Autores y Compositores Cerreños (Alcantara Bardales Elda)
Autores y Compositores Cerreños (Alcantara Bardales Elda)
Autores y Compositores Cerreños (Alcantara Bardales Elda)
TAREA ACADÉMICA N° 01
TEMA: Música y Compositores Cerreños
MÚSICOS DE PASCO
Nadie llegó a identificarse tanto con el pueblo minero como él. Hubo una
conmovedora simbiosis que, transcurridos los años, no ha encontrado paralelo
en su tierra. Su talento extraordinario –único- lo puso al servicio de la tierra que
lo viera nacer.
Como nadie, don Andrés le cantó a estas lagunas, de lavar y tomar –ojos y alma
de nuestro pueblo- antes que el hacinamiento brutal originado por el “Tajo
abierto” las cercaran de viviendas en todo su entorno. Ningún pueblo del mundo
ha sufrido esta depredación que con dolor cantó don Andrés, abanderado de
nuestra dignidad.
(1940)
Como los viejos caballeros medioevales puso todo su empeño en cantar sus
excelencias y todo su valor en defensa de sus fueros legales. Poeta y guerrero,
encontramos en sus versos retratos palpitantes de las rúas mineras, con sus
encantos, sus misterios, su grandeza; querendonas endechas a la esquiva mujer
desdeñosa y cruel; premonitorios vaticinios que predican el final de la amada
querencia: “Hoy en ruinas convertido// mañana nada serás” , saudades
encomiásticas de la laguna de Patarcocha, alma palpitante del pueblo cerreño;
instantáneas precisas de la apremiante convocatoria de los “pilones” donde las
cerreñas al chismear ventilaban dignidades y sentimientos; alabanza de las
“chaposas” almorceritas que transportaban el magro yantar para sus cholos
“japiris”: picantes guisos, locros y chupes rubicundos en sus heroicas
portaviandas; jubilares remembranzas de bullangueros carnavales de
chisguetes, amor y serpentinas. Versos alquitarados que constituyen un
magnífico homenaje a la ciudad más alta del mundo. Su fuerza radica en la
elocuencia de su poder creador, en su experiencia vívida de los hechos
cotidianos que inspiraron sus canciones. No una, sino muchísimas canciones
han quedado grabadas en el alma minera. Los padres las cantaron, los hijos las
repiten y, los nietos, engolando la voz, las reviven con una unción extraordinaria
que siempre estará vigente.
Pero no sólo fue el ilustre vate de nuestro pueblo, con su valentía siempre en
ristre, largos fueron los años en que su lustral inteligencia la puso al servicio de
las causas nobles. Iniciado -por ejemplo- el cierre de las minas y el consecuente
despido de obreros por la quiebra de la bolsa de valores de Nueva York, su voz
fue enérgica y lapidaria en la protesta. A partir de aquel infausto octubre de 1929,
sus páginas heroicas –banderas de reivindicación- no tendrían más sosiego. Su
indignación llega a límites extraordinarios cuando la madrugada del domingo 7
de setiembre, la subida de Santa Rosa y la Esperanza es regada de muertos y
heridos tras una salvaje masacre; o cuando el 12 de noviembre de aquel turbio
año, la homicida represión gubernamental cercena la vida de una treintena de
obreros en el Puente de Malpaso; o cuando se enfrentó, a pecho descubierto,
contra el déspota que llenó las cárceles y cementerios con luchadores mineros:
el mocho Sánchez Cerro. Este despreciable tirano había ahogado con sangre y
fuego la valentía del “Zorro” Jiménez, la rebeldía de Gamaniel Blanco Murillo, el
grito clamoroso de los obreros de Malpaso. Por su lucha incansable -cerrada la
noche- los esbirros llegaban a destrozar puertas y ventanas de su casa para
apresarlo. Se apoderaban de sus libros y “sembraban” libelos subversivos para
incriminarlo. Por eso -nos confesaba su esposa- tuvieron que incinerar la
colección de LOS ANDES, el periódico que lo identifica. Para el tirano era
literatura subversiva. Las veces que dieron con él, maniatado, lo embarcaron en
coches de carga como a un animal para encerrarlo en las mazmorras del sexto
o en los arenales del Frontón. ¡Cuánto sufrió don Andrés Urbina Acevedo!
Y así fueron pasando los años. Sus ojos, cansados de incesantes lecturas, ya
no eran los mismos, pero en su miopía cada vez más creciente, conservaba
imágenes de la vida minera que, aliñado y emotivo, las volcó en los cordajes del
pentagrama popular que, gritó a los cuatro vientos, su protesta.
Lo que son las cosas. Desde su partida muchas cosas turbias han ocurrido en
su tierra querida. La compañía norteamericana que comenzó apoderándose de
nuestra laguna de Patarcocha, ahora la ha desecado. La ha rellenado de
desmonte mineral. Aquel espejo de agua que reflejaba el cielo más hermoso del
mundo, ha desparecido. Nuestros hijos ya no tendrán la emoción de cantar aquel
huayno que nos dejó:
¡Ay, mi cholita …!
ya no me atrae con sus miradas. Mi amor hoy mata por vil dinero.
ESTRIBILLO
Huérfano Suelo
ESTRIBILLO
Regalando tu riqueza
en provecho del extraño,
vas, pasando mil pobrezas,
huérfano suelo cerreño.
Música de Adrián Galarza Gallo.
Nostalgia
(Huayno)
ESTRIBILLO
La laguna de Patarcocha,
¡qué triste llora su agonía,!
así lo mismo, tú mi cholita,
mirarás yerta, tu fantasía.
Música de Santiago Alvarado
Aquel día, don Ramiro Ráez Cisneros, su fraternal rival en la creación literaria y,
sobre todo, su entrañable amigo, escribió la siguiente nota al enterarse de su
sensible fallecimiento:
“El destino, la fatalidad y la tragedia se han dado la mano para segar la vida de
Andrés Urbina Acevedo. Su familia, sus amigos y el laborismo cerreño sufren
rudo golpe.
“Yo conocí a Andrés adolescente aún, casi un niño, rindiendo tributo al trabajo,
ante la mirada vigilante, austera y bondadosa de su señor padre, don Silverio,
mi grande y buen amigo desaparecido. Es por esto que quiero rendirle homenaje
escrito, ya que el espiritual está grabado con caracteres imborrables en mi
memoria.”
“Sucumbe ante fatal accidente cuando mucho se esperaba de él; deja hogar
integrado por su joven esposa y varios tiernos retoños. Esta vez, como muchas,
el destino escoge mal una víctima y se lleva a Andrés a lares desconocidos, pero
los hechos de esa víctima perduran y su ejemplo como luchador laborista, como
amigo y como ciudadano quedan como queda su recuerdo, rodeado de coronas,
de oraciones, de siemprevivas”
Ahora que han pasado los años, reverentes evocamos su talento inmortal y
rendimos pleitesía a su inmensa grandeza humana.
SE NOS FUE EL “MOTE” GRIJALVA (Q.E.P.D)
Al final, los otros dos compañeros del “Mote”, Nolio y Pedro, también
partieron. Él quedó nuevamente solo.
Hace muy poco tiempo, cuando visité el Cerro de Pasco, tuve la suerte de
encontrarme con él, por última vez. “Hola, Shisha” –me dijo- “Nuestros
amigos Tuto Picón y Charol Gamonal, han muerto” y me quedó mirando
a la espera de mi reacción. En ese momento sentí que él había perdido la
noción del tiempo. Lo noté muy desmejorado.
LOS AMANTES DE
CERRO DE PASCO:
Integrado por destacados
profesores como Julio
Baldeón Gavino que llegó
a ser director del INC de
Pasco, interpretaban
canciones como "A los
acordes de mi guitarra",
"Linda Goyllarina", "Obrero
de centromin", entre otros.
LOS ÍDOLOS DEL PUEBLO: Nolio Yábar,
Emilio Grijalva y Pedro Rodriguez tres
corazones cerreños que unidos llevaron
nuestra música hasta los lugares más
recónditos de nuestra patria. En letras del
huaynito "Triste retorno" dan su adios a la
legendaria LAGUNA DE PATARCOCHA que
fuera testigo de muchos hechos acontecidos en
esta tierra de grandes hombres.
BUSTAMANTE Y SUS
BOHEMIOS: Ganadores del
PRIMER FESTIVAL DE LA
MULIZA CERREÑA, bajo la
dirección del compositor y
maestro saxofonista don César
Bustamante que en décadas
pasadas diera gloria y prestigio a
la música cerreña. La muliza
"Angustias" recordarán la alegría
y colorido de las comparsas de
antaño, así mismo en las letras
del huayno "El huerfanito" se nota
que en cada letra y cada nota los
integrantes dejan un pedazo de sus joviales corazones.
ALMA ANDINA: Conjunto de un
alto nivel de ejecución de la
música cerreña con la
autenticidad y originalidad de
épocas pasadas, difundían
nuestra música. Conjunto que
nos hace recordar la bonanza y
grandeza de nuestro Cerro de
Pasco lo interpretaban maestros
como: Jorge Urbina, Adrián
Galarza, Aquiles Ordoñez,
Leonardo Herrera y las voces de
Beatriz Flores y Ernestina Arrieta
(Dúo las Cerreñitas) están
presentes a través de los años en nuestros corazones.
ESTAMPAS ANDINAS DE
MILPO: Grupo que nació un 4
de abril de 1968 en el
campamento minero de Milpo
por trabajadores de esa
empresa, Pedro Callupe Valle
(chino Callupe), Pablo Gilián
Melgarejo (2ª voz), Jorge
Puente Rivera (Director y 1ª
guitarra), Gaudencio Puente
Rivera (acordeón), Isidoro
Castañeda (mandolina),
hicieron populares canciones
como "Guitarra mía", "Barrio la
esperanza", "Plegarias a mi Tierra", etc.
"EL OBRERO"
Música: Graciano Ricci
Letra: Manuel Grijalva Cabello
Si te ofrezco mi cariño
si te digo que te quiero,
tú me dices "yo no quiero
el amor de un carbonero".
De mi cara la negrura
no es el color permanente
es color que diariamente
sale oscuro de mi frente.
El Obrero
La negrura de mi rostro
no es un color permanente,
trabajando diariamente
con el sudor de mi frente.
RECOMENDACIONES Y CONCLUSIONES:
http://cerropasco.blogspot.com/2008/05/grandes-de-la-msica-
cerreña-el-trovador.html
http://manuel-acosta-ojeda.blogspot.com/2012/03/cancion-el-
obrero.html