Asumir Nuevas Responsabilidades
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Por otra parte, Sandra considera que es importante establecer buenas relaciones con sus compañeros de trabajo, por lo que
destina parte de su jornada a sociabilizar con ellos.
Hasta la llegada del nuevo director nunca había tenido inconvenientes en poder distribuir su trabajo con sus intereses
particulares, sin embargo, en poco tiempo, las cosas cambiaron.
La primera vez que el nuevo director le pidió una rendición de caja menor, ella no pudo entregársela porque no la tenía lista.
Pero, el problema mayor surgió cuando olvidó agendar una reunión con profesores, por lo que el director no llegó a la cita.
Ante esto, el nuevo director le dijo a Sandra que le daba un mes para ajustarse a sus nuevas funciones, si no, tendría que
contratar a otra secretaria. Este ultimátum generó una gran angustia y nerviosismo en Sandra, quien sólo se apresuró en
decir a su nuevo jefe que lo haría mejor.
Con este ejercicio, se dio cuenta que en realidad no se demoraba tanto en hacer el trabajo, y que si reducía su “quehacer”
social, le alcanzaría el tiempo para hacer todo, incluso podría dedicar media hora al día para leer una que otra revista y
comentar con las profesoras.
Dos semanas después, el nuevo director le pidió a Sandra su agenda, y ella le entregó las reuniones de toda la semana
apuntadas, incluso con una sugerencia de contactar nuevamente a los profesores para comentarles el nuevo plan curricular.
También le pidió la rendición de la caja chica, y Sandra le entregó en orden semanal cada gasto. El nuevo jefe se sorprendió
con la eficiencia de su secretaria, y le dijo que la felicitaba por haberse adaptado a sus nuevas funciones, y que a partir del
mes siguiente comenzaría a regir un aumento de sueldo.
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Planificación del Tiempo
Conclusiones
Cuando el tiempo “no alcance” para hacer todo el trabajo, es necesario realizar una autoevaluación. Para así poder
detectar en qué estamos perdiendo el tiempo, para mejorar la productividad en el trabajo.
Para hacer esa autoevaluación, es necesario tener una actitud adecuada, como la que tuvo Sandra al ceder parte de
su “quehacer” social al trabajo.
Esto le permitió desarrollar de mejor manera sus funciones.
Hay “ desperdiciadores” que muchas veces se justifican como parte del trabajo, cuando en realidad no lo son, sólo
quitan el tiempo a las cosas realmente importantes. Cuando se dejan de lado los “desperdiciadores”, se puede cumplir
el trabajo en los plazos establecidos.
Es siempre posible hacer varias tareas a la vez, basta hacer una planificación para concretarlas. El tiempo no se
administra, es la persona la que tiene que administrarse.
Cuando se logra administrar bien las labores y el tiempo que se le da a cada tarea, logramos nuestra tranquilidad.
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