Baja Tolerancia A La Frustracion (Niños)
Baja Tolerancia A La Frustracion (Niños)
Baja Tolerancia A La Frustracion (Niños)
La frustración representa una vivencia de tipo emocional que se manifiesta cuando un proyecto,
una ilusión o un deseo que no se llega a cumplir. Enseñar a nuestros hijos a manejar este tipo de
situaciones les ayudará en el futuro a ser adultos pacientes y resolutivos.
Para que los niños puedan enfrentarse de manera efectiva a las diferentes circunstancias de la
vida diaria, es necesario que aprendan a tolerar desde pequeños la frustración. Debemos entender
que la frustración representa una vivencia de tipo emocional que se manifiesta cuando un
proyecto, una ilusión o un deseo que no se llega a cumplir.
Cuando evitamos que nuestros hijos se sientan frustrados frente a cualquier evento o intentamos
complacerlos todo el tiempo estamos actuando de manera equivocada. Una manera de favorecer
el desarrollo integral de los más pequeños es ayudarlos a asumir que en la vida existen situaciones
tanto de fracaso como de éxito.
Intentan satisfacer de manera inmediata sus necesidades, por lo que ante la postergación
de sus requerimientos pueden llorar fácilmente y tener rabietas.
Creen que lo merecen todo y que el mundo gira entorno a ellos, llegando a pensar que el
límite representa algo injusto ante sus deseos. Es difícil que comprendan las razones por
las que no reciben todo lo deseado.
Los niños tienden a pensar que algo es negro o blanco, para ellos no existe el punto medio
Causas de la baja tolerancia a la frustración
Algunas de las causas más frecuentes de los niños con baja tolerancia a la frustración son las que
te presentamos a continuación:
Obtención inmediata de sus satisfacciones: El niño obtiene al momento todo lo que desea,
lo que implica fundamentalmente su incapacidad de retrasar la gratificación. El niño
prefiere recibir de inmediato una recompensa pequeña que esperar por un obsequio
mayor.
Carencia de límites dentro de la educación: Detrás de estos comportamientos muchas
veces se encuentran situaciones de educación sin normas y niños que desconocen un “no”
como respuesta.
Padres que toman decisiones por ellos: Debido a que escoger entre diferentes opciones
implica una renuncia y un riesgo, muchas veces son los padres quienes finalmente deciden
por los niños para evitar que estos experimenten la molestia.