Resumen Pulsiones y Destinos de Pulsión
Resumen Pulsiones y Destinos de Pulsión
Resumen Pulsiones y Destinos de Pulsión
INTEGRANTES
Armida Ajuria
Danny Álvarez
Karen Fernández
Valeria Valles
Víctor Gajardo
Mayo, 2020
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En la nota introductoria se indica que las pulsiones estaban presentes desde antes de la
publicación de este texto con otros nombres, tales como las “excitaciones”, las
también se indica que Freud distingue entre un “estímulo”, fuerza que opera “de un solo
golpe” y una “pulsión”, que siempre actúa como una fuerza constante. Otro punto interesante
que se menciona es que el organismo primitivo puede eludir los estímulos externos pero no
las necesidades pulsionales y que recién en los “Tres Ensayos” se estableció explícitamente
En el texto propiamente tal, queda claro que el estímulo pulsional no proviene del mundo
exterior, sino del interior del propio organismo y que la pulsión, en cambio, no actúa como
una fuerza de choque momentánea, sino siempre como una fuerza constante, puesto que no
ataca desde afuera, sino desde el interior del cuerpo, que una huida de nada puede valer
contra ella y que será mejor llamar “necesidad” al estímulo pulsional, siendo la “satisfacción”
lo que cancela esta necesidad, la que solo puede alcanzarse mediante una modificación
Para aclarar más el concepto, Freud nos pide que imaginemos un ser vivo que captura
estímulos en su sustancia nerviosa, el que por una parte, registra estímulos de los que puede
sustraerse mediante una acción muscular (huida) y estos los imputa a un mundo exterior;
pero, por otra parte, registra otros estímulos frente a los cuales no puede huir, pues conservan
testimonio de unas necesidades pulsionales, con esto entendemos que la esencia de la pulsión
es que proviene de fuentes de estímulo situadas en el interior del organismo y que es producto
Trata el concepto de tendencia (el de la condición de adecuado a fines), con lo que quiere
decir que el sistema nervioso tiene la función de librarse de los estímulos que le llegan, de
rebajarlos al nivel mínimo posible, es un aparato que, de ser posible, querría conservarse
exento de todo estímulo, tiene la función de dominar los estímulos, pero los estímulos
pulsionales que se generan en el interior del organismo no pueden tramitarse mediante ese
mecanismo. La actividad del aparato psíquico está sometida al principio de placer, es decir,
displacer tiene que ver con un incremento del estímulo y el de placer con su disminución. La
pulsión sería un representante psíquico de los estímulos que provienen del interior del cuerpo
y algunos términos que se usan en conexión con el concepto de pulsión son: esfuerzo, meta,
Esfuerzo de una pulsión: Se entiende por su factor motor, la suma de fuerza o la medida de
la exigencia de trabajo que ella representa. Ese carácter de esfuerzo es una propiedad
Meta de una pulsión: Es, en todos los casos, la satisfacción que solo puede alcanzarse
permanece invariable para toda pulsión, los caminos que llevan a ella pueden ser diversos, de
suerte que para una pulsión se presenten múltiples metas más próximas o intermediarias, que
se combinan entre sí o se permutan unas por otras. También podemos hablar de pulsiones de
meta inhibida, en el caso de procesos a los que se permite avanzar un trecho en el sentido de
Objeto de la pulsión: Es aquello en, o por lo cual, puede alcanzar su meta. Es lo más
variable en la pulsión; no está enlazado originariamente con ella, sino que se le coordina solo
ajeno; también puede ser una parte del cuerpo propio. En el curso de los destinos vitales de la
pulsión, puede sufrir un número cualquiera de cambios de vía y puede ocurrir que el mismo
Fuente de la pulsión: Se entiende por aquel proceso somático, interior a un órgano o a una
parte del cuerpo, cuyo estímulo es representado en la vida anímica por la pulsión.
En relación a la pregunta ¿Qué pulsiones pueden establecerse y cuántas? Freud indica que
todas las pulsiones son cualitativamente de la misma índole y que deben su efecto solo a las
magnitudes de excitación que conducen o a ciertas funciones de esta cantidad y que puede
usarse el concepto como pulsión de juego, pulsión de destrucción, pulsión de socialidad, etc.,
siempre que el asunto lo exija y la rigurosidad del análisis psicológico lo permita, pero debe
pueden acreditar una significación, por lo que propone distinguir dos grupos de tales
lo que nace de la génesis misma del psicoanálisis, que tomó como su primer objeto las
Por otra parte el psicoanálisis ha podido aportar datos más o menos satisfactorios hasta ahora
con respecto a las pulsiones sexuales, ya que han podido ser observables en la psiconeurosis,
sin embargo cuando el psicoanálisis comprenda otras afecciones neuróticas también será
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posible hablar de pulsiones yoicas. En un aspecto más general se puede decir que las
pulsiones sexuales son numerosas y brotan de distintas fuentes orgánicas, al comienzo actúan
independientes unas de otras, sin embargo tienen como meta el logro del placer del órgano y
una vez alcanzado ese placer, entran al servicio de la reproducción. Por otra parte las
pulsiones yoicas, están asociadas toda la vida a las pulsiones sexuales, a las cuales proveen
normal y solo sale a la luz cuando sobreviene la enfermedad. Estas pulsiones yoicas en gran
medida pueden sustituir a las pulsiones sexuales y pueden intercambiar con facilidad sus
objetos (cambios de vía), y a partir de esta propiedad las pulsiones yoicas se alejan de sus
Freud señala que existen diferentes destinos de las pulsiones y los califica de la siguiente
sublimación y la represión.
En el trastorno hacia lo contrario ocurren dos procesos diversos, por un lado es la vuelta de
Ejemplos del primer proceso brindan los pares de opuestos sadismo-masoquismo y placer de
ver-exhibición. El trastorno sólo atañe a las metas de la pulsión; la meta activa martirizar,
mirar es remplazada por la pasiva ser martirizado, ser mirado. El trastorno en cuanto al
La vuelta hacia la persona propia se nos hace más comprensible si pensamos que el
masoquismo es sin duda un sadismo vuelto hacia el yo propio y la exhibición lleva incluido el
mirarse el cuerpo propio. La observación analítica no deja subsistir ninguna duda en cuanto a
Este es un claro ejemplo de como operan los pares de opuestos en la pulsión, Freud lo vuelve
afirmación de poder dirigida a otra persona como objeto. Este objeto es resignado y sustituido
por la propia persona, con la vuelta hacia la propia persona se ha consumado también la
mudanza de la meta pulsional activa en una pasiva, y se busca de nuevo como objeto una
persona ajena que, a consecuencia de la mudanza sobrevenida en la meta, tiene que tomar
sobre sí el papel de sujeto. Por otra parte en el masoquismo, como comúnmente se lo llama,
la satisfacción se obtiene, también en él, por el camino del sadismo originario, en cuanto el
yo pasivo se traslada en la fantasía a su puesto anterior, que ahora se deja al sujeto ajeno.
El gozar el dolor en el masoquista seria su meta originaria, pero solo puede devenir meta
Freud da cuenta también de otro ejemplo de pares, que es el ver y el mostrarse, al igual que
en el caso anterior, el ver es una actividad dirigida a un objeto ajeno; la resignación del
objeto, la vuelta de la pulsión es ver hacia una parte del propio cuerpo, tiene de forma pasiva
como meta, ser mirado. Y finalmente la inserción de un nuevo sujeto al que uno se muestra a
fin de ser mirado por él. Freud estima que la meta activa aparece antes que la pasiva, el mirar
precede al ser mirado. Freud señala una importante divergencia en este ejemplo en relación al
sadismo, y es que la pulsión de ver ha de reconocerse todavía en una etapa anterior, de dirigir
el deseo a un objeto, ya que inicialmente la pulsión de ver es auto erótica, es decir, el objeto
es el cuerpo propio.
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pulsional más antigua (activa), subsiste en cierta medida junto a la más reciente (pasiva)
aunque el proceso de la trasmudación pulsional haya sido muy extenso. El único enunciado
correcto acerca de la pulsión de ver sería este: Todas las etapas de desarrollo de la pulsión
(tanto la etapa previa auto erótica y sus conformaciones finales activa y pasiva), subsisten
unas con otras y esta aseveración se hace evidente si en lugar de las acciones pulsionales se
toma como base el mecanismo de la satisfacción. También Freud señala que hay vínculo
entre autoerotismo y narcisismo, y es, en la fase temprana de desarrollo del yo, durante la
cual sus pulsiones sexuales se satisfacen de manera auto erótica, por tanto, decir que la etapa
previa de la pulsión de ver; en que el placer de ver tiene por objeto al cuerpo propio,
pertenece al narcisismo, y a partir de ella se desarrolla la pulsión activa de ver, dejando atrás
al narcisismo, pero la pulsión pasiva de ver retiene el objeto narcisista. De igual modo, la
ambos casos, como el del placer pasivo de ver y el del masoquismo, el sujeto narcisista es
permutado por identificación con un yo otro, es decir ajeno. Si se considera en la etapa previa
del sadismo, esa etapa narcisista, se puede entender de la siguiente manera; los destinos de
Corresponden, quizás, a los intentos de defensa que en etapas más elevadas del desarrollo del
amor y el odio, y están dirigidos de manera simultánea al mismo objeto, dicha coexistencia
En el caso del amor y odio, en el amor no solo se encuentra una oposición, sino tres: Amar-
también la reconducción a una situación básica. Ahora bien, según sea el objeto o el sujeto
los que se permuten por uno ajeno, resultan la aspiración de meta activa, el amar, o la de meta
Se debe considerar que la vida anímica está gobernada por tres polaridades, las oposiciones
son; Sujeto (yo)-Objeto (mundo exterior), aquí el objeto se impone frente al sujeto, que por
experiencia sabe que puede huir de los estímulos exteriores, sin embargo queda indefenso
la medida en que recibe estímulos de él, y por otra parte activamente cuando reacciona frente
a estos estímulos. Entonces se puede decir que, el yo sujeto es pasivo hacia los estímulos
exteriores, y activo por sus pulsiones propias. Placer-Displacer, Adhiere una serie de
Estas polaridades del alma están íntimamente entrelazadas. Existe una situación psíquica
anímica, investido por pulsiones, y es en parte capaz de satisfacer sus pulsiones en sí mismo.
El mundo exterior en esa época primaria del yo, no está investido con interés, y es indiferente
para la satisfacción de yo. Por tanto, en ese tiempo el yo-sujeto coincide con lo placentero, ya
derivadas de las pulsiones de auto conservación del yo, y el mundo exterior, sería lo
displacentero, es decir lo hostil. Si por ahora definimos el amar como la relación del yo con
sus fuentes de placer, entonces la situación en que sólo se ama a sí mismo y es indiferente al
Ahora, con el ingreso del objeto en la etapa del narcisismo primario, encontramos otra
Como fue señalado anteriormente, el objeto, que es el mundo exterior, va a aportar al yo las
pulsiones de auto conservación y no puede desecharse que también el sentido originario del
idénticos al principio, sin embargo más tarde el objeto se revela como fuente de placer,
entonces es amado, pero también incorporado al yo, de suerte que para el yo-placer
Queda claro que la polaridad yo-mundo exterior, con su oposición amor-odio, este se traduce
en placer-displacer que está íntimamente relacionada con el yo-mundo exterior, luego que la
etapa en un comienzo es puramente narcisista es relevada por la etapa del objeto, placer y
displacer significan relaciones del yo con el objeto, cuando el objeto es fuente de sensaciones
placenteras, se establece una tendencia motriz que quiere acercarlo al yo, e incorporándolo a
él, entonces hablamos también de la atracción que ejerce el objeto que abastece de placer y
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sensaciones de displacer, ocurre la distancia entre el objeto y el yo. Por tanto, vuelve intento
una repulsión del objeto y lo odiamos. Este odio puede después acrecentarse convirtiéndose
En conclusión, se puede establecer que los destinos de la pulsión están sometidos a las
Referencias bibliográficas