en este producto ex- sólida de llegar a tener una aproximaCIÓn a este
cepCional: Flores es el compositor mex1cano que t1po de autores de canCiones que tenían el can-
en terrenos populares maneja con mayor aCier- dor: sencillez, sabiduría, regOCIJO y capaCidad lín-
to la prosod1a (en esto sólo es superado por La- ea como rasgos dominantes: los trovadores, JU-
ra). De la m1sma manera hay en él sab1a capta- glares y maestros cantores.
CIÓn y uso de valores fonéticos que reproducen
por med1os mus1cales vanas articulaCiones pro- Proceso, núm. 75, 8 de abril de 1978, pp. 58-60
pias del habla cot1d1ana de ciertos sectores. Así,
en P1ch1cuás y Cupertmo, Flores da a la línea me-
lódica la acentuaCión 1nterm1nable del habla en-
trecortada Infantil en tono de queJa, al borde de LA ORQUESTA FlLARMÓNlCA DE lSRAEL
la lágnma. CON EDUARDO MATA
Esta articulaCIÓn del lenguaJe hablado, tras- R1cardo Rondón
puesta a med1os mus1cales de manera muy Ima-
ginativa, es tamb1én fundamental para el logro de Teatro lleno a reventar. Gran expectaCión en el
canc1ones como El cnmen del expresso en la que amb1ente. La Orquesta Filarmónica de Israel VIe-
se reproduce de manera estilizada el pregón de ne a Méx1co para una sene de conCiertos y el
un vendedor de d1anos (m1smo ongen del pa- pnmero marca el retorno de nuestro máx1mo
trón rítm1co, melód1co y fraseo que puede ob- exponente mus1cal Eduardo Mata. Sale Eduardo
servarse en el corndo Juan Charrasqueado de Víc- y rec1be un baño de claveles entre atronador
tor Cordero). aplauso. Se le acoge con la clase de reacCIÓn
Flores es un productor generoso de estam- que se reserva para los art1stas cuando han ter-
pas (como se les llama a pnnCiplos de s1glo) de minado de dar algo memorable, pero aquí ha
la v1da de la Ciudad que corponzan, lo m1smo, los s1do al revés y merecidamente. Eduardo ha
136
lugares, los hab1tantes, los acc1dentes y las ocasio- puesto el nombre de México muy alto en el
nes de regoCIJO. mapa de la mús1ca 1nternaC1onai.Ya han pasado
Su mús1ca pertenece a lo que se ha conven1do dos años desde su últ1ma actuac1ón y mucho
en llamar con InSistenCia el folclor urbano, dentro ha surg1do en el íntenn, todo pos1t1vo y exito-
de esta sabrosa vrtalidad popular en que se Jnscn- so. El conCierto abre con un tnbuto a nuestro
be la producc1ón de este compos1tor y que equi- maestro Carlos Chávez, su célebre Smfonía m-
vale grosso modo a esa línea 1rascible pero concre- diO, p1edra angular de la mús1ca contemporá-
ta que va de El negnto poeta a Gabnel Vargas. nea. Sus son1dos envuelven temas autóctonos
Salvador Flores retrata, analiza, descnbe, 1ro- dentro de un teJido de 1mag1nana nqueza. Ma-
n1za, celebra y pone de relieve el mundo de los ta lleva a la realizaCión todo el conten1do de la
barnos populares de la Ciudad de Méx1co, con un InspiraCión de Chávez para lograr una lectura
talento proporcionalmente equivalente al de romántica, llena de colando y con la indispen-
George Brassens, cuando éste hace lo m1smo con sable clandad para que destaquen las abundan-
los lugares análogos de París. tes conversaciones que realizan las secc1ones
Así, la vena paród1ca de Salvador Flores ha Instrumentales. La orquesta responde bnllante-
encarnado con fuerza 1rresist1ble aportaCiones al mente, en espeCial las cuerdas que saborean el
mundo cot1d1ano de la Ciudad: La boda de veon tema línco que tan gentilmente se va desarro-
dad, El retrato de Manuela, Bartola, Vámonos al par- llando. El final es mare mágnum de son1do, pe-
que Cé(tra, Yo tenía un chorro de voz, Tomando té, ro son1do ordenado y lóg1co. S1rve para coronar
son manifestaCiones de un un1verso IndiVIdual do- esta pequeña obra maestra y arrancar la pn-
tado de gran agudeza que en consecuencia no mera ovaCión de la noche.
excluye la posibilidad de un vals alburero. Cada Aparece esta glona del teclado que es doña
una de sus melodías recurrentes establecen con AliCia de Larrocha que tamb1én es recib1da con
InsistenCia, med1ante sus pequeños segmentos canño por nuestro público. La orquesta se redu-
una acentuaCión rítm1ca InmeJorable y estructu- ce a las dimensiones que p1de Mozart para el
ran el trazo de una secuenCia s1métnca perfecta- Conoerto núm. 25, para algunos el más hermoso
mente lograda, con gran limp1eza y clandad. de todos los compuestos por el gen1o de Salz-
Cada canción de Salvador Flores es la reafir- burgo. No tienen que pasar más que algunos se-
maCión, a la vez sól1da y regocijada, de un talen- gundos para darnos cuenta de que hay algo ra-
to que generoso desborda los lím1tes normales diante en el amb1ente y es la maravilla de la mús1ca
as1gnados a la canCión o la crón1ca. Así, a través cuando todo se conjuga para comun1car el alma
de un catálogo cada vez más deslumbrante y an- de las composiCiones. El archldlfíCII conCierto pa-
70 '\NO\ DL MU)ICA LN EL PALACIO DE BILlA ARTE
rece fáol en manos de esta solista, cuya clase, fi- no perder las esperanzas, y conoertos como es-
nura y total dom1n1o del estilo se proyectan no- te nos mant1enen de p1e.
ta tras nota con 1nfin1dad de detalles que nos ha-
cen de¡ar a un lado toda preocupac1ón o Novedades, año XXXIX, núm. 135 1S, 22 de agos-
distracoón. Este Mozart ha s1do un rayo de sol to de 1978, 2a secoón, pp. 1, 8.
ilum1nado con el talento de un grupo fuera de lo
común. Las cuerdas y los alientos de la orquesta
han s1do sus me¡ores secoones en el pasado, pe-
ro sent1mos que los metales han me¡orado mu-
cho y como con¡unto nutnó a la solista con los
Ingredientes que van formando algo seme¡ante
a una s1nfonía concertante. Mozart es capaz de
1r y venir con 1deas, a veces fugaces, pero graoas
a la 1nsp1rac1ón que e¡erce, todos los m1embros
de la orquesta se lucieron dentro de una pers-
pectiva respetuosa y absolutamente profesional
para darnos una radiante reallzaoón. Los tiem-
pos de Mata fueron ideales y había sonnsas en
los rostros de los mús1cos que se un1eron al pú-
blico para ovaoonar a esta pianista que o¡alá que
no abandone nuestros círculos musicales; es to-
da una dama que sabe exponer con sab1duría y
corazón el conten1do p1aníst1co de todo aquello
que pase por sus manos. La delirante ovaoón pe-
día encare, pero ¿qué se puede tocar después de
137
este preludio al oelo? Ella p1ensa que nada y así
fue. Estamos de acuerdo porque es antinatural
matar el clima de bienestar que se había creado. ~
La Cuarta s1n(onía de Johannes Brahms es una .§
muestra más de la madurez que ha adqUindo j
Eduardo Mata. Sus 1deas van hacia los aspectos ~
v1riles y dramát1cos de la sinfonía. Los mov1mien- I
tos dos y tres fueron espeoalmente felices y nun- ~
Carlos Chóvez
ca les habíamos prestado atenoón a ciertos de- ...:
talles de angustia que llevan. Mata obviamente
s1ente la necesidad de comunicarlos y nos ha he-
cho reexaminar nuestras impresiones, cosa nada CARLOS CHÁVEZ VlVlÓ PARA LA MÚSlCA;
fácil. El final fue algo repleto de fuerza y garra, pe- EN SlLENClO SU DESPEDlDA
ro con control y directiva adecuada. La e¡ecuoón Ennque Aranda Pedroza
no de¡ó nada que desear; el sonido que la or-
questa ha cultivado va de la clandad de la músi- Los s1lenoosos acordes de la últ1ma melodía, la
ca de cámara al desborde espectacular, s1n per- mortuona. resonaron ayer en la nave central del
der el sentido de la dimensión. Mata ofrece un Palacio de Bellas Artes en homenaje póstumo a
Brahms maduro, pero que cont1núa en búsque- quien, paradójicamente, VIVIÓ para la mús1ca: el
da y fue la sensac1ón que nos de¡ó. Como enca- maestro Carlos Chávez Ramírez.
re se nos SirVIÓ la Danza eslava. núm. 1,opus 46 El considerado como la personalidad musical
de Anton1n Dvorák, proyectada con el entusias- mex1cana más Importante del presente s1glo re-
mo que sólo los grandes t1enen. Esto no qu1ere Cibió, además del homena¡e de la Intelectualidad
deor que el responso lírico haya perdido su efec- nac1onal, los más altos honores que la República
to, al contrano; pero sirv1ó para coronar una ve- reserva para sus hi¡os esclarec1dos en el arte y la
lada muy bella en donde nos hemos ret1rado de cultura.
Bellas Artes con orgullo, por Mata, admiración Los restos mortales del preclaro músico me-
por la excelente orquesta y la notable solista, y XIcano fueron llevados al lugar que el maestro
ese optim1smo que surge cuando finalmente te- considerara su casa, al Palaoo de Bellas Artes; SI-
nemos un concierto 1mportante después de tan- tio donde culminó sus grandes tnunfos y sede
ta med1ocndad que ha desfilado por nuestro má- actual del lnst1tuto Naoonal de Bellas Artes que
XImo coso en lo que va del año. Es muy bon1to él fundó en 1947.
70 1\ N 1 V l R s A P 1 C D 1 1 P \ L A ( 1 O 1) 1 H 1 1 l \ 1 r E
,_
Programo de lo
Orquesro del Teol/0 de
Bellos Arres
7 O 1\ Ñ O \ D E M U ~.¡ 1 C A , N 1 l 1 \ l \ l 1l > f l l 1\ l L 1 \ \ R 1 E\
1981-1990
LA CAllDAO DE LA FlLARMÓNlCA DE des que han sido determinantes en su trabaJO
MOSCÚ VENClÓ A LOS CONTRATIEMPOS con la OFM.
DE UN CAMBlO DE PROGRAMA ''EI1nstrumento del director no es la batuta
Angelina Camargo como p1ensa la mayoría de la gente, explicó el
maestro, su Instrumento es el colectivo (la or-
La calidad de la Orquesta Filarmón1ca de Moscú questa), los atrilistas que la conforman y. con ba-
y de su d1rector; el maestro Drmrtri Kitayenko, lo- se en ello, el director debe establecer una polí-
gró 1mponerse sobre las orcunstancias adversas tica de repertono bien seleccionado, actualizado,
que en un momento suscitaron la inconformidad programar el debido t1empo para ensayos y
del público, en el concierto ofrecido el pasado mantener siempre una abierta comunrcación
lunes en el Teatro de Bellas Artes. con la orquesta".
Por causas ajenas al deseo de los organizado- La labor de un d1rector de orquesta no tie-
res del Fest1val de Mús1ca Rusa y Sov1ét1ca. y de ne metas, afirma Krtayenco, "lo logrado t1ene
143
la propra orquesta, se hrcieron camb1os en el pro- que superarse todos los días. Tengo la suerte
grama que había s1do anunciado. de estar al frente de una organizacrón musica.l
En lugar de la Sinfonía núm. 5, de Shostako- de gran prestigio y trabajar con los com pasito-
vich, y el Conc1erto poro v1olín y orquesta, de Kha- res célebres, pero esto no es el tnunfo, y esta
chaturian, se interpretó la Smfon(o clás1co núm. 1, oportun1dad me posrbilita ganar expenenc1a
de Prokofief y el Concierto poro v1olín y orquesto, constantemente'·.
de Charkovski. Agregó que es muy satisfactorio dedicarse a
Al hacerse el anunc1o de este cambio, el au- la músrca, con las ex1gencras que esto implica ya
ditorio protestó, hubo chiflidos, palmadas, gritos que es una de las posibilidades felices para esta-
de inconformidad, solicitando que se tocara a blecer una comun1cac1ón con todo el mundo, s1n
Shostakovich. Algunas personas dec(an que ha- barreras de idiomas o de rdeologías
bían comprado sus boletos exclusivamente por "Esto se ha entendido en la Un1ón Soviétrca
esta obra; sin embargo, cuando la OFM comen- y por ello la persona que expresa sus deseos por
zó a tocar; volv1ó la calma y al final la gente reco- dedicar su vida a la música, puede hacerlo s1n mn-
nociÓ que lo importante era poder escuchar a guna d1ficultad.
una de las mejores orquestas del mundo. "Desde la edad más temprana se educa a los
La actuac1ón del maestro Kitayenco, ante es- niños en el disfrute de la mús1ca. a las personas
te problema, fue el de ofrecer un excepcional más talentosas se les envía a participar en con-
concierto, para lograr establecer. a pesar de to- crertos Internacionales. Nuestros solistas profe-
do, la comunicación entre orquesta y auditono, Sionales tienen oportun1dad de grabar. presen-
con lo cual se confirman las declaraciones hechas tarse en la radio o la televis1ón y actuar en otros
al respecto, en una entrevrsta: países, todo lo que pueda contribuir a su desa-
''D1rigir la mejor orquesta de la Unrón Sovié- rrollo", concluyó.
tica 1mplica una gran responsabilidad, no porque
sea difícrl trabajar con sus integrantes, sino por-
que en cada conCierto, debemos poner toda
nuestra experiencra y conocrm1entos para que la
mús1ca llegué a los corazones de la gente, ésta es
la forma verdadera en que se swve a la mús1ca".
Del joven director. se ha señalado que posee
una sólida voluntad creativa de d1rector nato y Excéls10r, año LXV, núm. 23334,25 de marzo
táctica suavidad de músrco Inteligente, cualida- de 1981, sección C. p. l.
70 1\ N 1 V 1 R \ A P 1 O D F L P A L A C 1 O O E B E L L \ S A R T E
en este evento, en el que dio a conocer algunas Más adelante, señaló que el mérito del gran
opiniones sobre la obra concertante de Ponce, compositor mexicano fue "haber desencadena-
su figura histórica, su posición en el contexto me- do la muy fecunda y vanada trayectoria del na-
xicano "y dos o tres muy sent1das endechas al cionalismo mus1cal mex1cano, con una estét1ca y
respecto". un encuadre muy distintos al que le darían las ge-
En primer término mencionó las obras escri- neraciones inmediatamente posteriores a la su-
tas por el músico zacatecano que a su juicio tie- ya. Ponce fue el primer compositor que, de una
nen un peso específico: el Conoerto para p1ano, el manera adulta, alejado del pintoresquismo, tomó
Conoerto del sur para gwtarra; y el Conoerto para conciencia de la necesidad de una 1dent1dad na-
v1olín; "composiciones que representan tres épo- cional para la música mexicana".
cas, actitudes y logros muy distintos de Ponce". El compositor señaló algunos intentos de
As1mismo, h1zo énfasis en la capaodad de au- "aproximación a la música nacional" que surgie-
tocrítica del susodicho, misma que llegó "hasta el ron entre los músicos del siglo XIX y posterior-
humor sobre sí mismo". Sobre el Conoerto para mente en la época del Porfiriato, a los cuales ca-
v1olín apuntó que "con toda seguridad es una de lificó como "producto de un efecto patemalista
sus obras más importantes y en ella sobrepasa y pintoresquista, que quedaron como elementos
en mucho a sus devotos y exégetas, ya que no decorativos s1mplemente. Es por ello - dijo- , que
es ningún secreto que Ponce ha sido utilizado, Ponce es el primero que encuentra el rábano,
voluntaria e involuntariamente, como bastión de mientras que los demás se habían ocupado so-
ciertas posiciones conservadoras opuestas a la lamente de las hojas".
anarquía y al anticonvenoonal1smo, supuesto de Por otra parte, puso de manifiesto que, así
la música contemporánea. como Manuel M. Ponce tuvo grandes ac1ertos
Alcaraz comentó que al igual como ocurre como compositor, tuvo fallas notables en sus
en la actualidad con Leonard Bernste1n, Ponce obras, mismas que se caracterizan por el pre-
fue una de esas figuras raras que se movió con dominio de la retórica en lugar de la lucidez. En 145
igual fortuna y acierto en el campo de la música otras por la utilizaciÓn de ropaje muy vistoso,
popular y en el campo de la música de concier- "acercándose, en ocasiones, a ciertas actitudes
to. "Ponce para el pueblo es un compositor en- turísticas, esto es -dijo-, a Rachmaninof y a Tu-
trañable de canciones y para los músicos de con- rina, que son músicos glamorosos, "músicos de
Cierto es un colega". tarjeta postal" por lo general; mientras que un
Aunadas a las virtudes arriba mencionadas, el verdadero músico nacional sería Manuel de Fa-
conferencista señaló aquellas en las que el gran lla, que depura estas esencias nacionales. De él,
músico mexicano destacó alcanzando altos vue- Ponce las trasmite y las retrabaJa en sus mejo-
los, como fueron su labor pedagógica, su trabajo res obras, hermanándose con él, pero ocasio-
como pianista, y su labor de Investigación. Labor nalmente también tira del otro lado por ser una
- esta última- , sin la cual no tendríamos en la ac- figura transicional que estaba en la búsqueda de
tualidad muchas cosas que él, con su lucidez y su su ident1dad como compositor, y como el dios
visión de investigador, lo llevaron a hurgar en el Jano - apuntó-, con un rostro m1ra al pasado y
melos nacional mex1cano. el otro al futuro."
"Ponce fue un hombre múltiple, completo co- En su conferencia "Un siglo de soledad tam-
mo músico y, lo más admirable -enfat1zó Alca- bién...'',Aicaraz se pronunció en contra de los mú-
raz-, capaz de evolucionar, al darse cuenta que sicos profesionales que no sólo desdeñan a Pon-
ya andaba muy atrás, en cosas muy anacrónicas, ce como compositor, "sino cuanta música se ha
tomó las medidas necesarias para evolucionar, escrito en México. Ésta es una toma de posición
para ponerse el día y adquirir un lenguaje y una de esta gente que suena en las estupideces de
gramática moderna, operando muy bien en él esa Beethoven y las melcochas de Rachmaninof; a esa
confluenoa entre sentimiento y razón que es la gente que hay que dejarla ahogarse en sus par-
que nos hace escribir música". tituras horrendas y antiguas, porque son una es-
Durante su conferencia, impartida como par- pecie de muertos en vida".
te del homenaJe a Manuel M. Ponce, José Anto- Por otra parte, aclaró que esta actitud sólo
nio Alcaraz manifestó que éste fue una figura de es pnvativa de "algunos sectores mus1cales, fenó-
transición y nunca un hombre romántico, ni cro- meno que por fortuna no ocurre entre el públi-
nológica ni estéticamente: "El Pon ce importante co, ya que en muchas ocasiones es más noble que
- agregó- es una figura de trans1ción que desplazó los mús1cos profesionales".
la música mex1cana de act1tudes colonializadas "La mús1ca de Ponce se impondrá con el tiem-
hacia una toma de conciencia de una identidad po por una especie de depuración o decantación
nacional, así como la búsqueda de esa identidad". y no importa que haya permanecido guardada
70 A N 1 V 1 R A R 1O D f l P A L \ C 1O D 1 B E L L A A RT l
por más de 20 años, pues Bach estuvo dorm1do nas de las meJores orquestaCiones no sólo de
durante 100 años y en la actualidad se ha reco- mús1ca nuestra
noodo su nqueza". Graoas a él. valses y marchas nuestros. como
algunos de las escuchadas en este conoerto, apa-
El Naoonal, 6a época, año Llll. núm. 19030, 13 de recían en el recuerdo de los presentes. como cu-
febrero de 1982. p. 19 biertas de una pát1na que les hab1a restado mu-
cho de su agilidad pnmrt1va. El público las encontró
renovadas. ágiles. graoas a la orquestación del
maestro Manuel Enríquez. a qu1en por eso el pú-
LA MÚSICA MEXICANA DEL SIGLO XlX blico aplaudió, como debía, con el d1rector artís-
F.M.G. tiCO Serg1o Cárdenas y los atrilistas de la Orques-
ta S1nfón1ca Naoonal.
Entre dos funciones de ópera, el lnst1tuto Naoo-
nal de Bellas Artes ofreoó un excelente concier- El Naoonal, Rev1sta Mex1cana de Cultura, 8a épo-
to extraord1nano. el dom1ngo 27 de JUnio, a las ca. núm. 138, 1o de agosto de 1982. p. 7.
12: 15 hrs., en el Teatro de Bellas Artes
Fue el consoente. preparado d1rector artís-
tiCO de la Orquesta S1nfón1ca Naoonal, maestro
Serg1o Cárdenas, qu1en d1o espeoal relieve a las LA NOCHE DE BOLÍVAR Y REVUELTAS
obras seleccionadas para formar el programa Pablo Esp1nosa
de este conoerto, pos1t1vamente extraordina-
riO, que ofrec1ó el lnst1tuto Nac1onal de Bellas El amb1ente era solemne. Cu1dado con romper el
Artes. protocolo. Era una de esas ses1ones en las que la
El programa estuvo Integrado por obras de mús1ca pel1graba. pues podía fáolmente caer en
146 catorce compos1tores mex1canos del s1glo X IX. el adorno prest1g1oso o en la ses1ón burocrát1ca.
01stnbu1do en dos partes, encabezó la pn- Pero hubo una partitura que conv1ert1ó el even-
mera el maestro Cod1na. con su Marcha Zacate to en algo valioso. Serg1o Cárdenas d1ng1ó La no
cas. la cual. como es sab1do. d1o trascendencia che de los mayas y el conoerto de gala recobró
mund1al a aconteom1entos políticos de nuestra su d1gn1dad. El homenaJe a S1món Bolivar: el día
h1stona: la s1gu1eron onco valses. 1gualmente fa- del b1centenano del nac1m1ento del libertador se
mosos: Alejandra, Demora, Club verde. del maes- marcó por la luodez del Prem1o Nobel de la Paz.
tro Compodón1co: el Vals Poévco, no menos fa- Alfonso García Robles. en un largo d1scurso que
moso. de Fel1pe Vlilanueva, Tnstes pns10nes. del cnstalizó una defensa de Centroaménca contra
1nmortal Chucho Martínez. el 1mpenalismo y una ses1on mus1cal partlculan-
Esta pnmera parte del programa se c1erra zada por expres1ones sonoras lat1noamencanas.
con lo que sus coterráneos cons1deran como el La Orquesta S1nfón1ca Naoonal, baJO la batuta
segundo h1mno de Oaxaca: D1os nunca muere de de su trtular: Serg1o Cárdenas. h1zo sonar eJemplos
Macedon1o Alcalá. Encabezó el programa en su mus1cales de las repúbl1cas fraternas de Perú yVe-
segunda parte, el clás1co Mmuetto del composi- nezuela, aunque ausente la expres1ón colombiana,
tor R1cardo Castro. al cual suced1eron Monr por según el pacto bolivanano. Entonces. Cárdenas mo-
tu amor. del maestro B. J. García; Recuerdo, del VIÓ su batuta para que la su1te para orquesta Ko
maestro Alberto M.Aivarado: Olímp1ca del maes- nben1 nos h1c1era entrar en razon de que la espe
tro José Herrera. y el bello programa que alcan- ranza madura sólo con las ev1denoas. La obra del
zó de la Orquesta S1nfón1ca Nac1onal la merced peruano AleJandro Núñez Allauca h1zo volar el
de dos aplaud1dos (encares) no se cerró. por tal canto 1nca sólo a través de la quena y el poncho
mot1vo, como se había enunciado, con la obra In- que encubre un desconoomento real de la nque-
mortal Sobre las olas. del Infortunado maestro Ju- za 1nca. error v1rulento de la llamada mus1ca de
ventlno Rosas. "protesta". Hay que conocer las ra1ces (s1n retón
Para el entus1asta público del Teatro de Bellas cas) para mover la sens1b11idad honesta
Artes. que seguramente había escuchado en el Así. después de la tarJeta postal del acordeo-
m1smo estas obras fue muy grato oírlas nueva- nista AleJandro Núñez Allauca.la OSN tuvo opor-
mente. esta vez orquestadas por el JOVen com- tunidad de abordar una partitura más sólida. aun
positor mex1cano Manuel Ennquez. que plagada del contag1o europe1zante de la
Al maestm Enríquez uno de los mús1cos de época de su autor: el em1nente mus1cologo y pe-
la nueva generaoón merecidamente des1gnado dagogo Juan Baut1sta Plaza ( 1898-1964), cuya Fuga
para representarla. en vanas 1nst1tuc1ones como cnolla. para cuarteto de cuerdas (amplificada por
el Sem1nano de Cultura Mex1cana, se deben va- la sewón de cuerdas de la OSN). comprobó una
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D r l\ \ U I CA l N rl PA l AC I O D I BE l l A A R 1l
asimilación absoluta de la teoría defend1da por chusma, estuv1mos en uno de esos conoertos
Plaza: la etapa colon1al lat1noamencana es la raíz de gala.
de la mús1ca naoonalista de nuestro continen- El maestro Henryk Szery1ng, el bnllo más In-
te, según la ópt1ca del autor e 1nvest1gador; cu- tenso en la histona v¡ollníst1ca mex1cana (porque
ya obra sonó b1en, contrastante con la pnmera el otrora 1ntérprete de guerra polaco ha toma-
parte que concluyó con una part1tura larga y sa- do una bandera artÍstiCO-diplomática mex1cana),
brosamente s1ncopada de Gonzalo Castellanos, ofrec1ó una ses1ón mus1cal, honoranos ced1dos
venezolano que construyó su d1scurso a base de por med1o, para conJuntar un concierto de
de cantos cnollos y partes solistas en Instrumen- gala con la Orquesta S1nfón1ca del Estado de Mé-
tos al menos s1ngulares como el trombón, el fa- XICO, a benefioo del DIF [Desarrollo Integral de
got y una disquiSICIÓn fraseada en torno a una la Fam11ia].
rítm1ca s1ncopada. Entre partrt:uras consagradas, una obra de ele-
Pero la noche fue de Silvestre. La noche de los vada calidad mus1cal bnlló tamb1én antenoche. El
mayas, part1tura rescatada por José Yves Liman- Conoerto para v1olín y orquesta, del maestro Ma-
tour de un filme absolutamente churresco (La nuel M. Ponce, Prem1o Naoonal de Artes y Cien-
noche de los mayas de Chano Urueta), h1zo que oas 1947, fue s1n duda el punto culm1nante de la
el amb1ente se calentara y vertiera una visión más sesión s1nfón1ca, la cúspide de la calidad estncta-
orgán1ca nuestra h1stona. La mús1ca de Silvestre mente mus1cal, pese a los lugares comunes cha1-
Revueltas ( 1899-1940) sonó de una manera uní- kovsk1n1anos y la sabrosura barroca v1vald1ana.
voca: Irreverente. La 1rreverenoa, en efecto, d1s- Con su nuevo director, la OSEM retomó apa-
t1ngue a esta obra cuyo calificativo más Inmedia- ratosamente al recinto marmóreo, otrora con-
to no puede ser otro: 1mpres1onante. flictiva sede huésped. Con el tremendo peso es-
La nqueza rftmca, el absoluto comprom1so con pecífico de un art1sta de la talla de Szeryng, este
nuestra ritm1ca y nuestra nqueza cultural, el endia- organ1smo mus1cal refrendó su lugar en el ámbi-
blado v1gor que la caracteriza, la orgiástica polirrit- to artístico nacional. Manuel Suárez, reoén nom- 147
m1a que la trasoende. La noche de los mayas es, en brado t1tular de la OSEM, 1ntegró mancuerna pn-
efecto y de acuerdo con la op1n1ón de Serg1o Cár- vlleg1ada con maese Szeryng, ambos h1c1eron
denas, la obra capital de Silvestre Revueltas. estremecer los mármoles con armonías tan pre-
Antes, García Robles se había encargado de osas como 1nos1vas.
situar el contexto. La mús1ca de Revueltas lo com- El octavo de los conoertos que forman la Ins-
pletó y nad1e más que él puede corroborarlo; se- piraCIÓn armómca (L'Estro armomco) del fabuloso
gún apuntó alguna vez el propio Revueltas:''Nues- cura rojo Antonio Vivaldi, transportó, con el pai-
tra mús1ca mex1cana ... es mús1ca 1mportada de saJe 1nmed1ato. JUsto en la butaca cont1gua, a las
los bulevares europeos, tan aleJada de la realidad hermosas n1nfas del Ospedalle de la Pietá, esbel-
dolorosa y palp1tante de las masas, como una re- tas bellezas para las que escrib1ó una buena par-
cepoón diplomática o un anstocrático sarao". Su te de su producción el buenazo de Vivaldi.
obra, su Noche de los mayas, probó lo contrano. Maestro, Henryk Szeryng encontró el alter-
nante perfecto: Manuel Suárez cont1núa s1endo
El Naoonal, año LV, núm. 19552, 26 de julio de uno de nuestros máx1mos violinistas. Ellos clm-
1983, 3a secoón, p. 4. braron las perfectas armonías v1valdianas, res-
paldados por las cuerdas de la OSEM que In-
cluían un clavicordio poco temperado. Pocas
p1ezas, como la número ocho del opus tres del
EL GENlO VlOUNiSnCO DE SZERYNG cura veneoano, para mostrar lo meJor que te-
Pablo Esp1nosa nemos en la trad1c1Ón 1nterpretat1va de la VIO-
IInístlca mex1cana, en su momento actual, a pe-
La h1stona, como el Inmenso v1tral que enc1erra sar de la reoente pérd1da sufnda con la muerte
a las musas en el cnstahno techo bellasart1ano, es de Hermllo Novelo.
redonda. Cuatro décadas después, la escena se Muy supenor en el violín que en la batuta, Ma-
rep1te pero mod1ficada, deformada por el andar nuel Suárez acompañó orquestalmente al maes-
del t1empo, como d1ría el buen Erado. tro Szeryng en la 1nterpretaoón de una obra que
En el Palaoo de las Bellas Artes se aplaudió él m1smo Interpretara hace cas1 20 años en el mis-
a dest1empo, se colmaron las butacas de 1nv1ta- mo lugar y, en la segunda parte, el conoerto pa-
dos y acarreados 1nvoluntanos, se escucharon ra v1olín de Chaikovsk1 obtuvo su razón de ser, la
los garraspeos esnob1stas en los p¡anJSSJmo y, oh JUstificación en los repet1t1vos programas Sinfóni-
glona del dest1no man1fiesto, se produJO el acon- cos locales, graoas al gen1o v1ohnístlco de Szeryng
teCimiento, ya tendremos de qué presumir a la y pese al claxonazo final (un corno francés en pie-
tO \ t\. 1 \ [ R \ \ R. 1 O D E l P J\ l A C 1 O D 1 H E l L J\ S A R T l
no e¡emoo de la p1fia). la OSEM sonó sorpren- su presenCia más allá del susp1ro lumpen. El Olym-
dentemente me¡or que en otros t1empos. pla pans1no encontraba su voz en los mármoles
Hace cas1 cuarenta años. el 20 de nov1embre que don Porfino nos legó para que, s1n él 1mag1-
de 1943, Carlos Chávez d1ngía a la Orquesta S1n- nárselo, entrara por la puerta grande lo vernáculo.
fón1ca de Méx1co (hoy Orquesta S1nfón1ca Na- Segunda llamada segunda y los dedos resguar-
oonal) en el estreno del Conoerto para v1olín y or- dan lo que los o¡os n1egan: dos mil pesos dos mil,
questa de Manuel M. Ponce. Henryk Szeryng, el un boleto para el que la reventa se guarda para
1nsp1rador 1nmed1ato de esta partitura, estaba al ocas1ones más vernácu las, más de acá. Llega la
frente.Antenoche, Manuel Suárez ocupaba el po- avanzada y la valla se hace eco. El silencio tenso
dio y Szeryng revivía una obra ya fundamental en se rompe, al fin. con una voz amigable. Buenas
el repertono v1oliníst1co un1versal (no en balde noches, señor Pres1dente, las manos se ¡untan pa-
Szeryng la cataloga como la obra maestra de Pon- ra que, adentro, Lola se v1sta de blanco.
ce). La consab1da melodía de Estrellita rondaba, Cecil B. de Mille es una pálida sombra. Las fan-
metamorfoseada. en el segundo mov1m1ento, y el farnas campechaneadas entre lo manach1 y lo Sin-
gen1o de Szeryng bnllaba de nueva cuenta, en fónico 1rrumpen en dos n1veles: aquí los alientos
otras c1rcunstanoas. y allá las cuerdas para rasgar. Entre Lola y los ro-
La h1stona, cual anillo de Moeb1us, se muer- ¡os mull1dos se ombran: ahí está la canoón me-
de la cola. XIcana hecha 1nstrtuoón. Emp1eza por allí: por unos
o¡azos negros y recuerda que, en efecto, un VIe-
El Naoonal, año LV. núm. 19597,8 de sept1embre JO amor n1 se olv1da n1 se de¡a.
de 1983. 3a secciÓn, p. 4. Entre las filas que acompañan sonoramente
a La Grande, atnlistas de la Orquesta S1nfón1ca
Naoonal llevan con los p1es el ntmo de esa que
tamb1én les h1ere, pues qué caray, aunque Lour-
Cuorre•? dt Cuerdos
148 ju ord des Ambnz días antes haya dado el me¡or solo
vocal del año en esa Gran m1sa en Do Menor de
Mozart, esos chelos b1en pueden llorar todavía
por esos o¡os que se van.
La apoteoSIS s1gnada por el asombro. Una
rampa cas1 wagnenana se alza para descubnr mu-
chas p1ernas cruzadas, femen1nas y adornadas na-
Cionalmente: un coro m1xto se descubre en sus
atuendos: la masa coral acompañará entonces el
ayayay, las trompetas en sordina confirmarán que.
rayando el sol, la gu1tarra se vuelve canto con¡un-
to y Lola allí, lamentará que no haya más amapo-
las, que todo se murió en el corazón pero resu-
Cita en su voz. La 1nst1tuoón.
Y Lola anunc1a que va a rend1r homena¡e a la
canoón mex1cana pero una voz desde algún lu-
gar le recuerda que es, en realidad, su homena-
¡e. Cierra los o¡os. as1ente religiosamente con la
§ cabeza, ¡unta las manos para ¡untar los versos, los
~ del amor que cabalgan en un caballo pneto aza-
¡¡¡
bache y los que provocan un glissando adosar-
pas y un severo po111ng en un t1mbal preparado.
Adelitas, entre otros persona¡es naoonales,
se pasean en los popurrís porque hay que reu-
LOLA LA GRANDE EN BELLAS ARTES nirlo todo en dos horas exactas. No hay t1empo
Pablo Esp1nosa más que para el luom1ento de una orquesta Sim-
biótica, una escenografía mex1cana y una sonon-
Lola en Bellas Artes. Desde horas antes la carne zaoón a lo OTI que no n1ega los rumbos que ha
de cañón rodeaba los mármoles y en el vestíbulo tomado la tradic1ón. Ayayay, el sentimiento cala
el gran óleo con palomas níveas se de¡aba acan- muy profundo y se mezcla con el orgullo de per-
oar por rosas en el pelo y a los p1es ¡azm1nes. La tenecer. Reun1rlo todo en un símbolo.
s1naloense se de¡aba sent1r desde antes porque Cabía 1ncluso la mús1ca de una manmba, las
el homena¡e a la canoón mex1cana 1ba a rubncar maderas con voz de tehuana se desgranaba an-
70 ¡\¡ l) [) L f\ \ U \ l C \ l N El P Al A C 1 O D 1 L\ l- l LA
te la 1mpasibilldad del otrora sonnente Zefenno pedazo de c1elo en su vest1do celeste. Cantó tam-
Nandayapa, reforzando las filas s1nfón1cas, s1mb1ó- bién milongas, habaneras. soltó los ntmos nopla-
t1cas en su sonoro vibrar con la canc1ón mexica- tenses, los porteños, los a1res buenos y sonoros
na hecha 1nstrtuoón. El cascabel de la onta mora- de Buenos A1res.
da y el regociJO del fin de la pnmera parte. La d1va. la cómplice prop1oatona de Piazzolla
Hecho s1gn1ficativo: la labor de Guadal upe Tn- y Pugllese en esa tnlogía que mant1ene v1vo el
go. el que se fue s1n deJar term1nada su labor de tango JUnto al Río de la Plata, se deJÓ ven1r has-
urbanización de la mús1ca vernácula, sonó y muy ta ese ed1fioo que, por lo bello. la impres1onó tan-
fuerte en la segunda hora de Lola en Bellas Ar- to. Se trataba de su part1opaoón en el c1clo "La
tes. Mt oudad, el Jinete que amesga la v1da en un Unesco y el mundo", y para eso VIaJÓ con sus on-
lienzo de fiesta y color; con penacho y sombre- co mús1cos y sus dieoocho rolas. Para una noche
ro de charro, marcó su epicentro en Bellas Ar- de tango.
tes. Pero contenía más 1mplicaoones. Inagotables. Una a una, las luces del VieJO Vaneté se fueron
el refrendo de la canoón popular en el así con- encendiendo y deJaron resbalar el primer fuelleo
Siderado máx1mo recinto del arte mexicano. Los en el bandoneón, el pnmer embate en el baJo hi-
remilgos, la pasión de bronce, la locura et11lca y nente. desclavó los pnmeros anhelos del teclado
los desmanes fervorosos del amor en los versos en el p1ano, rasgó la otra oscuridad de la guitarra
de la canoón que le dicen de cant1na, de pobres. y soltó una andanada de aire caliente desde el
Ojalá que te vaya bon1to. pues total, la vida no sax. Positivamente tango.
vale nada y. por eso, bésame mucho, aunque el Desde ahí, desde la primera de las muchas
popurrí anuncie, otro poiiing en el timbal median- canciones de María Elena Walsh que cantó su
te, una noche de ronda más. compatriota, el dom1n1o vocal de la Rinald1 em-
Graoas, señoras y señores, gracias, señor; agra- pezó su reinado que v1ene desde muy atrás, cuan-
decía Lola al presidente Miguel de la Madrid.Y do en alguna ocasión algu1en oyó a unos negros
Lola La Grande mandaba un abrazo inmenso des- percutir parches, acanciar cueros VIeJOS y creyó 149
de dentro de su pecho y cantaba más. Le canta- conveniente considerar ese sonido obstinado en
ba a la florecita de ejote, al amor perdido, al que una onomatopeya histónca. Tan-go, sonaba en-
se fue, a aquel amor. aunque le grrt:ara algu1en des- tonces. Luego vendrían las dudas etimológicas pe-
de una butaca que ¡ésa no, Lo la! Y luego le diera ro en Buenos A1res siguió creciendo el arrabal;
las graoas por ser mexicana. hasta nuestros días, cuando Susana R1naldi cantó
La apoteosis trascendió la obviedad. Lola de- frente a una anstocracia empenfollada en rubo-
jó el m1crófono y se levantó de nueva cuenta. res artificiales. Como si no hubiera sido sufioen-
pues "dice que nomás se le iba en puro tomar". te con el calor de la primavera y esa voz.
"y que JUran que no dormía" y etcétera. Y el Pero no 1mportaba. la Rinald1 también tenía
amor que en su muerte hacia más canciones sig- Para los demás. otra rola de la Walsh que ante-
naba la voz que Lola entrecortaba, a muchos cediÓ a una rica y Negra María, que hizo más
pasos del micrófono porque quería dejarlas pa-
ra Siempre en ese recinto. Bellas Artes recibió Cartelero de
Susana Rmald1
de nueva cuenta a Lola. La canción mex1cana
hecha institución.
d1nám1co ese duo de autores Homero Manzi-Lu- ch1s y los Jarochos, v1o los fuegos y cuando ya na-
CIO Demares.Y ¿por qué no? Susana d1ng1ó El co- die pedía boletos, n1 1nv1taoones, se met1ó silen-
razón al Sur y la letra de Elad1a Blázquez arropó Cioso, se detenía m1rando haoa arnba, subía las
a la famll1a argent1na que se daba ota en Bellas escaleras y volvía a salir, qu1en con una flor en la
Artes y arrebataba el gnto del veono de butaca: mano, qu1en con un folleto.
"Nunca te mueras, Tana" se o1a una voz femeni- ¿Adónde vamos, señor? ¡No sé, nos estamos
na y Tana, deslizando su pedazo de oelo en cír- met1endo...! ¿Es la pnmera vez que entra a Bellas
culos, contestaba con un beso fabncado con sus Artes, señora? ¿Por qué? Y a muchas otras pre-
manos delgadas. guntas no había respuesta 1ngresaba silenoosa la
Otras dos p1ezas de la Blázquez y el h1mno multitud que festeJaba el Palaoo...
seguía apuntando a Buenos A1res, che Ennque Esa m1sma mult1tud había v1sto en la gigantes-
Santos D1scepolo con maese Manano Mores. el ca pantalla, 1nstalada en la Alameda por el Insti-
camarada Catulo Castillo con el buen Sebast1án tuto de Telev1s1ón, La verdad sospechoso, que Héc-
P1ana, de nueva cuenta Homero Manz1, pero aho- tor Mendoza preparaba con mot1vo de los 50
ra con Alfredo Malerba; los autores argentinos años. El m1smo título con que se estrenó el Pala-
en la voz de la extraord1nana cantante, la meJOr CIO de Bellas Artes, pero en la verdadera vers1ón
voz femen1na para el tango en nuestros t1empos. de Juan Ru1z de Alarcón.
Claro. cuest1ón de gustos y preferenoas. A las 20 horas se d1eron por Inaugurados los
Como la ogarra.Tana 1nv1taba a corear y luego festeJOS cuando Serg1o de Alba anunoo a los 1n-
fiotó. 1zqu1erda un paso, derecha adelantando un v1tados que el Pres1dente había llegado, develó la
muslo, envuelta en su azul la señora R1nald1 en placa alus1va, canceló el sello conmemorativo y
una Milonga de andar con alas. Charanga con tum- poco después se presentó en el palco de honor.
bas y gem1dos de bandoneón, del Cafetín de Bue- Los lugares de prensa, como s1empre en Be-
nos A1res a unos versos t1b1os. La voz de la R1naldl. llas Artes, a la derecha. Allí tamb1én había gente
150 Habló tamb1én de lo VIeJO y de lo nuevo. DIJO que no está en los med1os: Gu1llermo Barclay y
que, lást1ma. mucha gente se obst1na en demar- Manuel Montoro, la v1uda de Gorost1za con su
car el vieJO tango con las creaoones contempo- n1eta, qu1en recordaba todas las veces que estu-
ráneas de maese P1azzola: tango canoón y tango vo "allá en el palco a la derecha, donde ahora es-
danza. Por eso preparó una selecoon de tonadas tán M1guel de la Madnd y la señora Paloma..."
gardelianas b1en 1dent1ficables con una base ar- "Como han camb1ado las cosas: antes, qu1én
mónica p1azzoliana. El zarzal cnollo y el señor del 1ba a ven1r de corto a este lugar. .. No, ya no re-
bandoneón en una secuenoa perfecta: pas1ón en cuerdo qué fue lo pnmero que llegué a ver aquí.
canoones sostenidas sobre las bases firmes de la Verá usted; me casé en 1935 y, desde el presi-
sensualidad de un bandoneón contemporáneo. dente Cárdenas, m1 mando y yo solíamos ven1r
Dos tangos más de Eladla Blázquez y todo lis- cas1 s1empre... Recuerdo que D1 Stefano se que-
to para un gran final: la estructura del espectácu- Jaba mucho de que su hiJa no lo de¡aba ensayar
lo de la R1nald1 y sus onco mús1cos b1en daban porque ponía el rad1o con la mús1ca rock a todo
para que la escena se llenará de fiores, las buta- volumen ... La Callas, sí la conocí. por eso creo que
cas de gntos que se confundían en sus atrope- todo lo que se diJO de lo genwna que era, me pa-
llos, p1d1endo aquella canoón y El m1edo de v1v1r recen fantasías"
y el Sueño de Barnlete ced1eron ante ese clás1co Pero m1entras tanto en escena estaba La
Cambalache de D1scepolo antes de que se apa- verdad sospechoso en vers1ón de Héctor Men-
garan las luces del Vaneté. doza. Vestuano muy a la moda de los tremta,
med1as con raya oscura, sombrentos, gabardi-
El Naoonal, año LV, núm. 19824. 26 de abnl de nas, pl1egues en los pantalones, faldas rectas aba-
1984, 3a secoón, p. 6. JO de la rodilla, pliegues, pemados de perma-
nente. Delia Casanova desde la escena, dentro
de la escena, m1entras mantenía una plát1ca b1en
Intelectual con su mando Lu1s Rábago. de sué-
EL C1NCUENTENAR10 FUE UNA FlESTA ter a cuadros o a rayas, muy correcto en el pei-
DEL PUEBLO nado de raya, pero a qu1en había que reclamar-
Nad1a P1amonte le que gustara de sal1r a comer con las
penod1stas. Y atrás, en otro teatro dentro del
Fue la fiesta del pueblo que se volcó en el espe- teatro, en el que hab1a tamb1én un estud1o de
rado cumpleaños de Bellas Artes. El pueblo que rad1o con todo y cab1na, atrás, decíamos, había
no sólo esperó la fecha. s1no aguantó la puesta un ballet que hacía eJerciCIO y a veces como
en escena frente al Palaoo, cantó con los mana- que repetía en mím1ca los parlamentos.
70 ANO D 1 f\ \ U 1C A E N E L 1> A L A C 1O D l· H l· L L i\ A RTF
Prescrvouon
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no venía ningún Jazzlsta extranJero a México.Y el nera perenne en el concurso M1ss Leperada
saxofon1sta se entregó de manera tan coo/ como y M1ster BarbaJán.
el modo de tocar que ayudó a desarrollar: S1 d1chas denom1naoones pueden aparecer
"Nunca pensé que lo que h1oera fuera coo/, ante oertas m~radas s1endo s1ntomát1cas de ac-
asegura. Fue un nombre que me 1mpus1eron los titudes burguesas, son asum1das desde ahora
escntores. No una de m1s prop1as des1gnaoones. como tales. Al cabo la Tía Loló d1ce que: "La
Yo no estoy muy seguro de lo que s1gnifica el tér- buena educación no es reacc1onaria n1 de IZ-
mino coo/". quierda. Sencillamente no t1ene color polít1co.
El cuarteto, 1ntegrado también por Wliliam Y un ma¡adero es un maJadero, así como se
Mays, piano; Michel Formanek, contraba¡o; y Ri- puede ser correcto sin neces1dad de usar cor-
chard de Rosa, batería; tocó una docena de nú- bata". Se hace md1spensable reivindicar el cali-
meros, entre ellos Canoón de cuna de Méx1co. Con ficatiVO de "elitista", al 1gual que el lenguaJe de
Georg10 en m1 mente y Muñeca de satín. la den1graoón.
Y el público a cada rato Interrumpía con sus Lo 1mportante era el aspecto masivo: multi-
aplausos. Después de cada solo y mayormente plicar oentos y oentos de cantas, como en dibu-
cuando hacía algo Gerry. El músico con su gran JO de Abel Quezada o Gabriel Vargas. Los enor-
sax a veces lo acariciaba en momentos giratonos, mes cam1ones de redilas, circundaban la Alameda
luego lo dejaba para tomar el clarinete, y a veces desde varias cuadras antes; tras haber transpor-
se desaparecía totalmente del escenano. tado su tan azarosa como maltrecha mercancía,
En estas veces tomaban el mando Mays, For- permanecían como mudos test1gos (¡oh frase!)
manek y De la Rosa. Para esto ya estaban meti- del amontonamiento como s1nón1mo de activi-
díslmos. D1ce Mulligan que la comb1nac1ón de nt- dad cív1ca y la manada en funoones de futuro,
mos viene a ser sólo otra manera de hacer puesto que se trataba de jóvenes.
1nteresante la músiCa. "Como las cosas que esta- Su conducta probó, en el propedéutico de
152 ba haciendo Mays hoy por la noche. R1tmos cru- borregada, que aquello del"d1v1no tesoro" per-
zados, ritmos rotos y ritmos libres. Es un placer". dió credibilidad hace rato. Hoy no pasa de ser un
Term1nando el programa, el cuarteto compla- recurso de retórica sentimentalona, a manera de
ció con una pieza más. Incluso, como toque final una de esas "Citas Citables" que hacen el delei-
Gerry se sentó al p1ano a entonar una melodía te de cualqu1er orador pueblenno: cuando al uti-
suya. "¿Sentarme al piano? Lo hago segu1do. Lo lizarlas confunden el homenaje a RaúiVelasco con
disfruto". Después, en el coctel, Olivia Revueltas la otrora tan socomda "P1ca en Flandes".
le p1de una firma en un libro que trae su foto. Al- La horda 1ns1st1Ó en perturbar amenazante lo
guien le invrta a1am. Contesta nendo, "ya tuve m1 que prometía ser uno de los estrenos mus1cales
descarga". de mayor Importancia en el año. Desde un buen
Mulligan firma programas, plat1ca con la gen- rato antes de 1n1oarse el conoerto, rugía en las
te, luego se va, en compañía de su esposa. Todo alturas cercanas a la cúpula: ésas que en Francia
es ráp1do por que el sábado t1ene que estar en suelen denom1narse "el gallinero" y entre noso-
Chicago tros "gayola".
Abajo, entre las butacas de luneta, se pasea-
El Naoonal. año LVII, núm. 20313, 2 de septiem- ban ostentosos los func1onanos del CREA -hcen-
bre de 1985, 2a secoón, p. 4. oados y no- apostrofando al pavonearse: -¿Qué
te parece, maestro? El público de Bellas Artes en-
teramente camb1ado. Hemos traído otro públi-
co. ¡Bellas Artes está desacralizado! (s1c y t1bún).
YO TAMBlÉN HABLO DE LA BROZA Pues para el caso, prefiero las habrtuales butacas
José Anton1o Alcaraz vacías. Al menos no dan lata n1 provocan alboroto.
Tan consp1cuos Intelectuales y deslumbrantes oas al brío que conocemos en su autor; no ocul-
hermeneutas, olv1dan. para efecto conducentes ta sus debilidades vanas.
de la ant1solemnidad, voluntaria y mañosamente Esa música sanguínea, característica de Álva-
la aparic1ón en el m1smo foro, de: Lola Beltrán, rez del Toro, insiste en pequeñas células con exce-
Los Panchos o Alfonso Navarrete. "Lo que va del SIVa tenacidad; así acaba por ser fat1gante. esta vez.
popultsmo a las bandas de Panchitos", diría don Y, en medio de todo esto, aparece un her-
Susan1to. moso episodio modal que - por desdicha y for-
Todo esto, a raíz del estreno de Mttl ( 1985), tuna- recuerda Irremisiblemente al Strav1nsky
cantata para coro mixto y voces solistas, de Fe- de la Stnfonía de salmos.Tal pasaJe 1sorrítm1co
derico Álvarez del Toro ( 1953), bajo la dirección constituye un momento ex cepcional, pues tie-
del prop1o compositor. Los Intérpretes compren- ne ventaja de su concisión: culm1na de acuerdo
dían: la Orquesta Filarmónica del CREA, el Coro a la gramática o s1ntaxis que el m1smo ha esta-
de la Filarmónica de la Ciudad de México, Emilio blecido, como contraste.
Ebergenyi como lector de textos y Paula Rojas Tal cosa sucede a pesar de que no haya una
M eza, cuya voz conmovedora puso de relieve fus1ón orgánica, acorde al lenguaje neotonal que
cuánto perviven ciertas tradiciones que muchos utiliza la obra. A diferencia, en el resto de la par-
juzgarían ya olvidadas. titura, a Federico Álvarez del Toro le pasa un po-
Sin embargo, las melodías en náhuatl, ento- co lo que a Bruckner: acumula, uno tras otro, pa-
nadas en el canto a la vez elemental y sabio de sajes muy hermosos en el trayecto y no sabe
esta "madre espiritual del barrio de Santo Do- cómo culminar. El tajo final se antojará, en conse-
mingo Tepoztlán", precisamente a causa de su ra- cuencia, cas1 siempre algo abrupto.
diante sencillez no se integran al total de lo es- Duele escribirlo, pero Mttl me parece una
crito por Federico Á lvarez del Toro. El compositor obra cuya grandilocuencia le hace aparecer un
maneja, como era de esperarse, materiales que tanto ingenua. Dada su contextura hiperbólica,
se inscriben en una forma u otra al interior de esta cantata produce un impacto sumamente cu- 153
las convenciones - por muy expandidas que es- rioso(* ): subyuga sin convencer.
tén en la partitura- del sistema temperado y vo-
cabulario tonal que angina el m1smo. (*) Sólo podría dar como ejemplo análogo, qui-
En Mtd, sin que esto disminuya un ápice su in- zá, ciertas obras de Verdi: Don Carlos, La fuerza
negable talento, Federico Álvarez del Toro se si- del desttno, Batle de máscaras.
túa peligrosamente en terrenos cercanos al es-
tereotipo o su hermana gemela: la autocopia. De Proceso, núm. 470, 2 de noviembre de 1985, pp.
manera global la obra tiende a sonar como algo 56-58.
ya oído, especialmente cuando el autor explicita
su predilección por lo espectacular. Y no sería di-
fícil afirmar que todo esto - lo que obtiene me-
diante su acto creativo- ya se encuentra en Re- MATA Y LA OSN: UN PROGRAMA
vueltas ( 1899- 1940). SORPRENDENTE
Por desgracia, como se ha dicho, asimismo los Juan Arturo Brennan
diversos componentes se disparan dada la hete-
rogeneidad de fuentes y carencias de entidades Suele decirse con frecuencia que cada programa
que operen a manera de puente catalizador. Si- s1nfónico ofrece al público un par de obras de
multaneidad o yuxtaposición no impl1can amal- poco o mediano atractivo, y una a la que por cos-
gama. tumbre se llama el plato fuerte . Iniciemos, pues,
La poderosa fuerza dramática de esta músi- esta crónica, diciendo que para sus conciertos de
ca, su garra palpable, no logran soslayar lo con- este fin de semana con la Orquesta Sinfón1ca Na-
vencional del tratamiento de la voz cantada al in- cional, Eduardo Mata propuso no uno, s1no tres
terior del coro. Si bien el trayecto sonoro de la platos fuertes. Fortístmos, para plagiar un término
partitura en su exaltación general es autént1co y musical apropiado. ¿Dónde se ha visto por estos
emotivo, esto sólo le presta veracidad pero ca- rumbos musicales que un director cometa la o sa-
rece de un rigor que le lleve a eliminar el detalle día de programar en una sola noche obras de
superfluo o la reiteración embarazosa que se tra- música contemporánea latinoamericana? Eso fue
duce en pesantez. lo que hizo Eduardo Mata, y para empezar; es ad-
El tratamiento de la percusión es muy tradi- mirable, porque parece claro que este tipo de
cional, tanto como la obra abunda en progresio- proposiciones son las que han de ayudar a rom-
nes previsibles. La suya es una tentativa un tanto per el tedioso círculo de apatía que suele existir
estéril: la gran seducción auditiva que ejerce, gra- en nuestro medio entre las orquestas y el públ1co.
.O \ t\: 1\ [ P ~ \ P 1 O[)~ l I'A L \C 1 O[)~ B f l l \ A R T E\
Eduardo Mata 1n1oó su conc1erto del v1ernes por do Mata y el Cuarteto Lat1noamencano. con el
la noche en Bellas Artes con mús1ca de Bach. Pn- apoyo de una Orquesta S1nfón1ca Nac1onal que
mera propos1C1on poco convenoonal: se trató de logró elevar un poco su n1vel mus1cal usual. La
la Sm(onío en S1 bemol de Johann Chnstian Bach, respuesta de la orquesta, así como la de un pú-
uno de los h1¡os compositores del 1nefable Johann blico que fue más numeroso que lo esperado
Sebast1an. La obra, claramente colocada en esa ante un programa tan heterodoxo, 1nd1can que
b1sagra h1stónco-mus1cal entre lo barroco y lo nuestro med1o mus1cal es capaz de responder
clás1co. fue tratada por Eduardo Mata con la mez- a un reto no convenc1onal s1 éste prov1ene de
cla ¡usta de extroversiÓn y del1cadeza, de espín- una personalidad mus1cal vtgorosa e Innovado-
tu lúd1co y expres1ón galante, propon1endo en el ra. Hacen falta más personalidades así en los
segundo mov1m1ento un cálido fondo mus1cal pa- mármoles de Bellas Artes. en los pedregales
ra el espléndido solo de oboe de Maarten Dek- un1vers1tanos, a la sombra de Cu1cudco, y en al-
kers. Después de Bach, hiJO. el pnmer plato fuer- gunos otros puntos de nuestra geografía must-
te: el estreno mus1cal de la cantata De pro(und1s, cal.
de Joaquín Gut1érrez Heras. S1 durante el ensa-
yo de la obra Eduardo Mata defin1ó a ésta como Lo jornada, año 11, núm. SI O, 18 de febrero de
austera, su aud1oón completa perm1t1ría incluso 1986, p. 26.
hablar de ascetismo. Conten1do y clandad textual
son las directnces fundamentales De pro(und1s, y
en ella, la escntura coral de Gut1érrez Heras con-
firma que no hay en su pensamiento mus1cal na- EL OTRO CICCOLINI
da que conduzca al efecto o la sorpresa gratui- Juan Arturo Brennan
ta. Coro m1xto, p1ano y percus1ones 1ntegran un
d1scurso mus1cal que adm1ra por un1dad de pro- A la luz de la ev1denoa, no sería exagerado afir
154 pósito, su transparenoa y su ngor. Después, un mar que en Aldo Ciccolin1 hab1tan en realidad
clás1co mex1cano que ya es un clás1co mund1al: la dos p1antstas. Uno es el que se ha convert1do en
Toccoto para percusiones de Carlos Chávez De leyenda en su prop1o t1empo, el p1an1sta Identifi-
una lectura rítm1camente 1mpecable de la obra, cado con oertas reg1ones muy espeoales del re-
Eduardo Mata obtuvo una vers1ón que podría SI- pertono. Éste es el C1ccolin1 que ha maravillado
tuarse en el punto med1o de dos aproximaCio-
nes 1gualmente válidas: la 1nterpretaoón mesu-
rada y contenida, al estilo de las Percus1ones de ~~~~~
, , , 'jr 11 1
Estrasburgo, o la vers1ón efervescente de la Or- ttw. r.t
INBA
questa de Percusiones de la UNAM.Tomando
elementos de una y otra posibilidad, Mata y los
percus1on1stas de la S1nfón1ca Naoonal trazaron
una vers1ón limp1a y clara del pensam1ento es-
tructuralista de Chávez. Para finalizar; el plato ver-
daderamente fuerte. el Conoerto grosso para cuar-
teto de cuerdas y orquesta, de Julián Orbon.
Obra adm~rable por su solidez y frescura Simul-
táneas, nos proponen mús1ca que, como afirma
Eduardo Mata, es de padres conoc1dos. Ahí es-
tá Copland y G1nastera. y está lo antillano y el
aliento musical español del 1nicio de este s1glo.
Y. sobre todo, está presente un lengua¡e suma-
mente característico e 1nd1vldual, que no se re-
WOLFCANG AMAOFUSMOZART
mite tanto a la memona barroca del Conoerto '"""u e" 11l"'m• 1 "'"'r
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grosso. s1no a sus prop1os orígenes latinoameri- v..1
MAURIC E RAVEL
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canos. llegando 1ncluso a proponer referenoas FRANZ LI~Z1
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a una generaoón que, grac1as a sus grabaoones, a Ravel tocado con ligereza y transparenCia, hay
ha descubierto la mús1ca para p1ano de Enk Sa- qu1enes lo prefieren con fuerza y deosión, fue
tle, y es el Clccolln1 que. a pesar de ser napolita- esta ult1ma opc1ón la e¡erc1tada por C1ccohnl,
no, se ha espeoalizado en el repertono p1an1sti- que trans1tó con manos seguras por el neo y
co francés, tocando y grabando con frecuenoa comple¡o mundo armón1co de Ravel. Para fina-
las obras de compositores como Massenet y lizar el programa propuesto, tres p1ezas p1rotéc-
Sa1nt-Saens. El otro Ciccolln1 es el p1an1sta univer- n1cas de Franz L1szt. La polca de Me(lsto y un Vals
sal, el del repertono amplio, el que nos recuerda de conoerto, tocadas con toda la funa necesana,
una y otra vez que en sus manos hay muchos y la paráfrasis sobre temas de la ópera Lucía y pa-
más que las somnolientas G1mnoped1as de Sat1e nsma, una de tantas obras en las que el v1rtuoso
y los elegantes y efioentes conc1ertos de Caml- L1szt se olvidó del composrtor L1szt y produ¡o mu-
lle Sa1nt-Saens. Fue este otro C1ccol1nl el que en cha técn1ca con poco conten1do mus1cal. En esta
días pasados ofreoó un Interesante rec1tal en el p1eza Clccol1n1 demostró su enorme rango, que
teatro de Bellas Artes, Interesante más que nada le perm1te atacar desde las etéreas p1ezas de Sa-
porque perm1t1ó calibrar la amplitud del reper- tle hasta estos enormes exabruptos románt1cos.
tono del p1an1sta, y. al m1smo t1empo. observar al- Y. como regalo al público, apareCIÓ fugazmente el
gunas de las dotes 1nterpretat1vas que muchos C1ccolln1 de leyenda, Interpretando una de las
de sus adm1radores no lo conocen. La mús1ca de Gnos1ennes de Sat1e, y una de las p1ezas para pla-
Mozart, Ravel y L1szt protagoniZÓ un programa no de Ross1m En suma, un rec1tal Interesante, va-
muy atract1vo y muy equilibrado en el que Cic- nado y b1en tocado, en el que Clccolin1 tuvo que
collnl ofreoó algunas sorpresas. tocar. Mal a¡uste, son1dos Indeseables y reg1ones
La pnmera de las sonatas de Mozart Inter- de franca desafinaCión desluoeron el trabajo del
pretada por Ciccolin1 (la K. 333) fue el vehículo p1an1sta ¿Por dónde andan las labores de mante-
1deal para tomar una pequeña pero Interesante nimiento del Instrumento mus1cal?
lecoón de h1stona mus1cal. En los extrovertidos F1nalmente. es menester apuntar que el des- 155
mov1m1entos extenores de la obra, Ciccolln1 ex- concertante espectáculo de luz y son1do que pre-
hibió un toque p1aníst1co que, además de ser SI- cediÓ al rec1tal, montado con la aparente Inten-
multáneamente seguro y l1gero, nos lo muestra ción de hacer luor el famoso v1tral del teatro de
como un atento estud1oso de los estilos musica- Bellas Artes, resultó francamente fall1do.
les. En efecto, ahí estaba la manera mozart1na de
tocar. aún muy cercana al concepto barroco de La jornada, año 11, núm. 698, 26 de agosto de 1986,
la interpretaCión en el teclado. A este respecto, p. 26.
no hay que olv1dar que, por una parte, Mozart
naoó apenas se1s años después de la muerte de
Bach, y por otra, Ciccolln1 se ha Interesado acti-
vamente en la sonatas para teclado de Domenl- LAS NOTAS MUSlCALES LLEGARON HASTA
co Scarlatt1. De ah1 que el modo cuas1-barroco LA CÚPULA DE BELLAS ARTES
de e¡ecutar a Mozart haya ten1do una lóg1ca In- Ana María González
tema 1ntachable.
Después, la Sonata K. 475, preced1da según lo Fue la pnmera vez para la Orquesta S1nfón1ca
marca la trad1oón, por una Fantasía. Decía Geor- Naoonal. Aqu1 en Méx1co. la noche del viernes
ge Bernard Shaw que no había una sola sombra pasado, en el Palac1o de Bellas Artes. La pnme-
de muerte en la mús1ca de Mozart. En efecto, en ra vez, desde su ongen de 1947, que sus cuer-
las contadas ocas1ones en que el compos1tor de das, v1entos y percus1ones entonarían sus me¡o-
Salzburgo abordó las oscuras tonalidades meno- res son1dos ba¡o la batuta de una mu¡er, la
res, mantuvo un pathos conten1do, de corte clá- 1nv1tada estadounidense jeann1ne Wagar. direc-
SICO, que no llegó a los ab1smos emooonales de tora de orquesta.
los románticos a qu1enes preced1ó. Fue ese ape- M1nutos antes de las nueve de la noche, el
go a lo clás1co lo que caractenzó la Interpreta- fondo del escenano lo formarían las notas emi-
CIÓn de Ciccolln1 a esta Fantasía y sonata en Do tidas por los Instrumentos de la S1nfón1ca, fren-
menor de Mozart: energía s1n tormenta, pas1ón te a un público que poco a poco llenaría, aun-
s1n dellno, clandad ante todo. que no por completo, la sala de espectáculos.
Ciccol1n1 volv1ó a demostrar su afin1dad por Gente del medio artístiCO mu¡eres envueltas
la mús1ca francesa con su 1nterpretac1ón de los en p1eles, señores vest1dos "para el evento", ¡ó-
Valses notables y sentimentales de Maunce Ra- venes de morral y mezclilla, penodistas de la fuen-
vel. Aquí, el p1an1sta ofrec1ó una vers1on apta pa- te, profesionales de la rad1o para trasm1t1r"en VI-
ra ser d1scut1da. Así como hay qu1enes prefieren vo" el conoerto de esa noche.Todos reun1dos allí
o f\: 1 \ E R \ R 1 l ) D 1 L P i\ 1 A C 1 O D l l) l 1 L i\ i\ R 1 L
Hol""cno¡ o (orlo
para escuchar el estreno en Méx1co de /stand
j m n z Mobrrok
Rhythms. y observar con espec1al atenoón la dl-
recoón femen1na de la orquesta.
A las nueve en punto, las luces del foro pre-
valeoendo en el teatro. la llamada de la asisten-
te de conoert1no para afinar toda la orquesta a
la vez. precedió en el escenano a la figura de Jean-
nlne Wagar. Aplausos. Silenc1o.
Las percus1ones abneron el conc1erto; les
segu1rían los Instrumentos de v1ento, los violi-
nes, la S1nfón1ca toda. Las notas mus1cales de /s
land Rhythms 1nundaron el Teatro de Bellas Ar-
tes, desde el foro hasta el v1tral que adorna la
cúpula. El público s1gu1ó cada mov1m1ento de la
esbelta figura envuelta en terciopelo negro, de
la d1rectora de orquesta, y de los Instrumentos
que emanaban ntmos del Canbe, obra de la es-
tadounidense Joan Tower. qu1en la escnbiera por
encargo de la Orquesta de Flonda. GRAN ÉXlTO TUVO NARClSO YEPES
jeann1ne Wagar estaba allí"d1ng1endo concep- Lu1s Bruno Ru1z
tos", como lo afirmara en entrev1sta publicada en
La jornada. Compases preosos acentuados con Gran éx1to tuvo la presentaoón del gu1tarnsta
énfas1s en su expres1ón faoal; la batuta descnblen- Naroso Yepes con la Orquesta S1nfón1ca Naoo-
do cuartos o med1os t1empos; los ejecutantes s1- nal, d1ng1da por Franosco Savín. en Bellas, para
156 gu1endo nota a nota la d1recoón. celebrar el LXX an1versano de E.xcéls1or. (Los pro-
Los últ1mos compases de /stand Rhythms se gramas de mano magníficos.)
esfumaron; la obertura de música acuáttca llegó a Un poco antes de comenzar la funoón, le pre-
su fin. Aplausos, murmullos, comentan os entre la guntamos al gu1tamsta 1nternaoonal que naoó
concurrenCia. En el escenano se abnó un espa- en Larca, y que según él t1ene alma de campesi-
CIO el centro para colocar el p1ano para el solis- no y "sabe levantar la m1rada al oelo".
ta E1nar Steen-Nokleberg. ¿Cuántas cuerdas le ha agregado usted a la
La d1rectora retomó la batuta para d1ng1r el gu1tarra española?
Conoerto para p10no y orquesta de Johannes Le he agregado cuatro cuerdas. para mayo-
Brahms. De nuevo el oído atento y la m1rada ace- res son1dos...
chando la d1recoón de la Wagar ante la lnterpre- Entonces, ha mod1ficado la guitarra común ...
taoón de un clás1co. Orquesta y públ1co disfru- No. yo la he reconstruido, pues en la ant1
tando cada mov1m1ento: 1ntenso. línea. sereno. güedad hubo esos Instrumentos con d1ez cuer-
Las últ1mas notas del conc1erto escapando das, como así lo acostumbro en m1 gu1tarra.
por los m1crófonos de rad1o UNAM, colocados Al term1nar de deor esto, Inmediatamente pa-
sobre el estrado. Aplausos y vuelta al escenano só al escenano. Entonces escuchamos, que Yepes
una. dos. tres veces. Interpretaba a Anton1o V1valdi. Adm1rable clandad
El Intermedio, y luego la Swte orquesta Iberia. de son1dos. d1ferente fraseo y t1mbre. EspeCial-
de Isaac Albén1z ( 1860-1909). mente, en el segundo mov1m1ento. se ornamen-
Ha term1nado el debut en Méx1co de Jeanni- tó magistralmente camb1ando los t1empos. Esta-
ne Wagar como d1rectora de orquesta; el públi- bleCIÓ un absoluto d1álogo entre la orquesta y la
co le p1de con aplausos otra melodía con la Or- gu1tarra. La expres1ón de allegros mantuv1eron
questa S1nfón1ca Nac1onal. La ovac1ón c1erra la una bella calidad de son1dos. Fue muy aplaud1do
noche de conc1ertos. Los Instrumentos reposan por la numerosa concurrenoa
Junto a los mús1cos que reconocen el trabaJO de Pero lo que más nos emoc1onó fue la maes-
d1recoon, una expres1on sat1sfecha se refle¡a en tría con que Yepes Interpreto el Conoerto de Aran
el rostro de la d1rectora huésped. JUez de Joaquín Rodngo. que compuso en 19 39
Fue la pnmera vez para la Orquesta Sinfóni- Los son1dos tuv1eron esa coloratura que dibUJa
ca Naoonal. el paiSaJe y el alma naoonal de Andalucía, con sus
danzas y sus cantos. Para nosotros, nos parece
que hay en su composioón un ligero recuerdo
La jornada, año 111. núm. 774, 11 de nov1embre de Falla, pues colaboró con el, como Falla cola-
de 1986, p. 27 boró con Debussy. Dukas y Ravel, durante su es-
7 0 ANO O E 1\\ U S l CA E N ~ L PALA C 1O DE B ELLA S ART E S
tanela en París de 1907 a 1914. Pero fue formi- como de siete octavos y otras de ocho, y tal vez
dable esa Interpretación de Yepes, donde parece así hayan sido en realidad; pero de todas mane-
que da una pintura exacta de la danza libre, ale- ras, la batuta no los hacía claros, s1no todo lo con-
gre, plena de color; cuando sus dedos resucitan trario. No deJa de ser curiosa esta obra con to-
las notas del baile, con estallidos de claves roJOS ... do y sus p1nceladas naoonalistas, pues s1endo el
Y lo principal fue que todo lo hizo con una se- tocayo un personaJe finísimo de verdad, su na-
guridad artística como n1nguno de los guitams- cionalismo no adquiere rasgos drásticos. radica-
tas que habíamos escuchado. Tamb1én, es muy les, s1no que todo está envuelto en una delicada
meritoria la dirección de la orquesta, pues Fran- trama, aprovechando magníficamente las cuerdas.
cisco Savín no "cubrió" la clandad de los son1dos Una obra de buena factura, sm duda.
de la guitarra. Flores presentó una pasable lectura de la Mú-
Narciso Yepes tuvo que darnos dos encares stca para funeral masóntco -que casualmente ha-
bellamente interpretados: CantJgas de Santa Mana bíamos escuchado esa mañana en la XELA, una
del s1glo XIII, y Recuerdo de la Alhambra. Los aplau- música solemne y elegante y que no terminó de
sos de p1e, formaron una tempestad emoCionante. una manera convincente.
Después, la orquesta interpretó el Scherzo ca- Y para terminar; José Guadalupe dirig1ó una
pnchoso donde siempre es expresión viva de dan- obra que le va a las mil maravillas, para su perso-
zas eslavas, donde el corno, a la mitad de la obra, nalidad y para sus gustos; las Ftestas romanas, de
tuvo un acento impactante. Pero resalta la inter- Ottorino Respighi. Las grandes sonoridades, las
pretación de Los pmos de Roma de Ottorino Res- amenazadoras entradas de los metales, todo eso
pighi. Aquí existe un fino impresionismo musical, que causa el placer del titular; en donde la or-
donde la luz y las sombras, que se exponen al questa lució enormemente, mostrando su evi-
configurar; pnmeros los juegos de n1ños bajo los dente calidad.
pinos de la Villa Borghése, y una danza italiana, y Menoón aparte merecen las excelentes no-
luego sentir las sombras y la melancolía entre los tas de don Guillermo Cuevas; b1en escritas, inte- 157
pinos y las catacumbas, donde se escucha un can- ligentes y con datos interesantes y hasta con algún
to que parece himno. desvarío poético por ahí. Solamente discrepamos
Para terminar en la poesía de los p1nos del de una breve asociaCión política cuando relaoona
Monte Gioanicolo en una noche romana, y los al compositor italiano con la época de Mussolini,
pinos de la Villa Appta, que es en Tempo di mar- lo cual no t1ene nada de extraordinano; pero sí
oa, en que describe una marcha militar; logrando un tanto exces1vo es el sostener que el ridículo
un crecendo en la orquesta que dice haber con- dictador italiano buscaba "saciar una sed de mag-
quistado la Victoria. Aquí, tuvo relevancia muy po- nlficienoa 1mpenal y política".
sitiva la participación de la Banda de Marina. Bueno, pudo saciar su sed con vanos humil-
Fue un concierto que deJÓ el más grato re- des vasos de agua. O con vino italiano, que por
cuerdo. lo general es muy bueno.
Pero con todo y todo, el acontecimiento de
Excélstor, año LXXI, núm. 25496, 26 de marzo de la matiné fue la presentaoón de don Erasmo Ca-
1987, sección B, p. 11. pilla, un violinista de polendas, quien interpretó
el Conoerto de Sibelius, luciendo, para comenzar;
un bello y poderoso sonido. Su fraseo, en ocasio-
nes, parece detenerse, pero hay que tomar en
DESLUMBRA CAPlLLA cuenta que es bastante difícil arrastrar la 1neroa
Raúl Cosío Villegas de un pesado d1rector que retarda la orquesta.
Dignos de notarse (y de consignarse) fueron los
Dos grandes atractivos fueron incluidos en el pro- exactos acentos que el señor Capilla imprimió a
grama de la Orquesta Sinfónica de Xalapa en su úl- la melodía del tercer movimiento, justos y certe-
tima presentación en Bellas Artes: el estreno de la ros - los originales de Sibelius, acotó el señorWaj-
Obertura veracruzana, del tocayo Ladrón de Gueva- da- y fue tal el éxito del violinista, que se vio pre-
ra, y la actuación del joven violinista Erasmo Capilla. Cisado -de buen grado, por cierto- a ofrecer dos
Bajo la d1rección de su titular; José Guadalu- piezas de regalo: un estudio, escrito por su pro-
pe Flores, escuchamos la última obra del compo- pio padre, pensando en el desarrollo y el luCI-
sitor naodo en Naolinco. En ella, usa éste vanos miento virtuosíst1cos, y para cerrar con broche
ritmos jarochos con singular habilidad y felizmen- de oro, nada menos que el famosís1mo Capncho
te; por desgraCia, no se puede decir lo mismo del XXIV de Paganini. El señor Capilla mostró un ar-
director; qu1en pareciÓ un tanto cuanto 1ndeoso co extraordinano, casi inverosímil; y además de
para marcar los ritmos, que en ocasiones se veían todo, su intención, su entrega por decir algo. El
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1mpacto que consigu1ó sobre el público y en Méx1co. las 1mágenes de los cnstos lacerados,
espeoal en los buenos afioonados y en los pro- cruoficados, serenos. santificados, las de los após-
fesionales fue tal que parecía que vanas comiSIO- toles y las de los textos. se mezclaron con las so-
nes se habían puesto de acuerdo para 1nflu1r en nondades barrocas Instrumentales y vocales. se
el án1mo de este cron1sta, para que declarara que fund1eron con la p1el de los mus1cos y cantantes.
son portentosas las facultades de este muchacho. p1el que se quemaba al propagar la creaoón del
cosa que hago con mucho gusto. cantor de Le1pZ1g.
El estadounidense Anthony Newman d1ng1ó
Uno más uno. año X. núm. 3530, 1o de septiem- a la Orquesta de Solistas de Mex1co. al coro y a
bre de 1987. p. 23. los solistas vocales Flavio Becerra. Jesús Suaste.
Encarnaoón Vázquez y Lourdes Ambnz. entre
otros en esta puesta en escena en la cual do-
minaron los colores negro y morado.
o miNBA
______
~-.;,...:_ . ,_ .__. ....... -.11 ~ La pas1ón según san Mateo se tocó por pn-
-"'- - -Lll)oU
mera vez un V1ernes Santo en 1729. A la muer
ORQUESTA
te de Bach, fue Interpretada una vez por uno
SINFONICA DE
de sus h1¡os. C1en años después. Mendelssohn
la desempolvó. Y causó anteayer gran 1m pacto:
LENINGRADO
URSS
durante las tres horas y med1a que duró la e¡e-
cuclón de esta obra, volv1o a 1mpactar. a subli-
Du!dor Aluander Dmllriil'
LAZAR BER~IA~ . poano mar Durante su mterpretac1ón se corroboró
, ---
1\'t•U: It OL "'0\l[.'(l a l
158
LAZAR BERMAN. poano Dentro del Palaoo de Bellas Artes se olv1dó
que ya h1oeron de color de rosa los boletos del
II¡MI&tlllila,;lr+\.1+1!41;1 metro porque no tardan en aumentar su preCio,
SHI' • •• ' :.:~-· ··-- ~!!:!
se olv1dó que el sida se está expand1endo. se olvi-
dó que muchos ch1qu1llos duermen en la calle. Por-
que la mús1ca de Bach provocó tranquilidad mo-
mentánea y condu¡o a la utopía de un mundo feliz.
LA MÚ lCA DE BACH ClMBRÓ En d1versos países se continúa e¡ecutando La
BELLAS ARTES pas1ón según san Mateo como La pas1ón según
Norma Ávila san Juan. del m1smo creador. en la Semana Santa,
o en fechas cercanas a esta temporada en que
Johann Sebast1an Bach decía que escnbía mús1ca los apegados a la religión cnst1ana pract1can la VI-
"en honor de D1os y para recreac1ón del alma". gilia, es deor. no comen carne . n1 pescado, por-
Nad1e puede dudarlo. Anteayer en la noche, la que finalmente comen lo que pueden.
emiSIÓn de una de sus partituras. La pas1ón según Sólo hubo una 1nten·upoon que despertó al
san Mateo. destelló notas. armonías y melodías publico del placentero éxtasis: un martilleo que
que danzaban del foro del PalaCio de Bellas Ar- se escuchó cas1 al final de la pnmera parte de la
tes hasta las butacas de la sala para penetrar en crtada obra coral. Algún traba¡ador nocturno que-
los poros y llegar hasta la sangre de los asisten- ría completar su faena. Afortunadamente pron-
tes. al espaCio humano que no puede verse y, s1n to se cansó.
embargo. es el más sens1ble. Hubo una pequeña mancha en tan lúoda pre-
Tres pantallas al fondo del escenano de este sentaoón: un ¡uego de luces estilo Cero Cero o
teatro proyectaban sobre un fondo negro. Imá- Baby O apareCIÓ para remarcar las palabras con-
genes de los grabados sobre la Pas1ón. creados tenidas en el canto que p1de cast1go. rayos y true-
por Alberto Durero entre 1507 y 15 1 3. Dos pan- nos para qu1enes tra1c1onaron a Jesucnsto. No
tallas más pequeñas colocadas al ras del p1so y era necesano tanto prender y apagar focos. n1
delante de la orquesta y del d1rector. proyecta- tanto camb1o del ámbar al ro¡o o al azul. La mú-
ban la traducciÓn al español de lo que Jesús. el Sica de Bach cont1ene la fuerza sufiCiente para de-
narrador o evangelista. Pedro. Pilatos y Judas. en- mostrar con su prop1o lengua¡e lo que qu1ere
tre otros persona¡es. a través de reotat1vos. anas transm1t1r o Simbolizar.
y coros. cantaban en 1d1oma alemán. De esta for-
ma, en este acto real1zado dentro del Cuarto Uno más uno. año XI, núm. 3723, 16 de marzo de
Fest1val del Centro H1stónco de la C1udad de 1988. p. 26.
70 ANOS Dl /\\U ICA l N EL PALAC I O DE BELLA ARTE
La obra fue tnterpretada a sugerenoa de Dte- de la URRSS, superando el prunto de que era dt-
mecke y signtfica para los mextcanos una espe- ngtda por un mextcano y de que se tncluían obras
Cie de segundo htmno naoonal. de un composttor t ambtén naoonal fueron sor-
De dtficultades evtdentes, la breve pero en- prendidos por un gran conoerto.
trañable pteza fue Interpretada con un vistble en- La sala no se llenó y se dieron comentarios
tustasmo por los Integrantes de la orquesta so- de que habían stdo vendtdas grandes canttdades
vtéttca y con una dtrecoón vtgorosa y senttda del de boletos a compañías pnvadas.
conductor mextcano.
Tterra de temporal constderada la gran obra El Untversol, año LXXIII, núm. 26020, 25 de no-
del autor de El huopongo, formó parte del pro- vtembre de 1988, p. 4.
grama que sugtnó Ennque D temecke cuando fue
tnvttado por la orquesta vtsttante.
Los tretnta años del falleomtento de José Pa-
blo Moncayo fueron, de esta manera, conmemo- ¿MÚSlCA EN PAZ?
rados con la tnterpretaoón de una de las más Im- Juan Arturo Brennan
portantes orquestas del mundo.
Cabe deor que la Estatal de la URRSS. en sus Bellas Artes llenó en su pnmer ptso. desolado en
oncuenta años de extstenoa Jamás había tnclutdo los otros dos.Todas las televtsoras y radtodtfuso-
en su repertono obra alguna de autor mextcano. ras, habtdas y por haber; conectadas y prepara-
Los autores sovtéttcos tambtén fueron escu- das. Público mayontanamente tncómodo ante la
chados por el público en Bellas Artes. Luvoz Tt- mústca contemporánea de Méxtco. Ambtente de
fomfeeva fue la solista en el Conoerto número 2 romería Intelectual, catarsts de martes en la no-
para ptono y orquesto, opus 18. de Serget Rach- che para mústcos, poetas, ptnt ores, funoonanos,
mantnof. así como la Stnfonío número 5, opus 74, crontstas de soctales y algún melómano de cora-
160 de Dmttn Shostakovtch. zón perdtdo entre ellos. La ocastón: los 75 años
Los mústcos de una orquesta de calidad de de Octavto Paz celebrados con tres obras musi-
la Stnfóntca Estatal de la URRSS, en la que todos cales, sobre sus textos, de ot ros tantos compo-
sus Integrantes presentan una estatura de vtrtuo- Sitores mextcanos de hoy. Herrera de la Fuente
sos o soltstas. en pocas ocastones "aplauden" co- dtnge a la Orquesta Stnfóntca Naoonal. Este otro
mo lo htoeron, ya con sus arcos sobre el atnl o rrto de pnmavera, de largos y fructíferos tres cuar-
dando pequeños golpes con los nudillos de la tos de stglo, se tntoa con la mústca de Dantel Ca-
mano en la parte postenor de los Instrumentos tán. Monposo de obstdtono, la diosa lztpapálotl can-
de cuerda los más vtstbles, al público. tada por Encarnaoón Vázquez: telúnca, místtca, a
Aunque los ensayos fueron dos solamente, veces apocalípttca, fulmtnante. la letra de Paz va
se pudo escuchar a una gran orquesta con un d i- stendo tejtda por Catán con una htpnóttca pro-
rector a la altura de la mtsma. Una de las prue- postoón vocal y un complemento orquestal que
bas de esa conJunoón de dtrector orquesta la por momentos se antoJa onent al. mtrando de
constttuyó el aplauso que el pleno de la agrupa- soslayo, qutzá. al Mahler de Lo conoón de lo Tte-
CIÓn dio al conductor mextcano después de uno rro. Acá. un apunte tmprestontsta: allá, una tncur-
de los ensayos. stón neorománttca; stempre, una tntenstdad con-
El ttaliano, el tnglés. el francés y la tardía tra- tentda que no estalla, que no se vacía finalmente.
ducoón del encargado de tales funoones. pero Dtscurso mustcal cíclico que engloba y abraza: el
sobre todo la mústca, htoeron que la comuntca- final de la obra, como era en un pnnopto, ahora
ctón entre los mústcos de la Estatal de la URRSS y s1empre ...
y Dtemecke se diera plenamente. Después, la mústca de Mano Lavtsta.Tres bre-
El públtco comentaba al salir el gran conoer- vístmos textos, a OJOS cerrados, donde los cuer-
to que había presenciado. Un hombre decía un pos son huella de sí mtsmos y las desnudeces
tanto presumtdo: "Qutenes conocemos al dtrec- se cubren con m tradas. Ascet tsmo extremo, nt-
tor no es una gran sorpresa este conoerto. Lo ttdez en la partttura, depuraoón exqutstta de la
que sí es una gran sorpresa es la orquesta, pues textura orquestal y una línea vocal sugesttva, de
pocas son las ocastones en que escuchamos a la contemplattva sensualidad. Hooo el comtenzo es
meJor orquesta del mundo. Con ese director; los el título, y la línea de conducta de Lavtsta pare-
mextcanos no sabemos lo que t enemos. Ttene ce ser: menos es más, y la voz de Encarnaoón
que ventr una orquesta de fuera para reconocer- Vázquez lo dtce con otras palabras, con otras
lo y aplaudirlo, parece menttra". tnfiextones.
Qutenes deodteron pagar los costos del bo- Manuel Enríquez contnbuye con su Manan-
leto para escuchar a la orquesta representativa tial de soles, tntenso, de arttculaoón angular y ner-
70 AÑO DE 1\\ÚSICA EN EL PALACIO DE BELLAS ARTES
vtosa, en el que soprano y actor exploran, stn dia- su presencta y anttctpan el postenor ambo de
logar; el tngo y los cuerpos, el hueso y el bosque, Cecilta Occellt de Saltnas. La cunostdad peatonal
la noche y el agua, soles, manantial. Rttual sono- se mantfiesta:
ro a veces pnmigenio, ntual que ha habitado otras ¿Qué dan hoy, eh?
partit uras de Enríquez, y que habita igual que en
los textos de Octavio Paz. Música libre para un
poema dúctil, mananttal de percustones, erotis-
mo en un susurro de actor Qosé Antonto Alca-
raz), en un agudo y brillante sol de soprano (Zul-
yamtr Lopeznos).
Bellas Artes se vacía con menos entustasmo
que ante Chaikovskt. El nocturno tránstto por la
Alameda refresca no sólo el cuerpo, stno tam-
bién la memona... 1984, Festtvallntemaoonal Cer-
vant ino. Se programa un concterto-homena¡e a
Octavto Paz, con música basada en sus textos.
Enríquez, Lavista, Catán ... Manantiales, comienzos, Juan Gobr~e/
mariposas... El homena¡e está a punto, cuando el
poeta se le ocurre e¡ercer su libertad de voz ex- - Juan Gabriel va estar aquí.
presa, en la lejana Europa, su opinión política, que - Uuuuy, no, yo toco madera.
va a contrapelo de la mayoría y, sobre todo, de Para fortuna de los revendedores, la fobta es
la postura ofictal. Escándalo. Polémtca. Censura. generaltzada y la tnverstón se duplica y hasta se
Mtedo. De tmproviso, el homena¡e ya no es tal. triplica:
Es sólo un concierto, y el Festival se retracta de - Otga dónde venden los boletos?
su intención onginal. Pero la poesía de Paz, como - Allá dentro pero ya no hay... Nt en reventa ... 161
t al. permanece tncólume. Cinco años después, la Bueno, ¿cuántos va a querer?
noche del martes... Los franceses lo llaman déJO -¿A cómo los da?
vu.Y los poetas lo llaman ... no sé cómo. - Tengo dos de aba¡o, de a seteCientos cada uno...
-¿Y amba?
La jornada, año V, núm. 1638, 6 de abnl de 1989, - De a 300.
p. 17. La Torre Latinoamericana dice que son las
19:45 horas. Juan Gabriel duerme en alguno de
los camerinos del teatro. Se relaja. En el extenor
cesa el desfile de autos. Abrir y cerrar de porte- Homeno¡e o Octov•o
Paz, obras de Dome/
zuelas. La ostentación con pretensiones de ele- Colón, Mor~o LoVJs!o y
Manuel Enriquez
ganeta y la deltcada tnformalidad yupp1e dejan en
el aire la huella, asptrable, de su presencia. Abun-
da el negro como color de tdenttdad.
¡Muuuá! ¡plas- plas-plas! Preludio de besos y
abrazos tnunda la entrada al "máximo recinto cul-
tural del país". Qué pequeño es el mundo de us-
tedes los neos... , y los famosos. Raúl Salinas Lo-
zano, padre del Presidente, estrecha la mano del
ubicuo Carlos Monsiváis y le dice que tienen pen-
diente una pláttca sobre literatura. Las miradas
LA NOCHE EN QUE JUAN GABRlEL SE rebotan en carambola de tres bandas: Daniela
ROBÓ EL PALAClO DE BELLAS ARTES Romo, Guadal upe Pineda, Ángeles Mastreta. Por
Arturo García Hernández ahí se escurre el subdirector de educación artís-
tica del INBA. Jatme Labasttda. Alguten asegura
Llegó el día. Que Euterpe nos ampare y nos per- haber vtsto a algunos diputados del PAN (atrás
done. Que el estalinismo cultural tenga mtsen- quedó el ttempo en que el dJVo de Parácuaro se
cordta de nosotros, los 2 mtl 200 cómplices del manifiesta pantsta, antes de abrazar la causa del
sacr ilegto contra el hasta anoche mmaculado Pa- prnsmo moderntzador).
lacio de Bellas Artes: ¡Arriba Juárez! (No, no es Un preámbulo de la Orquesta Sinfóntca Na-
consigna antipapa!.) cional, al mando de Enrique Patrón Rueda, retar-
D esde la ho ra del crepúsculo, los hombres dar el momento del encuentro anhelado... ¡Ahí es-
del t raje gris -orejas de guoqwtoqw- amontonan tá!: pla-pla-pla-pla-pla-pla-pla-pla-pla-pla. Unánime
70 \ N 1 V [ R ~ \ P 1 O [) E L P A l A C 1 t) D 1 B E l 1 A ~ AR r1~
ennoblecerlo todo, todo el mundo alzado en vi- va y viene, desde el estrépito de vientos dome-
lo con la mús1cas de alientos púberes e infantes, ñados y parches percutidos para hacerse añicos
con el alambique sonoro de un puñado de indí- en nuestros oídos de la misma forma que revien-
genas. Con esa cancia-gineceo de una música en ta una granada, esa fruta roja que pende a la al-
dialecto de aldea global. tura de las cabezas, en suelo mixe.
Porque, ¿qué imagen más trastocadora que le Música-tequio. Suena (sueña) una obertura
da un 1ndio mexicano pulsando un artefacto euro- de Chui Rasgado, ese lúcido alucinado que hizo
peo y que el resultado sea un petardo metido y su música desde el talle del país, sueña (suena)
reventado en el orificio más recóndito de la ternu- un son, un jarabe, un rayo de sol, una música del
ra? Suena un vals, una métrica en exceso, una me- Istmo y pronuncian, ensalivan, ensilaban los niños
su ración del desenfreno occidental, y lo que suena y los púberes mixes una poesía indescifrable, in-
en realidad es una planta. un árbol, un animalito, un trauterina, epidermis, morenía adentro. tubas-ár-
atardecer o un alba en la sierra de Oaxaca. bol, cornos-surtidor. fiautas-charco, trompetas de
Porque lo que hacen los mixes cuando hacen maíz, trombones escupiendo nubes, rocas sin pe-
música es un ritual, un requiebro, un ahuecar las so, timbales que apisonan polvo y lejanía y aho-
palmas agrietadas de las manos y guardar el pál- ra mármol, abstracciones vueltas partitura. Sue-
prto de todos los corazones que circundan. Inven- na una música mixe.
tan el mundo de la misma forma que ayer llovió Antenoche niños m1xes hioeron valer su pre-
y antenoche se hioeron visibles las estrellas y la sencia vigorosa en Bellas Artes. Música de nobles,
noche anterior supimos de la presencia de la be- extranjeros de un país en la injusta d1stribuoón
lleza.AIIegro, sí, pero con delicadeza indígena; an- de la nqueza material. Música 1nmune a la dema-
dante descalzo, r ubato de corazón apaciaguado, gogia. Mús1ca mixe.
maestoso con fior y Sol, adagio digno ma presto
meno mosso. Cadenza en calzón de manta y co- La jornada. año VI. núm. 21 1. 4 de agosto de 1990.
tón de colores pálidos. Un tutti orquestal estalla p. 28. 163
1
70 ANO Dl 1\\USICA
1991~2000
cenoa del amb1ente festivo de las Jam sesstons... to- los mármoles. Perspectiva de escalinatas como
do esto y muchas, otras cosas expresadas con un un castillo de Remed1os Varo, asoenden y des-
saludable sent1do del humor; salpicado a veces con oenden dos pare¡as con atuendos dieoochescos:
algo más profundo, y con un sent1do notable del cuatro actores que representan el papel de los
ensamble sonoro, fueron la médula de un sober- padres del n1ño Mozart, a su vez representados
bio coneterto en el que Marsalis demostró el por- por tres niños que se alternan -a lo largo de to-
qué de su pos1c1ón preem1nente en el mundo con- do el día- un p1ano que activan diestramente con
temporáneo del ¡azz. S1 la mención de los grandes m1nuetos. Minuto tras m1nuto, el marmóreo mas-
mús1cos y soberbios trompetistas que son ante to- todonte se puebla de un bullicio inusual. lnfre-
do un Intérprete de las músicas de ellos, esta au- cuentado hasta este día, el Palacio de Bellas Ar-
diCIÓn perm1t1ó confirmar que sus prop1as com- tes parece otro: respira, palp1ta hab1tado. Sólo en
posiciones son refle¡o directo de su capac1dad de aquella época 1da de espectadores exposioones
integraciÓn de influencias para crear un lenguaje (la colección de Armand Hammer; los Caballos
altamente individual. Al intenor de una sabrosa y de Venecia, por e¡emplo) eran vistos tales tumultos
vanada oferta musical, que tocó todas las bases populares. O cuando los homena¡es póstumos
importantes del jazz de hoy, surgieron dos mo- de cuerpo presente (al maestro Rufino Tamayo,
mentos muy espeoales. El primero, la calidad y sen- el más reciente), esta casa recrea de gente-gen-
sual 1nterpretaoón de una pieza del señor Edward te. Pero con otro tono, grave. En acompasado y
Kennedy Ellington (Duke, para sus amigos), a car- alegre diapasón, en cambio, transcurre Un Día de
go del trompetista Wycliffe Gordon y el p1anista Música en Bellas Artes. Mozart festejado. Es el 5
Fand Barren. El segundo, una versión actualizada de diciembre de 199 1.
pero muy cerca de sus raíces, de uno de esos con- Después del mediodía, en todas las salas
movedores slow dtrges con los que se acompañan (salvo la Ponce, en remodelación) está la mú-
los funerales trad1oonales en Nueva Orleáns. La sica de Mozart, ejecutada todo el día por tres
batería de Herl1n Riley Jr., que anunoa el toque de centenares de atrilistas. En la Sala Nacional, el 167
queda, los metales que encabezan la triste melo- espectáculo escénico titulado El carruaje de
pea fúnebre sobre un esquema de blues cien por Mozart, con Tito Vasconcelos, José Anton1o Al-
oento tradicional... y la inmediata extrovertida ex- caraz, Arturo Benstain y otros actores dirigi-
plosión mus1cal que deriva hacia el sw1ng celebran- dos por Luis de Tavira en una secuencia desar-
do desde lo profundo del alma el reciente paso al ticulada plena de c1tas y tnvia y oerto humor
más allá del hermano negro que sin duda comien- mediano. Esa m1sma sala se ve mayormente po-
za a sacudir los huesos dentro de su ataúd. blada, luego, con el conjunto Amadeus Con-
Una sola p1eza de éstas interpretada, como certus, mientras en el lobby los infantes Carlos
lo h1oeron Wynton Marsaslis y su septeto, es mu- Adriel Salmerón, Luz Aurora Cruz y Arturo
cho más elocuente que diez sesudos tomos so- Sherman -con edad promedio de 9 años y ves-
bre la h1storia, la lucha y la traged1a de la raza ne- tidos como el n1ño Mozart- asombran a este
gra en Estados Un1dos. Momento culminante, sin numerosos públtco con su talento pianíst1co.
duda, de un espléndido concierto de jazz a car- Ante tales tumultos y entusiasmo, el director
go de un músico que en todo momento expre- del INBA anuncia a este reportero que a par-
só una madurez que uno esperaría en un hom- tir del próx1mo febrero se programará, dos ve-
bre del doble de su edad. Así, de una manera más ces por mes, este tipo de eventos: abrir Bellas
simbólica, el candente coneterto de Wynton Mar- Artes a los escolares y al públ1co en general
salís, trompetista cupular del momento, terminó que no frecuenta este recinto. También, anun-
con rosas blancas para un caballero negro. Cia, se establecerá un programa de visitas de
escolares y público en general a los ensayos de
La jornada, año VIII, núm. 2528, 25 de septiembre la Orquesta Sinfónica Nacional, de los monta-
de 199 1, p. 23. jes de la Compañía Nacional de Ópera y los de
la Compañía de Danza.
Mozart junto a D1ego Rivera, ¡unto a Rufino
Tamayo, en la sala de murales. Álvaro Mut1s, Ma-
EL MEJOR HOMENAJE POSlBLE, ESCUCHAR rio Lavista y Gerardo Kleinburg charlan acerca de
TODOS A MOZART "la leyenda negra de Mozart", una tertulia mo-
Pablo Esp1nosa zartlna con la sabrosura de la prosa hablada de
Mutis: "Mozart pertenece a un orden de cosas
Un día en la vida. Mozart en Bellas Artes. que no se pueden expltcar en forma raoonal. Hay
Desde la parte más alta del cetáceo porfina- una fuerza trascendente, que no voy a nom-
no se observa un mar de gente que hormiguea brar; que crea a este ser sin precedente n1 en
70 A N 1 V E P 1\ P 1 O O E L P A L A C 1 O D E B E L L A S A R T E S
la ltteratura nt en la ptntura, al mtsmo ttempo de- mústca stglo XX. y en ella tendrán lugar Impor-
moniaco y dionisiaco".Y la saptencta de Mano La- tantes personaJes como Varése, Ligett, Cage, Stra-
vista:"A la edad de 30 años -cuando Mozart es- vtnsky, Shostakovtch, Messiaen, Boulez. Beno,
cnbtó Don Grovannr- uno no conoce aún el alma Schonberg, por menoonar sólo a algunos. En La
humana. Mozart sí. Lo impresionante es que to- Lista, acompañando a estos ilustres señores, es-
do lo dice en términos estnctamente mustcales", tará sin duda tambtén el polaco Krzysztof Pende-
y las acotaciones de Kleiburg:"cierto, todo lo que recki, nacido en 1933. Este Interesante composi-
qutera saber de Mozart está en su mústca. y na- tor de la mústca polaca contrasta notablemente
da más".Y desde la sala de murales, por el cubo con la htstoria pretérita de la música Polonia. St
del Palaoo de Bellas Artes óperas. vtdeofilmadas en stglos antenores los autores polacos de Im-
y proyectadas en monitores apostados en el lobby portancia fueron escasos, stendo Chopin, Saym-
(feroz), aplausos, pasos, murmullos wolfgangama- manowskt, Paderewski y unos cuantos más la ex-
déicos. voces de sopranos desde otras salas, otras cepción, en este siglo Polonta ha dado un buen
voces, otros ámbttos. número de composttores notables, entre los que
Final de fiesta: toda aquella multttud que mo- habría mencionar a Shaeffer. Kotónski, Serockt, Ba-
zartianamente deambuló por entre mármoles se cewicz y. de modo muy Importante, a Witold Lu-
concentró, al fin de la JOrnada, en los terctopelos toslawskt. Si Lutoslawskt (naodo en 1913) es el
rojos de la sala prinopal bellasartiana. Contraria- gran patriarca de la música polaca del stglo XX,
mente a la consuetudtnana modorra y almtdón Pendereckt es stn duda su heredero pnnopal. y a
de las ceremonias oficiales, en diez ligeros minu- su vez maestro de generaciones subsecuentes.
tos se entregaron diplomas y cheques a los ga- Este fin de semana la Orquesta Sinfóntca Na-
nadores de los concursos Mozart de canto y pia- cional ha recibido a Penderecki como director
no, se entregaron colecciones de discos compactos huésped, y lo oerto es que ver y oír su trabajo
al Cenidim, Conservatorio y Escuela Superior de ha sido una expenenoa mustcal sumamente In-
168 Música, y Rafael Tovar y Teresa centró el discurso teresante.
idóneo de clausura: "El mejor homenaJe, las úni- Para la pnmera parte del programa, la batu-
cas palabras que se pueden repetir; en este caso ta zurda de Penderecki se encargó de dar forma
son: otgamos todos a Mozart".Y sonó la Peque- a la Sexta srnfonía de Shostaskovtch. Como otras
ña músrca nocturna en la inefable chafez de la Or- obras de su catálogo stnfónico, ésta fue compues-
questa de Cámara de Bellas Artes y sonó la mt- ta por Shostakovich s1n presiones externas nt sub-
sa de réquiem mozartina -así como sonó ayer textos patrióticos, de modo que puede conside-
en la catedral vtenesa de san Esteban- en una ver- rarse como una de sus stnfonías más personales.
stón sorprendentemente espléndida, a cargo de la
Corttftro de orquesta y coros del teatro de Bellas Artes.
Krzysto( Pendereck1 Concluyeron así, con 300 músicos y miles de El geni o musical del 'iiglo :\.X
mozartianos parroquianos en un día en la nue- KRZYSTOFPENDERECKI
va vida del Palacio de Bellas Artes, los festeJOS bi- con la
centenarios por y con y para Mozart. ORQUE TA INFONICA NACION L
Director a rt~tico: Ennque Dt~m.,.;k.,
Oigamos todos a Johannes Chrysostomus Wolf-
gangus Theophilos, a Wolfgango Amadé, a Wolfile,
a Wolfgangus Amadeus Mozartus, escuchemos
todos a Mozart.
Krz)stof Pend~rt'd.i
Ot ...... , .....
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..c................_e•.
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~'•l• • 1 - ' .ofM.ti• h_..,, ....... ,_ _. .. .,__.•4•• t
real o ficttcta como lo deseen los amantes de la .. ,.. n •.,r--t •
•·!!
estadísttca) será, nt más nt menos, la relaoón de
los nombres tndispensables en la htstona de la FA LACIO DE BELLAS ARTE S
:!!!: :--
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.9
70 ¡\ ¡IQ DE l\ \ U~ I CA EN EL PALACIO DE BELLA ARTE
por buena tamb1én su elecoón porque en la sa- s1osas de maestros que hacen del arte barroco
la de conciertos las danzas p1erden su funoón algo muy suyo: Entre el romantiosmo estruendo-
coreográfica y parecen JUstamente ex1g1r que se so y el postmpres¡onJsmo balbuceante.
resalte su valor s1nfón1co en donde lo folclónco Esa sonondad era de esperarse en una or-
ha rebasado su propós1to y ha quedado como questa de este tipo y ev1denoa Singularmente su
mera referenoa. capacidad de adaptaoón y entrenamiento, por-
El públ1co aprec1a este trabaJO. Ojalá y que que sus resultados artíst1cos quedan de manifies-
todo pueda segu1r delante de esta manera. to en el momento de comenzar a tocar. Allí, en
ese preoso 1nstante. los verdaderos mús1cos ha-
Uno más Uno, año XV, núm. 5259,20 de JUnio cen de la velada un ntual en el que se decodifi-
de 1992, p. 26. can exqu1s1tamente las propuestas artíst1cas de
los compositores del s1glo XVIII. Hay una afina-
CIÓn que define mayontanamente la cal1dad del
l MUSlCl sonido por generar en las cuerdas. Pecaría dicien-
Gabriel Rodríguez Piña do que al comienzo de Rossin1 hubo dos o tres
notas fuera de lugar: naderías en térm1nos de
aprox1maoón mus1cal sobre la que destaca una
.., configuraoón que se aprop1a de la obra y le da
1musicí de Italia .::; carácter. temple, reoedumbre, o b1en frescura,
Celebrando 40 años de acllv1dad musical mansedumbre o tranquilidad en concordancia
en el Palac1o de Bellas Artes con la tonalidad y el ntmo.
Para pnnop1ar y tamb1én para finalizar. tuvi-
mos la graoosa suerte de volver a escuchar los
dos sonatas a cuatro. números 1 y 3, en Sol ma-
yor y Do mayor ( 1804) de Gloach1no Rossini
170
( 1792-1868), dos obras que precisamente no ha-
bían tocado n1 la Orquesta de Cámara de Viena
n1 los Solistas de Veneoa, cuando hace poco es-
tuvieron en Méx1co, pero que 1 Mus1o arropó pa-
ra nosotros en la alegn"a y el amor por la v1da, ca-
00 HRS
"'' UOCC1tf=FIIIf''
0 ( TUFIRF 5 10 00 HA'; racterísticas ross1n1anas que conllevaron además
lA Obt..a J... VIVALOI Y BACH
tl,,ll~•l .. P111 '1 • .... ~ ''"' re>~----,. el sent1do 1nnato del afecto del JOVencrto que es-
cnbló estas obras a los doce años con una sor-
En la celebración de su XL aniversario, el grupo prendente mventat1va mus1cal. melód1ca y n"tml-
Italiano 1 Mus1c1 acaba de estar en Bellas Artes ca al desear prolongar en el s1glo románt1co el
durante dos programas segu1dos. espíritu y las 1deas del antenor. muy lejos de las
El conjunto, constituido por doce célebres languideces lisztianas y berlioz1anas. pero tamb1én
mús1cos, herederos del arte y estilo Interpretati- leJOS de Mozart. S1 de dele1te para cuerdas se tra-
vo de excelentes maestros, t1ene por vocac1ón ta, el allegro de la Sonata número 3 caen"a en es-
Interpretar la mús1ca de cámara dentro de la me- te adjet1vo, por la grac1a que hay en la lectura ve-
JOr tradición, espeoalmente apegada a la ong1na- loz de los d1eose1savos para chelo y contraba¡o.
lidad de las part1turas, lo que s1gn1fica un esme- Después vendría un rad1ante espíntu de VIr-
rado respeto por la factura ong1nal de los diversos tuosismo cuando el violonchelista Vito Paternos-
compositores, en provecho de su época y estilo. ter Interpretó el Concterto para chelo y cuerdas en
Ellos interpretan la mús1ca con Instrumentos Sol mayor núm. 7, G. 480 de Lu1g1 Bocchenn1
construidos por algunas de las meJores fam1llas ( 174 3-1805) que reallzan"a la 1nsp1raoón y ele-
de luthters como la Strad1vari, Guarnen, Guidan- gancia de mús1ca que posee un sent1do claro en
tus oTonom el tratam1ento de la forma, de ev1dente Influen-
Además, el aspecto armón1co general de sus Cia 1bénca, pues Bocchenn1 fue mús1co de la cor-
ejecuciones conlleva la pureza más decantada (s1n te de Carlos 111, lo que le permrt1ó refrescar su ar-
n1ngún t1po de d1recoón orquestal, más que la te en la libre ut1lizaoón de la fonna sonata a veces
ún1ca guía de la maestra Manana S1rbu), hecho con acentos románticos o b1en nostálgiCos. Ade-
que puede resonar a pedantería, pero que en tér- más Patemoster es uno de aquellos chelistas con-
minos de estncta mus1cahdad s1gn1fica no atrever- sagrados que sabe acanoar su Instrumento para
se a pervertir las características príst1nas de los obtener de él un son1do hermoso, s1n n1nguna
mús1cos en cuest1ón, como en todos aquellos ca- necesidad de hacerlo llorar. más b1en parec1era
sos de ejecuoones tan deleznables como fanta- que la dulzura con la que lo entona le perm1t1e-
DL 1l IC l 1l L t 1 l l
ra mover el arco con entera libertad, s1n postu- tá el p1an1sta sobre la parte grave del teclado. ba-
ras ant1ergonom1Cas n1 torceduras sonoras. Den- JO v1entre. y el v1ento suena y se arquea. y suben
tro del m1smo n1vel de perfecoón 1nterpretat1va los dedos del p1an1sta haoa el plexo solar del pla-
estuv1eron Mana Teresa Garat1 en el clavecín y no. del pub1s haoa los senos. del alfa haoa el ome-
Mas1mo Pans en la v1ola. Ella Interpretó el Con- ga, del edén al paraíso y bebe un agua t1b1eota.
Cierto para clavecín en Do mayor de Tommaso suena calurosa. una mús1ca emparentada, blolo-
G1ordam ( 1730-1806), y él, el Conoerto para vto- giCa, orgán1camente conectada con la t1erra que
la y cuerdas. en Mr bemol mayor: op 3. de Alessan- p1sa este artífice: awes caldos. calientes, cálidos.
dro Rolla ( 175 1-1 84 1). Caribe. ecos de su grabación (en cuya pnmera
Y ahora sí, ya es t1empo de balconear a las parte acoona el órgano tubular de la lgles1a de
autondades encargadas de la 1lum1nación en el la Trin1dad) t1tulada The Moth and the Flame y acu-
teatro. porque cuando no se va la luz en el mo- de entre líneas, entre teclas. la poesía de Robert
mento del conc1erto. un reflector pende peligro- Bly. fuente literana de 1nsp1rac1ón de este p1an1s-
samente sobre nuestras cabezas. apenas su¡eto ta prod1g1oso: "cuando escuchamos el o ído par-
al cable, m1entras que otro ch1sporrotea con el tiCipa, y ¡unto a las pare¡as; y el OJO ya ha hecho
nesgo de quemar al auditono el amor con todo lo que ve, el OJO sabe del pla
cer; se dele1ta en un cuerpo femen1no: el OJO es-
Excélsror. año LXXVI. núm 27493. 9 de octubre cucha las palabras que hablan de todo eso. Cuan-
de 1992, secoon C. p 4 do el escuchar toma lugar; las áreas de caracter
camb1an. pero cuando ves, escuchas, y camb1an
las áreas Internas. Cuando el oído reobe delica-
JARRETI, HACEDOR DE LA INVENCIÓN deza. se conv1erte en un o¡o. Pero SI el son1do no
PURA EN PlANO aprox1ma el oído haoa el corazón. entonces na-
Pablo Esp1nosa da acontece. todo en vano". La poesía de Robert
Bly: "Ah, en este planeta nacemos y nacemos otra 171
Desliza una. dos. una tersa suces1ón de notas pn- vez. Un sol dorado nace en el honzonte. es un
meras. p1edra de toque. un rac1mo-om1ente. Gé- sol negro. Cada vez que el sol negro se levante,
nesis. Está en la parte med1a del teclado, an1ma 1nd1scente y tremendo. su tnsteza fluye haoa no-
la herenoa del romant1osmo, 1rrad1a una ch1spa sotros. S1 esta tnsteza no fluyera haoa fuera de
1mpres1on1sta. Construye lenta. grave, ma¡estuo- mí, me mataría". Ahora está el p1an1sta en la par-
sa flama, que crece Inexorable hasta la hoguera. te más delicada del teclado, en la canoa más pro-
Es Ke1th jarrett. Tiene dos orquestas s1nfón1cas, funda, en la más profunda p1el, un lat1do en un río
una en cada mano. Ba¡o el telón de cnstal del Pa- de lat1dos. Gime. gem1r de c1ervo enamorado.
laoo de Bellas Artes un p1ano solo, solito y su al- Cae una nota. una gota de agua, una gota de no
ma S1ncopa. y la mano 1zqu1erda vuelca huraca- che, gotea, nochea, 1nfinrtes1malmente llueven, pa-
nes, trombas, tornados, que contrasta, mano cen, pacen tan, una mús1ca placenta, una grandio-
derecha, con leves mat1ces 1mag1n1stas. Y ya está sa mús1ca de noche, una nocturna llama. Surca el
el alma en vilo, suspendida, levrtando, g1ra. Hogue- p1ano la noche, que es bella, gran navío y flota el
ra. Gime, gem1r de oervo enamorado y revuelca peso de la 1nd1scente, pletónca belleza y el sur-
el corazón en un arrebato de b1sontes de d1g1tos co que surca el nav1o es cam1no ab1erto en que
a lo largo del teclado, una resp1raoón de clepsl- trans1tan las gav1otas. Ahora está el p1an1sta en la
dras en el a1re suspendidas. Se eleva del banqui- parte aguda del teclado, y se derrama, se unta, se
llo, zemtal, alza el cuerpo, se arquea sobre el te- despliega una cascada enzada de d1amantes.Y el
clado, se ayunta. se arnma, se arrebu¡a y estalla el corazón acurrucado, solfas a través de las venas.
pnmero de los Sinnúmeros orgasmos de esta no- R1ffs. haoa el blues. Y lo Sublime suena fragante.
che en que sucede el pnmero de los dos monu- flora. flota. Flota. Fluye lo Sublime por las venas.
mentales, catedraliciOS conoertos en Méx1co de Brazos péndulos. cánt1co. Han transcurndo 72 mi-
uno de los máx1mos hacedores de la 1nvenoon nutos y el hacedor de la 1nvenoon pura en pia-
p1aníst1ca pura, el alquím1co organ1zador del caos no hace un 1ntermed1o de otros ve1nte y regre-
desde una mera. s1mple y llana estructura de cor- sa con un tema cuas1 mozartlano y alarga un lento.
cheas. Cantan las teclas y gutura el p1an1sta en 1nsondable adag1o y cada nota que suena contie-
dúos estremecidos. asc1ende, desoende, vuelta, ne ktlovat1os de energ1a, cada solfa su prop1o pe-
retorna al banqu1llo y cae. suave copo de n1eve. so. su condensaoón de todos los d1scursos posi-
una t1erna. delicada melod1a apenas 1ns1nuada en- bles Una escultura de mov1m1ento contmuo.
tre los pliegues armon1cos de una célula motiVI- 1nterm1nable, se dibu¡a. El largo aliento de una sa-
ca ante la que los m1sm1S1mos Steve Re1ch. Phil1p rabanda, un blues aunga tirada por arcangeles. Y
Glass y Terry Riley ¡untos palidecenan. Ahora es- el p1anista det1ene el silenoo en lo más alto. en
70 A N 1 \ l P \ R 1 () DE 1 P J\ LA C 1 O D 1 H 1 L 1 A S A R 1 1
lo más hondo. en lo más bello.Y regala. luego de oas de prensa que se han suscrtado alrededor de
otros 40 m1nutos de 1mprov1saoon químicamen- Rostropov1ch en estos días. parece ev1dente que
te pura. dos. tres Instantes mas de mús1ca glono- a muchos cron1stas (y otros tantos parás1tos) del
sa y term1na su pnmer conoerto en Méx1co co medio se les ha olv1dado que. antes que nada. es-
mo term1nó su conoerto en Pans. Sala Pleyel. con te señor es un mús1co. y no una espeoe de pan-
un blues. con el m1smo vieJO blues. y SI los caver carta polít1ca ambulante Escuchar la asombrosa
nícolas as1stentes a Bellas Artes el lunes cas1 arrui- cantidad de sandeces que le fueron preguntadas
nan (toses, ru1dos. estornudos) con sus groserías a Rostropov1ch en estos días equ1vale a compro-
esa pnmera ses1ón. la acúst1ca y belleza de la Sa- bar cuanto más fáol es acumular lugares comu-
la Nezahualcóyotl anunoan lo que será el gran. nes sobre perestro1ko y s1m1lares. que 1ndagar so-
verdadero conoerto de Ke1th Jarreth en Méx1co bre el estado que guarda la carrera estnctamente
el próx1mo dom1ngo. mus1cal del personaJe.
Ke1th Jarrett. p1ano solo. solito y su alma. en Parte fundamental de la presenoa de Rostro-
Méx1co. G/ono m excels1s povlch en Méx1co estuvo concentrada en sus pre-
sentaCiones con la Orquesta S1nfón1ca de Mon-
Lo jornada. año IX. núm. 2949. 25 de nov1embre treal. d1ng1da por Charles Dutort, en multrtudtnanos
de 1992. p. 25. conoertos en Bellas Artes que. de nuevo. exh1b1e
ron las grandes carenoas de ju1c1o y onentac1ón
que padece nuestro público mus1cal. S1mple y
Corltltro dt Sonido y sencillamente. la mayoría de los falsos melóma-
úudod Años 20 y SO
nos. en su fict1oo delino por Rostropov1ch. se ol-
vidaron de Duto1t. su orquesta. y la otra solista
que part1c1pó en esta g1ra.l...ástJma. porque se per-
dieron la pos1bil1dad de hacer algunas observa-
172 Clones musiCales de 1nterés.
En el pnmero de los conoertos del conJun-
to canad1ense (que s1rv1ó de clausura al Fest1val
ACIO AL del Centro H1stónco de la C1udad de Méx1co ).
1 Nf f<llt l -..tUQU J Ulf\tll .._.
C ARLOS C HA V EZ
Duto1t abno el programa con una lectura sobna
FRENTI: A CUATRO
SIGI O DE MUSIC A MEX ICA N A
de la obertura E corsono, partitura que demuestra
CORO .\IA D RIG IILI\ TA S DEl l ~ ll ll claramente que Berlioz. como otros composito-
1M ' ' oo m 11111 .- ~~ ~ r 1
res románticos. a veces se olv1daba de produCir
\.lr M.Nr\ U D l rN tRO »OOI!n
1 f..., 1\~J música sólida por estar demas1ado preocupado
t ..
1' R O(, P A \1 A
con las fuentes textuales.
1
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11' ''
En segu1da. el pnmero de los conoertos pa-
1 '' t P U-,.j,. f·u we \1 ra violonchelo de Shostakov1ch. obra ong1nal
.. ,. . ~ ~ 1• • 11 "
....
tura y un comprom1so total con esta mús1ca. mar-
caron la eJecuoón de RostropoviCh a esta obra
• Á -·- de qu1en fuera su am1go cercano y confidente .
... Por momentos. graoas a las altís1mas cualidades
del v1olonchehsta. surg1ó d1áfana y profunda la voz
Msu.lav
Rostropovoch RO TROPOVlCH Y MONTREAL
Juan Arturo Brennan
am1go 1nsust1tu1ble. al ser humano e¡emplar que naoonal y lo un1versal, señaló que el Centro Na-
nunca perd1ó la voluntad de traba¡o y cumplió oonal de lnvest1gaoón. Documentaoón e lnfor-
hasta el final el comprom1so con su labor profe- maoón [Mus1cal] del INBA realiza un libro don-
Sional. 1ncluso en las épocas en que se agud1zó su de se 1nclu1rá una b1ografía de la v1da del maestro,
enfermedad. un catálogo de sus obras y la d1scografía que rea-
Puntuales llegaron los representantes de la lizó, lo que perm1t1rá darle una mayor d1fus1ón a
Sooedad de Autores y Compositores: Armando su obra.
Manzanero.Tomás Méndez, Mano Mol1na Mon- Por su parte. Gerardo Estrada 1nd1có que Bias
tes. qu1enes ¡unto con Carlos Bias Galindo, Leo- Gal1ndo fue uno de los pilares de la cultura me-
nardo Velázquez, A polo Martínez, Roberto T éllez, XICana. qu1en supo 1ntegrar la tradioón popular y
Sergio Ort1z y el d1rector deiiNBA, montaron la las expres1ones más refinadas de la cultura.
pnmera guard1a. "Fue maestro de muchos compositores que
Las palabras pareoeron 1nsufioentes al refe- han segu1do su línea y que muestran que el dl-
nrse a la gran herenoa del creador de obras s1n- voroo entre la cultura con m1núscula y la cultu-
fón1cas. corales y de cámara. de mús1ca para ba- ra con mayúscula es un falso dilema cuando se
llets y obras de teatro y one. que el 28 de mayo hace con talento e 1nteligenoa.
reob1rá un homena¡e póstumo en el Palaoo de "Uno de los aspectos más Interesantes es que
Bellas Artes con la part1opaoón de la Orquesta su mús1ca se volv1ó popular; creo que hay pocas
S1nfón1ca Naoonal y d1versos grupos corales. cosas que emooonen tanto a los mex1canos co-
"Su capaodad para produor s1empre fue más mo escuchar la obra de Galindo cuando se está
amplia que las ofertas para grabar. Prueba de ello fuera del país, se ha convert1do en una espec1e
son las numerosas obras que de¡ó en partituras. de h1mno naoonal. Tuve oportun1dad de tratar-
s1n ser e¡ecutadas n1 edrtadas", subrayó su hiJO Car- lo desde que estaba en D1fus1ón Cultural y era
los Bias Gal1ndo, qu1en agregó que su padre de¡ó un hombre generoso, con 1deas muy claras, muy
174 Inconclusas cuatro obras: Conoerto poro clovecín y senollo y de una calidad humana excepoonal".
orquesto, Sonata poro vtolín y ptono (de la que tra- Manuel de Elías, director de Mús1ca del INBA,
ba¡ó dos mov1m1entos). Sonata poro Pauto y fogot lamentó profundamente el deceso del maestro
y algunos apuntes de una obra para coro. Galindo. "En lo personal me conmueve mucho.
Bias Galindo, que desde finales de 1992 ha- es la pérdida fís1ca de un am1go, de un val1oso mú-
bía s1do hosp1tal1zado en tres ocas1ones, llegó SICO. Debe permanecer el empeño porque su
hasta los 83 años, muy b1en v1v1dos aseguró su mús1ca se toque, parte de esto es el conoerto
hiJO que, al 1gual que su hermano Lu1s Gal1ndo, que se había programado dentro de la XV edi-
dedicado a la cirugía, señaló que su padre fue CIÓn del Foro de Mús1ca Contemporánea con
un traba¡ador 1nfat1gable para qu1en el traba¡o mús1ca suya. esperábamos que v1v1era para en-
era un dele1te. "M1 padre naoó para componer tonces, pero...''
y v1v1ó para ello". El compos1tor Mano Lav1sta señaló que la
Ernesto Zedilla Ponce de León expresó que muerte de Bias Gal1ndo marca el final de toda
Bias Gal1ndo legó a los mex1canos y al mundo una época y una comente mus1cal que se 1n1oa
una obra de gran valor. Fue tamb1én un gran edu- en los años tre1nta. "Es la muerte de una leyen-
cador y promotor de la cultura y la mús1ca. "Hay da. de un mús1co con un enorme catálogo de pá-
numerosas obras que se presentan en el ámb1to ginas espléndidas''.
escolar; como la Cantata o juárez, que es una rea- Leonardo Velázquez, Fernando Lozano y el
firmaoón de nuestra 1dent1dad naoonal. Está muer- violonchelista Carlos Pneto (a qu1en le ded1có
to el hombre. pero v1va su obra en el aprec1o y dos obras) tamb1én lamentaron la perd1da del
el recuerdo de los mex1canos". creador de Sones de monocht, perteneoente al
Con el comprom1so de recuperar la obra 1né- grupo de Salvador Contreras. Dan1el Ayala y Jo-
d1ta de Bias Galindo para darla a conocer a los sé Pablo Moncayo.
mús1cos y al públ1co. y exhortar a las orquestas Recordaron su gest1ón como d1rector del
del país para 1nclu1rla en su repertono. RafaeiTo- Conservatono Naoonal de Mús1ca, su apoyo a
var y de Teresa (de qu1en fue noto na su ausen- los estudiantes para que pud1eran desarrollar
oa durante el velono en la cap1lla de Félix Cue- su carrera y el d1nam1smo que le perm1t1ó am-
vas) expresó que la muerte del maestro Galindo pliar su honzonte de compos1oón. de¡ando más
es la pérd1da de unos de los valores mus1cales de ISO obras. entre las que ex1sten cerca de 60
más Importantes que se han dado en la h1stona Inéditas.
de la mús1ca mex1cana
Cons1derado un puente entre generaoones, El Untversol. año LXXVII, núm. 27606,21 de abril
entre la mús1ca popular y de concierto, entre lo de 1993. pp. l. 4.
70 A 1 0 1)1 l\\lJ ICJ\ EL \L \ 10 [) l L 1 11
Conoerto para ~autos dulces de Marcela Rodrí- tada de aplausos y un gnto apenas perceptible ...
guez fue mereodamente ovaoonado, y Horaoo ¡eeah, Paqu1to!
Franco se robó otra noche mus1cal, tocando fue- Con aplausos ligeros y d1scretos, prop1os del
ra de programa unas vanaoones de Mara1s y un que sólo usa los dedos para hacer flamenco, Pa-
mov1m1ento de un conoerto de Vivald1, cuya or- co de Lucía salió a escena para Interpretar en so-
namentaoón 1mprov1sada por el flaut1sta es una litan o M1 mño curro, La Barrosa y Tío Sobas.
de las más asombrosas propuestas mus1cales que Las once obras que conformaron el progra-
he oído en mucho t1empo en lo que se refiere a ma fueron compuestas por Paco, pero las tres lnl-
la mús1ca barroca. Un buen estreno, s1n duda, que oales, de gran d1ficultad 1nterpretat1va, permitie-
opacó el resto del programa ding1do esa noche ron al gu1tarnsta de 47 años mostrar la ag11idad
por Lu1s Herrera de la Fuente. y la certeza de sus dedos en arpeg1os y escalas
¿Se repetirá pronto un fin de semana con tan- de gran veloodad.
ta mús1ca mex1cana? No es 1mpos1ble, pero sí Im- Madurez, V1rtuos1smo y ofioo, Franosco Sán-
probable.Veremos... chez Gómez deJÓ observar en sus eJecuoones
lo que es el ser flamenco, el sent1m1ento Inheren-
La jornada, año IX, núm. 3177, 14 de JUlio de 1993, te de una persona que desde los se1s años es lnl-
p. 25. oado por su padre en el arte g1tano.
Chaleco y pantalón negro, cam1sola blanca y,
en los dedos, el tono púrpura de unas composi-
Ciones v1olentas y melancólicas que Paco, ocas1o-
Corre/ero de lo
Orquesro PrrrArre de ~ nalmente, acompañó con un mov1m1ento brus-
~
Mumch " co de cabeza, para regresar 1nmed1atamente a su
STA . ~- '. J ' ; ' i . 1 i .·')
uj
¡HARTO JONDO!
Juan Carlos Garda
Pnmero las palmas. después el ca¡ón, las per- t1vas 1néd1tas, aportándoles nuevas técn1cas y un
cusiones, el ba¡o eléctnco, la mandolina, la flauta lengua¡e que gradualmente fue romp1endo sus
y el saxofón, todos estos elementos en un ¡uego ataduras con el pasado para transformarse en es-
de contrapuntos, 1mprov1saoón y d1álogo con la pléndida realidad del presente".
gurtarra del nat1vo del Algeoras. Defin1ó a su estilo como de "expres1on1smo
Rondeñas. tangos, tangu1llos y rumbas, todas pie- abstracto", tendenoa que al correr del t1empo se
zas de larga duraCión que le permrtleron a cada uno v1gonzó en la mús1ca escnta por él con resulta-
de los mús1cos mostrar el domn1o de su Instrumen- dos cada vez más atrayentes.
to y arrancar el aplauso de los as1stentes. "La mús1ca escnta por Enríquez 1ncluye se-
Fue en Zyryab donde la fantasía flamenca lle- cuenoas donde el Intérprete opera con gran li-
gó a su lím1te extremo. Por más de diez m1nutos bertad, aportando el resultado de su experien-
Manuel Soler mostró ser un gran "bailador", al Cia profes1onal. al m1smo t1empo que crea un flu¡o
segu1r a t1empo, con taconeos y ágiles saltos, los 1nterno dotado de sonondades características",
diferentes rrtmos que el sexteto le fue marcando. explicó Alcaraz, y postenormente soliotó al pú-
A ntmo de rumba y con una ovaoón de p1e blico que, a manera de homena¡e, bnndaran un
concluyó la pnmera de las onco presentaoones aplauso de p1e durante un m1nuto, y así suced1ó.
de Paco de Lucía y su sexteto en el PalaCio de Be- Este hecho de¡ó un amb1ente emot1vo, preám-
llas Artes. Hoy descansan para reanudar mañana bulo para una de las e¡ecuoones que conmoviÓ
y segu1r hasta lunes con un recrtal dlano. más al público: el Móvil 1para p1ano, cuya perso-
nal versión realizó el pianista Jorge Suárez, quien
Reforma, año 1, núm. 85, 25 de febrero de 1994, desde el com1enzo de la p1eza mostró gran ha-
p. ID. bilidad y fuerza expres1va.
Al tocar, las notas se escuchaban con gran vo-
lumen. de repente, metió las manos directamen-
te en la caja ab1erta del p1ano, ¡alaba unas cuer- 177
ENRiQUEZ, PARA SlEM PRE das, le daba golpecitos a otras, de tal manera que
Lucía Carrasco alternaba son1dos fuertes con suaves para tener
como resultado un sonido mistenoso y rico en
Todo el sent1m1ento, todo el dramat1smo y ex- tonalidades.
preSIVIdad de la obra de Manuel Enríquez se es- "Enríquez era un compositor nato, con un es-
cucharon la noche del dom1ngo en la Sala Ma- píntu creador, que no Importaba en qué tipo de
nuel M. Ponce del Palaoo de Bellas Artes, en el época o tendenoa s1empre le salía de una mane-
conc1erto extraord1nano con el que concluyó el ra espontánea y producía con gran facilidad", ma-
XVI Foro Internacional de la Mús1ca Nueva. nifestó Suárez.
En el conoerto, que a su vez fue homena¡e Defin1ó a la obra del compos1tor como de ti-
póstumo al compositor, se e¡ecutaron dos piezas po emot1vo, y no intelectual, caractenzada por el
para p1ano, una para clavecín, una para fagot. cla- dramat1smo, y afirmó que cada obra de Enríquez
nnete y p1ano, otra más para cuarteto de cuer- es una obra maestra, de las de mayor vanguardia
das y dos cantos. en Méx1co. Expl1có que, en mucha de la mús1ca
Ante una sala completamente llena, la vela-
da d1o 1n1C10 con la Interpretación de Hoy de ayer,
a cargo del p1an1sta Alberto Cruzprieto. que Sir-
VIÓ como antesala para familianzarse con los múl-
tiples son1dos de la obra; postenormente, la so-
prano Zulyam1r Lopeznos entonó un Arrullo y una
Canooncilla, p1ezas dulces y con un toque de me-
lancolía. < :>" 1 "tt \lfM:! 1'0\IU\' 1 A Ql 'fN flo{.¡.A
rO•foA.".!/~ lA. Bl( 1.11'1/lu
(}lJ~IW'! 1b A."O\
Después de un ru1doso 1ntercamb1o de Ins-
\1 •m '" '.A.'. • \\ •, ll O!!v-l. UH
trumentos, la claveon1sta Águeda González tocó \W 1 O \\\" 1 1 ', JUI/
PAII'TICIPAIIAN:
Spmetta con espíntu y Once upon a time, compo- ~~ At ' ,
1\;[X '1
A. .• t/
"• <1CJ
( u.trtt'io l.thllCl.Hf1t•r, r,•n(J
SICiones que d1eron un g1ro completamente dis- At ti Jl'd,l Í JCH'I•''e/
tinto a lo que se escuchaba. deb1do al contraste l<l ~···• 1 ,v•¡r lo~
) OIQP \l~·''l•/
contemporánea, la participación de los intérpre- nos el temible lobo; el oboe un perezoso pato: y
tes es mucho mayor que otras épocas; actual- los vtoltnes el inquieto Pedro.
mente, dijo, el compositor realiza sugerencias y Pero no sólo los niños se divirtieron, para mu-
el intérprete es el que elabora dichas sugeren- chos de sus padres el recital resultó ser un regreso
cias y completa la obra. a su tterna infancia para reencontrarse con Ca-
"En el Móvil/ extsten diez partes que pueden chtrulo, el famoso narrador de cuentos por tele-
ir en distinto orden, según el intérprete, de tal visión en Teatro fantástico ( 1955), que los invtta-
manera que en cada presentación se escucha un ba a tomar su "chocolatote" después de contarles
sontdo d1st1nto. Caperuota, Blanca Nteves o el Soldadtto de Plomo.
"Por ejemplo, la partitura le dice a uno que Desde las 11:00 horas, el "Palaoo de Mármol"
debe ser alguna región aproxtmada, pero no al- fue un alboroto, las filas de personas con boleto
gún sontdo aproximado, en otros movtmtentos pagado llegaban hasta las escaleras extenores; mten-
dice "hay que seguir la imprestón vtsual", pero no tras que en las inmediaciones del edifioo, la gente
hay una cronología precisa". se arremolinaba alrededor de los revendedores,
Luego de un tntermedto, el trío Neos, de fa- quienes llegaron a vender las entradas hasta tres
got. clannete y piano, interpretó las ptezas De veces arriba de su preoo normal.
acuerdo y Tema, aunque en la primera sólo estu- Exactamente al mediodía las puertas se abrie-
vieron el fagot y el ptano y hasta la segunda se ron, las personas de seguridad y los encargados
incorporó el clannete. de las entradas apenas lograron controlar a las
El concierto finalizó con el Cuarteto número 5, cerca de 3 mil personas, que en menos de 1O mi-
Xopancwcad, para cuerdas, ejecutado por el Cuar- nutos ocuparon sus lugares.
teto Lattnoamencano, tres violines y un chelo. Antes de comenzar el espectáculo, los papás
"Éstas son obras muy difíciles de interpretar melómanos y los villamelones padres aprovecha-
porque el lenguaje es muy complejo. En el clá- ron para explicar a sus hijos, de manera senci-
178 SICO, las notas pnnopales son unas cuantas y hay lla y clara, el funoonamtento de una orquesta
otras derivadas, en donde todos los elementos stnfóntca:
son mucho más sencillos. En este tipo de músi- "Ese peloncito de bigotes, con el violín, es el
ca todo es mucho más comple¡o y requtere de más tmportante de todos los mústcos, a él lo
mayor parttcipaoón del Intérprete", concluyó ttenen que seguir todos los demás", decía la ma-
Sucres. dre refiriéndose a Miguel Juvenal Moreno, con-
certino de la OSN, mientras que éste daba to-
Reforma, núm. 173, 24 de mayo de 1994, p. 50. no a la orquesta.
"Va a saltr un güerrto de catreles que se va a
subir a ese estrado, después va a sacar una vari-
ta con la que les va a deor a todos los mústcos
RlEN Y LLORAN CON PEDRO Y EL LOBO que toquen, se llama director; ¿entiendes?", pre-
Juan Carlos Garda guntaba un padre a su retoño.
Las luces se apagaron repentinamente, tnte-
"¿Cómooo eeestán?", preguntó Ennque Alonso, rrumptendo las sabias enseñanzas. De pronto, un
Cachwulo. "Biiiiieeeeen", gntaron al unísono los ni- redoble de tambor htzo que todos aguantaran la
ños y los papás que llenaron ayer el Palacio de respiraoón, de una puerta lateral e ilumtnados
Bellas Artes para oírlo narrar el cuento Pedro y por una luz, Dtemecke y Ennque Alonso salieron
el Lobo, de Prokofief. acompañado por la Orques- al escenano.
ta Sinfóntca Naoonal (OSN), dingida por Enri- Vestido de pantalón negro, camisa a rayas blan-
que Otemecke. cas y ro¡as y una peluca anaran¡ada de estambre,
Con la casa llena y los boletos agotados tres en medio de los aplausos del público, Cachtrulo
días antes, Cachtrulo y Otemecke hioeron las explicó a los niños lo que iban a oír:
delioas de chtcos y grandes, al representar en Pedro y el lobo es un cuento fantásttco reali-
dos úntcas funoones ( 12: 15 y 13:00 horas), el zado a pnnop1os de stglo por el famoso compo-
clástco conoerto didácttco del compositor ru- sttor ruso Sergei Prokofief, y cuenta la histona de
so (1891-1953). un alegre e tnquieto niño que es amtgo de los pa-
Para la mayoría de los ntños aststentes, éste ¡antos, de los gatos y los patos.
fue su pnmer contacto con la mústca de conoer- "Pedro vtve con su abuelito. un señor medto
to, su oportuntdad de tdenttficar; de una manera eno¡ón. Un día se va al campo y al lago acompaña-
graoosa y entretentda, los Instrumentos de una do de sus amtgUttos antmales y se encuentran con
orquesta y sus sontdos: la flauta es un pa¡arito ¡u- el temtble lobo... Pero me¡or no les cuento más.
guetón: el clarinete un escurridizo gato; los cor- Eeempezaaamos''.
70 J\1\¡Q D[ 1\\U IL \ N f L P Al A ( 1O [) f Hf L l A AR f l
A part1r de ese momento se hizo la mag1a· v1st1ó las paredes con 146 obras (algunas de ellas
los n1ños abnan los OJOS y la boca cuando el cla- de gran formato), entre óleos sobre tela, dibuJOS
rinete anunc1aba que el gato se quena comer al en sangu1na sobre papel y bocetos de óleo so-
paJarito, para después romper a nsas cuando la bre papel.
flauta (paJarito) escapó ráp1damente. Más apurado en saludar a sus familiares y ami-
Para crear esta tens1ón dramát1ca, que llega gos que en atender a la prensa. Martínez de Ho-
a su máx1mo cuando Pedro atrapa al tem1ble yos reob1ó el elog1o de ser"el meJor art1sta" por
lobo con ayuda del paJarito, destacó la labor In- parte del ex presidente José López Port1llo, qu1en
terpretativa de D1emecke, que supo ped1r co- apenas entró a la sala fue envuelto por una nu-
rrectamente los mat1ces a sus Instrumentos y be de fotógrafos.
acompañar con equ11ibr1o la narraoón de Enn- Ante su presencia la gente se olv1dó un po-
que Alonso. co de la expos1oón y s1gu1ó los pasos de qu1en
Al final de los escasos 30 m1nutos que du- d1r1g1era al país hace doce años. Había empuJO-
ra el rec1tal, después de nsas y alguno que otro nes, p1sotones, Jalones de cabello, con tal de acer-
llanto provocado por el lobo, el público ofre- cársele para deorle "buenas noches, cómo está,
CIÓ una emot1va ovac1ón, pero más a Cachiru- qué gusto verlo, señor ex pres1dente"
lo, qu1én v1s1blemente emoc1onado se desp1d1ó Cuando la prensa acercó sus grabadoras, Ló-
a su est1lo. pez Port1llo diJO: "Cultura es la esenoa de nues-
"Colorín colorado este cuento se ha acaba- tro naoonalismo y el Palaoo de Bellas Artes es
do, aplaud1r SI les ha gustado. ¡Ad1ooós, am1gos!". un centro de cuttura.A la vez representa dos trán-
sitos h1stóncos del país, que, por fortuna, se han
Reforma, Año 1, núm. 193, 13 de JUnio de 1994, mod1ficado: el Porfinsmo y la Revoluoón".
p. ID. Antes,Tovar y de Teresa, durante su discurso,
había hecho una referenoa sobre la importanCia
de la cultura en t1empos de v1olenc1a. 179
"Los valores de nuestra cuttura, espírrtu, Iden-
VAN CON GUSTO Y PLACER A FEUClTARLO tidad, han s1do en todo momento y serán siem-
Blanca Ru1z pre base sólida de nuestro entendimiento, con-
VIVenCia ovihzada y nuestro más firme muro contra
Una de las meJores noches de Bellas Artes: des- la barbane y la 1rraoonahdad, y contra todo aten-
de la Inesperada v1s1ta del ex pres1dente José Ló- tado a nuestra esenc1a humana y soc1al. Recla-
pez Port1llo, hasta el programa artíst1co de gala man, por ello, el esfuerzo de todos, para preser-
que se luoó con un estreno mund1al de una obra varlos y defenderlos".
de Silvestre Revueltas, s1n faltar las emot1vas ma- Pocas veces Tovar y de Teresa es tan direc-
ñanitas de trabaJadores, art1stas y público, todos to en sus discursos. El asesinato de José Fran-
vibraron con el an1versario número 60 del "Pala- cisco Ru1z Massieu era como una pálida som-
CIO de Mármol". bra en el amb1ente de an1versano. No hubo
Eran las 19:00 horas cuando RafaeiTovar y de JUegos art1fioales, n1 grandes cocteles. AsiStie-
Teresa, pres1dente del ConseJO Nac1onal para la ron alrededor del 70 por oento de los 1nv1ta-
Cultura y las Artes, y Gerardo Estrada, t1tular del dos. Pero ante esta c1rcunstanoa, los especta-
Instituto Naoonal de Bellas Artes, 1n1oaban la ce- dores se encontraron, además de con un ex
remonia con la cancelaoón del t1mbre postal con- presidente, tamb1én con un ex d1rector de Pe-
memorativo. mex, Jorge Díaz Serrano.
Después, los asistentes pasaron a las salas de Acompañado por su esposa Elvia, qu1en po-
la planta alta a la Inauguración de la expos1c1ón sara para la famosa D1ana Cazadora, símbolo es-
de R1cardo Martínez de Hoyos (DF, 19 18), qu1en cultónco de Paseo de la Reforma, Díaz Serrano
re1teró que el arte s1empre 1mpone, hasta en los
momentos más difíciles.
I..X antversano del
Después del recorndo por la obras de Mar- Palaao de &!/los Arces
tínez de Hoyos, perteneCientes, entre otras, a la
colecoón del ex mandatano mex1cano Lu1s Eche-
vern'a Alvarez, la gente baJÓ a la sala donde aguar-
daba la Orquesta y Coro de Bellas Artes con el
d1rector huésped Alfredo Silip1gn1, la soprano Ma-
na Luisa Tamez y el tenor OctaVIO Arévalo, para
mterpretar escenas de Turandot, La Bohéme y
Na buco.
70 A N 1 V l: R ) A R 1 O D F l P A L A e· 1 () [) E B L l l A AR TE
Part1 el y lo mas apegado a su estrlo, la Or- Sus cnt1cos adver tían que a Eduardo Mata ha-
questa de Cámara de Bellas Artes, el Coro de bla que "oír lo", pero no "verlo''. Ayer~ el mundo
Madngahstas de Mé rco y al final el Manachr de musrcal mex1cano lo desprd1ó con mús1ca. con
Cutberto Pérez, llenaron el srlencro una ovacrón. no era necesano verlo. El legado
Mrembros tambrén de la más rmponante está ahí.
epoca moderna de la músrGl mexrcana. ésa que
después "v1vró como un enfermo cuya grave- Excéls1or, año LXXVIII, núm. 28299, 6 de enero
dad se hace crónrca" decía Eduardo Mata . de 1995. secCIÓn C. pp. 1.4.
Marro Lav1sta y Juan José Calatayud despedían
tambrén al gran aficronado al be1sbol. al bas-
quetbol y al prlota¡e aéreo, el gusto que final-
mente arrebató su v1da en un acCidente el pa- CAMERATA ACADÉMI CA
sado mrércoles. DEL MOZARTEUM DE SALZBURGO
Armando Zayas, Juan Tngos, Marcela Rodrí-
guez.Ana Lara. Rodolfo Halffter; Guillermo Alva-
rez del Toro, Ennque Herrera de la Fuente, !sol-
da Acevedo. José Sarukhán. Fernando Solana,
RafaeiTovar y de Teresa. Gerardo Estrada, el Mé-
XICO de la mús1ca y la cultura "hemos sufndo una
catástrofe". resumía Mano Lav1sta. Ale,.onder Jonle1ek , Directo r
Frente al féretro de Eduardo Mata, resultaba
Jomtngc> 29 d~ 0<1\lbw 17 LO hn
1nev1table escuchar con la 1magrnación los com-
pases de su Sonaw para p10no. de la Sm(onía con .¡¡
•• 1 1 \1
1
carne y hueso. pero sí en radio y en discos de Las mañamtas y tres canoones rancheras de Ga-
acetato. rndo y luego Tanta L1bertad nos puso a todos la
Al piano, Vtcente Garrido, luego de la tradi- ptel ch1n1ta con otras tres canelones tres de las
cional rúbnca tnstrumental acompañada por or- cuales la tercera fue una joya pulida con la Inter-
questa de cuerdas con adición de sección rítmi- pretación a toda entraña, dejando en el nncón
ca. se mantfiesta profundamente agradecido por más íntimo de los corazones los versos capitula-
este homenaJe en vtda, pues este tipo de reco- res que cantaba Tania y luego Pablo completó
nocimientos suelen llegar"cuando uno ya ha en- momentos climáticos todavía más altos y luego
tregado los tenis, y hasta en calle lo quieren con- Vicente Garrido desde el piano dijo-cantó su pte-
vertir a uno". za titulada Cualquier día que es. había dicho an-
El compositor ptde que nadie se comporte tes a La jornada en entrevista, algo así como su
como en homenaje sino como en la sala de la testamento. y todo fue al final abrazos abrazos y
casa de Garrido, celebrando el cumpleaños de las butacas bellasartianas empezaron a entibiar-
"un luchador de la canción" y anuncia una des- se cuando la multitud que las había sobrecalen-
carga, a la manera de los afrosabrosos antillanos, tado de emoción abandonó el recinto de már-
"o más bten una descargwta, como decía José An- mol con la felicidad dibujada en rostros y
tonto Méndez" e tnicia con una rola circular, titu- corazones de esta noche tibia y cubano-mexica-
lada Viento, que es su reflexión acerca del senti- na de la canoón.
do de la vida cuando se cumple medio siglo de
existencia y suelta Garrido su cuasi recitativo, su La jornada. año XI, núm. 3736, 2 de febrero
muy particular estilo de decir; de relatar las emo- de 1995 p. 26.
ctones y transfiere ahora la batuta al jefe Portillo
de la Luz. porque hay que dar al César lo que es
de Portillo de la Luz: el jefe del f¡lln, el papá de
182 todos los pollitos que sin esfuerzo alguno se re- ¡ESTREMECE!
vienta un rico bolero bolerazo: Katia D'Artigues
"Mientras brote la flor/ y haya puestas de sol/y
no muera el amor/ vtvirá la canción", también en Chavela Vargas. en una noche de nostalgia y do-
medto recitattvo cavernoso, tntemporal. lor de amores perdidos, estremeoó a su público
"Pertenecemos a una generación que no qui- en el primer conoerto de su carrera en el Pala-
so olvidarse de todo lo pasado, que siempre tra- cio de Bellas Artes.
tamos de tmitar a nuestros maestros, como Mario Poseedora de un estilo único para interpre-
Ruiz Armengol, nuestro hermano mayor", hablaba tar canciones, de forma desgarrada, fuerte y tier-
entre canción y canctón Garrido y la fiesta trans- na a la vez, la cantante fue ovacionada de pie por
curría como feliz tertulia, aunque con exceso de los asistentes. que no se cansaron de gritarle pi-
choro, en tratándose de, finalmente, un espectácu- ropos y decirle que la amaban. lo que la conmo-
lo y la sucesión de canciones se veía interrumpida vió al grado de contener el llanto.
en su degustar y estallar de emociones con, eso sí, Y es que la intérprete es un artífice de su pro-
anécdotas muy sabrosas de la vtda y obra de uno pto sentimtento, el cual contagta a través de su
de nuestros boleristas mayores, como en aquella voz y de la expresividad de su cuerpo -sobre to-
ocasión en que en el Teatro Blanquita alguien de do de sus manos- a aquel que la escucha recitar,
entre el bronco público le gritó a lrma Carlón en gritar su propia vida con las letras de otros com-
cuanto ella cantaba Carrusel: ¡ora la de las ardillrtas. positores. En punto de las 20:00 horas apareoó
retna!, y cuando una voz anóntma gritaba a Garn- en el escenano el c1neasta español Pedro Almo-
do en pleno conoerto: ¿arriba el Cri Cn de los ena- dóvar, quten, al ser reconoodo por el público. re-
morados!, y. contaba antenoche Garndo,' 'José An- cibtó un fuerte aplauso que no lo deJÓ hablar por
tonio Zavala (de los Hermanos Zavala) una noche espacio de unos minutos.
se levantó al micrófono. muy enojado y contestó: "Por favor, guarden sus aplausos. Chavela se
¡cállate, htJO de tu M1ckey Mouse!". los merece más que yo'', dijo sorprendido.
Llegó el turno de La Señora Sentimiento, Ele- En una breve plát1ca de onco minutos con el
na Burke, con el Inconfundible, 1n1gualable sabor, público. el realizador llamó a Vargas pertenecien-
color y aroma del estilo cubanístmo de hacer can- te a una raza casi ext1nta de art1stas apasionadas,
ciones y eso fue el ascenso de la temperatura in- entre las que se cuentan Billy Holiday. Edith Piaf,
terior, de la apoteosts de las almas todas y la in- Judy Garland y Bola de Nteve: gente cuyo mayor
tenstdad ya nunca declinó porque luego de un ménto es haber sobrevivido a ellos m1smos.
tntermedio llegó Pablo Milanés, descomunal y lle- Una de las vtrtudes de Chavela -a la que
garon Los Morales con maese Óscar Chávez y nombró su meJor ps1cóloga e Interlocutora- es
70 ANO DE MÚ ICA EN EL PALACIO DE HELLA ARTE S
comprender los errores de los demás, ind1có. "Yo sar de los gritos y de que su voz no se escuchó
he llorado muchas veces escuchándola y cada vez más,Vargas volv1ó al escenano tres veces para re-
que plat1có con ella, me dan ganas de volverme coger las rosas rojas que caían.
a equ1vocar otra vez".
Entonces apareció Chavela en escena, vesti- Reforma, año 11, núm. 495, 1O de abril de 1995,
da con su típico JOrongo roJO con negro, y con p. 1 D.
los brazos ab1ertos abnó la noche con Maconna.
"Al final de mi camino, regreso a m1 patria
amada, a Méx1co.
"¡Qué la cns1s ni que nada!. estamos div1nos. Oaode Bollmg
MIChel Peuucaom
187
lnioan así cien minutos celestiales. Se desen- nís1mas Majestades en alguno de sus discos. In a
cadena una trivia musical plena de delicias: el re- Senttmental Mood, también del Duque Ellington,
cital del inmenso Petrucciani se puebla de clá- se entrelaza antes de que culmine el segundo blo-
sicos del ¡azz, que en la jerga hab1tual son cono- que y Petrucoan1 tome el micrófono para ('Je sws
Cidos como estándares, y entrelaza p1ezas pro- desole') disculparse por no hablar más que en
pias. A part1r de ese elemento cardinal llamado francés, pero habla la lengua de toda la Tierra
Melodía, levanta Petruccian1 andamios invisibles cuando vuelve al piano y camb1a de tema como
en el aire, senderos en ¡ard1nes aromáticos, no- James Joyce no podía camb1ar de país. y entona
tas llanas armadas de armonías cuya solvencia una composición suya. Tratn, en homenaje al tren
alcanza la gen1alidad de un santo, solfas serenas de Coltrane y una trilogía petrushkalpetruchla-
que de súbito dev1enen torbellinos, brisa, sw1ng némma y sus invenoones p1anísticas parecen, ya
fantástico. a estas alturas, catedrales donde las gárgolas de-
Ya está el espíntu de Art Tatum en la mano VIenen ángeles, los rascaoelos naves que surcan
1zqu1erda petruch1anís1ma, ya se oyen los claros un mar de p1anos mientras la triVIa de¡a de aso-
jazmines: las c1tas de Thelonious Monk, las velo- marse, tímida como una niña tras una cortina en
cidades de Osear Peterson, los ecos gentiles del un cuadro de Balthus, el tema íntimo de Evans,
Romanticismo en piano, una habanera, y la ma- Waltz for Debbte, y el rostro de éxtasis del arcán-
no derecha acanoa las notas como un soplo de gel Petrucoan1 de¡a espac1o a una sonnsa y sus
copos de n1eve.Term1na un pnmer bloque de un dedos ¡uegan y su alma se solaza en lúd1cas ln-
conjunto vasto, a manera de suite con elemen- venoones/travesuras. Petruccian1 confirmó, en el
tos de rapsodia, y en el despegue del segundo piano, la definición mejor de esa bella arte her-
tramo suena, a las 2 1:06, el luminoso esplendor; mana gemela de la Poesía: la Música es el placer
sensual y arrebatado, de esa frase cap1tal de don de compartir: Michel Petruccian1 en México. Cien
Thelon1ous, Round Mtdmgth, y el éxtasis se tien- minutos de aleluyas.
de por todo Bellas Artes. Entramos en segu1da al
universo Ellington: Take a Tratn, del Duque, arre- La jornada, año XIII, núm. 4533, 19 de abnl
bata con su áurea glosada inclusive por sus Sata- de 1997, p. 26.
70 J\ IR ARI)Ifll lt) [ [ 1 l l \
CONClERTO PARA U MAJE TADE Los "SO m1nutos 50" de mús1ca. que eso du-
Aureho Tello ró el conoerto. se completaron con eltnrermez
zo de la zarzuela La boda de Luts Alonso de jeró-
Hay tres razones por las cuales se astste a un con- nrmo Grménez y con el ¿ana? "No puede ser" de
cter-to: por las obras que conotan nuestro tnte- La taberna del puerto de Pablo Sorozábal. Y, por
rés, por los tntérpretes que demandan nuestra supuesto, con la entonaoón de los h1mnos naCio-
atenctón al abordar determtnado repertono y nales de Méx1co y España al puntuahs1mo 1nrcro
porque, stendo el conoerto un hecho sooal, nos de la funoón. El t1empo que me tomó bil¡ar de la
da la oportuntdad de conviVIr con otros aman- galería (o sea del "gallinero" o la ''cazuela" en el ilr-
tes de la mústca. o stmplemente aststentes al ac- got teatral) a la planta ba¡a fue el que tomó Pláci-
to, un momento de dtsfrute alrededor del arte do Domrngo para ofrecer de encore la manosea-
de los sontdos. da Granada de Agustín Lara. ¡De la que me hbr é!
Stn embargo, creo que en el reoente conoer- No de¡ó de sorprenderme que a pesilr de
to ofreodo en el Palac1o de Bellas Artes a los re- tantas med1das de segundad y de tanta puntua-
yes de España las razones fueron exactamente lidad hub1er-a personas entrando a ocupar sus lu-
en el orden 1nverso. Esa m1sma gente que no asiS- gares en el m1nuto 30 o en el m1nuto 40 del con-
te a las funoones de temporada de la OSN es- oerto. qu1zá con la secreta esperanza de que el
taba en Bellas Artes. en pnmer lugar. haoendo rey de España y su Sofía se enteraran de que, de
acto de presenc1a por la connotaCión sooal del todas maneras, habían respond1do a la 1nv1taoón.
conoerto, en segundo, por la atracción que re- Y que otras tantas h1oeran. por lo menos donde
presenta escuchar en v1vo a Pláodo Dom1ngo. yo estaba s1tuado. demas1ado ru1do con sus aba-
qutzá el tenor de ópera más Importante de la se- nicos como s1 estuvieran en una cornda de to-
gunda mrtad de este s1glo (otros d1cen que Pava ros. ¿La mús1ca? En últ1mo lugar. o[ course.
rott1, pero eso es darle curso a una d1scus1on de ¿Aigu1en sabe qué es lo que en realidad les
t1ntes b1zant1nos) y, en últ1mo lugar. por el reper- gusta oír a los reyes de España? ¿Nad1e ha pen-
188
tono 1nclu1do en el programa: un con¡unto de sado que, tal vez, podna 1nteresarles oír la Terce
bocaditos. de chalup1tas. con coctel sonoro de ro sm[onía de Chávez. la Obertura lírrca de Manuel
c1nco de la tarde. donde lo más trascendente eran Enríquez o el Conoerto candela de Gabnela Or-
los fragmentos de óperas de Massenet y Verd1, tlz? ¿O a nadie se le ha ocurndo que una ocas1ón
que Plaodo Dom1ngo cantó con esa solvencia y así puede serv1r para mostrar el n1vel mus1cal de
grandeza que lo han converttdo en el figurón que Méx1co y montar una obra como la Stn{onía de
es, y el Huapango de Moncayo, el cual Ennque los mtl de Mahler; que D1emecke ha demostrado
D1emecke abordó con afectac1ón, pon1éndole que puede hacerla de manera espléndida? Y ya
unos ntardandt ransrmos y rozando los límrtes de que Pláodo Domtngo nunca está en Bellas Artes,
la curs1lería. ¿no ha s1do desperdiCIO tenerlo ilhí cantando un
La parte mex1cana estuvo representada por repertono menor?
los cantantes Ohvta Gorra y Genaro Sulvaran que ¿No se sent1rán los reyes de España, qUienes
respond1eron al reto de cantar ¡unto al gran te- algún conoom1ento mus1cal t1enen. hartos de
nor. Ella en el dúo "Me llamabas, Rafaelillo...'' de la oír una vez más (''ya chole" pero con acento
zarzuela El gato montés de Manuel Penella y él en borbón1co) ''Granada. tu t1erra está llena de Ir n-
"E lu1!.... desso!... .l'1nfante!.. .." de Don Cario de Ver- das mu¡eres", cuando en realidad está llena de
di. Además. cada uno de ellos cantó. acompaña- unas g1tanas feas y agres1vas que a fuerzas qUte
do por la S1nfónrca Naoonal. unos estupendos ren venderle romeros a todo el que se encuen-
arreglos de Dtme que sí de Alfonso Esparza Oteo. tran en su camtno?
a qu1en el autor de las notas al programa, Fran- ¡En fin. ma¡os, que a estas InqUietudes nad1e
osco Méndez Padilla. lo llama con exceso un com- les hará caso! Responderlas debe ser más o
positor "naoonahsta", y de Írwma de Tata Nacho menos como d1scut1r sobre s1 Domtngo o Pa-
(lrndas canoones, pero es como poner el Danu- varottl son la voz del stglo, o st ser cantan es de
bto azul ¡unto a la Inconclusa de Schubert o a la ópera debe 1nduornos a pasamos al género ran-
Cuarta smfonía de Mahler). Por oerto no había chero con naturalidad. o que para halagar a sus
un solo créd1to para el orquestador. pero qu1en- graoosas ma¡estades tengamos que tocarles pie-
qurera que haya s1do se merece un aplauso por zas de ole ole o cantarles "01me que sf. que un
su gran conoom1ento de la orquesta. uno s1m1lar pedazo de oelo tendré" DISCUSIOnes b1zanttnas.
al que le ofrezco a los ¡óvenes cantantes Gorra pues
y Sulvarán por su eficaz desempeño y pof"que
cantaron las canoones populares de¡ando pasar Ttempo Ltbre, núm. 885, 24-31 de abnl de 1997,
todo el texto. p 28.
o \ [ 1 1l l l l 1 1 1
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MEHTA O JÓ L PODIO Y LA FILARMÓNlCA lo: la polca Tnsh-trash de Strauss, el vrenés (antes
DE 1 RAEL TOCÓ OLA habra sonado una obra de Strauss el munrquen-
Pablo Espmosa se). Zubrn Mehta nos hace a todos descender del
v1a¡e berlrozrano (como una part1tura roquera,
Una rmagen en la vrda: el padre que lleva de la pero escnta por un románt1co exacerbado) con
mano a su bebrta: ella aprende sus pnmeros pa- esta preza. La polca tuerce el rabo, p1zprreta.
sos. Suavemente, en medro de un ¡ardrn flondo,
el padre suelta rmperceptrblemente la mano de Delirio por Huapango, de Moncayo
su hr¡a: ella abre los o¡os aún más grandes, mues- Los ¡uegos de batuta de Zubrn Metha la Neta del
tra oerto azoro y un mredo mezclado con emo- Planeta. aseme¡an la baqueta derecha de un ba-
CIÓn gozosa. Ya camrna sola. tensta que hace prruetas con ella entre los dedos,
Una rmagen con musrca. la mrsma con la gracra de una bastonera en pleno Mardr
De la mrsma manera que un padre canñoso Gras. Baria Mehta con la graoa con la que danza-
suelta suavemente la mano de su hr¡a para que ba en el podio Lenny Bernstern y sus sonnsas se
ella camrne sola por entre el ¡ardín flondo de la refle¡an en el sonrdo de una orquesta fabulosa.
vrda, Zubrn Mehta ba¡a, lentas. rnexorables, ambas En medro del ¡úbrlo entre el butaquerío, re-
manos. descrende del podro, camrna hasta el ex- gala una segunda preza: Truenos y relampagos (¡san-
tremo rzqUierdo del proscenro y desde alli ob- tas centellas. Batman!) del mrsmo Strauss con la
serva a su orquesta, la Frlarmón1ca de Israel, que alegría de un centenar de mus1cos magníficos, cuyo
está tocando sola. Ella ba1la sola porte refle¡a por aqur un pnmer contraba¡rsta con
Es el momento final de la grra latrnoamenca estrlo seme¡ante al que tuvrera Chaphn sr hubre-
na de la orquesta rsraeh Es la pnmera de tres pre- ra srdo contraba¡rsta o Arnold Schonberg en el
zas de regalo. Es una apoteosis que queda en la pnmer vrolonchelo. por allá vanas valqurnas en
memona. un solo vrolín.Y Zubrn Mehta sumamente drver-
Es la noche del 20 de agosto en Bellas Artes: trdo suma mente, suma Mehta baileotos trpo bu-
durante una hora drsfrutamos de un vra¡e de opro oco, pasrtos de vals. gentrles bromas compartrdas.
que no fumamos s1no 1nhalamos por los oídos: La fiesta subió todavía más de tono cuando.
Mehta suelta en lo alto la últrma nota de la Srnfo- en perfecto español, anuncro Mehta:"vamos a m-
nra (anrásvca de Hector Berlioz y es el final del tentar tocar el Hu opongo'' y en contraste con las
programa, el tercero consecutrvo en Méxrco. poses de los licenCiados mexrcanos con batuta,
La p1el enzada de todos y cada uno de los es- la tonrca magrstral de estos mus1cos vrsrtantes nn-
cuchas recrbe la pnmera de tres prezas de rega dro una versron fenomenal de esa ¡arochísrma
70 A N 1 V E R A R 1 O [) l L P A L A C 1 O D l BEL LA S A RT E
ción de la belleza de tal canto, el ciego Milton hu- JESSYE NORMAN, HURACÁN DE ÉBANO
biera ¡gua/mente recobrado la VISIÓn.And God sald... EN BELLAS ARTES
Oh m1ghty w1ngs, un ep1sodio de La Creaoón (D1e Jorge Clsneros Morales
Schopfung), partrtura de Franz Joseph Haydn, a par-
tir del texto de John Milton, lleva en su propia enun- La soprano Jessye Norman parece oscilar entre
ciaoón la exclamación 1dónea; oh, alas poderosas. los extremos: en las melodías impresionistas de
Oh, voz tan poderosa. Ah, que es insuperable Ravel su voz es casi Inaudible, pero su Interpre-
la señora Battle. tación a Manuel de Falla es un portentoso hura-
cán; la sensualidad y maJestuosidad de sus movi-
Seis. Gabriel Fauré. mientos contrastan con la mmensidad de su
Después del canto en inglés, luego de la proso- cuerpo, más de 100 kilos de ébano; el gesto de
dia alemana, ahora las enunciaciones en francés: su cara pasa, sin transioones, de la sonnsa gozo-
cuatro piezas bellas de Gabriel Fauré de las cua- sa a la melancolía que sólo la palabra blues pue-
les la primera conv1erte en estatua gnega a la can- de defin1r.
tante: levanta el brazo izquierdo, toca con la pal- Primer recital de Jessye Norman en su segun-
ma de esa mano la confluenoa de su nuca y de da v1s1ta a Méx 1co y el Palaoo de Bellas Artes re-
su espalda y canta la estatua esculpida por arcán- cibe a la cantante nacida en Augusta, Georg1a, lle-
geles un reve d'amour luego del cual (Apres un re- no a tres cuartas partes de su capaodad y con
ve) al abrir los ojos, entornados, Kathleen Battle descuentos de 30 por ciento para que puedan
deja ver en ellos un destello fulm1nante: una chis- adqu1nrse boletos que se ofrecieron a mód1cos
pa de luz que brilla los segundos sufioentes co- prec1os 800, mil, mil 500 pesos.
mo para atrapar; en trance fulminado, la belleza A las 8: 1O de la noche, con luz vespertina
de la noche entera. acorde a los horanos veran1egos, el teatro del Pa-
lacio de Bellas Artes es un av1spero cuyo rumor
Siete. Joaquín Rodrigo. cesa al abnrse la puerta lateral para dar paso a 191
Cuatro madrigales amatorios. Cantar en español la enorme figura de Jessye Norman, enfundada
en Méx1co es más que un detalle generoso de en tún1ca blanca y negra y onta en la cabeza, le-
parte de esta cantante que es un encanto de per- vantando algarabía en la luneta.
sona. A las cuatro p1ezas de Joaquín Rodngo si- Cero desplantes, mín1mos desplazamientos,
guen otras tres, de regalo, en esplendor: el Alelu- una sonrisa casi beatífica, como bote blanco na-
ya, del Exsultate JUblfate de Wolfie Mozart; dando en la obscundad de su cara, la cantante
Ch1qwt.Jta, un juguetito de Obradors, y Tu pup1la espera que se apaguen los ecos para iniciar las
es azul, de Joaquín Turina. Cinco melodías populares gnegas de Maunce Ra-
Nadie ha despertado del ensueño todavía.Vi- vel en forma mesurada y ntmo pausado, haoen-
sitamos durante 120 m1nutos lo perfecto. do gala de dom1n1o técn1co.
Y a la voz sigue el silencio casi completo, in-
La jornada, año XIV. núm. 4727, 1o de nov1embre terrumpido sólo por los carraspeos y las toses
de 1997, p. 28. que, en las funoones de gala, parecen tan natu-
rales a este recinto como la sofist1caoón y ele-
gancia de los asistentes. Osear Chovez
Desde el m1smo 1n1cio el público estaba dis-
puesto a ovaoonar a Norman y. finalizada Le re-
ved de la Mariée, surge tímida una salva de aplau-
sos, rápidamente acallada por los s1seos de los
conocedores. En el escenano, la soprano esboza
apenas una sonnsa comprensiva, m1entras en el
butaquerío una funcionaria cultural discrepa de
la aclamaoón porque, en su op1n1ón, la voz de la
cantante "no llena el teatro".
Varios minutos más tarde la Norman haría
alarde de potencia vocal, pero en la primera par-
te del programa su 1ntenoón parecía la de calen-
tar la atmósfera. A la interpretación de Ravel se-
guiría un segmento de piezas de corte románt1co
creadas por Richard Strauss, aprovechadas para
mostrar el dom1nio de la técn1ca que posee: ca-
pacidad para modular yendo con atingencia de
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tonos agudos a graves; modulaciÓn adm1rable que aplausos y ag1taoón para responder a la cantan-
perm1te apreciar vanedad de registros; pronun- te, quien reapareoó para agradecer la ovaoón de
Ciación preosa que realza la pieza. la mano del sobno, preciso, p1an1sta Mark Markham.
En el m1smo tenor; la vers1ón de Sansón y Da- Como encare, la síntesis del arte de Jessye
llfa de Sa1nt-Saens se refuerza con el énfas1s dra- Norman: un lieder de Strauss y dos vie¡os him-
mático de la obra, para la cual Norman se trans- nos bautistas: He's Got the Power In Hts Hands y
forma en una figura de granito negro que exhala el clásico, conmovedor; Amazmg Grace, tan cele-
al1entos de tragedia, Intensos, prolongados, que brados como coreados por el público, una au-
alcanzan todos los nncones del teatro y ombran dienoa muy diferente en ongen y pos1c1Ón a la
tanto al rec1nto como a sus asistentes. del gospel tradicional, aunque no por eso menos
En el 1ntermed1o menudean los comentarios, entusiasta.
desde el aplauso encendido hasta el esceptiCIS- Para el segundo concierto, el ¡ueves 30, el IN-
mo de un profesor del Conservatorio Nac1onal, BA anunció que se colocarán pantallas g1gantes
qu1en censura la interpretaoón a Strauss por ser en la explanada del Palaoo de Bellas Artes; s1 su
"demas1ado lenta", y asegura que la cantante tie- bolsillo no le permite acudir al interior de la sa-
ne calidad "aunque no tanto como ella sostiene". la, las pantallas son buena oportun1dad para apre-
De regreso a la sala, Norman acude al mo- oar a una cantante Impresionante en más de un
dernismo español alimentado por la tradición cul- sentido.
tural. La compos1oón de Manuel de Falla es la
oportunidad para demostrar la perfecta dicc1ón El NaCional, año LXIX, núm. 24872, 29 de abril de
de la cantante y una capac1dad dramát1ca que la 1998, p. 47.
hace crecer en el escenano hasta reduc1r casi a
nada al imponente piano que la acompaña.
Hac1a el térm1no del rec1tal, la soprano pa-
192 ga tributo a las raíces con la Cantata de John LA MÚSlCA DE BACH SE CONVlRnÓ
Carter; con t1ntes de ¡azz y arreglos propios de EN SONRlSA
la mús1ca contemporánea. La orac1ón b1en po- Pablo Espinosa
dría ser Georgta tn My Mtnd y aunque el ritmo
no tiene síncopa, la melodía t1ene origen, por Así como abre una fior s1 la percepción corre a
supuesto, en el sur profundo de Estados Uni- cámara ráp1da, el estall1do de sonidos pone, a cá-
dos, el de la segregac1ón, cuyo único aliv1o lo mara lenta, el alma a sonreír.
bnnda la lgles1a. Así suena la músrca de Bach, que mueve
Sin ub1carse totalmente en lo popular; es ob- cortinas. Así sonó anteanoche en Bellas Ar-
VIO que las piezas se nutren de la cultura campl- tes, nac1da de una de las orquesta soberanas
rana de Estados Un1dos y el fervor relig1oso de en esa tarea frugal pero frondosa que con-
los afroamencanos. Quizá para corresponder a Siste en colocar sonnsas en los oídos: The K1ng's
ese fervor. la aud1enc1a se deshace en vítores, Consort, agrupamiento 1nglés cuya supremacía
en el repertorio barroco lo t1ene en la cresta de
la ola, nos puso en el fondo del cráter de un vol-
cán. Y la erupción fue delioosa.
The King 's Consort se encuentra en Méx1co
para part1cipar en el Fest1val Internacional Cer-
vantino, poner efemérides inolvidables en "Oc-
tubre, el mes británico", calendario que 1ncluye
act1vidades en otras disciplinas artísticas, y para
ponernos a g1rar en torno del prodig1o: la músi-
ca barroca. Si a esto le sumamos más belleza, to-
do se conv1erte en pleitesía, abalonos en colla-
res de prodigio.
Sucesión afortunada
Dos programas en Bellas Artes, el pnmero de los
cuales consistió en, la noche del m1ércoles. una Ve-
lada Bach: el ocio completo de las Swtes orquesta-
les, m1smo repertorio que llevaráThe King's Con-
sort al Teatro Juárez de la oudad de Guana¡uato,
Jrssye Norman la noche de este sábado. El segundo programa,
70 '\ ·0) DE l\\U ICA EN EL P\LACIO DE BELLA S ARTE
anoche en tanto, ocurnó mo¡ado: partituras cuyos THE HARP CONSORT PRODlGÓ UNA
temas g1ran en el agua. desde la su1te de Las bo- SONORlDAD QUE RECUPERÓ LA BELLEZA
readas (o, me¡or: Las mareas) de Rameau. hasta la Pablo Espinosa
célebre Mús1ca acuática de Handel.
Más célebres aún, las cuatro su1tes orquesta- De cuando se volv1eron a borrar fronteras y la
les cuatro del maese Bach fluyeron [ ...] He ahí mús1ca culta fue otra vez la popular: Y re1na por
que suena a todo tren la orquesta y el paisa¡e se una noche.
vuelve óleo p1ntado por Claude Monet. espalda Desde hace un lustro, el maestrís1mo Andrew-
femen1na lentamente desnudada para depos1tar; Lawrence King, cuyo pareodo fís1co a Elton John
muy suave. un beso, las manos de ella abiertas lo enaltece aún más pues tanto el chaparrit:o autor
para reobir el vuelo lento de un pétalo ro¡ís1mo, de Too Low for Zero como Su Altís1ma K1ng repre-
m1entras una ve1ntena de mús1cos 1ngleses levan- sentan altos vuelos de sus respectivas culturas
tan un estrépito de plumas talladas en ho¡a de la- musicales, inglesa e irlandesa, sobrevuela el firma-
ta: el dulce crep1tar de las maderas, cuerdas, alien- mento musical la excelenCia de un agrupamiento:
tos. sobre el basso continuo, tan esbelto como una The Harp Consort, que brilló en el recientemen-
aurora. del ma¡estuoso clavecín, al centro. Placer.
cuánto placer: Cartelera de The Harp
Cansorr
En suces1ón afortunada, las su1tes completas
de don Juanito Bach transcurneron en orden non
y luego par; es deor: 3-1-2-4, así que la Swte nú-
mero 3 fue. como los Tres pedazos en forma de
pera y todas las tríadas de Sat1e, la manera per-
fecta de abrir boca (¿en bocas cerradas no en-
tran besos?). Bach ¡uvenll, el s1empre fresco Vie¡o
Bach, e¡ecutada su 1nvenoón sonora de manera 193
esplendorosa por magistrales músicos ingleses.
todos ellos portando una sonnsa al esgnm1r sus
CONSORT
Andrrw L.. wrc ncc-Kong, J~ruro r
baile, la dramatrzaoón, la representacrón escénr- La jornada, año XVI, núm. 5437, 22 de octubre
ca, una ludrodad apabullante. de 1999, p. 30.
Juego de abalorios
El programa que puso en estado de encantamren-
to al afortunado públrco que estuvo en Bellas Ar- BAREMBOlM: LA LUCIDEZ DE UNA
tes la noche del mrércoles consrstró en, práctrca- LEYENDA
mente, una brograña del maese Turlough O'Carolan, Lázaro Azar
ese gran pionero casr anónrmo de la músrca que
hoy causa furor en el mundo y que reobe el nom- Este 26 de octubre el Palaoo de Bellas Artes pa-
bre rnmedrato de "músrca celta", pero que en rea- deoó uno de los más estrrctos operatrvos de se
lidad es un caudal de maravillas. Músrca barroca gurrdad que se recuerde. La presencra del presr
rrlandesa sería un nombre aproprado para este dente Zedrllo y del Premro Nobel de la Paz,
JUego de abalorros. Shrmon Peres, en el "Conoerto por la Paz, Mexr-
Vrola da gamba, trorba, cítara, percusrones co 2000", ofreodo por Danrel Barenborm fue la
vanas, garta, voz de ángel y por supuesto el ar- causa, mas no la JUstrficaoón, de tantos atropellos
pa rrlandesa, además de pasos de barle barro- e rncomodrdades que estas medrdas provocaron.
cos, la belleza en metáfora de Molly Bloom re- Los guaruras pululaban por el Palaoo con más
partrda en dos esbeltas músrcas parsanas de famrlrarrdad que muchos de aquellos que dona-
James Joyce: Cartrrona O' Leary prestando su trvo de por medro- llegaban por prrmera vez a
cuerpo a los ángeles que de tal manera por su este recrnto a luor preles y pedrería, asprrando a
garganta se expresaron y la vrolagambrsta Hrlle que los tomaran por"muy cultos y melómanos".
Perl, además de un barlarín-actor-laudrsta, un ¡Ilusos! Las constantes rnterrupoones al conoerto
percusronrsta, un trorbero y el maestro Krng al con sus celulares y localrzadores, así como sus rm-
194 mando. parables toses demostraron que, para desgracra
A las delroas del programa anunoado se su- del públrco habrtual a los conoertos y, peor aún,
maron dos prezas de regalo convertrdas en pro- del propro Barenborm, una horda de nacos y bar-
digro: la obertura a la prrmera ópera peruana y baJanes llegó esa noche a hacerse ver y notar
una partrtura del mrsmísrmo John Paul Jones, que No sé que les molestaba más que baJaran la
es meJor conoodo como baJrsta del vreJO Led luz - ya no los rban a ver- o tener que guardar
Zeppelrn. respeto y ¡srlencro! durante la actuacrón del so-
Fue, el de anteanoche, el segundo capítulo lrsta. Pocas veces este cronrsta ha padeodo tanta
en Méxrco de la carrera de Jones como autor pena aJena ante tantos diletantes como ahora. Lo
de músrca de conoerto. La prrmera ocurrró ha- que sí es seguro es que éste ha srdo el peor pú-
ce pocos años, cuando ese ídolo deambulaba blrco que "se ha drgnado" asrstrr al Palacro en sus
como sr nada por la cafetería del Centro Cul- 65 años de exrstenoa.
tural Unrversrtarro y mrnutos más tarde dos Pasemos a lo artístrco, Barenborm elrgró dos
obras suyas eran eJecutadas en la Sala Carlos sonatas de Beethoven ( 1770- 1827) para la prr-
Chávez por un conJunto de músrca de cámara. mera parte Desde la prrmera de ellas la PatetJ
Cuando Jones agradecró de pre los aplausos del ca, op.l 3 fue evrdente que no estábamos ante
públrco, muy pocos relacronaron el nombre de un pranrsta. Barenborm es más que eso, es un gran
John Paul Jones con el rubro "músrca de con- músrco, poseedor de una de las mentes más lúCI-
crerto" y con Led Zeppelrn. Sólo la memorra ín- das, analítrcas y asombrosas del srglo. ¡Que mane-
trma lo supo ra de conducrr las líneas y de construrr y termr-
En Bellas Artes, el grupo eJecutó músrca tra- nar sus frases! Fue de admrrar la calrdad de su
drcronal de Irlanda que cuando fue escrrta era sonrdo. Aun en el punto más apartado del Pala-
consrderada músrca culta. Hoy, como el rock, se cro, sus pranísrmos más sutrles se perobían "como
supone que es "músrca popular". Sonó, apabu- sr uno tuvrera un CD pegado a la oreJa", según dr-
llante, en un reonto supuestamente "culto". Qué JO alguren que presencró el reotal en la galería.
necedades, eso de encasrllar lo culto y lo popu- Otra de las grandes vrrtudes de su sonrdo es
lar. Sr la belleza era popular y se la apropraron "los su rncesante flurr melódico.
cultos", pues seamos todos nacos Recuperemos ¡Qué manera de hacer cantab1le el adagro de
la belleza, como ocurrró en Bellas Artes. Fue tan la PatétJca1Barenborm es consoente de ello y. por
contundente la vrctorra de la libertad que rnclu- consrgurente, abusa un poco de este vrrtud, co-
srve la señora Samotracra hubrese armado una mo cuando ensanchó notonamente el final de la
consrgna en su ronco y srnuoso pecho· ¡Que vr- Sonata, op.l 09. que poseyó una plastrcrdad - de
va el rocanroooooool! tempo, colando y expresrón- más allá de los JUsto.
70 AÑO DE MU !CA N FL PALAL!() DE BftLA\ ARfE)
D1go esto no en detnmento, al contrario, pocos programa de Barenboim no fue fáol n1 para él n1
pueden darse ese lujo. para aquel público más 1nteresado en retratarse
Celebro el cambio en el programa, decid1do durante el coctel con Peres o con el "preciso"
un día antes de tocar sólo uno de los dos cuader- que en la mús1ca, aunque eso sí, muy sabiondos
nos anunciados de la lbeno de Albén1z ( 1860-1909) y atufados, cacarearan que "Barenbo1m es me¡or
e 1n1ciar entonces la segunda parte con las Tres director que p1an1sta".
ptezos, op.l 1 de Schonberg ( 1874-1951 ). Baren- Ya qu1s1eran muchos directores y pianistas te-
bolm sabía que este tríptico no sería nada fácil de ner la estatura mus1cal de Barenbo1m. Aunque
asimilar por aquel público que mucho paga y po- creo que lo que Barenbo1m quisiera es ser un ar-
co sabe. Qué bueno que no hizo concesiones y tista conmovedor como lo fue Jacquehne Du Pré.
optó por esta obra. Aunque Beethoven haya di-
cho que "es fácil conv1vir con la anstocraoa s1 uno Reformo, año VI, núm. 2147, 28 de octubre de
posee algo que la impresiona", aquí las toses se 1999, p. 1c.
exacerbaron durante esta profunda y cu1dadosa
lectura (literal, la tocó con la part1tura sobre el
piano) de este brahmsiano ocio.
¿Cuándo volverá otro artista del calibre de JUEGOS DE UN DÚO lMPROBABLE
Barenbo1m a cometer esta clase de "osadía"? Oja- José Wolffer
lá pronto. Sólo así el público perderá el temor a
estas "modernidades", que en el caso de lo que
ahora oímos, ya tienen 90 años de compuestas ...
La lucidez mental de Barenbo1m se 1mpuso po-
co a poco sobre la atención del público que al
finalizar lo aplaudió, más por quedar bien o por
asombro ante "la novedad", que por convenci- 195
miento ante la propuesta más valiosa y lograda
del reotal.
He de deor que, aunque mis ideas sobre el
concepto de qué y cómo debe ser la lbeno co-
mulgan más con lo que hace Alicia de Larrocha,
lo que Barenbo1m hizo con el Pnmer cuaderno
(Evocooón, El puerto y Corpus ChnstJ en Sevilla) de
la su1te, me impresionó.
Lo que h1zo no fue lo que haría cualqu1er otro
pianista, sino lo que hace un mús1co con una vi-
sión orquestal del sonido. No olvidemos que Ba-
renbolm grabó en 1986 la orquestaoón de Fer-
nández-Arbós ( 1863-1939) con la Orquesta de
París, y así, como director de orquesta, Barenbo1m
la recreó la noche del 26.
Debussy ( 1862-1918) decía que cuando es-
cuchaba la lbeno "al cerrar los ojos uno se des-
lumbraba ante la contemplaoón de tantas imá-
genes"; y Falla ( 1876-1946) decía que con este
"documento histórico, la Andalucía de tiempos
pasados se hace nuevamente presente al ser con-
jurada a través del lenguaje de la música".Yo di- Horacio Franco y Víctor Flores han logrado un
ría que con Barenboim estuv1mos ante la Espa- comet1do e¡emplar. Su dúo de flauta de p1co y
ña de Sorolla ( 1863- 1923). Su Iberio fue de grandes contrabajo, que de entrada suena inverosímil (dos
trazos y poca atención al detalle, más no descui- instrumentos "antagónicos", en palabras del flau-
dada. Poseyó la esencia. Su mínimo empleo del tista Franco), no sólo es un acierto sino que, gra-
pedal clanficó - tal vez demasiado, en pe~u1oo de cias al compromiso y las virtudes de ambos In-
las densas resonancias armónicas pretendidas por térpretes, ofrece un modelo de la solvencia libre
Albén1z- esta 1ntnncada y ab1garrada part1tura e y cautivante a la que puede aspirar un acto Inter-
"h1zo la luz". pretativo.
Tnono -también de la lbeno- y el Vals del mun- El dúo se presentó el v1ernes pasado en la
do de Chopin ( 18 10- 1849) fueron los b1ses. El Sala Ponce de Bellas Artes con un programa
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compuesto por cuatro bloques de p1ezas, titula- La presentaoón del v1ernes fue organ1zada en
do "Del Med1oevo al danzón". benefioo de La Red Mex1cana de Personas que
Las obras más antiguas fueron ambas del SI- Viven con VIH/SIDA.A. C. Se trata de una ONG.
glo XIV, una del 1tal1ano Jacopo da Bologna y la fundada en 1995 que planea, con los fondos reu-
otra anón1ma: hubo música de Corelli, Vivald1 y nidos, llevar a cabo d1st1ntos talleres a fin de per-
Bach, del gen1al flamenco Jan van Eyck (ca. 1590- mitir que qu1enes han s1do contag1ados puedan
1657). Botes1n1 ( 1821-1889) y Gliere ( 1875-1956). como dice el lema de La Red v1vir "más y me-
entre otros. Cada uno de los bloques culm1nó Jor". Ojalá prosperen y se multipliquen este t1po
con un danzón: Teléfono a larga d1stanoa de Díaz, de esfuerzos y se logren superar algunas de las
Al fin te v1 de Lecuona, Almendra de Valdez y Ne- múltiples dificultades (méd1cas. económicas, so-
reidas de Pérez (el cuarto bloque Incluyó además oales) que enfrentan los enfermos.
otro danzón, el Juárez de Alfonso).
¿Dos Instrumentos "antagónicos" y encima un El Reforma, año VIl, núm. 2180, 30 de nov1embre
ataque de esqu1zofren1a estilística? No hay que de 1999, p. 3C.
1rse con la finta. Franco lo d1jo al terminar el con-
cierto: se trata de plasmar "la universalidad de la
música", de mostrar cómo el músico que se preo- YA ERA HORA, SEÑORAS
cupa por aprehender la sustancia de lo que toca Juan Arturo Brennan
puede abordar con éx1to d1st1ntas vertientes. Y
ofrecer un neo cale1doscop1o mus1cal que, sin em- En este país de machmes y de profunda desigual-
bargo, no es una suces1ón azarosa de p1ezas s1no dad sexual en el que, a estas alturas de la hlsto-
un todo ensamblado: cada uno de los bloques na, las 1nst1tuoones polít1cas, JUrídicas, rellg1osas,
const1tuye una ponderada su1te de épocas y es- educat1vas, profesionales, etcétera, se ded1can con
tilos, y s1 se pasa con tanta naturalidad de una singular ahínco a seguir conculcando los derechos
obra a otra (y prácticamente s1n pausa, como su- de la mujer; es bienvenido cualqu1er gesto o ac-
196
cediÓ el viernes) se debe a que dichos tránsitos ción que t1enda a contrarrestar este vergonzoso
operan un fino balance entre afinidad y contras- estado de cosas. En este sent1do, la Orquesta S1n-
te. Concluir cada bloque con un danzón es un fón1ca Naoonal aporta su pequeño, pero s1gn1fi-
ac1erto y un buen eJemplo para qu1enes aún di- cat1vo grano de arena, al proponer para su pn-
vorcian lo "popular" de lo "clás1co". mera temporada del año 2000 una programaoón
Todo lo antenor valdría poco -o bastante basada en la obra de una compos1tora en cada
menos- s1 no se tratara de excelentes intérpre- uno de sus conoertos. No hay aquí el espaoo n1
tes, coord1nados y atentos el uno al otro. Fran- el tiempo sufioentes para exam1nar la presenoa
co es sorprendente: Juega a la mús1ca con la sol- de las compositoras a lo largo de la h1stona. o su
tura de qu1en fundamenta la más absoluta ausenoa fiagrante en el d1scurso mus1cal habrtual
espontaneidad en un conoomiento hondo y pa- de México: para lo que sí hay t1empo y espaCio
ciente. Sabe tornear una frase para extraerle in- es para afirmar que una rev1s1ón amplia del ám-
crelbles réditos expresivos (pero nunca sensible- bito de la mús1ca en nuestro país perm1t1rá cons-
ros): SI se otorga grandes licenoas de tempo (el tatar que las obras de las compositoras no tie-
pnmer prelud1o de Bach v1ene a la mente), por nen presencia cot1d1ana en las programaoones y
eJemplo, es porque sabe hasta dónde llevarlas que, cuando aparecen, da la 1mpres1ón de que se
s1n romper la coherenoa del d1scurso. Ya para trata, literalmente, de taparle el OJO al macho, mas
term1nar con el elogio: 1nvolucra los dist1ntos pa- que de Integrarlas de manera orgán1ca a nuestra
rámetros mus1cales (ntmo, armonía, art1culaoón. VIda mUSICal.
afinaoón, t1mbre, etc.) en un acto recreat1vo que El caso es que la S1nfón1ca Nac1onal ha co-
se propone dar v1da e 1mag1naoón pero tamb1én menzado a explorar metódicamente la contn-
estructura a la música. El contrabajo de Flores bución de algunas composrtoras de d1versas ge-
tuvo la d1fíol encom1enda de c1mentar este des- neraoones, estilos y lenguaJes, con un énfas1s par-
pliegue sonoro y corresponderlo: s1 b1en no se ticular en el s1glo XX. S1 los dos pnmeros con-
le escuchaba muy suelto durante la primera mi- Ciertos de esta sene pueden ser extrapolados
tad del conoerto, la segunda perm1t1ó apreoar para una v1s1ón de toda la temporada, pareceria
su sent1do de conducoón armón1ca y su prop1as que, después de algunos trtubeos en sus progra-
VIrtudes expres1vas, por ejemplo en la endemo- maoones, la OSN d1o en el clavo y ha logrado
niada Arabesca para contrabaJO solo de Hans Fn- una propuesta mus1cal realmente atract1va. En el
ba ( 1899-1986). (Para los Interesados, Qulnde- pnmero de los conoertos de esta sene, baJO la ba-
om sacará a la venta la grabaoon "Del Med1oevo tuta de Jesus Med1na, la S1nfón1Ca Naoonal Inter-
al danzón" en estas fechas.) pretó Patios, de la composrtora mex1cana Gabne-
70 ANO l l l\ \ U '-~ 1 ' 1\ l N E l lACIO 01 Bl:l LA ARTE
la Ort1z ( 1964) Surg1da de una v1s1ón personal pena acercarse a Bellas Artes para escuchar a las
de Ort1z sobre la depurada arqu1tectura de Lu1s compositoras. En los prox1mos conoertos habrá
Barragán, y basada en una obra p1anística prevta, mústca de Ltbby Larsen, Thea Musgrave, Alic1a
Pat1os es una pteza s1nfón1ca serena, mesurada, Urreta y Marcela Rodríguez.
y contemplativa, Interesante no sólo en sí m1sma y
por sus prop1os aportes, s1no tamb1én por la po- La jornada, año XVI, núm. 5561, 26 de febrero de
Sibilidad de comparar su dtscurso austero y trans- 2000, p. 20.
parente con la htperactiVIdad y los compleJOS en-
tramados sonoros que caractenzan la músiCa mas
rectente de Gabnela Ort1z. Corr '"CI el
~
Hay en Pat1os. JUnto con los at1sbos de una conatrto S JÓ' rnes
composrtore
personalidad mus1cal propta, elementos que alu- \'\ 1
l l· ' l 1 \ .1 1
den todavía a las 1nfluenc1as reob1das en la etapa
Se" 10\ ene' tnmpo'llorc' mc'IC~nu'
de aprendiZaJe y fogueo, sobre todo en el cam- t·on la Orqut''ll hiMmiHIICJ
de 1~ ( 111dJd de \lr'.ln>
po de la armonía; hay. as1m1smo, una transparen- 'k-<r-lf"f
~OI'J!t
, ...,.~ \l<irWt .....,
cia notable en la escntura y una orquestaCIÓn con l tt,_t,&tlU
197
Cierto para v1olín de la compos1tora estadouniden-
se Ellen Taaffe Zwilich ( 1939). Considerada una
de las voces más sólidas e 1ndiv1duales de su ge-
neraoón. Taaffe Zw11ich at1ende con pulcntud a CON EL SAXOFÓN DE D'RlVERA, VOLVlÓ EL
las cuest1ones formales, t1ene un senttdo muy só- JAZZ A BELLAS ARTES
lido de la 1nstrumentaoón. y ha desarrollado un Pablo Esp1nosa
lenguaje en el que la modernidad no está reñtda
con oertos apuntes neoclásicos. Con la puesta en vtda de una mústca saxual, es
Su Conoerto para v1olín es un buen compen- deor; nacida del sax de Paqu1to D'Rtvera, en ho-
dio de estas características suyas, y es una obra menaje a dos clás1cos del stglo XX, George Gersh-
en la que la compositora ha optado, ante todo, win y Ernesto Lecuona, autores a su vez de obras
por una expresiv1dad intensa y sostenida, parti- sensualérnmas, cataratas de son1do en piel mo-
cularmente en el mov1m1ento central. Hay en el rena, el jazz volvió al Palacio de las Bellas, bellísi-
conoerto de Taaffe Zwilich una referencia tnten- mas artes.
ctonal y ev1dente a Bach, pero el oyente atento
puede hallar tambtén alguna sombra mahlenana
y una cunosa y reiterada referencia 1nterváhca a
Bruckner. Esa cualidad expres1va de la obra que
1mpactó a muchos de los oyentes, fue cnt1cada
por otros en el sentido de la ''falta de moderni-
dad" o de una "ausenoa de vanguardia".
S1 bten es oerto que el Conoerto para v1olín. de
Ellen Taaffe Zwihch, no rompe barreras de lengua-
Je n1 ofrece hallazgos stngulares. sí es una obra só-
lida, atract1va, poderosa, comuntcattva. e tnconfun-
diblemente de nuestro t1empo. En su ejecuoón, ~
Stephan1e Chase demostró ser una vtoltntsta de E
pnmera, con un son1do lleno y potente, un fraseo 3e
neo y una tntutoón mus1cal finamente balanceada. B
Asl, aunque la Stnfóntca Naoonal, mostro en D@
estos dos conCiertos algunas carenoas en oer- .:::
tas secoones y primeros atnles, vale mucho la j Poquno D'Rivero
7O A N 1 V E R ) A R 1 O ) f L 1 A L A <.. 1 () l) L l\ E l l A \ A RT f S
H acía. ay. tantísimos ayeres que el ¡azz no apo- ba¡o vientre tomando forma de contrabajo eléc-
sentaba sus asentaderas portentosas en ese edl- trico, hor~zontal. Lecuonerías t1ene a b1en llamarle
fioo de marmomerengue, que el retomo no podía Paqu1to a este muchrto de placer; 1mprov1sac1ones
ser más emot1vo, d1sfrutable. Pnvileg1o. Fue mer- ¡azzíst1cas a los temas que nos mueven los más
ced al s1gno del Fest1val del Centro H1stónco, cuyo ba¡os y elevados 1nst1ntos, los temas de Lecuona
ángel es la excels1tud, que esa mús1ca libémma tan fam11iares y tan ínt1mos, tan untados en cari-
puso a ondular caderas. menear los portamen- cias a la p1el. ¡Ah, dioses yorubas, cuantís1mo placerl
tos 1ntenores, extenores, pronunciar protuberan- Una música que avanza con vaivén de hama-
Cias con su dulce andar de hamaca. ca. Caderas femeninas en rotundo estrépito de
La me¡or orquesta del país. la Filarmón1ca de p1el entre la br~sa cálida de la lira y el bongó. Al
la Ciudad, ocupó el que es considerado máx1mo redoble del t1mbal responde el llamado del lati-
foro cultural de Méx1co. d1rig1da esta vez por el do de la sangre en cada síncopa, cada requ1ebro
cubano Gonzalo Romeu. qu1en comenzó la can- de danza 1ntenor. Suena el sax de Paqu1to D'RI-
dente velada con una vers1ón sorprendentemen- vera, pulsa el clar~nete y ese simpát1co ameniza-
te cool de una part1tura ard1ente por naturaleza: dar de chistoret es se convierte, por obra y gra-
Un amencano en París, de don jorg1to Gershw1n, Cia del son1do, en atemporal, h1ératico encantador
acusando algunas des1nfladuras, c1ertos resbalo- de serp1entes. artesano escultor de la l1b1do.
nes en el balance entre las secoones de metales Luego de esa obra clás1ca del s1glo que aún VI-
y de cuerdas. costuras v1s1bles en los Instrumen- vimos, es decir, el siglo XX en la numeraoón glo-
tos de alientos-madera. baltfóbtca, y que t1ene nombre de mujer: Stboney.
La batuta de Romeu se Ojulietó no obstante en la voz de Branda Felioano, en voz del sax D'RI-
en cuanto sonaron los primerís1mos compases vera, en voz ag1gantada por el Coro Pro Mús1ca
de la s1gu1ente obra en el programa, que Incor- desde María la O, la p1eza de regalo fue una de las
poró a la escena se1s mús1cos de n1veles Interpre- más Bellís1mas Artes: una compos1oón que, bro-
tativos cas1 cósm1cos: la cantante puertornqueña meaba un poqurto Paqurt:o,''la compuse con la ayu-
198
Brenda Feliciano. una leyenda ella m1sma; Paqul- da de un mús1co que es brasileño aunque muchos
to D'R1vera con su sax y su qu1nteto de Jazz. El dicen que es alemán: Joao Sebast1ao Bach. Algunos
título que Romeu y Paqu1to pus1eron a esa obn- le d1cen joanz1nho, o Yoanziño". Sonó lo que sólo
t a es sólo un referente: De Porgy and Bess y otras es pos1ble creer que suena cuando uno está con
mústcas, porque lo que sonó fue la expresiÓn más los o¡os en blanco, acaba de rug1r com o león, y
acabada de la cachondería. suena una mús1ca de p1el morena arre¡untada a la
ln1c1a Paqu1to con un poqu1to de espasmo del güero Bach: una fuga, un ar~a, un contrapunto,
placentero que penetró, una vez que la prepara- las delicias de la música de Bach, que naoó el día
CIÓn lúd1ca del acto amoroso estaba cumplida, que naoeron todas las flores, entrep1ernada con
hasta lo más hondo de la más profunda p1el: en el poderío sexual de la música morena.
clarinete. el tema 1ntroductor1o de la Rhapsody tn ¡Ah, que ha vuelto el ¡azz, dulce alegría de los
Blues (nombre correcto y no el gazmoño Rapso- hombres!
dta en azul)para entrep1ernarlo ensegu1dita con
temas cubanís1mos. La jornada, año XVI, núm. 5591,27 de marzo de
He ahí, mortales, la del1oa de la síncopa. he- 2000, p.30.
nos aquí en el éxtasis de la mejor metáfora de la
cópula, que es el acto mus1cal por excelenoa.
La segunda parte de este conoerto. t1tulado
Gershw1n-Lecuona, fue una suma de clímax. Bren- OFREClÓ RAFAEL FRÜHBECK UN GRAN
da Felioano, con el apoyo del tenor Ale¡andro BANQUETE MUSlCAL ESPAÑOL
Coreño, emprendieron dos escenas de María la Fernando Díez de UrdaniVIa
O. ese monumento mulato que en las enoclope-
dias es tachada de zarzuela. pero que en la rea- Entre los naoonalismos musicales. quizás el más
lidad se enclava en las delioas de ese apartado paradÓJICO es el español. Intensamente mundial
mus1cológ1co profanamente clas1ficado como Sa- como fuente 1nsp1radora; permanentemente cons-
brosuras. Qué otra cosa s1no mús1ca sexual es la treñido como repertorio de conoerto. No es ha-
danza. contradanza. la cadera vibrante. el cuerpo bitual la 1nclus1Ón de partituras h1spanas en los
enh1esto de la mús1ca clás1ca cubana. programas de las grandes s1nfón1cas n1 los gran-
Ah. pero faltaba la parte más caliente del con- des solistas. Cuando pensamos en Isaac Albéniz
oerto, el punto donde los gem1dos de placer se tenemos que pensar en Alicia de Larrocha. y cuan-
conv1erten en rug1do de león: un poqurto de Pa- do evocamos a Joaquín Tunna, su recuerdo vie-
qulto, un muc.h1to de placer en sax, en sex con ne asoc1ado a orquestas de su país.
70 J\¡ ) Dl f\\USICA L ll 1 ~LA<..I<..) I)E HELLA ARf E
Cuest1ones que tienen razón de ser. Al mar para demostrar su persistente cond1oón de villa-
gen de todo chauv1n1smo, España para los espa- melena, al fin de la p1eza una buena parte de la
ñoles y Méx1co para los mex1canos. Pocos des- concurrenoa prorrumpiÓ en aplausos.
trozos tan flagrantes de la Smfonía tndta de Chávez, El tan llevado y traído Conoerto de AranJuez,
como el que cometía Leonard Bernste1n con la encomendado al gu1tamsta José María Gallardo,
Fllarmon1ca de Nueva York y, con todo el deb1do pasó s1n pena n1 glona. M1entras escuchaba el Im-
respeto. la /berta en manos de Aldo Ciccolin1, era pecable son1do del Instrumento, más cercano al
una /berta aoccolinada. metal que al teroopelo, me puse a pensar en Ye-
Con esto qu1ero deor que qu1enes as1st1mos pes, en Alino Díaz, en Manuel López Ramos, nues-
al Teatro de Bellas Artes para escuchar a la Or- tro aunque haya nac1do en Argentina, y no pen-
questa Naoonal de España ba¡o la batuta de su sé en Segov1a, porque hub1era s1do cas1 un
director tan em1nente como emérrto, Rafael Früh- sacnleg1o.Todos ellos art1stas que han sacado de
beck de Burgos, lo h1omos con el afán de escu- la gu1tarra lo me¡or de su expres1v1dad. El direc-
char mús1ca española salida de su entraña, algo tor fue verdadero maestro del equilibno sonoro
así como saborear ost1ones en su concha. y creo que la mayoría nos quedamos con las ga-
Le¡os de ser parche, la presenoa de Ravel en nas de que tan buen acompañamiento fuera mar-
el programa redondeaba su esenoa h1spán1ca, no co de me¡or sol1sta.
sólo porque el compos1tor francés fue un vasco El Conoerto para vtolín de Rodolfo Halffter; es-
del otro lado de la frontera, SI no por el abolen- trenado por Samuel Dushk1n y Carlos Chávez en
go de su Bolero, ntmo cuya 1nvenoón - 1nsp1rada 1942, y desde entonces d1fund1do por Henryk
en la segu1d1lla se ha atnbu1do al bailarín del SI- Szeryng, es una obra donde se concentran las
glo XVIII Sebast1án Cereso, aunque tamb1én se esenoas hispanas, fecundadas por 1deas y proce-
d1ce que v1ene de las danzas g1tanas en cuyo ves- dimientos que arrancan de Johann Sebast1an Bach
tuano había unos adornos de pasamanería llama- y pasan por Arnold Schonberg. Era obv1a su pre-
dos boleras y, por SI fuera poco, Estébanez Cal- sencia discordante en el programa, y a lo largo 199
derón nos habla de que su nombre prov1ene de de la e¡ecuoón me preocupé por su resultado
otro supuesto 1nventor: el caballero sev1llano An- ante el público. El aplauso no desmereciÓ un ápi-
tón Boliche. ce, con lo que se puso de man1fiesto que la obra
Frühbeck confirmó una vez más su excelen- de Halffter se va 1mpon1endo conforme el tiem-
Cia. H1zo patente su entendimiento con la orques- po pasa, y que la versión del v1olin1sta Víctor Mar-
ta, a la que transmite el ngor de la parte sajona tín, pnmer concertino de la Orquesta Naoonal,
de su sangre y al m1smo t1empo herv1dero de su fue conv1ncente y estuvo adornada por un soni-
poroón castellana. Al escuchar sus InterpretaCio- do robusto y un despliegue línco prop1o de los
nes, resultaba claro que la mús1ca española, en me¡ores solistas.
part1cular la de espíntu andaluz, debe estar más El obstmado Bolero, en el que, según bello
próx1ma a la pas1ón conten1da y al "alma de nar- concepto de Alfonso Reyes, Ravel ofrece "un
do del árabe español" que menoonaba Manuel solo asunto, contemplado con 1ns1stenoa", y da
Machado, que a los excesos de tablado flamen- "una sola moneda, Intensamente grabada", fue
co constru1do en Hollywood. la apoteos1s de la mús1ca y de la orquesta, aunque
Se pudo apreoar esa cualidad sobre todo en entre los mstrumentos sol1stas haya sonado
la surte de El amor bruJO procedente del ballet don- por allí un trombón mus1tadamente pecami-
de Manuel de Falla, sobre libreto del dramaturgo noso.
Gregono Martínez S1erra, demostró de una vez Final prev1s1ble: orgía de nostalg1a con Grana-
por todas que no era un copista de temas grtanos, dos y de fiesta con Glménez, en los dos generosos
s1no "un poeta de la emoc1ón española", como di- b1ses ex1g1dos por el público.
JO el crít1co Jean-Aubrey. Por oerto, m1entras en la
orquesta madnleña crecía el frenesí de la Danza
ntual del fuego, desde m1 estómago me fue subien- El Umversal, año LXXXIV. núm. 30277, 15 de sep-
do la angust1a de lo que 1rrem1siblemente ocumó: tiembre de 2000, p. 2F.
70 ANO) LJ[ t\tUSIC \ 1 N ll 1 \1 A( 1() l)f 1\E l L \) \1 T 1
2001-2004
JOSÉ ANTONlO ALCARAZ OBTUVO LA n1dad artíst1ca de Méx1co, conformada por cole-
MEDALLA 2001 DEL lNBA gas, adm1radores y d1scípulos que rebasaron la
Ana Maria Longi capacidad de la Sala Manuel M. Ponce, a pesar de
que en el foro pnnopal se estaba presentando
La pres1denta del Conaculta, San Bermúdez, ata- La Guelaguetza - tamb1én con un lleno total- an-
VIada con un v1stoso sombrero mult1color de car- te el gobernador de Oaxaca,José Murat, San Ber-
tón, le prod1gó m1mos. El director del INBA, lg- múdez (qu1en ágil se desplazaba de una ceremo-
naoo Toscano, con un disfraz s1milar; sostuvo en nia a otra) e lgnaoo Toscano.
cuclillas- el m1crófono por el cual José Anton1o Al entregarle al homenaJeado la medalla,Tos-
Alcaraz improv1só frases acentuadas con lágrimas, cano externó: "El INBA creó esta medalla para
durante 40 m1nutos. Aquello - aclararon- era un reconocer la plen1tud de los grandes art1stas, Jo-
homenaJe naoonal, sólo que disfrazado de quer- sé Antonio, nuestro quendo José Anton1o, te gus-
més, pues sólo así, ant1solemne y fest1vo, el criti- te o no te guste, eres parte del Palacio de Bellas
201
co aceptó recib1rlo. Artes. Sé que te va a gustar que te diga que eres
Así que no hubo más alternativa que as1stir parte de nuestra histona. Qué bueno que estás
anteanoche al Palacio de Bellas Artes con vesti- aquí. Te queremos y te necesitamos".
menta alegre e Informal, pues sólo de esa mane- San Bermúdez agregó: "Yo tamb1én qu1ero
ra -entre bromas y juegos-, el escritor; musicó- decirte, José Anton1o, que estamos todos aquí
logo, pedagogo y penod1sta, diJO "sí" a la Medalla porque te queremos, y esto es lo más Importan-
al Ménto Artíst1co 200 1, otorgada por el INBA. te .Te adm1ramos, y hemos aprend1do mucho de
Sólo así, el alumno de José Pablo Moncayo, t1 a lo largo de nuestras vidas. Lo ún1co que te
Otto Mayer-Serra, Dan1ei-Lesur; P1erre W1ssmer; puedo deor en este momento, es graoas por ser
Pierre Boulez, Bruno Maderna, Gordon Kaember parte insustituible de la cultura de México. Lo úni-
y Ghed1n1, aceptó -muy enfermo y sosten1do por co que deseamos es que te s1entas muy bien el
una silla de ruedas- los amorosos empeños de día de hoy y por s1empre, y queremos que nos
un selecto número de exponentes de la comu- aceptes esta bellís1ma medalla deiiNBA".
Ahí se encontraban tamb1én Román Revuel- De Alcaraz. están por salir Verd1 cuando era ni-
tas y Ed1son Qu1ntana, qu1en a v1olín y p1ano In- ño y la antología Cuentos de m1 otra abuela.
terpretaron la Sonata para v1olín y p1ano, de Car-
los Chávez; Nad1a Stankov1tch, al p1ano, Interpretó Excélstor, año LXXXV. núm. 30682, 12 de agosto
Galopa Méx1co. de Ángela Peralta. Se escuchó de 200 1, secoón C. pp. 1, 3.
además un emot1vo mensa¡e de Armando Pon-
ce, de la rev1sta Proceso. Entre bromas y ¡uegos,
actuaron para José Anton1o, Eva María Rub1nste1n,
Lázaro Azar. Héctor Anaya, Lu1s Reyes de la Ma- TRlBUTO A MANUEL ESPERÓN
za, Carlos Pneto, Serg1o Vela e lgnac1o Casas. "Doy EN BELLAS ARTES
graoas a D1os por haber naodo en Méx1co. Por Em11io Morales Valentín
estar ahora aquí, reob1endo el canño de ustedes.
Graoas, San, graoas, lgnaoo, grac1as, Rodolfo Halff-
ter. graoas, Moncayo, graoas, Carlos Chávez. Gra-
Cias a los que me dan su mano am1ga", agrade-
cía una y otra vez José Anton1o Alcaraz, m1entras
de¡aba flu1r las lágnmas. Igualmente, pronunoaba
nombres de personas am1gas desconoodas pa-
ra los ahí reun1dos- a qu1enes con palabras Im-
perceptibles bendecía, por ayudarlo con tanto
canño y paoenoa en estos momentos de salud
quebrantada. "Graoas", repetía una y otra vez,
aunque en un momento dado reacoonó con su
hab1tual humonsmo: "Grac1as a D1os, estamos
202 aquí chinga y ch1nga. como la mosca".
José Anton1o Robles Cahero diJO al refenrse
a Alcaraz, que el espeoalista de 62 años estud1ó
en el Conservatorio Nacional de Mús1ca. en la
Schola Cantorum de París, en el Conservatono
Marcello en Venec1a y en el Centro de Ópera de
Londres. "Ha dedicado su v1da a la danza, al tea-
tro y a la mús1ca de manera Simultánea, y cola- La sooedad de mús1cos ¡ubilados y pens1onados
borado en rev1stas, penód1cos y programas de de Bellas Artes le nnd1ó un homenaJe a Manuel
rad1o. así como en la UNAM, el FIC y otros fes- Esperón, por sus 70 años de v1da profes1onal, en
tivales. De su traba¡o como director teatral, po- los que mus1calizó los éx1tos más Importantes de
demos otar: Y sm embargo se mueve, La esfinge cantantes, como Pedro Infante y Jorge Negrete.
de las maravtllas, Ejemplares, Corazón de melón, S1- El evento se llevó a cabo la tarde de ayer. Des-
que1ros está aquí y En su mtrada. de temprana hora. el lobby del Palaoo estaba lle-
El d1rector de orquesta Ennque D1emecke In- no, apenas y se podía cam1nar.
terpretó ReffextOnes para v1olín so/o, de Manuel En punto de las 12 horas la puerta que da
Enríquez, y atav1ado con un gorrito rojo, expre- acceso al teatro se abrió y comenzaron a pasar
só: "Creo que José Anton1o ha s1do un hombre am1gos e 1nv1tados del homenaJeado. entre los
muy valioso por su destreza, por no tener pelos que destacaron Paloma. la v1uda de José Alfredo
en la lengua, por ser s1empre una persona fantás- J1ménez. y Ale¡andro Algara, quien dijo: "Lo que
ticamente honesta. Creo que a todos nos dio pa- están haoendo con el maestro Esperón es muy
los y a todos nos h1zo polvo algunas veces con mereodo, pues no cualqu1era ha traba¡ado como
sus crít1cas. Crít1cas que en ratos medio nos mo- él en benefic1o de la mús1ca mex1cana".
vía el tapete o nos destruía; empero, con la que M1entras la gente llegaba a su lugar. el maestro
nos obligaba a aprender lo que creíamos domi- Esperón observaba detenidamente qu1énes esta-
nado de por v1da.José Anton1o, entonces, nos en- ban ahí. Desde uno de los balcones pnnopales del
señó a muchos a d1scern1r entre el orgullo y la teatro de Bellas Artes, Manuel todavía se dio tiem-
realidad 1ncuest1onable. Independientemente de po para saludar a quienes se acercaban a él.
esto, yo tamb1én reconozco en él al ser humano S1n embargo, cuando el reloJ marcó 40 m1nutos
canñoso y a esa figura de padre enorme y sab1o, después del med1odía, la sala guardó silenoo para
qu1en al m1smo t1empo que Jala las ore¡as, ama y escuchar la pnmera canoón: Amoroto corazón. s1n
protege el lado bueno de sus hiJOS. Así s1ento a duda uno de los arreglos mas Importantes en la
José Anton1o, am1go quendo de hoy y de s1empre' '. carrera del homenaJeado.
70 ANO DE MU ICA N f l PALAC'JO DF BFlLAS ARTf)
En lo que fue la pnmera parte del concierto nadas en Cuba, España y Veracruz rindió la me-
tamb1én apareció Susana Zabaleta, de la mano moria del planeta a don Agustín Lara Aguirre y
del propio Esperón, para 1nv1tarlo a tocar el pia- Pino ( 190 1- 1970). en su cumpleaños cien.
no m1entras ella cantaba Lo muJer del puerto. Durante dos horas, el fasto rindió momentos
Al término de esa canción, el público ovacio- de brillantez por 1gual que lagunas de festival de
nó de p1e al maestro, que vestía traJe obscuro en fin de cursos. Empero, la poesía y la mús1ca del
combinaoón con su clásica boina. La emoción lo homenajeado. ojo meneado, coronó en todo mo-
invadió, pero eso no impid1ó que pronunciara al- mento y dotó de sent1do a la fiesta entera.
gunas palabras. El gen1o del flaquérnmo de orégano se es-
''Graoas, de verdad. No saben lo feliz que me canció en la sala pnnopal de Bellas Artes con un
siento de estar aquí, disfrut ando de su compañía. montaje cuya sucesión de claroscuros lucía la al-
Como se podrán dar cuenta, todavía toco el pia- ternancia de figuras en paralelo al agua tibiecita
no muy b1en, no tengo nada, n1 artntis - recapa- que fluía en todo momento con los versos del
cita- , bueno, sí tengo algo: hambre", con eso la tremendo flaco áureo. Un texto declamado por
gente soltó la carcajada y el director de la orques- Susana Zabaleta, qu1en cumplió tareas de maes-
ta, Jorge Ortiz Ortiz, dio instrucciones para con- tra de ceremon1as y cantante. ofrecía un esbozo
tinuar con la actuaoón espeoal del v1olin1sta Jo- de histona o guión entre lugares comunes y al-
sé de Jesús Cortés. gunos aoertos, mientras tomaban el m1crófono
En seguida, siguió Luis María Bilbao, con No- María Victona, Ramón Vargas, Ela Calvo, Luz Ca-
che plateado y Flor de azoleo. sal y Tan1a Libertad.
El tenor Mauro Calderón tamb1én partiopó
en este homenaje, cantando M1 conñ1to y Cortos El teatro se vino abajo
de amor. A la lista mterminable de lugares comunes re-
A lo onllo del mor y Amor con amor se pago es- petidos hasta el cansancio respecto de Agus-
t uvieron a cargo de Salvador Macías. tín Lara en abono de una leyenda que como 203
Uno de los aplausos más emotivos fue el que toda aquella que se precie de tal es Inapren-
la gente le ofreoó a la Orquesta del Ejéroto y sible, se añadieron más epítetos la noche del
Fuerza Aérea Mexicana, por la interpretación de domingo en Bellas Artes: " los pecados de La-
un popurrí que simplemente llamaron Esperón. ra", "maestro del arte de la seducción", "aman-
Antes de conclu1r la pnmera parte de este te del lino y de lo blanco", " impecable pero no
recital, Manuel Esperón volvió a aparecer en el s1n pecado", "su manJar predilecto eran los la-
escenario, donde Salvador Macías, Jacobo Moret bios de la amada, aunque nunca fuera la mis-
e Ignacio Toscano le hicieron entrega de un re- ma", "la mús1ca de Lara despierta la lujuria".
conoCimiento a su labor artíst1ca. Pasu.
En la segunda parte, Manuel escuchó desde La segunda canoón en el programa fue uno
su lugar melodías como Caculo, Cuando qwere un de los momentos mejores de la noche: Lo que so-
mex1cono, Aunque lo qweros o no, El chorro mexi- mos, una rareza si se toma en cuenta el horizon-
cano y una serie de valses mex1canos. te sesgado que a pesar de la apariencia se t1ene
Por supuesto que toda la mús1ca y los arre- de un autor que es mucho más que los temas re-
glos que se ofrecieron la tarde de ayer pertene- currentes. Una de las meJores voces en la esce-
cen al talento de Manuel Esperón. na operística del mundo entero, la de Ramón Var-
gas, eslabonó esos verso s inaugurales de una
El Un1versol, año LXXXVI, núm. 30675. 22 de oc- noche finamente bella. "Somos un camino/ so -
tubre de 200 1, p. ISE. mos tan 1guales 1 soñamos lo m1smo/ pensamos
lo m1smo/ decimos lo mismo". Más adelante, el
tenor cantó Granada. durante el segmento dedi-
cado a lo que es conocido ya como "la suite es-
LA POESiA Y LA MÚSlCA DE AGUSlÍN pañola" del nacorro, Orooón Canbe, tamb1én de la
LARA OlERON SENTIDO A LA FlESTA 1nspiraoón del flacuncio dórico y un dúo de en-
ENTERA EN BELLAS ARTES sueño con María Victo na: "yo nací con la luna de
Pablo Esp1nosa plata, rumbero y jarocho, trovador de veras y me
fu1 lejos de Veracruz" . Pero el momento de ma-
Con el esplendor de María V ictoria, la voz de Ra- yor exquisitez musical fue un danzón cantado por
món Vargas, la maestría en el beot del danzón de este tenor de antología con arreglo orquestal de
Arturo Márquez y una danzonera jarochísima, Arturo Márquez.
culm1nó en el máx1mo recinto cultural del país el El homenaJe a Lara el flaqu1llo s1n fleco en Be-
homenaJe Int ernacional que durante 1ntensas JOr- llas Artes devino homenaJe a otra de las figuras
70 A N 1 V ~· R A R 1 O D E L P A L A C 1 O D f B E L L A S t\ R f E S
Omoro Porruondo
Noche de nostalg1a, noche para recordar a Qué le vamos a hacer (otra de María Teresa 205
los que, seguramente y aunque algunos muertos, Vera) sonó y el ntmo y los aplausos subieron de
"estuvieron en el proscen1o" acompañando a La tono. La 1mpotenoa era no poder ba1lar. Pero ella
remo del f¡lin, como Ernesto Duarte, Euseb1o Delfin; lo h1zo por todos al regalar unos lerdos pas1tos
María Teresa Vera- "la pnmera trovadora cuba- a la par de su tresero Gllberto Ov1edo, Lo Portilla.
na" , George Gershw1n, Osvaldo Farres, Dáma- La dama se tomó un receso, que cubnó de
so Pérez Prado, Agustín Lara y M1guel Matamo- marav1lla el trompetista M1guel Valdés, con unos
ros, entre otros. solos que más b1en fueron los gntos de una edu-
Omara, atav1ada con un vest1do color dio- cada trompeta; un homenaJe a Manuel HuaJiro
sa Yemayá azul profundo , recornó senderos M1rabai.Volv1ó Omara con su vers1ón de El hom-
de recuerdos y glamur de una Habana perd1da bre que yo amé, de Gershw1n.
en el t1empo.Aunque con tantos años-tablas, le Silencios... y el canto general se escuchó de nuevo
fue fácil encontrarla. Desde el 1n1c1o se conec- con la p1eza de Osvaldo Farrés, Qu1zás. qwzás, qwzás.
tó con un publico áv1do de dibUJar en sus men- La Sitiera, Qwmbombo qwmbombo, No me vayas
tes amb1entes de sabor cubano. Poco a poco la a engañar y Lágnmas negras fueron p1ezas que con-
candela fluctuó por cada recoveco del Inmue- solidaron a "la más sexy", qu1zá con la ayuda de to-
ble de mármol. dos los buenos babalaos yorubas, como ya lo había
¿Dónde estabas tú? y Ella y yo abneron el pro- hecho en 1999 cuando cantó como 1nvrtada de los
grama, que en ocas1ones se Interrumpía con la Afro Cuban All Stars, y en enero de este año en el
t1mba de fondo con la que Omara presentaba Audrtono Nac1onal, con el Buena Vista Sooal Club,
a sus mús1cos, por c1erto de cal1dad excelsa. No que poco se extrañó por el estupendo soporte de
1mportó a los presentes.Todo le perdonaron a una muy buena orquesta Integrada por Rolando
una emoc1onada Omara, que pareoó ser una Marcelino Baro (p1ano),AleJandro García (baJO), Gil-
gran ch1qudla con JUguete nuevo. Vereda trop1cal. berto Ov1edo (tres), Rodolfo Valdés (paila-percu-
que Inmortalizara Lup1ta Palomera y 20 años se SIÓn), Chtang uang Pérez (congas),Julio Guerra (bon-
establecieron como el hilo conductor de Imá- goes y campana),Anton1o V1dal (trombón), M1guel
genes de cabaret de la década de los años trein- Valdés (trompeta), Roberto García (trompeta), Ces-
ta. Son montuno, mambo, rumba, bolero y gua- co Hemández (sax), Raúl Naoanceno (sax), Fran-
Jira y el dulce canto de Portuondo se volv1eron osco García (trombón y direcoón) y M1guel Antu-
por Instantes arrullos de cuna con No me llores na (sax barftono).
más de Arsen1o Rodríguez (para algunos el Rey
del Son), que la señora gest1culó para enzar la La jornada, año XVIII, núm. 61 85, 16 de noviem-
p1el de vanos. bre de 200 1 , p. 20.
70 1\ ( p 1 1 ()
RUIZ RM NGOL O CUBRE E BEL L Dremecke dedrcó la obra de Rurz a odos los
RTE QUE M . POPUL R O LO composrtores de Mexrco. para reconocer a la mu
QUE CREJA srca mexrcana. que le debe tanto al homena¡eado
Arturo Cru ... Barccnas Breves. cortas en el trempo.las prezas de Rurz
son rntens.1s. profundas Una melod(a srgue la
El musrco veracruzano Marro Rurz Armengol otra La persrgue. se le empare¡a y llega a adelan
recrbró ayer un tnbuto por sus 60 años de tra tarse Se ¡un an. se relevan Es la obra del Rey de
yectona (trene 88 de edad) en el Palaoo de Be la Armonía. como se le conoce por sus cstructu
llas Artes. abarrotado. Al filo de las 12 horas, ras musrcales
una larga fila que empezaba en la entrada del Srgue Drvervmento para ~<Juta en Sol, con R.1
recrnto y llegaba casr a la esquma de avenrda fael Urrustr en el rnstrumento Por momentos los
Juárez y E¡e Central daba testrmonro del can- nrveles son excelsos. transparentes Ahí esta Ore
ño y admrracron del pueblo por el arreglrsta y mecke más en su elemento Los após ro fes re
composrtor de obras finas, entre tangos. fanta- matan esqurnas. fr·aseos Para agradecer la rnter
sías, boleros, estudros. scherzos, cancrones. pre- pretacron. Rurz Armengol se pone de pre y saluda.
ludros, arreglos ¡azzístiCOS, obras rnfantrles y mr- en un alarde de voluntad. pues se halla enfermo
nraturas. desde hace meses Llego a su tnbuto
A las 12:20 llegó Rurz lnmedratamente los Atres anvguos. con arreglo de Drmrtr Dudrn.
asrstentes se pusreron de pre y un largo aplauso de¡ara orr pasa¡es de musrca pura. srn rmagenes, tan
lo saludó. ¡Mayrto, Mayrto!. fue el coro entusrasta, solo matena para los oídos La OSN contrnua con
emotrvo. al que respondró con los brazos exten- Arres ¡orochos y Caprrcho, con los que el protocolo
drdos. Una porra remató la brenvenrda.''Gracras'', se rompe y hace a vanos aplaudrr cuando aun no
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musrto el maestro. autor de Muchachita el tema ha acabado la preza esto molesta a vanos cono
mas solrcrtado cedores Fue por la emocron. sobre odo por ese
La Orquesta Srnfonrca Nacronal, ba¡o la batu- arreglo del maestro Rurz a La Bamba ¡arocha rn
t.1 de su drrector ar trstrco, Ennque Arturo Ore mortal. cuyo final se grabó en la memona
mecke, comenzo el programa con Dan.l.as cuba El publrco estaba entregado Y Dremec e es
nas. con arreglo de Arturo f"larquez El son taba felrz Barlaba. estaba a gusto. tenra el foro 1e
veracruzano, el n mo del roprco, que Márquez no. como a él le gusta Y por eso hastd bromea
conoce a la perfeccron. hrzo barlar a Dremecke baAhoro Smp ememe adós y Ternura con arreg os
La melodra llevo a la sala los son dos del puerto y el saxofon de Rodolfo Sánchez. Popa en el fon
de Vera cruz. el olor a mar: Dremecke drngra y bar do y en la superlicre el son do de las grandes ban
laba, y VlCeversa lmposrble hacer una cosa srn la das de Goodman el ¡azz Algunos del pubhco
otra Era el ntmo del maestro Rurz. con la <A den dp auden an e aparentes finales lPor qué ap au
era el rr y venrr de las olas. de los portales don den. sr toda a no acaba7 se que an algu os ~s
de se tom edre a odas horas por pura emoc on
70 ANO~ DE MUSICA fN FL PALA(' !() DI BFlLA~ ARTE\
Ternura. una de las más conoodas del maes- - Es un poco desganadito - son cas1 contem-
tro, demostró las alturas a las que ha llegado en poráneos; Esperón le lleva dos años. pues t1ene
su creaoón. El saxofón de Popo se escucha ma- 90 primaveras- ; él pudo haber ten1do una posi-
leable; el sonido se estira y acorta. Más aplausos. ción más 1mportante en la música del cine nacio-
Ternura es la más románt1ca. Popo toca arrebata- nal, hace muchos años, pero nunca quiso entrar-
damente y la orquesta avanza el espasmo de no- le. Ahora bien, todo lo que hace Mano son cosas
tas vwtuosas, de traslaciones, de contrapuntos. bonitas, y así es el programa que escuchamos.Yo
De nuevo la armonía, s1empre ésta, una y otra ya estuve aquí una vez. en Bellas Artes, y d1cen
vez. "¡D1os te bend1ga, Popo!", expresa Ru1z al sa- que me van a 1nv1tar otra vez.
xofonista. Ruiz abusó, como es su costumbre, de la mo-
Ahora, Creo en tJ, una confes1ón mus1cal, el ar- destia. "S1 ustedes cons1deran buena m1 mús1ca.
te sonoro para el Señor; el Espíntu. Las voces es- muchas graoas, aunque ya me lo d1jeron con su
tuvieron a cargo del Coro de Madrigalistas, con aplauso". A lo cual siguió otro aplauso.
arreglos de Eduardo Magallanes. Es la oraoón de Ha señalado que su obra es muy fina para ser
Ru1z a D1os, qu1en no lo abandona en el hotel San popular y muy pobre para estar en salas como
Diego, donde él en su unicidad dice no estar só- las de Bellas Artes. Pero ayer la larga fila que es-
lo, s1no con Él, con el Señor: peraba entrar para oír el conoerto lo desm1nt1ó
Sube el compositor al escenano y escucha de agradablemente. Es más popular de lo que él creía
espaldas a la orquesta, frente al públ1co, Lo calle
de los sueños, a la que señala como la más signi- Lo jornada, año XVIII, núm. 6325, 8 de abnl de
ficativa de toda su obra. Apoya las manos en su 2002, p. 6.
bastón, ese sustituto del esqueleto en el otoño-
invierno. La obra la escnbió por el dolor de la
muerte de su madre.
Aclara Ru1z que el título, Lo calle de los sue- EL BOLERO, GÉNERO MUSlCAL lNTENSO, 207
ños, muchos creen que hace referencia a Ayun- FUE HOMENAJEADO EN BELLAS ARTES
tamiento donde está la XEW, donde hasta antes Arturo Cruz Bárcenas
de enfermarse, hace unos tres meses, 1ba a dia-
rio a un estudio a componer y ensayar: El ntmo El bolero es un género musical caro a la h1stona
es ráp1do. aunque ya él se vea lento. Con el índi- de Méx1co. Hace más de med1o s1glo comenzó
ce, Ru1z parece d1ng1r a D1emecke; como que lo su auge, ligado al crec1m1ento de la urbe. Indiso-
sustituye por momentos. Ambos artistas están de luble es su vínculo con el one y. por supuesto,
frente. Como en un espejo. con la rad1o, sobre todo con la XEW, en la calle
Acaba la p1eza y un arqurtecto comenta que Lo de Ayuntamiento, en el Centro. La noche del pa-
calle de los sueños se escuchó más "a la calle Ayun- sado sábado. tal corriente musical reob1ó un ho-
tamiento que a la muerte de su madre". menaje en el magno escenario del Palacio de Be-
Fuera de programa. la OSN regaló a Ru1z Lo Sl- llas Artes, lleno, dentro del Fest1val del Centro
lenooso, que el maestro escuchó con la mano de- Histórico.Todo fue sobre ruedas; vanas veces el
recha sobre el corazón, que latía por la emooón, público aplaud1ó a los Intérpretes, los coros se
quenendo conservar para siempre su memona. rep1t1eron, el contrapunto vocal de los art1stas
Antes, Ru1z Armengol reob1ó reconoCimien- fueron los miles de as1stentes.
tos de la Sooedad de Autores y Compositores Algunos lloraron; la mayoría sólo enjugó re-
de Méx1co, de manos de Fel1pe Gil. Le dieron la cuerdos. S1 algo t1ene el bolero es que su catar-
presea Mister Armonía, máx1ma d1stinción que SIS al1v1a penas; es un vóm1to del alma. Sublima
otorga el gremio. Lo mismo de manos de la titu- la nostalg1a, sumerge en el pasado para revivir
lar del Instituto Veracruzano de Cultura, Let1c1a en el presente. Éste se pone ...más sabrosón, más
Perlasca. y otro reconoom1ento de la direcoón llevadero. A las ocho de la noche ya el público
del Instituto N acional de Bellas Artes. exigía que comenzara lo ofrec1do. Los aplausos
Para Manuel Esperón, de 90 años, inv1tado demandaban que el romant1c1smo comenzara
espec1al, el homenaje es mereodo porque es ¡ya! No hay silb1dos; sólo aplausos. Es un palaoo,
"muy trabaJador; muy buen compositor y muy a final de cuentas, que abría sus puertas a lo po-
buen p1an1sta. Lo único malo es que se oculta pular; tantas veces vilipendiado. Algunos apela-
y parece que no qu1ere que lo vean. Se mete a ban a la senedad del fest1val. para que el 1n1oo
su cuarto y de ahí no sale. ¡Es una lástima! No fuera puntual.
creo que esté enfermo; a lo meJor lo que tie- Quince m1nutos de Informalidad de los organi-
ne es floJera". zadores y p1saron el escenano Los Tres Ases, prev1a
- U sted lo critica ... introducción de Blanca Guerra y Claudia Obregón,
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qu1enes pronunoarían parlamentos que ub1canan JO de Méx1co. qu1en a las 1O de la noche rompe
la 1mportanoa del bolero en Mex1co. genero que una espeoe de malefioo: canta Lo enromado con
explota la nooón de la pas1on en sus diferentes ni- sus compañeros de Los Tres Ases, su con¡ unto
veles. Este t1po de mus1ca remrte a srtuaoones ínti- sem1lla. hace 40 años. Cuatro décadas, pero ahí
mas, esas que La Doña rehuía responder en las en- estaba Marco con sus ex compañeros.
trevistas. En el fondo se proyectaban 1magenes de Tomando sal1va con los dedos y pellizcando la
peliculas con tema lacnmogeno. de h1stonas de mu- hombrera del saco se muestra él, Marco en sus ges-
¡eres fatales que llegan y se van porque les da la ga- tJculaoones. en un est1lo que expnme cada palabra
na, destruyendo v1das; de fém1nas de cuerpo escul- Marco AntoniO en Marco Anton1o. Son los hiper-
tural. s1n desperdiCIO alguno. que de repente. por un batanes de la expres1v1dad. Rinde homena¡e a Juan
mal entend1do. reclaman y grrt:an y salen de restau- Gabnel con Se me olv1dó otro vez A Armando Man-
rantes aparentemente Indignadas. zanero con No se tú y Por debaJO de lo meso (de la
que d1cen que solo él pudo haberla compuesto.
Síntesis de momentos románticos porque t1ene la altura para ver que ocurre deba¡o
El bolero es s1ntes1s de momentos románt1cos. de las mesas). Las clas1cas El despertar y Escandalo.
Así lo hacen entender Obregón y Guerra.Tocan Pero su me¡or momento fue con Perdón. cuando el
Los Tres Ases onco de sus éxitos. El públ1co se publico le h1zo segunda voz. en colect1vo. H1zo due-
emoc1ona y p1de otra.· 'Llueva o truene, seran on- tos con P1neda y Gu1llot. Besome mucho.
co", había comentado Héctor Gonzalez. voz y lí- El bolero tiene carta de oudadan1a en Mex~co; no
der del oncuentenano trío. Y así fue, aunque el 1mporta s1 su ongen es cubano o puertomqueño.
prop1o Héctor h1zo un Intento frustrado por com-
placer el encare. Interpretaron H1stono de un amor Pero...
y Sabor o mí. mostrando un alarde de armonía. Al final del conoerto. en el baño. vanos caballe-
sello de esta teroa de ases. Las gu1tarras abne- ros se feilotan por haber pod1do estar presentes
208 ron espaoo a Guadalupe P1neda. ¡alisoense. qu1en en el homena¡e al bolero. No fue el caso de Ja-
se mueve 1gual de b1en en el bolero, lo ranchero cobo Zabludovsky. qu1en cntiCÓ el programa, la
y hasta en la opera. pobre escenografía. los altiba¡os del elenco. Ex-
En el centro del escenano un enorme boque- presaba molest1a: "Con respeto a todos los que
te albergaba a una orquesta. Ésta acompaño a Lu- 1nterv1n1eron. creo que hubo una gran falta de
prta. H1zo un homena¡e a las mu¡eres que han da- 1mag1naoón. gran falta producoon. de gran falta
do ¡oyas sentimentales. Lanzó su voz para recordar de figuras. salvo a Marco Anton1o y a Oiga, que
a María Grever. a Consuelrt:o Velazquez. a Emma son grandes. Y en un teatro lleno, un homena¡e.
Elena Valdelamar. S1 1nfanoa es dest1no.la defin1oon un recuerdo al bolero. mereoa mas.
sexual tamb1én. Ellas lo d1cen y cantan d1ferente "No se montó n1ngun espectaculo. Salieron
"Amor perd1do, s1 como dices es oerto que v1ves unas muchachas a bailar. y no paso nada".
dichoso s1n m1, no estoy hendo.. ' 'Tamb1én Interpre- ¿Para usted. qu1enes faltaron?
ta H1stono de un amor, con su estilo y sent1m1ento. Cham1n Correa. Consuelo Velazquez. Lucho
(¿Por qué la rep1t1ó? ¿Fallas en la organ1zaoón?). Gat1ca ¿Le parecen pocos?
Sube de tono y apostrofes el conoerto con El programa se mod1fico por la muerte de
la presenc1a de Oiga Gulilot. nuestra Aretta Fran- Amparo Montes ...
kiln del bolero. Su autondad es de d1va. Las fra- 1No lo se! ¡No lo sé! Pero esta calle donde
ses de sus temas calan, pero se vuelven agu¡as esta el teatro de Bellas Artes. que emp1eza en la
cuando las remarca con expresiones, con el pu- fuente del Salto de Agua y term1na en Ganbald1,
ño que qu1ere enca¡ar las palabras de un 1mag1- se llamaba antes San Juan de Letrán y ahora se
nano ser. Una canc1ón puede, en su brevedad, ser llama Lázaro Cárdenas. Aquí v1mos el desarrollo
una gran representaoon teatral. Por su Intensi- del género teatral más 1mportante de los últ1mos
dad. En la pantalla. Arturo de Córdova. el Humph- 70 años. y en cualqu1er carpa, como la de Liber-
rey Bogart de estos lares. ve a L1ila Prado. La tie- tad num. 1, cualqu1er espectáculo donde canta-
ne 1nerme. l1sta pa1 a ser besada ba una mu¡er un bolero hab1a un calor.Aqu1, Mar-
co y Oiga demostraron que son tan grandes que
Melodía contagiosa el espectáculo no los pudo sumerg1r.
S1gue Oiga con M1enteme. que cantara Víctor !tur-
be, El P1rull. Romp1ó el a1re Bravo, la compos1oón
que le d1o prem1os, fama ... todo. El p1ano genera
una melod1a contag1osa. Hay mucho pasado en
todo eso. Se gana Oiga un aplauso de p1e. Hace Lo jornada. año XVIII, núm. 6339, 22 de abnl de
ahora su apanoón Marco Anton1o Muñ1z. El Lu 2002. p. 6.
70 AÑO [)[ MU ICA EN EL PALACIO DE BELLAS A RTES
(j~~?.
1 r.n.i~ m~~~~~~~~
presión que guardaba de esta orquesta.
Con mucha razón, Sergio Ramírez Cárdenas,
0"HlOO Ar ll\ti(O
Porqu• los n l ft os umbt•n somos muslca director artístrco de la OSIM y drrector general
CONCIER del Srstema Nacional de Fomento Musical, me se-
ñaló que "éste es un esfuerzo inmenso, pues cada
Clud• d de •• verano debemos "prcar piedra" desde cero, para
__
2a . Gira-Nacional - Verañ---~=
21 eJe Julio el 11 de que en el poco tiempo de que disponemos po-
damos alcanzar lo que acabas de escuchar".
Cartelera de la
........
-
Wot1M\.,; SUt 1'MOr 5521 OIM ,..._
... _ , $10.00 560.00$.1111.00 CONACULTA ·INIA
- KtoalHAl 01
f0.U:H10 MUSICAl
Aun cuando su equrpo tiene todavía poca Orquesta Sm(omca
ln(onul de 1>1exoco
expenencra, pudo notar que así como ahora
fueron más rigurosos en la selección de niños
los miembros de la OSIM distan mucho de tener para conformar este año a la OS IM, también
una afinacrón estable o de atacar las partituras de fueron más coherentes con el cnteno utrlrza-
manera homogénea: persiste todavía en ellos una do para elegrr el repertorio que ahora traba-
notona y evidente desigualdad entre sus frasees, jaron. Hay, drgamos, una mayor congruencra
arcadas y ataques. entre lo ambicioso de este proyecto pedagó-
A pesar de ello, poco a poquito y casr Imper- grco, la manera de rmplementarlo y. consecuen-
ceptiblemente,' 'algo'' iba envolviendo y seduoen- temente, los resultados que emprezan a cose-
do aún a escuchas tan escépticos como yo. ¿Qué charse.
70 A N 1 V E R ) t\ R 1 O D E L P A L A C 1 O D E 1\ E L L A ARTES
La 1noculac1ón del amor, el gusto y el respe- nes, d1ng1da por un atnlista de ese m1smo país.
to por la d1soplina mus1cal en la famil1a es, a m1 Esta vez, tal honor recayó en el clannet1sta Javier
parecer, el mayor mérrto de esta propuesta, y tras Eduardo Cruz. qu1en cedió la batuta a Chnsto-
esta velada. estoy seguro de que además de ha- pherWilkins para conduc1r un programa Integra-
ber escuchado por pnmera vez a muchos JOVen- do por obras amencanas en su pnmera parte y
CÍslmos 1nstrument1stas que abrazarán con ma- de Richard Strauss ( 1864-1949) en la segunda.
yor conv1coón su vocaoón mus1cal después de La obertura The School of Scandal ( 19 3 1) de
esta expenenc1a veran1ega. una buena cant1dad Samuel Berber ( 191 0-1981) 1nic1ó formalmente
de las personas que en esta ocas1ón as1st1eron la velada, segu1da por las Vanaoones concertantes.
por primera vez a un concierto. repet1rán gusto- op. 23 ( 1953) de Alberto Ginastera ( 1916-1983)
sos la expenenoa. durante las cuales destacó nuestra arp1sta Euge-
Ojalá y aquélla les sea tan confortante como nia Esp1nales Correa, qu1en h1zo sonar con gran
ésta lo ha s1do. mus1calidad las pnmeras notas de esta espléndi-
da part1tura para orquesta de cámara.
Reforma. año IX, núm. 3 150, 30 de JUlio de 2002, La partiopac1ón del VIrtuoso cubano Paqui-
p. 3C. to D'R1vera en la Fantasía para saxofón y orques-
ta de cámara ( 1949) de Hertor V1lla-Lobos ( 1887-
1959). con la que concluyó la pnmera parte del
conoerto, fue excepoonal. Instrumentista versá-
AHi ESTÁ EL DETALLE til que se desempeña con gran musicalidad y do-
Lázaro Azar naire tanto en el ámbito clás1co como en el Jaz-
zístlco y el popular, D'Rivera pasó con 1gual soltura
A d1ferenoa del año pasado, cuando la Orques- del saxofón al clannete a la hora de regalar dos
ta Juvenil de las Améncas ofreoó en el Palac1o de encares: un Chonnho de Alfredo de Rocha V1ana
210 Bellas Artes el pnmer conoerto de su pnmera Jr: "P1xingu1nha" (¿-1973), llamado Una a cero, pa-
g1ra 1nternaoonal. este m1ércoles. nuestro máxi- ra el que p1d1ó la colaboraoón del v1olin1sta bra-
mo foro cultural fue test1go de la últ1ma presen- sileño Mateus de Castro Machado Fre1re. qUien
taoón de su segunda g~ra, que este año la llevó con gran ntmo y sabrosura tocó el pandero y
a recorrer ocho países del continente. después, acompañado por la orquesta. tocó el
Es tradic1ón de la orquesta preludiar cada pro- Obhv10n de Astor P1azzolla ( 1921-1992).
grama tocando el h1mno naoonal de sus anfitno- Emooonado, D'R1vera puntualizó algo que se-
ñalé tras escuchar por primera vez a la agrupa-
oón:"La ún1ca deferenoa que ex1ste entre las me-
JOres orquestas del mundo y esta orquesta de
JÓVenes es el tremendo entus1asmo con que to-
11 can estos chicos".
YOl'T1] :s"' ¡Y vaya que eso es algo que se percibe!, pues
ORCI-JE TR_.~ tras el alarde de pas1ón y v1rtuos1smo que fueron
OF T11E las parad1gmát1cas vers1ones que ofreoó la or-
¿~)IERIC¿~S questa del Don Juan. op. 20 ( 1888) y Las alegres
travesuras de Ti// Eulensp,egel, op. 28 ( 1894-1895),
de Strauss, la entrega y emooón de los mucha-
chos contag1ó al público durante sus encares.
A la v1talidad con que abordaron los Sones
de manach1 ( 1940) de Bias Galindo ( 191 0-1993).
se sumó el desenfado con que algunos portaron
los sombreros de terciopelo y lentejuelas que ca-
ractenzan a sus colegas de Ganbaldi. Lo meJor
v1no después. cuando como número final se ar-
mó la batucada en grande al tocar Tlco veo del
canoca Aloys1o de Olive1ra ( 1914-1995), pues el
mismo Mateus de Castro que había colaborado
con D'R1vera, líder nato, se despojó de su muy
elegante traJe de conoerto y con una camiseta
que traía estampada la bandera de su país. som-
Orquesto juven 1de los
brero y pandero, baJÓ al pat1o de lunetas buscan-
Ameneos do a Carlos M1guel Pneto -qu1én tamb1én com-
7O A 1 ) 1 1 \U~I ~A E El l A C. 1C.) 1) ~ BLLl R1l
partrera la d1recoón de la orquesta durante la gi- pnmera en la agrupaCión a Patnoa Santín Olve-
ra para sub1rlo a barlar con los mús1cos. ra, "La ún1ca Intérprete de musrca para n1ños sor-
No era carnaval n1 estábamos en el sambó- dos", qu1en con lengua¡e de señas expreso las ar-
dromo de Río, pero ahora sí que el púbhco que monlas nav1deñas creadas por Joaquín Gut1érrez
acud1ó a Bellas Artes se prend1ó como nunca. Heras, Cha1kovski. Handel y FranCisco Gab1londo
Con los cachondos son1dos de su Instrumento, Soler: Cn Cn.
D'R1vera se sumó al ¡olgono y no todos se hmr- Conoerto de Novtdod poro los ntños fue el tí-
taron a ba1lar en sus lugares, pues no faltaron se- tulo del programa que se presentó en un Pala-
ñoras que se qu1taron los zapatos para tamb1én CIO de Bellas Artes abarrotado en sus tres nive-
treparse a mover el bote en el escenano. les por 1nqu1etos n1ños, oyentes y no oyentes, as1
Drchosa doña Mana Lu1sa Estrada, decana de como sus respect1vos padres, qu1enes en poco
las acomodadoras, comentaba que en los mas de mas de una hora quedaron fasCinados por las no-
setenta años que t1ene de laborar en el reCinto tas sonoras de la OSN o bien por las señas, los
nunca hab1a v1sto algo asr, y en uno de los palcos, mov1m1entos y los gestos de Santín Olvera, qu1en
Ennque Bát1z observaba atón1to el ¡úbilo de mú- mediante el lengua¡e de los sordos evocaba la cá-
SICOS y espectadores. hda atmósfera nav1deña.
Que lástrma que no estaba D1emecke. pues Los pequeños escucharon pnmero una com-
sr ya le d1o por poner a cantar al escaso púbhco posiCIÓn anón1ma polaca, escrrta en 1756, titula-
que as1ste a los conoertos de la S1nfón1ca NaCio- da Stnfonío de Navtdad, para luego oír en voz del
nal, capaz que ahora le da por 1mponernos sus narrador José María Álvarez la explicaCIÓn musi-
coreograflas... lo 1deal sena 1nfund1r en los músi- cal de Una melodía mextcono y ocho dtsfroces de
cos de su orquesta el entus1asmo y profesiona- época, arreglo de Gut1érrez Heras, qu1en retomó
lismo que t1enen estos muchachos. la conoCida canCión para pedir posada cuyos fi-
Ahí esta el detalle para querer volver a as1s- nales y festivos versos dicen: "entren, santos pe-
t1r a un concrerto. regnnos, peregnnos, reoban este nncón. Aunque 211
es pobre la morada, os la doy de corazón".
Reformo, 15 de agosto de 2003, p. 3C. Después, la mús1ca de la OSN, las voces de
los N1ños Cantores del Valle de Chalco (que en
esta ocas1ón eran en su mayoría n1ñas) y el len-
gua¡e de señas se acoplaron en las InterpretaCio-
CON SEÑAS, NlÑOS SORDOS OYERON nes de Optos de cascabel, Lago de cnstol, Los Re-
CONClERTO NAVlDEÑO yes Magos, Lo nochebuena, composiCiones escntas
Carlos Paul por Gabrlondo Soler: Cn Cn, con el arreglo or-
questal de Lu1s Ennque Ramos.
Una grata sorpresa para los pequeños carentes La alegría de los pequeños y los recuerdos
de aud1c1ón fue el par de conoertos que ofrec1ó de los mayores se con¡ugaba con las finas y VI-
ayer en el PalaCio de Bellas Artes la Orquesta Srn- brantes armonías, con las t1ernas y soñadoras le-
fónlca Nac1onal (OSN), ba¡o la batuta del direc- tras de las cancrones y los movimientos de las
tor huésped FranCisco Pereda, al 1nclu1rse por vez manos de Santín Olvera, qu1en se tocaba el co-
70 A N 1 V l R . A R 1 O [) I l P A L A C 1 O O E B E L L A ) A RT ES
razón, cerraba los o¡os, desplegaba y contraía los gés1ma edición del Fest1val de Méx1co en el Cen-
dedos, llevaba los brazos al pecho, los alzaba y tro H1stónco.
escribía con papel y pluma 1mag1nanos. Era de esperarse que, para empezar, se ofre-
Luego vendría la 1nterpretac1ón de una de las oera un banquete mus1cal de lo me¡or.Tnstemen-
más célebres compos1oones de Cha1kovsk1, El te, lo cons1gnado en el papel de los programas
Cascanueces, del que sólo se tocó El vals de las de mano d1stó años luz de corresponder con lo
~ores, que puso a los pequeños a balancearse y que escuché:
tararear. Los SSP 1n1c1aron tocando una vers1ón para
F1nalmente. y con algunos n1ños y padres de cuerdas y clavecín de la swte en estilo ant1guo
fam11ia de p1e, hac1endo tamb1én de coro, el con- realizada por Gngory Korchmar -clavecin1sta del
Cierto cerró con la celest1al obra Aleluya, de El grupo- a part1r del ong1nal para v1olín y teclado
Mesías de Handel. compuesto por Schn1ttke ( 1934-1998) en 1972.
Este conc1erto "es h1stónco", comentaría a La Cuán desconcertante fue percib1r la poca dlfe-
Jornada Santín Olvera - cuyo nombre, por oerto, renoaoón anímica y estilística con que aborda-
no aparece en el programa de mano luego de ron cada uno de sus 1nosos. Qu1én me 1ba a de-
su 1nterpretaoón, "pues es la pnmera vez que una or que esa sería la tón1ca del conc1erto: hacer
persona que conoce el lengua¡e de los sordos todo pare¡o, y m1entras más apresurado, me¡or
part1opa en un conoerto de este t1po. Espera- para ellos.
mos que en un futuro al públ1co este hecho no Pros1gu1eron con una acelerada lectura del
se le haga extraño. Conoerto para v1olín y orquesta en La menor, op.
"Lo que hago no sólo es mover las manos y 3, núm. 6 (extractado de L.:estro ArmóniCO, 171 1)
ya. Se t1ene que conocer las armonías y la hlsto- de V1vald1 ( 1678-1741 ), partitura que me permi-
na que se va a Interpretar, y luego expresar lo tiÓ percatarme de la valía de estos mús1cos cuya
que la mús1ca produce, ya sean emooones o re- desgraoa es tener que "segu1r" (¿o debería deor
2 12 cuerdos. P1enso que esto no es difíol cuando uno persegu1r?) a su portagón1co líder, M1khail Gant-
pone en pnmer lugar a las personas con esa dis- varg, qu1en fing1ó como ún1co solista de la velada.
capacidad y t1ene las ganas de compartir esos so- Es tal la torpeza en el mane¡o del arco -el
nidos y sent1m1entos". cual rara vez util1zó plenamente-, lim1tándose a
El hecho de que hasta el momento sea la Úni- frotarlo de la m1tas haoa la punta, con el conse-
ca Intérprete de mús1ca para sordos en Méx1co, cuente son1do débil y por enom1ta que ello Im-
se debe -destaca- "a que no se reconoce de ma- plica- del señor Gantvarg, como atropellada, em-
nera legal el lengua¡e por señas y, al no recono- barrada y carente de la menor articulación fue la
cerse, no hay Intérpretes profesionales. En nues- e¡ecuoón que sufnó esta ¡oya del barroco que,
tro país no se qu1ere reconocer la lengua de señas, ba¡o sus manos, munó ahogada por el más cha-
lo que es un hecho temble, pues al no hacerlo bacano y superfioal seudov1rtuos1smo.
se pnva a esa comun1dad de poder acercarla, por Le¡os de ser e¡emplar, lo me¡or de la velada fue
e¡emplo, al arte de la mús1ca. Por eso ped1mos la aprox1maoón que escuchamos de la Smfonía de
sea reconooda, para que se 1n1oe una etapa de cámara en Do menor ( 1960) de Shostakov1ch
profes1onalizaoón para qu1enes mane¡an ese len- ( 1906-1975), que no es s1no una transcnpoón rea-
gua¡e. lizada por Stasev1ch del Cuarteto de cuerdas núm.
"No se debe olv1dar que todos, en cualqu1er 8, op. 11O. D1gno es de menoonar el bello canta-
momento, tenemos el boleto a la d1scapacidad. bile que brindó durante su solo el chelista pnno-
En un 1nstante nuestra v1da puede camb1ar". pal: s1 b1en, una vez más, los SSP ligaron movimien-
to tras mov1m1ento s1n cesura alguna y su cabeolla
La Jornada, año XX, núm. 6934, 15 de dic1embre pnvileg1ó los temp1 apresurados, esmerándose en
de 2003, p. 3 ev1tar que la mús1ca resp1rara.
Como es lógiCo 1nfenr. la profunda expreSIVI-
dad de esta part1tura tornó su carácter al de una
"p1eza de salón", tan frívola como d1stante del de-
UN PENOSO RAPlDlN vastador aliento que le confinera su autor. Ya me-
Lázaro Azar ¡or n1 me pregunto s1 conocerán el arreglo, más
afortunado y tamb1én para orquesta de cámara,
Vaya sorpresa que me llevé tras presenc1ar en que hizo Rudolf Barsha1 de esta m1sma obra.
el Palac1o de Bellas Artes la actuac1ón de los Entus1asta confeso como soy de las transcnp-
Solistas de San Petersburgo (SSP) ensamble ca- oones, pocas recuerdo tan fallidas como la Inten-
merístico a qu1en fue confiado el honroso pn- tada por el señor Korchmar a las Cettre p'est op.
vileglo de tocar el conoerto Inaugural de la v1- 4 que Prokofief ( 189 1-1953) redactó ong1nal-
7 0 ANO ~ DE l\\ U~ I CA EN El PA L AC I O DE BEL l AS ARTE
So stos de Son
Perusburgo
mente para p1ano en 1908. Qué tan grotesca ha- rrículum d1oendo que "su estilo 'clás1co' es una
brá s1do la parodia a que redujo la Novozdeme, comb1naoón de libertad creat1va. secuenoa de
que acabó por ganarme la nsa ... rut1na total".
Con la consumaoón del desconoom1ento es- ¿De dónde sacaron a este grupo que sólo es
tilístico del señor Gantvarg y sus muchachos pro- capaz de endulzar los oídos de una burguesía tan
Siguió la velada: una triv1al y amanerada versión del pretenciosa como lo era el programa anunciado? 213
DIVertimento en Re mayor, K. 136 ( 1772) de Mozart ...Y tan ans1osa por abandonar la sala rumbo
( 1756-1791 ). que preludió la correteada lectura de al coctel, como ellos por cobrar por tan apresu-
la Serenata en Do mayor, op. 48 ( 1880) de Chal- rados y superfioales desfigures.
kovskl ( 1840-1893) con que finalizó el programa.
Ante el v1valdazo "a la Waldo de los Ríos" con
que b1searon, huí del recinto comprendiendo por Reformo, año XX, núm. 3739, 12 de marzo de
qué, curándose en salud, Gantvarg cierra su cu- 2004, p. 2C.
70 ANO\ O~ MU ICA 1N EL PALACIO DI HE! LA ARTE
--
INDICE DE AUTORES
A F
ACOSTA, Marco Anton1o 128 FLORES SÁNCHEZ. Horacio 74,93
ALCARAZ, José Anton1o 135, 152, 184 FLORESTÁN 115
ANÓNIMO 29, 31, 48, 53, 60, 62, 84, 116 F. M. G. 146
117, 129, 13, 144 FRAGA. Rafael 95, 105, 108, 11O
ARANDA PEDROZA, Enrique 137
ARNALDO. Jav1er 139, 144
Á VI LA, Norma 158 G
AZAR, Lázaro 194,209,21 O, 212 GARCÍA HERNÁNDEZ, Arturo 161
GARDA. Juan Carlos 176, 178
GARRIDO. Juan S. 127
B GONZÁLEZ, Ana María 155
215
BAL Y GAY. Jesús 49 GONZÁLEZ PEÑA. Carlos 65
BAQUEIRO FÓSTER, Gerón1mo 34, 35, 40, 41,
42, 46, 51 79, 81 85, 86, 89, 90, 92, 94, 96, 109, 112
H
o o
o
OLIVARES, Juan José 204
T
TELLO. Aurelio 188
OROPESA. Luis G. 82
p
PALOMINO, Pablo 81
u
UGARRICHEA, Anton1o 63
PAUL, Carlos 21 1
PIAMONTE, Nad1a 1SO
PULIDO. Esperanza 83, 106, 107 V
VELÁZQUEZ YEBRA. Patnoa 173
R
RAMÍREZ, Lu1s Ennque 183
REYES, Víctor 35, 38,41, 43,47
w
WOLFFER. José 19S
RIQUELME F., Ethel 180
RODRÍGUEZ PIÑA. Gabnel 170
RONDÓN, R1cardo 1 36
RUIZ, Blanca 179
RUIZ, Lu1s Bruno 156
RUIZ DE BAQUEIRO. Eloísa 113. 11 6, 117, 123
126, 127, 130, 132, 1 33, 134, 138
216
S
SACHS, Hans 76, 80
SALAZAR. Adolfo 64, 70
SANTANA, Jorge 56, 58
SEGURA PROCELLE. Raúl 114
SIGÜENZA. Juan de 86
SORIANO Y BUENO, Álvaro 130, 1 32
70 ,\NO) 0[ t-.\U IC\ EN EL PALACIO DE BELLA ARTE
ÍNDICE DE TÍTULOS
e
Calidad de la Filarmónica de Moscú venció a los
Dizzy Guillespie 107
Dos academias, seis mexicanos 175 217
Fue un verdadero aconteom1ento el conoerto Llegó el humor cuando menos lo esperaba 135
de la S1nfón1ca Mex1cana 53 Lo 1mportante es la mús1ca, d1ce el saxofon1sta
Fue una llama al v1ento... y el v1ento la apagó 118 Gerry Mulhgan 15 1
Lola, La Grande, en Bellas Artes 148
[Lonn Maazel· Andrés Segov1a] 89
G
gen1o v1ohníst1co de Zseryng, El 147
¿Giasnost s1nfón1co? 169 M
Gómezanda y Esperanza Pulido en la sala ch1ca Manuel M. Ponce, el pnmer compos1tor que to-
del Palaoo de Bellas Artes tocaron Mozart 34 mó conoencta de la neces1dad de una 1dent1dad
Gran éx1to de la Orquesta Stuttgar; ayer 8 1 naoonal: José Anton1o Alcaraz 144
Gran éx1to tuvo Naroso Yepes 156 María Teresa Rodríguez 74
[Gustavo López] 85 Manach1 s1nfón1co [...] 59
Manan Anderson 59
Mata superó a su maestro Carlos Chávez 180
Mata y la OSN: un programa sorprendente 153
¡Harto JOndo! 176 Mehta deJÓ el podio y la Filarmón1ca de Israel tocó
[HomenaJe a Candelano Huízar] 112 solo 189
[HomenaJe a la memona de Gerón1mo Metales 1ngleses 159
Baque1ro Fóster] 113 Méx1co debe dar las grac1as al maestro Ench
HomenaJe en Bellas Artes 116 Kle1ber 60
HomenaJe póstumo a Clemens Krauss 84 M1chel Petruwan1 confirmó el placer de compar-
tir la mús1ca 1 86
mil caras del Jazz, Las 166
218 1 mús1ca de Bach ombró Bellas Artes, La 158
1Musio 170 mús1ca de Bach se conv1rt1ó en sonnsa, La 192
[lgor Markev1tchJ 92 Mús1ca de cámara 55
lgor Strav1nsky en Méx1co: ¿Mús1ca del porven1r? 104
de El canto del rwseñor al Concerto para mstru- ¿Mús1ca en paz? 1 60
mentos de cuerda 70 mús1ca, med1o para exponer
1m pecable Angélica Morales, La 108 las 1nqu1etudes de los pueblos, La 13 1
Inauguración del Festival Casals 133 mús1ca mex1cana del s1glo XIX, La 146
1nterpretaoones v1brantes y cautivadoras de Cho- mús1ca m1xe, un manant1al de
p1n, por AleJandro Brailowsky, Las 41 son1dos puros Inmutables, La 162
Isaac Stern y la S1nfón1ca 72
lturb1 y Rub1nste1n 75
N
N1ños Cantores de Viena en Bellas Artes. Los 42
J noche de Bolívar y Revueltas, La 146
Jarrett, hacedor de la 1nvenoón pura noche en que Juan Gabnel
en p1ano 171 se robó el Palaoo de Bellas Artes, La 16 1
Jessye Norman, huracán de ébano notas mus1cales llegaron
en Bellas Artes 19 1 hasta la cúpula de Bellas Artes, Las 155
José Antonto Alcaraz obtuvo la medalla Noveno programa 63
200 1 del INBA 20 1 nuevos tnunfos de M1scha Elman, Los 37
José Carreras : un tenor senollo 165
Juegos de un dúo 1m probable 19 5
o
Ofreoó Rafael Frühbeck un gran banquete mu-
Sical español 198
Kathleen Battle resplandeCIÓ Orquesta de Cámara de Viena, La 1 39
con su canto s1n mácula 190 Orquesta de Stuttgart 144
Orquesta Filarmónica de Israel con Eduardo Ma-
ta, La 136
l Orquesta S1nfón1ca de Filadelfia, La 111
[Leonard Bernste1n y la Filarmón1ca Orquesta Stnfón1ca de Moscú, La 1 16
de Nueva York] 92 Óscar Chávez 129
70 AÑO OC MU ICA EN EL PA LA CIO 0[ Bé l l AS ARfl S
p nica de México 40
Solemne Inauguración del Palaoo
Paul H1ndemith 64
de Bellas Artes 3 1
Penderecki 168 Stan Getz 109
penoso rapidín, Un 2 12
Strav1nsky en el podio 1 02
personalidad de Pierre Monteux, La 47
Philharmon1a de Londres 11O
Poco a poqu1to 209
poesía y la música de Agustín Lara dieron senti-
T
tercer concierto, El 58
do a la fiesta entera en Bellas Artes, La 203 Tercera sm(onía de Huízar
Por fin el bolero moderno y su filin entraron a y la SUtte para vtola de Bloch, La 46
Bellas Artes 18 1
The Harp Consort prod1gó una sonondad que
[Presenoa de Georg Solti en la S1nfón1ca recuperó la belleza 193
Nacional] 86
tibio homenaje a la memoria de José Pablo
presentación de Ernest Ansermet La 38 Moncayo, Un 93
primer concierto de Arthur Rubinstein en Bellas Tributo a Manuel Esperón en Bellas Artes 361
Artes, El 43 trío de Bill Evans, El 123
Triunfo de don Juhán Carrillo con su poema
Sinfónico Honzontes 82
Q_ Triunfo de Moncayo con
Qué será el Palaoo de Bellas Artes 29 La consagraoón de la pnmavera 7 6
Qu1nteto de Varsovia, El 115
R u
Últ1mo recital del pian1sta lturb1 219
reotal Bach de Esperanza Pulido, El 1O1 y un nuevo triunfo 48
Recreo del espíritu 65
RenacuaJO paseador. Adiós a Silvestre Revueltas,
El 49
Ríen y lloran con Pedro y el lobo 178
V
Van con gusto y placer a
Rostropov1ch y Montreal 172 felicitarlo 179
Ruiz Armengol descubre en Bellas Artes verdadero tnunfo del maestro
que es más popular de lo que creía 206 Carrillo y de Juan León Manscal, Un 36
Vino el remolino y nos alevantó 184
v1olin1sta Rugg1ero Ricci, El 130
S [Violonchelista Mstislav Rostropovich, el] 94
Sarah Vaughan 127 visita del viejO duque, La 124
Se mantiene en la cúspide el arp1sta N1canor
Zabaleta 134
Sinfón1ca de Guadalajara 97 y
Sinfónica Naoonal en su primer conoerto, La. El Ya era hora, señoras 196
retorno de Carlos Chávez, director de la Sinfó- Yo tamb1én hablo de la broza 152
70 ANO DE MUSICA EN EL PALACIO DE BELLAS ARTES
...
INDICE DE FUENTES
El Naoonal 31, 56, 60, 62, 79, 81, 86, 90, 91, 92, La jornada 154, 155, 156, 159. 161 , 162, 163. 167.
93, 95, 97, 11O, 113, 114, 115, 116, 117, 118. 120. 168, 169, 172, 173, 176, 182, 184, 186. 187, 190,
123, 124, 126. 127, 129, 131' 133, 134, 135. 139. 191,193,194,197.198,204,205,207,208,212
140, 144, 146, 147, 148, 149, ISO, 152. 192
Novedades 54, 65, 72, 83, 84. 88, 106, 108. 115,
El Naoonal. Revista Mexicana de Cultura 70, 146 129, 130. 132, 137
El Umversal 38, 50, 67, 74, 77, 80, 96, 104, 105, Novedades. México en la Cultura 102. 112
109,111,129,138,160,166,174,199.203
Proceso 136, 153, 185
El Umversal Ilustrado 6. 40, 41 , 46, 48
Reforma 177, 178, 179, 180, 183, 195, 196, 21 O,
Excélstor 34, 35, 40, 42, 43, 47, 49,51, 57, 58, 59, 21 1, 213 22]
61' 63, 64, 68, 73, 76, 82, 85, 89, 98, 107, 109, 143,
157, 171, 181, 202 Ttempo Ltbre 88
....
IN DICE DE ILUSTRACIONES
01emecke.Arturo 159
Dúo Ida Prest1-Aiexander Lagoya 1 05
p
Paco de LuCia 1 7 6
PalaCio de Bellas Artes 33
E
Ellington, Duke 124
PetrucC1an1, M1chel 187
P1cutt1, Romano 77
Esperón, Manuel 202 Portuondo, Omara 205
Ponce, Manuel M. 144
PresentaCIÓn de LuCiano Pavarott1 189
F Preservat1on Hall Jazz Band 15 1
Programa cultural de la XIX Olimp1ada, México
Feuermann, Emmanuel 50
Franco, HoraCio 195 68, 116
Programa de la obra Juana de Arco en la hoguera
88
G Programa de la Orquesta de Cámara de Viena
139
Galindo, Bias 118
García Mora, M1guel 181 Programa de la Orquesta del Teatro de Bellas
Glllesp1e, 01zzy 107 Artes 140
Programa de la Orquesta S1nfón1ca del Estado de
Moscú 116
H
Helguera, Gu1llermo 87
Programa de la presentación de Los Calchak1s
129
Hernández Moneada, Eduardo 106 Programa del Cuarteto de Stan Getz con Astrud
HomenaJe a Carlos J1ménez Mabarak 156 Gllberto 1 09
HomenaJe a Mano Ru1z Armengol 206 Pulido, Esperanza 1O1
HomenaJe de cuerpo presente a Agustín Lara
119
224 HomenaJe de cuerpo presente a Carlos J1ménez Q
Qu1nteto de Varsov1a 1 15
Mabarak 180
HomenaJe de cuerpo presente a Lu1s Sand1 186
HomenaJe de cuerpo presente a Lola Beh:rán 1 84
R
Reseña gráfica del Programa Cultural de la XIX
Olimp1ada, Méx1co 68 115
luan Gabnel 161 Rostropov1ch, Mst1slav 172
Rub1nste1n, Arthur 44
K
Kacs, Klara 90 S
K1ss1n, Evgency 185 Santín Olvera,PatnCia, en conCierto para n1ños
Kle1ber; Ench 61 sordos 211
Krauss, Clemens 85 Segov1a, Andrés 68
60 an1versano del PalaCio de Bellas Artes 179
Shankar; Rav1 128
L
Limantour; José Yves 90
Skrowaczewsk, Stan1slaw 112
Solistas de San Petersburgo 2 1 3
Sosa, Mercedes 1 26
Stern, Isaac 72
M Stravinsky. lgor 5 1
Marsa lis, Wynton 1 66
Metha, Zub1n y la Filarmón1ca de Israel 190
Moncayo, José Pablo 9 3 T
The Modern Jazz Quartet 11O
Moreno, Alfonso 1 3 1
Mouskoun, Nana 128
N
u
Urreta, AliCia 87
Norman, Jessye 192
V
o
Orquesta Filarmónica de las Améncas 1 33
Vaughan,Sara 127
7o \1 1 l D~ 1\\U 1 ~J\ 1 ll 1\1\ 10 DI B(IL A A R T[
...
ESTADISTICAS
1 El Umversal 4,61
2 El Untversol Ilustrado 61
3 Novedades 22 48
4 La jornada 6S59
S Proceso 2'> 225
6 Ttempo Ubre 15
7 Reforma 3305
8 Uno más uno 9C'>4
9 Excelstor 24 88
10 El Nacional 23 115
9
70 \N 1 V E R \ R 1 O [) l L P A l A l 1 ( ) l ) E l\ l L L \ \Rll\
1 El U versal
2 f:l Umvcr a 1~ ., do
l Ex e or
4 Novedad~
S Lo }?modo
6 Procf'sO
2 7 T1empo ubre
8 Reformo
9 UrJo mas uno
1o El Noc1ono
8
7
6
4
70 AÑO DE MU ICA EN EL PALACIO DE BELLAS ARTES
La gráfica 3 muestra la distribución numénca de las pubhcaoones rev1sadas según las crónicas y crí-
ticas selecoonadas para la antología. Se ha ordenado de manera descendente por el título de cada
fuente.
1 E/ Nacional
2 Excélsior
3 La jornada
4 El Universal
s Novedades
6 Reforma
7 El Universal/lustrado
8 Uno más uno
9 Proceso
1o Tiempo Libre
227
2 3 4 S 6 7 8 9 10
70 A N 1 V L H S A R 1 O ) 1 L P A L A ( 1 O [) f B 1 L L A A 1 • ~ \
La Tabla 1 señala a los autores según la cantidad de crónicas y criticas seleccionadas para
la antología. Se ha ordenado de manera descendente.
SEMBLANZAS DE AUTORES
INCLUIDOS EN LA ANTOLOGÍA
Acosta, Marco Antonio ( 1934- ). Escritor y edi- Brennan (Hanson),JuanArturo (1955- ). H1zo
tor. Crítico teatral y, eventualmente, musical. Co- estudios de 1ngen1ería electromecánica y one, en
laboró en el diario E/ Naoonal. Uso el pseudóni- las especialidades de dirección y fotografía. Ha si-
mo de Pedro Díaz. do asistente de producoón, de direcoón y de cá-
mara, así como musicalizador y guionista de one y
Alcaraz (Martínez), José Antonio ( 1938-200 1). televisión. Crftico de música de los dianos Uno más
Compositor, director de escena, escntor. Fue in- uno y La jamada. y las revistas Vuelta y Pauta.
vestigador del Cenidim. Ejerció la crónica y críti-
ca sobre música y teatro en los diarios El Heral- Bueno (G.), Miguel ( 1923- ). Doctor en filoso-
do de Méxtco, Excéls10r, Reforma y Uno más uno, fía, catedrático y mus1cólogo. Fue director gene-
así como en el semanario Proceso. ral del Instituto Nacional de Bellas Artes. Ejerció
la crít1ca mus1cal en los diarios El Naoonal, El
Aranda Pedroza, Enrique. Periodista. Ha colabo- Untversa/, Excélstor y Novedades. Uso el seudóni-
rado en el diario El Universal. mo Hans Sachs, también utilizado por Gerónimo
Baque1ro Fóster.
Arnaldo,Javier. Periodista. Ejerció la crónica y crí-
tica musicales en el diario El Naoonal. Calva (Pratt),José Rafael ( 1953-1997). Periodis- 229
ta y escritor. Colaborador de la rev1sta Pauta. Ejer-
Ávila, Norma (Leticia) ( 1957- ). Musicóloga. ció la crónica y crítica musicales en el diario Uno
Ha s1do cron1sta y crít1ca mus1cal de los diarios más uno.
Uno más uno y El Financiero. También ha colabo-
rado en Revista de la Universidad y en el progra- Camargo B.,Angelina. Periodista. Ejerce la cróni-
ma Hoy en la Cultura (Canal 1 1). ca y crítica musicales en el d1ario Excéls10r.
Azar (Boldo), Lázaro ( 1964- ). Pianista y pro- Carrasco, Lucía. Periodista. Ha sido cronista y crí-
motor discográfico. Ejerce la crítica musical en el tica musical del diario Reforma.
diario Reforma.
Cisneros Morales,Jorge. Periodista. Fue cronista
Bal y Gay, Jesús ( 1905- ). Compositor y musi- y crítico musical del diario E/ Naoonal.
cólogo de origen español. Radicó en México de
1938 a 1967. Escribió críticas musicales en diver- Cosía Yillegas, Raúl ( 1928-1998). Pianista, com-
sos diarios y revistas mexicanas y extranjeras. en- positor y musicólogo. Ejerció la crónica y crítica
tre otros El Untversal y Excéls10r. sobre música y danza en los diarios Excéls10r,
Novedades y Uno más uno. así como en las revis-
Baqueiro Fóster, Gerónimo ( 1898-1967). Com- tas Nonotza y Siempre.
positor; musicólogo y catedrático del Conservato-
rio Nacional de Mús1ca (Méx1co). Ejerció la crít1ca Cr uz Bárcenas,Arturo. Periodista. Cronista de
musical en los diarios El Nacional, El Universal y Ex- espectáculos del diario La jornada.
célstor, entre otras publicaciones. Usó vanos seudó-
nimos, entre ellos lgor Moreno, Demóstenes y Hans D'Artiguez (Beuregard), Ka tia ( 1972- ). Perio-
Sachs, éste último también usado por Miguel Bue- dista. Ha ejerc1do la crónica y crít1ca de espectá-
no. Publicó, además, bajo las iniciales G.B.F. culos y política en los diarios El Ftnanoero y
Reforma.
Barajas, Manuel ( 1986-1936). Pianista, catedráti-
co e investigador musical. Fue crítico musical en De Larosa. Period1sta. Colaboró en el d1ano El
los diarios E/ Nacional y El Universal. Nacional.
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230 Fraga (Gaytán), Rafael ( 1902- ).V1olin1sta. Cro- MacMasters, Merry. Penodlsta. Ha e¡erodo la cró-
nista mus1cal del d1ano El Umversal. nica mus1cal en los dianos 8 Naoonal y La jornada.
García, Santiago G. Penodista. Fue cron1sta mu- Magaña, Sergio ( 1924- ). Dramaturgo y profe-
Sical del diario Novedades. Uso el seudón1mo de sor de la Escuela de Arte Dramát1co del INBA
Florestán. (Méx1co). Columnista y crít1co teatral de los dia-
rios El Naoonal y Excéls10r.
García Hernández,Arturo. Penod1sta. Ha e¡ero-
do la crón1ca y crít1ca mus1cales en el diano La Melo (Ripoii),Juan Vicente ( 1932-1996). Mé-
jornada. diCO y escntor. Art1cul1sta y ensay1sta de las
rev1stas Pauta, Heterofonía y Rev1sta de Bellas
Garda, Juan Carlos. Penodista. Ha s1do cron1sta Artes. Fue crít1co mus1cal en el d1ano
y crít1co musical del d1ario Reforma. Novedades y en las rev1stas S1empre y Carnet
Mus1cal en la que uso el seudón1mo Eugen1o
Garrido (Vargas),Juan S. ( 1902-1994). Compo- Gante, postenormente util1zado por Salvador
Sitor y mus1cólogo de ongen chileno. Llegó a Mé- Moreno.
XICO en 1932. E¡eroó la crón1ca y crít1ca musica-
les en los dianos El Untversal y Novedades. entre Mirón, Juan
otros. véase Ru1z Cabañas (Bustamante). Samuel
Olivares, Juan José. Periodista. Ha colaborado en Ruiz (Carvalho) de Baqueiro, Eloísa ( 1925-
la sección de espectáculos del diario La jornada. 1980). Musicóloga e historiadora. Fue crít1ca
mus1cal del diano El Nac1onal y colaboradora
Oropesa, Luis G . Periodista. Colaboró en el dia- del Boletín de la Sociedad de Autores y Com-
rio Novedades. positores de Música. Uso el seudónimo de Isa-
bel da Silveira.
Palomar (Anas), Carlos ( 1893-1972). Méd1co e
investigador musical. Durante 30 años ejerció la Sachs, Hans
crítica mus1cal en el diario Excéls1or. Uso los véase Baqueiro Fóster; Gerónimo
seudónimos de Junius y Pablo Colmenar.
Sachs, Hans 231
Palomino, Pablo. Periodista. Ha ejercido la cróni- véase también Bueno (G.), Miguel
ca mus1cal en los diarios Excéls10r y Novedades.
Usó el seudónimo de Kn~ekerboker. Salazar, Adolfo ( 1890-1958). Compositor y
musicólogo de ongen español. Llegó a Méxi-
Paul. Carlos. Penod1sta. Ha ejercido la crónica co en 1939. Fue catedrático en la Casa de Es-
musical en el diario La jornada. paña, hoy Coleg1o de México. Ejerció la cróni-
ca y crítica musicales en los diarios Excéls1or y
Piamonte, Nadia. Periodista. Ha colaborado en Novedades.
el diano Uno más uno.
San cana, Jorge
Pulido (Silva), (María de la) Esperanza ( 1900- véase Novo, Salvador
199 1). Pianista, musicóloga y catedrática del Con-
servatono Naoonal de Mús1ca (Méx1co). Fundó Segura Procelle, Raúl. Penodista. Colaboró en el
y dingió, hasta su muerte, la rev1sta Heterofonía. diano El Naoonal.
Colaboró como crítica musical en los diarios El
Naoonal, El Un1versal y Novedades, entre otras pu- Sigüenza, Juan de. Periodista. Ejerció la crón1ca y
blicaciones. crítica musicales en el diario Novedades.
Ramírez, Luis Enrique. Penodista. Ha ejerodo la Soriano y Bueno, Álvaro. Periodista. Fue cronis-
crónica en los diarios La jornada y El Umversal. ta y crítico musical del diario Novedades.
Reyes,Víctor M. ( 1896- ). Pintor y escntor. Fue Tello (Malpartida), Aurelio (Efraín) ( 1951- ).
subdirector del Instituto Nacional de Bellas Ar- Compositor; pianista y director coral de origen
tes (México). Colaboró en la revista México en el peruano. Ha sido investigador del Cenidim. Lle-
Arte, entre otras. Fue crítico musical en los dia- gó a México en 1982. Ha ejercido la crítica mu-
rios El Umversal Ilustrado y Novedades. sical en las rev1stas Tiempo Ubre y S1empre.
Riquelme F., Ethel. Periodista. Cronista del perió- Ugarrichea,Antonio. Periodista. Cronista del dia-
dico Excéls1or. rio Excé/s1or.
Rodríguez Piña, Gabriel. Periodista. Ha ejerodo Velázquez Yebra, Patricia. Period1sta. Ha colabo-
la crónica y crítica musical en el diario Excélsior. rado en el diario El Universal.
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70 AÑO DE MU ICA N El PA LA C 1(.) [) ( R E L L \ A R f E\
CRONOLOGIA
1934 / Septiembre Inauguración del Palacio de Bellas Artes. Ejecución Sala de espectáculos
del Himno Nacional interpretado por un coro de
mil voces acompañado por la Orquesta Sinfóni-
ca de México, bajo la dirección de Carlos Chávez.
1934 / Septiembre Presentación del violinista Jascha Heifetz y el pía- Sala de espectáculos
nista Emanuel Bay.
1936 1 Octubre Concierto de cámara del Grupo de los Cuatro. Sala Manuel M. Ponce
Año 1 Mes
1949 1Abril Apertura de la Sala Manuel M. Ponce (antes sa- Sala Manuel M. Ponce
la de conferencias) con el concierto de cáma-
ra de Esperanza Cruz (piano).
19491 Mayo ln1cio del Año Chopin, con motivo del primer Sala de espectáculos
centenario de su muerte.
19531 Mayo Concierto Sinfónico, director Julián Carrillo es- Sala de espectáculos
treno del poema sinfónico Horizontes.
1954 1 Mayo Homenaje de cuerpo presente a Clemens Vest íbulo del Palacio
Krauss de Bella Artes
19551 Marzo Recital de la pianista Alicia Urreta y el violan- Sala Manuel M. Ponce
chelista Guillermo Helguera.
19621 Enero Presentación del sexteto del jazzista Chilo Morán. Sala de espectáculos
1967 1Julio HomenaJe póstumo a Gerónimo Baqueiro Fós- Sala Manuel M. Ponce
ter, organizado por la Unión Mexicana de Cro-
n1stas de Teatro y Mús1ca.
19691 Enero Orquesta Sinfón1ca del Estado de Moscú. direc- Sala de espectáculos
tor Evgeny Svetlanov.
1970 1 Septiembre Estreno en Méx1co del oratono Glonos1 pnno- Sala Manuel M. Ponce
pes de Bartolucci con la capilla Sixtina, director
Domenico Bartolucci.
1970 1 Nov1embre Homenaje de cuerpo presente a Agustín Lara. Vest1bulo del Palacio
de Bellas Artes
1971 1 Marzo Capella Antigua, director Rufino Moreno. Sala Manuel M. Ponce
19721 Marzo Estreno en Méx1co M1sa del Papa Morcella de Pa- Sala de espectáculos
lestrina con el Coro de la Basi1ica de Guadalupe.
1978 / Abril Presentación del cant ante Salvador Chova Flo- Sala de espectáculos
res.
1978 1 Agosto Concierto de la Orquesta Filarmónica de Israel, Sala de espectáculos
d irector huésped Eduardo Mata.
1978 1Agosto Homenaje de cuerpo presente a Carlos Chávez. Vestíbulo del Palacio de
23 8 Bellas Artes
1979 / Enero Concierto de la Orquesta de Cámara Inglesa, Sala de espectáculos
director George Malcolm.
1984 1 Octubre Conoerto del Preservation Hall Jazz Band Sala de espectáculos
1992 / Mayo Concierto del cuarteto vocal The Manhattan Transfer: Sala de espectáculos
1994 / Mayo HomenaJe póstumo a Manuel Enríquez dentro Sala Manuel M. Ponce
del XVI foro Internacional de Música Nueva.
70 A N 1 V E R A R 1O ) I L 1 A l A ( 1O D E B F L L A ~ A RT ~ \
1995 1 Enero Homenaje de cuerpo present e a Eduardo Mata. VestJbulo del Palac1o de
Bellas Artes
1995 1Abril Presentación de la cantante Chavela Vargas Sala de espectáculos
1996 1 Febrero Presentación del cantante Marco Antonio Muñiz. Sala de espectáculos
19961 Marzo Homenaje de cuerpo presente a Lola Be ltrán. Vestlbulo del Palacio de
Bellas Artes
19971 Abnl Presentación del Jazzista M1chel Petrucciani. Sala de espectáculos
1998 1 Octubre Presentación del grupo The King's Consort. Sala de espectáculos
1999 1 Octubre Presentación del grupo irlandésThe Harp Consort Sala de espectáculos
200 1 1Agosto Entrega de la medalla al Mérito Artístico por el Sala Manuel M. Ponce
Instituto NaCional de Bellas Artes a José Anto-
nio Alcaraz.
200 1 1 Octubre Homenaje a Manuel Esperón por sus 70 años Sala de espectáculos
20021 Abril Homenaje a Mario Ruiz Armengol por sus 60 Sala de espectáculos
años de trayectoria artística.
2003 1 D1c1embre Concierto nav1deño para niños sordos, inter- Sala de e spectáculos
prete Patnc1a Santín Olvera.
lnstituto Naciona 1
DE BELLAS ARTES
Saúl Juárez
Director general
Daniel Leyva
Subdirector general de Bellas Artes
Patricia Pineda
D1rectora de D1fus1ón y Relaciones Públicas
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