Retinopatia Diabetica

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UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MACHALA

Calidad, Pertinencia y Calidez


UNIDAD ACADEMICA DE CIENCIAS QUÍMICAS Y DE LA SALUD
CARRERA DE CIENCIAS MÉDICAS
OFTALMOLOGÍA

TEMA:

RETINOPATIA DIABÉTICA
ESTUDIANTES:
 Helen Diana Argudo Jima
 Alejandro Alberto Cadena Pizarro
 Paulette Nicole Segarra Valle
 Roxana Lizbeth Morales Jimenez

SEMESTRE:
SÉPTIMO
PARALELO:
“A”

DOCENTE:
DR. VALAREZO

EL ORO – MACHALA - ECUADOR


RETINOPATIA DIABETICA

Diabetes Mellitus: Desorden metabólico de múltiples etiologías, caracterizado por


hiperglucemia crónica asociada a alteraciones en el metabolismo de hidratos de
carbono, proteínas y grasas, que se producen como consecuencia de defectos en la
secreción de insulina o de su acción o de ambas cosas a la vez.

La retinopatía diabética es una enfermedad ocular y es la complicación microvascular


más común en los pacientes con diabetes. La retinopatía diabética aparece por los altos
niveles de azúcar en la sangre, es una microangiopatía progresiva que se caracteriza por
lesiones y oclusión de pequeños vasos retinales.

 La diabetes mellitus (DM) es una epidemia mundial con una morbimortalidad


significativa.
 La retinopatía diabética (RD) es una complicación microvascular de la DM que
afecta a 1 de cada 3 personas con DM.
 La retinopatía diabética (RD) es la tercera causa de ceguera a nivel mundial pero la
primera en personas de edad productiva en países en vías de desarrollo. La
Organización Mundial de la Salud estima que la retinopatía diabética produce casi
5% de los 37 millones de ciegos del mundo.
 La RD es la principal causa de pérdida visual en adultos en edad laboral. La ceguera
por RD es prevenible en un 80% de los casos con una detección y tratamiento
temprano asociado a un manejo general. El 10% de los pacientes con diabetes tienen
una limitación visual severa y 2% de ellos llega a la ceguera. El edema macular se
puede presentar en cualquier etapa de una RD y es la causa más importante de
limitación visual, estando relacionado con un mayor tiempo de evolución. La
hemorragia vítrea es la causa más frecuente de ceguera, asociada a etapas de
retinopatía proliferativa.
 A mayor antigüedad de la DM y peor control metabólico, mayor es el riesgo de
desarrollar una RD. Múltiples estudios han demostrado que un control óptimo de la
glicemia, de la presión sanguínea y de los lípidos reduce el riesgo de desarrollar una
retinopatía y frena su progresión.
 La prevalencia e incidencia de la RD está aumentando y se duplicarán los casos
hacia el año 2030. Esto debe traducirse en formalizar Programas Nacionales para la
atención temprana de la RD, capacitando al oftalmólogo de práctica general y al
residente, en el manejo de una RD, utilizando una clasificación simplificada y un
manejo adecuado de las etapas de RD.
 El tratamiento oportuno con fotocoagulación con láser y el uso adecuado de anti
VEGF puede prevenir o retardar una pérdida visual. Para esto, se requiere un
examen periódico que detecte una retinopatía que presente riesgo visual en forma
precoz.
 Es fundamental la educación, para promover en el paciente y en los familiares el
autocuidado. Un buen control metabólico retarda la aparición y retarda la progresión
de las lesiones existentes. No mata, no duele y por mala información, muchos
pacientes consultan tardíamente al oftalmólogo, al perder visión, y pueden quedar
ciegos en forma irreversible.

EPIDEMIOLOGÍA DE LA DIABETES

La prevalencia de la diabetes mellitus está aumentando a nivel mundial debido al


aumento y envejecimiento de la población asociado a los cambios en los estilos de vida
más sedentarios y a la epidemia de obesidad existente.

Según la Federación Internacional de diabetes, existen 387 millones de personas


afectadas por diabetes en el año 2014 y aumentarán a 592 millones para el año 2035,
con un incremento del 53%. En América se estima que habrá unos 64 millones, con un
17% no diagnosticado, y se incrementará en un 55% al año 2035. También estima que
la en países ricos la diabetes predomina en pacientes mayores de 60 años y en los países
en vías de desarrollo entre los 40 y 60 años y también es mayor en la población indígena
y en personas con bajos niveles educativos.

Epidemiología del Síndrome Metabólico (S.M.):

El síndrome Metabólico (SM) se caracteriza por alteraciones metabólicas e


inflamatorias asociadas a una resistencia a la insulina (RI) y intolerancia a la glucosa
(ITG). Aunque su origen puede ser genético, las manifestaciones clínicas dependen de
factores ambientales y produce una obesidad, hipertensión arterial y dislipidemia.

Es el principal factor de riesgo de diabetes y cardiovascular asociado a patología


isquémica coronaria. A partir del 1998, la Organización Mundial de la Salud declara a la
Obesidad como una Epidemia y sugieren a los Ministerios de salud desarrollar
estrategias para evitar la diabetes y sus complicaciones. En el mundo hay unos 387
millones de personas con DM, sin embargo, más del 80% de las muertes por sus
complicaciones son en países de ingresos medios y bajos. EL 71% de la población de
México tiene sobrepeso u Obesidad, es decir 7 de cada 10 mexicanos posee un SM.

No hay datos de la prevalencia de SM en América Latina, pero se puede estimar que


una de cada tres o cuatro personas mayores de 20 años, cumplen los criterios para
diagnóstico de SM y está asociado a factores como: raza, malnutrición materno infantil,
cambio en el estilo de vida y envejecimiento de la población. Debemos considerar el
manejo de un SM.

como una estrategia de prevención primaria, ya que se asocia a un estilo de vida


inadecuado con aporte calórico elevado y falta de actividad física.

La Asociación Latinoamericana de Diabetes (ALAD) propone realizar programas


regionales que disminuyan el impacto del SM detectando factores de riesgo en el
entorno escolar y laboral para evitar el desarrollo de una diabetes.

Entre los factores de riesgo para desarrollar un SM está el sobrepeso y la obesidad,


familiares de primer grado, grupo étnico, bajo peso al nacer, sedentarismo, exceso de
alimentos ricos en grasa o azúcar y antecedente de diabetes gestacional.

Se sugiere que para aquellos países con prevalencia de DM superiores al 7%, o con una
alta mortalidad por complicaciones de DM, deban detectarse oportunamente el
Síndrome Metabólico y promover su manejo, considerando que una dieta adecuada,
aumentando la actividad física y bajando de peso pueden reducir el riesgo de desarrollar
DM entre un 34 a 43%.

En las regiones de América Latina donde no es posible desarrollar un programa de


tamizaje para RD, para detectar y manejar en forma oportuna una retinopatía, hay que
considerar la detección del SM para actuar con mayor oportunidad, menores costos y
mejores resultados si promovemos la EDUCACION, orientado a estimular el
AUTOCUIDADO y prevenir en todas las formas posibles el desarrollo hacia una
Diabetes Mellitus y sus complicaciones.

Epidemiología de la retinopatía diabética

En América Latina, hasta un 40% de los pacientes diabéticos tiene algún grado de RD y
de acuerdo a un estudio que se realizó en 16 países de Latinoamérica el año 1999; en
una muestra de 7.715 pacientes diabéticos detectó que:
 40.2% tenían algún grado de RD
 25% con retinopatía leve a moderado
 4.5% tenían RD no proliferativa severa
 7.6% con RD proliferante
 5.5% tenía edema macular clínicamente significativo

Siendo preocupante que el 35% nunca había sido examinado por un


oftalmólogo.

La prevalencia de RD está relacionada con el diagnostico de una DM. Si el


diagnóstico es precoz, en caso de países con mayores recursos o con
sistema de atención primaria, la prevalencia de RD será más baja, pero si el
diagnóstico es tardío, en caso de países con pocos recursos, la prevalencia
es más alta.

Los principales factores de riesgo para el desarrollo de una retinopatía diabética son:
1. Duración de la enfermedad.,
2. Mal control metabólico (Hiperglicemia),
3. Hipertensión arterial,
4. Hiperlipidemia y
5. Desconocimiento de la enfermedad.
FISIOPATOLOGÌA DE LA RETINOPATÌA DIABETICA

La hiperglucemia en conjunto con las vías metabólicas directamente relacionadas con


ella es la principal causa de RD, provoca alteraciones en la retina neural (degeneración
neurorretiniana) y lesiona el lecho capilar situado en la retina interna (lesión
microangiopática). Las primeras alteraciones morfológicas que pueden observarse son
el engrosamiento de la membrana basal, la pérdida de pericitos y la lesión endotelial con
disrupción de las tight junctions (TJ), uniones intercelulares fuertes entre las células
endoteliales, que conforman la barrera hematorretiniana interna.
La pérdida de pericitos es fundamental para la formación de microaneurismas, la
membrana basal, aunque engrosada, es disfuncionante y presenta aumento de la
permeabilidad. Esto, junto con la ruptura de las TJ, permitirá la extravasación del
contenido intravascular al espacio intersticial. Como consecuencia habrá un
engrosamiento de la retina y la presencia de exudados duros, este estadio se conoce
como RD de base. En estadios más avanzados, la lesión endotelial se agrava y se
produce una pérdida de células endoteliales, los capilares sin endotelio se convierten en
estructuras especialmente proclives a la trombosis. Además, se producirá el fenómeno
de la leucostasis, es decir, la adhesión irreversible del leucocito al endotelio o a la
membrana basal del capilar denudado de células endoteliales, que puede ocluir la luz del
capilar, estos acontecimientos originan una grave situación de hipoxia. En estos estadios
se aprecian en el examen oftalmoscópico exudados blandos o algodonosos, que reflejan
áreas de la retina infartadas y anomalías en la microcirculación intrarretiniana. Todos
estos elementos constituyen la denominada RD preproliferativa. En las fases finales se
producirá la digestión enzimática de la membrana basal, que será una condición
indispensable para iniciar los pasos secuenciales de la neovascularización, los propios
productos de degradación de la membrana basal, junto con los factores angiogénicos
regulados al alza por la hipoxia, son fundamentales para iniciar la angiogénesis.
Esta etapa final se conoce como RD proliferativa y se caracterizará clínicamente por la
presencia de neovasos. Estos neovasos tienen tropismo hacia el cuerpo vítreo, donde se
anclan y, tras fibrosarse, pueden producir un desprendimiento de la retina por tracción,
también, dada su fragilidad, pueden sangrar y ocasionar hemorragias masivas en el
interior del humor vítreo.

DETECCIÓN DE UNA RETINOPATÍA DIABÉTICA

Guías para el tamizaje.

Se debe fomentar el diagnóstico precoz y tratamiento oportuno con láser debido a que la
historia natural de la retinopatía diabética mantiene un periodo de latencia de varios
años, estas medidas reducen el costo y riesgo de ceguera de una RD avanzada, el
tamizaje se realiza en todo paciente diabético registrado en una determinada región, se
deben considerar los grupos de alto riesgo como las siguientes (Dr. Juan Verdaguer
Terradella, 2016).

 DMT1

 Embarazo

 Mayores de 50 años

 Historia de diabetes de más de 10 años

 Nefropatía
 Mal control metabólico (Dr. Juan Verdaguer Terradella, 2016).

Medidas para el tamizaje:

Toma de visión: Se debe realizar por personal capacitado, se emplea con frecuencia el
agujero estenopeico.

Examen de retina: Se realiza con fotografía de la retina o a través de la biomicroscopia y


oftalmoscopia, la foto permite una mayor cobertura, crea un registro en el que se puede
incluir diferentes ángulos; ser mono o estéreo dilatada o no, las cámaras
semiautomáticas no midriáticas son de fácil manejo, los sistemas fotográficos digitales
empleados en los tamizajes se han validado y logran una buena sensibilidad y
especificidad, además son menos costosos y beneficia a la mayoría de pacientes
diabéticos que se atienden en los niveles primarios de la salud (Dr. Juan Verdaguer
Terradella, 2016).

En la actualidad encontramos múltiples protocolos de uno o dos fotos con o sin


dilatación que son aceptados por programas masivos siempre y cuando tengan un
control de calidad adecuado, estos permiten realizar las derivaciones de casos de
retinopatías avanzadas, dudas diagnosticas o a profesionales que puedan interpretar
diagnósticos difíciles (Dr. Juan Verdaguer Terradella, 2016).

La lámpara de hendidura y la lupa constituyen el Gold estándar para el examen de la


retina, posee una buena especificidad y sensibilidad relacionada con la oftalmoscopia
indirecta, en las áreas con escasas posibilidades de tamizaje lo puede realizar un médico
no oftalmólogo con un oftalmoscopio directo que posea la adecuada capacitación (Dr.
Juan Verdaguer Terradella, 2016).
El examen de OCT junto con la angiografía con fluoresceína se utiliza en pacientes
seleccionados.

TOPICOS DE IMPORTANCIA

 El tamizaje busca aumentar la cobertura y detectar un RD de forma precoz para


un tratamiento oportuno y eficaz, implica invitar y educar a la población sobre la
RD (Dr. Juan Verdaguer Terradella, 2016).
 Se debe recordar que el tamizaje no es una prueba diagnóstica, sino que
estandariza a pacientes con riesgo (Dr. Juan Verdaguer Terradella, 2016).
 Desarrolla una base de datos centralizada con una plataforma que permite
graduación y revisión de casos específicos (Dr. Juan Verdaguer Terradella,
2016).
 Utilización del ETDRS
 Cuando se sospecha maculopatiat7 el médico debe considerar una segunda línea
de tamizaje utilizando métodos como el OCT para definir una derivación con el
oftalmólogo (Dr. Juan Verdaguer Terradella, 2016).
 Deben realizarse capacitaciones para certificar y recertificar a los proveedores
profesionales evaluando sus informes (Dr. Juan Verdaguer Terradella, 2016).

DIABETES Y EMBARAZO
El embarazo es un factor de riesgo para la progresión de la retinopatía diabética (RD),
en comparación con las no embarazadas (7.3% vs 3.7%), siendo el factor más
importante la severidad de la RD al momento de la concepción. En el Diabetes in Early
Pregnancy Study, estudio prospectivo de 140 mujeres con DM tipo 1, se constató que el
10% desarrollo una retinopatía, una RD proliferativa se desarrolló en 6,3% de las
mujeres con RD no proliferativa leve y en un 29% de las mujeres con RD severa al
momento de la concepción. El mayor riesgo de progresión se relaciona con la
antigüedad de la DM, a un mal control metabólico o a una rápida reducción de la
Hba1C aunque este sea un objetivo del tratamiento y de la hipertensión arterial crónica
o inducida por el embarazo (Dr. Francisco G. Martinez Castro; Dr. Fernando Barría,
2016).

En las diabéticas con posibilidad de un embarazo, debe ser advertidas del riesgo de
progresión de una retinopatía, siendo necesario lograr el mejor control metabólico y si
es necesario realizar tratamiento. En la diabética ya embarazada, debe realizarse un
fondo de ojo en el primer trimestre y los controles están condicionados por la severidad
de la retinopatía (Dr. Francisco G. Martinez Castro; Dr. Fernando Barría, 2016).

 Si no hay retinopatía o existe una RD leve o moderada debe controlarse cada 3


meses.
 Si hay una RD severa debe realizarse controles cada mes y continuar bajo control
oftalmológico hasta 6 meses después del parto.
 Indicar panfotocoagulación con laser si se detecta neovascularización.
 Un edema macular puede reducir la visión, pero ésta puede mejorar con el parto. No
se recomiendan inyecciones intravítreas.
 Una retinopatía diabética no es contraindicación para el parto vaginal.
 Mujeres con diabetes gestacional no tienen indicación de control oftalmológico, ya
que no tienen mayor riesgo de desarrollar retinopatía diabética (Dr. Francisco G.
Martinez Castro; Dr. Fernando Barría, 2016).

EVALUACIÓN OFTALMOLÓGICA DE RETINOPATÍA DIABÉTICA

Se debe consultar por la duración de la diabetes, el control de la diabetes (glicemia,


presión arterial, y lípidos), el uso de insulina así como la posibilidad o presencia de
embarazo (Dr. Fernando Barria; Dr.Francisco Martinez, 2011).

EDUCACIÓN DE LOS PACIENTES:

 Incluir a la familia en la educación.


 Necesidad de controlar su diabetes: nivel de glucosa, presión arterial y lípidos. Esto
reduce la aparición y el progreso de una RD.
 Realizar exámenes de retina: Un tratamiento efectivo depende de una detección
oportuna.

Una retinopatía es un factor de riesgo de ceguera


 Informar al médico tratante de los hallazgos del examen de retina.
 Cuando la RD no tiene tratamiento y queda remanente visual, orientar su referencia
a una rehabilitación en servicio de baja visión y/o servicios sociales.

PREVENCION

DESARROLLAR PROGRAMAS PARA EL MANEJO ADECUADO DE UNA


RD:
Para iniciar un programa deben considerarse las siguientes recomendaciones:

 Tener una guía clínica con un sistema de clasificación simple.


 Elegir una estrategia de tamizaje considerando equipamiento y recursos
humanos disponibles.
 Crear centros de tratamiento con láser (por cada 250,000 a 500,000 habitantes) y
un centro de vitrectomía (por cada millón de habitantes).
 Plan de sustentabilidad a largo plazo (Dr. Francisco G. Martinez Castro; Dr.
Fernando Barría, 2016).
Además, debemos incluir a médicos generales, internistas, endocrinólogos, paciente y
familia en los programas para la detección y en el manejo. Es necesario que se entienda
la importancia en el diagnóstico y tratamiento temprano de la retinopatía diabética.
Los indicadores de un programa podrían ser:
a. Prevalencia de ceguera y discapacidad visual relacionada a retinopatía diabética.
b. Numero de exámenes de fondo ojos en personas con diabetes
(hombres/mujeres) (Dr. Francisco G. Martinez Castro; Dr. Fernando
Barría, 2016).
PROBLEMA ACTUAL. Magnitud del problema:
 La diabetes afecta de 7 a 10% de la población mayor de 20 años en
Latinoamérica.
 En necesario un tamizaje: Una Retinopatía afecta del 20 a 30% de los diabéticos.
 Necesidad de tratar: 5% de los diabéticos tiene riesgo de ceguera.
 Relacionar el costo de la diabetes con NO HACER NADA.
 Es aproximadamente 50 veces más caro tratar a un paciente con retinopatía
diabética que evitar el daño, y 20 veces más barato tratarlo en forma temprana
que tardía.
 La diabetes continuará aumentando con un futuro incierto.
 El plan de salud visual debe ser de interés de la comunidad y dirigido a los
grupos vulnerables para lograr equidad, “mejorando la cobertura con calidad en
la atención (Dr. Francisco G. Martinez Castro; Dr. Fernando Barría, 2016).

EVIDENCIA EN PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DE UNA RETINOPATÍA


Estudios clínicos, con más de 30 años, demuestran que el tratamiento adecuado de una
diabetes y del tratamiento precoz de una retinopatía disminuye el riesgo de pérdida
visual. Esta evidencia es importante en el desarrollo de un programa de Diabetes.
1) Estudio de retinopatía diabética (1971-1975) demuestra que la
panfotocoagulación reduce el riesgo de pérdida visual severa en retinopatía
proliferativa en 60%.
2) Estudio del tratamiento precoz de una retinopatía (1979-1990) demuestra que la
panfotocoagulación reduce el riesgo de pérdida visual severa a menos de 2% y que
una fotocoagulación focal reduce el riesgo de pérdida visual moderada en un edema
macular diabético en 50%, sin efecto adverso en progresión de una retinopatía.
3) Estudio de vitrectomía en retinopatía diabética (1977-1987) demuestra que en
casos favorables, una vitrectomía precoz, en hemorragia vítrea no resuelta, logra un
mejor resultado visual.
4) Estudios del control de la diabetes y de la epidemiología de las complicaciones y
de las intervenciones en diabetes (1983-1993) demuestra que un control estricto de
glicemia, en diabetes tipo 1, baja el riesgo de progresión de una retinopatía. Reduce
47% el desarrollo de una retinopatía severa o proliferativa, 56% la necesidad de
láser y 23% el riesgo de edema macular y establece una relación lineal entre nivel de
Hb glicosilada y el riesgo de complicaciones visuales, pero advierte que los
pacientes con control estricto tienen mayor número de eventos de hipoglicemia que
pueden ser peligrosos.
5) Estudio prospectivo de diabetes en UK (1977-1999) Realizado en diabetes tipo
Demuestra la necesidad de controlar la diabetes, el riesgo de colesterol elevado o de
concentraciones de lípidos séricos de aumentar el riesgo de complicaciones retínales
en pacientes con diabetes (Dr. Francisco G. Martinez Castro; Dr. Fernando Barría,
2016).

PREVENCION Y EDUCACIÓN
Debe difundirse a la población en general:
 La diabetes conlleva un riesgo real de ceguera.
 El control metabólico estricto es esencial para evitar la pérdida visual.
 La retinopatía diabética es asintomática y se detecta por un fondo de ojo, siendo
esencial un examen anual de la retina.
 El tratamiento ayuda a preservar visión útil.
 El oftalmólogo debe evaluar, clasificar y tratar una RD (Dr. Fernando Barria;
Dr.Francisco Martinez, 2011).
La prevención de una retinopatía diabética, en un paciente con diabetes, tiene tres
niveles:

a. La prevención primaria es evitar la retinopatía en un paciente con diabetes, lo


cual se logra controlando su glicemia, el nivel de presión sanguínea y los lípidos
para retrasar la aparición de una retinopatía diabética. El paciente diabético debe
mantenerse interesado y educado en el cuidado de su enfermedad. Es su
responsabilidad cuidarse, llevando una dieta adecuada, usando sus
medicamentos y con un régimen de ejercicio adecuado a su edad y condición. La
educación de la familia es de suma importancia en lograr estas metas. La
educación sanitaria incluye reducir el sobrepeso con actividad física, así como
asegurar fondo de ojo periódicamente considerando que cualquier diabético
puede presentar una RD y que la visión no sirve como referencia (Dr. Fernando
Barria; Dr.Francisco Martinez, 2011).

b. La prevención secundaria es detectar y tratar una retinopatía en forma precoz


para evitar que comprometa la visión, mejorando la cobertura del tamizaje a
todo paciente diabético registrado y asegurando un tratamiento precoz con láser.
Es urgente la educación y entrenamiento de todo el personal médico y
paramédico involucrado, en insistir en revisiones oftalmológicas periódicas.

c. La prevención terciaria considera restaurar la visión perdida, manejando un


edema macular clínicamente significativo o una hemorragia vítrea o considerar
la ayuda de visión subnormal en una rehabilitación posterior (Dr. Fernando
Barria; Dr.Francisco Martinez, 2011).

DIAGNÒSTICO
1. Fondo de ojo realizado por el oftalmólogo: El examen debe ser realizado con una
lámpara de hendidura, con lupa y la pupila dilatada. Es “gold estándar”, con mayor
especificidad y sensibilidad, contra el cual se comparan los otros sistemas de
tamizaje.
2. Fondo de ojo realizado por un médico no oftalmólogo: Con oftalmoscopio
directo sin dilatar la pupila; es muy poco sensible y específico. No se recomienda.
3. Fondo de ojo con cámaras fotográficas: Los sistemas fotográficos digitales se
han evaluado y logran una sensibilidad y especificidad comparable a la forma
tradicional del FO, siendo un procedimiento rápido, fácil de realizar, conveniente
para el paciente, y principalmente, es costo-efectivo, ya que solamente los pacientes
con RD son referidos al oftalmólogo, empleando personal menos calificado en la
etapa inicial del proceso. Un método que utiliza 8 tomas de fotografía no es
adecuado para programas masivos porque es lento, produce cansancio, debemos
almacenar gran cantidad de imágenes y requiere de dilatación pupilar. Otros
métodos con una o dos fotografías de cada ojo con cámaras no midriáticas, obtienen
una sensibilidad y especificidad adecuada, siendo compatible con sistemas masivos
de trabajo, ya que su toma es muy rápida. En Escocia, se utiliza para tamizar, una
sola fotografía de cada ojo, mientras que en Inglaterra se toman dos de cada ojo.
Existen razones en favor y en contra de cada opción, como la rapidez del estudio,
tolerancia del paciente, almacenaje de la información o la carga de trabajo en la
interpretación, entre otras. Ambos métodos son aceptados para programas masivos,
siempre y cuando, tengan un control de la calidad adecuado.

CLASIFICACION Y TRATAMIENTO DE LA RETINOPATIA DIABETICA


Para la Academia Americana de Oftalmología (AAO) esta clasificación permite evaluar
el estado del fondo de ojo para de esta manera decidir el esquema de tratamiento
respectivo (Dr. Juan Verdaguer Terradella, 2016).
Retinopatía diabética no proliferativa
Se caracteriza por la presencia de hemorragias y microaneurismas en 4 cuadrantes,
arrosareamineto venoso en 2 cuadrantes y anomalías microvasculares intra-retinianas en
1 cuadrante, la regla del 4x2x1 se asocia a un riesgo de progresión a Retinopatía
Diabética Proliferativa de un 50% en un año, motivo por el cual en este tipo de RDNP
ya se recomienda el uso de la panfotocoagulacion con láser (Dr. Juan Verdaguer
Terradella, 2016).

Retinopatía Diabética Proliferativa


Se trata de la etapa más avanzada de la Retinopatía diabética no proliferativa (RDNP),
la retina inicia un proceso de neovascularizacion debido a la isquemia prolongada por
oclusión de vasos, lo hace en 2 etapas:
Neovasos en disco (NVD)
Neovasos en otras áreas (NVE)
Indicaciones de panfotocoagulacion con láser:
 Neovasos en más de 1/3 dela papila
 Hemorragia pre-retinial o vítrea (Dr. Juan Verdaguer Terradella, 2016).

Edema Macular
Aparece en cualquier etapa de la retinopatía diabética y constituye una de las causas
más comunes de perdida visual en los pacientes con DMT2 , debe ser netamente
manejado por un especialista, el cuadro puede ser mixto sin embargo se distinguen 3
formas : EMD focal La filtración predomina en microaneurismas retiniales que se
asocian a un anillo circinado en cuyo centro se encuentran los microaneurismas (Dr.
Juan Verdaguer Terradella, 2016).
EMD difuso la filtración se origina en capilares retiniales perifoveales
incompetentes (Dr. Juan Verdaguer Terradella, 2016).
EMD isquémico Existe un aumento de la zona foveal avascular (FAZ) lipídicos,
puede ser difícil reconocerlos en una fotografía de fondo de ojo y se requiere un examen
estereoscopio en lámpara de hendidura o un examen con OCT para su diagnóstico (Dr.
Juan Verdaguer Terradella, 2016).
TRATAMIENTO DE LA RETINOPATIA DIABETICA
La retinopatía diabética es asintomática, aun en sus formas más graves, y debido a la
necesidad de un tratamiento precoz, se debe considerar realizar una detección y
tratamiento oportuno, lo cual debe incluir el tratamiento médico. Un control metabólico
estricto con determinación de hemoglobina glucosidada (HbA1c< 7%), un control de la
hipertensión arterial y de los lípidos (reducción LDL-C) retardan la progresión de una
retinopatía diabética. Ninguno de los tratamientos médicos propuestos substituye el
tratamiento de fotocoagulación con láser.

1. Fotocoagulación con láser:


La fotocoagulación panretiniana está indicada en una RD proliferativa y en la fase no
proliferativa severa de pacientes con diabetes tipo 2. Se estima que un 80% de los casos
de RD proliferativa tratados con fotocoagulación en forma oportuna y adecuada, logran
detener la progresión y en caso de alto riesgo, el tratamiento reduce 50% la pérdida de
visión severa (20/400 o peor). Otros factores a considerar para un tratamiento precoz
son la falta de adherencia a controles, cirugía de catarata inminente, embarazo,
nefropatía y el estado del ojo contralateral, afectado de una retinopatía proliferante o
que no respondió al tratamiento con láser, asi como en extrema ruralidad. Se estima que
5% de los diabéticos evaluados en LA, requerirán ser tratados con láser.
Informar a los pacientes antes de iniciar el tratamiento:
a. Puede ocurrir una hemorragia vítrea durante el tratamiento con láser. La
hemorragia es causada por la diabetes y no por el láser y, a menudo, indica que
el paciente requiere más láser.
b. El tratamiento es para estabilizar la retinopatía, tratando de detener su progresión
y no para mejorar la agudeza visual. El tratamiento puede reducir la visión
periférica y nocturna. Estos efectos colaterales son compensados por la
significativa reducción de la pérdida de visión y ceguera en el largo plazo en los
pacientes tratados con láser. Además, puede comprometer el campo visual, la
adaptación a la obscuridad y puede crear o aumentar un edema macular,
Indicaciones
 Retinopatía diabética no proliferativa severa.
 Retinopatía diabética proliferativa (rubeosis del iris).
 Edema macular diabético.
2. Terapia médica intravítrea
En la actualidad, el tratamiento del edema macular diabético incluye dos
medicamentos efectivos: Antiangiogénicos intravítreos en el tratamiento del edema
macular diabético: El control metabólico la fotocoagulación han demostrado
eficacia en el tratamiento de la retinopatía diabética (RD), sin embargo, el edema
macular diabético (EMD) el principal responsable de la disminución en la agudeza
visual, no tiene un manejo definido. En su fisiopatología están implicadas muchas
citosinas, como el factor de crecimiento vascular endotelial (VEGF), responsables
del angiogénesis y del aumento de la permeabilidad vascular que se encuentra en la
RD y el EMD. Se han desarrollado agentes que bloquean los efectos del VEGF en
la angiogénesis a nivel ocular, para tratar enfermedades con anomalías vasculares
retinianas y coroideas, como es el caso de la degeneración macular asociada a la
edad, las obstrucciones venosas de la retina, la retinopatía diabética y el edema
macular clínicamente significativo. Actualmente representan la primera línea de
tratamiento para el EMDY se dispone de varias opciones que han demostrado
eficacia y seguridad para el manejo de esta patología y son:

1.- Bevacizumab es un anticuerpo monoclonal murino humanizado producido por


tecnolögia de ADN partir de células ováricas de hámster chino. Este anticuerpo va
dirigido contra todas las isoformas biológicamente activas del VEGF, tiene dos
sitios de unión para este factor y al vincular los Efectos del VEGF y actúa como
antiangiogénico.

2.- Ranibizumab es el fragmento Fab del anticuerpo anti-VEGF. Es un anticuerpo


monoclonal dirigido contra el VEGF-A que ha sido utilizado para tratar el EMD en
diferentes estudios multicéntricos aleatorizados.

3.- Aflibercept es una proteína de fusión que vincula los efectos del VEGF que
actúa como un receptor competitivo e inhibe los factores de crecimiento placentario
(PLGF-1 y PLGF-2). La fórmula diseñada para uso intraocular es una solución iso-
osmótica ultrapurificada.

3. Tratamiento quirúrgico: Vitrectomía


Indicaciones
1. Desprendimiento de retina que compromete o amenaza la macula;
2. Hemorragia vítrea que no se reabsorbe espontáneamente;
3. Retinopatía proliferativa que no responde al tratamiento con panfotocoagulación
láser;
4. Un edema macular que no responde al tratamiento con láser y que presenta
signos de tracción vítreo-macular.
BIBLIOGRAFÍA:
 Argento, C. (2007). Oftalmología General (Introducción para el especialista).
Rosario, Argentina. Editorial Corpus.
 Bowling, Brad (c2016). Kanski. Oftalmología clínica. España: Elsevier.
 Actualización de la Guía clínica de Retinopatía Diabética para Latinoamérica.
Asociación Panamericana de Oftalmología

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