1 Encc - Honduras
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DE CAMBIO CLIMATICO
DE LA REPUBLICA DE HONDURAS
(ENCC)
El desarrollo de una estrategia nacional ante el cambio climático, responde a los esfuerzos
encaminados al cumplimiento de los compromisos internacionales adquiridos al firmar y
ratificar la Convención Marco de las naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), ya que
constituye el marco de referencia fundamental para el establecimiento de un marco de política
nacional ante el cambio climático, así como para la definición y ejecución de los instrumentos
más apropiados para su implementación efectiva, tanto en materia de adaptación como de
mitigación.
La adaptación al cambio climático se refiere a las estrategias y medidas encaminadas a
aumentar la resiliencia y capacidad de adaptación de los sistemas humanos y naturales, ante las
manifestaciones del cambio climático, con el fin de prevenir o reducir sus efectos adversos. La
mitigación del cambio climático se refiere a las estrategias y medidas de reducción de las
emisiones de GEI por fuentes y a la fijación por sumideros, con el fin de frenar el ritmo y
magnitud del cambio climático mundial.
Esta ENCC surge de un amplio proceso de consulta a nivel nacional, tanto en las diferentes
regiones del país como con el Comité Interinstitucional de Cambio Climático, órgano
permanente de apoyo a la Dirección Nacional de Cambio Climático, agradecemos los valiosos
aportes de todos y cada una de las personas que contribuyeron en la preparación de la misma,
así como a la cooperación internacional, en especial al Fondo Mundial del Ambiente (GEF), al
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y al Gobierno de Alemania que con
recursos financieros del Fast Start, logramos concluir tan importante proceso y brindarles este
valioso documento de país.
CH4 Metano
GEF Fondo para el Medio Ambiente Mundial (por sus siglas en inglés)
9
Gg Gigagramos = g x 10
Parte Pag.
Introducción: ¿Por qué una Estrategia Nacional ante el Cambo Climático? 6
I Situación actual y proyectada del Cambio Climático 8
En el contexto internacional del cambio climático, todos los estados miembros de las Naciones
Unidas han asumido compromisos derivados de la Convención Marco de las Naciones Unidas
sobre Cambio Climático (CMNUCC), uno de los cuales obliga a todos los países a desarrollar
programas que contengan medidas nacionales para la mitigación y adaptación al cambio
climático, en virtud del Art. 4.1 (b). Asimismo, todos los estados deben informar sobre las
medidas que adopten o prevén adoptar para aplicar la CMNUCC (Art. 12). El cumplimiento de
dichos compromisos, dota a los países del marco de políticas y de los instrumentos para su
ejecución para enfrentar apropiadamente los efectos y retos que conlleva el cambio climático
mundial.
El desarrollo de una estrategia nacional ante el cambio climático, responde a los esfuerzos
encaminados al cumplimiento de los compromisos internacionales referidos, ya que constituye
el marco de referencia fundamental para el establecimiento de un marco de política nacional
ante el cambio climático, así como para la definición y ejecución de los instrumentos más
apropiados para su implementación efectiva, tanto en materia de adaptación como de
mitigación.
La planificación de las políticas públicas debe sustentarse en estrategias definidas para los
distintos ámbitos, cuyo punto de partida es el diagnóstico de la situación actual o de referencia
que se quiere modificar, y el análisis de las tendencias futuras de continuar el marco de
políticas vigente. Asimismo, debe definirse la situación futura que se quiere alcanzar, la cual
constituye el propósito de una estrategia. Sobre la base del diagnóstico y del propósito, se
define el marco de política y los instrumentos para su aplicación, concebidos para facilitar la
transición de la situación de referencia hacia la situación deseada o propósito. De ahí, la
naturaleza dinámica de toda estrategia.
La ENCC incorpora y aborda las interacciones entre los diferentes aspectos del cambio
climático: causas, manifestaciones, efectos adversos y medidas de respuesta; así como las
dimensiones social, económica y ambiental de la sociedad hondureña. Dado que en la
administración pública dichas dimensiones son abordadas de manera sectorial por diferentes
secretarías, y que en muchos casos son los actores privados los que toman las decisiones de
inversión y de consumo, las políticas públicas se vuelven de carácter orientador, mediante
6
instrumentos inductivos de fomento o desaliento. El carácter interinstitucional e intersectorial
de la ENCC, determina que las acciones para su institucionalización deberán ir encaminadas a la
construcción de la viabilidad social y política, lo cual justifica la naturaleza participativa del
proceso de planificación y ejecución, dentro del cual se enriquece y valida la ENCC con los
actores relevantes para asegurar su viabilidad y efectividad. En ese marco, la SERNA ha
conformado el Comité Interinstitucional de Cambio Climático, cuyo mandato incluye impulsar
acciones para la implementación de la ENCC.
En el marco del contexto planteado, la ENCC no adopta un enfoque sectorial, sino integrado,
expresado en políticas, programas y acciones interinstitucionales e intersectoriales,
incorporando objetivos y lineamientos estratégicos para los dos componentes fundamentales
del cambio climático: la adaptación local y la contribución voluntaria a la mitigación mundial, en
función de las prioridades nacionales. Este enfoque se articula con el abordaje adoptado en el
seno del proceso multilateral de la CMNUCC, el cual remite a instrumentos de política, en
proceso de negociación, los cuales serían objeto de apoyo técnico y financiero desde la óptica
de esos dos componentes, a saber: las acciones nacionales de adaptación y las acciones
adecuadas nacionales de mitigación (NAMAs) de los países en desarrollo.
El alcance del documento de la ENCC incluye dos partes principales: la primera parte, desarrolla
la situación actual y proyectada de Honduras, identificando los altos niveles de vulnerabilidad y
los impactos climáticos crecientes debido a la variabilidad y cambios del clima ya observados y
proyectados, tanto a escala mundial como nacional. Asimismo, se describe la contribución
nacional a las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), tanto a nivel nacional, como
sectorial y por tipo de gas. La segunda parte, describe la situación deseada de país ante la
amenaza y retos del cambio climático mundial, planteando el propósito y los objetivos
estratégicos de la ENCC, así como un conjunto de lineamientos estratégicos y medidas, tanto
para la adaptación como para la mitigación, en los diferentes sectores y sistemas priorizados.
Finalmente, esta parte incluye un conjunto de líneas de acción y medidas inmediatas para la
institucionalización y viabilización social y política de la ENCC.
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Parte I: Situación actual y proyectada del Cambio Climático
Aunque todos los modelos climáticos son imperfectos, simulan un patrón de respuesta a los
incrementos de GEI antropogénicos similar al observado, y no obstante sus limitaciones, se
pueden desarrollar escenarios de cambio climático que permitan ofrecer información relevante
al nivel político decisorio, sobre los efectos adversos del cambio climático, así como opciones
de políticas y medidas para la mitigación y adaptación.
Los escenarios de cambio climático son una representación del clima futuro, internamente
consistente, y construida empleando métodos basados en principios científicos, que puede ser
utilizada para comprender las respuestas de los sistemas ambientales y sociales ante el cambio
climático futuro (Vinner y Hulme, 1992). Dichos escenarios no son predicciones sino
simulaciones del clima futuro, realizadas bajo un conjunto de supuestos, y la información
generada sirve de base para evaluar la vulnerabilidad e impactos derivados del cambio
climático observado y proyectado. Sin embargo, es recomendable usar un conjunto de
escenarios climáticos para proyectar el cambio climático futuro, a fin de considerar diferentes
escenarios de emisiones de GEI posibles, y reflejar todas las incertezas propias de las
proyecciones del clima futuro. El Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático
8
(IPCC) ha generado proyecciones del cambio climático futuro a escala mundial y regional,
identificando tendencias para diferentes horizontes de tiempo en el siglo XXI. En el Cuadro
I.1.1.1 se muestran las proyecciones mundiales para la temperatura media superficial y el nivel
medio del mar, utilizando modelos climáticos de circulación general de la atmósfera y el océano
y diferentes familias de escenarios de emisiones de GEI.
Cuadro I.1.1.1: Proyecciones de la temperatura media superficial y el nivel medio del mar para 2100
1 2
Escenarios de patrones Cambio en la temperatura Aumento en el nivel del mar
o
de emisiones a finales de 2100 ( C) a finales de 2100 (m)
Rango probable Rango basado en modelos (excluye
Mejor estimado
de incerteza cambios rápidos en flujo del hielo)
3
Concentraciones 2000 0.6 0.3 - 0.9 ND
B1 1.8 1.1 – 2.9 0.18 – 0-38
A1T 2.4 1.4 – 3.8 0.20 – 0.45
B2 2.4 1.4 – 3.8 0.20 – 0.43
A1B 2.8 1.7 – 4.4 0.21 – 0.48
A2 3.4 2.0 – 5.4 0.23 – 0.51
A1F1 4.0 2.4 – 6.4 0.26 – 0.59
Fuente: IPCC, 2007.
Existe un alto nivel de acuerdo y mucha evidencia que aún si se adoptaran políticas de
mitigación del cambio climático y prácticas relacionadas con la sustentabilidad de las
sociedades humanas, las emisiones mundiales de GEI seguirán creciendo en las próximas
décadas. En esa línea, algunas de las proyecciones futuras del cambio climático son: (1) se
proyecta un incremento de las emisiones mundiales de GEI de entre 25 y 90% en 2030 respecto
al año 2000, con los combustibles fósiles manteniendo su posición dominante en la mezcla
global de fuentes energéticas; (2) Las emisiones continuas de GEI a las tasas actuales o
superiores causarán más calentamiento e inducirían muchos cambios en el sistema climático
mundial durante el siglo XXI, que muy probablemente serán más grandes que los observados en
el siglo XX; (3) Para las próximas dos décadas se proyecta un calentamiento de cerca de 0.2°C
por década, y aún cuando las concentraciones de GEI y aerosoles se mantuvieran constantes a
los niveles del año 2000, habría un calentamiento de 0.1°C por década. Posteriormente, los
cambios del clima dependerán de los niveles mundiales de emisiones de GEI; y (4) el
calentamiento mundial reduce la tasa de asimilación terrestre y atmosférica del CO2,
aumentando la fracción de las emisiones antropogénicas que permanece en la atmósfera.
Asimismo, el aumento de los niveles de emisiones de GEI, aumentaría el ritmo y magnitud del
cambio climático, manifestándose en las diferentes escalas temporales y espaciales, existiendo
ahora un mayor nivel de confianza en torno a los patrones proyectados de calentamiento y a
otras manifestaciones del cambio climático, incluyendo cambios en los patrones de los vientos,
precipitaciones y comportamiento de los eventos extremos y el hielo. Asimismo, aunque las
concentraciones de GEI fueran estabilizadas, el calentamiento antropogénico y la elevación del
1
En el período 2090-2099 (2100) relativo al período de referencia 1980-1999 (2000).
2
Idem.
3
Suponiendo que el nivel de concentraciones de GEI en la atmósfera se estabilizara al nivel del año 2000.
9
nivel del mar continuarían por varios siglos, debido a las escalas asociadas con los procesos
climáticos y las retroalimentaciones.
El clima de referencia
El territorio hondureño constituye una faja de tierra relativamente estrecha, localizada entre
los océanos Atlántico y Pacífico, en la ruta de los vientos Alisios, que soplan
predominantemente del noreste al suroeste, y que son muy importantes en la determinación
del clima de Honduras, ya que cuando éstos se intensifican, las lluvias en el sur y occidente del
país disminuyen considerablemente, pues la mayor cantidad de la humedad que arrastran estos
vientos es descargada a barlovento de las sierras de Dipilto, Agalta, La Esperanza y Nombre de
Dios. Honduras se sitúa dentro de la zona intertropical, al norte del Ecuador, siendo afectado
por los frentes fríos procedentes de la zona templada y localizada en el radio de acción de las
calmas tropicales, que le afectan durante la época lluviosa y que se corren hacia el sur durante
la época seca. Esta ubicación, entre dos masas de agua tibia, la orientación de sus principales
cordilleras respecto a la dirección de los vientos Alisios con rumbo este-oeste y la presencia de
una gran masa natural de agua, contribuyen a que el clima sea muy variado, con zonas
extremadamente calientes y húmedas como el litoral Atlántico, áreas muy frías y pluviales
como sucede en los picos altos de las cordilleras, con la presencia del piso montano y climas
bastante secos y cálidos con menos de 500 mm de lluvia promedio total anual, como ocurre en
algunos sitios de la zona Sur. En general, el país cuenta con un clima entre húmedo y seco, Las
características arriba mencionadas, impiden que se produzcan grandes variaciones de
temperatura, lo que origina un clima generalmente húmedo en la mayor parte del país (SERNA,
2000).
La orografía del territorio hondureño juega un papel muy importante en la diversificación del
clima (Fig. I.1.2.1), ya que al interactuar con la circulación general de la atmósfera y los sistemas
de baja y alta presión, vaguadas de superficie, altura y de niveles medios, ondas tropicales,
frentes fríos, ciclones tropicales y ondas tropicales que afectan la región, se registran cambios
de temperatura de más de 20oC, desde las zonas costeras hasta la punta de los picos más altos,
y se generan regímenes de lluvias distintos en la vertiente del Caribe, la vertiente del Pacífico y
en la zona central intermontana (Pastrana, 1976) (Fig. I.1.2.1).
La mayor parte del territorio hondureño, especialmente las zonas intermontanas y el litoral del
golfo de Fonseca, tienen un clima con un régimen de precipitación que presenta dos épocas
bien marcadas, la seca y la lluviosa. La época seca de estas regiones se extiende de diciembre a
marzo y durante la temporada lluviosa (mayo-octubre) se presenta una disminución en la
precipitación en un período conocido localmente como canícula (julio y agosto). El régimen del
Caribe presenta lluvias todo el año, con mínimos relativos en abril y mayo, y máximos en
diciembre. La estación seca y la canícula, en las regiones sur e intermontana, son una
consecuencia del fortalecimiento y desplazamiento hacia el oeste del anticiclón del Atlántico
norte, ubicado sobre las islas Bermudas durante esta época del año, el cual, provoca un
aumento en la velocidad de los vientos Alisios (Hastenrath, 1991). La región donde más llueve
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es el litoral Caribe y la región donde menos llueve es la zona central y sur-central del país. En los
regímenes del Pacífico los meses más lluviosos son mayo-junio y septiembre-octubre (CRRH,
2007) (Fig. I.1.2.2). En el período 1960-2006 la precipitación acumulada anual presenta una
tendencia hacia la reducción (Fig. I.1.2.3, derecha).
El régimen de precipitación de Honduras, al igual que con las lluvias, es una consecuencia
directa e indirecta de los siguientes fenómenos: zona de convergencia intertropical (ZCIT),
vaguadas en los oestes de latitudes medias, ondas tropicales, sistemas de baja presión
atmosférica en altura y superficie, brisas de mar a tierra, brisas de valle y de montaña, frentes
fríos, líneas de cortante y ciclones tropicales. Otros factores que deben tomarse en cuenta
(Alfaro, 2002), son la convergencia de la humedad y el flujo de calor latente, ya que estos
parámetros se incrementan durante la estación lluviosa teniendo una influencia positiva en la
convección sobre la región, y que se refleja con un incremento en la evaporación y la advección
de humedad.
Por su latitud, Honduras debería poseer un clima más húmedo y caliente, sin embargo, éste es
modificado por su variada topografía, la reducción de la masa boscosa en los últimos 20 años y
los efectos de la variabilidad climática, como la ocurrencia del evento ENOS ya sea en su fase
cálida (el Niño) o fría (la Niña). Este evento es el resultado de los cambios que ocurren en los
vientos Alisios, la temperatura superficial del mar en el océano Pacífico, las corrientes marinas y
el comportamiento de la baja atmósfera sobre la zona intertropical. La temperatura media
mensual oscila entre 20oC y 22.7oC a nivel nacional (diciembre y junio respectivamente para
1993-2008) y la temperatura media máxima mensual, entre 25.4oC y 29.5oC a nivel nacional
(diciembre y marzo para 1961-1990). Las temperaturas medias más bajas se presentan en el
mes de diciembre y oscilan entre 8 y 28oC, en las partes altas de la sierra de Celaque y las
planicies del sur respectivamente. Mientras que el mes más caliente (abril) las temperaturas
medias oscilan entre 10 y 31oC en las partes altas de la sierra de Celaque y en las planicies del
sur respectivamente. En junio la temperatura más alta de toda Honduras se registra en el Valle
de Sula, debido al inicio de la temporada lluviosa en la región noroccidental.
11
Fuente: CRRH, IMN-MINAE, 2007
En el lado del Caribe la temperatura presenta dos máximos, uno en mayo y otro en septiembre
u octubre, mientras que en el Pacífico hay un máximo dominante en marzo y abril, y un mínimo
entre septiembre y noviembre. Durante el período 1969-2005, la temperatura media anual ya
presenta una tendencia al aumento, el cual para toda la región mesoamericana es del orden de
1oC (IPCC, 2007), y en el caso de Honduras el patrón de cambio de la temperatura media anual
para el período 1960-2006 es coherente con el patrón regional (Fig. I.1.2.3, izquierda).
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climático mundial, los eventos climáticos extremos se han vuelto más intensos, más frecuentes
y de mayor duración, y de continuar aumentando el ritmo y magnitud del cambio climático, en
el futuro dicha tendencia se estaría acentuando (IPCC, 2007).
De acuerdo a un estudio regional sobre los cambios ya observados en los eventos climáticos
extremos (Aguilar, E. et al, 2005), ya se manifiestan cambios en diferentes parámetros
climáticos en todos los países de Centroamérica. En el caso de la temperatura, el análisis de
series de tiempo anuales de los índices de la temperatura, indica un incremento en las
temperaturas extremas durante 1961-2003 para la región en su conjunto. El número de días y
noches calientes por año ha aumentado significativamente de 2.5% y 1.7% por década
respectivamente. En cambio, el número de días y noches fríos ha disminuido a una tasa
aproximada de un -2.2% y -2.4% por década respectivamente. Las tendencias de dichos índices
tienen el mismo signo para la temporada seca y lluviosa, pero la magnitud del cambio es mayor
durante los trimestres junio, julio y agosto, y septiembre, octubre y noviembre, que durante la
temporada seca en diciembre, enero y febrero y marzo, abril y mayo.
En un estudio nacional (SERNA, 2010a) que identifica la influencia del ENOS en las lluvias y
temperatura mensual de Honduras; se generaron algunos hallazgos relevantes para la gestión
de los riesgos climáticos y para la planificación de la adaptación al cambio climático en el país.
Dicho estudio utilizó datos de 67 estaciones hidrometeorológicas del Servicio Meteorológico
Nacional con series de tiempo de al menos 30 años, y analizó el comportamiento de las lluvias y
de la temperatura mensual durante la ocurrencia del ENOS, tanto en su fase cálida como fría,
considerando sus distintas intensidades de débiles a intensos, de acuerdo al índice
oceanográfico del ENOS (ONI) utilizado por la NOAA. Para efectos del análisis, se categorizaron
los eventos Niñas y Niños como: (1) débiles, cuando las temperaturas superficiales del mar en el
Pacífico Ecuatorial eran entre 0.5 y 1.0°C más frías o cálidas que el promedio, respectivamente;
(2) moderados, cuando las anomalías de la temperatura superficial del mar eran entre 1.0 y
1.5°C; y (3) fuertes, cuando las anomalías de la TSM eran superiores a 1.5°C en el caso del Niño
e inferiores a 1.5°C en el caso de las Niñas. Se graficaron los resultados mensuales para eventos
Niña y Niño débiles y moderados.
El Niño débil: Durante la ocurrencia del ENOS, con intensidad débil se registran algunas lluvias
en marzo y abril en la vertiente Pacífica de Honduras, acumulándose un volumen de agua
superior en 100%, mientras que en un año normal, las lluvias son casi inexistentes. La
temperatura media se incrementa entre 0.8°C a 1°C en esa misma zona. En la zona
noroccidental, en marzo las lluvias se incrementan hasta un 60%, lo que podría estar
relacionado con llegadas de frentes fríos. En mayo, hay un incremento en la cantidad de lluvia
en la costa Caribe y la región oriental y un déficit de lluvia en el occidente y centro del país de
casi 40% y las temperaturas medias se incrementan entre 0.4 a 0.6°C en la región centro
occidente del país, esto se podría explicar con un retraso en el inicio de la estación lluviosa en
esas regiones (Fig. I.1.2.4).
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Fig. I.1.2.4: Anomalías de temperatura en marzo y abril y lluvia en mayo, durante el Niño débil
(SERNA, 2010a)
En el resto de la temporada lluviosa siempre hay déficit de lluvia en la mayor parte del
territorio, durante los meses de julio, agosto, septiembre y octubre, siendo más notorio en el
centro, sur y occidente y en octubre en el noroccidente (Fig. I.1.2.5). Agosto es el más crítico, ya
que la lluvia disminuye más del 60% en ciertos municipios como: el este de La Paz, el Sur de
Comayagua, casi todo Francisco Morazán, el suroccidente de El Paraíso, el norte de Choluteca y
Valle. La temperatura aumenta hasta 1.6 °C en Choluteca y entre 0.6°C y 0.8 °C en el occidente,
el sur de Francisco Morazán y el Paraíso. En noviembre la temperatura se reduce más de 0.4 °C
y la lluvia se incrementa en 20 al 60 % en la zona Caribe, lo cual se relaciona con el ingreso de
más frentes fríos durante este mes (Fig. I.1.2.5)
Fig. I.1.2.5: Anomalías en las lluvias en septiembre y noviembre durante el Niño débil (SERNA, 2010a)
En diciembre las cantidades de lluvia en la región Caribe hondureña son ligeramente superiores
al promedio, y las temperaturas son más frías en la mitad occidental del país, muy
probablemente debido a un ingreso de frentes fríos mayor a otros años (Fig. I.1.2.6). En enero
se registra una ligera disminución en las cantidades de lluvias en el litoral Caribe y temperaturas
ligeramente más bajas en la parte noroccidental y sur del país; esto se puede deber al ingreso
de pocos frentes fríos pero de mayor intensidad. En febrero el ingreso de frentes fríos es menor
que en otros años, con un déficit de lluvia en el Caribe de un 40% y las temperaturas son más
cálidas que en otros años (Fig. I.1.2.6).
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Fig.I.1.2.6: Anomalías de la temperatura en diciembre y febrero durante el Niño débil (SERNA, 2010a)
Fig. I.1.2.7: Anomalías de la lluvia en junio y agosto durante el Niño moderado (SERNA, 2010a)
En octubre hay déficit de lluvia de más del 40% en la mayor parte del territorio, excepto en
Gracias a Dios, donde hay un ligero incremento (Fig. I.1.2.8) La sequía se acentúa en La Paz y
Valle, el sur y nororiente de Comayagua, sur de Francisco Morazán, el occidente de El Paraíso y
Choluteca, posiblemente debido a la reducción del número de huracanes que cruzan por el mar
Caribe afectando directa o indirectamente a Honduras en años normales. En noviembre la
cantidad de lluvia registrada en el litoral Caribe disminuye hasta un 40% y la temperatura
aumenta hasta 0.4°C arriba del promedio, debido al ingreso menor de frentes fríos que en un
año promedio (Fig. I.1.2.8). En diciembre se registran condiciones de lluvia igual al promedio,
pero la temperatura incrementa de 0.9°C en el litoral Caribe y más de 0.6°C en el resto del
territorio, debido probablemente al menor ingreso de frentes fríos que en otros años, pero con
mayor intensidad generando fuertes precipitaciones acompañadas de inundaciones.
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Fig. I.1.2.8: Anomalías de lluvia en octubre y noviembre durante el Niño moderado (SERNA, 2010a)
En enero las temperaturas descienden hasta 0.6°C en el noroccidente, sin embargo las
cantidades de precipitación son muy parecidas al promedio, probablemente debido al ingreso
de frentes fríos débiles (Fig. I.1.2.9). En febrero los frentes fríos se vuelven más escasos y
débiles que en otros años, por lo que se registran temperaturas mayores al promedio en más
de 0.05°C en los extremos oriental y occidental del Caribe hondureño y las precipitaciones
disminuyen más del 40 % en casi todo el litoral Caribe (Fig. I.1.2.9).
Fig. I.1.2.9: Anomalías de temperatura en enero y febrero durante el Niño moderado (SERNA, 2010a)
La Niña débil: Bajo la influencia de una Niña débil, en enero, febrero y marzo disminuyen las
lluvias en un 30% mensual en relación al promedio en la región noroccidental, y de más del 50%
en la zona sur, debido al ingreso menor de empujes polares o a la llegada de frentes fríos muy
débiles (Fig. I.1.2.10). En abril, las lluvias aumentan en un 30% en la región noroccidental y un
déficit mayor al 40% en la zona central, esto podría estar relacionado con la llegada de frentes
fríos al golfo de Honduras. En mayo, el inicio de las lluvias se retrasa o el volumen es bajo
debido a la Niña débil, con déficit de un 25% en la mayor parte del territorio nacional (Fig.
I.1.2.10).
Durante junio se observan valores menores de lluvias en la región central y ligeramente arriba
del promedio en el occidente, esto podría estar relacionado con el arribo de ondas tropicales
muy débiles al país (Fig. I.1.2.11). En julio y agosto hay excesos de lluvia en la región sur, este
patrón puede estar ligado a incursión de humedad desde el océano Pacífico, cuyo mecanismo
de producción se vincula a la ruta de huracanes por el Caribe y norte de Honduras hacia el golfo
de México (Fig. I.1.2.11).
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Fig. I.1.2.10: Anomalías de lluvia en enero y mayo durante la Niña débil (SERNA, 2010a)
Fig. I.1.2.11: Anomalías de lluvia en junio y julio durante la Niña débil (SERNA, 2010a)
Fig. I.1.2.12: Anomalías de lluvia en septiembre y octubre durante la Niña débil (SERNA, 2010a)
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La Niña Moderada: Entre los meses de enero a junio las condiciones de lluvia son deficitarias en
casi todo el país. Esto no debería tener relevancia entre los meses de enero a abril en las
regiones oriental, centro, sur y occidental del país ya que es en este último periodo cuando se
presenta la estación seca en estas regiones. En cambio, para el litoral Caribe tiene relevancia, ya
que las lluvias de enero y febrero son muy importantes para la actividad agropecuaria. En julio,
las condiciones permanecen secas en la zona de la Mosquitia, mientras que para la zona sur se
observan excesos de lluvias y condiciones muy cercanas al promedio en el resto del país (Fig.
I.1.2.13). En agosto las condiciones lluviosas en la región noroccidental, occidental sur y
suroriental y condiciones son muy próximas al promedio en el resto del territorio (Fig. I.1.2.14).
En septiembre, las condiciones son bastantes secas en la región noroccidental y nororiental del
país, mientras que excesos de lluvia se registran en la región suroriental y sur del país.
Fig. I.1.2.13: Anomalías de lluvia en enero y julio durante la Niña moderada (SERNA, 2010a)
En octubre, condiciones muy lluviosas prevalecen en casi todo el país excepto en la zona del
lago Yojoa y en el extremo nororiental, con condiciones muy cercanas al promedio. En
noviembre se observan excesos de lluvia en el centro del país y déficit en el occidente, mientras
que sobre el resto del territorio se registran condiciones muy cercanas al promedio. En
diciembre las lluvias son mayores al promedio en la región occidental, noroccidental, norte y
centro del país y déficit en el sur (Fig. I.1.2.14).
Fig. I.1.2.14: Anomalías de lluvia en agosto y octubre durante la Niña moderada (SERNA, 2010a)
La ocurrencia del evento el Niño provoca disminución de lluvias durante casi toda la temporada
lluviosa, en especial agosto y octubre, con un déficit de lluvia superando el 60% del promedio.
Cuando el Niño es débil, llueve tempranamente en abril y mayo en el sur, y cuando es
moderado, llueve más en junio, y hay déficit en las regiones centro, suroriente y occidente del
país. En abril y agosto las temperaturas se incrementan en más de 0.6°C en las regiones
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referidas, lo que implica una extensión del período de disminución de lluvias (canícula), durante
la temporada lluviosa.
Si bien es cierto, las condiciones referidas no son muy relevantes para la región central,
oriental, suroccidental y sur del país, ya que es en este período cuando se presenta anualmente
la temporada seca; el déficit de precipitación observado entre abril, mayo y junio en estas
regiones es muy importante, ya que implica un inicio deficitario de la estación lluviosa, lo cual
podría estar relacionado con un desplazamiento al sur de la ZCIT y el cruce de ondas muy
débiles sobre el territorio hondureño. Es de hacer notar, que el inicio de la temporada lluviosa
en Centroamérica dependería del gradiente de la temperatura superficial del mar entre el
Caribe y el Pacífico, ya que si el Pacífico esta más caliente que el Caribe, llueve más
tempranamente en Centroamérica, y lo contrario, si el gradiente se invierte (Alfaro, 2002). La
canícula en el sur y suroriente se altera bajo condiciones la Niña, ya que llueve más durante los
meses de julio y agosto, debido probablemente a la entrada de humedad desde el Pacífico,
generada por el paso de huracanes por el Caribe noroccidental y el golfo de México.
Escenarios de cambio climático para 2020: tanto el escenario pesimista (A2) como el optimista
(B2) coinciden en la magnitud de los cambios que se podrían esperar para los parámetros
meteorológicos que se estudiaron. Ambos escenarios proyectan cambios en la precipitación
anual con valores cercanos al 5% debajo del promedio en la mayor parte del territorio nacional,
y cerca del 3% en la Mosquitia hondureña (Fig. I.1.3.1), pero esta reducción se vuelve más
19
importante durante junio, julio y agosto (JJA), ya que las lluvias promedio podrían disminuir
hasta en un 10% y la temperatura subir hasta 0.9oC en la vertiente Pacífica y algunas cuencas
del Caribe, como las de los ríos Motagua, Chamelecón y Ulúa (Fig. I.1.3.1).
Fig. I.1.3.1: Reducción de la lluvia anual en 2020 bajo A2 y en el trimestre JJA bajo B2 (SERNA, 2010a)
Fig. I.1.3.2: Incrementos de la temperatura media anual en 2020 bajo B2 (SERNA, 2010a)
Escenarios de cambio climático para 2050: De acuerdo a los escenarios pesimista (A2) y
optimista (B2), los cambios proyectados para los distintos parámetros meteorológicos en
estudio, son muy similares. La precipitación proyectada indica cambios en un rango anual desde
un 9% menor que el promedio en Gracias a Dios, hasta un 14% en la región sur oriental, y un
13% en la región central. Es de hacer notar, que durante el trimestre JJA, la precipitación puede
ser menor hasta en un 25% en la mayor parte del territorio nacional y del centro de Olancho
hacia la Mosquitia. Dicha disminución estaría entre el 22% hasta un 13%. Para este periodo el
mayor cambio se podría presentar durante julio y agosto, con reducciones en las lluvias desde
un 14% hasta un 38% en la Mosquitia (Fig. I.1.3.3).
La temperatura media anual se podría incrementar cerca de 2oC en Santa Bárbara, Copán,
Ocotepeque, Lempira, Intibucá, La Paz, Valle y Choluteca y la porción sur de Comayagua,
Francisco Morazán y El Paraíso y hasta 1oC en la Mosquitia (Fig. I.1.3.3). Ambos escenarios nos
muestran resultados muy parecidos y las diferencias entre los incrementos proyectados de las
20
temperaturas es de apenas 0.2oC mayor para el escenario pesimista (A2) con respecto al
optimista (B2). El mayor incremento de la temperatura se espera para el trimestre JJA, durante
el cual podría alcanzar hasta 5oC, bajo A2, en las regiones y departamentos antes mencionados,
principalmente durante agosto.
Fig. I.1.3.3: Déficit de lluvias en trimestre JJA y cambios en temperatura bajo B2 en 2050 (SERNA, 2010a)
Escenarios de cambio climático para 2080: Bajo el escenario pesimista (A2), la precipitación
promedio anual podría disminuir en un 55% en Atlántida, el occidente de Colón, el oriente de
Yoro, el centro de Olancho y cerca de las fronteras entre Francisco Morazán, Choluteca y El
Paraíso. Asimismo, el mes con mayor déficit de lluvia sería agosto con un 70% en casi todo
Atlántida, el occidente de Colón, el oriente de Yoro y el noroccidente de Olancho; mientras que
en la mayor parte de Gracias a Dios no se esperaría déficit de lluvia (Fig. I.1.3.4).
Fig. I.1.3.4: Anomalías de la lluvia anual y en agosto en 2080 bajo A2 (SERNA, 2010a)
Escenarios de cambio climático para 2090: El escenario pesimista (A2) proyecta una
disminución en la precipitación anual desde un 28% hasta 31% en Cortés, Atlántida, Yoro,
Francisco Morazán, Comayagua, el Paraíso, norte de Choluteca, La Paz, oriente de Santa
Bárbara, y occidente de Olancho. En la Mosquitia el déficit en la precipitación sería de un 20%
anual (Fig. I.1.3.5). El escenario optimista (B2) difiere significativamente del escenario pesimista
(A2) en las magnitudes de los cambios esperados, tal es el caso de la precipitación, proyectando
disminuciones entre 20 y 22% en los departamentos antes mencionados. Los escenarios
proyectan que el mayor impacto será en julio y agosto, con reducciones en las precipitaciones
de un 80% en el occidente y sur, según A2 y un 60% según B2. Bajo el escenario pesimista (A2),
se proyecta un incremento de la temperatura media anual de hasta 4.3°C en el centro-
occidente y sur del país, y de un 2.9°C en Gracias a Dios (Fig. I.1.3.5). Mientras que de acuerdo
21
al escenario optimista (B2) el incremento en la temperatura podría ser de hasta 3°C para el
occidente, centro-sur y sur del país. El mayor incremento en la temperatura se proyecta para
julio y agosto, cuando la temperatura media mensual puede incrementarse entre 4 y 5°C en
occidente, la mitad de la región central, el sur y el sur-oriente del país, y cerca de 3°C en la
Mosquitia.
Fig. I.1.3.5: Déficit de lluvia y aumentos de la temperatura anual para 2090 bajo A2 (SERNA, 2010a)
Tanto el escenario optimista (B2) como el pesimista (A2) muestran cambios muy parecidos en
magnitud para los parámetros precipitación, temperatura y presión atmosférica para 2020 y
2050. En 2090, las diferencias en magnitudes entre ambos escenarios se vuelven relevantes.
De acuerdo a los escenarios de emisiones (A2 y B2) y a los modelos climáticos seleccionados, la
reducción proyectada en la precipitación anual para 2020 es de un 6% para Cortés, Santa
Bárbara, Copán, Ocotepeque, Lempira, Intibucá, Comayagua, La Paz, Francisco Morazán, El
Paraíso, Valle y Choluteca; y un aumento de 0.8oC en la temperatura media anual,
especialmente en los departamentos del occidente y sur del país, incluyendo el sur de
Comayagua, Francisco Morazán y El Paraíso.
El oriente de Colón y Olancho y todo Gracias a Dios es la región del país donde la disminución
de la lluvia y el incremento de la temperatura son menores. Para 2050 se estima una
disminución en la lluvia de 20% a 25% en la mayor parte del territorio nacional para el trimestre
JJA. Sin embargo, la disminución se vuelve más importante, en julio y agosto, cuando el déficit
sobrepasa el 30% para la mayor parte del territorio, especialmente los departamentos
comprendidos en la mitad occidental de Honduras, indicando que la canícula se volvería más
prolongada, caliente y seca. Las proyecciones climáticas para 2090 indican cambios
importantes, especialmente en julio y agosto, cuando llovería solo un 30-40% del promedio
normal; mientras que la temperatura se estaría incrementando en más de 4°C en la mayor
parte del país. Durante dichos meses se podría presentar un fortalecimiento del flujo del viento
del noreste y un mecanismo de bloqueo que no permitiría que los procesos tropicales que
generan lluvia se desarrollen. Estas condiciones de déficit de lluvia y temperaturas altas durante
julio y agosto son análogas a las condiciones que se presentan bajo la influencia del ENOS, lo
que hace suponer que esto podría ser una señal de que este evento se podría volver más
frecuente e intenso bajo condiciones de cambio climático mundial.
22
1.4. Contribución nacional a las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI)
Según el Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero de Honduras (INGEI) para el año
2000 (SERNA, 2010b) las emisiones por sector y tipo de gas se distribuyen tal como se muestra
en el Cuadro I.1.4.1.
Cuadro I.1.4.1: Emisiones netas de GEI por sector, para el año 2000 en Honduras (SERNA, 2010b)
Sector Emisiones en Gg
CO2 CH4 N2O NOX CO COVNM
Energía 3,204.00 39 0.35 32 510 45
Procesos 689.97 - - - - 6.82
Industriales
Agricultura - 103.61 7.31 12.03 1.22 -
La identificación de los sectores y gases que más contribuyen a las emisiones nacionales de GEI,
facilita la priorización de las medidas de reducción de dichas emisiones, mediante las cuales el
país podría contribuir a la mitigación mundial del cambio climático. Para tal efecto, se compara
la contribución de las emisiones de cada gas y cada sector en el total de las emisiones del país,
en términos de CO2eq, (PCG para 100 años). En esa línea, el mayor potencial de mitigación para
Honduras, seria la reducción o remoción de CO2, por ser el gas que más contribuyó a las
emisiones nacionales totales (Fig. I.1.4.1).
17%
46% CO2
CH4
N2O
37%
23
De igual forma, los sectores Agricultura y Energía son los sectores que más contribuyeron a las
emisiones nacionales de GEI, seguidos del sector UTCUTS (Fig. I.1.4.2); por lo que sería
apropiado incorporar medidas apropiadas de mitigación en dichos sectores.
Contribución Relativa a las emisiones nacionales
totales de GEI por Sector, Año 2000
Energia
Procesos Industriales
11%
27%
Agricultura
28%
Cambio en el Uso de
la Tierra y Silvicultura
29% 5%
Con base en las emisiones relativas de gases en cada sector respecto a las emisiones nacionales
totales, y en términos de CO2eq (Cuadro I.1.4.2) la estrategia de mitigación de Honduras podría
enfocarse en la reducción de: las emisiones de CO2 provenientes del sector Energía (que
contribuye en 25.8% a las emisiones totales); las emisiones de N2O que contribuyen en 15.68%)
y las de CH4 (en 15.05%) del sector agricultura; y las emisiones de CO2 del sector UTCUTS
(10.89%), y las emisiones de CH4 del sector Desechos (10.02%). Al analizar cada uno de estos
sectores y gases emitidos, se pueden identificar los subsectores y categorías de fuentes
emisoras para las que se podrían formular programas o proyectos que contribuyan
apropiadamente a la mitigación del cambio climático, y que al mismo tiempo contribuyen al
mejoramiento de la calidad ambiental y de vida en el ámbito nacional, sectorial y local.
24
Cuadro I.1.4.2: Emisiones relativas de GEI (CO2 eq) por sector, respecto a
las emisiones nacionales totales (SERNA, 2010b)
Participación relativa en CO2 eq (%)
Sector CO2 CH4 N2O
Energía 21.10 5.39 0.71
Procesos Industriales 4.54 0.00 0.00
Agricultura 0.0 14.33 14.93
UTCUTS 18.62 8.10 0.82
Desechos 1.77 9.54 0.14
3% 4% 1%
Transporte Terrestre
Transporte Marítimo
22%
Aviación Doméstica
64% Industria Energía
3% Manufactura y Construcción
3% Residencial
Bunker Internacional
25
Emisiones de CH4 y N2O del sector Agricultura
Para 2000, las emisiones de CH4 fueron generadas por la fermentación entérica (95%), el
manejo de estiércoles (4%), y la quema en el campo de residuos agrícolas (1%) (Fig. I.1.4.4). Por
su parte, el N2O fue generado principalmente del manejo de los suelos agrícolas (55%) y del
manejo de estiércoles (45%) (Fig. I.1.4.5). Las emisiones de N2O provenientes de la Agricultura,
aumentaron de 2.07 a 7.31 Gg entre 1995 y 2000, posiblemente debido a un manejo más
intensivo de los suelos agrícolas, incluyendo las emisiones provenientes directamente de los
cultivos y del pastoreo, y las emisiones indirectas por lixiviación de fertilizantes aplicados en los
suelos agrícolas y pastizales.
26
Emisiones de CO2 en Gg por Subsectores del
Sector Cambio en el Uso de la Tierra y Silvicultura,
año 2000
Conversión de
36% Bosque y Praderas
Para 2000, Honduras fijó 52,515.26 Gg de CO2 como resultado de los cambios de biomasa en los
bosques y otra vegetación leñosa y por el abandono de tierras cultivadas (por ejemplo,
plantaciones, y regeneración natural y asistida); lo cual indicaría un balance neto positivo de
fijación de 2,826.86 Gg de CO2 en 2000.
Sin embargo, las tendencias de los valores brutos de fijación de CO2 entre 1995 y 2005,
advierten que el país está perdiendo su capacidad de absorción de carbono (Fig. I.1.4.7), por lo
que es necesario identificar los factores impulsores de esta tendencia con el fin de detenerlos o
revertirlos en beneficio de la restauración y conservación de las funciones y servicios
ecosistémicos que los recursos forestales proveen al país.
50.000,00
48.201,93
48.000,00
46.000,00
44.000,00
Año 1995 Año 2000 Año 2005
Absorción de CO2 (G g)
27
Emisiones de CH4 en el sector Desechos
Según el Cuadro I.1.4.3, la generación de 27.0 Gg de CH4 provino de la disposición de desechos
sólidos en la tierra, ya sea en vertederos o botaderos controlados que carecen de obras para el
aprovechamiento del biogás, o en botaderos clandestinos debido a la escasa gestión municipal
de desechos sólidos. 42.0 Gg provinieron de la escasa gestión para la estabilización de aguas
residuales, principalmente provenientes de fosas sépticas con mayores condiciones anaerobias,
y de efluentes industriales.
Cuadro I.1.4.3. Emisiones de GEI del sector Desechos, INGEI año 2000 (SERNA, 2010b)
Emisiones (Gg)
Subsectores
CO2 CH4 N2O NOx CO
A. Disposición de desechos sólidos en tierra 27.00
1. Vertederos Controlados 17.76
2. Botaderos Clandestinos 8.93
3. otros 0.00
B. Tratamiento de aguas residuales 42.00
1. Efluentes industriales 20.00
2. Lagunas de estabilización 0.38
3. Fosas sépticas 22.10
C. Incineración de desechos 268.48 0.07
Total 268.00 69.00 0.07
28
2. Vulnerabilidad e impactos del cambio climático en Honduras
Marco Conceptual
Para desarrollar las evaluaciones de vulnerabilidad en los sistemas naturales y humanos de los
sectores priorizados para la ENCC, se adoptó un marco conceptual de la vulnerabilidad (V), en el
cual ésta se define en función de las amenazas del cambio climático (AC) y de los impactos
potenciales (Ip), tal como se presenta en la expresión siguiente:
V = f [AC, Ip]
Las amenazas se entienden como las manifestaciones del cambio climático en la biosfera,
geosfera, hidrosfera, criosfera y atmósfera del planeta, las cuales tienen una distribución
espacial diferenciada; incluyen, principalmente, el incremento en la temperatura, cambios en
los patrones de precipitación y de los vientos, incremento en la frecuencia y/o magnitud de
eventos climáticos extremos, elevación del nivel del mar, acidificación de los océanos y
derretimiento de la criosfera.
Los impactos potenciales son los efectos negativos o positivos que el cambio climático podría
provocar en los sistemas naturales y humanos, y su intensidad o amplitud están en función
directa de la convergencia en el tiempo y el espacio de determinado tipo y magnitud de
amenaza, con las circunstancias socio-culturales, económicas, ambientales, institucionales y
tecnológicas del sistema o sector amenazado (IPCC, 2007).
Los objetivos y lineamientos estratégicos para la adaptación y mitigación del cambio climático,
incluidos en las subsecciones 1.2 y 1.3 de la Parte II de esta ENCC, se sustentan en la evaluación
de la vulnerabilidad de los sistemas y sectores priorizados, desarrollada en esta subsección;
incluyendo la identificación de los factores socioeconómicos y ambientales que la generan y
aumentan; así como en la identificación de las amenazas climáticas observadas y proyectadas
del cambio climático para Honduras (subsección 1.2 de la Parte I), y una primera apreciación de
sus posibles impactos sobre diversos sectores y sistemas priorizados, identificando, en la
medida de lo posible las áreas geográficas del país más proclives a ser impactadas. Asimismo,
los objetivos y lineamientos consideran los niveles de contribución nacional a las emisiones
mundiales de GEI, identificando los sectores y las fuentes emisoras para los distintos GEI.
29
vulnerabilidad, en términos de resiliencia y capacidad de adaptación de los sistemas naturales y
humanos del país; son múltiples, interdependientes y de muy diversa naturaleza, requiriendo
un abordaje interdisciplinario y transectorial. Asimismo, la reducción de la vulnerabilidad y la
adaptación, requieren de capacidades nacionales y locales que todavía son incipientes y
dispersas en el ámbito regional, nacional y local.
De un registro de 248 eventos ocurridos entre 1930 y 2008, los más recurrentes fueron los
hidrometeorológicos, representando un 85% del total, 9% sequías, 4% a incendios forestales y
2% a temperaturas extremas, principalmente bajas. Dichos eventos son los de mayor impacto y
están asociados a huracanes de diversa magnitud, cuyos impactos son mayores en la costa del
litoral Atlántico y Caribe de la región. Entre los países del istmo centroamericano, Honduras es
el país con mayor cantidad de eventos extremos (54) en ese período (CEPAL, 2009). El efecto
más notorio en Honduras, posterior al huracán Mitch (1998), fue la afectación a un porcentaje
de la población sin precedentes en el país. Aparte de 7,007 muertes, 11,998 heridos y 8,052
desaparecidos, la población con efectos primarios fue el 10% y con efectos secundarios y
terciarios fue el 76% del total de la población del país (CEPAL, 1998).
El evento ENOS puede dejar inundaciones o sequías dependiendo de la fase e intensidad del
evento, de la época del año y la región del territorio afectada. Los eventos ENOS de 1982-1983
y de 1997- 1998, fueron los peores del siglo XX (CEPAL y BID, 2000). Las sequías causadas por el
Niño de 1982-1983 favorecieron la propagación de incendios forestales en Centroamérica. Los
efectos negativos de los ENOS 1982-1983 y 1997-1998 produjeron pérdidas millonarias en todo
30
el territorio nacional, cuyo monto no ha sido cuantificado, desconociéndose sus impactos en las
cosechas, incendios forestales, hambrunas, brotes de enfermedades propagadas por vectores,
inseguridad alimentaria y reducción de la calidad de vida de la población.
Es de hacer notar, que bajo las condiciones proyectadas por los escenarios de cambio climático
futuro, algunos cultivos, tales como el maíz y el frijol, cultivados en el suroccidente, centrosur y
sur de Honduras, tendrían problemas y presentarían bajos rendimientos y pérdidas. Lo anterior
plantea retos impostergables en términos de estrategias agrícolas y de seguridad alimentaria.
Para efectos de realizar las consultas, se llevaron a cabo talleres durante 2009 (mayo 2009)
contando con la participación de 27 expertos, representantes de instituciones
gubernamentales, privadas, organizaciones no gubernamentales, academia y especialistas
independientes en las disciplinas de meteorología, hidrología, agricultura y suelos, bosque,
biodiversidad, sistemas costero-marinos, salud humana, gestión de riesgo, energía y
transporte. Los expertos trabajaron organizados en grupos de acuerdo a los sistemas y sectores
priorizados, a saber: (1) Recursos hídricos, (2) Agricultura, suelos y seguridad alimentaria, (3)
Bosques y biodiversidad, (4) Sistemas marino-costeros, (5) Salud humana, (6) Gestión de
riesgos, y (7) Energía hidroeléctrica.
Durante los talleres se realizaron análisis de los impactos potenciales del cambio climático en
cada uno de los sistemas y sectores, identificando las zonas más vulnerables del país y
proponiendo medidas y lineamientos estratégicos para la adaptación y la mitigación.
31
El resultado general del marco analítico de impactos potenciales y vulnerabilidad se presentó
de nuevo a la consideración de los expertos (diciembre 2009), generándose comentarios y
recomendaciones sobre medidas de adaptación y mitigación, las cuales han sido retomadas en
la Parte II de esta ENCC. El proceso de consultas incluyó además la divulgación de un
documento borrador con lineamientos para la elaboración de la ENCC, socializándose en cuatro
ciudades del país: Santa Rosa de Copán, San Pedro Sula, La Ceiba y el Distrito Central (marzo
2010). En esta última fase del proceso consultivo, se tuvo la participación de representantes de
las organizaciones de base comunitarias y ambientales, organizaciones no gubernamentales
involucradas con el tema de cambio climático y gestión ambiental, representantes de las
autoridades municipales y centrales de gestión ambiental, la empresa privada y la cooperación
internacional.
En esta subsección se presenta una síntesis sobre los principales hallazgos de las evaluaciones
de vulnerabilidad e impactos para cada uno de los sectores y sistemas priorizados. A partir del
análisis de vulnerabilidad e impactos se pudieron generar conclusiones que fueron validadas
cualitativamente de manera satisfactoria en los talleres de consulta con expertos.
32
2.2.1. Vulnerabilidad climática del sector recursos hídricos
33
Tendencias en la gestión de los recursos hídricos
Honduras, situada en la región tropical lluviosa del planeta, tiene una alta disponibilidad de
agua (Figura I.2.2.1.1), pues según el Balance Hídrico de Honduras (BHH) (CEDEX, 2003) se
reportó un caudal medio de descarga de 2.756 x 103 m3/s y una dotación per cápita de 12.849 x
103 m3/año, con una precipitación media de 1,880 mm/año en el país. La parte central del país,
salvo notables excepciones, representa la zona de menor precipitación total; el mes más seco
del año en el período indicado fue marzo, y el más lluvioso, septiembre. El litoral pacífico
experimenta transiciones más demarcadas entre períodos secos y lluviosos que el litoral
atlántico, donde dicha transición es más suave.
Los problemas hídricos del país se vinculan más con una mala regulación hídrica que con una
carestía absoluta de lluvia, aunque las sequías proyectadas implicarían menor disponibilidad
total de agua para todos sus usos. El cambio en el uso de la tierra (CUT) es probablemente el
fenómeno de mayor relevancia en la alteración de la regulación natural del ciclo hidrológico,
pues los suelos que pierden el efecto amortiguador de la cobertura forestal ante la fuerza de la
lluvia, se compactan, e impiden la infiltración de agua en el subsuelo y el reaprovisionamiento
de acuíferos; interfiriendo con la recarga y los flujos base de los cauces naturales en época seca.
Dichos problemas, serían exacerbados por la calidad de las aguas, ya que estudios realizados
han evidenciado que existen aguas moderadamente contaminadas y severamente
34
contaminadas; otras con contenido de oxígeno inapropiados para el sostenimiento de la vida, o
con muy altas concentraciones de materia orgánica carbónica y nutrientes; y otras con
presencia de organismos nocivos para la salud. Los riesgos son significativos en un país en el
cual aún no se realiza un tratamiento apropiado de las aguas destinadas al consumo humano.
a) La sequía implicaría menor disponibilidad total de agua superficial para todos sus usos
Los impactos de la sequía para 2025 se evidenciarían ante todo en los valles, que albergan una
proporción significativa de la población nacional y son los centros de mayor demanda
consuntiva (Fig. I.2.2.1.3), aunque los impactos también se sentirían en el resto de las áreas
rurales. Conforme al BHH, en 2003 los valles de Quimistán, Sula, Comayagua, Otoro y Orica
presentaban deficiencias en sus disponibilidades de agua; para 2025 se sumarían los de Naco,
otras regiones del de Sula, Leán, Alto Aguán, Lapaguare, Catacamas, Jamastrán, Morocelí y
Amarateca. Todas las subcuencas hidrográficas deficitarias requieren regulación y ocurren,
conforme el modelo del BHH, en las cuencas del Ulúa, Chamelecón, Aguán y Patuca en la
vertiente atlántica, y en las del Goascorán y el Choluteca en la pacífica.
Para 2025 la mitad sur del valle de Sula y los valles de Comayagua y Catacamas presentarían
escasez estructural (lluvia anual satisface menos de la mitad de la demanda consuntiva anual), y
el valle de Jamastrán presentaría escasez coyuntural (lluvia anual satisface más de la mitad de
la demanda consuntiva anual, pero no el total).
35
Fig. I.2.2.1.3: Proyecciones de déficit hídrico en Honduras, 2003 y 2025 (Fuente: CEDEX, 2003)
Por su parte, la reducción en la precipitación significaría menor agua disponible para la recarga
de acuíferos y rotación de los inventarios subterráneos de agua. En buena medida la
disponibilidad de agua para el reaprovisionamiento de los acuíferos se vería impactada por el
balance final entre el agua precipitada sobre una cuenca hidrográfica, la evapotranspiración
que ésta experimenta, la conductividad hidráulica, y la capacidad de infiltración de los
materiales desde la superficie del suelo hasta la zona saturada en las áreas de recarga. Al tener
una oferta total inferior de agua lluvia, aunada a una mayor tendencia de la vegetación a
evapotranspirar como consecuencia de temperaturas más altas; la disponibilidad de agua para
reaprovisionamiento de acuíferos sería inferior a la actual. Las cuencas hidrográficas más
sensibles seguirían un patrón igual al antes reseñado para la disponibilidad de agua superficial.
El decremento en la disponibilidad total de agua como efecto de la sequía, agravado por los
usos consuntivos que detraen los flujos totales de manera estacional, ocasionaría
36
perturbaciones en el flujo total de los ríos y sus variaciones, con alteraciones en los hábitats, los
ciclos reproductivos y la movilidad de las especies. Por el contrario, las fuertes avenidas de agua
en episodios de tormentas intensas alterarían la calidad de las aguas, inhibiendo el acceso de la
luz y la preservación de la fotosíntesis de las plantas acuáticas; destruyendo las cuevas, sitios de
desove, y la vida microbiana adherida a superficies bajo el agua. En cuencas hidrográficas más
intervenidas, a estos efectos habría que sumar aquéllos de la alteración de la calidad del agua
por contaminantes que agotan el oxígeno disuelto, eutrofizan los ecosistemas o significan
toxicidad para la vida acuática; más los efectos de otras medidas establecidas en las cuencas
hidrográficas, como las represas, las cuales pueden modificar la calidad del agua, alterando las
variaciones de los caudales y presentando obstáculos para la migración de organismos.
La calidad del agua se vería impactada de varias maneras. La sequía y las temperaturas
incrementadas producirían una disminución de los flujos de base de los ríos en época seca y
lluviosa, y una mayor evaporación del agua de las superficies abiertas, cómo también una
tendencia a la evapotranspiración incrementada. En cuencas hidrográficas altamente
intervenidas donde los ríos reciben contaminantes de diversas procedencias, como las del Ulúa,
Chamelecón y Choluteca, es de esperar una concentración de los mismos, que aunada a una
disminución del oxígeno disuelto, afectaría la vida acuática. En los acuíferos del distrito central,
con formaciones calcáreas; en los acuíferos de las Islas de la Bahía, de origen coralino, también
37
ricos en calcio, y en los del centro de Olancho que tienen similar composición, existiría una
tendencia a la concentración de sales minerales provenientes de dichas formaciones
geológicas. Otros acuíferos ricos en sodio, como los del valle de Sula, o ricos en cloruros como
resultado del suministro subterráneo y de la intrusión salina, como los de Marcovia,
experimentarían efectos similares en cuanto al aumento de la concentración de sales.
Por su parte, las precipitaciones más intensas alterarían las características fisicoquímicas del
agua y la conservación de los hábitats acuáticos, por inhibición de la fotosíntesis y alteración de
las cadenas tróficas como efecto de una mayor turbidez; por la deposición de sedimentos que
recubren y reducen los sitios de desove y refugio de organismos; y por el efecto abrasivo de los
torrentes con sólidos en suspensión, los cuales eliminan biopelículas y otras formas de vida
adheridas a las superficies subacuáticas.
Los humedales (de los cuales Honduras registra seis como sitios Ramsar), considerados como
lugares de alta biodiversidad, zonas de purificación natural del agua, y de valiosas funciones de
amortiguamiento de los inventarios hídricos; se volverían ecosistemas en riesgo, porque la
disminución en la lluvia implicaría una contracción en el tamaño y profundidad de estos sitios,
al igual que modificaciones en su estructura, composición, y funcionamiento, principalmente en
cuanto al flujo de energía y al reciclaje de nutrimentos.
g) Las amenazas del cambio climático sobre los recursos hídricos implicarían impactos en
la vida humana, la estabilidad social y la inversión pública
Es de notar que el cambio climático y sus impactos, afectarán la vida humana, desde la pérdida
de tiempos productivos en búsqueda de fuentes de agua adecuadas, particularmente en
poblaciones pobres, hasta la pérdida de vidas humanas en escenarios de sequías e
inundaciones. El incremento de las temperaturas y las sequías intensas tienen efectos más
graves sobre los ancianos, los enfermos, crónicos, niños, la población con un bajo perfil
nutricional, las madres embarazadas, y la población en condiciones de pobreza.
En sus consecuencias más extremas, los impactos del cambio climático sobre los recursos
hídricos podrían conllevar amenazas sociales manifiestas en conflictos por el acceso al agua,
pobreza creciente y migraciones.
38
2.2.2. Vulnerabilidad climática del sector agricultura, suelos y seguridad alimentaria
39
Tendencias de gestión en el sector agrícola y agrario en el país
De acuerdo a diversas estimaciones, entre el 21.5 y el 24% del territorio nacional posee
vocación agrícola para cultivos intensivos o extensivos de rotación, mientras un 74% representa
suelos de uso forestal (Simmons, 1969; CIAT, 1999). Sin embargo, para 2002 se estableció que
49.3% del territorio nacional se dedicaba a actividades agropecuarias (CIES-COHEP,2007)
(Cuadro I.2.2.2.1), lo cual implica el conflicto más significativo en el uso de la tierra. De hecho,
30.5% del territorio se emplea para agricultura, cuando tiene vocación forestal (Fig. I.2.2.2.1)
(CIAT, 1999; PMDN, 2003); lo cual se asocia a las presiones demográficas por el acceso a la
tierra para la producción de alimentos y la garantía de la seguridad alimentaria; y a los costos
de oportunidad, incentivos y barreras de entrada de usos alternativos de la tierra, que han
colocando un menor atractivo a las actividades forestales como fuente generadora de ingresos.
Uso Mhas %
Agricultura tecnificada y semi tecnificada 0.19 1.8
Agricultura tradicional y barbecho 4.17 37.9
SUBTOTAL USOS AGRICOLAS 4.37 39.6
Pastizales y sabanas 1.07 9.7
SUBTOTAL AGROPECUARIO 1.07 9.7
Bosque de pino 2.04 18.5
Bosque latifoliado 2.65 24.1
Bosque mixto 0.74 6.7
SUBTOTAL BOSQUES 5.43 49.3
Asentamientos humanos 0.05 0.5
Cuerpos de agua 0.06 0.6
Suelos desnudos 0.03 0.3
SUBTOTAL OTROS USOS 0.15 1.3
TOTAL 11.01 100.0
Fuente: CIES-COHEP (2007): Propuesta de Desarrollo Territorial Sostenible,
Tegucigalpa, marzo
40
Fig. I.2.2.2.1. Mapa de conflictos de uso de la tierra
La causa principal de pérdidas de granos básicos en el país ha sido el exceso de agua a causa de
las lluvias, que en el ciclo de primera de 2008 reportó 71.2% de área afectada a nivel nacional.
Las regiones norte, nororiental, centro-oriental y occidental reportaron entre 74.8 y 83.4% de
áreas con pérdidas. El litoral atlántico y la región centro occidental tuvieron una menor
afectación por exceso de lluvia. La segunda causa de perdidas en granos básicos en el ciclo de
primera de 2008 fue la falta de agua, reportando 16.1% de área afectada. La sequía se
manifestó mas agudamente en la zona sur, que reportó 56.8% de área con pérdidas; aunque
también fue significativa en el litoral atlántico, que reportó 36.2% de área afectada. Hay que
resaltar que 14.3% del territorio nacional con vocación agrícola puede ser regado; pero sólo se
implementa riego en 18.4% del total de áreas regables, ya sea bajo sistemas públicos
impulsados por el gobierno (23.2%), o bajo redes impulsadas por iniciativas privadas y
orientadas principalmente a cultivos agroindustriales. Por su parte, los vientos fuertes fueron
responsables de la pérdida del 6.8% de área cultivada con maíz en el ciclo de primera de 2008;
los daños fueron particularmente intensos en la región centro occidental y occidental. Para
frijol, en el mismo período y la misma región, se perdió 1.5% del área cultivada.
El cuadro I.2.2.2.2 presenta las características agronómicas de los cuatro cultivos de principal
importancia para la seguridad alimentaria de la población nacional, a saber, el maíz, el frijol, el
arroz y el sorgo (maicillo). Estos datos son relevantes para el entendimiento de las conclusiones
principales en torno a los potenciales impactos del cambio climático sobre la agricultura y la
seguridad alimentaria nacional.
41
Cuadro I.2.2.2.2. Características agronómicas de los principales cultivos de subsistencia en Honduras
Condiciones Temperaturas optimas en el rango 15- El rango térmico idóneo para el Temperaturas óptimas en el rango 30- Temperaturas óptimas en el rango 15 a
agroecológicas: 30°C crecimiento es de 18° a 24 °C (FAO, 35 °C 32 °C
temperatura Altas temperaturas tienen un efecto 1994). Altas Temperaturas, críticas por
directo sobre la viabilidad del polen, arriba de los 35° C
que se reduce en forma importante Altas temperaturas, de 40°C o más,
por encima de 33°C. provocan daños irreversibles (White
1985)
Temperaturas de 10°C por encima de
la óptima pueden resultar en la El cultivo requiere abundante insolación.
formación de proteínas del golpe de
calor.
Muerte de la planta se da en
temperaturas de 49-51°C, exposición
de 10 min.
Condiciones Precipitación pluvial necesaria: 440- Precipitación pluvial necesaria: 300- 400 Precipitación pluvial necesaria: 1,000
agroecológicas: 600 mm por ciclo de cosecha mm por ciclo de cosecha a 1,200 mm por ciclo de cosecha
agua
Evapotranspiración real <0.8 Requerimientos mínimos de 110-180 El arroz es el único cereal que puede
evapotranspiración potencial; mm por mes en siembra y 50-90 mm por soportar la sumersión en agua
mes en floración
40-50% de la humedad del suelo
agotada
Mínimos requerimientos de
Periodo críticos de 100-125 mm 110-180mm en siembre y
50-90 mm en floración, por debajo de
estos valores la planta se marchita.
Cosecha Guardar el grano seco a un porcentaje La humedad del grano considerada
de 10 a 12% de humedad como apropiada es de 22-26 %
Plagas y enfermedades Gallina ciega, gusano cuerudo o Las plagas de mayor prioridad son Mosca La Piricularia, causada por el hongo Afectado principalmente por Carbón
Agrotis; Blanca, Diabrótica, Tortuguilla, áfidos, Pyricularia orizae
pudrición de mazorca por hongos Empoasca y en post cosecha, el gorgojo.
Diplodia sp y Fusarim sp
42
Conclusiones del análisis de vulnerabilidad en la agricultura, suelos, y seguridad alimentaria
Bajo temperaturas medias y máximas más altas, se generarían niveles más elevados de
evapotranspiración del suelo y de las plantas en zonas secas, en contraste con una sequía que
se presentara en condiciones más frescas. Asimismo, mayores temperaturas conducirían a
mayores tasas de descomposición de materia orgánica, disminuyendo la habilidad del suelo
para retener humedad, e incrementando así el impacto de la sequía sobre los cultivos.
A la vez, una mayor sequía implica menores caudales en los cursos de agua y menores factores
de dilución de contaminantes del agua, especialmente minerales, que pueden contribuir a
alterar la calidad del agua de riego e incrementar la propensión a la salinización del suelo y, en
43
condiciones extremas de degradación, a la desertización.
Adicionalmente, las lluvias intensas y los vientos fuertes, como eventos climáticos extremos
producto del cambio climático, exacerbarían aún más los problemas de erosión, especialmente
si los suelos poseen débiles coberturas vegetales, y si se encuentran desnudos, compactados
y/o en condiciones de inclinación.
Mientras que las amenazas de olas de calor tendrían un efecto térmico sobre los cultivos, las
precipitaciones intensas y las inundaciones asociadas a ellas, ocasionarían estrés por exceso de
agua. En condiciones de olas de calor, el maíz muere después de una exposición superior a 10
minutos a temperaturas mayores de 49°C; las inundaciones son propicias para el desarrollo de
bacterias, hongos y nematodos, al igual que para el transporte de patógenos a áreas no
infectadas; los vientos fuertes pueden arrastrar y destruir físicamente los cultivos, y lo harían
con mayor intensidad bajo condiciones de débil arraigamiento de las plantas al suelo como
consecuencia de la sequía.
44
2.2.3. Vulnerabilidad de los bosques y la biodiversidad
1. Deforestación y/o degradación genética del bosque 7. Alteración de las relaciones interespecíficas de la
como consecuencia del manejo insostenible de los comunidad, y disminución de controladores biológicos
recursos forestales
2. Prácticas agrícolas y pecuarias insostenibles que 8. Proliferación de especies invasoras generando mayor
llevan a la degradación del suelo competencia entre especies y mayores posibilidades
3. Presencia recurrente de incendios forestales, y de extirpación y extinción
bosques debilitados por los incendios
4. Presencia endémica de plagas y enfermedades 9. Disminución o exterminio de corredores biológicos,
forestales en los bosques del país conduciendo al aislamiento de poblaciones,
5. Ausencia de una política forestal y de las áreas endogamia y la reducción de la diversidad y vigor
protegidas coherente y consensuada genéticos de las especies
6. Expansión de la frontera agrícola y/o cambio en el
uso de la tierra
7. Ausencia de soluciones energéticas para satisfacer
las necesidades de la población rural
45
Tendencias de gestión en el sector forestal en el país
La gestión del sector forestal de Honduras acontece de grandes retos que deberían
considerarse para implementar un manejo adecuado de estos recursos, a saber: (1) el
mejoramiento de la seguridad en la tenencia de la tierra y la existencia de un catastro completo
y fiable de la propiedad rural, los derechos de propiedad y los usos permitidos; (2) la
disponibilidad de planes de manejo y planes operativos que reflejen adecuadamente las
provisiones ambientales para un manejo apropiado del bosque; (3) el fortalecimiento de un
régimen apropiado de incentivos para el mantenimiento del uso forestal de la tierra después de
los aprovechamientos, mediante la estimulación de la regeneración natural y las plantaciones, y
(4) el ajuste del marco normativo dentro de la nueva Ley Forestal, la cual sea congruente con
las necesidades del sector y con las del desarrollo socioeconómico sostenible, y que
específicamente establezca la obligatoriedad de los planes de manejo y la correcta evaluación
del impacto ambiental.
Desde un punto de vista más técnico, otro gran reto para el sector forestal hondureño es la
estimación de la cobertura forestal y el cambio de uso de la tierra en el país. Los datos actuales
de la COHDEFOR (SERNA-PRODESAMH, 1998) y la FAO (2006) expresan que entre 1962-1990 se
produjo una notable reducción del bosque latifoliado de 4.1 a 2.9 Mha, con mayor afectación
en las zonas central, atlántica y oriental; como también, una destrucción del bosque de mangle
de las zonas atlántica y pacífica, diezmado a razón de 8,821 ha/año hasta llegar a ser una sexta
parte de su cobertura original. De hecho, la mayoría de áreas que actualmente persisten bajo
cobertura de bosque latifoliado o de mangle, lo hacen debido a su declaración como áreas
protegidas. Por el contrario, en aquel mismo período, el bosque de pino aumentó su cobertura
a razón de 1,536 ha/año, probablemente debido a una alta capacidad de regeneración natural
del pino en las condiciones del país. Sin embargo, en el período siguiente de 1990-2005, el
bosque de pino se redujo a una tasa mayor que a la que se regeneró, y equivalente a 37,733
ha/año (Cuadro I.2.2.3.1). Por su parte, el área de plantaciones para la reforestación o
forestación existentes para 2007, son menos que 2.5% del total de área deforestada.
46
y/o pastoreos excesivos; (2) una sobrecapacidad industrial de aserrío que conduce a sobre-
explotación, sumado a un bajo nivel tecnológico que genera muchos desperdicios; (3) corte
ilegal del bosque, es decir el realizado en ausencia de planes de manejo, o sin atender los
volúmenes y sitios de corte de dichos planes, ni las técnicas operativas para el correcto y
sostenible aprovechamiento forestal; (4) una política forestal nacional no óptima que ha fallado
en asegurar la adecuada protección de la tierra para la regeneración natural después del
aprovechamiento forestal; (5) una falta de control y supervisión forestal, y (6) una carencia de
incentivos para la protección y conservación forestal, incluido el desarrollo de plantaciones
forestales y dendroenergéticas.
Los incendios forestales constituyen otro factor al cual el país debe brindar líneas estratégicas
de acción, para implementar una adecuada gestión en este sector. La tendencia de los
incendios forestales (Fig. I.2.2.3.1) sugiere una recurrencia cíclica que destaca a 1997 y 2005
como años de fuerte incidencia de incendios, sugiriendo un vínculo entre estos y la ocurrencia
del evento ENOS. El área media total afectada es de 77,600 ha/año, y el área media quemada
por incendio es de 45 ha. Las fuerzas impulsoras de los incendios forestales han sido
identificadas como delito intencionado (55%) y quemas agropecuarias (26%), entre otros
motivos menores.
Fuente: Construccion propia a partir de datos del Centro de Información y Estadísticas, AFE-COHDEFOR
(2008): ‘Anuario estadístico forestal de Honduras, 2007’, BID-PROBOSQUE, Tegucigalpa.
Finalmente, las plagas forestales son también otro factor determinante de la dinámica de los
rodales naturales o establecidos, y por tanto de la gestión forestal. En Honduras la plaga más
significativa en los bosques de pino es el gorgojo descortezador (Dendroctonus frontalis). En el
período 1997-2007 los ataques de esta plaga tuvieron una tendencia cíclica, con mayor
afectación en 2001, 2002, 2004 y 2005. En 2007, los mayores ataques se produjeron en las
regiones forestales de Comayagua, Nor-Occidente, Yoro y Olancho. El género Ips, que suele
atacar conjuntamente con D. frontalis, parece más recurrente en Francisco Morazán, El Paraíso
y el Pacífico. La población endémica de base de D frontalis ataca usualmente a los árboles
viejos, estresados o enfermos, por los que los factores que causen debilitamiento y estrés,
tendrían un efecto sinérgico con el ataque, al volver a los árboles más susceptibles al mismo.
47
Conclusiones del análisis de vulnerabilidad de los bosques y la biodiversidad
El estrés térmico de los árboles se produciría por modificaciones metabólicas que propician la
fotorespiración en lugar de la fotosíntesis a temperaturas por encima de los 30°C, afectando
principalmente a géneros endémicos importantes como Pinus y Querqus.
En tanto se den episodios de sequía, los árboles se encontrarían bajo estrés y por tanto
disminuirían su tasa de desarrollo, volviéndose más propensos a otros factores de
fragmentación o reducción del bosque.
Aunque el impacto del aumento de la temperatura sobre las plagas y enfermedades de las
plantas es complejo, pues debe estudiarse en función de las variables que interaccionan para
determinar su incidencia y frecuencia; es posible que las plagas forestales, como D. frontalis,
incrementen sus ritmos reproductivos y metabólicos hasta cierto nivel, afectando nocivamente
los bosques de coníferas. Aunque las condiciones secas pueden estimular una mayor incidencia
de pestes de insectos, se ha encontrado una correlación positiva entre la incidencia de D.
frontalis y la presencia de condiciones ambientales húmedas.
Las lluvias intensas, las olas de calor y los vientos fuertes tienen efectos coadyuvantes a los
incendios forestales; ya que en el caso de las lluvias intensas, éstas contribuirían a la erosión del
suelo, haciéndolo más propenso a la afectación por incendios en época seca; las olas de calor y
los vientos fuertes, impulsarían la propagación de incendios, particularmente en condiciones
secas. Por su parte, las inundaciones ocasionarían estrés por exceso de agua, y
consecuentemente, una mayor propensión al ataque de plagas y a la transmisión de
enfermedades, como a una mayor susceptibilidad a incendios para las temporadas más secas.
48
e) El efecto combinado de temperaturas mayores, precipitación severamente reducida e
incidencia de condiciones climáticas extremas afectaría diferenciadamente la
biodiversidad
Se esperan, efectos diferenciados sobre las especies, ecosistemas y biomas, con impactos
particularmente relevantes en aquéllos de menores rangos de tolerancia a las variaciones de los
factores hidrometeorológicos.
Para 2050 las proyecciones climáticas del escenario A2 identifican la zona noroccidental del
país, particularmente el litoral costero y cadenas montañosas del Golfo de Honduras, como la
principal área crítica, por contener, en principio, la mayor biodiversidad del país. Los
ecosistemas más vulnerables en este escenario serían los agro-ecosistemas como los bosques
latifoliados; y los menos vulnerables, los guamiles y bosques mixtos.
Los cambios climáticos proyectados por los modelos también son congruentes con posibles
alteraciones de las cadenas tróficas y la productividad de los ecosistemas, aunque dichos
efectos impactarían particularmente a aquellos ecosistemas menos biodiversos, y por tanto
más frágiles, y de menor redundancia trófica. Los cambios también son potencialmente
congruentes con alteraciones en las relaciones simbióticas entre especies y la disminución de
los controladores biológicos, aunque las relaciones indicadas son complejas y deben estudiarse
caso por caso.
Por otro lado, el cambio climático también abre la posibilidad a la introducción de especies
invasoras o exóticas, particularmente provenientes de climas más cálidos y secos, es decir, más
similares a los climas futuros proyectados; dichas especies tendrían una ventaja adaptativa
sobre las especies nativas y, siendo exóticas, probablemente pocos antagonistas naturales, lo
cual significaría un peligro particular para las especies endémicas, menos adaptables y más
frágiles.
49
2.2.4. Vulnerabilidad de los sistemas marino-costeros
50
Conclusiones del análisis de vulnerabilidad en sistemas marino-costeros
a) El aumento del nivel del mar modificaría la dinámica costera, línea costera y playas, y
la infraestructura asociada a ellas
Los impactos del aumento del nivel del mar estarían relacionados al retroceso de la línea
costera mediante la pérdida de playas, la erosión de acantilados y la propensión a inundaciones
marinas. La magnitud de estos impactos dependerá de la naturaleza y morfología de la playa, y
del tipo de desarrollo del territorio costero. Las playas constituidas por arenas más finas y que
reciben olas más grandes serían las más vulnerables. Considerando que la elevación media del
nivel del mar en el período 1993-2003 en el Caribe hondureño, se estima en el rango de 3-6
mm/año; y asumiendo el valor medio, 4,5 mm/año, se proyecta un incremento de 4,5 cm a
2020, 18 cm a 2050 y 31,5 cm a 2080 (IPCC, 2007); y sabiendo que cada unidad de incremento
en el nivel del mar significa un retroceso de 50 a 100 veces dicho incremento en la cota a nivel
horizontal, se comprende la prioridad de este impacto para la gestión de las zonas marino-
costeras del país.
b) El aumento del nivel del mar afectaría la infraestructura y los asentamientos humanos
de zonas costeras
Las zonas más vulnerables serían aquéllas situadas en áreas proclives a inundaciones marinas,
inundaciones rápidas ribereñas por la presencia de ríos, y/o inundaciones por mal drenaje
urbano, como es el caso de la ciudad de La Ceiba. Otros asentamientos humanos en zonas de
litoral están en similar riesgo, estimándose que 7,362 km2 del territorio se encuentran algún
grado de riesgo ante inundaciones marinas (Fig. I.2.2.4.1).
51
Fuente: Plan de Ordenamiento Territorial, PLANOT, INYPSA, 2009
d) El aumento del nivel del mar afectaría el equilibrio salino de las aguas de los
ambientes costeros
El aumento del nivel del mar ocasionaría la intrusión de las aguas de mar en cauces y cuerpos
de agua dulce y salobre cercanos a las zonas costeras, alterando el equilibrio salino de los
estuarios, marismas, deltas y otros hábitats costeros; impactándose diversas formas de vida
presentes en dichos ecosistemas. Adicionalmente, el aumento del nivel del mar provocaría la
intrusión salina a pozos subterráneos de suministro de agua para la población, especialmente
en los acuíferos de las islas del Atlántico y el Pacífico, de la llanura costera noroccidental, y de
las zonas costeras del golfo de Fonseca, como San Lorenzo y Monjarás.
e) El aumento del nivel del mar provocaría la migración de los manglares, y su eventual
restablecimiento en otras zonas de la costa
El aumento del nivel del mar induciría la deposición de sedimentos, especialmente de arena,
dentro del bosque de mangle, provocando la muerte, defoliación y estrés de los árboles; como
también la formación de diques que obstruirían el flujo y reflujo de las aguas y provocarían
aumentos dañinos de la salinidad intersticial. Esta situación forzaría re-establecimiento de los
manglares, dunas y humedales costeros hacia tierra adentro, o en nuevas zonas inundadas que
presenten las condiciones favorables.
El aumento de las temperaturas media del mar podría disminuir el desarrollo de los árboles de
mangle, y provocar un decremento en las tasas de crecimiento. El aumento de la temperatura y
una mayor evaporación ayudarían a elevar la salinidad del agua y disminuir su disponibilidad,
52
reforzando así la tasa de mortalidad, especialmente para Rhizophora mangle.
g) El aumento del nivel del mar reducirían la productividad de los pastos marinos y los
arrecifes coralinos
El aumento del nivel del mar incrementaría la columna de agua del sustrato en donde se
localizan dichas comunidades, pudiendo limitar hasta en 50% la luz disponible para las
fanerógamas y algas de los pastos marinos y las algas microscópicas (Zooxanthellae) de los
corales, causando una reducción del 30 al 40% en su crecimiento. Este impacto seria más
severo en lugares influidos por descargas de los ríos u otros vertidos al mar que contengan
sólidos suspendidos o coloraciones de materiales húmicos.
Mayores concentraciones de dióxido de carbono en las aguas marinas conducirían a tasas más
elevadas de fotosíntesis; pero serían revertidas si los nutrimentos, la temperatura o la luz son
limitantes. El aumento de la temperatura del agua incrementaría la tasa de respiración de las
fanerógamas y algas marinas, disminuyendo su productividad fotosintética; asimismo, afectaría
su reproducción al alterar la floración y germinación de semillas. Esto resultaría en cambios de
los patrones estacionales de la composición y distribución espacial de los pastos marinos. Los
impactos específicos sobre diferentes comunidades dependerán de la temperatura óptima
requerida para la fotosíntesis, respiración, y crecimiento de las especies individuales, como
también de la presencia de especies con mayor tolerancia térmica.
El calentamiento de las aguas parece ser una de las causas más probable del blanqueamiento
de los corales, como resultado de la aceleración de las reacciones metabólicas del coral, que
dañan varios procesos celulares, producen su muerte parcial o completa, y la destrucción del
arrecife. Este efecto se ve exacerbado por la reducción del pH del agua por una mayor
concentración de ácido carbónico, lo cual reduce la tasa de calcificación de los organismos
marinos constructores de arrecifes
53
(Fuente : Instituto de las Ciencias del Mar, Roatán)
Figura I.2.2.4.2. Temperaturas mensuales del agua entre agosto 1996 y marzo 1999 en Roatán
Las lluvias intensas y los oleajes ciclónicos conllevarían a procesos de sedimentación, agresiones
mecánicas, emersión prolongada, enturbiamiento del agua y exposición a contaminantes sobre
los ecosistemas marinos, especialmente los arrecifes de coral y los pastos marinos; los cuales
son poco tolerantes a la incidencia de dichos impactos, afectándose su productividad, salud o
permanencia. Un ejemplo de los impactos mecánicos de los oleajes ciclónicos del huracán
Mitch se encuentra en las pendientes arrecifales externas de las costas del Sur de Guanaja y
Roatán.
54
2.2.5. Vulnerabilidad ante el cambio climático en la salud humana
3. Incremento en la frecuencia de
eventos climáticos extremos y olas de Impactos potenciales de las amenazas
calor
1. Aumento en la frecuencia, distribución
4. Lluvias más intensas e inundaciones geográfica y gravedad de enfermedades de
transmisión vectorial, tales como: dengue,
malaria y mal de Chagas
En Honduras, el sector salud está constituido por la Secretaría de Salud, el Instituto Hondureño
de Seguridad Social (IHSS) y el subsector privado, con débiles enlaces funcionales entre ellos. La
Secretaría de Salud es la entidad responsable de conducir la gestión, coordinar las actividades
de salud, establecer prioridades y orientar el desarrollo de los subsectores público y privado, y
prestar servicios a través del sistema público de atención. Por su parte, el IHSS es una
institución descentralizada y que funciona enfocada en los regímenes de maternidad-
enfermedad, invalidez-vejez-muerte, y riesgos profesionales; pero sólo 37.1% de la población
económicamente activa, que representa alrededor de 11% de la población total, está cubierta
por el subsistema de seguro público de salud a través del IHSS, mediante cotización de patrones
y trabajadores. No existe un sistema de afiliación privada de la seguridad social, ni se dispone
de información sobre el alcance de la cobertura poblacional de las 10 aseguradoras privadas
que venden planes de seguros para la cobertura parcial de los gastos médicos y hospitalarios.
No existen modalidades de financiamiento público del aseguramiento privado de salud.
56
Sin embargo, 30,1% de la población nacional está completamente excluida de los servicios de
salud, y 83,1% de la población carece de cobertura de cualquier tipo de seguro de salud o
servicios de seguridad social (OPS, 2007). La concurrencia a un servicio de salud por parte de la
población es de 47%; asistiendo a un establecimiento de la Secretaría de Salud en el 58% de los
casos; al IHSS, en 7%; a un servicio privado, en 30%, y a agentes comunitarios y farmacias, el
resto (INE, 2004). Los indicadores de 2004 para número de médicos (8.5), enfermeras (3.3) y
dentistas (1.3) por cada 10.000 habitantes, y para el número de camas hospitalarias (0.8) por
cada 1,000 habitantes, se encuentran por debajo del promedio de Norteamérica y del
promedio continental respectivamente.
57
Los vectores de la malaria y el dengue (Anopheles gambiae, A. funestus, A. darlingi, Culex
quinquefasciatus y Aedes aegypti) son sensibles al aumento de las temperaturas medias y
máximas, por lo que la capacidad vectorial de transmisión podría incrementarse notablemente
en torno al rango de 30–32°C, el cual podría alcanzarse en 2050, según los escenarios de
temperaturas máximas de los modelos climáticos. Adicionalmente, las hembras digieren la
sangre más rápidamente y se alimentan con mayor frecuencia en climas más cálidos,
aumentando la velocidad de la transmisión. No obstante, temperaturas superiores a 34°C
tendrían efectos negativos sobre las poblaciones de dichos vectores, experimentándose
mortalidad desde el sobrepaso de 32°C. Los vectores de la Leishmaniasis y del Mal de Chagas
(Triatoma infestans y Rhodnius prolixus) proliferan en condiciones cálidas y húmedas, por lo
cual es de esperar que la incidencia de las enfermedades tienda a incrementarse con el cambio
climático, ante temperaturas mayores y precipitaciones más intensas.
Lluvias más intensas y una mayor frecuencia de inundaciones serían un estímulo para la
transmisión de dichas enfermedades, pues sostendrían los criaderos de los vectores,
especialmente en localidades urbanas con deficiente condiciones de saneamiento, como
precaria eliminación de aguas residuales y desechos sólidos. Es posible, que las condiciones de
sequía impliquen un estímulo decreciente en la transmisión de esas enfermedades.
Por su parte, las lluvias intensas y las inundaciones que ellas provocan podrían alterar y destruir
los sistemas de transporte de aguas residuales; desbordar y soterrar sistemas de tratamiento,
desde lagunas de oxidación y plantas compactas hasta letrinas y sistemas domésticos de
disposición como fosos sépticos, y ser un mecanismo de transporte de agentes infecciosos.
58
contaminantes del aire producen efectos alérgicos e irritantes inductores de reducción en la
función pulmonar, neumoconiosis, exacerbación de patologías respiratorias pre-existentes, y
mayor propensión a la contracción de otras enfermedades. Los niños, adultos mayores y
personas inmuno-comprometidas serían los más afectados.
Sin embargo, bajo condiciones de una mayor convección de vientos y sequía, las partículas se
transportarían con mayor facilidad y prolongarían su vida media en la atmósfera, al decaer su
intercepción por efecto de las precipitaciones; aumentando de igual forma la exposición de los
receptores sensibles a las partículas contaminantes.
59
2.2.6. Vulnerabilidad del sistema de gestión de riesgos
60
Tendencias en la gestión del riesgo
En la Figura I.2.2.6.1 se resumen los tipos de amenaza que provocan desastres en el territorio
nacional. En esta sección, se analizarán específicamente los impactos relacionados con el
exceso o escasez de agua y los procesos dinámicos que ocurren en la superficie de la tierra
(fallas o movimientos de laderas), derivados de los eventos hidrometeorológicos que
constituyen amenazas del cambio climático.
Fallas o movimientos
Procesos dinámicos de la de laderas
superficie de la tierra (derrumbes,
deslizamientos y
flujos)
Desastre
Procesos o eventos
s hidrometeorológicos bajo
Inundaciones
Sequías
condiciones de cambio climático Huracanes
Plagas
Procesos físico-biológicos bajo
Epidemias
condiciones de cambio climático Incendios
I
61
La cooperación internacional ha hecho grandes esfuerzos en la planificación de la gestión de
riesgo a nivel municipal. Uno de los principales esfuerzos se realizó a través de Proyecto de
Mitigación de Desastres Naturales (PMDN), con financiamiento del Banco Mundial a través de
la Asociación Internacional de Fomento (Crédito 3361-HO). El Objetivo General del Proyecto, es
fortalecer la capacidad municipal para reducir los riesgos y la vulnerabilidad frente a los
desastres naturales, mediante la puesta en ejecución de programas dirigidos al fortalecimiento
institucional4.
Por medio de este proyecto, junto con el proyecto Bosque y Productividad Rural (PBPR,
también financiado por el Banco Mundial), el proyecto USAID Mira y fondos de GTZ se han
elaborado 154 instrumentos de planificación territorial distribuidos de la siguiente forma:
Con estos instrumentos se ha logrado una cobertura de el 33% de los municipios del país (dado
que algunos municipios cuentan con más de un instrumento):
Los planes de ordenamiento representan sólo una parte de los instrumentos de planificación
que existen en el país. Si añadimos los planes de desarrollo la cobertura es mucho más alta,
alcanzando la casi totalidad del país (existen 298 municipios). En resumen podemos establecer
que en el país existen los siguientes elementos de planificación territorial a nivel regional y
municipal:
4
Tomado de la estrategía de gestión de riesgo del PNUD-Honduras (2010), documento sin publicar,
62
296 Planes Estratégicos de Desarrollo Municipal
97 Planes Municipales de Ordenamiento Territorial
78 Planes Municipales de Gestión de Riesgos
62 Municipios con PMOT y PMGR integrados
5 Planes Regionales de Ordenamiento Territorial a nivel de Mancomunidad
Por otro lado el mismo estudio identifica que “la implementación de los planes es mínima y se
limita a la utilización de algunos planes como base de consulta para verificar que algunas de las
obras que realiza la administración gubernamental de turno figuran en el plan. Es decir, no se
encuentra en las administraciones municipales una actitud y compromiso con la
implementación integral del plan, éste se usa para cumplir requisitos normativos señalados
desde la nación y para acceder a recursos financieros y de cooperación. Se podría mencionar
como fortalezas para la implementación de los planes el levantamiento relativamente amplio
de información georeferencida que permitiría un análisis espacial y focalización de la inversión
pública. Sin embargo, la información no se ha utilizado apropiadamente, en la mayoría de
municipios no está disponible, y éstos no poseen los recursos humanos ni logísticos para
aprovechar tal información”.
Es preciso modificar las metodologías, crear conciencia en las alcaldías y la población sobre la
importancia de la temática, fortalecer la transferencia de recursos hacía las alcaldías y
5
Propuesta Metodológica para la Elaboración y/o Actualización de Planes de Desarrollo Municipal con Enfoque de
Ordenamiento Territorial (PDM – OT), Secretaría de Gobernación y Justicia (2009).
63
fortalecer las capacidades técnicas (usando esquemas de unidades técnicas regionales que han
demostrado una alta eficacia). En la práctica muy pocos de estos instrumentos se han traducido
en legislación municipal (ordenanzas) algo básico para la implementación de la prevención.
A nivel nacional, otro factor que contribuye al incremento de los impactos del cambio climático
sobre los asentamientos humanos es la existencia de débiles y/o muy pocos sistemas de alerta
temprana operativos en las áreas propensas a riesgos. A través de las estructuras de gestión de
riesgo a nivel municipal y local, con apoyo de la cooperación internacional, se han logrado
montar algunos Sistemas de Alerta Temprana (SATs), mismos orientados a generar avisos de un
peligro inminente, particularmente de inundaciones. A nivel centroamericano el DIPECHO
(Departamento de Ayuda Humanitaria de la UE) y el PNUD en los años 1990s estimularon el
desarrollo de herramientas novedosas de gestión de riesgos. Un ejemplo de ello se da a partir
de 1995 en varias municipalidades en Atlántida, donde la OEA, ECHO, y COPECO impulsaron un
proyecto de alerta temprana en cinco municipalidades. Dos municipios fueron piloto, La Masica
y Arizona. Después se incorporaron los otros tres. La experiencia en La Masica fue
particularmente exitosa y ha servido de modelo para la organización de sistemas similares en
otros países.
En el desarrollo exitoso de los SATs indicados, ha habido dos desarrollos clave: la participación
de las comunidades capacitadas e incentivadas a hacerlo pues entienden que el sistema les es
de beneficio y lo apropian, y el apoyo de las autoridades municipales. Lo último puede ser difícil
de asegurar, pues los políticos tienden a no entender la importancia de la inversión municipal
en dichos sistemas; el SAT de La Masica pasó por momentos de dificultad en un gobierno local
64
debido a esto. En opinión de expertos en el tema, aun cuando se ha alcanzado la organización
de varios SATs en cuencas de relevancia por su nivel de vulnerabilidad a inundaciones, se
requiere un sistema de monitoreo para todas las cuencas, que funcione bajo coordinación
efectiva, pues aun no hay en Honduras un monitoreo eficiente y no se toman decisiones
correctas.
La COPECO tiene una estructura organizativa que envuelve coordinación a niveles múltiples en
el plano nacional, departamental, municipal y local. Los niveles más activos y de mayor
relevancia son los niveles municipales y locales. Por su parte, a nivel municipal, existen los
Comités de Emergencia Municipal (CODEM), adscritos a las alcaldías municipales mismos que
se relacionan con los Comités de Emergencia Local (CODELes) que existen en varias localidades
en los municipios mismos. Existen 160 Comités Municipales de Emergencia, que en principio,
guardarían una relación estrecha entre con los CODELes en sus respectivos municipios. No
obstante, tal relación no todo el tiempo es lo suficientemente funcional para garantizar que los
comités a nivel comunal, que en sus gestiones dependen fuertemente del apoyo de los
CODEMs, serán efectivamente operativos. Muchas veces las zonas de mayor riesgo coinciden
con las áreas vistas como marginales por las autoridades municipales, o de relativa poca
importancia en los procesos electorales que eligen a las autoridades municipales, y por tanto,
reciben poca atención presupuestaria.
Muchas de las acciones en la gestión de riesgos en el país están limitadas por la tradicional
carencia de fondos en el sector público, la falta de coordinación inter-institucional y la poca
importancia que a nivel nacional y municipal se le ha tendido a dar al tema. El 90% de las
actividades realizadas por la COPECO responden a labores en preparación y respuesta. Se hace
mucho menos trabajo en las áreas de prevención, mitigación y adaptación.
Se espera que la aprobación reciente de la Ley del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos
(SINAGER) ayude a mejorar los niveles de coordinación y que dé mayor relevancia al tema, en
general, poniéndolo más firmemente en la agenda de los decisores, y permitiendo crear las
condiciones que llevarían a dar más importancia a las actividades de prevención, mitigación y
65
adaptación a los desastres naturales, mismas que con los retos del cambio climático, se
volverán crecientemente importantes.
En Honduras las inundaciones y desbordamientos de los ríos han sido los principales causantes
de desastres. Se distinguen dos tipos: (1) las inundaciones ribereñas, que ocurren ante todo en
cuencas grandes y largas, y que reflejan las variaciones naturales en los caudales de los ríos
ante las precipitaciones altas, y (2) las inundaciones ‘urbanas’ o rápidas se dan en cuencas más
pequeñas y escarpadas. Ambos tipos de inundación incrementan su ocurrencia debido a la
pérdida de la capacidad de infiltración en las cuencas, asociada a la deforestación en el primer
caso, como la impermeabilización del suelo después de pavimentar casi totalmente las
superficies en zonas urbanas a en el segundo. Los problemas ocurren cuando la población
ocupa las áreas de riesgo. Las canalizaciones de los ríos y quebradas conducen a la reducción de
los tiempos de concentración de los torrentes y generan caudales excesivos que impactan a los
habitantes en las zonas bajas de las cuencas.
Las inundaciones rápidas tienen un alto potencial destructivo y capacidad de causar muertes.
En huracanes y tormentas tropicales, la acción combinada de fuertes vientos y altas
precipitaciones es capaz de magnificar el potencial destructivo de este tipo de inundaciones. La
propensión a la afectación directa de la vida humana es una función inversa de la existencia de
patrones normativos de asentamiento poblacional fuera de las áreas de riesgo, de la capacidad
de respuesta de la población ante el fenómeno, y de la existencia de sistemas de alerta
temprana funcionales.
Honduras presenta un estimado de 9,619 km2 de zonas de riesgo alto a inundaciones fluviales,
con muchos municipios identificados bajo esta situación (Cuadro I.2.2.6.3.F1 y Fig. I.2.26.2.F1).
Las inundaciones ribereñas históricamente se asocian a la costa norte del país, y a cuencas
grandes con áreas menos escarpadas y altos índices de precipitación, incluyendo las de los ríos
Ulúa, Chamelecón, Aguán, Sico, Patuca y las de la llanura costera atlántica. Los departamentos
más afectados han sido los de Cortés, Atlántida, Colón, Yoro y Gracias a Dios. La incidencia se ha
ampliado con el tiempo, a consecuencia de los cambios en el uso de la tierra en las cuencas del
interior del país, que han resultado en la disminución de la infiltración del agua al subsuelo,
66
generando escorrentía superficial en exceso. En las zonas en riesgo debe incluirse los
departamentos de Comayagua, Francisco Morazán, Choluteca y Valle. El mapa de zonas de
riesgo a afectación por huracanes, tormentas tropicales e inundaciones identifica 40
municipalidades de las cuales prioriza 13, que son Juticalpa, Olanchito, Tela, Nacaome, Tocoa,
Marcovia, Trujillo, El Negrito, Sonaguera, Puerto Lempira, Jutiapa, Bonito Oriental y Omoa, por
ser éstas de alto riesgo y altas necesidades básicas insatisfechas (NBI) en la población. Por su
lado, las inundaciones rápidas se suscitan crecientemente en el Distrito Central, San Pedro Sula,
La Ceiba y en asentamientos humanos de mayores densidades, que no han podido resolver en
forma técnica sus problemas de drenaje urbano y que presentan problemas en la gestión de los
desechos sólidos, cosa que agrava el problema al bloquear los drenajes pluviales.
Departamento Municipio
Gracias a Dios Villeda Morales, Pto. Lempira, Ahuas, Wampusirpi, Brus Laguna, Juan Francisco Bulnes
Colón Iriona, Limón, Santa Rosa de Aguán, Trujillo, Tocoa, Bonito Oriental y Sonaguera.
Atlántida Jutiapa, Ceiba, San Francisco, El Porvenir, La Masica, Tela.
Cortés Puerto Cortés, Choloma, Villanueva, Potrerillos, La Lima. San Manuel, Pimienta.
Progreso El Negrito, Progreso.
Copán Copán Ruinas, El Paraíso, Santa Rita
Olancho Gualaco, Guata, San Estebán, Jano.
Fco. Morazán Distrito Central, San Antonio de Orica, Villa San Francisco.
El Paraiso Moroceli, Teupasenti
Valle Nacaome, Langue
Choluteca Marcovia, Namasigue, Apacilagua, Choluteca, Morolica
Fuente: Plan de Ordenamiento Territorial, PLANOT, INIPSA 2009
67
b) El aumento de la temperatura exacerbaría la propagación de enfermedades en el
período post-inundación
Caudales pico elevados ocasionados por precipitaciones más intensas pueden llevar al
desbordamiento de la protección contra inundaciones. En el Valle de Sula el criterio usado en
el diseño de los bordos de contención de inundaciones es de un período de retorno de 25 años.
Caudales en exceso de tal período sobrepasan la capacidad de contención y conducción
hidráulica.
Las fallas (o movimientos) de laderas presentan una correlación positiva con la incidencia de
precipitaciones más intensas. Pueden clasificarse en tres categorías: los derrumbes en
despeñaderos de pendientes muy elevadas, de las cuales los materiales se desprenden y caen
68
libremente o rodando; los deslizamientos que se producen cuando un bajo coeficiente de
fricción en la interface entre dos materiales, uno superpuesto sobre el otro y con propensión a
deslizarse, permite que éste lo haga; y los flujos de materiales (tierra, lodo) que se asemejan al
movimiento de un fluido muy viscoso, que suelen suscitarse como evolución de un
deslizamiento o a consecuencia del arribo del material deslizado a un cuerpo de agua.
69
a) Inutilización o perdida de infraestructura por inundaciones y movimientos de laderas
Honduras tiene una red vial de 14,240 km, de los cuales 3,280 km son carreteras pavimentadas,
2,670 km carreteras secundarias construidas con material selecto y 8,300 km caminos vecinales
del material naturalmente presente en el sitio. Unos 552 km de carreteras principales, 1,552
km de carreteras secundarias y 766 km de caminos vecinales están en riesgo de inundación.
Las carreteras mas afectables (alto nivel de riesgo) son aquellas primarias y, principalmente
secundarias (material selecto) en las planicies de inundación de los grandes ríos del país en el
Valle del Aguan, la planicie costera atlántica, el Valle de Sula, como en el Valle de Choluteca y
las llanuras costeras del Pacífico (Fig. I.2.2.6.5.F3). Unos 98 km de carreteras pavimentadas, 234
km de carreteras de material selecto y 110 km de tierra se encuentran en riesgo alto de
afectación por los movimientos de laderas; 609 km de carreteras pavimentadas, 2,486 km de
carreteras de material selecto y 3,040 km de caminos vecinales están en riesgo moderado de
afectación por movimientos de laderas (Fig. I.2.2.6.6.F4).
Por su parte, el aeropuerto internacional Ramón Villeda Morales se ubica en una zona proclive
a inundación en el valle de Sula. Aunque cuenta con bordos perimetrales y equipos de
evacuación del agua capturada dentro de éstos, fue víctima de la inundación que resultó
durante el Huracán Mitch de 1998.
Las inundaciones fluviales por un incremento en los caudales generadas por precipitaciones
intensas pueden inhabilitar parcial o temporal, y/o destruir definitiva parques industriales,
fábricas, edificaciones hospitalarias y escolares, edificaciones institucionales y comerciales, al
igual que las viviendas y otras edificaciones ubicadas en zonas de riesgo en las áreas bajas de las
cuencas y las zonas ribereñas. Las zonas de mayor riesgo se ubican en el Valle de Sula, en La
Moskitia y las áreas de litoral y partes bajas de los grandes valles en el nororiente del país;
algunos municipios cercanos a los ríos en la llanura costera atlántica y la zona central y centro
oriental del país, al igual que en la zona sur.
70
Fig. I.2.2.6.5.F3. Red vial nacional en riesgo de inundación
71
2.2.7. Vulnerabilidad del sector de energía hidroeléctrica
72
Tendencias en la gestión del sector energía hidroeléctrica
Aun cuando el país tiene un alto potencial de generación con fuentes hídricas, estimado entre
3,000 y 3,500 MW (Moncada Gross, 2004), y aunque cincuenta sitios con potencial de
generación han sido localizados en las cuencas de los ríos Choluteca y Nacaome (CEDEX, 2003);
hay poco aprovechamiento de la capacidad de generación hidroeléctrica. Asimismo, esa
situación limita las oportunidades para almacenar agua excedente en la época lluviosa para
garantizar el suministro para consumo humano y riego agrícola principalmente en la época
seca; así como la oportunidad para incentivar y comprometer una mejor gestión de cuencas a
nivel nacional. Asimismo, significa ampliar la dependencia en combustibles fósiles que el país
debe importar, con la consecuente emisión de GEI que contribuyen al cambio climático
mundial, aunque no de manera significativa.
Aún cuando solamente 0.75% de la capacidad instalada se genera con pequeñas centrales
hidroeléctricas de carácter privado; se experimenta un crecimiento en la micro-generación
privada de energía hidroeléctrica mediante proyectos de micro, pequeña y mediana escala, los
cuales desarrollan infraestructura para autoabastecerse y venden excedentes a la ENEE; en la
actualidad se sostienen 12 proyectos que sumarían una capacidad instalada de 93 MW y que se
encuentran en etapas de factibilidad, construcción y operación; se incentiva además la
participación privada en dos proyectos de cogeneración con biomasa, de 21 MW. Algunos de
estos proyectos se realizan bajo el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL).
Los impactos de la reducción de las lluvias sobre disponibilidad de agua para todos sus usos,
incluida la generación hidroeléctrica, dependerían de las cuencas afectadas y su propensión a la
sequía. La extensión e impacto que la disminución de las lluvias tendría sobre la cuenca del río
Ulúa sería crítica, dada la concentración de la generación del 98% de la hidroelectricidad
nacional en estaciones hidroeléctricas en dicha cuenca.
73
2
De hecho, 56,9% de la cuenca del Ulúa, una extensión de 12,913 km , presenta riesgo medio a la
sequía (CEDEX, 2003). Las cuencas de los ríos Ulúa, Chamelecón y Choluteca presentarían
disminuciones considerables en sus aportaciones superficiales y subterráneas de agua al año
2050, y aunque dichos resultados son debatibles, sugieren un peligro potencial que debe
analizarse a la luz de los impactos del cambio climático.
74
Fig. I.2.2.7.1. Red de transmisión y distribución en riesgo por inundaciones
75
Parte II: Estrategia Nacional ante el Cambio Climático
El Plan de Nación plantea 4 objetivos, de los cuales el objetivo 3 persigue que Honduras sea
productiva, generadora de oportunidades y empleos dignos, aprovechando sus recursos
naturales de manera sostenible y reduciendo al mínimo su vulnerabilidad ambiental. Asimismo,
a cada objetivo se asocian lineamientos estratégicos, metas e indicadores, a fin de orientar y
operativizar las acciones, asegurando su seguimiento, evaluación objetiva y readecuación
oportuna. En esa línea, y en el marco del objetivo 3, la ENCC responde tanto al lineamiento
estratégico 7, referido al desarrollo regional, recursos naturales y ambiente; como al 11,
pertinente a la adaptación y mitigación del cambio climático; y al 12, que aborda la gestión de
riesgos y la recuperación temprana de los daños y pérdidas por desastres.
Como refleja el tercer informe de país de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) lanzado
en 2010, los fenómenos relacionados con el cambio climático tendrán importantes
repercusiones negativas en el logro de los ODM para 2015. En este sentido, la ENCC a través de
sus mediadas de adaptación y mitigación responde a la necesidad de implementar acciones que
contribuyan a los avances de los indicadores para el alcance de las metas establecidas en cada
uno de los ODM. Las medidas de mitigación reflejadas en la estrategia contribuirán a la
disminución de emisiones de dióxido de carbón (total, per cápita) así como al aumento de la
superficie cubierta de bosque. Incidiendo en dos de los cinco indicadores establecidos para
alcanzar la primera de las cuatro metas del ODM7: “incorporación de los principios del
desarrollo sostenible en las políticas y los programas nacionales e invertir la pérdida de recursos
del medio ambiente”.
76
efectiva del cambio climático, facilitaría y viabilizaría las estrategias y medidas de adaptación
adoptadas en el ámbito nacional y local. En el caso de los países en desarrollo altamente
vulnerables a la variabilidad y cambios del clima, la adaptación es un reto ineludible y
prioritario, ya que la viabilidad de sus territorios, economías y sociedades dependerán de su
capacidad de adaptarse al cambio climático.
La mitigación del cambio climático se refiere a las estrategias y medidas de reducción de las
emisiones de GEI por fuentes y a la fijación por sumideros, con el fin de frenar el ritmo y
magnitud del cambio climático mundial. La mitigación es un compromiso bajo la CMNUCC de
todos los países desarrollados, los cuales, salvo excepción, han asumido metas cuantificadas de
reducción de sus emisiones de GEI de carácter legalmente vinculante, bajo el primer período de
compromisos (2008-2012) del Protocolo de Kioto. En virtud del Art. 12 de dicho protocolo, los
países en desarrollo pueden contribuir voluntariamente a la mitigación mundial, en el marco
del Mecanismo para un Desarrollo Limpio (MDL), que es un esquema de compensación de
carbono, y constituye un mecanismo de flexibilidad concebido para apoyar a los países
desarrollados a cumplir con sus compromisos de manera suplementaria a sus esfuerzos
domésticos. Asimismo, los países en desarrollo pueden contribuir voluntariamente a la
mitigación mundial mediante acciones nacionales adecuadas de mitigación (NAMAs), en el
contexto de sus prioridades nacionales de desarrollo sostenible.
Por otra parte, La CMNUCC estipula que los países desarrollados proporcionarán recursos
financieros nuevos y adicionales para cubrir la totalidad de los gastos convenidos que efectúen
los países en desarrollo para cumplir sus obligaciones en materia de inventarios de GEI y de
programas nacionales para la mitigación y adaptación al cambo climático; considerando que la
corriente de fondos sea adecuada y previsible. Asimismo, dichos recursos también estarían
destinados a la transferencia de tecnología y al mejoramiento de las capacidades y de las
tecnologías endógenas de los países en desarrollo
Propósito
El propósito de la ENCC es que la nación hondureña esté constituida por una sociedad, una
economía y un territorio cuyos niveles de vulnerabilidad climática sean bajos, a fin de no
exacerbar los impactos negativos derivados del cambio climático; mediante el fortalecimiento
del marco actual de políticas públicas, incorporando estrategias y medidas apropiadas y
oportunas, encaminadas a reducir la vulnerabilidad socioambiental y económica, y a mejorar la
capacidad de adaptación, particularmente de las poblaciones, sectores y territorios más
expuestos a las amenazas climáticas. Lo anterior, con miras al mejoramiento de la calidad
ambiental, considerando al mismo tiempo la posible contribución a la mitigación mundial.
Marco de política
El propósito de la ENCC es coherente con la Visión de País de Honduras, y se orienta a la
adecuación del marco actual de políticas públicas para enfrentar apropiadamente los retos que
impone el cambio climático mundial y prevenir sus efectos adversos. Lo anterior significa definir
77
un marco de política en materia de cambio climático, que defina y viabilice una transición de
una nación altamente vulnerable hacia una nación menos vulnerable y fortalecida en su
capacidad de adaptarse al clima proyectado, su variabilidad y cambios. Dicho marco de política,
incluye acciones voluntarias que al mismo tiempo que mejoren la calidad ambiental y de vida
de la población hondureña, podrían contribuir a la mitigación mundial de las causas de cambio
climático, lo cual es responsabilidad primaria de los países desarrollados.
Para lograr dicha transición, se debe definir un marco de política ante el cambio climático que
incluya, por una parte, la modificación apropiada del marco de políticas públicas vigente, a fin
de prevenir o reducir la vulnerabilidad climática que resulta de su aplicación. Por otra parte, la
incorporación en dicho marco de políticas de estrategias y medidas para mejorar la capacidad
de adaptación, y para contribuir voluntariamente a la mitigación mundial del cambio climático.
No obstante que el gobierno hondureño ha expresado su voluntad política de definir y adoptar
un marco de política ante el cambio climático, los daños y pérdidas crecientes de tipo
económico y ambiental, así como las repercusiones sociales, incluyendo la pérdida de vidas
humanas, procesos cada vez más frecuentes de reubicación y emigración, tanto dentro como
fuera del territorio nacional, debido al cambio climático; podrían generar condiciones de
descontento y malestar en poblaciones y sectores afectados, y propiciarse el surgimiento de
conflictos sociales que podrían conducir al país hacia situaciones de ingobernabilidad, ya sea en
regiones afectadas o en gran parte del territorio nacional. Lo anterior, demanda un abordaje y
tratamiento específico del tema de la gobernabilidad en el marco de la ENCC, vinculando los
instrumentos de política específicos de cambio climático a aquellos lineamientos estratégicos
del Plan de Nación 2010-2022 que contribuyen a la consolidación de la democracia, seguridad
civil y reducción de la violencia.
El marco de política de cambio climático incluye 17 objetivos estratégicos, de los cuales 15 son
pertinentes a la adaptación, y 2 a la mitigación, tal como se detalla en los Cuadros II.1.1.1 y
II.1.1.2. Dichos objetivos apuntan al logro del propósito de la ENCC, y en el caso de la
adaptación, se vinculan a las áreas de incidencia correspondientes a los diferentes sectores o
sistemas priorizados en las evaluaciones de vulnerabilidad e impactos climáticos. Los objetivos
estratégicos fueron definidos con base en los insumos obtenidos durante los talleres sectoriales
y territoriales de consulta realizados con expertos, los cuales fueron organizados y
desarrollados bajo la orientación y responsabilidad de la SERNA. Asimismo, cada objetivo
estratégico incluye varios lineamientos estratégicos, cuyo detalle se presenta más adelante en
la subsección 1.2.
Para el logro de los objetivos estratégicos, en el marco del Plan de Acción de la ENCC se deberá
desarrollar una Política Marco de Cambio Climático, la cual tendría como base de sustentación
los lineamientos estratégicos asociados a cada uno de los objetivos estratégicos de la ENCC.
78
Cuadro II.1.1.1: Objetivos estratégicos para la adaptación por área de incidencia priorizada
Área de
Objetivos estratégicos para la adaptación
incidencia
Reducir los impactos de las sequías más frecuentes e intensas, por reducción de las lluvias, y reforzar
1
la recarga de los acuíferos
Recursos
Hídricos
Reducir la alteración de los caudales ecológicos, considerando los efectos del cambio climático sobre
2
los sistemas fluviales
Prevenir y evitar la reducción de la calidad del agua, por contaminantes, considerando los efectos del
3
cambio climático sobre el volumen de agua disponible
Facilitar la adaptación de los agricultores al cambio climático, mejorando la resiliencia de los cultivos y
Agricultura, suelos
Preservar la estructura y dinámica de los ecosistemas marino-costeros, considerando los efectos del
marinos
10 cambio climático, particularmente la elevación del nivel del mar y los cambios de la temperatura del
aire y superficial del mar
humana
Salud
Disminuir la incidencia y distribución geográfica de enfermedades humanas causadas por los efectos
11
de las manifestaciones del cambio climático
frecuencia, intensidad y duración están aumentando como consecuencia del cambio climático
Fomentar el diseño, desarrollo, construcción y despliegue de infraestructura e instalaciones más
13 apropiadas, en términos de resistencia y versatilidad, a fin de adaptarlas mejor a los efectos actuales
y proyectados del cambio climático
Fortalecer la seguridad civil y gobernabilidad de la nación, previniendo, reduciendo y abordando de
14 manera apropiada y oportuna los desplazamientos temporales o permanentes de las poblaciones
humanas, por causas de origen climático
eléctrica
Facilitar la adaptación de las fuentes de energía hidroeléctrica, ante los impactos del cambio climático
Energía
hidro-
15 ya observado y proyectado
79
Cuadro II.1.1.2: Objetivos estratégicos para la mitigación por área de incidencia priorizada
Reducir y limitar las emisiones de gases de efecto invernadero, para contribuir voluntariamente a la
16 mitigación del cambio climático y fortalecer procesos colaterales de sostenibilidad socio-económica y
ambiental en el ámbito nacional
Fortalecer la sinergia entre las medidas de mitigación y adaptación, para facilitar un mejor ajuste de los
17 sistemas socio-naturales ante las manifestaciones e impactos del cambio climático, y prevenir los efectos
adversos de las medidas de respuesta
80
Cuadro II.1.2.1: Objetivos y lineamientos estratégicos para la adaptación
1.2. Crear los mecanismos de Crear conciencia en todos los usuarios sobre la necesidad de conservar adecuadamente el agua en
sensibilización pública y de todos sus usos, mediante programas nacionales de concienciación, sensibilización y educación
desarrollo tecnológico, Diversificar y ampliar las fuentes para empleo del agua, en relación con el uso eficiente
para el fomento y adopción Dimensionar la construcción de represas tomando en cuenta las tendencias climáticas y sus impactos
de sistemas y prácticas de en el abastecimiento de agua
uso apropiado y Ampliar la reutilización de las aguas residuales tratadas
aprovechamiento eficiente Desarrollar tecnologías para la utilización de los recursos subterráneos de agua
del agua en todos sus usos Aumentar el número y eficiencia de los sistemas de riego agrícola
Implementar prácticas de mantenimiento de la humedad en el suelo
Asegurar la aplicación de los criterios de calidad del agua en las operaciones de riego agrícola
Evitar la sobre-explotación de agua de los acuíferos
Evitar la salinización del suelo por riego con aguas subterráneas en zonas de intrusión salina
1.3. Fortalecer las prácticas de Identificar las zonas de recarga de acuíferos en las cuencas, para la protección de la cobertura vegetal
manejo de las cuencas del suelo en éstas
hidrográficas con un Instaurar la protección estricta de las cuenca altas
enfoque integrado, para Asegurar que los patrones de uso del suelo en las zonas de recarga de acuíferos no resulten en la
asegurar la regulación limitación de la misma
81
Objetivos Estratégico Lineamientos Estratégicos Medidas de Adaptación
hídrica y por tanto la Proveer protección especial a ecosistemas que se encuentran en zonas de alta capacidad de
capacidad de reaprovisionamiento de acuíferos
reaprovisionamiento Implementar un sistema nacional de pago por servicios ambientales
natural de acuíferos
1.4. Promover el uso sostenible Planificación y regulación del uso de la tierra a nivel de cuenca hidrográfica, desarrollando una
de la tierra a nivel de conciencia de pertenencia a una cuenca hidrográfica y de las repercusiones aguas abajo de la cuenca,
cuencas hidrográficas, de las acciones realizadas cuenca arriba
según la vocación de los Desarrollo con la población, a nivel de cuencas, de programas de gestión ambiental en el marco del
suelos y un adecuado ordenamiento territorial y la definición participativa de su marco regional y local de políticas, la
ordenamiento territorial, educación ambiental, la sensibilización, la concienciación y el ejercicio de las buenas prácticas de
favoreciendo la regulación manejos de desechos y gestión de los recursos naturales
hídrica bajo condiciones de Incorporar a la población en las decisiones del uso del suelo y gestión general de los recursos
cambio climático naturales
Planificación municipal y regional participativa para el manejo integrado y sostenible de cuencas y
microcuencas
Análisis de vulnerabilidad del territorio municipal, para el establecimiento de ordenanzas municipales
y de zonificación para el uso sostenible del territorio, y la reducción de la degradación ambiental
Protección estricta de las zonas de manejo de las microcuencas municipales
Fortalecimiento de la declaratoria de microcuencas a nivel nacional, con definición clara de la
tenencia y derechos de uso del suelo y demás recursos
2. Reducir la alteración de los 2.1. Evitar la alteración de los Monitorear el estado de la biodiversidad ribereña en función de los patrones de flujo en cuencas
caudales ecológicos, caudales naturales de los prioritarias, y sobre esa base, diseñar medidas de ordenamiento territorial y usos replicables de los
considerando los efectos del ríos, mediante prácticas de ríos y cuencas que requieren de protección especial
cambio climático sobre los manejo que permitan la Considerar particularmente los caudales ecológicos en la planeación del desarrollo de embalses
sistemas fluviales reproducción biológica, la Priorizar la protección de los caudales naturales de los ríos de cuencas menos intervenidas y con
movilidad de individuos y cauces naturales ricos en biodiversidad
el aprovisionamiento de Reforestación y rehabilitación mediante forestería análoga en las cuencas bajas degradadas, en las
alimentos riveras y zonas de protección de cauces de los ríos
Rehabilitación de humedales permanentes y temporales
2.2. Implementar prácticas de Establecimiento de buenas prácticas agrícolas y de control de la erosión del suelo mediante barreras
conservación del suelo en vivas y muertas; cultivos en curvas a nivel; reciclaje de nutrientes y estructuración del suelo para
sistemas forestales y retención de humedad
agrícolas, para disminuir la Sustitución de prácticas agrícolas insostenibles por el uso del Sistema Agroforestal Quesungual y otras
erosión, y azolvamiento de técnicas de agroecología
cauces y embalses Reforestación y aforestación de cuencas degradadas
Rehabilitación de suelos y pastizales
82
Objetivos Estratégico Lineamientos Estratégicos Medidas de Adaptación
Implementar prácticas forestales y pecuarias sostenibles, y la agroecología
Manejo integrado de cuencas para asegurar la regulación natural y artificial de éstas, y limitar la
escorrentía superficial y la erosión
Presas tipo SABO para retención de sedimentos en zonas escarpadas
3. Prevenir y evitar el 3.1. Incorporar prácticas Implementar un programa de monitoreo de la calidad del agua en las cuencas y los cauces prioritarios
desmejoramiento de la agrícolas, industriales y del país, estructurando unidades regionales de control de la calidad, operando en coordinación con
calidad del agua, a causa de domiciliares, encaminadas una unidad central a nivel nacional.
contaminantes, a reducir la cantidad de Apoyar el desarrollo de laboratorios de control de calidad del agua, y el fortalecimiento de los ya
considerando los efectos del contaminantes que llegan a existentes, en las regiones y/o municipalidades apropiadas para dicha finalidad
cambio climático sobre el los cuerpos de agua, para Establecer un sistema nacional de información de calidad de las aguas ambientales
volumen de agua disponible evitar afectaciones la Implementar medidas de reducción de desechos líquidos mediante mecanismos de producción más
sostenibilidad de los limpia, asegurando proveer el tratamiento necesario y manejo seguro a los efluentes
caudales Poner en vigor el Reglamento Nacional de Tratamiento y Reutilización de Aguas Residuales
Reducir el aporte de nutrientes a los cauces fertilizando los campos agrícolas mediante riego de alta
eficiencia, reduciendo la carga de fertilizantes eutrifizantes y tóxicos, y usando abonos orgánicos de
entrega lenta de nutrimentos
Sustitución de prácticas agrícolas insostenibles por el Sistema Agroforestal Quesungual y demás
técnicas de agroecología como mecanismo para disminuir la contaminación de las aguas naturales
con agroquímicos.
Asegurar el uso de tecnologías apropiadas y sostenibles para el tratamiento del agua
Manejo y tratamiento técnico integral de los desechos sólidos, fomentando los programas de
recuperación, reciclaje y reutilización de éstos, y previniendo su disposición, y/o de las aguas de
lixiviado de depósitos de basura, en los cauces de agua
83
Objetivos Estratégico Lineamientos Estratégicos Medidas de Adaptación
4.2. Promover la adopción de Modificación de las prácticas y calendarios de cultivos anticipando la sequía o el exceso de agua
sistemas, tecnologías y Modificación del tiempo de pasturas y promoción de la rotación de pastos
buenas prácticas de Producción escalonada de plantas ornamentales, cultivos, tubérculos y plantas con raíces profundas
agricultura sostenible, y raíces cortas en zonas agroecológica aptas
incorporando mejoras en la Programas de micro-riego en agricultura de laderas
productividad y eficiencia Modificación o eliminación de las prácticas de quemas agrícolas inapropiadas
en los sistemas Desarrollo de sistemas de fertilización orgánica
agropecuarios Siembra de pastos mejorados o pastos nativos con alta eficiencia alimenticia del ganado
Técnicas de ganadería intensiva bajo estabulación
Impulsar estímulos y/o inductivos a la producción agrícola orgánica, incluyendo incentivos fiscales y
financieros, apoyo técnico, requerimientos legislativos y desarrollo de mercados
Desarrollar un mecanismo de divulgación del conocimiento de dichas técnicas y los mecanismos para
su establecimiento como mejor práctica agrícola, particularmente en la agricultura de ladera
Incluir el desarrollo de fincas modelo para estimular la réplica de mejores prácticas de cultivo
4.3. Fomentar la adopción e Estudios de identificación de plagas, enfermedades y malezas específicos y sobre esa base, desarrollo
implementación de de un programa nacional de Manejo Integrado de Plagas (MIP)
prácticas sostenibles y Prácticas manuales de control de plagas, enfermedades y malezas
prácticas integradas de Prácticas de control biológico de plagas y enfermedades
manejo de plagas, Investigación y desarrollo de biocidas naturales
enfermedades y malezas Desarrollo y producción escalonada de cultivos de ciclo corto tolerantes a plagas y enfermedades
en los sistemas Introducción de plantas repelentes de insectos en cultivos establecidos
agropecuarios Evitar la quema de potreros para el control de ácaros en el ganado, usando biocidas naturales,
estabulación, y otras prácticas que se apropien a las condiciones locales
5. Evitar la erosión, pérdida de 5.1. Promover la restauración y Restauración y manejo integrado de suelos para asegurar su conservación y desarrollo
productividad y eventual el manejo integrado de los Sustitución de prácticas agrícolas insostenibles por el Sistema Agroforestal Quesungual y demás
desertización de los suelos suelos agrícolas y técnicas de agroecología para la conservación de la humedad, fertilidad y estructura del suelo
considerando los efectos del ganaderos, para la Promover el reciclaje de nutrimentos y la estructuración del suelo para retención de humedad
cambio climático conservación de su Implementación de técnicas de control de erosión por barreras vivas en zonas de ladera
estructura y fertilidad, Estabilización del suelo por barreras muertas y curvas a nivel
especialmente en la Sistemas agroforestales y silvopastoriles en zonas de frontera agrícola
agricultura de ladera
84
Objetivos Estratégico Lineamientos Estratégicos Medidas de Adaptación
6. Preservar y mejorar la 6.1. Promover medidas Desarrollo de sistemas sostenibles y más eficientes de producción agrícola con fundamento en los
calidad nutricional y encaminadas a evitar el preceptos de la agroecología
contribuir a la seguridad aumento de los déficit Diversificación de la producción agrícola nacional, particularmente la de subsistencia
alimentaria de la población, nutricionales en la Fortalecer las políticas y estrategias de seguridad alimentaria del país
bajo condiciones de cambio población, con énfasis en Mejorar los sistemas de almacenamiento, procesamiento y preservación de la producción
climático niños, mujeres agropecuaria, particularmente a nivel de pequeños productores
embarazadas y personas de Atacar los problemas agrarios históricos que limitan el acceso a la tierra, particularmente a los
edad avanzada productores pobres del campo
BOSQUES Y BIODIVERSIDAD
7. Preservar a largo plazo la 7.1. Promover la investigación Diseño e implementación de un programa nacional de investigación sobre biodiversidad que incluya
función, estructura y de los impactos del cambio investigación en genética, comportamiento y evolución adaptativa de las especies en mayores riesgos
composición de los climático sobre especies por los impactos del cambio climático
ecosistemas para mejorar su vulnerables, y sobre los Fomentar el establecimiento de centros regionales de investigación y un programa nacional de
capacidad de adaptación sistemas y prácticas que divulgación, que recomiende acciones para la adaptación al cambio climático
ante el cambio climático favorezcan su adaptación Mantener ecosistemas íntegros, para investigación en poblaciones estables
al cambio climático Investigación aplicada a la repoblación
Ejecutar programas de sensibilización y concienciación en torno a la múltiple importancia del bosque
7.2. Establecer los marcos de Fortalecimiento del Programa Nacional de Conservación y Reforestación
acción para sustentar las Estímulo al desarrollo y preservación de plantaciones forestales de uso múltiple
iniciativas nacionales de Definición y articulación de una estrategia de restauración del bosque mediante actividades de
restauración y reforestación y forestación de zonas degradadas, involucrando actores aptos e interesados en
rehabilitación de áreas asegurar el cuido del crecimiento y regeneración del bosque
degradadas, especialmente Establecimiento de corredores biológicos para la reducción del aislamiento de poblaciones, usando la
mediante la forestería forestería análoga y otras técnicas de reforestación
análoga Represamiento de agua y esquemas de riego en plantaciones forestales
Reforestación de áreas deforestadas para la protección de microcuencas productoras de agua
Desarrollo de bancos de semillas y zoocriaderos enfocados en la repoblación en ecosistemas
terrestres
85
Objetivos Estratégico Lineamientos Estratégicos Medidas de Adaptación
7.3. Identificar y fortalecer las Evitar la fragmentación del bosque
acciones encausadas a Practicas de saneamiento en el aprovechamiento forestal
conservar los bosques y a Fortalecimiento y consolidación del Sistema Nacional de Áreas Protegidas
detener su deforestación y Protección estricta de los ecosistemas forestales de las cuencas altas
degradación, y a evitar la Ejecución de proyectos de manejo adecuado del bosque, así como de la conservación de áreas de
extinción de especies interés especial (REDD+)
vulnerables, con el fin de Manejo sostenible de las áreas de manglares
mejorar la resiliencia del Establecer zonas de amortiguamiento con técnicas controladas de uso del bosque y suelo en la
territorio ante los impactos frontera agrícola, envolviendo prácticas agroforestales y silvopastoriles
del cambio climático Ordenamiento territorial y sistematización del catastro de tierras
Incluir las áreas productivas en una estrategia de ampliación de corredores biológicos, bajo arreglos
con los productores que permitan la existencia de áreas de corredor
Designación, zonificación y mantenimiento de aquellas áreas naturales más vulnerables como zonas
protegidas
Aplicación de adecuadas políticas y prácticas de manejo en espacios naturales no protegidos
8. Prevenir la pérdida de 8.1. Fortalecer las prácticas de Articular y ejecutar un programa nacional de protección contra incendios (prevención, detección,
bosques latifoliados y de prevención y control de monitoreo, combate, control y evaluación) que incluya la identificación de zonas vulnerables y
coníferas debido a la incendios forestales, a fin prioritarias
incidencia de incendios y de reducir su frecuencia e Manejo de un sistema de información, con seguimiento de su incidencia y estrategias de control
plagas forestales, bajo intensidad, aún en Desarrollar y promover la silvicultura preventiva para reducir el riesgo del daño provocado por los
condiciones de cambio condiciones adversas incendios.
climático provocadas por el cambio Establecimiento de medidas cortaviento para preservar la humedad del bosque productivo en áreas
climático secas
Limitar la ganadería extensiva, particularmente en zonas de ladera
8.2. Fortalecer las estrategias y Establecimiento de un programa de monitoreo de plagas forestales y de un sistema de información
medidas preventivas de de su incidencia y estrategias de control
plagas forestales, con el Desarrollo de un programa nacional de investigación de plagas y enfermedades forestales
propósito que haya una Articulación de medidas preventivas y combativas de plagas y enfermedades, incluyendo el control
menor incidencia de biológico dentro del MIP, y las consideraciones ambientales relevantes
ataques, aún en Silvicultura preventiva en rodales bajo manejo
condiciones adversas Capacitación a técnicos, propietarios bosques y comunidades en las técnicas de control de plagas y
provocadas por el cambio enfermedades forestales
climático
86
Objetivos Estratégico Lineamientos Estratégicos Medidas de Adaptación
9. Implementar un adecuado 9.1. Fortalecer el marco Ejecución auditada de los planes de manejo forestal
manejo forestal para la normativo para la Supervisión y auditoria social del manejo forestal, por parte de la Administración Forestal del Estado
protección y la producción aplicación efectiva de los Control y penalización de la tala ilegal del bosque
ante la alteración de la planes de manejo forestal Aplicación de la legislación forestal y penalización de su violación
riqueza, funcionalidad y en rodales naturales y Aplicación de la ley (o su modificación) para lograr los objetivos de conservación
relaciones simbióticas como establecidos Revisar la política forestal nacional, asegurando que quien aproveche el bosque salve la
efecto del cambio climático responsabilidad de asegurar su regeneración natural o la reforestación de las áreas cosechadas
9.2. Articulación de una política Conformación de los consejos consultivos forestales y demás órganos para la regulación y
social forestal que incorpore conservación de los recursos forestales a nivel local, regional y nacional
incentivos, beneficios y Incentivar la organización comunitaria en zonas boscosas con incentivos y alianzas estratégicas,
apoyo de las comunidades planes de manejo de áreas forestales, educación forestal y pago por bienes y servicios ambientales
locales en el manejo Aplicar la ley bajo adecuada coordinación interinstitucional
sostenible del bosque, con
énfasis en los pueblos
indígenas y
afrodescendientes
SISTEMA COSTERO-MARINO
10. Resguardar la estructura y 10.1. Establecer los mecanismos Reforestación de la línea costera con especies que asemejen una cortina rompe vientos
dinámica de los ecosistemas para prevenir y controlar la Reforestación de las zonas de descarga de quebradas y ríos a lo largo de la costa para reducir las
marino-costeros, pérdida de las playas, y emisiones de sólidos suspendidos y sedimentos
considerando los efectos del proteger la infraestructura Regular el flujo de materiales de ríos y la construcción de espigones y barreras artificiales para el
cambio climático, que albergan; a fin de control de la erosión y migración de materiales
particularmente la elevación mantener los servicios que Tratamiento apropiado de las descargas de efluentes al mar
del nivel del mar y los proveen, mediante un Construcción de humedales artificiales y estanques permanentes dentro de las zonas residenciales
cambios de la temperatura análisis de la dinámica aledañas a la costa
del aire y superficial del mar costera bajo condiciones Restauración de pastizales y otras zonas aledañas a la costa con especies vegetales resistentes a la
de cambio climático salinidad
Mantenimiento de parches boscosos y cobertura vegetal a lo largo de la costa
Protección estricta del bosque en cayos e islas sobrepobladas
Siembra de fitoplancton en rutas migratorias y zonas costeras
Ubicación de infraestructura a una distancia mayor de la costa, tomando en consideración las
crecidas máximas de la marea y la elevación del nivel del mar
Reglamentar la construcción de infraestructura en la pleamar y otras zonas vulnerables a inundación
Diseño y planificación de infraestructura turística adaptada a la erosión costera
Manejo integrado de las cuencas hidrográficas que drenan al golfo de Fonseca, acuíferos insulares en
el Caribe y otras zonas de potencial intrusión salina
87
Objetivos Estratégico Lineamientos Estratégicos Medidas de Adaptación
10.2. Sustentar las iniciativas Impulsar la reforestación de los manglares con especies nativas de dichos humedales
nacionales para la Protección estricta y manejo sostenible de humedales naturales y creación de humedales artificiales
conservación y en zonas más afectadas por la salinidad
restauración de manglares, Protección estricta de la cuenca alta y otras medidas conducentes a mantener calidad del agua en los
en bahías, estuarios e islas afluentes
Construcción de corredores biológicos que interconecten parches de mangle, haciendo uso de
canales artificiales y estableciendo estanques permanentes a lo largo de la costa
Facilitación de la descarga de agua de humedales al sistema estuarino
10.3. Establecer los marcos de Establecimiento de bancos artificiales para ampliar y recuperar las áreas de arrecifes degradados
acción para prevenir y Observación sistemática para el monitoreo de la temperatura oceánica
reducir el deterioro de los Implementación de los planes de manejo de áreas costeras y áreas protegidas aledañas a la costa
ecosistemas arrecifales, Aplicación de una política de control de navegación segura y protección arrecifal
promoviendo su Limpieza frecuente de cauces ribereños
restauración y
conservación considerando
el cambio climático
10.4. Fortalecer la sostenibilidad Regular efectivamente la captura de especies marinas en peligro de extinción, o cuyas poblaciones
socio-económica de las experimenten riesgos de disminución sensible por sobrepesca.
poblaciones humanas que Monitoreo y seguimiento de normas y medidas de aprovechamiento de la flora y la fauna de la costa
habitan y dependen de los Conservación de hábitats críticos a lo largo de la costa
ecosistemas marino- Construcción de sitios de anidamiento y playas artificiales
costeros Conservación de manglares y humedales
Proveer instrumentos alternativos de pesca
Desarrollo de acuicultura en zonas costeras
Reubicación de zonas productivas agrícolas, alejándolas del ecosistema de humedales y zonas de
arrecife.
Establecimiento de recolectores de aguas lluvias en comunidades costeras.
Recolección de desechos sólidos para el desarrollo de aboneras en las comunidades aledañas
SALUD HUMANA
11. Disminuir la incidencia y 11.1. Fortalecer las capacidades Implementar efectivamente el control ambiental en el país, especialmente en las áreas de más
distribución geográfica de nacionales para el ejercicio incidencia de enfermedades vectoriales
enfermedades humanas de la prevención y control Inversión social orientada a los sectores más pobres para la reducción en vulnerabilidad hacia
causadas por los efectos de de la propagación e enfermedades asociadas a condiciones precarias de vivienda (en especial Chagas)
las manifestaciones del incidencia de Eliminación de criaderos de vectores vía eliminación de sitios de acumulación de agua y un
cambio climático enfermedades vectoriales saneamiento ambiental efectivo
Técnicas de control biológico empleando peces como depredadores larvarios
88
Objetivos Estratégico Lineamientos Estratégicos Medidas de Adaptación
Técnicas de control químico usando biocidas naturales
Educación para promover la prevención de enfermedades vectoriales
Recolección y manejo adecuado de desechos sólidos mediante rellenos sanitarios, y gestión de gases
de relleno
Manejo adecuado de desechos líquidos
11.2. Garantizar la integridad de Ampliar la Inversión social para aumentar el acceso de la población a agua en la cantidad y calidad
los sistemas de suministro requerida para la satisfacción de las necesidades humanas
de agua, con el propósito Asegurar la protección de las fuentes de agua para consumo humano
de prevenir y controlar la Asegurar como mínimo, la filtración y desinfección adecuada del agua para consumo humano
propagación e incidencia Evitar la contaminación cruzada de la red de suministro de agua y la red del alcantarillado o drenaje
de enfermedades pluvial
transmitidas por medios Asegurar el tratamiento integral de las aguas residuales donde éstas son colectadas, la adopción de
hídricos soluciones sanitarias mejoradas en contextos pobres y donde no existan redes de alcantarillados y/o
el desarrollo de sistemas centrales de colección y tratamiento de efluentes donde sea necesario
Desarrollar esquemas alternativos de suministro y tratamiento de agua para zonas de poblaciones
dispersas donde los costos de los sistemas convencionales de suministro y tratamiento limitan su
adopción
Educación para promover la prevención de enfermedades de origen hídrico y la preservación de las
condiciones de higiene comunal e intradomiciliaria
Desarrollo e implementación de esquemas de control de la calidad del agua para consumo humano
Concienciación y fortalecimiento de la organización comunal para la gestión del agua
11.3. Fortalecer las capacidades Identificar la población proclive a riesgos por olas de calor, y concienciación de la misma en torno a
institucionales e las medidas de prevención
individuales para enfrentar Aplicar un monitoreo y control especial sobre los pacientes con enfermedades crónicas (diabetes e
los impactos de las la hipertensión), cuando estén expuestos a olas de calor
exposición a olas de calor, Fortalecimiento de la capacidad instalada del sector salud para brindar atención médica oportuna a la
y tratar sus efectos de población en situaciones de emergencia por olas de calor
manera apropiada y Concienciación y sensibilización pública sobre los efectos nocivos de las olas de calor y demás efectos
efectiva del cambio climático en la salud
Modificación de horario de consulta externa para horas nocturnas y tempranas (antes del alba)
Habilitación de sistemas de enfriamiento en las salas de espera
Programas de arborización y desarrollo de áreas verdes en zonas urbanas para la reducción de los
efectos de las islas de calor, especialmente la habilitación de áreas verdes aledañas a los grandes
edificios
GESTION DE RIESGOS
12. Reducir los riesgos e 12.1. Recuperar y habilitar la Fortalecimiento del sistema nacional de gestión de riesgos
impactos asociados a la funcionalidad de los Manejo integrado de cuencas y aprovechamiento sostenible de los recursos hídricos, como un
ocurrencia de eventos sistemas fluviales, principal mecanismo para la regulación hídrica y para la prevención y mitigación de inundaciones en
89
Objetivos Estratégico Lineamientos Estratégicos Medidas de Adaptación
hidrometeorológicos, cuya mejorando el control de las las partes bajas de las cuencas
frecuencia, intensidad y escorrentías y Descentralización de los recursos financieros nacionales, orientados al ordenamiento territorial de
duración están aumentando desbordamiento de ríos y municipios y los asentamientos humanos
como consecuencia del quebradas, a fin de Desarrollo de esquemas de monitoreo meteorológico y alerta temprana en previsión de huracanes,
cambio climático prevenir daños y pérdidas tormentas tropicales e inundaciones
debido a inundaciones Establecimiento de protocolos apropiados de respuesta a emergencias por inundaciones, y educación
provocadas por tormentas de la población sobre éstos, y a otros desastres, incluyendo el manejo de albergues, atención médica
tropicales y huracanes y demás capacidades de respuesta a desastres
Usar medidas estructurales de protección contra inundaciones complementariamente a las no
estructurales, asegurando el diseño adecuado de la infraestructura física de contención de
inundaciones, con referencia a la probabilidad de ocurrencia, la magnitud y los posibles impactos
locales de las precipitaciones, como también la protección requerida; con el propósito de evitar y/o
atenuar caudales tormentosos en las zonas urbanas
Desarrollo de sistemas de regulación hidrológica artificial mediante embalses de usos múltiples
Emplear técnicas de colección e infiltración del agua donde cae, y no la canalización con
concentración de caudales, como estrategia para la prevención de inundaciones urbanas mediante
uso de pavimentos permeables, trincheras de infiltración, obras de retención de torrentes
Establecimiento de nuevas áreas verdes como medios de contención temporal de torrentes en
depresiones en zonas de ladera, taludes y hondonadas
Desarrollo de parques, áreas verdes y otros predios, en depresiones y zonas bajas en las áreas
urbanas para la retención temporal de caudales pico, ayudando en la prevención de las inundaciones
urbanas
Mejorar la infraestructura de protección de bordos
Involucrar a las población en el adecuado uso, mantenimiento y protección de los bordos y otras
estructuras hidráulicas
Construcción de obras de regulación de caudales (represas de uso múltiple) y de protección contra
inundaciones
Establecer una Red Hidrometeorológica integrada y funcional a partir de las estaciones hidrométricas
y meteorológicas nacionales, para generar datos en tiempo real para la prevención y alerta temprana
de inundaciones a nivel nacional
Replicar de las experiencias positivas hechas con el desarrollo de SATs a nivel municipal
Control de la gestión de desechos sólidos, particularmente de su descarte en cauces y drenajes
pluviales
Reubicación de asentamientos poblacionales en zonas de riesgo a zonas seguras, conforme criterios
apropiados de zonificación
90
Objetivos Estratégico Lineamientos Estratégicos Medidas de Adaptación
12.2. Ordenar los patrones de Identificar y designar áreas de riesgo a deslizamientos y derrumbes
asentamientos humanos y Realizar obras de estabilización de suelos
regular el modelo de uso Aplicar criterios de diseño apropiados para suelos bajo riesgo potencial de movimiento de laderas
de la tierra, para prevenir y Reasentamientos humanos en lugares no expuestos a riesgos y con disponibilidad de servicios
frenar el incremento de los básicos
casos de movimientos de Desarrollo de sistemas de alerta temprana, designación de sitios seguros y albergues para respuesta a
ladera por torrencialidad emergencias
incrementada en áreas de Forestar y/o reforestar zonas de riesgo, cuando las condiciones topográficas y de suelo demuestren
suelos inestables que es una práctica adecuada para evitar deslizamientos
13. Fomentar el diseño, 13.1. Impulsar el establecimiento Consideración debida a los riesgos del cambio climático y sus repercusiones hidráulicas
desarrollo, construcción y y oficialización de normas y (particularmente las inundaciones) en el diseño y códigos de construcción apropiados de la
despliegue de códigos, para el diseño, infraestructura vial, de transmisión y distribución de energía, viviendas y edificios
infraestructura e construcción y despliegue Medidas de zonificación y ordenamiento territorial
instalaciones más de infraestructura e Divulgación de diseños mejorados de viviendas para la preservación de la higiene y la salud
apropiadas, en términos de instalaciones mejor intradomiciliaria como mejor ventilación, menor hacinamiento, y soluciones sanitarias eficientes
resistencia y versatilidad, a adaptadas a los impactos Establecimiento de criterios de ubicación segura de hospitales y otras edificaciones clave de la
fin de adaptarlas mejor a los del cambio climático infraestructura de servicios
efectos actuales y Incorporar las variables de cambio climático y el análisis de riesgos en el diseño y construcción de la
proyectados del cambio infraestructura de captación, tratamiento y distribución de agua potable y residual, y drenaje pluvial
climático Asegurar la calidad de las obras físicas, materiales, mano de obra y diseños de acueductos y
alcantarillados, al igual que su adecuado mantenimiento
Emplear otras medidas de infraestructura, además de los bordos de contención, para el control de
torrentes y donde sea posible, como es el caso de pavimentos permeables y sistemas de
almacenamiento temporal
Desarrollo y adopción de especificaciones de construcción para edificaciones en zonas inundables
Reforestación de los derechos de vía en las carreteras y control de los incendios forestales a lo largo
de carreteras, caminos y senderos
91
Objetivos Estratégico Lineamientos Estratégicos Medidas de Adaptación
14. Fortalecer la seguridad civil y 14.1. Establecer y fortalecer un Diseñar un marco nacional de acción a corto y largo plazo, para incorporar en la planificación de las
gobernabilidad de la nación, marco legal e institucional políticas públicas, el abordaje apropiado y oportuno de las migraciones de origen climático, como
previniendo, reduciendo y para abordar y tratar las parte de una estrategia y plan nacional de adaptación ante sus efectos, incluyendo programas
abordando de manera condiciones especiales de permanentes en esa materia.
apropiada y oportuna los las migraciones de origen Desarrollo de programas y medidas para la creación de las capacidades nacionales y locales
desplazamientos temporales climático, sobre la base de requeridas, incluyendo formación, capacitación, asesoramiento técnico e intercambio de
o permanentes de la la doctrina de los derechos experiencias, para el diseño, desarrollo e implementación de planes y programas permanentes para
población, por causas de humanos, y en el marco de el manejo oportuno y apropiado de las migraciones de origen climático, en el contexto de la
origen climático de estrategias de adaptación al cambio climático.
adaptación al cambio Creación de las capacidades nacionales y locales, incluyendo formación, capacitación, asesoramiento
climático técnico e intercambio de experiencias, para la atención apropiada de los distintos tipos de
desplazamientos temporales y permanentes, y de los sitios de reubicación, ya sean nacionales
urbanos o rurales o extra-fronterizos; considerando plenamente las dimensiones de tipo humanitario,
legal, tecnológico, logístico, ambiental, sociocultural, espiritual y económico.
ENERGIA HIDROELECTRICA
15. Facilitar la adaptación de las 15.1. Mejorar y asegurar una Asegurar la preservación, o restaurar la regulación de las cuencas productoras de agua para centrales
fuentes de energía gestión eficaz del agua para hidroeléctricas a través de una gestión integrada
hidroeléctrica, ante los generación hidroeléctrica Ejecutar los planes de manejo integrado de cuencas hidrográficas con potencial energético
impactos del cambio en los embalses y su más Control del transporte de sedimentos mediante represas tipo Sabo
climático ya observado y eficiente conversión a Rehabilitación o puesta en marcha de plantas hidroeléctricas inactivas o ineficientemente operadas
proyectado electricidad, preservando Reforestación de las partes altas y las zonas de recarga degradadas
las funciones ambientales Establecimiento de prácticas agropecuarias de uso sostenible del suelo en las cuencas productoras de
esenciales de los sistemas hidroelectricidad
fluviales afectados
15.2. Evitar la alteración y Realización de un análisis detallado de la vulnerabilidad de la infraestructura de transmisión y
pérdida, y mejorar la distribución eléctrica ante inundaciones y fenómenos climáticos extremos y diseñar medidas físicas
funcionalidad de las líneas especificas para su fortalecimiento y protección
de transmisión y Desarrollar criterios de diseño y prácticas de construcción de sistemas de transmisión y distribución
distribución eléctrica que incorporen las variables de cambio climático y el análisis de riesgos ante eventos
frente a los impactos de hidrometeorológicos
eventos climáticos Reducir las necesidades de transmisión a largas distancias a partir de la implementación de un plan
extremos de energización rural con generación in situ y diversificación de la matriz energética por medio del
uso de fuentes renovables
Recuperación de vegetación en las zonas autorizadas a lo largo de las líneas de transmisión
92
1.3. Objetivos y lineamientos estratégicos para la mitigación
Uno de los dos objetivos estratégicos para la mitigación incluye cinco lineamientos estratégicos
encaminados a reducir los niveles de emisiones de los principales GEI, en los sectores
producción y consumo energético, transporte, desechos, industria, agricultura y uso de la
tierra, cambio de uso de la tierra y silvicultura. En esa línea, las medidas promueven la adopción
de fuentes renovables de energía, la conservación y eficiencia energética, el aprovechamiento
del biogás, la conservación y manejo sostenible de los bosques, y el desarrollo forestal
sostenible, entre otros. El otro objetivo estratégico para la mitigación, se enfoca en promover
la sinergia entre la mitigación y la adaptación, a fin de reducir al máximo los efectos adversos
de las medidas de mitigación. Este objetivo estratégico incluye dos lineamientos estratégicos,
de los cuales uno prioriza el fomento de iniciativas que reduzcan los niveles de contaminación
por sustancias nocivas para la salud humana y ecosistemas, contribuyendo a la reducción de las
emisiones de GEI. El otro objetivo estratégico busca fortalecer las funciones de la biodiversidad,
el aprovisionamiento de agua, la conservación del suelo y la reducción de los riesgos, mediante
la conservación de los ecosistemas, la restauración de áreas degradadas y la reducción de la
deforestación y degradación de los bosques. En esa línea, el gobierno hondureño ha
comenzado a desarrollar una estrategia nacional de preparación para la reducción de la
deforestación y degradación de los bosques (REDD-plus), la cual incluye además el papel de la
conservación de los bosques, el manejo sostenible de los bosques y el aumento de las reservas
de carbono forestal. Esta estrategia deberá concebirse e implementarse en total sinergia con
las prioridades y objetivos estratégicos de la adaptación, a fin de no causar efectos adversos
que podrían ser inconsistentes e incoherentes con el propósito de la ENCC y del Plan de Nación
Visión de País, el cual busca reducir al mínimo la vulnerabilidad ambiental y la pobreza extrema.
93
Cuadro II.1.3.1: Objetivos y lineamientos estratégicos para la mitigación
16.2. Promover la reducción de las Utilizar las posibilidades del tratamiento anaeróbico de efluentes con captura y
emisiones de metano (CH4), posterior utilización de metano y demás mecanismos de reducción de emisiones
procedentes de los sectores Conversión de las emisiones provenientes de la descomposición de los desechos
desechos y agrícola, y su orgánicos agrícolas, en biogás
aprovechamiento para iniciativas Manejo de desechos de los establos para capturar y aprovechar metano y
energéticas nutrimentos, mediante biodigestores
Selección del hato ganadero de especies o razas con mejor eficiencia en la producción
de carne y leche, para una menor producción de metano, considerando los efectos en
la salud humana
Siembra de pastos mejorados o pastos nativos con alta eficiencia alimenticia del
ganado
16.4. Facilitar las iniciativas encaminadas Fortalecimiento del Programa Nacional de Conservación y Reforestación, como
a la remoción de CO2 de la estímulo al establecimiento y manejo de plantaciones forestales de uso múltiple
atmósfera, mediante acciones que Incentivar proyectos orientados a la captura de carbono y pago por servicios
fortalezcan el incremento de los ambientales, en sinergia con la adaptación climática y protección de la biodiversidad
sumideros de absorción, en el Divulgación del conocimiento y aprovechamiento informado y apropiado de los
sector UTCUTS incentivos internacionales de reducción de emisiones y captura de carbono
Veda planificada en la explotación de los bosques e incremento de forestación a nivel
nacional
Definición de una estrategia participativa para resolver los conflictos de tenencia y
legalización de la tierra en el país, priorizando las áreas con potencial para el desarrollo
de proyectos de reforestación y forestación, y considerando con especial atención los
territorios donde habitan los pueblos indígenas y afrodescendientes
Identificación de proyectos forestales cuya captura de carbono puede ser sistematizada
y/o iniciada, tanto para el MDL como para el mercado voluntario de carbono y su
promoción y divulgación.
16.5. Promover la reducción de CO2 y Aplicación plena y efectiva del Reglamento de Control de Emisiones Vehiculares vigente
monóxido de carbono (CO) desde 1998, junto con un plan de monitoreo continuo de emisiones vehiculares, en las
proveniente del sector transporte zonas críticas de las ciudades más importantes del país
Implementación de medidas que reduzcan el número diario de vehículos circulando en
las ciudades más importantes del país, tales como: limitar la circulación de los mismos
durante al menos un día a la semana, aumento de zonas peatonales y ciclovías,
mejoramiento del servicio de transporte colectivo y de la marcha
Implementación de medidas que den seguridad, efectividad, confortabilidad y
95
Lineamientos estratégicos Medidas de Mitigación
Objetivo Estratégico
accesibilidad al sistema de transporte colectivo, que permita que mayor número de
habitantes hagan uso del mismo, y usen menos vehículos individuales
Implementación de un plan de optimización y fluidez de las redes urbanas de
transporte y de mejora de la eficiencia de las unidades del parque vehicular,
favoreciendo el uso del transporte colectivo con respecto al individual
Considerar incentivos para la adquisición de unidades de transporte más limpias y con
menos consumo de combustible
Instalación de vías alternas para la circulación de bicicletas y motocicletas, con altos
niveles de seguridad, en las ciudades más importantes del país, incluyendo la
señalización e infraestructura requeridas
17. Fortalecer la sinergia entre las 17.1. Fortalecer las funciones de la Definición y articulación de una estrategia de restauración del bosque mediante la
medidas de mitigación y biodiversidad, el aprovisionamiento reforestación y forestación de zonas degradadas, involucrando actores capaces e
adaptación, para permitir un de agua, la reducción del riesgo y la interesados en asegurar el cuido del crecimiento y regeneración del bosque
mejor ajuste de los sistemas conservación del suelo mediante la Impulsar la adopción de sistemas agroforestales, como el establecimiento de 400,000
socio-naturales ante las conservación de ecosistemas, la Ha de plantaciones comerciales en sistemas agroforestales privados, siguiendo el
manifestaciones e impactos del restauración de áreas degradadas y modelo de sistemas tradicionales como el Quesungual
cambio climático, y prevenir los la reducción de la deforestación y Promover la forestación y reforestación en zonas vulnerables o degradadas de las
efectos adversos de las medidas degradación de los bosques cuencas altas y medias para posibilitar la recarga hídrica y prevención de los riesgos
de respuesta Protección especial de los ecosistemas naturales degradados o frágiles
Conservación de los ecosistemas en zonas de alta capacidad de reaprovisionamiento de
acuíferos, y protección estricta a las cuencas hidrográficas en sus partes altas
Implementación de proyectos de reducción de emisiones provenientes de la
deforestación y degradación (REDD)y desarrollo inicial de la Estrategia Nacional sobre
REDD, cuyos fondos ya están disponibles para Honduras (FCPF-BM)
Establecimiento de bosques ribereños mediante la forestería análoga en las cuencas
bajas degradadas, para rehabilitar las riveras y zonas de protección de los cauces de los
ríos, y proteger la biodiversidad
Impulsar el manejo integrado de cuencas hidrográficas, con el propósito de regular el
ciclo hidrológico, incrementando al mismo tiempo el carbono almacenado en el suelo y
generando otros beneficios ambientales y socioeconómicos
Rehabilitación y conservación de humedales permanentes y temporales
Realizar obras de estabilización de suelos, mediante la reforestación y forestación de
zonas de alto riesgo a movimientos de ladera
Estimular las actividades de reforestación y forestación, mediante la incorporación de
especies nativas
Fortalecer las capacidades nacionales para el diseño y ejecución de planes de manejo
en aquellas áreas especialmente declaradas como productoras de agua dentro del
Sistema Nacional de Áreas Protegidas
Manejo sostenible de las áreas de manglares y desarrollo de acciones de restauración
del bosque de mangle
Proteger la estructura, composición y funciones de los ecosistemas de bosques,
previniendo la fragmentación de éstos y favoreciendo los corredores ecológicos para
96
Lineamientos estratégicos Medidas de Mitigación
Objetivo Estratégico
salvaguardar la conectividad ecológica y favorecer la adaptación climática
Evitar las quemas prescritas en las prácticas forestales y agrícolas, y prevenir y
controlar los incendios forestales
Limitar la ganadería extensiva, particularmente en zonas de ladera
Establecimiento de plantaciones forestales dendroenergéticas
Producción de biocombustibles sin impactos negativos en ecosistemas y cultivos
Aplicación de planes de protección intensiva a 142,000 has de bosques de mangle
(Programa Nacional Forestal [PRONAFOR]
Implementación de planes de manejo de manera participativa en áreas críticas del
Sistema Nacional de Administración de la Propiedad
Fomento al manejo forestal comunitario
Ejecución de una estrategia de protección contra incendios en bosques
Reducción del aprovechamiento y comercio ilegal de maderas y fortalecimiento del
monitoreo forestal independiente y de los controles oficiales, así como del sistema de
monitoreo forestal del Instituto de Conservación Forestal (ICF)
17.2. Priorizar el fomento de iniciativas Reducir la carga de contaminantes aportados a los cauces naturales a partir de la
que contribuyan a la reducción de descarga de aguas residuales y otros vertidos, mediante el tratamiento apropiado de
las emisiones de GEI y que al mismo efluentes para eliminar el CH4
tiempo reduzcan los niveles de Sustitución de prácticas agrícolas insostenibles por el Sistema Agroforestal Quesungual
contaminación con sustancias y demás técnicas de agroecología como mecanismo para disminuir la contaminación de
nocivas para la salud humana y las aguas naturales con agroquímicos
ecosistemas Modificación, reducción o eliminación de las prácticas de quemas agropecuarias
Fortalecer y ampliar los programas de estufas mejoradas para la reducción de las
emisiones de humo en los ambientes internos de las viviendas que emplean leña
Producción de material vegetativo energético (leños artificiales para fogones
mejorados)
Desarrollo y adopción de sistemas, tecnologías y prácticas de fertilización orgánica
Dar a conocer e implementar el Reglamento Nacional de Control de Emisiones de
Fuentes Móviles para reducir las emisiones vehiculares de gases y material particulado
de impacto sobre la salud humana
Control de las emisiones de contaminantes gaseosos y particulados de fuentes fijas a
partir de la aprobación e implementación de la legislación y las acciones de control de
emisiones previstas
Instalación de plantas de tratamiento de aguas residuales para la producción de biogás
Establecimiento de rellenos sanitarios en zonas deshabitadas, propiciando su uso por
poblaciones aledañas
97
1.4. Los instrumentos de ejecución del marco de política
Para la ejecución del marco de política de cambio climático, se deben desarrollar e implementar
instrumentos apropiados y efectivos, entre los cuales se incluyen: (1) el Plan de Acción de la
ENCC, (2) la Política Marco de Cambio Climático, y (3) una amplia gama de mecanismos de tipo
institucional, científico-técnico, económico-financiero, jurídico-legal, de gestión pública, y de
fomento, participación social y gobernabilidad; los cuales serían definidos y puestos en
ejecución en el marco del Plan de Acción de la ENCC.
Mecanismos institucionales:
Este tipo de mecanismos deberán expresar la naturaleza interinstitucional e intersectorial del
abordaje y tratamiento del cambio climático, y por ende, los espacios que facilitan la
integración de diversos actores y sectores relevantes para la adaptación y mitigación del
cambio climático, deberán promoverse y priorizarse. Asimismo, la efectividad de las acciones
demanda un abordaje nacional y local, así como regional, demandando por lo tanto, la
adopción de enfoques sinérgicos entre los distintos ámbitos de acción, transectoriales e
interdisciplinarios.
98
apoyo, a fin de definir e impulsar acciones para la implementación de la ENCC. Asimismo, las
secretarías relevantes para la aplicación de las acciones ante el cambio climático, están creando
enlaces o puntos focales de cambio climático, a fin de incorporar el tema en sus políticas,
programas y acciones sectoriales, los cuales forman parte del Comité Interinstitucional referido.
Mecanismos científico-técnicos:
En el marco del proceso multilateral de la CMNUCC, se han establecido mecanismos
facilitadores, dentro de los cuales el IPCC constituye el órgano científico-técnico acreditado
para dar soporte al proceso político del régimen internacional de cambio climático. Todos los
países Partes de la CMNUCC deben designar un punto focal ante el IPCC, a fin de dar
seguimiento al proceso permanente de desarrollo de informes mundiales de evaluación del
cambio climático y coordinar en el ámbito nacional, la conformación de comités u equipos
especializados en las 3 áreas abordadas en dichos informes, a saber: la ciencia del cambio
climático, la vulnerabilidad y adaptación, y la mitigación del cambio climático. Es de hacer notar
que la participación activa en el proceso del IPCC contribuye a la creación de capacidades
nacionales en las dimensiones científico-técnica, tecnológica, económica, ambiental y
sociocultural del cambio climático.
Mecanismos económico-financieros:
Desde la entrada en vigencia de la CMNUCC se estableció un mecanismo financiero para apoyar
las acciones encaminadas a la definición y ejecución de las políticas y medidas de adaptación y
mitigación en los países en desarrollo. Dicho mecanismo ha estado siendo operado por el
Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF) e incluye los fondos siguientes: el Fondo Especial
de Cambio Climático, el Fondo para los Países Menos Desarrollados y más recientemente y de
manera interina, el Fondo de Adaptación, este último establecido en virtud del Protocolo de
Kioto. Asimismo, dentro de la estrategia operacional del GEF, destinada a habilitar a los países
para las acciones encaminadas al logro de beneficios ambientales mundiales, se colocan fondos
para la elaboración de las comunicaciones nacionales de los países en desarrollo. Los recursos
financieros que alimentan los diferentes fondos vinculados al tema del cambio climático,
provienen de las aportaciones de los países desarrollados en cumplimiento a sus compromisos
en esa materia ante la CMNUCC.
99
Actualmente, en el marco de las negociaciones para lograr un Acuerdo Mundial a partir de
2013, en materia de financiamiento, se está configurando el establecimiento de un Fondo
Multilateral de Cambio Climático, bajo las orientaciones y gobierno de la Conferencia de las
partes (COP) de la CMNUCC, el cual constaría de varias ventanillas especializadas en los
diferentes temas del Plan de Acción de Bali (PAB), a saber: adaptación, compensación por
daños y pérdidas, tecnología, creación de capacidades, mitigación, y eventualmente REDD-plus.
A fin de canalizar de manera efectiva, eficiente y oportuna los recursos financieros que se
estarían colocando en los diferentes fondos y ventanillas pertinentes a la adaptación y
mitigación del cambio climático, bajo la CMNUCC, los países en desarrollo deberán organizar y
fortalecer los arreglos institucionales pertinentes, y designar un mecanismo institucional
nacional para tal efecto, lo cual podría estar sujeto a apoyo técnico y financiero, en función del
rumbo que tomen las negociaciones en el tema del financiamiento. En este tema, ya existe la
iniciativa regional bajo el SICA, de crear un fondo para canalizar hacia los países de la región, los
recursos financieros que se estarían movilizando bajo el proceso multilateral en materia de
cambio climático, eventualmente a través del Banco Centroamericano de Integración
Económica (BCIE). En el ámbito nacional, se podrían movilizar recursos para la adaptación,
mediante un gravamen a las actividades de proyectos nacionales implementados en el marco
del MDL.
Mecanismos jurídico-legales:
En el proceso de desarrollo del marco normativo en materia de cambio climático podría ser
apropiada la eventual adopción de leyes, ordenanzas o normas técnicas específicas, a fin de
reforzar la aplicación de las estrategias y medidas en la materia. Asimismo, se podría incorporar
el tema de la adaptación y mitigación en otras iniciativas de ley, a fin de asegurar la coherencia
y consistencia del derecho interno con el marco normativo internacional pertinente al cambio
climático, y con los objetivos del Plan de Nación 2010-2022, y de la Ley de Ordenamiento
Territorial (Decreto legislativo 180-2003). En lo que respecta a las normas técnicas, éstas son
fundamentales para definir los parámetros que regirían los programas y medidas de
mejoramiento de la calidad ambiental del país, incluyendo la contribución a la reducción de las
emisiones de GEI. Asimismo, dichas normas constituyen salvaguardas para la definición y
ejecución de programas y proyectos de mitigación y adaptación, previniendo la desadaptación y
los efectos adversos de tipo ambiental, económico y sociocultural, derivados de las medidas de
respuesta.
100
políticas públicas, lo cual constituye un fundamento orientador para el marco normativo en
materia de cambio climático.
La participación de los actores relevantes en los esfuerzos nacionales para enfrentar el cambio
climático, se refiere por una parte, a los grupos poblaciones más vulnerables y afectados por los
impactos negativos del cambio climático, como son los pueblos indígenas, etnias ancestrales,
campesinos, población rural en condiciones de pobreza extrema y población urbana o
suburbana pobre y marginada habitando en áreas sujetas a multiriesgos. Por otra parte, la
participación se refiere también a aquéllos actores de la sociedad que pueden aportar con
propuestas de solución o promoverlas y adoptarlas para su ejecución, tanto en adaptación
como en mitigación; tal es el caso de las universidades y centros de investigación, gremiales,
asociaciones profesionales y de oficios, sindicatos, ONGs, alcaldías, organizaciones comunitarias
y campesinas, asociaciones de trabajadores agrícolas y artesanos, pescadores o rurales,
organizaciones indígenas y tribales, y asociaciones de jóvenes y mujeres.
Es de hacer notar, que los mecanismos de fomento y participación social para enfrentar de
manera apropiada el cambio climático mundial, están estrechamente vinculados a los
mecanismos institucionales de naturaleza intersectorial; ya que estos últimos constituyen el
espacio o plataforma que facilita la participación ciudadana bajo condiciones de transparencia,
inclusividad, igualdad y respeto a la multiculturalidad y territorialidad diferenciada.
Los efectos adversos del cambio climático ya observado y proyectado, incluyen amplios
procesos de reubicación y migración en el ámbito nacional, regional e internacional, los cuales
tendrían un carácter recurrente, y casi permanente, particularmente en los países en desarrollo
más vulnerables. Para algunos países o territorios, el grado de vulnerabilidad ambiental y
socioeconómica ante la amenaza del cambio climático es tan alto, que la adaptación no sería
posible, y la única opción podría ser la emigración hacia lugares menos amenazados. En el caso
de la región centroamericana, los cambios del clima y las amenazas que esto representa,
particularmente para los grupos poblacionales más vulnerables, podrían generar procesos
migratorios sin precedentes en el último siglo.
101
climáticos de facto, y reivindicar sus derechos sociales, económicos, culturales, políticos y
civiles. Lo anterior, demanda políticas previsoras que se anticipen generando entornos
socioeconómicos, ambientales y políticos que fortalezcan la gobernabilidad en el ámbito
nacional y territorial. Sobre esa base, este tipo de mecanismos deberán definirse en coherencia
con el objetivo 2 del Plan de Nación Visión de País, el cual busca el fortalecimiento de la
democracia, la seguridad civil y la reducción de la violencia.
La ENCC deberá ser conocida, apropiada y adoptada por los diferentes actores públicos y
privados, así como por los diferentes sectores socioeconómicos, y grupos poblacionales de
Honduras, particularmente aquéllos que sean más relevantes para enfrentar el cambio
climático en Honduras, a fin de que el marco de política de cambio climático propuesto en la
ENCC, sea implementado de manera efectiva, en el marco del Plan de Acción, para el logro de
los objetivos estratégicos y el propósito planteados.
La implementación de las medidas inmediatas propuestas tiene los objetivos siguientes: (1)
lograr la voluntad política para la institucionalización apropiada de la ENCC, en los diferentes
niveles y sectores pertinentes de la administración gubernamental; (2) desarrollar la
sustentación científica y técnica para diseñar los instrumentos efectivos para la ejecución del
marco de política propuesto en la ENCC y en su Plan de Acción; y (3) lograr la legitimidad social
de la ENCC para su implementación efectiva por parte de los actores y sectores pertinentes.
102
4. Planeación sinérgica de la adaptación y la mitigación
5. Planeación y acción integrada con los temas socioambientales, en el ámbito nacional y
regional del SICA
6. Cooperación internacional y mecanismos financieros
Para cada una de las líneas de acción se han definido objetivos operacionales, en función de los
cuales se definen las medidas inmediatas, los cuales se detallan a continuación.
103
Aprovechar de manera oportuna y efectiva las oportunidades de movilización y obtención de
recursos técnicos y financieros a nivel internacional, regional y nacional, para viabilizar la
ejecución y seguimiento de la ENCC y su Plan de Acción.
Las medidas propuestas son de carácter inmediato, y para facilitar su apropiación y ejecución,
se han agrupado por líneas de acción de acuerdo a su naturaleza, tal como se detallan en el
Cuadro II.2.2.1.
104
Líneas de acción Medidas inmediatas
decisorio su oficialización:
Consejo Nacional Interinstitucional sobre cambio climático (a nivel
de gabinete ministerial)
2.2 Espacio de gestión técnico- Fortalecimiento y ampliación de la plataforma institucional:
científica Elaboración del manual de organización y funciones, y descripción
de puestos de la Dirección Nacional de Cambio Climático (DNCC)
de la SERNA, y asignación del personal calificado permanente
Designación de Puntos focales o enlaces de cambio climático
sectoriales en otras secretarías de estado
Comité Interinstitucional de cambio climático
Grupo asesor científico (elaborar TDR para definir su mandato y
alcance para iniciar el su constitución paulatina)
Actualizar la organización y manuales técnicos y administrativos de
la Oficina del MDL de la SERNA en el marco del área de la
mitigación bajo la DNCC
2.3 Espacio de concertación social Fortalecimiento institucional para:
Elaborar TDR incluyendo mandato, alcance y perfiles, para
oficialización del Grupo Negociador de País
3 Fortalecimiento de los espacios de
consulta intersectorial
3.1 Espacios de consulta sectorial Establecer redes sociales permanentes de consulta,
y local representativas de los diferentes territorios de Honduras y
sectores pertinentes para la adaptación y mitigación en función de
los lineamientos estratégicos de la ENCC
3.2 Espacios de grupos focalizados Conformación de una Mesa indígena: elaborar TDR con mandato y
alcance para iniciar un proceso paulatino
Conformación de otras mesas pertinentes: jóvenes, campesinos,
pueblos afro-descendientes, etc.
4 Planeación sinérgica de la
adaptación y la mitigación
Desarrollo del marco de políticas Oficializar, editar y divulgar la ENCC
nacional ante el cambio climático y Desarrollar y divulgar el Plan de Acción de la ENCC
los instrumentos para su ejecución Desarrollar la Política Marco de cambio climático
Desarrollar la estrategia nacional de REDD-plus en el marco de la
ENCC, su plan de acción, las NAMAs en sinergia con las acciones de
adaptación
5 Planeación y acción integrada con
temas socioambientales en ámbito
nacional y regional del SICA
5.1 Incorporación de la Iniciar el abordaje y tratamiento de la vulnerabilidad e impactos
adaptación en la planeación e asociados al cambio climático y la incorporación de la adaptación en
instrumentos de ejecución de los programas y proyectos relativos a los temas siguientes:
las políticas sectoriales Ordenamiento ambiental y territorial
pertinentes a los diferentes Biodiversidad y bosques
temas socio-ambientales y Lucha contra la sequía y recursos hídricos
económicos, a nivel
Zonas costero-marinas y humedales
municipal, sectorial, nacional
y regional bajo la CCAD-SICA
Producción y consumo más limpios (en sinergia con la adaptación)
105
Líneas de acción Medidas inmediatas
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REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
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