"No A La Muerte de Las Lenguas" Claude Hagege
"No A La Muerte de Las Lenguas" Claude Hagege
"No A La Muerte de Las Lenguas" Claude Hagege
Introducción 11
Primera parte
LAS LENGUAS Y LA VIDA
Segunda parte
LAS LENGUAS Y LA MUERTE
Tercera parte
LAS LENGUAS Y LA RESURRECCIÓN
Introducción 11
Primera parte
LAS LENGUAS Y LA VIDA
Segunda parte
LAS LENGUAS Y LA MUERTE
Tercera parte
LAS LENGUAS Y LA RESURRECCIÓN
Conclusión 287
Introducción
Bibliografía 293
Índice de nociones 301
Índice de lenguas 305
Índice de nombres 313
Sumario detallado 317
lenguas y la vida», mostrará qué estrecha relación guardan las lenguas Así que la intención de este libro es muy sencilla. Pretende mostrar
con los principios vitales que rigen el universo. Son proveedoras de vida, tres verdades: por una parte, que las lenguas son quizá lo que nuestras
al tiempo que conservadoras del pasado (capítulo 1). La razón estriba en culturas tienen más vivo; por otra parte, que son mortales y mueren en can-
que ellas mismas son, en cierta manera, especies vivas (capítulo 2). Pero tidades impresionantes, si no se lucha por su conservación; y, finalmente,
para llegar a comprender a qué razón se debe la desaparición de las len- que su muerte no es un aniquilamiento definitivo, y que algunas renacen
guas, y por qué es tan diferente a la de otras especies, conviene que defi- si se las sabe promover. Defender nuestras lenguas y su diversidad, sobre
namos un atributo esencial: el habla. El habla es fugitiva, pero la lengua todo contra la dominación de una sola, es más que defender nuestras cul-
no muere del todo (capítulo 3). Y la lucha de las lenguas por la vida apa- turas. Es defender nuestra vida.
rece ilustrada de manera sobrecogedora por la que llevan, en el seno mis-
mo de las lenguas, esas entidades por las que están constituidas: las pala-
bras, que viven, mueren, renacen a veces, pierden sentidos y ganan otros
indefinidamente (capítulo 4).
En una segunda parte, titulada «Las lenguas y la muerte», veremos
qué podemos entender por muerte de una lengua (capítulo 5), cuál es su
proceso (capítulo 6), cuáles son las causas (capítulo 7), qué balance po-
demos establecer hoy del número de lenguas desaparecidas o amenaza-
das, y lo que ello significa para nuestra especie (capítulo 8) y, por último,
qué acciones se pueden emprender para luchar contra la muerte de las
lenguas (capítulo 9).
Intentaré desvelar, en una tercera parte, «Las lenguas y la resurrec-
ción», el resplandor que sigue la estela de una resplandeciente antorcha.
Los hombres que lo han alumbrado han resucitado una lengua: se trata
del hebreo, cuyo renacer constituye el fenómeno más impresionante, úni-
co hasta el presente por su importancia y su nivel de acabado (capítulo 10).
Mencionaré después otros casos que pueden encontrar sitio en esta par-
te (capítulo 11).
Podrá considerarse que estas nociones de vida, muerte y resurrec-
ción son antropomórficas, o al menos metafóricas. Desde luego, su
empleo no impide reconocer que las lenguas son las especies más com-
plejas, pues sólo ellas poseen rasgos de orden cognitivo y social. Pre-
cisamente, por no estar hechas de sustancia concreta perecedera, por
ser creaciones del espíritu humano, la muerte de las lenguas no es co-
mo la de otros componentes del mundo vivo. A pesar de las señales
amenazadoras que aparecen hoy en el horizonte de las culturas, el vas-
to cementerio de lenguas deja oír algunos sonidos. Bajo la apariencia
de la muerte, de la que el silencio de las tumbas, en las necrópolis hu-
manas, es quizás el símbolo más sobrecogedor, algo merodea y balbu-
cea todavía, cuando de lenguas se trata, que puede llamarse vida y que
es lo que hay que reanimar.
Primera parte
de una lengua existente, ni el imperialismo que es la consecuencia ordi- ras e incoloras Ahora bien, lo que constituye el encanto de las lenguas
naria, consideran al esperanto como una opción razonable. Si tal opción es su aspecto humano. Generaciones enteras han dejado en ellas huella de su
se convirtiera en realidad, no habría razón teórica para oponerse. Dicho vida [...]. Las palabras son reliquias, santificadas por el sufrimiento y desfi-
esto, ¿tiene una lengua inventada la misma potencia simbólica que una guradas por la pasión. Las reglas de antaño se han convertido en excepcio-
nes y han nacido soberbias metáforas de simples malentendidos. Las lenguas
lengua natural? ¿Es también proveedora de vida? Si el hebreo moderno
son tesoros milenarios en los que están dispuestos nuestros recuerdos fami-
ha podido cimentar la unión de todos los judíos de la diáspora, ha sido
liares En cambio, las lenguas artificiales están desprovistas de memoria,
en gran medida porque, aunque en parte artificial, se ha reconstituido a
y no arraigan ni en el tiempo ni en el espacio. No retienen los acentos regio-
partir de estados de lenguas absolutamente reales (véase el cap. 10), que nales. Ignoran las variedades regionales, y [...] no tienen otras tradiciones
tenían cada uno para los hablantes una significación histórica y cultural que las que manan de las leyes de la razón. Es imposible hablarles con faltas
considerable. La inspiración de Zamenhof, al inventar el esperanto, era [—]. ¿Cómo se expresaría en esas lenguas que el sentimiento nunca ha mol-
de otro orden (véase la pág. 262). deado a un ujier ebrio del siglo XVII, un joven dandi de hoy o un anciano en-
varado [...]?
Las lenguas naturales como poso de la vida En la misma obra, bajo el título «Sobre la dulzura infinita de la len-
gua materna», el autor escribía (DesDS, 1996, págs. 147 - 148):
Las lenguas contienen nuestra historia
Desde 1879, fecha en la que Marton Schleyer dio a luz su volapük, las
Las lenguas no sólo permiten hablar o escribir para recomponer nues- lenguas artificiales tienen gran éxito. Nobles soñadores trabajan día y no-
tra historia más allá de nuestro aniquilamiento físico, sino que contie- che para poner fin a la confusión babélica de las lenguas, que, a pesar de
nen esa historia. Todo filólogo, o todo curioso de las lenguas, sabe que en sus graves inconvenientes, no carece, como la vida misma, de cierto encan-
ellas se depositan tesoros que cuentan la evolución de las sociedades y las to estimulante. Es emocionante sin duda ver la razón finita del hombre em-
aventuras de los individuos. Las expresiones idiomáticas, las palabras com- prender un combate titánico para someter a sus leyes esta alma infinita que
puestas tienen un pasado, que escenifica unos personajes vivos. La historia es la lengua [...]. Las lenguas artificiales nos permiten indicar nuestro do-
de las palabras refleja la de las ideas (véase el cap. 4). Si las sociedades no micilio, nuestra profesión o el estado de nuestra cuenta bancaria, pero se
revelan casi impotentes para caracterizar [...] la canción de cuna que can-
mueren, no es solamente porque tengan historiadores, analistas o narrado-
taba nuestra madre o la sonrisa que esboza, al despedirse en la calle, la mu-
res oficiales. También tienen lenguas, que cuentan estos últimos.
jer que amamos. En definitiva, pueden decir todo lo que no se merece [...].
Desde que el mundo es mundo, nuestros dedos nos sirven —también— pa-
ra contar, y la cabeza inclinada entre las manos significa en todas partes que
Las lenguas, huellas de memoria y testigos se tiene sueño [...] . Ahora bien, las lenguas auxiliares no dicen nada más.
de vida: declaración de un enamorado Además, por decirlo así, privadas del calor [...] de la vida, se ven obligadas
a multiplicar los medios que ponen en marcha [...]. Los que se divierten ha-
En un libro de reflexiones y de relatos compuestos en el primer ter- ciendo previsiones sobre el porvenir [...] se complacen actualmente en re-
cio del siglo xx y editados recientemente, un gran escritor húngaro, muy petir que [...] las lenguas nacionales están abocadas a desaparecer, y que
unido a su lengua como muchos otros intelectuales de su país, escribía tendrán que dejar un día el sitio a una lengua universal única [...]; es signi-
estas líneas, bajo el título «Las lenguas artificiales» y a propósito de estas ficativo ver surgir tal idea precisamente en este siglo adorador de la máqui-
últimas (Deszeí, 1996, págs. 143 -144): na y negador de la personalidad [...]. La lengua universal, destinada a ser
de todos, no sería de nadie [...]. Cierto es que me he resignado a desapare-
Salidas de los laboratorios de la razón, tienen el carácter durable de la cer un día. Pero no comparto la idea de que este fragmento de mi espiri-
manga de camisa de celuloide [...1. No se marchitan nunca. Pero son Modo- tualidad que es mi lengua materna se aniquile a su vez y que, tras mi muer-
22 LAS LENGUAS Y LA VIDA
te, las palabras a las que he prestado mi aliento [...] dejen de flotar por en-
cima de mi tumba. Representan la palabra del alma, la de esa continuidad Capítulo 2
familiar que desafía la muerte.
ne et germanique, está considerado como la obra fundadora de la gramá- se Jacquesson, 1998, pág. 121). Este libro contiene un capítulo titulado
tica comparada. «Comparación del origen y del desarrollo de las lenguas con los de las es-
pecies» (véase aquí, en la pág. 54) que aplica a las lenguas la selección na-
tural de los transformistas. En 1863, Schleicher muestra una carta públi-
E Bopp y el principio de vida en las lenguas ca a Haeckel, titulada «La teoría darwiniana y la lingüística», en la que se
puede leer el siguiente pasaje:
En su célebre libro Grammaire comparée du sanskrit, du zend, du la-
tin, du lituanien, du vieux-slave, du gotique et l'allemand (1833), Bopp es- Las lenguas son organismos naturales que [...] nacen, crecen, se repro-
cribe: «Las lenguas deben ser consideradas como cuerpos naturales, que ducen, envejecen y mueren; manifiestan por tanto esa serie de fenómenos
que se conocen habitualmente bajo el nombre de vida. La [...] ciencia del
se construyen según unas leyes, y llevan en su seno un principio de vida»;
lenguaje es, como consecuencia, una ciencia natural, su método es de un
y en su obra se repiten constantemente expresiones como «fisiología del
modo general el mismo que el de las otras ciencias naturales. Por esto el es-
lenguaje» o «anatomía lingüística». De hecho, esta percepción se remon-
tudio del libro de Darwin E...] no me ha parecido que se aleje demasiado de
taba al siglo xvill, y por ejemplo a Leibniz, que había estudiado las len-
mis posiciones.
guas semíticas en términos de genealogía humana, a través sobre todo de
la noción de «familia».
De hecho, el propio Darwin, en un pasaje en el que deseaba aclarar
sus palabras a los lectores menos informados de las clasificaciones zooló-
gicas que de los hechos lingüísticos familiares, se apoyaba en la genealo-
Vitalismo lingüístico y transformismo, o el darwinismo y las lenguas
gía de las lenguas tal y como estaba establecida desde Bopp. Schleicher
recuerda que siempre ha creído en la graduación de los cambios en las
Un acuerdo aparente
lenguas, igual que Darwin en lo que concierne a las especies vivas.
Esta concepción vitalista de la lengua es anterior, en Schleicher, que la
hereda de Bopp, a la lectura que hizo del gran libro de C. Darwin, El ori-
Un malentendido, en realidad. La selección natural
gen de las especies (1859). Las ideas de Darwin sistematizaban una co-
rriente transformista presente entonces en varios eruditos, entre ellos E.
Percatándose, en la obra de Darwin, de las ideas evolucionistas que
Haeckel, naturalista al que se atribuye el establecimiento de un paralelis-
le parecían que ya eran corrientes entre los especialistas de las ciencias de
mo entre la evolución de los seres (ontogénesis) y la de las especies (filo-
la naturaleza, Schleicher desconocía el punto central sobre el que El ori-
génesis) (véase Hagége, 1985, págs. 31 y sig.). El que atrajo la atención de
gen de las especies aportaba una novedad digna de reseñar, a saber la no-
Schleicher sobre El origen de las especies fue justamente Haeckel, que es-
taba unido a él por una amistad alimentada de influencias recíprocas, las ción de selección natural (véase Jacquesson, 1998, pág. 122). Schleicher
mismas que existían en esa época entre la biología, vegetal sobre todo, y sólo quería retener en las lenguas su propiedad de especies vivas, como
la lingüística. las de la naturaleza. Negaba que también fuesen hechos sociales. Desde
Schleicher, cuando conoció el libro de Darwin, estaba componiendo entonces veía en la ciencia de las lenguas, a la que él llamaba glótica, no
su obra principal, Abrégé de la grammaire comparée des langues indo-ger- una ciencia humana, sino más bien una ciencia natural. Ahora bien,
maniques (1861), que sistematiza y divulga lo que se había llevado a cabo cuando se trata de transponer en lingüística el descubrimiento de Dar-
en este terreno, sobre todo por F. Bopp, R. Rask, J. Grimm y W. von win, nos damos cuenta de que la selección natural, si es concebida en tér-
Humboldt. Un año después de la obra de Schleicher aparece On the Geo- minos económicos y sociales, se puede interpretar como un motor de las
logical Evidence of the Antiquity of Man, de C. Lyell, fundador de la evoluciones que marcan el destino de las lenguas. Que es lo que veremos
geología moderna, que había ejercido cierta influencia sobre Darwin (véa- más adelante (véase la pág. 109).
26 LAS LENGUAS Y LA VIDA
LAS LENGUAS, ESPECIES VIVAS 27
Las lenguas y la lucha por la vida
las que están compuestas por una raíz y afijos identificables (lenguas
La lucha por la vida, tal y como la concebía Darwin en zoología, pue- aglutinantes, como el turco), y las de raíces modificadas por combinación
de transponerse a las ciencias humanas, y de manera singular a la lin- con elementos más o menos amalgamados a ellas y entre ellas (lenguas
güística. Como los animales y plantas, las lenguas compiten para mante- flexionales, como las de la familia indoeuropea).
nerse vivas, y sólo lo consiguen en detrimento de otras. El dominio de
unas sobre otras y el estado precario al que son conducidas las lenguas
dominadas se explican por la insuficiencia de medios de los que dispo- La interpretación «evolucionista»
nen para resistir a la presión de las lenguas dominantes. Lo veremos con
más detalle en la segunda parte del libro. Schleicher no se contentó con dar a esta tipología, en su libro de
1861, una importante audiencia. Al sistematizar una ideología evolucio-
nista que como acabamos de ver precedió a Darwin, Schleicher veía en
El olvido de la dimensión histórica de las lenguas las lenguas aislantes las de edades primitivas de la humanidad, en las
aglutinantes el esbozo de un progreso, y en las flexionales, que situaba en
Schleicher rechaza la dimensión histórica en el estudio de las lenguas, la cumbre de la evolución, las únicas que permiten el desarrollo de un
de modo muy curioso. Distingue claramente la glótica de la filología, al pensamiento refinado. Esta perspectiva ha sido abandonada hace mucho
escribir que contrariamente a esta última, «la ciencia lingüística [...] no tiempo. Por no mencionar más que un argumento, desde luego el chino
tiene nada de disciplina histórica, y procede de la historia natural» (1860, no es la lengua de un pueblo primitivo; y por lo demás, los testimonios
pág. 119). Es decir que, para él, solamente la historia de las sociedades antiguos que tenemos dejan entrever que primero el chino fue flexional,
humanas es historia, y la de las especies naturales no, aunque se le llame y que sus propiedades aislantes son el resultado de un cambio producido
así. Separa la historia de las lenguas de la de los hombres, lo que priva a a través de varios milenios. Resulta, por la misma razón, imposible ratifi-
la primera de muchas explicaciones que proporciona la segunda. Así, car juicios como éste, a propósito de otra familia:
una teoría que ve en las lenguas humanas objetos vivos cuyo estudio
compete a las ciencias naturales retiene sobre todo el aspecto mecánico Las tribus indias de Norteamérica [...] no son aptas para la vida históri-
de esta vida. Sin embargo, Schleicher, de modo contradictorio, insistía ca a causa de sus lenguas de complicación sin fin [...], erizadas con formas
sobreabundantes; no pueden conocer más que la regresión e incluso la ex-
también en un aspecto claramente histórico de las lenguas. Mas, como
veremos, lo hacía imaginando cierta orientación. tinción (Schleicher, 1865).
LA VIDA DE LAS LENGUAS, PARALELA A LA DE LAS A. Hovelacque y las lenguas como entidades vivas
SOCIEDADES HUMANAS. LA HERENCIA DE SCHLEICHER que deben ser reconstituidas desde la prehistoria
COMBINADA CON UN COMPONENTE ANTROPOLÓGICO
La mirada antropológica
Las enseñanzas de H.-J. Chavée
Hovelacque, lector de Schleicher y discípulo de Chavée, con el que
Las teorías naturalistas de las lenguas han continuado floreciendo había aprendido la lingüística general y algunas lenguas eslavas y orien-
tras la desaparición de Schleicher. Sus discípulos publicaban ya en vida tales, sucedió al maestro como director de la Revue antes mencionada, y
del mismo. Uno de los principales, H.J. Chavée, nacido en Namur fundó en 1876 con P. Broca la Escuela de Antropología (véase Desmet
(Francia), fue también, en su juventud, un botánico apasionado. Asegu- y Swiggers, 1993). La corriente naturalista del que es principal represen-
ró la promoción de la obra de Schleicher en Bruselas, luego en París, tante en Francia en la segunda mitad del siglo xix se vale del materialis-
donde comenzó a enseñar lo que él llamaba lexicología, o ciencia de la mo científico, que guió también la acción política de Hovelacque (alista-
formación de las palabras, ilustrándola con ejemplos indoeuropeos, des- do en el grupo socialista y elegido dos veces diputado del distrito XIII de
tinados a mostrar que las palabras son seres vivos. Frecuentaba a los París, lo que explica, mucho más que su notoriedad como investigador,
antropólogos y creía en la evolución paralela de las lenguas y de las co- que hoy es casi nula [incluso parece que entre los lingüistas], que una ca-
munidades humanas, animadas unas y otras por un mismo impulso vital, lle próxima al ayuntamiento de este distrito lleve su nombre). Los lin-
como intentaba mostrar en su libro de 1862, titulado, según la terminolo- güistas que reunió en torno a él, entre los que se encuentra J. Vinson, co-
gía imperante, Les langues et les races. Su inspiración se refleja claramente nocido especialista del tamil, veían en las lenguas entidades vivas, en las
en el subtítulo de la Revue de linguistique et de philologie comparée, que que había que estudiar los estadios más antiguos, y sobre todo la forma-
fundó en 1867, a saber «Compendio trimestral de documentos para ser- ción prehistórica, así como la relación con las razas. Sin embargo, Hove-
vir a la ciencia positiva de las lenguas, a la etnología, a la mitología y a la lacque es más reservado que Chavée y Broca en cuanto al paralelismo en-
historia». Con esa publicación periódica, que abría su teoría a las preo- tre razas y lenguas (véanse N. Dias y B. Rupp-Eisenreich, en Aroux,
cupaciones filológicas destacadas por Schleicher, como a las ciencias hu- 2000, pág. 293).
manas, de las que el último se preocupaba poco, Chavée se aseguró el
concurso de discípulos entusiastas.
Para los miembros de ese grupo, cada palabra de una lengua tiene El problema del origen de las lenguas y los
dos vidas, una fonética y material, otra semántica e intelectual. La vitali- inconvenientes de la Société de linguistique de París
dad de las lenguas se encuentra en el origen de su destino. Las lenguas
son organismos naturales, corno preconizaba Schleicher, pero además son Sólo dos años antes de la fundación de la Revue de linguistique et de
reflejos de las «razas» que las han creado espontáneamente, y la historia philologie comparée, es decir, en 1865, había sido fundada la Société de
natural de las lenguas es paralela a la historia natural de dichas razas. Las linguistique de París. Sabido es (véase Leroy, 1985, pág. 219) que Chavée
lenguas son sistemas poligenéticos, es decir, son de origen diferente, y no no tomó parte en ninguna de sus actividades.
de una misma cepa. Ciertamente su revista no se presentaba en realidad como rival del
Bulletin de la Société de linguistique de Paris, creada casi al mismo tiem-
po: no fue longeva, ya que el boletín sigue existiendo, y en 1916 dejó de
aparecer la revista; no tuvo más audiencia, puesto que ningún historia-
dor de la lingüística hace mención de la Revue de Chavée, y la mayoría
de los lingüistas franceses a los que se ha interrogado ignoran su exis-
tencia y la de los autores que en ella escribían. Sin embargo, a los con-
LAS LENGUAS, ESPECIES VIVAS 31
30 LAS LENGUAS Y LA VIDA
Hovelacque y su escuela veían en las lenguas organismos vivos. No La diversidad de las lenguas, símbolo de la vida
parece que hubieran prestado atención a la distinción entre especie y
organismo, ni percibido que es más exacto tratar las lenguas como es- En fin, hay una propiedad esencial de las lenguas que debe ser recor-
pecies que como organismos, pues su vida y su desarrollo son, como los dada, y que no tienen en cuenta las escuelas naturalistas, por ser quizá
de las especies naturales, estrechamente dependientes del entorno, en demasiado evidente, pero que termina siendo olvidada. Se trata de su di-
función del cual conocen variaciones importantes (véase Mufwene, versidad. En el mundo viviente, la abundancia de especies es una de las
1998, págs. 28-30). El carácter de especies vivas que se puede asignar a imágenes de la vida, ya se trate de insectos o de gramíneas. La diversidad
las lenguas implica a dos más, también ligados y evidenciados en biolo- de lenguas, surgimiento torrencial de la vida, es un motivo de admiración
gía, como he recordado, a través de Darwin: la lucha por la vida y la se- para quien no tiene miedo de conocerlas, y también, es de esperar, para
lección natural. Si esa concepción permite vigorizar la corriente vitalis- los mismos lingüistas.
ta no deja, sin embargo, mucho sitio a los factores sociales, políticos y
culturales. Aunque Hovelacque apenas les asigna papel en su construc-
ción teórica, no puede evitar reconocer su importancia en los casos
concretos que menciona. Les cita, por ejemplo, expresamente, a la ho-
32 LAS LENGUAS Y LA VIDA
A pesar de, o más bien en natural simetría con, este aliento de vida
que recorre y anima a las lenguas, existe un fenómeno ya mencionado en
Capítulo 3
este capítulo, que aparece implicado en la noción misma de vida. Es la
decadencia y la muerte. La muerte, podríamos decir, forma, en el ámbito
del ser vivo, parte de la vida. Y esto también es verdad en el ámbito de las
lenguas. Los lingüistas organicistas que recurren fácilmente a los térmi-
La lengua y el habla
nos biológicos para hablar de la vida de las lenguas son también los que
hablan, según la misma formulación, de su muerte. Hovelacque dice, por
ejemplo, a propósito de las lenguas:
Para E de Saussure
Una oposición demasiado radical tualiza en el habla si empleamos el demostrativo este, de ahí este libro,
que se refiere a un libro concreto, presente, en el momento en que se
• Las aporías de una separación brusca habla, en la situación o en el contexto antecedente; paralelamente, el
concepto de «reinar», virtual en sí, se actualiza si decimos (él) reinaba,
Una aproximación propuesta por Saussure está tomada del campo fórmula que se refiere a un reino concreto localizado en el pasado (véase
musical. En el Curso (trad. cast., pág. 63) leemos: Bally, 1965, págs. 82 -83). La lengua está implicada en el habla y, en cier-
ta manera, le preexiste, pues es la que proporciona las herramientas de
[...] Puede la lengua compararse con una sinfonía, cuya realidad es actualización. Pero a la inversa, dichas herramientas son las que permi-
independiente de la manera en que se ejecute; las faltas que puedan come- ten a la lengua no quedarse en simple posibilidad, definida por la virtua-
ter los músicos que la interpretan no comprometen lo más mínimo esa rea- lidad de los conceptos. Hay que recordar, además, que sobre un plano
lidad. distinto al estático que es al que nos atenemos, a saber desde el punto de
vista genético, el habla ha precedido lógicamente a la lengua, ya que
Aunque el texto del Curso reproduce fielmente sus palabras, Saussure nuestros antepasados debieron proferir primero embriones sonoros de
recurría frecuentemente, por interés pedagógico, a comparaciones. Pero comunicación, para que el conjunto, al final de un larguísimo período, se
las comparaciones conllevan riesgos, y aquí, la oposición entre lengua y organizase en un sistema.
habla parece demasiado fuerte. Atrapado en la lógica de esta oposición,
Saussure llega a conclusiones embarazosas para él mismo, como resulta
de la oración. «¿Hasta qué punto pertenece a la lengua?», se pregunta, El reconocimiento de un condicionamiento recíproco
para seguir añadiendo: «Si es cosa exclusiva del habla, imposible pasar
por unidad lingüística» (ibid., pág. 183); en otro pasaje, resuelve en estos A pesar de la separación brusca que propone, el Curso de Saussure
términos: «La oración [...] pertenece al habla, no a la lengua» (ibid., pág. no olvida la importancia del condicionamiento recíproco entre lengua y
209). habla. Si bien es cierto que el habla presupone la lengua, en cambio
Saussure quiere decir, probablemente, que la lengua no contiene ora- la primera posee una prioridad en dos planos: el del aprendizaje y el de la
ciones, sino las reglas de sus construcciones. ¿Para qué entonces tal se- evolución:
paración? ¿Podrían acaso enunciarse unas oraciones si no se poseyera el
sistema gramatical que las ordena y las unidades léxicas de las que están [...] Oyendo a los otros es como cada uno aprende su lengua materna,
hechas, es decir, todo lo que pertenece a la lengua? Además, se puede que no llega a depositarse en nuestro cerebro más que al cabo de innumera-
considerar que en la lengua existen, en términos de estructura, familias bles experiencias. Por último, el habla es la que hace evolucionar a la lengua:
de oraciones, como existen familias de palabras. El ejercicio del habla es las impresiones recibidas oyendo a los demás son las que modifican nuestros
la manifestación concreta de las estructuras, de las que la lengua es sede. hábitos lingüísticos. Hay, pues, interdependencia de lengua y habla; aquélla
es a la vez el instrumento y el producto de ésta (ibid., págs. 64-65).
• Los puentes de la lengua hacia el habla
Estas consideraciones siguen reforzando la idea de un vínculo de
Todas las lenguas poseen herramientas que tienen como efecto ac- condicionamiento recíproco entre lengua y habla (langue et parole), tal
tualizar el sistema, es decir hacerle pasar al acto de habla. De este modo, y como se ponía de manifiesto anteriormente al recordar que el habla
los demostrativos actualizan a los nombres, y los tiempos actualizan a los permite pasar a la lengua de la virtualidad de un sistema a la realidad de
verbos. Se pueden poner ejemplos sacados de un epígono de Saussure, un acto. Esto no significa que la lengua, al ser algo virtual, sea una abs-
C. Bally, que fue su sucesor en la cátedra de Lingüística de la Universidad tracción. Los signos lingüísticos que son las palabras, igual que sus aso-
de Ginebra: el concepto virtual de «libro», registrado en la lengua, se ac- ciaciones, son realidades que ratifica la comunidad que habla una len-
LA LENGUA Y EL HABLA 39
38 LAS LENGUAS Y LA VIDA
[parole]. Pero no tenemos derecho a decir que esté muerta como lo esta-
gua determinada y, a la espera de estudios profundos de neurofisiología
ría un animal o un vegetal cualesquiera. Aquí es donde las metáforas en-
lingüística que pudieran revelar algún día el detalle y el funcionamiento
cuentran su límite, pues una lengua muerta sigue existiendo.
de dichas conexiones, se puede considerar que tienen su sede en el ce-
rebro.
Otra causa de la muerte de las palabras: la ley del tabú y sus estragos [...] maith «bueno» y el gaélico escocés math «bueno» (Meillet, 1958, pág.
285).
En el transcurso de la historia de las lenguas, y bajo todas las latitu-
El nombre de otro animal de caza, el ciervo, también es objeto de
des, hay numerosos tabúes que afectan a las palabras. Un grupo humano
prohibición. La raíz indoeuropea, que se conserva, esta vez, en ruso
decide no utilizar una palabra, bien porque desee alejar los efectos malé-
(oyen'), se ha visto reemplazada en otras lenguas por un epíteto que sig-
ficos, que provocaría, piensa, profiriéndolo (lo que denominan los eru-
nifica «cornudo», como en inglés (hart) o en alemán (Hirsch). Tabúes
ditos conducta de evitación o apotrópíca), bien porque decida reemplazar
comparables de vocabulario, ahora de inspiración propiciatoria, se han
esta palabra por un nombre metafórico y compatible a fin de conciliar los
aplicado igualmente a otros animales. El francés moderno llama belette
malos poderes con una antífrasis que los presenta como buenos (con-
(= «bonita pequeña [bestia]») a un animal que en francés medieval se lla-
ducta propiciatoria).
maba mostoile, del latín mustela,
y los tiwa, tenían en reserva palabras de recambio ¡listas para eventua- ca no sólo las formas, que pronuncia como le permiten sus capacidades
lidades de este tipo! Tales usos tienen como consecuencia una trans- articulatorias, sino también los sentidos. Designa por analogía, por me-
formación masiva, y más o menos errática, del vocabulario. A menudo tonimia, por generalización, llamando chien [perro], por ejemplo, a to-
no hay ningún parentesco etimológico entre la palabra inicial y su sus- do animal, o por transferencia de lo poseído al posesor, llamando papa
tituta. [papá] al ordenador o al violín de su padre. Los desplazamientos se-
Fenómenos parecidos se dan en África, donde los tabúes se aplican, mánticos se vuelven más sutiles a medida que el niño crece, pero conti-
en numerosas poblaciones, no sólo a los nombres de personas fallecidas, núan produciéndose. De este modo, cuando una palabra es utilizada de
sino también a los de seres sobrenaturales, de ciertos animales de caza, manera concreta en la lengua de los adultos, el niño, que percibe este
e incluso a las palabras emparentadas etimológicamente, o que encuen-
empleo, concentra sobre él su atención; y desde entonces, el primer
tran con ellas un parentesco fonético. Ocurre lo mismo en algunas len- sentido de esta palabra, que el adulto le atribuye en la mayoría de las
guas amerindias, como el twana, de la familia salís, hablado hace poco circunstancias, pero que el niño no conoce, termina por diluirse y de-
en la Colombia británica o, de la misma familia, el comox (véase Hagé-
saparecer en la generación siguiente. Un caso conocido es el de la pala-
ge, 1981).
bra saoul
• El endeble, el vivo y el nido Un último ejemplo nos lo ofrece la palabra latina nidus «nido», que
se remonta a la combinación de dos palabras indoeuropeas *ni «de arri-
La palabra latina captivus «prisionero» era poco susceptible de per- ba abajo» y '`ido, del que procede el verbo latino sedere «estar estableci-
der este sentido para los hablantes latinófonos, ya que estaba asociada de do» (incluimos asterisco en las formas reconstruidas). Mientras que en
modo natural para ellos al verbo capere «tomar». Pero en las lenguas pro- una lengua indoeuropea del Cáucaso, el armenio, la palabra salida de es-
cedentes del latín, este verbo o bien desapareció, sustituido por los descen- te compuesto, a saber nist, ha mantenido el sentido antiguo y significa
dientes de prehendere, como el francés prendre y el italiano prendere, o «residencia», y lo mismo ocurre en otra lengua de la misma familia, el
bien adoptó unos sentidos más concretos, como el que aparece en el he- sánscrito (nidáh); por el contrario, en latín y en las lenguas romances, así
redero francés de su derivado frecuentativo captare, es decir capter. Esta como en germánico, céltico, eslavo y báltico, la palabra ha tomado el sen-
situación, que tiene como efecto aislar a captivus del verbo al cual estaba tido concreto de «lugar en el que se ha establecido un pájaro». En ro-
asociado en latín, expone este adjetivo a las presiones exteriores. Los mance, esta palabra ha dado un derivado 'nidiacem, de ahí el italiano ni-
contextos de su utilización acaban por hacerle que tome el sentido de diace y el francés niais, designando todos en origen, en la lengua de
«malo, despreciable», que es el de su forma italiana cattivo, o el sentido cetrería, el pájaro cogido en el nido. Pero la relación entre nid [nido] y
de «miserable, desgraciado», que es el de su forma en francés antiguo, niais ya no la perciben los hablantes, el aislamiento de niais ha acelerado la
chétif; esta evolución semántica probablemente tenga relación con el sen- evolución semántica y la palabra, que pertenecía, como muchas otras, al
tido de «prisionero del pecado», que los autores cristianos de los prime- vocabulario de la caza, ha tomado el sentido de «torpe, tonto, pánfilo».
ros siglos daban a captivus.
La palabra evoluciona en seguida hacia el sentido actual de chétif, pe-
ro el sentido de malheureux no ha muerto del todo en Francia, ya que es LAS HECATOMBES
el de [s'ti] (forma dialectal picarda de chétif) que encontramos en ch'ti-mi
«¡pobre de mí!», interjección convertida, desde la Primera Guerra Mun- Desaparición de palabras que a veces consiguen dejar huellas
dial, en término jocoso para designar, imitándolos, a los franceses del
Norte. Una reparación culta, que va a contracorriente de esta evolución No tomaré aquí ejemplos más que de una sola lengua, el francés, con
espontánea, producirá captif a partir de captivus y con el mismo sentido. el fin de tener a la vista un todo coherente, a través de distintos períodos.
Una evolución semántica comparable es la del adjetivo alemán schlecht Por lo demás, este capítulo, conviene recordarlo, tiene por objeto una
«llano, simple», que su e y su empleo en contextos variados terminan por caracterización de la manera en que las lenguas, por intermedio de las
alejarse del verbo schlichten «allanar, aplanar», del que derivó. Schlecht palabras, luchan contra el desgaste y se adaptan, en virtud de un tipo de-
toma entonces el sentido nuevo, que es, exclusivamente, el que hoy tiene terminado de instinto vital. No es cuestión, pues, de presentar listas, si-
de «malo»; sin duda porque un hombre simple, en una sociedad feudal no de escoger ejemplos que parezcan reveladores.
muy jerarquizada como la de los pueblos germánicos de la Alta Edad
Media, era un hombre sin valor.
Este combate semántico, en el curso del cual las palabras terminan Los olvidos léxicos de edades preclásicas
por no poder salvaguardar su sentido, se ve ilustrado también en el caso
del adjetivo latino vivus «vivant» [vivo], que, al convertirse en el francés Aunque la mayoría de los francófonos de hoy no pueden identificarlas,
vif, pierde sus vínculos con el verbo vivere «vivre». Desde entonces la los amantes de textos medievales reconocerán seguramente palabras de
acepción de «vivo», que era su sentido principal, desaparece, salvo en ex- hermosa factura, como ardre [arder], bloutre [montículo de tierra volcado
presiones fijas, transmitidas del pasado, como mort ou vif [vivo o muer- por la reja de una carreta], chaloir [importar], convite [reproche], cuider
to] o brúlé vif [quemado vivo]; y los sentidos secundarios se imponen, los [pensar], déduit [divertimento, placer], dextre [derecha], s'é(s)baudir [ale-
de «chispeante; animado; rápido; brusco». grarse], férir [golpear], guerdon [recompensa], issir [salir], los [alabanza],
50 LAS LENGUAS Y LA VIDA LAS PALABRAS Y LA LUCHA POR LA VIDA 51
piéqa [desde hace tiempo], pilloter [repartir el botín] y soulas [consuelo]. go, les espeta una mención «viejo» propia para apresurar su inhumación:
Estas palabras no desaparecieron del todo sin dejar huella. Vemos que cavillation [razonamiento falso, vana sutileza], chevance [aunque se ten-
ardent es el participio presente de ardre; nos servimos del adjetivo outre- ga] (y chevir [disponer de]), gavache [hombre miserable y mal vestido],
cuidant, cuya segunda parte es el participio presente de cuider; todavía se passefin [que sobrepasa a los demás en astucia]. Algunos términos son de
emplea un compuesto culto de dextre, ambidextre, y un derivado, dextéri- factura muy latina, como patavinité, «provincialismo de la cultura o del
té; férir sobrevive con su sentido en sans coup férir, tomado probablemen- estilo (en referencia al historiador romano Tito Livio, a quien se atribuía
te, sin embargo, como un todo que no se analiza; issue conserva algo de issir, tal rasgo, y que nació en Padua, en latín Patavium)», o vécordie [falta de
del que es participio pasivo femenino; chaloir no ha muerto enteramente, corazón, dureza], donde se vuelve a ver el viejo prefijo privativo latino
ya que se puede seguir diciendo peu me chaut, en el sentido de «me im- ve- de vésanie [alienación mental].
porta poco»; pero la utilización de este giro se combina con una sonrisa, lo A principios del siglo XIX desaparece un gran número de palabras
que es una manera corriente de juzgar su propia expresión guardando al- que habían logrado sobrevivir hasta el final de la Revolución, como bai-
guna distancia, a fin de significar que se la sabe en desuso, o que, por di- ller [dar] (de sus homónimos bayer «abrir mucho la boca [= beee]» y báiller,
versión, se la prefiere así; se puede decir lo mismo de s'é(s)baudir, empleo sólo pervive hoy el segundo; el primero sólo está atestiguado en la ex-
voluntariamente arcaizante, como en señal de complicidad; en cuanto a pi- presión fija bayer aux corneilles [«pensar en las musarañas»] ).El gran nú-
lloter, que, de origen medieval, según A. Rey (1992, pág. 1.521) «había pa- mero de las palabras que mueren entonces se explica por el hecho de que
sado a uso familiar (1829), y luego desapareció», podría pertenecer tam- las realidades que evocan han desaparecido, como es el caso de los nom-
bién a este registro de la tierna ironía, a juzgar por una reciente antología bres sufijados que antes he examinado (véanse las págs. 42 - 43).
crítica, titulada Pillotage (Duhamel, 1995), y cuyo autor, para indicar el No se trata aquí, por supuesto, más que de palabras verdaderamen-
provecho que sacó de la lectura de los textos escogidos, pone de relieve es- te caídas en desuso en la lengua corriente, y no de términos que, incluso
tas palabras de Montaigne (Essais, I, pág. 26): «Les abeilles pillotent delá cuando son antiguos, siguen viviendo en la lengua técnica de los trata-
delá les fleurs, mais elles en font aprés le miel, qui est tout leur.»* dos cultos. Por no poner más que un ejemplo, hoy se podría encontrar,
en una obra de numismática, una expresión como bractéates et autres
piéces incuses designando unas monedas con la cara acuñada en hueco-
Los tristes balances del posclasicismo y de la época moderna grabado.
queda de aventuras amorosas», «matar», «atacar militarmente», «derro- [...] Si hay alguien que pueda hacer que haya Cortes, ése es un sobera-
ta» y «plantación, vivero». no, o un favorito o un ministro principal [...]; se produce por accidente, por-
Las palabras que pierden sus sentidos adquieren otro u otros. En que habiendo inventado esas personas una palabra, los cortesanos la reco-
cuanto a las que desaparecen enteramente para alcanzar sin funerales los gen pronto, y la dicen tan a menudo que los demás la dicen también a
vastos cementerios de palabras que siguen aumentando su extensión, son imitación suya; de tal manera que al final se establece en el uso y es oída por
reemplazadas por otras. La muerte de las palabras no es más que una ca- todos (Vaugelas 1647, I, pág. 40).
ra de un fenómeno complejo; la otra cara es el nacimiento de nuevas pa-
labras, tal como veremos. Ya sea por este camino, o por el de las creaciones más espontáneas,
acreditadas por las autoridades que entonces regentaban la lengua, en el
siglo XVII el francés se enriqueció con más palabras de las que pudiéramos
LAS RICAS COSECHAS DE LA NEOLOGÍA pensar. Así, diversos sufijos nominales permiten construir sustantivos de-
rivados, como causerie [charla], cirage [encerramiento], discernement [dis-
Me atendré aquí también al único ejemplo del francés. La abundan- cernimiento], douanier [aduanero], exactitude [exactitud], félicitation [fe-
cia de nuevas palabras que los autores del Renacimiento, sobre todo los licitación], machiniste [maquinista], orangeade [naranjada], plaisanterie
de la Pléyade, introdujeron en sus obras bebiendo sobre todo en las len- [broma], ponctualité [puntualidad], républicain [republicano], etc. Pue-
guas regionales y extranjeras fue seguido a principios del siglo xvii, se di- den considerarse también nuevos los verbos débarrasser [quitar, vaciar],
ce a menudo, por una severa empresa de depuración. Sin embargo, hoy détromper [desengañar], griffoner [garabatear], ironiser [ironizar], régaler
quedan numerosas palabras cuya introducción data del siglo xvi. Unas [invitar, amenizar], y los adjetivos inconcevable [inconcebible], indiscer-
son de origen provenzal, como auberge [albergue], badaud [curioso], nable [indiscernible], etc. En esta misma época, el francés sigue tomando
bouquet [ramo], cadenas [candado], caserne [cuartel], daurade [besugo, muchos préstamos del latín: diffusion, éluder, insidieux, sévir, subordina-
dorada], escalier [escalera], girolle [mízcalo], luzerne [alfalfa] y triolet tion, surreption, todos atestiguados, en realidad, desde hacía algunos si-
[tresillo]. Otras que estaban amenazadas antes incluso de esta época, y glos, pero a los que Vaugelas considera nuevos. Se toma prestado igual-
que eran cada vez más extrañas, pudieron permanecer hasta la lengua mente del griego: anacronisme, homonyme, polyglotte, etc.; así como del
moderna. Entre ellas, affoler [enloquecer], émoi [emoción], hacher [pi- italiano: bagatelle, cascade, miniature, riposter, etc.; del español: baroque,
car], hideux [horroroso] y rancoeur [rencor]. Otras incluso se formaron disparate, sarabande; y del alemán: halte, sabre, etc. (véase Brunot, ibid.,
en esa época por derivación o composición, o por reactivación de formas págs. 215-223).
antiguas: aboutir [acabar en], bigoterie [beatería], clairvoyance [clarivi- El siglo XVIII creará, o consagrará en el uso, un número considerable
dencia], décomposer [descomponer], déplorable [deplorable], désordre de palabras nuevas, en particular, aunque no solamente, durante el pe-
[desorden], marmaille [chiquillería], non-dit [no dicho], soussigner [fir- ríodo revolucionario. Los verbos acabados en -iser no son más que un ca-
mar]. Se toma prestado del italiano: banque [banco], balcon [balcón], pítulo, entre muchos otros, en que la fuerza creadora se despliega. Los
bosquet [bosquecillo], (á l')improviste [de improviso], soldat [soldado], adjetivos complémentaire y supplémentaire, por ejemplo, o el nombre
sonnet [soneto], etc., o del español, como bizarre [raro], escamoter éventualité, el verbo sauvegarder son de esta época, por sólo citar unas
[escamotear], fanfaron [fanfarrón], hábleur [hablador] y mascarade palabras de aspecto tan moderno que se les podría creer menos antiguas.
[mascarada] (véase Brunot, 1966, III, la parte). El siglo XIX y la época contemporánea son sobre todo, como ya se sa-
Se suele considerar que el francés sale exangüe de la edad clásica. Las be, momentos en los que afluyen las palabras inglesas. Algunas palabras
causas que se apuntan son la acción de Malherbe, luego, la Academia, francesas que la presión del inglés deja en situación precaria o tiende a
que es más flexible, el magisterio de Vaugelas, del que se citan severas hacer desaparecer son sinónimos de los que el inglés, tras la conquista
palabras: «No se permite a nadie crear nuevas palabras, ni incluso al so- normanda, había tomado prestados al normando y luego al francés, del
berano». Pero añade: siglo XI al XIII. Así, approche, challenge, controle, initier, majeur, opportu-
54 LAS LENGUAS Y LA VIDA
[... Es] bastante curioso como investigación el estudio de las leyes por
las que se inventan e incluso seleccionan algunas palabras o expresiones a las
que se da preferencia frente a otras, ya que, siendo limitado el poder de la
memoria humana, es preciso también que se ponga límite al crecimiento del
vocabulario y a la multiplicación de términos: hace falta que desaparezcan
palabras antiguas [...]. Las ventajas más aparentes que resultan de una nue-
va pronunciación o de una nueva ortografía, por razón de brevedad o de eu-
fonía, pueden hacer inclinar la balanza, como puede haber otras causas más
importantes de selección que deciden el triunfo o la derrota entre rivales,
como son: la moda, la influencia de una aristocracia de nacimiento o de edu-
cación, la de los escritores populares, oradores y predicadores, y también un
gobierno centralista que organiza escuelas con miras a propagar la unifor-
midad de la dicción y a asegurar el empleo de mejores dialectos provinciales
y locales.
Finalmente en la última etapa, después del 750, es decir en la clausu- más tarde, los latinófonos serán los predicadores que se dirigen a las ma-
ra de la época merovingia, se produce una crisis lingüística de manera sas, pero no recurren, para cristianizarlos, a la lengua vulgar que utiliza-
irreversible. Los esfuerzos de Alcuino, hombre docto de lengua materna ban éstas, de ahí la dificultad de la comunicación.
nortumbriana (inglés antiguo), al que Carlomagno encarga, a principios Se advierte que las lenguas neolatinas no podían haber salido del la-
del siglo ix, restaurar los estudios latinos, no tienen otro efecto, en una tín literario. Sólo podían proceder de formas habladas del latín, por lo
Galia carolingia en la que además la corte y la aristocracia, de lengua tu- mismo que el griego moderno no ha salido del griego clásico (ático esen-
desca, están apartadas de la población, que hacer más profunda la zanja cialmente) que escribían los autores antiguos en la época en que Atenas
que separa el latín de esta última, que, como se comprende, no participa resplandecía, sino más bien de la coiné que se había desarrollado tras es-
del bilingüismo latino-tudesco de las élites intelectuales francas. El corte ta época, es decir, a partir del siglo w antes de nuestra era. La promoción
aún es más radical en España, donde los letrados latinófonos de Córdo- de los idiomas neolatinos como lenguas de pleno derecho se aseguró a
ba, sobre todo Álvaro y Eulogio, representantes de esos cristianos a los partir del momento en que se comprobó que la escritura en latín se hizo
que extrañamente se llamaba mozárabes («arabizados»), cultivan, para inadecuada para transcribir las palabras de la masa.
afirmarse ante el poder musulmán, que no persigue a la Iglesia, pero que Hay que subrayar, pues, que el latín era lengua escrita no sólo en el
la tiene bajo su yugo, una lengua tan pura como pueden; esto acentúa la sentido de lengua literaria y de prestigio, sino también en la medida en
brecha con el habla de las masas; sin duda en Andalucía, políticamente que, para los letrados de la Alta Edad Media, en Occidente no se podía
árabe, pero de mayoría de lengua romance, desde la mitad del siglo ix, la pensar en escribir en otra lengua que no fuera el latín. Es, pues, la nece-
lengua hablada evolucionaba menos deprisa que en la Galia y no sufría sidad de concebir una nueva scripta la que firma el acceso de las lenguas
una influencia tan intensa como la que ejerció el francogermánico sobre romances al reconocimiento. Aunque, por supuesto, se trataba todavía
el latín vulgar para conducir, por efecto de esa convergencia, al antepa- de lenguas nuevas sobre otro plan esencial, el de su forma interna: hay
sado del francés; sin embargo, el habla de las masas romances en España que recordar ese hecho tan conocido de que en todas las lenguas roman-
ya estaba tan alejado del latín que la comunicación con los predicadores ces, desde esta época, se tienen en cuenta, para atenerse a otros campos
latinófonos se hizo imposible. La ruptura es más tardía en Italia; sin em- distintos del vocabulario, los rasgos siguientes: no queda el neutro (el ru-
bargo se consumó a mediados del siglo x. mano es un caso particular, véase Rosetti, 1985), las declinaciones están
De este modo, la competencia pasiva de las masas en el Occidente en vías de desaparición en beneficio de un crecimiento del número y del
cristiano, con respecto al latín, es decir, su capacidad de comprenderlo papel de las preposiciones, una nueva categoría de artículos aparecerá, el
más o menos sin hablarlo (véase Hagége, 1996, págs. 266 y sigs.) no dejó futuro simple del latín es reemplazado por una forma compuesta, las de-
de decrecer. Pero consecuentemente, la competencia activa de los predi- sinencias de la media y de la pasiva se debilitan, el infinitivo de las pro-
cadores decrecía en razón misma de su esfuerzo de adaptación a sus pú- posiciones-complementos es reemplazado cada vez más por un modo
blicos. La romania había dejado de ser latina para hacerse romance, del personal y el sistema de las conjunciones es renovado.
nombre que se ha dado a las nuevas lenguas. También se les llama «neo- Algunos sostendrán que la noción de muerte no se aplica de manera
latinas». Y de hecho, durante un largo período, que comienza sin duda evidente al latín, en la medida en que las lenguas neolatinas han salido de
antes incluso del final de la República en Roma y continúa hasta la Alta él. Ésa es una verdad parcial, porque de hecho aquéllas provienen, aca-
Edad Media, los usuarios debieron considerar que hablaban «en latín», bamos de verlo, de diversas formas del latín vulgar, y no del latín que nos
incluso cuando la comunicación con los latinófonos ya se había hecho di- han transmitido los grandes textos clásicos. En cuanto al punto de vista
fícil. Estos últimos eran, por ejemplo, romanos que hablaban a los vete- de aquellos para quienes las lenguas neolatinas no son otra cosa que la-
ranos mercenarios, de orígenes lingüísticos diversos, que conservaban a tín, no es aceptable. No basta con verificar un origen genético para con-
mitad del siglo II el limes, frontera del Imperio opuesta a las incursiones cluir que el antepasado y su descendiente son un único y mismo objeto.
bárbaras sobre las marcas de la Dacia, de la Panonia o de la Mesia (hoy Sólo el orgullo nacionalista de una España cristiana y latina restaurada en
respectivamente, más o menos, Rumanía, Hungría y Bulgaria); mucho la península tras el fin de la Reconquista, que había puesto fin a casi ocho
62 LAS LENGUAS Y LA MUERTE
¿QUÉ ES UNA LENGUA MUERTA? 63
siglos de ocupación árabe, a fin de cuentas muy brillante, podía explicar rio, fundado en Menfis por Menes el 3400 a. de C.; esta línea continua
la extraña impresión, en algunos españoles, a partir de 1492, de llevar a pasa por el egipcio medio del Imperio tebano (hacia el año 2000 a. de
los indios de América, cuyas lenguas eran tan exóticas, la latinidad mis- C.), que se sigue sirviendo de jeroglíficos, pero trazados según una es-
ma a través del castellano; de ahí la noción, extraña si nos paramos a pen- critura cursiva, llamada hierática, luego por el neoegipcio de las nuevas
sar, de «América Latina». dinastías, las de los Ramsés (a partir del año 1580 a. de C. aproximada-
De hecho, ya hacía mucho tiempo, tanto en España como en Francia, mente), y al fin por el egipcio, llamado demótico como la escritura sim-
que las lenguas neolatinas se habían emancipado, y sus formas, en esta plificada que lo anota, de las últimas dinastías, las de los saméticos, an-
época, no estaban tan alejadas como pudiéramos imaginar de las de hoy. tes de la conquista de Egipto por los persas de Cambises en el año 525
Sólo metafóricamente podemos decir que el latín sobrevive en las len- a. de C., seguida dos siglos más tarde, por la helenización durante las
guas romances. Además, hay que subrayar que el empleo, todavía tímido victorias de Alejandro. Así se mantienen, a través de este inmenso pe-
ciertamente, de las lenguas vernáculas, incluso en las ciencias y en los tra- ríodo, los estados sucesivos, aunque, por supuesto, muy diferentes entre
tados filosóficos, a partir de mediados del siglo xvii, es también el signo ellos, de una «misma» lengua, y la vitalidad del copto, último de estos
de una emancípacíón del pensamiento con relación a los dogmas de auto- estados, no será vencida, a partir del siglo VII de la era cristiana, más que
ridad, que se expresaban en latín. por la difusión del árabe, en un Egipto convertido mayoritariamente en
Dicho esto, también debemos recordar que en la Europa de la edad musulmán. Los aldeanos todavía hablaban copto a mediados del siglo
clásica, como en la de la época medieval, los sabios y los letrados conti- xix. Sea como fuere, la profundidad vertiginosa de su historia no puede
nuaban expresándose a menudo en latín, y ello incluso en países no lati- dejar de conferir cierto prestigio a esta lengua que sobrevive en el culto
nos: Alemania, Polonia, Suecia, Inglaterra o Irlanda. Además el latín no religioso.
desapareció completamente del uso. Aún es la lengua de la Iglesia roma-
na, como lo fue antaño la del Imperio romano. Su manera particular
de no estar ya vivo sin estar muerto es habitual, de hecho, en el destino de Chino arcaico tardío
todas las lenguas humanas.
Así es como puede denominarse, por oposición al chino arcaico de la
época de los zhou occidentales y orientales (siglos xi-vi a. de C.) a la len-
Sobre ciertas viejas lenguas de prestigio gua clásica, llamada wén yán, de la edad de los reinos combatientes (si-
glos antes de la era cristiana). Es la de las grandes obras considera-
Una lengua que ha desaparecido del uso también se puede mantener das como fundadoras, con las que ilustran el chino arcaico, de la cultura
en un estado que no es el de la vida definida por su presencia en el seno china: discursos y conversaciones de Confucio, escritos de Mencio, Mo-
del intercambio cotidiano, pero que, por ello, no es un estado verdade- zi, Zhuang Zhou y otros. Entre los sinólogos, unos piensan que el chino
ramente de muerte. arcaico tardío en el que están redactados estos célebres libros refleja la
lengua hablada de la época; otros ven en esta lengua bastante elíptica una
construcción artificial que no corresponde a ningún idioma que haya si-
Copto do hablado jamás; otros finalmente (véase Hagége, 1975, págs. 21-22)
ven en él a uno de los estados antiguos del chino literario. Sea como fue-
Así, hoy el copto se sigue utilizando en la liturgia y las solemnidades re, esta lengua jamás ha evolucionado, mientras que desde finales, si no
religiosas de los cristianos de Egipto. Ahora bien, el copto no es otra co- desde mediados, de la época siguiente, la de la dinastía de los Han ante-
sa que la forma «moderna» de una lengua ¡con la antigüedad del mismo riores (de 206 a. de C. a 26), la lengua hablada comienza a conocer unos
egipcio faraónico! Una continuidad directa, a través de más de... 5.000 cambios cada vez más importantes. El wén yán se enseña desde siempre
años, une el copto a la lengua, escrita en jeroglíficos, del antiguo Impe- en China, donde los libros clásicos son leídos y estudiados en el sistema
64 LAS LENGUAS Y LA MUERTE ¿QUÉ ES UNA LENGUA MUERTA? 65
escolar. Es una lengua no hablada, pero su «muerte» no excluye una pre- vernáculas de la India del norte. El pali, lengua de cánones búdicos de
sencia constante en la cultura. Ceilán, ha conservado un uso litúrgico en esta isla, igual que en Birmania
y en muchas regiones del sudeste asiático donde había sido el vector del
budismo. Pero además, y por esta misma razón, el pali ha sido una im-
Sánscrito y pali portante fuente de préstamos de vocabulario religioso, filosófico y admi-
nistrativo en birmano, en thai, en laosiano y en las lenguas de diversas et-
Así es también, en la India septentrional, el estatuto del sánscrito con nias. Gracias a este estatuto de fuente generosa en la que beben tantos
relación a las lenguas de la familia indoaria, e incluso con relación a las vocabularios modernos, se podría decir que no está muerto del todo.
lenguas no indoarias de la India meridional, llamadas dravidianas, y que
han tomado prestado del sánscrito, por el hecho de que sus hablantes
practican desde hace tiempo la misma religión brahmánica que los de las Guez
lenguas del Norte, un importante vocabulario. La fijación de las reglas
del sánscrito por el célebre gramático Pánini hacia el siglo v antes de la Atestiguado desde tiempos menos antiguos, el guez, forma primaria
era cristiana, y luego por uno de sus sucesores, Patañjali que, dos siglos del etiópico, se mantiene también en nuestros días en el uso litúrgico y
más tarde, formaliza sobre todo la interpretación de los textos, ha dado culto. El guez fue la lengua de Aksum, capital del reino de Abisinia en el
un tipo de rigidez al sánscrito védico, lengua sagrada de los cuatro gran- siglo iv de nuestra era, donde el soberano introdujo el cristianismo en sus
des libros de himnos religiosos versificados, de sus comentarios y glosas Estados. Las lenguas semíticas de Etiopía, en particular el tigriña y sobre
especulativas en prosa, y de los manuales relativos a los ritos. Pero en el todo el amárico, idioma de Addis Abeba y de la zona mayor de la alta
inmenso período de un milenio que separa de Pánini las primeras atesta- meseta abisinia, han evolucionado fuera de la influencia culta del guez,
ciones védicas, esta lengua, que se duda que alguna vez haya sido habla- pero éste ha sido y sigue siendo para ellas un proveedor de préstamos;
da, ha conocido probablemente variantes orales y evolutivas, como los con esta lengua de África oriental, en relación con los idiomas modernos
estados que la suceden, el sánscrito búdico a partir del siglo iv a. de C. y, de Etiopía, ocurre lo mismo que con las lenguas sagradas de Asia en re-
por supuesto, las lenguas que se denominan prácritos, que son formas lación con los idiomas modernos de este otro continente.
iniciales del indio medio que, hacia los primeros siglos que precedieron
a la era cristiana, comenzaron a desarrollarse para desembocar, hacia el
siglo x, en numerosas componentes del indoario moderno, orígenes de ¿Es el árabe clásico una lengua viva?
las lenguas actuales de la India del norte.
Pero hay otras lenguas de Asia que han bebido, por razones cultura- Si utilizamos, como para el latín, la definición propuesta al principio
les y confesionales, en los fondos prestigiosos del vocabulario sánscrito; de este capítulo, se podrá declarar, con cierta precipitación, que el árabe
es el caso, sobre todo, del jemer, del javanés, e incluso del malayo, del clásico está muerto. Sin embargo, una experiencia muy corriente de-
que la islamización debió tomar sin embargo más tarde un préstamo de muestra lo contrario. El árabe clásico se utiliza hoy en día en numerosas
palabras árabes. Como el latín y el griego en los países europeos de civi- circunstancias impregnadas de cierta solemnidad, y no sólo en situación
lización cristiana, el sánscrito se enseña en la India; algunos declaran in- de monólogo. ¿Qué podemos concluir en cuanto a la definición de una
cluso que allí todavía se habla, pero si ello es verdad, es evidente que no lengua muerta?
puede tratarse más que de un empleo culto entre letrados. Sea como fue- Es conocida la complejidad de lo que se llama lengua árabe. Su sin-
re, hoy día el sánscrito es una de las 20 lenguas oficiales reconocidas en gularidad aparece desde el momento de su designación. Si se menciona
la Constitución de la Unión India. «árabe» sin adjetivo, unos entenderán que se trata de árabe clásico, que
Otra lengua religiosa célebre, el pali, es la que Buda escogió en lugar también se denomina literario, o literal, o coránico, pero está lejos de ade-
del sánscrito para difundir su enseñanza, tomando como base las lenguas cuarse a las realidades designadas por tales términos. Otros, quizá menos
66 LAS LENGUAS Y LA MUERTE ¿QUÉ ES UNA LENGUA MUERTA? 67
numerosos, pensarán que se trata de árabe dialectal, es decir de una de las precisión importante: en la presente etapa de esta reflexión sobre la
formas del árabe que se hablan en el Magreb (marroquí, argelino, tuneci- muerte de las lenguas, se considerarán muertas las lenguas que no hable
no, libio), o en el África saharíana (mauritano o hassaniya), o en Oriente nadie, ciertamente, pero que, además, sólo hayan dejado, en la cultura
(egipcio, sudanés, chadiano, saudí, jordano, palestino, libanés, sirio, ira- de los descendientes que han desaparecido con esas lenguas, pocas hue-
quí, yemenita, omanés, hablas del Dathina y del Hadramaut), o en uno de llas vivas.
los sultanatos de la península sirio-árabe, o del árabe que utilizan los cris-
tianos, como los malteses o los habitantes de Kormakiti en Creta.
Es probable que la situación de diglosia que prevalece en el mundo LENGUAS MUERTAS Y SIN ESTATUTO CLÁSICO
árabe, a saber la existencia de una variante literaria reservada al uso es-
crito y variantes dialectales que se hablan en los diversos países árabes, Otro caso nos permitirá aproximarnos más todavía a lo que conviene
sea muy antigua (véase Hagége, 1973, pág. 3), y que el árabe del Corán entender bajo esta noción de muerte de una lengua. Numerosas lenguas
no sea una lengua hablada de la que hubieran surgido históricamente los desaparecidas desde hace varios milenios no nos resultan conocidas más
dialectos, sino una norma de prestigio, en la que el profeta recibió y qui- que por inscripciones, textos o monedas, materiales sobre los que los epi-
so transmitir la revelación del islam. La situación es, pues, diferente a la grafistas, numismáticos, filólogos, gramáticos y otros investigadores ejer-
del latín, a pesar del punto común que es la oposición entre el idioma es- cen su arte. Estas lenguas, contrariamente a las que acabo de exponer,
crito y el hablado. Además, el árabe literario, contrariamente al latín, hoy hoy día no tienen estatuto clásico, en la medida en que no conocen nin-
se utiliza en toda la literatura árabe, ya que los dialectos, en principio, no se gún empleo litúrgico, o más generalmente cultural, a través del cual pue-
escriben (sobre la distinción entre lengua y dialecto, véase la pág. 157). dan sobrevivir, y por lo demás no se enseñan en la escuela primaria ni
Es utilizado en la radio, en la televisión, en los discursos oficiales, en las secundaria, y apenas en algunas universidades y centros de investigación.
comunicaciones científicas y en cualquier otra circunstancia formal. Pero precisamente porque tienen esta propiedad de ser objeto de inves-
Lo que permite, sin embargo, decir que no se trata de una lengua ha- tigación erudita y de enseñanza de nivel académico, se puede considerar
blada en el sentido ordinario del término, es un hecho simple: el árabe li- que forman parte de la cultura en cada una de las áreas en las que han de-
terario no es en principio la lengua materna de nadie; los habitantes de jado rastros arqueológicos. El número de estos rastros es, evidentemen-
los países árabes no lo hablan en la vida cotidiana, y no transmiten a sus te, muy variable. Unas veces la documentación es abundante, otras frag-
hijos más que el dialecto del país en el que viven. Se sabe que los dialec- mentaria.
tos árabes pueden ser bastante diferentes, incluso en el seno de un mis-
mo conjunto geográfico y cultural, y con más razón entre dos conjuntos:
un yemenita y un marroquí pueden experimentar alguna dificultad para Los casos de abundancia de documentos
comunicarse hablando cada uno su dialecto. Por eso cabe considerar el
recurso de la lengua árabe literaria en ese caso. Pero este recurso supone Sumerjo, acadio, ugarítico, Ubico
que cada uno la conozca bastante para servirse en el intercambio oral,
lo que está lejos de ser seguro, dada la fuerte heterogeneidad de los niveles Los rastros que se poseen de una de las lenguas escritas más viejas de
de escolarización y de educación. A ello se añade que a la mayoría de la humanidad, el sumerio, siempre enigmático pues no se puede relacio-
los arabófonos la utilización de esta lengua en la comunicación hablada les nar con ninguna familia lingüística conocida, son considerables: pode-
parece artificial y afectada, ya que los dialectos sólo tienen una realidad mos remontarnos en el tiempo hasta el año 3300 a. de C. al menos, gracias
de instrumentos de conversación. a las decenas de millares de textos en escritura cuneiforme: himnos, ri-
De todo lo que precede, resulta que la definición de una lengua tuales, contratos, estelas, anales, dedicatorias, escritos jurídicos, médicos,
muerta como lengua que ya no se habla reclama, a la luz de casos como matemáticos. La riqueza es igual de fascinante para el acadio, es decir la
los del latín, de ciertas lenguas antiguas de prestigio y del árabe, una lengua semítica oriental que, cuando la potencia asiría comenzó a domí-
68 LAS LENGUAS Y LA MUERTE ¿QUÉ ES UNA LENGUA MUERTA? 69
nar Sumer, sucedió al sumerio, dejándole florecer todavía largo tiempo y En cambio, a principios del siglo xx abundantes textos y millares de
prolongando su notación cuneiforme; antes de declinar hacia finales del tablillas sacados a la luz permitieron salvar del olvido a numerosas len-
siglo vil y ser relegado al uso erudito, luego reemplazado por el arameo, guas; dos de las cuales son importantes lenguas indoeuropeas antiguas, a
y más todavía después de la conquista persa en el año 539 a. de C. (véan- saber, el tocario y el hitita. Los testimonios del tocario, es decir de sus
se las págs. 220-221), el acadio y luego sus formas evolucionadas, babi- dos dialectos, entre ellos el kutchéen, son tratados (religiosos, médicos,
lonio, seguido del neobabilonio, conocieron una larga fortuna como económicos) de inspiración búdica, que se han descubierto en el Tur-
lenguas de civilización de poderosos imperios; esto se nos ha descrito to- questán chino, y que están anotados en brállml (la escritura más antigua
davía con más detalle desde que las excavaciones de Mari, Ebla y Emar de la India, antepasada de casi todas las lenguas indias de hoy, y utilizada
sacaron a la luz enormes cantidades de documentos nuevos, entre los mucho tiempo en toda Asía central); en 1908 dos eruditos alemanes es-
cuales se encuentra un cúmulo de correspondencia privada (véase Du- tablecieron la pertenencia indoeuropea de las lenguas tocarias, cuya ex-
rand, 1997). tinción debía ser consumada antes del año 1000, poco después de la con-
En la época moderna se han descifrado también (1929) dos partidas quista de los territorios de Agni y de Kutcha por los turcos uiguros en el
de testimonios importantes: unos, descubiertos en Ras Chamra en la cos- siglo ix (véase Isebaert, 1994).
ta siria, son un número significativo de poemas mitológicos, que revelan El hitita fue, en el corazón de Asia Menor, la lengua de un poderoso
la existencia antigua, hacia el siglo xv antes de la era vulgar, del ugaríti- imperio entre los siglos xix y XIII a. de C.; a los muy numerosos textos de
co, otra lengua semítica, pero occidental y próxima al cananeo; las otras las tablillas de terracota encontradas en la antigua capital del imperio,
están constituidas por una cantidad importante de breves inscripciones Hattusa (hoy Bogazkóy), se han añadido los de las tablillas recientemen-
que, diseminadas del Sinaí a las Canarias, restituyen, siempre en el cam- te descubiertas en Ortakóy, y no explotadas todavía completamente. El
po semítico, al líbico, antepasado de las hablas bereberes. Imperio hitita fue relevado por otros Estados, cuyas lenguas, sobre todo
el luvita y el licio eran o parientes próximos o formas evolucionadas del
hitita. En particular, los epitafios y las leyendas de monedas escritas en li-
Etrusco, lenguas indoeuropeas de Asia Menor cio dan interesantes indicaciones sobre esta lengua de una población de
(Anatolia) y del Turquestán chino la costa sudoeste de Asia Menor, que mencionan Homero y Herodoto, y
que puede rescatarse mejor del olvido gracias al descubrimiento, en
1974, de un texto-dedicatoria en tres lenguas, licio-griego-arameo. En la
Del misterioso etrusco, que reinó hasta alrededor del año 300 a. de C. misma región se han encontrado abundantes inscripciones en diversas
en Etruria, es decir, inmediatamente próximo a los mismos territorios en lenguas no indoeuropeas, que no se sabe con qué familia relacionar, y que
que Roma y el latín iban a suplantarlo, nos gustaría saber mucho más qué presentan rasgos caucásicos: el hurrita, el elamita y el háttico, idiomas to-
reveló la decena de millares de inscripciones funerarias breves y monó- dos cuya extinción había sobrevenido probablemente desde el principio
tonas o las bandas que portaban una serie de invocaciones y prescripcio- de la era cristiana.
nes rituales o las glosas, es decir, las traducciones de palabras transmiti-
das en tratados de autores antiguos. Un contemporáneo de Augusto, el
historiador griego Denys de Halicarnaso, anotaba ya el aislamiento y la Gótico
oscuridad de esta lengua, que no se parecía a nada conocido (véase Bri-
quel, 1994, págs. 319-321). Sí es verdad, como dice Herodoto, que los Conocemos bastante bien, igualmente, pero esta vez gracias a otro
etruscos vinieron de Lidia, entonces quizá no sería inverosímil un acer- medio diferente al de las inscripciones rituales, administrativas o priva-
camiento al indoeuropeo de Anatolia (véase más adelante), teniendo en das, a una lengua importante cuya extinción, mucho más reciente, debió
cuenta ciertos puntos comunes en el campo sintáctico, y aunque el voca- producirse a finales de la Edad Media: el gótico, lengua de los godos,
bulario no tenga nada de indoeuropeo. uno de cuyos pueblos, el de los visigodos, saqueó Roma en el año 410, y
¿QUÉ ES UNA LENGUA MUERTA? 71
70 LAS LENGUAS Y LA MUERTE
Otras lenguas célticas están muertas desde hace cerca de 2.000 años.
es el único testimonio no desaparecido de la rama oriental del germáni-
No tenemos otras huellas que un centenar de inscripciones para el galo,
co, a la que pertenecían también las lenguas de tribus que, en los siglos
otras tantas para monumentos funerarios donde no se encuentran casi
y vi hicieron temblar Roma, el norte de Italia, la Galia, España y África:
más que nombres de personas, para el lepontino, que se hablaba alrede-
burgundios, vándalos y lombardos. El gótico se fundió en Occidente en
dor de los lagos del norte de Italia, y menos aún para el lusitano, antaño
el medio romano que le rodeaba, y cuando se produjo su declive, en el
utilizado en el noroeste de la Península Ibérica; esta pobreza de testimo-
año 711, la invasión árabe venció al reino visigodo de España. Pero en
nios es tanto más fastidiosa en cuanto el lusitano, cuyo dialecto portugués
Oriente el gótico se mantuvo mejor, debido sobre todo al texto que nos
de Galicia (¡otro nombre celta!) ha conservado numerosos vocablos, tie-
lo conserva hasta la época moderna: la traducción que hizo de la Biblia,
ne razones para interesar particularmente a los lingüistas; en efecto, éste
a mediados del siglo Iv, el obispo Ulfila, de la diócesis de Mesia (hoy Ru-
ocupa una plaza totalmente particular en el seno de su familia: es el único
manía), ocupada por los godos, y de la que se han conservado importan-
miembro que ha conservado la <p del indoeuropeo, desaparecida por lo
tes fragmentos.
demás en todos los sitios, como lo muestran, frente al latín pater, porcus,
piscis (respectivamente «padre», «cerdo», «pescado») y en antiguo irlan-
dés athir, orc, íasc; al contrario, para porc el lusitano tiene porcom.
Los casos de documentación fragmentaria
No tenemos más que pequeños textos y listas de vocabulario de una reconocer sus orígenes griegos para ser admitido en los Juegos Olímpi-
lengua muerta en el siglo xvüi, el polabo, que, como indica su nombre, cos, y que en otra parte de la obra del mismo Quinto Curcio, Alejandro
eslavo, se utilizaba a lo largo (po-) de un afluente del curso medio del El- sugiere que los griegos comprenden el macedonio (véase Brixhe y Pana-
ba (Labe) en la región de Lüchow, así como en la del eslovince, que ha- yotou, 1994b). Sea como fuere, lo poco que se sabe de esta lengua da lu-
blaban todavía, en 1903, 200 ancianos en dos parroquias de lo más pro- gar a las hipótesis: para unos, el macedonio es una lengua mixta consti-
fundo de la Pomerania (otro nombre eslavo que significa «a lo largo del tuida por aportaciones tracias e ilirias incorporadas a un fondo dialectal
mar [Báltico]»); estos fenómenos dan testimonio de la presión alemana griego; según otros, sería la lengua de un pueblo no griego, histórica-
que no ha dejado subsistir más que a unos islotes en un océano antes es- mente helenizado. Así es como el destino de las lenguas, en muchos ca-
lavo que invadió totalmente. Poseemos, de una lengua báltica desapare- sos, precipita al olvido el idioma materno de grandes conquistadores cu-
cida en el siglo xvit, unos pocos textos más: vocabularios, traducciones yo renombre era clamoroso.
de catecismos y del Enchiridion de Lutero, manual de propagación de la El dominio cubierto antaño por la lengua de los tracios, que habita-
fe reformada; esta lengua es el prusiano antiguo, hablado en el país que ban antiguamente en el sudeste de la península de los Balcanes, donde
iba a convertirse en la Prusia alemana, y que era llamado en este idioma habían llegado a principios del II milenio antes de la era ordinaria, fue
báltico prüsis antes de ser triturado en la riada de los caballeros teutó- sensiblemente ensanchado por su migración siete u ocho siglos más tar-
nicos. de, en el noroeste de los Balcanes (Propontida, Misia, Bitinia). Su lengua
la sitúan, una parte de los especialistas, en compañía de las de lejanos an-
tepasados de los rumanos, los dacios, que combatieron a los ejércitos de
Lenguas indoeuropeas de los Balcanes: Trajano, en un conjunto tracio-dacio, pero otros defienden una biparti-
pelasgo, macedonio, tracio, frigio e ilirio ción en tracio, que se hablaba en el sur del flanco septentrional del Hai-
mos (Balcanes) y dacomesiano o dacogeta, que se hablaba al norte del
Del pelasgo no se sabe casi más que lo que sugiere la Ilíada, cuyo can- Danubio (véase Brixhe y Panayotou, 1994a); este debate, que opone, co-
to II da un catálogo de navíos que poseían los habitantes de la «fértil La- mo se adivina, a lingüistas búlgaros y rumanos, está alimentado por una
risa», su capital: los patronímicos y los topónimos del pasaje homérico documentación bastante débil: fuera de la toponimia, abundantemente
hacen suponer una lengua distinta al griego, pero seguramente indoeu- explotada por cada uno, sólo poseemos una breve inscripción tracia en-
ropea (véase Bader, 1994, págs. 19-20). contrada en Bulgaria, y sin la cual no quedaría casi nada de una lengua
Otra lengua de dominio helénico, el macedonio, es importante para que tuvo su momento de gloria.
la memoria europea, así como para la política contemporánea, ya que Los frigios, por su parte, ocupaban la actual Macedonia antes de
Grecia, Serbia y Bulgaria se han atribuido cada una, desde la segunda emigrar a Asia Menor hacia el año 850 a. de J.C. y de constituir allí un
mitad del siglo XIX, derechos ancestrales sobre Macedonia, y los han imperio poderoso que, según la Ilíada (cantos II, III y XIV), tenía a los
fundado sobre argumentos «lingüísticos». Ahora bien, el macedonio es- troyanos por vecinos occidentales y aliados; pasaron bajo el yugo de los li-
tá muerto desde hace tiempo (no se trata de la lengua eslava de la peque- dios, luego de los persas, y después su lengua fue engullida en el hele-
ña república surgida en 1992 tras el desmantelamiento de Yugoslavia), y nismo tras la llegada de Alejandro en el año 333 a. de C.; queda un cen-
además la documentación disponible sobre esta lengua es muy pobre: no tenar de inscripciones funerarias y de fórmulas de consagración o de
queda ningún texto escrito en macedonio; no poseemos más que las glo- execración.
sas debidas a Hesiquio y, por supuesto, las menciones sobre ello de his- Se han contado 200 vestigios epigráficos, al norte de Italia (regiones
toriadores como Herodoto, y más tarde Tito Livio, sin contar un pasaje de Trieste y valle del Piave) para el veneciano, y al sur (Apulia, Calabria)
de Quinto Curcio, que declara que Alejandro Magno (un macedonio) re- para el mesapiano, lenguas del grupo ilirio, igualmente indoeuropeo, y
curría a un intérprete para ser comprendido por los griegos; se puede du- que incluía al mismo ilirio, atestiguado por una breve inscripción encon-
dar del valor de esta información, sabiendo que Alejandro había hecho trada en Scutarí (Albania). Estas poblaciones tenían situada su cuna al
¿QUÉ ES UNA LENGUA MUERTA? 75
74 LAS LENGUAS Y LA MUERTE
La transformación
La sustitución
Se puede decir que una lengua que llega del exterior sustituye a otra,
precedentemente atestiguada en un grupo humano, cuando esta última,
después de haber coexistido durante un período muy variable con la len-
gua nueva, termina por absorberse en ella; se trata de un proceso de fu-
sión creciente, al término del cual ni las estructuras, ni las palabras de la
lengua de origen se mantienen en el uso general y no sobreviven, en el
mejor de los casos, más que en una escasa minoría de usos.
78 LAS LENGUAS Y LA MUERTE LOS SENDEROS DE LA EXTINCIÓN 79
La extinción que hable una o varias otras lenguas. Una lengua puede, por lo tanto, ex-
tinguirse in situ, pero también puede hacerlo en diáspora; este último ca-
La noción de extinción, más metafórica que la de desaparición, evo- so aparece ilustrado en los ejemplos de comunidades de origen noruego
ca adecuadamente, en la imaginación, lo que puede significar el fenóme- o húngaro que viven en Estados Unidos desde hace un siglo o más, y en
no. Se trata de una salida total de la escena, concomitante, por defini- las cuales el noruego o el húngaro están, según los individuos, o bien apa-
ción, a la de los últimos hablantes, que se extinguen sin descendencia. La gados o bien amenazados de extinción.
extinción de una lengua es, pues, la de los últimos ancianos que la bal-
bucean todavía, o a veces la de toda la comunidad que la hablaba, sean
cuales fueren sus edades. La extinción termina en sustitución cuando, LA EXTINCIÓN POR ETAPAS
como sucede frecuentemente, las generaciones siguientes abandonan com-
pletamente la lengua de la que se trata y adoptan otra. En lo sucesivo, intentaré caracterizar las etapas de un proceso cuyo
Se puede decir pues que una lengua se extingue cuando ya no tiene resultado último es la muerte de una lengua. Hablaré de precarización a
hablantes nativos, utilizadores que la aprendan desde el principio de su propósito de las etapas iniciales, y de obsolescencia a propósito de las eta-
vida en el medio familiar y social, y a los que este aprendizaje confiere lo pas anteriores al desenlace final. Para referirme de una manera más ge-
que se puede llamar una competencia nativa; esta última se define como neral al conjunto del proceso, emplearé otras nociones, como la de ruina,
un conocimiento completo y una capacidad de uso espontáneo, que ha- o, tomadas metafóricamente a partir de la geología y el derecho, las de
cen de la lengua en cuestión un instrumento de comunicación propio en erosión y desherencia.
todas las circunstancias de la vida diaria. En tal perspectiva, una lengua
viva será definida como la de una comunidad que renueva sus hablantes
nativos; y una lengua muerta, si se decide conservar este término, será la El defecto de la transmisión normal
de una comunidad en la que la competencia nativa ha desaparecido to-
talmente, en la medida en que los hablantes nativos sólo han transmiti- Falta total o parcial de educación en la lengua autóctona
do imperfectamente su saber, y los descendientes transmiten a su vez
una aptitud cada vez más débil para hablar y comprender el idioma del El hecho de que una lengua deje de ser transmitida a los hijos como
grupo. lo es en sus condiciones naturales de vida es el índice de una precariza-
De estas definiciones se desprenden dos consecuencias. En primer ción importante. En numerosos casos los padres, por razones que serán
lugar, aquí está ausente la implicación individual de la noción de muerte. examinadas más tarde, no suelen enseñar espontáneamente a sus hijos la
La muerte de una lengua no es ciertamente la de una comunidad física, lengua de la comunidad por un medio tan simple como el de hablarla
ya que una sociedad humana que abandona una lengua por otra no mue- con ellos con exclusión de cualquier otra. Ello no significa que renuncien
re por ello. Pero la muerte de una lengua es un fenómeno colectivo. El enteramente a utilizarla en el marco de la educación. Algunos, sin em-
cuerpo social entero deja de hablar esta lengua. Aunque es verdad que la bargo, sí se encuentran en este caso, y entonces se puede hablar de un de-
muerte de los últimos hablantes nativos es un fenómeno individual, de- fecto radical de transmisión. En otras familias, el defecto de transmisión
bemos considerar que la extinción de una lengua que desaparece con sólo es parcial. Pero por una parte los elementos que enseñan los padres
ellos es la de una comunidad lingüística. son insuficientes y, por otra, al no asegurar el comienzo de una transmi-
En segundo lugar, los últimos hablantes nativos a partir de los cuales sión desde la más corta edad como es corriente en toda lengua viva, legan
se inicia el proceso de extinción se pueden encontrar en dos situaciones unos conocimientos que sus hijos no adquieren de manera continua.
diferentes: o bien están en el espacio de origen, donde la lengua se habla La falta de continuidad implica, en algunos aspectos de la lengua,
como patrimonio autóctono, o bien en un lugar de inmigración, donde una adquisición demasiado tardía, es decir que interviene a una edad, en-
una comunidad desplazada la conserva todavía en el seno de un entorno tre la infancia y la preadolescencia, en la que la actividad de escucha y
80 LAS LENGUAS Y LA MUERTE LOS SENDEROS DE LA EXTINCIÓN 81
aprendizaje está decreciendo, y en la que se inicia una estabilización se- ción mucho más fuerte por razón de su estatuto social o de su difusión
lectiva, cuando no una esclerosis, de una parte de las aptitudes neuroló- nacional o internacional (véase el cap. 7). El defecto de transmisión in-
gicas de atención y asimilación (véase Hagége, 1996a, caps. I y II). Por terviene en el marco así definido. Los poseedores de más edad de la len-
circunstancias adversas, esta edad es también precisamente aquella en la gua comunitaria, que ya no está en situación de resistir a la competencia
que los hijos se interesan cada vez más por la lengua o lenguas diferentes de otro idioma, la transmiten de manera imperfecta a sus hijos, quienes
a la de la comunidad, que se presentan en el entorno, próximo o incluso la transmiten por su cuenta más imperfectamente aún, o no la transmiten
lejano. más, a la generación siguiente.
Ausencia de hijos entre los hablantes de una El enfrentamiento entre dos lenguas
lengua como signo que anuncia su muerte
La comunicación de los últimos hablantes con sus nietos en la lengua
Una lengua que hablan únicamente los adultos de una comunidad, en la que se interrumpe el proceso de transmisión se hace cada vez más
mientras que los hijos sólo conocen otra u otras ajenas a esta comuni- inadecuada o difícil. La consecuencia es su abandono creciente, en be-
dad no está condenada a muerte de manera inmediata ni cierta. Los adul- neficio de la que está en condiciones de conseguir la victoria. Pues las
tos más jóvenes se seguirán sirviendo de ella, en principio, hasta el final dos lenguas presentes libran una verdadera guerra.
de su vida. Y, por otra parte, la fundación de escuelas en las que puedan Los medios utilizados por cada una son diferentes. Se trata de una lu-
aprenderla los niños a los que no se les haya transmitido en el medio fa- cha con armas desiguales entre una lengua empujada al final de su reina-
miliar, sigue siendo una posibilidad. En la mayoría de los casos conoci- do y una lengua que extiende el suyo. Pero sobre todo, el bilingüismo de-
dos, sin embargo, esta ausencia de jóvenes hablantes se debe considerar sequilibrado segrega un tipo concreto de hablantes, del que se tratará a
como un pronóstico sombrío para la supervivencia de la lengua (véase la continuación.
pág. 162, donde es utilizada como elemento diferenciador).
Los subusuarios
El bilingüismo de desigualdad y las lenguas en guerra
Del bilingüismo de desigualdad ilustrado de este modo, se pasa, en
Los estragos del contacto en situación de desigualdad efecto, en el transcurso del inexorable camino hacia la extinción, a otra
etapa en la que se inicia la obsolescencia. Para caracterizar a esta etapa,
La etapa que sigue al defecto de transmisión en el proceso de preca- propongo llamar subusuarios de una lengua dada a los hablantes que la
rización de una lengua, es la generalización del bilingüismo en sus usua- utilizan, de forma variable según las situaciones, sin poseer lo que he lla-
rios. Pero no se trata de un tipo cualquiera de bilingüismo. Los contactos mado antes competencia nativa. La manera en que los usuarios hablan la
tejen la historia de todas las comunidades humanas, y están lejos de ser lengua de su comunidad es un signo inquietante del peligro al cual está
deletéreos por fuerza. No basta con el contacto entre dos lenguas para expuesta y, en los casos más avanzados, un anuncio claro de su desapari-
que se pueda predecir la muerte de una de ellas, ni incluso, en las muy ción próxima.
numerosas situaciones en las que ese contacto es estrecho, para que una Diversos autores han estudiado, en grupos concretos, el estado de la
constituya una amenaza respecto a la existencia de la otra. Aquí se trata lengua del que se trata. Se ha dado en concreto la denominación de se-
en realidad, de lo que se ha dado en llamar (véase Hagége, 1996, cap. mihablantes (Dorian, 1977) a los usuarios para quienes el manejo de la
XIII) bilingüismo de desigualdad, o de disparidad. Aquella lengua de las lengua de origen se hace cada vez más incierto. Se ha hablado de semi-
dos cuya presión se ejerce de manera temible sobre la otra está en posi- lingüismo (véase Hansegárd, 1968) a propósito de una situación que yo
82 LAS LENGUAS Y LA MUERTE LOS SENDEROS DE LA EXTINCIÓN 83
llamo (Hagege, 1996a, págs. 261 -262) doble incompetencia. Ésta es la de bastante diferente de la empleada por los campesinos (valle de Cocha-
las familias de inmigrantes recientes que tienen una práctica defectuosa bamba).
de la lengua del país de acogida, sin haber conservado una competencia En el plano fonológico, el quechua de las aldeas posee dos vocales, i
completa en su propia lengua. Aquí se trata no de un fenómeno de ob- y u, pero no e y o a no ser como pronunciación posible de las palabras:
solescencia en ninguna de las dos lenguas, aunque las circunstancias no i puede ser pronunciada a veces e, a la que se parece, y lo mismo sucede
dejen de presentar analogías, sino de una privación lingüística de los in- con u en relación con o; ello significa que no existe, en el quechua menos
dividuos de un grupo social y económicamente desfavorecido. No se influido por el español, ningún par de palabras cuyos miembros, idénti-
puede, por lo tanto hablar, en este caso, de subusuarios, como con los ha- cos en todo, se opongan únicamente, uno al otro, por la presencia de i en
blantes de diversas lenguas en vía de extinción. Las producciones de es- uno y de e en otro, o por la de u en uno y de o en otro. Al contrario, en el
tos hablantes serán estudiadas más tarde, y permitirán precisar el conte- quechua de la ciudad, que toma muchos préstamos del español, las vo-
nido de la noción de subusuarios. Quede simplemente precisado desde cales e y o son fonemas (conjuntos de rasgos sonoros que sirven para dis-
este momento que los subusuarios se distinguen de los sujetos dotados tinguir las palabras) de pleno derecho. Efectivamente, estos sonidos se
de una competencia pasiva. Estos últimos ciertamente no producen, la introducen en el quechua urbano al mismo tiempo que las palabras es-
mayoría de las veces, un discurso seguido ni utilizan la lengua como pue- pañolas que los portan. Los sistemas fonológicos del quechua urbano y
den hacerlo los que poseen plena competencia; pero no han perdido el del quechua rural de la región de Cochabamba son, está claro, bastante
conocimiento del sistema y pueden reconocer, al menos en principio, to- diferentes como para que podamos hablar de dos lenguas distintas.
dos los rasgos en tanto que hablantes, lo que no es el caso de los sub- Los hechos no se detienen ahí. Acabamos de ver que la contamina-
usuarios. ción del sistema fonológico del quechua urbano por el español era coro-
lario del aflujo de préstamos, que es un fenómeno léxico. Sin embargo, la
gramática también está amenazada. En el plano gramatical, el quechua
La alteración de la lengua dominada y la denegación de legitimidad más conservador de los campesinos posee unas características muy dife-
rentes a las del español. El verbo, sobre todo, está al final de la mayoría
El tipo de lengua que hablan los subusuarios en las situaciones de ob- de las frases, que muy a menudo son cortas. En español, el verbo no está
solescencia inicial puede ser ilustrado con muchos ejemplos. Retendre- al final, como tampoco en francés, donde no es de uso decir ils ont leur
mos dos a continuación. mais au marché vendu [ellos han su maíz en el mercado vendido]. Por lo
que se puede decir que el orden de las palabras del quechua de Cocha-
bamba se convierte en un orden con verbo en posición no final 41 la ma-
El quechua en Bolivia, frente al español yoría de las frases por la influencia omnipresente del español.
En un entorno de guerra de lenguas donde la desigualdad es eviden-
El primer ejemplo es el del quechua de la ciudad y del valle de Co- te, la lengua legítima es la de las «élites» económicas. Ahora bien, esas
chabamba en Bolivia (véase Calvet, 1987). El quechua es el estado mo- élites son precisamente, en Cochabamba, las comunidades de usuarios
derno de la lengua que se hablaba en el Imperio inca a la llegada de los de un quechua cada vez más españolizado, en vías de desaparecer en tan-
conquistadores españoles. La españolización cultural y lingüística no lo to quechua cuando el proceso de absorción fonológica, gramatical y lé-
redujo a una situación tan frágil como la de otras numerosas lenguas indias xica que impulsa el español haya llegado a término. Estos semihablantes
de América. El quechua es hablado por casi la mitad de los cinco millones están, así, lejos de perder categoría, aun cuando su lengua de origen se
y medio de habitantes de Bolivia; pero está, evidentemente, sometido a la vea despreciada. El proceso de extinción del quechua es el de una lengua
presión del español. En el medio urbano (ciudad de Cochabamba y alre- cuya antigua legitimidad se ve recusada. Este proceso queda a su vez le-
dedores inmediatos), los comerciantes, así como la administración y los gitimado por el estatus mismo de los semihablantes. Vemos pues que la
medía, dejan un sitio innegable al quechua, pero la forma utilizada es legitimidad de la lengua amenazadora y el destronamiento de la lengua
84 LAS LENGUAS Y LA MUERTE LOS SENDEROS DE LA EXTINCIÓN 85
amenazada forman parte, solidariamente, de un mismo proceso de afir- tos, nombres y verbos repetidos con sentido distributivo, formas eco (for-
mación. mas de dos elementos en las que el segundo retorna con alteraciones un pri-
Pero existe también, por supuesto, otra categoría abundante de mer elemento X, con resultado semántico «X y otras del mismo género»).
subusuarios. Estos hablantes, que pertenecen a las clases desfavorecidas Si añadirnos a eso que la rapidez de elocución decrece netamente
de la sociedad boliviana y que hablan quechua rural, es decir auténtico, también del primero al segundo y luego de éste al tercer grupo, y que por
se sirven también de un «mal» español, denominado «español andino», que el contrario la tasa de préstamos del inglés se incrementa considerable-
está estigmatizado. Como consecuencia, el esfuerzo de ascensión social les mente en la misma dirección, debe concluirse que por oposición a los más
conduce a imitar el quechua cada vez más españolizado de los subusuarios mayores, que sólo transmiten imperfectamente su competencia, los más jó-
de la ciudad. Si este proceso de crecimiento del número de subusuarios, ur- venes se han convertido en subusuarios de la lengua india ancestral. Es
banos por una parte, rurales por otra, se sigue acelerando, es de temer la característico, a este respecto, que estos últimos no tienen conciencia del
obsolescencia y después la extinción del quechua en la región. hecho de que la lengua en vías de ruina que utilizan de esta manera tan
vacilante todavía es bhojpuri; creen que se trata de «hindi malo», según
su propia expresión de autoirrisión. La extinción del bhojpuri en Trini-
La situación del criollo hablado en el Caribe dad ya no está muy lejana.
media que los sustituían. Podemos considerar este estado del léxico, em- viendo aquí de puro vector, las había tomado prestadas de otra lengua
pobrecido por el despojo de sus recursos propios y acosado por los prés- australiana, el guguyimidjir, según el diario de James Cook, escrito en
tamos, como una fase de empobrecimiento de la lengua. 1770. En la estela de la invasión del vocabulario, pronto se observa la del
De manera comparable, para tomar ejemplos de avanzada ruina en- mismo núcleo duro, preludio de la obsolescencia de una lengua.
tre los miembros encontrados en Nepal y en Tailandia de la familia lin- Observamos, en particular, que la indiferencia frente a una lengua
güística tibeto-birmana, que, bajo el maremoto de los préstamos del cuyo fondo léxico propio decae en su empleo es correlativa a una desac-
nepalí, ha desaparecido el kusanda y casi va a desaparecer el hayu, mien- tivación de los procesos de formación de palabras nuevas. Los subusua-
tras que podría extinguirse muy deprisa el ugong, asediado por los prés- Hos, al haber adquirido una competencia superior en la lengua dominan-
tamos del thai. El mismo thai ejerce también una presión temible sobre te, introducen un número considerable de palabras tomadas prestadas de
otras familias de lenguas en Tailandia. El tin y el mlabri, lenguas de la fa- esta lengua en los discursos que elaboran en la lengua dominada. Lue-
milia jamú, por ejemplo, los hablan las tribus aisladas de regiones monta- go, estas palabras se integran en el inventario léxico de los temas, y pasan
ñosas del este del país. Una y otra han padecido una influencia muy fuer- de lo fortuito del discurso a la necesidad del sistema. Paralelamente, las
te del thai. Este contacto ha contribuido al empobrecimiento del léxico, palabras autóctonas, que se repiten con las palabras importadas, co-
originalmente rico en designaciones de fenómenos naturales. El mlabri es- mienzan a desaparecer.
tá en situación más precaria todavía, ya que la tribu está expuesta a los El calco morfológico también es característico de los fenómenos de
cambios que resultan de sus migraciones a través de la península indochi- préstamo. Un ejemplo muy simple es el del francés de Welland, en Onta-
na. Los mlabri utilizan masivamente el thai para todo lo que no se refiere a rio (véase la pág. 171), donde, por calco del inglés the one, the ones, se
la vida doméstica, y es fácil predecir una desaparición de su lengua en un oye le celui, le celle, la celle, les ceux, les celles (véase Mougeon y Beniak,
corto período, salvo que se considere cada vez más como una lengua mix- 1989, pág. 300), empleos en los que se manifiesta la adición del artículo
ta y que, en tal medida, el mlabri sea viable (véanse las págs. 192-194). y la mezcla de géneros, con respecto al francés no expuesto a esta in-
fluencia morfológica.
• La onda rompedora de los préstamos: del léxico a la gramática
En las lenguas tomadas antes como ejemplo, el quechua de Cocha- El proceso de erosión y los indicios de su desarrollo
bamba y el bhojpuri de Trinidad, los rasgos extranjeros se introducen
por intermedio del préstamo de palabras y de modelos de frases en las Perfil general del proceso
que figuran esas palabras, del español en un caso, del inglés en otro. Es-
te fenómeno es un indicio claro de ruina: observamos una correlación en- • Diversidad de situaciones
tre el nivel de préstamo y el de desestabilización de la fonología y de la
gramática; la lengua expuesta a esta presión reemplaza sus propios siste- El proceso de erosión es muy variable, y depende en amplia medida
mas por otros, cuya expansión creciente anuncia la muerte de dicha len- de las circunstancias propias de cada comunidad. Así, por ejemplo, hace
gua. También se precipita de igual forma el declive de las lenguas aborí- unos diez años los últimos hablantes del cayuga, lengua iroquesa de los
genes de Australia, el valpiri por ejemplo, que toma prestadas un gran Grandes Lagos, donde sus habitantes habían sido desplazados para ser
número de palabras del inglés, no sólo por nociones que eran, en origen, consignados en reservas de Oklahoma, estaban perdiendo, según una re-
extrañas a la etnia (turaki, de truck = «camión», pajikirli, de bicycle = ciente encuesta, los nombres de numerosos animales. Sin embargo, ha-
«bicicleta», lanji, de lunch = «almuerzo», etc.), pero incluso para objetos bían conservado en el mismo estado que los cayugas de Ontario (cuya
del fondo autóctono: así, en lugar de karli y wawirri, el valpiri emplea co- lengua se mantiene mejor) muchas complejidades del sistema morfológi-
rrientemente boomerang y kangaroo respectivamente, es decir palabras co (véase Mithum, 1989), lo que da a entender que a la precarización aún
cuya invasión no deja de ser irónica, cuando sabemos que el inglés, sir- no le había seguido un verdadero estado de obsolescencia, e ilustra la
90 LAS LENGUAS Y LA MUERTE 91
LOS SENDEROS DE LA EXTINCIÓN
complejidad y la diversidad de las situaciones de extinción de lenguas, li- lenguas de relación de la región, numerosos rasgos: la distinción de gé-
gadas a múltiples factores, que a veces se contradicen entre ellos. En neros, la mayoría de los morfemas que marcan el tiempo y el aspecto de
cuanto al dahalo, lengua cuchítica de la provincia costera de Kenia, está los verbos, así como el empleo productivo de los indicios personales.
sometido a la fuerte presión de centros urbanos como Lamu, donde do-
Hay que señalar igualmente la pérdida de la exuberante morfología ver-
mina el swahili, que practican muchos dahalos bilingües, mientras que an- bal del kemant, lengua cuchítica de Etiopía, que es un rasgo de los sub-
tes no había más que unilingües; el dahalo ha conservado, sin duda, la usuarios tan particular como la conservación de esta morfología en los
abundancia de consonantes, que, en algunos casos son bastante raras (co- últimos ancianos de Gondar. Dicho esto, aquí sólo se trata de ver una
mo /1w/, consonante que los fonetistas llaman lateral fricativa con apéndi-
tendencia general, ya que existen ejemplos contrarios al del kemant. Al-
ce labiovelar); pero ha perdido la oposición de géneros, muy arraigada sin
gunas lenguas, aunque están en vías de ruina, conservan sin embargo du-
embargo en cuchítico, así como otro rasgo que igualmente lo está, a sa-
rante mucho tiempo buena parte de su gramática.
ber, las marcas muy diversificadas del plural, caracterizadas por numero-
sas reduplicaciones y alternancias.
• Pérdida de rasgos recesivos
• Alteración del núcleo duro
Pero sigue siendo un hecho que se tiende a la pérdida de los rasgos
recesivos, es decir estadísticamente raros en el conjunto de las lenguas hu-
Si intentamos establecer, sin embargo, más allá de la considerable di- manas, y estrechamente ligados a una organización muy específica del
versidad de los casos particulares, un perfil general del proceso de ero- mundo. Así, en Nueva Guinea se ha podido observar (véase Laycock,
sión y de la manera en la que se ven afectados los diferentes componen-
1973) que el buna, el múrico y el arapesh, lenguas papúes, habían perdi-
tes de una lengua, recordaremos que, en la mayoría de los casos, las do, en 25 o 30 años, los sistemas complejos de clasificación nominal que
partes duras resisten más tiempo que el léxico. Cuando se ven amenaza- les caracterizaban, y que consistían en una serie de una docena de mar-
das a su vez, lo que primero desaparece es la gramática. Se trata, sobre cas que diferenciaban otras tantas clases de nombres en función del ob-
todo, de la pérdida de oposiciones esenciales que constituyen los aspec-
jeto del mundo al que se referían.
tos más específicos de la fonología, y en morfología, de una fuerte re- El kiwai, otra lengua papú, había perdido en el mismo espacio de
ducción de las variaciones entre formas. También se ven amenazados, en tiempo, más o menos, la diferencia entre el singular, dual y trial; no le
el sistema de categorías gramaticales, en las construcciones sintácticas, en el quedaba, por otra parte, más que un presente, un pasado y un futuro,
orden de las palabras y en los mecanismos de subordinación, los rasgos cuando antes había poseído dos pasados y tres futuros. Más cerca de Pa-
que más caracterizan la lengua en vías de extinción. La distinción de las rís, las hablas bigudino y tregorino del bretón han perdido un rasgo muy
desinencias de casos en las lenguas que las poseen, las de tiempo, de as- original, que consistía en añadir dos veces el sufijo de plural a los nom-
pectos y modos verbales, se han perdido. Las reglas más corrientes de
bres con marca diminutiva -ig, lo que daba, por ejemplo, en paotr «gars»
formación de palabras, en las lenguas en que tienen un rendimiento im-
[chico], paotr-ed-ig-oti «les petits gars» [chiquillos] recibiendo así, don-
portante, dejan de ser productivas, y las más raras desaparecen, como la
de el nombre recibe la marca de plural de los animados, -ed, y el sufijo -ig,
variedad de formas en algunas lenguas.
la otra marca de plural, (véase Dressler, 1981, pág. 8).
Así, el estonio de unos 26.000 inmigrantes que fueron a Suiza al final Más lejos de París, en el ayiwo, lengua del archipiélago de Santa Cruz
de la Segunda Guerra Mundial, y sobre todo el de sus hijos, han perdido en el extremo oriental de las islas Salomón, las 16 clases nominales, del
la distinción entre el nominativo, el genitivo y el partitivo como marcas mismo tipo que las lenguas que acabamos de citar, han desaparecido
del objeto, volviendo al orden de las palabras para marcar las funciones, igualmente, o casi, entre dos investigaciones, la segunda realizada 20
sobre el modelo del sueco. El kore, lengua de una tribu masai de unos años después de la primera. Entre los usuarios más jóvenes la desapari-
cientos de personas que viven en la isla de Lamu, frente a la costa sep- ción es total, entre los más antiguos no quedan más que vestigios del an-
tentrional de Kenia, ha perdido, con el contacto del swahili y del somalí, tiguo sistema. El camileroi, lengua australiana hoy moribunda del centro-
92 LAS LENGUAS Y LA MUERTE LOS SENDEROS DE LA EXTINCIÓN 93
norte de Nueva Gales del Sur, ha perdido casi todas las distinciones que so de un informador del condado de Donegal que dice, en un irlandés
hacía su sistema verbal entre los diferentes momentos de la jornada que sir- contaminado por el inglés, bhí sé black dubh («estaba negro negro») «es-
ven de marco a un acontecimiento, desde el amanecer al anochecer. taba totalmente negro» (véase Watson, 1989, pág. 50). Estos empleos
Uno de los rasgos recesivos perdidos más deprisa es el sistema de nu- pueden interpretarse como ilustración de una deficiencia de expresivi-
meración, a menudo original, que poseían las lenguas en que se contaban dad, ya que el empleo en contigüidad, para dar un sentido intensivo, de
los objetos con referencias a las partes del cuerpo: no solamente una ma- dos palabras de idéntico sentido, uno autóctono y otro prestado, supone
no para decir «cinco», las dos para «diez», un hombre (= dos manos y el olvido de los procedimientos utilizados en el origen para expresar la
dos pies) para «veinte», sino también una importante serie de referencias intensidad. Aparece así otra señal del declive de la lengua en los subusua-
corporales que toman, por convención, valores numéricos asignados a rios. Esta señal, corolaria de las precedentes, es la reducción de los regis-
cada uno, como en el wambon, lengua papú de Irian Jaya (véase Hagége, tros de estilo.
1998, pág. 51).
• Supervivencia de estratos
• Nivelaciones analógicas, formulaciones diluidas
En los casos de desaparición bajo el peso de otro idioma tras un pe-
En el caso más frecuente, el tipo de conocimiento que los subusua- ríodo de mezcla, la supervivencia de estratos, es decir, de rasgos imputa-
rios conservan de la lengua en declive se puede definir por dos caracte- bles a la lengua en vías de extinción, debe ser considerado como un sig-
rísticas: la eliminación, por una parte, de las irregularidades por nivelación no por defecto, porque para todo lo demás está sumergida. Así el vumba
analógica y por otra la pérdida de las estructuras densas y su reemplazo y el chifundi, lenguas habladas en el sudeste de Kenia, se consideran hoy
por formulaciones diluidas, en los numerosos casos en los que, al no po- dialectos del swahili, que los ha absorbido, aunque pertenecen a otro
seer ya la regla para producir la palabra o la locución adecuadas, se ex- subgrupo, del que guardan, en su sistema fonológico en particular, algu-
presan mediante perífrasis; también se sirven de calcos cuando les falta nos vestigios, erráticos pero claramente identificables.
una palabra autóctona, como los subusuarios del finés americano que
cambian, para decir «hogar», la palabra finesa takka, que ya no conocen, • Fluctuaciones
por tuli-paikka, calco del inglés fireplace (aquí se trata de un finés en vías
de desaparición no in situ [en Finlandia], sino en diáspora [en Estados Observamos en las últimas etapas una fluctuación permanente de un
Unidos]. Un ejemplo de nivelación analógica nos lo proporciona un ha- fonema a otro, de una forma a otra; todas las reglas parecen facultativas,
blante de irlandés que utiliza una forma nócha, por analogía con fiche en todas partes reina la variación libre y el individuo se orienta a la ex-
«veinte», en lugar de deich is cheithre fichid («diez y cuatro veintenas») presión según los restos de competencia que le queden, como si se trata-
para decir «noventa»; este hablante abandona el antiguo sistema de cálcu- ra no de lenguas, sino de objetos a la deriva sin gobierno en marcha caó-
lo vigesimal, que sobrevive en quatre-vingt-dix, palabra francesa de Fran- tica. Por poner sólo un ejemplo, los especialistas que han estudiado lo
cia, que los belgas francófonos dicen nonante. que queda del francés de Terranova (véanse las págs. 171-172) dicen que
a mediados de la década de 1980, no existía ninguna regla que permitie-
• Caso de expolición y de reducción de registros de estilo ra decidir si el verbo que tiene como sujeto un pronombre plural con-
cuerda en plural o en singular; en particular, mientras que los cinco o seis
A veces, un signo de ruina avanzada de la lengua en lenguas bilingües octogenarios unilingües que todavía estaban vivos hacían una oposición
que están en vías de pasar a la extranjera es la expolición. Utilizo aquí es- entre il allont á la cóte á tous les matins (concordancia del verbo) y ya des
te término de la retórica clásica, especificándolo para designar el empleo gars qui va pas á la cóte (ausencia de concordancia en proposición relati-
en sucesión inmediata, en la misma frase, de una palabra de esta lengua va), los demás hablantes concordaban o no sin ninguna regularidad ob-
dominante y luego de su equivalente en lengua autóctona, como en el ca- servable (véase King, 1989, pág. 142).
94 LOS SENDEROS DE LA EXTINCIÓN 95
LAS LENGUAS Y LA MUERTE
Los lingüistas a los que les gusta el juego estéril de los enfrentamien- ca circularidad. El usuario todavía posee, sin duda, algunos recuerdos,
tos entre formalismos pueden dejarse llevar por las fluctuaciones y llegar pero su lengua está casi destruida, pues ya no hay nadie con quien em-
a pensar que han localizado en una lengua propiedades muy raras de fle- plearla. La misma conciencia de su insuficiencia da a su expresión una
xibilidad y de variación individual, con interés teórico, o bien pueden forma cuasicataléptica; y precisamente por un efecto de retorno, esta sus-
decidir investigar obstinadamente factores subyacentes de invariabilidad pensión entre la palabra y el silencio es un signo de muerte para la lengua
que dominarían la apariencia vulgar de las oscilaciones, mientras que en en la última etapa de su agonía.
realidad se trata, sin que lo sepan, de una lengua en estado de agonía. La
semicompetencia de los subhablantes es, de este modo, susceptible de
provocar ilusiones, incluso entre profesionales. Comparación con el caso de los pidgin
Las diversificaciones que encontramos universalmente en las lenguas
humanas válidas están sometidas a variables de sexo, edad, profesión y Algunos de los rasgos de las lenguas en desherencia parecen incre-
pertenencia étnica que son muy estudiadas en los trabajos de sociolin- mentar la transparencia, reduciendo las irregularidades y el número de las
güística. No se localiza nada parecido en las lenguas en fase cercana al fi- formas. Como que la transparencia es una característica de los pidgin
nal de la erosión. (véanse las págs. 282 -283), se ha propuesto comparar estos últimos con
las lenguas moribundas. De hecho, algunas propiedades son comunes
• Los ancianos mudos a las dos situaciones: tendencias a la invariabilidad, al análisis, al empleo
de rasgos universalmente recurrentes en las lenguas, más que a rasgos re-
La etapa final es la de los informadores mayores a los que interroga el cesivos. Otro rasgo común a las lenguas en vías de extinción y a los pidgin
lingüista deseoso de grabar el último testimonio, y que han olvidado lite- es que en ambos casos, los hablantes más jóvenes no están sometidos a la
ralmente la lengua aunque la hayan practicado de modo corriente en la intervención normativa de los adultos, actuando como regularizadores
primera etapa de su vida. Entre las ilustraciones de este fenómeno fre- de la adquisición y prescribiendo el rechazo de las formaciones analógi-
cuente, podemos citar el ejemplo de ancianos armenios de Marsella o de cas que violan el uso, como las demás formas desviadas. Efectivamente,
otras ciudades de Francia, que no son capaces de mantener un discurso los dos tipos de situaciones se caracterizan por la importancia de la va-
coherente en armenio, y balbucean sílabas que apenas son comprensi- riación y la ausencia de norma fija, en un caso (pidgin) porque todavía no
bles, que no bastan para explicar su emoción (testimonio de la señora A. se ha establecido, y en el otro (lenguas en obsolescencia) porque se ha
Malian-Samuélian). desgastado.
Es desagradable para los lingüistas encontrarse frente a un anciano Sin embargo, existen otros rasgos para distinguir a los pidgin y a las
que parece mudo, porque ya casi no se acuerda de su lengua y sólo pue- lenguas en desherencia. El carácter aleatorio de las destrucciones que
de farfullar algunas palabras incoherentes. Calificar de mudos a quienes afectan a una lengua en vías de desaparición es evidente sobre todo en
no se comprende es, desde hace mucho tiempo, uno de los signos de dis- que los subusuarios presentan a menudo una retención de elementos que
tanciamiento frente a la imposibilidad de diálogo: varios pueblos eslavos no tienen ni una función ni un sentido claros, y que son residuos, que so-
llamaban «mudos» a los pueblos germánicos (las lenguas eslavas moder- breviven en medio de la ruina de la lengua. Este fenómeno no ha sido
nas todavía designan así a los alemanes; «alemán», en checo, se dice percibido en los pidgin, lengua en la que todo elemento responde a una
némecld, y «mudo», némy), pues éstos sólo oían en el discurso de aqué- función precisa.
llos borborigmos desprovistos de sentido. Pero ahora se trata de un mu- Hay otras características que diferencian en gran manera a los pidgin
tismo diferente. Una escena de la película de W. Herzog (Donde sueñan de las lenguas moribundas. Así por ejemplo, el procedimiento de expoli-
las verdes hormigas (Wo die grünen Ameisen tráumen, 1984), muestra ción, que ha sido ilustrado anteriormente a propósito del irlandés (véase
a un anciano australiano patéticamente mudo (información debida a la pág. 92), se encuentra también en algunos estilos escritos de los pidgin,
H. Albagnac). Aquí, la herida lingüística tiene el rostro de una dramáti- como el de Nueva Guinea (llamado tok pisin), que todavía recientemen-
96 LAS LENGUAS Y LA MUERTE LOS SENDEROS DE LA EXTINCIÓN 97
te, en las columnas de los periódicos de Port Moresby, admitía en medio sólo queda el 5 % por extinción creciente del francés en este entorno ca-
de una frase la inserción de palabras inglesas, pero seguidas inmediata- nadiense anglófono). El gaélico escocés, que, a principios del siglo xx,
mente de una traducción (véase Hagége, 1993, pág. 30). Sin embargo, con- hablaba todavía un gran número de descendientes de escoceses que vi-
trariamente al caso de las lenguas en vías de extinción, no se trata de una vían en esta isla, ha padecido, a partir de los años cuarenta de este mismo
contaminación: el pidgin está muy vivo, y los usuarios que leen esta pren- siglo, un proceso de eliminación en beneficio exclusivo del inglés, que ha
sa dejan de lado a menudo el inglés, de ahí la necesidad de traducir los transformado en unilingües a los miembros de esta comunidad antigua-
préstamos empleados aquí o allá. mente bilingüe.
Sin embargo, la lengua no ha desparecido por completo del uso. Se
puede oír el gaélico empleado, bajo forma de interjecciones o frases cor-
Ritmo de erosión y conciencia de los hablantes tas, por locutores que no pertenecen a generaciones más recientes. Se
trata de intenciones lanzadas al interlocutor, reflexiones de orden gene-
Los cambios que padece una lengua en vías de destrucción son mu- ral, o más aún de palabras que expresan una emoción o un vigoroso asen-
cho más rápidos que los corrientes que caracterizan la vida de las lenguas timiento o una reacción humorística o, en fin, saludos, obscenidades o
no expuestas al declive. Los subusuarios no son siempre conscientes del fragmentos de viejas leyendas. Algunas de estas intenciones tienen como
ritmo al que su lengua se distorsiona, incluso cuando éste es vertigino- blanco al hablante mismo. Este empleo en forma de monólogo puede de-
so. A menudo están convencidos de que hablan todavía una lengua nor- notar, sin duda, una relación íntima mantenida todavía con la lengua. Sin
mal, aun cuando esté moribunda. Las formas que crean la ilusión de una embargo, no puede aportar un argumento serio en favor de un manteni-
continuidad son ya, muy a menudo, las de otro sistema en curso de insta- miento verdadero, ya que los hablantes que han sido oídos en esas situa-
lación, y que es preludio de la extinción total. ciones se sirven casi únicamente del inglés en las otras circunstancias de
su vida.
Se puede decir lo mismo del uso como lengua secreta entre ancianos
La ilusión por la vida —y a veces jóvenes— usuarios, que produce así una complicidad de ini-
ciados que excluye a los alógenos. Esta función integradora del empleo
Las investigaciones en diversos lugares donde las lenguas han entra- del fantasma de una lengua como marca de pertenencia a un grupo se ob-
do en un proceso de ruina pueden revelar fenómenos que parecen des- serva también en ciertas comunidades unilingües en español, tanto en Li-
mentir los pronósticos de extinción pero que, al examinarlos de cerca, los ma con el quechua como en México con el náhuatl (azteca), mientras que
confirman. Hay tres fenómenos de este tipo que relacionamos a conti- ambas lenguas están muy vivas en la mayoría de las comunidades bilin-
nuación. gües, y, por supuesto, en las que habitan las zonas rurales, que son uni-
lingües en una de ellas.
de Oberwart, por ejemplo, a menos de doce kilómetros de la frontera • Hablantes nativos y subusuarios
con Hungría, con 2.000 habitantes, que representan una tercera parte de
la población, deberían haber dejado de ser hace mucho tiempo bilingües, Podríamos considerar que este ejemplo, así como otros del mismo ti-
y hablar sólo el alemán del Burgenland, abandonando su húngaro ances- po a través del mundo, presentan a los subusuarios como capaces de in-
tral. Pues bien, el húngaro continúa viviendo, por muy contrario que sea vención. Su actitud lingüística se explica por el valor concedido a la len-
para esa supervivencia el entorno enteramente germanófono. Pero la ma- gua vernácula, y por el deseo consciente de promoverla cuando se sabe
nera en la que vive es bastante singular. que una temible competencia quiere cercarla y eliminarla. Además, los
Según una investigación llevada a cabo entre 1974 y 1983 (Gal, 1989), resultados de los subusuarios, aunque a menudo van contra el uso esta-
numerosos habitantes de Oberwart, y no sólo los más mayores, constru- blecido, no se pueden equiparar a los de los sujetos extranjeros que ha-
yen nombres y verbos con elementos no atestados en la norma húngara; ya brían aprendido mal la lengua, o estarían al príncípio de su aprendizaje.
sea porque, al no acordarse de las palabras en uso, inventan nuevas, que No se les puede seguir considerando próximos a los de los niños en las
aunque no existen están próximas, en cuanto a la estructura, a las pala- etapas iniciales de adquisición de su lengua materna, tal y como se dice
bras que cayeron en el olvido; ya sea porque dan a las palabras que toda- aquí o allí.
vía poseen en su inventario léxico sentidos inéditos, a falta de conocer la Los medios a partir de los cuales los niños francófonos de menos de
palabra adecuada para dichos sentidos; fabrican verbos compuestos con cinco años compensan, por ejemplo, sus lagunas con extensiones analó-
ayuda de elementos que la norma húngara combina en ciertos casos, pe- gicas del tipo ha morido son menos abundantes que los de los subusua-
ro no en otros; ya no saben activar algunos mecanismos: por ejemplo, en rios, sobre todo en período de obsolescencia todavía no próxima a la
la investigación de que se trata, se ha notado que uno de los subusuarios muerte inminente.
decía tanult nekem (3a persona del singular del pasado del verbo estudiar De este modo, los subusuarios aunque no tengan la competencia na-
+ «a mí») «me ha dado a conocer (cosas)», en lugar de tánit, verbo cau- tiva antes definida, tienen sin embargo cierta competencia: su relativa fa-
sativo que significa «hacer saber», el único aquí adecuado, pues el senti- cilidad para crear y combinar elementos que generen combinaciones que
do es «enseñar». El vocabulario, por lo tanto, de estos subusuarios abun- el uso mayoritario no ratifica denota una competencia intermediaria en-
da en neologismos que un húngaro de Hungría puede fácilmente tre la de los hablantes nativos y la de los extranjeros que no dominan una
comprender, identificándolos inmediatamente como propios de los ha- lengua, pero tienen bastante astucia para saber explotar a fondo sus co-
blantes que tienen un conocimiento inadecuado de la lengua. nocimientos lagunosos, y les permite multiplicar las perífrasis que expre-
Existen muchos más ejemplos de creatividad de los subusuarios, y so- san, al glosarlas, lo que diría más deprisa la palabra única que no poseen.
bre todo el de los últimos hablantes del arvanitika, dialecto albanés me- Sin embargo, aunque algunos casos como el de los húngaros de Ober-
ridional que, a finales del Imperio bizantino, fue introducido en el nor- wart impulsen a matizar el tratamiento simplista en términos de vida o
oeste de Grecia por colonos albaneses. La emergencia de una nación muerte y a pulir las nociones de hablante nativo y competencia nativa,
griega y luego de un Estado, tras la revolución de 1821 contra la domi- hay que admitir que el comportamiento de estos subusuarios creativos
nación otomana, redujo el enclave albanés a la fragilidad de un lugar de revela el empobrecimiento profundo de sus conocimientos lingüísticos.
cultura minoritario, y este proceso aún se vio acentuado por la difusión Están obligados a practicar rodeos con la invención y con formulaciones
generalizada del griego en la educación y en la administración. Los su- defectuosas aunque comprensibles, respecto a la creciente ignorancia
busuarios del arvanitika hablan hoy día un albanés muy helenizado en el que manifiestan dentro de una lengua en vías de ajarse bajo la presión de
plano léxico e incluso gramatical (véase Tsitsipis, 1989). La atención que otra, y fuera de su país de origen.
prestan al modo de encontrar la formulación más adecuada con recursos
en declive continuo es un signo indicador de la probable brevedad del
tiempo que aún se le concede a la lengua antes de la desaparición que to-
do deja prever.
100 LAS LENGUAS Y LA MUERTE LOS SENDEROS DE LA EXTINCIÓN 101
Las comunidades cuya lengua está en obsolescencia ofrecen a menu- La mayoría de las sociedades, ya sea a través del poder oficial o a tra-
do dos signos inconscientes de este estado: por una parte la preocupa- vés de los especialistas con autoridad, fijan una norma de su lengua, y
ción de los estilos estereotipados, y por otra un rigor purista que, con- pueden concebirla con niveles variables de flexibilidad. Podemos cons-
tradictoriamente, no excluye que la lengua se abandone al mismo tiempo tatar que los defensores más altivos del modelo normativo son a veces, en
en un estado de fluctuación fuera de toda norma. las comunidades en que la lengua está en estado de ruina, los que la prac-
tican de modo más inseguro. Así, por ejemplo, en México, donde el
• La conservación de usos ritualizados náhuatl resiste bien en algunas partes y menos bien en otras, los últimos
semihablantes de los dialectos náhuatl en vías de obsolescencia fijan una
A menudo la pérdida del uso cotidiano de una lengua en la vida ínti- norma exigente (véase Hill, 1987). Reprochan a los demás, por ejemplo,
ma y pública se ve acompañada, en las etapas últimas de un proceso de que utilicen una estructura española para expresar la posesión, así co-
erosión, cuando no revelada, por la presencia exclusiva de empleos ri- rno que acentúen la última sílaba de los préstamos, incluso cuando esta
tuales de esa lengua. Su estilo sostenido se opone claramente al de la pa- acentuación es normativa en español; prescribiendo la fidelidad a la acen-
labra cotidiana. Así, según un estudio de 1989 (véase Campbell y Munt- tuación náhuatl, que recae sobre la penúltima sílaba, reclaman que se
zel), el último hablante del chiapaneco, lengua otomanga del Estado pronuncie, por ejemplo, «ciúdad» y «lúgar».
mexicano de Chiapas, se acordaba entonces casi únicamente de un texto Ahora bien, los que prescriben esta norma son los mismos para quie-
religioso destinado a la recitación solemne, a pesar de que no conocía nes la lengua está en estado de desestructuración. Desde hace mucho
más que algunas palabras de esta lengua; los habitantes de la isla de Tri- tiempo han perdido algunos de los rasgos gramaticales más típicos del
nidad (distintos a los indios antes mencionados) para quienes el yoruba náhuatl, como los verbos con nombre incorporado (ejemplo «yo carne-
de sus ascendientes africanos (del valle bajo del Níger) está agonizante, como» para decir que se es un comedor de carne), ola construcción de las
no conocen más que algunos cantos tradicionales; los últimos hablantes proposiciones subordinadas. El purismo defensivo de los defensores del
del kemant habían perdido no sólo, como acabamos de ver, sus muy di- náhuatl es aquí el índice de la erosión de sus conocimientos. Sin duda, el
versas formas verbales, sino que además presentaban evidencias de un purismo puede ser recomendado muy bien por los buenos, e incluso por
estado de desaparición cercano, por el simple hecho de que podían reci- los muy buenos conocedores de la lengua. Pero se trataría entonces de
tar oraciones en una variedad arcaica de la lengua, engañando por su otras situaciones. En el caso que nos ocupa, esta actitud es típica de la ob-
competencia. solescencia, como si los semihablantes, en una fase preterminal, quisieran
Los textos todavía memorizados pueden ser largos: los únicos «ha- hacerse la ilusión de la plena competencia, gracias al mantenimiento arti-
blantes» existentes de un dialecto del tzeltal (lengua maya), el del sudes- ficial de una norma rigurosa opuesta a la imagen de la vida.
te, hablado en otro tiempo corrientemente en el Estado de Chiapas, eran
capaces de recitar algunas oraciones, una de ellas formada por estrofas si- • Las hipercorrecciones
métricas y ricas en metáforas, importante en su cultura, y compartida con
los usuarios del tojolabal, otra lengua maya, ésta en buena salud. De to- Entre las características de la lengua desgastada de los subusuarios,
dos modos, el testimonio único de una fraseología solemne en estilo ri- hay una que conviene apartar e inscribir en el informe de las señales de
tualizado, con exclusión de cualquier empleo natural, demuestra la re- vida renovada que son, de hecho, índices de muerte cercana. Son las hi-
ducción de la lengua al estado de fósil de museo. percorrecciones, o empleos defectuosos por una aplicación demasiado
amplia de una regla en un campo estrecho, o por prorrogación artificial
de un uso antiguo desaparecido en la lengua moderna. Así, por ejemplo,
en dos lenguas quizás aún conocidas por algunas personas mayores, pe-
102 LAS LENGUAS Y LA MUERTE
La deportación vertiría, y cada vez más, en el vector lingüístico, e incluso en uno de los
signos del progreso económico.
En este caso tampoco se trata de desaparición física. Sin embargo, la Esta misma causa explica sin duda el declive de las lenguas amerin-
deportación es una coacción física con las consecuencias que ello aca- dias: las estructuras económicas dispuestas por la población anglófona
rrea. En Australia, Estados Unidos y Canadá, muchas comunidades han convertida en mayoritaria hacían cada vez más necesario el conocimiento
sido arrancadas de sus tierras ancestrales y transportadas contra su vo- del inglés a los indios desde que estos últimos, convertidos en minorita-
luntad a otras. El efecto que esta violencia produce sobre las lenguas es rios y dominados en sus propios territorios, deseaban entrar en verdade-
fácil de comprender: en todas partes las tribus deportadas se encuentran ra relación con el nuevo sistema, y encontrar en él espacios de inserción
mezcladas con otras, igualmente deportadas, que no conocían y de las profesional. Desde entonces, la conservación de una aptitud bilingüe se
que ignoran la lengua. Las de los opresores, o diversas jergas de urgen- hacía cada vez menos justificable, si atendemos al razonamiento ordina-
cia que nacen de estas situaciones, se convierten en los únicos medios pa- rio, evidentemente criticable, de las comunidades, en las que la mayoría
ra comunicar. Las lenguas tribales, reducidas desde el principio a un úni- de los padres plantean el problema del aprendizaje de las lenguas en tér-
co uso familiar, pierden cada vez más su razón de ser, dada la nueva vida minos de coste y rendimiento: la transmisión de las lenguas indias tendía,
a la que se ven confrontadas las poblaciones y las estrechas relaciones según un movimiento de amplitud creciente, a ser juzgada demasiado
que comienzan a vincularlas entre sí. Estas lenguas a menudo acaban de- onerosa a la vista de los dividendos, medidos en términos de oficio y de
sapareciendo. Éste es el escenario que ha dominado desde hace doscien- integración, que podría reportar a los hijos.
tos años la historia de muchas lenguas australianas y, en Estados Unidos,
la de las lenguas de comunidades deportadas en Oklahoma.
Creación de una clase social superior
Las causas económicas y sociales En el seno de una comunidad se constituye a menudo un grupo de in-
dividuos que se inspira en modelos extranjeros, para destacar. Si ese gru-
Presión de una economía más poderosa po logra imponerse, y si crece, entonces puede llegar un momento en que
la lengua, exterior al grupo, que éste ha adoptado por lo que representa
Podríamos preguntarnos por qué el neerlandés no se mantuvo en los de fuerza económica, ejerza una presión sobre la lengua vernácula. Por
Estados de Nueva York, Delaware y Nueva Jersey, posesiones de los co- poco que la lengua intrusa extienda su audiencia gracias a la aparición de
lonos de los «Nuevos Países Bajos» desde 1623 hasta 1664, por qué el hablantes nativos, su presión se hace cada vez más fuerte.
francés ha desaparecido en el Estado del Maine, donde los inmigrantes Tal es, en términos generales, el proceso que se puede considerar res-
francófonos de Acadia eran sin embargo muy numerosos, por qué, en ponsable del declive del galés en el País de Gales, a pesar de la apariencia
fin, las lenguas africanas no sobrevivieron en las comunidades negras de salud que ofrece, si se compara con la precariedad de las otras princi-
americanas (véase Mufwene, 1999). La respuesta no hay que buscarla pales lenguas célticas, como el bretón y el irlandés. Efectivamente, desde la
muy lejos. La máquina económica y, consecuentemente, las estructuras época de los Tudor se había constituido en el País de Gales una clase su-
administrativas coloniales y poscoloniales, tenían un único medio de perior políticamente dominante; esta clase se sentía cada vez más atraída
expresión: el inglés. Sin duda, esta preeminencia no fue inmediata: los por Londres y su dominación económica y cultural; y en la segunda mitad
colonos dominaron en seguida la agricultura, pero la Revolución indus- del siglo XVIII el declive del galés, que había comenzado a provocar esta si-
trial, que se había iniciado en las primeras décadas del siglo xvm en In- tuación, se encontró además acelerado por la inmigración de los hablantes
glaterra, fue más tardía en Estados Unidos, donde fue preciso construir anglófonos en las minas de carbón del sudeste del País de Gales.
las estructuras políticas y reparar los daños de la guerra de Secesión. Pero Es verdad que existen aparentes contraejemplos. Pues los fenómenos
desde el último tercio del siglo xix, el inglés, y no las otras lenguas, se con- lingüísticos, que ponen en juego una materia humana, no son del orden
LAS LENGUAS Y LA MUERTE
LA MULTITUD DE CAUSAS 109
de predicción sin excepciones, y más todavía cuando intervienen facto-
ble. Ese territorio no es otro que la comunidad lingüística misma que se
res externos, como los económicos y sociales. Así, se señala el caso del dia-
había constituido alrededor de la lengua de origen, y que pasó al estatu-
lecto frisón (véase Poulsen, 1981) hablado en las islas de Rifir y de Amrum
to de lengua dominada. Podemos hablar de una erosión funcional de la
(en el mar del Norte, a lo largo de las costas orientales de Schlesvig-Hols-
lengua dominada, en el sentido de que su rendimiento como medio de
tein). Después del declive de la tradicional pesca del arenque, se fundó
una escuela, en el siglo xvi, para enseñar la navegación a los muchachos comunicación no deja de decrecer a medida que se extiende, simétrica-
de estas islas, que encontraron en seguida empleos en las compañías ne- mente, el de la lengua rival, que está asociado a una revolución de las cos-
tumbres económicas.
erlandesas cuyos navíos surcaban los mares. Hablar dicho dialecto fri-
són era una ventaja, y los inmigrantes tenían interés en aprenderlo si
querían llegar a ser miembros de ese medio bastante cerrado de mari-
nos. Fue uno de los principales factores del mantenimient La selección natural
lecto previament e o de un dia-
contraejempl os en peligro de desaparición. Pero, por una parte, los
El fenómeno por el que la lengua de una población económicamente
de este tipo son bastante raros; por otra, se trata de un
más potente tiende a amenazar a la de una población más débil también
microsistema económico y de un medio profesional restringido, que no
podría interpretarse en términos darwinianos de selección natural. Pero
son imaginables para una vasta comunidad confrontada con una lengua
dominante. hay que considerar entonces la confrontación entre sistemas económicos
como el teatro de fuerzas producidas por la naturaleza y por las condi-
ciones del entorno. Un tratamiento así es concebible. Sin duda, la volun-
Lengua dominante y lengua dominada. Interpretación tad consciente que produce la dominación económica diferencia de
ecológica de los modelos socioeconómicos manera profunda las sociedades humanas y las otras sociedades anima-
les. No se puede olvidar que la lengua, especie natural por muchos de sus
aspectos (véase el cap. 2), también es, por una parte, el producto de una
Es posible interpretar en términos ecológicos los fenómenos que aca-
bamos de reflejar. Si se extiende la noción, propuesta es su momento (véa- aptitud cognitiva innata, y por otra una institución social. Pero se puede
se Hagege, 1985, págs. 246-247), de admitir que las relaciones de dominación son, por sí mismas, datos natu-
ecolingüística, diremos que las lenguas,
para sobrevivir y continuar llevando una vida normal, deben adaptarse a rales, representación metafórica de las circunstancias sociales. En la lu-
las nuevas necesidades cha de las lenguas por la vida, varios factores hacen que algunas sean do-
del entorno ecolingüístico. Las presiones que
ejerce un entorno ecolingüístico desconocido hasta entonces se hacen minantes. Eso es así en cualquier territorio y a todas las escalas, como
demasiado urgentes para que las comunidades confrontadas a un modo reflejará otro ejemplo, esta vez tomado de África.
de vida radicalmente nuevo tengan los medios y el tiemp
o de enfrentarse
adaptando sus lenguas. El cambio de estas lenguas por otras, al repre-
sentar un estatus económico y social más potente, se dibuja desde enton- Cazadores-recolectores y criadores-agricultores
ces, a sus ojos, como la consecuenci a
de esta situación. En otros térmi- Las lenguas de las sociedades de cazadores-recolectores están expues-
nos, la renuncia a la lengua autóctona y la adopción de la lengua que es
considerad a tas al declive de un modo concreto. Este fenómeno se observa sobre todo
como la más eficaz en el mercado de los valores lingüísticos,
parece que son los medios de la promoción económica y de la ascensión en el este de África. Se trata de pequeños grupos a menudo miserables, cu-
social. ya reputación, para agricultores y ganaderos, era tradicionalmente mala,
pues su actividad de nómadas, en busca de caza y de plantas y viviendo
Se enfrentan aquí una lengua dominante y una lengua dominada. La
lengua dominante está en la posición del agresor. El territorio que una ha sin higiene, era considerada como próxima a los animales. Aunque los
de conquistar y la otra de defender es un verdadero yacimiento explota- hechos evolucionan en razón misma de las iniciativas que toman estos
grupos para modificar sus condiciones de vida, su estatuto social es bas-
LA MULTITUD DE CAUSAS 111
110 LAS LENGUAS Y LA MUERTE
la que esas actividades se expresaban era la de la tradición, conjunto de Las causas políticas
símbolos culturales en los que se reconocía la etnia. La lengua étnica es-
tá expuesta a desaparecer al mismo tiempo que la cultura de la que era Las lenguas inmoladas en el altar del Estado
vehículo. Entre los ejemplos de este proceso podemos retener el de las
lenguas de los aborígenes de Australia. En la mayoría de los grupos, la • Los Estados y el plurilingüismo
caza y la pesca han desparecido o no se practican más que a pequeña es-
cala. Lo mismo sucede con las fiestas nocturnas llamadas corroborees El establecimiento de poderes políticos centralizados y preocupados
(por reinterpretación según la palabra inglesa más próxima, pero sin nin- por extender su dominio sobre todas las regiones que se supone depen-
gún parentesco semántico [to corroborate «corroborar»], de la palabra den de su autoridad no siempre es compatible con el mantenimiento de
korobra, que significa «danza», probablemente en wunambal, hablado pequeñas etnias diseminadas sobre vastos territorios. El desarrollo de los
todavía en el norte de Australia occidental). En el transcurso de estas fes- Estados conscientes de su peso político se ha visto a menudo acompaña-
tividades, que celebraban la victoria de una tribu o cualquier otro fasto, do por empresas particularmente nefastas para estas etnias: destrucción
se danzaba y se hablaba, evidentemente en lengua vernácula. Al princi- del hábitat, deforestación, desplazamiento de poblaciones y asimilación
pio los aborígenes se servían de sus lenguas en estas circunstancias, como forzada. Ésta es, por ejemplo, la historia de la colonización española en
en todas las de su vida personal y familiar, y del inglés en sus actividades América Central y meridional, y de la colonización inglesa y luego ame-
profesionales y en sus relaciones con los blancos. Pero a medida que la ricana en Norteamérica. Las políticas coloniales de otros países, Portu-
asimilación acarreaba el declive de las costumbres, consagraba cada vez gal, Holanda, Francia, no han sido muy diferentes en este esquema.
menos tiempo a estas últimas; como consecuencia de ello, cada vez se Las consecuencias lingüísticas de esa relación de fuerzas son fácil-
servían de menos lenguas que eran mucho más el soporte del inglés. Así mente percibibles. La ideología de los Estados construidos alrededor
es como el cambio de referencias culturales puede conducir a la muerte de la dominación de una nación apenas es favorable para la abundancia de
de las lenguas. lenguas y para las tentaciones de dispersión que implica. La constante re-
Observamos incluso casos de correlación directa entre el declive de ducción del papel de las lenguas regionales es el efecto más visible de la
las actividades tradicionales y la erosión del sistema gramatical. Así, pue- política lingüística en Francia, tanto bajo la monarquía como bajo la Re-
de comprenderse por qué los últimos hablantes del camileroi (véanse las pública. La ordenanza de Villers-Cotteréts no hace más que apuntar, en
págs. 92-93) habían perdido casi completamente, en la última investiga- 1539, una serie de actos reales que, desde antes del reinado de Luis XI,
ción de los años setenta, el sistema muy elaborado por el que los verbos no habían tenido otro objeto que la extensión de la lengua del Estado re-
permitían distinguir en él morfológicamente los momentos de la jornada bajando las posiciones del latín, sin duda, y también de las lenguas regio-
en los que se realiza una acción. La importancia cultural de este sistema nales. Bajo la Revolución, las palabras del abate Grégoire, invocando la
se basaba en que estaba fundado sobre los ciclos de comportamiento necesidad de una sola lengua, sin la cual es imposible comprenderse a es-
adoptados, entre el amanecer y el anochecer, por los animales que los ca- cala nacional, y en consecuencia imposible asegurar la circulación de
mileroi tenían antaño la costumbre de cazar. Precisamente, los últimos mercancías y de ideas, son significativas.
ancianos habían cesado desde hacía mucho tiempo toda actividad de ca- Esta política es una de las causas (aunque no la única) del declive de
za, y los miembros más jóvenes de la tribu se habían apartado de este mo- las lenguas regionales, así como de los dialectos y de los patois, en la
do tradicional de relación con el entorno. Francia contemporánea (véanse Hagége, 1987 y 1996b). Francia está le-
jos de ser un caso aislado. En la mayoría de las sociedades erigidas en Es-
tados, una característica fundamental de la concepción que se hace de las
bases de la unidad nacional es construir estas últimas sobre la unidad lin-
güística. Podría ser que la concepción de la cohesión nacional ligada a la
unidad lingüística se propagara sobre todo en Europa y América, a juz-
114 LAS LENGUAS Y LA MUERTE
115
LA MULTITUD DE CAUSAS
gar por la actitud más flexible que se encuentra, frente al plurilingüismo, las lenguas que han condenado. También disponen de instrumentos de
en la India, Tailandia, Malaisia e incluso, en cierta medida, en China (véa- ejecución que, aunque más lentos, son también eficaces. Estos instru-
se Fodor y Hagége, 1983-1994).
mentos son muy conocidos y sólo serán recordados aquí muy brevemen-
te. Son el ejército, los medios de comunicación y la escuela. Aquí se tratará
• El Estado y el lingüicida
sólo del ejército y de los medios de comunicación. Más tarde examinaré
la acción de la escuela.
Los poderes políticos no se acogen a medidas que limitan el uso de las
lenguas minoritarias. A menudo no hacen nada por impedir una muerte • El ejército
que todo anuncia como segura. Pero a veces van más lejos. Ocurre tam-
bién que persiguen las lenguas sin exterminar por ello a sus hablantes. El Es sabido que la mezcla de reclutas fue en Francia, bajo la tercera Re-
lingüicida de Estado, es decir, la eliminación concertada de una o varias pública, si no lo fue desde la primera, cuando la Revolución alistaba en
lenguas con medidas políticas explícitas, está ilustrado sobre todo por la masa para hacer frente a los peligros en las fronteras, uno de los medios
guerra que libró Estados Unidos durante las primeras décadas del siglo xx de difusión general del francés, por razón misma de la asignación de las
a las lenguas habladas en diversas islas de Micronesia, como el chamorro lenguas regionales, dialectos y patois, a un reducto de idiomas de la inti-
(o guameño) en Guam, así como en Saipán, Rota, Tinian, Pagan, Anata- midad. El ruso ha desempeñado un papel parecido en el siglo xx en re-
han y Alamagan. El poder norteamericano, más aún que el poder español lación con las numerosas lenguas de los combatientes de base de los ejér-
antes que él, se esforzó, con disposiciones administrativas muy estrictas, citos zaristas y sobre todo soviéticos, ya fueran originarios del Cáucaso,
por aniquilar el chamorro, y logró una reducción espectacular del núme- de las repúblicas musulmanas de Asía central, de las regiones de Siberia
ro de sus hablantes. Parece sin embargo que la lengua no está muerta. oriental donde viven etnias turcas dispersas, mongoles y tunguses o de
En la misma región se sitúa otro ejemplo bien conocido. Desde los otros lugares; en todas las zonas de este país, la lengua más dominante, el
primeros años del siglo xx, en Filipinas, las autoridades políticas esta- ruso, con vocación de lengua de unión, asimilaba a las demás.
dounidenses, tras la desposesión de España entre 1898 y 1901, empren-
den, mediante el envío de auxiliares anglófonos hasta incluso en los pue-
• Los medios de comunicación
blos de la montaña, una verdadera extirpación del español, que había
sido introducido con igual energía entre las élites durante quinientos El bombardeo sobre las masas que efectúa la radio y la televisión ex-
años de poder colonial y criticado sin duda desde principios del siglo presándose en cualquiera de las lenguas de difusión mundial (inglés, es-
xvll por una larga serie de rebeliones. pañol, francés, portugués) sólo puede tener un papel deletéreo para las
A veces, la empresa del lingüicida ha sido perpetrada por un grupo do- lenguas tribales y regionales que están ausentes en ese bombardeo pero
minante que pertenecía a la misma población de hablantes de origen. Por que forman parte de la vida de los oyentes y espectadores. Resulta inútil
ejemplo, el Acta sobre la educación adoptada por el Parlamento escocés en insistir en esta causa tan clara de desaparición de lenguas mal defendidas.
1616 estipula que, en cada parroquia, las escuelas deberán generalizar el Nos contentaremos recordando que entre las tribus aisladas en selvas
uso del inglés y desterrar el gaélico-escocés, descrito como fuente de toda inaccesibles, el número de las que, al no disponer de receptores, escapan
barbarie. En consecuencia, «abolirlo y suprimirlo» de toda enseñanza. a este asalto cotidiano, es cada vez más reducido. Hay que subrayar tam-
bién que los más expuestos son los menos provistos de conocimientos,
aquellos para quienes la transmisión de las lenguas en estado precario se
Los instrumentos de ejecución diferida limita cada vez más, aunque sean la clave de su supervivencia, es decir,
las nuevas generacíones, mercado ideal para la difusión masiva de los cul-
Los Estados no están ciertamente obligados a tomar medidas admi- tos (¡remuneradores!) difundidos por los medios de comunicación con
nistrativas explícitamente adaptadas a la empresa del exterminio contra dominante anglófona, sobre todo la música pop, la moda y los deportes.
llb LAS LENGUAS Y LA MUERTE LA MULTITUD DE CAUSAS 117
El imperialismo del inglés Es evidente que los anglófonos nativos, en esta situación profunda-
mente desigual, no pierden nada. Ya que para ellos, la adquisición de otra
• La jerarquía de las lenguas lengua es concebida, al contrario, como posible sin que implique el menor
coste para su lengua de origen, lo que significa que el aprendizaje es adi-
El imperialismo del inglés ocupa, hoy en día, un lugar de privilegio ción, como es natural, y no sustitución. En cambio, para los demás se tra-
entre los factores de la muerte de las lenguas. Las causas económicas y ta claramente de sustitución, pues todo se hace para persuadirles de que
sociales deben tomarse, desde luego, en consideración antes que todas el bilingüismo es un lujo costoso, y que sólo la lengua dominante vale la
las demás. Pero el inglés, que, al ser la lengua de las sociedades más in- inversión de realizar el aprendizaje, ya que sólo ella aporta un resultado
dustrializadas, es el principal beneficiario del choque entre comunidades gratificante y remunerador. Pero esta presión explícita no ha sido siempre
cuando una es más fuerte que otra, adquiere, por el hecho mismo de esta necesaria: el bilingüismo de desigualdad, en la mayoría de los pueblos
supremacía, un peso todavía más considerable y de naturaleza política, dominados, se desvaloriza a sí mismo y termina condenando a la lengua
que, a su vez, acrecienta su poder de presión. El inglés norteamericano re- autóctona, ya que ésta se enfrenta a un modelo económico y social en apa-
coge para su beneficio todos los frutos de la oposición cuasijerárquica, y riencia más prestigioso.
cada vez más ruda en el mundo de hoy, entre una lengua local reservada a
las relaciones privadas y una lengua internacional que tiene vocación de • La escuela anglófona en Norteamérica,
ser el vector de transacciones comerciales a gran escala, y por lo tanto maquinaria de muerte para las lenguas indias
también de las ideologías políticas y culturales.
Acabamos de ver que los Estados son capaces de tomar medidas es-
• La promoción del unilingüismo y de la mentalidad unilingüe colares con vistas a erradicar pura y simplemente una o varias lenguas.
Las medidas explícitas de abolición o de promoción no son más que uno
Una consecuencia de este estado de hecho es la supremacía de los que de los aspectos del papel de la escuela en la muerte de las lenguas. La es-
no hablan más que una lengua, y el favor que recoge su apego a esta única cuela es, por añadidura, el lugar y el instrumento de una agresión de lar-
lengua. Esta promoción del unilingüismo y de la mentalidad unilingüe se ga duración.
hace en beneficio del inglés. La competencia de los individuos multilin- La política de los gobiernos federales, en Canadá y Estados Unidos,
gües, en lugar de ser apreciada en lo que es, a saber, una riqueza, se en- consistió, desde finales del siglo xix, en integrar en la escuela anglófona a
cuentra desvalorizada como un hándicap. El unilingüismo en beneficio del las comunidades indias. Se había dicho explícitamente (véase Zepeda y
inglés se contempla como garantía, o como condición necesaria, del mo- Hill, 1991) que el único medio de «civilizar» a los niños indios era sustra-
dernismo y del progreso, mientras que el multilingüísmo se asocia al sub- yéndoles a la influencia «bárbara» de sus ambientes de nacimiento, trasla-
desarrollo y al retraso económico, social y político, o se considera como dándoles a internados alejados de sus pueblos. Esta operación de desarrai-
una etapa, negativa y breve, en el camino que debe conducir solamente al go fue llevada a cabo a veces por la fuerza. Las familias estaban demasiado
inglés. Los hablantes se encuentran implícitamente confinados en la estre- desprotegidas para poder hacer regresar a sus hijos, incluso durante las va-
cha celda de una opción: o conservar su lengua materna, minoritaria, o po- caciones de verano. En todas las escuelas, ya fuesen federales, parroquia-
líticamente sin peso incluso cuando es mayoritaria, y entonces no apren- les o establecimientos secundarios a escala local de una poblacion, la uti-
der correctamente el inglés, o aprender el inglés y no conservar su lengua lización de las lenguas amerindias estaba absolutamente prohibida, y
materna. Diversos trabajos (véase, sobre todo, Lambert, 1967) muestran toda infracción era castigada de manera tan severa como humillante, in-
que esta opción es la que siguen muchas comunidades, por ejemplo las de cluso cuando los niños eran aún muy jóvenes. En ciertas zonas, este sis-
los inmigrantes en provincias canadienses que no sean Quebec. La desva- tema aún existía a principios de los años setenta.
lorización del bilingüismo olvida, incluso, que se puede aprender una len- En otros sitios no había sido necesario mantenerlo, pues las vejacio-
gua sin renunciar por ello a la que se hablaba por nacimiento. nes corporales y morales infligidas a los niños indios que osaban servirse
118 LAS LENGUAS Y LA MUERTE
LA MULTITUD DE CAUSAS 119
todavía de su lengua materna eran muy eficaces. Ancianos de las etnias pos, y en particular en la escuela: allí fueron enviados, después de haber
tlingit y haida, cuyas lenguas, antaño habladas en el sudeste de Alaska y sido secuestrados a sus familias durante casi un siglo a partir de 1814, el
hoy moribundas, aseguran que, cuando por casualidad hablan entre ellos 30 % de los niños autóctonos, es decir varias decenas de miles de criatu-
la lengua de su comunidad, se ponen a temblar con su solo recuerdo; una ras que se situaban en familias blancas, en orfelinatos o simplemente en
culta puesta en escena con figuraciones llenas de muecas y personajes es- internados de estilo carcelario, donde estaba, por supuesto, formalmente
pantosos se aplicaba en la escuela norteamericana para extirpar todo prohibido utilizar otras lenguas distintas al inglés. A finales de los años se-
apego a las culturas indias, presentar a esas lenguas como creaciones dia- senta, cuando ya era demasiado tarde, el gobierno australiano revisó su
bólicas y expulsar con el terror toda veleidad de utilizarlas. ¿Acaso era política de erradicación completa de las lenguas aborígenes.
posible conservar así algún deseo, cuando además se oía decir a los maes-
tros que a Dios, a quien se debía obedecer en todo, no le gustaban las
lenguas indias? La presión política ejercida por lenguas
Podemos mencionar, por no poner más que un ejemplo, las escuelas diferentes al inglés sobre «pequeñas» lenguas
dirigidas, en Alaska, por misioneros jesuitas, moravos (orden de inspira-
ción husita, nacida en Moravia) y ortodoxos. Hasta los primeros años del La política escolar de Francia y, en menor medida, de Portugal, en
siglo xx (véase Krauss, 1992), estas escuelas utilizaban, para la formación sus imperios coloniales (el caso de España en Hispanoamérica es otro),
de niños indios en sus propios idiomas vernáculos, materiales en aleuta, fue de asimilación. Y aunque no tuvo un efecto negativo sobre las masas,
yupik central, lenguas de la familia esquimo-aleuta, así como en varias sí repercutió en las élites, a veces ganadas por la tentación del unilingüis-
lenguas de la familia atapasca. Pero hacia 1912 la última escuela religio- mo en beneficio de una lengua europea.
sa aleutiana había cerrado. Se instituyó una política rigurosa al término Pero además, otras lenguas diferentes al inglés, elevadas por ciertos Es-
de la cual cualquier recurso a las lenguas indias en la educación era ex- tados al estatuto de lenguas oficiales, ejercen sobre las lenguas étnicas una
presamente rechazado. Esta medida de ostracismo absoluto permaneció presión temible. África ofrece claras ilustraciones de esta situación. Con-
en vigor durante sesenta años. trariamente a lo que a veces se cree, el peligro para las lenguas regionales
Esta política, que llevaba a las familias indias a considerar que sus y tribales de África ya no viene, hoy día, de las lenguas europeas, como es
lenguas vernáculas no tenían porvenir alguno y que la enseñanza de es- el caso de Asia septentrional (ruso), de Centroamérica y América del Sur
tas lenguas no podía, pues, más que dañar a sus hijos, tuvo unos efectos (español), de Norteamérica (inglés) y de Australia (inglés). En África, si
devastadores: en 1979 no quedaba en el sudeste de Alaska más que una las lenguas europeas pudieron ejercer una presión en la época colonial,
sola lengua atapasca, el cuchín (o luché, hablado entonces a lo largo del en el presente su empleo está limitado a la sociedad favorecida, lo que las
bajo Mackenzie y en el curso medio del Yukón), y una sola comunidad hace compatibles con el mantenimiento de identidades étnicas y peque-
aleutiana, que tuviera todavía hablantes niños; las lenguas esquimales, es ñas lenguas. El verdadero peligro proviene más bien de las lenguas afri-
decir el yupik y el inupiaq, estaban en vías de desintegración; las investi- canas de gran difusión y con vocación federalista, cuya promoción coin-
gaciones más recientes confirman que su deterioro les conduce al borde cide con la de las estructuras del Estado. Es el caso del swahili en
de la agonía. Tanzania. La importancia del swahili como lengua oficial elevada a la ca-
tegoría de base de la unidad nacional lo convierte en una fuente de prés-
• Idénticos comportamientos e idénticos éxitos en Australia tamos, hasta el punto de que incluso lenguas que pertenecen a su mismo
grupo genealógico en el seno de la familia bantú toman del swahili nu-
Lo que precede concierne a las lenguas amerindias víctimas de la es- merosos neologismos, cuando podrían construirlos cómodamente, ya
cuela anglófona, pero se aplica igualmente, y casi en los mismos términos, que poseen propiedades derivativas idénticas a las suyas.
a las lenguas de otra parte del mundo, las de los aborígenes de Australia, Aquí se produce una paradoja. En los años que siguieron al acceso a
conducidas también a la agonía por la presión del inglés en todos los cam- la independencia de las antiguas colonias británicas y francesas de Áfri-
1ZU LAS LENGUAS Y LA MUERTE
LA MULTITUD DE CAUSAS 121
ca, la política de exoglosia de los primeros gobiernos, es decir la adop- ferentes peligros a la vez y a menudo se ve obligada a eclipsarse. Un
ción del inglés o del francés en tanto lenguas oficiales, era presentada co- ejemplo de esta situación lo podemos encontrar en África occidental. El
mo medio de preservar la unidad nacional evitando promover la hetero- basari, cuyos hablantes en su mayoría ocupan la región fronteriza entre
geneidad lingüística que caracteriza a África, y favorecer con ella las Senegal y Guinea, se ve expuesto, en Senegal, a la conjunción de tres pre-
tentaciones separatistas. Ahora bien, en realidad en el entorno africano, siones, a nivel local, regional y nacional. Localmente, es vecino del peul,
la opción de una lengua exógena favorece a las lenguas regionales. Efec- cuyos hablantes están en constantes relaciones comerciales con él, sin
tivamente, las élites y la clase dominante son las únicas en conocer bien contar que las mujeres basari se casan a menudo con los fulbé (peuls).
las lenguas europeas. Las masas permanecen apegadas a sus idiomas ver- Los hijos de estas uniones se convierten en unos fulbé de estatuto y de
náculos. Y al contrario, la promoción de una lengua africana, considera- lengua. A escala regional, el basan se encuentra en desventaja en relación
da por el poder como una acto de afirmación nacional, pone en peligro con el malinké, que tiene estatuto oficial en el sudeste de Senegal y que,
los idiomas minoritarios, que no se encuentran en condiciones de rivali- por tal hecho, se ve elevado de modo activo como lengua escrita de edu-
zar con ella, ya que recibe el refuerzo de las medidas escolares y de los cación, se utiliza en los medios de comunicación y se enseña en las es-
medios de comunicación. Si sus hablantes escogen masivamente la len- cuelas. A escala nacional, un senegalés que desee desarrollar otras activi-
gua promovida, los idiomas minoritarios se encuentran amenazados. dades diferentes a las tradicionales tiene interés en conocer el wolof y el
Ésta es, hoy en día, la situación de muchas lenguas en Tanzania, y en francés, el primero porque es practicado en todas las zonas urbanas del
cierta medida en Kenia, y el swahili es el beneficiario en ambos casos. Po- país y conocido por la mayoría de los senegaleses, lo que le convierte en
demos prever una evolución parecida en favor de otras dos lenguas ha- verdadera lengua nacional del país, y el segundo porque está omnipre-
bladas por un buen número de habitantes, el peul, expandido por casi sente en la enseñanza superior y en los aledaños del poder.
todos los países de África central, Senegal, Chad y la República Centro- Sin embargo, fuera de Senegal, en Guinea, donde dominan igual-
africana, y el hausa, que ha servido como el peul de vehículo del islam en mente el peul y el malinké, el basan se vio beneficiado de cierta promo-
vastas zonas; la presión del peul sobre otras lenguas es particularmente ción bajo el régimen de Sékou Touré, que favoreció las lenguas indíge-
sensible en el norte de Camerún (bajo su variante local o fulfulde del nas. Pero después de la muerte de éste en 1984, el régimen militar que le
Diamaré); la del hausa lo es igualmente en el norte de Nigeria. ¿El por- sucedió, considerando esta política indigenista responsable de los males
venir de estas dos lenguas, en sus respectivos países, será tan brillante co- del país en los campos de la educación y de la economía, lo abrogó por
mo el que parece que le espera al swahili? En Tanzania, el éxito de este completo. De este modo el basan se encuentra expuesto a la competen-
último anuncia una suerte incierta para el mismo inglés. Es evidente, por cia temible de lenguas mucho más armadas que él para imponerse, tanto
lo demás, que el lingala está adueñándose, según un proceso comparable, fuera de Senegal como en el seno de este país. La extinción del basan es
de las posiciones del francés en Kinshasa y en una parte del norte de la
más que previsible.
República del Congo, lo que no es muy favorable a las pequeñas lenguas
de este país.
turo francés, que, aunque tenga en su fonética y en su léxico rasgos ger- císo que refleje una civilización muy consciente de sí misma. A falta de
mánicos debidos a este contacto, es esencialmente neolatina. ello, el destino habitual de las minorías nómadas, que surgen entre una
En cuanto a los guerreros del jefe danés Rohlf (Rollón), esos vikingos comunidad sedentaria y la deshacen por las armas, es sedentarizarse
que, entre finales del siglo ix y principios del x, habían espantado du- como ella, absorberse en ella, adoptar incluso su lengua, como ocurrió
rante mucho tiempo a las poblaciones de la Galia causando estragos, re- también mucho más lejos, en el Extremo Oriente, con los invasores de
cibieron, sin duda, de Carlos el Simple, rey de los francos, la provincia China, los yuán (mongoles). Y más tarde, como habían hecho los mon-
que todavía lleva su nombre de «hombres del Norte» (normandos); pero goles, la potencia de absorción de la vieja cultura china engulló en una
adoptaron, al sedentarizarse allí, las costumbres del país e incluso su len- total sinízación la dinastía de los Qing (manchúes) que duró hasta la
gua (la variante normanda del francés en vías de formación), sin conse- muerte de la emperatriz Tseu-Hi en 1911; nada les distinguía, ni a los
guir ni implantar su lengua ni salvaguardarla, a pesar de esfuerzos como mongoles, ni a los manchúes, de las dinastías puramente chinas de los Han,
los del hijo de Rollón, Guillermo I Larga Espada, que envió a su hijo a Tang, Song y Ming. Mientras el manchú era todavía la lengua de la di-
Bayeux, donde se había mantenido una escuela escandinava, para apren- plomacia y de las notas oficiales en 1664, fecha en la que es expulsado de
der en ella el dialecto de normando antiguo que hablaban sus antepasa- Pekín el último emperador Ming, la fascinación que ejerce sobre los re-
dos (véase Hagége, 1996b). De'este modo, los vikingos se fundieron en cién llegados la civilización china y el respeto que sienten por el chino
lo que hoy es Normandía, igual que adoptaron la lengua romana de otro mandarín acabará por llevarles a reemplazar su lengua ancestral por esta
país conquistado, Sicilia. En otros sitios sus parientes, los varegos, ac- última; hoy día, el manchú está virtualmente muerto entre los cuatro mi-
tuaron del mismo modo cuando, a finales del siglo Ix, tras crear el primer llones de chinos de origen manchú que viven en China, y que llevan des-
Estado eslavo, embrión de la Rusia kievína, se eslavizaron cultural y lin- de hace mucho tiempo nombres chinos.
güísticamente. Hay otros casos comparables, como el de los tutsis, pue- Si la lengua de los árabes no ha experimentado la misma suerte es
blo nilótico que, apoyado en la fuerza que le confería su economía pas- porque, como los españoles, eran soldados de una ideología religiosa se-
toril, tomó el poder a expensas de sus huéspedes los hutus, y que, sin gura de sí misma y conquistadora, que les condujo, casi como un rayo, a
embargo, adoptó, sedentarizándose, sus lenguas bantúes, kirundi y qui- llevar el islam hasta la costa atlántica de Marruecos por el oeste, y al este
ñaruanda (véase Mufwene, 1998). hasta el Cáucaso y el Sind, llegando a dominar sobre todo, bajo los tres
¿La potencia política y militar de estos invasores no habría tenido primeros califas y después bajo los omeyas, España, el norte de África,
que constituir, sin embargo, un factor de extinción para las lenguas de los Siria, Mesopotamia, Persia, Egipto y la Transoxiana, a la espera de que, a
pueblos a los que sometieron? Dos razones, las dos necesarias, explican finales del siglo x, los turcos se ocuparan de expandir el islam más lejos
que no haya sido así. La primera es que los francos, normandos y varegos todavía, y que a principios del siglo XIV éste penetrara hasta en Malaisia.
no eran numerosos, y de todas formas lo eran mucho menos que las po- ¿Por qué, entonces, el árabe, portador de una de las civilizaciones más
blaciones sitiadas por ellos. Pero eso no basta, pues ¿cómo explicar que brillantes del mundo en la Edad Media, no dominó hasta su extinción las
la intrusión del castellano se haya revelado tan mortífera para una gran lenguas de los países conquistados? La razón es simple: la mayoría po-
cantidad de lenguas indias de América, cuando los españoles, aunque fe- seían una vieja cultura, y la islamización ha sido una fecundación recípro-
roces y armados, sólo eran una tropa reducida de guerreros, aumentada ca, sin que las lenguas que expresaban esas culturas hubiesen perdido su
ocasionalmente con poblaciones locales con las que contraían alianza? resplandor. Por no poner más que un ejemplo entre muchos otros de esta
En realidad, los españoles, escoltados por sus misioneros, no eran sim- simbiosis cultural, los grandes gramáticos cuyos análisis profundos del
plemente visitantes ávidos y famélicos con modales brutales, también de- árabe constituyen, entre el siglo VIII y el XI, uno de los capítulos más no-
tentaban una altiva ideología civil y religiosa, y estaban convencidos de torios de la historia de la reflexión lingüística, eran de hecho árabe-persas.
su superioridad sobre cualquiera. Y en los países cristianos, como España, el apego a la religión y la convic-
Podríamos deducir que para que un idioma de invasores pueda llegar ción sostenida en cuanto a su superioridad tenían como efecto, muy a me-
a dominar la lengua del pueblo vencido hasta hacerla desaparecer, es pre- nudo, el rechazo de la islamización y por lo tanto del árabe, que era el vec-
124 LAS LENGUAS Y LA MUERTE LA MULTITUD DE CAUSAS 125
tor. Una situación parecida encontró más tarde el turco en los Balcanes • Extinción del galo
conquistados, frente al griego, al búlgaro y al serbio, que le dieron présta-
mos de vocabulario, pero a los que no reemplazó. El prestigio depende, evidentemente, de las circunstancias y de los
lugares. El galo desapareció a principios de la era cristiana porque las
clases superiores de la sociedad se romanizaron, apartándose tanto de su
LA PÉRDIDA DE PRESTIGIO Y LA MUERTE DE LAS LENGUAS lengua como de su cultura, tal y como lo atestigua la historia del druismo,
religión floreciente en tiempos de César, que bascula más tarde en la ima-
La pérdida de prestigio no parece tener un papel causal directo. Algu- gen envilecida de una práctica de brujos relegados al fondo de las cam-
nas lenguas sin renombre específico se mantienen fácilmente, puesto que piñas aisladas (véase Vendryes, 1934). El latín inundó hacia el siglo m los
no actúan los factores económicos, sociales y políticos, cuyo poder es de- últimos islotes lingüísticos galos, que aún sobrevivían en las masas fores-
cisivo. La pérdida de prestigio es, de hecho, una de las consecuencias más tales del centro del país.
comunes de estos factores. El prestigio, cuando está desigualmente repar-
tido entre las poblaciones confrontadas, es como una especie de moneda • Declive del irlandés y del escocés
de cambio en la bolsa de los valores lingüísticos. Cuando por el contrario
no está desigualmente repartido y se establece una rivalidad entre los gru- A principios del siglo xvii, las lenguas celtas de los escoceses e irlan-
pos, que cada uno reivindica, el prestigio es capaz de reducir los efectos deses experimentaban desde hacía largo tiempo en las islas británicas
devastadores que una presión masiva ejerce en la vida de las lenguas. cierto declive y, por lo tanto, una pérdida de prestigio: estaban asociadas
a la cultura popular y a las manifestaciones folclóricas; no eran medios de
expresión de hombres, instituciones, obras literarias o de una educación
El prestigio, moneda de cambio en el mercado de las lenguas escolar, que tuvieran una importancia nacional. Este declive todavía se
acrecentó en el siglo XVIII por el hecho de la Revolución industrial, cuya
El prestigio y las lenguas lengua era el inglés y, más tarde, de la gran hambruna que provocó en Ir-
landa, a mediados del siglo XIX, una dramática sangría. Pero escoceses e
• La transferencia de atributos irlandeses emigrados a América, que con los ingleses fueron los primeros
cultivadores que se apoderaron de las tierras, muy a menudo en detri-
Es una ilusión creer que el prestigio de una lengua sea un atributo in- mento de los indios, ocuparon en inglés el Nuevo Mundo y desde finales
herente. Las lenguas son complejas estructuras evolutivas que desempe- del siglo xix, para los supervivientes de las masacres de las comunidades
ñan un papel esencial en el desarrollo cognitivo de los individuos y que indias, el prestigio de los colonos se había convertido en el prestigio del
son, por otra parte, utilizados por éstos en la comunicación. No hay nada inglés. Lo mismo que en todo el resto de América, el castellano (designa-
en sí, en la fonología, la morfología, la sintaxis o el léxico de una lengua, ción antigua, y siempre viva, del español en estos lugares), lengua de con-
que sea portador de prestigio. El prestigio, es decir, la reputación de valor quistadores, de misioneros, de los más ricos y poderosos, se convirtió
y de eminencia, no puede, dadas las implicaciones de estas nociones, vin- desde el siglo XVI, a pesar de (o por el hecho de) las violencias, masacres
cularse sólo a los humanos. Cuando se dice, pues, que una lengua es pres- y confiscaciones de tierras, en la lengua de prestigio, y el portugués a su
tigiosa, se trata, en realidad, de los que la hablan o de los libros que la uti- vez en Brasil.
lizan. Por un proceso de transferencia, que es corriente en la relación con
el mundo y los valores que se le otorgan, el respeto o la admiración que • El prestigio y la bolsa de las lenguas
inspira una colectividad o sus realizaciones se traslada a sus atributos.
Ahora bien, la lengua es uno de los atributos principales de toda comuni- Así pues, el prestigio de las lenguas no es otro, en su origen, que el de
dad humana. sus hablantes, el cual se fundamenta sobre factores económicos, sociales
lZb LAS LENGUAS Y LA MUERTE 127
LA MULTITUD DE CAUSAS
y políticos. Pero se convierte, por su traslado a las lenguas, en una espe- muy fuerte entre las generaciones más jóvenes. El prestigio se define aho-
cie de moneda de pago que cada uno aprecia en su justo valor. Las len- ra en función de los modelos innovadores y del desinterés con relación a
guas más prestigiosas resultan las más demandadas, como lo son en bolsa los modelos antiguos. Las maneras de habla ocupan un lugar de privile-
los valores que más remuneran. Las lenguas menos prestigiosas aparecen gio en este esquema de pensamiento y de acción. Todos se quieren ex-
como menos aprovechables y suscitan una demanda inferior. Así es como presar de la misma manera que los que han vuelto con dinero y expe-
sus propios hablantes llegan a apartarse de ellas y a juzgar poco rentable riencias o relatos nuevos. Sobre las altas mesetas de Nueva Guinea, por
su transmisión a las generaciones siguientes. Así es también como el pres- ejemplo, el pidgin inglés que se habla en las ciudades de la costa, y par-
tigio, moneda de cambio en el mercado de valores lingüísticos, decide, en ticularmente en la capital, Port Moresby, es adoptado por un número
apariencia, la fortuna de las lenguas.
creciente de papúes que han abandonado sus pueblos de las alturas.
Cuando vuelven, el pidgin se convierte en el vehículo a través del cual se
introducen nuevos esquemas de pensamiento, que dislocan los esquemas
Las varas de medir y la pérdida de prestigio antiguos y, por lo tanto, las lenguas locales que los portan. Un proceso
paralelo afectó al bretón cuando los soldados que salieron de las zonas de
El prestigio de una lengua no es un dato objetivo ni fácilmente men- Tréguier, Finisterre, Vannes, etc., volvieron de la Primera Guerra Mun-
surable. Pertenece al orden de la representación. No se puede, pues, eva- dial, donde habían aprendido a designar en francés innovaciones que so-
luar más que con los valores que el pensamiento simbólico se construye
licitaban su interés.
como referencias. Y esta construcción es obra de los hablantes en quie-
nes la relación entre las lenguas, tal y como la interiorizan, es vivida ya
• La falta de conciencia nacional
sea positivamente, ya sea como generadora de una crisis. En este último
caso, la lengua se convierte en víctima de una pérdida de prestigio. Cuando una comunidad no reconoce su identidad nacional, puede
llegar a imaginar su lengua como desprovista de todo calor simbólico.
• La asociación con la vida campesina y con el pasado
Esta comunidad, por poco que viva en vecindad con otra que considere
superior, llega, en los casos extremos, a identificarse con ella, hasta el
Numerosas lenguas están asociadas por los hablantes con la vida punto de negarse a sí misma en tanto grupo. Es lo que se observa, en
campesina o con el pasado. Las oponen a lenguas que consideran con el Cáucaso, con los suanos que, atraídos por sus vecinos georgianos, más
respeto porque están asociadas, por el contrario, con el trabajo industrial numerosos y potentes, terminan por recusar su propia identidad y por
en las ciudades y con el porvenir. Este es, por ejemplo, el tipo de con- hacerse pasar por georgianos, llamando georgiano a su lengua que, sin
frontación que presenta, en el pueblo austríaco de Oberwart, el alemán y embargo, aunque genéticamente esté emparentada, es bastante diferen-
el húngaro (véanse las págs. 97-99). La minoría húngara asocia el alemán te al suano. Los suanos más jóvenes rechazan aprender la lengua de sus
con el poder político, la educación moderna y la movilidad que facilita el
padres.
acceso a profesiones mejor remuneradas y menos penosas que las de la
agricultura. Sobre todos esos puntos, el húngaro es juzgado retrógrado,
• La ausencia de tradición literaria
lo que le resta todo prestigio y le hace incluso aparecer como inútil.
Los hablantes de una lengua dominada, incluso cuando apenas son le-
• La pulsión mimética con respecto a los emigrantes que regresan
trados, a menudo señalan, como para darse mejores razones todavía para
despegarse de ella, que su lengua no ha sido escogida por grandes escri-
En las comunidades que llevan una vida tradicional, pero donde al- tores para elaborar una obra literaria y que, en consecuencia, está despro-
gunos miembros se han marchado a la ciudad o al extranjero y luego vista de todo prestigio, al no haber dado lugar a buenos libros que todos
vuelven, la pulsión de imitación de las novedades que traen consigo es
conozcan y pueda citar.
LA MULTITUD DE CAUSAS 129
LAN LENGUAS Y LA MUERTE
ejemplo es el de ciertas lenguas de la familia khoísan del sur de África, los conquistadores son, como sabemos, catastróficas: desde la primera
como el kheokoe, cuyos hablantes decidieron, desde principios del siglo mitad del siglo xvI, un número considerable de lenguas mueren por cau-
XVIII pasar en adelante al neerlandés, lengua de los colonos de quienes
sas violentas al mismo tiempo que la mayoría de sus hablantes.
eran esclavos, y que tenía necesariamente, por esa situación, más presti- En cuanto al náhuatl, tras cierto período, pasa del estatuto de lengua
gio. No conozco otro caso de paso voluntario de toda una etnia africana de vencedores al de lengua de vencidos; su prestigio, hasta entonces, era
a una lengua europea. grande: incluso los mayas, ajenos al área de extensión azteca, lo cono-
cían, a decir de la leyenda que asegura que Malinche, compañera y tra-
ductora de Cortés, era una princesa azteca que, durante su cautiverio en
Los cambios de fortuna: lenguas de los aztecas el Yucatán, se comunicaba sin problemas en su lengua con los habitantes,
y de los incas, o del prestigio a la sumisión de lengua maya yucateco, antes de que ella misma aprendiera esta última
lengua. El español se convierte en la lengua dominante. Hoy día el
La mecánica del prestigio y de su declive es implacable. La roca Tar- náhuatl sigue sufriendo por haberse convertido entonces en lengua do-
peya está cerca del Capitolio, y cuando las causas objetivas del declive minada. Tanto es así que en el mercado de los valores lingüísticos, el pre-
comienzan a sentirse, y la pérdida de prestigio avanza sin demora, el re- cio que vale una lengua está estrechamente ligado al lugar que ocupan
cuerdo de una antigua gloria se ve impotente para restaurar el esplendor sus hablantes en la escala de prestigio.
pasado. Los aztecas habían extendido muy lejos su Imperio desde la for- Los incas habían extendido también su Imperio desde el último ter-
mación, en 1429, de la triple alianza entre Tenochtitlan (hoy México), su cio del siglo XV, a partir del valle de Cuzco y sobre un espacio muy am-
capital, fundada un siglo antes, y los Estados de Texcoco y Tlacopan. En plio: al norte hasta Quito y al sur, más allá de las regiones que hoy coin-
esta alianza, habían conseguido pronto una posición dominante. A prin- ciden con una gran parte de Bolivia y con las porciones septentrionales
cipios del siglo XVI, gracias a sus conquistas, poseían el dominio de im- de Chile y Argentina. Paralelamente, el quechua, convertido en lengua
portantes territorios, extendidos desde el norte de la futura Veracruz en oficial del Imperio, había comenzado a extenderse, rivalizando con las
el Atlántico hasta lo que hoy es el Estado de Guerrero, en el Pacífico, y lenguas del universo andino, pero sin haber llegado aún, por falta de
al sur, hasta el istmo de Tehuantepec. Sobre todos estos territorios ha- tiempo, a suplantarlas. La guerra civil que, tras la muerte del último em-
bían asegurado a su lengua, el náhuatl, un estatuto de prestigio, ligado a perador inca en 1527 opuso a sus dos hijos, facilitó ciertamente la con-
esta dominación política y militar. Los mismos nombres con que bauti- quista de Pízarro. Esta conquista fue, como en México, violenta y muy
zaban a los pueblos sometidos dicen bastante de la condescendencia con rápida. El español reemplazó al quechua como lengua de prestigio. Pero
que les trataban y cuánto poder les confería la posición dominante del a pesar de ello, el quechua desempeñó, y lo sigue haciendo, un papel cu-
náhuatl: Popoloca «ininteligible», Chontal «extranjero», Totonac «bas- yas víctimas son los idiomas de pequeñas etnias todavía más dominadas:
to» (véase Heath, 1972, pág. 3). el español, lejos de impedirle desempeñar ese papel, le dio los medios,
Ahora bien, precisamente a esta hora de su historia, en el momento como se verá más tarde.
mismo en que se encuentra en la cima de su potencia y de su esplendor,
el destino hace surgir a los españoles y con ellos, casi desde el principio
de ese choque brutal, los estragos de la extrema violencia. Cortés y sus La promoción de las lenguas de relación
tropas, después de reveses sin verdadera importancia, aniquilan este Im-
perio en un tiempo asombrosamente breve, incluso si se tiene en cuenta • La Lingua franca
la eficacia mayor de su armamento (artefactos de fuego), de su equipa-
miento con caballos, desconocidos entonces en América, y de su habili- Las lenguas a las que la dominación de otra comunidad y de su idio-
dad para sembrar por doquier la división. Las consecuencias lingüísticas ma ha hecho perder su prestigio no siempre están expuestas a esta única
de esta exorbitante imposición, y de la agresión cultural perpetrada por competencia. Sus posiciones están tan cercenadas por la difusión de al-
,E,INk,uns Y LA MUERTE LA MULTITUD DE CAUSAS 133
gunas otras, que circunstancias diversas las han promovido al estatuto de de su origen, en el valle del río Columbia, eran hasta principios del siglo xix
lenguas de relación. Pero estos idiomas no son todos tan peligrosos. Pue- la etnia indígena más importante en términos demográficos y una de las
de tratarse, en efecto, de una simple jerga de fortuna, que no tiene otro más dinámicas en el plano comercial. Uno de los dialectos de su lengua,
papel que permitir una relación elemental entre dos individuos de los Chinook
el chinuco bajo (lower Chinook) se expandió, bajo el nombre de
cuales uno habla al otro una lengua opaca. Una forma histórica de estas
jargon, en numerosos pueblos indios, entre los que facilitaba la circula-
jergas sirvió de medio de comunicación, a partir de la época de las Cru- ción de las mercancías hasta el norte de California por un lado y hasta el
zadas, entre los musulmanes y los europeos, quienes desde los enfrenta-
sur de Alaska por otro.
mientos entre descendientes merovingios de Clodoveo y ejércitos árabes En muchas otras partes del mundo, y a muy variables escalas, encon-
detenidos en Poitiers en el 732, eran llamados francos; de ahí el nombre tramos situaciones comparables. Por ejemplo, en la isla de Timor, en el
de lingua franca que recibe esta lengua.
extremo oriental del archipiélago indonesio, se utiliza un idioma nacido
En una gran parte de los contornos mediterráneos, costas de Italia, recientemente del tetun, lengua de la familia austronesia, como medio de
de Francia, España y del Magreb, la lingua franca estuvo en uso, durante comunicación en las relaciones comerciales y, más generalmente, sociales,
toda la Edad Media, época clásica, y hasta principios del siglo xix, en las entre hablantes de lenguas diferentes. Incluso se está convirtiendo en una
relaciones comerciales, políticas, diplomáticas o guerreras que tuvieron especie de lengua nacional en este dañado país (véanse las págs. 283-284).
con los franceses los soberanos de Argel y Túnez, así como los comer-
ciantes y viajeros, militares y marinos. La dinámica de estas relaciones
• La promoción política esperada
bastante inestables, y sin duda también el carácter colorido y pintoresco
de una jerigonza en la que se mezclaban palabras de orígenes heteróclitos La promoción de una lengua de relación puede que no sea sólo el sim-
(sobre todo italianos, pero también provenzales, catalanes, castellanos, ple resultado de una costumbre práctica tomada por las poblaciones lo-
franceses, griegos, turcos y árabes) hicieron de la lingua franca un tema de cales, sino el de una llegada masiva de extranjeros. Así fue como el arau-
fantasías literarias, como es evidente en las obras teatrales de Goldoni, cano se convirtió en la lengua de relación, e incluso materna, de los
Calderón y de Moliére, en el célebre cuadro de tema turco de una de las tehuelches y otras poblaciones del sur de Chile, cuando los mapuches (véa-
escenas de El burgués gentilhombre.
se la pág. 161), sus hablantes, tras atravesar la cordillera de los Andes, se
instalaron en los territorios de estos últimos. La lengua de los tehuelches
• La promoción comercial espontánea
desapareció por este hecho (véase Clairis, 1991, págs. 4-5).
En otros casos, la promoción de una lengua de relación surge de una
La lingua franca no poseía un prestigio definido e incluso podía ser
opción oficial sostenida por la autoridad política y entonces puede de-
objeto de irrisión. Pero tenía las propiedades de una lengua de relación, sempeñar un efecto de prestigio. Así sucedió con el sango, lengua reco-
como puede motivar el contacto entre comunidades lingüísticas hetero- nocida como nacional en la República Centroafricana (véanse las págs.
géneas. Puesto que una lengua de relación no es una jerga, sino uno de 280-281). Tal promoción no puede dejar de conferirle un estatuto privi-
los idiomas que están presentes en una zona plurilingüe en la que se per- legiado, con las consecuencias predecibles en las lenguas cuya función
mite la comunicación y las relaciones comerciales, su promoción con pre-
reduce el prestigio.
ferencia a la de otra, y la costumbre que tienen de servirse de ella la ma- Una situación comparable a la del sango en Centroáfrica fue la del
yoría de los habitantes de esa zona, pueden terminar confiriéndole un quechua en el Imperio inca antes de la llegada de los españoles. Las con-
modo de primacía. Es cierto que las situaciones son variables y que en- quistas se habían visto acompañadas, como se ha dicho, con un principio
tran en juego muchos factores, que tienen la naturaleza de modificar es- de difusión del quechua, probablemente bajo la forma practicada a fina-
te proceso y no permiten la emergencia de una lengua de prestigio. les del siglo xv en la región de Cuzco. Un testimonio contemporáneo de
Así, en la costa del noroeste de Estados Unidos y en una parte de las este fenómeno es precisamente la diversidad dialectal del quechua hoy
tierras interiores de Washington y Oregón, los chinucos, que viven, des- en día, presente en siete países. Esta diversidad es la consecuencia de va-
134 LAS LENGUAS Y LA MUERTE
LA MULTITUD DE CAUSAS 135
ríos siglos de evolución independiente a través de un vasto territorio, de derados sino por alianzas locales, lo que había facilitado la conquista es-
Colombia a Argentina. Pero otro factor, del que se va a tratar ahora, de- pañola desde 1511. Los españoles vieron que esos tres grupos de lenguas
bía asegurar al quechua, como a otras lenguas del mundo, una difusión eran casi las únicas que tenían todavía una difusión más allá de sus ha-
mayor todavía, en detrimento de los idiomas desfavorecidos. blantes de origen, desde que los aztecas habían comenzado un siglo an-
tes, por sus conquistas, a implantar el náhuatl en numerosas regiones.
• Las decisiones de los conquistadores y de la Iglesia misionera Cortés y sus sucesores comprendieron en seguida que esta hegemonía
lingüística podía, por la unidad y las facilidades de comunicación que
Los misioneros franciscanos que llegaron a México en 1523, dos años permitía, servir a sus propósitos de dominación.
después de la conquista, por las tropas de Cortés, del asentamiento azte- Sín embargo comenzaron, al mismo tiempo, a propagar el castellano,
ca de esta ciudad, constataron pronto que el panorama lingüístico era de a fin de que reemplazase un día al náhuatl. Pero aunque estuvieran apo-
una gran variedad. Ésta les pareció sin duda toda una fragmentación. Por yados por el poder político en España, chocaron con la voluntad de los
eso, al ver en esta multitud de lenguas indígenas un obstáculo para la misioneros franciscanos, que veían en su misión una obra de conversión
evangelización, e igualmente para la dominación de la Iglesia, los misio- de los indios al cristianismo, y no de castellanización. Fue preciso, en
neros emprendieron la promoción de algunas como lenguas de relación. 1550, un decreto de Carlos V recomendando el empleo generalizado del
Escogieron para ello aquellas cuyo número de hablantes o su nivel de di- español, no sólo en la evangelización y educación de la aristocracia india,
fusión ya alcanzado les parecían más recomendables. Redactaron nota- como había empezado a realizarse, sino para todos los indios. Sin em-
bles trabajos sobre algunas de las lenguas de América del Sur: en sesenta bargo, en México, siguió todavía durante mucho tiempo el enfrenta-
años de presencia de los franciscanos aparecieron más de 80 libros, gra- miento entre los que, para servir a la dominación colonial, querían im-
máticas, vocabularios y catecismos, entre ellos las célebres descripciones poner el español, y los que deseaban promover algunas grandes lenguas
del náhuatl por A. de Olmos (1547) y A. de Molina (1555). indias; este antagonismo no finalizó hasta la llegada de los jesuitas, que
Según las costumbres de la época, estas obras imponen el modelo lati- admiraban mucho el azteca, pero que, al contrario que los franciscanos,
no como marco de estudio; el prestigio del latín en las élites católicas de evangelizaban en castellano: se trataba de una población que ya no esta-
España era tal (véanse las págs. 61-62), ¡que los franciscanos enseñaban in- ba simplemente conquistada, como en tiempos de los franciscanos, sino
cluso a ciertos sujetos dotados, entre sus fieles indios, el arte de componer colonizada. Contrariamente al deseo de los franciscanos (véase de Pury
poesías latinas! (véase de Pury Toumi, 1994, pág. 492). Hoy las gramáticas Toumi, 1994), el náhuatl no fue «lengua general», como el tupí en una
náhuatl sobre modelo latino serían inconcebibles. Sin embargo, estas obras parte del Brasil (véase más adelante). Sin embargo, en Europa los jesui-
nos dan una idea precisa de lo que era el náhuatl a finales del siglo xvi, co- tas defendían la causa de las lenguas indígenas de América.
mo las gramáticas del quechua y el tupí, que otros misioneros, en la misma La política lingüística de los misioneros españoles tuvo más éxito en
época, redactaron en Perú y Brasil o, a principios y mediados del siglo xvii, Perú. El quechua ofrece un ejemplo típico de su acción. Paradójicamen-
las que fueron compuestas, respectivamente, sobre el aymara en Bolivia te las numerosas lenguas de los Andes todavía no eliminadas por él en el
(Alto Perú, en aquella época) y sobre el guaraní en Paraguay. momento en que los invasores llegados de Castilla se apoderaron del Im-
Sín embargo, en México, entre los misioneros franciscanos por una perio fueron las víctimas de la elección que los sacerdotes católicos hi-
parte y por otra los conquistadores y después gobernadores así como la cieron del quechua como lengua de evangelización, del cual tomaron
jerarquía del clero secular, las relaciones no fueron siempre sencillas. Los partido por imponer su uso a todos sus neófitos. Esta promoción de una
vencedores españoles, en el siglo xvi, habían constatado la difusión del lengua de relación, convertida en prestigiosa por este mismo hecho, pu-
tarasque en el reino de Michoacán y del otomí en una parte de la meseta do más que el puruhá, el kañari, el kaka, el kul'i, el uru-puqina y que mu-
central mexicana. Se habían dado cuenta también de que las lenguas ma- chas otras lenguas. El movimiento se prolongó en el siglo XX: los zaparos
yas aún conocían una extensión mayor, desde el Yucatán hasta el sur de de las bajas tierras occidentales de Ecuador se pasaron masivamente al
la actual Guatemala, a pesar de la dispersión en ciudades-Estados no fe- quechua. Los evangelizadores consiguieron implantar incluso el quechua
1riNk,uAS Y LA MUERTE
LA MULTITUD DE CAUSAS 137
en zonas que no había alcanzado la conquista inca, como la provincia,
hoy argentina, de Santiago del Estero, o las regiones del alto Cagueta y multiplicación de diccionarios y manuales, un período evidentemente
del alto Putumayo en el sudoeste de la actual Colombia. fasto. Sin embargo, es revelador que, en la terminología oficial de enton-
Otra lengua de los Andes fue también promocionada por los misio- ces, el ruso haya sido denominado «lengua común», o «lengua interna-
neros como instrumento de catequismo: el aymara, que hablan en Perú y cional», o incluso «segunda lengua materna». En un imperio en el que se
Bolivia más de un millón y medio de personas, cifra probablemente más hablaban más de 130 lenguas, este estatuto parecía casi responder a una
elevada que la de principios del siglo xvi, pues desde entonces a nuestros necesidad natural. Una importante reforma escolar de 1958, que dejaba
días, numerosas comunidades indias perdieron su lengua para adoptar el que los padres eligiesen la lengua de educación tenía como intención, y
aymara. tuvo como efecto, una gran promoción del ruso, lengua de prestigio,
pues no era sólo la del socialismo, sino también la de los oficios de la in-
Continuando en América del Sur, pero esta vez en la región que hoy
ocupan Brasil meridional y Paraguay, los misioneros utilizaron dos len- dustria y del progreso científico y económico (véase Hagége, 1994, págs.
guas emparentadas y ya importantes a gran escala, pues las hablaba un 220 -238 y 255 -264).
gran número de indios, el tupí y el guaraní. Los jesuitas, que gobernaron La mayoría de las repúblicas, salvo la de Rusia, promulgaron leyes
y evangelizaron el Paraguay hasta su expulsión en 1768, hicieron mucho lingüísticas desde 1988, es decir, en una época en que la Unión Soviética
por la difusión del guaraní (véanse las págs. 199-201). Al jesuita A. R. de todavía no se había disgregado pero comenzaba a sufrir fracturas cada
Montoya se debe la más célebre descripción del guaraní, hoy todavía en vez más graves. Estas leyes reconocían el estatuto de relación del ruso,
uso a pesar del carácter anticuado de sus análisis latinizantes. Y en Bra- designado explícitamente como «lengua de las relaciones entre naciona-
sil, durante el período colonial, el tupí costero fue, bajo el nombre de lín- lidades», pero también defendían a las otras lenguas, muchas de ellas frá-
gua geral («lengua general»), el idioma de comunicación en los países de giles por la importancia del porcentaje de préstamos del ruso en todas las
la baja Amazonia y en el sudeste. Como en los ejemplos antes citados, es- zonas del vocabulario que reflejan la vida moderna. Si se añade a ello que
te estatuto elegido de lengua de relación fue uno de los factores de ex- en muchas repúblicas y regiones autónomas o distritos nacionales, la po-
tinción de diversas lenguas tribales, que no resistieron la presión de idio- blación rusófona era importante y a menudo mayoritaria, y que además
mas que favorecía su difusión natural y el peso demográfico de sus una gran fragmentación dialectal caracterizaba a numerosas lenguas de la
usuarios. URSS, se puede comprender que el estatuto de una lengua de prestigio
Todo lo que precede no podría hacernos olvidar que los verdaderos que sirve de instrumento de relación ordinaria entre tantos pueblos haya
beneficiarios de la política colonial en Iberoamérica fueron, en última desempeñado un importante papel en la desaparición de las hablas ura-
instancia, las lenguas europeas: español y portugués. Algunos se maravi- lianas, turcas, mongolas, tungusas y siberianas que, salvo en casos muy
llarán, sobre todo, de la asombrosa historia del español, que se expandió raros, apenas tenían medios para oponer resistencia.
por tan vastos territorios, y en tal cantidad de países, hoy día unifica-
dos por él. Pero el precio de ese éxito fue la muerte de un gran número • Las implicaciones y consecuencias de la opción del inglés
de lenguas indias.
La pérdida de prestigio de numerosos idiomas enfrentados a una
• El ruso, lengua de relación en la Unión Soviética lengua de relación y a la eficacia que tiene para la comunicación a vasta
escala es, en el mundo contemporáneo, todavía más temible para la su-
pervivencia cuando la lengua en cuestión es el angloamericano. En efec-
Al contrario que el régimen zarista, que no tuvo una verdadera polí-
tica lingüística, la Unión Soviética concedió una gran importancia a las to, ya no se trata de un simple medio de intercambio lingüístico que
lenguas de numerosas etnias diseminadas en su inmenso territorio, en posea cierta reputación, y cuya selección, que parece responder al prin-
cuanto piedras angulares de la definición de las entidades nacionales. cipio a un consenso, acrecienta todavía su prestigio. Pues todas las len-
Hasta principios de los años treinta del siglo xx, éstas conocieron, con la guas de este tipo sólo tienen una difusión regional. El mismo ruso ha
ejercido por supuesto en la Unión Soviética, como acabamos de ver, una
138 LA MULTITUD DE CAUSAS 139
LAS LENGUAS Y LA MUERTE
fuerte presión, pero por muy vasto que fuera el país, el fenómeno seguía • El anglonormando y la tenacidad del inglés
siendo regional.
Los lingüistas llaman anglonormando a la forma que tomó en Ingla-
Por el contrarío, adoptar el inglés como lengua de relación no signi-
fica sólo facilitar las relaciones en un medio plurilingüe. Significa inte- terra, tras la conquista de este país, en 1066, por Guillermo, duque de
grarse en un espacio lingüístico al que pertenecen, como hablantes nati- Normandía, el normando, con mezclas de picardo, que hablaban los con-
vos, los ciudadanos de países que se encuentran entre los más poderosos quistadores, y que recibió en el siglo XII, con la llegada de numerosos co-
merciantes, un importante contingente angevino relevado más tarde por
del mundo, en los terrenos económico, político, científico y cultural. Es
probable que estas consideraciones no hayan desempeñado un papel de- aportaciones de la Isla de Francia. La influencia francesa se incrementó
cisivo en el espíritu de los hablantes de tantas lenguas amerindias o aus- un poco más por el hecho de que los usuarios de este dialecto neolatino
tralianas comprometidas en un proceso de extinción, o ya extintas. Estos de Francia occidental reivindicaban el modelo del francés literario en
vías de formación y de unificación alrededor de la corte de Francia, con
hablantes adoptaban «simplemente» la lengua de la sociedad dominante,
presente en sus lugares de trabajo y en sus entornos, y que permitía echar la que algunos estaban en relación permanente. Pero estos usuarios esta-
ban, de hecho, en minoría. Sólo la corte, la aristocracia feudal, los ricos
abajo las barreras que parece levantar la abundancia de lenguas tribales.
Pero la opción del angloamericano no podría ser inocente dadas las cir- comerciantes, los obispos, los curas y otros privilegiados hablaban esta
cunstancias que gobernaban el mundo desde mediados del siglo xix. variante normanda del francés en gestación.
En cuanto a la mayoría de la población, sólo hablaba el inglés (véase
Una lengua de relación que es también, en todas partes, la del poder y el
dinero, no es un medio neutro para comunicar. Hagége, 1996b, págs. 32-36). Sin embargo, absorbió los préstamos masi-
vos que se hicieron, según las épocas, en diversas formas del francés, y
que dan al inglés, a los ojos de un francófono, esta fisonomía tan par-
Las rivalidades de prestigio y sus efectos ticular de lengua germánica latinizada. No se trata, de momento, más que
sobre el destino de las lenguas de la nueva etapa de una latinización que había comenzado desde la cris-
tianización del país en el siglo vi, poco después de la instalación de los ju-
Los hablantes que son requeridos por otra lengua aparentemente bien tos, de los anglos y de los sajones, primeros hablantes, que hicieron re-
troceder hacia el oeste a los celtas autóctonos, de la lengua germánica de
armada para asegurarse una dominación, no siempre ceden ante el intru-
la que nació el inglés. De este modo la aportación considerable de pala-
so. En dos casos al menos, han seguido creyendo en el prestigio de su len-
bras anglonormandas es la consecuencia natural de una hibridación latini-
gua de origen y en los valores culturales que porta, de tal manera que es-
zarte iniciada mucho antes. Entre estos hechos de sobra conocidos, sólo
ta lengua salió indemne de la confrontación. El primer caso es el de los
recordaré la conservación del sentido antiguo de palabras anglonormandas
préstamos masivos saldados por una conciencia nacional aguda. El se-
gundo es el de las élites bilingües. tomadas prestadas que hoy han perdido este sentido en Francia, la altera-
ción del sentido de otras palabras («falsos amigos», véanse las págs. 53-54),
y el mantenimiento en inglés de palabras medievales que el francés moder-
Cuando los préstamos masivos no acarrean la absorción no ha perdido, como to remember «recordar», mischief «daños» o ran-
dom «azar», etc. (véase Hagége, 1994, pág. 36).
Esta forma de independencia en la manera de asimilar una lengua de
Cuando no hay bilinguismo de desigualdad, el préstamo masivo de
vocabulario puede producirse, sin anunciar de ningún modo una desa- conquistadores da la medida y la explicación de la resistencia del inglés.
parición de la lengua prestataria por absorción de la lengua prestamista. La anexión de Normandía por Felipe Augusto en 1204 había aislado a
Inglaterra del continente y contribuido a la aparición de una conciencia
Hay tres casos que merecen ser citados. Uno se sitúa en Inglaterra, otro
en el Oriente musulmán y el último en el Este y el Sudeste asiáticos. nacional inglesa, que ejercerá una presión nacionalista, sobre todo a tra-
vés de la crítica de la política de apertura a los extranjeros bajo el reino
140 LAS LENGUAS Y LA MUERTE LA MULTITUD DE CAUSAS 141
del hijo de Juan sin Tierra, Enrique III. Desde finales del siglo XIII se for- que comerciaban; en cuanto a la islamización de los mamelucos, merce-
ma una burguesía que se afirmará cada vez más en el siglo xiv. Ahora narios turcos al servicio de los abasidas, ésta acabó en la fundación por
bien, esta burguesía anglófona no tiene ninguna actitud de humildad uno de ellos, Alp-Tkin, del primer Imperio turco-musulmán, el de los
frente a la variante de francés de la que se sirven los medios dirigentes. ghaznevidas, en el 962. Según un proceso extendido durante varios si-
Esta lengua extranjera de descendientes de invasores es para ella el sím- glos, el persa y el turco tomaron prestadas miles de palabras del árabe.
bolo de una esclavitud y suscita, pues, en sus filas una impaciencia cre- En el caso del persa, una estrecha simbiosis de cerca de un milenio con el
ciente. Esta burguesía espera imponer el uso del inglés y hacer saber que árabe, lengua de la religión musulmana adoptada, en su versión chiíta,
ya no se debe considerar como idioma de masas poco escolarizadas. por casi todos los iraníes, y lengua de la ciencia y de las relaciones inter-
Así es como en 1362 el canciller del Parlamento de Londres pronun- nacionales con el resto del mundo musulmán, tuvo como efecto una pe-
cia, por primera vez, su discurso en inglés. A finales del siglo xiv, el fran- netración del mismo núcleo duro: el persa, indoeuropeo, poseía, como las
cés perdió su lugar privilegiado en la enseñanza. Los escritores, como demás lenguas de este conjunto genético, los procedimientos usuales de
Chaucer, no escriben más que en inglés. La llegada de Enrique IV en formación de palabras por fijación y composición, pero añadió, al tomar
1399 será la del primer monarca de lengua materna inglesa. De este mo- prestadas familias enteras de palabras árabes, el procedimiento semítico
do, en Inglaterra la aristocracia normanda reencontraba de forma similar de derivaciones múltiples sobre la base de un radical de tres consonantes;
el destino de sus antepasados franceses en el siglo x. Ellos se habían la sintaxis y la fonología del persa estuvieron sometidas, asimismo, a la in-
afrancesado, ella se anglicanizó. Los descendientes de los barones nor- fluencia del árabe.
mandos, lejos de afrancesar definitivamente Inglaterra, se habían hecho Pero evidentemente el vocabulario fue el que se vio más profunda-
finalmente anglófonos al cabo de tres siglos por haber perdido sus bases mente marcado: sin renunciar totalmente a extraer de las existencias léxi-
en Normandía, tras haber concertado con mujeres de la aristocracia lo- cas del avestano por una parte, su antepasado codificado bajo los sasánidas
cal, a falta de mujeres normandas en número suficiente, unos matrimo- en el siglo iv, pero desaparecido desde hace tiempo como lengua hablada,
nios que además tenían la ventaja de dar alguna legitimidad a un poder y por otra parte del pahlavano, medio persa, en uso durante la conquista
obtenido en primer lugar por la invasión violenta y, sobre todo, por cho- árabe, el persa tomó, en el transcurso de los siglos, muchos préstamos
car contra una población apegada a su lengua. del árabe en todos los campos. Sin embargo la alta posición del árabe no
La dominación del francés en Inglaterra está, pues, lejos de haber tuvo poder para hacer perder al persa su privilegio. La revolución de 1906
perjudicado al inglés, y menos aún de haberlo llevado al camino del mar- en favor de un gobierno constitucional fue seguida de un movimiento na-
chitamiento. Las estructuras de la sociedad feudal impidieron a la va- cionalista exaltador de las glorias de la antigua Persia, pero preconizando
riante normanda del francés imponerse más allá de las minorías privile- al mismo tiempo la modernización; uno de los aspectos de esta última fue,
giadas. Desde entonces la clase comerciante autóctona y anglófona que a partir de los años veinte, el debate sobre los méritos comparados de las
surgió del pueblo pudo afirmarse y asimilar los préstamos, a pesar de su palabras árabes y del persa puro, ya que la empresa neológica necesitaba la
enorme número, dando forma al primer rostro del inglés moderno. Co- adaptación a las novedades del mundo occidental: los partidarios de la de-
mo no había ninguna razón, a pesar del prestigio inicial del anglonor- fensa del persa declaraban, sobre todo, que ésta era una lengua de cultura
mando, para ver a su lengua despojada de todo prestigio, los ingleses de urbana, mientras que el árabe estaba adaptado a la vida del desierto antes
la Edad Media digirieron bien el choque del francés. de encontrarse en contacto fecundo con la brillante cultura iraní, y que por
otra parte sus procedimientos de formación de palabras eran menos claros
• El persa y el turco a prueba del árabe que los del persa (véase Jazayery, 1983).
El despertar de la conciencia nacional turca en el momento de las de-
La conquista e islamización de Persia se llevó a cabo bajo el reinado rrotas militares de principios del siglo xx puede explicar también las
del segundo califa, Omar, entre el 634 y el 644, y más tarde tuvo lugar la asombrosas medidas del régimen kemalista. Las clases dirigentes del Im-
islamización progresiva de los turcos por los iraníes musulmanes con los perio otomano, Estado islámico teocrático, estaban sometidas desde ha-
142 LAS LENGUAS Y LA MUERTE LA MULTITUD DE CAUSAS 143
cía muchos siglos a una intensa culturización árabe-persa, que invadía la • La afirmación del japonés, del coreano y del vietnamita
lengua escrita hasta el punto de hacer un idioma culto inaccesible a las frente a la presión del chino, matriz cultural de Asia oriental
masas, y en el que se decía que sólo eran turcas las palabras de unión con
función puramente gramatical. Desde entonces, cuando en 1928 Atatürk Una parte considerable del vocabulario del japonés, del coreano y del
anunció el cambio del alfabeto árabe por el latino se trataba, bajo la apa- vietnamita está constituida por préstamos chinos. Su importancia es tal
rente modificación puramente técnica, de una revolución; pues lo que es- que los componentes léxicos que forman se llaman, respectivamente, si-
cribían las letras árabes era esa lengua del antiguo poder otomano, mien- no-japonés, sino-coreano y sino-vietnamita. Se han añadido en la estela
tras que las letras latinas anotaban la lengua tal y como existía en las del préstamo de los ideogramas de la escritura china, que sólo se aban-
masas (al contrario de lo que había sido su función en la Europa cristia- donaron en Annam en 1651, fecha del primer diccionario escrito según
na, para el latín, antes de la consagración de las lenguas habladas). la notación en alfabeto latino del padre jesuita A. de Rhodes. En Corea
La revolución kemalista fue de inspiración populista y nacionalista. del Norte se prohibieron oficialmente en 1949, y en Corea del Sur, tras
No se contentó con un cambio en la escritura. En adelante, para formar una serie de medidas contradictorias, un decreto de 1974 limitó a 1.800
nuevas palabras, se bebería de los fondos léxicos del turco osmanlí y de el número de «caracteres de base» que se debían aprender en la ense-
otras lenguas turcas, así como de la lengua popular, que desde hacía mu- ñanza secundaria. En cuanto al japonés, desde hace más de 15 siglos se
cho tiempo, en esta tierra del islam, había asimilado muchas palabras ára- sigue escribiendo esencialmente en caracteres chinos, combinados, por
bes y persas, pero mucho menos que el otomano oficial; y en las escuelas, supuesto, con sílabas autóctonas.
donde no había derecho de ciudad, el turco ocupó el sitio del árabe y del La cuestión de la escritura es fundamental. Igual que la eliminación del
persa; en fin, se procedió a la depuración de los elementos árabe-persas alfabeto árabe en Turquía, que era de palabras árabes que se escribían por
cuya necesidad no se impuso. Si consideramos el nivel de impregnación este medio, conducía lógicamente a su cambio por palabras turcas, el aban-
desde una época tan lejana, esta empresa sería inmensa. Y todavía podría dono de caracteres chinos en Annam apuntaba al mismo chino. El annamés
seguir en nuestros días, según dicen... había estado particularmente expuesto a su influencia, ya que Annam, con-
Así que, a pesar de la profundidad y de la duración de la islamiza- quistado por China dos siglos antes de la era cristiana, no fue independien-
ción, ni el persa ni el turco han desaparecido por fusión en el seno del te hasta el siglo x. Incluso después de esa fecha, el país quedó muy impreg-
árabe. ¿A qué puede atribuirse esta preservación, cuando Persia y el Im- nado, sin embargo, por la moral confuciana, que servía al interés de los
perio otomano han encarnado largo tiempo, sobre todo el segundo, el reyes annamitas por su concepción de la sociedad como sistema jerárquico
poder musulmán, si no es al mantenimiento de una conciencia tenaz de en el que cada cual tiene asignado un sitio. El chino permaneció como la
sus culturas, incluso en los turcos, que descienden sin embargo de los nó- lengua de los famosos concursos de reclutamiento de los mandarines fun-
madas? cionarios que no fueron abolidos hasta 1919. Durante la Segunda Guerra
Otras lenguas ligadas por las mismas razones a la islamización de sus Mundial, los japoneses habían sustituido a los franceses, que habían inten-
hablantes, se han visto expuestas a un flujo de palabras árabes, sin desa- tado, en la lógica colonial que entonces era la suya, situar el francés en con-
parecer por ello en esta aventura. Es verdad, sin embargo, que los prés- diciones de suplantar al chino. Pero nada consiguió reducir verdaderamen-
tamos no han sido tan numerosos como en el turco y el persa. Sabemos te la importancia de este último, a pesar de la promoción del vietnamita
que el malayo comporta un estrato árabe que proviene, sobre todo, del como lengua de la enseñanza en 1945, y los préstamos del chino continua-
Hadhramaut, y que el indostaní (para volver a este término que no de- ron abundando, sobre todo en la lengua oficial y periodística en Vietnam
signa ni al hindi sanscritizado, ni al urdu persanizado, sino al fondo de del Sur, y en la fraseología política marxista en el Norte. Sin embargo, una
lengua que les es común) comporta cierta cantidad de términos árabe- conciencia nacional aguda ha permitido siempre a los vietnamitas mantener
persas que ha asimilado bien, y que se siguen empleando muy corriente- confianza en su lengua, y esta última nunca ha perdido su prestigio.
mente en la lengua hablada, a pesar de la importante aportación contem- A partir de la invención del rey Sejong, en 1446, de un alfabeto co-
poránea de palabras inglesas. reano, que sigue estando en uso, se dejaron de escribir en ideogramas las
19.4 LAS LENGUAS Y LA MUERTE LA MULTITUD DE CAUSAS 145
palabras sino-coreanas. Pero era tal su proporción (60 % del vocabula- a. de C. el Rubicón, violando la orden del Senado y la costumbre, habría
rio) y estaban tan sólidamente establecidas (los contactos del antiguo país dicho: alea jacta est! «¡la suerte está echada!», yen los idus de marzo del
de Choson con la cultura china se remontan al primer milenio antes de la 44 a. de C., día de su asesinato, le habrían oído decir a Brutus, que le
era cristiana), que no se intentó su cambio. Algunas son préstamos del si- asestaba las últimas puñaladas: tu quoque, mi fili! «tú también, hijo
no-japonés y entran como palabras sino-coreanas en la estructura de una mío!». En realidad, César no profirió ni una ni otra de las frases históri-
masa de palabras compuestas que no pudo suprimir Kim Il Sung, duran- cas. Y ello por la simple razón de que, de haberlas dicho, lo habría hecho
te mucho tiempo mandatario de Corea del Norte, autor de numerosos en griego, y no en latín. Por lo que concierne a las últimas palabras de
ensayos de coreanización del léxico y despreciador del coreano del Sur, a César, Suetonio escribe expresamente (De vita Caesarum [Vida de los Cé-
sus ojos demasiado japonizado y americanizado. Sea como fuere, ni los sares], «Julio César», pág. 79): «Cuentan que viendo a Marco Bruto pres-
préstamos chinos de no hace mucho ni los préstamos ingleses de hoy han to a apuñalarle, habría dicho en griego: " ¡Tú también, hijo mío! "». Dión
desarraigado al coreano, y el nacionalismo cultural de sus hablantes ilus- Casio corrobora este testimonio («Historia romana», tomo XLIV, 19,
trados ha tenido como efecto el mantenimiento de su prestigio frente a pág. 5). César dijo pues ical ov, TÉKvov ! [kai sú téknon], o sea, palabra
las lenguas «intrusas». por palabra, «¡También tú, hijo!». El tu quoque, fili mi, que se repite en
Lo mismo se puede decir del japonés cuando vemos, en nuestros días, todos los sitios y que no figura en ningún texto antiguo, es una traduc-
un maremoto de palabras anglosajonas suceder al enorme flujo de pala- ción de los gramáticos del Renacimiento, retomada por Lhomond en su
bras chinas. Pero aunque sin duda esté más impregnado todavía del in- De viras íllustribus (véase Dubuisson, 1980).
glés que del coreano, el japonés ha conservado los caracteres chinos a pe- Además esta traducción es inexacta, pues mi (Yú «¡Tú también!» en
sar de algunos intentos abortados de latinizar su escritura. Estos últimos realidad era una forma de maldición, y lo que César quiso expresar fue no
anotan no sólo las palabras que pululan en la terminología culta, y que una constatación dolorosa al ver al hijo de su amante Servilia, que consi-
corresponden a raíces griegas o latinas de palabras técnicas francesas, si- deraba como su propio hijo, abalanzarse sobre él para matarlo con su esti-
no también, simplemente, la mayor parte de las palabras del vocabulario lete, sino más bien un anatema; él dijo a Brutus al morir: «¡Ojalá te ocurra
corriente. En japonés, igual que en persa, turco, vietnamita o coreano, se lo mismo!». En cuanto a las palabras pronunciadas al franquear el Rubi-
continúan fabricando palabras mixtas con ayuda de un término prestado cón, está constatado (véase Dubuisson, ibid.) que fueron también en grie-
que acompaña a un verbo, «hacer», del fondo autóctono. Estos procedi- go: ecvEppíy0co 1(113(n [anerríphthó kúbos], es decir, literalmente «¡Que
mientos son antiguos. Los préstamos no impiden de ninguna manera a (el) dado (= la suerte) haya sido tirado!». La traducción latina que es auto-
los usuarios tener una conciencia clara de su cultura. Su lengua rebusca ridad, y en la que el equivalente español la suerte está echada se emplea
desde hace siglos en las lenguas prestigiosas pero, por la misma razón, no cuando se toma una decisión audaz, todavía es más inexacta que la prece-
pierde de ningún modo su prestigio. El japonés tiene un excelente esta- dente, pues ocvEppt(pOco es, en griego antiguo, un imperativo perfecto pa-
do de salud. sivo; se trata por lo tanto de una orden retroactiva que indica el resultado
de una acción, y convendría adoptar, para la traducción latina de este pro-
verbio griego bien conocido, la corrección de Erasmo jacta alea esto, sin
Cuando el bilingüismo sólo implica a las élites: contar que alea jacta est significa, de hecho, «La suerte está echada», lo que
el griego en Roma, en tiempos de Cicerón resulta raro: el perfecto latino refiriéndose al pasado y no, como el perfec-
to griego, con resultado siempre actual de un acto que se acaba de cumplir.
• Acerca de dos célebres frases de Julio César
• El griego, primera lengua de los patricios romanos
En el bagaje cultural de antiguos alumnos de latín figuran dos frases
célebres que se atribuyen a Julio César en dos momentos decisivos de su ¿Por qué habló César en griego en dos circunstancias en las que su
vida. Cuando, volviendo de la conquista de las Galias, franqueó en el 49 emoción era grande, por un lado cuando llevaba a cabo una opción arries-
14(3 LAS LENGUAS Y LA MUERTE LA MULTITUD DE CAUSAS 147
gada, y por otra cuando sentía la muerte? Precisamente porque el griego • Las ambigüedades del bilingüismo en Roma
era la lengua aprendida desde la infancia, la que surge, pues, cuando el (finales de la República y comienzos del Imperio)
desconcierto llega a su punto culminante, y el control sobre sí mismo a su
nivel más bajo. A finales del siglo 1, el poeta Juvenal en una de sus Sátiras arremetió
Sobre el estatuto del griego en la educación de los niños de familias contra el uso que harían del griego algunas mujeres romanas (de las clases
privilegiadas de Roma, todos los textos son perfectamente claros. Uno de acomodadas) hasta en las dulzuras privadas. Esta penetración, si se puede
los más célebres es el del libro I de las Institutiones Oratoriae, donde llamar así, del griego en la vida íntima de los ricos no deja de tener relación
Quintiliano puede escribir todavía, más de un siglo después de la muer- con la idea, extendida en muchos hombres de letras, de la inferioridad del
te de Cicerón: latín con relación al griego. Lucrecio, al escribir en el siglo I antes de la era
cristiana su De rerum natura [De la naturaleza de las cosas], se queja de la
Prefiero que el niño comience con el griego, porque del latín, al ser patrii sermonis egestas («indigencia de nuestra lengua paterna») para ex-
más utilizado, ya nos impregnaremos de todos los modos [...] . No quisie- poner la doctrina de Epicuro. Cicerón, como muchos otros intelectuales
ra, sin embargo, [...] que el niño sólo hablase o aprendiese durante mucho bilingües, adopta en público una actitud nacionalista y antigriega, recha-
tiempo el griego, lo que sucede con la mayoría. Esta costumbre acarrea zando ratificar la frase de Lucrecio, que aseguraba intrépidamente que el
gran número de faltas de pronunciación, E...] así como incorrecciones de
latín es más rico que el griego, acreditando, antes de Séneca y Quintiliano,
lenguaje.
el latín de fuerza y seriedad en la elocuencia por oposición a la delicadeza
y a la sutilidad del griego, pero su correspondencia recurre, naturalmente,
¿De dónde procedía esta situación? Conocemos la frase de Horacio:
al griego cada vez que no encuentra en latín la formulación adecuada.
Graecia capta ferum victorem cepit [«La sometida Grecia sometió a su
El bilingüismo de las élites, y la fuerte presencia del griego, que afec-
grosero vencedor»]. De hecho, el descubrimiento de la esplendorosa ci-
taba incluso a la vida oficial romana, no dejaban de acarrear reacciones
vilización griega, desde que en el 146 a. de C. Roma había vencido a Gre-
bastante vivas. Un texto célebre de Valerio Máximo, contemporáneo de
cia y había creado una provincia bajo su autoridad, produjo entre las éli-
Tiberio, lamenta el tiempo en que los romanos defendían más su lengua:
tes romanas un sentimiento de inferioridad, muy vivo todavía en la época
de Cicerón. Bastante deprisa, el aprendizaje del griego les pareció que
[...] los magistrados de antes buscaban preservar [...] su propia digni-
era el del refinamiento y de la única cultura verdadera, y su ignorancia dad y la del pueblo romano [-J. Podemos citar [...] su constante preocupa-
como el hecho de un grosero o, en un representante de las clases supe- ción por no acordar nunca respuesta a los griegos más que en latín. Aún
riores, como una anomalía. El gramático Varrón defendió incluso la teo- más, eliminaban la facundia que era su ventaja forzándoles a servirse de un
ría descabellada del origen griego del latín, sin ningún argumento que intérprete, y esto no sólo en Roma, incluso también en Grecia y Asia, a fin
hoy pueda convencernos, ni que le persuadiera sin duda a él mismo pues- de, por supuesto, hacer más respetable y de extender por todos los pueblos
to que se trataba sobre todo de realzar el prestigio del latín (véase Du- el honor de la lengua latina. Estos hombres no carecían sin embargo de cul-
buisson, 1981). La helenización de la aristocracia romana poseía aspec- tura; pero pensaban que el capote griego debía supeditarse a la toga: era una
tos más ocultos. El conocimiento del griego entre las clases dirigentes se indignidad, según ellos, ofrecer a los atractivos y al encanto de las letras el
convirtió en una postura política, en la medida en que la práctica de la peso y la autoridad del poder.
retórica ateniense, al mejorar el arte de la oratoria, les proporcionaba un
arma eficaz de conquista, y de conservación, del poder; desde finales del Sigue un elogio de Mario, cálidamente aprobado por no haber «abru-
siglo II a. de C. incluso fueron tomadas medidas para impedir la forma- mado a la curia con intervenciones en griego», y del que se sabe que,
ción de escuelas de retóricos latinos. aunque conociera muy bien el griego, juzgaba ridículo (al contrario que
su adversario Silla, de origen social más alto) aprender la literatura de un
pueblo que los romanos habían reducido a la esclavitud, puesto que ese
148 LAS LENGUAS Y LA MUERTE LA MULTITUD DE CAUSAS 149
refinamiento no había servido para conceder la libertad a esos que ha- sociedad patricia, ya que la plebe no tenía los medios de estipendiar unos
cían de ella su profesión. preceptores helenófonos. Ahora bien, sólo un verdadero arraigo del grie-
Valerio Máximo, además, se refiere implícitamente a los romanos que go en los medios plebeyos habría podido concederle un estatuto bastan-
defendían el latín contra el griego, sobre todo a Catón, que en el año 191 te poderoso para poder rivalizar con el latín. En otras palabras, una len-
a. de C., al llegar a Atenas en calidad de tribuno militar, había decidido ha- gua intrusa no se implanta sólida y profundamente más que si afecta a
blar en latín a la multitud, ayudándose de un intérprete, mientras que los toda una comunidad, y no únicamente a sus élites. El deslumbrante y am-
patricios como él eran capaces, ya en esa época, de expresarse en griego. plísimo destino del latín en Occidente (véanse las págs. 58-62), mientras
Lo que pide Valerio Máximo son verdaderas medidas de protección con- que hoy el griego es la lengua de un pequeño país de Europa sometido
tra un bilingüismo que a sus ojos concede excesiva importancia al griego. durante casi 400 años al yugo otomano, debía mostrar que el bilingüismo
Que los modelos antiguos que él reclama ya no se sigan un siglo des- de la aristocracia romana en la época clásica no era más que un episodio
pués es lo que muestra, entre otros muchos ejemplos, la decisión tomada sin porvenir. El prestigio del griego no había matado al del latín, aunque
por Cicerón, no sin indignar a sus enemigos, de hablar en griego, en el hubiera acomplejado a los romanos cultos. Y una lengua que guarda in-
año 70 a. de C., en el Senado de Siracusa. El emperador Tiberio había si- tacto su prestigio, a pesar de la rivalidad de otra, aunque sea muy presti-
do educado en griego y lo hablaba perfectamente (lo utilizaba incluso giosa, de ninguna manera está en situación precaria.
cuando escribía poemas), pero rechazaba dirigirse en esta lengua al Sena- Pero a los graves riesgos que conlleva, cuando se produce, la pérdida
do, aunque fuera para decir sólo unas palabras, y mostraba un purismo al- de prestigio, pueden añadirse otras circunstancias, que reducen todavía
tivo frente a los helenismos de los romanos cultos y al aparente exceso de las capacidades de resistencia de una lengua, si factores como los que se
préstamos griegos en latín. Lo mismo sucedió con el emperador Claudio. han estudiado debilitan estas capacidades. Son circunstancias que habrá
Así, en Roma el bilingüismo en los últimos siglos de la República y el que examinar ahora.
primero del Imperio, es, a la vez, general en privado y a menudo conde-
nado en público por los personajes oficiales. Es interesante destacar que
en latín clásico el adjetivo bilinguis es una calificación peyorativa de la ACERCA DE ALGUNAS CIRCUNSTANCIAS «FAVORABLES»
mezcla de lenguas y que, en otro de sus sentidos, se refiere, como si el PARA LA EXTINCIÓN DE LAS LENGUAS
que tiene dos lenguas no pudiera ser más que un bribón, a la duplici-
dad, que recusa la exigencia romana de rectitud, e incluso la maledicen- Entre las circunstancias que participan, sin tener un papel causal di-
cia y la mentira, como su heredero en francés medieval. Baste con recordar recto, en la desaparición de las lenguas, podemos situar el purismo de-
la desconfianza que inspiraba, al lado de la fascinación que ejercía, esta fensivo y la falta de normalización por una parte; por otra, la falta de es-
lengua griega que se aprendía a temprana edad. Si Augusto animó a Vir- critura y finalmente el hecho de tratarse de un grupo minoritario.
gilio y a Tito Livio a escribir sus obras fundadoras, fue sobre todo por-
que quería que la poesía y la historia tuvieran en Roma sus cartas de no-
bleza, a fin de compensar la influencia de las grandes obras griegas. Era El purismo y la falta de normalización
preciso, a sus ojos, que el latín no siguiera dejando al griego solo en su
condición de lengua de relación principal de los países mediterráneos y Las aporías del purismo
de instrumento de una cultura prestigiosa.
• La exaltación del fondo léxico autóctono
• El griego y las masas romanas
Un exceso en la actitud o en la prescripción purista puede acelerar el
No eran necesarias, sin embargo, tantas medidas de protección, tan- proceso de precarización de una lengua enferma. Se observan los efectos
ta frialdad y tantos temores. Pues el griego nunca penetró más allá de la parecidos en casos aparentemente contradictorios. Unos rechazan prés-
1-fu LAS LENGUAS Y LA MUERTE
LA MULTITUD DE CAUSAS 151
tamos a favor de palabras del fondo local que desde hace muchísimo eran también los que afirmaban que un náhuatl contaminado hasta ese
tiempo nadie emplea; así, en las lenguas célticas en estado precario, co- punto produce una impresión de vergüenza, ¡y no merece ser preserva-
mo el irlandés, algunos hablantes mayores utilizan términos autóctonos
do más tiempo!
totalmente arcaicos y desconocidos por los interlocutores, donde unas La generalización de estas actitudes está encaminada a acelerar la de-
palabras de origen inglés integradas desde antiguo son las únicas que uti- saparición de la lengua ancestral, mientras que, en las comunidades azte-
lizan los que aún practican esta lengua. Los demás aplican esta actitud a cas donde el náhuatl goza de buena salud, los hablantes han asimilado los
la gramática, aferrándose con recelosa obstinación a unas formas o cons-
préstamos españoles y no se reprochan el utilizarlos cuando es necesario.
trucciones anticuadas. Éste es el caso, sobre todo, de los puristas que de-
fienden una norma arcaica del náhuatl, en las zonas de México en que es-
ta lengua se ve amenazada por el enfrentamiento con el español. Hemos
El desorden de los códigos no normalizados
dicho en el capítulo 6 que éste es uno de los signos de la obsolescencia de
las lenguas. Esos garantes del buen uso, que, por la insistencia artificial Aquí se observa una asombrosa contradicción. Los mismos que pre-
sobre una norma exigente, buscan convencerse de su propia competen- fieren renunciar a una lengua en la que les sería preciso introducir de-
cia sin querer admitir que ésta se debilita, son a veces vilipendiados por masiados préstamos, no se preocupan de hacer lo que permitiría, preci-
los que estiman que el purismo es enemigo de la lengua.
samente, reducir el número de estos últimos. Esta empresa de la que
desconocen la necesidad es la que ha contribuido a modelar el vocabula-
• El rechazo del préstamo y su efecto perverso: el abandono
rio de muchas lenguas, como el francés o, por citar ejemplos más exóticos,
el húngaro, el finés, el turco, el estonio y muchas otras (véanse Fodor y
Hay otra forma de purismo que ejerce una acción perniciosa. Es la ac- Hagége, 1983-1994). Se trata de la normalización, o acción consciente
titud de los hablantes que rechazan tomar prestadas palabras extranjeras que expertos, garantes, solicitados o no, de la autoridad pública, verifi-
para referir realidades del mundo y de la técnica modernas, bajo pretexto can en el vocabulario de una lengua conocimientos y costumbres, para
de que tales préstamos desnaturalizan la lengua. No se puede pedir a los adaptarlos a la evolución de las técnicas. El ajuste de las lenguas en di-
hablantes que sean lingüistas profesionales, evidentemente. Pero este re- versas épocas de su historia ha sido a menudo un factor eficaz de su
chazo sistemático de un fenómeno como el préstamo, natural y bastante adaptación a los cambios, como lo demuestra claramente, entre otros, el
poco perjudicial cuando aparece contenido en ciertos límites, denota una estudio de las que acabo de mencionar. En el campo del vocabulario, a
ignorancia de cuanto rodea a la vida de las lenguas. Esta ignorancia se ha- menudo los reformadores han preferido soluciones nacionales (palabras
ce deletérea cuando produce el efecto notado en otras comunidades derivadas del fondo antiguo, y por lo tanto en principio motivadas) que
náhuatl: a falta de disponer de los términos necesarios, porque la lengua las soluciones internacionales (préstamos directos y por lo tanto opacos,
no los ha creado, ahora los puristas juzgando que el préstamo de los tér-
incluso bajo un revestimiento local).
minos españoles no es admisible en un discurso en náhuatl, ¡renuncian Dicho esto, cuando la falta de normalización ha erosionado las fuer-
pura y simplemente a hablar en su lengua y se pasan al español! zas de una lengua, puede ocurrir que sea demasiado tarde para interve-
nir. El ejemplo de las lenguas célticas lo demuestra. El gobierno irlandés
• Las circularidades de la reivindicación purista
ha promovido a partir de 1958 una forma escrita, fundada en ciertas va-
riantes modernas, y se ha esforzado por darle una autoridad real organi-
A veces se observa una extraña círcularidad. Los hablantes empiezan zando su enseñanza en todos los niveles del sistema educativo y utilizán-
por multiplicar los préstamos de la lengua de prestigio y tras ello decla- dola en la administración y en los documentos oficiales cada vez que se
ran ¡que la lengua en la que ellos mismos han provocado la implosión es aconseja una versión irlandesa junto a la versión en inglés. Pero no pare-
impura! Según un testimonio recogido hace 23 años (Hill y Hill, 1977), ce que tal empresa haya ralentizado el declive que padece el irlandés des-
los hablantes con un porcentaje más elevado de préstamos del español de hace más de un siglo y medio frente a la competencia del inglés. Pues
LA MULTITUD DE CAUSAS 153
LAS LENGUAS Y LA MUERTE
tidad. Los thais son una ilustración de este tipo de comunidad. Su orgu- 1991, pág. 259). Sin embargo, la conciencia étnica no se disuelve en estas
llo nacional se ha forjado en quinientos años de unidad fundada en la do- uniones, por lo muy arraigada que está.
minación previa de grupos importantes, como los mons y los jemeres. Así pues, incluso cuando las circunstancias son contrarias, la volun-
Los thais (al menos los de Siam) no fueron nunca colonizados, ni por un tad de vivir y la pasión de la identidad pueden salvar a una lengua de la
pueblo asiático, ni por un país europeo. El sistema monárquico y el bu- aniquilación.
dismo theravada son, junto a la conciencia nacional, los pilares de la
identidad thai (véase Bradley, 1989). Resulta que a pesar del reconocimien-
to del que se benefician oficialmente, las minorías no thais, descendien-
tes de poblaciones antaño conquistadas o que quedaron periféricas, son
vistas en Tailandia con hostilidad por su estatus de grupúsculos aislados.
Para escapar a su aislamiento, algunos intentan asimilarse por el matri-
monio. Es el caso de los ugong. La consecuencia es la amenaza de extin-
ción sobre su lengua.
El balance
DEFINICIONES Y CRITERIOS
güistas oscilaban entre 4.500 y 6.000 lenguas. Podemos considerar como Constatamos igualmente una correlación entre el número de lenguas
cifra razonable la de 5.000, y tomarla como base sobre la que serán eva- amenazadas y el número global de lenguas, como si este último produje-
luadas las pérdidas actuales en lenguas. Añadamos que el número de len- ra, a partir de cierto umbral, unas relaciones de lucha por la vida, de las
guas habladas en el mundo conoció probablemente su cima a principios que ciertas lenguas salen victoriosas y otras vencidas.
del siglo xvI, y comenzó a declinar hacia esta época, sobre todo en la es-
tela de la expansión y de la dominación europeas, y de las brutalidades
que las acompañaron, ya se trate de la conquista de América del Sur por Relación entre número de lenguas y subdesarrollo
los españoles, del reclutamiento de mano de obra servil en los pueblos de
África o de otras violencias de dimensiones comparables. En Norteamé- La mayoría de los 170 Estados que podemos considerar soberanos
rica y Australia, estas violencias comenzaron un poco más tarde pero se (no dependientes —políticamente— de ningún otro y que constituyen
han extendido hasta finales del siglo xix y han producido resultados del una entidad de derecho a la que se ha acordado reconocimiento interna-
mismo triste final en las lenguas inmoladas. cional) tienen como lengua oficial, única o no, una de las siguientes, que
se encuentran también, por número de hablantes, entre las más habladas
del mundo: inglés, francés, español, árabe y portugués. En otras pala-
Relaciones entre el estado de la lengua amenazada bras, las lenguas más extendidas son también las que pertenecen a las en-
y diversos parámetros tidades políticas más estructuradas.
Según una evaluación un poco antigua (véase Fishman, 1968), pero
Lenguas en peligro y lenguas amenazadas que hoy bien se podría revisar al alza, se observa que en los Estados lin-
güísticamente homogéneos, la renta nacional bruta por habitante tendía, a
Denominaremos «lenguas en peligro» a aquellas en las que nume- mediados de los años sesenta, a una media de al menos 300 dólares, mien-
rosos signos induzcan a pensar que les amenaza una extinción inme- tras que en los Estados lingüísticamente heterogéneos este índice barajaba
diata. Denominaremos «lenguas amenazadas» a aquellas que, en un fu- cifras que iban de un nivel bajo a un nivel muy bajo que son características,
turo próximo, coincidiendo como mucho con la duración de la vida todavía más en el momento presente, de Estados subdesarrollados. Los ni-
humana, estén en peligro. No es fácil mantener siempre rigurosamente veles variables de prosperidad económica imponen los niveles variables de
esta distinción, por la variedad de las situaciones y la rapidez de los prestigio, así como, por la vía de la consecuencia, los movimientos de emi-
cambios, que precipitan aún más el ritmo actual de los acontecimien- gración e inmigración, y como he apuntado, dicha situación no deja sin
tos. Pero la podemos conservar al menos como marco global para cla- efectos al mantenimiento o la desaparición de lenguas de etnias pobres.
rificar su estudio. Aquí hablaremos de lenguas amenazadas como una Así pues, el número de lenguas de un país y el nivel de vida de sus ha-
categoría general que incluye el caso más radical de las lenguas en pe- bitantes tienden a ser inversamente proporcionales. Dicha observación
ligro. no resulta insustancial. Una larga controversia ha enfrentado en Papúa-
Nueva Guinea, precisamente el país más rico del mundo en lenguas, a
partidarios y adversarios de la diversidad lingüística (véase Dixon, 1991,
Relación entre lenguas amenazadas y subdesarrollo, pág. 247). Los primeros han hecho valer que esta diversidad era sana, ya
y entre lenguas amenazadas y número de lenguas que enriquece el número de perspectivas que podemos tener del mundo
y ayuda a resolver los problemas individuales, sociales y técnicos. Los se-
En la base de cifras establecidas en 1990 (véase Krauss, 1992), cons- gundos arguyen la ineficacia que se deduce de esta abundancia y su poder
tatamos que las mayores concentraciones de lenguas amenazadas se en- nefasto de división y establecen una correlación directa entre subdesa-
cuentran en las regiones del globo en que dominan unas condiciones de rrollo y diversidad lingüística. El gobierno ha decidido que en el parvu-
subdesarrollo. lario la educación se haga sobre la base de las lenguas vernáculas. La de-
Y LA MUERTE EL BALANCE 161
cisión es afortunada, pero imaginamos la cantidad considerable de mate- constatamos que la que muestra más vitalidad es el navajo, y también la que
riales que implica y, en consecuencia, el número de trabajos todavía ne- más hablantes tiene, alrededor de 140.000, aunque esté lejos de ser cierto
cesarios que eso representa sobre lenguas papúes que en un importante que todos hablan la lengua, o al menos que la hablen como es normal en los
número no están todavía ni siquiera descritas. hablantes nativos. Pero además, el mismo navajo está en situación netamen-
te más precaria que el náhuatl, y justamente no podemos dejar de correla-
cionar este hecho con otro, de orden igualmente numérico: el náhuatl, que
Relación entre salud de lenguas y número de hablantes no muestra siempre los mismos signos de salud en México, como se ha vis-
to, y que conserva, sin embargo, en el presente, 1.400.000 hablantes.
Sobre la cifra de alrededor de 5.000 lenguas que he establecido como La correlación va todavía más allá. El quechua, el aymara y el guaraní
evaluación más probable en el mundo contemporáneo, 600, es decir, po- están en mejor situación que el náhuatl, y precisamente, los tres los habla
co menos de una octava parte, las hablan más de 100.000 personas. En un número mayor de usuarios que el último. El guaraní, en particular, que
el extremo opuesto, 500 las hablan menos de 100 personas. Además, el por el momento tiene buena salud, es conocido por las tres cuartas partes
90 % de las lenguas del planeta las utilizan alrededor de un 5 % de la po- de la población del actual Paraguay (tres millones de habitantes), es decir
blación mundial. Esto sólo está débilmente compensado por casos como 2.250.000 personas; está igualmente presente, en efectivos más pequeños de
los del hinuj y el bayso (véanse las págs. 154-155). Examinemos ahora hablantes, en el sur de Brasil y en el nordeste de Argentina.
dos correlaciones, que poseen un valor general. En Chile, hay que mencionar además al araucano o mapodungun,
lengua de los mapuches, cuyo número de hablantes varía considerable-
• Correlación entre débil volumen demográfico y mala salud lingüística mente según las fuentes y estimaciones, es decir, entre 150.000 y un millón;
el mapuche, sólidamente implantado en este país, es defendido además
El escaso número de hablantes puede ser considerado, sobre todo cuan- con energía por sus hablantes que, sin embargo, están lejos de hablarlo to-
do no deja de decrecer, como uno de los signos frecuentes, aunque no uni- dos (Clairis, 1991, propone una evaluación optimista en 400.000). No se
versales, del declive de una lengua y de las amenazas que pesan sobre ella. puede negar pues, razonando por lógica, que el débil volumen demográ-
En él hay causas, que han sido examinadas en el capítulo 7. El número de fico de una comunidad no sea una de las caras del proceso general de
hablantes no siempre es fácil de evaluar, pues en muchas etnias cuya cultu- precariedad de su lengua.
ra está en peligro de extinción, los miembros del grupo que se reivindican Sin embargo, cuando hay defecto de transmisión, un número relati-
como tales no son todos necesariamente hablantes de la lengua autóctona: vamente importante de hablantes, a pesar de la apariencia tranquilizado-
así por ejemplo, en 1989 se contaban alrededor de 2.500 itelmenos en Ru- ra que puede producir, no tiene poder de compensación. Este caso es
sia, entre los que 1.400 vivían en Kamtchatka, su territorio tradicional (don- muy frecuente. Un ejemplo mexicano es el del forépecha (o tarascano),
de tienen como vecinos a los hablantes, igualmente escasos y dispersos, de hablado en el Estado de Michoacán por unos 90.000 habitantes, pero no
otras lenguas del mismo grupo, a los que los investigadores rusos llaman transmitido a los hijos, al menos en la región del lago de Patzcuaro, por
«paleoasiático» o «paleosíberiano»: guilakí, ketita, yucaguiro y chucoto, oposición a la montaña, más conservadora como casi siempre, y donde se
idiomas también en peligro); pero más del 80 % de los itelmenos señalaban encuentran niños unilingües (véase Chamoreau, 1999). Hay que consi-
al ruso como lengua materna, y el itelmeno ya sólo lo hablan, hoy día, 200 o derar al forépecha como una lengua amenazada.
300 personas, que son todas bilingües (itelmeno + ruso).
Independientemente de esta frecuente falta de rigor entre la cifra de una • Correlación entre número de lenguas amenazadas
etnia y la de los hablantes reales, el hecho importante es la correlación entre y número de comunidades restringidas
el pequeño número de usuarios y la mala salud de su lengua. En Norteamé-
rica, si hacemos una vasta comparación de todas las lenguas de esta parte del Esta correlación, para una región dada, refuerza la que acaba de ser
continente (Canadá por una parte y por otra Estados Unidos con Alaska), establecida entre importancia demográfica y salud de la lengua. Es inte-
EL BALANCE 163
resante señalar, en este sentido, que ciertos grupos, que se sienten ame-
donesia 670; vienen después Nigeria (410) y la India (380); le siguen Ca-
nazados por el hecho mismo de su debilidad demográfica, resuelven es-
merún (270), México (240), República del Congo (210), Australia (200) y
pontáneamente este problema buscando la fusión en un conjunto más
Brasil (200). Los otros 13 países poseen de 100 a 160 lenguas cada uno.
importante. Las consecuencias pueden ser benéficas para las lenguas.
Son, en número decreciente, Filipinas, Rusia, Estados Unidos, Malaisia,
Así, en Guayana (ex Guayana Británica), los mapidian, que pertenecen a
China, Sudán, Tanzania, Etiopía, Chad, Vanuatu (ant. Nuevas Hébridas),
la familia de los arawak, y los taruma, diezmados por diversas catástrofes,
República Centroafricana, Birmania y Nepal.
se situaron bajo la protección de los waiwai, tribu caribe más numerosa.
Muchas de las muy numerosas lenguas de la mayoría de estos países
En este nuevo marco, están en posición de preservar su lengua durante
varias generaciones. están amenazadas, e incluso, en muchos casos, en peligro, según las defi-
niciones dadas anteriormente. En efecto, todas estas lenguas, o casi to-
• Utilización del número de hablantes das, presentan características estudiadas en el capítulo anterior como
como elemento diferenciador causas de extinción. Las cifras que acabamos de dar son, evidentemente,
optimistas. Se incluyen en el cálculo las lenguas que rechazamos consi-
derar como totalmente muertas, por el hecho de que las últimas investi-
Las estadísticas de las que se dispone informan sobre el número de
gaciones llevadas a cabo sobre el terreno mencionan a uno o varios an-
hablantes considerado como una señal, en general fiable, de salud de una
cianos capaces todavía de hablar una. Pero es muy probable que, desde
lengua, o, por el contrario, de amenaza sobre su supervivencia. Algunos
1992, muchos de estos últimos hablantes hayan desaparecido llevándose
sistematizan el valor de esta señal, por el cálculo del índice de vitalidad
con ellos la aptitud de proferir palabras de dichas lenguas. Por añadidu-
de una lengua, obtenido dividiendo el número de niños que hablan esta
ra, la ausencia de niños hablantes en estos casos debería, si se aplicasen
lengua por el de los niños que hablan la lengua dominante del país (mé-
estrictamente los criterios adoptados, hacer eliminar estas lenguas.
todo utilizado a propósito de México por T. Smith Stark, 1995). Estos
cálculos se pueden considerar un poco rígidos con relación a una reali-
dad muy flexible. Pero el valor del índice del número de hablantes es se-
Caso concreto de países con lengua dominante única
guro cuando se trata de niños. Por eso, en lo que sigue, las cifras concer-
nientes a este punto, cuando existan, serán utilizadas como indicadores
Rusia, China, Brasil, Estados Unidos, Australia y México figuran en
de la etapa relativa a su destino a la cual parece haber llegado una lengua
la lista precedente, pero sabemos que todos estos países poseen una len-
dada. Conviene examinar ahora los elementos de un posible balance.
gua oficial muy promocionada por los medios de que dispone el poder
político y que, en consecuencia, las lenguas que están amenazadas son las
de las numerosas minorías, que no se benefician, por supuesto, de nin-
DATOS NUMÉRICOS SOBRE LA EXTINCIÓN
guna promoción que compense de alguna manera el abandono volunta-
DE LAS LENGUAS EN DIVERSAS PARTES DEL MUNDO
rio por los mismos usuarios. Todos los demás países, es decir, 16 de los
Datos generales 22 mencionados, poseen también una, o más de una, lengua oficial, pero
ya sea ésta tomada prestada del antiguo colonizador o de la comunidad
económica y políticamente dominante, un hecho es claro: en ningún ca-
Lenguas de países plurilingües
so se trata de la lengua vernácula de una etnia cuyo número sea superior
al de todas las otras etnias juntas. Sin embargo, la promoción, en esos 16
Un grupo de 22 países destaca con particular nitidez por el número
países y en muchos otros, de la lengua hablada por el grupo al que perte-
considerable de lenguas que se hablan, o que todavía se hablaban a princi-
nece el equipo en el poder es igual de temible para las lenguas de las mi-
pios de los años noventa (véase Krauss, 1992). Entre estos 22 países, 9 po-
norías, en particular cuando la lengua oficial ni es extranjera ni está re-
seen cada uno más de 200 lenguas: Papúa-Nueva Guinea tiene 850 e In-
cusada por los demás grupos.
101 LAS LENGUAS Y LA MUERTE EL BALANCE 165
Así pues, las lenguas en peligro padecen no sólo la presión de lenguas das todas las familias de las lenguas africanas más importantes en núme-
en perfecto estado de salud y cuya difusión internacional, ya de por sí ro. También es un país en el que, en todos los sitios, se están muriendo
vasta, va todavía en aumento, sino que sufren también la de las lenguas las lenguas de pequeñas etnias. Carecemos de datos absolutamente fia-
localmente poderosas y además promocionadas por numerosos medios. bles de cada situación en particular, o de elementos bastante precisos pa-
Los resultados de esta situación los ofrecemos a continuación. ra saber si una lengua dada ha desaparecido por completo o, en el caso
de que aún exista, qué tiempo de vida es posible asignarle. Pero un hecho
es claro: el swahili es la dominante. Cierto que el bilingüismo generaliza-
Datos particulares: extinción de lenguas in situ do que caracteriza a este país no es perfecto, y que los usuarios nativos de
otras lenguas no siempre tienen un absoluto dominio del swahili. Pero se
No se trata evidentemente de ofrecer aquí un catálogo de lenguas que entiende en todas partes. Podemos considerar que ha sustituido, entre
acaban de extinguirse, o que están en peligro de extinción a corto plazo. las clases favorecidas que antes recibían una educación occidental, al in-
Sólo serán mencionados los fenómenos más característicos, de los que se glés de los tiempos coloniales, lo que no debe quitarnos el sueño. Pero
puede extraer una enseñanza general. además, ejerce una presión sobre las otras lenguas, que son muy nume-
rosas. Uno de los políticos tanzanos más célebres, el antiguo presidente
J. Nyerere, declaraba en 1984 que la expansión del swahili era un fenó-
¿Todas las lenguas extinguidas lo están realmente? meno natural en Tanzania. El peso del swahili es tanto más temible
cuanto que a su prestigio como gran lengua africana convertida en ofi-
En numerosos casos, la situación parece muy clara: los detentadores cial, hay que añadir el hecho de que goza de cierta popularidad por su
de la lengua están muertos sin haberla transmitido jamás, y se vaya donde utilidad como idioma de relación, incluso en las pequeñas comunidades
se vaya, en su entorno o fuera de su comunidad, ya no se habla en ningún bilingües en las que, sin embargo, pone a las lenguas directamente en
lugar. Pero incluso entonces, nadie sabe cómo se habla en la intimidad del peligro.
hogar. Con mayor motivo, para las lenguas totalmente moribundas, pero Por esta situación, podemos considerar que sólo cuatro o cinco len-
que no se sabe a ciencia cierta si están verdaderamente muertas, no guas gozan de algún prestigio regional: el sucuma, el ñamwezi, el ma-
hay que precipitarse en decretar su inhumación. El cholón, lengua del condé, el shambala y sobre todo el masai, del que ya comentamos ante-
grupo quechua del valle de Huallaga, en las pendientes orientales de los riormente el fuerte y peligroso poder de absorción que ha ejercido o
Andes peruanos, estaba dado por muerto cuando se descubrió, todavía vi- ejerce todavía sobre algunos idiomas de pequeñas etnias. Existen igual-
vo, en algunas familias (véase Cerrón-Palomino, 1987). Por eso los datos mente en Tanzania lenguas que sólo tienen «prestigio» a escala local. To-
que siguen deben considerarse con los matices que impone la compleji- das las demás carecen de renombre. Como se podía esperar, las lenguas
dad de las situaciones. étnicas a las que los usuarios permanecen apegados al ser bilingües es-
tán más amenazadas que aquellas cuyos hablantes son unilingües. Ade-
más no existe, para los idiomas de pequeñas etnias, ningún apoyo ofi-
África cial para una política escolar o para la alfabetización. Y sin embargo en
ese país se observa una conciencia regional creciente y no se excluye que
Al menos 200 lenguas están muriendo en África o han desaparecido esto tenga como efecto que se retrase en alguna medida y durante un
ya en el momento de escribir estas líneas (julio de 2000). Algunas fami- tiempo el inquietante proceso de desaparición de lenguas, que ya está
lias están particularmente amenazadas, como las que los lingüistas llaman muy avanzado.
khoisan, que se hablan en Sudáfrica.
Tanzania puede constituir una verdadera ilustración resumida del fe-
nómeno. En efecto, es el único país africano en el que están representa-
EL BALANCE 167
166 LAS LENGUAS Y LA MUERTE
• Norteamérica Podría ser que muchas de las lenguas que pertenecieran a los tres grupos
del norte, del centro y del sur, se hayan extinguido en el presente.
Las evaluaciones varían de un autor a otro, y las informaciones de
que se dispone presentan muchas lagunas. Hace 40 años (véase Chafe,
1962), sólo había, en Estados Unidos (con Alaska) y Canadá reunidos, Sudeste asiático: lenguas tibetano-birmanas, austro-asiáticas/mon-jemer,
213 lenguas, en lugar de las 600 o 700 que existían a principios del si- thai, miao-yao y austronesias continentales. Japón
glo XVI. Respecto a esas 213, sólo había 89 cuyos hablantes tuvieran to-
das las edades, desde la infancia a la vejez. Desde 1962, al menos se han De este vasto conjunto, retendremos sólo algunos puntos importan-
extinguido 50 lenguas, que sólo hablaban de 1 a 10 personas mayores: se tes ligados al peligro de extinción. Este peligro amenaza a las lenguas
conoce, sobre todo, el nombre de la última hablante del cupeño, que mu- muón, palaungo, jamú y bahnar de Vietnam y de Laos, muy importantes
rió en 1987, a los 94 años de edad, en Pala (California). Otras 35 lenguas, desde el punto de vista comparativo e histórico, en la medida en que pro-
que sólo eran practicadas por entre 10 y 100 hablantes, están sin duda porcionan la prueba del origen austro-asiático del vietnamita a pesar de
moribundas y podemos considerar próxima su muerte. la gran influencia del chino que ha sufrido y de su carácter monosilábico
y tonal, que disimula este origen (véase Matisoff, 1991). Otras lenguas
austro-asiáticas, pertenecientes al grupo mon-jemer, las del subgrupo
Siberia pear, están en vías de extinción o ya extinguidas en Tailandia. El ainú, al
norte de Japón, está moribundo.
Hay numerosas lenguas de pequeños grupos nómadas o sedentarios
dispersos a través de las extensiones de la Siberia central y meridional que
están al borde de la extinción. Así sucede con el yugh (región de Krasno- Indonesia
yarsk) y el kerek (región del estrecho de Bering). En situación más o me-
nos peligrosa se encuentran el oroko (Sajalín), el ulchi y el orocho (región Las informaciones de que disponemos sobre este país, que se catalo-
de Jabarovsk). Está muy amenazado el alutor (nordeste de Kamtchatka), ga, como se ha dicho, entre los más ricos en lenguas del planeta, con-
así como otras lenguas que pertenecen también a las familias siberiana, tienen muchas lagunas. Más de 15 lenguas se han extinguido durante el
turca y tungús, algunas ya mencionadas anteriormente. Un caso revelador siglo xx. De las 670 lenguas de Indonesia, 52 tienen menos de 200 ha-
es el del evenquí, la más importante lengua tungús, una rama de la familia blantes, 121 tienen de 200 a 1.000 y 200 cuentan entre 1.000 y 10.000.
altaica genéticamente ligada a las ramas turca y mongol. Los evenquíes
eran alrededor de 30.000 en 1989; de esas personas trilingües, que tam-
bién hablaban en yacuto y sobre todo el ruso, sólo el 30 % consideraban Papúa-Nueva Guinea
al evenquí como su primera lengua. La situación es peor todavía para el
udihé, también tungús y estrechamente emparentado con el evenquí: sólo La tierra más rica del globo en lenguas es también la que presenta los
el 4 % de la población posee una competencia real en esta lengua. riesgos de extinción más elevados. Encontramos 130 lenguas habladas
por menos de 200 personas; 290 lo son por menos de 1.000, y entre las que
los son por más de 1.000, muchas no son conocidas más que por los adul-
Lenguas andaman tos. La presión del tok pisin y del hiri motu, las dos lenguas pidgin ha-
bladas en las ciudades, en particular en Port Moresby, la capital, casi pu-
Las lenguas de las islas Andaman, archipiélago situado entre el sud- do vencer al coyarí, que se hablaba en una región próxima, y podría
oeste de Birmania y el noroeste de Sumatra, no se vinculan con certeza a también acabar con el yimas, hablado en el bajo valle del Sepik, aunque
ninguna familia conocida. El número de indígenas era de 460 en 1931. las mujeres sigan apegadas a su uso.
EL BALANCE 171
170 LAS LENGUAS Y LA MUERTE
Filipinas y Taiwan
Sobre la suerte de las francofonías de Terranova y Ontario
En Filipinas, ciertas lenguas de la familia indonesia, como el tagalo,
Hay dos ejemplos sorprendentes que conciernen al francés, en dos
lengua oficial con el inglés, o como el cebuano y el ilocano, las hablan
lugares cuya potencia de absorción es elevada y que están evidentemen-
varios millones de personas, y no están en peligro. Sin embargo, 6 len-
te situados en la Norteamérica de mayoría anglófona. Uno se encuentra
guas de esta familia tienen menos de 200 hablantes y es probable que 3
en la península de Port-au-Port en la provincia canadiense de Terrano-
de estas últimas estén hoy extinguidas. Las lenguas indígenas de Tai-
va, donde los acadienses se instalaron entre mediados del siglo xix y los
wan, pertenecientes a la familia austronesia, eran al menos unas 30 en
primeros años del xx. En esa época, la población francófona era de
el momento de la llegada de los colonos holandeses en 1622. Pero fue-
2.000 almas, mientras que ahora apenas tiene 1.000, sobre todo en los
ron sometidas dos veces a la dominación del chino: por una parte, en
pueblos de Cabo Saint-Georges y La Grand'Terre; los otros dos, L'An-
1661, unos oponentes chinos a la dinastía manchú de los Qing, que se
se-á-canards y Stephenville no tenían, en 1980, más que subusuarios de
había instalado en Pequín 17 años antes, fueron a Taiwan, echaron a los
más de 50 años. El futuro del francés de Terranova, lengua de una ín-
holandeses, y emprendieron la sinización de la población; por otra par-
fima minoría rodeada de anglófonos a los que las nuevas generaciones
te, en 1949, según el mismo esquema, el gobierno nacionalista de
sólo sueñan con imitar, parece muy sombrío, a menos que surja un pro-
Chiang Kai-shek, expulsado de la China continental, se instaló en Tai-
digio. El segundo lugar de francofonía en peligro es la ciudad de We-
wan. El resultado es que no quedan más que 10 lenguas autóctonas, y la
lland, en Ontario, próxima a las cataratas del Niágara. Allí fueron a ins-
situación de las que hablan menos de 2.000 personas es bastante pre-
caria. talarse después de la Primera Guerra Mundial, atraídos por el desarrollo
de las industrias del hierro, del acero, del caucho y de los textiles, unas
40 familias francocanadienses de Quebec, que constituían, en el censo
de 1981, un 15,5 % de los 45.000 habitantes de la ciudad. Sin embargo,
el peso de la mayoría anglófona y su presencia en todos los lugares de
trabajo, el constante aumento de los matrimonios mixtos, así como la
172 LAS LENGUAS Y LA MUERTE EL BALANCE 173
enorme presión de los medios de comunicación, traen como efecto un Lenguas de insulares, lenguas regionales y lenguas judías
desinterés de los más jóvenes con relación con el francés, a pesar de las
numerosas medidas que lo apoyan. Hay que considerar como casos aparte los de las comunidades que,
Sólo Quebec es hoy capaz, en Norteamérica, de defender eficazmen- durante mucho tiempo, no se han organizado en Estados, o siguen sin ha-
te, por ley, una lengua francesa que habla un grupo aislado de 6.000.000 cerlo, pero además unas (lenguas de pequeñas islas costeras) han vivido
de personas, sumergido en un océano de casi 250.000.000 de anglófonos. en un largo aislamiento y otras (lenguas regionales y lenguas judías) han
Y a pesar de lo que digan algunos anglófonos deseosos de defender la li- sido víctimas, a través de los siglos, de discriminaciones o de persecucio-
bertad de lengua, la situación es la misma que evoca la célebre frase atri- nes permanentes, bien en el seno de Estados constituidos, bien a través de
buida a Lacordaire: «Entre el fuerte y el débil, está la libertad que opri- sus migraciones y transhumancias. Las lenguas de estas comunidades no
me y la ley que libera». están amenazadas por igual. Pero algunas de ellas están moribundas o
muertas.
cuencia se produce el éxodo de insulares que parten al continente en bus- La situación es muy precaria, y por la misma razón (véase Séphiha,
ca de empleo ya que su isla está amenazada, además de que la bahía se es- 1977) en lo que concierne al judeoespañol (= judezmo). El judeoárabe
tá hundiendo y de que, tras cien años, el terreno casi es inhabitable. En la
magrebí, bajo sus tres variantes, tunecina, argelina y marroquí, no ha si-
isla de Ocracoke, el turismo ha sustituido a la economía tradicional, fun- do transmitido por sus últimos hablantes, y por las mismas razones que
dada también sobre las actividades de la pesca. La instalación de un nú- las otras lenguas judías: la partida a Israel, Francia o Estados Unidos im-
mero creciente de habitantes del continente que construyen en Ocracoke
plicaba la adopción de las lenguas de estos países en la vida diaria, tras
segundas residencias y los matrimonios con los insulares acarrean la pérdi-
romperse las condiciones naturales del mantenimiento de las lenguas ju-
da de las particularidades del dialecto y su fusión con el inglés continental
días con la desaparición de los marcos tradicionales de su vida. Los ha-
de Maryland, mientras que el dialecto de la isla Smith, al desaparecer sólo blantes que no salían eran personas mayores, por ejemplo algunos usuarios
por falta de hablantes y no bajo el empuje del contacto con otra lengua, del judeoespañol de los Balcanes o de Turquía. Así, todas esas lenguas es-
conserva todos sus rasgos y no se altera. Vemos pues que no sólo hay ha-
tán hoy en día moribundas.
blas que mueren entre las diversas formas de una lengua sana, como aquí
el angloamericano, sino que, además, las causas del fenómeno son diversas.
Lo QUE SE PIERDE CUANDO LAS LENGUAS MUEREN
Lenguas regionales
Después de esta travesía rápida pero edificante por los territorios de
extinción, podría decirse que el destino de todas estas lenguas que desa-
La conciencia política de los vascos españoles no es ajena al manteni- parecen es el de muchas otras manifestaciones de culturas humanas, y que
miento del vasco en Francia, y lo mismo sucede con el alsaciano por la
no hay lugar para cansarse con lamentaciones. Puede ser útil, sin embar-
vecindad de Alemania o con el catalán hablado en Cataluña. El corso es-
go, preguntarse qué significa esto en cuanto al patrimonio de los hom-
tá asistido por el tradicional aislamiento insular, y sobre todo por el sen-
bres, y qué se pierde cuando las lenguas mueren. Las lenguas, sin agotar
timiento de identidad que proviene de la originalidad de esta lengua en
el contenido de las culturas, son un componente fundamental de éstas, la
la que, mucho tiempo antes del milenio de impregnación toscana, se ha- parte de genio que se deposita en cada una de ellas es tan grande como
bía desarrollado ya un sustrato prelatino y más tarde unos arcaísmos ro- para que la muerte de un gran número sea una especie de catástrofe, y lo
manos propios de la cuenca tirrena. Pero la omnipresencia del francés y
que desaparece se pierde para nuestro fondo universal de humanidad.
la importancia de lo que éste representa en la historia de la nación gala
no son unos factores favorables, a pesar del reciente cambio de política,
para el desarrollo de las lenguas regionales.
Lengua y cultura
La coartada de la adaptación
Lenguas judías
Como sabemos, hay otros componentes distintos a la lengua que de-
Las lenguas judías, es decir las que se han constituido a partir de idio-
finen una cultura. Por ejemplo, en Estados Unidos las numerosas comu-
mas en uso en los países de la diáspora, han seguido la suerte de las mismas
nidades de antiguos inmigrantes que conservan, aunque americanizadas
comunidades judías. El judeoalemán (= yiddish) era la lengua de los ju- desde hace mucho tiempo, sus costumbres culinarias, y que se ven ayu-
díos de Europa, cuya aplastante mayoría ha sido exterminada entre 1939
dadas por la cuasiinexistencia, en la cultura norteamericana como tal, de
y 1945. Parecería que el mundo expresado por el yiddish sea casi mítico
algo que se parezca a una gastronomía, pueden persuadirse con todo el
(véase Szulmajster-Celnikier, 1991, cap. XI). Sin embargo, parece que se derecho de que no han perdido, al asimilarse, todo lo que les definía. Es
esboza una especie de Renacimiento (véase el cap. 11).
cierto, por lo demás, que el apego a una comunidad no desaparece con la
176 LAS LENGUAS Y LA MUERTE EL BALANCE 177
pérdida de la lengua, como podemos ver, en este mismo país, entre las lengua. Si la lengua está lejos de ser la única expresión de una cultura, sí
que mantienen el recuerdo de sus orígenes por medio de organizaciones que engloba a todas las demás, ya que las traduce en palabras; por lo tan-
de solidaridad en las que los descendientes se vuelven a encontrar en fe- to conserva un lugar importante, y su pérdida puede, a largo plazo si no
chas fijas, así como a través de los estudios e investigaciones universita- es de inmediato, causar la de la cultura entera.
rios, o de trabajos históricos y genealógicos.
Pero algunos van más lejos. No faltan comunidades que, al cambiar
de lengua bajo el pretexto de la necesidad que sienten de adaptarse a un Las lenguas y el género humano
nuevo entorno, intentan convencerse de que perder su lengua no es per-
der su identidad, y que al adoptar el idioma dominante pueden ser más Prodigios de las lenguas iniciáticas
eficazmente ellos mismos, porque se hacen entender más fácilmente por
la mayoría. En realidad, se trata de justificar un abandono a móviles pu- En Australia, como en África o en la América precolombina, existían
ramente económicos. ¿Es necesario subrayar que este argumento, utili- lenguas iniciáticas, es decir lenguas secretas que, reservadas exclusiva-
zado por comunidades de inmigrantes en los nuevos países donde van a mente para períodos de iniciación de los jóvenes, les eran enseñadas
hacer fortuna, es una coartada no exenta de hipocresía? Conviene reco- durante esos períodos, y ya no debían, según la tradición, ser utilizadas
nocer que, en realidad, la pérdida de la lengua equivale a perder el ins- más. Un ejemplo es el damin, lengua de iniciación que antes existía en la
trumento mismo por el que una cultura se expresa más directamente. Es población de los lardil, en la isla de Mornington (en el Queensland del
una pérdida grave para el mantenimiento de una identidad y para la fuer- norte de Australia). Se aprendía en un estado avanzado de noviciado. El
za simbólica que el uso de la lengua confiere a esta última. En las comu- lingüista a quien fue revelada su existencia en 1960 sólo pudo recoger
nidades indias de Norteamérica ése es, hoy, tema de debate apasionado. unos restos a través de unos hombres muy mayores (véase Hale, 1992).
Algunos aseguran que no es necesario hablar el idioma de la tribu para Sólo podían acordarse, en efecto, los hombres que habían sido iniciados
participar en danzas en las que éste se reconoce, o en actividades sociales antes de las primeras décadas del siglo xx, es decir antes de la llegada de
que son signo de la cultura étnica. Consideran incluso que es concebible la misión cristiana que entonces llegó para administrar la isla. Pues por
un discurso en inglés sobre temas tradicionales, y que se pueden incluir esa fecha los sacerdotes, hostiles a los ritos animistas y a la educación se-
algunos rasgos importantes del discurso en lengua vernácula. Tenemos xual que comportaba la iniciación, prohibieron la práctica, según la ins-
derecho a dudarlo. piración general de los misioneros cristianos que, evidentemente, siem-
pre y en todos los sitios (aunque a veces con algunos escrúpulos), desde
Guinea a la Amazonia, desde Alaska a la Patagonia y desde el siglo xvI al
Las actividades verbales y la cultura xxi, han destruido y destruyen las culturas tribales por ser (así lo creen)
incompatibles con el Evangelio.
Las expresiones verbales de una cultura tienen su origen en su historia El damin es una lengua inventada, como lo son en general las lenguas
y llegan hasta lo más profundo de su identidad. «Sí no hablas la lengua», de iniciación. Y lo que se descubre de invención es totalmente asombroso.
decía una mujer de la tribu iroquesa de los oneida que había realizado in- En fonética, el damin contiene sonidos conocidos en una única parte del
vestigaciones etnológicas sobre los suyos, «no puedes comprender la cul- mundo, Sudáfrica, a saber, las consonantes «chasqueantes» de las lenguas
tura» (véase Jocks, 1998, pág. 219). Se refería a las ceremonias durante bantúes de la familia ngoni y de las lenguas khoisan: estas consonantes se
las cuales se instauraban intercambios oratorios entre los miembros de la producen por aspiración del aire, en lugar de la espiración que es propia
tribu, y que pertenecían al fondo primordial de la cultura iroquesa. He- de todas las demás, lo que da, por ejemplo, en las bilabiales, sonidos pare-
mos visto, por otra parte, a propósito de los cazadores-recolectores yaa- cidos al ruido del beso; el damin comprende sonidos que tampoco se en-
ku de Kenia y de las sociedades tradicionales australianas, que la desapa- cuentran en ninguna otra lengua del mundo, sobre todo una lateral sorda
rición del modo de vida y de las costumbres acarrea la pérdida de la ingresiva, es decir, en términos más simples, una consonante l realizada tra-
EL BALANCE 179
178 LAS LENGUAS Y LA MUERTE
como amenazado, más de un tercio del vocabulario está constituido por La riqueza de maneras de no asumir
elementos que se distinguen de los nombres por el hecho de ser invaria-
bles y no utilizar un afijo de nombre singular o plural; por esta razón, He llamado mediafóricos (véase Hagége, 1995), es decir referentes
esos elementos son llamados «partículas» por los especialistas de la len- (fóricos) a un intermediario (media-), a las herramientas gramaticales que
gua; a esta categoría pertenecen ciertas palabras que expresan nociones poseen numerosas lenguas, y que permiten al hablante imputar a otro lo
que, en español, son nombres o adjetivos, como tepi «gato salvaje», citta que él asevera, a saber, hacer conocer que él lo dice por oídas o por de-
«madre» (así como todos los nombres de parentesco), siwani «hacedor ducción, según otro testimonio distinto al suyo. El francés no posee para
de lluvia» o kiayu «fresco». ello una herramienta exclusiva, pero conoce un empleo mediafórico del
Lo que precede ilustra una asignación de sentidos a las palabras ins- condicional. Si, por ejemplo, los evangelistas hubieran escrito en francés,
trumentales invariables, en pomo central o en zuní, que en inglés, francés podrían haber querido emplear este modo, en caso de duda. Leeríamos
o español son dados por verbos o por nombres. Estos hechos son bastante entonces, en san Marcos, 9,2, tomado aquí como ejemplo: «Six jours
singulares si los relacionamos con las características de la mayoría de las aprés, Jésus aurait pris avec lui Pierre, Jacques et Jean, et il les aurait con-
lenguas. El conocimiento de estos fenómenos permite hacerse una idea, duits seuls á l'écart sur une haute montagne. Il aurait été transfiguré de-
mejor que sólo con el examen de las lenguas occidentales bien descritas y vant eux; ses vétements seraient devenus resplendissants».*
vivas, sobre las posibilidades de disponer de instrumentos de expresión. Ciertas lenguas disponen de un rico inventario de medios para seña-
lar que el locutor no asume lo que se dice; algunas de ellas se encuentran
a en vías de extinción. El pomo central sigue proporcionando todavía un
a
El reagrupamiento sutil de los sentidos asombroso ejemplo. Al lado de un sufijo -ya, que indica que lo que se di-
ce proviene del conocimiento por observación directa, existen al menos
Si examinamos la manera en que una lengua puede emparentar los otros cuatro que son mediafóricos, -do, -ido, -nme y -ka, que denotan,
sentidos, vemos cómo se reúnen de manera lógica algunos sentidos dife- respectivamente, la información que se tiene de una persona específica,
rentes entre sí, que un español nunca habría juntado en la misma pala- el saber por oídas, la conciencia por percepción de un ruido que indica
bra. Así, por ejemplo, las tres palabras del pomo ba-yól, s-yól y f-yól, sig- que el acontecimiento es seguro y, en fin, la suposición por deducción ló-
nifican respectivamente «introducir palabras de repente en una canción gica. Se puede considerar con todo el derecho que la extinción de una
que estamos tarareando», «bajar —a la garganta— las galletas con café o lengua que posea tales medios produce una seria laguna en nuestro co-
té» y «remover con una cuchara». A un español, de ordinario, no se le nocimiento de los vastos recursos cognitivos de los idiomas humanos.
ocurriría considerar emparentadas estas tres acciones que, por el contra-
rio, le parece que no guardan relación entre ellas. Ahora bien, observa-
mos que en pomo el radical yól «mezclar» figura en las tres palabras; como Las enseñanzas de la diversidad
ya hemos oído, que ba- significa «oralmente», s- «chupando» y .1- «te-
niendo un mango», las tres palabras significan literalmente «mezclar • El ejemplo amerindio
oralmente», «mezclar chupando» y «mezclar con un objeto con mango».
Si se considera que las comunidades humanas construyen sus lenguas La mayor parte de las lenguas de Europa (véase Hagége, 1994) per-
según las asociaciones que sus culturas establecen entre las cosas y que, tenecen a una sola y única familia, llamada, como se sabe, indoeuropea.
recíprocamente, el reflejo de estas asociaciones en las palabras hace más El contraste con las lenguas indias de Norteamérica, en su mayoría en pe-
tarde que sus descendientes restablezcan las mismas relaciones entre las
cosas, se entiende que el pomo encarna una concepción muy original de
El español podría obtener el mismo empleo del condicional: «Seis días después, Jesús habría
los objetos con relación a la que denotan las lenguas occidentales. Teso- tomado con él a Pedro, Santiago y Juan, y les habría llevado a solas aparte a una alta montaña. Se
ha-
ros de este tipo se pierden cuando las lenguas mueren. bría transfigurado ante ellos; sus vestimentas se habrían vuelto resplandecientes». (N. del t.)
182 LAS LENGUAS Y LA MUERTE
EL BALANCE 183
ligro, es asombroso. Éstas constituyen más de 50 familias distintas y pue-
dos de expresión, de manera inconsciente o más a menudo semiincons-
de que más de 60, a decir de algunas clasificaciones (véase Campbell y
ciente. Es imposible, con una base tan limitada, llegar a conocer el con-
Mithun, 1979). Algunas de las familias se reducen, como el zuní antes ci-
junto de los rasgos universales que definen una lengua. Algunos de los
tado, a una sola lengua, en acusado contraste con otras, como el atapas-
rasgos planteados podrían, en realidad, ser propiedades específicas del
co —eyaco— tlingit, que contiene al menos 40 lenguas. Se ha intentado,
inglés, pero faltarían otros, que forman parte integrante de la definición,
evidentemente, realizar reagrupamientos para reducir esta abundancia,
por ejemplo en tres grandes familias (véase Greenberg, 1987), pero estos y que el inglés no permite percibir.
intentos están lejos de haber encontrado el asentimiento general (véase
Campbell, 1988). • La extinción de las lenguas y la ciencia lingüística
La diversidad genética de las lenguas amerindias se duplica con una
En el universo de las lenguas humanas, lo que aquí es aparente, allí
diversidad tipológica muy notable: estas lenguas, desde el punto de vista
está enmascarado. Así, como el ejemplo que antes he apuntado, lo que en
de sus rasgos estructurales, difieren todavía más entre ellas de lo que di-
una lengua se considera un radical, fundamento primero de una palabra,
fieren juntas con las lenguas indoeuropeas en su conjunto. En algunas,
se confía en otra a un prefijo o a un sufijo, elementos periféricos. Lo que
las realidades que genera el contacto con los extranjeros han sido desig-
aquí es un hecho gramatical rutinario, allí es un fenómeno excepcional.
nadas por asociación ingeniosa de palabras autóctonas en conjuntos
Lo que una comunidad lingüística considera digno para recibir a una pa-
complejos, adaptados a las costumbres morfológicas. Así, en la más
labra, otra lo pasa por alto y no le concede ningún acceso directo al ha-
oriental en otros tiempos de las lenguas de las cinco tribus de la liga iro-
quesa, el mohaqués, idioma en el que la mayoría de los nombres vienen bla propia.
La ciencia del lenguaje y de las lenguas no se puede contentar con ser
de frases en verbos, «escuela» se dice literalmente «la utilizan para ense-
una axiomática con fundamento unilingüe. Debe explotar, con toda ne-
ñarnos a conocer las palabras». Otras cien maneras de designar el uni-
cesidad, todo su material, que es considerable. Y precisamente porque
verso y de acomodar los préstamos se encuentran en otras lenguas en pe-
las lenguas mueren, o se encuentran en peligro de muerte, la lingüística
ligro, limitándose incluso al conjunto amerindio en concreto.
está amenazada por derivaciones retóricas que alientan la indigencia
• Sí sólo existiera el inglés... de la base factual concreta. Así pues, el debilitamiento de la diversidad de
lenguas es, a largo plazo, el de la misma lingüística. Podría incluso ser
una gran pérdida para otras ciencias humanas. Pues ¿cómo podemos ha-
Si no existiera en la tierra otra lengua más que el inglés, ¿qué cono-
cernos una idea fiel y completa de las capacidades creativas del espíritu,
ceríamos del funcionamiento del espíritu humano, tal y como se refleja a
si los testimonios de las realizaciones que no están atestados en ninguna
través de las estructuras de la lengua, y qué sabríamos de los principios
fundamentales de la gramática? Seguramente conoceríamos mucho, pues parte se sumen en el olvido?
el inglés, como cualquier otra lengua, ilustra gran número de esos prin-
cipios. Pero es evidente que ignoraríamos también un número mayor de
otros principios, que encuentran su aplicación en la inmensa diversidad El perjuicio ecológico y genético
de las lenguas humanas.
Las previsiones más pesimistas, fundadas en el número de lenguas en
Ésta es una de las razones científicas por las cuales la muerte de las
estado de obsolescencia o de agonía, evalúan en un 90 % las pérdidas
lenguas no puede dejarnos indiferentes: de sus propiedades, que son
probables en el horizonte del año 2100, lo que representa 4.500 lenguas
las manifestaciones históricas y sociales de la facultad de lenguaje, sólo
podemos conocer, si nos atenemos a una sola lengua de la que se hiciera sobre 5.000.
Se puede hacer una comparación con las especies zoológicas y botá-
un estudio muy atento y profundo, lo que cierta cultura seleccionó, a tra-
nicas. Según un estudio de especialistas del que la prensa se ha hecho eco
vés de milenios de elaboración refinada, en los que ha construido sus mo-
recientemente (véase el diario Le Monde, 10 de marzo de 2000), el ritmo
184 LAS LENGUAS Y LA MUERTE
de desaparición de las especies vivas es hoy de mil a diez mil veces supe- Capítulo 9
rior al de los grandes períodos geológicos de extinción. Contribuyen a
este notable resultado la agricultura intensiva (menos del 30 % de las es-
pecies vegetales procuran más del 90 % de los alimentos de la población
mundial), la deforestación masiva y metódica (aunque anárquica) y la ur- Factores de mantenimiento y lucha
banización e industrialización. El resultado es que una proporción con-
contra el desastre
siderable de alrededor de 1.650.000 especies actuales, que se reparten en
45.000 vertebrados, 990.000 invertebrados y 360.000 plantas, se encuen-
tra en peligro de extinción inmediata. Para dar algunos detalles, pode-
mos retener que de 4.400 especies de mamíferos, 326, es decir el 7,4 %, y
de 8.600 especies de aves, 231, es decir el 2,7 %, se encuentran en peli-
gro. Con todo, esas cifras son optimistas y los que las propagan conside- Los FACTORES DE MANTENIMIENTO
ran que, teniendo en cuenta los problemas de recuento de los animales,
sería más exacto hablar de 10 % en los mamíferos y de 5 % en las aves. Si La conciencia de identidad
la progresión continúa al ritmo actual, el 25 % de las especies animales
corren el riesgo de ser borradas del globo antes de 2025, y el 50 % antes La actitud actual de una parte de los bretones, escoceses y occita-
de 2100, es decir, en unas proporciones sensiblemente iguales a las de las nos, por no poner más que unos ejemplos, puede ser considerada como
lenguas. una novedad. Mientras que los factores esenciales del abandono de es-
Sin embargo, también podría suceder que si la tendencia no se in- tas lenguas han sido el alejamiento en los planos económico, social y po-
vierte, sí se reduzca al menos el ritmo. En efecto, los Estados más preve- lítico y la pérdida de prestigio resultante, se nota que desde hace poco apa-
nidos del peligro inmenso han adoptado o adoptan medidas. Existen más rece un resurgimiento de orgullo entre los más conscientes. Este es un
de 40 organismos internacionales de las Naciones Unidas para la salva- factor que puede obrar en un sentido opuesto al de las fuerzas de dis-
guarda de la naturaleza. Y además la iniciativa privada no está ausente: locación. Como herederos de una tradición de humillación, se rebelan
se cuentan más de 300 asociaciones para la protección tanto del mundo contra ella y extraen un alto sentimiento de identidad de lo mismo que
animal como vegetal. les hacía despreciar la lengua ancestral: su marginalidad o la de sus ha-
La desaparición de las lenguas se debe considerar como un grave da- blantes.
Un fenómeno análogo se ha puesto de relieve entre los aborígenes de
ño sufrido por lo que se ha dado en llamar «genoma lingüístico» de la es-
pecie humana (véase Matisoff, 1991, pág. 220), o patrimonio de genes Australia, despreciados por los blancos no contentos con haberles des-
lingüísticos que representa el conjunto de lenguas vivas y muertas desde poseído de sus tierras. Estas mismas lenguas que son, junto con la cultu-
el origen de los tiempos. ¿No hay nada que podamos hacer para reaccio- ra que expresan, el blanco del desprecio, se convierten a menudo en el
nar contra ese daño? Las lenguas que todavía están vivas, ¿son acaso me- objeto de un renovado interés por parte de los aborígenes que las aban-
nos dignas de ser protegidas que las especies animales o vegetales? donaban para adaptarse. Pues les permiten afirmar su identidad, sobre
todo en las situaciones en que pueden, por añadidura, desafiar a la auto-
ridad de sus adversarios, los policías blancos, frente a los cuales los idio-
mas aborígenes se emplean como lenguas secretas (véase Wurm, 1991,
pág. 15). Poder hablar entre sí una lengua secreta que los adversarios no
comprenden es, por supuesto, un factor de apego a esta lengua, en la me-
dida en que tal situación confiere el sentimiento de una superioridad,
que el rechazo racista de los opresores recusa obstinadamente. Pero este
1,11J LENGUAS Y LA MUERTE
FACTORES DE MANTENIMIENTO Y LUCHA CONTRA EL DESASTRE 187
sino además a unos diez kilómetros de las orillas del Nilo. Ellos conceden • Las grandes lenguas de la unión hindú,
mucha más importancia que los nubios urbanizados a la conservación de las menores y el papel de las ciudades
su lengua como símbolo de su pertenencia étnica, y podrían contribuir a su
salvaguarda al menos provisional frente al prestigio del árabe y a la ara- Se sabe que en la India, lo que ha servido a muchas lenguas es la ur-
bización total de una parte de la sociedad nubia (véase la pág. 111), que banización y no la exaltación de la vida en el campo. El papel desempe-
se aparta cada vez más del nubio. Veremos sin embargo, más tarde, ñado por Calcuta en el siglo xix frente al desarrollo del bengalí, y el que
que un factor de mantenimiento que debería obrar en favor de este últi- tuvo Delhi en la promoción del hindi han sido subrayados a menudo (véa-
mo, la religión, es, en realidad, una amenaza más para él. se Mahapatra, 1991, págs. 185-186). El Estado acuerda un reconocimien-
to a las lenguas habladas en un territorio en el que al menos se encuentra
• El mantenimiento por una prosperidad una ciudad grande, y este caso, aunque no se recuerde el argumento ori-
repentina: valle de Aosta y Tirol del sur ginal, es el de 18 lenguas mencionadas en el famoso artículo VIII de la
Constitución de la unión hindú; para algunas como el telugú, el gujaratí,
Lo que hemos dicho arriba posee un valor general, pero no universal. el maratí, el assami y el pendjabí, ello significaba la creación de un nuevo
Unas circunstancias concretas pueden hacer que no sea la vida rural, si- Estado dotado de poderes políticos, y poseer por lo tanto un centro ur-
no al contrario, la renuncia a esta vida, la que se convierta en un factor de bano importante. Y a partir de tales centros se han dirigido luchas a ve-
mantenimiento de las lenguas. El valle de Ayas, en la región autónoma ces violentas contra el gobierno federal por el reconocimiento, desde la
del valle de Aosta en Italia, conocía una economía agrícola y pastoril has- década de los años cincuenta hasta principios de la de los setenta.
ta los últimos decenios. Pero el paso a una economía fundada en el esquí De este modo, el país ha pasado de los 14 Estados y 6 territorios de
y el turismo ha traído la prosperidad, y se ha hecho posible financiar un 1956, todos definidos, hay que subrayarlo, sobre bases lingüísticas, a 22
programa preescolar de enseñanza trilingüe para los niños de 3 a 5 años; Estados y 9 territorios. La situación fue, durante mucho tiempo, muy
en este programa, el dialecto francoprovenzal, cuya situación general es tensa en el extremo nordeste, alrededor del Assam, en las altas mesetas y
precaria, tiene su lugar junto al italiano y el francés. la cadena del Arakan. En esta zona, que bordea, del sur al norte, diversos
Las hablas ladinas, que con las de los grisones suizos al oeste y las países y provincias también plurilingües: Bangladesh, Birmania, Tíbet, y
del Friul al este, constituyen uno de los tres conjuntos dialectales muy que se une al oeste con la franja oriental del Himalaya, algunas regiones
frágiles que se agrupan bajo el nombre de retorromance, también se han obtenido finalmente el reconocimiento de Nueva Delhi. Éstas cons-
han beneficiado de una asombrosa promoción; sin embargo, los distri- tituyen, pues, nuevas entidades políticas, definidas otra vez bajo el crite-
tos del Tirol meridional (al norte de Italia) donde se encuentran estas rio de las lenguas dominantes en las aglomeraciones: Estados del Manipur,
hablas son pequeños y discontinuos: son cuatro valles que forman una del Meghalaya y del Nagaland, territorios del Mizoram y del Arunachal
cruz alrededor de un macizo montañoso de los Dolomitas. Pero se ha Pradesh. En estos lugares se hablan lenguas de las familias tibetano-bir-
desarrollado una industria turística floreciente, articulándose sobre el mana (sobre todo garo y manipurí), o mon-jemer (khasi, entre otras); el
esquí de lujo. El turismo, que es, ya se sabe, internacional, ha introduci- número de hablantes es variable; llega para algunas hasta unos cientos de
do no una lengua amenazante única, sino varias, que además no pueden miles, pero todas son frágiles, y esta promoción oficial les refuerza con-
ejercer un efecto duradero, pues se trata de una actividad estacional y tra la potencia de las lenguas que les rodean: bengalí, birmano, assami.
sus habitantes quedan durante las otras partes del año en un claro esta- En cuanto a las lenguas tribales del resto de la India, habladas por mino-
do de aislamiento. No hay que desechar la idea de que estos factores ha- rías a veces bastante desabastecidas cuando no miserables, su modo de
yan favorecido el reforzamiento de las hablas ladinas que se observa des- vida rural, aunque contribuye quizás a mantenerlas, no es, en el contex-
de hace un tiempo. to hindú de hoy, un factor favorable a su promoción.
FACTORES DE MANTENIMIENTO Y LUCHA CONTRA EL DESASTRE 191
190 LAS LENGUAS Y LA MUERTE
tas, es y no puede ser otra que el árabe. Los sermones se hacen en árabe
La cohesión familiar y religiosa
clásico; los niños nubios que recitan convenientemente los versículos del
Corán son recompensados; las mujeres nubias, que no son las menos en-
La cohesión familiar y religiosa, que a menudo son solidarias, desem-
tusiastas entre los promotores de esta renovación religiosa, estudian el
peñan ciertamente un papel como factores de mantenimiento de lenguas.
árabe a fin de practicar correctamente la lectura del Corán y servir al is-
Una y otra han hecho mucho por la permanencia del noruego en Estados
lam en general. El nubio está ausente de todas estas actividades. Es más:
Unidos durante un largo período hasta que fue eliminado por la omni-
es la víctima, a corto plazo.
presencia creciente del inglés (véase la pág. 172). Las relaciones entre es-
tos factores son lógicas: la cohesión religiosa da más fuerza a las tradicio-
nes, y una de estas últimas es el respeto por las personas mayores, que
La escritura
son las garantías más seguras para la continuidad de las lenguas ances-
trales que han transmitido. Además, en el siglo xix, la cohesión religiosa
En ciertos entornos culturales, el hecho de que una lengua se escriba
llevaba a los noruegos de Estados Unidos a cerrar sus filas alrededor de
es un instrumento de promoción importante. Este caso está bien ilustra-
su Iglesia luterana, en oposición altiva a la dispersión de numerosas obe-
do por la India. Ya en el pasado la notación de los prácritos por una va-
diencias protestantes anglófonas rivales entre ellas.
riante u otra de la escritura brahmi y luego de la devanagari, ha consti-
Además, el papel desempeñado por la religión se observa en Estados
tuido para ellos el medio de conquistar una dignidad nacional real en
Unidos, mina de ejemplos pertinentes, en la medida en que sólo las len-
cada una de las regiones donde se han formado. Pero además, en el mo-
guas poderosamente defendidas son capaces de resistir, incluso sin li-
mento actual, las lenguas que la Constitución reconoce y que están segu-
brarse completamente, al peso del inglés. Existen en el centro y sudeste
ras de mantenerse son las que se escriben por oposición a las de las pe-
de Pensilvania, así como, más esporádicamente, en Ohio, Illinois, India-
queñas etnias, que la ausencia de escritura hace frágiles.
na y Virginia del Norte y del Sur, unas comunidades alemanas, descen-
Sin embargo, en éste como en otros casos, las situaciones no son sim-
dientes de las que se instalaron en los tiempos coloniales. En todos esos
ples. La escritura se puede convertir en instrumento de opresión, por po-
hablantes el alemán presenta importantes huellas de erosión, sobre todo
co que su forma sea impuesta desde lo alto y no sea la que las poblacio-
la confusión entre los casos de declinación, que se encuentran también
nes habían escogido. Es lo que se produjo en la Unión Soviética cuando
en diversos dialectos renanos y otros en Alemania, pero en un estadio
el poder, después de haber promovido la escritura latina durante los años
menos avanzado. Ahora bien, se constata que estas ruinas son menos
veinte, generalizó, durante los años treinta, la escritura cirílica. Se sabe
acentuadas en los germano-norteamericanos que pertenecen a una de las
que detrás de esta decisión, la intención real era la rusificación de las len-
dos sectas de los menonitas y de los amish, de estricta observancia reli-
guas y de las etnias, lo que fue bien percibido por los intelectuales rusos,
giosa, sobre todo la segunda. Podemos deducir, aunque existen contra-
como el lingüista Polivanov, o los de las repúblicas turcas, de Uzbekistán,
ejemplos sorprendentes (véase Huffines, 1989), que la religión tiene el
a Kirguizístán, que asumieron el riesgo de oponerse a esta política de
poder de contribuir al mantenimiento de una lengua. Es probable inclu-
apariencia anodina.
so que si el alemán estuviese destinado a desaparecer en Pensilvania en el
empleo cotidiano, se conservaría en el uso confesional.
Sin embargo, en ciertas circunstancias el efecto de la religión puede
El unilingüismo
actuar en el sentido opuesto. Los nubios del Alto Egipto, por ejemplo,
que como ya dijimos preservan lo que pueden de su lengua en los pue-
No insistiré aquí sobre este factor. Baste con recordar que las lenguas
blos aislados donde siguen viviendo, han caído, paradójicamente, en la
étnicas a las cuales los usuarios quedan apegados siendo bilingües están
trampa de la renovación islamista, que se manifiesta tanto en Egipto co-
más amenazadas que las que sólo tienen hablantes unilingües. Este hecho
mo en otros países musulmanes. En efecto, la lengua en la que se expre-
se puede ilustrar, entre otras, con diversas lenguas tribales de Tanzania,
sa esta fe vigorizada a través de una asistencia continuada a las mezqui-
192 LAS LENGUAS Y LA MUERTE FACTORES DE MANTENIMIENTO Y LUCHA CONTRA EL DESASTRE 193
que están expuestas a los maremotos de los hablantes de swahili (véase la sente y -U = plural de todas las personas del pasado; también es rusa la se-
pág. 165).
ñal de negación ni. Por el contrario, son palabras de la lengua aleuta el ver-
bo-adjetivo ayuu «ser largo», el radical verbal axsa, el morfema de factitivo
-chaa- (= «hacer», como en «hacer morir», es decir «matar»), el nombre
La mixtura
sagyi «fusil», el verbo auxiliar -ggii, que significa «poseer» e indica que se
posee lo que expresa el nombre que le precede (aquí el nombre es sagyi, y
Llamaré lenguas mixtas a los híbridos lingüísticos que genera el con- en consecuencia, sagyi-ggii significa «poseer un fusil»).
tacto entre dos lenguas, cuyos sistemas se mezclan totalmente. No se tra- En otras palabras, la lengua mixta en cuestión asocia, por fijación
ta, pues, de alternancia de códigos, que no es una mezcla en el nivel de la (prefijos y sufijos) algunas desinencias verbales, negaciones y otros mor-
estructura de una lengua, sino en la sucesión lineal de la frase, cuyos ele- femas tomados del ruso, con radicales que pertenecen al aleuta. El inte-
mentos pertenecen alternativamente a una u otra de las lenguas presen- rés del procedimiento proviene de su rareza, como es fácil reconocer
tes. Se trata del resultado de una influencia recíproca, que puede haberse comparando la lengua de la isla del Cobre con la de los habitantes de la
prolongado durante un período bastante largo. Daré algunos ejemplos. isla Atka, situada al este de las Aleutianas: en esta lengua, las desinencias
son autóctonas y a menudo los radicales son prestados, en este caso del
inglés, como en la frase fish-iza-xx «va habitualmente a pescar», donde el
Comunicarse en la isla del Cobre radical verbal fish, prestado, va seguido de dos morfemas aleutas, iza,
que índica un presente habitual, y xx, que es la desinencia verbal de 3a
La isla del Cobre pertenece al pequeño archipiélago de las islas del persona de singular.
Comendador, situadas a unos 90 km de la costa oriental de la península de Podríamos preguntarnos cuál es la razón de que la lengua de la isla del
Kamtchatka y a 150 km de Attu, la más occidental de las islas Aleutianas. Cobre no sea un pidgin del ruso, es decir una lengua con vocabulario ru-
En esta isla se habla una extraña lengua mixta (véase Vakhtin, 1998). En so y morfología reducida. La razón, parece ser, es que aquí las relaciones
1812, la Compañía ruso-americana había instalado en la isla del Cobre a no son de desigualdad, como lo eran entre los esclavos deportados a las
unos 15 aleutianos; durante el siglo xix siguieron transportando allí a va- plantaciones del Caribe, y sus amos (véanse las págs. 278-279). En la isla
rias familias aleutianas provenientes de diversas islas vecinas, y en 1900 la del Cobre, los rusos y los aleutianos eran trabajadores de mismo estatus,
población era de 253 personas, esencialmente aleutas, hablantes de su len- y la impregnación lingüística era recíproca. Según los investigadores que
gua y del ruso, además de rusos y de algunos esquimales y kamtchatkales han estudiado esta lengua mixta, los habitantes están persuadidos de
(habitantes de Kamtchatka). El hecho asombroso es que en ese lugar se que hablan en ruso. Y además, esta lengua está muy viva y no parece, a
desarrolló una lengua mixta. Para medir su interés, hay que comparar la pesar de su pequeño número de hablantes, estar amenazada de extinción.
situación lingüística de la isla del Cobre con la de la isla vecina de Bering. Podemos deducir que aquí es el aleuta el beneficiario de una extraña sal-
En Bering, donde viven unos centenares de aleutas, la mayoría de la po- vación por la hibridación. Para una lengua amerindia del gran norte sibe-
blación, como en todo el nordeste de Rusia, se ha pasado al ruso; en 1990 riano y canadiense que corría el riesgo de desaparecer, la estrecha simbiosis
el aleuta no sobrevivía más que en unas 20 personas mayores. Se trata de con el ruso, realizada a través de la de dos comunidades, rusa y aleuta, se
una lengua en extinción. presenta como un factor de mantenimiento inesperado, pero eficaz.
Por el contrario, en la isla del Cobre se formó, durante un siglo y me-
dio de contacto muy estrecho entre el idioma indígena y el ruso, una len-
gua híbrida en la que se dice, por ejemplo, axsa-yit «él muere», axsa-chaa- Otros casos de hibridación
yiS «tú matas», sagyi-ggii-yis «tienes un fusil», o ni-ayuu-li «no eran largos».
Vemos que, en estas frases, todas las desinencias verbales son rusas: -yit = Existen otros casos de hibridación profunda. El maga, o mbugu, es
3a persona del singular de presente, -yiS = 2a persona del singular del pre- un ejemplo. El mbugu, hablado en el nordeste de Tanzania, es una len-
FACTORES DE MANTENIMIENTO Y LUCHA CONTRA EL DESASTRE 195
gua de la familia cuchítica que ha tomado prestadas a las lenguas bantúes
vecinas un gran número de particularidades de su morfología y de su sin- La escuela
taxis, conservando un vocabulario cuchítico en lo esencial. Otro ejemplo
Se ha visto que la escuela norteamericana era para las demás lenguas,
es el de la lengua de un grupo cíngaro de Gran Bretaña, que asocia una
en Estados Unidos y Canadá, un temible factor de extinción. En general,
gramática inglesa con un léxico romaní. Otro es el de la «media lengua»,
no es una paradoja que, en todo país en el que domina una lengua, la
hablada en Ecuador, que posee una gramática quechua y un léxico espa-
ausencia, en ciertos lugares aislados, de escuelas donde se enseña es una
ñol. Y otro finalmente es el del mitchif, lengua mixta hablada en una re-
oportunidad para la lengua dominada, si no un elemento incluso negati-
serva india cerca de la localidad de Lac La Biche y del lago del mismo
vo, de salvaguarda. Esto se ve, por ejemplo, en las regiones de Tailandia
nombre, a 220 km al nordeste de Edmonton (Alberta, Canadá), en una
donde unas lenguas de minorías resisten a la influencia del thai. Por el
comunidad de mestizos de indios cri y de franceses llegados de Quebec
contrario, la creación de escuelas que enseñen la lengua dominada pue-
a principios del siglo XX: esta lengua híbrida asocia raíces cri (algonqui-
de tener un efecto decisivo para salvarla, incluso cuando está a punto de
nas) y una gramática francesa.
desaparecer. Es lo que atestiguan la historia del maorí y la del hawaiano.
En todos estos ejemplos, no se trata del peligro que se derive de una
El éxito es menos evidente en el caso del irlandés y de las lenguas de Si-
situación de contacto intensa, que hace perder a una lengua algunos
de sus rasgos, como en el caso del dahalo que abandona, bajo el peso del beria.
swahili, su oposición entre los géneros y sus señales diversificadas y plu-
ralistas. Tampoco creo, contrariamente a otros autores (véase, por ejem-
plo, Myers-Scotton, 1992), que el préstamo de una morfología extranje- El renacimiento del maorí
ra sea el signo de un estado moribundo, y menos todavía el préstamo de
En 1867, el gobierno neozelandés impulsó un programa de educa-
un léxico extranjero que se asocia con una base gramatical autóctona. Es-
ción en el que el inglés era la única lengua presente. El éxito de este pro-
tá claro que el hibridismo molesta. Las lenguas muy compuestas como
grama fue tanto más grande cuanto que los maoríes habían sido alfabeti-
las que acaban de ser citadas parecen, a ojos de algunos, que no son len-
zados desde 1835 por los misioneros y, diez años más tarde, el número de
guas «normales». Pero lo que falsea el juicio es la miopía de lo contem-
ejemplares del Nuevo Testamento era igual a la mitad de la población
poráneo. La historia de las lenguas contiene muchos casos de préstamos
maorí. La alfabetización había tenido un efecto totalmente nefasto para
en una vasta escala. La mixtura puede ser el resultado de una lucha por
el maorí, despreciado, además, por la población blanca y en vías de ser
adaptarse. Lejos de ser una etapa que conduzca hacia la muerte, aparece,
expulsado por el inglés. Sin embargo se produjo un sobresalto nacional,
en los casos aquí citados, como la imagen de la vida, es decir un aplaza-
miento del final. es decir, en una época que se podría considerar demasiado tardía, pues el
maorí estaba enfermo: de los 300.000 miembros de esta nación, alrede-
dor de una cuarta parte se servían de su lengua y los niños ya no lo apren-
dían. Los maoríes reclamaron oficialmente la creación de escuelas donde
LA LUCHA CONTRA EL DESASTRE
enseñaran sólo su idioma vernáculo. A finales de los años ochenta, fue-
ron creadas seis escuelas primarias y secundarias, en las que el maorí es
Hay factores de mantenimiento de las lenguas que contribuyen a im-
la principal lengua de instrucción. Desde 1982 había comenzado a ser
pedir que éstas desaparezcan. Pero también existen iniciativas concretas
aplicado un programa de inmersión, en el que en 1994 13.000 niños se
que toman las sociedades para retener, al borde del desastre, las lenguas que
encontraban integrados. Había entonces 400 kohanga reo, es decir «ni-
los antepasados han construido. Estudiaré sucesivamente, en esta sec-
dos de lenguas», donde alrededor de 6.000 niños aprendían el maorí. Es-
ción, la escuela, la oficialización, la implicación de los hablantes y el pa-
te programa es, pues, en alguna medida, un éxito. Algunas circunstancias
pel de los lingüistas.
son favorables. Por una parte, hoy el maorí es la única lengua indígena de
Nueva Zelanda, y su promoción no compite, pues, con otras empresas.
1Vb FACTORES DE MANTENIMIENTO Y LUCHA CONTRA EL DESASTRE 197
LAS LENGUAS Y LA MUERTE
Por otra parte, existe una voluntad afirmada de los maoríes de reanimar gaeltachtai, es decir, las zonas, situadas en la periferia de los condados del
su lengua y de no dejarla desaparecer, en la medida en que expresa valo- oeste (enclaves históricos de los celtas), donde los modos de vida tradi-
res que ha perdido, según ellos, la sociedad blanca, y a los que están ape- cionales han mantenido el uso del irlandés y donde éste es el vector de la
gados, sobre todo la tolerancia y la solidaridad. enseñanza en las escuelas. Son los únicos conservatorios vivos de esta len-
gua. Hay dos factores que han conjugado sus efectos para hacer muy difí-
cil una verdadera restauración: la política británica de eliminación del ir-
La lucha por el hawaiano landés, llevada a cabo durante varios siglos a partir del XVII y, claro está,
entendido el prestigio universal del inglés en el mundo contemporáneo.
En este caso se trata de una empresa muy reciente. El ejemplo del
maorí ha inspirado a los miembros de la comunidad hawaiana, decididos
a intentarlo todo para salvar a su lengua del borde del precipicio. Pues Las lenguas de Siberia
Hawai es uno de los 50 Estados norteamericanos, y es fácil imaginar lo
que eso significa para una lengua minoritaria, como lo es el hawaiano en Varias lenguas de Siberia son objeto, desde hace algunos años, de un
su propio país. Al principio los centros de inmersión para niños de edad esfuerzo de introducción en la escuela elemental entre las materias de ense-
preescolar eran una iniciativa privada, dirigida por un profesor de uni- ñanza, en las regiones en que se hablan. Se trata del yucaguiro, del nive-
versidad. En 1987, los tres que existían fueron reconocidos por el Minis- jí, del ulchi, del selcupo y del ketita. Es demasiado pronto para saber qué
terio hawaiano de Educación, y recibieron una financiación del Estado resultados producirá esta política, aplicada a unas lenguas en muy mala
(véase Zepeda y Hill, 1991). Los promotores llegaron incluso a obtener salud, habladas por poblaciones dispersas y, desde hace mucho tiempo,
una dispensa en cuanto a los títulos puramente pedagógicos requeridos rusificadas.
para enseñar, pues el poder quiso convenir que la urgencia no justificaba
tal precaución, ya que la selección de personas capaces simplemente de
hablar a los niños e instruirlos a través de este diálogo no era evidente para La oficialización
una lengua moribunda. Sin embargo se esfuerzan por formar a profeso-
res para que esta enseñanza se extienda a los niveles superiores, al menos Lengua oficial y lengua nacional. Del luxemburgués y del retorromance
hasta el colegio. Chocan, en este punto, con un obstáculo que aparece de
manera recurrente en las lenguas amenazadas de extinción: los únicos in- Un reconocimiento oficial por parte del Estado significa, de hecho, la
terlocutores naturales del hawaiano frente a los niños, que se afanan en inscripción de una lengua en la Constitución del mismo. Tiene la reputa-
formar cada vez un mayor número, son los más mayores, en cantidad ción de oficial la lengua que apoya la ley, aquella que el Estado tiene de-
bastante limitada y que desaparecen progresivamente. Para responder a recho a utilizar en sus relaciones diplomáticas, y en la que todo ciudada-
este desafio, invitan a los padres a aprender la lengua al mismo tiempo no está habilitado para pedir cualquier prestación, judicial, de servicios,
que sus hijos, y a intentar hablarla con ellos en sus hogares; y ofrecen cur- etc. Las lenguas nacionales no son necesariamente oficiales, aunque se les
sos para adultos. En 1987, unos 15 niños de entre 2 y 5 años hablaban el acuerde un reconocimiento de facto. Tal es el caso, en Luxemburgo, del
hawaiano. luxemburgués, dialecto medio-alemán del grupo fráncico moselano que
es la lengua de la familia, de los negocios y de los tribunales y a la que es-
tán apegados los habitantes, como a la identidad misma de su personali-
Las tribulaciones del irlandés dad, sin haber escogido, sin embargo, oficializarlo, atribuyendo este es-
tatuto al francés y asignando un lugar cultural importante al alemán. El
No insistiré aquí sobre este punto, ya tratado en otro lugar (véase conjunto formado por las hablas retorromances de los grisones también
Hagége, 1994, págs. 242 -245). Recordaré solamente la existencia de los es lengua nacional en Suiza, pero no lengua oficial, lo que implica
1V25 FACTORES DE MANTENIMIENTO Y LUCHA CONTRA EL DESASTRE 199
LAS LENGUAS Y LA MUERTE
plemente un apoyo financiero del cantón y de la Confederación (véase declaró segunda lengua oficial junto al español, por un decreto sin que
Hagége, 1994, págs. 154-155). Muchas lenguas dominadas, que no gozan ningún trabajo previo de promoción y de explicación hubiese preparado
de estatuto de lengua nacional, por no decir nada del de la lengua oficial, ni posibilitado su aplicación, sin contar con que el derrocamiento del ré-
han sostenido un largo combate por el reconocimiento. He subrayado gimen el mismo año de la promulgación de este decreto lo inhabilitó por
anteriormente que en la unión hindú este combate ha desembocado, pa- nulo.
ra algunas lenguas, en el reconocimiento de un Estado o de un territorio, Esta situación es preocupante. Pues aunque el náhuatl, el aymara y el
organizado alrededor de un gran centro urbano. quechua no parezcan por el momento estar amenazados si hacemos caso
al criterio del número de hablantes, la audiencia mundial del español ha-
ce de este último, hoy como ayer, un temible rival para dichas lenguas. Es
Tímidos balbuceos en Norteamérica lo que han comprendido todos los que han luchado y continúan luchan-
do por un reconocimiento oficial de esas lenguas en los países donde tie-
Evidentemente no es concebible en el contexto político y cultural de nen una importancia demográfica real.
hoy en día que una lengua, sea cual fuere, diferente al inglés y, en Que-
bec, al francés, reciba un estatuto de reconocimiento oficial en Nortea- • El guaraní en la gloria
mérica. Sólo habrá más interés con los casos recientes y muy aislados de
dos territorios canadienses. Los North Territories han acordado un esta- Sólo el guaraní ha sido hasta ahora vencedor de este combate. Es
tuto oficial, junto al del inglés y del francés, a las lenguas de las comuni- cierto que estaba favorecido por un largo pasado de promoción en su
dades indias. Quedaría por saber en qué estado se encuentran actual- país de difusión principal, Paraguay. Su historia es tan ejemplar como pa-
mente estas lenguas. Podemos hacernos una idea cuando sabemos que ra ser recordada a grandes rasgos. Desde mediados del siglo XVI había si-
hace poco se ha tomado otra medida positiva para un segundo territorio, do instituido el régimen de la encomienda o repartición de los indios y de
el Yukon, que, sin reconocer el estatuto oficial a las lenguas indias, de- sus tierras a los colonos españoles. Entre estos últimos, decepcionados
clara que su preservación es un objetivo explícito. por no haber encontrado más que las humedades y las víboras de Chaco
en la carretera que debía conducirles a las profusiones de oro de Perú, y
la población india sometida y pronto esclavizada, el período es, desde
Las luchas de las lenguas por su reconocimiento en Iberoamérica luego, el de un mestizaje general, la base de la sociedad paraguaya de hoy
en día. Además, a menudo los colonos conocían el guaraní. Pero explo-
Iberoamérica es un caso muy representativo de esas luchas por el re- taban a los indios y multiplicaban los abusos, que generaban revueltas,
conocimiento, concebido como un medio de resistir al español y no de- aunque la Corona española, buscando una salida a la crisis, instituyó el
jarle suplantar las lenguas autóctonas hasta su extinción. Los resultados sistema de las Reducciones, o reagrupamiento de los indios en grandes
son desiguales, como se verá. tierras alrededor de un centro urbano, bajo la autoridad de los misioneros
(véase Villagrá-Batoux, 1996, págs. 183 -218). Allí, los indios son «reduci-
• El náhuatl, el aymara y el quechua en el callejón dos» a vasallos del rey, pero también salvados de la servidumbre por los
sacerdotes que, para lograr los medios con los que evangelizarlos, los aís-
Si tenemos sólo en cuenta las lenguas habladas por más de un millón lan de los explotadores, es decir, de una parte de la sociedad española.
de hablantes, ni el náhuatl, ni el aymara han obtenido estatuto oficial, en Son «invitados» a dejar de ser nómadas, paganos y «perezosos». Los diri-
México el primero, en Bolivia, Perú o Ecuador el segundo. El quechua, gieron, desde 1575, los franciscanos; luego, a partir de 1605, los jesuitas.
para el que fue creada en Perú, en 1953, una Academia de valor sobre to- Resulta que en el momento mismo del debate que se extendía por las
do simbólico, conoció un breve período de esplendor en ese mismo país cortes europeas sobre las lenguas que se utilizarían para cristianizar, los
cuando, en 1975, el gobierno militar del general J. Velasco Alvarado lo jesuitas tomaban posición en favor de los «vernaculistas» antes que de
ZUU LAS LENGUAS Y LA MUERTE 201
FACTORES DE MANTENIMIENTO Y LUCHA CONTRA EL DESASTRE
los «latinistas». Eran animados por el propio rey Felipe II que, más tole- estuvo lejos de conocer, ni en la escuela ni en la vida pública, el esplendor
rante sobre ese punto que su padre, recomendaba no obligar a los indios que había conocido de 1575 a 1768. Por eso conviene considerar el acon-
a abandonar sus lenguas por el castellano brutalmente impuesto. La con- tecimiento de 1992 como una revolución tanto como un cumplimiento: el
solidación de las Reducciones, la estrecha relación entre misioneros e in- artículo 140 de la nueva Constitución declara al guaraní lengua oficial de
dios y las necesidades de evangelización, sustituyendo a los malos tratos Paraguay junto al español; sin embargo el artículo 77 estipula la obliga-
bajo el régimen precedente, tuvieron como efecto hacer indispensable el ción de la educación bilingüe. Dos años más tarde, los trabajos del Con-
dominio del guaraní y condujeron a una política lingüística bastante di- sejo Asesor de la Reforma Educativa desembocan en la introducción de la
ferente de la que otros jesuitas adoptaban en México. El guaraní ocupó educación bilingüe en todas las escuelas de Paraguay, haciendo de ese país
pronto una plaza casi igual a la del español en la vida civil. el único de Iberoamérica, hasta el presente, en haber dado tal estatuto a
A la vista del contexto cultural de la época, marcado por el pasado y una lengua amerindia. A pesar del número de hablantes, esta novedad de-
por la historia del latín, esto significaba también el acceso a la escritura, be considerarse como un factor de lucha necesaria, pues en el contexto
situación tanto más asombrosa cuanto que la imposición del castellano se del mundo moderno todas las lenguas amerindias, sin excepción, están
vivía como la de una lengua que había raptado al latín, pero al mismo expuestas al peligro de desaparición.
tiempo heredado de él, el prestigio de ser escrita. Los jesuitas se prenda- No es ocioso añadir que, en un país poco alejado de Paraguay, las len-
ron tanto del guaraní, lengua bella y sutil, que le dieron la dignidad lite- guas indias no han gozado del mismo privilegio. Uruguay es un país sin
raria de un idioma indio cultivado. Finalmente, este «guaraní jesuítico» indios, único en este caso entre todos los de Iberoamérica, pues las po-
fue incluso promovido por ellos como única lengua oficial en toda la pro- blaciones de origen fueron exterminadas, en particular los charrúas, que
vincia. Permaneció, bajo su régimen, como única lengua de enseñanza el general Rivera atrajo a una emboscada mortífera en 1831. Sin embar-
para todas las asignaturas escolares. Conservando el sistema de trans- go, los rastros de lenguas indias son numerosos, comenzando por las que
cripción gráfica del hermano dominico Luis de Bolaños, hicieron tam- se observan en su mismo nombre, que es guaraní (en esta lengua, uruguá
bién por el guaraní lo que asegura a tantas lenguas europeas un estatuto significa «caracol» e y «río». Hoy se duda que todas las lenguas de Uru-
sólido, y lo que he dicho antes que es tan perjudicial si falta: un trabajo guay estén emparentadas con el guaraní, cuya presencia en la toponimia
de normalización, fijando una forma de la lengua que, entre las variantes se podría deber a la de un gran número de guaraníes, que dejaron las Re-
dialectales, será la que adquiera autoridad. ducciones de los jesuitas tras la expulsión de estos últimos (véase Pi Hu-
La edad de oro llega a su fin con la salida de los jesuitas, y un nuevo pe- garte, 1998). Pero estamos seguros de que hubo numerosas tribus indias
ríodo se abre a finales del siglo XVIII, que desemboca, hacía mediados del si- de cazadores cuyas lenguas han desaparecido junto con sus hablantes,
glo xix en otra política diferente: el mercantilismo liberal, preocupado de como el lule y el vilela, a las que se relaciona a veces con el charrúa, así co-
abrir Paraguay a la modernidad y a los modos de producción del capitalis- mo con una lengua igualmente desaparecida, el chaná y tantas otras de
mo europeo, se apresura a desterrar al guaraní de la escuela secundaria y de las que no se conservan otros rastros que breves vocabularios estableci-
promover sólo el español. Pero una nueva paradoja del bello y dramático dos por misioneros.
destino del guaraní supuso su renacimiento a partir de 1870, en reacción
con la terrible guerra de la Triple alianza, intento de genocidio de la pobla-
ción de este país por sus vecinos de Argentina, Brasil y Uruguay, inquietos La implicación de los hablantes
por sus progresos económicos y azuzados contra él por Gran Bretaña. A la
intención de genocidio se añadía la del lingüicida: un representante de Por implicación de los hablantes se debe entender tanto la sensibili-
los intereses de Estados Unidos recomendaba la exterminación de los guara- zación de los hablantes emprendida desde fuera, como el compromiso
níes y de su «lengua diabólica» (Villagrá-Batoux, 1996, págs. 276-277). espontáneo de la comunidad en favor de la promoción de su lengua ame-
Durante la mayor parte del siglo xx, y sobre todo bajo la dictadura mi- nazada. Se trata, por lo tanto, de una obra, necesariamente artificial por
litar que, sucediendo a otras, gobernó el país de 1954 a 1989, el guaraní una parte, de reanimación o de revitalización.
FACTORES DE MANTENIMIENTO Y LUCHA CONTRA EL DESASTRE 203
202 LAS LENGUAS Y LA MUERTE
las tribus siux, chippewa, ute, yaqui, havasupai, apache y navajo, apo-
Los programas de reanimación de lenguas que hay en el mundo son
yándose en su estatuto legal de naciones soberanas con capacidad de poseer
numerosos, en razón misma de la toma de conciencia de los riesgos asu-
relaciones de gobierno, tanto con los Estados como con las autoridades
midos por muchas de ellas. Examinaré algunos ejemplos de Norteaméri-
ca y de Iberoamérica. federales norteamericanas, habían adoptado unas medidas lingüísticas
por las que la lengua india se consideraba lengua oficial de la tribu y el
inglés segunda lengua. Después de diversas peripecias, los indios lo-
graron que fuera votado por las dos cámaras del Congreso una Ley de
Estados Unidos y Canadá
lenguas nativas americanas, que garantizó la preservación, protección y
• «US English» y las reacciones indias promoción de las lenguas americanas autóctonas (incluidas las de Alas-
ka, más las de Hawai y de las islas del Pacífico —Micronesia— bajo ad-
ministración de Estados Unidos), así como el derecho de utilizar y desa-
En Norteamérica, uno de los continentes donde las lenguas diferen-
rrollar su práctica. El gobierno canadiense había tomado medidas parecidas
tes al inglés están más amenazadas, la toma de conciencia de los indígenas
se ha visto favorecida, en alguna medida, por un fenómeno bastante curio- poco antes.
so. Estados Unidos, como se sabe, no tiene lengua(s) oficial(es) (¿tradición
de «pragmatismo anglosajón», como les gusta decir a los amantes de los tó- • La reanimación del mohaqués
picos?), y allí el inglés sólo posee estatuto de aplastante dominación según
Los principios recomendados por un voto oficial no dejan de ser idea-
la costumbre, y no según la ley. Al menos hasta mediados de los años
les. Aunque deberían contribuir, por supuesto, si son aplicados, a salvar
ochenta. Efectivamente, a partir de entonces comenzó a actuar un movi-
lo que se pueda; pero resulta útil examinar algunos casos prácticos de im-
miento llamado «US English», surgido inicialmente, en 1983, de una or-
plicación de los hablantes en la defensa de su lengua gravemente amena-
ganización (¿racista?) de padres hostiles a la inmigración.
zada. Comenzaré por una lengua iroquesa, perteneciente a una tribu cuyo
Este movimiento, rico en adhesiones a través de todo el país, induce
contacto con los blancos se remonta al siglo XVII, el mohaqués. Los ha-
a los Estados a legalizar el inglés como lengua oficial, esperando obtener
blantes de esta lengua eran conocidos por su elocuencia y gusto por la
este estatuto a nivel federal. Su propósito proclamado explícitamente es
elegancia verbal. Sin embargo, el mohaqués, como tantas otras lenguas
impedir «la institucionalización de las lenguas de los emigrantes en com-
de Norteamérica, ya no se oía casi en público a principios de 1970 y sólo
petencia con el inglés». Resulta que un aspecto del programa de «US En-
los ancianos se servían de ella en privado. En 1972, los principales re-
glish» presentaba la preservación de las «lenguas americanas autóctonas»
presentantes de la nación mohaquesa que vivían en Quebec organizaron
como «una obligación intelectual» con respecto a estas lenguas, que «no
en Kahnawá:ke un sistema escolar de inmersión, utilizando manuales
son habladas en ninguna otra parte del mundo» (véase Zepeda y Hill,
confeccionados por los investigadores (véase, más adelante, «El papel de
1991). Ahora bien, paradójicamente, como este aspecto no recibió nin-
los lingüistas»). Los adultos decidieron hablar mohaqués entre ellos.
guna publicidad, voluntariamente o no, las comunidades indias sólo re-
Pronto los niños se acostumbraron a ver en esta lengua un bien propio de
tuvieron de «US English» un hecho: al oponerse a la financiación de los
su nación. Se aportó la prueba de que el aprendizaje del mohaqués no era
programas de educación bilingüe, este movimiento amenazaba a las len-
guas amerindias. un obstáculo para el inglés ni para el francés, que a menudo era necesario
en Quebec para encontrar trabajo. Queda mucho por hacer, desde luego,
Así es como «US English» se ha convertido en el motor indirecto de
pero se ha traspasado un umbral psicológico y la lucha para salvar a esta
un florecimiento de iniciativas tomadas por los indios en favor de sus len-
lengua en peligro se ha puesto ya en marcha.
guas, motivadas por el temor de ver que el inglés se convertía en lengua
oficial de Estados Unidos, a través de una enmienda de la Constitución.
Aunque está claro que el programa de «US English» no es la única causa
de este florecimiento. Sea como fuere, en 1990 los órganos directores de
204 FACTORES DE MANTENIMIENTO Y LUCHA CONTRA EL DESASTRE 205
LAS LENGUAS Y LA MUERTE
• El hualapai y la experiencia de Peach Springs metió con energía para preservarlo de la muerte. ¡Aunque ella no era, sin
embargo, una hablante nativa!
El hualapai, otra lengua de Norteamérica perteneciente al grupo yu-
ma de la gran familia hokasiux y hablada en otro tiempo en el valle bajo
del Colorado ha sido objeto, a partir de 1975, de un programa de educa- El papel de los lingüistas
ción bilingüe destinado a contener la progresión alarmante de su erosión.
En los años ochenta, la llamada experiencia de Peach Springs, nombre Los lingüistas, o por lo menos los lingüistas que se interesaban por
de la localidad de Arizona septentrional, en la franja sudoeste del Gran lenguas concretas del mundo, se encuentran necesariamente entre aque-
Cañón, donde fue instalada, era citada sin falta por los indios de Estados llos a los que la muerte de las lenguas deja menos indiferentes. Este fe-
Unidos. Cuando se lanzó el programa, cerca del 50 % de los hualapai te- nómeno les preocupa bastante por haberse convertido en una nueva te-
nía el inglés como primera lengua. Parece que la situación mejoró, pero mática dentro de los estudios lingüísticos y porque es objeto, ya, de un
a pesar de los esfuerzos prodigados y del desarrollo y competencia del gran número de trabajos y de reuniones científicas. Por eso el papel que
personal, la reducción de la financiación federal constituye un elemento los lingüistas pueden desempeñar en la lucha contra el desastre de las ex-
negativo (véase Zepeda y Hill, 1991, pág. 146). tinciones de lenguas humanas en masa y por doquier no es en realidad
desdeñable. Este papel se lleva a cabo en los dos planos del trabajo lin-
güístico propiamente dicho y en la acción sobre poblaciones de hablan-
Guatemala y Nicaragua tes, como se verá a continuación.
tre sus informadores. Este aspecto ortográfico de su labor habla clara- tinción quedaría sepultada en el olvido y, con ella, toda la cultura que
mente de la importancia de la colaboración que se supone que aporta a
expresa.
las poblaciones. Pues la ortografía que elabora y que, en general, al tener
un objetivo científico, sólo indicará lo que es distintivo entre los sonidos
• La vocación eminente de testimonios y apoyos:
y no cada detalle de la producción sonora global, a menudo la toman co-
libros, grabaciones sonoras e Internet
mo modelo los informadores para responder a sus propias necesidades
de plasmación en la escritura.
Por eso el trabajo del lingüista reviste una significación tan alta. Es el
germen de una posible resurrección. En otros términos, si una lengua
• La urgencia del combate contra el tiempo
que está gravemente amenazada no se salva de la extinción, él o ella pro-
curan al menos dotar los elementos que permitan devolverle el aliento, a
El lingüista que sabe que una lengua está amenazada es mucho más condición de que se manifieste un deseo poderoso de restaurarla. Se po-
proclive a llevar a cabo su descripción que si ésta la utilizan numerosos dría sostener, evidentemente, que los trabajos dejados por el lingüista
hablantes de todas las edades. Recoger de los labios de un anciano las úl- confieren a la lengua extinta un perfil de conservación de un objeto de
timas frases que todavía puede producir de una lengua que no puede ha- museo. Pero hay que recordar que aparte de los libros que escribe, todo
blar con facilidad por no tener interlocutor natural con quien compartirla lingüista, en principio, se sirve también de elementos sonoros. Es cierto
es una tarea dolorosa, al mismo tiempo que exaltante. Y frecuentemente que esos soportes también son materiales y pueden degradarse un día,
el lingüista sabe que en su próxima estancia el viejo informador ya no es- pero su duración es, a pesar de lo que se diga, bastante larga, y tienen
tará allí para transmitirle aquello de lo que se acordaba todavía. Cuanto más mucho valor para los que estén determinados a servirse de ellos. Hoy,
aislada está una lengua amenazada en el plano genético (es decir, des- esos elementos se enriquecen con una nueva aportación: las direcciones
provista de parientes en el seno de una misma familia lingüística), y cuan-
de Internet, de las que hablaré como conclusión de este libro.
to más aislada está en el plano tipológico (es decir, como único testigo del
tipo de estructura, fonológica, gramatical o léxica que ilustra), más ur-
gente resulta describirla antes de que muera. • El esfuerzo compartido de estandarización
Pero la descripción que haga el lingüista no servirá sólo a la ciencia. A menudo los responsables de la política lingüística solicitan a los
Un motivo suficiente para obrar más deprisa sería tomar conciencia de lingüistas, en particular en los países plurilingües, que den su opinión o
la dramática realidad: si los lingüistas no se dan prisa por ir a explorar las aporten sugerencias en cuanto al trabajo, a menudo necesario, de puesta
muy numerosas lenguas todavía desconocidas que están amenazadas de a punto y de promoción de una norma dialectal que incumbe a diversos
muerte, la lingüística podría ser la única ciencia que haya dejado desa-
hablantes. Un trabajo así favorece la supervivencia de una lengua ame-
parecer tranquilamente ¡del 50 al 90 % del material sobre el que traba- nazada. Por ejemplo, las lenguas kheokoe, en otra época llamadas «ho-
ja! Por sólo poner un ejemplo de las tareas que quedan por hacer, bas- tentotes», de la Unión Sudafricana y Namibia han seguido un régimen
te con decir que sobre las casi 670 lenguas de Indonesia, a pesar de los durante dos siglos de política colonial, desde la época (finales del siglo
buenos y numerosos trabajos que han llevado a cabo los lingüistas de xvii) en que la Compañía de las Indias orientales comenzó a imponer el
Leyde y de otras universidades de Holanda en la época en que el país neerlandés a los africanos, cuyas interesantes lenguas de consonantes
era una colonia neerlandesa, sólo son conocidas de modo satisfactorio chasqueantes (pronunciadas por expulsión del aire: véanse las págs. 177-
el 6 %. Pero a esta imperativa razón de obrar con prisa se añade otra: 178) eran consideradas por los colonos como puros borborigmos e hipos
los trabajos que deja el lingüista son los únicos testimonios que existen
de salvajes.
de una lengua, en los numerosos casos en que no ha sido nunca des- Hoy, los únicos supervivientes de esta familia lingüística son el nama
crita antes de ir a estudiarla sobre el terreno. Sin los trabajos del lin- y el damara, bastante próximos uno del otro. Aunque los sigan hablando
güista, una lengua desconocida antes que él intervenga y en vías de ex- unos 125.000 habitantes, están en peligro por la presión del afrikaans y
ZUO LAS LENGUAS Y LA MUERTE FACTORES DE MANTENIMIENTO Y LUCHA CONTRA EL DESASTRE 209
del inglés (véase Haacke, 1989). Sólo la acción de los lingüistas podría, cuparse por las poblaciones, y no sólo por los especialistas autóctonos a
recomendando una estandarización, favorecer la supervivencia del nama, los que ha transmitido su saber técnico. Por ello le importa que sean legi-
el más extendido de los dos, que muchos usuarios abandonan con la idea bles, al menos para una parte de los habitantes, las descripciones que re-
de que no tiene prestigio, por esta dispersión en dos lenguas próximas, y dacta, aunque haya que admitir que no pueda disponer de una terminolo-
que se encuentran por lo tanto en mala posición para incorporarse al gía profesional. Muchos lingüistas de campo que realizan investigaciones
mercado laboral si lo hablan. sobre lenguas amenazadas dejan también manuales a los autóctonos para
El lingüista también tiene a menudo como tarea la neología, ya que promocionar la enseñanza de los niños. Los mejores informadores pro-
debe proponer, en función de las necesidades de adaptación del vocabu- porcionan así, por una especie de paradoja, la materia, y el lingüista, for-
lario y de lo que él sabe sobre las reglas de formación de palabras en la mado para interpretarla y sistematizarla, ¡la sirve de nuevo como mantillo
lengua estudiada, términos nuevos, ya sea porque se lo pidan explícita- de enseñanza a la masa de autóctonos que están en vías de olvidar su len-
mente los hablantes o porque él mismo, personalmente, sienta esa nece- gua! Los hablantes, que a menudo no tienen medios para poner en mar-
sidad. Los lingüistas que han ido a países lejanos para describir lenguas cha un programa de reanimación de su lengua en peligro, aprecian que el
saben también que a veces las autoridades políticas les invitan a aportar lingüista deje una descripción, destinada a impedir que se olvide. Tal es
una colaboración técnica en la obra de edificación de una terminología el caso, por ejemplo, de los yimas de Papúa-Nueva Guinea.
moderna en numerosos campos.
• Ayudar a reanimar
La acción junto a los hablantes En algunos casos raros, pero atestiguados, la acción de los lingüistas
desempeña un importante papel al contribuir a reanimar una lengua en
• Ayudar a tomar conciencia desherencia. El urat, lengua papú de la provincia de Sepik oriental,
en Nueva Guinea, estaba en vías de ser abandonada en beneficio del tok
Observamos que los hablantes, muy a menudo, sólo toman concien- pisin, pero los lingüistas que han ejercido su actividad en esta región han
cia del peligro en que se encuentra su lengua cuando es demasiado tarde hecho tanto por revalorizar el urat a ojos de los usuarios, que conoce una
para que se pueda emprender una acción eficaz. El lingüista, que reco- especie de nuevo florecimiento. Otro caso es el del atacameño, en otro
noce los signos de precariedad y obsolescencia (véase el cap. 6), tiene co- tiempo hablado en la región desértica del mismo nombre, al norte de
mo deber advertir lo más pronto posible a los hablantes del proceso que Chile. Los investigadores extranjeros, sin llegar a reintroducir en el uso
observa. La mayoría de los lingüistas, que asisten activamente a las po- cotidiano esta lengua, que estaba moribunda desde la segunda mitad del
blaciones cuando éstas han decidido poner en pie un programa de edu- siglo XIX, le han devuelto la estima de los propios usuarios, que la aban-
cación bilingüe para salvar su lengua, lo comprenden y les ayudan, en- donaban por el español, hasta el punto de que hoy muchos indígenas
tonces, a respetarla y a sentirse orgullosos de ella. pueden producir palabras y expresiones si se les pide (véase Adelaar,
Una de las mejores maneras de favorecer la toma de conciencia es sim- 1991, pág. 50). Es verdad que una solicitud inesperada que llega del ex-
plemente formar a lingüistas profesionales entre sus hablantes. Es una ta- terior tiene el poder de conservar la memoria, por el placer que procura
rea que llevan a cabo numerosos lingüistas, que confían la continuación a los que ya no creían en su lengua.
de su empresa, cuando abandonan definitivamente un terreno, e incluso
cuando proyectan volver de nuevo, a informadores bien entrenados, que
unen a su actitud de descriptores la ventaja de que ellos mismos son ha- Las exigencias de los mayas
blantes nativos. El lingüista extranjero que prepara un trabajo científico
tiene intención de someterlo a los que, en su país, lo juzgarán. Le preocu- Una de las actitudes más interesantes es la de los mayas de Guatema-
pa, pues, su promoción universitaria, pero también tiene el deber de preo- la. Un grupo de mayas, muy conscientes del valor cultural de su herencia
210 LAS LENGUAS Y LA MUERTE FACTORES DE MANTENIMIENTO Y LUCHA CONTRA EL DESASTRE 211
y preocupados por hacerse entender por especialistas, organizó en Anti- editorial retiró de la venta todos los ejemplares de una obra de lingüísti-
gua, en 1985, un taller, que dirigió tres conminaciones explícitas a los lin- ca en la víspera de su aparición; en efecto, esta obra ilustraba, también,
güistas extranjeros: no contribuir a las divisiones internas de cada lengua los hechos de transitividad con profusión de ejemplos en los que los
maya, no aislar a los hablantes en el trabajo sobre su propia lengua y no John, Bill y Mary no tenían otra ocupación que masacrar metódicamente
monopolizar la metodología lingüística y los conocimientos sin hacer a su entorno; el editor temió que los lectores que llevaban estos nombres,
partícipes a los pueblos mayas. Cuatro años más tarde, en un nuevo ta- muy corrientes, tuvieran la tentación de emprender acciones judiciales
ller, este mismo grupo afirma que hacer una tarea de lingüística es un ac- para obtener reparación del ultraje que les atribuía una acción innoble
to esencialmente político, y que la financiación de tal investigación frente de asesinos en serie. Podemos comprender que el lingüista se encuentre
a otra responde a opciones políticas. El más determinado de los miem- en un aprieto ante estas actitudes, si incluso los hablantes de las lenguas
bros de este grupo declara abiertamente (Cojtí Cuxil, 1990, pág. 19) que que no están amenazadas en absoluto se oponen a la imagen diabólica que
el antiguo reino del colonialismo español en Guatemala ha reducido las daría de ellos, según su opinión, un tratado de lingüística muy alejado de
lenguas mayas a un estatuto subordinado, y las condena a morir, de mo- tener tal intención.
do que los lingüistas no pueden ser neutros o apolíticos de ningún modo, No se puede esquivar el problema que plantean, a los lingüistas, rei-
y enfrentan a una disyuntiva: o mantener una complicidad activa con el vindicaciones como las de los mayas. Los lingüistas están formados en el
orden colonial, o un compromiso en favor de un orden lingüístico nuevo, rigor científico, preocupados por un examen «objetivo» de los hechos y
que respeta los derechos de todas las comunidades. alejados de toda posición subjetiva o normativa, en busca de modelos de
Un detalle que puede sorprender concierne a estos ejemplos. Los ma- frases que den la imagen más fiel posible del funcionamiento de una len-
yas de este grupo aprecian poco que los verbos que significan «matar» o gua, sobre todo de la relación que mantiene el verbo con su sujeto, así co-
«golpear» aparezcan en muy numerosos ejemplos y estiman que el lin- mo con su complemento eventual. Y sin embargo es verdad que la de-
güista que da estos ejemplos ofrece una imagen negativa de su pueblo co- manda de las poblaciones directamente relacionadas con su trabajo no se
mo un conjunto de asesinos y de seres violentos. Los mayas que han re- debe omitir. Lo mejor que podría hacer sería proporcionar todos los ins-
cibido una formación lingüística saben, sin embargo, que en toda lengua trumentos que reclaman, mostrarles gran atención y hacer, en interés
humana en que se estudia el fenómeno de gramática llamado transitivi- propio, el trabajo de la manera más profunda posible.
dad, las nociones «matar» o «golpear» presentan una ventaja importan-
te: los que participan en esas acciones pueden ser indistintamente un
«yo», «tú», «él», etc., tanto en singular como en plural; esta ausencia de La voluntad de los hablantes de abandonar su lengua
restricción gramatical facilita mucho el examen de las frases que están
construidas sobre una estructura de transitividad pura; esta última es aque- Un solo en otra tonalidad
lla en la que los agentes (los que golpean o matan) someten a unos pacien-
tes (los que son golpeados o matados) a un proceso llevado a término, ¡y Frente al concierto de voces que advierten de los peligros, se ha ma-
ese término en uno de los dos casos, es la supresión del paciente! Las es- nifestado otra opinión casi contraria y que probablemente no está aisla-
tructuras como ésta, sintácticamente reveladoras, son las que llaman la da. Según tal opinión (véase Ladefoged, 1992), se considera paternalista
atención de los especialistas en lenguas. ¿Es acaso un yerro interesarse por el hecho de pretender que vuelvan a emplear sus lenguas hablantes que
las formas? Los hablantes no admiten fácilmente la vocación del lingüista, tomaron la decisión de alejarse de ellas, y no compete a los lingüistas
pues para ellos la lengua está hecha principalmente para producir sentido oponerse a las decisiones de los hablantes. Que yo sepa, realmente nin-
a partir de situaciones reales, y no ejemplos gramaticales. gún lingüista ha ejercido nunca ninguna presión directa, física por ejem-
Pero los mayas no son los únicos que lo piensan. Los lectores britá- plo, para forzar a los hablantes de una lengua en vías de desaparición a
nicos son también muy sensibles sobre este punto: a finales de los años hablarla de nuevo; y de todas formas, la imposibilidad de tal conducta es
setenta (véase Sampson, 1980, pág. 66 n. 1), el director de una respetable bastante evidente por lo risible de su propio planteamiento. He analiza-
LIZ LAS LENGUAS Y LA MUERTE FACTORES DE MANTENIMIENTO Y LUCHA CONTRA EL DESASTRE 213
do en el capítulo 7 las causas de extinción de las lenguas y debe quedar no viables que querer mantener con vida por medio de heroicas inter-
claro que los que dejan de hablar su lengua no actúan por capricho, sino venciones quirúrgicas a un paciente condenado sin esperanza?» Está cla-
llevados por la presión de los acontecimientos y que hacen o creen hacer ro que el factor esencial es la voluntad de los hablantes.
libremente lo que les parece. Sí es cierto que para sus descendientes la Pero esta voluntad es también, en sí misma, un resultado. Surge de
práctica de una lengua que no es la de los ancianos es lógica y natural, las causas económicas y sociales analizadas en el capítulo 7, que no de-
pues han nacido con ella y no saben del mundo en que reinaba su lengua penden de la voluntad de aquellos que esas causa obligan a abandonar
materna otra cosa que la que se les ha contado, en cambio, buena parte de sus lenguas.
los que viven ese cambio de lengua lo perciben como una desgracia. Así Podemos admitir, ciertamente, que la muerte de las lenguas es un fe-
lo atestiguan numerosas reacciones positivas al trabajo de los lingüistas. nómeno tan natural como la muerte de las culturas, pero debemos com-
prender también que al perder su lengua, una sociedad sufre un gran da-
ño, y que los que tienen vocación de describir las lenguas ven en su
La defensa con motivaciones políticas o económicas muerte la desaparición de preciosos testimonios de la creatividad de los
hombres. Eso ya es suficiente para que sea legítimo luchar contra este fe-
He oído a los adversarios de lenguas indias de Estados Unidos, a los nómeno, mientras todavía es posible hacerlo, sin ceguera, por supuesto,
que no puedo llamar por su nombre pues se trataba de anónimos encon- sin una exageración artificial, pero también sin debilidad.
trados en viaje o en misión, sostener que las tribus que fingen promover
estas lenguas, de las que ya no se sirven, tienen motivaciones distintas
que las puramente culturales. La exigencia de restauración lingüística no
sería, pues, sincera. Se trataría en realidad de un noble estandarte, detrás
del cual se daría cobijo a reivindicaciones económicas, como la posesión
de un territorio cuyo subsuelo oculta abundantes recursos. O bien la de-
fensa de la lengua escondería objetivos políticos, como la autonomía ad-
ministrativa de una región habitada por tal o cual etnia. No tengo medios
para verificar lo bien fundado de estas declaraciones. Si se demostrara
que así es en efecto, no vemos en qué podría afectar a la promoción lin-
güística el haber sido tomada como pretexto, sí ello se lleva a cabo. Ade-
más, la muerte de las lenguas indias de América está estrechamente ligada
a la expulsión violenta de sus territorios tradicionales, de la que fueron
víctimas las tribus autóctonas en el transcurso del siglo xix. La reivindi-
cación de estos territorios sólo puede favorecer a las lenguas indias.
La libertad de elección
Una lengua que, desde hace más de 3.000 años, se llama «hebreo»
El hebreo que llaman hoy «bíblico» para distinguirlo del hebreo mo-
derno, denominado también «israelí», fue una lengua hablada durante
un tiempo considerable. Por lengua hablada hay que entender lengua
que no sólo existía como sistema, sino que además poseía la dimensión,
esencial, que F. de Saussure llamaba «habla» (véase el cap. 3). A menudo
da un poco de pena imaginar que unas lenguas muy antiguas hayan po-
dido ser medios de comunicación cotidiana. Ahora esta pena está muy
atenuada, pues la lengua que hoy se habla en el Estado de Israel, donde
posee un estatuto oficial, se designa con el mismo nombre que la que se
hablaba, en el mismo suelo, hace... alrededor de 30 siglos. Éste es el caso
también de sus hablantes, hebreos, habitantes del Estado hebreo. Por
el contrario, los pueblos con los que esos hebreos estuvieron relaciona-
dos se han hundido desde hace milenios en los abismos del olvido. O
más bien, esos pueblos no tienen otra existencia que la de las mencio-
nes que hacen los manuales de historia antigua, o la de los estudios eru-
ditos que publican los arqueólogos sobre el tema: esos pueblos de la an-
tigüedad son los asirios, babilonios, acadios y muchos otros más, cuyos
testimonios de vida yacen en la polvareda de las excavaciones. El hebreo
está, pues, estrechamente ligado a los hebreos y lo ha estado indefinida-
mente, a pesar de una muerte que se podía creer sin remedio, puesto que
los hebreos han sido contemporáneos de naciones y Estados desapareci-
dos desde hace mucho tiempo.
Liz) LAS LENGUAS Y LA RESURRECCIÓN
EL HEBREO: DE LA VIDA A LA MUERTE [ ...] 219
diferencias dialectales en hebreo lo encontramos en Jueces, 12,6, donde, dos poderosos vecinos, oscilaba peligrosamente entre la alianza egipcia y
en el transcurso de la guerra que enfrenta a unos contra otros, los efrai- la alianza babilónica. En el año 600 a. de C., Jejoyakim I creyó que podía
mitas, reconocidos en el vado del Jordán por la gente de Galaad por el aprovechar un revés babilónico frente a Egipto para rebelarse contra la
solo signo de su pronunciación s en lugar de .1 al principio de la palabra tutela de Nabucodonosor II. Éste replicó marchando sobre Jerusalén,
Siboleth, son degollados uno a uno por estos últimos. A la evolución de que tomó en el año 597 a. de C. La familia real, así como la aristocracia,
su forma y a su reparto en hablas distintas se añadió, durante la larga vi- los sacerdotes y los grandes propietarios judíos fueron llevados cautivos
da del hebreo, otro fenómeno muy natural para una lengua viva: el prés- a Babilonia. Diez años más tarde, el rey Sedecías, que había intentado en-
tamo de las lenguas vecinas, es decir el acadio, y, a través de este último, viar una coalición contra los babilonios, es aplastado por estos últimos y
el sumerio, el egipcio faraónico y también, aunque mucho menos que en esta vez Jerusalén es arrasada, el templo destruido y se produce una nue-
una etapa ulterior del destino del hebreo, el arameo. va deportación (véase Briant, 1996, pág. 56).
El hebreo no sólo se hablaba, también se escribía. Para ello utilizaba Ahora bien, la lengua que reinaba en Babilonia ya no era el acadio,
un heredero del sistema que los asirios, renunciando a la escritura jero- cuyas dos formas, asirio en el norte y neobabilonio en el sur, estaban en
glífica en cuneiformes, adoptaron alrededor de 7 siglos a. de C., es decir vías de ser eclipsadas por el arameo, a pesar del esplendor del reino de
el alfabeto arameo cuadrado. Este último sólo anotaba las consonantes, Nabucodonosor II. Este movimiento favorable al arameo continuó tras
dos de las cuales, w e y, se utilizaron muy pronto para señalar, fuera de su la toma de Babilonia, en el año 539 a. de C., por el ejército persa de Ci-
empleo consonántico, las vocales largas ñ e í. Es el alfabeto del que se sir- ro el Grande, que la población, harta de las impiedades de Nabonid,
ven todavía hoy, y que no recurre más que en casos particulares (en todo acogió como libertador. Giro, tras establecer, según el Deutero-Isaías,
el texto de la Biblia, así como cuando hay ambigüedad) a los signos que una alianza con el Dios de Israel, publica, poco después de su victoria
anotan las vocales breves, fijadas en los siglos Ix y x, al mismo tiempo sobre los babilonios, un reescrito ordenando el regreso de los habitan-
que otros signos fonéticos diversos, los masoretas de la escuela de Tibe- tes de Judea a su patria, la reconstrucción del templo de Jerusalén y la
ríades, para guiar el canto de los textos sagrados y de las oraciones. La restitución de los utensilios de oro y plata que se había llevado Nabuco-
ortografía actual multiplica incluso esas matres lectionis, es decir esas donosor. En el año 538 a. de C. vuelve un primer convoy de exiliados a
«madres de lectura» que son la w y la y cuando se anotan vocales, ya que Jerusalén, a expensas de los judíos de Babilonia. En el año 520 a. de C.,
facilitan la lectura de una vieja lengua semítica en la que, como en árabe, a principios del reinado de Darío I, vuelve del cautiverio un nuevo con-
no es de uso escribir las vocales. tingente. Conocemos estos hechos por el libro bíblico de Esdras (1 y 6,
págs. 2-12), titulado con el nombre del sacerdote y sacrificador que su-
cedió a Nehemías.
El principio del fin: el exilio de Babilonia y sus consecuencias lingüísticas Este último fue nombrado gobernador de Judea a mediados del siglo
a. de C. por Artajerjes I. Nehemías volvió a levantar las murallas de Je-
La toma de Jerusalén y el exilio rusalén y realizó importantes reformas. Esdras continuó su obra, y de-
sempeñaron ambos, en la historia del judaísmo, un papel eminente, en
Recordemos brevemente unos hechos históricos de sobra conocidos, tanto restauradores del culto y autores de la fijación definitiva de la ley
cuyas consecuencias son evidentemente esenciales para el destino del he- mosaica, tal y como la recoge el actual libro del Pentateuco. La restaura-
breo. El reino de Judá, demasiado débil para tener los medios de llevar ción de Esdras intentó favórecer también un uso extendido de la lengua
una política de independencia frente al conflicto que enfrentaba a sus hebrea en detrimento del 'arameo. Pero fue en vano. En efecto, los 60
EL HEBREO: DE LA VIDA A LA MUERTE [...] 223
222 LAS LENGUAS Y LA RESURRECCIÓN
ta el punto de que el hebreo de los profetas del exilio, como Ezequiel, está frase que no haya sido modificado según el modelo arameo, que incluso
lleno de influencias arameas; además, las masas que permanecieron en sirve de intermediario para pasar al hebreo palabras acadias que el mis-
Judea sólo habían ofrecido una débil resistencia a la fuerte presión del mo arameo ha tomado prestadas, como algunas palabras persas.
arameo, hablado por una numerosa población. La Biblia se hizo eco de
esta situación: «Sus hijos hablan la mitad en asdodeo [= arameo], y no
son capaces de hablar en judío» (Nehemías, 13, 24). El hebreo míchnico
de su tiempo, hablaba muy probablemente el hebreo, igual que el ara- critos del mar Muerto, entre 1947 y 1956, en las cuevas de Qumran, en el
meo. Puede que este hombre, que no era inculto, hablara también la ter- desierto de Judea.
cera lengua entonces presente en Palestina. Sin embargo, la lucha entre el regreso a las fuentes y las tentaciones
modernistas se resuelve a menudo con la victoria de estas últimas: una
• La helenización de las élites y el trilingüismo
vez obtenida la independencia nacional, los amigos del helenismo reto-
maron la superioridad bajo los reyes de la dinastía (¡ sacerdotal!) siguien-
Efectivamente, los hebreos más instruidos estaban bastante heleniza- te, la de los asmoneos, a los que les gustaba llevar nombres griegos, igual
dos y conocían el griego. Por supuesto, al principio, es decir, después de que numerosos judíos acomodados, entre los que, además, se utilizaba a
la conquista del Imperio persa por Alejandro y la muerte de Darío III en menudo la versión griega de la Biblia (la de los Setenta). El movimiento
el año 330 a. de C., las barreras religiosas mantenían a los hebreos relati- no había hecho más que acentuarse bajo la dominación romana; el latín
vamente al margen del mundo griego. Pero la helenización de los pue- quedó al margen como lengua de poder extranjero, y surgió la romaniza-
blos paganos que rodeaban por todas partes a las tierras judías había ter- ción en muchos puntos, en esta época y en este contexto, como un ins-
minado por propagarse en estas últimas, cuyas élites, al menos, estaban trumento de la helenización, sin que podamos ver en ello una paradoja.
en constantes relaciones con los colonos griegos instalados desde hacía Podemos comprender las razones (véanse las págs. 144-149).
mucho tiempo por Alejandro en Samaria. La abominación de las prácti-
cas del gimnasio a los ojos del judaísmo tradicional había dejado sitio, en • El judeoarameo
las ciudades, a la adopción de algunas costumbres griegas ligadas a la vi-
da teatral y deportiva. Entre los hebreos de la sociedad favorecida era co- En el siglo I, una parte, al menos, de los hebreos eran trilingües. Y en-
rriente poseer un buen conocimiento del griego, e incluso una familiari- tre los que no conocían el griego, presente sobre todo en las ciudades, la
dad con la retórica griega, de la que se encuentran rastros en la Michna. mayor parte eran bilingües. El arameo de los judíos, que se podría llamar
Este libro contiene más de 500 palabras griegas. En cuanto al Talmud judeoarameo, no coincidía ni con los principales dialectos presentes en las
de Jerusalén contiene, según evaluaciones recientes, hasta 1.100. El he- poblaciones arameas ni con el arameo imperial, que había promovido
breo míchnico tomó numerosos préstamos del griego y una parte de es- el poder aqueménida y que aún vivía en la época romana. Era un arameo
tas palabras griegas, fonéticamente hebraizadas, se ha conservado en he- hebraizado, tanto en su fonética como en algunos aspectos de su sintaxis.
breo israelí, como, entre muchas otras, avir «aire», teatron «teatro» o La tradición considera al arameo, o más exactamente a su forma hebrai-
dugma «ejemplo». zarla, como una lengua perteneciente a los judíos, y la ve, pues, con sim-
patía y respeto. Sin embargo, este favor no es unánime. Algunos no olvi-
• El breve sobresalto antihelénico de los macabeos dan que el momento en que el arameo se superpone al hebreo, esperando
suplantarle 6 siglos más tarde, corresponde a un episodio trágico de la his-
Sin embargo, es cierto que del año 167 al 134 a. de. C., los macabeos toria judía, el del exilio. Así, el Talmud de Babilonia (tratado Baba Qama,
se habían rebelado contra la política de helenización del rey seléucida de 82) atribuye al compilador de la Michna, Judá HaNassi, que nació duran-
Siria Antíoco IV Epifanio, que quería imponer la cultura griega en sus te la revuelta de Barcoquebas, la frase siguiente: «¿De qué nos sirve, en
Estados, entre ellos Palestina. Eso, para los judíos, significaba participar tierra de Israel, la lengua de los sirios? ¡O la lengua sagrada, o el griego!».
en los ritos religiosos del helenismo y, en consecuencia, al adoptarlos en
concierto con la lengua griega, que los expresaba, renegar del monoteís-
mo y de la ley mosaica. De manera reveladora, los macabeos habían aso- La destrucción del segUndo templo y el comienzo de la dispersión
ciado defensa de la Torá y promoción del hebreo bíblico, reivindicado
igualmente como un ideal, en esa misma época, por los esenios cuya len- Las torpezas de la autoridad romana y las vejaciones ligadas al impe-
gua purista nos la ha revelado el descubrimiento de los llamados manus- rialismo del poder de Tito en una Palestina cortada en tres partes desde
EL HEBREO: DE LA VIDA A LA MUERTE [...] 231
230 LAS LENGUAS Y LA RESURRECCIÓN
un esmerado examen comparativo de las formulaciones de todas las re- inicia una fase de declive que llama la atención cuando pensamos cuál
glas, la lengua en la que se escribe, durante un largo período de trabajo fue su prestigio en Oriente durante más de 13 siglos.
intenso que dura hasta el siglo vi, este compendio de sabía piedad, que Sin embargo, la historia del arameo, sin presentar esa imagen excep-
llamamos Talmud (talmud tora = «estudio de la ley»), es, por supuesto, el cional, propia del hebreo, de un idioma muerto que resucita, no es menos
arameo. El hebreo ha dejado de vivir como lengua hablada. Ha cedido la única. Esta lengua, la más antigua que sigue con vida junto al chino (si ex-
plaza al arameo, por el hecho sobre todo de la concentración, en Jerusa- ceptuamos el copto, que no se habla), sigue siendo hablada hoy en día, en
lén, de judíos arameófonos de la diáspora oriental (véase Segal, 1927, in- dos lugares: por una parte en la región montañosa que forma, al norte de
troducción). su territorio, la extremidad oriental y por alrededor de 200.000 personas;
En el Talmud de Jerusalén, que aborda varias veces el problema de las se denomina neoarameo oriental, o neosiríaco, el conjunto de dialectos que se
lenguas (así, en el tratado Péa, 1, se autoriza el estudio del griego litera- han conservado, no sin serias transformaciones como se puede imaginar,
rio, aunque con reticencias), está claro que el hebreo está considerado en el distrito de Tur `Abdin en Irak, así como alrededor del lago Urmia,
como la lengua sagrada, que no tiene más empleo que el litúrgico y no se en comunidades uniatas, nestorianas y jacobitas; por otra parte, aún so-
habla en la vida corriente (véase, sobre todo, el tratado Sota, passim). brevive un neoarameo occidental en tres pueblos sirios del Antilíbano, a
Se trata, sin duda, del hebreo bíblico. Pero el mismo hebreo míchnico, 30 kilómetros al nordeste de Damasco.
desde el aplastamiento de la revuelta de Barcoquebas, se había converti-
do en una lengua literaria, y su uso oral estaba en constante declive. Es
verdad que la conservación o la reivindicación de un hebreo hablado, sea Las lenguas de los judíos en los países
cual fuere la etapa de la evolución de la que se trate, ha estado siempre de Levante tras la conquista árabe
estrechamente ligada, en la historia de Israel, al mantenimiento de la in-
dependencia política o al combate por la identidad judía y por la afirma- En Palestina, Mesopotamia y Egipto, los judíos siguen, tras la con-
ción nacional. Aquí la desaparición de la lengua ancestral se conjuga con quista árabe (siglo VII), viviendo según su ley y costumbres, pero el ára-
la pérdida del Estado. be, que se impone cada vez más en su existencia cotidiana, termina su-
plantando al arameo y, donde estaba en uso en la sociedad, al griego.
El arameo, el nacimiento de las lenguas judías • Lenguas de los judíos de África, España y otros países de la diáspora
y el estatuto del hebreo en la diáspora
Las comunidades judías dispersas por la Galia, Germania e Iberia, o
El arameo decae a partir del siglo vil, frente al árabe, pero las que huyeron tras la destrucción del segundo templo, se añaden a las
hoy, después de 3.000 años, sigue resistiendo a la muerte que, desde finales de la República romana se habían instalado no sólo en
estos territorios, sino incluso también en Roma. En esta ciudad, los ju-
Tras la conquista árabe a principios del siglo VII, cambia el estatuto díos, que dominaban el importante comercio marítimo de cereales y acei-
del arameo, tanto en Palestina como en Siria y en Mesopotamia. Los he- te de oliva con África (lo que hoy es Túnez), poseían viviendas en un ba-
breos no son los únicos en abandonarlo progresivamente, lo mismo su- rrio del monte Coelyus situado entre el Coliseo y la Vía Apia (véase
cede, según un movimiento irreversible, con muchas poblaciones que lo Hagége, en prensa.). El hebreo seguirá siendo la lengua religiosa de toda
tenían como lengua materna o lo utilizaban como idioma de relación. la diáspora, pero durante casi 20 siglos los judíos dejarán de hablarlo.
Así, al menos en lo que concierne a sus hablas occidentales, el arameo Adoptarán las lenguas de los países de «acogida». Lo mismo harán más
EL HEBREO: DE LA VIDA A LA MUERTE [...] 235
234 LAS LENGUAS Y LA RESURRECCIÓN
El hebreo en la literatura diaspórica hasta el siglo XVIII mo radical) maskilim que, a finales del siglo XVIII y en el XIX, inspira-
dos por los filósofos franceses, ingleses y alemanes de las generaciones
La tradición asigna la noción de hebreo medieval no sólo a la lengua precedentes, han favorecido un renacimiento de la cultura judía, esfor-
de autores judíos de la Edad Media, sino también a la de épocas poste- zándose en abrirla a los valores de la civilización europea, sin traicionar
riores, hasta el siglo xix. A esta impropiedad del término se añade otro las tradiciones históricas del judaísmo. La cuestión de la lengua hebrai-
inconveniente: aunque sólo se trate de una lengua escrita y por lo tanto ca ha despertado particularmente la reflexión, como se puede compren-
sea menos susceptible de evolución, el estilo de los autores, que varía con der de los maskilim. M. Mendelssohn, y sus amigos sobre todo, reagru-
las épocas, ofrece una gran variedad y es difícil caracterizarle con un úni- pados alrededor de N. H. Wessely, fundan en 1784 el primer periódico
co calificativo, sobre todo con el de «medieval». literario hebraico, Ha-me' assef («Antologías»). Retoman la inspiración
Después de los primeros años setenta de nuestra era, la literatura he- de M. H. Luzzatto, cuya obra, a principios del siglo XVIII, había dado a
braica se había dispersado por numerosos hogares, entre ellos los de la poesía hebraica una belleza renovada, que no se conocía desde la
Babilonia, Alejandría, Antioquía, Atenas y Roma. Aquí se ilustran los edad de oro española. Proponen adaptar el hebreo a los tiempos mo-
nombres del historiador renegado Flavio Josefo, del filósofo Filón y, dernos, para hacer de él un instrumento de expresión de las ciencias
mucho más tarde, de autores que, en el mundo musulmán, en Kairuan, profanas.
Fez, Granada o El Cairo, escribirán, no sólo en árabe sino también en Querían desacralizar en alguna medida la venerable lengua de la Bi-
hebreo, obras que restaurarán la lengua de la Biblia, ya sea estudiando blia, precisamente para permitirle «revivir», al menos por escrito, siendo
sus sonidos, como Judá ben David Hayyug en el siglo x, ya sea tomán- capaz de expresar otras realidades distintas a las religiosas y litúrgicas.
dola como material de suntuosos poemas, como hizo Judá Haleví en el Pero paradójicamente exaltaron, para dar la espalda al pilpoul («sofísti-
siglo x(1, o de tratados filosóficos o gramaticales como, en la misma épo- co») de las argumentaciones rabínicas, la lengua pura de los profetas. Sin
ca, Avicebrón (ibn Gabirol) y Abraham ibn Ezra respectivamente, o in- embargo, los maskilim no eran simples imitadores del estilo de la Biblia,
cluso obras esotéricas, como las del cabalista portugués Isaac Abravanel como fueron imitadores del latín de Virgilio, en el siglo v, los poetas
en el siglo XV.
Claudiano o Saint-Avit, o mucho más tarde, en Francia, los autores de
Como el objetivo de este capítulo no es hacer un inventario, sino re- obras poéticas latinas, J.-B. Santeul a finales del siglo XVII o M. de Polig-
conocer ciertos hitos del destino del hebreo, no citamos aquí más que al- nac a principios del XVIII. Los maskilim, por el contrario, deseaban, para
gunos nombres. El que tratamos es célebre como época de esplendor del el hebreo, modernizar su léxico. Pero se atenían a la Biblia, de la que sa-
hebreo en tanto lengua literaria. Algunos autores, en árabe y en hebreo, bemos que el vocabulario es limitado, mientras que el hebreo míchnico
expresan su talento en el marco cultural generalmente tolerante de los podía proporcionar un terreno de neología. El resultado es que, a falta
países árabes de Oriente y, sobre todo, durante cerca de ocho siglos, has- de palabras en número suficiente dentro de este corpus restringido, los
ta la Reconquista católica, participan en el esplendor intelectual y reli- maskilim inventaron un gran número de expresiones compuestas, cuya
gioso de la España musulmana. Es la primera edad de oro de la lengua y torpeza hoy puede hacer sonreír (véanse las págs. 250-251). Se llamará,
de la literatura hebraicas tras la dispersión. Pero no se puede hablar de irónicamente, melitsa («[estilo que cultiva la] figura de la retórica») a la
renacimiento. Hoy el hebreo sigue siendo una lengua escrita. manera afectada de estos hombres de buena voluntad.
Al menos los maskilim habían hecho la demostración de un principio
esencial, aunque su manera de aplicarlo era desafortunada: es posible
El hebreo y la Haskala
adaptar una lengua muy antigua, surgida desde hace mucho tiempo del
uso oral, en realidade,s/modernas, construyendo palabras nuevas. La lec-
Los especialistas llaman Haskala (de sekel «inteligencia») al equi-
ción, como veremos;no se olvidará.
valente judío de lo que en Occidente se conoce como la Ilustración, es
decir un florecimiento de pensadores brillantes, llamados (con el mis-
238 LAS LENGUAS Y LA RESURRECCIÓN 239
EL HEBREO: DE LA VIDA A LA MUERTE [...]
El hebreo escrito a partir de mediados del siglo XIX tiempo la palabra, era todo lo contrario a una lengua petrificada y priva-
da de vida. Un signo asombroso de este muy particular estado es que no
Los maskilim tuvieron émulos en numerosos países de la diáspora, y
se dejó nunca de crear palabras y giros nuevos en hebreo, desde la Edad
sobre todo en Rusia. Muchos escritores ejercieron su talento en obras Media hasta el siglo xx pasando por la Haskala. Esta creatividad neoló-
que celebraban las horas más prestigiosas de la historia antigua judía. A gica se explica por el hecho de que el hebreo necesitaba innovaciones dado
mediados del siglo xix, la prensa hebraica es ilustrada con numerosos tí- que cumplía plenamente sus funciones de lengua de intercambio escrito,
tulos, y al final del mismo siglo un escritor, M. L. Lilienblum, preconiza no sólo entre los rabinos, sino también entre los comerciantes (véase Tur-
el renacimiento nacional, mientras que otros, como Mendele M. Sforim,
niansky, 1994, págs. 420-421). ¿Hay que recordar que era utilizado para
a menudo considerado el padre de la literatura hebraica moderna, se la contabilidad, y desde hacía mucho tiempo?
atreven a abordar unas realidades menos halagüeñas que el antiguo Israel, El hebreo se beneficiaría de las nuevas ideas de finales del siglo xix.
es decir, la vida dolorosa y pintoresca de los guetos de Europa central, Lilienblum funda en 1880 el movimiento de los «Amantes de Sión», cuyos
con la cual los maskilim habían querido romper, por lo que simbolizaba, adeptos, M. M. Dolitzki, N. H. Imber, D. Frischmann y N. Sokolow, es-
a sus ojos, de retrógrado y miserable. Aparece entonces una pléyade de critores, poetas, críticos literarios y periodistas, próximos a las tesis
notables escritores, en su mayoría de origen ruso o ucraniano, como S. socialistas que florecían en Europa central y oriental a finales del siglo XIX,
Chernijovski y sobre todo H. N. Bialik, que enriqueció el hebreo escrito crean la atmósfera intelectual propicia para una idea loca que nadie, has-
con obras de gran fuerza, donde la lengua, llena de neologismos, denota ta entonces, ha prohíbído explícitamente, aunque algunos sueñan con
una rara creatividad. ella sin osar imaginar que ninguna realización sea posible: el renacimien-
Los herederos de la Haskala no dudan, tampoco, en denunciar la to del hebreo. Sólo falta, pues, un hombre para hacerla pasar del sueño a
opresión antisemita, y esta denuncia está directa y lógicamente ligada a la realidad. Este hombre existe. Escucha. Lee. Se informa. Participa. Y
la reivindicación de la independencia nacional, de la que sin embargo no está presto a intervenir. Se llamará Eliezer Ben Yehuda.
se percibe aún la consecuencia lógica sobre el plano de la lengua. Sobre
este terreno nacerá la ideología del sionismo, concebido inicialmente co-
mo doctrina de liberación del pueblo judío. Los sionistas están lejos de LA RESURRECCIÓN DEL HEBREO
considerar todos al hebreo hipotéticamente resucitado como lengua obli-
gada de los judíos. Es revelador, en particular, que T. Herzl no contem- La resurrección del hebreo está ligada al nombre de Ben Yehuda, pe-
plara, para el Estado judío, sobre el que escribió en 1896 el famoso libro ro veremos que los hechos son menos simples y que hay otros que tam-
que llevaba este mismo título y que consagró la doctrina sionista, más que bien han desempeñado un papel esencial. Veremos, del mismo modo,
una solución plurilingüe, a la manera helvética, en la que el hebreo no in- que este hombre encontró una seria hostilidad en algunos medios judíos.
tervenía...
seguridad. Pronto lee el hebreo bíblico y el arameo, no sólo porque es de desde principios del siglo xix, el combate de los pueblos griego, armenio
espíritu muy vivo y le devora la curiosidad, sino también porque su tío, y búlgaro por su independencia y unidad, ¿por qué no habrían de apro-
que se ocupa de su educación, le envía a una escuela talmúdica de Po- bar el del pueblo judío?
lotsk (hoy en Bielorrusia). El adolescente se encierra entonces en el estu- Esta intuición, que surgió en su espíritu en esta misma época, guiará
dio de los textos sagrados y en el dédalo de las interpretaciones rabínicas. toda su vida. Pero la restauración de la nación no estaría sola en su causa.
Sueña incluso con aportar su contribución a las sabias exégesis, cuando La de la lengua es íntimamente solidaria con ella. Y Ben Yehuda dio el pa-
se encuentra con alguien importante: un rabino progresista. Así se des- so que otros no se decidían a dar, en razón de su concepción de la lengua
cubre ante él un mundo profano, el de los autores judíos seculares, y el escrita. Por ese lado, Ben Yehuda no hacía más que inscribirse en una ló-
de las temáticas literarias, políticas y sociales sobre las que escriben. Em- gica milenaria de la historia judía. Se ha visto anteriormente a propósito
pieza a leer con avidez estas obras, pero al ver que no se contenta con la de la restauración de Nehemías y Esdras, se ha visto de nuevo en torno a
hermenéutica del Talmud, su tío le despide con indignación (véase Zana- la revuelta de los macabeos, y también al recordar los acontecimientos
niri, 1978, pág. 4). que marcaron la insurrección de Barcoquebas. Siempre y en todas partes,
Este episodio inicial de su vida ya es revelador de las decisiones a las en los hijos de Israel, la adhesión al hebreo está ligada a la independencia
que Ben Yehuda se verá conducido más tarde. Los episodios siguientes nacional o, en su defecto, al proyecto de su restauración. Siempre y en to-
no lo son menos. Recogido por una familia favorable a la asimilación co- das partes, la pérdida de libertad, o peor todavía, la esclavitud, va acom-
mo medio, para los judíos, de ampliar el campo de acción, la deja para ir pañada o seguida del olvido del hebreo, y la dispersión acaba la obra de
al instituto gubernamental de Dunaburg (hoy Daugavpils, en Letonia), las armas, matando la lengua. Ésos habían sido los hechos tras la destruc-
donde encuentra, en un medio urbano muy diferente al de la yeshiva de ción del primer templo, el de Salomón, en el que se encarnaba el esplen-
Polotsk, a otros judíos de procedencia muy diversa, pero también cris- dor de Judá. Ésos fueron, de nuevo, cuando fue aniquilado a su vez el se-
tianos. gundo templo. Ése es el destino de Israel: la lengua siguiendo a la nación
y muriendo con ella. Ambas sólo pueden renacer solidariamente. El sio-
nismo de Ben Yehuda es lingüístico porque es político.
El pueblo judío, el hebreo y la independencia Así pues, el lazo entre la restauración de la nación y la de la lengua es,
nacional: una constante milenaria en Ben Yehuda, una obsesión precoz. No porque se trate en sí de una espe-
cificidad judía. En otras culturas, la acción de los restauradores del Esta-
Ben Yehuda sueña, en un momento dado, con realizar sus estudios en do ha ilustrado este mismo lazo. Cuando los Reyes Católicos acaban de
la Universidad de San Petersburgo y hacerse profesor para poder un día concluir la Reconquista tras la caída del emirato de Córdoba, en 1492, A.
liberar los espíritus de la sumisión del poder opresor del zar. Pero en- de Nebrija no hace más que reflejar la ideología monárquica cuando es-
seguida toma conciencia de que el medio en el que ha crecido y la perso- cribe en su Gramática castellana, publicada en ese mismo momento: «Siem-
nalidad que se ha forjado le confieren, tanto en los estudios religiosos co- pre, la lengua acompaña al poder».
mo en la literatura profana, un perfil enteramente diferente al de un ruso Pero lo destacable en el caso de Ben Yehuda es que la restauración
ordinario: el perfil de un judío que encuentra, y debe resolver, problemas del hebreo, si va asociada a la de la identidad nacional y ligada a una tie-
propios de los judíos. Así es como, al compartir la indignación que levan- rra, aún no postula abiertamente una independencia política. Lo más ur-
ta la intelectualidad rusa en la guerra turco-búlgara de 1878, Ben Yehu- gente es la lengua. Ben Yehuda era sionista, pero como murió en 1922, no
da, que acaba de cumplir 20 años, descubre al pueblo judío de repente la pudo conocer el Estado de Israel. Podemos suponer sólo que de haber si-
necesidad de aplicar lo que el rumor general, entre la gente de luces, do contemporáneo de su creación, habría considerado que se enmarcaba
quiere aplicar a los pueblos oprimidos: el principio de la emancipación en la continuidad de -1 historia judía. Permítasenos añadir, sin embargo,
que da los medios para liberarse de una tutela extranjera muy a menudo otra consideración: Ben Yehuda se interesaba por la lengua árabe, de la
penosa. Ya que las democracias aprueban plenamente, e incluso alientan, que recomendaba tomar prestadas muchas palabras; conocía bien las
EL HEBREO: DE LA VIDA A LA MUERTE [...1 243
242 LAS LENGUAS Y LA RESURRECCIÓN
blada de una nación judía restaurada. Pero tiene un espíritu abierto y per-
grandes obras judías de la edad de oro, que pudieron florecer, en la Edad
Media, en países musulmanes abiertos a la expansión de la cultura judía; mite a Ben Yehuda, un estudiante entonces desconocido, expresar ideas que
«no comparte enteramente». La Llamada se publica en 1879 bajo el título
es presumible que habría aceptado mal el estilo moderno de relaciones
con las poblaciones árabes de Palestina. Pero eso es materia de otro de- «Una cuestión importante». Es el primer acto de la resurrección del hebreo.
bate.
como un sueño visionario. ¿Qué sería la historia de los hombres, si no hechos más destacados de la segunda mitad del siglo )(IX. Transformán-
hubiera habido a veces, aquí o allá, seres de esta talla? dose entonces en lengua escrita de pleno derecho y por una especie de
explosión, recubrió cada vez más resueltamente todos los campos: prosa,
poesía, teatro, ensayo, etc. En 1908, en la conferencia de Chernowitz, re-
Ben Yehuda y los proyectos lingüísticos de los judíos de su tiempo cibió el reconocimiento de las élites judías de Europa central.
• Actitud de los judíos de Europa, en el siglo xviii, frente • Los riesgos de fractura: la secularización de la lengua sagrada
a la existencia de dos lenguas: una escrita y otra hablada frente a las conquistas literarias del yiddish, o los judíos de
Europa central y oriental en posesión de dos lenguas de identidad
A pesar de los esfuerzos que prodigaban para adaptar al hebreo la ex-
presión de las realidades de su tiempo, ninguno de los escritores y teóri- Los rabinos utilizaban el yiddish para comentar a las masas, que ya
cos de la Haskala podía imaginar que le haría renacer en tanto lengua ha- no comprendían el hebreo, los textos que escribían en lengua sagrada so-
blada. Para comprender esta actitud, conviene tener presente el marco bre temas religiosos. Pero cuando el yiddish comenzó a conquistar con
cultural en el que vivían, el de la Europa cristiana en la edad clásica. una dinámica creciente la literatura, más de lo que nunca había hecho,
Aunque las lenguas nacionales se hubiesen afirmado como monumentos las comunidades judías se encontraron con que disponían de dos lenguas
literarios desde el final de la Edad Medía, el latín seguía siendo lengua de escritas. Efectivamente, en el momento mismo en que el yiddish obtenía
cultura y guardaba parte del prestigio que le había valido su estatuto una verdadera promoción literaria, aparecía también un florecimiento de
de lengua escrita única. No era pues sorprendente, incluso a finales del notables escritores que se servían del hebreo. Lo hacían más incluso que
siglo XVIII, servirse de una lengua literaria distinta de la que se hablaba. los de la edad de oro del español, que también habían escrito en árabe. Y
A este estado de espíritu general de los ambientes eruditos se añadían, en trataban sobre todo, contrariamente a estos últimos, temas profanos (no-
el caso del hebreo, tres consideraciones: por una parte la antigüedad de velas, teatro y poesías esencialmente). Estos escritores judíos de la se-
su edad de gloria, que era la de los tiempos bíblicos; por otra parte el he- gunda mitad del siglo XIX, de los que antes he citado algunos nombres,
cho de que su estatuto era el de una lengua sagrada; y finalmente la llevaban a cabo una empresa casi sin precedentes en la cultura judía: la
ausencia de un lugar de manifestación de la vida nacional, noción con secularización de la lengua sagrada. Se iniciaba, desde entonces, una
la que la idea de un hebreo vivo estaba unida en el pensamiento judío. competencia de hecho entre el yiddish y el hebreo, ambas convertidas en
El estatuto del hebreo con relación al yiddish no reflejaba exacta- lenguas de la literatura judía.
mente esta idea clásica de una oposición entre escrito y hablado. Pues el Los mismos judíos que habían estado en la época precedente entre
hebreo tenía otra finalidad distinta al latín. Hasta finales del siglo los heraldos de la doctrina romántica de la lengua nacional única, en la
los judíos de Europa central y oriental estaban acostumbrados a la opo- que se expresa el espíritu de cada pueblo (véase Fishman, 1994, pág.
sición entre la lengua sagrada, nunca empleada en el intercambio oral, y 432) ¡surgían en la escena cultural con dos lenguas de identidad!
el yiddish, que tenía, en lo esencial, esta última función, aunque hubiera
sido utilizado en obras escritas desde hacía tiempo. Por eso los reforma- • La propuesta de Ben Yehuda
dores judíos del siglo XVIII no veían el yiddish como una lengua de futu-
ro y le daban la espalda. Esta época es incluso la de la madurez de Ben Yehuda. Aunque em-
pujado por una poderosa corriente, llevará a solas el proyecto hacia su
• Gloria del yiddish en el siglo xIx conclusión lógica. L numerosos sionistas y socialistas que ha leído y en-
contrado amaban.y respetaban el hebreo, lo utilizaban de modo prefe-
Las ideas de la edad clásica sobre el yiddish serían replanteadas más rente frente al yiddish en sus publicaciones, esforzándose, la mayoría, en
tarde. Su renovación y adquisición de una dignidad literaria fueron los imitar a los profetas y predicando una norma purista. Pero la lengua cu-
246 LAS LENGUAS Y LA RESURRECCIÓN
EL HEBREO: DE LA VIDA A LA MUERTE [...] 247
ya elección, en caso de regreso a Sión, parecía imponerse era la que todos
los judíos de Europa central y oriental hablaban en su vida cotidiana: el sión del mismo Ben Yehuda, sólo cuatro familias de Jerusalén, diez años
yiddish. Éste último era promovido, por lo demás, por los que, en los úl- después de su inmigración, utilizaban el hebreo. Según el diario Hashka-
fa (n° 19), las familias de este tipo eran diez en 1900. En 1930, Y. Klaus-
timos años del siglo xix, habían fundado el Bund, partido socialista de
los trabajadores de Lituania, Polonia y Rusia, más tarde ligado a los men- ner, que, desde Odesa, había venido a sumar sus esfuerzos a los de Ben
cheviques y preocupado no por los derechos nacionales del pueblo judío, Yehuda, aún podía escribir: «La mayoría de los que llegan a Palestina no
sino más bien por la lucha contra el antisemitismo y por los medios de hacen del hebreo su lengua propia y habitual, la lengua de su hogar y de
atribuir plena ciudadanía a los judíos en sus respectivos países. Dicho es- su vida». Quizás una valoración así y en una fecha como ésa, es un poco
to, el yiddish no sólo tenía amigos, también suscitaba reticencias, que re- pesimista. Sea como fuere, el hebreo se convierte, en la década siguiente,
cordaban las de los tiempos de la Haskala. En tanto lengua del gueto, a y sobre todo después de 1945, en la lengua corriente de todos los judíos
de Palestina.
algunos les parecía como el símbolo, sin prestigio, de una tradición de
miseria y opresión. Otros, o bien querían promoverlo o bien se desen-
• El periodismo
tendían. Ben Yehuda, frente a tales antagonismos y palinodias, al menos
proponía una solución clara, aunque pareciera utópica.
Si Ben Yehuda pudo hacer sus llamamientos en favor del hebreo en
los hogares, fue gracias a su segunda actividad: el periodismo. En efecto,
él funda, con pocos colaboradores, un periódico en el que vigila la im-
La acción en Palestina
presión y que él mismo distribuye, al precio de un trabajo extenuante.
En 1881, para realizar el proyecto que describe claramente su carta a Otros periódicos le sucederán, y todos conocerán numerosas vicisitudes,
Smolenski, Ben Yehuda emigra a Palestina. Su acción se ejercerá, desde Ben Yehuda utilizará la prensa no sólo para promover la utilización del
entonces, en cinco direcciones precisas (véase Hadas-Lebel, 1980a): la hebreo, sino también para dar a conocer sus creaciones neológicas.
adopción del hebreo como lengua familiar, el periodismo, la enseñanza,
el diccionario y el Comité de la lengua.
La continuación de la acción en Palestina: la enseñanza
del hebreo (en hebreo) en el parvulario como factor
esencial del renacimiento de la lengua
Los comienzos: el hebreo en familia, el periodismo
de infancia, en los que se hablaba sólo el hebreo (véase Masson, 1983, sar de su falta de formación en lexicografía, es preciso que emprenda in-
pág. 455). Este momento debemos considerarlo decisivo en la historia vestigaciones mucho más importantes a fin de conseguir, sobre la base de
del renacimiento del hebreo. Pues hasta entonces sólo los adultos lo ha- materiales tan vastos como posibles, un conocimiento verdadero del sen-
blaban, y éstos, fuera cual fuese su entusiasmo y su buena voluntad, se tido de las palabras y de sus evoluciones. Utilizando un método compara-
habían acostumbrado, desde su infancia, a formular su pensamiento en ble al de Schulbaum, cubrirá, pues, la totalidad de la literatura en hebreo,
otra lengua. En adelante, por el contrario, unos seres en el inicio de su vi- desde la Biblia hasta las obras de autores clásicos, modernos y contempo-
da aprendían a expresar sus primeros pensamientos en hebreo. Sólo en- ráneos, pasando por la Michna, los dos Talmudes, los libros exegéticos, los
tonces el hebreo entraba en la vía que podía conducirle a ser una lengua compendios de poesía, de filosofía y de gramática, la Cábala, los escritos
como las demás. medievales y los préstamos hebraicos de todos los niveles en las lenguas
judías. Una labor titánica...
Ben Yehuda aprecia sólo moderadamente los pastiches bíblicos de la
La etapa siguiente a la acción en Palestina: el gran Haskala. Pero presta una atención particular al período talmúdico, y más
diccionario de la lengua hebraica antigua y moderna a la lengua míchnica, en la que reconoce, con toda la razón, el estado
más recientemente atestiguado del hebreo hablado. Alimenta una gran
• Un trabajo no superado hasta la fecha estima por la edad de oro del español y profundiza en el árabe, como lo
hacían los autores judíos de este período. Se interesa igualmente por los
La obra más importante para Ben Yehuda, y a la que consagró la ma- escritos de los caraítas, comunidad de creyentes que, criticando el carác-
yor parte de su actividad en Palestina, no dejaba de tener precedentes. ter obligatorio de la Michna y del Talmud, propios de los comentarios
Aun sin remontarnos al egipcio Sa'adiá. ben Josef al-Fayyümi, gaon (jefe) orales, y sin reconocer más autoridad que la ley escrita, estudian cuida-
de una gran escuela siria de traductores y fundador de la tradición gra- dosamente el texto de la Torá.
mática hebraica, que redactó unos trabajos lexicográficos a principios Así, Ben Yehuda no sólo examina el hebreo, sino también las judeo-
del siglo x, debemos recordar que en el siglo xIx habían sido publicados lenguas, las formas sucesivas del arameo hebraizado y otros idiomas. Es
unos diccionarios y léxicos bíblicos o talmúdicos, aunque ninguno de una fortuna para el hebreo que Ben Yehuda no hubiese sido lingüista,
ellos cubría un período muy largo. La única obra que sí lo hizo, y cuyo pues sólo un aficionado podía tener la temeridad, o inconsciencia sufi-
autor puede ser considerado un verdadero precursor de Ben Yehuda, cientes, para lanzarse a una aventura similar. Un lingüista profesional no
apareció en Alemania. Se trata del Diccionario general completo neohe- sólo no habría creído en la posibilidad de hacer renacer al hebreo, sino
breo-alemán, que M. Schulbaum, traductor de poesías y tratados científi- que, además, no habría osado medirse, para afrontar tal desafío, a la ta-
cos alemanes en hebreo, se propuso componer a partir de 1880 para re- rea a la que Ben Yehuda sacrificó una salud ya amenazada.
solver las dificultades considerables de esta tarea. Sacó el material para Para llevar a cabo esta tarea, Ben Yehuda no se contenta con trabajar en
su diccionario de un corpus extenso, teniendo en cuenta tanto al yiddish las bibliotecas de Jerusalén. Se acerca a las de un gran número de ciudades
(impregnado de hebreo) como al hebreo bíblico. Rechazaba las perífra- del mundo para consultar las obras que necesita su investigación. El diccio-
sis complejas de los maskilim y recomendaba inspirarse en otras lenguas nario se convierte en un verdadero tesauro (Thesaurus totius hebraitatis).
semíticas para renovar desde el interior el léxico de la lengua, muy poco Aunque, según H. N. Bialik, no haya cubierto más que la centésima parte
adaptado a la expresión de los actos y objetos de la existencia cotidiana, de la materia total, Ben Yehuda leerá o revisará 40.000 obras y copiará
pues, decía, «en hebreo falta casi todo». 500.000 citas, trabajando 18 horas al día. Para encontrar los fondos necesa-
Ben Yehuda conocía sin duda el diccionario de Schulbaum. Al cons- rios, le ayuda mucho,su segunda esposa (hermana de la primera, fallecida),
tatar también la indigencia del hebreo en cuanto a la expresión de las co- que visita a diverso; filántropos y eruditos, a los que solicita la cooperación
sas de la vida moderna y cotidiana, empieza por publicar unos léxicos de financiera o las r¿comendaciones. Y el volumen 5, que se cierra en la pági-
términos usuales de diversos campos. Pero pronto comprende que a pe- na 3.000, aparece antes de que Ben Yehuda muera en 1922. Las pruebas de
Z3l) LAS LENGUAS Y LA RESURRECCIÓN
EL HEBREO: DE LA VIDA A LA MUERTE Hl 251
los dos siguientes, a punto en vida del autor, son corregidas por sus discí-
pulos. Los 11 últimos volúmenes, del 6 al 16, son preparados y completa- la lengua contemporánea: en lugar de beyt-` okhel (= «casa — [para] co-
dos, respetando su espíritu, por un equipo de alumnos y amigos. mer») por «restaurante», sefer-milim (= «libro — [de] palabras», calco del
El diccionario de Ben Yehuda contiene, para cada entrada, una tra- alemán Worterbuch) por «diccionario», ich-tsava («hombre — [de] ejérci-
to») por «soldado», ha inventado, respectivamente, mis lada (prefijo mi-
ducción en alemán, ruso, francés e inglés, así como la indicación de la raíz
árabe correspondiente. Además, el autor señala sus creaciones con un de nombre de lugar sobre una raíz que significa «hacer una comida»),
signo, para dejar al lector libre de aceptarlas o de rechazarlas. Lejos de milon (término formado sobre el radical de mila «palabra», no en plural
estar sin defecto, la obra presenta muchos errores y omisiones, fácilmen- milim, sino alargado con el sufijo -on), xayal (sobre una raíz que significa
«fuerza»). A veces Ben Yehuda da sentido profano a palabras religiosas
te explicables cuando pensamos que Ben Yehuda condujo casi solo o con
de la Biblia. Entre los términos que toma prestados al arameo bíblico, se
unos colaboradores encargados de tareas puramente técnicas, un trabajo
que habría necesitado un importante equipo. Dicho esto, la obra no tie- encuentran ketiv «ortografía», del arameo talmúdico, hitnagdut «oposi-
ne parangón hasta nuestros días. Ningún diccionario comparable se ha ción» y (adich «indiferente». Y calcando el árabe, que, a partir de huwa
llevado a término, a pesar de los medios modernos. «él», deriva huwiyya «identidad», forma zehut «identidad», sobre el de-
mostrativo zeh «esto, este, éste».
• Las aportaciones personales de Ben Yehuda, inventor de palabras
rrección aparece aquí a plena luz como lo que ha sido: una obra colecti- Comité se ha fundado precisamente para reaccionar ante esta sonriente
va. No se trata de ningún modo de negar el mérito de Ben Yehuda, cuya anarquía que coexistía, sin contradicción, con una seriedad y una tensión
perseverancia y abnegación a una causa obligan al respeto. Pero no se de individuos resueltos a hacer revivir su lengua sagrada varias veces mi-
puede olvidar que la empresa de restauración del hebreo no habría po- lenaria. El hebreo habría seguido siendo sin duda un muerto sin remisión
dido triunfar sin dos elementos, el primero, a saber, la acción de los si su resurrección hubiera sido una empresa sabia y minuciosamente or-
maestros de las escuelas de párvulos, como antes hemos recordado, el se- questada. Lo que ha sido en realidad es una obra de pasión: pasión sionis-
gundo esta vasta consulta de todo un pueblo, que construye, o recons- ta, pasión nacionalista, pasión de revuelta contra las persecuciones antise-
truye, una lengua, con una participación concertada de cada uno y bajo mitas. Esto es todo lo que significaba el delirante proyecto de resucitar al
la presión de los problemas concretos que plantea la expresión cotidiana. hebreo. Pero la pasión era, evidentemente, colectiva. El voluntarismo de
Las consultas del Comité no se limitaban a los docentes. Algunos los promotores sólo ha podido triunfar porque coincidía con las aspira-
particulares que se interesaban por la construcción de la lengua también ciones de toda una comunidad.
enviaban múltiples preguntas y hacían otras tantas propuestas. Y la ac-
ción del Comité sólo es la más significativa, pero había muchos otros
intercambios fuera de esta instancia. Muchos promotores de la lengua es- Adversarios y detractores
cribían en periódicos, que albergaban una importante tribuna lingüísti-
ca. Algunos pioneros no se consideraban menos competentes que Ben • El combate contra las otras lenguas, como el alemán
Yehuda, y para numerosas palabras hubo varias propuestas, entre las cua-
les el debate, y también los caprichos individuales, como a menudo la cos- Ben Yehuda no tuvo que afrontar sólo la enfermedad y la escasez de
tumbre, terminaron por decidir. Algunas de las palabras que el uso ha recursos. Tuvo que hacer frente a la competencia abierta de las otras len-
consagrado nacieron en estas circunstancias, sin que la mayoría de los guas y de las autoridades políticas que las sostenían. Pues la corte de Es-
usuarios supieran quién era el autor (a veces era un diaspórico que parti- tambul impulsaba la enseñanza del turco, la de San Petersburgo financia-
cipaba del entusiasmo neológico). ba la expansión del ruso y, sobre todo, la de Berlín mantenía numerosas
Así, términos tan corrientes hoy como yaroq «verde» o mi.Iqefayim escuelas alemanas dependientes de una asociación de ayuda a los judíos,
«gafas» se deben a H. Hazzan, de Grodno (véase Klausner, 1935). En Hilfsverein der Juden (en esta época Alemania, en realidad Prusia, era fa-
ambos casos al menos estamos informados de las circunstancias de apa- vorable a los judíos...). De hecho, Berlín preparaba la dominación de una
rición. Pero por extraño que parezca, no se conocen, en la mayoría de los Turquía en plena decadencia, introduciéndose, sobre todo, en su provin-
neologismos, ni la fuente, ni el contexto de nacimiento (véase Masson, cia de Palestina, donde Guillermo II, que perseguía una política de afir-
1983). Ni tampoco lo que, en la mayoría de las lenguas bien estudiadas, mación nacionalista en numerosos frentes, acordaba con segundas inten-
se encuentra en las obras especializadas: la historia de la palabra y las for- ciones su apoyo a Herzl.
mas de su implantación. ¿Se desea mejor prueba del carácter colectivo de Ben Yehuda, secundado por los profesores y alumnos en huelga de
la empresa? ¿Acaso el éxito de una palabra nueva no se mide, sobre to- enseñanza, luchó para impedir la apertura de escuelas técnicas en las
do, por el hecho de que está bien integrada en el uso para que la mayoría que el alemán hubiese sido la única lengua de enseñanza. Terminó lográn-
ignore su etimología, o no se interrogue sobre ella? dolo. Ya era hora y poco faltaba para que el alemán suplantara al hebreo
El Comité de la lengua se debía convertir en 1953 en la Academia de en Palestina. Pero la historia decidió de otro modo. El desenlace de la
la lengua hebraica, cuya creación de palabras se integran en los progra- Primera Guerra undial, que llevó al desastre turco y a la derrota pru-
mas escolares; y numerosos eruditos, como Aba Bendavid, gramático no- siana, hizo perd crédito al alemán. La suerte servía a los designios de
torio, consolidaron después, además, el trabajo de los primeros cons- Ben Yehuda.
tructores. Sin embargo, la resurrección del hebreo israelí no ha sido una
obra verdaderamente planificada. Las propuestas surgían aquí y allá. El
EL HEBREO: DE LA VIDA A LA MUERTE [...] 255
254 LAS LENGUAS Y LA RESURRECCIÓN
encontrará otra vez confrontado con esta tradición sagrada [...]. Entonces se-
• El anatema de los religiosos
rá preciso que se someta o que desaparezca. Pues en el corazón de esta len-
gua en la que no dejamos de evocar a Dios de mil maneras —haciéndole vol-
Ben Yehuda debió luchar también contra los judíos ortodoxos de Pa- ver así, de alguna manera, a la realidad de nuestra vida—, Dios mismo, a
lestina, para quienes el regreso del pueblo de Israel a Tierra Santa no po- su vez, no quedará silencioso. Pero esta revolución ineluctable del lenguaje,
día cumplirse más que con la llegada del Mesías. Juzgaban sacrílega, igual- en la que la Voz se hará oír de nuevo, es el único tema del que nunca se ha-
mente, la enseñanza del hebreo como lengua viva. bla en este país. Pues los que se habían propuesto resucitar la lengua hebrai-
Los mismos que tiraban piedras a la escuela de la Alianza donde Ben ca no creían en la realidad del juicio al que nos someten todos. Quiera el cie-
Yehuda enseñó el hebreo durante un corto período no admitían que des- lo que la ligereza con la que hemos sido arrastrados a esta vía apocalíptica no
viase del estudio de los textos sagrados a los jóvenes talmudistas, compro- nos lleve a nuestra perdición.
metiéndoles a trabajar la tierra en asentamientos. Estos censores, resueltos
a no dejarle actuar, se movilizaron hasta que lograron que encarcelaran a
Ben Yehuda bajo pretexto, totalmente falaz, de un artículo ofensivo que • Del divorcio entre lingüistas y filósofos
habría escrito. Fue liberado rápidamente. de la religión en cuanto a qué es una lengua
Más sorprendente sería la condena pronunciada contra la obra de Ben
Yehuda por un eminente especialista de la Cábala, G. Scholem, autor, so- El debate que provoca este texto es ciertamente importante, al menos
bre todo, de un célebre libro entre los cabalistas modernos (véase Scho- por dos razones. El texto, en primer lugar, representa bastante bien la vi-
lem, 1962). En una carta de diciembre de 1926 a F. Rosenzweig, publica- sión que la tradición rabínica tiene del hebreo; esta visión es la causa de
da sesenta años más tarde, podemos leer (véase Mosés, 1985): la negativa violenta que Ben Yehuda tuvo que afrontar por parte de los
religiosos. En segundo lugar, estas líneas proyectan una brillante luz so-
Los iniciadores del movimiento de renacimiento del hebreo tenían una fe bre las diferencias de concepciones en cuanto a lo que es la naturaleza de
ciega, casi fanática, en el poder milagroso de esta lengua. Ésa fue su suerte. una lengua, y más específicamente sobre el divorcio entre lingüistas y fi-
Pues si hubieran estado dotados de clarividencia, jamás habrían tenido el co- lósofos de la religión, por no hablar de la imposibilidad radical en que se
raje demoníaco de resucitar una lengua consagrada a ser un esperanto En encuentran algunos, entre los segundos, para comprender el trabajo de
cuanto a nosotros, el miedo nos invade cuando en un discurso nos vemos de
los primeros. Hemos visto que Ben Yehuda nació, y recibió su primera
repente sorprendidos por un término religioso empleado sin discernimiento
educación en un medio religioso, como la mayoría de los judíos de Euro-
"J. Esta lengua es rica en catástrofes por venir [...]. En verdad, nuestros hi-
pa oriental que han participado en el movimiento sionista. La inspiración
jos, que no conocen otra lengua, serán quienes deberán pagar el precio de es-
te reencuentro que nosotros les hemos preparado, sin habérselo preguntado, misma de este movimiento, al menos para los que no veían otro hogar
sin habérnoslo preguntado a nosotros mismos. Un día vendrá en que la lengua posible sino en Palestina, no podía estar exenta de implicaciones religio-
se volverá contra quienes la hablan "J. Ese día, ¿tendremos una juventud ca- sas, incluida en los espíritus que, en este final del siglo xix, se limitaban
paz de hacer frente a la revuelta de una lengua sagrada? [...] Los nombres a reivindicar la afirmación nacional del pueblo judío a imagen de la de
atormentan nuestras frases, escritores o periodistas juegan con ellas, fingien- otros pueblos oprimidos. Sin embargo, la elección del hebreo por Ben
do creer o haciendo creer a Dios, que todo eso no tiene importancia. Y sin Yehuda, y la adhesión de sus primeros aliados y luego de un número cre-
embargo, en esta lengua envilecida y espectral, la fuerza de lo sagrado a me- ciente de judíos, no se inspiraban en otra cosa que no fuera en la historia
nudo parece hablarnos. Pues los nombres tienen su vida propia [...]. misma de Israel desde la más profunda antigüedad: una historia en que,
Entre las palabras hebreas, las que no son neologismos [...] están carga- como he subrá1, yado, la restauración de la nación implica la de la lengua.
das de sentido hasta estallar. Una generación como la nuestra, que toma a su
Desde e(onces
t Ben Yehuda, aunque no fuera lingüista, adoptaba una
cargo la parte más fértil de nuestra tradición, quiero decir su lengua, no po-
actitud similar a la que habría adoptado un lingüista, si se hubiera encon-
drá vivir sin tradición. Cuando venga la hora en que la potencia escondida en
trado uno que fuera capaz de creer en la empresa y realizarla. El punto de
el fondo de la lengua hebraica se manifieste de nuevo, [...] nuestro pueblo se
ZY) LAS LENGUAS Y LA RESURRECCIÓN EL HEBREO: DE LA VIDA A LA MUERTE [...] 257
partida de Ben Yehuda era nacionalista y religioso, sin duda. Pero su pun- nuevas locuras. Murió, por agotamiento, a una edad en que los hombres
to de llegada era una concepción de la lengua como instrumento de co- hechos de semejante metal pueden todavía llevar a cabo muchas grandes
municación ante todo. La resurrección del hebreo no podía ser, a sus ojos, cosas: 64 años.
más que la de la lengua nacional de los judíos, la única concebible, en el
contexto histórico y cultural de Palestina, frente a cualquier lengua dias-
pórica, fuese cual fuese. De lo que se deducía, naturalmente, que esta len- DE ALGUNAS PARTICULARIDADES DEL HEBREO ISRAELÍ
gua debía ser adaptada a la edad moderna. Los reformadores de muchas
otras lenguas, en el pasado y sobre todo en el siglo xx, después del acceso Una empresa única en la historia de las lenguas
a la independencia de numerosos países descolonizados, no han tenido
otro objetivo (véase Hagége, 1983). Sin embargo, la posición de los rabi- El voluntarismo de los pioneros y la afirmación de identidad
nos ortodoxos y la de G. Scholem en el texto anterior se fundan en una
antigua tradición, según la cual el hebreo es una lengua sagrada, lo que El sionismo se inscribía, como se ha visto, en el marco de los nacio-
constituye un obstáculo dirimente a todo uso oral. Si no hubiera estado nalismos de Europa central y oriental de finales del siglo xix. Ben Yehu-
muerto durante 17 siglos, en los que sólo tuvo un uso litúrgico, quizás hu- da tuvo el mérito de convencer de un hecho primordial: si el segundo
biera sido más difícil su sacralización por parte de los religiosos. componente del concepto de nación es la lengua, y el otro es el territorio,
No hay que olvidar que en los tiempos bíblicos la lengua de la Torá esta lengua sólo podía ser el hebreo. De hecho, muchos sionistas estaban
conocía una variante hablada, perfectamente viva, que, a través de sus dispuestos a admitirlo, incluso si la idea en sí parecía delirante, del mismo
sucesivos estados de lengua que cambia como todas las de los hombres, modo que toda elección de una de las lenguas de los judíos, por ejemplo
fue utilizada por los hebreos durante los largos siglos de su historia ante- el ruso en lugar del alemán, etc., se habría encontrado con la oposición
rior al exilio. No es, pues, necesariamente sacrílego haber dado forma, en de los hablantes o partidarios de otra lengua. Pero como era preciso ha-
la época moderna y contemporánea, a un hebreo que se pueda hablar. La cer revivir al hebreo, sólo podía tratarse de una empresa voluntarista, al
cuestión que aquí se plantea es saber, desde entonces, si G. Scholem tie- haber desaparecido desde tiempos inmemoriales toda práctica natural y
ne razón al considerar que al modernizar el hebreo se ha alterado el po- espontánea del hebreo. Por otra parte, si los pioneros comprendían que
der de evocación religiosa de sus palabras. Intentaré, más adelante, res- al reconstituir esta lengua no podían evitar los préstamos de otras, esta-
ponder a esta cuestión. ban convencidos, sin embargo, de que el hebreo debía afirmar su pre-
sencia al máximo, ya que su identidad cultural se definía por la opción
misma que de él habían hecho.
La última concesión de Ben Yehuda
Cuentan que Ben Yehuda tenía costumbre de decir, refiriéndose al Una lengua hablada construida a partir
delirio al que dio cuerpo: «Hace falta un loco para cada cosa». Al menos de un conjunto de lenguas escritas
pudo ver que su loca idea se convertía en un estado de hechos razona-
ble: alrededor de diez meses después de la declaración de Balfour, que El hebreo israelí posee una asombrosa particularidad, entre otras
informaba al mundo, el 2 de noviembre de 1917, de la decisión favora- muchas: es una lengua hablada elaborada a partir de una lengua escrita.
ble del gobierno británico sobre «el establecimiento en Palestina de un En todos los otros casos se desarrolla el proceso inverso. Por supuesto, el
hogar nacional para el pueblo judío», el hebreo era declarado, el 31 de hebreo israelí también se escribe, pero el hebreo, en todas las etapas de
agosto de 1918, lengua oficial de Palestina, junto al árabe y el inglés. En su historia, no había dejado de escribirse jamás, y el acontecimiento re-
este instante único, el sueño deja de serlo. Ben Yehuda ya no tendrá oca- volucionario es justamente haberle devuelto después de tan largo tiempo
sión de llorar de alegría, ni tiempo para dedicar a sus contemporáneos un estatuto de lengua viva, hablada.
258 LAS LENGUAS Y LA RESURRECCIÓN EL HEBREO: DE LA VIDA A LA MUERTE [...] 259
Éste es el hecho que va a contracorriente de todo lo que está atesti- El hebreo como base y como modelo dominante
guado. Las lenguas romances son los productos, naturales por lo demás,
y no construidos, del latín vulgar, que era una lengua hablada; y precisa- Fidelidad al hebreo
mente cuando han accedido a la escritura se han impuesto como lenguas
de pleno derecho (véanse la págs. 60-61). El neonoruego ha sido cons- Desde que los pioneros, por un decreto voluntario, crearon una nue-
truido a partir de los dialectos hablados en Noruega occidental (véanse va lengua hebraica, se les imponía de manera radical la fidelidad a las di-
las págs. 277-278). Atatürk quiso construir, según la misma inspiración ferentes capas del hebreo como bases de la construcción, al menos en
nacionalista, un vocabulario turco moderno lo más alejado posible de la los casos en que se podía mantener dicha fidelidad. Así es como han si-
norma otomana abundante en préstamos árabe-persas, y pidió por ello do conservados todos los procedimientos de formación de las palabras
que se sacaran, sobre todo, de las lenguas turcas habladas por los nóma- típicas de las lenguas semíticas como el hebreo. Estos procedimientos,
das del este. Los prácritos son las formas variadas que, al principio del que se llaman esquemas, consisten en hacer variar, a partir de una raíz,
indio medio, suceden al sánscrito, lengua escrita. Lejos de ser una re- a menudo de tres consonantes, las vocales y a prefijar, intercalar o sufi-
constitución oral de un estado escrito, el árabe literario, semítico como el jar diversos elementos, para obtener nombres, adjetivos, verbos, etc. La
hebreo, y que encarna la norma en todos los países árabes, es, al contra- oposición entre masculino y femenino también se ha conservado, inclu-
rio, una lengua que sólo se escribió al principio, y los numerosos dialec- so en palabras que, tomadas prestadas del hebreo por el yiddish, lengua
tos árabes, únicamente orales, no son, como se cree, resultados históricos materna de muchos pioneros, habían pasado al neutro, como dalut «po-
ni tampoco reconstrucciones, sino herencias vivas. Los ejemplos podrían breza», hitlahavut «entusiasmo» (en yiddish, dales, islajves). La intro-
multiplicarse. ducción de nuevos esquemas ha sido desechada, incluso cuando se ins-
Pero hay más. El hebreo israelí no es sólo una lengua hablada rehe- piraban estrechamente en la estructura de esquemas atestiguados. Los
cha sobre la escrita. Es, además, una lengua rehecha sobre varias lenguas esquemas que perviven han sido muy explotados, o reactivados cuando
escritas, y no sobre una sola. El hebreo bíblico y el hebreo míchnico son habían perdido su productividad en el curso de la historia del hebreo.
lenguas bastante diferentes una de otra, por no hablar de la diferencia Uno de los más productivos hoy en día es el esquema de prefijo hit- y
entre el hebreo medieval, lengua, a fin de cuentas únicamente escrita, y de vocales a y luego e, formado a menudo a partir de un nombre; este es-
el arameo del Talmud. Ben Yehuda y los demás promotores de la lengua quema, ilustrado por el hebreo míchnico hitmazel «tener suerte», co-
debieron solicitar a su vez, según las necesidades, todos estos corpus; la rresponde a los verbos franceses pronominales o de sentido recíproco;
modicidad de las fuentes frente a la inmensidad de lo expresable fue una encontramos, por ejemplo, hityaded «tener relación de amistad» (sobre
razón de más para motivarles. yadid «amigo»), hitmazreax «orientarse» (sobre mizrax «oriente»), y tam-
bién muchos verbos con base extranjera, que este esquema obliga a re-
vestir de una fisonomía totalmente hebraica: hitgaled «dar resbalones»
Reviviscencia, más que renacimiento (sobre el yiddish glid «resbalón»), hizdangef «vagar por el boulevard Di-
zengof» (célebre avenida de Tel Aviv; se nota que en este verbo, donde se
Hablamos, para simplificar, de renacimiento del hebreo. Pero lo que percibe, como en muchas palabras israelíes, un guiño de connivencia, las
precede muestra que el término no es del todo exacto. Pues «renacimien- consonantes d y z se invierten, y la t del prefijo hit- desaparece, pues el
to» implicaría que el hebreo hubiera retomado su evolución de lengua vi- hebreo no admite ni la sucesión -tdz-, ni la sucesión -dz-).
va allí donde la muerte lo interrumpió. Y por lo demás, hacer renacer a un Se han retomado muchos procedimientos clásicos utilizados para la
organismo implica que sólo hay un organismo que está muerto. El hebreo formación deir Mbres. Uno de ellos consiste en crear siglas intercalando
israelí es, en realidad, la reviviscencia de varias lenguas. Lo más sorpren- una vocal a e tre las consonantes obtenidas por abreviatura. Este proce-
dente es que un desafío como éste a las evoluciones naturales y, para ser dimiento sirve incluso, desde hace mucho tiempo, para abreviar los pa-
claros, un artificio parecido, haya podido triunfar. tronímicos. Así, el nombre hebreo tradicional del filósofo llamado Mai-
260 LAS LENGUAS Y LA RESURRECCIÓN EL HEBREO: DE LA VIDA A LA MUERTE [...] 261
mónides por los occidentales es Rambam, pues se llamaba Rabí Moché La ideología puede modelar una lengua
ben Mai:mon. Del mismo modo, en la lengua moderna se han formado si-
glas convertidas en nombres comunes, como tsahal (tsava «ejército» + Lo que parecen probar los hechos antes mencionados es que una
hagana «defensa» + l'israel «de Israel»), nombre del ejército israelí. ideología consciente puede conseguir dejar voluntariamente su marca en
La construcción de la lengua queda pues, en muchos casos, marcada una lengua. Ya se sabía en realidad por los casos de numerosas lenguas
por la ideología sionista, reservada con respecto a lo que no es específi- cuyos reformadores, cuando ha sido preciso construir un vocabulario
camente hebreo en las estructuras. Sobre todo en los primeros tiempos, adaptado a la época moderna, han preferido a menudo soluciones nacio-
hablar hebreo era transmitir un mensaje, como en cualquier lengua, pe- nales para los préstamos internacionales. Pero en ninguna parte la acción
ro también era más: era participar en una gran obra de reviviscencia, tan- es tan radical como en hebreo israelí, lengua remodelada sobre una vas-
to más segura de triunfar cuanto que se conformaba más con las reglas ta escala por unos pioneros a los que animaba un claro ideal (véase Mas-
del hebreo bíblico, a las que se podían añadir las del hebreo míchnico pa- son, 1986).
ra los menos rigoristas. Todo esto es aún más cierto en el núcleo duro de la lengua, es decir, la
gramática. Las conjugaciones pasivas, que son morfológicamente comple-
jas, han sido mantenidas, como en general el sistema del verbo. En el
La hebraización de los préstamos nombre, la marca de dual (a veces considerada como rasgo lingüístico de
sociedades arcaicas, atentas a los pequeños nombres, como los de los ob-
Esta lealtad con respecto a la edad clásica del hebreo tiene como con- jetos que se presentan por pares) ha sido igualmente preservada. Ha sido
secuencia, cuando es posible, el rechazo de todo elemento perteneciente conservada incluso una palabra gramatical, (et, que indica que un nombre
a las lenguas nacionales. Este rechazo sólo concierne al terreno gramati- es complemento de objeto de un verbo transitivo. Fenómeno asombroso,
cal, es decir, al de las herramientas, como las preposiciones o conjuncio- del que la historia de las lenguas ofrece muy pocos ejemplos, el proble-
nes. En el terreno del vocabulario no han sido introducidas, al principio, ma del mantenimiento o del abandono de esta preposición 'et, aun cuan-
más que las palabras que se encuentran a la vez, bajo una forma análoga, do se trata de un debate de pura sintaxis que se creería reservado sólo a
en diversas lenguas europeas, en cuyo caso se consideran internacionales los lingüistas de profesión, ha sido objeto de largas controversias, en las
y se aceptan, pero no sin apariencia hebraica. que toma posición el mismo Primer ministro D. Ben Guríón, uno de los
Así, se han formado muchos verbos con raíces extranjeras, pero inte- fundadores del Estado de Israel (véase Hagége, 1993c, págs. 34 -35).
grándolos en una estructura hebraica, la que representa una vocal i des-
pués de la primera consonante (o en inicial) y una vocal e después de la
consonante central, o las dos consonantes centrales. Sobre el modelo de Hebreo israelí y esperanto
los verbos de hebreo bíblico o míchnico como iben «petrificar», diyer
«poner en un aprisco», pirkes «embellecer», ligleg «burlarse», gimgen Los confines bálticos y ruso-polaco han estado entre las tierras elegi-
«tartamudear», etc., o de verbos del mismo tipo con raíz hebraica mo- das por los espíritus innovadores, repletos de ideales de libertad que
derna, tales como inyen «interesar», ixzev «decepcionar», kiyef «llevar atravesaban la intelectualidad de Europa del Este a finales del siglo xix.
buena vida» (de kef «buen tiempo», préstamo del árabe), se han forma- El inventor del esperanto, L. Zamenhof, nació un año después que Ben
do verbos como los siguientes, en los que la raíz es una palabra interna- Yehuda, en el nordeste de la Polonia sometida a la tutela rusa, en una
cional, pero donde el esquema está hebraizado: pider «empolvar», bilef ciudad en la que los judíos eran mayoría, Bialystok, situada a unos cien-
«farolear», tilfen «telefonear», pitrel «patrullar», kitleg «catalogar», hip- tos de kilómetro de Lushky y de Polotsk. No puede por menos de sor-
net «hipnotizar», etc. En todos ellos se reconocen las palabras inglesas o prendernos la relación entre el deseo insensato que tenía Ben Yehuda de
francesas. resucitar la única lengua de unión posible entre todos los diaspóricos, y
que, en la misma época, Zamenhof, como otros hombres de paz en Eu-
lJZ.
LAS LENGUAS Y LA RESURRECCIÓN EL HEBREO: DE LA VIDA A LA MUERTE [...] 263
ropa, alimentaba la idea de abatir las barreras debidas, según él, a la mul- yoría, judíos europeos (Asquenazim en hebreo). Ellos introdujeron un gran
tiplicidad de lenguas. La adopción idealista de una lengua cuyo uso no número de palabras comunes en ruso, alemán, inglés y francés, la mayoría
obedece a motivaciones de interés (económico, político, etc.) supone la de las veces bajo su forma rusa; pues el ruso era, junto al yiddish y, para al-
adhesión a una moral internacionalista. Éste era el punto común entre gunos, al polaco o al alemán, la lengua de origen de muchos de ellos, co-
los dos proyectos. Pero esta adopción supone también (véase Hagége, menzando por Ben Yehuda y muchos grandes escritores, como H. N. Bia-
1983, págs. 19-20) una potencia simbólica enraizada en una historia. Só- lik. La influencia rusa ha sido, pues, muy importante en las primeras etapas
lo el hebreo respondía a esta segunda exigencia, lo que procedía eviden- de recreación del hebreo. Encontramos así en hebreo israelí obyekt, kera-
temente, del hecho de que concernía a una sola nación, y no al mundo mika, galantería («artículos de fantasía»), tsenzura («censura»), etc. (véase
entero, como el esperanto. Masson, 1976). La presencia del yiddish también es muy importante, in-
Además, existe una diferencia esencial entre las dos empresas, aun- cluso cuando estaba considerada por una parte de los pioneros como ca-
que la invención de una lengua internacional y la reviviscencia de una rente de todo prestigio, por ser lengua de guetos de la Europa central.
lengua muerta tienen puntos en común. Zamenhof creó el esperanto con En cuanto a los judíos occidentales (Sefardim en hebreo, de Sefarad
todas las piezas, aunque inspirándose con claridad en el latín, en las len- «España»), no eran más que un pequeño grupo antes de 1948, y los que
guas romances, eslavas, etc. Ben Yehuda no recreó el hebreo sólo con él, emigraron después jamás fueron muy numerosos. El judezmo no tenía el
como se ha visto; además, se sirvió de materiales existentes, aunque la prestigio de las lenguas de Europa del norte. El árabe no era apreciado
síntesis que utilizó fuese, por una parte, artificial y sus neologismos se por Ben Yehuda y otros promotores más que por su forma literaria. En él
inscriban en esquemas hebraicos atestiguados. vio una fuente de préstamos léxicos, pero no de modelos morfológicos, y
menos aún los promotores posteriores a 1948, para quienes el árabe se
convierte en lengua de adversarios o en conjunto de dialectos sin presti-
Occidentalidad del hebreo israelí gio de los inmigrantes de Yemen y del norte de África, todos de cultura
tradicional. Por todas estas razones, el hebreo israelí se dibuja claramen-
A pesar de su apego a las formas clásicas del hebreo, los construc- te como una creación de Asquenazim. De entre los muchos procedi-
tores no han podido hacer que éste poseyese también aspectos de mientos de neología donde el humor yiddish deja su rastro, podemos re-
lengua occidental. Esto se evidencia en la relación con las lenguas ju- cordar el que consiste en repetir una palabra añadiendo, antes de la parte
días, así como en numerosos puntos, de los que escogeré algunos a con- repetida, un prefijo de irrisión m- o como en igen-migen «israelí de
tinuación.
origen húngaro» (ya que igen = «sí» en húngaro), um4mum, designación
peyorativa de la ONU (según su sigla en hebreo: um).
La parte de judíos europeos: prestigio de las lenguas europeas • Estatuto del judeoarameo
y del judeoarameo. Falta de prestigio de las lenguas
de Sefardim: judeoespañol y dialectos judeoárabes Paradójicamente, el judeoarameo, en el que Ben Yehuda y otros re-
constructores del hebreo moderno beben abundantemente, es una len-
• Presiones del ruso y del yiddish, lenguas de Asquenazim gua de prestigio a sus ojos, aunque se trate de una lengua de Oriente, y lo
que es más, la de sus perseguidores de antaño, esos babilonios que la ha-
Un hecho sorprendente es que el judeoespañol y las diversas formas bían adoptado como idioma de relación mucho tiempo antes de la des-
del judeoárabe no han proporcionado casi ningún elemento de vocabula- trucción del primer templo y la deportación de las élites de Judea. Estos
rio al hebreo israelí. El árabe ha proporcionado muchos, pero en cambio graves acont/cimientos, y los que siguieron, hicieron del arameo, de al-
no encontramos ningún elemento morfológico árabe en la gramática he- guna manera, una lengua judía o al menos una lengua de judíos, como ya
braica moderna. Los pioneros que han modelado el hebreo eran, en su ma- escribí antes. Y sin embargo, el hebreo israelí, que ha sacado de él tantas
264 LAS LENGUAS Y LA RESURRECCIÓN 265
EL HEBREO: DE LA VIDA A LA MUERTE E...]
palabras de vocabulario, no le ha tomado prestado ningún elemento, o tarse de un texto literario, está casi enteramente desprovista de ellos. Por
casi ninguno, ni procedimiento de formación de palabras, introduciendo
el contrario, el yiddish y el ruso los poseen en abundancia. El hebreo is-
exclusivamente palabras arameas, no analizadas. raelí ha tomado prestados de estas lenguas unos sufijos diminutivos. Uno
de ellos es -dik, que puede tener un sentido afectivo, de burla o peyorati-
vo: se encuentra en baxurdik, xamortsik, xayald'ik, xamuddik, samentsik,
La pronunciación del hebreo israelí: oficialmente
askandik, que significan respectivamente, «jovencito», «burrito» ( ¡pala-
sefardí, pero en la práctica, asquenazí bra afectuosa, de hecho!), «soldadito», «tesorito», «gordito», «politicas-
tro», diminutivos de baxur, xamor, xayal, xamud («amado»), samen («gra-
La pronunciación oficial del hebreo es, como querían sus promoto-
so») y askan («político»). Otro sufijo afectivo y diminutivo es -le,
res, fiel a la que fue probablemente en otro tiempo: se reglamenta sobre
atestiguado en abale, «papaíto», yaldale, «niño», etc.
la de las comunidades sefarditas del norte de África o de Oriente, que, El ruso también ha proporcionado, por medio del yiddish, un sufijo
como el árabe, poseen en su articulación consonantes guturales, es decir,
-nik, de bastante alto rendimiento, que, añadido a unos radicales hebrai-
articuladas en la zona de la faringe y de la laringe. Pero en la práctica, por cos o más raramente extranjeros, o a siglas o expresiones diversas, pier-
el hecho de que los primeros inmigrantes sionistas, a finales del siglo xix, de su implicación afectiva para designar a los autores de numerosas acti-
eran usuarios del yiddish, que no conocía esos sonidos, la pronunciación
vidades: igudnik «miembro de un sindicato», yudalefnik, «alumno de la
corriente los omite. Uno de ellos, la h (que encontramos en el nombre
clase de sexto» (designada por las letras yud y ale]), xelavirnik «aviador»,
árabe Mohamed) se pronuncia como la h del alemán machen, mientras
klumnik «inútil» (klum = «nada»), kdainik «oportunista» (kdai = «vale la
que el hebreo posee este fonema, distinto al de h. De lo que se deduce
pena»), loixpatnik «pasota» (lo ixpat [lo] [arameo] = «poco [le] impor-
una pérdida de posibilidades distintivas.
ta»), olraitnik «un tipo bien» (inglés allright), phudnik «pelmazo» (se di-
ce de un investigador que hace gala de sus conocimientos y de sus títu-
los). Se nota el gusto por la írrisíón (para otros se tratará de humor judío)
La expresión de la afectividad: los diminutivos, las carencias inherente a algunas de esas palabras. También se constata que, entre las
del hebreo y la presión de las lenguas de los judíos europeos formaciones expresivas antes citadas, las cinco últimas pertenecen a la
lengua familiar. Era difícil que el hebreo, dado no sólo lo que eran sus
El préstamo de elementos formadores de palabras en lenguas distintas medios, sino también lo que simbolizaba, proporcionara por sí mismo tal
al hebreo lo evitaron los pioneros en todos los casos posibles; pero a veces
material.
se vieron obligados a emplearlo. Cuentan que los primeros dirigentes del
Estado de Israel, en los momentos de ira, se insultaban en yiddish. El yid-
dish era también utilizado, al principio, en el diálogo tierno, como si la ex- La expresión de la identidad por la acentuación de palabras
presión de los impulsos no se concibiera más que en la lengua aprendida
en la infancia (véanse las págs. 144 -149, a propósito del griego entre los El hebreo es una lengua de acento tónico en la última sílaba, mientras
patricios romanos). Esto es aún más cierto cuando la expresión de la que que el yiddish tiende a acentuar la sílaba precedente. En ninguna de es-
debieran servirse es muy artificial, pues está reconstituida por un acto vo- tas lenguas se puede encontrar oposición, en una misma palabra, de dos
luntarista. Además, el hebreo se mostraba trascendente, por la misma lugares del acento. Pero un hecho bastante original del hebreo israelí,
trascendencia de la Biblia a ojos de los pioneros de Palestina. Pero éste lengua híbrida, es que le ha nacido tal oposición. Los pioneros se han
era un terreno en el que se añadía una segunda causa. Era el terreno de los puesto, en efe,cfo, a acentuar «a la yiddish» las palabras referidas a reali-
diminutivos y del que los lingüistas llaman hipocorísticos, es decir pala- dades típicarnente israelíes, ligadas por lo tanto al mundo cultural de los
bras imbuidas de afectividad, burlona o tierna, que poseen los registros hablantes del yiddish, y a pronunciar por el contrario «a la hebraica», es
orales de todas las lenguas humanas. La lengua de la Biblia, quizá por tra- decir, con acento final, estas palabras cuando se refieren a realidades más
266 LAS LENGUAS Y LA RESURRECCIÓN EL HEBREO: DE LA VIDA A LA MUERTE [...] 267
generales. Así, se oponen, por ejemplo, bimá «escena» y bíma «Teatro de Las libertades tomadas con el sentido: el hebreo israelí, lengua
la Bima», o tikvá «esperanza» y tíkva «himno israelí (que contiene esta
semítica por su morfología y europea por sus calcos semánticos
palabra)» (véase Hagége y Haudricourt, 1978, pág. 152). Esta intrusión,
natural, de costumbres articulatorias ligadas a las lenguas diaspóricas, es, • Las manipulaciones del sentido y el desorden
además, una «infracción» al culto del hebreo. del sistema de conceptos
taxanat délek «estación de servicio» (délek = «carburante»), taxanat ez- tido por un proceso de secularización (véase Hadas-Lebel, 1980b). Esta
ra ri.lona «puesto de primeros socorros», etc. De este modo, las redes se- relación dialéctica entre lo sagrado y lo profano está lejos de ser un fenó-
mánticas del hebreo se han reorganizado sobre el modelo de las lenguas meno reciente en la historia del hebreo. Se remonta, al menos, a la Edad
indoeuropeas. Media.
Pero en el siglo xx ha conocido una extensión sin precedente. Pues
• Los calcos paronímicos y retruécanos los promotores, al decidir luchar para hacer revivir la lengua de la Biblia,
han puesto, si se evalúa esta acción según el judaísmo, lo sagrado en lo
Las creaciones de palabras nuevas por retruécano no son exclusivas cotidiano. El vocabulario político, en particular, se ha enriquecido por
del hebreo israelí. Los promotores del húngaro han creado un término esta vía. Torá, el término venerable que se refiere a la ley de Moisés, co-
elem, para traducir las palabras francesa e inglesa élément/element
[ele- mo expone el Pentateuco, hoy se puede emplear en el sentido de «doctri-
mento], que tiene la doble ventaja de parecerse a la vez a estos últimos y na política» sea cual fuere. Herem, que significa en la Biblia «objeto de
a la palabra puramente húngara eg«lo que está delante». Para expresar anatema», ha recibido hoy el de «embargo» o «boicot». Keneset, palabra
escuela, école o school, los creadores del turco moderno han formado hebrea míchnica que significa «asamblea de fieles», ha sido retomada pa-
okul, que evoca inmediatamente oku (-mak añadiendo el sufijo de infini- ra designar, como se sabe, al Parlamento israelí (siendo denominados los
tivo) «leer». El gran reformador del estonio J. Aavik ha inventado, sobre de otros países Parlamento). Minyan , otro término míchnico que desig-
todo, según el francés crime [crimen], la palabra roim, que tenía la ven- naba (y sigue designando entre los judíos practicantes) el número míni-
taja de parecerse a un término perteneciente a una lengua hermana, el fi- mo de diez hombres necesario para recitar la oración en público, se ha
nés rikos, de idéntico sentido (véase Hagége, 1983, págs. 51 y 57). especializado en sentido profano de «quórum». Sar y nasi, hoy «minis-
Se ve en qué consiste el procedimiento. Los inventores de neologías tro» y «presidente» respectivamente, se referían en la antigüedad a fun-
han aprovechado, no sin la sonrisa implícita que acompaña a algunas de ciones y dignidades religiosas. Qorban, «sacrificio en el altar» en hebreo
las intervenciones serias, aunque también lúdicas, sobre el tejido de las bíblico, ha recibido el sentido moderno de «víctima (de guerra, o a veces
lenguas, las felices casualidades por cuyo efecto ciertas palabras de la len- de accidente)». G. Scholem no podía considerar todas estas adaptaciones
gua que enriquecerían se encontraban con una forma y un sentido pare- más que como desvíos sacrílegos.
cidos a los de la palabra de la lengua tomada como modelo. En hebreo,
los calcos paronímicos de este tipo son bastante numerosos. Uno de ellos
es dit «élite», astuto acercamiento a di, palabra hebrea que significa «su- DESTINOS DEL HEBREO
perior»; otro ejemplo es déme «simulacro», que se parece a la vez al in-
glés dummy, del mismo sentido, y al verbo hebreo dama «parecer». Hoy, dos fenómenos relativamente recientes actúan sobre el hebreo,
algo que no podían prever los que lo recrearon en la época heroica. Se
trata de la diglosia y de la americanización.
La secularización de los términos religiosos
El empleo en sentido profano de préstamos hechos por los creadores La diglosia, o las faltas y la vida
de neología en un estadio antiguo y prestigioso de una lengua está lejos de
ser una especificidad del hebreo. El hindi moderno, por no mencionar Se entiende por diglosia (véase Hagége, 1996a, págs. 253 -255) la exis-
más que un ejemplo, ha dado, a las palabras del sánscrito urja «fuerza», tencia conjunde dos usos, uno que es una forma más escrita y otro una
rájpath, «vía real», iiká.s'ziani «voz de los dioses», los sentidos respectivos forma más hablada de la misma lengua (véanse las págs. 65 - 67, a propó-
de «energía» (acepción técnica), «autopista» y «radio india». En hebreo, sito del caso concreto del árabe). Los diccionarios actuales casi no hacen
gran número de términos del vocabulario religioso han cambiado de sen- ninguna mención de un fenómeno importante del hebreo contemporá-
EL HEBREO: DE LA VIDA A LA MUERTE 1...] 271
270 LAS LENGUAS Y LA RESURRECCIÓN
neo: el desarrollo creciente de una lengua hablada de la que he citado an- El maremoto de la anglofonía
tes algunos ejemplos y que se constituye, en una parte de la sociedad is-
Dos razones explican, sin justificarla, la invasión del inglés en el Es-
raelí, en un argot bastante alejado de la norma escrita. Las diferencias en-
tado de Israel en la época contemporánea. Por una parte, el hebreo es
tre ésta y la lengua hablada alcanzan incluso la forma de los pronombres
una lengua desconocida (salvo para ciertos judíos de la diáspora) fuera
personales, la expresión de la posesión, la negación de los verbos. La len-
gua hablada es más analítica que la escrita, prolongando en ello una di- de sus fronteras. Por otra parte, las relaciones privilegiadas con Estados
Unidos y la convicción de muchos israelíes en cuanto al apoyo indefecti-
ferencia que se remonta bastante atrás, puesto que es también la que se-
para las etapas ulteriores del hebreo bíblico. La distancia podría, pues, ble de los norteamericanos en el desgraciado enfrentamiento con el mun-
explicarse, en parte, por la heterogeneidad de las fuentes que utilizaron do árabe dan al inglés una posición muy influyente. El angloamericano,
los promotores del hebreo moderno. sostenido por los medios audiovisuales omnipresentes, sobre todo por
La relación que tienen con el hebreo los hablantes actuales de menos las películas en versión original, se ha forjado el estatuto de una lengua
de cuarenta años ya no puede ser la misma que la que tenían con él sus de cultura, en adelante capaz de rivalizar con el hebreo en más de un te-
pioneros. Esta relación ya no es de veneración, sino de uso cotidiano. El rreno.
A pesar de estos signos inquietantes, un hecho sigue siendo cierto:
hebreo no es, para las generaciones actuales, un objeto sagrado. Es su
igual que los hebreos se han afirmado, desde la antigüedad de los tiem-
lengua. El asombroso éxito del voluntarismo lingüístico llevaba en sí mis-
pos bíblicos, como una nación distinta, asimismo su lengua ha sido resu-
mo las fuerzas opuestas a ese purismo que ha profesado de forma natural
durante los años de gestación. Desde entonces, la condena normativa de citada en el siglo xx a diferencia de todas las lenguas muertas.
Sin embargo, el renacimiento del hebreo no debiera ser un hecho
las formas habladas, desterradas por ciertos puristas de hoy en día, como
tantas desviaciones, podría representar, desde luego, un desprecio. El he- único. Es cierto que la voluntad, la pasión colectiva y la obstinación no
breo se ha abierto a los giros «defectuosos» porque se ha convertido en son fáciles de encontrar unidas, ni las muy particulares circunstancias
que constituían la muy larga persecución y el deseo de liberación. Que-
una lengua viva. Una lengua muerta se reconoce sobre todo por el hecho
de que no se tiene derecho a cometer faltas con ella. Por eso el hebreo da, sin embargo, en pie que el renacimiento de una lengua muerta no sea
algo imposible. El hebreo es la prueba, e incluso si es preciso un deseo
hablado de hoy día podría diseñar las formas de una evolución, que es re-
conocible en las innovaciones mismas que propone. inmenso y algo de locura, el ejemplo está disponible para todos los que
Si una nueva lengua naciera de esta evolución, ¿sería suficiente para no toman partido en la muerte de las lenguas.
juzgar que, a pesar de todo, el sueño de Ben Yehuda sigue siendo un sue-
ño, y el hebreo que él creyó restaurar una quimera? Podríamos conside-
rar, por el contrario, que los pioneros han dado a esta lengua resucitada
una verdadera existencia, es decir, la vida lingüística tal y como es, pues-
to que ellos han reconstruido un objeto capaz de cambiar, incluso cuan-
do la heterogeneidad de las fuentes hace de él una quimera, en el sentido
de objeto imaginario un poco monstruoso. Por añadidura, este nuevo
producto nacido de la comunicación cotidiana está recibiendo una dig-
nidad literaria, ya que ciertos escritores escogen en sus obras un estilo
próximo al de la lengua hablada. Es una especie de revolución, pues el
hebreo de los escritores, desde la Edad Media hasta principios del siglo
xx, era una referencia, y ha sido integrado en el corpus de Ben Yehuda.
Las decisiones de los escritores tienden, pues, a constituir una fianza, y el
uso que alientan podría ser un día la norma del hebreo.
Capítulo 11
RENACIMIENTOS LOCALES
Perseverancia en Cornualles
son, que intentó reanimarlo a finales del siglo xvii, pertenecía a una fa- a reclamar la atención del mundo erudito frente al problema de la muerte
milia en la que los domésticos ya recibían la orden de no hablar en cór- de las lenguas (véase Dorian, 1981) está precisamente consagrada a una de
nico a los niños. Sin embargo, estrechos lazos siguieron uniendo a la po- sus hablas. Hemos visto antes (véanse las págs. 96-97) que en Nueva Es-
blación de Cornualles con sus tradiciones. cocia, los más mayores todavía se sirven del gaélico con intenciones de
El renacimiento céltico que fue, no sin algunas desviaciones (véase la connivencia que sólo crean en él una vida de ilusión. Hemos visto, igual-
pág. 30), uno de los hechos señalados de las épocas romántica y posro- mente (véase la pág. 114), en qué términos hablaban quienes recomen-
mántica, aprovechó el cómico, en el cual el erudito alemán G. Sauerwein daban su erradicación. En Escocia, el censo más reciente, que data de ha-
¡compuso incluso unos poemas en 1861! La idea de rehacer a partir del ce 30 años, daba sólo 477 hablantes unilingües; todos los demás (82.500)
cómico una lengua viva fue sugerida desde finales del siglo )(IX, y en eran bilingües. Esta lengua relegada a las Highlands podría ser conside-
1901 se creó una sociedad de estudios cómicos, que fue efímera, pero vi- rada como bastante amenazada. Sin embargo, desde la década de los
vió lo suficiente para introducir en los ánimos el proyecto de una revita- ochenta se ha iniciado una especie de renacimiento. Se han fundado gran
lización. Los estudios, tanto folclóricos como eruditos, se multiplicaron. número de escuelas de todos los niveles, jardines de infancia incluidos, se
Tras la Primera Guerra Mundial, dos hombres decididos, A. S. D. Smith han publicado obras pedagógicas de buena calidad, se han puesto al ser-
y R. M. Nance (muertos en 1950 y 1959), tomando como base el cómico vicio de la enseñanza lingüística medios audiovisuales perfeccionados, se
medio revisado, recrearon una gramática y un vocabulario adaptado a la ha incrementado el número de programas televisivos en gaélico y los
época contemporánea y rico en préstamos de lenguas célticas todavía vivas, compositores de música popular lo emplean cada vez más. El futuro dirá
aunque su vida fuera precaria: el bretón y el galés. También establecieron si todo ello es el reflejo de un deseo bastante potente y organizado como
una ortografía, no sin debates ni dificultades (véase George, 1989). para salvar de la extinción a la lengua.
En 1680, un erudito nostálgico se preguntaba ya cómo se podía guar-
dar, en una lengua desvanecida desde hacía mucho tiempo, una esperan-
za de regreso a la vida. Hoy día, gracias al esfuerzo de los dos promotores Renacimiento del yiddish
citados y a la obstinación de un grupo de entusiastas, entre 1.000 y 1.500
personas al menos hablan corrientemente el cómico. Es, desde luego, una He recordado que, a finales de la Segunda Guerra Mundial, el yiddish
proporción muy débil para un condado de 417.000 habitantes. Sin em- estaba moribundo, y con razón. ¿Qué lengua es ésta que verdaderamen-
bargo, el resultado es notable si se considera que durante un período muy te no quiere morir? Hacia principios del siglo XIII, los judíos, huyendo
largo ninguna palabra del cómico franqueó los labios de los cornualleses, por las Cruzadas de la Italia septentrional y de Francia, y abandonando
y si se tiene en cuenta lo que es la presión del inglés en el mundo de hoy pues sus hablas judeorromances, habían formado el yiddish sobre la ba-
en día. Nadie en Cornualles ignora la existencia del «Revived Cornish». se de un dialecto alto-alemán, pero uniéndole importantes estratos de he-
Numerosos voluntarios dan clases para expandir el empleo del cómico breo rabínico, es decir, de hebreo y de judeoarameo. El yiddish pronto
como lengua hablada. Se han elaborado manuales. Existen familias que se fue el núcleo de una diferenciación entre una rama occidental y otra
esfuerzan, al menos hasta la edad en que los hijos van a la escuela, en no oriental, subdividiéndose esta última en tres grupos de dialectos (véase
emplear más que el cómico. Como hacía Ben Yehuda con el hebreo, solo Szulmajster, en prensa): por una parte los de Ucrania, la Rusia blanca y
en Jerusalén, hacia finales del siglo XIX. Rumanía, y por otra los de los países bálticos y finalmente los del centro:
Polonia, Galitzia occidental, Eslovaquia oriental y Rutenia. Las aporta-
ciones eslavas han enriquecido más el yiddish, que ya se presentó com-
El gaélico escocés y la lucha de los promotores puesto por ese cruce del/germánico y del semítico.
Las masas no hablaban hebreo, pero vivían de modo permanente en su
El gaélico escocés es considerado como la lengua céltica en la que el contacto. Así se llevó (a cabo una impresionante simbiosis, no sólo visible
estado de desherencia está más avanzado. Una obra que ha contribuido en los préstamos de vocabulario incluso para nociones muy corrientes, si-
276 LAS LENGUAS Y LA RESURRECCIÓN RENACIMIENTOS, LENGUAS NUEVAS, CRIOLLOS, PROMOCIONES 277
no también en la gramática, en los giros de frases, en las expresiones idio- NACIMIENTO DE UNA LENGUA EUROPEA Y DE VARIAS LENGUAS CRIOLLAS
máticas, en las connotaciones y en todo el universo de pensamiento y refe-
rencia. El bautismo del neonoruego
Eso es el yiddish, asombrosa mezcla, que logra expresar profunda-
mente la identidad judía, ¡pero haciéndolo a partir de una lengua de gen- Es conocida la historia de los temibles marinos vikingos que hicie-
tiles! El yiddish, del que se dice que está en grave peligro, ¡parece querer ron temblar la Europa del norte hasta mediados del siglo IX. Entonces,
tomarse mucho tiempo para organizar su muerte! Según J. Fishman (1994, como sus antepasados escandinavos del siglo III, invadieron sobre todo
pág. 434), en el álbum de titulares que pueden imaginarse para el año Inglaterra, aportando numerosas palabras nórdicas al anglosajón. Pero
2050, el diario Jerusalem Post incluye el siguiente anuncio: «El yiddish si- cuando Noruega fue cristianizada hacia el año 1000, los pequeños rei-
gue moribundo». Hoy existe un teatro yiddish en Tel Aviv y conciertos y nos vikingos ya habían sido unificados en uno solo desde hacía más de
recitales de poemas en yiddish, pero sus espectadores no suelen tener un siglo, bajo Haroldo I (véase Sturluson). La Unión de Kalmar (1397)
menos de 65 años. Lo mismo ocurre con los casi 200 escritores y perio- integró a Noruega en una federación nórdica bajo la autoridad de Dina-
distas israelíes que pertenecen a diversas asociaciones literarias del país. marca. Por este hecho, el noruego se impregnó fuertemente del danés,
Las actividades culturales yiddish son numerosas en Israel, en la Univer- del que ya estaba muy próximo genéticamente. Esta influencia no duró
sidad Hebraica de Jerusalén una pléyade de especialistas se dedican al menos de 418 años, hasta 1815, fecha de la unión personal entre las Co-
yiddish y lo hablan entre ellos, igual que un buen número de estudiantes. ronas noruega y sueca. Esta fecha no sólo es el preludio de la indepen-
Es una asignatura enseñada en las 5 universidades y en 50 escuelas (sobre dencia de Noruega, que se materializó en 1905, sino también cuando los
todo religiosas). políticos y escritores patriotas preconizan la creación de una lengua no-
Ya no se puede decir que el yiddish sólo viva en los medios judíos ruega auténtica, diferente del danonoruego de las clases dominantes. El
ultraortodoxos de Israel y Estados Unidos. En este último país, el nú- filólogo I. Aasen, que publica en 1850 su diccionario, emprende, para
mero de niños de edad escolar que sólo hablan yiddish en Nueva York oponerse al noruego danesizado, que se llamaba riksmál («lengua del
es al parecer más importante que en la década de 1920. La Compañía Estado»), la creación de un landsmá 1 («lengua del país»), basado en los
de Teléfonos neoyorquina ha suscrito un contrato publicitario con una dialectos del oeste que se habían conservado mejor y que se parecían
campaña en yiddish recomendando a los usuarios no saturar las líneas menos al danés. A éstos, que estaban en uso en ciertas zonas campesi-
descolgando su teléfono durante el sabbat; y por otra parte, el hospi- nas, Aasen y sus amigos los consideraban más nacionales, por ser más
tal Beth Israel, en Manhattan, proporciona a los nuevos ingresados populares.
una lista de informaciones escrita en yiddish (véase Fishman, 1994, En 1885, el landsmá 1 es reconocido como segunda lengua oficial jun-
pág. 435). En Nueva York existen importantes actividades culturales to al riksmá 1, que, desde 1929, se denomina bokmá 1 («lengua de los li-
en yiddish. bros»). Unos conflictos agudos opusieron a los partidarios de este último
Ciertamente, todo esto no significa que el yiddish se haya vuelto a con los del landsmál, que hoy llaman nynorsk, es decir neonoruego. Am-
convertir, en la vida cotidiana, en una lengua oral totalmente corriente ni bos fueron finalmente reconocidos como lenguas de enseñanza con la
utilizada en una vasta escala. El tejido sociocultural que apoyaba el uso misma importancia, y constituyen en el presente, en Noruega, las dos
vivo de esta lengua antes de 1939 ha desaparecido. Pero existe la volun- normas, cuyos estatutos gráficos han sido fijados por diversas reformas
tad de devolver una vida real al yiddish. El siglo XXI dirá si este embrión de la ortografía. De hecho, según los especialistas (véase, por ejemplo,
de renacimiento anunciaba un regreso, o si sólo era un sueño. Gundersen, 1983), el 90 % de los noruegos hablan bokmá 1, y la minoría
que tiene por lengua el nynorsk se concentra en ciertas zonas del oeste y
del sur del país. Sin embargo, todo funcionario debe comprender al me-
nos, si no hablar, el nynorsk, para que sus hablantes naturales no sean
víctimas de una discriminación, sí quieren utilizarlo en sus relaciones con
278 LAS LENGUAS Y LA RESURRECCIÓN RENACIMIENTOS, LENGUAS NUEVAS, CRIOLLOS, PROMOCIONES 279
los servicios públicos. Un gran lingüista norteamericano-noruego, E. Hau- de este último, los criollos martiniqués, guadalupeño y guayanés), así co-
gen, ha calificado de esquizoglosia esta situación de Noruega, dividida mo otros idiomas europeos.
entre dos normas lingüísticas (véase Hagége, 1994, págs. 212 -213).
Fueren cuales fuesen los antagonismos entre partidarios de una u • ¿Sustrato africano o bioprograma?
otra norma, un hecho está claro: el nynorsk es una lengua nueva de la
época moderna, en la que puede datarse precisamente su nacimiento. En Pero se constatan rasgos totalmente exóticos, en todo caso ajenos a
realidad no la inventó Aasen, como no inventó tampoco Ben Yehuda el los de las lenguas de Europa occidental, en el sistema que organiza esta
hebreo de hoy. Además, a diferencia del hebreo israelí, el nynorsk no es materia léxica europea, a saber, la gramática. Y por otra parte, estos ras-
una resurrección. Pero es el resultado, como aquél, de una construcción gos vuelven a encontrarse en todos los criollos cuando las comunidades
a partir de materiales existentes. Como el hebreo israelí, su éxito, aunque negras estaban repartidas entre lugares de plantaciones diferentes, que
contestado por una parte de los noruegos, prueba que los hombres pue- los colonos tenían cuidado de mantener sin contacto entre ellos. Algunos
den, igual que los demiurgos de lo decible, dar nacimiento, o impulsar el lingüistas ven en esos rasgos gramaticales comunes un sustrato africano,
renacimiento de una lengua. es decir, un conjunto de características pertenecientes a las lenguas de
origen, lenguas entre sí emparentadas, que los esclavos no habían olvida-
do del todo y que habían dejado huellas en forma de mecanismos mor-
Los siglos xIx y xx, edades de oro de nuevos criollos fológicos y sintácticos. A estos lingüistas, denominados sustratistas, se
oponen los que, por el contrario, consideran que el sustrato africano es
La privación de lengua y el nacimiento de los criollos desdeñable, y que los puntos comunes entre criollos se explican por la
existencia de una aptitud universal en la construcción de ciertas catego-
• Las lenguas europeas como prestadoras de vocabulario rías gramaticales. Ésta formaría parte del código genético de todo indivi-
duo humano. Los que defienden esa idea llaman a dicha aptitud innata
El estudio de las lenguas criollas conoce, desde hace más de 30 años, bioprograma (véase Bickerton, 1981). He intentado mostrar (véase Hagé-
un renovado interés tan considerable entre los medíos científicos, que la ge, 1993c, cap. IV) que a pesar de los argumentos de este autor y de los
criollística surge en el presente como una disciplina puntera en los tra- que le siguen, no se puede olvidar la parte del sustrato.
bajos sobre el lenguaje. Se trata, en la mayoría de los casos, de lenguas
que, desde el siglo XVII y antes sin duda no pocas veces, se han formado • Los criollos como reacción humana a la muerte de las lenguas
a partir del vocabulario de lenguas europeas. Los lingüistas designan a
estas lenguas europeas con el nombre de relexificadores, porque han pro- Se adopte una u otra de las dos tesis aquí opuestas, falta que los crea-
porcionado sus léxicos, aplicando diversas modificaciones, a unos usua- dores de los criollos reaccionen ante una situación que ninguna sociedad
rios que habían «perdido», tras unos períodos de tiempo variables, su humana, desde el Horno sapiens, jamás ha tolerado: la privación de lengua.
lengua. Las razones, circunstancias y consecuencias de esta pérdida, así Los criollos no son lenguas resucitadas, puesto que las lenguas ancestra-
como la extensión de los campos de la lengua afectada, son objeto, entre les de los pueblos de que hablamos no habían muerto. Pero hay que in-
los criollistas, de debates de envergadura. cluir a los criollos en el informe de la lucha de los hombres contra la
El ejemplo de los criollos hablados en la zona del Caribe muestra cla- muerte de las lenguas, pues constituyen la solución que unas comunida-
ramente de qué hablamos. Sus usuarios son los descendientes de esclavos des han encontrado para mantener en su seno, a pesar de las circunstan-
arrancados de sus pueblos africanos y transportados a las plantaciones cias violentas y hostiles; esta actividad vital para toda sociedad: el inter-
antillanas durante los siglos XVII y xvm. Los relexificadores han sido las cambio verbal.
lenguas de los propietarios de las plantaciones y negreros blancos, es de- (
cir, principalmente el inglés y el francés (de ahí sobre todo, sobre la base
280 LAS LENGUAS Y LA RESURRECCIÓN
RENACIMIENTOS, LENGUAS NUEVAS, CRIOLLOS, PROMOCIONES 281
La invención de nuevos criollos en la época contemporánea gua bantú cuyos otros dos dialectos son el yakoma y el gbanda, los tres
mutuamente inteligibles. A finales del siglo XIX se comenzó a utilizar ba-
Sucedió que en los siglos xix y xx nacieron nuevos criollos, en cir- jo una forma simplificada, y por poblaciones cada vez más numerosas,
cunstancias muy diferentes de las de los criollos clásicos que acabo de re- cuando se desarrolló la navegación en el río Ubangi, para transportar al
cordar. Se trata, esta vez, de lenguas cuyo nacimiento es bastante reciente personal de las explotaciones coloniales. Así se ha convertido, además,
para que se les pueda relacionar en seguida con sus fuentes, perfecta- en los mercados de las ciudades, en idioma de relación entre los usuarios
mente identificables. Unas son mezclas de lenguas locales y de lenguas de numerosas lenguas diferentes. Aunque sea la gran lengua de comuni-
europeas, como el mitchif, que he mencionado antes (véase la pág. 194). cación del país, y que exista incluso una Comisión de la lengua sango, no
Otras son interesantes por la manera en que se distinguen de los criollos es un criollo en el sentido tradicional y en el que se hayan fijado muchos
antillanos. Pues las fuentes de estos otros criollos no son lenguas de amos criollistas, ya que para la mayoría de los centroafricanos es una segunda
extranjeros cuyos trabajadores, obligados a proporcionar mano de obra lengua, no materna, con función de relación.
servil, toman prestado el léxico. Son, por el contrario, unas lenguas autóc- También es una forma pidginizada de una lengua africana que, en la
tonas que sus usuarios y los de otras lenguas adaptan a la comunicación, República Democrática del Congo, se ha convertido en idioma de rela-
para servir de idiomas de relación en un medio plurilingüe. Se conoce un ción en la capital, Kinshasa, y en una parte del país. Se trata del lingala,
gran número de idiomas de este tipo. Presentaré sólo algunos, de los más cuya fuente es el bobanguí. Este último, hablado originalmente a lo lar-
divulgados. Los escogeré en tres continentes: África central y meridional, go del curso medio del río Congo, había sido escogido como lengua de
Asia (India del nordeste) y Oceanía (Timor). comunicación por los europeos, que se dieron cuenta de su utilidad co-
mo idioma de relaciones comerciales. Lo mismo ocurrió, en la región del
• Los nuevos criollos-pidgin de origen africano en África central bajo Congo, con el quicongo-quimañanga, en cuya base se ha formado la
tercera lengua de relación que aquí tratamos, a saber, el quituba. Un
Los lingüistas criollistas distinguen generalmente los criollos de los ejemplo sacado de este último puede mostrar el proceso de pidginiza-
pidgin. Estos últimos son idiomas de relación que nacen en los mercados ción: los hablantes más mayores, a finales de la década de 1970, decían
y en otros lugares plurilingües de contacto, y sirven para la comunicación munu imene kuenda (palabra por palabra «yo PRETÉRITO INDEFINIDO ir»)
entre individuos cuyas lenguas maternas son diferentes y, a menudo, co- «yo fui », mientras que entre los más jóvenes, la expresión, con el mismo
nocidas sólo por sus usuarios. Los pidgin, al no tener otra función más sentido, se había condensado en mu-me-kuenda (véase Hagége, 1993c,
que de relación, no se transmitían en familia. Por el contrario, los criollos pág. 129).
son antiguos pidgin convertidos en lenguas maternas. En realidad, esta Otras lenguas diferentes de las tres que acabo de citar ilustran tam-
distinción no siempre está clara. El tok pisin (de base inglesa) y el police bién, en África, este nacimiento hacia la misma época, finales del siglo
motu (de base indígena) de Papúa-Nueva Guinea son, en principio, pid- XIX y principios del XX, variedades de relación pidginizadas en un medio
gin, pero se utilizan ampliamente, uno en la costa septentrional y en la urbano. Es el caso del bemba de las ciudades, del swahili de Shaba (véa-
capital, otro en vastas regiones, y muchas veces son lenguas que respon- se Mufwene, 1998), o del fanacalo; un pidgin, este último, compuesto de
den a la necesidad de una comunicación de urgencia. Lo mismo sucede zulú, mezclado con palabras de inglés y del afrikaans, creado, en Sud-
con el bichelamar, pidgin convertido en lengua de relación en toda la ex- áfrica, por los trabajadores de las minas de oro, que pertenecían a pueblos
tensión del Vanuatu. Un caso comparable es el de las tres lenguas de re- y lenguas de orígenes bastante diversos. Las variedades urbanas pueden
lación africanas de las que ahora hablaremos. responder también al proyecto de integrar sólo un grupo excluyendo los
En la República Centroafricana, el sango ha sido decretado lengua demás. Es, por ejemplp‘, lo que hace el isicamtho, desarrollado delibera-
nacional en 1963 (el francés, conocido aceptablemente sólo por las po- damente en Soweto, dn la Unión Sudafricana, a partir del afrikaans y del
blaciones escolarizadas, tiene el estatuto de lengua oficial). El sango es, ngoni (véase Childs, 1997).
originalmente, uno de los dialectos, llamado «sango del río», de una len-
282 LAS LENGUAS Y LA RESURRECCIÓN RENACIMIENTOS, LENGUAS NUEVAS, CRIOLLOS, PROMOCIONES 283
• Los pidgin árabes en África Según M. V. Sreedhar, lingüista indio que ha estudiado la posibilidad
de una promoción del nagamés por la normalización (véase Bhattacharjya
El árabe también sirvió de base, a principios del siglo xix, a diversas y Sreedhar, 1994), algunos de los nagas ignoran o parece que ignoran,
formas pidginizadas. Efectivamente, unos sudaneses arabófonos llegados que esta lengua es una forma pidginizada del assami. En Nagaland, el
del norte de Sudán, se iban entonces al sur, zona menos arabizada e isla- inglés es la lengua oficial y el hindi lengua de la Unión, aprendida en las
mizada; se instalaban cerca de campos militares para comerciar, sobre to- escuelas a partir de quinto curso. Para otra parte de los nagas, cristiani-
do con esclavos. Tras la expulsión del poder egipcio, el árabe de Sudán zados y que no comparten necesariamente las tesis de un lingüista indio,
conoció, entre las poblaciones no árabes, un proceso de reestructuración, el prestigio del inglés es muy superior al del nagamés y ésta es, en par-
que condujo a estas variedades pidginizadas, como el árabe de Juba, len- ticular, la posición de los que, conociendo el origen de este último, lo ven
gua de casi la mitad de la ciudad del mismo nombre, que sirve de idioma con condescendencia como un assami rudimentario (comunicación de F.
de relación en todo el sur de Sudán (véase Mufwene, 1998, págs. 15-16). Jacquesson). Sin embargo, el proyecto de normalización y de adaptación
Las variedades de árabe que se crearon se han extendido a los centros ur- a las necesidades de una lengua moderna merece ser destacado, al tratar-
banos de varios países, sobre todo Uganda, Chad y Kenia (véase Hagége, se de un pidgin nacido, quizá, desde hace menos de 200 años, aunque es
1973, monografía descriptiva e interpretativa del pidgin árabe del Chad). cierto que este proyecto no sea el de todos los nagas. El nagamés no
es una lengua vernácula, es reciente y su prestigio no es seguro, pero
• El nagamés, pidgin-criollo de las altas montañas indobirmanas no deja de ser significativo en Nagaland.
En 1963 el gobierno de Delhi reconoció el estatuto de Estado de la • El tetun-praga, lengua mixta de los timorenses
Unión India a Nagaland, al final de una guerrilla muy violenta, que desde
hacía mucho tiempo convertía en peligrosa esta región de altos y densos El tetun, lengua de la gran familia austronesia, lo hablan más de
bosques, situada en el extremo oriental del país entre Assam y Birmania, 300.000 tímorenses del este, y sobrepasa en importancia a las otras len-
y rodeada de los Estados y territorios indios recientemente creados (véa- guas de esta parte de la isla, algunas de las cuales son austronesias y otras
se la pág. 189). Las 23 lenguas de numerosas tribus de este pequeño te- papúes, en varios casos en situación muy precaria. Una de las tres zonas
rritorio no siempre permiten, aunque pertenezcan todas a la rama deno- en las que el tetun está presente es la región de la capital, Dili, que era la
minada «naga» de la familia tibetano-birmana, y que una parte de los sede del poder colonial portugués hasta 1974. En época reciente, proba-
nagas hablan varias, la comunicación entre estas tribus, y menos aún con blemente a principios del siglo XX, se desarrolló una forma lusitanizada
los assameses; existían relaciones de trueque, no exentas de hostilidad, del tetun, que se llamó tetun-praga, es decir tetun de la plaza (portugués
entre estos últimos y los nagas, que descendían a la llanura del Brahma- pralw) comercial y militar de Dili. El vocabulario contiene gran número
putra para dar salida a sus mercancías, y quizá para organizar razias de de palabras portuguesas, la fonética es bastante próxima a la del portu-
esclavos. Estas relaciones ocasionaron la formación progresiva de una es- gués, del que se han tomado prestados varios sonidos, y la gramática se
pecie de pidgin, a partir de principios del siglo XIX, de base léxica casi aparta mucho de la del tetun vernáculo. Como todos los pidgin del mun-
enteramente assami, que se llama nagamés, sin duda una palabra amal- do, tiende hacia estructuras analíticas e invariables, que se consideran a
gamada de Naga + (Bur) mese (véase Hagége, 1987, pág. 28). menudo efecto de una simplificación. El verbo, en particular, no tiene,
El nagamés, lengua de probable nacimiento reciente, conoce, desde la como el tetun autóctono, formas conjugadas.
promoción política de Nagaland, cierto desarrollo. Aunque no sea lengua El tetun-praga es comprendido por un gran número de timorenses
materna de nadie, y funcione como una segunda lengua con papel de re- del este y eso les ha-permitido, entre otras cosas, resistir, con la ayuda de
lación, no sin diferencias entre niveles de pidginización, los campos de la Iglesia católi, que se mantuvo lusófona tras la salida de los portu-
utilización del nagamés no son extensos. Hoy se muestra como una lengua gueses, a la indónesianización, a la que son sometidos los habitantes de la
muy útil, sin olvidar el caso del sango en la República Centroafricana. parte occidental de la isla (véase Hull, 1994). En efecto, el gobierno de
284 LAS LENGUAS Y LA RESURRECCIÓN RENACIMIENTOS, LENGUAS NUEVAS, CRIOLLOS, PROMOCIONES 285
Yakarta, como se sabe, se anexionó Timor oriental en 1975, aprovechan- consideradas como dos variantes de una misma y única son, de hecho,
do la salida de los portugueses un año antes; desde entonces se ha esfor- distintas? Éste es el problema que plantea hoy día el croata. ¿En función
zado en compensar la importante y antigua presencia de la lengua y de la de qué puede decirse que ha nacido una nueva lengua en Croacia desde la
cultura portuguesas en esta parte de la isla, hoy bajo mandato de la ONU, independencia del país, es decir desde principios de la década de 1990?
con una creciente promoción del bahasa indonesio (lengua oficial de ori- El gobierno y los intelectuales croatas se toman el problema en serio y le
gen malayo) en la parte occidental, donde las milicias proindonesias con- dedican mucho tiempo y energía, al menos por el momento. En junio de
tinúan inquietando a los timorenses orientales que allí viven. 1997, encontrándome en Zagreb con ocasión de un coloquio de lingüís-
El tetun-prna, como el nagamés, es objeto de una labor de reforma y tica al que estaba invitado, tuve una entrevista con un colega croata so-
de estandarización, aunque sea un pidgin. Esta lengua, a pesar de su ju- bre este problema. La entrevista fue publicada en el semanario Hrvatsko
ventud, está considerada como expresión parcial de la identidad nacio- Slovo [«La palabra croata»], de 27 de junio, bajo un título que puede tra-
nal de la isla de Timor oriental. ducirse por «La diferencia entre el croata y el serbio no es broma». En
respuesta a las preguntas que me planteaban, indiqué que una voluntad
de diferenciación muy fuerte puede justificar que se hable de dos lenguas
LA PROMOCIÓN POLÍTICA DE UNA LENGUA COMO FACTOR distintas, incluso cuando la comunicación es posible.
DE VIDA RENOVADA: HISTORIA MODERNA DEL CROATA En otras palabras, lo que los lingüistas llaman desde hace tiempo ser-
bocroata puede ser considerado como una sola y misma lengua si dos ha-
No insistiremos en la historia de la lengua literaria croata (véase Fra- blantes, uno serbio y otro croata, sin emplear formas dialectales dema-
nolie, 1980). Tampoco en la Convención Literaria de Viena, en la cual, en siado acentuadas llegan a comprenderse sin dificultad real y sin dudas,
1850, los patriotas de Belgrado y Zagreb crearon, de acuerdo con los es- incertidumbres o necesidad de que repitan palabras. Una dificultad de
lovenos y a partir de la forma dialectal más común de los serbios y croa- este orden es la que aparece cuando dos hablantes de lenguas escandina-
tas, la lengua que llamamos serbocroata (véase Hagége, 1994, págs. 138- vas (danés, noruego y sueco) hablan entre sí cada uno en su lengua, y po-
141). No describiré una vez más los episodios del gran antagonismo dría decirse por ello que se trata, a pesar de su gran parecido, de tres len-
creado desde la fundación, al día siguiente de la Primera Guerra Mun- guas distintas. Hoy en día, éste no es el caso para el croata y el serbio.
dial, de un reino en el que estaban unidos serbios, croatas y eslovenos, Por tanto existe un criterio interno, propio de los sistemas formales
antagonismo que se acentuó después de 1931 (fecha en la que este reino de dos lenguas, deducido del grado de facilidad que dos hablantes expe-
tomó el nombre de Yugoslavia) (véase Hagége, ibi d.). No recordaré los rimentan al comunicarse cuando cada uno habla la suya. Pero existe ade-
detalles, bien analizados, de las causas que enfrentan a los croatas, cató- más otro criterio, externo, ligado a la manera en que los usuarios ven sus
licos romanos que escriben su lengua en alfabeto latino, con los serbios, lenguas y las viven. Según este criterio, el croata puede ser considerado
ortodoxos que practican la escritura cirílica. No enumeraré las medidas como una lengua distinta al serbio. Es más. Si prosiguen mucho más
tomadas por Belgrado y sólo mencionaré la que, en 1972, condenó al nue- tiempo los esfuerzos que se realizan en el presente en Croacia para ex-
vo alfabeto croata y prohibió el empleo, en la vida pública, de numerosas traer una norma tan distinta como sea posible del serbio, entonces no se-
palabras croatas (véase Hagége, 1993b, para una lista de estas palabras y rá difícil poder decir que, al haberse hecho difícil la comunicación, esta-
otras precisiones). No analizaré tampoco los aspectos de fonética, gra- mos ante dos lenguas diferentes.
mática y vocabulario, estudiados desde hace tiempo, que pueden rete- Por el momento, se puede considerar que los croatas, con la promo-
nerse en tanto que índices de distinción entre el serbio y el croata consi- ción política de su lengua, corolario del reciente acceso de su país a la in-
derados como dos lenguas diferentes (véanse, entre otros, Franolié, 1983 dependencia, esta""dando a Europa una lengua más. Los amantes de las
y Hagége, 1993a y b). lenguas no se quejarán, si piensan en los estragos descritos en la segunda
El punto que me parece interesante en el contexto del presente capí- parte de este libro. Veremos, en la conclusión, que los fenómenos de es-
tulo es el siguiente: ¿cuál es el criterio que permite decir que dos lenguas te tipo presentan diferentes caras, según sea el punto de vista adoptado.
Conclusión
Estas cifraS son mucho más pesimistas que las que doy desde las pri-
meras líneas de la introducción. Ignoro qué base aplica este autor a su
288 NO A LA MUERTE DE LAS LENGUAS CONCLUSIÓN 289
cálculo. La mía es simple: me baso en el ritmo actual de desaparición de El uso de Internet podría muy bien depararnos sorpresas. No está
lenguas, teniendo en cuenta la probable aceleración de este ritmo en el descartado que el angloamericano, que se pensaba que iba a invadir en
transcurso del siglo xx. solitario la red y que encontraría un poderoso medio suplementario de
Existe una circunstancia agravante. La labor de normalización, de la difusión mundial, pase, del 54 % de internautas anglófonos que podía
que he señalado su utilidad en este libro para favorecer la promoción de prevalecer en 1999, al 43 % en 2005 (véase Singer, 2000). Es cierto que el
una lengua con relación a la dispersión de los dialectos de los que ini- chino y el español están en buena posición entre las lenguas que quieren
cialmente forma parte, tiene también sus efectos perversos. La diferen- imponerse. Pero no están solas. Los defensores de las lenguas amenaza-
ciación dialectal es uno de los factores que llevan en sí, precisamente, la das, así como las empresas comerciales de traducción, han comprendido
posibilidad de aparición de nuevas lenguas. En condiciones naturales, las todo el partido que se puede sacar de la introducción de tribunas en esta
lenguas nuevas se desarrollan a partir de dialectos divergentes. En otras tela de araña, y ya se ve cómo lo aprovecha un gran número de lenguas,
palabras, cuando un poder político establecía, en el pasado, su propio como el yiddish, del mismo modo, precisamente, que las lenguas regio-
dialecto en un lugar, confería a este dialecto, al poco tiempo, el estatuto nales de Francia y muchas otras. Así se multiplican por medio de estas
de lengua que reforzaba más, si se daba el caso, una producción escrita, lenguas los intercambios en Internet. Aunque no es bastante, sin duda,
administrativa, jurídica o literaria. Pero los demás dialectos, es decir los para volver a introducir en la realidad viva y sonora del diálogo cotidia-
que, al no haberse beneficiado de las mismas circunstancias, no se habían no, en situación de comunicación natural, a unas lenguas amenazadas de
convertido en lenguas, no dejaban, por ello, de vivir. Hoy en día, la pren- extinción. Pero se trata de un soporte que da una nueva voz, incluso en
sa, la radio, la televisión o los viajes siempre más fáciles favorecen a la el espejismo de lo virtual, a unos idiomas que corremos el riesgo de no
lengua principal en detrimento de las variaciones dialectales. Cuando a oír más. Todo ello mantiene la esperanza, a condición, por supuesto, de
ello se añade una labor de promoción voluntaria, la situación de los dia- que Internet no se convierta en una amenaza para todo lo que se sirve de la
lectos se hace todavía más precaria. escritura, y las culturas humanas no pasen completamente, como si de un
He recordado, sin embargo, que han nacido o resucitado nuevas len- progreso se tratara, del escrito a la pantalla.
guas en los siglos xix y xx. Pero está claro que el número de estos na- El combate de Internet debe ser tomado ciertamente en serio por los
cimientos no compensa en absoluto el de las desapariciones. Cuando defensores de idiomas aparentemente en buena salud, como el francés, el
se sabe que una lengua está extinguiéndose, no hay otra acción posible alemán, el español, el italiano o el portugués, todas las lenguas que yo he
que guardar sus rasgos por todos los medios disponibles. He insistido llamado federadoras (véase Hagége, 1994, caps. 1-4). Pues pensándolo
en el combate que disputan los lingüistas de campo para hacer hablar bien no están al abrigo. El angloamericano está inmerso en un proceso de
a la memoria de los testigos aún vivos. La literatura desempeña tam- expansión en el que, a menos que surjan imprevistos, no se ven, actual-
bién su papel, como se ha visto con el hebreo: aunque desaparecido mente, los límites. Se podría considerar sin duda que eso no es una des-
del uso cotidiano, nunca dejó de utilizarse en los libros, y los pioneros de gracia para la humanidad y que, por el contrario, es bueno que exista una
su resurrección extrajeron numerosos materiales de estos almacenes lengua con vocación cada vez más manifiestamente internacional, que yo
preciosos. uniría naturalmente a la lengua materna de cada uno. He apostado por el
Se puede hacer resucitar una lengua. Se puede incluso pensar en po- bilingüismo, o más bien el multilingüismo, pero no en beneficio del an-
der contar, para su resurrección, con la de los hombres mismos y, en con- gloamericano (véase Hagége, 1996a).
secuencia, anotar esta lengua cuando está moribunda. Éste es el mensaje El angloamericano no puede ser una verdadera lengua internacional,
malicioso del premio Nobel de Literatura Isaac B. Singer, a quien un pe- es decir, un instrumento neutro que permita a cada uno comunicarse en
riodista preguntaba por qué escribía en yiddish, si esta lengua estaba a cualquier parte del mundo. Es el vector de una cultura que corre el ries-
las puertas de la muerte. «Me gustan las historias de fantasmas», contes- go de engulliia todas las demás haciendo de ellas objetos negociables.
tó Singer. «Y también creo en la resurrección. ¿Qué podrán leer todos Por lo demás, en un universo ideal de 4.000 mil millones de bilingües, no
esos judíos, cuando vuelvan a la vida, si no escribo en yiddish?» es simplemente uno de los miembros de una pareja de futuro, en el que
290 NO A LA MUERTE DE LAS LENGUAS CONCLUSIÓN 291
figuraría armoniosamente junto a una lengua nacional. Tiene los medios, Ahora bien, el francés, que con sus casi 100 millones de hablantes
cuando no la vocación, de ser un día lengua única. El proceso puede, sin con los que cuenta sin duda tiene voz a través del mundo, ni siquiera fi-
duda, ser largo. Sin embargo, una de las conclusiones que debiera sacar- gura entre las 9 lenguas más habladas y sigue teniendo, no obstante, hoy
se del presente libro es la siguiente: todos los factores de la muerte de las como ayer, la segunda posición tras el inglés, en términos no de volumen
lenguas, sean políticos, económicos o sociales, son capaces de actuar en demográfico, sino de difusión universal, así como de presencia en las ins-
detrimento de cualquier lengua distinta al inglés, y en beneficio de esta tituciones internacionales y en la actividad mundial de traducción. Por
última. La desvalorización explícita del bilingüismo en los países angló- esta circunstancia, el francés, aunque esta segunda plaza sea a menudo
fonos mayores es una ilustración, entre otras cosas, llamativa. Sobre to- más teórica que real y que en muchos organismos se viole su estatuto de
do porque las técnicas modernas de comunicación, la potencia y rapidez igualdad con el inglés, no puede dejar de aparecer como un rival molesto,
que caracterizan la difusión actual del inglés en el mundo entero sobre- del que se desea, conscientemente o no, la evicción. Por ello su promo-
pasan con creces las que, en el pasado, han permitido a otros idiomas, ción frente al inglés reviste un valor simbólico. Su defensa y su ilustración
como el latín hace dos mil años, llevar a la extinción total a un gran nú- están desde hace tiempo ligadas a las del lugar que ocupan la cultura
mero de lenguas. francesa y la francofonía en el mundo.
Debemos señalar una consecuencia inesperada de esta situación. La El francés es un asunto eminentemente político. Todos saben, inclu-
promoción de lenguas cuyos defensores desean reaccionar contra una so los que se burlan o se afanan en vilipendiarlo, que la defensa de la
política centralizadora o contra una antigua dominación colonial es, se excepción cultural por los actores de la política francesa no es una bata-
quiera o no, un fenómeno de dos caras. Como acto de afirmación, de li- llita de opereta. Al defender la cultura, es decir la vida, el francés defien-
bertad y de defensa de las lenguas minoritarias, no puede por menos que de su vida. Defiende también, por lo mismo, la del alemán, la del italiano
ser cálidamente apoyado. Como acto político dirigido contra la lengua o la de otras lenguas de Europa, por sólo hablar de éstas.
dominante de otro tiempo, puede ser utilizado como arma por los pro- La larga reflexión, alimentada de variados hechos, que he llevado a ca-
motores de la supremacía del inglés. Pues la promoción de las lenguas bo en este libro sobre el tema dramático, e ignorado, de la muerte de las
minoritarias presenta dos ventajas: por una parte, el inglés no tiene nada lenguas encuentra su calderón en la toma de conciencia de la omnipre-
que temer de las lenguas locales en las que se expresa la identidad cultu- sencia del peligro. Uno podrá reírse de estos vaticinios. Argüir que Esta-
ral de un pueblo con un legítimo deseo de reconocimiento; por otra par- dos Unidos, a pesar de las violencias de la vida cotidiana, del imperialis-
te, el inglés tiene todo que ganar en las corrientes de ideas donde se acu- mo creciente, etc., es una gran democracia, donde muchos quieren ir o
sa de ser «instrumentos de opresión» a las lenguas que, como el francés, vivir, y que el inglés es una bella lengua, portadora de modernidad, que
le hacen frente y tienen vocación internacional. seduce a la juventud en casi todos los países, pues la hace cantar y bailar,
La amenaza que hace pesar la supremacía del angloamericano sobre y sólo hace rugir a los censores retrasados. Por muchos argumentos que se
las lenguas más habladas del mundo debe ser, ciertamente, relativizada presenten, la amenaza de muerte que hoy planea sobre las lenguas tiene el
en las circunstancias actuales: del chino mandarín (con cerca de 900 mi- rostro del inglés. Y apuesto que los anglófonos más sagaces no querrían
llones de hablantes) al japonés (con 125 millones), pasando por el mala- un mundo que no tuviera, por así decirlo, más que una sola lengua.
yo, el árabe, el hindi, el bengalí o el ruso, estas lenguas tienen todavía an-
te ellas una amplia carrera. Pero la situación evoluciona rápidamente. No
incluyo aquí, por ejemplo al español (alrededor de 266 millones) ni al
portugués (casi 170 millones), a pesar de estas cifras que lo justificarían
plenamente, pues la mayor parte de los hispanohablantes y de los lusófo-
nos se encuentran en el nuevo continente, y basta con haber vivido en
México, Brasil o Argentina, para saber cuán fuerte es la americanización
y sobre todo cuánto progresa.
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300 NO A LA MUERTE DE LAS LENGUAS
mixta, 73, 88, 192-194, 283-284 Pérdida: Resurrección, 11, 12, 39, 207, 215-291
In situ, 79, 171
muerta, 38-39, 56-76, 78, 184, 246, 251, de distinciones lingüísticas, 90, 101, Revitalización, 201
262, 270, 271, 274 112, 264 Ruina, 79, 85, 86, 88, 95, 101
Jerigonza, 132
Judeolenguas, 234, 249 nacional, 21, 111, 121, 13, 197-198, 244, de prestigio, 124, 126-127, 129-130,
256, 260, 280 137, 185 Salvación por la hibridación, 193
natural, 20-22 de sentido, 47 Scripta, 61
Lengua:
oficial, 84, 119-120, 131, 143, 159, 163, de una lengua, 100, 136, 176, 278 Secularización,
aglutinante, 26-27
165, 197-201, 202, 223, 256, 280, 283 Pidgin, 95-96, 153, 280-282, 283, 284 Selección natural, 25, 30, 109
aislante, 26-27
Plurilingiiismo, 86, 113-114, 132, 162-163, Semicompetencia, 94
analítica, 270, 283 regional, 52, 111, 113, 115, 119, 120,
189, 207, 227-229, 238, 280 Semihablantes, 81, 83, 101, 102
antigua, 57, 76 173, 174, 289
Política lingüística, 113, 119, 120, 121, Semilingüismo, 82
arcaica, 76, 100 religiosa, 64, 233
133-134, 135, 136, 197, 207, 210, 284, Subhablantes, 94
artificial, 19-22, 30, 63, 152, 225 sagrada, 64, 65, 244, 245, 253, 254, 256
285, 288, 290, 291 Subusuarios, 82, 84, 85, 86-89, 91, 92, 93,
auxiliar, secreta, 97, 177, 185
Prácritos, 64, 191, 258 96, 97-99, 101
calcada, 234 vernácula, 62, 64-65, 84, 96, 99, 107,
Precarización, 79, 81, 88, 89, 115, 150, Sustrato, 279
clásica, 57, 63-64, 75 118, 160, 164, 225
viva, 38, 57, 65-67, 75, 78, 79, 157, 184, 161, 166, 208, 288
de cultura, 148-149, 244, 271
Préstamo masivo, 86, 124, 137, 138-144, Tabú, 44-46
de identidad, 245 234, 254, 257, 270, 274
172, 194, 226 Transformismo, 24-26, 54
de prestigio, 57, 61, 62-65, 66, 124-138, vulgar, 58-59, 61
Lengua amenazada, 158-162, 207, 209 Purismo, 100-102, 149-152, 270
140,143, 144, 149, 150, 153, 159, 165,
Purista, 150-151 Unilingüismo, 97, 105, 116-117, 119, 161,
185, 188, 200, 208, 212, 235, 244, 263, Lengua en peligro, 158
183, 191-192
283 Lexiología, 28
Reactivación, 52, 226
de relación, 91, 131-138, 148, 165, 223, Lingua franca, 131-132
Reanimación, 201-202, 203, 209 Vernacularistas, 199
232, 263, 280, 281, 282 Lingüicida, 14, 200
Recesivos (rasgos), 91 - 92 Vitalismo, 23, 24-26, 27, 30, 39
dominada, 26, 82-85, 87, 89, 108-109, Lingüística de las lenguas, 205
Relexificador, 278
127, 195, 198 Lingüística del lenguaje, 205
dominante, 26, 84, 87, 89, 93, 108-109,
117, 131, 189, 290 Mediafórico, 181
escrita, 59, 61, 62-63, 67, 142, 200, 235, Multilingüismo, 116, 289
236, 244, 245, 257-258, 269-270
flexional, 26-27 Naturalismo, 27, 29, 30-31
general, 135, 136 Neología, 52-54, 119, 128, 141, 237, 238,
hablada, 63, 66, 84, 120, 142, 153, 157- 247, 250, 252, 254, 262, 263, 266, 268
158, 163, 217, 224-226, 232, 234, 235, Niños (o hijos) hablantes, 118, 157, 162,
244, 257-258, 270, 274 163
híbrida, 192 Normalización, 149-152, 153, 200, 204,
iniciática, 177-178 283, 288
insular, 173-174
internacional, 116, 137, 262 Obsolescencia, 79, 82, 89, 95, 100, 101,
judía, 173, 174-175, 232-235, 249, 262- 150, 153, 183,208
263 Ontogénesis, 24, 46
literaria, 57-59, 61, 127, 225, 232, 236, Organicismo, 32
244 Origen de las lenguas, 29-30
mayoritaria, 116 Origen del lenguaje, 30
minoritaria, 114, 116, 120, 163, 189,
196, 290 Patois, 111, 113, 115
Índice de lenguas
fenicio, 218 hawaiano, 195, 196 inupiaq, véase esquimo-aleuta 64, 65, 666, 68, 71, 75, 77, 13, 125,
finés, 151, 250, 268 hayu, 88 irlandés, 44-45, 93, 95, 125, 150, 151-152, 134, 142, 143, 144, 145, 146, 147, 148,
finés americano, 92, 172 hebreo, 11, 12, 217-220, 224-271, 273, 195, 196-197 149, 229, 234-235, 237, 243, 244, 262
forépecha (o tarascano), 161 274, 275, 278, 288 irlandés antiguo, 71 latín hablado, 59
francés, 35, 41, 42-44, 46, 48, 49, 52-54, hebreo antiguo, 248, 267 isicamtho, 281 latín literario, 58-89, 61
57, 60, 75, 83, 86, 87, 92, 97, 102, 106, hebreo arcaico, 248 islandés, 173 latín vulgar, 58-59, 60, 61, 258
115, 127, 139, 140, 143, 144, 151, 159, hebreo bíblico, 217, 218, 224, 225, 26, italiano, 35, 48, 49, 52, 53, 75, 132, 188, lenca, 104
171, 180, 181, 188, 197, 198, 203, 226, 228, 232, 235, 240, 248, 258, 260, 266, 289, 291 lepontino, 71
235, 250, 263, 266, 268, 278, 289, 290, 267, 270 itálico, 74 líbico, 67-68
291 hebreo clásico, 262, 267 itelmeno, 160 licio, 69, 74
francés de Terranova, 93, 171 hebreo hablado, 224-225, 227, 232, 249, lidio, 74
francés medieval, 45, 75, 77, 148 270 japonés, 143-144, 173, 290 lingala, 120, 281
francés moderno, 45, 77, 139 hebreo israelí, 217, 226, 228, 235, 250, japonés antiguo, 75 lituano, 24, 239
fráncico moselano, 197 252, 257-271 javanés, 64, 75 lule, 201
francogermánico, 60 hebreo medieval, 236, 258 jemer, 64 lusitano, 71
francoprovenzal, 188 hebreo míchnico, 225-226, 227-229, 230- judeoalemán, véase yiddish luvita, 69, 74
frigio, 72-74 232, 235, 237, 259, 260, 266, 267, 269 judeoárabe, 175, 262 luxemburgués, 197-198
frisón, 108 hebreo popular, 224 judeoarameo, 229, 230, 263-264, 275
fulfulde, véase peul hebreo posterior al exilio, 223-225 judeoespañol, véase judezmo macedonio, 72-74
fulnió, 167 hebreo prebíblico, 218 judeoespañol-calco, véase ladino macondé, 165
hebreo rabínico, 275 judezmo, 104, 175, 234, 263 macusí, 166
gaélico escocés, 45, 97, 114, 273, 275 hindi, 84, 142, 189, 283, 290 judío, véase hebreo bíblico maga, véase mbugu
galés, 107, 273 hinuj, 154, 160 malayo, 64, 86, 142
galo, 71, 125 hiri motu, 169 kaka, 135 malinké, 121
garo, 189 hitita, 69 kañari, 135 mam, 166, 204
gascón, 75 hualapai, 204 kawi, 75 manchú, 123
gbanda, 281 húngaro, 35, 79, 263, 268 kemant, 91, 100 manipurí, 189
georgiano, 127 húngaro de Austria, 97-98, 126, 151, 171, kerek, 168 maorí, 195-196
germánico, 23-24, 49, 139, 275 250 ketita, 160, 197 mapodungun, 161
gótico, 24, 69-70 hurrita, 69 khasi, 189 maratí, 189
griego, 23, 34, 44, 53, 57, 58, 64, 69, 72, kheokoe, 130, 207 masai, 129, 165
74, 98, 124, 132, 145-146, 147, 148- ilirio, 72-74 kirundi, 122 matipú, 166
149, 228, 229, 231, 233, 235, 243, 264 ilocano, 170 kiwai, 91 mbugu, 193
griego clásico, 58, 61 indostaní, 142 kore, 90 media lengua, 194
griego moderno, 58, 61, 755, 235 inglés, 35, 45, 53, 84, 86, 88, 89, 93, 96, 97, kul'i, 135 meroítico, 74
guameño, 114 106, 112, 114, 116-119, 120, 125, 128, kusai, 87-88 mesapiano, 73
guaraní, 134, 135, 161, 166, 199-201 137-138, 139-140, 142, 144, 151, 159, kusanda, 88 mitchif, 194
guez, 65 165, 170, 172, 173, 176, 180, 182-183, kutchéen, 6 mlabri, 88
guguyimidjir, 89 187, 190, 193, 197, 198, 202-203,204, kwegu, 110 moabita, 218
guilakí, 160 208, 250, 256, 263, 266, 271, 278, 281, mohaqués, 203-204, 273
gujaratí, 189 283, 287, 290, 291 ladino (= dolomita), 188 mongol, 250
inglés antiguo, 60, 75 ladino (= judeoespañol-calco), 234 mongol clásico, 75
haida, 118 inglés británico, 173 laosiano, 65 muón, 169
háttico, 69 inglés de Maryland, 174 lardil, 178 múrico, 91
hausa, 120 inglés norteamericano, 116 latín, 23, 24, 44, 48-49, 51, 53, 57, 58-62, mursi, 110
310 NO A LA MUERTE DE LAS LENGUAS ÍNDICE DE LENGUAS 311
Sumario 9
Introducción 11
Primera parte
LAS LENGUAS Y LA VIDA
Las rivalidades de prestigio y sus efectos sobre el destino — Lenguas en peligro y lenguas amenazadas 158
de las lenguas 138 — Relación entre lenguas amenazadas y subdesarrollo,
— Cuando los préstamos masivos no acarrean la absorción 138 y entre lenguas amenazadas y número de lenguas 158
• El anglonormando y la tenacidad del inglés 139 — Relación entre número de lenguas y subdesarrollo . . . 159
• El persa y el turco a prueba del árabe 140 — Relación entre salud de lenguas y número de hablantes 160
• La afirmación del japonés, del coreano y del • Correlación entre débil volumen demográfico
vietnamita frente a la presión del chino, matriz y mala salud lingüística 160
cultural de Asia oriental 143 • Correlación entre número de lenguas amenazadas
— Cuando el bilingüismo sólo implica a las élites: el griego y número de comunidades restringidas 161
en Roma, en tiempos de Cicerón 144 • Utilización del número de hablantes como
• Acerca de dos célebres frases de Julio César 144 elemento diferenciador 162
• El griego, primera lengua de los patricios romanos . . 145
• Las ambigüedades del bilingüismo en Roma DATOS NUMÉRICOS SOBRE LA EXTINCIÓN DE LAS LENGUAS
(finales de la República y comienzos del Imperio) . . 147 EN DIVERSAS PARTES DEL MUNDO 162
• El griego y las masas romanas 148 Datos generales 162
— Lenguas de países plurilingües 162
ACERCA DE ALGUNAS CIRCUNSTANCIAS «FAVORABLES» — Caso concreto de países con lengua dominante
PARA LA EXTINCIÓN DE LAS LENGUAS 149 única 163
El purismo y la falta de normalización 149 Datos particulares: extinción de lenguas in situ 164
— Las aporías del purismo 149 — ¿Todas las lenguas extinguidas lo están realmente? 164
• La exaltación del fondo léxico autóctono 149 — África 164
• El rechazo del préstamo y su efecto perverso: — América, en sus distintas zonas 166
el abandono 150 • Iberoamérica 166
• Las circularidades de la reivindicación purista 150 • Norteamérica 168
— El desorden de los códigos no normalizados 151 — Siberia 168
La ausencia de escritura 152 — Lenguas andaman 168
El estado de nación minoritaria 153 — Sudeste asiático: lenguas tibetano-birmanas, austro-
— El estatuto de las minorías entre las naciones asiáticas/mon-jemer, thai, miao-yao y austronesias
homogéneas 153 continentales. Japón 169
— El sentimiento de identidad como forma de reducir — Indone a 169
el efecto del pequeño número 154 — Papúa- ueva Guinea 169
— Australia 170
Capítulo 8. El balance — Filipinas y Taiwan 170
Casos concretos de extinciones de lenguas en diáspora 171
DEFINICIONES Y CRITERIOS 157 — Numerosos ejemplos en el mundo 171
Evaluación del número de lenguas habladas actualmente — Sobre la suerte de las francofonías de Terranova y
en el mundo 157 Ontario 171
Relaciones entre el estado de la lengua amenazada — Sobre la historia del noruego en Estados Unidos 172
y diversos parámetros 158 Lenguas de insulares, lenguas regionales y lenguas judías 173
_7L0 NO A LA MUERTE DE LAS LENGUAS SUMARIO DETALLADO 327
— Lenguas de pequeñas islas costeras, o las variedades — Comunicarse en la isla del Cobre 192
moribundas de lenguas con buena salud 173 Otros casos de hibridación 193
— Lenguas regionales 174
— Lenguas judías 174 LA LUCHA CONTRA EL DESASTRE 194
La escuela 195
Lo QUE SE PIERDE CUANDO LAS LENGUAS MUEREN 175 El renacimiento del maorí 195
Lengua y cultura 175 La lucha por el hawaiano 196
— La coartada de la adaptación 175 Las tribulaciones del irlandés 196
— Las actividades verbales y la cultura 176 Las lenguas de Siberia 197
Las lenguas y el género humano 177 La oficialización 197
— Prodigios de las lenguas iniciáticas 177 — Lengua oficial y lengua nacional. Del luxemburgués
— Cinco maneras de correr y otras tantas de estar sentado 178 y del retorromance 197
— La división del trabajo lingüístico 179 Tímidos balbuceos en Norteamérica 198
— El reagrupamiento sutil de los sentidos 180 — Las luchas de las lenguas por su reconocimiento
— La riqueza de maneras de no asumir 181 en Iberoamérica 198
— Las enseñanzas de la diversidad 181 • El náhuatl, el aymara y el quechua en el callejón . 198
• El ejemplo amerindio 181 • El guaraní en la gloria 199
• Si sólo existiera el inglés 182 La implicación de los hablantes 201
• La extinción de las lenguas y la ciencia lingüística . . 183 — Estados Unidos y Canadá 202
El perjuicio ecológico y genético 183 • «US English» y las reacciones indias 202
• La reanimación del mohaqués 203
Capítulo 9. Factores de mantenimiento y lucha contra el desastre • El hualapai y la experiencia de Peach Springs 204
— Guatemala y Nicaragua 204
Los FACTORES DE MANTENIMIENTO 185 El papel de los lingüistas 205
La conciencia de identidad 185 — Las tareas habituales del lingüista profesional
La vida separada: hábitat particular, aislamiento y el tributo al terreno 205
y comunidades rurales 186 • Los trabajos eruditos 205
— El hábitat autóctono 186 • La urgencia del combate contra el tiempo 206
— La opción del gueto y la endogamia 187 • La vocación eminente de testimonios y apoyos:
— La vida rural 187 libros, grabacio/nes sonoras e Internet 207
• Apartados de grandes ejes y ríos 187 • El esfuerzo c9inpartido de estandarización 207
• El mantenimiento por una prosperidad repentina: — La acción juntó a los hablantes 208
valle de Aosta y Tirol del sur 188 • Ayudar a tomar conciencia 208
• Las grandes lenguas de la unión hindú, las menores • Ayudar a reanimar 209
y el papel de las ciudades 189 Las exigencias de los mayas 209
La cohesión familiar y religiosa 190 La voluntad de los hablantes de abandonar su lengua 211
La escritura 191 Un solo en otra tonalidad 211
El unilingüismo 191 — La defensa con motivaciones políticas o económicas 212
La mixtura 192 La libertad de elección 212
328 NO A LA MUERTE DE LAS LENGUAS SUMARIO DETALLADO 329
Conclusión 287
Bibliografía 293
Índice de nociones 301
Índice de lenguas 305
Índice de nombres 313