Trabajo Keylin Kamila Muñoz Varon Analisis
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Magistrado Ponente
SC172-2020
Radicación: 50001-31-03-001-2010-00060-01
RECURSO DE CASACIÓN
Lo formuló la convocada siguiendo la preceptiva de la causal primera del artículo 368 del
C. Por errores de hecho en la apreciación probatoria del tribunal, la recurrente denuncia la
violación indirecta de los artículos 1495, 1496, 1501, 1524, 1602, 1603, 1627, 1849, 1864 y
1757 del Código Civil, y 177 del Estatuto Procedimental Civil. Tergiversó la cláusula
tercera del contrato de cesión de cuotas sociales, porque el hecho de declararse las partes «a
paz y salvo por todo concepto» no era razón suficiente para acreditar el pago. Se
estructuran, en cualquier hipótesis, si resultan manifiestos, producto de la simple
comparación entre lo visto o dejado de observar por el sentenciador y la materialidad u
objetividad de los elementos demostrativos. No obstante, deben ser trascendentes, vale
decir, que hayan sido determinantes de la decisión final, en una relación necesaria de causa
a efecto.
Con ese propósito pertinente resulta señalar, como es sabido, en casación no valen las
especulaciones, ni los subjetivismos, por más argumentados que sean, pues esto sería el
producto de reeditar la apreciación probatoria, todo lo cual corresponde a una actividad
propia de las instancias. La ratio legis estriba en que el recurso apunta a combatir la
presunción de legalidad y acierto de la sentencia impugnada y no el proceso, y en
correlación, en el campo de los elementos de convicción, claro está, dentro de los límites de
la acusación, verificar si la apreciación probatoria del tribunal es o no
equivocada. Igualmente, acorde con el inciso segundo del artículo 177 del C. Así las
cosas, en materia probatoria, es principio general, quien invoca un hecho, respecto del cual
aspira a derivar consecuencias en derecho, debe acreditarlo, salvo, contadas excepciones.
La insuficiencia de cualquiera de dichos elementos no produce efecto alguno, ni habrá
venta. 2. En materia mercantil, los negocios jurídicos no resultan ajenos a los elementos
esenciales so pena de su inexistencia, por cuanto el inciso 2 del artículo 898 del C. de
Co. Conviene ahora diferenciar, el precio, del pago, entendido aquél, en su acepción
lata, como « el valor pecuniario en que se estima alguna cosa» .
El último supuesto, el atinente a «presumir las cláusulas de uso común», no es más que el
eco del artículo 1546 del C. , relativo a la presencia implícita de la condición
resolutoria. Conforme a las señaladas directrices, en punto al estudio del cargo, se advierte
que la recurrente cuestiona al tribunal porque otorgó plena eficacia al contrato de cesión de
cuotas sociales sin reparar en su inexistencia por falta de pago del precio. Lo anterior, al
tener por comprobado el pago con la cláusula tercera del convenio, en donde las partes
manifestaron encontrarse «a paz y salvo por todo concepto», aspecto que no revelaba cómo
y dónde se cancelaría el valor pactado, mucho menos si este se efectuó. De ahí que el
tribunal, ante el evidente vacío sobre la forma de pago, o la ausencia de pacto de un plazo
para el cumplimiento de dicha obligación, halló claro, en todo caso, que el precio fue
cancelado íntegramente.
De tal modo, en los textos de las cláusulas primera y tercera, evidencia que esas
obligaciones no se sometieron a plazo, condición o modo, del cual penda su
nacimiento, cumplimiento o ejecución, colocándose las partes apenas en situación de pago
o solución inmediata, de consiguiente el nacimiento y exigibilidad entraron a
confundirse. , declarar la existencia de ese contrato y ordenar su inscripción. Dicha
afirmación, esto es, el cumplimiento del pago, probado con la mencionada
estipulación, conllevaba un hecho positivo definido, en tanto que resulta delimitado en el
tiempo y lugar, el cual supone la existencia de otro hecho opuesto o contrario de igual
naturaleza, y que per sé, incumbía también demostrarse, esto es, el incumplimiento por no
pago. En esa circunstancia, la carga de la prueba del hecho contrario estaba radicada en
cabeza de la convocada, por cuanto el actor, al afirmar que pagó el precio y acreditar este
hecho con el contrato, en concreto, estar "a paz y salvo por todo concepto", de ningún
modo relevaba al contradictor de evidenciar lo opuesto, con su sola manifestación de "no
pago", contenida en la excepción "inexistencia del negocio jurídico por no pago".
DECISIÓN